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sus riquezas, no se podía hacer nada sólo podíamos contemplar su felicidad y regocijo desde el
otro lado de la sala, más bien dicho desde las afueras del palacio, estábamos exiliados desde
mucho más antes que mis padres existieran, ellos nos habían ganado en una guerra hace ya mucho
tiempo.
Nos habían quitado nuestras tierras y se podía decir que nos quitaron la esperanza de recuperarlas.
Aquellos que se hacen decir la ley, no son más que ladrones desquiciados que con sus impuestos
solo hacen que el rey acumule más riqueza y los aldeanos acumulen más pobreza.
Como ya les estaba contando soy un pobre aldeano exiliado que pide monedas de cobre a
personas que solo plata y oro tienen, quisiera alguna vez poder sentir en mis manos algo de piedad
Aún estando exiliado no me dejan sin trabajo, por lo menos tengo una tienda de armas para "la
ley" no es lo mejor del mundo. Pero como dicen el trabajo dignifica al hombre. En eso de mis
pensamientos alguien entra a mi herrería, es algo raro ver una señorita entrar aquí.
— Para que puede querer un arma una señorita tan inocente- le dije en tono amable.
—No tengo nada que perder, estoy viejo y cansado solo espero el día que la muerte dance sobre
mi cadáver, si os puedo hacer feliz a una señorita en un día tan alegre como este, toma os regalaré
— Yo quiero pagarle señor- ella me dijo, extendió sus dedos y de sus manos dos monedas de oro.
Ese rato irrumpió alguien en mi tienda, era mi sobrino nieto que ahora es joven y tiene 18 años.
— Tío — me dijo y me dio un abrazo muy cálido y se volteó a ver a la señorita y le dijo que hace
la princesa del reino en este lugar y dio una reverencia y besó su mano.
— No soy la princesa, soy solo una aldeana y quiero comprar una daga- ella parecía nerviosa al
decir eso y dejó caer las monedas tomó la daga y se fue en su caballo que la esperaba afuera.
— Tío estoy segura de que la señorita que acaba de salir era la princesa- me dijo mientras yo
— Mejor no digas locuras sobrino esa señorita no es la princesa, ella me dijo que es la hija de un
— Ella no liberará a su padre a ella la están buscando, por ayudar a escapar a los esclavos del rey,
— Ve por ella no dejes que haga eso, la juventud no se trata de muerte, si no de diversión, amor y
sigue cabalgando.
Su caballo se asusta al sentir la serpiente entre las patas y ella cae siendo mordida por la serpiente,
— !Princesa¡ — entonces yo me bajé del caballo y fui a socorrerla, porque la serpiente ya había
huido.
— No me toque, tengo que ir al palacio, tengo que matar a mi padre ya no os quiero más injusticia,
él solo causa atrocidades. — ella decía mientras se ponía más y más pálida. — Tengo que sacar el
veneno, ¿en dónde la mordió?— pregunté, pero ella ya estaba inconsciente, entonces comencé
buscar entre la falda de su vestido y encontré una herida en su pierna y comencé a aspirar el
Cuando ya pude sacar todo el veneno tuve que vendar la herida con una pedazo de tela que rompí
de mi camisa, la cargué, luego la puse en mi caballo, tuve que amarrarla mi cintura para evitar que
se cayera y pensé en llevarla al palacio pero me dio miedo que me arrestaran y mandaran a la
guillotina por estar con la princesa y si supieran que subí su falda, me matarían de la peor forma
posible.
Cabalgando sin rumbo el joven y la princesa estaban por adentrarse al pantano de donde nadie
había salido jamás no se sabe porqué, pero algunos creen que el pantano se traga a las personas,
otros piensan que es una puerta al infiearno pero los herejes dicen que es un portal al futuro.
— El pantano no puedo pasar por ese lugar— trato de hacer parar al caballo pero no puedo tomar
las riendas correctamente, solo pude ver un destello de luz y ver a mi caballo convertirse en un
metal con ruedas y la princesa en una mujer muy parecida a lo que se podía decir meretriz en esta
época, casi no tenía ropa y que demonios su vestido se había vuelto más corto era algo que nunca
había visto y no podía entender, este lugar es peor que el infierno pensé, entonces mi caballo de
metal perdió el control y caímos los dos. Creo que los herejes tenían razón, es el futuro, pero ¿qué
siglo y año es? Esa pregunta ronda mi mente, tengo que desatar a la princesa y despertarla.
— Princesa despierte majestad — digo mientras acaricio su mejilla, es tan hermosa la princesa no
puedo creer que esté con ella, está despertando y me mira algo confundida. — ¿Quién es usted,
— Yo soy el joven que la perseguía, usted dijo que mataría a su padre y cayo se desmayó porque
una serpiente la mordió, chupé el veneno y entramos al pantano y ahora estamos en el futuro, no
Entonces me miré y yo igual había cambiado de vestimenta, bueno no tanto como ella, — creo
Entonces ella se paró y comenzó a tocar su cuerpo, lo cual ciertamente me resultó muy atrayente.
Así que miramos a nuestro alrededor y solo habían unas paredes, al parecer era un callejón,
después de salir pudimos ver unos faros algunos emitían luz blanca, también habían ventanas en
las torres y unas personas que estaban en carretas sin riendas y caballos metálicos que emitían
sonidos de truenos, todavía era de día y comenzamos a caminar juntos, pero ella me agarró del
Las iglesias y las plazas no cambiaron mucho, pero si cambió mucho el comportamiento de las
persona, las mujeres trabajan y usan pantalón por lo menos no se ven como yo, sinceramente
— Dígame su nombre
— Sara ya no creo que tengáis ningún poder sobre esta tierra, por si un caso tiene monedas, para
— Si, si tengo monedas están en mi bota— ella se acachó y sacó un monedero de cuero muy raro.
—Tengo papel con números. Supongo que esto será dinero del futuro,
— ¿Un motel?
— Sigan caminando en línea recta y encontraran un edificio con un letrero grande que dice motel,
usen preservativos.
— Si, gracias señor — le respondió y el señor nos miró extrañado y siguió su camino.
Llegamos a la posada y vimos salir una pareja que se besaba por todas partes.
— A mí también me asusta este lugar aunque me reconforta de cierta forma, porque antes el
verano era para la guerra, ahora los jóvenes salen, se relajan y no tienen preocupaciones las playas
ya no son lugares de enfrentamientos sangrientos, ahora os puedo ver que son para relajarse y
sentirse bien.
— Si yo igual pienso eso, ahora puedo ver que las mujeres tienen voz, no hay eso de eres una
--
— Ya estamos en la posada.
— La imperial por favor, que sean tres días y con camas separadas — dijo Sara.
— Si la rentaremos-- la interrumpí y el señor nos dio las llaves, no puedp creer que hasta eso aya
— El botones los guiara, ¿pagan con tarjeta o efectivo? son 2000 Dolares.
— Con efectivo-- ella sacó cuatro papeles con el número 500. Los puso en el mostrador.
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— Ya estamos en la habitación, él me mira con unos ojos muy seductores y se acerca a mí de una
No puedo creer que la princesa sea tan bella, se ve muy bien con su nueva ropa, no quiero hacerle
nada pero la carne es débil, ella me mira de una manera muy cálida como fuego eterno, ella me lo
— Aquí no hay diferencias, no hay rey, solo estamos los dos, no hay reglas, ni juisios.
— Estas asustada, no tienes por qué estarlo, yo te cuidaré, somos amantes del pasado- le digo al
oído.
— Estoy comprometida.
— ¿Lo amas?.
— Bueno yo no te forzaré a nada- y la abracé, mientras la sostenía recordé que mi tío siempre me
dijo que el amor es lo mas importante en una relación, si no amas a la persona con la que
conpartiras toda tú vida, las cosas buenas no serán tan buenas y lo malo serán aun peor.
Ya es de noche y nos preparamos para dormir, ella se da un baño y yo me pongo lo que parece la
— Me veo peor que antes, no puede ser que así duerman las mujeres de ahora.
Entonces ellos escucharon unos pasos y alguien derribó la puerta y comenzaron a entrar científicos
y agentes uno agarró a Sara y Marcos quizo pelear para defenderla así que sacó una pistola la cual
antes era la daga, que tenía Sara en sus manos, pero fue en vano porque lo agarraron y votaron
su arma al suelo.
Ha ambos los sometieron y vendaron los ojos pero antes de que se los llevaran ellos se dieron un
beso muy apasionado, pero más que eso se demostraron amor, ese que ni ellos sabían que podía
— No le hicimos nada a la princesa solo queremos hacer que vuelvan al pasado, porque están
Los pusieron en una capsula y lo último que pudo ver fue una luz destellante y estaban de nuevo
castillo y maté a mi padre por mas que le dije a Marcos que no lo haría, Establecí un gobierno
democrático y este prosperó mucho, porque la mejor manera de conseguir la libertad es la razón