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Con el fin de entender cómo funciona el proceso judicial es pertinente conocer acerca de
los conceptos: pretensión y excepción; de este modo se entenderá como el juez fundamenta su
decisión a través del estudio de estas dos herramientas que hacen del proceso jurisdiccional un
procesos dialectico y dual.
No cabe duda que la demanda es el acto procesal más importante del actor, no solo sirve
de instrumento para el ejercicio de la acción, sino también para la formulación de las
pretensiones o pedimentos, de ahí, que de la buena o mala elaboración de la demanda depende el
éxito o fracaso de las pretensiones del demandante, a quien le incumbe desde luego la carga de la
prueba en la forma y términos que establece el artículo 167 del Código General del Proceso. Por
lo cual es indispensable no solo la técnica sino el conocimiento cabal del ordenamiento jurídico,
como diría Couture en uno de sus mandamientos, “Estudia. El Derecho se transforma
constantemente. Si no sigues sus pasos serán cada día un poco menos Abogado”. (Rosales,
2008).
Por lo tanto, el demandante tiene que formular con suma claridad lo que pide frente al
demandado y a veces la demanda no se reduce a una simple pretensión, sino que comprende
varias, en cuyo evento debe satisfacer las exigencias que establece el artículo 88 del Código
General del Proceso, pues de otra manera la demanda seria ineficiente, ya sea porque el juez no
tiene competencia para conocer de fondo las pretensiones o porque estas no tengan el mismo
trámite o porque cuando se formulan como principales se excluyen entre sí.
El demandante entonces es quien formula las pretensiones en su demanda auto
atribuyéndose un derecho material que según él le han vulnerado entendiendo la pretensión como
una especie de petición, según Carnelutti (1993), la pretensión es la exigencia de la
subordinación del interés ajeno al interés propio”; lo cual quiere decir que la subordinación no es
el hecho de tener el poder de obligar a quien me ha vulnerado el derecho material, sino, es la
manifestación de poder accionar el aparato judicial a través de un derecho de acción y hacerlo
comparecer ante un juez. Por otra parte Carnelutti sostiene que la pretensión se puede formular
por quien tenga el derecho, pero así mismo por quien no lo tenga, por ejemplo en un proceso de
pertenencia el demandante no es titular de un derecho material si no poseedor y le solicita al Juez
que lo convierta en titular de derecho del dominio; estas pretensiones pueden ser de manera
fundada o infundada; la fundada tiene que tener razones de hecho y de derecho lo que Carnelutti
define como motivos y conclusiones, las pretensiones fundadas deben demostrarse con
elementos y pruebas y las infundadas son la mera solicitud de la pretensión sin necesidad del
recaudo de pruebas (proceso monitorio). De acuerdo a lo anterior la pretensión según este autor
provoca el inicio de un proceso judicial pero no termina ahí, sino que continúa hasta que el juez
con su fallo termine el proceso.
Por su parte Romberg (1992) define la pretensión como el acto por el cual un sujeto se
afirma titular de un interés jurídico frente a otro, y pide al juez que dicte una resolución con
autoridad de cosa juzgada, Así mismo define la pretensión como la causa del proceso ya que no
es posible la existencia del este sin la existencia de la pretensión. En este punto a lo que se refiere
el autor es: en primer lugar que el sujeto que se afirma titular de un derecho material en su
pretensión solicita al juez se le reconozca ese derecho y además se brinde soluciones y
herramientas para hacer cumplir las obligaciones frente a la otra parte cuando la sentencia falle a
su favor; por otro lado la pretensión engendra el proceso puesto que desde el momento en el que
se presenta la demanda sea para la admisión o su rechazo se activa el aparato judicial y las partes
interactúan entre sí ; cuando se admite la demanda se inicia el procedimiento para concluir con
un fallo judicial.
Del lado opuesto de la demanda y haciendo uso del derecho de la defensa en encontramos
al demandado quien tiene la facultad de allanarse u oponerse utilizando para esta ultima las
excepciones contempladas en los artículos 100 y 442 del C.G.P. con el fin de atacar directamente
a las pretensiones solicitadas por el demandante y poder así dar fin de manera total o parcial al
proceso; algunas pretensiones pueden basarse en defectos de tipo procesal u estructural de la
demanda, pero otras como las pretensiones de mérito van más allá puesto que estas
necesariamente deberían ser probadas.
Según Carnelutti (1993) “la excepción es una razón especial de la oposición del
demandado a la pretensión del demandante manifestada en forma activa y por tanto una contra-
razón frente a la razón de la pretensión del demandante”. Por lo que se puede afirmar que la
excepción se ejerce de forma activa puesto que es la manifestación de la voluntad del demandado
de dar a conocer al juez su posición frente a las pretensiones solicitadas y así ejercer su derecho
de contradicción; la contra-razón también debe fundamentarse en motivos y conclusiones o
razones de hecho y derecho para que así mismo no puedan ser contradichas por el demandado.
El autor López Blanco(1997), plantea “así como la ley se ocupó de determinar los
requisitos para el ataque, también la ley se ocupó para los mecanismos de defensa, entonces las
excepciones se trata de desconocer las pretensiones del demandante por ser inexistentes del
derecho que la soporta o presentarse inoportunamente ese derecho…”.
Según el procesalista Hugo Alsina, generalmente se dice que las excepciones son una de
las defensas específicas que tiene el demandado para oponerse a la pretensión del actor, ya sea
que niegue los hechos en que se funda la demanda o que desconozca el derecho que de tales
hechos se pretende derivar o también que alegue hechos diferentes a los contenidos en la
demanda, mediante los cuales el demandado pretenda modificar o extinguir las consecuencias
jurídicas que el demandante pretende en su demanda. (Alsina, 2018). A veces el demandado
haciendo uso de las excepciones se limita únicamente a impugnar el procedimiento, de lo dicho
se pretende afirmar que así como la acción es una forma de ataque, la excepción es una forma de
defensa, por tanto, las excepciones no consisten en que el demandado simplemente impugne el
derecho pretendido por el actor, si no cuando el demandado excepciona lo que hace es formular
hechos nuevos, diferentes a los contenidos en la demanda y por ello asume también la carga de la
prueba de los hechos constitutivos de las excepciones que proponga, en consecuencia, a quien
excepcione en el fondo o en la forma le incumbe probar la existencia de los hechos que alegue.
Es claro que al demandante o actor le corresponde probar los hechos sobre los cuales
apoya sus pretensiones. Por lo tanto, al demandado le incumbe probar los hechos que alegue, por
ejemplo; Si Luis en calidad de demandante solicita en su demanda que el juez condene a Carlos a
pagar diez millones de pesos de un préstamo garantizado con letra de cambio, le corresponde a
Luis probar la existencia del hecho, cuya principal prueba seria la letra de cambio. Si Luis logra
probar que entere él y Carlos se formalizo dicho préstamo, al juez le corresponderá dictar
sentencia, imponiéndole a Carlos la obligación de pagar a Luis el correspondiente dinero, Claro
está que además de lo dicho en la sentencia impondrá el juez la obligación de pagar los intereses
estipulados. Puede ocurrir sin embargo que, al contestar la demanda, Carlos alegue la excepción
de pago que es uno de los medios de extinguir las obligaciones. Si el demandado no cumple con
la carga de probar la excepción perentoria extintiva de pago, es obvio que el juez tendrá que
declarar no probada la excepción, condenando a pagar lo anteriormente dicho. En caso contrario,
si la excepción de pago alegada por el demandado prospera, el juez deberá absolver al
demandado.
Las excepciones en Colombia poseen varias clasificaciones, entre las más reconocidas se
encuentran:
a) Excepciones perentorias
La palabra perentoria viene del latin perimere que significa, aniquilar, destruir, enervar.
(Significados.com, 2019), con el significado anterior, la doctrina establece que en derecho hay
excepciones perentorias cuando se invoca hechos encaminados a aniquilar la pretensión del
demandante.
Por su lado el código del comercio en el artículo 784 establece las excepciones
perentorias o de mérito que el ejecutado puede proponer frente a la acción cambiaria. Tales
excepciones son de carácter caratular y otras extracartulares, es decir, que unas se refieren al
documento desde el punto de vista de su contenido y redacción documental y otras trascienden el
contenido del título. Las extracartulares son aquellas que se refieren a la relación jurídica
subyacente o fundamental, es decir, al acto o contrato en virtud del cual se emitió el respectivo
título valor, además tratándose de títulos valores, las excepciones pueden ser de carácter real o
personal, por ejemplo, la excepción de falsedad o alteración de un título valor es real y se puede
establecer frente a cualquier tenedor o persona que tenga el titulo valor, las excepciones de tipo
personal solamente se las puede proponer frente a quienes fueron sujetos de la acción cambiaria
y no frete a terceros.
Por otra parte, las excepciones perentorias impeditivas son también defensas de fondo,
excepciones de mérito que puede invocar el demandado al contestar la demanda, con el objeto de
impedir que el acto o contrato materia del litigio produzca efectos legales, este tipo de
excepciones se clasifica en dos grupos que son:
Regulada por los artículos 1740 y siguientes del código civil. Por su naturaleza la nulidad
sustancial puede ser absoluta o relativa. La nulidad absoluta es de orden público, el juez debe
declararla de oficio si la encuentra probada, y claro está que también el demandado puede
alegarla como sujeto de la relación contractual.
2. La simulación del acto o contrato que también puede ser absoluta o relativa.
Simulación absoluta, cuando las partes no han tenido la intención o voluntad de celebrar un
contrato, cuando existe una patraña total, por ejemplo, en un contrato de compraventa habrá
simulación absoluta cuando el vendedor y el comprador no han tenido la intención de vender y
comprar y no ha habido entrega de la cosa vendida ni se ha pagado un precio. A la simulación
absoluta se suele acudir comúnmente para perjudicar a terceros de buena fe que casi siempre son
los acreedores del deudor porque entonces el deudor simula o finge la celebración del contrato de
compraventa con el fin de que los acreedores no puedan perseguir el bien.
Simulación relativa; se produce cuando el contrato aparente, el que figura por ejemplo en una
escritura pública tiene una indumentaria distinta al que realmente celebraron las partes. Es el
caso de que se haga figurar en la escritura pública que se ha celebrado un contrato de
compraventa cuando en realidad existe donación, este caso se presenta generalmente entre padres
e hijos de familia, cuando el padre beneficia a un hijo más que a los otros. Es por ello que cuando
se alega la simulación relativa del acto o contrato lo que el demandante pide es que el juez haga
prevalecer la voluntad real de los contratantes, es decir que se quite al contrato aparente la
indumentaria que ostenta. Por eso en este tipo de demandas se solicitan en las pretensiones que
como consecuencia de la simulación relativa el juez declare que no tiene validez jurídica el
contrato de donación y por lo tanto el bien debe volver a ser parte del patrimonio del deudor o
dueño.
Por otra parte, el código de comercio establece en el artículo 784 las excepciones de fondo o
mérito de la acción cambiaria, tema que es útil abarcarlo por la cantidad de procesos que a diario
se presentan, según el citado artículo contra la acción cambiaria podrá proponerse varias
excepciones, entre las más conocidas se encuentran:
Las que se fundamentan en el hecho de no haber sido el demandado quien suscribió el título.
En este caso se está alegando la falsedad del título valor, es decir, que quien aparece como
firmante del título no lo es en realidad, en tal caso el demandado deberá acudir a la realización de
pruebas técnicas como la grafología o el cotej. Por lo tanto, al solicitar esta prueba técnica, se
deberá solicitar que se compare la firma del suscriptor autentica que aparezca en un documento
público con la firma que se encuentra en duda, se debe nombrar un perito grafólogo para que
emita su concepto. El juez decidirá si prospera o no la excepción propuesta por el demandado.
Se puede configurar por la incapacidad del demandado al suscribir el título, se sabe que
los títulos valores solemnes pueden ser creados por personas que tengan capacidad de ejercicio,
los incapaces no pueden suscribir válidamente ningún título valor, además si se trata d de
persona jurídica es necesario que el represente legal de esa persona esté autorizada, facultada
para emitir títulos valores.
Por ser defensas de fondo las excepciones perentorias solo pueden ser propuestas por el
demandado en el momento de la contestación de la demanda, en cuanto al trámite se refiere las
excepciones perentorias extintivas o impeditivas siguen el mismo curso del proceso y se
resuelven en la sentencia que defina la correspondiente instancia, es allí donde se sabrá si las
excepciones de mérito propuestas por el demandado prosperan o no prosperan. Si prosperan las
excepciones en todo o en parte el juez deberá ordenar que cese la ejecución y obligará al
demandante a pagar costas y perjuicios causados a la contraparte si hubiere lugar a ello. Si no
prosperan ordenara que siga adelante el proceso, y ordenara el pago de costas y perjuicios que le
hubieren ocasionado al demandado si se hubiese llevado a cabo la práctica de medidas cautelares
de embargo secuestro de bienes.
b) Excepciones dilatorias
También son defensas de tipo sustancial, es decir, excepciones de fondo pero con
alcances jurídicos diferentes porque la palabra dilatoria “viene del vocablo latino differre que
significa alargar, postergar” (Definiciones-de.com, 2010) con ese sentido la ley autoriza al
demandado para hacer uso de las excepciones dilatorias en todo tipo de procesos. En
consecuencia, cuando el demandado propone una o varias excepciones dilatorias no pretenden
desconocer la existencia del derecho propuesto por el demandante si no simplemente objetar la
exigibilidad actual de ese derecho.
Entre las acciones dilatorias más representativas se encuentran:
La petición de modo indebido, porque en derecho hay que saber pedir, se configura esta
excepción en varios eventos, por ejemplo, cuando alguien demanda la reclamación de un bien
siendo así que quien demanda tiene un derecho de cuota parte, por tanto, no es dueño absoluto de
la cosa, lo hace en nombre propio y no para la comunidad o copropiedad o por ejemplo cuando
un heredero presenta demanda reclamando un bien inmueble alegando que era propiedad de su
padre, en tal caso lo que debió hacer es pedir para la herencia para todos los herederos y no para
él .
Las excepciones previas, se refiere de forma general a los requisitos de validez del
proceso. Por obligación legal al juez le corresponde controlar de oficio el cumplimiento de los
requisitos de validez y solo cuando el juez deja de cumplir con este deber es al demandado al que
le corresponde acudir a este tipo de defensas de carácter formal. Si el juez cumpliese en todos los
casos con el deber de controlar la cabal concurrencia de los presupuestos procesales, formales a
lo mejor las excepciones previas no serían necesarias, porque el demandado no tendría la
necesidad de pedir el incumplimiento de esos requisitos de tipo formal. Toda vez que solo se
debería pronunciar el demandado sobre excepciones de fondo y al no existir estas el juez podría
decidir de fondo y manera más ágil la solución de un conflicto.
Finalmente se puede concluir que la pretensión y la excepción son medios de acción que
tienen el demandante y el demandado para poder en primer lugar hacer o no valer un derecho
material, el cual se encuentra en un pleito jurídico el cual se dirime dentro de un procesos
jurisdiccional en donde el juez representando al estado debe garantizar imparcialidad y dictar un
fallo de fondo en derecho para dirimir el conflicto y en segundo lugar con ellas se materializa el
derecho subjetivo de acción y así ejercer también el derecho de acceso a la justicia.
Se debe tener en cuenta que la pretensión y la excepción son pieza clave al interior de un
proceso para que el juez pueda decidir y controvertir las pruebas entregadas por una u otra parte
ya que cada una de estas suma al proceso pruebas y elementos facticos y jurídicos los cuales son
de gran utilidad para que el juez pueda sustentar su decisión mediante una sentencia.
Betty Montilla
Gleny Castro
Jaiver Riascos
Paola López
Referencias bibliográficas