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Bogotá es hoy una megalópolis de siete millones de habitantes que puede darse el
lujo de decir que tiene un cubrimiento de acueducto de 100%. Sin embargo, el
costo de este servicio es extremadamente costoso para sus habitantes.(18)¿Cómo
se ha logrado construir un sistema de abastecimiento tan eficaz, pero a la vez tan
costoso? ¿Cuáles son los determinantes de la situación actual? Revisando la
historia del agua en Bogotá, a la luz de la teoría de los sistemas tecnológicos de
Thomas Hughes encontramos algunos elementos para trabajar las respuestas.
Los comienzos del sistema: hacia una visión moderna del recurso hídrico
La historia contemporánea de la gestión del agua en Bogotá se inicia a finales del
siglo XIX cuando el creciente aumento de la población (estancado desde la
colonia), unido a ideologías modernistas a favor de prácticas higienistas de una
salud pública, hicieron
Implicaciones éticas de la biotecnología
que la administración de la ciudad empezara a mostrar interés en orientar el
manejo del agua según las tendencias de las ciudades europeas y
norteamericanas.
Este primer gran esfuerzo técnico llevó a un incremento sustancial en las tarifas
del servicio y se vio insuficiente ante un gran aumento poblacional en estos años
en la ciudad (40% aproximadamente). A pesar de estas dificultades, entre 1939-
1944 prosiguió la introducción de innovaciones en el sistema de acueducto. Es
importante resaltar la constitución de la Compañía Nacional del Cloro con apoyo
de la Nación, a fin de acabar con la importación de este elemento. También se
destaca la instalación masiva de medidores en diversos sectores de la ciudad.
En 1954 al expedirse el estatuto legal por el cual Bogotá era considerado como
Distrito Especial, entraron a formar parte de la ciudad los municipios de Bosa,
Usaquén, Suba, Engativá, Fontibón y Usme, que de hecho funcionalmente eran
parte de la ciudad. La inclusión de estos municipios implicó que la ciudad debió
hacerse cargo de una población adicional de 25.000 habitantes lo que representó
un aumento aproximado del 10% de la población.
Con el cambio a Distrito Especial se creó la Empresa de Acueducto y lcantarillado
de Bogotá - EAAB, con personería jurídica, patrimonio propio y gran autonomía
frente al Concejo de la ciudad. Aunque se mantenía la composición de su junta
directiva, su gerente sería nombrado por el alcalde de la ciudad. La nueva
empresa estaría encargada del manejo ya no sólo del agua sino además del
sistema de alcantarillado.
Hacia 1967 el Plan Maestro había conseguido cumplir con su principal objetivo
sacar las aguas negras de la ciudad. En principio contó con gran dinamismo
principalmente gracias a un empréstito del Distrito Especial con el Banco
Interamericano de Desarrollo. Esto le permitió cumplir en una década con dos de
las cuatro fases que planteaba. Sin embargo, a inicios de los años 70 el
alcantarillado perdió prioridad debido a los grandes costos de sus obras y el interés
de la ciudad en un gran megaproyecto de abastecimiento de agua; escasamente
hacia finales de los noventa y principios de este siglo se ha realizado algunas
obras iniciales de la fase tres de este plan como la construcción de canales
limítrofes a los cerros aledaños a la ciudad y colectores en zonas de inundaciones.
En cuanto a la suficiencia financiera, se entiende como “la tarifa que garantice que
cada año se podrán realizar las inversiones en expansión y renovación de la
infraestructura, se cubrirán los gastos administrativos, de operación, el programa
de mantenimiento y los programas necesarios para alcanzar los niveles de
eficiencia acordados en los planes de desempeño, esto de acuerdo con la ley 142
de 1994, antes de la cual el incremento en el servicio obedecía sólo al aumento de
la inflación.
Bajo estos nuevos criterios, el Acueducto de Bogotá contrató con la firma
Consultora Colombiana S.A. el estudio de costos y tarifas, que ha permitido el
diseño técnico de una nueva estructura tarifaria. Hacia el final del año 1995 quedó
definida y entró en vigencia el 1 de enero de 1996. Con ella se inició una etapa de
transición de 5 años en la que con criterios técnicos se eliminaría el rezago tarifario
desde el año 2000 (Consignada en la Resolución 076 de 1999. Las nuevas tarifas
tenían, entre otros, desmontar los subsidios de los estratos 3, 4, 5 y 6 y reducir los
de los estratos 1 y 2). Se inició así el nuevo siglo con una estructura acorde con la
modernización de la empresa y con los planes de expansión de las redes de
acueducto y alcantarillado.
Referencias
• MISIÓN SIGLO XXI, Estudio Prospectivo de Acueducto y Alcantarillado,
Bogotá, 1995.
• EAAB, El Agua en la Historia de Bogotá, Vols. I, II y III, Villegas Editores,
Bogotá, 2003.
• EAAB, Informe de Gestión Social y Ambienta 2002, Bogotá. Disponible en
http://www.eaab.com.co/org_eaab/informes.htm.