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A riel E. E.

M ayo Ideología del conocim iento

El accionalism o, por el contrario, es funcional a las nece­


sidades de legitimación del capitalismo. Dos elementos en defensa
de esta proposición. Por una parte, el accionalismo es un punto de
partida que no incluye en su horizonte intelectual la cuestión de
las clases sociales, dado que sólo existen acciones con sentido de CAPÍTULO 3
individuos. De esta manera queda velado el antagonism o en tor­
no a la propiedad de los medios de producción y de subsistencia, LA SOCIOLOGÍA CLÁSICA
que se expresa a través de las luchas entre las clases sociales. Para Y EL MODELO ORGANICISTA-FUNCIONALISTA
el aecionalista sólo importan los individuos.
"Los economistas estudian los hechos de que tratan
Por otia parte, el accionalism o supone desterrar del análi­
como si constituyeran un todo independiente
sis el concepto mismo de totalidad, puesto que la m ultiplicación que fuera aulosuficiente
de m otivos individuales de la acción tiene su contrapartida en la y pudiera explicarse de forma aislada.
im posibilidad de establecer por medios científicos una jerarquía Ahora bien, las funciones económicas
entre estos motivos. Así, refiriéndose a W eber, son en realidad funciones sociales,
integradas en otras funciones colectivas,
“el papel de los valores en la construcción del objeto y su ca­ y se hacen inexplicables cuando se las separa violentamente de éstas.
rácter externo al proceso de investigación - no existen crite­ Los salarios de los obreros no dependen simplemente
rios científicos para juzgarlos - implica la renuncia al sueño de la relación entre la oferta y la demanda,
positivista: la reconstrucción teórica de una totalidad real stno de ciertas concepciones morales;
cuya verdad fuera plenamente objetiva y por lo tanto indepen­ suben o bajan de acuerdo con la idea que tenemos
del bienestar mínimo que un ser humano puede reclamar,
diente de todo punto de vista. La realidad social del científi­
esto es, en último término,
co social weberiano resulta inaccesible como totalidad y se
de nuestra idea de la personalidad humana.”
fragmenta en una multiplicidad de puntos de vista, todos Emile Durkheim, “Sociología y ciencias sociales”.
igualmente válidos” (Andrade, Piva y Pi/.zi, 2004: 78).

La eliminación del concepto de totalidad del ám bito de la En el capítulo anterior señalam os que la econom ía fue la
teoría social refuerza el efecto de la “supresión” de las clases so­ prim era de las nuevas ciencias sociales en constituirse como d is­
ciales, puesto que obstaculiza la percepción de la problemática del ciplina autónoma, y que su desarrollo fue inseparable de la expan­
cam bio social sión de las relaciones sociales capitalistas. Esta particular posición
En síntesis, las variantes del individualism o metodológico histórica de la economía respecto a las demás ciencias sociales tie­
parten de considerar que el análisis de los fenóm enos sociales ne varias consecuencias para la misma. De un lado, la econom ía
debe realizarse a partir de los individuos, ya sea tomando en cuen­ es, con m ucho, la ciencia social más reconocida socialm ente; por
ta la naturaleza hum ana o los motivos de las acciones individua­ otro lado, los límites epistem ológicos de la econom ía son los del
les. En ambos casos, proponen un modelo de conocim iento de lo capitalismo (le resulta inconcebible cualquier otra forma de racio­
social centrado en la descripción de lo existente, sin cuestionar las nalidad que no sea la de la burguesía).
bases de esta existencia.

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La sociología, en cambio, evolucionó trabajosam ente a lo esta afirm ación). De modo que tiene que ser considerada aparte
largo del siglo XIX y sólo fue reconocida com o actividad sepa­ de las teorías de la sociología clásica (es más, representa la nega­
rada de la filosofía y del derecho a fines de ese siglo. Éste no es ción del tipo de ciencia social propuesto por la misma). Por otra
un dato menor, pues cuando la sociología se instituyó como cien­ parte, dentro del corpus que recibe esta denominación hay que es­
cia el capitalism o sufría fuertes cuestionam ientos, tanto políticos tablecer una clara distinción entre la teoría de Durkheim y la de
como teóricos. Como consecuencia de ello, la sociología no pudo W eber. M ientras que el segundo desarrolló una producción vin­
pasar por alto la conflictividad inherente al capitalism o y se vio culada al modelo epistemológico del individualismo metodológico
obligada a presentar algunos de los aspectos más negativos de éste. (aunque con diferencias con la versión propia de la econom ía),
Si bien se trató de una ciencia construida por la burguesía, el mo­ siendo su objeto de estudio las acciones sociales de los indivi­
mento histórico de su desarrollo y la especificidad de su objeto de duos44; el prim ero, en cam bio, tom ó partido por un modelo epis­
estudio (las relaciones sociales), la llevaron a cuestionar algunas tem ológico que partía de la sociedad y no del individuo.
de las bases teóricas de la econom ía. E sta tarea fue llevada a
cabo, sobre torio, por la sociología clásica. Eti este capítulo nos dedicaremos a exam inar la sociología
durkheimiana y dejaremos de lado la obra de W eber. La razón por
Sociología clásica es el nom bre que recibe un grupo de la que descartamos al segundo radica en que su modelo es el indi­
teorías sobre la sociedad desarrolladas entre las décadas de 1880 vidualismo el cual ya fue abordado en el capítulo 2. Por supuesto que
y 1920. Como verem os enseguida, no se trata de un cuerpo ho­ esto no implica afirmar que el modelo epistemológico de la econo­
mogéneo, sino que hay grandes diferencias entre los autores agru­ mía y el de la sociología weberiana sean idénticos.
pados bajo este rótulo.

Por lo general, los historiadores de la disciplina conside­


ran que la sociología clásica comprende las teorías de Karl Marx 3.1. La crisis intelectual de la burguesía
(1818-1883), Emile Durkheim (1858-1917) y Max W eber (1864- y la sociología de Durkheim
1920). Si bien algunos enfatizan que el m arxism o sirvió de d is­
parador a las obras de Durkheim y W eber, y que las elaboracio­ La transformación de la sociología en una disciplina sepa­
nes de éstos estuvieron dirigidas a refutar a M arx43, la ubicación rada de las demás ciencias sociales fue un proceso 'argo y dificul­
de los tres autores bajo el m ism o térm ino tiende a oscurecer las toso. Esto no es casualidad. M ientras que el objeto de estudio de
profundas diferencias entre los puntos de partida de los mismos. la economía estaba “claro” desde el principio, la misma naturaleza
de la sociedad capitalista oscurecía la cuestión de lo social. Si,
N uestra posición al respecto es la siguiente. La teoría de como vimos en el capítulo anterior, la sociedad es un ente artifi­
Marx representó un corte radical con las anteriores formas de co­ cial resultante de la suma agregada de los individuos-átomos, ¿qué
nocim iento de lo social (en el capítulo 4 tratarem os de ju stificar entidad pueden tener las relaciones sociales? Si el fínico motor de
43. Zeitlin, por ejemplo, sostiene que "la contribución de Marx al pensamiento so­
las personas es el egoísmo, las relaciones sociales aparecen como
ciológico es una de las más importantes de Unes del siglo XIX. quizá la más importante. actos que disimulan aquello que verdaderamente debe ser estudia­
Esto es verdad, según creo, no sólo por las ideas enormemente ricas que expuso, 44. En el capítulo anterior ya hemos tratado brevemente el modelo accionaüsia de
sino también porqjc su obra provocó una respuesta que explica, en gran medida, el Max Weber. Para una introducción al individualismo metodológico de Max Weber,
carácter de la sociología occidental" (Zeitlin, 1997: 10). ver Andrade, Piva y Pizzi (2004).

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do, esto es, los móviles de la conducta individual (o, en términos el espíritu de la prim era mitad del siglo XIX, m anifestaron su fe
más clásicos, la esencia del hombre que determ ina el predominio en el progreso y su confianza en el evolucionism o’L
de esos m óviles egoístas).
La derrota francesa en la guerra eon Prusia (1870-71) y la in­
D urante la prim era m itad del siglo XIX la econom ía, en surrección obrera de la Comuna de París (1871) pusieron en crisis
tanto una de las ideologías de la burguesía en ascenso, se presentó al positivismo en su versión comteana. Luego de la derrota militar,
a sí misma como una expresión del progreso de la humanidad. No Francia se convirtió en República. Pero el régimen republicano se
vamos a insistir en esto, ya que l'uc tratado en el capítulo anterior. hallaba amenazado tanto por izquierda (el movimiento obrero había
Pero la visión “optim ista” de los econom istas que sostenían que demostrado con la Comuna su capacidad para alcanzar el poder po­
la abolición de las trabas feudales a la producción y al com ercio lítico), como por derecha (los partidos monárquicos querían acabar
traería aparejada una era de bienestar general no se verificó en los con el régimen republicano para volver a instaurar la monarquía). Ni
hechos. la economía ni las teorías sociales disponibles ofrecían elem entos
para consolidar la dominación política de la burguesía.
Para el último tercio del siglo XIX tanto la ciencia econó­
mica como el liberalism o se encontraban fuertem ente jaqueados Es en el marco de los hechos anteriores que Durkheim ela­
por el m ovim iento obrero, el m arxism o y el descontento de los boró su teoría sociológica'6. Desde el com ienzo hay que e n fa ti­
pequeños propietarios afectados por las crisis económicas periódi­ zar que su sociología pretendía dar respuesta no sólo a problem as
cas. En el plano de las ideas, esta época estuvo dominada por la “cri­ teóricos, sino que la misma se planteaba com o la base científica
sis intelectual” de la burguesía. El “optim ism o” de la burguesía en para intervenir políticam ente. Durkheim defendía el régim en re­
ascenso era percibido ahora como una ilusión ideológica. publicano y la hegem onía política de la burguesía Para realizar
una defensa eficaz de los mismos consideraba que era necesario
En el caso de Francia la crisis se manifestó de un modo es­
construir una sociología “científica”, que reem plazara a las viejas
pecialm ente agudo. La ciencia económ ica se había desarrollado
sociologías “ideológicas” (basadas en las ideas que tenían sus au­
sobre todo en Inglaterra, y había tenido una escasa aceptación en
tores sobre la sociedad, como sostenía que era el caso de las teo­
los medios intelectuales franceses. Durante el siglo XIX la teoría
rías de Com te y de Spencer).
social francesa se había ocupado en procesar la experiencia de la
Revolución de 1789, concentrándose en los aspectos políticos y A partir de la década de 1890 Durkheim emprendió una vasta
sociales de la misma. tarea teórica y organizacional para elaborar dicha sociología cientí­
fica. No corresponde desarrollar aquí el programa de investigación 456
Frente al individualism o de los econom istas, la teoría so­
45. Hay que aclarar que se trata de una simplificación extrema > que estamos tra­
cial francesa (cuyo exponente más destacado fue Auguste C om ­
bajando bajo el supuesto de que las afirmaciones de Comte eran aceptadas por el
te) reivindicó el papel jugado por las normas sociales en el m an­ conjunto de los teóricos franceses. Esto no es correcto en los detalles. Además,
tenimiento del orden en la sociedad. Esta posición obedecía a que estamos dejando de lado la obra de Saint-Simon, que contiene elementos de crítica
los teóricos sociales políticos y sociales franceses identificaron el anticapitalista. Para una visión más matizada de la evolución de las ideas políticas
individualism o com o una de las causas de la Revolución y a que y sociales francesas en el siglo XIX con anterioridad a la aparición de la sociología
todos ellos estaban preocupados porque no volviera a repetirse un de Durkheim, véase Mayo (2004: 21-30).
46. Para los datos biográficos de Durkheim, así como una exposición detallada de
acontecim iento de este tipo. Por lo demás, y en consonancia con
sus ideas, pueden consultarse los libros de Lukes (1984) y Stei íer (2003).

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durkheimiano. Sí revisaremos aquellos aspectos que muestran cómo el conflicto social era considerado como una enfermedad, y no como
la disciplina propuesta por él obedece a la visión que la burguesía un producto de las contradicciones internas de la sociedad.
francesa tenía de la sociedad en las últimas décadas del siglo XIX. 8) Sostuvo que el sociólogo debía proceder con absoluta impar­
Se trata de mostrar un ejemplo de cómo cialidad al examinar los hechos sociales, esto es, que debía des­
terrar su subjetividad del análisis. De esta manera quedaba asegu­
“el hecho de atribuir carácter científico a una reflexión sobre
rado el abordaje objetivo de las cuestiones sociales.
la sociedad no es una cuestión meramente académica, sino que
implica una legitimación de dicho discurso en detrimento de 9) El sociólogo, que obraba con la misma objetividad de los físi­
otras posiciones. (...) En otros términos, reconocer la cientifi- cos o de los biólogos, era el único legitimado científicamente para
cidad de una teoría social tiende a confundirse con la nega­ presentar un programa que resolviera las “enfermedades” sociales
ción del carácter ideológico de dicho discurso, en tanto expre­ existentes47.
sión de una clase de esa sociedad” (Mayo, 2004: 33).
De todas estas operaciones, dos son especialm ente signi­
ficativas para nuestros fines.
Para construir una sociología científica Durkheim llevó a
cabo una serie de operaciones teóricas: En primer término, el rechazo que Durkheim hace del indi­
vidualismo metodológico. En segundo término, la necesidad de con­
1) Tomó su modelo de objetividad de las ciencias naturales, incor­
cebir a la sociedad como una totalidad con sentido en sí misma. Vol­
porando tanto elementos de la física (el énfasis en el hallazgo de
vamos un momento al análisis formulado en el capítulo anterior. En
un marco de referencia absoluto) como de la biología (el par con­
ceptual organismo-función, etc.). el mismo se dijo que el individualismo metodológico expresaba en
el plano epistemológico las características que asumían las relacio­
2) Rechazó el individualismo metodológico como punto de par­ nes sociales en el capitalismo. Es en este sentido que puede afirmarse
tida de la nueva ciencia.
que el individualismo metodológico es una ideología funcional a la
3) Consideró que el objeto de estudio de la sociología debía ser dominación de la burguesía. Ahora bien, esta dominación se había
la sociedad misma, los hechos sociales, que eran un tipo de fenó­ visto fuertemente cuestionada a partir de la década de 1870 en Fran­
menos radicalmente distinto de las conductas individuales. cia (no se trata aquí de dilucidar si este cuestionamiento era realmente
4) El sociólogo debía estudiar los hechos sociales normales, defi­ serio o no, basta con notar que los intelectuales percibían la existen­
nidos como aquellos que eran realizados por el mayor número de cia de desafíos a la hegemonía de la burguesía). Frente a esta situa­
individuos en la sociedad. ción, Durkheim debió romper con algunas de las bases ideológicas
del capitalismo para poder hacer frente a la crisis48*.
5) La normalidad era considerada un criterio para establecer qué
hechos sociales debían ser resguardados, en detrimento de aque­ 47. Para redactar estos 9 puntos nos hemos basado en dos de las principales obras
llos “anormales” o “patológicos”. de Durkheim: La división del trabajo social (189.3) y Las reglas del método so­
6) La sociedad, que constituía el sustrato de los hechos sociales, ciológico (1895).
debía ser concebida como un organismo, donde cada parte cum­ 48. No debe olvidarse que el momento en el que Durkheim comienza a elaborar su
teoría sociológica coincide con la difusión de las ideas marxistas a escala europea
plía una función para el normal funcionamiento del mismo.
(ver Hobsbawn, 1974). La obra cumbre de Marx, El Capital, constituía una im­
7) Dado que todo organismo tiende a preservar la salud (establecía pugnación radical de la economía política. De ahí que la sociología, en tanto ciencia
aquí una analogía entre las sociedades y los organismos biológicos), social de la burguesía, debía dar alguna respuesta a ese desafío.

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De tocios modos, la ruptura de Durkheim con el individua­ En las Reglas D urkheim discute con tres oponentes prin­
lismo y la econom ía no im plicó un quiebre con la tradición teó­ cipales: Comte, Spencer y M arx5". Por ello, antes de em pezar con
rica francesa. De hecho, ya Com te había sostenido que la socie­ el desarrollo de su teoría, hay que hacer un resum en de su posi­
dad debía examinarse como un todo. Además, el bajo nivel de de­ ción frente a las teorías de esos autores.
sarrollo alcanzado por la ciencia económica en Francia durante el
siglo XIX determ inó que la ruptura con el modelo epistem ológi­ Durkheim reprocha a Com te que su sociología no sea otra
co de esta disciplina fuera mucho más sencilla'1’. cosa que el desarrollo de la idea que el exponenle principal del po­
sitivismo francés tiene acerca de la evolución de la humanidad. De
En definitiva, los logros de la sociología clásica (y en esta afir­ ahí que Durkheim califique a esta teoría de sociología “ ideológi­
mación incluimos también a la sociología weberiana) sólo fueron po­ ca”, esto es, fundada en ideas y no en datos verificables em píri­
sibles porque el desafío teórico marxista y el incumplimiento de las camente. Así, por ejem plo, Com te form uló la llam ada “teoría de
promesas de la econom ía habían hecho tam balear las principales los tres estadios” . La m ism a sostiene que el desarrollo de la hu­
ideologías de la burguesía (nos referimos aquí a la economía clási­ manidad sigue necesariam ente tres etapas, cada una de las cuales
ca, al liberalismo político y al individualismo metodológico). representa un progreso en relación a la anterior y que siem pre se
suceden en el m ism o orden. Los tres estadios son el teológico
En la sección siguiente analizarem os con más detalle las
(donde predom inan las ideas religiosas acerca de la naturaleza y
principales características del modelo epistem ológico que se en­ la sociedad), el m etafísico (donde el predom inio pasa a ser patri­
cuentra detrás de la sociología de Durkheim. monio de las ideas filosóficas) y el positivo (en el que la ciencia
pasa a ser la fuente de nuestro conocim iento de la naturaleza y la
sociedad). Según este esquem a, el estadio positivo, que era el que
3.2. El modelo epistemológico fumcionalista había alcanzado la Europa occidental del siglo XIX, perm itía la
y la metáfora organicista elim inación de los conflictos sociales y el inicio de una etapa de
orden y p ro g reso in in terru m p id o s para las so cied ad es. A hora
Ya hicimos referencia a la intensa actividad de Durkheim bien, toda la argum entación de C om te no se apoyaba en datos
para convertir a la sociología en ciencia. Una parte importante de "positivos” , verificables em píricam ente, sino que consistía en la
esa labor fue dirigida a sentar las bases de una teoría del conoci­ exposición de una idea “m etafísica” (en el sentido de filosófica) S .*
O
miento sociológico que justificara el carácter científico de la nueva
disciplina. Eos puntos fundam entales de la concepción epistem o­ SO. En las Reglas Durkheim omite toda referencia a la obra de Marx, aunque el
debate con el marxismo está implícito en el texto. No es éste el lugar para funda­
lógica durkheim iaña se encuentran en Las reglas del método so ­ mentar esta afirmación (en todo caso nos contentamos con las generalidades formuladas
ciológico, cuy i primera edición apareció en 1895. Las exposición al principio de este capítulo sobre las relaciones entre la sociología clásica y Marx).
que haremos en esta sección se basa, pues, en este texto. Respecto a la posición de Durkheim frente a Marx, para redactar el texto nos basa­
mos en El socialismo, obra publicada por primera vez en 1928 y que reproduce un
curso que Durkheim dio en la Universidad de Burdeos, el cual estaba dedicado al
49. Nótese como en los países con una fuerte tradición de pensamiento económico, examen de la obra de Saint-Simon. Si bien en el mismo las referencias a Marx son
la crisis intelectual de la burguesía no se saldó mediante el surgimiento de una nueva mínimas, las reflexiones contenidas allí acerca de las diferencias entre las sociolo­
ciencia, sino que dio paso a la llamada "revolución neoclásica", que trató de refutar gía y el socialismo nos parecen valiosas para plantear el problema de las diferencias
la teoría marxista del valor. epistemológicas entre Durkheim y Marx.

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sobre el progreso de la hum anidad. Para Durkheim este procedi­ 2) La cuestión de las clases sociales. Marx sostenía que las prin­
m iento impedía constituir una sociología científica51. cipales relaciones de producción en una sociedad eran las relacio­
nes de propiedad. El grupo de individuos que se apropiaba de los
En el caso de Spencer, la crítica de Durkheim se refiere tan­ medios de producción y de subsistencia constituían la clase do­
to al carácter ideológico de la sociología spenceriana (en el sentido minante (que asumía una gran variedad de formas según cada si­
que hemos expuesto en el párrafo anterior), como a la posición in­ tuación históricamente determinada), mientras que los que queda­
dividualista metodológica del autor inglés. Para Durkheim es inad­ ban excluidos de esa propiedad pasaban a formar las clases domi­
misible que la sociología comience su tarea de investigación por el nadas. Mediante este esquema, Marx estaba en condiciones de ras­
individuo. Hay aquí una crítica de las teorías que consideraban a la trear las bases del poder en la sociedad y de establecer una jerar­
sociedad com o un ente artificial y que se rem ontan a las teorías quía entre los distintos niveles de lo social. Esta manera de formu­
contractualistas del siglo XVII (p. e. Hobbes). Para Durkheim las con­ lar la cuestión es rechazada por Durkheim, quien va a sostener que
ductas sociales (el derecho, las costumbres, la religión) no se origi­ en la sociedad hay funciones, no clases.
nan en el individuo aislado sino,en la interacción de los mismos en
la vida en sociedad,. Hay que señalar que para refutar al individua­ Para saldar estas discusiones y co n stru ir una sociología
lismo Durkheim recurre a las analogías biológicas, ya que sostiene que tuviera carácter científico, Durkheim se vio obligado a elabo­
que así como los elementos químicos que constituyen la célula no rar una teoría epistemológica que legitimara la objetividad del co­
pueden dar cuenta del fenómeno de la vida, pues el mismo se en­ nocimiento de la nueva disciplina52*. Esta teoría constituyó la base
cuentra presente en esa totalidad que es la célula, tampoco los fenó­ del rnodelo epistemológico organicista-funcionalista Veamos aho­
menos sociales surgen de los individuos que integran la sociedad, ra en qué consistió este modelo.
sino que ésta genera relaciones de nuevo tipo que responden a las ne­
cesidades de reproducción del conjunto social, no de los individuos. La sociedad para Durkheim era un organism o, esto es, es­
taba constituida por muchas partes, cada una de las cuales no te­
En el caso de M arx, la crítica durkheim iana va dirigida en nía sentido en sí misma sino en la medida en que integraba ese or­
dos direcciones principales: ganismo. Los hechos sociales (que eran el objeto de estudio de la
nueva sociología) tenían su origen en el funcionam iento del or­
1) La cuestión del conflicto social. Como veremos más abajo,
ganismo y no en las partes aisladas (los individuos). Dicho de otro
Marx c;onsideraba que las contradicciones internas de una socie­
dad (do las cuales es una expresión la lucha entre las clases domi­ modo, las partes que componían la sociedad desarrollaban funcio­
nantes y las clases dominadas) eran inherentes a la existencia de nes necesarias para el m antenim iento y la reproducción del con­
esa sociedad y que las mismas constituían la fuente del cambio junto social. Las clases sociales en el sentido marxista eran incom­
social. Dicho de otro modo, el conflicto era el estado natural de patibles con este marco teórico, puesto que resultaba absurdo que
toda sociedad dividida en clases y era ese mismo conflicto el que una parte tratara de destruir al conjunto o exigiera jn m ejor trato
impulsaba el desarrollo de dicha sociedad. Para Durkheim, en por parte del “cerebro” del organism o. La cuestión del poder se
cambio, el conflicto era un fenómeno patológico, pues toda socie­ esfum a frente a la problem ática de las funciones v su adecuación
dad tiende a un estado de salud que le es natural. a las necesidades del organism o.
51. Por supuesto c ue lo expuesto aquí no implica desconocer las deudas intelectua­
les de Durkheim coi Comte. De hecho. Comte brindó a Durkheim numerosos argumentos 52. Para un análisis de las dificultades que representó esta tarea, véase Mayo (2004:
para la crítica emprendida por éste contra el individualismo metodológico. 33-43).

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Durkheim tomó el par conceptual organism o-función fue las ciencias sociales, ya que pueden com partir los mismos m éto­
tomado por de la biología y de la fisiología. El uso de estas ana­ dos de trabajo.
logías biológicas le permitió construir una totalidad de carácter dis­
tinto a la totalidad marxista, basada en las relaciones sociales y en Pero la anterior contiene una im plicación aún más intere­
el establecim iento de una jerarquía entre las mismas a partir de la sante para los fines de este estudio. La tarea de la sociología, se­
ccntralidad del momento de la producción. El valor de dichas ana­ gún Durkheim, debe consistir en describir lo existente (los hechos
logías para los fines del program a durkheim iano queda claro a sociales norm ales). Esta descripción debe hacerse en forma des­
partir de su concepción de las diferencias entre lo normal y lo pa­ apasionada, objetiva. Com o sostiene en su curso sobre el socia­
tológico5’. lismo, la sociología no' debe dedicarse a form ular cómo tiene que
ser el porvenir. Su tarea está referida al m antenim iento del statu
Según Durkheim , la sociología debe ocuparse de los he­ quo antes que a la transform ación del m i 8010 '’''. A quí puede ver­
chos sociales norm ales, esto es, aquellos que estadísticam ente se cómo, más allá de las evidentes diferencias con el modelo epis­
aparecen en un mayor número. El resto de los fenóm enos socia­ tem ológico de la economía, la sociología clásica sigue siendo una
les ingresan a la categoría de Jo “anorm al”. Pero, la distinción no ciencia social que se ubica dentro del horizonte intelectual del
im plica sólo consideraciones estadísticas, sino que lo anorm al es capitalism o. No por casualidad D urkheim se interesó e sp ec ial­
visto com o algo menos valioso en térm inos sociales que los he­ m ente en el cam po de la sociología de la educación, dado que
chos norm ales. De ahí que D urkheim introduzca las analogías para él tenía una im portancia fundam ental la difusión de normas
médicas y termine por considerar al sociólogo como un “m édico” morales que favorecieran la adecuación de los individuos a la fun­
que debe prescribir el mejor tratamiento para curar la enfermedad. ción que les había tocado en el organism o social.54
Puede advertirse claram ente com o este argum ento favorece el
tipo de intervención política que Durkheim propugnaba para la
nueva sociología científica.

Por último, sostuvo que la primera regla metodológica que


debía seguir el sociólogo consistía en tratar los hechos sociales
“com o si fueran cosas” . En térm inos más claros, planteaba que 54. Durkheim reconoce que el socialismo expresa el descórneme de las masas tra­
bajadoras, y admite que este descontento tiene causas legítimas. De ninguna manera
para conocer lo social era necesario dejar de lado todas las ideas prelende descalificar a las teorías socialistas como mera ideología, pero sí les niega
previas (las “prenociones” ) acerca de los objetos estudiados. El carácter científico, lo cual implica una toma de posición muy fuerte, en la que el
sociólogo debía proceder con la misma actitud del astrónomo que sociólogo se planta como el propietario del conocimiento racional. Así, "...un tal
estudia la trayectoria de un com eta, esto es, considerando que el estudio del socialismo promete resultar instructivo, no sólo de cara a la determina­
objeto es exterior al investigador que lo estudia. Esto implica pos­ ción de la naturaleza de la enfermedad, sino también para dar con los remedios
apropiados" (Durkheim, 1982: 105). Como poriador del único conocimiento obje­
tular que existe una identidad fuerte entre las ciencias naturales y
tivo, y por lo tanto legítimo, el sociólogo es el único con autoridad para proponer
remedios imparciales al conflicto social. Nótese que en el párrafo citado se concibe
53. Para la exposición completa de la distinción entre lo normal y lo patológico, a! socialismo como una expresión de la "enfermedad” (el conflicto social) y que la
véase el capítulo 111 de las Reglas. Canguilhelm (1978) examina en detalle la cues­ sociología debe proponer los "remedios" para el mismo. Estos remedios tienen que
tión de esa distinción, sobre todo las implicancias de las distintas teorías médicas restablecer la salud del organismo, es decir, la reproducción de la misma estructura
de la salud y la enfermedad. que genera la desigualdad y el conflicto.

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