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TRABAJO COLABORATIVO:
MIGUEL
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad
(TDAH).
1. Introducción:
Para llegar a la definición de lo que hoy conocemos como Trastorno por Déficit de
Atención con Hiperactividad se han llevado a cabo numerosas investigaciones. Los
primeros registros se encuentran en 1798 siendo Sir Alexander Crichton, médico
escocés quien describió a un número de niños como inatentos, inquietos e
incapaces de atender con constancia. En 1845 fue Heinrich Hoffman un médico
psiquiatra quien escribió 10 cuentos que relataban diversos problemas psiquiátricos
en la infancia y en la adolescencia.
En 1902 el pediatra británico George Still escribió acerca de 20 niños con síntomas
tales como los que hoy conocemos como TDAH, los definía como niños que no
dejaban de moverse constantemente, que lo tocaban todo, desconsiderados con los
demás, despreocupados por las consecuencias de sus acciones y con carácter
escandaloso y obstinado. Still supuso que se trataba de una enfermedad neurológica
y no de una mala crianza, era producto de una herencia o de una lesión en el
nacimiento.
Hasta los años 50 se consideró el TDAH como una consecuencia de una lesión
cerebral producida por una epidemia de encefalitis letárgica que tuvo lugar entre
1917 y 1918. Sin embargo esto cayó por su propio peso al encontrar niños que no
habían padecido la enfermedad con síntomas similares. Es entonces cuando
comenzó a denominarse como Daño Cerebral Mínimo y posteriormente como
Disfunción Cerebral Mínima.
Barkley considera el periodo entre 1950 y 1970 como la edad de oro de la
hiperactividad, siendo este el síntoma primario en detrimento del déficit de atención y
la impulsividad. Desde 1950 se conoció como Síndrome Hipercinético.
En 1960 se presenta la hiperactividad como un trastorno del comportamiento. Stella
Chess y otros investigadores separaron los síntomas de la hiperactividad de la
noción de lesión cerebral y defendieron “el síndrome del niño hiperactivo”.
En 1968 el TDAH aparece por primera vez en el DSM-II.
En los años 70 las dificultades para mantener la atención y para controlar los
impulsos empiezan a adquirir relevancia frente a la hiperactividad. Gracias a las
investigaciones de Virginia Douglas en 1972 el trastorno pasó a denominarse
Trastorno de Déficit de Atención con o sin hiperactividad, incluyéndose en el DSM III.
Sin embargo en 1987 se produjo un paso atrás al cambiar de nuevo el término en la
revisión del DSM III, ignorándose el concepto de TDA sin hiperactividad.
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- Colaboración con la familia. Ej.: les pediremos que les escuchen y corrijan
cuando hablan, que fomenten el gusto por la lectura. Recomendaremos
pautas para mejorar el lenguaje a través de folletos y charlas…
- El juego. Ej.: jugaremos con las palabras, con los números…
- Papel activo del alumno. Ej.: no estará sentado viendo como las cosas se
suceden delante de él, sino que interactuará con los demás niños y
manipulará los materiales.
Además, con Miguel, de forma más concreta deberemos tener en cuenta unas
pautas para trabajar de forma diaria en el aula:
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
1. Exponer en detalle como los maestros de primaria suelen actuar ante el alumnado
con TDAH.
Metodología:
- Entrevista con el tutor, a través de tres preguntas para conocer las dificultades de
los docentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos con TDAH:
¿Qué problemas encuentras a diario con los alumnos que tienen TDAH?, ¿Qué
medidas especiales sueles tomar en relación a estos alumnos?, ¿Qué carencias
encuentras (formación, medios, apoyos…) a la hora de tratar con estos alumnos?
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2. El segundo objetivo lo vamos alcanzar a través del: análisis de los resultados que
hemos obtenido de donde se obtendrán conclusiones muy importantes con respecto
al tema, de las cuales discutiremos y analizaremos que es lo que se está haciendo
bien y lo que se está haciendo mal. Con la finalidad de intercambiar opiniones y
poder realizar propuestas de mejora que sean de gran utilidad para los docentes. A
través de la discusión se elaborará una lista de puntos fuertes y débiles sobre la
práctica docente en el aula con alumnos TDAH.
3. El tercer objetivo se alcanzará: Una vez que hayamos detectado los puntos
fuertes y débiles, lo hayamos analizado detenidamente prestando especial atención
en él porque de esos comportamientos, estableceremos unas pautas de actuación
dirigido a consolidar los puntos fuertes y mejorar los débiles con el que pretendemos
que, el centro, los maestros de apoyo, los maestros del aula ordinaria y los padres,
mejoren el trato hacia los alumnos con TDAH, además que enseñen a estos
alumnos a aprovechar el tiempo y a sacar un mejor partido a sus capacidades
cognitivas.
se pondrán las actividades trabajadas y los niveles de logro alcanzado, así como las
propuestas de mejora.
Posteriormente, enseñaremos a la tutora la manera de utilizar el “termómetro de las
emociones” para que pueda usarlo en el aula. Este material puede estar en el rincón
de la calma del aula junto con la plantilla de las técnicas de relajación.
Se llevará una copia del material plastificado para casa y antes, tendremos una
breve reunión con los padres, para explicar el uso del mismo.
Supervisaremos y lo pondremos en práctica en el aula ordinaria, también tendremos
una actitud flexible y abierta a cualquier cambio de mejora que vea la tutora o la
familia de Miguel, adaptándonos siempre a las necesidades del alumno con el fin de
conseguir una intervención educativa adecuada y una educación de calidad.
5. Conclusiones:
Gracias a las primeras investigaciones realizadas en el año 1798 realizadas por el
doctor Sir Alexander Crichton así como todas las investigaciones posteriores que
van suponiendo una modificación en los términos y significados aportados para el
alumnado TDHA; podemos dar una respuesta educativa más adecuada a estos
alumnos. Actualmente, nos basamos en el concepto reflejado en la revisión del
DSM-5 para identificar y facilitar el desarrollo de las capacidades de nuestro alumno
de forma inclusiva (Anexo I).
Miguel, según el informe psicopedagógico y las respuestas actitudinales y de
capacidades reflejadas por su tutora, presenta un Trastorno de Atención con
Hiperactividad; lo que nos lleva a realizar unas orientaciones metodológicas para dar
una respuesta educativa adecuada. Para diseñar las orientaciones previamente
necesitamos realizar una investigación sobre las características específicas e
individuales de Miguel planteando una metodología que nos ayude a recopilar sus
necesidades. Puesto que es un niño con problemas de conducta con dificultad de
autocontrol e impulsividad que dificulta su socialización, proponemos unas
orientaciones metodológicas a la tutora. Así mismo, a modo de ejemplo hemos
diseñado una sesión para el aula de apoyo que trabaje la inteligencia intrapersonal a
través de distintas dinámicas como Minfunless o Brain Gym, “el termómetro de las
emociones” y técnica de relajación de Jacobson” con la finalidad de un uso
trasversal tanto en el aula con la tutora como en su casa con sus familiares.
La pretensión es que el alumno logre una autonomía para poder relacionarse
y vivir en sociedad como dijo F. Sabater: La genética nos predispone a llegar a ser
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Bibliografía:
González Ruiz de Velasco, B. Unidad didáctica 5.La intervención educativa con
alumnos con trastornos graves de conducta. Universidad Isabel I de Castilla. Burgos.
2017.
Inatención:
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6
meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta
directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
- Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los
quehaceres o los deberes laborales.
- Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que
requieren un esfuerzo mental sostenido.
- Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes
mayores y adultos, puede incluir pensamientos no relacionados).
Hiperactividad e impulsividad:
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6
meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta
directamente a las actividades sociales y académicas/laborales:
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- Con frecuencia juguetea con o golpea las manos o los pies o se retuerce en el
asiento.
- Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca
sentado.
- Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado.
(Nota: en adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto).
- Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades
recreativas.
- Con frecuencia está «ocupado» actuando como si «lo impulsara un motor».
- Con frecuencia habla excesivamente.
- Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una
pregunta.
- Con frecuencia le es difícil esperar su turno.
- Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros.
A) Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes
antes de los 12 años.
B) Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en
dos o más contextos.
C) Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento
social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
D) Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la
esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro
trastorno mental.