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El imperativo hipotético determina a la voluntad con una condición para conseguir otra
cosa o fin. Su forma típica es: “Haz B, si quieres A” quiere decir que si quieres A tendrás
que primero conseguir B. El principio prescribe un curso de acción bajo el supuesto de
que yo tengo un fin. Si renuncio al fin, el imperativo ya no prescribe que tome los medios.
Se podría concluir entonces que para Kant las personas debemos comportarnos según lo
que nos indica el Imperativo Categórico, solo así seremos verdaderas personas,
autónomas y libres. Y el Imperativo Categórico significa que siempre que queramos hacer
algo, debamos pensar si esta acción es buena para toda la humanidad.
UNIVERSALISMO
Kant nos dice que hay tres fórmulas equivalentes al imperativo categórico: el
universalismo, la formulación del fin en sí mismo según la cual debemos tratar a la
humanidad siempre como un fin y nunca como un mero medio y la tercera es la formulación de
la autonomía, de acuerdo con la cual debemos actuar según máximas que elijamos de manera
autónoma, desarrollaremos mucho más el universalismo ya que es el mas conocido.
El universalismo afirma que es posible establecer criterios generales que nos permitan
discernir, aun integrando culturas diferentes, cuándo una conducta es buena o mala, justa
o injusta. Los autores universalistas suelen remitirse a la universalidad de la razón o la
posibilidad de diálogo como fundamento posible de estos criterios universales.
Kant establece lo siguiente: La fórmula de la ley universal no es un principio del cual
podamos derivar deberes morales, sino que opera sobre las máximas del agente moral; es
decir, el principio es formal porque exige que nuestras máximas tengan la forma de la
universalidad; y el contenido del razonamiento moral viene dado en las máximas que son
el punto de partida.
De acuerdo con Kant, el agente que tiene dudas acerca del carácter moral de una máxima
de acción debe someterla a la siguiente prueba de universalización en dos pasos. En el
primer paso, uno debe universalizar la máxima, y en el segundo revisar si hay una
contradicción entre la máxima inicial y su universalización. Si hay contradicción, la
máxima no es permisible, y lo opuesto es un deber moral; si no hay contradicción, la
máxima es por lo menos permisible.
Según Kant universalizar la máxima es imaginar que la máxima es una ley universal en
el mundo en que vivimos, es decir, un principio de acuerdo con el cual todo mundo actúa
seguido de revisar si hay contradicción entre querer actuar de acuerdo con la máxima
inicial y su universalización. Habrá una contradicción si me resulta imposible actuar de
acuerdo con mi máxima inicial en un mundo en el que esta máxima opera como ley
universal. De haber contradicción la máxima no es permisible y lo opuesto es un deber
moral, a saber, nunca actuar de acuerdo con esta máxima. Esta formulación que explica
Kant es muy controversial entre los universalistas ya que los resultados no son siempre
los deseados.
Bibliografía
Malishev, M. ( 30 de Mayo de 2014). Kant: ética del imperativo categórico. Estado de México,
México.