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LA PARTICIPACIÓN DE LA INGENIERÍA CIVIL EN CASO DE

DESASTRES

Prevención y Planeamiento de Desastres Naturales

Históricamente, ciudades que usualmente han sobrevivido a la destrucción


por desastres naturales aún permanecen en el mismo lugar. Aunque la
recuperación de un desastre natural puede tomar entre 2 a 10 años, en los
países desarrollados los programas de recuperación de este tipo de eventos
no demoran más de 2 años, sin embargo en nuestro medio este periodo es
mucho más largo, a pesar de que la prevención, recuperación y su
metodología es conocida y predecible actualmente y por lo tanto es posible su
pronto retorno a la normalidad, reduciendo además su futura vulnerabilidad
a un nuevo desastre.
El proceso de recuperación de catástrofes involucra cuatro actividades
coincidentes:
Periodo de Emergencia. En los primero días de ocurrida hasta unas
semanas después, la atención estará dirigida hacia los fallecidos,
heridos, desamparados y extraviados. Las actividades primarias serán
de exploración y rescate, alimentación y alojamiento de emergencia
para poblaciones masivas, así como la remoción de escombros. Durante
este tiempo, las actividades normales, sociales y económicas estarán
interrumpidas.
Periodo de Restauración. La principal actividad durante este periodo
es de restauración de los servicios públicos, viviendas y estructuras
comerciales é industriales.
En esta fase usualmente se pierden varios meses, pero al fin se llega al
retorno de las actividades relativamente normales, desde el punto de
vista social y económico.
Reconstrucción I. Durante este periodo, se da énfasis al replanteo de
obras de ingeniería utilizando el capital existente para llegar a niveles
normales o más altos.
Reconstrucción II. Durante esta fase de largo alcance las actividades
principales suponen la finalización y desarrollo de la reconstrucción para
alcanzar el nivel de actividades que se tenían antes del desastre ocurrido.

GEOTECNIA DE LOS SUELOS PERUANOS

De otro lado, los ingenieros civiles hemos enfatizado siempre en investigar


el desarrollo del desastre en vez de la prevención y restauración de éstos
fenómenos. La 1ógica y la prudencia aconsejan que una aproximación formal
a la prevención de los desastres en todas sus fases puede proveer eficiencia
y técnicas de costo-eficiencia para la restauración y funcionamiento de las
obras de ingeniería en el futuro, la necesidad de tal concepto de algún modo
resulta obvia cuando se considera el tipoy número de problemas que
aparecen durante la recuperación. Nosotros hemos estudiado casos
históricos de desastres ocurrido en los países diferentes a los ocasionados
por los terremotos, tales como inundaciones y deslizamientos tipificados
como aludes o huaycos. El autor en muchos casos ha establecido que la
ocurrencia de estos desastres son el resultado de una combinación de varios
factores que involucran razones técnicas y razones no-técnicas relacionadas
a negligencia é imprevisión, falta de programas de recuperación o incluso de
la participación inadecuada de funcionarios ú especialistas en las fases de
planeamiento, prevención, recuperación, construcción de obras de defensa o
reconstrucción.
A todo esto nos hacemos las preguntas: ¿Podemos prevenir los desastres?
¿Es necesario normalizar y decidir como, cuando y donde reconstruir una
ciudad?
¿Habría necesidad de cambiar el uso de la tierra?
¿Es conveniente modificar los códigos de construcción o reglamento
vigentes?

Nosotros los ingenieros civiles podemos dar respuesta a estas y otras muchas
preguntas si nos comprometemos a un formal acercamiento al problema y si
podemos comprender como ocurren los daños y por que permitimos que se
desarrollen condiciones de riesgo que resulten en desastres.
La ingeniería geotécnica preventiva y de recuperación de desastres consiste
en la aplicación de los principios fundamentales de la Mecánica de suelos,
mecánica de rocas, é ingeniería geológica al estudio y desarrollo de técnicas,
procedimientos y métodos que enfatizan un costo-prevención eficiente del
comportamiento no de cuado de una abra de emergencia relacionándola con
los aspectos geotécnicos de un desastre natural, .sin llegar a confundir, como
a menudo ocurre en el país, Geotecnia con Geología pura y que sólo con el
estudio de ésta última disciplina se puedan predecir y prevenir, las catástrofes
naturales que ocurren en el país.

GEOTECNIA DE LOS SUELOS PERUANOS

Interdisciplinario de alta calidad que reconozca la dificultad de una segura


predicción, dado a que muchos problemas relacionados con el tiempo a
menudo se asocian con factores geotécnicos tales como incertidumbre y el
riesgo inherente al manejo de materiales como el suelo, que ha sido formado
por un proceso geológico muy largo de miles de años y que el ingeniero civil
lo encuentra hecho, en contra posición a la predicción del comportamiento de
otros materiales de construcción cuyas características de fabricación y
resistencia son factibles de establecer con mayor aproximación.
Los verdaderos riesgos de catástrofe asociados con problemas geotécnicos
generalmente no se prestan a una completa compresión, sin embargo,
actualmente la profesión del. ingeniero civil ha desarrollado muy buenas
herramientas analíticas, pero estas herramientas requieren de datos reales y
completos, y sobre todo un juicio experimentado para ser usado apropiada y
efectivamente, sobre todo en nuestro medio, donde muchas veces sin mayor
conocimiento del problema se han emitido opiniones o se han desarrollado
estudios y proyectos de rehabilitación que más tarde han tenido que repetirse
o han propiciado la generación de fallas durante la etapa de recuperación
obligando a efectuar nuevas investigaciones o reconstruyendo obras, con el
consiguiente doble gasto o aumento del costo final de las obras de
reconstrucción.
En el caso de Ingeniería geotécnica, la naturaleza de nuestra especialidad nos
lleva siempre a un constante contacto con la realidad, que no existe en otras
ramas de la ingeniería civil, lo que hace que se desarrolle la autocrítica, que se
revisen con el tiempo las hipótesis y que se cure el vicio del dogmatismo que
suelen padecer muchos técnicos, ya que una vez que han resuelto, con ayuda
de tablas o formulas algún problema, se olvidan de él, tranquilizan su
conciencia y no dudan que la estructura permanezca estable durante una
nueva catástrofe. El que trabaja con el suelo no puede tener esta filosofía
conformista. Cada caso es un problema, diferente, no es un campo dogmático
de la profesión, sino es un reto intelectual sistemático, un ejercicio de la
imaginación, de la inteligencia y del sentido de observación.
Finalmente, el autor reconoce la naturaleza general y quizá elemental de los
conceptos expuestos en este breve documento. Muchos casos de catástrofes
naturales importantes se producirán en el país antes de que programas
adecuados de prevención y de recuperación se elaboren y puedan encontrar
efectiva aplicación sobre una amplia variedad de fenómenos. Una critica
revisión de estas ideas y conceptos debe promover una útil discusión sobre
sus méritos. El autor da la bienvenida a un fructífero cambio de opiniones
entre los especialistas de ingeniería y los funcionarios presentes en este
Forum a fin de aportar sugerencias adicionales para mejorar el papel de
nuestra profesión, como una contribución para reducir efectivamente el
número de sucesos adversos asociados con los desastres naturales que
puedan ocurrir en el país.

El desarrollo y empleo de programas de ingeniería geotécnica preventiva y


de recuperación de desastres, generalmente requiere del empleo de un
equipo

Los desastres que ocurren con más frecuencia en nuestro país son sismos, , el
desbordamiento de ríos y desgajes de cerros. Debido a estas condiciones, la
ingeniería civil aporta elementos para ayudar a los diferentes organismos que
intervienen en caso de siniestros como el Centro Nacional de Prevención de
Desastres (Cenapred) y el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinacrop).

CENTRO NACIONAL DE
ESTIMACIÓN, PREVENCIÓN Y
REDUCCIÓN DEL RIESGO DE
DESASTRES:

Misión: Coordinar, facilitar y


supervisar la formulación e
implementación de la Política
Nacional y el Plan Nacional de
Gestión del Riesgo de Desastres, en
lo que corresponde a los procesos de
Estimación, Prevención y Reducción del riesgo de desastres y Reconstrucción;
así como desarrollar lineamientos y prestar asistencia técnica al Ente Rector
y a las entidades que integran al SINAGERD, sobre la política, los mecanismos
e instrumentos técnicos necesarios para la planificación y organización

Por ejemplo, en caso de sismo, se efectúan inspecciones de los daños


estructurales en casas, edificios, centros comerciales, estadios, auditorios,
hospitales, mercados, vialidades, sistemas de drenaje y de distribución de
agua potable, instalaciones de gas y eléctricas, para valorar su estabilidad y
operatividad y, de ser necesario, tomar las medidas pertinentes a fin de que
no aumenten los daños y de inmediato se reestablezcan los servicios
primarios de agua, drenaje, energía eléctrica y vialidades.

Es por ello que se crean brigadas que intervengan con maquinaria y equipos
especiales en el caso de derrumbes y de afectación a vialidades, de acuerdo
con programas emergentes de ataque; es así como se consigue evitar al
máximo el riesgo, tanto para la población como para los servicios públicos.

Asimismo, se hace una verificación especial de los helipuertos de rescate de


emergencia, para que en su momento brinden un apoyo efectivo en el rápido
traslado de lesionados a los hospitales cercanos.

En cuanto a los aeropuertos, se revisan pistas, calles de rodaje y plataformas


para evaluar la seguridad de la operación y garantizar el adecuado arribo de
aviones con insumos de ayuda (alimentos, agua, medicinas, etcétera).

En el caso de carreteras se realiza la inspección de pavimentos y se revisa si


hay derrumbes que obstruyan la circulación; de ser así, se establecen desvíos
que aseguren su utilización, inspeccionando puentes y túneles. Para lo
anterior se localizan con antelación máquinas y personal capacitado para
manejarlas y retirar el escombro. También, si se requiere, para abrir caminos
de desvíos de la zona de desastre y reestablecer la vía de comunicación
terrestre. De igual forma se procede para la inspección de las vías férreas y
sus instalaciones.

Respecto a las obras sanitarias, se hacen inspecciones de los sistemas de


bombeo y, en su caso, de los daños que pudieran presentar los sistemas de
drenaje y las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Por otra parte se revisan los sistemas de distribución de agua potable, sus
tanques de almacenamiento, así como los sistemas de bombeo y de
conducción a la red de la población.
En el caso de inundaciones y desgajes, se refuerzan las riveras de los ríos y se
establecen vías de desfogue del área inundada.

En los desgajes de cerros, se procede a remover el material con herramienta,


equipo y maquinaria, tomando todas las precauciones para no poner en riesgo
a los trabajadores.

En cuanto a las obras hidráulicas, se inspeccionan los diversos tipos de presa


y sus sistemas de operación para conocer si las afectaciones que sufrieron
pudieran poner en peligro su operación. De haber daños, se toman las
medidas de emergencia pertinentes y se indica el desalojo de las poblaciones
que pudieran estar en riesgo.

En todos los casos, es el ingeniero civil quien dará instrucciones de cómo


efectuar las labores de inspección de las obras y, en su caso, las labores de
rescate, remoción y prevención, todo ello con el fin de evitar daños mayores
a los provocados por el desastre.

Las obras de infraestructura constituyen un factor básico para el desarrollo


de nuestro país. Por lo general son obras que ejecuta el gobierno federal a
través de las dependencias gubernamentales, organismos descentralizados,
gobiernos de los estados y otros organismos. La ingeniería civil es la
encargada de localizar, diseñar, calcular, construir, supervisar y mantener
tales obras.
UNA CLASIFICACIÓN DE LAS OBRAS DE INFRAESTRUCTURA

>VÍAS TERRESTRES DE COMUNICACIÓN

Carreteras (tanto autopistas como carreteras federales), vías férreas con sus
puentes y túneles; aeropuertos con sus pistas, calles de rodaje, plataformas
de aviación comercial y de aviación general, hangares, zonas de combustible,
terminales de pasajeros, torres de control y sus instalaciones eléctricas y
electrónicas para la seguridad de operaciones de los aviones; y, finalmente,
helipuertos (de rescate en emergencia para uso industrial y público).

1.1 Impactos directos

Los impactos directos de las vías terrestres se dan desde la fase de


construcción de las mismas, y durante toda su vida útil.

Los impactos más importantes relacionados con la construcción: son


aquellos que corresponden a la limpieza, nivelación o construcción del piso:
pérdida de la capa vegetal, exclusión de otros usos para la tierra; modificación
de patrones naturales de drenaje; cambios en la elevación de las aguas
subterráneas; deslaves, erosión y sedimentación de ríos y lagos; degradación
del paisaje o destrucción de sitios culturales; e interferencia con la
movilización de animales silvestres, ganado y residentes locales. Muchos de
estos impactos pueden surgir no sólo en el sitio de construcción sino también
en las pedreras, canteras apropiadas y áreas de almacenamiento de
materiales que sirven al proyecto. Adicionalmente, pueden darse impactos
ambientales y socioculturales adversos en proyectos tanto de construcción
como de mantenimiento, como resultado de la contaminación del aire y del
suelo, proveniente de las plantas de asfalto, el polvo y el ruido del equipo de
construcción y la dinamita; el uso de pesticidas, derrame de combustibles y
aceites; la basura; y, en proyectos grandes, la presencia de mano de obra no
residente.

Los impactos directos por el uso de las vías terrestres pueden incluir:
mayor demanda de combustibles para los motores; accidentes con los medios
no motorizados de transporte o el reemplazo de los mismos; mayor
contaminación del aire, ruido, desechos a los lados del camino; daños físicos
o muerte a animales y personas que intentan cruzar la vía; riesgos de salud y
daños ambientales a raíz de los accidentes con materiales peligrosos en
tránsito; y contaminación del agua debido a los derrames o la acumulación de
contaminantes en la superficie de los caminos.

1.2 Impactos indirectos


Una amplia gama de impactos indirectos negativos han sido atribuidos a la
construcción o mejoramiento de las vías terrestres. Muchas de éstos son
principalmente socioculturales. Éstos incluyen: la degradación visual debido
a la colocación de carteles a los lados del camino; los impactos de la
urbanización no planificada, inducida por el proyecto; la alteración de la
tenencia local de tierras debido a la especulación; la construcción de nuevos
caminos secundarios, primarios y terciarios; el mayor acceso humano a las
tierras silvestres y otras áreas naturales; y la migración de mano de obra y
desplazamiento de las economías de subsistencia.

>HIDRÁULICA

Presas de almacenamiento, hidroeléctricas y derivado ras, en las cuales se


capta agua para generar energía eléctrica, o para abastecer a la población y se
distribuye en áreas de cultivo, en especial a distritos de riego.

>DE OBRAS SANITARIAS

Sistemas de conducción y almacenamiento de agua potable (tanques


superficiales y tanques elevados), plantas potabilizadoras y de tratamiento de
aguas residuales, sistemas de alcantarillado (drenaje profundo de la ciudad
de México), drenajes industriales y pluviales, así como rellenos sanitarios
(control de la basura).
>DE OBRAS PORTUARIAS

Puertos marítimos y pluviales, con sus obras de protección (rompeolas,


escolleras, y espigones), muelles, terminales de diversa índole: industriales,
pesqueras, agrícolas, turísticas (para la atención de yates), de pasajeros
(cruceros) y de comercio.

>EDIFICACIONES

Conjuntos habitacionales, edificios de condominios, oficinas, usos múltiples


para negocios (World Trade Center), plazas, centros comerciales y
recreativos, cines, teatros, centros culturales, auditorios, estadios deportivos,
centrales de abasto, parques industriales y otras edificaciones con diversos
tipos de servicios.

LA INGENIERÍA CIVIL Y LA PREVENCIÓN DE DESASTRES

Debido a su importancia, las obras de infraestructura deben realizarse con el


mayor control de calidad, tanto de materiales de construcción como en su
proceso constructivo; para tal efecto, en nuestro país se tienen leyes y
reglamentos que señalan las normas y especificaciones para proyección,
diseño, cálculo, construcción y supervisión de las obras. Dicha reglamentación
está apegada a las normas internacionales que emanan de la Organización de
las Naciones Unidas, y nuestro país, al formar parte de ésta, debe apegarse a
lo estipulado en ellas.

México cuenta con experimentados ingenieros civiles con diversas


especialidades: estructuristas, hidráulicos en mecánica de suelos,
construcción sanitaria y, además, aquellos calificados como responsables de
obra, corresponsables de instalaciones (hidráulicas, sanitarias y de gas) y
planificadores.

Esta experiencia ha sido útil para mantener en continua actualización nuestra


reglamentación la construcción de obras de infraestructura y edificaciones,
pues debe considerarse que en nuestro país tenemos distintos tipos de
riesgos de desastres como sismos, ciclones y huracanes en las costas; en otras
regiones inundaciones por desbordamientos de ríos, trombas y deslaves;
erupciones de volcanes e incendios forestales, así como incendios industriales
en zonas de combustibles y productos químicos.

La ingeniería civil participa de forma primordial para que las obras de


infraestructura cuenten con la máxima seguridad y así prevenir el riesgo de
desastres; dicha participación consiste en una supervisión estricta y adecuada
a cada obra en su sistema y procedimiento constructivos, verificando que se
cumpla con los lineamientos establecidos en su normatividad de cálculo,
especificaciones de construcción y control de calidad que permitan detectar
cualquier falla en los materiales y en el proceso constructivo aplicado.

En el caso de los materiales, debe observarse su adecuada selección y control


de calidad, así como de la herramienta, el equipo y la maquinaria y, por
supuesto, de la mano de obra ejecutora y del proceso constructivo, todo ello
apegado a un programa de seguridad para evitar incidentes o accidentes, de
acuerdo con el tipo de obra, el riesgo que implica durante su construcción, la
época y los tipos de desastres (naturales o accidentales) que se presentan en
la zona correspondiente.
“PROYECTOS DEL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA PARA LA
PREVENCIÓN DE LOS DESASTRES NATURALES”
Los eventos sísmicos ocurridos en 1985 evidenciaron la imposibilidad del
Estado para dar una respuesta efectiva y coordinada de auxilio a la población
afectada, razón por la cual tuvo que solicitar cooperación a organismos
sociales y privados, nacionales e internacionales. En el proceso se mostraron
problemas de capacidad suficiente para coordinar este tipo de ayuda.

Además, el manejo interno de la emergencia se presentó en el contexto de una


situación de débiles condiciones socio económicas porque estaba
atravesando el país, una deuda externa considerable, un alto nivel de
desempleo y elevados índices de inflación; además de una cierta pérdida
paulatina de credibilidad en el aparato gubernamental por parte de la
población.

Esta situación se convirtió en un factor que podría conducir a desequilibrar la


estabilidad política del país y por ende la seguridad nacional, razones por las
cuales las primeras instancias gubernamentales que intervinieron fueron el
Ejército y las Fuerzas Armadas y la Secretaría de Gobernación. No obstante la
participación de estas instancias no podía ser permanente.

La necesidad de enfrentar la etapa de rehabilitación y reconstrucción, de


forma consensual con la población en general, dado el papel tan importante
que esta había jugado en la atención del desastre, conlleva a que se inicie la
implementación de una serie de medidas, con el fin de darle a este proceso un
matiz civil y no militar tal y como se había dado la intervención. Esta situación
la génesis de la creación del Sistema Nacional de Protección Civil.
El Marco Jurídico de mayor relevancia que enmarca el rol de diferentes
instancias gubernamentales en materia de prevención y atención de
desastres, se fundamenta en las siguientes leyes y reglamentos:

La Ley General de Protección Civil (2000):

A partir de 1985, posterior al fuerte impacto negativo en el desarrollo del país


a raíz de los sismos ocurridos en este mismo año, se intenta dar un giro a las
políticas del país en prevención y atención de desastres con la creación del
Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC).

Actualmente el Sistema se define como: el conjunto orgánico y articulado de


estructuras, relaciones funcionales, métodos y procedimientos que
establecen las dependencias y entidades del sector público entre sí, con las
organizaciones de los diversos grupos voluntarios, sociales, privados y con las
autoridades de los estados, el Distrito Federal y los municipios, a fin de
efectuar acciones coordinadas, destinadas a la protección de la población
contra los peligros y riesgos que se presentan en la eventualidad de un
desastre (SEGOB, 2000 en Diagnóstico Banco Mundial, 2000).

Ley General de Asentamientos Humanos:

Esta Ley establece que el ordenamiento territorial de los asentamientos


humanos tiende a mejorar el nivel de vida de la población, mediante, entre
otras cosas, la prevención, control y atención de riesgos y contingencias
ambientales y urbanos en los centros de población (LGH; 1999).

Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente:

Se orienta básicamente hacia la protección del medio ambiente, referido a los


procesos de contaminación (atmosférica, cuencas hidrológicas y suelos),
desechos de sustancias industriales, manejo de sustancias peligrosas y otros.
Ley de Aguas Nacionales:

Fomenta y apoya el desarrollo de los sistemas de control de avenidas y


protección contra inundaciones, actividad que el sector hidráulico lleva a cabo
en coordinación con los gobiernos estatales y municipales, pues esta ley
recomienda el uso de programas integrales para resolver el control de
inundaciones. Esta Ley cuenta con su reglamento que obliga a la Comisión
Nacional del Agua a efectuar estudios adecuados para clasificar las zonas
anegadizas asociadas a eventos con diferente probabilidad de ocurrencia.

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