¡Venga tu Reino!

PREGUNTAS PARA EL EXAMEN DE CONCIENCIA

1. ¿Qué debo reconocer de manera particular como don de Dios en este día?
2. ¿Qué gracias especiales he recibido el día de hoy inmerecidamente? ¿Qué trabajo
ha realizado Dios en mí?
3. ¿En qué he experimentado la misericordia de Dios de modo especial?
4. ¿Qué quisiera que no hubiera sucedido en este día?
5. ¿Dónde ha estado mi corazón durante este día? ¿qué sucedió hoy en mi corazón?
¿Qué cosas pasaron por mi corazón? ¿Qué siente mi corazón, qué busca?
6. ¿Qué me ha hecho feliz hoy y qué no me ha hecho feliz? (Papa Francisco)
7. Examinar con frecuencia durante el día nuestros gustos y disgustos y tratando
poco a poco de referirlos a Dios: ¿de dónde nacen nuestras satisfacciones y
sinsabores? ¿en qué cosas encuentra nuestro corazón su reposo y
contentamiento? (P. Luis Lallemant)
8. ¿Hacia dónde he sentido que me mueve la gracia de Dios de forma insistente?
¿Qué me ha pedido Dios? (P. Fiorito)
9. ¿Qué es lo que más me reprocha no haber hecho? (P. Fiorito)
10. ¿Cómo hubiera sido algún evento del día si lo hubiera vivido con perfección, según
el Corazón de Jesús? (revivirlo)
11. ¿Qué sentimientos y afectos han estado más presentes?
12. ¿Qué es lo más deliberado, bueno o malo, de este día? (P. Fiorito)
13. ¿Qué es lo que más puede haber chocado o molestado a mi prójimo, en el sentido
estricto de esta palabra (al que vive conmigo)? (P. Fiorito)
14. ¿Qué es lo que —aun siendo indeliberado o muy pequeño en sí mismo— nace de
una tendencia peligrosa por la vehemencia con que a veces se manifiesta? (P.
Fiorito)
15. Sobre los pensamientos: ¿De dónde vienes o has venido? ¿Vienes de mi corazón,
en donde inhabita el Señor y por tanto eres de los nuestros? ¿O vienes del exterior
y alguien te ha traído? ¿Quién te ha traído? ¿Qué quieres?
16. ¿Qué es lo que me inquieta, acelera, urge en el apostolado y en la vida espiritual?
17. Vigilar también las depresiones y los entusiasmos. «Hoy me siento decaído, no sé
qué sucede». Vigilar: ¿por qué estoy decaído? ¿Deberías tal vez ir a alguien que
te ayude? (Papa Francisco)
18. En momentos tristes, en momentos felices: ¿cómo era esa tristeza?, ¿cómo era
esa alegría? (Papa Francisco)
19. Investiga tu vida con el examen de cada día, averigua con cuidado qué has ganado
y qué has perdido. (San Bernardo)
20. Díjome que me mirase si me apartaba alguna cosa de Dios para apartarme de su
presencia y trato que se ha de tener con su Majestad y que en todo había de ir
perdiendo mi derecho; y también me dijo examinase los sentidos y que había de
hacer una muerte al vivo en este examen; me dijo que había de acudir a mirar a
dónde me inclinaba más. (De una dirigida de San Juan de la Cruz)
21. ¿Me entrego de mala gana, por compromiso, forzado? ¿Me entrego con alegría?
(2 Cor 9, 7)
22. “Es necesario que el monje se examine mañana y tarde: ‘¿Qué hemos hecho de
esto que Dios quiere? Y ¿qué de lo que no quiere?’. Y así comportarse toda la
vida.” (Abba Nistero)
23. “¿En qué estimación tenemos a la pobreza? ¿Tenemos afición a ella? ¿Estamos
contentos de sentir sus efectos? ¿No le tememos? ¿Tenemos absoluta confianza
en Dios, en todas las necesidades de la vida? ¿Apreciamos las riquezas y las
buscamos activamente? ¿No hacemos hacer gastos inútiles para amueblar
nuestras piezas? ¿Nos contentamos con que nos den para nuestro uso lo más feo
y lo más pobre? ¿No manifestamos más estimación y afecto por las personas
ricas, precisamente por las ventajas de la fortuna?” (P. Luis Lallemant. Doctrina
espiritual Libro II Sección 3a C III)