LOS 3 ACERTIJOS DEL DIABLO

Tres soldados que desertaron, se encuentran intentando escapar de su país, escondiéndose de

todo un pelotón que los perseguía. Ante tal situación, no cuentan con otra opción que esconderse
en un árbol, pasando parte de la noche ahí. Ante los momentos complicados, uno de los soldados
considera que hubiera sido preferible estar en el infierno que haber desertado, invocando así al
diablo mismo. Al escuchar estas palabras, sus dos compañeros lo reprenden, intentando callarlo, a
lo cuál él hace caso omiso, apareciendo un demonio que se los lleva al infierno mismo.

Allí el demonio les explica que para que sus almas puedan ser liberadas deberán resolver 3
acertijos que el les imponga. Dicho esto, los encierra hasta que se decida cuales serán los 3
acertijos a preguntar. Por su parte, los compañeros del soldado que invocó al demonio, se
muestran furiosos con él, empezando así a golpearlo y amenazarlo. Viéndose acorralado, este
soldado se acerca a una pared, la cual tiene un pasaje secreto que le permite salir única y
exclusivamente a el de la sala donde estaba encerrado con los otros 2. Explorando el lugar donde
se encontraba nuevamente, el soldado se da cuenta que el amo del demonio le obliga a este a
imponer acertijos muy complicados que aseguraran la pérdida de las almas parte de ellos.
Acertijos donde los ojos humanos vieran, por codicia misma, un objeto que realmente, era otro.

El soldado decide seguir al demonio sigilosamente para mirar que acertijos les pondrá, pero para
su insatisfacción, solo logra ver 2 de los 3, ya que al final el demonio comienza a sospechar de su
presencia.

Por su parte, los otros 2 soldados son llevados al demonio y expuestos a los acertijos. El primero
constaba de un hermoso corcel, a lo cual los soldados debían responder que era. Por los ojos de la
codicia humana, los soldados no podían ver algo diferente a un caballo, respondiendo
incorrectamente, pues el demonio les mostraba que en realidad ese caballo, contaba con unos
cuernos.

El segundo acertijo consistía en mostrar una hermosa tela. Los soldados volverían a caer, y no
distinguirían ciertos olores que desprendía la tela que permitirían concluir que el material que se
mostraba era diferente. Con este acertijo errado, ambos soldados se condenarían, pero en última
instancia, el compañero de estos que fue el que invocó al demonio aparece, y se ofrece a
responder correctamente los acertijos. Diciendo que el primero e realidad era una cabra y el
segundo un pedazo de piel de chivo. A pesar de esto, le seguía faltando el último, el cuál no había
visto. Este era una copa de oro, que por inspiración divina pudo concluir que en realidad esa copa,
era una copa vieja hecha en resina de pino, logrando adivinar los 3 acertijos y permitiendo que sus
almas fuesen liberadas, volviendo así al lugar donde estaban, escondiéndose del ejercito que los
seguía.