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DATOS DEL PACIENTE

 Nombre Y Apellidos: L.A.S.F


 Sexo: femenino
 Edad: 26 años
 Fecha de nacimiento:
 Número de DNI:
 Lugar de procedencia: Cajamarca
 Dirección: Cs. San Antonio Plan De Tual
 Seguro: Si
 Número de hijos:01
 Diagnostico medico: Derrame fascial en la cornea izquierda del ojo.

PATOLOGIA

PARÁLISIS FACIAL:
La parálisis facial se refiere a la imposibilidad de mover uno o varios músculos de la
cara debido a un síndrome que afecta al nervio facial. También puede producirse por un
daño en la zona del cerebro que envía las señales a los músculos de la cara. Desde el punto
de vista oftalmológico, esta parálisis afecta al músculo orbicular, encargado del correcto
cierre de los párpados, lo que puede tener múltiples consecuencias visuales.
CAUSAS

El nervio facial está unido directamente con el cerebro y su función es controlar la


musculatura de la cara, la producción de lágrimas y saliva, la percepción auditiva, el cierre
y apertura de los ojos y el sentido de gusto, alojado en la lengua.

Este nervio facial puede verse afectado por múltiples situaciones que provocan su mal
funcionamiento. Entre estas causas de la parálisis facial podemos encontrar:

 Parálisis de Bell. Es la causa más común de la parálisis facial. Tiene un origen


desconocido y se presenta de forma aguda y brusca.

 Herpes zoster ótico. Tiene consecuencias, sobre todo, a nivel auditivo.

 Otitis.

 Traumatismos.

 Tumores.
 Otras enfermedades del organismo que puedan afectar de forma secundaria al
nervio facial.

TIPOS DE PARÁLISIS FACIAL

Parálisis facial periférica. Se produce cuando la lesión afecta directamente al nervio facial
y se manifiesta en todos los músculos de la cara en el mismo lado donde se encuentra la
lesión (músculos orbiculares, de la boca y mejilla…). La más habitual es la parálisis
periférica idiopática o primaria o de Bell.

Parálisis facial central. Afecta a las fibras que unen la corteza cerebral con el nervio facial.
Se manifiesta en síntomas que afectan a los músculos de la parte inferior de la cara (boca
y mejilla) en el lado contrario a donde está la lesión y no suele tener consecuencias sobre
el sistema visual.

SÍNTOMAS

Los síntomas de la parálisis facial pueden variar mucho dependiendo de las características
de la persona y del alcance de la lesión y pueden ir desde una manifestación débil a una
total, llegando a producir graves alteraciones de la calidad de vida del paciente (dificultad
para comer, beber, hablar o expresar sus emociones).
Los principales, entre otros, son:

 Dolor facial.

 Pérdida o disminución de movilidad voluntaria de los músculos faciales.


Ausencia de expresión.

 Dolor en el oído y presencia de ruidos fuertes.

 Ausencia de sensibilidad auditiva.

 Pérdida o disminución del sentido del gusto.

 Ausencia de saliva.

SÍNTOMAS OCULARES

Desde el punto de vista oftalmológico, la parálisis facial puede provocar diferentes


síntomas, todos ellos relacionados con la incapacidad del paciente para realizar
movimientos voluntarios de los párpados:

 Logoftalmos. Se trata del cierre incompleto de los párpados lo que provoca


la sobreexposición del ojo al aire y la falta de hidratación de la superficie
ocular. Puede derivar en úlceras corneales.

 Ectropión. Se produce cuando el párpado inferior desciende debido a la


falta de tono muscular.

 Epífora o lagrimeo.
 Ojo seco.

TRATAMIENTO

El diagnóstico de la parálisis facial suele realizarlo el neurólogo o el otorrinolaringólogo.


En este caso, el oftalmólogo realizará el seguimiento y el tratamiento a nivel ocular del
problema adaptando el procedimiento médico o quirúrgico (uso de lágrimas artificiales,
cirugía sobre los párpado…) a las manifestaciones oculares del problema que puedan ir
surgiendo.

¿Qué es el lagoftalmos?
Se trata del cierre incompleto de los parpados, el cual produce una exposición del ojo al
aire, insuficiente lubricación de la superficie ocular, y en definitiva una desprotección del
mismo a agentes externos.
Causas
¿Qué produce el lagoftalmos?
La causa más frecuente es la parálisis facial. Ya bien sea por causa desconocida, o por
traumatismos o cirugías, en la parálisis facial se produce una debilidad de los músculos
faciales, entre los cuales se encuentra el músculo orbicular, encargado del cierre
palpebral.
Otras causas menos frecuentes serían cicatrices palpebrales, orbitopatía de Graves, etc.
Síntomas
El paciente puede notar que se le queda el ojo entreabierto, al intentar cerrarlo. Asimismo,
puede notar enrojecimiento, sensación de arenilla, dolor o visión borrosa, en un grado
variable.
Diagnóstico
El diagnóstico de la parálisis facial y su causa suele realizarlo el neurólogo o el
otorrinolaringólogo. El oftalmólogo es el encargado de realizar el seguimiento y el
tratamiento que a nivel ocular tiene la parálisis facial.
Pronóstico
Depende fundamentalmente de la intensidad del daño que haya sufrido el nervio facial.
En los casos idiopáticos (de causa desconocida) un buen porcentaje de casos se recuperan
sin secuelas. En cualquier caso, salvo riesgo inminente para el ojo, el tratamiento
quirúrgico no suele indicarse hasta pasados unos meses, cuando se haya comprobado que
no es esperable una mejoría espontánea.
Tratamiento
A nivel oftalmológico, el tratamiento del lagoftalmos pasa por el uso de lágrimas
artificiales, más líquidas durante el día, y tipo gel o pomada por la noche. Conviene hacer
parpadeos forzados con cierta frecuencia, para que la lágrima bañe bien toda la superficie
ocular.
Por la noche se puede tapar el ojo, prefiriéndose la oclusión húmeda, la cual se realiza
con parches especiales.
En el párpado superior, la cirugía más frecuente es la implantación de una pesa de oro,
que ayuda a completar el cierre palpebral, por efecto de la gravedad.
En el párpado inferior, la cirugía más empleada para corregir la eversión o descenso del
párpado es la tira tarsal lateral, que consiste en mejorar la tensión del parpado
reanclandolo al reborde de hueso lateral

El nervio facial es uno de los doce nervios unidos directamente al cerebro. Controla, en
especial, los movimientos de los músculos de la cara, el cierre de los ojos y de la boca, la
secreción de las lágrimas y la saliva, y una parte de las sensaciones del gusto. En algunas
enfermedades, este nervio deja de transmitir información del cerebro hacia las zonas que
controla, o a la inversa. De ello resulta una parálisis facial, de la que existen dos tipos:
parálisis central, que afecta a la mitad de la cara en el sentido longitudinal, predomina en
la parte inferior y suele estar asociada a una parálisis de la mitad del cuerpo (hemiplejía)
del mismo lado; parálisis periférica, que afecta también a la mitad de la cara, igual en la
parte inferior que en la superior.

Parálisis facial central


Se debe a la interrupción de las fibras nerviosas que unen la corteza cerebral con el núcleo
del nervio facial. Afecta a la parte de la cara opuesta al lado donde se encuentra la lesión.
Se caracteriza por una parálisis de la mitad de la cara, en su mitad inferior (respeta los
párpados y la frente): suele afectar a los músculos de la mejilla y del contorno de la boca.
Tiene la particularidad de ser muy visible cuando se le pide al paciente que haga un
movimiento preciso del rostro, mientras que los movimientos automáticos y los reflejos
(p.
ej., la sonrisa) están conservados.
La parálisis facial central puede tener numerosas causas. La más frecuente es una lesión
producida por un accidente vascular cerebral. Su tratamiento es el de la causa. Esta
parálisis puede desaparecer, especialmente cuando se debe a un accidente vascular agudo.
Sin embargo, son frecuentes las secuelas (persistencia de la parálisis).

Parálisis facial periférica


Signos. También se denomina parálisis de Bell. Se produce en el lado de la cara donde se
encuentra la lesión nerviosa. Se caracteriza por una asimetría de la cara cuando está en
reposo, con los rasgos desviados hacia el lado normal. En el lado afectado, la cara carece
de expresión, la comisura de los labios y las arrugas de la frente están caídas, y los labios
aparecen ligeramente abiertos.
En algunos casos, la secreción de saliva y de lágrimas está disminuida en el lado afectado.
El paciente tiene dificultad para comer y hablar, debido a la parálisis de los músculos de
la cara.
Causas. Pueden ser numerosas: una infección (virus del sida, virus del herpes, otitis media
aguda, ciertas bacterias); un golpe (fractura del hueso temporal, situado en el lado del
cráneo); un tumor, o una enfermedad de los vasos sanguíneos.
Parálisis llamada a frigore. Constituye la forma más frecuente de la parálisis facial
periférica y no tiene ninguna causa neurológica conocida. Se cree que puede ser
consecuencia de una infección vírica.
Aparece de forma brusca, en ocasiones, después de una exposición a una corriente de aire
(p. ej., a través de la ventana abierta de un coche); a menudo es precedida por dolor detrás
de la oreja. La evolución de esta forma de parálisis facial es – generalmente– positiva, la
recuperación es buena y las recaídas son infrecuentes.
Tratamiento de la parálisis facial periférica. Consiste en sesiones de reeducación
(fisioterapia). Cuando la parálisis es parcial, el paciente recobra habitualmente todas sus
facultades y no queda ninguna secuela. En caso de parálisis total, puede administrarse un
tratamiento con corticoides (este tratamiento sólo se prescribe cuando el médico ha
descartado la existencia de una causa infecciosa). En este caso, la parálisis suele
desaparecer, aunque las secuelas son frecuentes.

Secuelas
Las secuelas suelen persistir cuando la parálisis es muy evidente y el paciente sufre
diabetes o hipertensión. Algunos pacientes no controlan las lágrimas, que brotan a
menudo de forma espontánea durante la masticación (síndrome de las lágrimas de
cocodrilo). Este trastorno no tiene tratamiento. En otros casos, los músculos de la cara,
aunque están paralizados, se contraen de forma incontrolada: este trastorno puede tratarse,
en muchos casos, con la administración de medicamentos por vía oral o con la inyección
de una toxina en el músculo afectado. Algunos pacientes no pueden cerrar un párpado, lo
que a veces da lugar a lesiones oculares.

La expresión facial
Según el dicho popular, la cara es el espejo del alma.
Probablemente no sea realmente así, pero en la cara tiene lugar un fenómeno complejo:
la expresión facial. Para las infinitas muecas y gestos de la cara, se concentran en ella y a
su alrededor diferentes estructuras que le dan consistencia y que permiten los
movimientos de la piel y de los órganos que la componen: varias decenas de músculos,
cada uno de ellos con diversas funciones, que suelen desarrollarse de forma combinada.
En algunos gestos pueden participar hasta una decena de músculos diferentes. Todos estos
movimientos están controlados básicamente por dos nervios: el nervio trigémino,
encargado de la sensibilidad, y el nervio facial, encargado de las funciones motoras.
También intervienen los músculos que controlan los movimientos oculares: son fibras
nerviosas que se originan directamente en el tronco cerebral.
Por lo tanto, la parálisis de un nervio facial puede considerarse una auténtica tragedia, no
sólo estética sino también gestual y funcional, que afecta sobre todo a la comunicación
facial.

Signos asociados
La parálisis facial puede asociarse a una hiperacusia molesta (percepción exagerada de
los sonidos), a una disminución de la secreción de saliva y de lágrimas, a una disminución
de la sensibilidad del conducto auditivo externo y a la pérdida del gusto en la parte anterior
de la mitad de la lengua del lado paralizado (lo que puede evaluarse empleando un
algodón empapado en soluciones azucaradas, saladas o ácidas).
Riesgo de lesiones oculares
En la parálisis facial, pueden aparecer lesiones del ojo. Están asociadas a la ausencia de
humidificación de la córnea (debido a la disminución de la secreción de lágrimas) y/o al
hecho de que los párpados no pueden cerrarse correctamente, por lo que no se asegura su
función protectora.
Estas lesiones, que consisten en ulceraciones o infecciones de la córnea, deben prevenirse
sistemáticamente mediante la instilación de lágrimas artificiales varias veces al día, la
utilización de un parche ocular durante la noche o, incluso, la sutura temporal de los dos
párpados. Ésta se mantendrá
mientras el paciente no pueda mover el párpado superior

LIMITACIONES FISICAS PSICOLOGICAS Y SOCIALES


1. LIMITACIONES FISICAS

 Dificultad para parpadear y cerrar los ojos.


 Dificultad para sonreír
 Dificultad para hablar
 Dificultad para alimentarse
 Riesgo de perder la visión

2. LIMITACIONES PSICOLOGICA

 Estrés
 Preocupación
 Migraña

3. LIMITACIONES SOCIAL
 Exclusión de su entorno
 Desempleo

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