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1.

LAS APORTACIONES DE LOS SOCIOS


1.1. FINILADAD
Como se ha señalado anteriormente, las aportaciones de los socios permiten
formar el capital social (garantía ante los acreedores), y por eso la Ley es
muy celosa en defender la integridad y la realidad de dicho capital; razón por
la cual se prevén reglas de carácter imperativo en materia de aportaciones
sociales.
La principal obligación del socio frente a la sociedad es efectuar el aporte
convenido, de tal manera que se permita formar un fondo común de
explotación, y además, tutelar el interés de los acreedores. En este sentido
señala que “Para los acreedores es indiferente el procedimiento por el cual
se aporte el capital social. Lo importante es tener la garantía segura de que
el capital social resulte efectivamente aportado, ya que la aportación se
hace no solo con el interés de la sociedad para integrar su capital de
explotación, sino, en primera línea, en interés de los acreedores, para
integrar el fondo de responsabilidad, que sustituye a la responsabilidad
personal de los accionistas, que falta” (Garrigues. J, 1987, p.125).
1.2. CLASES DE APORTES
Las aportaciones de los socios pueden realizarse en bienes o servicios. En
los casos de las sociedades anónimas solamente puede aportarse bienes,
encontrándose prohibido el aporte de servicios (art.51 N.LG.S.).
No existe norma análoga para las sociedades limitadas, sin embargo, la
analogía de principios que informan a las sociedades capitalistas, permiten
arribar a la conclusión que en las sociedades limitadas también se encuentra
prohibido el aporte de servicios.
En las sociedades colectivas, comanditas y civiles si es posible que se
realicen aportes de servicios, recibiendo este aportante el nombre de socio
industrial.
Un sector muy importante de la doctrina considera que el socio industrial
también responde frente a los acreedores, ya que la exoneración de las
pérdidas no sería oponibles a los terceros.
“Es dudoso que la exoneración del socio de industria de las pérdidas de la
sociedad, tenga relevancia respecto a terceros. Nuestro Código Civil,
después de considerar nulo el pacto que excluye la participación de uno o
más socios en las ganancias o en las perdidas” (art.1691 del C.C.)
“Añade que solo el socio de industria puede ser excluido de toda
responsabilidad en las pérdidas. El carácter facultativo de esta norma
parece demostrar que se trata de un pacto interno que es, por tanto
irrelevante respecto a terceros” (Broseta. M, 1994, p.203).
1.2.1. APORTE DINERARIO:
Según el (Art. 35 inciso “a” Del Reglamento de Registro de Sociedades “R.R.S”):
“El aporte dinerario se justifica mediante el documento emanado de una
institución bancaria o financiera respecto al depósito de dinero efectuado a
nombre de la sociedad”.
Esta exigencia formal busca evitar la inscripción de sociedades con capitales
ficticio que nunca ha entrado a la caja social, y que por tanto tienden a inducir
a error a los terceros que contratan amparados bajo la fe del registro. Debe
entenderse que se mantiene en vigencia el Derecho supremo No.198-80-
EFC, ya que esta norma se refiere al control tributario sobre diversos actos
otorgados por sociedades. Este decreto Supremo también establece la
misma exigencia para entender pagado el capital en efectivo.
Según establece el artículo 23 de la Ley General de Sociedades:
“Los aportes en dinero se desembolsan en la oportunidad y condiciones
estipuladas en el pacto social. El aporte que figura pagado al constituirse la
sociedad o al aumentarse el capital debe estar depositado, a nombre de la
sociedad, en una empresa bancaria o financiera del sistema financiera del
sistema financiero nacional al momento de otorgarse la escritura pública
correspondiente”.
“Es común que una vez extendida la escritura pública de constitución de
una sociedad, este título sea observado por la identidad similitud de la
denominación social, lo cual obliga a que la sociedad modifique dicha
denominación. En estos casos, el depósito bancario se encontrara girando
bajo el nombre primigenio de la sociedad, siendo que este nombre ya ha
sido modificado a fin de posibilitar la inscripción. Este hecho ha motivado
observaciones sin fundamento, exigiendo que se modifique también la
boleta del depósito con el nombre actualizado de la sociedad. En realidad,
debe tenerse en consideración que la sociedad mantiene la misma
personalidad jurídica con un nombre u otro, por el cual la boleta de depósito
con el nombre original de la sociedad, no debe impedir la inscripción del
acto constitutivo” (Gonzales. G, 1998, p.269).
También es frecuente encontrar boletas de depósito bancario en el que se
indica que dicho deposito se ha efectuado mediante cheque. En este
supuesto, el titulo valor será observado ya que el pago con cheques u otros
títulos valores no extingue la obligación primitiva (artículo 1233 C.C.).
1.2.2. APORTES NO DINERARIOS
Las aportaciones no dinerarias pueden verse sobre bienes inmuebles,
muebles y derechos de crédito. Normalmente se entiende que el aporte
transfiere la propiedad del bien se trate; sin embargo, es posible realizar el
aporte bajo un título jurídico distinto, haciendo la correspondiente salvedad
en la escritura pública (artículo 22 N.L.G.S.).
“Las aportaciones no dinerarias presentan el grave problema de que una
sobrevaloración de ellas puede conducir directamente a un capital irreal; si
es que no es el caso de una aportación falsa y que solo existe en la
declaración presentada por la gerente. Para intentar poner coto a estos
problemas, la Directiva de la Comunidad Económica Europea del 13 de
diciembre de 1976 impuso en su artículo 10 la necesidad de que la
valorización sea realizada por peritos independientes”(Gonzales. G, 1968,
p.265).
Siguiendo el mandato comunitario, La Ley de Sociedades Española
impuso:
“Que los aportes no dinerarios habrán de ser objeto de un informe
elaborado por uno o varios independientes designados por el Registro
Mercantil”.
El artículo 27 de la Ley General de Sociedades establece que:
“Los aportes no dinerarios se acreditan con la declaración de recepción de
los bienes por parte del gerente general de la sociedad, al cual se debe
acompañar un informe de valorización”.
1.2.3. APORTE DE DOCUMENTOS O TITULOS DE CREDITO
El segundo párrafo del artículo 26 de la Ley General de Sociedades regula:
“El aporte no dinerario de documentos o títulos de crédito, refiriendo al
caso en el que el socio aporte títulos valores en el los cuales el obligado
principal sea un tercero, entendiéndose que el aporte se encuentra
cumplido en la trasferencia de los respectivos documentos según la ley de
circulación del documento”.
En este sentido, el artículo 26 según párrafo L.G.S señala:
“Que, el aporte se entenderá con la transferencia o endoso el documento,
debiendo entenderse el término “cumplimiento del aporte” como sinónimo
de “pago del aporte””.
“El cumplimiento se define por el fin a que tiende en cuanto produce la
extinción de la obligación. El efecto extintivo es consustancial con el
cumplimiento; sin extinción, no hay cumplimiento. La extinción de la
obligación es, a la vez extinción de la deuda y extinción del crédito. El
deudor se libera; deja de ocupar la posición jurídica n que hasta entonces
aparecía inserto. Pero el efecto extintivo no es bastante por si solo para
caracterizar el cumplimiento, ya que también se produce en otros
supuestos (novación extintiva, compensación, confusión, etc.” (Hernández.
A, 1983, p.274).
Para este autor, el cumplimiento o pago, es la extinción de la obligación del
crédito y de la deuda mediante la realización del deber de prestación.
La forma de acreditar ante el Registro el aporte de títulos o documentos de
crédito, se encuentra previsto en el segundo párrafo del inciso “b” del artículo
35 R.R.S., el cual consiste:
“Una declaración del gerente de la sociedad de haber recibido transferido
o endosado el crédito o el título valor, respectivamente. Reiteramos que
esta forma de aportación facilita la constitución de sociedades con capitales
ficticios. Sin embargo debemos admitir que es muy poco usual el aporte de
créditos para constituir el capital de una sociedad”.
Sobre este tema existe una opinión discordante que merece ser
comentada: “Si el pacto social contempla que el aporte este representado
por títulos valores o documentos de crédito en los que el obligado principal
no es el socio aportante, el aporte se entenderá cumpliendo con la
transferencia de los respectivos títulos o documentos, con el endoso de los
respectivos títulos valores o documentos y sin perjuicio de la
responsabilidad solidaria prevista en la ley. Es importante resaltar, que esta
facilidad otorgada por la ley funciona en la medida en que el pacto social
se haya contemplado esta posibilidad. En tanto no se ampare en el pacto
esta situación, tendrá que esperarse el pago del título valor para considerar
efectivamente realizado el aporte, y recién proceder a entregar los títulos o
derechos correspondientes en el capital social al socio que aporto dichos
documentos.” (Montoya. H, 1998, p.80).
1.2.4. APORTES DE FONDO EMPRESARIAL:
“El conjunto de fuerzas productivas y de bienes, homogéneos y
heterogéneos, relativo a un determinado ejercicio comercial industrial y
que, como organismo económico compacto en función y extiende con
independencia de la vida del fundador y sus sucesores está llamado a
atraer una clientela” (Argeri. S, 1982, p.220).
“El término es de origen comercial, casa de comercio o hacienda comercial;
en cualquiera de los casos designa a un establecimiento empresarial
determinado, que bien puede no constituir la totalidad de los bienes de una
persona dedicada al comercio o la industria, ya que es posible que un sujeto
de derechos posea varios fondos de comercio, o que no todo su patrimonio
se encuentre incorporado al fondo” (Fernandez. R Y Gómez. L, p.394).
El fondo de comercio se encuentra compuesto de elementos estáticos y
dinámicos. Entre los primeros encontramos los bienes incorporales y
corporales (nombre, marca, el local de exportación, instalaciones,
maquinaria, mercancías, etc.).
1.2.5. LAS APORTACIONES EN LOS DIVERSOS TIPOS SOCIALES:
Las normas sobre aportaciones sociales son aplicables a todos los tipos
societarios; sin embargo en la sociedad comandita simple.
La nueva (Ley en el artículo 281, inciso 2), establece:
Que el aporte de los socios comanditarios solo puede constituir en bienes,
en especie o en dinero. Esta norma parece excesivamente restrictiva, ya
que no existe fundamento lógico para excluir a este tipo de sociedades de
los aportes de créditos o títulos valores.
Sin embargo parece preferible entender que el artículo comentado intenta
señalar que los socios comanditarios solo pueden aportar bienes
patrimoniales, a diferencia de los que ocurre con los socios colectivos, que
no solamente pueden aportar bienes patrimoniales, sino además servicios.
“En la sociedad en comandita simple se pueden presentar dos formas de
aporte, en función en función a la condición del socio aportante. El aporte
de los socios colectivos puede ser dinerario, de bienes en especie,
derechos o trabajo. Vale decir, el socio colectivo puede ser capitalista o
industrial y responde ilimitadamente por las deudas sociales. El aporte de
los socios comanditarios debe consistir en bienes, en especie o en dinero,
pues su situación es equivalente a la de un aporte promedio, no
participando en la gestión de la sociedad” (Laroza. E, 2000, p.741).

CONCLUSIONES:
- Las aportaciones de socios son un instrumento que permite insuflar
patrimonio, mejorando la valoración de nuestra participación que, en
momentos de problemas patrimoniales como la causa de disolución,
permite incrementar el neto patrimonial sin necesidad de incrementar el
límite de la cifra de capital a efectos de lo establecido en el artículo 363.1.e
de la Ley de Sociedades de Capital, exigiendo muchos menos requisitos
formales que los planteados para las operaciones con capital social.
Garrigues. J, (1987), Comentario a la Ley de Sociedades Anónimas,
Madrid, Editorial Puc.
Broseta. M, (1994), Manual de Derecho Mercantil, editorial Tecnos, Madrid.
Gonzales. G, (1998), La nueva Ley General de Sociedades y su Aplicación
Registral, Lima, Rhodas editores.
Hernández. A, (1983), Derecho de Obligaciones, Madrid, editorial Ceura.
Montoya. H, (1998), La función Notarial en la Ley General de Sociedades,
Lima-Perú, Editorial Temis.
Argeri, S, (1982), Diccionario de Derecho Comercial y de la Empresa,
Buenos Aires, editorial Astrea.
Fernandez. R y Gómez. O, (1987), Tratado Teórico- práctico de Derecho
Comercial, Buenos Aires, editorial Depalma.
Laroza. E, (2000), Derecho Societario Peruano, Trujillo, Editora Normas
Legales.

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