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“Mi lugar en el mundo / mi mundo en este lugar”

Algunos sentidos que nos acompañan en esta propuesta:

Expresa Estela Quintar1:


“Solo la autorreflexión de lo que somos y de por qué somos lo que somos, nos impulsará a
comprender, aprehender y encontrarnos activamente en el presente y en la construcción
propositiva de proyectos de vida individual y social, libertarios y democráticos (…)
Para producir cambios transformativos en la vida individual y social se deben provocar rupturas
en las estructuras autoreferenciales tanto en los sistemas que nos configuran como seres
humanos, como en los sistemas en los que actuamos”

Enuncia Paulo Freire2:


“Objetivando o admirando (…) los hombres son capaces de obrar conscientemente sobre la
realidad objetivada. Es precisamente esto, la “praxis humana”, la unidad indisoluble entre mi
acción y mi reflexión sobre el mundo. En un primer tiempo la realidad no se da a los hombres
como objeto cognoscible por su conciencia crítica (…)
En la aproximación espontánea que el hombre hace frente al mundo, la posición normal
fundamental no es una posición crítica, sino que es una posición ingenua. A este nivel espontáneo
el hombre, al aproximarse a la realidad, hace simplemente la experiencia de la realidad en la cual
él está y busca (…)
La concientización implica, pues, que uno trascienda la esfera espontánea de la aprehensión de
la realidad para llegar a una esfera crítica en la cual la realidad se da como objeto cognoscible y
en la cual el hombre asume una posición epistemológica.
La concientización es en este sentido un test de la realidad. A más concientización, más se “DES-
VELA” la realidad, más se penetra en la esencia fenoménica del objeto frente al cual uno se
encuentra para analizarlo. Por esta misma razón, la concientización no consiste en “estar frente
a la realidad” asumiendo una posición falsamente intelectual. La concientización no puede existir
fuera de la praxis, es decir sin el acto de acción-reflexión (…)
La concientización es la mirada más crítica posible de la realidad que la “des-vela” para conocerla
y para conocer los mitos que engañan y que ayudan a mantener la realidad de la estructura
dominante”…

Exrpesa Hugo Zemelman3:


“[…] lo maravilloso aquí consiste en recuperarse como sujetos, en recuperarse como personas y
cuando hablamos de recuperarse como personas estamos hablando no de un problema ético
sino de un problema intelectual y político que es recuperar el pensamiento, cómo cada quién lee
sus circunstancias, cómo cada quién es capaz de reconocer en sus circunstancias, incluso de la

1
Estela Quintar: “La enseñanza como puente a la vida”. 1998. EDUCO
2
Paulo Freire: “Concientización”. Ediciones Búsqueda. 1974
3
Conferencia "La formación de docentes como sujetos protagónicos en los procesos educativos", realizada
el 18 de octubre del 2008, en el marco del Octavo encuentro Internacional de Educación, en México
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vida cotidiana, posibilidades de futuro. A eso nos está retando el momento actual, que
demuestra, entre otras cosas, que la realidad de la sociedad humana es una construcción […] lo
que comienza a emerger con claridad es que la realidad sociohistórica es una construcción mucho
más compleja, y es este el desafío de un profesor: cómo formar a alguien que entienda esto, ¿se
forma a la gente para que entienda que la realidad de su medio, de su país, de su región o del
mundo es una construcción de los hombres? ¿Qué significa esa frase? Constuir algo…eso significa
muchas cosas, que hasta donde yo estoy informado, no se aborda en este momento en las lógicas
de formación en el sistema educativo […]
[…] lo que no se está haciendo es formar constructores de realidades, porque esa capacidad de
construir realidades es de todos los días, a ser parte de la vida cotidiana, no es propio solo de un
rol profesional, es parte de la condición misma del ser humano.
Como ser humano el hombre se caracteriza por su capacidad disruptiva, por su capacidad de
alteración, y esto, dicho en otro lenguaje, es la capacidad de asomarse a lo nuevo […] es el gran
desafío del hombre en la historia, entender que tiene una montaña adelante y que tiene que
escalarla […]
[…] la crisis que vivimos demuestra de forma muy clara que lo que está en crisis son ciertos
modelos para entender la realidad que son modelos fundamentalmente mecánicos,
deterministas, porque si hay algo que tenemos que aprender de la historia es que la realidad de
la historia es dinámica, pero que ese dinamismo no nos garantiza un futuro a menos que medie
la voluntad de los hombres. No hay un desarrollo ineluctable hacia lo mejor si no hay voluntad de
los hombres de construir eso mejor […]
Hoy día no estamos tan preocupados en formar constructores de realidades sino que estamos
más bien preocupados de entrenar, vale decir, desarrollar capacidades que […] apuntan a
fortalecer un concepto de hombre, que es un concepto unilateral de hombre, que es lo que en la
literatura podríamos identificar con el concepto de homo faber, el hombre que hace, el hombre
que puede implusar acciones pero que no necesariamente tiene claridad respecto del sentido de
esas acciones […]
¿Saben pensar cómo se ejerce el poder en México, en Chile, en Brasil, en Argentina? ¿lo saben?
[…] no lo sabemos leer, pero no digo el ciudadano de la esquina, tampoco lo sabe leer la academia,
que supuestamente está trabajando esos temas ¿y por qué todo esto? Es una pregunta
interesante ¿por qué no sabemos pensar? Aquí hay una afirmación grave, no sabemos pensar […]
no porque el hombre no pueda pensar, sino porque estamos sometiéndonos a políticas, desde
hace mucho tiempo, cuya orientación básica es enseñar a no pensar. Esta es una situación que
[…] no se puede escabullir, porque para decirlo en términos más especulativos, la especie
humana es como que está llegando a un punto donde la inteligencia está careciendo de espíritu,
y esto es muy grave, porque si la capacidad del hombre de entender la realidad y de construirla
se reduce solamente a su capacidad del hacer o a su capacidad de hacer efectivo o eficiente en
el manejo de instrumentos, pero no tiene la capacidad de ver en conjunto la realidad, de
iluminarla […] de iluminar no objetos pequeños y fragmentados y separados uno del otro, sino
esas grandes visiones de la realidad […] si no tenemos eso, esa inteligencia es simplemente la
posibilidad de hacer cosas en el corto plazo, pero la sociedad no es corto plazo.
[…] el hombre es una autocreación y la realidad en que vive es una creación, no está sometido
tan claramente al paradigma explicativo de causa y efecto como lo hemos pretendido, es más
complejo que eso […] el hombre es una autocreación, la sociedad humana es una creación, no es
la aplicación de leyes, eso es lo que está en el fondo de lo que estoy señalándole a ustedes de la
importancia de pensar, pensar no es simplemente el pensamiento del especialista, no es el
pensamiento del sabio, no es el pensamiento del hombre que pierde el tiempo especulando
metafísicamente, el pensar es parte de la vida, es parte de la sobrevivencia, porque en el acto de
pensar […]el hombre se sitúa en su momento, se sitúa en la circunstancia que le toca vivir […]

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El acto de pensar no es un acto más, es condición misma del hombre, en tanto el hombre tiene
esa capacidad de cambiar, la capacidad de reconocer lo inédito, que no lo tiene ningún otro
animal, solo este, es el único animal que puede tomar las responsabilidades sobre sí mismo en
tanto puede equivocarse, los animales no se equivocan, un animal no se equivoca, pero el hombre
se puede equivocar, por eso el animal hombre es el único animal ético, porque es el único que
está enfrentado a reconocer opciones de futuro […] el lenguaje del hombre no es el lenguaje de
los animales ni es tampoco el lenguaje de las programadoras, el lenguaje del hombre no es
respuesta a estímulos externos, es más bien la expresión de una necesidad interna de
construcción ¿de qué? De sentido.
Si eso es así, entonces tendríamos que comenzar por corregir el concepto de realidad, de realidad
humana, de realidad social ¿qué es esa realidad? ¿sabemos en qué consiste eso que llamamos
realidad?
Todos los días cada uno de ustedes habla de la realidad ¿y saben lo que es esa palabra? ¿saben
lo que significa decir “esto es real, esto es irreal”? mirada la palabra desde la tensión que supone
entender que el hombre construye esa realidad y que la construye desde opciones diferentes de
construcción de realidades, es un problema […] donde el lenguaje cumple evidentemente una
función fundamental. El hombre crea realidades con el lenguaje, se comunica a través del
lenguaje, configura las relaciones con el lenguaje, significa y por lo tanto construye significados
con el lenguaje, y eso es acto de pensar, no es adivinanza […] por eso cuando se empobrece el
lenguaje, no solamente se empobrece el pensamiento sino que también se empobrece la
existencia, y las lógicas dominantes de hoy no están empobreciendo el lenguaje para empobrecer
el pensamiento y para hacer que nos subestimemos, nos subvaloremos, nos transformemos,
como nosotros decimos en el IPECAL, en hombres bonsái, en educación bonsái, lo bonsái está en
el orden del día, todo lo pequeñito, todo lo elegante, todo lo estéticamente armonioso, todo lo
efectivo y eficiente pero en pequeño, si fuerza, sin impacto […]
¿Y cómo entonces podemos recuperar el pensamiento? ¿cómo podemos recuperar el lenguaje,
cuando se nos demuestra que ese lenguaje y ese pensamiento que se pretendía correcto porque
se ajustaba a un cierto orden de cosas, ese cierto orden de cosas se rompió y está exigiendo un
nuevo lenguaje y está exigiendo un nuevo pensamiento? ¿cómo instaurarlo? ¿cómo
establecerlo? ¿cómo inaugurarlo?…ese es el desafío de un pensamiento que no sea simplemente
especulativo sino que sea también propositivo, propositivo de modos de formar.
Esto plantea muchos problemas, yo quiero solamente resumir […] tres ideas […] que pueden ser
de los antropólogos, de los sociólogos de los políticos, sí, pero que yo aquí los rescato frente a los
pedagogos. Primero aclarar qué significa ser sujeto, porque eso no lo tenemos claro. Creemos
que ese sujeto es el hombre que cumple funciones, que cumple roles, y que es tal la fuerza del
rol que cumple, llámese profesor, ingeniero, médico, arquitecto, que el rol termina por succionar,
por atrapar y por hacer desaparecer a ese sujeto y tenemos entonces una realidad muy de la
sociedad nuestra que es el sujeto rol. Soy lo que el rol me permite que sea, no al revés como
debería ser, el rol es lo que yo quiero que sea a partir de las condiciones en que se me impone
ese rol, es lo que me lleva a la pregunta ¿qué es ser sujeto? Cuando hablo de qué es ser sujeto
maestro, qué es ser sujeto alumno, qué es estar en una escuela, qué significa estar en una
institución llamada escuela o universidad, indudablemente no es lo mismo que estar en una
fábrica, o en un banco, pero eso ¿lo tenemos claro? No lo tenemos claro, y no lo tenemos claro
porque no tenemos claro el concepto “sujeto”, que es un gran problema.
Segundo, no basta con preguntarse “qué es ser sujeto” […] es necesario también agregar una
pequeña complicación que se nos viene dando desde el siglo XIX en adelante ¿qué es ser “sujeto
histórico”? […] ¿sabemos lo que es ser sujeto histórico? Porque cuando yo hablo de ser sujeto
histórico no estoy hablando de los grandes hombres de la humanidad, estoy hablando del ser
sujeto histórico en el aula, ¿qué significa ser sujeto histórico en la sala de clase?, porque los
sujetos históricos no son los filósofos, son las personas de la vida cotidiana. Cuando la Revolución

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Francesa comienza simbólicamente, el 14 de Julio de 1789 con la toma de la Bastilla, los que se
tomaron la Bastilla no fueron los filósofos franceses, ni los teóricos franceses, […] las ciento
cincuenta, doscientas personas que se tomaron la Bastilla son seres anónimos, pero esa fue una
construcción de la historia. Esos individuos que se toman la Bastilla ocurren todos los días, pero
no los reconocemos, ustedes mismos, en su propia sala de clase, a lo mejor se están tomando la
Bastilla y no se dan cuenta que se la están tomando, para que después vengan los grandes
teóricos y digan “usted es un hombre que se tomó la Bastilla” y lo dice cien años después, pero
no se da cuenta uno cuando se está construyendo la historia, porque eso es aludir al problema
de qué es ser sujeto histórico. Ser sujeto histórico no es ser sujeto del pasado […] ser sujeto
histórico es ser sujeto en el presente, pero en un presente que no se agota, no es un presente
cronológico, es un presente donde está toda la trascendencia de la especie humana.
Tercero, ¿qué significa formar a este sujeto que además es sujeto histórico?, porque aquí sí hay
un punto delicado, esta sería la gran respuesta que tendría que darnos la educación… pregunto
¿la está dando? No doy juicio, pero aquí sí hay un problema que tiene que ver con las dos
preguntas anteriores: el hombre es inteligencia, es capacidad de información, también es
emocionalidad, también son deseos, también es imaginación, también es intuición, pero sobre
todo también es voluntad. Desde esta perspectiva podríamos pensar que se descomponen
algunas de las principales dimensiones del sujeto, que además es histórico, o sea, que está
relacionado con otros, nunca solo. Cabría preguntarse ¿qué discurso actual atiende de manera
armoniosa y equilibrada las potencialidades de la condición humana trabajando articuladamente
estas dimensiones? no solo la capacidad de información, no solamente la capacidad del
entendimiento analítico, sino también trabajar el deseo, la imaginación, la voluntad… la voluntad
quizás una de las dimensiones psicológicas más abandonadas, y esta voluntad es importante
cuando entendemos que el sujeto no solamente está en relación con otros sujetos, sino
fundamentalmente […] porque el hombre construye, y no construye con silogismo lógico, no
construye solo con verdades si no es capaz de transformar esas verdades en acciones y esas
acciones suponen no solo inteligencia sino voluntad de hacer.
[…] ¿Qué papel cumple en el proceso de formación lo que se ha dado en llamar la conciencia
utópica? El hombre siempre se ha manejado con dimensiones del futuro, a eso alude esta
conciencia utópica, […] es más bien la expresión de una potenciación de los propios mecanismos
psicológicos que están en el hombre: la capacidad de asombro, la capacidad de lo nuevo, la
capacidad de inventar, tan vinculada a la conciencia utópica, que todavía no se ha perdido en los
lenguajes simbólicos, no se ha perdido afortunadamente en la literatura, no se ha perdido en la
pintura, no se ha perdido en la música, pero sí se está perdiendo en algunas disciplinas, se está
perdiendo en muchas de las disciplinas de las humanidades y corremos el riesgo, al perder esta
conciencia utópica, de que el hombre sea solo capacidad analítica, solo información procesada,
solo eficacia del presente, y que la ciencia corre el riesgo, como ya se había advertido en la década
del treinta del siglo pasado, de que la ciencia sea solo tecnología intelectual sin pensamiento. Por
lo tanto corremos el riesgo, si no trabajamos en esta potencialidad del ser humano que aquí yo
sintetizo en el concepto de conciencia utópica, de quedarnos atrapados siempre en el pasado y
quedarse atrapado en el pasado no es quedarse en el pasado cronológico, cuando hablo de
quedarse atrapado en el pasado significa quedarse atrapado en lo dado pero como inamovible,
como que las cosas que tenemos delante son inamovibles, y que no hay otra más que adaptarse
a ella. Y entramos en esa tremenda lógica muy dominante hoy día, de la constante adaptación al
sistema, que es la máxima expresión de un sujeto que no es sujeto, un sujeto que no está en la
historia, un sujeto que se agota en las certezas, un sujeto que no tiene visión de futuro y eso
contraviene a la condición del hombre, lo contraviene, sí, pero hay lógicas que lo pueden hacer
posible, y ahí hay un desafío de la educación a partir del contexto actual y yo esto lo resumo en
una vieja frase de una persona muy ajena a nosotros pero que demostró en su vida lo que era
capaz de construir, como fue Mahatma Gandhi, que no fue epistemólogo ni filósofo…fue un
político. Él resumió su filosofía en una frase que tendría perfecta pertinencia para la discusión

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que yo tengo con ustedes en este momento: al hombre hay que formarlo desde su intrepidez, y
eso nos está faltando.”

Expresa Ma. Teresa Yurén:


“El término trayectancia es un neologismo que introdujo M. Bernard4 (1999) para caracterizar el
camino que una persona va trazando al tiempo que se va formando, a partir de la trayectoria, del
contexto, del sistema de decisión y del pilotaje que asume5.

La trayectancia entonces, es el producto de las decisiones de la persona y de la realización de lo


que estas implican, por eso Bernard la define como “la travesía de la vida en construcción” y
sugiere que “trazar un camino propio” es producir una trayectancia propia, siempre en relación
con los otros6.

En este término se sintetizan 3 nociones: trayecto, trayectoria y existencia7, todas ellas referidas
a la formación, concebida esta, desde una mirada que va más allá del aprendizaje y la enseñanza
y en la que se pone en juego toda la persona, su voluntad, su afectividad, su imaginario. La
formación es el espacio que coloca al sujeto en la interrelación con lo local, lo nacional, lo global,
con el otro y el sí mismo. Por ello, como sostiene Alanís Jiménez8 , la formación es el resultado de
la auto y la coformación”

4
Montes-de-Oca O’Reilly, Alejandra, Yurén Camarena Teresa: Trayectancia y formación de liderazgo en
academias mexicanas. El caso Morelos. Archivos analíticos de Políticas Educativas [en línea] 2010. Y Yurén
M.: Ethos y autoformación en los dispositivos de formación de docentes.
5
Bernard, 2006 en CAMACHO GONZÁLEZ, Alejandra: Trayectancia docente y su liderazgo en las
instituciones educativas. Tesis doctoral. Universidad de Anáhuac. HUIXQUILUCAN, Estado de México, 2016.
6
Op. Cit
7
El trayecto es la distancia entre la situación presente y el objetivo o finalidad que la persona ha trazado y
que orientan su proceso formativo.
La trayectoria de formación hace referencia al camino que una persona ha recorrido a lo largo de su vida
en su proceso formativo, involucra la experiencia acumulada y remite al pasado.
Lo que da sentido al pasado y al futuro es la manera en la que el sujeto asume su presente, el modo de
estar en el mundo y con los/as otros/as, la manera de proyectar su existencia.
Término que condensa entonces, varias ideas:
 Un trayecto, el sujeto sabe a dónde se dirige
 Una trayectoria, el sujeto tiene una historia y una experiencia
 Un proyecto, el sujeto persigue fines valiosos y el sentido que el sujeto da a su existencia
8
Alanís Jiménez (2011) en CAMACHO GONZÁLEZ, Alejandra, Op. Cit
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