EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

“POR MEDIO DE LA CUAL DE INSTITUCIONALIZA ANUALMENTE EN EL

MUNICIPIO DE VITERBO EL FESTIVAL NACIONAL DE BANDAS INFANTILES
– GERMÁN HERNÁNDEZ CASTRO”

La música por sí misma es un proceso vivo de creación que, por esta misma razón,
desarrolla la creatividad humana, En la creación tenemos abiertas incalculables
posibilidades; en la destrucción, sólo una”, es así como la creatividad se convierte
en un instrumento fundamental para la construcción de la paz, permitiéndonos
expresarnos, producir, imaginar, innovar e inventar diferentes soluciones a los
problemas. En resumen, la creatividad nos facilita saber buscar respuestas
noviolentas a los conflictos, de igual forma la música se configura también como un
instrumento de acción noviolenta. Noviolencia es un intento de traducción del
término gandhiano ‘ahimsa’ que rechaza la violencia y la pasividad y pone el énfasis
en la acción transformadora decidida, pero desde el respeto a todas las personas.
La música puede ser un instrumento poderoso por promover acciones noviolentas
a favor de la paz y del cambio de situaciones injustas y de sufrimiento.

Viterbo es un territorio que tiene alma y espíritu cultural incorporados por su

fundador, el padre Nazario Restrepo uno de los Sonsoneños mas ilustres por su
espíritu inquieto, su humanismo y virtudes como escritor, poeta, compositor, orador
sagrado, pareciera que al fundar a Viterbo le hubiera impregnado su talento y
vocación pedagógica para que flotaran en el ambiente posándose en todos aquellos
que nacen o discurren por estos parajes.

Tampoco es un hecho casual el nombre de Viterbo, su gemelo inspirador esta

registrado en el continente europeo en Viterbo Italia donde se han escrito paginas
de la historia universal, en esta población conocida como la ciudad de los papas,
como consecuencia de una revolución de sus gentes surgió la creación del conclave
como procedimiento para elegir al sucesor de Pedro.

Otro suceso que no puede perderse en este cúmulo de razones enunciado para
darle justificación al reconocimiento pedido de ser sede del Concurso Nacional de
Bandas Infantiles de Música, es que ademas del Togado de Sonsón, el Caldense
Bernardo Arias Trujillo, en su obra Risaralda, otro grande de la literatura nacional,
desde el siglo pasado canto en prosa poética la belleza de estas tierras, que es una
oda a este Valle del Risaralda del que Viterbo es centro de gravedad, en la que
podemos disfrutar de notas como esta:

“(…)
"Llano Esmeraldino y fanfarrón como un cadete de primeras armas, prado
caldense donde la vida es sabrosa, el sol bueno, y el agua clara; vallecito que
tiene la epidermis y las colinas acribilladas de palmeras, mansos ríos que
 acunan los guaduales soñolientos, en cuyas orillas hay hembras sensuales de
ondulado caminar, como las samaritanas, y unos mocetones pendencieros
que echan al dado la vida, porque las mujeres les digan guapos.
“(…)
“…el valle de Risaralda, tierra de prodigalidad y de una descarada belleza. Los
guaduales de penachos verísimos también, bordan ribetes en el tablero del
valle y trazan croquis de diversas formas, Parecen parcelas con linderos de
poesía."

“(…)
"No hay rincón de América meridional que ostente lindeza de tanta ufanía
como este valle de Risaralda, don de Dios, corazón de la tierra caldense y llano
de hermosura sin tasa: bajo un cielo infantil de primera comunión, el plan se
ensancha entre dos cordilleras adolescentes que visten un hábito de verde
veronés, un verde oportunista de político que suelta a veces tonalidades varias
a los golpes del sol. Las quebradas y los ríos se descuelgan por las faldas y
se ponen a juguetear en el valle, haciendo cabriolas y gambetas de
caprichosas geometrías. Todas estas montañas huelen a patria y todas estas
llanuras saben a Colombia."

Y es este lugar el que pide mostrarse al mundo musical, a través de ser elegido por
la Duma Caldense como sede de este gran evento cultural, cuya importancia se
engrandece por ser la versión infantil la que se califica en el concurso.

Sin embargo no son solamente las bondades geográficas, climáticas, paisajísticas

las que constituyen razones valederas para otorgar esta sede a un municipio que
busca consolidarse como destino turístico, no solo por su afamada belleza sino con
un turismo de difícil configuración, un Turismo Cultural, y es que en Viterbo se han
dado cita grandes personajes para lograr este propósito, veamos:

El cineasta y director Jaime Osorio "El Mono Chancleto" recordado por la

codirección de la película “Maria Llena eres de gracia”, es oriundo de Viterbo y allí
en su honor se realiza cada año el Festival Internacional de Cortometrajes El Samán
- Jaime Osorio, que va por la 6a versión.

En Viterbo se encuentran expresiones culturales como la Galería de Arte Yurupari

arte Paneso, en la que permanentemente tiene exposiciones de pintura y escultura
de los grandes maestros del occidente colombiano, y del propio maestro Diego
Paneso.

Ademas con la iniciativa del maestro Paneso el emblemático túnel de los Samanes
que abre calle de honor a propios y turistas para llegar a las amplias calles de la
población se ha convertido en una galería viva, en una “Via Galería” o “Arte Vía” en
la que se encuentran ubicadas mas de 20 obras de gran formato, pinturas y
esculturas que alternan con los samanes, los guayacanes los guaduales para
preparar la entrada a este Paraíso Turístico como bien lo han denominado sus
habitantes.
Sigamos transitando en cultura y razones:

En Viterbo se encuentra un sitio exótico, digno de conocer, la Galería, casa museo,

CAMELOC conocida como el Cielo de la Música, o Canciones y Melodías del Cielo.
En ella en sus muros de arcilla esta escrita la historia de Viterbo, la cultura, sus
artistas, escritores, eventos y lugares, una fotografía de esta casa bien podría
constituirse en soporte valido de esta petición de sede.

Los argumentos no terminan aun y es que en Viterbo, gracias a la gestión de Nelson

Adolfo Lopez y de Omar Oyuela, escritor, poeta y orador, tienen la celebración del
Concurso Regional de Música Campesina.

Y para entrar en tema musical como no mencionar al maestro Fernel Ocampo, quien
además de ser historiador, maestro, compositor, escritor, dio vida al inolvidable
conjunto musical Los Celestes, gloria de caldas y de la música colombiana, cuyos
temas son guardados por los coleccionistas del acetato para acompañar los
momentos de solaz y esparcimiento.

De este grupo fueron fundadores con el maestro Fernel, Jorge Eliecer Hernandez y
Conrado Loaiza, este ultimo integrante de una familia a la que la música le es dada
en los genes de sus antepasados y sus gargantas entonan con una facilidad que
impresiona las mas hermosas canciones, mas es en Jorge Eliecer en quien retorno
para anunciar la llegada al escenario musical viterbeño de dos de sus hijos, German
y Jorge Mario, los dos músicos, de reconocido prestigio y el primero de ellos German
con una versatilidad musical y talento formado con la guía del padre y de la escuela
musical bandística del departamento de Caldas, dirigida desde la Secretaria de
educación con el apoyo de la Gobernación bajo la batuta del maestro Neirano
Hernan Bedoya, quien logro replicar en todo el departamento su genial idea de
formar musicalmente a los niños y jóvenes en las escuelas y colegios, programa
que nació en 1980 y que ha trascendido fronteras.

Es en este laboratorio donde se inicia el cultivo de German Hernandez, quien

aprendió música desde la cuna paterna, en el colegio, en la vida y en la banda de
música del Colegio Nazario Restrepo, para salir de allí a replicar su formación ya
como integrante de Los Celestes, o como director de Banda de Música de Filadelfia,
de Viterbo y luego llegar a Tocancipá donde inicio y logro la puesta en marcha de
una de las mas grades escuelas de formación musical, mas de 4000 personas son
formadas en la música y así generó un producto de exportacion desde Viterbo para
el mundo, un producto que se genera espontáneamente en el municipio que lo vio
crecer y formarse, "El Talento musical", y así gracias a él los viterbeños son
reconocidos ya en Zipaquirá, BOGOTA, Soacha, La Vega, Funza, Mistrató,
Armenia, o más allá del territorio nacional en Panamá, Guatemala, Estados
Unidos........ y en cuanto paraje de la tierra o del universo suene una flauta, un
saxofón, una batería, una trompeta, un trombón, o una tuba o una nota musical, el
caldense German Hernandez ya inscribió su nombre con sus premios y trayectoria
nacional e internacional, el no solamente Es, sino que ya Trascendió, y abrió las
puertas para que otros Viterbeños o Caldenses fueran llamados a dirigir, laborar,
formar en música a otros talentos de otras latitudes.

Como resultado de estos hechos y actitudes la Administración y el Concejo

municipal de Viterbo, dentro de los límites de su competencia, para cuando el
Concurso Nacional de Bandas Infantiles de Música tiene lugar en su territorio lo han
denominado GERMAN HERNANDEZ CASTRO, es por ello que auscultado el
querer cultural, musical, popular de quienes viven este universo mágico de la
música, la cultura, el paisaje y el pasado, hoy presentamos ante este Cuerpo
Colegiado la ordenanza a través de la cual se designa a Viterbo como sede
permanente del Concurso Nacional de Bandas Infantiles de Música y denomina este
concurso con el nombre del maestro GERMAN HERNANDEZ CASTRO.