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28 Revista de

Revista de
psicopatología y salud mental
del niño y del adolescente
Noviembre 2016 28

Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo


En el próximo número: Juan Larbán Vera

María, disolverse y no percibir El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta:


Hilda Botero (Colombia) referencias para la intervención terapéutica y educativa
Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez
La narración autobiográfica de los adolescentes en crisis
Parentalidad y procesos de integración yoica
Anna Maria Nicolò, Laura Accetti (Italia)
Teresa Isabel Correa y Elizabeth Blanda
Terapia de juego breve como tratamiento de la ansiedad generalizada infantil Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad
López-Armenta, Diana Guerrero Guerra y Amalia Gómez Cotero (México) José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre

Valoración de dos modelos de Coordinación entre Pediatría de Atención Primaria El falso trauma
y Salud Mental Infanto-juvenil Juan Manzano
José David Seguí Durán, José Miguel Antón San Martín
Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes
y Laura Antón Torre (Málaga)
Lina Normandin y Xavier Costa

del niño y del adolescente


Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes
Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

Deseando conectarse
Antje von Boetticher

La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno


de personalidad antisocial
Izaskun Viloria Rodríguez y Sergi Ballespí Sola
Noviembre/2016

La Fundació Orienta es una entidad proveedora de servicios de salud mental del


Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria
CatSalut de la Generalitat de Catalunya. Actualmente tiene concertados cinco
Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau
centros de salud mental infantil y juvenil y dos hospitales de día para adolescentes.
Revista de

del niño y del adolescente

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Jefe de Redacción: Xavier Costa
Secretaría: Núria Planas
Administración y Contabilidad: Josefina Martín
Promoción y Difusión: María de Querol
Traducción: Montserrat Balcells, Miguel Cárdenas, Josepa Carreras, Xavier Costa, Elena Fieschi, Jordi Freixas,
Vicenç de Novoa, Mireia Ramon, Núria Ribas, Camille Riu, Pilar Tardío, Brenda Tarragona y Montserrat Viñas
Maquetación: María José Muñoz
Diseño: François Stauffacher
Informática: Maiol Pi
Revisión de textos en inglés: Will Bromberg
Revisión de textos en catalán: Núria Vidal (Servei de Normalització Lingüística de Sant Boi)

Publicación semestral

Edición y Publicación: Fundació Orienta


C/ Vidal i Barraquer, 28 - 08830 Sant Boi de Llobregat (Barcelona)

Tel. +34 93 635 88 10


E-mail: recerca@fundacioorienta.com
Facebook: www.facebook.com/revistadepsicopatologia
Página web: www.fundacioorienta.com
En la página web pueden consultarse los sumarios y resúmenes de los números publicados hasta la fecha, así como las normas de
publicación y las condiciones para establecer canje o suscribirse a la revista.

La Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del adolescente publica los resúmenes también en catalán en soporte a la lengua
propia de Catalunya, donde la Fundación Orienta tiene su sede.

Impresión: AGPOGRAF. Impressors


ISSN: 1695-8691
Dep. Legal: 13716/2003
Puntos de venta: La casa de la Paraula (Barcelona), Librería Diego Marín (Murcia).

La opinión expresada en los artículos es responsabilidad exclusiva de los autores.


La reproducción, utilizando cualquier método, de cualquier artículo de esta revista se tendrá que solicitar previamente, por escrito,
a la redacción.

La Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del adolescente está incluida en los índices bibliográficos siguientes:
ISOC-CSIC, Psicología y Sumarios ISOC; PSICODOC, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid; LATINDEX; COMPLUCOC,
Universidad Complutense de Madrid, IBECS, de la Biblioteca Nacional de Ciencias de la Salud del Instituto de Salud Carlos III
y DIALNET.

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CONSEJO DIRECTIVO
Director:
Alfons Icart Psicólogo, Director de la Fundació Orienta y Presidente del Grup TLP-Barcelona. Sant Boi de Llobregat (Barcelona)
Vocales:
Alberto Lasa Psiquiatra, Responsable Unidad de Psiquiatría Infantojuvenil de Uribe. Guetxo (Vizcaya)
Francisco Palacio Psiquiatra, Prof. de Medicina. Ex Jefe del Service de Psychiatrie de l’Enfant et de l’Adolescent, HUG. Ginebra
Jorge Tizón Psiquiatra, Profesor de la Universidad Ramon Llull. Barcelona
Juan Manzano Psiquiatra, Profesor de la Facultad de Medicina, Ex Director del Service Médico-Pédagogique. Ginebra
Mercè Mitjavila Psicóloga, Profesora titular. Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona
Rubén D. Gualtero Sociólogo. Ex Redactor jefe de la Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del adolescente. Barcelona

CONSEJO ASESOR Carles Pérez Testor (Barcelona)


Charo Alonso (Sevilla) María Angeles Quiroga (Madrid)
Jaume Aguilar (Barcelona) Ignasi Riera (Barcelona)
Alejandro Ávila-Espada (Salamanca) Jaume Sabrià (Sant Vicenç dels Horts)
Valentín Barenblit (Barcelona) Manuel Salamero (Barcelona)
Jaume Baró (Lleida) Paloma San Román Villalón (Albacete)
Teresa Brouard Aldamiz (Bilbao) Josep Toro (Barcelona)
María Jesús Buxó (Barcelona) Marta Trepat (Lleida)
Fernando Delgado Bermúdez (Sevilla) Mercedes Valcarce Avello (Madrid)
Mª Dolores Domínguez (S. de Compostela) Mercedes Valle Trapero (Madrid)
Leticia Escario (Barcelona) Llúcia Viloca Novellas (Barcelona)
Consuelo Escudero (Madrid)
Anna Fornós (Barcelona)
Cayetano García-Castrillón (Sevilla) Otros países
Pablo García Túnez (Granada) Marina Altmann (Uruguay)
José García Ibáñez (Reus) Delza María S. F. Araujo (Brasil)
Guillem Homet (Premià de Dalt) Hilda Botero C (Colombia)
Joaquín Ingelmo (Badajoz) Maria Jose Cordeiro (Portugal)
Ana Jiménez Pascual (Alcázar de San Juan) Bettina Cuevas (Paraguay)
Lluís Lalucat (Barcelona) Robert N. Emde (USA)
José María López Sánchez (Granada) María Edelmira Estrada (Argentina)
Maite Miró (Barcelona) Alberto Péndola (Perú)
Josep Moya (Sabadell) Esperanza Pérez de Plá (México)
Eulàlia Navarro (Sant Boi de Llobregat) Giancarlo Rigon (Italia)
Montserrat Palau (Sant Boi del Llobregat) Elena Toranzo (Argentina)
Fàtima Pegenaute (Barcelona) Maren Ulriksen de Viñar (Uruguay)

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Revista de

del niño y del adolescente

Noviembre / November 2016 28

Editorial....................................................................................................................................................................................7

Artículos / Articles

Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo


Defense mechanisms, warning signs and early intervention in autism
Juan Larbán Vera.....................................................................................................................................................................9

El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta: referencias para la intervención terapéutica y educativa
Prelanguage development and joint care: references for therapeutic and educational intervention
Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez.........................................................................................................................21

Parentalidad y procesos de integración yoica


Parenthood and self-integration processes
Teresa Isabel Correa y Elizabeth Blanda............................................................................................................................27

Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad
Prevalence of psychological disorders in childhood. Effect of sex and age
José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre..........................................................33

El falso trauma
False trauma
Juan Manzano........................................................................................................................................................................41

Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes


Working with the parents in Transference-Focused Therapy for Adolescents
Lina Normandin y Xavier Costa................................................................................................................................................45

Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes


Guide for the Borderline Personality Disorder diagnosis in adolescents
Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero..............................................................................................55

5
Deseando conectarse
Longing for connection
Antje von Boetticher.............................................................................................................................................................67

La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial
Mentalization-based treatment for patients with antisocial personality disorder
Izaskun Viloria Rodríguez y Sergi Ballespí Sola...............................................................................................................75

Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria


Keeping the focus in mind: focusing in daily clinical practice
Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau.....................................................83

Reseñas bibliográficas / Books reviews ...............................................................................................................................91

Noticias / News.........................................................................................................................................................................99

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Editorial
Como supongo que ya sabéis, este año, por causas diversas, hemos acordado aplazar la convocatoria del Premio so-
bre investigación de la Revista de Psicopatología y Salud mental del niño y del adolescente. El premio está dotado en 6.000 €,
patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, muy sensible hacia la comprensión y atención de
las enfermedades mentales. La fecha límite para presentar trabajos a este concurso finaliza el 31 de diciembre de 2016.
Hablando de Salud Mental, todos recordamos que hace unos días celebramos el Día Mundial de la Salud
Mental; un día especial donde toda la sociedad reflexiona, piensa y hace propuestas encaminadas a potenciar una
mejor atención a los trastornos mentales de la población, en especial a los niños y adolescentes. Queremos un futuro
mejor, más sano para todos, y que podamos cambiar la tendencia al aumento de las enfermedades mentales, hacia
una sociedad más sana. Para esto será prioritaria más solidaridad entre los pueblos, entre las personas y la oportu-
nidad para todos para conseguir una vida sana. Seguramente que, en estos momentos, donde los problemas inmi-
gratorios aumentan y las desigualdades entre pueblos y personas se agudizan, se hace más necesaria una reflexión
profunda para encontrar soluciones a estos dramas humanitarios.
El artículo que abre este número 28 es Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo, del
Dr. Juan Larbán, de Ibiza. Se trata de la segunda entrega sobre la comprensión acerca del proceso autístico que este
reputado psiquiatra ha tenido la generosidad de compartir con nuestra publicación. La primera parte del artículo,
Hacia una concepción integradora del autismo, centrado en la interacción y la intersubjetividad, se publicó en el pasado
número 27 (abril de 2016). En ambos artículos, el autor hace una síntesis sobre las ideas que tantos años de expe-
riencia le han brindado sobre esta patología.
El siguiente artículo, El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta: referencias para la intervención terapéutica
y educativa, responde al interés de la Revista para difundir las aportaciones de otros profesionales que, aunque no
estén trabajando específicamente en Salud Mental, creemos que serán de gran interés por nuestros lectores. En este
caso, se trata de dos profesionales que trabajan en el ámbito de la educación, Marc Monfort, logopeda, e Isabelle
Monfort Juárez, psicóloga, de Madrid, que nos hablan de la aplicación de la atención conjunta en patologías donde
los sentidos están severamente limitados.
El tercer artículo, Parentalidad y procesos de integración yoica, parte de una investigación realizada en la Facultad de
Psicología de la Universidad Nacional de San Luis, en Argentina, en la que las psicólogas Teresa Isabel Correa y
Elizabeth Blanda, a partir de material clínico, concluyen que la integración del yo es la resultante de ciertos procesos
que se dan en la interdependencia emocional de la función parental con el hijo. Se trata de un interesantísimo artículo
desde la óptica winnicottiana e intersubjetiva.
El siguiente artículo, Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad, de los psiquia-
tras José Miguel Antón San Martín y José Davis Seguí Durán y de la psicóloga Laura Antón Torre, de Málaga, es un
estudio que pretende determinar la prevalencia de los diferentes trastornos psicológicos y el efecto del género y la
edad en pacientes atendidos por Pediatría dentro el marco del Programa de coordinación y colaboración con el Programa
de Salud Mental Infantil. Se trata, pues, de un estudio muy necesario en un panorama cada vez más integrador en
la Atención Primaria, ya que, como los autores afirman, los resultados obtenidos contribuyen a adecuar mejor los
programas de coordinación, colaboración y atención a la población infantil y juvenil, así como la adaptación de los
programas formativos en la Salud Pública.

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El quinto artículo es del Prof. Juan Manzano, miembro del consejo directivo de la Revista. Se trata de una revisión
hecha por el propio autor del artículo que ya publicó en la Revista en 2003, donde precisa el término “trauma” y pre-
senta su comprensión del origen y de la naturaleza de la fantasía subyacente.
El siguiente artículo, Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes, responde
a la motivación de la Revista por dedicar un espacio lo más regularmente posible a la difusión del modelo de la Psi-
coterapia Focalizada en la Transferencia (TFP) creado por el Prof. Otto Kernberg y sus colaboradores, en una fuerte
apuesta por lo que creemos que es un marco innovador y eficiente para el tratamiento y diagnóstico del trastorno
límite de la personalidad. En este caso, se trata de un trabajo de la prof. Lina Normandin, de la Universidad de Laval
(Quebec) y de nuestro Jefe de Redacción, Xavier Costa, sobre el manejo de la necesaria presencia de los padres en los
tratamientos de TFP con adolescentes.
Siguiendo con este grave trastorno, en el siguiente artículo, la Dra. Silvia Monzón, de la Escuela de Psicoterapia y
Psicodrama de Madrid, y la Dra. María José Fernández-Guerrero, de la Facultad de Psicología de la Universidad Pon-
tificia de Salamanca, presentan una Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes.
Sin dejar la adolescencia, el siguiente artículo, Deseando conectarse, de Antje von Boetticher, psicóloga de la Univer-
sidad de Göttingen (Alemania), es una original y brillante aproximación a las implicaciones de los nuevos medios,
también en la terapia psicoanalítica, desde el marco de los conceptos de objetos transicionales y espacio potencial de
Winnicott.
El penúltimo artículo, La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno de personalidad an-
tisocial, de Izaskun Viloria y el Dr. Sergi Ballespí, investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona es la segunda
parte de un trabajo dedicado a estudiar la relación entre la mentalización y la conducta violenta, así como la adapta-
ción de la Terapia Basada en la Mentalización. La primera parte de este artículo, El papel de la mentalización en la etiología
de la conducta violenta, se publicó en el pasado número 27 (abril de 2016).
Cierra nuestro número de noviembre Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria, un resumen de las
ponencias que tuvieron lugar en la XII Jornada de la Fundació Eulàlia Torras de Beà el pasado junio, donde se home-
najeó a su fundadora y antigua miembro del consejo directivo de la Revista, la Dra. Eulàlia Torras. Albert Montaner,
psicólogo de la misma institución, ha compilado las ponencias de Sergi De Diego, de la Fundació Vidal i Barraquer,
Mª Teresa Miró, de la Fundació Eulàlia Torras de Beà, Jordi Sala, de la Fundació Hospital Sant Pere Claver y Montse-
rrat Palau, de la Fundació Orienta. El contenido de la jornada se centró en la focalización en la clínica infanto-juvenil
desde un enfoque psicodinámico y psicoanalítico.
Y, como punto final, deseamos a todos unas fiestas familiares i tranquilas de Navidad y un buen final de año; y un
recuerdo especial para aquellos que lo han perdido todo. Ellos también tienen derecho a celebrar sus fiestas navideñas
y a tener un final de año en paz.

Alfons Icart
Director

8
Mecanismos de defensa, signos de alarma e
intervención temprana en el autismo*
Juan Larbán Vera**

RESUMEN
El proceso autístico se va desarrollando con el aumento progresivo de un funcionamiento psíquico que se manifiesta en
unas modalidades defensivas particulares. Éstas son las responsables de los signos de alarma que, presentes en el bebé de
forma repetitiva, acumulativa y duradera, van llevando progresivamente al niño hacia un funcionamiento autista. Si, además
de detectar estos signos, se pudieran observar los factores de riesgo interactivos entre el bebé y su cuidador, las defensas del
bebé, y sobre todo, la evolución de la modalidad o estilo de interacción cuidador-bebé, sería posible plantear un tratamien-
to psicoterapéutico que ayude a modificar este estilo interactivo, interrumpiendo un proceso evolutivo autista patológico y
permitiendo un desarrollo sano y normalizado en gran número de casos. PALABRAS CLAVE: autismo, defensas autísticas,
signos de alarma, intervención temprana.

ABSTRACT
Defense mechanisms, warning signs and early intervention in autism. The autistic process unfolds with a progressive
increase in psychic, unconscious and unintentional operation, which manifests itself with particular defensive modalities.
They are responsible for warning signs that are present in the baby and appear repeatedly, accumulate and last over a long
period, gradually and locking the child in an inner world of autistic operation. If, in addition to these signs, risk factors are
also apparent in the interactions between the baby and his or her caregiver, in the baby’s defenses, and above all in the evo-
lution of the form or style of caregiver-baby interactions, it is then possible to propose psychotherapeutic treatment to help
to modify this style of interaction, thus interrupting the evolution of this pathological autistic process and in many cases
enabling healthy, standardized development. KEY WORDS: autism, autistic defenses, warning signs, early intervention.

RESUM
Mecanismes de defensa, signes d’alarma i intervenció primerenca en l’autisme. El procés autístic es va desenvolupant amb
l’augment progressiu d’un funcionament psíquic que es manifesta en unes modalitats defensives particulars. Aquestes són les res-
ponsables dels signes d’alarma que, presents en el nadó de forma repetitiva, acumulativa i duradora, van portant progressivament
el nen a un funcionament autista. Si, a banda de detectar aquests signes, es poguessin observar els factors de risc interactius entre el
nadó i el cuidador, seria possible plantejar un tractament psicoterapèutic que ajudés a modificar aquest estil interactiu i a interrompre
un procés evolutiu autista patològic per permetre així un desenvolupament sa i normalitzat en un gran nombre de casos. PARAU-
LES CLAU: autisme, defenses autístiques, signes d’alarma, intervenció primerenca.

El proceso defensivo autístico entre ambos, se va desarrollando con el aumento progresi-


vo en el niño de un funcionamiento psíquico, inconsciente
El proceso autístico, que puede manifestarse clínicamen- y no intencional, que se manifiesta con las modalidades
te en el bebé de forma progresiva, regresiva y/o fluctuante defensivas que comentamos a continuación.

*La primera parte del artículo, “Hacia una concepción integradora del autismo”, centrado en la interacción y la intersubjetividad,
se publicó en el número 27 (abril de 2016).
**Psiquiatra y Psicoterapeuta de niños, adolescentes y adultos. Ibiza.
Correspondencia: juan.larban@gmail.com

Recibido: 11/05/2015 – Aceptado: 4/03/2016

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 9-20 9


Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

Las defensas autísticas que es la dificultad de integración de los estímulos que


Defensas anti-relación-comunicación con el otro. Repliegue le llegan por los diferentes canales sensoriales. El bebé
sobre sí mismo y retirada relacional duradera con desconexión se “protege” del efecto amenazante y desorganizador de
emocional, aislamiento relacional y “ausencia” autísticos. El los estímulos tanto internos como externos que no pue-
niño que evolucionaría hacia un proceso autístico lo ha- de contener, ni asimilar, ni elaborar, sin la ayuda adecua-
ría pasando de la actitud de ensimismamiento (posición da de su entorno cuidador. Desarrolla entonces actitudes
evolutiva), hacia una actitud de retirada relacional dura- y conductas (refugio en la auto-estimulación sensorial)
dera y repetida con aislamiento y desconexión, tanto en contrarias a la integración de esos estímulos, que sería
el plano emocional y cognitivo como en la comunicación lo que se produciría en un bebé con un desarrollo sano.
y relación con el otro, lo que daría como resultado la ima- Estas actitudes tienen como objetivo en el bebé con fun-
gen del “bebé mentalmente ausente”. Sin olvidar la evi- cionamiento autista la disociación perceptiva (desmantela-
tación de la relación y comunicación con el otro a través miento sensorial) de los estímulos recibidos, privilegian-
de la mirada y de los estímulos auditivos (como cuando do su recepción a través de un solo canal sensorial para
duerme en exceso buscando refugio en el sueño) como no integrarlos, evitando así la interacción emocional con
signos característicos de dicho funcionamiento autísti- el otro.
co (defensivo y anti-evolutivo) (Palau, 2010). Además, Esta percepción a través de un solo canal sensorial,
hay que tener en cuenta que la evitación de la relación con su repetición y persistencia, lleva al niño finalmen-
y comunicación con el otro puede evolucionar hacia el te y por momentos, no solamente a no sentir (de senti-
rechazo, en caso de persistir los factores de riesgo en la mientos), sino también a no sentir (de sensación) más
interacción. que eso, en una especie de “anestesia” sensorial similar
Este funcionamiento defensivo y no evolutivo impi- a lo que ocurre cuando ejercemos una presión fuerte y
de en el bebé el desarrollo de la intersubjetividad y, por continuada con los dedos de la mano sobre un objeto
tanto, el desarrollo de la capacidad de compartir la expe- duro; al cabo de un tiempo, tenemos la sensación de que
riencia vivida con el otro. También podemos decir que los dedos y el objeto están unidos e indiferenciados. Lue-
dicho proceso autístico disminuye considerablemente la go, dejamos de sentir el contacto con el objeto (anestesia
resiliencia (resistencia ante situaciones que dificultan su sensorial). La hipersensibilidad a ciertos estímulos sono-
desarrollo y recuperación sin enfermar) del niño que lo ros (aspiradora, secador de pelo, etc.), cuando irrumpen
padece debido a la negación de la necesidad de la interac- de forma violenta e inesperada en su mundo interno,
ción con el otro, interacción que es la que en el niño sano muestra hasta qué punto estos niños son hipersensibles
permite el despliegue de todo su potencial evolutivo. a los estímulos de su entorno que, por estar disociados,
Defensas anti-integración, desmantelamiento sensorial (Melt- y ser irreconocibles e incomprensibles para ellos, cuan-
zer, 1975) o disociación de los diferentes estímulos sensoriales do ocurren de forma inesperada, penetran su armadura
percibidos con refugio en la auto-estimulación sensorial. El defensiva y desencadenan en ellos reacciones de pánico.
“trabajo” que tiene que hacer el bebé con la ayuda del Defensas anti-separación del otro, identificación adhesiva
entorno cuidador en su interacción con él para integrar (Meltzer, 1974) con el objeto-sujeto relacional, con el otro. El
las partes con el todo y la sensorialidad con la motricidad niño, en estos casos de funcionamiento autista, utiliza la
puede verse severamente afectado con semejante fun- mirada de forma periférica (percepción de contornos) y
cionamiento defensivo. La realidad interna y externa, así no central ni profunda, ya que se sitúa en una relación
como la interacción entre ambas, percibidas a través de dual y en un espacio bidimensional. Así se relaciona tam-
diferentes canales sensoriales, requiere de un trabajo de bién con los objetos y las personas, con una investidura
integración (mantelamiento sensorial), que va haciendo superficial y adherente hacia ellos. Esta modalidad de-
que lo percibido al principio separadamente en la comu- fensiva tiene por objeto, entre otros, evitar la separación
nicación sensorial y emocional con la madre pase a ser y diferenciación con el otro. La identificación adhesiva
percibido de forma integrada (primeras semanas de vida) se sitúa en el origen del funcionamiento mental y en la
por el bebé, gracias a las respuestas de la madre. construcción de la organización narcisista. Se relaciona
En situaciones repetidas, vividas como estresantes y con los fenómenos de imitación que toman en conside-
amenazantes, el bebé utiliza precozmente un mecanismo ración elementos formales y superficiales de los objetos.
de defensa basado en una dificultad inicial que padece y El funcionamiento mental opera en dos dimensiones.

10 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 9-20


Juan Larbán Vera

La identificación adhesiva se relaciona con dificultades La observación perceptiva involucra todo lo que puede
en la construcción de la fantasía de un espacio interno ser del orden de la conducta del niño y su entorno. ¿Qué
o mental, y de su equivalente en los objetos, que care- podemos observar en este nivel? Trabajando con niños
cerían así de interioridad. Este tipo de mecanismo de pequeños, podríamos preguntarnos: ¿cuál es el canal
defensa produce una dependencia absoluta del objeto, sensorial que el bebé privilegia como modo de comu-
adhiriéndose a él, sin ningún tipo de existencia separada nicarse: el visual, motriz, sonoro? ¿Privilegia siempre el
y sin ningún límite entre el objeto y la persona. Compor- mismo canal sensorial en detrimento de otros canales?
ta la dependencia extrema a la superficialidad de los ob- ¿Qué tipo de interacción corporal despliega? ¿Cómo es
jetos, a su apariencia, mostrando quien la padece, gran su mímica, sus gestos, su postura, su tono muscular?
sensibilidad hacia los agujeros y roturas, ignorando al ¿Es un bebé rígido o, por el contrario, llama la atención
mismo tiempo el interior y el estado afectivo interno del su hipotonía? ¿O es un bebé que puede acomodar su
otro y de sí mismo. El coger la mano del otro para uti- cuerpo y su tono muscular a diversas situaciones? Re-
lizarla como una prolongación de sí mismo puede con- cordemos que el cuerpo del bebé ocupa un lugar total-
siderarse como un ejemplo de identificación adhesiva. mente central, en tanto que, como dice Golse (2004),
Estas modalidades defensivas son las responsables “es la vía regia de acceso a los procesos de subjetivación,
de los signos de alarma que a continuación describiré de simbolización, de semantización y de semiotización
y que, presentes en el bebé de forma repetitiva, acumu- en la especie humana” con una intrincación muy estre-
lativa y duradera, van llevando progresivamente al niño, cha con lo psíquico. A nivel de las interacciones vocales,
protegiéndolo y encerrándolo en su mundo interno, ha- ¿balbucea, realiza murmullos, gorjeos, laleos, se canta?
cia un funcionamiento autista. Todo esto va constituyendo las primeras creaciones
sonoras, que si bien inicialmente obedecen a una bús-
Los signos de alarma en el bebé queda de sensaciones, al placer de la exploración y del
autoerotismo, van promoviendo respuestas en el entor-
Un excelente método de observación de bebés, que no y en estos movimientos sonoros de idas y vueltas
cuenta con el aval de muchos años de aplicación en la comienzan a desplegarse las primeras vocalizaciones y
formación de los psicoanalistas y posteriormente en el desarrollo del lenguaje. ¿Cómo se maneja con las in-
la formación de los profesionales de la salud mental teracciones visuales, qué tipo de mirada utiliza frecuen-
infanto-juvenil, que es muy útil también para las tareas temente? ¿Atenta, evasiva, distante, recíproca?
de detección y prevención, es el creado y desarrollado La receptividad empática y emocional le permite al obser-
por Esther Bick, supervisora durante su formación de vador experimentar dentro de sí mismo aquello que el
Donald Meltzer. Bick, creadora de lo que hoy día es una niño puede estar experimentando en ese mismo mo-
herramienta esencial para la atención del bebé en su mento.
entorno natural, ha publicado muy poco de su trabajo La receptividad inconsciente se manifiesta en la contra-
clínico y tareas de formación-supervisión en la Clínica transferencia o la transferencia del observador a través
Tavistock de Londres (1946-1960), donde trabajó bajo de sentimientos, representaciones, ideas, incluso mani-
la dirección de John Bowlby. festaciones físicas, que en un primer momento pueden
Didier Houzel, psiquiatra infantil y psicoanalista parecer vacías de sentido, pero que, en un análisis más
francés (1993, 2002), ha desarrollado una variante del profundo, resultan plenas de significación. Este aspec-
método de observación de bebés de Esther Bick en su to es el más difícil de ejercitar y sostener, y se requiere
contexto familiar y habitual que ha permitido conseguir de una experiencia grupal de supervisión para darle un
excelentes resultados, no solamente para la formación sentido al significado latente. Estamos hablando de un
de profesionales que se ocupan de los niños pequeños, método de observación de bebés y niños pequeños en
sino también como método de observación para de- su contexto natural (medio familiar), tanto en situacio-
tectar situaciones de riesgo evolutivo hacia el funciona- nes normales como de riesgo. Houzel y colaboradores,
miento autista en el bebé y desarrollar intervenciones a partir de su experiencia en el ámbito de la observación
terapéuticas que lo eviten o que lo corrijan, en sus esta- de bebés, han propuesto reagrupar los diferentes sig-
dios iniciales. Houzel nos introduce en la observación nos de alarma de la siguiente forma.
de bebés situándola en tres niveles. Signos psicomotores: ausencia de ajuste o acoplamiento

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 9-20 11


Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

postural o de “diálogo tónico”, ausencia de anticipa- Ausencia o poca presencia de la sonrisa intencional o social.
ción mimética, hipertonías o hipotonías paradójicas y No suele participar en la interacción emocional con el otro.
sin causa pediátrica. Muestra alteraciones de la capacidad de sonreír como expresión
Anomalías de la mirada: retraso en la instauración de de placer en el intercambio relacional con el otro. No es la
una mirada penetrante, prevalencia de la mirada periféri- sonrisa beatífica de satisfacción de una necesidad fisiológica.Es
ca sobre la central, conductas de evitación de la mirada. la primera señal interactiva, relacional y comunicacional, con
No aparición de los tres elementos organizadores del psiquis- carácter intencional, expresada por el bebé***. Se presenta a
mo temprano del niño, según Spitz (1970, 2001): sonrisa partir de la cuarta y sexta semana. Si a los tres meses no
intencional o social, angustia del extraño y conductas aparece en el bebé y en la interacción con su cuidador,
de negación y oposición con la manifestación del no, nos encontramos ante una situación de riesgo de co-
por parte del niño. mienzo de funcionamiento autista. La sonrisa intencio-
Anomalías del grito: demasiado monocorde y monóto- nal a esta edad es un signo de paso de la imitación a la
no, no diferenciado, sin aparición de la especialización identificación. Su ausencia o poca presencia indicaría la
funcional. dificultad de establecer una relación intersubjetiva con
Trastornos del sueño: insomnios tranquilos o beatíficos, el otro, intersubjetividad que consiste en la capacidad
es decir, sin llamada y sin reivindicación de la presencia de compartir la experiencia subjetiva vivida en la inte-
del cuidador. racción con el otro. La intersubjetividad, base de la em-
Trastornos alimenticios diversos: anorexia primaria masi- patía, es un elemento fundamental para la comprensión
va, o evocadora, de presencia más rara. interpersonal. La aparición y permanencia de la sonrisa
Ciertas fobias variables y atípicas con respecto a la intencional evidencia en el bebé tanto el desarrollo de
edad del niño. la integración sensorial como de su capacidad de rela-
Ninguno de estos signos de alarma es específico del ción intersubjetiva con el otro, además de ser el inicio
funcionamiento autista en el niño; sin embargo, es el del intercambio emocional.
agrupamiento y la persistencia de algunos de estos sig- Frecuentemente está con la mirada fija, ausente y como desco-
nos lo que debe atraer la atención del observador. nectado del exterior. Aislamiento más que ensimismamiento. Ve
pero no mira. La mirada no es instrumento comunicativo y de
Perspectiva evolutiva intercambio emocional. No sigue con la mirada**. Ausencia
Los factores de riesgo interactivo y los signos de alar- de mirada profunda y central. Mirada huidiza, de evita-
ma por sí solos no son elementos causales. Los factores ción y periférica. El niño no se refleja en el espejo de la
de riesgo y signos de alarma aislados representan un mirada de quien lo cuida, ya que evita y rechaza mirarlo.
débil potencial generador de patología. Sin embargo, El niño se muestra muy bueno, muy fácil de tratar, duerme
su presencia acumulativa y repetitiva en la interacción mucho y es muy tranquilo**. En estas condiciones, es muy
precoz del entorno cuidador con el bebé y viceversa probable que el bebé se refugie en el sueño como meca-
lleva a desviaciones y malos resultados en términos de nismo de retirada relacional y recurra a mecanismos de
desarrollo, sobre todo si esto ocurre en los momentos auto-estimulación sensorial cuando está despierto, tales
sensibles de constitución en el bebé de una determina- como regurgitaciones o balanceos, en lugar de reclamar
da función, como es en este caso el acceso a la inter- la atención de su cuidador. No pide con su llanto cuan-
subjetividad. Es la acumulación repetitiva y duradera de do se supone que tendría que tener hambre. Cuanto
los factores de riesgo y signos de alarma, así como la mayor es el niño, menos necesidad de sueño tiene y
potenciación de los unos para con los otros, lo que in- más importante es para él la necesidad de desarrollar
crementa la posibilidad de desviaciones en el desarrollo su curiosidad, explorar su cuerpo y entorno inmediato
del bebé y su psicopatología. para aprender de ellos. La avidez relacional que muestra
el bebé sano a esta edad es muy importante. Los signos
Signos de alarma presentes en el bebé hasta los de aislamiento y repliegue relacional duraderos indican
tres meses de vida un posible refugio en la auto-autoestimulación senso-
A continuación, se muestran los signos de alarma rial por parte del bebé.
de mayor a menor gravedad, según el número de as- Oye pero no atiende cuando se le solicita o se le llama**. Sor-
teriscos. dera ficticia. Debido a sus dificultades de integración

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Juan Larbán Vera

sensorial el niño puede pasar del aislamiento sensorial discapacidad les provoca serias dificultades para inves-
auditivo a una hipersensibilidad dolorosa ante un ruido tirlo.
inesperado (aspirador, truenos, portazo, petardos, etc.). La participación activa del bebé en el proceso de evi-
No reclama, no pide llorando,o su llanto es apagado e inex- tación de la relación y de la comunicación, tanto visual
presivo. No comparte. No hace con el otro, y si lo hace a veces, (evitación y rechazo del contacto visual) como auditiva
no es por propia iniciativa sino por la insistencia del otro**. y corporal, a través del sueño como refugio y como
Ausencia o poca frecuencia de reciprocidad, de mo- mecanismo de defensa contra los estímulos no asimila-
mentos de acceso a la intersubjetividad. bles, mecanismos de defensa tanto más visibles cuanto
Ausencia o poca frecuencia de movimientos anticipatorios, más nos acercamos a los tres meses, sería el indicador
como estirar los brazos al ir a cogerlo o pidiendo ser cogido. más fiable para realizar un diagnóstico hacia una posi-
No hace gestos anticipatorios que comuniquen una demanda de ble evolución de tipo autista en el niño. El diagnóstico
relación. No hay deseo de relación**. diferencial con un proceso depresivo del bebé puede
Ausencia o muy poca autorregulación del tono muscular hacerse basándose en la conducta activa de evitación
corporal. Existencia de hipertonía y/o hipotonía manifiesta al y rechazo de la comunicación con el otro indicado an-
manipularlo y, sobre todo, al intentar acogerlo en el regazo**. teriormente, ya que el bebé deprimido no suele evitar
Puede expresar un desajuste, un desacoplamiento pro- ni rechazar activamente la comunicación aunque se
fundo y duradero en la interacción cuidador-bebé. Se muestre apático, desvitalizado y con una pobre o débil
puede producir una evolución hacia el rechazo a ser respuesta a los estímulos en la interacción con el otro.
cogido en brazos.
Poca o nula curiosidad exploratoria de sí mismo, del otro, Signos de alarma presentes en el bebé hasta los
y de su entorno. No reclama la presencia de cuidadores ni de seis meses de vida
objetos**. No suele utilizar las manos ni para explorar, La persistencia, duración y agravación de los signos
ni para coger, ni para recibir, solamente para auto-es- de alarma presentes en la etapa anterior, por su carácter
timular sus sensaciones. No juega con su cuerpo ni lo repetitivo y cronificador, empeora el pronóstico evo-
explora (manos, pies, etc.). lutivo. En este caso, habría que añadirles un asterisco
Existe una falta de balbuceo o bien es muy limitado. En la más. A los signos de alarma antes indicados se pueden
interacción con el cuidador no imita los sonidos cuando éste añadir en esta etapa evolutiva los siguientes signos de
le habla*. Frecuentemente rechaza el contacto con el alarma.
otro. No participa en la interacción cuando se le habla Apariencia de felicidad y de no frustración debido a su es-
con sonidos tales como gorjeos y laleos. No le gusta, no tado de no diferenciación en la relación con el otro****. Si el
ríe cuando le hacen cosquillas. otro no existe como diferente, no hay expectativas con
Hay hipersensibilidad y baja tolerancia a la frustración con respecto al otro, no hay demanda, y por tanto, no hay
ausencia de progreso en la capacidad de esperar la satisfacción frustración.
de sus necesidades fisiológicas, como el hambre*. Una vez sa- Presencia de movimientos corporales estereotipados, repetiti-
ciado parece no necesitar más (relación, comunicación, vos e invariables como balanceo, gimoteo, aleteo de manos, con
caricias, juegos, etc.) y se duerme o se retrae aislándose. los que el bebé intenta, a través de la sensación que le producen
Ausencia o poca presencia de la capacidad de anticipa- estos movimientos, llegar a un estado de no cambio, en el que
ción y de atención. no existe ni el tiempo ni el espacio****. Así se tranquili-
Trastornos del sueño con irritabilidad y con dificultades za y, al mismo tiempo, evita la incertidumbre cargada
para ser consolado en los brazos de quien lo cuida*. Posi- de angustias catastróficas que vive en la relación con el
ble desajuste relacional, en la interacción bebé-entorno otro, relación cargada de emociones imprevisibles y no
cuidador, que en caso de prolongarse en el tiempo au- tangible, sujeta siempre al riesgo del cambio, del des-
mentaría el riesgo. encuentro.
Malformación y/o discapacidad sensorial y/o motora en el Ausencia o poca presencia de interacción lúdica en la relación
bebé, con dificultades para la relación y comunicación y con padres-bebé. Inexistencia o poca presencia de un espacio de juego
repercusión negativa y durable sobre su entorno**. Duelo di- espontáneo y sin reglas pre-establecidas. Inexistencia de juego
fícil o imposible del hijo ideal al encontrarse los padres creativo en el que las reglas se van poniendo y desarrollando
con un hijo real que a causa de su malformación y/o a medida que se va jugando: juego de los cinco lobitos, atrapa

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Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

el bichito, Cu-Cu...Tac-Tac***. Los juegos de presencia- sensorial equivalente al balanceo, golpeteo de cabeza,
ausencia, soporte material y lúdico para la simboliza- aleteo de manos, etc.
ción, están ausentes en estos niños que no juegan, aun- Ausencia o poca presencia de placer en el baño**. No juega,
que se les solicite para ello. No juegan ni chupetean no chapotea.
el pezón de la madre o la tetina del biberón. La falta Con frecuencia presenta conductas agresivas y auto-agresi-
de interés y de participación en estos juegos tiene que vas** cuando se interrumpe su aislamiento y aparente
ver con su incapacidad relacional y comunicacional, así estado de felicidad.
como su consecutivo y posterior rechazo como meca- En esta etapa evolutiva, el niño, si evoluciona ade-
nismo de defensa; incapacidad y rechazo hacia lo que cuadamente, va desplazando su interés, que estaba muy
estos juegos tienen de simbólico (presencia-ausencia) y centrado en la interacción con su cuidador de referen-
de sorpresa ante el cambio inesperado, etc. cia, hacia objetos externos que espera explorar y descu-
Insensibilidad o muy poca sensibilidad al dolor***. Esto brir con su ayuda, compartiendo con él esta experiencia
es debido a la falta de integración de las sensaciones del interés por el otro, por lo otro, que no es el noso-
corporales con las emociones. tros, ni el tú y yo.
Ausencia o poca presencia de vinculación lúdica progresiva
con algún objeto del entorno que, sustituyendo a quien le cuida, Signos de alarma presentes en el bebé hasta los
le proporciona seguridad, le tranquiliza y le sirve de compañía doce meses de vida
en su ausencia**. Objeto con el que el niño sano puede La persistencia, duración y agravación de los factores
encontrar una equivalencia sensorial similar a la vivida de riesgo presentes en las etapas anteriores, por su ca-
con su cuidador, que adquiere entonces la característica rácter repetitivo y cronificador, empeora el pronóstico
de proto-símbolo, es decir, de objeto que le sirve de evolutivo. En este caso, habría que añadirles un asteris-
base al bebé para calmarse y consolarse en asusencia de co más. A los factores de riesgo antes indicados se pue-
su cuidador, siendo investido posteriormente por él en den añadir en esta etapa evolutiva los siguientes signos
tanto que objeto que representa y simboliza al cuidador de alarma.
ausente. Al representar y simbolizar la función materna Ausencia o poca presencia de conductas relacionales con el
ausente, el niño puede desplazar progresivamente esa otro****; como por ejemplo:
cualidad a otros objetos y situaciones, creando un es- a. El niño gatea sin girarse para comprobar la presencia
pacio transicional (Winnicot, 2002) en el que va discri- de la madre o del educador.
minando y diferenciando el yo del no-yo, y luego, el yo, b. El niño no lanza objetos esperando que el adulto los
del otro, así como los límites de su mundo interno y del recoja. En el niño sano, esta actividad se convierte en
externo, al mismo tiempo que va ganando en espacio un juego que le permite ser parte activa en el proceso
personal y en autonomía. Los niños con riesgo de fun- de separación y encuentro que de forma simbólica
cionamiento autista solo utilizan objetos si los buscan repite y reproduce con la ayuda de la madre al se-
como fuente de excitación auto-sensorial, relacionán- pararse de los objetos que lanza al suelo y volver a
dose con ellos de forma repetitiva y estereotipada. No encontrarse con ellos cuando la madre los pone de
son objetos a descubrir, explorar y jugar con ellos. Este nuevo en sus manos. Se trata de un juego simbólico
tipo de vinculación con objetos –no madre– se inicia al de presencia-ausencia de la madre y del objeto que la
final del primer semestre y se desarrolla sobre todo en representa.
el segundo semestre de vida del niño. c. Cuando hace una acción, no se gira para mirar, espe-
Dificultades persistentes con la alimentación**. Ausencia rando el asentimiento complaciente del adulto.
de placer, ilusión y sentido en el acto de comer. Fre- Ausencia o poca presencia de momentos de atención compar-
cuentemente, utilizan los alimentos como estímulo au- tida hacia objetos externos en la interacción con el otro y con
to-sensorial, guardándolos en la boca. Tienen una rela- predilección por focalizar su atención sobre el mundo de los
ción con la alimentación muy rara y perturbada. Unas objetos más que sobre las personas****.
veces comen con gran voracidad y otras no comen. No suele señalar para formular demandas. El niño con fun-
Frecuentemente no chupan ni succionan. El mericis- cionamiento autista no señala para comunicar que le falta algo
mo y la rumiación (regurgitaciones alimenticias repeti- ni que lo necesita porque sus defensas le impiden la diferen-
das) constituyen una modalidad de estimulación auto ciación-separación y le protegen de la toma de conciencia de la

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ausencia, de la falta del otro o de lo otro****. Al no poder sobre todo emocional con el otro, no desarrolla (o lo
tener conciencia de que le falta algo (sensación intole- hace con dificultad) la capacidad de expresión emocio-
rable para él), no puede pedirlo. Al evitar y rechazar la nal que normalmente se adquiere a través de la inte-
comunicación con el otro, no le demanda, no le pide. racción emocional con el cuidador que con su actitud,
No presenta signos de comprender la intencionalidad de los mirada, caricias, etc., le sirve de espejo al bebé para re-
gestos, actitudes y movimientos del otro cuando se dirige hacia conocerse como un ser parecido y a la vez separado y
él****. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el adulto cui- diferente de él, haciéndose así una imagen interna de
dador tiene la intención de cogerlo en brazos, de dejarlo sí mismo y del otro que le cuida. Para reconocer al otro
en su cuna, de darle o pedirle una cosa, antes de iniciar como externo, separado y diferente de sí mismo, hace falta que
el movimiento para realizar la acción. Desde los siete se produzca al menos la integración de la percepción sensorial
meses, el niño que se desarrolla normalmente es capaz de los estímulos que le llegan al bebé por dos canales sensoriales
de captar la intencionalidad de la actitud del otro, algo diferentes.
que va más allá de la mera imitación del movimiento del El niño que se va refugiando progresivamente en un
otro, de lo que hace el otro, ya que implica un proceso funcionamiento autista fija su atención a través de la
de identificación con el otro, es decir, hacer suyas las autoestimulación sensorial, en un solo tipo de estímulo
emociones, pensamientos, intenciones, etc., a través de sensorial para evitar su integración y protegerse así de
la identificación empática interactiva con el otro. lo que vive como amenazante, demasiado dolororoso o
No suele mostrar extrañeza ni parece extrañar a la madre frustrante para él, en la interacción con el otro. Veamos
ante un adulto desconocido****. La no diferenciación le un ejemplo.
impide y le evita el sentir extrañeza ante el desconoci- El bebé está siendo amamantado por su madre. De
do y también extrañar a la madre, pues para él no hay repente, un ruido inesperado rompe la armonía de la
separación de ella. interacción. El bebé se asusta, y deja de mamar. La ma-
No suele responder cuando se le llama por su nombre****. dre, si está atenta y receptiva a lo que ha ocurrido y a
Sin continente psíquico no hay contenido, no hay re- lo que le pasa a su hijo, no lo forzará para que siga co-
presentaciones mentales de los objetos ni de las perso- miendo sino que, focalizando su atención en él, inten-
nas, ni de sí mismo, porque no se reconoce, no respon- tará tranquilizarlo con su actitud corporal, sus caricias,
de a su nombre. sus palabras, etc. Su hijo, atento a lo que le transmite
No suele hacer ni reproducir sonidos que indiquen un co- emocionalmente la madre, puede entonces interiorizar
mienzo de comunicación pre-verbal****. De nuevo vemos como experiencia un conjunto de sensaciones agrada-
aquí que la incapacidad de comunicar, de comunicarse, bles, tranquilizadoras, y no solamente el susto y la rup-
lleva al niño con funcionamiento autista a rechazar y a tura de la armonía interactiva que ha provocado en ese
negar la necesidad de relacionarse, de comunicarse no momento el desencuentro doloroso y frustrante con la
verbalmente con el otro. Esto conlleva la imposibilidad madre. Esto es posible gracias a la integración percep-
de adquirir una comunicación pre-verbal que conduzca tiva transmodal que el bebé hace en estas circunstancias
al niño con desarrollo sano a iniciarse en la comuni- ambientales faborables de los flujos sensoriales que le
cación verbal con el otro. A través de los sonidos que llegan como estímulos por la vía interactiva visual, tác-
emite, el niño comunica verbalmente y al mismo tiem- til, auditiva… desde su madre, que en este caso sería
po incorpora e interioriza el continente que encuadra la “su objeto-sujeto relacional”. Así, poco a poco, el bebé
comunicación y el contexto en el que se produce, que no solamente integra su sensorialidad sino que la vive
es lo que le da sentido. El continente, lo que contiene la en su contexto (dándole sentido a la experiencia) y si-
comunicación, la estructura que lo sustenta, tiene que tuándola en la relación emocional con el otro. De esta
ver con el ritmo, la prosodia, la alternancia, la reciproci- manera, el bebé puede no solamente comprender lo
dad y la correspondencia. que está viendo, lo que está pasando, sino que también
No suele expresar emociones ni reclama atención****. Éste va aprendiendo de la experiencia, al mismo tiempo que
es otro signo que indica no relación y no comunica- la va construyendo. En este caso, si como hemos dicho
ción emocional. Esto se debe a la dificultad de estos el entorno cuidador del bebé es un entorno facilitador,
niños para conectar el sentir de sensación con el sentir el bebé comprende que su madre no es el ruido que
de sentimiento. Al evitar o rechazar la comunicación, lo ha asustado, sino que es “eso”, externo a él, que lo

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Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

quiere, lo cuida, lo calma y lo tranquiliza. Se puede for- desarrollo psicomotor, no es específico de una posible
mar así la imagen interna de un objeto-sujeto relacional evolución autista.
cuidador con las características de deseable, agradable Ante el espejo, no suele sentir curiosidad por su imagen, la
y placentero, además de calmante, protector y tranqui- evita, e incluso rechaza el mirarla***. Es un signo bastan-
lizador. te específico de funcionamiento autista. Sin embargo,
Es muy conocida la experiencia realizada con bebés a esta edad, no es tan grave como a los 18 meses, ya
de algunos días: el bebé chupa la tetina de su biberón que esta capacidad de interesarse, verse y reconocerse a
de una determinada forma sin haberla visto antes y, sin través del espejo para incorporar en su mundo interno
embargo, es capaz de orientar de forma preferente su la imagen y la representación mental, a la vez real e
mirada hacia la representación gráfica de esta misma idealizada de sí mismo, se va desarrollando entre los
tetina entre otros dibujos de tetinas diferentes que se seis y 18 meses. No obstante, en el niño que evoluciona
le presentan. Podemos deducir de esta experiencia que con riesgo de funcionamiento autista, estas dificultades
el bebé es capaz de extraer de sus sensaciones táctiles de verse y reconocerse surgen antes de verse reflejado
(succión) una estructura morfológica que localiza en- en un espejo, ya que al evitar la relación y comunicación
seguida en el seno de sus sensaciones visuales (integra- con el otro a través de la mirada que para él haría la fun-
ción perceptiva transmodal) lo que se podría considerar ción de espejo, no puede verse reflejado en ella.
como un esbozo o un comienzo del desarrollo de la Trastornos del sueño***. Aunque son inespecíficos de
capacidad de abstracción en el bebé. la evolución hacia un funcionamiento autista, en el caso
A esta edad, sus dificultades emocionales, cognitivas, de un exceso de sueño expresan una modalidad de ais-
comunicacionales e interactivas se hacen más eviden- lamiento y repliegue que, junto con otros signos anti-
tes. Las defensas activas anti-integración sensorial y an- relación y anti-comunicación, van en el sentido de las
ti-emoción en la relación con el otro hacen todavía más defensas autistas. Si el niño, aunque despierto, está con
patente esta dificultad interactiva en la interrelación del los ojos abiertos pero con la mirada perdida y ausente
niño con su entorno cuidador y acentúa la ausencia de largo tiempo, también podría indicar un funcionamien-
relación intersubjetiva con el otro. Los aspectos emo- to defensivo autista; tanto más a estas edades, en que la
cionales son muchas veces imprevisibles y desconcer- necesidad de ensimismamiento es menor.
tantes, una razón más para que el niño con funciona- A esta edad, el niño con riesgo de funcionamiento autis-
miento autista los evite y rechace. ta puede experimentar estados de miedo e incluso pánico ante
El aislamiento y repliegue afectivo lleva al niño a una in- ciertas situaciones desconocidas o determinados ruidos, elec-
diferencia ante los sonidos o a una excesiva sensibilidad ante trodomésticos, petardos, etc***. Situaciones y ruidos que
algunos de ellos cuando penetran su barrera defensiva****. “penetran” por las brechas de su armadura defensiva
Suele utilizar los objetos de forma estereotipada. No juega lo desorganizan y asustan, ya que, al no poder integrar
con ellos ni los explora****. Ya hemos visto el cómo y los estímulos sensoriales que le llegan del objeto-sujeto
el por qué de esta actitud no lúdica, no exploratoria relacional, no puede hacerse una idea de lo que está
y de utilización no simbólica, cuando hablábamos an- pasando.
teriormente del espacio, los objetos y los fenómenos Ante un adulto desconocido el niño reacciona frecuentemente
transicionales. A esta edad, esta incapacidad, reforzada con llanto y pánico difícil de calmar y contener por la madre
por las defensas autistas se hace más evidente, más pa- o su cuidador habitual***. En este caso, la reacción de
tológica y con mayor nivel de riesgo de instalación en pánico y llanto indica un esbozo de diferenciación y
un funcionamiento autista. amenaza de separación para el niño, con el consiguiente
Presenta un “gateo raro”, estereotipado, en el que es difícil riesgo de ausencia y de pérdida de la persona que le cui-
ver el componente intencional del movimiento del niño, ya que da. Se trata de una situación y una vivencia que puede
lo utiliza solamente, o también, como fuente de autoestimula- ser intolerable para el niño y que puede llevarlo -según
ción sensorial****. sea su evolución y la reacción de su entorno cuidador
Hipotonía. Retraso en la adquisición de la posición de para consolarle y tranquilizarle- a una continuidad pro-
sentado y de pie***. Se suele corresponder con una in- gresiva de su proceso de apertura o hacia un movimien-
hibición psicomotora. Por ser un signo compartido to regresivo de repliegue relacional con refuerzo de sus
con una evolución depresiva y con otros retrasos en el defensas y barrera autista tras la que puede encerrarse

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de nuevo. Depende también una u otra evolución de precoces en el desarrollo y en la comunicación con sus
la fortaleza y seguridad del vínculo que el niño puede hijos durante el primer año. Además, la experiencia clí-
tener con quien le cuida. nica basada en el estudio e investigación del estilo de
No aparecen las primeras palabras comunicativas o, si apa- interacción precoz entorno cuidador-bebé y, más es-
recen, son poco frecuentes y escasas***; palabras como por pecíficamente, padres-bebé, muestran que este tipo de
ejemplo: “a..j..o”, “m..a..m..a”, “p..a..p..a”, etc., que, intervención temprana es posible (Larbán, 2008). Para
progresivamente, en la interacción con quien le cuida, conseguirlo, habría que cambiar los parámetros tardíos
se convierten en “ajo”, “mamá”, “papá”. En la misma en los que los profesionales nos apoyamos actualmente
interacción, la madre contextualiza y da sentido a las para efectuar la detección y utilizar los que hemos indi-
vocalizaciones de su hijo, convirtiéndolas en mamá y cado anteriormente (las dificultades duraderas y repeti-
papá. El hijo las repite y las integra en la interacción tivas, tanto para la integración de la sensorialidad como
dándoles sentido y descubriendo posteriormente su para el desarrollo de la intersubjetividad) como factores
significado gracias a las reacciones de la madre en su precoces de riesgo interactivo de una posible evolución
relación con él. Este signo de alarma es compartido por hacia un funcionamiento autista del niño.
otros niños con retraso en la adquisición de lenguaje Es importante tener en cuenta que estudios recientes,
que no tienen funcionamiento autista. basados en los datos personales recogidos durante va-
Suele tener unas relaciones interpersonales apagadas, con rios años a partir de filmaciones familiares, efectuados
bajo tono vital***. Este signo de alarma es compartido por Sandra Maestro y Filippo Muratori, profesores de
con los niños que evolucionan con otros procesos no la Universidad de Pisa (Italia), muestran que entre los
autistas como, por ejemplo, procesos depresivos, retra- seis meses y el año, en un porcentaje muy importan-
sos mentales, etc. te de casos (87 %), se puede detectar y diagnosticar la
En este momento evolutivo del segundo semestre de evolución hacia un funcionamiento autista de carácter
vida del niño, podemos ver cómo la presencia de los progresivo y fluctuante-progresivo. Quedarían exclui-
factores de riesgo interactivo, así como de los signos dos de este seguimiento evolutivo y evaluativo el 13 %
de alarma de una evolución hacia un funcionamiento restante de niños que, entre los 15 y 24 meses, pueden
autista, por su persistencia, repetición, sumación y po- presentar un funcionamiento autista de tipo regresivo
tenciación, van alejando al niño de un desarrollo sano que se presenta frecuentemente como reactivo y aso-
y normalizado, a la vez que lo van encerrando cada vez ciado a una cascada de pérdidas importantes para éstos,
más en un rígido sistema defensivo que, al mismo tiem- tal y como indicábamos en el apartado de la evolución
po que lo proteje, lo aisla, generando toda una serie del proceso autístico al referirnos a la evolución regresi-
de deficiencias básicas y fundamentales (perceptivas, va (Maestroet et al., 1999, 2001, y Muratori, 2008, 2009,
emocionales, cognitivas, relacionales…) que dificultan 2012).
e impiden su constitución y desarrollo como sujeto. Actualmente, la detección del funcionamiento autista
del niño se hace, como muy pronto, a los 18 meses,
La intervención temprana utilizando el m-CHAT, escala de evaluación de factores
de riesgo (validada estadísticamente y adaptada para su
Ya hemos visto que la base del desarrollo sano en el utilización en España) que tiene solamente en cuenta
niño, así como el proceso de desarrollo del trastorno los signos de alarma presentes en el niño, basándose
autista (sin negar la importancia de los factores gené- para la exploración clínica en la triada de Wing, que,
ticos y constitucionales, es decir, el temperamento del como ya hemos visto, indica las consecuencias de un
niño), tienen mucho que ver con la crianza, con el estilo trastorno psicopatológico mucho más precoz que, de
de interacción que se va estableciendo entre el entorno tenerlo en cuenta, permitiría detecciones mucho más
cuidador y el bebé a lo largo de su primer año de vida. tempranas durante el primer año de vida.
Desde esta perspectiva, la detección, diagnóstico y tra- Respecto al diagnóstico clínico, no podemos olvidar
tamiento de los factores de riesgo presentes en el niño que uno adecuado es lo que permite poner en marcha
y en la interacción con él serían posibles en el primer un tratamiento acertado. El diagnóstico del funciona-
año de vida, como lo demuestra el importante porcen- miento autista se basa en la conducta observada en la
taje de padres (30 % - 50 %) que observan alteraciones interacción. La interpretación de la significación de una

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Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

conducta alterada, ausente o retrasada, depende de una sus temores pero sin ser cómplice de ellos, ajustándose
sólida base de conocimiento clínico. La experiencia del a la evolución de sus defensas, buscando la forma de in-
profesional también es muy importante. Sin embar- teresarlo en lo que le proponemos, y siempre teniendo
go, en un primer momento, hay que considerar que más en cuenta sus intereses que los nuestros, facilita la
el diagnóstico de autismo sea una hipótesis que tiene interacción y permite el establecimiento de una rudimen-
que someterse sistemáticamente a prueba. Es impor- taria alianza terapéutica que es la base en la que se apo-
tante hacer un diagnóstico diferencial con otros tras- ya todo progreso terapéutico y educativo, no solamente
tornos similares y, si la situación lo requiere, se hará en el seno de una relación profesional, sino también de
un diagnóstico interdisciplinar. Se tendrá que escuchar crianza.
ampliamente a la familia y observar cuidadosamente al La alianza terapéutica se fundamenta en la interac-
paciente. Se harán pruebas psicológicas si se considera ción empática que se establece entre dos personas o
necesario y se elaborará una historia biográfica y clínica más, con el objetivo común de conseguir unos determi-
del curso del trastorno desde el comienzo. Así, pue- nados resultados. Esto supone, en el seno de una rela-
de diagnosticarse el autismo de forma bastante fiable ción de ayuda, el desarrollo de un proceso co-construi-
(Frith, 1995). do en el seno de una interacción evolutiva y en espiral
Hay que destacar el importante trabajo clínico y de que, aunque asimétrica entre quien da y quien recibe
investigación efectuado en el servicio de pediatría (neo- ayuda, supone una relación de comprensión y de inter-
natología y neuropediatría) del hospital de Sagunto en dependencia recíproca, además de una colaboración y
España, llevado a cabo por destacados profesionales de respeto mutuos. La base de esta alianza terapéutica en
la neuropediatría, Mercedes Benac, y de la psicología un sentido amplio sería la comprensión empática con
clínica, Pascual Palau, que está permitiendo el diagnós- las características antes descritas, que permite al tera-
tico y tratamiento psicoterapéutico (centrado en la in- peuta o al que presta ayuda comprender lo que siente y
teracción padres-bebé) del comienzo de los trastornos lo que piensa el otro “como si” estuviese en su interior.
psicosomáticos y autísticos primarios en las primeras A su vez, este proceso interactivo permite sin pedírse-
semanas de vida del bebé, evitando así que dichos tras- lo, que el otro, a su vez, intente comprendernos de la
tornos se instalen y cronifiquen en el psiquismo tem- misma forma.
prano del niño (Palau, 2009a, 2009b). Me parece oportuno señalar la importancia de que,
Conviene saber que, antes de los tres años, el trata- tanto en el momento de la detección como del diagnós-
miento preferente y el que da mejores resultados es tico, la información que se transmita a los padres se haga
el psicoterapéutico centrado en la interacción padres- en el seno de una alianza terapéutica y poniendo también
bebé, teniendo en cuenta en un sentido más amplio de relieve los aspectos sanos y positivos tanto del bebé
el entorno cuidador del niño. Es, a partir de los tres como de los padres y de la interacción entre ellos.
años, que el trastorno interactivo autista se interioriza Puede hacerse necesario evitar, en el momento de la
y pasa a formar parte de la personalidad del niño. Los detección, la palabra autismo y emplear más bien tér-
tratamientos son entonces mucho más costosos en minos como evitación de la mirada y/o de la relación y
todos los sentidos y con resultados menos satisfacto- comunicación.
rios. Según el modo relacional de comprender el au- Para facilitar una evolución favorable sería necesario
tismo (Manzano, 2010), las intervenciones más tardías, que el profesional adecuadamente formado que tenga
sean de tipo logopédico, psicomotor, psico-educativo un vínculo duradero de confianza con el niño y la fami-
o psico-farmacológico, tendrían que inscribirse en una lia se constituya en un referente tanto para los padres
dinámica relacional, privilegiando las interacciones y el niño, como para los profesionales e instituciones
emocionales y lúdicas, contando con la participación implicados. Se evitaría así la fragmentación, la descoor-
activa de los padres y de todos aquellos profesionales dinación y la discontinuidad de cuidados, elementos
que forman el entorno cuidador del niño (Greenspan agravantes y cronificadores de una evolución que fre-
y Wieder, 2008). cuentemente tiene tendencia a cronificarse.
El deseo del otro para comunicarse de forma priori- Por eso es muy importante trabajar adecuadamente
taria y empática con el niño que presenta un funciona- con estos niños y adultos las transiciones de una activi-
miento defensivo autístico, comprendiendo y respetando dad a otra, de un sistema de cuidados a otro, y también

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Juan Larbán Vera

las ausencias, para ayudarles a interiorizar el sentido basarnos en el estudio y tratamiento de las alteraciones
de continuidad existencial dentro de la discontinuidad precoces de la interacción cuidador-bebé que dificultan
relacional que la realidad de la vida nos impone, tal y o impiden el acceso de este último a una necesaria in-
como nos muestra muy acertadamente la Dra. Viloca tegración perceptiva del flujo sensorial que le llega por
en su libro El niño autista (2003). diferentes canales sensoriales para lograr hacerse una
Los centros terapéutico-educativos de día, así como imagen interna de la realidad percibida, así como las
los centros de rehabilitación psicosocial de día, a tiem- perturbaciones interactivas que dificultan o impiden el
po completo o parcial, han demostrado ser un dispo- acceso del bebé a la intersubjetividad, que es la capaci-
sitivo intermedio, entre la hospitalización y la atención dad de compartir la experiencia subjetiva vivida en la
ambulatoria, que puede proporcionar buenos resulta- interacción con el otro.
dos cuando el equipo terapéutico-educativo está ade- Los tratamientos que dan mejores resultados (que
cuadamente y específicamente formado, coordinado, pueden cumplir entonces una función preventiva pri-
y además, preparado para trabajar en la red asistencial maria y secundaria, evitando en muchos casos la apari-
comunitaria de salud mental, en los casos en que los ción y el desarrollo del funcionamiento autista) son los
trastornos son más severos y se hace muy difícil o im- que se realizan con los padres durante la gestación, en
posible la integración escolar y social del niño, así como el primer semestre de vida del niño y, si no es posible,
la integración social y laboral del adulto que los padece. dentro de su primer año de vida.
Las asociaciones de familiares de personas con autis- Un tratamiento psicoterapéutico adecuado basado en
mo representan también un recurso asistencial de pri- la interacción precoz padres-hijo ayuda a modificar su
mer orden, ya que, además de ofrecer servicios inexis- estilo interactivo, interrumpiendo el proceso evolutivo
tentes en la red pública de atención a la salud mental, autista patológico (proceso de graves consecuencias),
permiten mediante la integración grupal con otras permitiéndole al niño un desarrollo sano y normaliza-
familias que comparten una problemática similar, una do en gran número de casos.
mejor integración social, mayor calidad de vida, y una
evolución más favorable de sus hijos. Bibliografía

Conclusiones Frith, U. (1989). Autismo. Madrid: Alianza.


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cho tiene graves consecuencias para el niño y su familia, el síndrome de Asperger a lo largo de todas las etapas escolares
ya que a partir de los tres años, que es cuando el tras- hasta la edad adulta. Barcelona: Plaza.
torno se interioriza y empieza a formar parte de su per- Houzel, D. (1993). El tratamiento precoz del autis-
sonalidad, los tratamientos son entonces más costosos, mo y de las psicosis infantiles por medio de una aplica-
más intensivos, y menos satisfactorios. ción de la observación de bebés. Cuadernos de Psiquia-
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funcionamiento autista sería posible en el primer año Recuperado en: http://www.sepypna.com/articulos/
de vida si además de los signos de alarma presentes en tratamiento-precoz-autismo-observacion-bebes/
el niño (fluctuantes en algunos casos), incluyéramos en Houzel, D. (2002). L’aube de la vie psychique. Nogent-
nuestra observación los factores de riesgo interactivos le-Rotrou: ESF.
entre el bebé y su cuidador, las defensas del bebé, y Larbán, J. (2008). Guía para la prevención y detec-
sobre todo, la evolución de la modalidad o estilo de ción precoz del funcionamiento autista en el niño/a,
interacción cuidador-bebé; todo ello evaluado a los tres, en su primer año de vida. Cuadernos de Psiquiatría y
seis, y doce meses del continuo evolutivo de dicha in- Psicoterapia del Niño y del Adolescente, 45/46, 63-152.
teracción. Recuperado en: http://www.sepypna.com/articulos/
Para efectuar una temprana intervención que pueda guia-prevencion-deteccion-precoz-funcionamiento-
evitar el inicio del funcionamiento autista en el bebé, así autista-nino/
como la instalación en su psiquismo, tendríamos que Maestro, S., Casella, C., Milone, A., Muratori, F.

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 9-20 19


Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo

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20 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 9-20


El desarrollo del pre-lenguaje y de la
atención conjunta: referencias para la
intervención terapéutica y educativa
Marc Monfort1A e Isabelle Monfort Juárez2A

RESUMEN
Uno de los elementos más estudiados en el desarrollo precoz de la comunicación se refiere a las conductas de atención conjunta
que los estudios descriptivos coinciden en organizar en tres etapas a lo largo del primer año de vida y que desembocan finalmente
en la emergencia del lenguaje. Se han estudiado esencialmente a través de la modalidad visual y determinados aspectos evolutivos
de la atención conjunta se han relacionado con el desarrollo posterior del lenguaje. Sin embargo, en determinadas patologías no es
posible esa modalidad atencional e interactiva Los procesos de resiliencia que se desarrollan en los casos de discapacidad sensorial
y su aprovechamiento de vías alternativas se analizan de cara a las implicaciones terapéuticas en programas de desarrollo de la
comunicación y del lenguaje. PALABRAS CLAVE: atención conjunta, pre-lenguaje, trastornos del desarrollo, autismo, resiliencia,
intervención logopédica.

ABSTRACT
Prelanguage development and joint care: references for therapeutic and educational intervention. One of the most
studied elements of early communication development relates to joint attention behaviors, which all descriptive studies structure in
three stages occurring over the first year of life, eventually leading to the emergence of language. These behaviors have generally
been studied using a visual modality, and certain evolutionary aspects of joint attention have been linked to subsequent language
development. However, when it comes to certain pathologies, this attentional and interactive modality isn’t possible. The resiliency
processes that develop in cases of sensorial disability, and how these processes make use of alternative pathways, are analyzed
with an eye toward the therapeutic implications these phenomena could have for communication and language development
programs. KEYWORDS: joint attention, pre-language, development issues, autism, resiliency, speech and language therapy.

RESUM
El desenvolupament del prellenguatge i de l’atenció conjunta: referències per a la intervenció terapèutica i educati-
va. Un dels elements més estudiats en el desenvolupament precoç de la comunicació es refereix a les conductes d’atenció conjunta
que els estudis descriptius coincideixen a organitzar en tres etapes al llarg del primer any de vida i que desemboquen finalment en
l’emergència del llenguatge. S’han estudiat essencialment mitjançant la modalitat visual i determinats aspectes evolutius de l’atenció
conjunta s’han relacionat amb el desenvolupament posterior del llenguatge. Tot i així, en determinades patologies no és possible
aquesta modalitat atencional i interactiva. Els processos de resiliència que es desenvolupen en els casos de discapacitat sensorial i el
seu aprofitament de vies alternatives s’analitzen de cara a les implicacions terapèutiques en programes de desenvolupament de la
comunicació i del llenguatge. PARAULES CLAU: atenció conjunta, prellenguatge, trastorns del desenvolupament, autisme, resi-
liència, intervenció logopèdica.

La comunicación durante el primer año de vida anterior a la comprensión y emisión de las primeras pala-
bras, es decir antes de que un niño cumpla el año de vida.
Cuando uno se refiere a la comunicación pre-verbal, se Se trata en realidad de un sesgo exagerado: el len-
entiende generalmente que se está hablando del periodo guaje está constantemente presente en la vida de un

Logopeda, 2Psicóloga, ACentro Entender y Hablar, Colegio Tres Olivos (Madrid)


1

Correspondencia: marcmonfort@hotmail.com
Recibido: 9/6/16 – Aceptado: 27/7/16

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El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta: referencias para la intervención terapéutica y educativa

niño, incluso antes de nacer, y numerosos estudios adulto para mirar en la misma dirección que él y cuan-
han mostrado cómo, desde los primeros días, los re- do mira en la dirección que indica el dedo del adulto
cién nacidos eran capaces de discriminar elementos sin limitarse a mirar el propio dedo: se considera como
significativos de la(s) lengua(s) que les rodea(n) y de un punto de inflexión importante en la capacidad de
incrementar rápidamente esa habilidad en los prime- intersubjetividad, base de la Teoría de la Mente (Trevar-
ros meses (Jusczyk y Houston, 1999). then, 1995).
Se podría afirmar que sólo en bebés con discapacidad Un elemento que parece importante en ese periodo
auditiva profunda congénita, en un entorno no-signan- entre los 5 y los 12 meses es la respuesta del entorno,
te, no existiría este tipo de comunicación preparatoria especialmente la sobre-interpretación de las conduc-
al lenguaje oral porque ambas vertientes de acceso al tas de los bebés: interpretar muecas, movimientos o
lenguaje, receptiva y expresiva, están impedidas. gritos que son casuales o simplemente reflejos, atribu-
Una vez introducido ese matiz, la revisión de los yéndoles intencionalidad.
estudios sobre comunicación pre-verbal (Trevarthen y Ai-
tken, 2001; Golinhof, 1986) muestra que inciden de El desarrollo atípico
forma insistente en el desarrollo de las habilidades de
atención conjunta, un aspecto que centró mucho la Ese patrón típico de desarrollo comunicativo pue-
atención de la investigación en los años 70 y 80 del de verse alterado, a veces de forma simplemente cro-
siglo pasado. nológica, con un desfase temporal en la aparición
La atención conjunta se define por secuencias coor- de las distintas etapas, como parece ocurrir en niños
dinadas de acciones, gestos, miradas y expresiones prematuros (De Schuymer et al., 2011), pero tam-
emocionales que incluyen el adulto, el niño y, a partir bién de forma cualitativa. En esta última perspectiva,
de una cierta edad, objetos referenciales (Nuñez, 2014). nos centraremos en dos grupos: los niños pertene-
Desde hace varios años, se admite la existencia de cientes a la población con TEA (trastorno del espec-
tres etapas bien marcadas, con periodos de transición tro autista) y los niños que presentan discapacidad
muy cortos. La primera ocurre en torno a los dos me- sensorial.
ses, cuando los bebés reaccionan claramente a lo que Una característica casi universal de los niños con
les dicen y hacen los adultos y mantienen un contac- TEA es su dificultad para mantener el contacto vi-
to ocular insistente y muy directo, face to face, en una sual con los interlocutores. Hay bastante información
relación diádica. La segunda suele presentarse al final acerca del hecho de que esa conducta se desarrolla de
del quinto mes, cuando los bebés muestran también forma atípica desde el primer año de vida tanto en el
interés por los objetos. En la tercera, alrededor de los tiempo de fijación como en el lugar de la cara don-
9 meses, se combinan y se alternan las miradas hacia de se fija la mirada: en un estudio sobre seguimiento
los objetos y hacia las personas que en ese momento ocular (eye tracking) de bebés de menos de un año, con
interactúan con los niños. Entramos en una relación posterior diagnóstico de TEA (Klin, Klaiman y Jones,
triádica, donde los intercambios no se limitan a com- 2015), han observado que un primer patrón bastante
partir estados de ánimos sino que se desarrollan para similar al de los niños control se va separando progre-
un objetivo concreto (Nuñez, 2014). sivamente de esta referencia típica y de forma aparen-
En ese momento emergen las primeras pautas ob- temente asociada con el grado futuro de severidad del
servables de comprensión de palabras y de emisiones vo- cuadro. El conjunto de comportamientos presentes
luntarias de gestos y sonidos que se convertirán en las en los episodios de atención conjunta se ve alterado
primeras palabras. Es la etapa de los proto-imperativos en los niños con TEA aunque de diversa manera, dan-
y de los proto-declarativos descritos como precursores do lugar a un perfil cualitativamente atípico (Paparella
típicos de la interacción verbal (Harris, 2013). et al., 2011).
En la tabla 1, se muestran las etapas de atención No hay una interpretación unánimemente consen-
conjunta (a partir de Núñez, 2014). suada sobre la naturaleza o las causas de esa evolución:
Analizando ese periodo, la investigación se ha cen- ¿por qué algunas pautas de atención conjunta, que, in-
trado mucho en la aparición de “las miradas comparti- cluso en ciertos casos, llegan a la emergencia de pala-
das”, es decir cuando el niño deja de mirar la cara del bras, dejan de evolucionar e incluso desaparecen?

22 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 21-26


Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez

La consideración de que la atención visual compar- precoz (Nuñez, 2014).


tida era un prerrequisito necesario para un desarrollo Una ventaja relativa de esta pluri-discapacidad es la
comunicativo eficaz ha llevado entonces a muchos decisión precoz de tomar medidas alternativas: en el
educadores y terapeutas a modelar o incluso “forzar” caso del niño sordo-ciego, se potencia desde el princi-
ese contacto ocular como condición previa a cualquier pio la experiencia táctil compartida para hacer emerger
intercambio, una postura no necesariamente apoyada pautas más o menos similares de atención (interrup-
por todos los especialistas (Foxx, 1977) a partir de la ción de la actividad refleja, anticipación), de imitación
idea de que pueden existir distintas vías para la aten- y de iniciativa que pueden desembocar también, final-
ción conjunta. Aquí es donde surge el interés por los mente, en el proceso de simbolización a través de un
niños con discapacidad sensorial. código estructurado. Es lo que puede explicar por qué
Los niños con discapacidad auditiva congénita no Jure, Pongonza y Rapin (2016), en su estudio sobre
parecen presentar desfases en las primeras etapas de TEA en niños ciegos, hacen este comentario: “la pers-
la atención conjunta pero los niños sordos de padres pectiva de reducción de los síntomas autísticos puede
oyentes (no signantes) muestran retrasos en el salto a ser de alguna manera, a largo plazo, mejor en algunos
la atención conjunta asociada a la función simbólica niños con ceguera que en niños videntes” (p. 756, la
a través de un código. Esto no ocurre de la misma traducción es mía).
forma en aquellos cuyos padres, generalmente sordos El interés por la atención conjunta entre especia-
también, usan precozmente un sistema lingüístico or- listas del lenguaje se basa en la creencia muy exten-
ganizado, la Lengua de Signos (Roos, Cramer-Wolrath dida de la existencia de una relación entre el desa-
y Falkman, 2015; Spencer, 2015). Establecen enton- rrollo y la riqueza de esa habilidad con el desarrollo
ces un sistema peculiar y sofisticado de alternancia posterior del lenguaje. La asociación exclusiva de
entre las conductas de mirar el objeto y mirar al adul- la atención conjunta con el canal visual choca no
to, distinto a la estructura simultánea de la interacción obstante con algunos hechos de evidencia como un
entre oyentes que pueden simultanear la visión del re- buen desarrollo del vocabulario en niños con esca-
ferente y la recepción de un mensaje codificado, por so contacto ocular y la situación inversa (Akhtar y
la audición. Gernsbacher, 2007).
El análisis de la atención conjunta, como hemos Finalmente, cabría insistir en un punto no suficien-
visto, se refiere casi exclusivamente a la atención temente resaltado en los estudios empíricos, en gene-
conjunta visual: ¿qué ocurre cuando no se dispone ral muy descriptivos de conductas y resultados, pero
de vista? El énfasis que se ha dado en la atención no de procesos. Un planteamiento alternativo al senti-
conjunta de tipo visual hace olvidar a menudo el pa- do de la vista en el desarrollo de la atención conjunta
pel de la audición, por ejemplo en el momento de requiere un grado mucho mayor de iniciativa por par-
iniciar y sobre todo de mantener la atención: se sabe te de los adultos, por lo menos en los primeros meses
que el bebé parece disponer muy precozmente de o años de la vida del niño.
una preferencia clara por los sonidos de la voz hu- En la fase similar del desarrollo típico, se trata de
mana y, especialmente, por la voz de su madre (Kisi- un mecanismo mucho más compartido, donde los
levsky et al., 2003). adultos reaccionan tanto como inician y donde, además,
En bebés con ceguera congénita, los estudios reali- pueden partir de modelos muy generalizados en su
zados, por ejemplo por Bigelow (1987), describen un entorno. Cuando no ocurre así y el niño no puede
desarrollo basado en una alternativa que combina el asumir tan fácilmente su papel de activador ni puede
refuerzo auditivo y táctil para establecer interaccio- utilizar los recursos más comunes, los adultos deben
nes compartidas centradas en un mismo referente, a asumir un rol más activo y necesitan en general un
menudo con escaso desfase cronológico respecto al asesoramiento profesional: es el papel de los progra-
desarrollo más típico. mas de atención precoz. La variabilidad en la calidad
Para el caso particular de los niños sordo-ciegos, no de respuesta del entorno se incrementa entonces de
se dispone de datos empíricos muy extensos a pesar forma notable porque el acceso a este tipo de pro-
del enorme interés que tendría ese desarrollo tan ale- gramas no tiene ni la universalidad ni la uniformidad
jado de los patrones más habituales de la interacción deseables.

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 21-26 23


El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta: referencias para la intervención terapéutica y educativa

Implicaciones para la intervención en comunicación en los segundos, forman parte de la propia patología:
y lenguaje son manifestaciones, no efectos. Sin embargo, parece
que la posibilidad de variantes en la forma de atención
Los casos de desarrollo atípico muestran la capacidad conjunta (potenciando la audición o el tacto) puede ser-
de resiliencia de los seres humanos, es decir la capacidad vir de inspiración también en niños con TEA.
de superar dificultades y de adaptarse a circunstancias Por un lado, se suele incrementar la frecuencia de la
adversas: es un término acuñado a partir de experien- atención compartida visual trabajando con las contin-
cias catastróficas (guerra, atentado, accidentes) pero que gencias (dónde se sitúa el adulto y dónde se coloca el
se está generalizando a las situaciones de personas que objeto, en qué lugar se establece el intercambio, qué tipo
tienen que enfrentarse a la discapacidad. de códigos se usa, etc.) y buscando una coordinación
Cuando un proceso “típico” no parece poder desa- más clara entre estímulo auditivo y visual, evitando los
rrollarse, tal como ocurre en la mayor parte de los casos, clásicos solapamientos entre audición y visión, constan-
dos tipos de respuestas suelen ofrecerse al entorno: la tes en la vida cotidiana.
primera intentará, con el incremento de la estimulación, Por otro lado, sin esperar, se puede incrementar la fre-
hacer que el niño se incorpore a la dinámica del de- cuencia de uso de otras vías: la visual, la manipulativa
sarrollo típico; la segunda explorará directamente vías y la táctil cuando se sospecha que la vía auditiva está
alternativas. Ocurre, sin embargo, que, mientras que la afectada (sea de forma periférica o central), la auditiva,
segunda opción se ofrece muy rápidamente a determi- la manipulativa y la táctil cuando es la vía visual la que
nados niños, dada la importancia inicial del cuadro pa- está afectada, y no sólo en los casos de ceguera, sino
tológico, y, en general, con muy buenos resultados, en también en aquellos cuyo uso funcional de la vista no
otros casos, de menos visibilidad inicial (niños con TEA, sigue un proceso de desarrollo típico.
niños con trastorno específico del lenguaje (TEL), ni- Este principio metodológico responde a un concep-
ños con trastorno del desarrollo intelectual (TDI), ni- to de anticipación y prevención que aplican algunos
ños con trastorno del déficit de atención con hiperac- programas de intervención en patologías de la comu-
tividad (TDAH)), es la primera opción la que se ofrece nicación y del lenguaje (Juárez y Monfort, 2016): dar
siempre al principio y, a menudo, es la única. todas las ayudas posibles desde el principio y retirarlas
Parece evidente que la atención conjunta (es decir la progresivamente a medida en que los niños no las ne-
situación en la que un niño y un adulto interactúan con cesitan.
un mismo objetivo, siendo conscientes de esa “colabo- El segundo elemento que convendría comentar es
ración”) es un elemento primordial en la adquisición si el desarrollo típico debe ser siempre el modelo a
del lenguaje o de cualquier código comunicativo. En reproducir en un programa de intervención con niños
programas orientados a niños con TEA (White et al., con importantes trastornos del desarrollo y sobre todo
2011; Dufour, 2016), el enfoque predominante es el de desfases cronológicos importantes. El desarrollo típi-
entrenar las conductas de atención conjunta a partir de co por supuesto es siempre una referencia pero esto
lo que se sabe del desarrollo típico. no significa que no pueda haber excepciones.
La atención conjunta es un comportamiento que se El paso de la comunicación diádica a la comunica-
ha medido esencialmente en la modalidad visual cuando ción triádica ocurre entre los 6 y los 9 meses, en ese or-
hay evidencias de que existen otras, por ejemplo cuando den. ¿Es lo que se debería intentar reproducir con un
esa vía sensorial no está disponible. Una propuesta con- niño de 3 años, no verbal y que responde claramente a
siste, precisamente, dentro de una perspectiva similar, los criterios diagnósticos de un TEA? La experiencia
en no limitar las posibilidades sensoriales de la inter- clínica parece indicar que las primeras conductas in-
vención. teractivas que se consiguen establecer responden más
Las modificaciones en el desarrollo de la atención a la dinámica de una relación triádica (es decir con la
conjunta en niños con discapacidad sensorial no pue- mediación de un objeto) que a la de una relación diá-
den evidentemente compararse con las que se observan dica, basada esencialmente en el placer de compartir
en niños con TEA. En los primeros, las modificaciones la “energía comunicativa afectiva”, es decir responder
son unas consecuencias y se producen en niños sin al- en paralelo a las acciones de otra persona. De hecho,
teración intrínseca de la preferencia social mientras que, la mayor parte de las propuestas de entrenamiento en

24 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 21-26


Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez

Atención Conjunta se planifican a partir de una re- Harris, P. L. y Lane J. (2013). Infants understand
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Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 21-26 25


El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta: referencias para la intervención terapéutica y educativa

Anexos

Tabla 1: etapas de atención conjunta (a partir de M. Nuñez, 2014)

Periodo de pre-adaptación: alternancia de turnos niño-adulto


(0-2 meses)
Intercambios face-to-face: interacciones diádicas emocionales
(2-5 meses)
Fijación de la atención entre personas y objetos
(6-8 meses)
Comunicación intencional: interacciones triádicas con un objetivo
(9-18 meses)
Primeros símbolos: interacciones triádicas con símbolos y palabras
(18-24 meses)

26 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 21-26


Parentalidad y procesos de
integración yoica
Teresa Isabel Correa* y Elizabeth Blanda**

RESUMEN
A partir de una investigación realizada en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de San Luis en Argentina,
presentamos una articulación entre material clínico y fundamentación teórica que da cuenta de que la integración es la re-
sultante de ciertos procesos que se dan en la interdependencia emocional de la función parental con el hijo. Consideramos
la integración del yo como uno de los procesos mentales primarios que debe realizar el psiquismo incipiente. Mostraremos
la desintegración yoica -desde una mirada intersubjetiva- cuando existe déficit en el ejercicio de la parentalidad. PALABRAS
CLAVE: parentalidad, integración yoica, función parental, psicoanálisis.

ABSTRACT
Parenthood and self-integration processes. From a study conducted at the School of Psychology at Universidad
Nacional de San Luis in Argentina, we present a link between clinical material and its theoretical foundation, pointing out
that integration is the result of certain processes that occur in the context of the emotional interdependence arising in a
parent’s relationship with the baby. We consider the integration of the self to be one of the primary mental processes that
must be performed by the incipient psychism. The paper will detail the disintegration of the ego disintegration - from an
inter-subjective point of view- when there is a deficit in the parental function. KEYWORDS: parenthood, self-integration,
parental function, psychoanalysis.

RESUM
Parentalitat i processos d’integració joica. A partir d’una investigació portada a terme a la Facultat de Psicologia de
la Universitat Nacional de San Luis a Argentina, presentem una articulació entre material clínic i fonamentació teòrica que
conclou que la integració és la resultant de certs processos que es donen en la interdependència emocional de la funció
parental amb el fill. Considerem la integració del jo com un dels processos mentals primaris que ha de realitzar el psiquisme
incipient. Mostrarem la desintegració joica –des d’una mirada intersubjectiva- quan existeixen mancances en l’exercici de la
parentalitat. PARAULES CLAU: parentalitat, integració joica, funció parental, psicoanàlisi.

Introducción cuya directora es la Mg. Elizabeth Blanda, proyecto


que continúa hasta el año 2017. La modalidad emplea-
A partir de una investigación realizada en la Facul- da consiste en la realización de un psicodiagnóstico
tad de Psicología de la Universidad Nacional de San completo a una muestra que está formada por niños,
Luis, abordaremos la incidencia que tiene el trabajo cuya edad oscila entre los 7 a 9 años, y que son deriva-
psíquico de la parentalidad en la integración yoica de dos de escuelas públicas de la ciudad de San Luis por
los hijos. presentar problemas de aprendizaje y conductas agre-
Este análisis se enmarca dentro del Proyecto de sivas y/o violentas. El equipo de investigación realiza
Investigación “Familia, pareja parental y proceso de el análisis de la casuística a partir del enfoque teórico
simbolización en niños”, iniciado en el año 2014 y del psicoanálisis relacional.

*Profesora y Licenciada en Psicología . **Magister en Psicología. Facultad de Psicología


Universidad Nacional de San Luis (Argentina).
Contacto: tcorrea@unsl.edu.ar
Recibido: 26/11/2015 – Aceptado: 22/01/2016

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Parentalidad y procesos de integración yoica

Partiremos en este artículo de una introducción la vida. El yo se basa en un yo corporal y sólo cuando
teórica para luego presentar un caso seleccionado todo marcha bien la persona del bebé empieza a estar
que representa e ilustra nuestra exposición, en el que vinculada con el cuerpo y las funciones corporales,
mostraremos cómo el conflicto persistente de una con la piel como membrana limitadora. Winnicott
pareja aumenta el desencuentro con los hijos, favore- (1945) llama a este proceso personalización, mientras
ciendo la gestación de patologías propias del desam- que la despersonalización alude a pérdida del yo con el
paro. Priorizamos el empleo de la técnica de entrevis- cuerpo. En estos procesos tempranos del desarrollo,
ta familiar diagnóstica como recurso de investigación primero aparece el “yo”, que incluye: “todo lo otro
clínica. no es yo”. Después viene “yo soy, yo existo, yo recojo
experiencias, me enriquezco y tengo una interacción
Marco teórico introyectiva y proyectiva con el no-yo, como mundo
real de la realidad compartida” (Winnicott 1962, p.
Wettengel (en Rotenberg, 2014) explica la parentali- 80). En condiciones favorables la piel se convierte en
dad como un trabajo psíquico que va mucho más allá el límite entre yo y no-yo.
de tener un hijo y que se relaciona con contenidos El desarrollo teórico de Bion (1962) muestra la
psíquicos que producen movimientos subjetivos tan- esencia de la función materna al centralizarse en la
to en el adulto como en su descendencia. Indagar la función de reverie. Enfatiza la relación entre la cualidad
modalidad de ese proceso permite entender parte de continente materno y el desarrollo del pensamiento
los vínculos libidinales que se establecen en la crianza. en el niño en momentos de estructuración del psiquis-
Winnicott (1964) postula que la función parental mo. Sugiere que una falla en la función de contención
está implícita en la función de sostenimiento (holding). materna dificulta el proceso de discriminación y con-
Éste se despliega en una dimensión temporal, entre el vierte la identificación proyectiva estructurante en un
niño y la madre. Se inicia en la posibilidad de brindar proceso patológico de evacuación permanente.
un máximo de adaptación, satisfaciendo las necesida- Fairbairn (1952) sostuvo que el mayor trauma que
des del ego, en los inicios en estado de extrema inma- puede experimentar un niño es la frustración de su
durez, y va produciendo una desadaptación gradual deseo de ser amado y de que su amor sea aceptado.
adaptativa, siempre en función de la maduración re- “La mayor necesidad de un niño consiste en obtener
lativa del niño. la seguridad decisiva de que es amado por sus padres y
El proceso de integración del yo es uno de los pro- de que éstos aceptan su amor” (p. 51). Sostuvo que es
cesos mentales primarios que debe realizar el psi- imposible atravesar la infancia sin experimentar viven-
quismo incipiente. La integración es la resultante de cias relacionales de frustración con los padres. Éstos
ciertos procesos que se dan en la interdependencia son internalizados como objetos malos en una varia-
emocional de la función parental con el bebe; no se bilidad dependiente de la intensidad de la experiencia.
trata de una etapa evolutiva. Winnicott (1958) sostenía En este sentido, siguiendo a Bion, observamos que
que la criatura depende del cuidado materno, cuidado una de las funciones parentales fundadoras del psi-
que se basa más en la identificación emocional por quismo es la capacidad para recibir la proyección del
parte de la madre que en la comprensión de lo que se odio del infante sin retaliación y colaborar en la trans-
expresa o podría expresarse verbalmente… se trata de formación y ligazón de los afectos de éste a través del
un periodo de desarrollo del yo, cuyo principal rasgo pensamiento.
es la integración. Una “madre suficientemente buena”
acompaña empáticamente al hijo en su movimiento Casuística
pendular de alejarse y regresar, autoafirmarse y buscar
protección. Al principio, esta función parental funcio- Consultaron los padres de Matías de 6 años y 5 me-
na como un yo auxiliar y a partir del sostén emocional, ses, oriundo de un pueblo, que en el momento de la
los hijos pueden ir desarrollando sus recursos yoicos consulta asistía a primer grado de una escuela públi-
y favoreciendo la individuación para el logro de la au- ca. El pequeño vivía con su madre y tres hermanos
tonomía. mayores (niña de 13 años, niña de 10 y varón de 8).
La integración comienza en el mismo principio de Sus padres se habían separado en varias ocasiones. La

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Teresa Isabel Correa y Elizabeth Blanda

ultima separación había sido reciente ante hechos de dinosaurios, seguidas de un relato en el que un me-
violencia, tanto física como psicológica, motivo por teorito los mataba, expresado con gran emoción en
el cual se pautó judicialmente una restricción en las un lenguaje un tanto incomprensible. Sin embargo, el
visitas del padre. tiempo de juego era corto y estereotipado, solitario,
Asistieron juntos por derivación de la escuela, ya en voz baja y no parecía escuchar ni contestar los in-
que el niño no avanzaba. Presentaba caprichos, be- terrogantes o señalamientos.
rrinches desde muy pequeño. Siempre había tenido En las entrevistas familiares diagnósticas, realizadas
problemas para comunicarse; hacía gestos, casi no por separado con cada uno de los padres, se mostró
emitía palabras y si no se le entendía, se frustraba. solitario y provocador; insultaba en voz alta y molesta-
Gritaba “sácame el pantalón ya”, y lloraba. En la es- ba a sus hermanos. En la que va con el padre se limitó
cuela su ritmo de aprendizaje era lento, tenía que tra- a jugar casi solo, insultar en voz alta sin destinatario,
bajar con una asistente. Perdía el cuaderno, se dormía a molestar activamente a los hermanos, desvalorizan-
en clase. Los padres manifestaban que agotaba tanto a do lo que ellos hacían. Disminuyó cuando fue con la
los hermanos como a ellos. madre. Los padres respondían tardíamente a los im-
Observando algunos datos de la historia vital, Ma- pulsos de Matías con un límite poco claro. Ellos no
tías nació con pie bot, ante lo cual le colocaron yeso jugaban ni parecía interesarles las producciones de los
hasta sus 2 años, costándole caminar posteriormente. niños. Miraban y bostezaban. Contestaban a las de-
Se despertaba al año cada cuatro horas, llorando siem- mandas de los hijos después de que éstos insistieran.
pre con berrinches. Dormía habitualmente con ellos, Tomando a Daniel Stern (1991), quien investigó
incluso hasta el momento de la consulta. Hacía dos sobre las relaciones interpersonales que se establecen
meses que el niño presentaba encopresis. Refirieron entre el bebé y su madre, diría al respecto que dejar
que la hermana tuvo enuresis nocturna hasta hace un en soledad al otro de manera contínua, probablemen-
año. Matías tiraba los juguetes, pateaba a la madre e te ocurra que ese yo nunca llegará a saber lo que no
insultaba permanentemente. Últimamente, el padre conoce; experimentaría entonces un aislamiento yo-
se había acercado más a la familia porque pretendía sintónico, aceptable, crónico, en el nivel del relacio-
reconquistar a la madre. Él los recogía por la mañana namiento intersubjetivo. Agrega que “el entonamien-
para ir a la escuela y como no estaban levantados, les to selectivo es uno de los modos más potentes que
pegaba con el cinturón y se llevaba a los que se daban tienen los progenitores para dar forma al desarrollo
prisa, quedando el más pequeño en casa, el cual era de la vida subjetiva e interpersonal de un niño”. El
llevado más tarde por la madre o quedándose a causa entonamiento debe contar para su manifestación con
de un berrinche. La madre estaba medicada con anti- indicadores de reconocimiento. Benjamin (1996) ha
depresivos. Solicitaron psicólogos para los hermanos; estudiado profundamente el reconocimiento, al que
uno por presentar gastritis y la niña, de 10 años, por define como la respuesta del otro que hace significa-
tener frecuentemente contracturas, al modo de rigidez tivos los sentimientos, las intenciones y las acciones
cervical con dolor y mareos. del sí mismo. Permite que el niño realice su agencia y
Matías parecía menor a su edad, su lenguaje era ini- autoría de un modo tangible. “Reconocer: es afirmar,
cialmente pre verbal, por medio de gestos con la nariz, validar, conocer, aceptar, comprender, empatizar, to-
ojos y boca, casi sin mirar. En los encuentros siguien- lerar, apreciar, ver, identificarse con, encontrar fami-
tes, el lenguaje verbal fue escaso, con mala pronuncia- liar… amar”.
ción, haciendo punto de contacto en el juego con el Observamos que, en nuestro caso, la posibilidad
tema de los dinosaurios, que, sin embargo, nombraba del encuentro empático es inexistente; los padres no
correctamente. Se limitaba a ubicarlos según eran her- pueden regular las emociones hostiles e impulsos de
bívoros o carnívoros. No interactuaban. Matías en la entrevista. No se perciben capacidades
Tenía que ser asistido activamente para hablar o parentales para reconocer, respetar y entonar estados
jugar. Se mostraba por momentos insensible a esti- emocionales displacenteros, contribuyendo a su equi-
mulaciones auditivas, carecía de sonrisa y curiosidad. librio. No se observan interacciones afectivas natura-
Miraba sin definir la vista a un punto. En general, les, espontáneas y auténticas entre padres e hijos.
el contenido del juego consistía en peleas entre los En la entrevista familiar en la que se presentaron

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Parentalidad y procesos de integración yoica

con la madre, los niños dibujaron. Matías realizó un de una piel unificadora, que lo integre como persona.
cangrejo que el hermano sacó de la caja de juego, al Si uno profundiza en su producción gráfica, el cuer-
que copió como modelo sobre la hoja repasándolo po del crustáceo no aparece, ya que sólo figuran sus
por sus bordes, ocupando una gran extensión del pa- patas, incompletas. Sabemos que el cangrejo se carac-
pel. Sin embargo, lo dibujó por partes, quedando una teriza por tener cinco patas, siendo que el primer par
producción de un animal todo desmembrado. El ob- de patas locomotoras lo constituyen las pinzas que
jetivo planteado verbalmente por él era la producción capturan y manipulan la presa, hacen el cortejo o dis-
de un rompecabezas de modo que, al finalizarlo, uni- putan el territorio. Son ellas las que se encuentran dis-
ría sus piezas (1). gregadas en su producción, y que no pueden lograr su
Le sugirió a la madre, en secreto, pegar la hoja en función de supervivencia, defensa y autonomía.
la pared del consultorio y avisar a la psicóloga. Se po- Esto puede ser asociado a la invalidez que su pro-
dría entender que quien tendría que integrarlo sería blema de pies le transmitió física y emocionalmente,
esta última. Luego, dividió la hoja en tres, separando a la dependencia masiva que condujo, empobreciendo
aun más las partes del cangrejo y pintó los sectores su desarrollo integral, sumado a la encopresis que pre-
laterales, refiriendo que de un lado era lava, del otro sentaba; el ejercicio de la autonomía es un aprendizaje
nieve y al medio (sector más estrecho), era agua. El no logrado. Con su lenguaje expresivo de la apatía o la
animal quedó diseminado en la hoja, fragmentado por agresión, Matías intenta mostrarse, ganando cuando
expulsión de lava volcánica, y por precipitación de la agresión lo posiciona vital, en búsqueda de un pre-
pequeños cristales de hielo, líquidos de temperaturas cario narcisismo que lo interconecta con un entorno
extremas que probablemente lo devastaron. disgregado.
Constituye el entorno que contiene al cangrejo, que La dificultad de las figuras parentales para apuntalar
lo descuartiza con su intensa y polar temperatura, que- adecuadamente al niño no pueden registrar las necesi-
mándolo y solidificándolo en rocas o transformándo- dades de Matías, por estar sumergidos en sus propias
lo en hielo. Este ambiente representado por el niño conflictivas (la madre sumida en sus pérdidas de ca-
en su gráfica nos muestra la aguda inestabilidad emo- rácter depresivo, el padre ocupándose de seducirla).
cional parental, extrema y peligrosamente destructiva J. Benjamin afirma que el reconocimiento que buscan
a la que se ve sometido. La pintura es generada con los niños es algo que la madre sólo puede dar debido
fuerza, angustia y tensión, resultando una producción a su identidad independiente.
de rayones sin forma y quedando un estrechamiento El niño intenta hacerse un lugar en esta dinámica
central donde está su nombre, y que sugiere que es el familiar a través de desafiar normas por un lado, y
agua que se desprende de los polares líquidos latera- mostrándose invisible por otro. Esto implicará un
les. Esto supone un choque de sentimientos discor- alto costo para su psiquismo, un intenso sufrimiento,
dantes, una evacuación expulsiva de proyecciones que donde el proceso de simbolización se ve afectado: su
son receptadas por el desagüe central quien no pue- cuerpo se convierte en blanco de la agresión que no
de transformar estos contenidos, quedando atrapado puede tramitar de una manera más saludable.
bajo una dinámica parental no resuelta. El psicodiagnóstico, tanto desde la hora de juego
Tanto el niño -desde una dimensión intrapsíquica- como desde la técnica de entrevista familiar, muestra
como en el plano del relacionamiento intersubjetivo una profunda disociación del self; su mirada perdida,
de esta familia, se mostraría fragmentado, ya que la su cuerpo no habitado, no registrado como parte de sí
disgregación es evidente. Parecía que estuviera bus- mismo, su conducta oposicionista sin destinatario cla-
cando una especie de envoltura que lo pudiera con- ro; el insulto como un canto lúdico que es receptado
tener. Su búsqueda se torna en un borde, un armado por la familia como un contenido natural y conocido.
representacional totalizador de su cuerpo (simbólica- La violencia aparece como descalificación, como no
mente del crustáceo), y, así, buscar una pared donde reconocimiento. Se anula la subjetividad del otro, se
afirmarse, apuntalarse. La búsqueda de la mirada per- lo anula en su otredad. El padre extingue su capaci-
manente de la profesional que contemplaría su pro- dad relacional. Hay una asociación entre la interacción
ducción ahí plasmada en el espacio subjetivante del de los padres y la presencia del síntoma encoprético.
consultorio complementaría ese déficit en el armado Matías es el portador de un trastorno no reconocido

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Teresa Isabel Correa y Elizabeth Blanda

de los progenitores, transformándose por una parte A la libido le cuesta ligarse; el niño, por momentos,
en su víctima, y a la vez en aquel que, con su propia permanecía con la mirada ida, en una gran soledad,
perturbación los delata. sin apuntalamiento parental. La mama permanecía sin
Los niños quedan en una vulnerabilidad absoluta, vida, el padre ausente, con acercamientos impulsivos
sin poder asimilar el torrente de proyecciones ansió- y violentos en una apropiación abusiva (exceso perju-
genas de los padres, con dificultades en la integración dicial para el funcionamiento del yo). Estas amenazas
de un yo que se posiciona frente a un cuerpo que no y denigración permanente dejan marcas, siendo difícil
puede callar. constituir una imagen valiosa de sí mismo y organizar
pensamientos y sentimientos en el desarrollo óptimo
Conclusión de la simbolización.
El desarrollo del ser del niño se posibilita desde los
Se puede detectar el emergente de la agresión fami- recursos yoicos genuinos de los padres, que facilitan
liar sin canales de bifurcación que se manifiestan en la emergencia de la potencialidad en los hijos. Si el
síntomas psicosomáticos en los hijos desde la gastritis niño no está incluido en una trama significativa y re-
a la enuresis y encopresis. Estamos frente a una pato- conocido como otro desde la función parental, será
logía por déficit: ausencia de cuidados, de contención, imposible la constitución de un yo integrado.
de reconocimiento, lo cual facilita que Matías quede
a merced de sus propias sensaciones y exigencias in- Notas
ternas, sin poder discriminar localizaciones internas
de externas, ya que la membrana limitadora de la piel (1) El dibujo puede observarse en la versión electró-
no podía convertirse en el límite entre yo y no-yo. Fa- nica del artículo.
lló la presencia parental de una mirada organizadora,
sostenedora y estable que junte los pedazos del rom- Bibliografía
pecabezas identitario en una unidad existencial sólida
y singular que le devuelva la autenticidad y unicidad. Benjamin, J. (1996). Lazos de amor. Buenos Aires:
En este sentido, partimos de Winnicott: la integra- Paidós.
ción del yo es un proceso que conduce a la vivencia de Bion, W. (1988). Elementos de Psicoanálisis, Buenos
estar vivo y es un hilo conductor de una continuidad Aires: Hormé
existencial. De allí que el término desintegración con- Bion W. (1966). Volviendo a Pensar. Buenos Aires:
sista en una producción activa de caos como defensa Lumen-Hormé.
contra la no integración en ausencia del yo auxiliar Fairbairn, W. R. (1952). Estudio Psicoanalítico de la
materno, es decir, contra la angustia inconcebible o Personalidad. Buenos Aires: Editorial Lumen-Hormé.
arcaica que resulta del fracaso del sostén en la etapa Rotenberg, E. (2014). Parentalidades. Interdependen-
de dependencia absoluta. cias transformadoras entre padres e hijos. Buenos Aires:
El silencio de esta madre depresiva remite a una os- Lugar editorial.
curidad sin espacio ni tiempo, anunciando al niño una Stern, D. (1991). El mundo interpersonal del infante.
angustia de muerte constitutiva de desamparo donde Una perspectiva desde el psicoanálisis y la psicología evolutiva.
la esperanza no brillará mientras exista la incertidum- Buenos Aires: Paidós.
bre del retorno materno. Ella vive en ausencia del Winnicott, D. (1958). Escritos de Pediatría y Psicoaná-
otro, en una dimensión sin piel, expuesta y desnuda lisis. Buenos Aires: Paidós.
frente a sus heridas, a similitud de la madre muerta de Winnicott, D. (1965). Los procesos de maduración y el
Green (1980), que aumenta el vacío y la desesperanza ambiente facilitador. Estudios para una teoría del desarrollo
de sus hijos. emocional. Buenos Aires: Paidós.

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Parentalidad y procesos de integración yoica

Gráfica de Matías en la Entrevista Familiar Diagnóstica

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Prevalencia de los trastornos psicológicos en
edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad
José Miguel Antón San Martín*, José Davis Seguí Durán* y Laura Antón Torre**

RESUMEN
Se pretende determinar la prevalencia de los diferentes trastornos psicológicos en una muestra clínica de niños y ado-
lescentes (0 a 14 años) valorados en Pediatría de Atención Primaria y el efecto del sexo y la edad. Se realiza un estudio
descriptivo con el total de las valoraciones realizadas (712) entre los años 2013 a 2015. El sexo y la edad son variables que
determinan la presencia o ausencia de los trastornos. Los trastornos que presentan un incremento con la edad dependien-
do del sexo son los trastornos afectivos, los de ansiedad, los de conducta y los de déficit de atención con hiperactividad
(TDAH). Estos resultados permitirán una adecuación de los programas de coordinación, colaboración y atención a la
población infantil y juvenil, así como la adaptación de los programas formativos. PALABRAS CLAVES: trastornos psico-
lógicos, infancia, sexo, edad.

ABSTRACT
Prevalence of psychological disorders in childhood. Effect of sex and age. This study aims to determine the prevalen-
ce of different psychological disorders in a clinical sample of children and adolescents (0-14 years of age) who were assessed at
Primary Care Pediatric examining the effects of sex and age. A descriptive study was carried out with all the assessments (712)
made between the years of 2013 and 2015. Sex and age are variables that determine the presence or absence of disorders. Di-
sorders that show an increase with age depending on sex include affective disorders, anxiety, behavior disorders and attention
deficit hyperactivity disorder (ADHD). These results allow for the adaptation of coordination and collaboration programs and
aimed at children and the young population child and youth population to better suit the needs of these groups, and for the
adaptation of training programs. KEYWORDS: psychological disorders, childhood, sex, age.

RESUM
Prevalença dels trastorns psicològics en edat pediàtrica. Efecte del sexe i l’edat. Es pretén determinar la preva-
lença dels diferents trastorns psicològics en una mostra clínica de nens i adolescents (0 a 14 anys) valorats a pediatria
d’atenció primària i l’efecte del sexe i de l’edat. Es realitza un estudi descriptiu amb el total de les valoracions realitzades
(712) entre els anys 2013 a 2015. El sexe i l’edat són variables que determinen la presència o absència dels trastorns. Els
trastorns que presenten un increment amb l’edat depenent del sexe són els trastorns afectius, els d’ansietat, els de con-
ducta i els de dèficit d’atenció amb hiperactivitat. Aquests resultats permetran una adequació dels programes de coordi-
nació, col·laboració i atenció a la població infantil i juvenil, així com l’adaptació dels programes formatius. PARAULES
CLAU: trastorns psicològics, infantesa, sexe, edat.

Introducción cifras encontradas. Esta variación viene motivada por


una relación de factores tales como la taxonomía de
La prevalencia de trastornos psicológicos en la in- referencia usada, los criterios diagnósticos aplicados,
fancia y la adolescencia oscila entre el 10 % y el 20 % los cuestionarios de medida empleados, la población
(OMS, 2001), presentando una gran variabilidad en las de referencia utilizada y el tipo de informantes que se

*Psiquiatra, Unidad de Salud Mental Comunitaria del Área Sanitaria Norte de Málaga. **Licenciada en Psicología. Práctica privada.
Contacto: jmasanmartin@telefonica.net
Recibido: 25/4/16 - Aceptado: 13/9/16

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40 33


Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad

han tenido en cuenta (López, Alcántara, Fernández, la Osa, 1998). La frecuencia de consultas de niños en
Castro et al., 2010); sin olvidar, por supuesto, la im- los Servicios de Salud Mental dobla a la de las niñas,
portancia de los contextos culturales de realización de por ejemplo; o que los trastornos de conducta o los
los diferentes estudios. Usando estudios nacionales se trastornos por déficit de atención con hiperactividad
encuentran prevalencias, por ejemplo, de 11,4 % en están hiperrepresentados en niños, mientras que los
poblaciones generales (Rivas, Vázquez y Pérez, 1995) y trastornos depresivos y lo de alimentación son más
de 14,3 % en poblaciones clínicas (Pedreira, Rodríguez frecuentes en las niñas.
y Zaplana, 1992). La determinación de la prevalencia de las diferentes
La psicopatología infantil sigue una pauta marcada, categorías diagnósticas en una muestra clínica de niños
principalmente, aunque no sólo, por la influencia nor- y adolescentes, derivados por parte de los pediatras de
mativa. No todos los trastornos presentan las mismas Atención Primaria del Área Sanitaria Norte de Mála-
frecuencias en este periodo evolutivo. Los trastornos ga al Programa de Salud Mental Infanto-Juvenil de la
de conducta, junto con los trastornos de ansiedad, Unidad de Salud Mental Comunitaria de la zona, es el
aparecen como los más representados en estas pobla- objetivo de este artículo. Se plantea que existen diferen-
ciones, tanto en estudios recientes (López, Alcántara, cias en la distribución de las diferentes categorías diag-
Fernández, Castro et al., 2010; Navarro, Menéndez, nósticas en esta población de acuerdo al sexo y la edad.
Sales y Sancerni, 2012; Aláez, Martínez y Rodríguez,
2000), como en otros más antiguos (Dragado, Ca- Método
rrasco, Sánchez, Bersabe et al., 1995; Palazón, 1998;
Castro y Lago, 1996). Por otra parte, se encuentra de Participantes
forma consistente una relación entre los diferentes Se realiza un estudio descriptivo retrospectivo selec-
trastornos y la edad. Navarro et al. (2012) encuen- cionando el total de las derivaciones de niños y adoles-
tran, en una población clínica, que los trastornos más centes en edad pediátrica (0 a 14 años) realizadas al Pro-
frecuentes antes de los cinco años son los trastornos grama de Salud Mental Infanto-Juvenil de la Unidad de
de conducta, los de comunicación, los de la elimina- Salud Mental Comunitaria (U.S.M.C.) del Área Sanitaria
ción, los del control de impulsos y los trastornos del Norte de Málaga (España) por parte de los pediatras de
espectro autista; mientras que de seis a 11 años son las distintas Zonas Básicas de Atención Primaria entre
los trastornos de conducta y los trastornos por dé- los años 2013 y 2015 (3 años). Esta Área Sanitaria está
ficit de atención e hiperactividad. De los 12 a los 15 compuesta por cuatro Zonas Básicas de Salud, con una
años, son los de ansiedad los más prevalentes. Aláez población entre 0 a 14 años de 16.977 (Base de Datos
et al. (2000), con otra distribución de grupos de edad, del Usuario del Servicio Andaluz de Salud). El total de
hallan que antes de los seis años son los trastornos derivaciones en este periodo fueron 712. Según el sexo,
depresivos, junto con los específicos del desarrollo 446 (62,6 %) eran niños y 266 (37,4 %), niñas. Su media
los más presentes. De los seis a los nueve años, los de edad fue de 9,05 (DT = 2,98). Del total de deriva-
trastornos específicos del desarrollo y los trastornos ciones, el 15,7 % (112) no acudieron a la consulta mar-
de conducta y de los 10 a los 13 años, los trastornos cada, y de los valorados, 143 (20,1 %) no presentaron
de conducta y los trastornos de ansiedad. Se acepta psicopatología que permitiera asignarle una categoría
que existan trastornos que desaparecen a medida que diagnóstica.
aumenta la edad, como por ejemplo los de la elimi-
nación y los trastornos del espectro autista, mientras Procedimiento
que otros como los depresivos o los de alimentación
aumentan su frecuencia con la edad. Respecto al sexo, Todas las derivaciones fueron valoradas por los dos
se ha encontrado, también, una relación significativa. psicólogos especialistas en Psicología Clínica responsa-
No se encuentran las mismas distribuciones tanto en bles del Programa. De cada caso, se recogió informa-
la incidencia como en la prevalencia de los trastor- ción sobre algunas variables presentes en su Historia
nos mentales según esta variable (Pedreira, Rodríguez Clínica tales como la edad, el sexo, el grupo de edad
y Zaplana, 1992; Navarro et al., 2012; Aláez et al., estratificada (se realizaron tres grupos: 0-5 años, 6-10
2000; Dragado et al., 1995; Taboada, Ezpeleta y De años y 11-14 años) y la categoría diagnóstica asignada.

34 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40


José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre

Para esta asignación se tuvo en cuenta tanto la infor- y 10,9 %) aunque estas distribuciones no presentaron
mación aportada por familiares y cuidadores y la de significación (X2 = 11, 93 p = .45). Por grupos de edad,
otros profesionales participantes en el caso (Servicios el mayor porcentaje se presenta en el grupo de 6 a 10
Educativos, Sociales, etc.), así como la evaluación reali- años, donde se recogen el 52,2 % de las derivaciones,
zada al menor usando los diferentes instrumentos que seguido del grupo de 11 a 14 años, con el 34,8 % (tabla
se consideraron pertinentes. Debido a la complejidad 2). La distribución es similar tanto para los niños como
de la realización de diagnósticos formales en la infan- para las niñas (X2 = 2,27; p = .32). El grupo de 6 a 10
cia y adolescencia debida, entre otros elementos, a los años recoge, en ambos, el mayor porcentaje de deriva-
cambios evolutivos y a la mayor plasticidad en estos ciones (53,1 % y 50,8 % respectivamente).
periodos, se optó por el uso de categorías diagnósticas. En la tabla 3 se presentan las frecuencias según las
Se han realizado nueve categorías: trastornos afectivos, categorías diagnósticas ordenadas de mayor a menor.
trastornos de ansiedad, trastornos fóbico-obsesivos, Los mayores porcentajes se dan, sobre todo, en los tras-
trastornos de conducta, trastornos por déficit de aten- tornos del desarrollo y en los trastornos de conducta
ción e hiperactividad, trastornos del desarrollo, trastor- (20,4 % y 20,1 %). La suma de los trastornos de ansie-
nos adaptativos, trastornos del espectro autista, trastor- dad y los trastornos fóbico-obsesivos alcanza el mayor
nos de la eliminación y otros (incluye la casuística de porcentaje, con el 21,2 %. Al diferenciar las categorías
acoso escolar, maltrato y abusos y agresiones sexuales). diagnósticas según el sexo aparece una tendencia a la
No se consideró la categoría de trastorno psicótico de- significación en las distribuciones (p = .06). En los ni-
bido a que en el periodo estudiado solamente se pre- ños sobresalen los trastornos de conducta, los del de-
sentó un caso (en la tabla 1 se recogen las correspon- sarrollo y los fóbico-obsesivos, mientras en las niñas
dencias diagnósticas según la C.I.E. 10 (OMS, 1992) y los más prevalentes son los trastornos adaptativos, los
las categorías diagnósticas). trastornos de conducta y los trastornos del desarrollo
(tabla 4).
Análisis de los datos Estas categorías diagnósticas presentan una distribu-
ción marcada por la edad. Encontramos dos grandes
Se usaron medidas de tendencia central para las va- bloques: aquellas categorías que aumentan con la edad
riables cuantitativas y distribución de frecuencias para y aquellas que disminuyen. Dentro del primer bloque
las cualitativas. Para analizar las relaciones entre sexo, encontramos los trastornos depresivos, los de ansiedad,
género y categoría diagnóstica se han usado las pruebas los fóbico-obsesivos, los de conducta y los TDAH. Los
de chi-cuadrado o de Fisher de acuerdo a la distribución trastornos del desarrollo, los adaptativos, del espectro
de los datos. El nivel de significación establecido fue autista y los de eliminación disminuyen con la edad (p =
de p < .05. El análisis estadístico fue realizado, usando .00) (tabla 5). Dentro del grupo de niños más pequeños
el R software versión 3.1.1. (R Foundation for Statistical (0 a 5 años) las categorías más prevalentes son los tras-
Computing Viena Austria; http://www.R-project.org). tornos adaptativos, los del desarrollo y los trastornos
del espectro autista (TEA). En el grupo de 6 a 10 años
Resultados destacan, en orden de mayor a menor frecuencia, los
trastornos de conducta, los del desarrollo y los adap-
La tasa media de derivaciones por parte de Pediatría tativos; mientras que en el grupo de más edad (11-14
de Atención Primaria fue de 13.971000 habitantes. Por años) serían los trastornos de conducta y los fóbico-
sexo, los niños casi duplican las tasas de las niñas: 17,25 obsesivos los que mayor porcentaje presentan.
frente al 10,59. Un 62,6 % (446) son niños y un 37,4 % Teniendo en cuenta las tres variables analizadas, el
(266), niñas. sexo, la edad estratificada y las categorías diagnósticas
Teniendo en cuenta la edad cronológica, la mayor de- (tabla 6), señalar que tanto en niños como en niñas la
manda se produce en tres edades: los 7 años, con 11,7 presencia de las categorías diagnósticas es similar en
%; los 10 años, con el 11,5 % y los 12 años, con el 10,3 cuanto aquellas que aumentan y disminuyen con la
%. Según el sexo, los niños presentan los mayores picos edad. Se incrementan con la edad, tanto en niños como
a los 10 y a los 7 años (12,6 % y 11,4 %), mientras que en niñas, los trastornos afectivos, los de ansiedad, los
las niñas los presentan a los 12 y a los 6 años (12,8 % de conducta y los TDAH (niños, p = .00; niñas, p = .04).

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40 35


Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad

Los trastornos fóbico-obsesivos mantienen esta pauta andaluces (Servicio Andaluz de Salud, 2010), el resto de
de aumento con la edad en los niños, mientras que en los trastornos más prevalentes hallados coincide con lo
las niñas, es el grupo de edad de 6 a 10 años donde más encontrado en investigaciones previas. El diferenciar
frecuentemente se dan. El resto de los trastornos, en en este estudio entre los trastornos de ansiedad y los
general, decrecen con la edad. En la tabla 7 se mues- trastornos fóbico-obsesivos ha provocado el descenso
tran, de mayor a menor frecuencia, las cuatro categorías de los porcentajes hallados, pero si se suman ambos
diagnósticas según el sexo y el grupo de edad. trastornos, la psicopatología de la esfera ansiosa apare-
ce como los trastornos más prevalentes en nuestra po-
Discusión blación, al igual que en los estudios de Palazón (1998)
y Castro y Lago (1996). La diferenciación entre trastor-
Uno de los resultados hallados es que se realizan más nos ansiosos y fóbico-obsesivos ha permitido constatar
derivaciones en niños que en niñas. En este estudio, de el elevado porcentaje de trastornos relacionados con el
cada diez demandas, más de seis son de niños. Estos miedo en nuestra muestra.
resultados son acordes, en general, con otros estudios En general, podemos plantear que existe una rela-
realizados: Pedreira et al., 1992; Navarro et al., 2012; ción entre el sexo y la edad en la presentación de la
López, Castro, Alcántara, Fernández et al., 2009; Aláez psicopatología infantil. Ambas variables determinan la
et al., 2000; Dragado et al., 1995; López, García, Mur- presencia o ausencia de las categorías diagnósticas. La
cia, Martín et al., 1995; Alday, Alonso, Fernández, Gar- conexión entre determinados periodos de edad, el sexo
cía et al., 2005; Servicio Andaluz de Salud, 2010), en y la presencia de unas u otras categorías diagnósticas es
distintas zonas de la geografía española y en momentos un hallazgo repetido y constante en la literatura cientí-
temporales diferentes. Existe una regularidad a lo largo fica (Pedreira et al., 1992; Navarro et al., 2012; Aláez et
de los últimos años. La distinta presentación psicopa- al., 2000; Dragado et al., 1995), aunque, como es espe-
tológica, como se verá más adelante, puede servir de rable, los trastornos o las categorías diagnósticas sufren
comprensión a este fenómeno. La presencia más fre- modificaciones en sus porcentajes de acuerdo a qué
cuente de síntomas externalizantes (López et al., 2009; estudio se valore. Estas diferencias se producen por la
Achenbach, 1991) en niños, con la mayor repercusión utilización de diferentes metodologías, por las diferen-
en los contextos habituales de desenvolvimiento, puede tes muestras usadas y los rangos de edad seleccionados,
ser una de las razones de esta regularidad. Estos sínto- por los diferentes procedimientos de evaluación diag-
mas provocan, en general, más alarma familiar, esco- nóstica y, sobre todo, por los diversos criterios usados
lar y social. Por otra parte, los desarrollos evolutivos en la formación de las categorías diagnósticas (Aláez et
no uniformes junto con las diferencias tanto de roles al., 2000).
como socioculturales en cuanto al sexo serían otras po- Resumiendo, en edades tempranas, de 0 a 5 años, los
sibles explicaciones. trastornos del desarrollo y los adaptativos son los más
No encontramos esta regularidad en cuanto a las eda- prevalentes tanto en niños como en niñas, lo que indi-
des donde se producen el mayor porcentaje de deriva- caría por una parte la vinculación de ciertos trastornos
ciones. En este estudio, son los 10 y los 7 años respec- a la maduración biopsicológica y al efecto de los acon-
tivamente en niños y los 12 y 6 en niñas donde mayor tecimientos y sucesos externos en las personalidades en
porcentaje de derivaciones se presentan. La no concor- formación. De los 6 a los 10 años, existe más diversi-
dancia con otros estudios puede ser debido a la no ho- dad en la de presentación de las categorías diagnósticas,
mogenización de los grupos de edad de las poblaciones aunque los trastornos de conducta ocupan los primeros
analizadas (Pedreira et al., 1992; López et al., 2009). lugares tanto en niños como en niñas, lo que apuntaría
Los trastornos de conducta junto con los de ansie- a otro momento evolutivo en el cual los conflictos en la
dad suelen aparecer como los más representados en asimilación y la acomodación a las normas y a los lími-
las muestras analizadas en los diferentes estudios (Ló- tes es la regla general tanto a nivel familiar como esco-
pez et al., 2010; Navarro et al., 2012; Aláez et al., 2000; lar y social. Por último, de los 11 a los 14, con el inicio
Dragado et al., 1995; Palazón, 1998; Castro y Lago, de la adolescencia y tanto en niños como en niñas, los
1996). Con la excepción de la presencia de los trastornos trastornos de conducta y los trastornos fóbicos-obsesi-
del desarrollo, dato acorde con los datos autonómicos vos son los más representados.

36 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40


José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre

Se han ido presentando diferentes y diversas limi- R., Loriga, A. y Monsalve, T. (1995). Prevalencia de
taciones que pueden haber marcado los resultados. los trastornos psicopatológicos en niños y adoles-
La elección de categorías amplias a nivel diagnóstico centes: resultados preliminares. Clínica y Salud, 6(1):
se puede considerar la principal limitación. La com- 67-82.
plejidad, en general, de la instauración de diagnós- López, C., Alcántara, M., Fernández, V., Castro,
ticos en la infancia por la plasticidad que presenta, M. y López, J. (2010). Características y prevalencia de
así como la influencia del proceso madurativo en el las poblaciones de ansiedad, depresión y quejas somá-
cual están inmersos, han sido las condiciones que ticas en una muestra clínica infantil de 8 a 12 años me-
han motivado esta elección, sabiendo, de antemano, diante el CBCL. Anales de Psicología, 26(2): 325-334.
la dificultad que esto supone en la comparación con López, C., Castro, M., Alcántara, M., Fernández,
otros estudios. V. y López, J. (2009). Prevalencia y características de los
Es indudable el efecto positivo de estos resultados. síntomas externalizantes en la infancia. Diferencias de
Permitirá una modificación y acomodación de los género. Psicothema, 12(3): 353-358.
programas de coordinación con Pediatría de Aten- López, C., García, C., Murcia, L., Martín, C., Cor-
ción Primaria, de los protocolos de evaluación y de las tegano, M., López, I. y López, G. (1995). Problemas
pautas de intervención en la infancia y adolescencia psicopatológicos en una muestra clínica de niños-
para adecuarlos a las prevalencias presentadas, priori- niñas. Taxonomías clínicas. Anales de Psicología, 11(2):
zando, por ejemplo, el trabajo en aquellas categorías 129-141.
más frecuentes. Por otro lado, permitirá adecuar con Navarro, E., Meléndez, J., Sales, A. y Sancerni,
mayor objetividad los programas de formación con- M. (2012). Desarrollo infantil y adolescente: trastornos
tinuada en materia de Salud Mental Infantil en Aten- mentales más frecuentes en función de la edad y el gé-
ción Primaria. nero. Psicothema, 24(3): 377-383.
Organización Mundial de la Salud (1992). C.I.E.
Agradecimientos 10. Décima Revisión de la Clasificación Internacional de las
Enfermedades. Trastornos mentales y del comportamiento. Ma-
A Rita Pérez González del ECAI de Asesoramien- drid: Meditor.
to Metodológico, Estadístico y Científico de IBIMA- Organización Mundial de la Salud (2001). Informe
FIMABIS de Málaga por el análisis estadístico reali- sobre la Salud en el mundo. Salud Mental: nuevos conocimien-
zado. tos, nuevas esperanzas. Ginebra: OMS.
Palazón, I. (1998). Salud Mental Infantil: patologías
Bibliografía más frecuentes en Atención Primaria. Rev. Asoc. Esp.
Neuropsiq., 67: 545-553.
Achenbach, T. (1991). Manual for the youth self-report Pedreira, J., Rodríguez, J. y Zaplana, J. (1992). Di-
and 1991 YSR profilaxis. Burlington, VT: University of ferencias sexuales en la demanda a servicios comuni-
Vermont. tarios de Salud Mental Infanto-Juvenil en un territorio
Aláez, M., Martínez, R. y Rodríguez, C. (2000). de una comunidad autónoma. Rev. Asoc. Esp. Neuropsip.,
Prevalencia de trastornos psicológicos en niños y ado- 43:275-282.
lescentes, su relación con la edad y el género. Psicothema, Rivas, M., Vázquez, J. y Pérez, M. (1995). Alteracio-
12(4): 525-533. nes psicopatológicas en la infancia: El Niño en E.G.B.
Alday, J., Alonso, V., Fernández, B., García, R., Psicothema, 7(3): 513-26.
González, C., Pérez, E. y Poza, A. (2005). Variacio- Servicio Andaluz de Salud (2010). Programa de
nes del consumo de recursos ambulatorios en la aten- Atención a la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia.
ción especializada de salud mental a niños y adolescen- Programa de Salud Mental. Sevilla: Servicio Andaluz de
tes. Gaceta Sanitaria, 19(6): 448-455. Salud.
Castro, M. y Lago, S. (1996). Estudio da demanda Taboada, A., Ezpeleta, L. y De la Osa, N. (1998).
dos usuarios de salude mental. Unidade de salude men- Factores de riesgo de los trastornos de ansiedad en
tal II. Cuadernos de Pxicoloxia, 20: 35. la infancia y adolescencia: una revisión. Apuntes de
Dragado, C., Carrasco, I., Sánchez, M., Bersabe, Psicología, 16: 47-72.

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40 37


Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad

Anexos

Tabla 1. Categorías diagnósticas y correspondencias diagnósticas según la C.I.E. 10.

Categoría diagnóstica Diagnósticos C.I.E. 10


Trastornos afectivos F32, F38
Trastornos de ansiedad F93, F41
Trastornos Fóbico-Obsesivos F40.1, F40.2, F40.8, F40.9, F42
Trastornos de Conducta F91, F92
TDAH F90
Trastornos del Desarrollo F70-79, F80-89
Trastornos Adaptativos F43
TEA F84
Trastornos de la Eliminación F98

Tabla 2. Distribución de la población según el sexo y los grupos de edad.

Niño Niña Total


n % n % n % pa
0-5 años 62 13.9 30 11.3 92 12.9 .32
6-10 años 237 53.1 135 50.8 372 52.2
11-14 años 147 33.0 101 38.0 248 34.8
Total 446 100 266 100 712 100
a
Chi cuadrado

Tabla 3. Distribución de las Categorías Diagnósticas. Orden descendente.

Categoría Diagnóstica Porcentaje N


Trastornos del Desarrollo 20.4 93
Trastornos de Conducta 20.1 92
Trastornos Adaptativos 14.7 67
Trastornos Fóbico-Obsesivos 13.8 63
Trastornos de Ansiedad 7.4 34
TDAH 7.0 32
Trastornos del Espectro Autista 5.3 24
Trastornos Afectivos 4.6 21
Trastornos de la Eliminación 2.8 13
Otros 3.9 18

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José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre

Tabla 4. Distribución de las Categorías Diagnósticas según el sexo.

Niño Niña
Categoría diagnóstica N % Categoría Diagnóstica N % pa
Trastornos del Desarrollo 67 21,7 Trastornos Adaptativos 29 19,6 .06
Trastornos de Conducta 66 21,4 Trastornos de Conducta 26 17,6
Trastornos Fóbico-Obsesivos 39 12,6 Trastornos del Desarrollo 26 17,6
Trastornos Adaptativos 38 12,3 Trastornos Fóbico-Obsesivos 24 16,2
TDAH 23 7,4 Trastornos de Ansiedad 16 10,8
Trastornos del Espectro Autista 21 6,8 TDAH 9 6,1
Trastornos de Ansiedad 18 5,8 Trastornos Afectivos 5 3,4
Trastornos Afectivos 16 5,2 Otros 5 3,4
Otros 13 4,2 Trastornos de la Eliminación 5 3,4
Trastornos de la Eliminación 8 2,6 Trastornos del Espectro Autista 3 2
a
Chi cuadrado

Tabla 5. Distribución de las Categorías Diagnósticas según los Grupos de Edad.

0-5 años 6-10 años 11-14 años


n % n % n % pb
Trastornos Afectivos 0 0,0 4 1,7 17 10,8 .00
Trastornos de Ansiedad 2 3,3 14 5,8 18 11,5
Trastornos Fóbico-Obsesivos 4 6,7 32 13,3 27 17,2
Trastornos de Conducta 4 6,7 53 22,1 35 22,3
TDAH 0 0,0 18 7,5 14 8,9
Trastornos del Desarrollo 18 30,0 49 20,4 26 16,6
Trastornos Adaptativos 20 33,3 38 15,8 9 5,7
Otros 1 1,7 11 4,6 6 3,8
TEA 7 11,7 14 5,8 3 1,9
Trastornos de la Eliminación 4 6,7 7 2,9 2 1,3
Total 60 100,0 240 100,0 157 100,0
b
Test exacto de Fisher

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Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad

Tabla 6. Distribución de las Categorías diagnósticas según sexo y grupos de edad.

Niño
Grupos de edad 0-5 años 6-10 años 11-14 años
Categorías diagnósticas n % n % n % pb
Trastornos Afectivos 0 0.0 4 2.4 12 12.1 .00
Trastornos de Ansiedad 1 2.4 7 4.2 10 10.1
Trastornos Fóbicos-Obsesivos 2 4.8 18 10.7 19 19.2
Trastornos de Conducta 4 9.5 39 23.2 23 23.2
TDAH 0 0.0 14 8.3 9 9.1
Trastornos del Desarrollo 12 28.6 37 22.0 18 18.2
Trastornos Adaptativos 12 28.6 23 13.7 3 3.0
Otros 1 2.4 9 5.4 3 3.0
TEA 7 16.7 12 7.1 2 2.0
Trastornos de la Eliminación 3 7.1 5 3.0 0 0.0
Niña
Grupos de edad 0-5 años 6-10 años 11-14 años
Categorías diagnósticas n % n % n % pb
Trastornos Afectivos 0 0.0 0 0.0 5 3.4 .04
Trastornos de Ansiedad 1 5.6 7 9.7 8 13.8
Trastornos Fóbicos-Obsesivos 2 11.1 14 19.4 8 13.8
Trastornos de Conducta 0 0.0 14 19.7 12 20.7
TDAH 0 0.0 4 5.6 5 8.6
Trastornos del Desarrollo 6 33.3 12 16.7 8 13.8
Trastornos Adaptativos 8 44.4 15 20.8 6 10.3
Otros 0 0.0 2 2.8 3 5.2
TEA 0 0.0 2 2.8 1 1.7
Trastornos de la Eliminación 1 5.6 2 2.8 2 3.4
b
Test exacto de Fisher.

Tabla 7. Categorías diagnósticas más frecuentes según el sexo y los grupos de edad de mayor a menor
porcentaje.

0-5 años 6-10 años 11-14 años


Niño Niña Niño Niña Niño Niña
Trastornos del Trastornos Trastornos de Trastornos Trastornos de Trastornos de
Desarrollo Adaptativos Conducta Adaptativos Conducta Conducta
Trastornos Trastornos del Trastornos del Trastornos de Trastornos Trastornos
Adaptativos Desarrollo Desarrollo Conducta Fóbico-Obsesivos Fóbico-Obsesivos
TEA Trastornos Trastornos Trastornos Trastornos del Trastornos de
Trastornos de Fóbico-Obsesivos Adaptativos Fóbico-Obsesivos Desarrollo Ansiedad
Conducta Trastornos de Trastornos Trastornos de Trastornos Trastornos del
Ansiedad Fóbico-Obsesivos Desarrollo Afectivos Desarrollo

40 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 33-40


El falso trauma*
Juan Manzano**

RESUMEN
El interés teórico y clínico de la noción de trauma es innegable. Sin embargo, es importante precisar el concepto y evitar
generalizaciones abusivas. En mi opinión, la existencia de una fantasía universal que se manifiesta como una necesidad de
creer en traumas facilita errores diagnósticos o conceptuales, con repercusiones para la prevención y la teoría y práctica
en psicoterapia y psicoanálisis. Presentamos nuestra comprensión del origen y de la naturaleza de esta fantasía subyacente.
PALABRAS CLAVE: trauma, fantasma, psicoterapia, transferencia.

ABSTRACT
False trauma. The theoretical and clinical interest of the concept of traumatism is undeniable. However, it is impor-
tant to define the concept and avoid incorrect generalizations. I believe that there is a universal fantasy that manifests
itself as a need to believe in traumas, and that this tendency prompts diagnostic and conceptual mistakes that hinder
efforts at prevention and have negative consequences for the theory and practice of psychotherapy and psychoanalysis.
We present our understanding of the origin and nature of this underlying fantasy. KEY WORDS: trauma, phantasm,
psychotherapy.

RESUM
El fals trauma. L’interès teòric i clínic de la noció de trauma és innegable. No obstant això, és important precisar el
concepte i evitar generalitzacions abusives. En la meva opinió, l’existència d’una fantasia universal que es manifesta com
una necessitat de creure en traumes facilita errors diagnòstics o conceptuals, amb repercussions per a la prevenció i la teoria
i pràctica en psicoteràpia i psicoanàlisi. Presentem la nostra comprensió de l’origen i de la naturalesa d’aquestes fantasies
subjacents. PARAULES CLAU: trauma, fantasma, psicoteràpia, transferència.

Introducción en la comprensión de los fenómenos de transferencia


o contratransferencia y determina, algunas veces, el
El interés teórico y clínico de la noción de trauma es conjunto de la técnica. Dado el propio interés por esta
innegable. Este interés posee una importancia capital noción y por su eficacia operativa tanto en el trata-
e indiscutible en las actividades preventivas primarias miento analítico como en las acciones preventivas, me
y secundarias, especialmente en los casos de maltrato parece importante precisar y determinar claramente
y abuso sexual. En estos últimos años, hemos realiza- lo que nosotros llamamos “trauma” y su diagnóstico
do progresos considerables en la lucha contra el muro eficaz. Hay que luchar contra un riesgo de trivialidad
de silencio que, a menudo, rodea estas situaciones. Sin y generalización abusiva que estropearía el concepto y
embargo, la noción de trauma resulta igualmente im- que se volvería contra nuestros objetivos.
portante para el psicoanálisis y en la psicoterapia en No trataré aquí la que es, sin duda, la cuestión cen-
calidad de teoría implícita o explícita, la cual influye tral, es decir, el papel y la función de la estructura de

*Revisión por el autor del artículo ya publicado en Psicopatol. salud ment. 2003, 2, 17-20, bajo el título “El falso traumatismo”
**Psiquiatra, Profesor de la Facultad de Medicina, Ex Director del Service Médico-Pédagogique. Ginebra.
Correspodencia: juan.manzano@bluewin.ch
Recibido: 15/2/16 - Aceptado: 9/6/16

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 41-43 41


El falso trauma

la personalidad ante unos hechos externos a partir esfuerzos del terapeuta.


del nacimiento. Tampoco voy a discutir la definición; Científicamente, esta fantasía puede, pues, infiltrarse
acepto la que, después de los trabajos de Freud, se ha en nuestro pensamiento, en nuestro razonamiento y
convertido en usual para la corriente principal del psi- perturbar así nuestra visión de la realidad.
coanálisis. Lo que me propongo es tratar, muy breve- El mismo Freud, influenciado por las creencias
mente, un punto de vista sobre lo que podemos llamar de sus primeras pacientes, fue llevado a elaborar su
“falsos traumas”. primera teoría, la cual establecía el origen traumático
(abusos sexuales) de todas las neurosis. Han tenido
En busca del trauma perdido que pasar varios años para que esta apreciación fue-
ra corregida. Sin embargo, desde entonces, y con una
Existe, en mi opinión, una fantasía universal pre- cierta periodicidad, analistas post-freudianos resuci-
sente y activa en todos nosotros; una necesidad de tan de manera más o menos explícita este concepto
creer en traumas, que se manifiesta de diferentes ma- unilateral. Lo mismo ocurre en numerosas publicacio-
neras. nes psicoanalíticas y psiquiátricas, a menudo america-
Se manifiesta culturalmente por la creación de mitos, nas, sobre el origen traumático de múltiples y diversas
todos equivalentes: la expulsión del paraíso. psicopatologías adultas, especialmente los problemas
Se manifiesta individualmente por la tendencia a con- borderline.
siderar que todos nuestros males y problemas tienen
una causa más o menos similar: una madre trauma- ¿De dónde viene esta fantasía?
tizante, una insuficiencia, una carencia, un aconteci-
miento. Los argumentos propuestos que nos recuerdan el
Esta creencia se manifiesta, igualmente, en lo que argumento tautológico de San Anselmo sobre la exis-
Kris (1956) y Etchegoyen (1986) han llamado en los tencia de Dios no pueden convencernos. Este filósofo
pacientes en tratamiento psicoanalítico un “falso in- medieval había establecido una demostración sobre la
sight”. Kris lo describe como la típica sesión psicoana- existencia de Dios que fue ampliamente aceptada y
lítica falsamente positiva tanto para el terapeuta como que puede resumirse de este modo: “todos los hom-
para el paciente. Los dos se sienten satisfechos. “La bres tienen una idea, una necesidad de que Dios exista
vida entera del paciente se ve desde una perspectiva y esto demuestra que Dios existe”. El poder de con-
simplista y unilateral. Han descubierto una especie de vicción de este razonamiento se fundamenta, pues,
revelación luminosa (insight). Todo deriva de un mo- sobre la misma creencia sobre la cual se basa.
delo explicativo determinado, de un cataclismo pre- La existencia de esta fantasía de trauma original vie-
coz y concreto ocurrido en la infancia” (Etchengoyen, ne determinada por diversos factores del desarrollo.
1986). Sin embargo, para mí, el factor más importante resulta
En las acciones preventivas y de detección de los trau- de las características de la evolución del niño pequeño,
mas, especialmente y de forma significativa de los las cuales ya fueron remarcadas por Freud: se trata de
abusos sexuales, la creencia derivada de esta fantasía las características psicobiológicas asociadas a la lenta
universal puede conducir a errores y generalizaciones. y progresiva estructuración y maduración del sistema
Como todos sabemos, los casos más extremos son nervioso desde el nacimiento, en un proceso que ha
posibles. Podemos citar, como compendio general de sido seleccionado por la evolución por sus ventajas
estos excesos, el libro de Edward Behr Une Amérique adaptativas. El hecho de no estar completamente or-
qui fait peur (1995). Entre los ejemplos, no excepcio- ganizado ha permitido que nuestro cerebro sea plás-
nales, que ofrece, está el de un psicoterapeuta que tes- tico, moldeable y abierto a las experiencias exteriores.
tifica en un juicio por daños y perjuicios. Su paciente Muy esquemáticamente, y a partir de un modelo de
adulta sufre graves problemas psicológicos como con- desarrollo del narcisismo que hemos elaborado en co-
secuencia de haber sufrido durante la infancia abusos laboración con F. Palacio y en el cual se reconocerán
sexuales por parte de su padre (incesto). La prueba fácilmente nuestras referencias a Freud y a otros auto-
invocada reposa sobre el hecho de que, justamente, la res post-freudianos, podría formularlo de la siguiente
paciente no puede recordarlo y resiste a pesar de los manera. El yo (la parte organizada de la personalidad)

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Juan Manzano

se ve amenazada desde el nacimiento por la desorga- económicas y sociales de una población. Sin embargo,
nización, el aniquilamiento y la muerte. Se trata de una sí que lo estaban con el hecho de que estas poblacio-
amenaza interna, propia de la estructura. Esta amenaza nes vivían en una sociedad faltada de cohesión, con
interna destructiva se proyecta inmediatamente ha- grandes diferencias sociales que evidenciaban la dife-
cia el exterior, como un modo defensivo (paranoico) rencia de estatus entre sus miembros. Con un igual
de organización. De esta manera, el yo está seguro y nivel de pobreza y de carencias económicas, sociales
permanece positivo e ideal. Este estado de perfección y sanitarias, pero en una población más homogénea y
ideal del yo (narcisismo) se perderá, con la desilusión, sin grandes diferencias de estatus social, no aparece
en contacto con la realidad y le conducirá a asumir la esta mayor incidencia de problemas de salud.
responsabilidad de sus angustias, sus tendencias auto- La comparación de su propio estatus con el es-
destructivas y heteroagresivas. tatus superior de otros se vería permanentemente
Pero el deseo de reencontrar este estado paradisía- como una humillación, un ataque a la dignidad; en
co “perdido” persistirá y, con él, la tendencia a con- resumen, como una amenaza permanente contra la
siderar nuestros males como si llegaran del exterior. autoestima. Esta amenaza permanente contra la au-
Se trata, pues, de una resistencia al reconocimiento de toestima del medio familiar sería pues el factor de
nuestra desilusión narcisista, de nuestras debilidades y estrés crónico traumático (cuantificable incluso fisio-
nuestros riesgos internos, que se encuentran en la base lógicamente) y, en cambio, no lo sería el nivel econó-
de esta creencia en un “trauma exterior exclusivo”. mico por sí mismo.
Es evidente que este fantasma, esta creencia, no ex- Pienso más concretamente que esta amenaza cró-
cluye la posibilidad de que exista un trauma real, del nica contra la autoestima favorece muy precozmente
mismo modo que una personalidad paranoica, que se en los niños el establecimiento de una organización
siente perseguida, también puede serlo realmente en al- narcisista defensiva de la personalidad; estas defensas
gunos casos. Esta dificultad de diferenciar entre fanta- implican necesariamente una megalomanía compen-
sía y trauma real existente puede ilustrarse con un ejem- satoria y es precisamente el fracaso de esta estructura
plo “contrario” que demuestra que el trauma, aunque frente a la realidad la que produce los síntomas de la
exista, no se encuentra siempre ahí donde se pensaba. violencia.
Se considera generalmente que, entre otros proble- Se podría, pues, deducir que el trauma (el factor
mas de desarrollo, los comportamientos violentos de traumático) no siempre existe, aunque estemos con-
los trastornos de conducta (trastornos de la persona- vencidos de ello. En otros casos existe pero no es
lidad antisocial) en el niño y en el adolescente están necesariamente un agente causal o incluso no se en-
a menudo en correlación con un contexto social y cuentra allí donde nosotros pensamos; se encuentra
económico desfavorable. De ahí se deduce un origen en otro lugar.
traumático, asociado a la carencia de base económica:
la miseria y sus consecuencias. Ahora bien, algunos Bibliografía
estudios modernos de epidemiología de la salud, resu-
midos recientemente por Wilkinson (2001), han podi- Behr, E. (1995). Une Amérique qui fait peur. París:
do demostrar que el trauma no se encontraba donde Plon.
esperábamos. En efecto, estos estudios han demostra- Etchegoyen, H. (1986). Fundamentos de la técnica
do que la mayor incidencia de problemas psicológicos, psicoanalítica. Buenos Aires: Amorrortu.
sobretodo conducta violenta, ansiedad, depresión, así Kris, E. (1956). On some vicissitudes of insight in
como varios problemas somáticos (aumento de enfer- Psychoanalyse. International Journal of Psychoanalyse, 37,
medades cardio-vasculares, metabólicas, aumento de 443-455.
la mortalidad, esperanza de vida más corta) no esta- Wilkinson, R.G. (2001). Mind the Gap: hierarchy,
ban en relación directa con la pobreza y las carencias health and human evolution. Darwinism Today’s Series.

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Trabajando con los padres en
Psicoterapia Focalizada en la Transferencia
para adolescentes
Lina Normandin* y Xavier Costa**

RESUMEN
Una de las diferencias más concretas del trabajo terapéutico en la Psicoterapia Focalizada en la Transferencia (TFP, por sus
siglas en inglés) con adolescentes respecto la de adultos es la presencia de los padres en el tratamiento. Empezaremos hablando
de las razones por las que la presencia de los padres es, no sólo inevitable, sino imprescindible para el éxito del tratamiento.
Seguidamente, nos centraremos en las amenazas asociadas directamente a ésta, para, finalmente, presentar tácticas, técnicas y
estrategias específicas a propósito del trabajo con los padres. PALABRAS CLAVE: psicoterapia focalizada en la transferencia,
trabajo con los padres, adolescencia, trastorno límite de la personalidad.

ABSTRACT
Working with the parents in Transference-Focused for Adolescents (TFP-A). One of the most specific differences
that set therapeutic work in Transference-Focused Therapy (TFP) with adolescents apart from therapy with the adults is
the presence of the parents in the treatment. We will start by presenting reasons why the presence of parents is not only
inevitable but essential to the success of the treatment. Then, we will address threats to the treatment process that are
directly associated with the presence of parents. Finally, we will present specific tactics, techniques and strategies to be
applied when working with parents. KEYWORDS: Transference-Focused Psychotherapy, working with the parents, ado-
lescence, borderline personality disorder.

RESUM
Treballant amb els pares en Psicoteràpia Focalitzada en la Transferència per a Adolescents (TFP-A). Una de
les diferències més concretes del treball terapèutic i de la relació amb els adolescents en la Psicoteràpia Focalitzada en la
Transferència (TFP, per les seves sigles en anglès) és la presència dels pares en el tractament. Començarem parlant de les
raons per les quals la presència dels pares és inevitable. Tot seguit, ens centrarem en les amenaces associades directament
a aquesta, per, finalment, presentar tàctiques, tècniques i estratègies específiques a propòsit del treball amb els pares.
PARAULES CLAU: Psicoteràpia Focalitzada en la Transferència, treball amb els pares, adolescència, trastorn límit de la
personalitat.

Introducción Kernberg (1975, 1980, 1987) y es una de las psicote-


rapias con eficacia demostrada para el tratamiento del
La psicoterapia focalizada en la transferencia (TFP, trastorno límite de la personalidad (Clarkin et al., 2007;
por sus siglas en inglés) fue desarrollada por Otto F. Levy et al. 2006, Doering et al., 2010). Se trata de una

*Doctora en Psicología. Profesora de Psicología de la École de Psychologie, Université Laval, Québec. Presidenta del Comité de
Adolescencia de la International Society of Transference-Focused Psychoterapy (ISTFP).
**Psicólogo. Psicoterapeuta certificado en TFP-A por la ISTFP y el Personality Disorders Institute (New York). Grup TLP Barcelona.
Jefe de Redacción de la Revista de psicopatología y salud mental del niño y del adolescente.
Correspondencia: gruptlp@gruptlpbarcelona.org
Recibido: 29/7/16 - Aceptado: 19/10/16

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Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes

psicoterapia de orientación psicoanalítica, basada en la Por este motivo, el grupo del Personality Disorders
teoría de las relaciones de objeto, que tiene como obje- Institute de Nueva York, representado por Otto Ker-
tivo ayudar a los pacientes a integrar los aspectos de su nberg y Alan Weiner y el de la Universidad Laval del
mundo interno para que puedan experimentar tanto a Québec, representado por Lina Normandin y Karin
los otros como a ellos mismos de una manera coheren- Ensik, han estado trabajando en los últimos años en
te y equilibrada (Yeomans et al., 2015). Para ello, se basa adaptar su modelo de diagnóstico y tratamiento de
en la idea de que en la relación entre paciente y terapeu- adultos a los adolescentes con TLP (Normandin et al.,
ta “saldrán a relucir partes de las relaciones tempranas 2014). La Psicoterapia Focalizada en la Transferencia
interiorizadas” (Doering, 2014). para Adolescentes (TFP-A) tiene muchas similitudes
Tal y como explican Yeomans et al. (2015), estas re- pero también diferencias importantes respecto la diri-
laciones, llamadas relaciones de objeto internalizadas, “son gida a los adultos. Las similitudes importantes tienen
los bloques de construcción de las estructuras psico- que ver con el manejo de la transferencia y la contra-
lógicas y sirven de organizadores de la motivación y la transferencia, así como la interpretación de ambas. De
conducta. Estos bloques de construcción son unidades hecho, ésta constituye una técnica fundamental para
compuestas de una representación del sí mismo y de facilitar la consolidación de la identidad, ya que supone
una representación de otro, unidos por un afecto re- integrar relaciones tempranas que han quedado interio-
lacionado o representando un impulso” (págs. 3-4, la rizadas de manera disociada: por una parte, vivencias
traducción es mía). Estas unidades, esquematizadas en que han quedado idealizadas; por otra parte, experien-
la figura 1, son lo que, en TFP, llamamos díadas. Estas cias amenazantes. De esta manera, se consigue una ex-
representaciones no están basadas en la realidad, sino periencia coherente, realista y estable de uno mismo y
en una experiencia que ha tenido lugar en un momento de los otros, que, a la vez, está asociada con una mejor
específico de la primera infancia y que han sido carga- regulación de las emociones y unas buenas relaciones
das por un afecto intenso. Las díadas serán el vehículo interpersonales.
por el que se expresarán los conflictos intrapsíquicos. Las diferencias son múltiples a nivel de encuadre
terapéutico, tácticas y técnicas y éstas son sobre todo
Una psicoterapia específica para adolescentes debidas a los retos de los complejos procesos de trans-
ferencia y contratransferencia de los adolescentes, a
Las aportaciones de Paulina Kernberg y colabora- su material primitivo y a sus cambios evolutivos, y a
dores (2001) sobre la concepción del trastorno límite la naturaleza de la relación terapéutica en relación a la
de la personalidad (TLP) en la infancia nos ayudan en presencia de los padres.
el diagnóstico de aquellos niños que presentan múlti-
ples síntomas neuróticos y conductuales que, en vez de La necesaria presencia de los padres
ser transitorios y, por tanto, evolutivamente normales,
persisten en el tiempo. Aunque según Bernstein et al. Razones legales
(1966), en el 43 % de estos niños no persiste esta pro- Gran parte de los Estados Unidos y muchos otros
blemática en la adolescencia, tenemos suficientes indi- países tienen leyes que autorizan específicamente a los
cios para afirmar que las raíces del TLP se encuentran adolescentes (desde los 14 a los 16, depende de dón-
ya en la infancia (Kernberg et al., 2001; Palacio, 2007; de) a consentir el cuidado a la salud mental, incluyendo
Icart, 2012). Debido a los cambios neurobiológicos y la psicoterapia (1). El consentimiento paterno es obli-
neuronales que se dan en la adolescencia y a los re- gatorio en menores de 14 años. De todas maneras, el
tos del propio momento evolutivo (Normandin et. al, derecho del adolescente a dar el consentimiento a un
2015), donde el de la construcción de la identidad tiene tratamiento no invalida la autoridad de los padres y su
una importancia crucial (Icart, 2012), esta fase del de- responsabilidad hasta que los hijos sean mayores de
sarrollo tiene especial interés en el tratamiento del TLP. edad. Los padres son, legalmente, los principales tomado-
La mayoría de adolescentes lograrán superar esta fase res de decisiones para sus hijos y necesitan estar implica-
sin muchos problemas, pero sabemos que entre el 3 y dos en las decisiones que conciernen al bienestar de los
el 5 % acabarán desarrollando un trastorno de la perso- adolescentes. Necesitan que, de alguna manera, estén
nalidad (Normandin et. al, 2015). involucrados en el tratamiento.

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Lina Normandin y Xavier Costa

En TFP-A, por tanto, no sólo hay que hacer una de- necesita ser ingresado y tratado. La madre es reacia a
volución al paciente sobre sus dificultades y sobre la revelar la intención de la escuela, porque considera que
indicación del tratamiento, sino también a los padres. no es culpa de William, ya que todo el mundo debería
Según Valenciano et. al (2015), “nuestro objetivo prin- saber y respetar que no tolera que le toquen. Explica
cipal es hacernos entender lo mejor posible y facilitar que ella misma tuvo que aceptar no tocarle desde que
un clima de colaboración por su parte en la medida de era un bebé, porque lloraba o se enfadaba. Un chico
lo posible”. Una manera que estos autores proponen es con una historia de hipersensibilidad y explosividad
la de animar a los padres a buscar ejemplos para com- como William nunca ha aprendido a autorregular-
prender cómo la personalidad patológica del paciente se cuando se frustra; siempre ha percibido el mundo
es la principal causante de su malestar y de las dificul- como amenazante. Por lo tanto, no es el hecho de que
tades que ellos observan; además de hablarles de su pa- lo hayan tocado en la mano lo que causó su explosión,
tología, hay que poder transmitirles las consecuencias sino el de haber anticipado los reproches o ataques de
que ésta puede comportar, sobre todo si no se inicia el sus compañeros por haberle quitado la goma en clase,
tratamiento. y cómo la proyección está depositada en el otro. Es
importante que los padres sepan que este tipo de inci-
Principio de realidad dente tiene que ser comunicado al terapeuta para que
La TFP es un tratamiento que puede generar im- éste lo pueda trabajar con el paciente. Entonces, el te-
portantes beneficios a medio y largo plazo (Doering, rapeuta puede dirigirse al hecho de que el chico se cree
2014), pero que implica un gran esfuerzo también para con derecho a pensar que es razonable esperar a no
los padres, que deben organizarse para traer al paciente ser tocado nunca, y explorar los aspectos paranoides
dos veces por semana y que tienen que tolerar que los subyacentes de que el otro quiere atacarlo.
cambios se vayan a ir dando lentamente. Para proteger
el tratamiento, es necesario, en el caso de los adoles- Gran dependencia, falta de autonomía y vulnerabi-
centes, acordar también unas responsabilidades, que lidad a la presión de los padres
formarán parte del contrato terapéutico, del que habla- Como bien dicen Icart y Freixas (2013, pág. 137), la
remos más adelante. adolescencia “es la etapa en la cual el niño ha de superar
El principio de realidad tiene que ver con cuestio- la dependencia familiar, dejar atrás los aspectos infanti-
nes como ¿quién traerá al adolescente? ¿Quién pagará les y pasar a la dominancia del grupo juvenil. (...) Es una
la terapia? ¿Quién informará al terapeuta de las crisis o etapa difícil y la crisis se puede vivir de maneras muy
las actuaciones que se den durante la semana que pue- diferentes según el grado de indiferenciación padres-
dan suponer una amenaza para el tratamiento? ¿Quién hijo que aún perdure”. Los mismos autores citan a Ker-
proveerá de información clave para la comprensión del nberg (1987) cuando éste señala que “al ser los padres
adolescente? A causa de las particularidades neurobio- los que sufren o padecen el conflicto que tiene su hijo,
lógicas en esta etapa del desarrollo (Normandin et al., son, por un lado, los que acompañan al adolescente al
2014), los adolescentes están particularmente en riesgo tratamiento y al mismo tiempo los que pueden, en cier-
de actuar impulsivamente y esto puede interferir en su tos momentos difíciles, poner trabas a seguir el proceso
asistencia a las sesiones. Por lo tanto, es fundamental terapéutico por el dolor que les representa enfrentarse
que haya alguien, como los padres, que pueda asegu- a las ansiedades de la separación” (Icart y Freixas, 2013,
rarse de que asistirá a las sesiones o de que, al menos, pág. 137). Por tanto, es importante tener una aprecia-
supervisen su conducta. ción de las presiones que los padres pueden ejercer so-
Por ejemplo, William, de 13 años, agredió a otro chi- bre un adolescente y que pueden poner el tratamiento
co en la cara porque éste le tocó en el brazo para indi- en riesgo para poder establecer medidas que permitan
carle que quería que le devolviese la goma de borrar. protegerlo.
En principio, todo el mundo sabe que William monta Durante la fase media del tratamiento, Ana, una ado-
en cólera si alguien intenta tocarle. La escuela se ha lescente diagnosticada de TLP con importantes inten-
ido preocupando cada vez más porque esto ha pasado tos autolíticos, empieza a presionar al terapeuta para
ya varias veces y han amenazado con expulsarle. Han que la ingrese en un Hospital de Día. Aunque su sin-
pedido una valoración psiquiátrica con la idea de que tomatología está mejorando significativamente y se ha

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Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes

establecido una dinámica terapéutica adecuada, amena- que éste tiene miedo de los padres y que no es capaz
za al terapeuta con autolesionarse y éste contiene todas de enfrentarse a ellos. Un adolescente más resistente lo
estas proyecciones, intentando ayudarla a observar y a podría ver como si los padres tuvieran un poder omni-
tomar conciencia de esta conducta. En una de las se- potente sobre el terapeuta, y la terapia estaría entonces
siones, Ana exclama: “no quiero vivir más, estoy harta condenada al fracaso.
de todo, he intentado pedir ayuda y nadie me escucha,
ni mis padres ni mis profesores”. Es evidente que aquí Falta de colaboración
omite hablar del terapeuta, pero la queja va claramente En algunos casos, los padres debilitan activamente el
dirigida a él; es el terapeuta el que no actúa como ella terapeuta, así como el adolescente, mediante su falta
quisiera, y ella no puede tolerarlo. El hecho de que la de consciencia o su insensibilidad, egoísmo o tendencia
paciente no logre controlar al terapeuta intensifica la a la explotación. Los padres pueden contribuir activa-
presión de ésta hacia los padres, hasta el punto de que mente a las dificultades de los adolescentes, median-
éstos acaban actuando. Recurren entonces a un hospi- te la incomprensión de sus necesidades, la restricción
tal privado en el que podrá tender un acceso privile- inapropiada de su libertad, o reteniéndolos mientras
giado en caso de que tenga que ingresar por intentos descuidan a los hijos pequeños, o explotándolos por
autolíticos y, de esta manera, no tengan que esperar. Se las demandas que deben pagar por una adicción a las
requiere aquí la necesidad de trabajar con los padres drogas, por ejemplo.
para ayudarlos a entender sus ansiedades respecto la vi- En estos casos, el terapeuta tiene que valorar si es
vencia de no poder controlar la conducta de la paciente, posible trabajar con la familia. Hay que clarificar qué
y de dejarse asustar por sus amenazas. Sin la complici- es lo mínimo que se puede esperar de ellos, y resulta
dad de los padres para contener esta situación, se hace entonces fundamental involucrar a la red asistencial (a
imposible mantener el tratamiento, por el peligro im- veces, a los servicios sociales). La mayoría del tiempo,
portante de que los padres actúen, interrumpiéndolo. habrá que ayudar al hijo a “separarse” de los padres (y
Durante un tratamiento tan largo, es habitual que los viceversa) y confrontarlos con la propia sensación de
padres intenten modificar el encuadre; es fundamental que deberían “rescatar” a la familia.
transmitirles que pueden llamar al terapeuta y hablar En resumen, hay buenas razones por las que hay que
con él antes de tomar una decisión delante de las difi- integrar a los padres en el tratamiento y desarrollar es-
cultades. De esta manera, se puede contener a los pa- trategias específicas para trabajar con o sin ellos.
dres y ayudarlos a no actuar.
La carta de la manipulación es la única que ofrece Problemas técnicos
Ana a sus padres; lo que el terapeuta debe hacer es
ayudarla a tener más cartas. Manipulando a los otros, Si la implicación de los padres es obligatoria y nece-
refuerza la vivencia de que no la quieren, sino que la saria, ¿cuál es el impacto de su presencia en el espacio
temen, y eso también le da una sensación de poder y terapéutico?
satisfacción. Al abordar el tema con ella, después de la
visita con los padres y la coordinación con el centro, se Amenazas y retos para el tratamiento
evidencia que hay una lucha de poder. Se logra trabajar Confidencialidad. Normalmente, el terapeuta tiene que
con los padres y entienden la importancia de preservar crear un encuadre confidencial y privado que facilite el
el espacio terapéutico. Al comprobar que los padres despliegue de díadas de relaciones de objeto primitivas
han cambiado de opinión y dejan de asistir al centro en la reacción del adolescente respecto el terapeuta. A
privado, Ana vuelve a hacer atracones, se provoca el este proceso le llamamos transferencia. Estas díadas, al
vómito y se infringe cortes superficiales. El terapeuta ser el vehículo para la expresión de conflictos intrap-
ha restablecido el contacto con la realidad, nota que síquicos, serán el foco del proceso interpretativo en
la paciente está enfadada con él y que está intentando TFP. No obstante, si este encuadre es percibido como
atacarle (mediante sus propios ataques hacia sí misma) siempre amenazado por la intrusión parental o por
y focaliza la sesión en esta dinámica. Sin la intervención la divulgación del terapeuta, se introduce un nivel de
del terapeuta, Ana sólo hubiera tenido opción a seguir sospecha en la mente del adolescente que impregna la
este desastroso plan y podría incluso llegar a pensar transferencia. Por lo tanto, los esfuerzos del terapeuta

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Lina Normandin y Xavier Costa

van más destinados a resolver la intensa transferencia fantaseado. El acting out, una característica de la etapa
negativa desencadenada por la “realidad externa” que evolutiva del adolescente y más evidente en la patolo-
a los “conflictos intrapsíquicos”. Además, el adolescen- gía límite, se manifiesta frecuentemente en la relación
te podría percibirlo como un síntoma de infidelidad y terapéutica y desafía al terapeuta a nivel contratransfe-
traición y entonces reaccionar “llevándose por delante rencial. Como veremos más adelante, la colaboración
al terapeuta” en un ataque destructivo. de los padres será aquí necesaria.
Neutralidad técnica. La TFP promueve el cambio reac- La des-idealización de los padres y de la autoridad,
tivando las intensas experiencias internalizadas de uno otra característica en el adolescente, también se mani-
mismo y de los otros para que el paciente pueda em- fiesta en la relación terapéutica cuestionando la habili-
pezar a reflexionar sobre lo que está experimentando y dad y las afirmaciones del terapeuta. El juego de con-
conectar esta experiencia con representaciones internas trol sobre los límites del encuadre no acaba nunca.
que podrían no corresponder a la realidad externa o, en Por ejemplo, Marta, una adolescente con patología
otras palabras, a lo que está ocurriendo ahora entre él y límite con importantes aspectos narcisistas necesitaba
el terapeuta. El adolescente podrá entonces experimen- sistemáticamente despreciar las intervenciones del te-
tar estas emociones tan intensas sólo si el terapeuta no rapeuta, diciéndole cosas como “sí, ya lo sé, no hace
toma partido. Si siente que el terapeuta prefiere el pun- falta que tú me lo digas”, haciéndole sentir que, por
to de vista de los padres respecto a la experiencia del mucho que éste se esforzara, nunca podía decirle nada
paciente sobre su propio punto de vista, podría dejar útil, anulándolo por completo. Analizar la intensa con-
de considerar todos los factores que tienen un impacto tratransferencia del terapeuta permitió entender que
en sus pensamientos, emociones y conductas. Por otra detrás de los ataques, que también utilizaba con los
parte, la neutralidad técnica tiene que ser implementa- padres, había un miedo insoportable a la dependencia,
da con un marco que también priorice hacer frente a por el que necesitaba defenderse.
las amenazas a la seguridad del paciente, así como a su
desarrollo normal. Por lo tanto, son frecuentes las des- ¿Qué hacer y cómo?
viaciones de la neutralidad planeadas y justificadas con
el fin de hacer frente de manera contundente a tipos de ¿Cómo negociar la presencia de los padres para ga-
acting out que podrían poner en riesgo al adolescente, a rantizar que la TFP-A permanezca como un tratamien-
su desarrollo, a otros y al propio tratamiento. to individual y que la actividad mental del terapeuta
Por ejemplo, para William, la perspectiva de ser ex- esté primordialmente focalizada en el mundo interno
pulsado de la escuela podría tener graves consecuencias del adolescente y en los retos del desarrollo? Parte de
en su desarrollo si es el principio de un círculo vicioso la respuesta reside en la manera en cómo el terapeu-
de expulsión-readmisión. Ingresar en un hospital psi- ta negocie un contrato terapéutico con los padres y el
quiátrico pondría en peligro la psicoterapia. Finalmen- adolescente (antes del inicio del tratamiento) donde las
te, la negación de la madre de la intensa agresión en- desviaciones obligatorias sean discutidas y acordadas.
raizada en su mundo interno contribuye más al riesgo. Por otra parte, esto vendrá determinado por la manera
Más adelante, hablaremos de la neutralidad técnica en que el terapeuta use tácticas específicas para proteger
como táctica específica de la TFP-A. el marco del tratamiento, técnicas específicas para vol-
Interpretación transferencial y contratransferencia. La im- ver a la neutralidad y estrategias específicas para resolver
plicación de los padres hace que la existencia del mun- las reacciones paranoides que sigan a las interferencias,
do externo esté constantemente presente, y entonces intrusiones y ataques parentales. A partir de aquí, pode-
incrementa el riesgo de sesgo en la comprensión y la mos establecer los siguientes principios generales.
interpretación del mundo intrapsíquico del adolescen-
te. De hecho, la interferencia de los padres es común Principios generales
en el encuadre terapéutico, y supone todo un reto para En primer lugar, tenemos que tener presente que los
la tolerancia del terapeuta. Las reuniones con ellos des- padres son colaboradores, no nuestros pacientes. Esta
encadenan fantasías en la mente del terapeuta, que in- colaboración con ellos está estructurada alrededor de
terfieren con el interjuego de identificaciones con las su deseo genuino y la responsabilidad parental para
proyecciones del adolescente y los padres que éste ha ayudar al adolescente y sobre el conocimiento de su

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Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes

autoridad, límites, tendencias para interferir o repetir responsabilidades de los padres, la autoridad y las res-
experiencias traumáticas a través del paciente. ponsabilidades del terapeuta y las responsabilidades y el
Los padres deberían estar implicados tan poco como “poder” del adolescente.
sea posible y sólo cuando sea necesario, y especialmen- Contrato con los padres. La responsabilidad tiene que
te cuanto haya un acting out que pueda ser lesivo para ser vista como el compromiso de varias funciones. En
el adolescente o para su desarrollo, para otros o para el primer lugar, deben traer al adolescente a las sesiones
propio tratamiento. Por ejemplo, habrá que estar espe- cuando éste es demasiado joven para venir solo. Ade-
cialmente atento ante el riesgo de mentira, u omisión, o más, pueden recordarle la sesión, facilitar que llegue
de estar actuando dinámicas disfuncionales en casa que cuando ya pueda hacerlo de manera autónoma y apo-
el terapeuta desconoce. yar su participación en la terapia. Si el adolescente no
Como hemos ido viendo, la TFP-A es un tratamiento quiere venir con los padres, éstos pueden establecer un
individual dirigido a facilitar el despliegue de relaciones contrato con él donde queden claras las consecuencias
de objeto primitivas en la transferencia. Todos tienen si no acude.
que estar de acuerdo en la comprensión del problema Cuando el adolescente no quiere venir, los padres de-
del adolescente: la noción de que el TLP es una huida ben traerlo igualmente. El terapeuta ya se encargará de
hacia la acción como una defensa para protegerse de trabajar las resistencias del adolescente en la transfe-
conflictos internos, así como una expresión de falta de rencia, dentro del despacho, pero es obligación de los
introspección, de la capacidad para mentalizar o tolerar padres hacerse cargo de la situación fuera de él y que
afectos intensos. llegue a la sala de espera.
En un nivel contratransferencial, es importante no En el caso de que se trate de un tratamiento privado,
perder de vista que los padres lo hacen lo mejor que los padres deberán hacerse cargo del pago puntual de
pueden bajo unas circunstancias concretas y que ningu- las facturas según las condiciones acordadas con el te-
no (o muy pocos) quiere dañar a sus hijos. rapeuta.
El adolescente se encuentra en la encrucijada entre
Tácticas específicas aspectos infantiles, que debe ir abandonando, y la ad-
Estableciendo un contrato terapéutico. En TFP, creamos un quisición de capacidades adultas. Sabemos que es fun-
marco de tratamiento que lo hace seguro para reactivar damental que los padres potencien los aspectos adul-
experiencias inconscientes y prevenir la explosión de tos en detraimiento de los infantiles, pero dada la gran
afectos intensos que abrumen la comunicación. El con- impulsividad de este tipo de pacientes, es necesario un
trato terapéutico “sirve para garantizar, en el ámbito del acompañamiento que garantice las condiciones míni-
tratamiento, que la terapia tenga lugar de forma regular mas para el tratamiento.
y que el paciente pueda participar activamente en ella” Éstas serían, pues, las condiciones mínimas, pero de-
(Doering, 2014). En él, se regulan medidas de protec- pendiendo del caso, es necesario acordar algunas más.
ción de las amenazas que, por la patología de la pacien- En el caso de Ana, veremos cómo se gestionaron las
te, puedan poner el peligro el tratamiento. La fase de amenazas e intentos autolíticos con los padres.
valoración da al terapeuta una apreciación de lo que Contrato con el adolescente. Se consideran amenazas para
serán las amenazas al tratamiento y un contrato es el el tratamiento los pensamientos e impulsos suicidas,
conjunto menos restrictivo de condiciones necesarias conductas autolesivas, consumo de drogas y beneficios
para asegurar un entorno en el que el proceso psico- secundarios, por lo que deben constar en el contrato.
terapéutico se despliegue. Las amenazas potenciales al También establecer las condiciones del encuadre, como
tratamiento son desde conductas graves autodestructi- la frecuencia (dos veces por semana), la asociación libre
vas y con intención suicida a otras más indirectas, como y la priorización de temas (en el caso de que rompa el
un adolescente que enfurece a uno de los padres para contrato, debe empezar por aquí la sesión, por ejemplo).
que empiece a dudar en tener que continuar con el tra- El terapeuta se compromete a mantener la confi-
tamiento. Las resistencias pueden consistir en conduc- dencialidad, y es fundamental que le comunique al
tas del paciente que generen situaciones externas que adolescente cuál será su disponibilidad, y que su res-
pongan en peligro la terapia. En TFP-A, el contrato ponsabilidad es siempre la de ayudarlo a entenderse
se estructura en tres componentes: la autoridad y las mejor para que pueda tomar decisiones de la manera

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Lina Normandin y Xavier Costa

más beneficiosa para él, de manera que comprenda no le daba el resultado esperado, pudo tomar conscien-
qué puede esperar de éste (Valenciano et al., 2015). cia de este aspecto suyo y buscar vías de comunicación
En el caso de Ana, durante la realización del contrato más adaptativas. Éste fue un bloqueo muy efectivo de
terapéutico, se observó su incapacidad para parar las la ganancia secundaria de la paciente, que en este caso,
conductas autolesivas, que iban en aumento, por lo que era la de controlar y manipular a sus padres a su antojo.
se la derivó a urgencias para valorar ingreso en unidad De esta manera, también el terapeuta queda liberado
de contención psiquiátrica. Era evidente que no se da- del poder de la díada y mantenerse en su rol de neutra-
ban las condiciones para iniciar un tratamiento psico- lidad técnica, del que hablaremos a continuación.
terapéutico. Quedó ingresada durante tres semanas, y Desviaciones de la neutralidad técnica. El objetivo de las
se le dio el alta una vez reducida la situación de riesgo. desviaciones intencionadas de la neutralidad técnica es
Una vez regresó al Servicio, se dedicaron varias sesio- el de proteger el tratamiento y el paciente de sus pro-
nes a discutir el contrato. Para la realización de la tera- pios acting out, ya que los aspectos habituales de apoyo
pia, Ana se comprometió a no realizar ninguna acción (el marco terapéutico, la actitud del terapeuta, etc.) no
autolesiva, en la que se incluyeron cortes, inducción al siempre pueden sostenerlos suficientemente y acaba re-
vómito y absentismo escolar. En el caso de que sintiera sultando imprescindible introducir parámetros estruc-
la necesidad de hacerse daño, se comprometió a ha- turales para controlar estas amenazas (Yeomans et al.,
blarlo con sus padres y acudir a urgencias en caso de 2015, págs. 170-171). Las desviaciones de la neutralidad
no poder ser contenida. A las pocas sesiones, hubo que técnica, por lo tanto, son inevitables en el trabajo con el
añadir no tener relaciones sexuales sin protección, ya adolescente. No obstante, habitualmente son seguidas
que éste fue un riesgo que apareció una vez empezado de intentos infructuosos del terapeuta para resolverlas
el tratamiento. mediante la clarificación, la confrontación y la interpre-
Durante la primera fase del tratamiento, los actos au- tación de sus acting out o amenazas para el tratamiento.
tolíticos son utilizados por Ana al servicio de la díada Por otra parte, un terapeuta es neutral siempre que sus
en la que ella es una niña abandonada que quiere captar intervenciones se den en un marco que favorezca el
la atención del terapeuta mediante la preocupación del desarrollo y el bienestar del adolescente.
otro. En un momento determinado, llega a cortarse en Por ejemplo, un terapeuta del grupo de Quebec
el baño de la consulta, justo antes de la sesión. Dado tuvo que desviarse de la neutralidad cuando una ado-
que estas actuaciones están siendo cada vez más gra- lescente de 18 años quiso dejar Texas para vivir con
ves, desde el marco del contrato, se deriva la paciente un hombre de 50 años que había conocido reciente-
a urgencias para valorar otro ingreso. Después de tres mente en Internet y con el que practicaba cybersexo:
horas en la sala de espera del hospital, la paciente pidió “tuve que enfatizar el peligro de que quedaras con un
a su madre volver a casa. hombre que no estaba preparado para venir a cono-
Este asunto se trató con los padres, también desde certe y ser presentado a tus amigos, los cuales siem-
el marco del contrato, para ayudarlos a contener estas pre confías en su juicio. Fue necesario hablar con tus
situaciones y no actuar. El hecho de llevarla a urgencias padres, que no sabían que tenían derecho a decirte
ante la más mínima amenaza hizo que se desactivaran que no querían que te fueras, aunque ahora seas una
estas actuaciones, eliminándolas por completo. adulta. Era necesario avisarte sobre esto porque en
Para que el contrato ayude a contener estas situacio- ese momento te encontrabas con una actitud omni-
nes es indispensable que los padres comprendan la pa- potente y negligente sobre ti misma y sobre mí, y en
tología de la paciente. El hecho de que pudieran com- el fondo necesitabas comprobar mi preocupación res-
prender cómo Ana utilizaba las conductas autolíticas pecto a ti y a tu tratamiento”.
para movilizarlos y provocar una respuesta concreta, En el caso de Ana, después de un año de terapia,
les ayudó a no dejarse llevar por las proyecciones de la apareció una nueva situación de riesgo que requirió que
chica y dar una respuesta adecuada, contenedora, sin el terapeuta abandonara la neutralidad técnica: la pa-
potenciar estos aspectos manipuladores. El hecho de ciente estaba volviendo a tener relaciones sexuales sin
que los padres, siguiendo las condiciones del contrato, protección. En este caso, la urgencia viene dada no sólo
la llevaran a urgencias y toleraran la espera con ella la por el peligro de quedarse embarazada sino de haber
ayudó a contenerse. Al comprobar que esta estrategia sido contagiada por alguna enfermedad de transmisión

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 45-54 51


Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes

sexual. En terapeuta, abandonando la neutralidad, se desorganización familiar.


pone en contacto, delante de la paciente, con el servicio Gestión de la contratransferencia. La literatura psicoana-
público de salud sexual y le concierta una cita, con el lítica contemporánea considera la contratransferencia
compromiso de que la persona responsable le notifica- el conjunto de respuestas emocionales del terapeuta al
rá la asistencia. Paralelamente, habla con los padres ex- paciente en cualquier momento (Auchincloss y Sam-
plicando los riesgos y orientándolos a que debe hacerse berg, 2012). Como hemos visto, es habitual que los
una analítica de sangre para comprobar si ha habido padres interfieran en el tratamiento, ya sea mediante
contagio. Tanto la derivación al servicio especializado intrusiones como incluso ataques, pudiendo generar
de salud sexual como la analítica se convierten en con- en el terapeuta reacciones paranoides. El contrato tera-
diciones indispensables para proseguir el tratamiento. péutico acordado con los padres y el paciente ayuda al
La adolescente pudo verbalizar haberse sentido con- terapeuta a que pueda ser consciente de sus reacciones
tenida y protegida tanto por el terapeuta como por los contratransferenciales (Yeomans et al., 2015, pág. 176),
padres, y tuvo la experiencia de la terapia como un es- como hemos podido comprobar en las viñetas clínicas
pacio seguro y sólido en el que confiar. Una vez resuelta presentadas anteriormente.
la situación, el terapeuta pudo recuperar de nuevo la Promover desarrollo. Es fundamental que el tratamiento
neutralidad técnica. Este último paso es imprescindible, contribuya a promover cuestiones de desarrollo normal,
ya que en TFP no basta con poner un límite. Recupe- como reivindicar el propio poder y tomar decisiones,
rar la neutralidad técnica tiene que permitir la posterior que se alíen con los aspectos adultos del adolescente.
interpretación de por qué el paciente ha forzado al te- Por otra parte, hay que mantener el seguimiento de retos
rapeuta a desviarse. En este caso, por ejemplo, hubo normales de la adolescencia, como escoger una carrera,
que trabajar con la paciente en la comprensión de la la integración del amor y la intimidad en la sexualidad,
díada en la que el terapeuta era un padre controlador y separarse de los padres, etc. Al mismo tiempo, el tra-
punitivo y ella una niña sometida, y examinar minucio- tamiento ayuda al paciente a resolver los movimientos
samente las reacciones de ésta a la situación generada. de la disociación y la fragmentación hacia la consolida-
ción de la intimidad, aceptando sus esfuerzos para que
Estrategias específicas pueda responsabilizarse de sus propios pensamientos,
Confrontar la culpa de los padres. Los padres que con- sentimientos y acciones, para que puedan ser integrados.
sultan por sus hijos, especialmente cuando están im-
plicadas graves dificultades relacionales y acting out, a Conclusiones
menudo han estado usando el sistema de salud mental
durante un tiempo considerable y han estado confron- La psicoterapia focalizada en la transferencia es una
tados con la culpa, el juicio o la reprobación. Como de las psicoterapias con eficacia demostrada para el tra-
resultado, suelen llegar con la sensación de que quieren tamiento del trastorno límite de la personalidad, y tie-
aclarar que no pueden o no van a tolerar más sentirse ne como objetivo ayudar a los pacientes a integrar los
culpables. Este contexto puede contribuir a que ata- aspectos de su mundo interno. Las raíces del TLP se
quen o culpen al terapeuta o que se resistan a colaborar. encuentran ya en la infancia; entre el 3 y el 5 % de los
A menos que estos ataques sean confrontados y expli- adolescentes acabarán desarrollando un trastorno de la
cados como que están motivados por su propio miedo personalidad. La TFP-A constituye una técnica funda-
de que el tratamiento acabe resultado inevitablemente mental para facilitar la consolidación de la identidad y
una repetición de experiencias previas de sentirse cul- conseguir una experiencia coherente, realista y estable
pabilizados por los servicios proveedores, ningún tra- de uno mismo y de los otros.
tamiento será posible porque la proyección continuará Los padres son, legalmente, los principales toma-
fuera de éste y afectará la motivación de cualquiera para dores de decisiones para sus hijos y necesitan que, de
consultar. Desde nuestra experiencia, tal confrontación alguna manera, estén involucrados en el tratamiento.
ha ayudado a los padres a aceptar, de hecho, que ellos Es importante tener una apreciación de las presiones
han podido contribuir a las dificultades de sus hijos, que los padres puede ejercer sobre el adolescente (y
mediante el trauma por el maltrato y el abandono a cau- viceversa) y que puede poner el tratamiento en ries-
sa de la enfermedad mental, el abuso de sustancias o la go, ya que éstos pueden contribuir activamente a sus

52 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 45-54


Lina Normandin y Xavier Costa

dificultades. De hecho, para protegerlo, es necesario consentimiento de su representante legal, siempre que
acordar tanto con los adolescentes como con los pa- sus condiciones de madurez se lo permitan” (De Loren-
dres unas responsabilidades, que formarán parte del zo, 2015). La modificación operada por la ley 26/2015
contrato terapéutico. En el contrato terapéutico se re- matiza este hecho, ya que “los padres han de otorgar
gulan medidas de protección de las amenazas que, por consentimiento por representación de su hijo menor de
la patología de la paciente, puedan poner el peligro edad, aunque sea mayor de dieciséis años y aunque no
el tratamiento, y se estructura en tres componentes: se trate de una actuación de grave riesgo para la salud o
la autoridad y las responsabilidades de los padres, la la vida del menor”, si el facultativo considera que “no
autoridad y las responsabilidades del terapeuta y las es capaz emocional ni intelectualmente de comprender
responsabilidades del adolescente. el alcance de la intervención” (González, 2015).
El terapeuta tiene que crear un encuadre confidencial
y privado que facilite el despliegue de díadas de relacio- Bibliografía
nes de objeto primitivas en la reacción del adolescente
respecto el terapeuta, que serán el foco del proceso in- Auchincloss, E. L. y Samberg, E. (2012). Psychoa-
terpretativo en TFP. Es frecuente que se den desviacio- nalytic terms and concepts. New Haven: Yale University
nes de la neutralidad planeadas y justificadas con el fin Press.
de hacer frente de manera contundente a tipos de acting Bernstein, D., Cohen, P., Skodal, A., Begirgamain,
out que podrían poner en riesgo al adolescente, a su S. y Brooker, J. (1966). Childhood and antecedents of
desarrollo, a otros y al propio tratamiento. Las desvia- adolescent personality disorders. American Journal of
ciones de la neutralidad técnica protegen el tratamiento Psychiatry, 153 (7), 907-913.
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al trabajo con el adolescente. berg, O. (2007). Evaluating three treatments for bor-
Para que el tratamiento funcione es imprescindible derline personality disorders: a multiwave study. Am J
confrontar la culpa de los padres para que puedan Psychiatry, 164(6): 922-928.
aceptar su contribución a las dificultades de sus hijos. De Lorenzo, R. (2105). Mayoría de edad sanitaria en
Es habitual que los padres interfieran en el tratamiento, España: no existe. Redacción médica, 28/4/2015. Recupe-
ya sea mediante intrusiones como incluso ataques, pu- rado de: http://www.redaccionmedica.com/opinion/
diendo generar en el terapeuta reacciones paranoides. mayoria-de-edad-sanitaria-en-espana-no-existe-1713,
El contrato terapéutico acordado con los padres y el el 22 de junio de 2016.
paciente ayuda al terapeuta a que pueda ser consciente Doering, S. (2014). La psicoterapia focalizada en la
de sus reacciones contratransferenciales. transferencia (TFP) del trastorno límite de la personali-
El tratamiento debe contribuir a promover cuestio- dad. Psicopatol. salud ment., 24, 19-35.
nes de desarrollo normal, mantener el seguimiento de Doering, S., Hörz, S., Rentrop, M., Fischer-Kern,
retos normales de la adolescencia, y a resolver los mo- M., Schuster, P., Benecke, C. et al. (2010). Transfe-
vimientos de la disociación y la fragmentación hacia la rence-focused psychotherapy v. treatment by commu-
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González, M. C. (2015). La (adecuada) limitación
(1) En España, éste es un concepto que da lugar a de la autonomía sanitaria del menor introducida por la
equívocos frecuentes, ya que a partir de los dieciséis Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del siste-
años solo existe la “presunción de mayoría de edad, en ma de protección a la infància y la adolescencia. Centro
la que el menor deviene titular del derecho a la infor- de estudios de consumo, Universidad de Castilla la Mancha.
mación asistencial”, tal y como se contempla en el ar- Recuperado de: https://www.uclm.es/centro/cesco/
tículo 9.3 de la Ley 41/2002 (De Lorenzo, 2015). No serviciosSanitarios/pdf/Ley26_2015.pdf, el 6 de julio
existe, por tanto, una mayoría de edad sanitaria, sino de 2016.
el derecho a realizar determinados actos “básicamente Icart, A. (2012). Trastornos límites de la personalidad
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Anexos

Fig. 1. La relación de objeto diádica (Yeomans et al., 2015)

YO OTRO

AFECTO

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Guía diagnóstica para el Trastorno Límite
de la Personalidad en adolescentes
Silvia Monzón Reviejo* y María José Fernández-Guerrero**

RESUMEN
Este artículo tiene como objetivo el desarrollo de una guía diagnóstica descriptiva y estructural para contribuir a la ela-
boración de un adecuado diagnóstico del trastorno límite de la personalidad (TLP) en etapa adolescente y, por lo tanto, a
su correcto tratamiento. PALABRAS CLAVE: TLP en adolescentes, cuadro clínico.

ABSTRACT
Guide for the Borderline Personality Disorder diagnosis in adolescents. This article aims to create extensive struc-
tural guidelines to contribute to the elaboration of an appropriate borderline personality disorder (BPD) diagnosis in the
adolescent stage and, consequently, to its suitable treatment. KEYWORDS: BPD in adolescents, clinical guide.

RESUM
Guia diagnòstica per al trastorn límit de la personalitat en adolescents. Aquest article té com a objectiu el desen-
volupament d’una guia descriptiva i estructural per contribuir a l’elaboració d’un adequat diagnòstic del trastorn límit de
la personalitat (TLP) en etapa adolescent i, per tant, a tractar-lo correctament. PARAULES CLAU: TLP en adolescents,
quadre clínic.

Introducción los rasgos de personalidad que parten de esa sintoma-


tología y al conocimiento más profundo, estructural,
Consideramos que es fundamental realizar un cua- evolutivo y etiológico (características psicodinámicas);
dro descriptivo y analítico del TLP en la adolescencia dos niveles (el descriptivo y el estructural) que se com-
por varios motivos: en primer lugar, por la ausencia de plementan y que interactúan entre sí.
un cuadro completo clínico, descriptivo y psicodinámi-
co específico de la adolescencia, que sirva como guía
fundamental para poderlo diferenciar de las caracterís-
ticas de la adolescencia evolutiva y de otros trastornos Revisión de los estudios realizados
en esta etapa. En segundo lugar, porque pensamos que
es necesario situarnos tanto en los aspectos manifies- Antes de comenzar a desglosar el cuadro clínico,
tos, evidentes y visibles (características descriptivas o queremos ubicar cuáles han sido los autores que han
sintomatológicas), trabajando los signos y los síntomas aportado las principales descripciones sintomáticas en
del trastorno, como tener acceso a la identificación de el adolescente borderline. Siendo escasos los autores

*Doctora en Psicología. Psicóloga Especialista en Psicoterapia (EFPA) (FEAP). Escuela de Psicoterapia y Psicodrama de Madrid.
**Doctora en Psicología. Psicóloga Especialista en Psicología Clínica. Psicoterapeuta (EFPA) (FEAP). Facultad de Psicología
de la Universidad Pontificia de Salamanca
Correspondencia: Silvia_monzon@hotmail.com

Recibido: 22/4/16 – Aceptado: 17/6/16

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 55-65 55


Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes

que han descrito las características clínicas específicas solo se detuvo a señalar los mecanismos defensivos de
de la adolescencia, son aún menos los que contemplan negación y de disociación, aunque resaltó la importan-
todas las áreas fundamentales que se hallan involucra- cia de las defensas del paciente contra la depresión por
das en ella. abandono activada tras la separación del padre o de
La primera figura que estableció una descripción la madre, así como los graves daños en las funciones
sindrómica propiamente dicha del adolescente border- del Yo, pero adaptándose a las demandas del medio.
line fue J. Kestenberg en el año 1952 (Paz et al., 1976); También describió la patología borderline de los padres.
sin embargo, el resultado es incompleto, puesto que En el cuadro clínico resultante se observan bastantes
establece cuál es el funcionamiento adaptativo en la repeticiones, no se define claramente y existen áreas
realidad así como la existencia de una detención en el donde no desarrollaron temas importantes, como por
desarrollo de esta patología, pero no indica ni elabora ejemplo, el funcionamiento del Superyó en los adoles-
más áreas importantes, así como tampoco realiza un centes borderline.
cuadro descriptivo sintomático. Goldstein y Jones (1975; en Rinsley, 1980) definie-
Erikson (1950) no diseña ningún cuadro clínico de ron cuatro grupos de síntomas en adolescentes con
forma explícita, pero describe una sintomatología del trastorno límite, caracterizados los dos primeros por la
adolescente borderline, aunque de forma más bien na- agresividad y el comportamiento impulsivo, dirigidos
rrativa, centrándose en aspectos importantes como sobre todo a la familia disfuncional, y con una postura
la identidad difusa, la desconfianza básica y el aburri- desafiante; un tercer grupo de síntomas, en contraste
miento, pero sin desarrollar más características clínicas. con los dos anteriores, viene determinado por formas
Geleerd (1958) elaboró un cuadro clínico psicodi- de negativismo, resentimiento, hostilidad indirecta o
námico y descriptivo resaltando la existencia de una desafío hacia los padres y otras autoridades. El cuar-
evolución incompleta en esta patología, sin lograr la to grupo se caracteriza por el aislamiento marcado,
constancia objetal, inmadurez e intolerancia a la frus- constituyendo sujetos poco comunicativos en general,
tración, impulsividad, inadaptación social, existencia con pocos amigos y con una excesiva dependencia de
de síntomas neuróticos, falta de ilusión, soledad y ra- uno o ambos padres. El trabajo de Goldstein y Jones
bia como defensa ante esta frustración, incapacidad de es una investigación descriptiva sintomática centrada
identificar la angustia y mecanismos defensivos como fundamentalmente en el área de la agresividad, en de-
la negación y la omnipotencia. Sin embargo, se trata de trimento de otras áreas sintomatológicas y carente de
una clasificación clínica incompleta, ya que solo habla una óptica en profundidad más psicodinámica.
de dos mecanismos defensivos y resalta algunas áreas En 1981, Bradley, en consonancia con los criterios
importantes, sin abordar otras como el área sexual o la de Gunderson, estableció un cuadro clínico descripti-
adaptación a la realidad. vo, claro y conciso, pero también alejado de una pers-
En 1975, Masterson estableció el cuadro descriptivo pectiva analítica. Caracterizó el cuadro por la presencia
y estructural del adolescente borderline más completo, de pequeños episodios psicóticos o pérdidas momen-
que influirá definitivamente en el trabajo de O. Kern- táneas de la prueba de realidad, historia de compor-
berg. Fue el primero en dejar claro que la psicopatolo- tamiento impulsivo y pérdida de pensamiento en si-
gía básica no era el conjunto de síntomas pre-sentados, tuaciones desestructuradas, sin hacer alusión al resto
sino una forma específica y estable de estructura pa- del funcionamiento del adolescente borderline y dando
tológica yoica, una detención en el desarrollo. Mas- lugar a confusión con otros cuadros clínicos.
terson describió con detalle el funcionamiento de Marcelli y Braconnier (1986) destacaron ciertos
estos pacientes, destacando la ansiedad, la sexualidad síntomas afectivos violentos (ira, rabia, impotencia
perverso-polimorfa, las personalidades prepsicóticas o desconfianza), así como aburrimiento, falta de in-
(esquizoides o hipomaníacas), impulsiones neuróticas, terés, vacío y la sensación de inutilidad, conservación
adicciones, problemas del carácter narcisista, infantil, superficial de la prueba de la realidad, identidad flotan-
antisocial y problemas polisintomáticos, tales como te, fragilidad narcisista y sensibilidad extrema ante las
fobias, obsesiones, conversiones, disociación, hipo- pérdidas. Se trata de un cuadro clínico que abarca una
condrías y paranoias. amplia sintomatología en la adolescencia evolutiva y
Desde el punto de vista estructural, J. Masterson límite, pero no desarrolla áreas importantes, como las

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Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

relaciones interpersonales, la construcción de la ima- estables (en orden decreciente): vacío o aburrimiento,
gen corporal o el contexto familiar. ira intensa e inapropiada, inestabilidad emocional, pro-
Ludolph et al. (1990), mediante los datos recogidos, blemas de identidad, comportamientos suicidas, rela-
indicaron que hay síntomas, como apego desorgani- ciones interpersonales inestables e impulsividad. Co-
zado, rechazo, abuso y desorganización general en la rresponde a un estudio empírico, descriptivo, claro y
familia, donde deben aparecer más de un evento trau- conciso, que nos ayuda a delimitar el cuadro clínico de
mático en el desarrollo para que emerja este trastorno. forma descriptiva, pero en detrimento de otras áreas,
Creemos que se trata de una descripción sintomatoló- ya que solo se centran en lo emocional y relacional.
gica ambigua, incompleta y poco concisa. La ausencia del área estructural y profunda no ayuda
Paz, Pelento y Olmos de Paz, en 1990, partiendo a matizar y a poder realizar un diagnóstico diferencial.
del adulto, caracterizaron las funciones básicas en los Por último, fueron P. Kernberg et al. (2000) quie-
adolescentes límites describiendo perturbaciones en nes establecieron los criterios clínicos más completos
el sentido de la realidad (con un juicio de la realidad de la organización limítrofe de la personalidad, sobre
paradójicamente conservado), desarrollo del área de- todo en el área infantil, aunque no desarrollaron de
fensiva (con mecanismos primitivos que persisten y una forma específica las características clínicas en la
predominan), presencia de ansiedades confusionales y adolescencia. Trabajaron desde todas las áreas y desde
severidad de la confusión (especialmente bajo estrés), un punto de vista estructural y descriptivo. Resaltan los
funcionamiento inadecuado en el área afectiva (de la elementos alterados del desarrollo (falta de identidad,
agresividad, desregulada y caracterizada por la rabia de rol sexual, fantasías masturbatorias pregenitales y
narcisista, soledad y problemas graves en la expresión genitales), los elementos estructurales (funcionamien-
y fina distinción de emociones y sentimientos), trastor- to yoico perturbado), el sentido del sí mismo modifica-
nos de la sexualidad (con extrañas fantasías sadoma- do, las funciones yoicas alteradas (déficits cognitivos:
soquistas) y las perturbaciones graves de los procesos aunque siempre existe contacto con la realidad, en ca-
de simbolización, transferencia y contratransferencia. sos de estrés puede fallar), impulsividad, mecanismos
A nivel sintomático, resaltan los intentos de suicidio, de defensa (primitivos, rígidos y tenues, iguales que
anorexia, bulimia, drogadicción, rituales obsesivos o en adultos), contexto familiar patológico (los padres
conversiones y agorafobias intensas. El área de la iden- suelen tener antecedentes de conductas similares) y
tidad no queda definida, así como el contexto familiar, patología de las relaciones. Con respecto a este área
pero se trata de un estudio clínico bastante completo de las relaciones, P. Kernberg et al. hacen referencia
del adolescente límite, en el cual nos apoyamos en gran únicamente a los niños limítrofes.
medida para nuestro cuadro clínico. También trabajan el área afectiva (ira intensa, exi-
Andrés García Siso (1990) estableció que los sín- gencia con una manifestación de coerción, compor-
tomas primarios de la organización límite de la per- tamiento de explotación, falta de tacto social, incapa-
sonalidad son denominados como clivaje pulsional cidad para sentir verdadera satisfacción y placer). En
(mecanismo de defensa escisorio), donde se reúnen y consonancia con las ideas de Grinker (1968), descri-
comprueban características como el apego/desapego, ben cambios en el estado de ánimo, las reacciones
sexualidad rechazada-sublimada/polimorfismo per- de depresión con rabia hostil, la autodestrucción o la
verso, disfunción ética/moral, Yo narcisista con inhi- indiferencia, el comportamiento mudo asociado con
bición/clivajes, pseudomadurez, falso self o persona- una pasiva demostración de agresión. En esta última
lidad como si, economía narcisista-anaclítica, balance Yo característica coinciden también con la observación de
ideal-ideal del Yo y relación de objeto pseudotransi- Geleerd (1958) de que existe agresión, ya sea manifies-
cional. Se trata de un cuadro que también abarca áreas ta o ninguna expresión de ella. Por último, las autoras
fundamentales de cara a establecer un diagnóstico ade- describen los niveles fluctuantes de funcionamiento
cuado a nivel psicodinámico, pero en detrimento de un superyoico, las vivencias de situaciones edípicas, el
nivel descriptivo y del estudio de algunas áreas, como miedo a la aniquilación por abandono materno y el
las relaciones interpersonales, la patología familiar o el área de la autonomía no alcanzada.
área afectiva. Concluyendo, los cuadros clínicos más desarrolla-
Garnet et al., en 1994, hallaron como síntomas más dos han sido los de Geleerd (1958), Masterson (1975),

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Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes

Paz (1990), García Siso (1990), Garnet et al. (1994), siendo conveniente revisar las características cuantitati-
siendo el de P. Kernberg et al. (2000) el más completo vas y cualitativas que se establecen en cada una de las
de todos los realizados hasta el momento, aunque no áreas que mostramos para poder establecer el diagnós-
de forma específica con respecto al adolescente. En tico adecuado.
nuestra opinión (Monzón, 2015), corresponde a Mas- En segundo lugar, según los estudios realizados por
terson y a Paz la aproximación más completa; esto es, Otto Kernberg, existen criterios que deben cumplirse
descriptiva, psicodinámica y específica del adolescen- para poder realizar un diagnóstico de trastorno bor-
te borderline, pero también, como hemos desarrollado, derline en la adolescencia, como son: la presencia de
presentando sus limitaciones. difusión de la identidad y el predominio de una cons-
Con respecto a los autores que han aportado lo que telación de operaciones defensivas primitivas centra-
para ellos eran los principales síntomas del adolescen- das en la disociación y la conservación de la prueba
te borderline (Erikson, 1956; Goldstein y Jones, 1975; de realidad.
Bradley, 1981; Leichtman y Nathan, 1983; Marcelli y En tercer lugar, en consonancia con las ideas de
Braconnier; 1986; Ludolph et al., 1990; y Meijer, Go- Kernberg y Masterson, el diagnóstico definitivo de-
edhart y Treffers, 1998), estas investigaciones hacen pende de la patología yoica característica y no de los
referencia a síntomas específicos, pero no realizan un síntomas descriptivos. La clave para el diagnóstico en
cuadro clínico propiamente dicho, correspondiendo a la adolescencia no son los síntomas subjetivos que el
Marcelli y Braconnier (1986) la mejor descripción sin- paciente pueda manifestar, sino su actuación, eviden-
tomatológica del adolescente borderline. te para todos los que lo observan pero que él mis-
mo difícilmente quiere comunicar. El adolescente no
Cuadro clínico del TLP en adolescentes dirá que se siente deprimido, queriendo evitar el tema
en cuestión. Si lo confrontamos con la realidad de su
Pasamos a continuación a desglosar de la forma más cuadro, el adolescente límite negará, evitará, evadirá y
completa posible las características básicas, descripti- protestará, en muchos casos de forma violenta.
vas y psicodinámicas del trastorno borderline de la per- En cuarto lugar, tras realizar una evaluación psico-
sonalidad en la adolescencia. En algunos puntos, vere- lógica y al explorar la historia biográfica, ha de com-
mos la herencia indiscutible de muchos autores como probarse que los criterios no sean transitorios, y que se
Erikson, Masterson, y, sobre todo, de Otto y Paulina manifiesten muy intensamente y de manera duradera,
Kernberg, quienes realizan la evaluación de los tras- persistente e inflexible.
tornos de la personalidad en adolescentes, al igual que
en niños y adultos, desde una doble vertiente: una eva- Difusión de identidad
luación descriptiva, fundamentada en patrones con- El adolescente borderline presenta una crisis de iden-
ductuales descriptivos de trastornos de personalidad tidad patológica denominada difusión de la identidad
específicos, y una evaluación estructural, basada en las (Erikson, 1956; Masterson, 1972; Kernberg, 1975;
características subyacentes a organizaciones básicas de Kernberg et al., 2000; Icart, 2012). Desde el punto de
la personalidad. vista clínico, este síndrome de difusión de identidad
A continuación, vamos a partir de las siguientes explica la principal característica de la organización lí-
áreas para nuestra propuesta de un cuadro clínico de la mite de la personalidad (Kernberg, 2012).
patología borderline en la adolescencia, áreas que no han La difusión de identidad acontece en las patologías
sido trabajadas por todos los autores mencionados, y graves del carácter y tiene que ver con la falta de inte-
que nosotros profundizamos y completamos (ver fi- gración del concepto de sí mismo y de otras personas
gura 1). significativas, donde el clínico no puede formarse una
Antes de proceder a la descripción de los síntomas imagen de la visión del paciente acerca de sí mismo o
clave del trastorno en la adolescencia, hay que destacar de otras personas importantes en su vida. Existe una
varios aspectos de cara al establecimiento del diagnós- falta de resolución de la etapa de separación/indivi-
tico, como queda reflejado en la figura 1. duación, en el sentido de que no se logran la constan-
En primer lugar, ninguno de los síntomas que pre- cia objetal y la del sí mismo.
sentamos a continuación es por sí solo patognomónico, La patología, relativamente menos evidente en la

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Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

edad escolar, tiende a brotar en la adolescencia con de angustia junto a episodios de despersonalización
el relajamiento de las estructuras sociales externas. La y/o desrealización.
difusión de identidad se presenta con una autodescrip- Uno de los rasgos más característicos de los ado-
ción caótica; una descripción de los demás basada en lescentes borderline es la alteración en el sentido yoico.
argumentos llenos de contradicciones y clichés rígidos. Sin embargo, logran la prueba de realidad y la presen-
La persona parece indecisa, indefinida, nada le afecta, cia de déficits cognitivos que afectan a la atención, la
o presenta una pseudosumisión, como se observa en memoria, la orientación espacial, las capacidades ver-
los trastornos limítrofes ocultos. bales u otras deficiencias físicas (como la sordera o la
ceguera) hacen a estos adolescentes más propensos a
Inestabilidad en la autoimagen (narcisismo pato- tener dificultades de separación-individuación y a pa-
lógico) decer una patología límite, como es el trastorno por
Los adolescentes límite se caracterizan por una in- déficit de atención con hiperactividad. P. Kernberg et
tensa necesidad de autoafirmación, de valoración, y al. (2000), en su revisión de investigaciones anteriores
presentan, al igual que el adulto límite, una autoima- en términos del diagnóstico descriptivo del Eje I del
gen inestable, oscilando desde las fantasías de desva- DSM-IV, afirma que podría haber indicios de un tras-
lorización a las de omnipotencia, de sí mismo y de los torno límite de la personalidad en adolescentes con
demás. Interpretan las críticas sintiéndose inferiores, TDAH. Es frecuente que bajo un cuadro de hiperacti-
pero actuando con omnipotencia y desprecio como vidad exista una personalidad límite que, como resal-
mecanismo de defensa, y se sienten cuestionados en ta Lasa (2009), puede pasar desapercibida para el no
su sí mismo, viviéndolo como un riesgo de abandono. especialista, pero también resulta difícil de diagnos-
Creen que son merecedores de derechos y privilegios, ticar para el especialista porque sus manifestaciones
de atención y cuidados especiales. clínicas se caracterizan por la fluctuación, variedad e
La imagen corporal que el adolescente borderline ha inestabilidad de los síntomas psíquicos, consistentes
construido de sí mismo también corresponde a su in- fundamentalmente en un descontrol emocional y de
suficiente equilibrio narcisista y a las oscilaciones de su los impulsos, la confusión entre realidad y mundo
autoestima, presentando una mezcla entre una infla- imaginario con irrupciones bruscas de fantasías ame-
ción narcisista y megalómana de la imagen corporal y, nazantes o megalómanas, y la oscilación rápida de es-
a veces, una necesidad de agredir a los demás. tados de ánimo depresivos y eufóricos que desbordan
al niño y que son muy sensibles a las respuestas de
Déficit cognitivos con conservación del contacto contención de su entorno relacional: familiar, escolar
con la realidad o terapéutico.
Los adolescentes con esta patología se caracterizan Obviamente, todos estos rasgos pueden pasar desa-
por una detención en el desarrollo con un deterioro percibidos en una observación rápida centrada en los
en las funciones yoicas, cognitivas, que se traduce en síntomas, pero se despliegan en cuanto se estructura
una falta de tolerancia a la ansiedad, falta de control una relación clínica más permisiva y continuada (Lasa,
de impulsos y de mecanismos de defensa más madu- 2009), y añadimos nosotros, desde una visión no solo
ros, con un descenso de nivel de rendimiento intelec- descriptiva sino también estructural (Monzón, 2015).
tual y práctico. La prueba de realidad puede perderse A nivel cognitivo, existen contradicciones en su dis-
pero retomarse (Kernberg et al., 2000), pueden tener curso que no pueden resolver, pero pueden reconocer-
episodios micropsicóticos transitorios o perderse mo- las si se las señala, realizan descripciones utilizando ex-
mentáneamente sin episodios delirantes o alucinato- tremos rígidos, y su relato es tangencial y discontinuo,
rios permanentes y sin dejar deterioro cognitivo. Estos pero con la ayuda del terapeuta logra darle un sentido
pequeños episodios duran minutos, horas o días, pu- (Kernberg et al., 2000).
diendo surgir ante situaciones de estrés muy intenso,
cuando no se sienten apoyados, validados o gratifica- Alteración de las relaciones parentales internali-
dos suficientemente, y bajo la amenaza de separación zadas
y abandono por parte del objeto, o también bajo el El Superyó puede ser definido como “la estructu-
efecto de drogas psicoactivas. Pueden aparecer crisis ra funcional de la personalidad, psicogenéticamente

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Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes

adquirida por la internalización de las exigencias pa- Agresividad e impulsividad


rentales, regida por el principio de deber, en tanto que Una de las características clave del cuadro clínico
representante consciente e inconsciente de los dere- de los adolescentes borderline es la presencia de agre-
chos del otro y de cuya inhibición surgen los diver- sividad e impulsividad en forma de ira intensa y des-
sos conflictos” (Villamarzo, 1983, p. 348). En el ado- proporcionada, agresividad verbal, que se convierte en
lescente borderline, esta instancia de la personalidad se muchos casos en violencia (hetero y autoagresividad),
encuentra deteriorada, sin haber podido establecer un alteraciones en la regulación de la agresión (caracte-
adecuado desarrollo de la misma. rizada por la rabia narcisista) y muestras de sumisión
La incapacidad para integrar las partes buenas y ma- extrema o defensas paranoides.
las de nuestras experiencias con los demás y de uno El adolescente límite se caracteriza por un compor-
mismo es debida a los mecanismos defensivos basados tamiento impulsivo, un cierto grado de tensión interna
en la escisión y a las experiencias internalizadas con subordinada a los patrones agresivos que aparecen en
las figuras que nos cuidan. Esta incapacidad de inte- muchas áreas de funcionamiento, como el área fami-
gración repercute en la posibilidad de experimentar liar, escolar, legal y en las relaciones con sus iguales.
preocupación y culpa, creando imágenes de sí mismo Puede mostrarse de forma desafiante, negativista, con
de grandeza o desvalorización y ausencia de responsa- resentimiento, hostilidad directa o indirecta, con arre-
bilidad moral. batos y/o con conductas de aislamiento y excesiva de-
Debido también a este mecanismo escisorio, lo que pendencia hacia los padres.
caracteriza a las funciones ética y moral es su variabili- La utilización de la hetero o/y autoagresividad en es-
dad, sobre todo respecto a la función ética. De ahí que tos adolescentes suele ser masiva y repetida, y tiende a
la culpa aparezca y desaparezca, mientras que, en la or- ser motivada por la angustia de fragmentación, la ines-
ganización límite domina el mecanismo de la vergüen- tabilidad yoica, los afectos depresivos, que amenazan
za como modo de evitar el juicio moral. Existe una con desbordarla de forma constante y la necesidad de
posición de sumisión a la función paterna, ético-moral, confusión y de negar la realidad por falta de represen-
y se alterna con reacciones contrarias de rebelión, có- taciones buenas internalizadas.
lera y venganza. La idealización y respeto se tornan en Con respecto a la impulsividad, encontramos en los
despecho y denigración, así como en angustia flotante, adolescentes limítrofes una historia de comportamien-
crisis de pánico o en lamentos histérico-fóbicos. to impulsivo, masivo y repetido, con poca tolerancia a
Estas funciones son las que realiza el Superyó y la frustración, describiendo la “falta de control de im-
que, como vemos, están debilitadas o deterioradoras pulsos como el sello distintivo de la función limítrofe”
en el adolescente borderline. Se trata de funciones del (Kernberg et al., 2000), con bajo nivel de tolerancia al
Superyó primitivas, que se traducen en impulsividad, estrés, a la angustia y a la depresión, y trabajando en un
falta de interés en los demás y paso al acto sin respon- nivel inferior a sus capacidades.
sabilizarse de sus conductas, ya sean sexuales, agresivas Esta falta de control de impulsos se puede observar
o afectivas, con descargas bruscas de agresividad o ira, en las conductas bulímicas de las adolescentes, com-
conductas de abuso, promiscuidad y/o desviaciones pras compulsivas, toxicomanías, promiscuidad, robo
sexuales. compulsivo y/o desviación sexual.
Los adolescentes borderline suelen internalizar una
imagen parental tiránica, sádica y temible (Marcelli, Inestabilidad afectiva, angustia primaria, afecto
1986), un Superyó autócrata (Zdanowicz, 1996), o lo agresivo, miedo al abandono, depresión, vacío y
denominado como un Superyó personificado: exhibiendo ausencia de culpa
y ocultando sus deseos, con una radical disfunción éti- Estos adolescentes presentan dificultades de identi-
ca, entre escrupulosidad-reparación y cólera-venganza, ficación, expresión y modulación del afecto, caracte-
donde el límite neurótico exhibe su esfuerzo reparador rizándose por una inmadurez e inestabilidad afectiva.
y culpable, y el límite psicótico expresa su cólera y en- Presentan un espectro restringido de afectos que se
vidia (García Siso, 1990). Con frecuencia, estos adoles- mueven en un rango disfórico y muestran una modula-
centes producen transferencias micropsicóticas con un ción limitada dentro del mismo afecto, movilizándose
tinte paranoide (Kernberg et al., 2000). abruptamente de uno a otro.

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Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

La angustia es primaria, intensa, crónica, libre y ejemplo, por la enfermedad de personas muy cercanas
flotante en el adolescente límite. Tal y como apunta- al entorno familiar que cumplen las funciones parenta-
ban varios autores, como Geleerd (1958) y más tarde les simbióticas (como la muerte de una abuela), trasla-
Masterson (1972) y Kernberg (1975), la angustia es de dos de hogar por razones de estudios, que su novio o
pérdida total, de desastre y aniquilación, de destruc- novia le deje, etc.
ción, con una cualidad traumática muy diferente a la Es importante resaltar que los sentimientos depresi-
angustia mostrada por los adolescentes sanos. Existe vos en la adolescencia se presentan en forma de hipe-
una incapacidad de identificar la angustia y desarrollan ractividad y trastornos de conducta por la actuación de
solo una ansiedad básica que les paraliza. los mecanismos de defensa, entre ellos la escisión y el
Con respecto a la importancia del afecto agresivo, acting out, y que, como consecuencia de sus comporta-
tal y como acabamos de describir en líneas anteriores, mientos impulsivos y de sus afectos depresivos, apa-
hacemos referencia a las alteraciones en la regulación recen intensos sentimientos de rechazo, de no acepta-
de la agresión, expresada a través de cólera, de rabia ción y de aislamiento. Estos adolescentes también se
narcisista, de ira intensa e inapropiada, de una fuerte caracterizan por profundas sensaciones de temor hacia
hetero y/o autoagresividad, que en muchas ocasiones el futuro, pesimismo y falta de esperanza.
se convierten en violencia. En el sentido de la inesta-
bilidad afectiva, la agresividad con impulsividad suele Mecanismos de defensa primitivos
aparecer cuando se sienten abandonados y/o no queri- Los mecanismos de defensa utilizados en la adoles-
dos, y también como consecuencia de su insatisfacción cencia borderline son, sobre todo, de carácter primitivo
constante. Parece ser respuesta a experiencias pasadas y producen resultados patológicos al ser éstos utiliza-
o presentes de daño real, trauma o abandono, y es una dos en exceso, con intensidad exagerada o de manera
defensa frente a la soledad y pérdida que sienten. aislada. Estos mecanismos de defensa primitivos son:
Una de las características afectivas principales de este la escisión, la idealización primitiva, la identificación
tipo de pacientes corresponde a la existencia de senti- proyectiva, la omnipotencia, la devaluación y la nega-
mientos y de miedos al abandono con frustración ante ción, y proceden de etapas muy precoces del desarro-
los sentimientos de soledad. Existe una alta inciden- llo evolutivo (Kernberg, 1975).
cia de afectos depresivos en los pacientes borderline, así En primer lugar, con respecto a la disociación o escisión
como la presencia de episodios y trastornos afectivos primitiva, esta subyace y es el origen de todas las demás
mayores que después se pueden observar en adultos. defensas, convirtiéndose en la principal operación de-
En general, afirmamos que, como consecuencia de fensiva en este tipo de pacientes. La causa fundamen-
los sentimientos de soledad y abandono, estos adoles- tal para la utilización masiva de este mecanismo es la
centes se retiran a una vida de fantasía o tienen arre- debilidad yoica.
batos de agresividad verbal, donde en esos momen- En segundo lugar, con respecto a las idealizaciones
tos pueden perder el contacto con la realidad y actuar primitivas, no son adaptativas ni estructurantes de la
como si se defendiesen de un ataque. personalidad, ya que son patológicas. El adolescente
En esta depresión por abandono (Masterson, 1972) ra- muestra una confusión casi total entre lo idealizado y
dica el origen de la patología borderline. Recordemos la realidad, utilizando este mecanismo de una forma
que para Masterson se trata de una vivencia subjetiva masiva, repetitiva, indiferenciada y primitiva. Se trata
de abandono, en el sentido de que no es tanto que la de una idealización casi psicótica, total, con falta de
madre tuviera que marcharse, sino de cómo vivió el sentido de realidad en algunas ocasiones. En los ado-
paciente esa situación. Se trata de cómo la persona ex- lescentes borderline, los objetos escindidos y proyecta-
perimenta la separación real de la persona significativa. dos (en bueno y malo) son totalmente buenos o malos,
Puede ser la separación real (muerte o divorcio), por efecto de la escisión y también de la idealización.
pero a menudo son acontecimientos que se revelan Ni las devaluaciones ni las idealizaciones son fijas, sino
mediante un exhaustivo interrogatorio en la entrevista que en unos segundos pueden cambiar en una mis-
psicoterapéutica y cuya significación pasa inadvertida ma persona, pasando de sentirse perfecto a sentirse
tanto para el paciente como para sus familiares. Estos un mediocre varias veces al día. Debido a la intensa
sentimientos de abandono pueden ser provocados, por vulnerabilidad que activa los mecanismos de defensa,

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Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes

todo adquiere unas características desproporcionadas. Relaciones interpersonales internalizadas patoló-


En tercer lugar, en el caso de la identificación pro- gicas e inestables
yectiva, las consecuencias del funcionamiento masi- La ausencia de un mundo integrado de representa-
vo de este mecanismo en los adolescentes borderline ciones totales y de un concepto estable de sí mismo
conducen a un empobrecimiento yoico e incapacidad y de los demás interfiere en la normal modulación y
de discriminar entre sujeto y objeto, manifestándose capacidad de relación con los otros. Debido al meca-
en estados de confusión, perturbaciones en el senti- nismo escisorio, también existe una predominancia de
do de identidad. El paciente borderline no solo lanza al apego/desapego. Predomina tanto la alternancia del
exterior sus propias emociones, sino también partes apego, la proximidad, el afecto, el contacto corporal,
de su propio Yo, maduras y capaces de hacerse cargo como el desapego, la aparente lejanía y la distancia
de la realidad psíquica. La causa desencadenante de afectiva. Y es por este mecanismo por lo que también
la utilización de este mecanismo es la intolerancia a existen varios tipos de apego en estos pacientes, desde
la separación, la necesidad de control omnipotente, la el contradictorio, dependiente o inseguro, hasta el evi-
envidia, los celos, la desconfianza y la ansiedad perse- tativo. Los adolescentes borderline, por temor a sentir-
cutoria. se abandonados, pueden renunciar al contacto o bien
En cuarto lugar, haciendo referencia a los mecanis- necesitarlo extremadamente con los demás de forma
mos defensivos de omnipotencia y devaluación, la utili- obsesiva.
zación de estas defensas en adolescentes fronterizos Tienen escaso interés por el futuro, por los hobbies
constituye un recurso maníaco ante sentimientos de- y por relaciones sociales. No tienen sentimientos de
presivos, de devaluación, ruina y vacío. También tratan pertenencia a un grupo, establecen relaciones indis-
de combatir un sentimiento de desvalorización que les criminadas y posesivas y, en general, establecen malas
lleva a no aceptar ninguna necesidad de ayuda, en gran relaciones con sus compañeros (Kernberg et al., 2000).
parte por temor a nuevos fracasos. Su dependencia les Las tendencias que suelen manifestar son de tipo
hace sentir una intolerable vulnerabilidad, y para ma- psicopatiformes o psicopatizantes de los grupos, tales
nejar la envidia devalúan a sus objetos, activándose por como hipomanía y megalomanía, dilución de la res-
un lado representaciones de un Yo grandioso, inflado y ponsabilidad y la culpa en el anonimato encontrado
omnipotente, junto a representaciones altamente des- en la colectividad que le proporciona protección, gra-
preciativas y devaluadas de los demás. tificación inmediata, exigencia violenta, y desculpabili-
Por último, con respecto al acting out como mecanis- zación y aconflictividad de la arrogancia (Lasa, 2008).
mo defensivo, los adolescentes borderline realizan una
utilización masiva y repetida de hetero y/o autoagresi- Alteraciones en la sexualidad
vidad, siendo la causa, como vimos en líneas anterio- Cuando las fantasías y las conductas sexuales son
res, la angustia de fragmentación, la inestabilidad yoica, caóticas, múltiples, pregenitales, cambiantes, no per-
los afectos depresivos que amenazan con desbordarla durables en el tiempo y son un requisito indispensable
de forma constante y la necesidad de confusión y de para la gratificación sexual, hay que sospechar de un
negar la realidad por falta de representaciones buenas desorden fronterizo (Kernberg, 2012).
internalizadas. El adolescente límite oscila entre el rechazo sexual-
En relación a la defensa impulsiva del paciente contra agresivo y la realización impulsiva y la falta de identifi-
la depresión por abandono, ésta se activa, como su propio cación sexual, alternando la masculina con la femenina
nombre indica, tras recordar la desesperación, el aban- y predominando esta última. Pueden embarcarse en
dono y la impotencia que se asocian con la separación relaciones muy perversas y promiscuas, pero también
con respecto al padre o la madre, según el caso. Suele puede existir una indiferenciación sexual, al no haber
observarse al principio un aburrimiento leve, inquie- podido alcanzar la etapa del desarrollo en la que tal
tud, dificultad para concentrarse en la escuela, hipo- discriminación se produce. Muchas veces, la elección
condriasis y, quizás, un exceso de actividad. Por último es lo de menos, ya que buscan solo cariño y apoyo.
aparecerán formas más explícitas de actuación, como De esta forma, en los adolescentes límite, al no estar
por ejemplo conductas antisociales, robos, consumo establecida la identidad de rol sexual, no saben clara-
de drogas y/o promiscuidad sexual. mente quiénes son ni tienen capacidad de intimidad ni

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Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

adaptación heterosexual. Las fantasías masturbatorias También se puede observar en los últimos resultados
están conectadas de forma primaria con temas prege- empíricos obtenidos la ausencia de calor emocional,
nitales, como anal-sádica y oral. Por otro lado, suelen sobreprotección y rechazo de los padres, con mayor
estar combinadas con fantasías de agresión. psicopatología materna y exceso de ansiedad y temor.
A su vez, según estos resultados, los efectos de la pa-
Antecedentes del desarrollo y contexto familiar tología borderline de los adolescentes (impulsividad, de-
patológico lincuencia, inestabilidad, comportamiento peligroso)
Los resultados de las investigaciones realizadas so- provocan que los padres sean menos cercanos y les
bre el tema, ya sean empíricas o teóricas, antiguas o rechacen. Estas dos direcciones causales incluso se re-
actuales, han descrito la alta incidencia de interaccio- fuerzan entre sí (Schuppert et al., 2012).
nes patológicas en familias con adolescentes borderline.
Los padres presentan un alto índice de psicopatología Múltiples síntomas neuróticos
depresiva, alcoholismo, trastorno borderline y antisocial Los adolescentes borderline también presentan una
de la personalidad. múltiple variedad de síntomas neuróticos (neurosis
Citando como referencia a diversos autores clave, polisintomática), tales como síntomas fóbicos, obse-
como Kestenberg en 1952 (Paz, Pelento y Olmos de sivos, conversivos, disociativos, hipocondríacos y pa-
Paz, 1976) o Masterson (1975), se describen a madres ranoides (Geleerd, 1958; Masterson, 1975; Kernberg,
posesivas, exigentes, controladoras, ansiosas y teme- 1975; Paz y Olmos, 1976; Rinsley, 1980; García, 1990;
rosas, con fuerte tendencia a forzar a sus hijos a un y Kernberg et al., 2000).
vínculo simbiótico. Existe inconsistencia, sobreinvolu- Se trata de reacciones semejantes a cualquier neu-
cración y rechazo en el comportamiento de la madre rosis, pero que se pueden distinguir de éstas por
y una utilización narcisista del niño, quien es tratado mantenerse un corto periodo de tiempo y por estar
como un objeto que calma las necesidades de la madre. acompañadas de otros síntomas (Fernández-Guerrero,
Las madres no permiten ni facilitan el uso de obje- 2007). Como refiere O. Kernberg (1975), las neurosis
tos transicionales, existiendo fracasos en el proceso de sintomáticas, así como la patología caracterológica no
separación-individuación del hijo. fronteriza, se distingue de la patología borderline porque
Kernberg et al. (2000) señalan la incapacidad adoles- en aquellas existe una identidad yoica bastante sólida y
cente para relacionarse con los dos padres como pareja el predominio de mecanismos de defensa centrados en
y para hacer frente a la rivalidad y a la envidia fraternas, la represión, aspectos que se presentan deteriorados en
donde existe hostilidad y abusos. Los adolescentes bor- la patología límite.
derline perciben a sus padres como totalmente buenos Son significativas las fobias múltiples, sobre todo
o totalmente malos, debido a los mecanismos de es- las que causan graves limitaciones en la vida cotidiana
cisión. También los describen como fracasados, reti- como las vinculadas al propio cuerpo o a la apariencia
centes, egocéntricos, sádicos y punitivos (Lobel, 1981; personal (a hablar en público, a sonrojarse, a ser mirado
Kernberg et al., 2000). Debido a este mecanismo esci- por los demás). Pueden estar mezcladas con elemen-
sorio, también se observa el desarrollo de vínculos de tos paranoides y provocar serias inhibiciones sociales.
apego inseguros, desorganizados y/o contradictorios. También pueden aparecer síntomas obsesivos compul-
Lawson (2000) afirmaba en sus estudios que la ma- sivos momentáneos que se hacen egosintónicos y son
dre borderline confunde a su hijo, no se disculpa o re- racionalizados, reacciones disociativas, como desreali-
cuerda conductas inapropiadas, espera que la cuiden, zación, despersonalización, ataques de pánico, fugas y
castiga o desalienta la independencia; envidia, ignora amnesia acompañada de trastorno de conciencia, hipo-
o disminuye los logros de su hijo; destruye, denigra condría y tendencias paranoides e hipocondríacas con
o mina la autoestima, espera que el niño responda a cualquier otra neurosis sintomática (Kernberg, 1975).
sus necesidades; amenaza y molesta a su hijo; mantiene
una disciplina inconsistente o punitiva, se siente ena- Conclusiones
jenada, celosa o resentida si el hijo es querido por otra
persona, usa amenazas de abandono como castigo, no Los criterios clínicos que caracterizan a los adoles-
cree en la bondad básica del hijo y desconfía de él. centes con patología límite, así como las investigaciones

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Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes

diseñadas específicamente para esta población, han sido García Siso, A. (1990). Una contribución a los estados
bastante escasas, resultando el marco teórico y clínico límites. La organización límite de la personalidad y el Test de
del trastorno límite de la personalidad en la adolescen- Szondi. Tesis doctoral. Barcelona: Publicacions Univer-
cia realmente complejo, sin estar del todo definido y sin sitat de Barcelona.
mostrar herramientas diagnósticas que ayuden a realizar Garnet, K., Levy, K., Mattanah, J., Edell, W. y
una adecuada evaluación. McGlashan, T. (1994). Borderline personality disor-
En consonancia con la revisión que realizan Miller, der in adolescents: ubiquitous or specific? American
Muehlenkamp y Jacobson en el 2008 sobre los diferen- Journal Psychiatry, 151(9): 1380-2.
tes autores que han estudiado esta patología en la ado- Geleerd, E. (1958). Borderline states in childhood
lescencia, creemos que es responsabilidad de los pro- and adolescence. Psychoanalytic Study of the Child, 13:
fesionales de salud mental poder elaborar un cuadro 279-295.
clínico que ayude al diagnóstico diferencial entre los Grinker, R. R., Werble, B. y Drye, R. C. (1968). The
síntomas transitorios del normal desarrollo del adoles- Grinker Study. En M. H. Stone (ed): Essential Papers on
cente, y la sintomatología más crónica, generalizada y Borderline Disorders. One Hundred Years at the Border (pp.
grave de los que sufren trastornos de la personalidad 320-356). New York: New York University Press.
clínicamente diagnosticables. Icart Pujol, A. (2012). Trastornos límites de la per-
Para ello, se hace necesario formular y desarrollar sonalidad en la adolescencia. Revista de Psicopatología y
modelos confiables y más estables que no sean mera- Salud Mental del niño y del adolescente, 19: 35-44.
mente descriptivos, sino que enfaticen la etiología y los Kernberg, O. (1975) Desórdenes fronterizos y narcisismo
mecanismos de desarrollo a lo largo de toda la vida de patológico. Buenos Aires: Ed. Paidós, 1979.
los trastornos de la personalidad. Lenzenwer y Clarkin Kernberg, O. (2012). Identidad: hallazgos recientes
(2005) ya afirmaron que, en contraste con la posición e implicaciones clínicas. Revista de Psicopatología y Salud
ateórica del DSM, los trabajos futuros en el estudio de Mental del niño y del adolescente, 19: 13-30.
los trastornos de la personalidad deben estar sustenta- Kernberg, P., Weiner, A. y Bardenstein, K. (2000).
dos crecientemente en una guía teórica. Trastornos de la personalidad en niños y adolescentes. Méxi-
Como consecuencia de estos resultados, se estable- co: Ed. Manual Moderno, 2002.
ció la conveniencia de crear una guía de diagnóstico Lasa, A. (2008). Los niños hiperactivos y su personalidad.
clínico que sirviese de pauta para realizar la adecuada Bilbao: Ed. Altxa.
evaluación clínica del trastorno límite de la personali- Lawson, C. A. (2000). Understanding the borderline
dad en la adolescencia. Creemos que esta guía puede mother. Helping her children Transcend the Intense, Unpredic-
servir de orientación a la hora de identificar los crite- table, and Volatile Relationship. Maryland: Ed. Rowman
rios clínicos específicos, con el fin de generar datos & Littlefield publishers.
que ayuden a su correcto diagnóstico. Lenzenwer, M. y Clarkin, J. (2005). Major Theories
of Personality Disorder. Nueva York: Ed. The Guilford
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Anexo

Figura 1: Características clínicas psicodinámicas descriptivas del trastorno límite de la personalidad en la


adolescencia

Síntomas característicos
1. Alteraciones en la identidad (síndrome de difusión de identidad).
2. Autoimagen inestable (narcisismo patológico).
3. Déficits cognitivos con conservación del contacto con la realidad.
4. Alteración de las relacionales parentales internalizadas.
5. Agresividad e impulsividad.
6. Inestabilidad afectiva, angustia primaria, afecto agresivo, miedo al abandono, depresión, vacío y ausencia de culpa.
7. Mecanismos de defensa primitivos.
8. Relaciones interpersonales internalizadas patológicas e inestables.
9. Alteraciones en la sexualidad.
10. Antecedentes del desarrollo y contexto familiar patológico.
11. Múltiples síntomas neuróticos.
Ninguno de los síntomas es por sí solo patognomónico, siendo conveniente revisar las características cuantitativas
y cualitativas que se establezcan en cada una de las áreas.
Existencia de criterios obligatorios, como son la presencia de difusión de la identidad, la conservación de la prueba
de realidad y el predominio de una constelación de operaciones defensivas primitivas centradas en la escisión.
El diagnóstico definitivo depende de la patología yoica característica y no de los síntomas descriptivos. La clave para
el diagnóstico en la adolescencia no son los síntomas subjetivos que el paciente pueda manifestar, sino su actuación.
Se debe comprobar, tras la evaluación psicológica, que estos criterios no son transitorios, se manifiestan muy
intensamente y de manera duradera, persistente e inflexible.

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Deseando conectarse*
Antje von Boetticher**

RESUMEN
Los psicoterapeutas se enfrentan a las influencias de los nuevos medios. La discusión teórica sobre estos fenómenos es
rara. El artículo trata de explorar las implicaciones de los nuevos medios, también en la terapia psicoanalítica. El fenóme-
no del uso del Smartphone y de Internet es examinado centrándonos en los conceptos de objetos transicionales y espacio
potencial de Winnicott. Desde este punto de vista, los nuevos medios de comunicación implican muchas dificultades, pero
también potencialidades de desarrollo. Se incluye una viñeta clínica. PALABRAS CLAVE: realidad virtual, objeto transicio-
nal, internet, espacio potencial, terapia psicoanalítica.

ABSTRACT
Longing for connection. Psychotherapists are being forced to confront the influences of New Media. Theoretical discus-
sions about these phenomena are rare. The article tries to explore the implications of New Media, specifically for psychoa-
nalytic therapy. The phenomena of Smartphones and internet use are examined employing a focus on Winnicott’s concepts
of transitional objects and potential space. From this point of view, new media imply many difficulties, but they offer develo-
pment potential as well. A case vignette is included. KEY WORDS: virtual reality, transitional object, internet, potential space,
psychoanalytic therapy.

RESUM
Desitjant connectar-se. Els psicoterapeutes s’enfronten a les influències dels nous mitjans. La discussió teòrica sobre
aquests fenòmens és rara. L’article tracta d’explorar les implicacions dels nous mitjans, també en la psicoteràpia psicoanalíti-
ca. El fenomen de l’ús del telèfon intel·ligent i d’Internet és examinat centrant-nos en els conceptes d’objectes transicionals
i espai potencial de Winnicott. Des d’aquest punt de vista, els nous mitjans de comunicació impliquen moltes dificultats,
però també potencialitats de desenvolupament. S’inclou una vinyeta clínica. PARAULES CLAU: realitat virtual, objecte
transicional, Internet, espai potencial, teràpia psicoanalítica.

Lo que conocemos como el New Media (los nuevos una llamada. Mi mensaje llegará a mi amigo mientras
medios de comunicación) implica enormes cambios. La está en camino. Información, mensajes, cartas y citas
vida cotidiana ya no se concibe sin teléfonos móviles están sólo a un clic de distancia. Hoy en día, solemos es-
ni Internet, tanto en citas como en reuniones privadas cuchar que el mundo está a nuestro alcance: con un clic,
y profesionales, y en la comunicación, en la escuela y podemos tener acceso a todo el mundo. La generación
en la universidad. Hoy en día, Internet juega un papel que está creciendo con el New Media se llama Generación
fundamental. Si quiero saber algo, lo busco en Google; si Y, “nativos digitales” o “generación conectada”, y ésta
quiero quedar con alguien, le envío un mensaje de texto. es la “era digital” o “edad líquida”. Una edad líquida de
No tengo que depender de estar en casa para recibir una generación conectada de digitales nativos…

*Comunicación presentada en el Congreso de la EFPP (European Federation for Psychoanalitic Psychotherapy), en Berlín,
entre el 26 y el 28 de junio de 2015.
**Psicóloga. Departamento de Medicina Psicosomática y Psicoterapia de la Clínica Universitaria para la Terapia Familiar
y los Trastornos de la Conducta Alimentaria, Universidad de Göttingen (Alemania).
Correspondencia: antjevboetticher@live.de
Recibido: 2/11/2015 - Aceptado: 11/5/2016

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Deseando conectarse

Philipp Riederle (nacido en 1994), uno de estos na- mejor la fascinación de Internet como medio señalan-
tivos, señala el teléfono inteligente como el arma in- do la aparente derrota del espacio y el tiempo? Pero ¿es
telectual más importante hoy en día, y dice acerca de real? ¿O es una ilusión, un engaño, una simulación de la
su generación: “podemos hablar de nosotros. Y esto realidad, que no es conectiva, pero que no nos molesta?
significa compartir. Y esto significa: ser parte de este
mundo y encontrar nuestro lugar. Esto es lo que quere- ¿Lo virtual frente a lo real?
mos” (Riederle, 2013).
Diferentes causas han generado inquietud en muchas El término “virtualidad” crea un problema de defini-
personas de edad avanzada. Sin duda, lo extraño y lo ción. ¿Es una contradicción? ¿Realidad y virtualidad se
desconocido juega un papel importante, así como los excluyen entre sí, o es cuestión de aceptar la red digital
alarmantes resultados de estudios que muestran que el como una “expansión del mundo real en lugar de una
uso permanente de los teléfonos inteligentes reduce la alternativa al mismo”? (Lemma, 2015). No hay una res-
capacidad para aprender y concentrarse (por ejemplo, puesta absoluta a esta pregunta. Como sucede a menu-
Spitzer, 2014). Surge aquí la sospecha de un trastor- do en el pensamiento psicoanalítico, esto tiene que ser
no del contacto con el otro por la aparente comunica- examinado cuidadosamente para cada caso individual.
ción incorpórea. Buscando lo auténtico cuando la vida También en qué sentido las llamadas redes sociales
entera se lleva a cabo en espacios virtuales, muchas sean realmente “sociales” es un tema complicado y de
personas admiten que ya no saben por dónde andan. múltiples capas.
¿Perdemos un conocimiento sustancial cuando la in- Löchel (2002) señala el origen del término “virtua-
formación está disponible extremadamente rápido? ¿Se lidad” y explica las diferentes maneras de usarlo: 1)
está convirtiendo todo en superficial y ligero? ¿Pode- diferenciar la óptica física de imágenes virtuales, 2) la
mos todavía tener experiencias profundas? ¿Ofrece el simulación por ordenador en tres dimensiones llamada
WorldWideWeb espacio para la enorme megalomanía y “realidad virtual” es un “término colectivo para todos
sentimientos oceánicos o divinos? ¿Lo podemos ver y los métodos y técnicas que son necesarias para poner a
entender todo, en cualquier momento? una persona en el entorno artificial tridimensional ge-
Freud escribió en El malestar en la cultura: “épocas nerado por ordenador y que pueda interactuar con el
futuras traerán nuevos progresos, acaso de magnitud entorno artificial”, y 3) el significado de la palabra en
inimaginable, en este ámbito de la cultura, y no harán términos de interactividad, que resulta de la estructura
sino aumentar la semejanza como un dios. Ahora bien, de hipertexto. Löchel (2002) nos recuerda que usemos
en interés de nuestra indagación no debemos olvidar el concepto de una manera específica y precisa: “el
que el ser humano de nuestros días no se siente feliz en mundo “virtual” de un simulador de vuelo tridimensio-
su semejanza con un dios” (1) (Freud, 1929). nal del aspirante a piloto sin duda es muy diferente de
una “relación virtual” de un usuario en un chat. Ambos
¿Ser como Dios? Entendiéndolo todo: más allá de son psicológicamente significativos”.
Babel Las cuestiones de la semejanza a Dios, lo real y la
simulación y también las posibilidades de Internet se
Por lo tanto, ¿es el fantasma de lo divino o es pare- verán afectadas en la siguiente viñeta clínica, también.
cerse a Dios lo que está en juego? ¿Otra delimitación Entre las generaciones siempre ha habido malentendi-
espacio-temporal presuntuosa y blasfema? ¿Dónde dos, alteridad, insinuaciones y falta de comprensión, y
conduce la búsqueda virtual para el reconocimien- con frecuencia era posible crear algo nuevo por demar-
to? La historia de la Torre de Babel marca el final de cación y superar el rechazo. En mi opinión, hay que te-
una serie de relatos de las transgresiones, en el que la ner mucho cuidado de no ser escéptico con demasiada
humanidad no sigue la ley de Dios y, por lo tanto, es precipitación sobre los enormes cambios provocados
castigada con la confusión de idiomas y la diáspora por el desarrollo tecnológico durante los últimos veinte
geográfica. ¿La constante disponibilidad de Internet, la años. No podemos negar que la interconexión digital y
“permanencia digital” (Ball, 2014), provoca fantasías de la informatización es un hecho de la vida actual y afec-
poder omnipresente capaz de consolar al estar perma- ta y cambia nuestros tratamientos psicoanalíticos. En
nentemente conectados? ¿Tal vez podemos entender lugar de obtener una “perspectiva distópica” (Lemma,

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Antje von Boetticher

2015) podríamos tratar de abordar este tema de una la madre ausente sino un símbolo que precede o inicia
manera libidinosa y curiosa, como el filósofo francés de un proceso de maduración. En otras palabras, el obje-
83 años de edad, Michel Serres, hace en su Declaración de to transicional tiene “un efecto catalizador (...) durante
Amor a la generación conectada (Serres, 2013). el período de separación e individuación” (Schlösser,
1990).
¿El teléfono móvil como objeto transicional e Internet Eso significa que el niño está en un estado transicio-
como un espacio potencial? nal respecto la percepción y el reconocimiento del ob-
jeto que implica y requiere una división sujeto-objeto.
Los teléfonos inteligentes son muy atractivos. Las Para que esto sea un éxito, el niño necesita una “ma-
personas los sostienen y los llevan cuidadosamente, los dre suficientemente buena” en un “ambiente suficiente
miran de manera afectuosa y les ponen fundas boni- bueno” (Winnicott, 1969). Sin haber experimentado
tas. Obviamente están cargados libidinosamente. Esta un entorno sostenedor suficientemente bueno, el niño
pequeña herramienta, que encaja perfectamente en las desarrollará un “falso self” (Winnicott, 1969). El desa-
manos de sus propietarios, parece tranquilizadora para rrollo de la representación del objeto es la condición
muchas personas. Y les da acceso al WordWideWeb y es- previa para volverse al exterior y para la creación de un
tablece una conexión. Me pregunto si existe una asocia- tercero o un espacio intermedio donde interior y exte-
ción entre la carga altamente libidinosa de los teléfonos rior, fantasía y realidad, no están claramente separados
móviles y la fascinación de Internet y fenómenos tran- todavía. La experiencia de separaciones reales que el
sicionales. Tal vez podamos entender mejor el impacto objeto transicional calma y reconforta promueve y apo-
de los cambios tecnológicos con la ayuda de los con- ya la diferenciación. El niño aprende a separarse de su
ceptos de Winnicott. madre y a reconocerla como un ser independiente de
él. Por lo tanto, la distinción entre yo y no-yo entra en
Objetos y espacios transicionales acción.
Hoy en día, el papel del padre y de la tríada es muy
El teórico de las relaciones de objeto Winnicott des- discutido desde el principio y, en mi opinión, es muy
cribe los objetos transicionales como aquellos elegidos importante. En este punto, quiero mencionarlo, pero
por un niño de corta edad (entre los 4 y 12 meses) que sin entrar en detalles sobre este tema.
facilitan la separación temporal de la madre. Por lo ge-
neral, se trata de algo inanimado suave como una mu- Viñeta clínica
ñeca o un osito de peluche, pero también puede ser
otro objeto. Éste representa la cercanía aseguradora de Quisiera hablarles de una paciente joven llamada
la madre y, al mismo tiempo, simboliza lo que trascien- Nina. Vino a la terapia debido a sentimientos de triste-
de al ámbito materno. Esto permite que el niño pueda za, alienación hacia sí misma y a otros, y a la impresión
calmarse a sí mismo cuando la madre esté ausente. de ser como una máquina sin emociones. “No estoy
Calma la ansiedad de separación del niño y le ayuda realmente aquí, todo parece irreal, no estoy en contacto
a separarse gradualmente de su madre. Sin embargo, ni con mí misma ni con otras personas”, dice.
se trata de algo más esencial: la experiencia de que la En su biografía encontramos una madre extrema-
madre no es parte del niño, sino un ser separado que damente dependiente con tendencia a la adicción. El
existe fuera e independiente de él. Esta experiencia es padre tuvo varias relaciones fuera del matrimonio; en
soportable por una transición, un espacio intermedio. realidad, nunca tuvo lugar en la familia. Durante toda la
El niño conecta de forma creativa el interior y el exte- infancia y juventud, la paciente nunca estuvo segura de
rior: “el objeto transicional aún no es reconocido como que los padres permanecerían juntos. Cuando tuvo 15
perteneciente a la realidad exterior. Más bien es un es- años, se divorciaron. El padre se casó de nuevo, pero la
pacio intermedio de experiencias entre subjetividad y madre se mantuvo muy enganchada a éste; ni siquiera
objetividad, entre la ilusión y la realidad, entre la per- imagina la posibilidad de encontrar una nueva pareja.
sonalidad y el mundo” (Kolbenstvedt-Michel y Eggers, La paciente se fue de casa a los 18. El teléfono móvil
1992). funciona como una garantía de la conexión: madre e
Por lo tanto, no es ni un sustituto ni una negación de hija habían instalado una app que permitía a la primera

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Deseando conectarse

“ver” o localizar siempre (vía GPS) dónde estaba Nina La discrepancia entre el duro juicio de las antiguas
(una especie de vigilancia electrónica, una técnica de- aventuras de una noche de la paciente y la apertura
sarrollada para los delincuentes). Si Nina se dormía e con respecto a las trampas de María no era accesibles
iba a trabajar más tarde, la madre se ponía nerviosa y a Nina al principio. Después de que hubiera expresa-
se preocupaba, y la llamaba para preguntar si todo iba do mi irritación, Nina comenzó a explicar cómo María
bien. En general, hablaban por teléfono varias veces al personifica su conciencia. Después de analizarlo, ella
día. Durante los primeros meses de terapia, la madre lo llamó una “conciencia externalizada”. Se hizo más
la llamaba después de cada sesión, preocupada por el claro cómo María y Tom condenaban duramente todo
bienestar de su hija. lo relacionado con la vida real del paciente y la poca
Aproximadamente a partir de la trigésima sesión, su libertad que se daba a sí misma.
discurso estaba centrado en una intensa relación trian-
gular dominante. La paciente hablaba mucho de Tom, Paréntesis
su novio, con el que se relacionaba exclusivamente a
través de Internet. Tienen una amiga en común, María. El psicólogo social Döring (2000) dice que es posi-
Tom y la paciente chateaban con regularidad y frecuen- ble tener relaciones amorosas a través de la comuni-
cia. Nina “conoció” a Tom a través de un portal de In- cación exclusivamente por ordenador. En mi opinión,
ternet cuando tenía doce años. Desde entonces, ha sido Döring ignora las diferencias importantes entre un en-
parte de su vida. La única vez que se habían visto “en la cuentro entre dos personas y una relación sin cuerpo
realidad” era cuando Nina tenía 13 años. María estaba cuando dice: “la pasión puede ser creada a través de la
con ellos y era entonces la “mejor amiga” de Tom. excitación compartida a partir de la formulación de las
A los 16 años, Nina tuvo su primer novio. Mientras fantasías sexuales, la intimidad mediante el apoyo a los
cursaba sus estudios lejos de casa, rompió la relación y problemas personales y la responsabilidad a través de
cayó en una crisis. Comienza entonces a ligar con hom- contactos regulares (ibid).
bres, llevárselos a la cama y después deshacerse de ellos. ¿Qué significa esto para nuestra viñeta clínica? La
Después de cortar con ellos, necesitaba la “confirma- paciente experimenta la pasión y la excitación, la inti-
ción” de que era atractiva y seductora. Se sentía bien midad y la responsabilidad, pero no era capaz de co-
por un corto período de tiempo, pero poco después se nectar todo esto a las experiencias personificadas y sen-
sentía mal consigo misma, pero no podía dejar de ha- soriales. Desde el punto de vista del psicoanálisis hay
cerlo. Al final, después de una relación de chat, Tom y una tensión entre el Lustprinzip y el Realitätsprinzip. De
ella se acercaron más y se convirtieron en virtualmente acuerdo con esto, lo Virtual es a lo Real lo que la copia
comprometidos. Sueñan con un futuro juntos, charlan al original: una reproducción por lo que es posible co-
sobre temas interesantes, sobre todo acerca de “puntos lonizar la realidad por los deseos. Esta definición de lo
de vista filosóficos” y cuestiones morales. La época de “Virtual”, por lo general, se opone a la definición de lo
las aventuras de una noche fue duramente condena- “Real”. Al igual que con las fantasías omnipotentes, lo
da. Un ideal de un amor puro fue construido. Él era “Real” pierde su realidad física a través de lo “Virtual”
el hombre de su vida, genial y único. María siempre lo (Lemma, 2015).
sabía todo, tenía “un ojo en ambos”.
El contacto de la pareja se hace exclusivamente a Volviendo a la viñeta clínica
través del chat, de mensajes escritos solamente. No se
llaman entre sí, no usan Skype y no se escriben cartas Después de una larga crisis latente entre la paciente
a mano. No quedan en persona, y se justifican con la y Tom, se rompe la relación. Poco después, Nina co-
dudosa excusa de que sería demasiado peligroso. Por mienza una relación sexual con María. Al principio, esta
otro lado, sí que hubo encuentros reales con María. Es- relación parece divertida y buena para ella, hasta que,
tuvieron en contacto íntimo. Después de una botella de en seguida, los antiguos patrones de juicio, sumisión y
vino, acabaron en la cama. Ambas estaban completa- de discusiones frecuentes aparecen de nuevo. Ahora,
mente entregadas a Tom. Él se mostraba entusiasmado Tom es el tercero en la sombra. Esto atormentaba a la
y no tenía nada en contra de ello. Era un libre pensador paciente, que deseaba una relación real pero sentía sus
y estaría de acuerdo si era bueno para las dos. propios límites al mismo tiempo. No tenía el valor para

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Antje von Boetticher

abandonar el triángulo familiar aunque se hacía más evi- Llevó tiempo ver claramente cómo de fuerte había in-
dente cómo esta constelación la estaba restringiendo. fluido en la vida de Nina la lectura y la escritura de
Después de un período doloroso, Nina admitió (a sí mensajes a través del ordenador o del móvil. Ella hizo
misma y a mí) que nunca había conocido personalmen- su trabajo a conciencia, pero sin implicación interior.
te a Tom. El encuentro nunca había tenido lugar. Todos Ella se retrajo socialmente. Desde este punto de vis-
los contactos habían sido exclusivamente a través de ta, las posibilidades técnicas estuvieron al servicio de la
Internet. En los meses siguientes, se iban observando evitación del contacto “real”. Sin embargo, considero
cada vez más inconsistencias respecto a Tom, o más que también hay otro enfoque, no opuesto sino adi-
bien la paciente dejó de hacer la vista gorda. Un día, cional: Nina estaba muy decepcionada con su primer
Nina descubrió que María escribía utilizando la cuenta amor. El proceso de separarse de su madre era bastante
de Facebook de Tom. Habló con María sobre este tema complicado. Se lanzó a los contactos sexuales de forma
y obtuvo la siguiente respuesta: “no confías en mí, eres perjudicial, tanto para ella misma como para los demás.
una mala persona. ¡Nunca me lo preguntes de nuevo!”. En mi opinión, su explicación que necesitaba como
Poco después, Nina recibe mensajes acerca de un su- “confirmación” sintiéndose atractiva y seductora oculta
puesto accidente de coche. Tom fue gravemente herido. su profundo deseo de contacto y conexión. La sacudida
Las fotografías que deberían documentar y “probar” el de sus agresiones con las aventuras de una noche y la
accidente mostraban diferentes coches. Todo parecía soledad sin ningún tipo de contacto “real” eran difíciles
dudoso y, sobretodo, “no real”. Nina, entonces, rompe de soportar. Obviamente se necesitaba una transición.
también con María. ¿Encontró Nina una transición on line? “La espe-
Nina llegó a conocer que otra amiga había tenido una cificidad de un objeto transicional no es el objeto en
experiencia aterradoramente similar que la de Tom y sí mismo, sino la manera en que éste se usa” (Schlös-
María. Esta amiga estaba viviendo en un piso compar- ser, 1990). Pienso que la paciente utilizó el amor vir-
tido con María, siendo Tom su novio virtual. Un día, tual como una experiencia transicional en un espacio
encontró una lista de varias “identidades” y direcciones transicional. Su móvil era un objeto que siempre estaba
de mail. Descubrió que las fotos de Tom eran en reali- con ella, en su bolsillo, sostenido cuidadosamente en su
dad las fotos de otro usuario activo en Facebook. Había mano, que desconectaba justo antes de la sesión y que
la evidencia creciente de que no existía un Tom “real”, activaba de nuevo inmediatamente después. Cuando la
sino una segunda identidad “virtual” de María. Nina es- paciente dice con orgullo: “¡hoy me dejo el móvil en
taba muy agitada. Por un lado, se sentía aliviada porque casa!”, suena como un niño diciendo: “hoy me dejo mi
su sensación de que era un fraude era correcta; por otra osito de peluche en casa”, dando a entender: esto es
parte, toda la historia era aterradora y profundamente muy valiente y emocionante, ¡soy una chica mayor!
desconcertante. Numerosas preguntas siguen abiertas. Si entendemos el móvil como un objeto transicional
Poco a poco, pudimos comprender mejor por qué y la relación de amor virtual como una experiencia tran-
la paciente no se cuestionaba todas las incoherencias. sicional, podemos suponer que los cambios iniciados
Nina comenzó a enfrentarse consigo misma, a su an- por los confusos desarrollos tecnológicos implican pro-
helo de cercanía y de retención, de la que tanto se de- mocionar tanto la evitación como una buena evolución.
fendía antes. Se hizo más claro que la grandiosidad que La joven paciente se encontraba en una situación es-
había encontrado “virtualmente” (“el único”, el discur- pecífica de desapego. Después de mudarse de casa y
so sofisticado “desde el punto de vista filosófico”) la dejando a la dependiente madre, el primer amor acabó
defendía de encuentros y conflictos reales. Ella pagó el de forma frustrante. Posteriormente, la paciente se sin-
alto precio de quedar atrapada en el aislamiento social tió identificada con la conducta agresiva de su padre,
y un tipo de relación sadomasoquista. Después de este que tanto miedo le causaba. Sus experiencias con las
período doloroso, dijo: “poco a poco estoy aterrizando relaciones se caracterizaban por el estrechamiento de
al mundo real”. la cercanía, por un lado, y por el carácter no vinculante,
por otro. La ambivalencia entre su deseo por una rela-
Apunte final ción simbiótica y la separación y autonomía, así como el
miedo a estar sola y separada han sido más soportables
En cierto modo, la paciente se perdió en Internet. con la forma digital o “virtual” de la relación en el chat.

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Deseando conectarse

Esto parecía ser un espacio transicional que no debe ser diferencia entre “virtualidad” y “realidad”: “el espacio
puesto en duda. La paciente experimentó algo entre la intermedio es un espacio subjetivo, un espacio poten-
realidad y la ilusión; casi se podría decir la realidad y la cial relacionado con la inquietud, en sujetos ligados a
ilusión al mismo tiempo. Sentía la ilusión de no ser se- personas y a su psicosexualidad y finitud. Mientras que
parada y la continua conexión que anhelaba, sin haber el espacio virtual depende, sobre todo, de una infraes-
estado cerca en un sentido corporal, y la ilusión de que tructura técnica” (Löchel, 2002). Para mí, es esencial
ella es capaz de inducir e iniciar las actividades en la sala considerar que los objetos transicionales no se encuen-
de chat. Esto puede ser como un recuerdo de una fan- tran simplemente, sino que son creados, en una cierta
tasía temprana de omnipotencia, que es esencial para situación.
soportar las emociones de la realidad, la dependencia Alessandra Lema dice que el mundo de hoy está im-
y la impotencia como Winnicott nos ha enseñado. La pregnado con el uso de medios técnicos, y este uso de-
realidad, por otro lado, viene dada por el “hardware”: fine el mundo que ya no es virtual o real, sino que se ca-
experimentó una relación intensa, pero al menos se pa- racteriza por una diversidad de combinaciones dentro
saba el tiempo con instrumentos técnicos. de las redes. Para hacer frente a la actual realidad en el
Según Winnicott, un espacio transicional se caracte- plano teórico y terapéutico que tenemos que ir más allá
riza por un espacio intermedio entre lo interno y lo de pensar en una lógica binaria, con el fin de entender
externo, la experiencia entre subjetividad y objetividad, el mundo de hoy” (Lemma, 2015).
ilusión y realidad. No es posible encontrar asignaciones El pensamiento psicoanalítico es complicado y es
definitivas. El desprendimiento de cercanía diádica y la el resultado principalmente de un tiempo diferente. A
individuación pueden ser preparadas en este espacio veces parece ser difícil de aplicar a las cuestiones mo-
potencial. dernas. A la luz de los rápidos avances tecnológicos
“Internet como espacio transicional puede ser expe- con todas sus implicaciones, ni parece útil ni es posi-
rimentado como una zona intermedia entre uno mismo ble utilizar “virtualidad” y “realidad” como conceptos
y los demás, sintiendo las emociones de ser retenido estrictamente dicotómicos. Partiendo del concepto de
y no abandonado. En esta triangulación no se puede integración transicional y diferenciación, podría funcio-
tener éxito, porque un objeto en el mundo virtual es nar simultáneamente.
principalmente algo a lo que hacer clic: sólo hay cone- Como psicoanalistas, estamos “familiarizados con la
xión aparente debido al principio de desconexión de naturaleza virtual de lo real que se filtra por un mundo
los objetos en el ciberespacio” (Braun, 2007). de relaciones de objeto”, como A. Lemma ha expresa-
Mi paciente no podía mantener la ilusión del novio do muy bien. El progreso tecnológico no se va a dete-
perfecto ideal y divino y el poder para llevarlo a vivir ner. Las historias de nuestros pacientes están repletas
una vida “real”, “física”, con ella. La comunicación di- de ello. Se crean nuevas metáforas, un nuevo lenguaje,
gital no puede sustituir a la comunicación analógica: que nos parece babilónicamente confuso e incompren-
esta realidad se acercaba. La ilusión o fantasía de om- sible. Valdrá la pena el esfuerzo de querer entender lo
nipotencia evocadas por la disponibilidad continua del desconocido.
ciberespacio se daba por vencida. El triángulo asumi-
do resultó ser una díada. Con este insight, la paciente Traducción del inglés de Xavier Costa
podía desconectarse. El reconocimiento de la frontera
del “No-Yo” (Winnicott permite, además, la individua- Notas
ción). El insight del paciente de haber externalizado su
consciencia también podría haberse hecho accesible por (1) Traducción directa del alemán de José L. Etche-
las experiencias en una relación “real”. Adicionalmente, verry, en Obras Completas, Volumen 21. Buenos Aires:
este caso se caracteriza por la realización del “No-Él”. Amorrortu Editores (nota del t.).
Sería superficial simplemente atribuir a los móviles el
significado básico de objetos transicionales, así como Bibliografía
denominar “Internet” como espacio potencial. Me-
diante esta generalización y ampliación, la capacidad Ball, R. (2014). Die pausenlose Gesellschaft. Fluch und
explicativa se está perdiendo. Elfriede Löchel señaló la Segen der digitalen Permanenz. Stuttgart: Schattauer.

72 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 67-73


Antje von Boetticher

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La terapia basada en la mentalización
para pacientes con diagnóstico de
trastorno de personalidad antisocial*
Izaskun Viloria Rodríguez** y Sergi Ballespí Sola***

RESUMEN
Presentamos la segunda parte de un trabajo dedicado a estudiar la relación entre la mentalización (MZ) y la conducta vio-
lenta, así como la adaptación de la Terapia Basada en la Mentalización (Mentalization-Based Therapy o MBT). En esta ocasión,
se profundizará en la MBT, y cuyo objetivo principal es crear un entorno terapéutico en el que los estados mentales propios
y ajenos se conviertan en el foco de atención. Gracias a los estudios piloto realizados por Bateman y Yakeley (2013), sabe-
mos que la MBT parece ser un tratamiento con considerable potencialidad para pacientes con trastorno de personalidad
antisocial (TPA) por su gran nivel de aceptación y sus efectos prometedores en la reducción de sintomatología agresiva.
PALABRAS CLAVE: mentalización, terapia basada en la mentalización, MBT, trastorno de personalidad antisocial, TPA.

ABSTRACT
Mentalization-based treatment for patients with antisocial personality disorder. This is the second of two papers ad-
dressing the relationship between mentalizing (MZ) and violent behavior. This second paper aims to explain Mentalization-based
treatment (MBT). The main MBT goal is to create a therapeutic environment wherein mental states are the focus of attention
and intervention. There is some evidence from the pilot study conducted by Bateman and Yakeley (2013) which demonstrates
that MBT is a potential psychotherapy for antisocial personality disorder (ASPD) patients due to its high degree of acceptance
on the part of patients and its promising effects in terms of decreasing aggressive symptoms. KEYWORDS: mentalization,
mentalization-based treatment, MBT, antisocial personality disorder, ASPD.

RESUM
La teràpia basada en la mentalització per a pacients amb diagnòstic de trastorn antisocial de la personalitat. Presentem
la segona part d’un treball dedicat a estudiar la relació entre la mentalització (MZ) i la conducta violenta, així com l’adaptació de la
Teràpia Basada en la Mentalització (Mentalization-Based Therapy o MBT). En aquesta ocasió, s’aprofundirà en la MBT, que té com a
objectiu principal crear un entorn terapèutic en el qual els estats mentals propis i aliens es converteixen en el focus d’atenció. Gràcies
als estudis pilot realitzats per Bateman i Yakeley (2013), sabem que la MBT sembla ser un tractament amb considerable potencia-
litat per a pacients amb TPA pel seu gran nivell d’acceptació i els seus efectes prometedors en la reducció de la simptomatologia
agressiva. PARAULES CLAU: mentalització, teràpia basada en la mentalització, MBT, trastorn antisocial de la personalitat, TPA.

Introducción (MZ) y la conducta violenta. En este caso, se profundiza


sobre la Terapia Basada en la Mentalización (Mentalization-
Este documento representa la segunda parte de un tra- Based Treatment o MBT), una psicoterapia ideada inicial-
bajo dedicado a estudiar la relación entre la mentalización mente para el tratamiento de pacientes con trastorno

*La primera parte de este artículo, “El papel de la mentalización en la etiología de la conducta violenta”, se publicó en el
número 27 (abril de 2016).
**Estudiante del Máster Universitario en Psicología General Sanitaria (Universitat Autònoma de Barcelona).
***Doctor en psicología. Profesor e investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Contacto: zk.vr92@gmail.com
Recibido: 21/9/16 – Aceptado: 5/10/16

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La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial

de personalidad límite (TLP), que en la actualidad está para la investigación, con el fin de reunir evidencia que
siendo adaptada para pacientes con trastorno de per- sirva de guía para el desempeño del trabajo tanto de
sonalidad antisocial (TPA). clínicos como del cuerpo policial. No existe todavía un
La mentalización (MZ) o función reflexiva (RF) es tratamiento de primera elección para este trastorno. No
una forma de actividad mental imaginativa involucrada obstante, la MBT se presenta como una psicoterapia
en la percepción e interpretación del comportamiento que tiene como objetivo específico desarrollar la habi-
humano en términos de estados mentales intenciona- lidad para reconocer y entender los estados mentales
les (Fonagy y Target, 2006; Stein y Allen, 2007). Se tra- propios y ajenos, una habilidad que ha demostrado
ta de una habilidad que nos permite entender nuestros verse comprometida en pacientes con TPA (Bateman
propios estados mentales (emociones, sentimientos, et al., 2016).
pensamientos, deseos, creencias, etc.) así como los de En enero de 2015, el profesor Peter Fonagy inició un
las personas que nos rodean. Comprender el compor- estudio en la Universidad de Londres para establecer la
tamiento humano en términos de estados mentales utilidad de la MBT ayudando a hombres violentos con
intencionales permite dar sentido a nuestra conducta diagnóstico de TPA a controlar su comportamiento
y a nuestro mundo social. La incapacidad para leer a agresivo. Este estudio constituye la continuación del
las personas, en cambio, se asocia a un peor funcio- estudio piloto desarrollado en dos lugares distintos:
namiento psicológico. Recientes investigaciones de- en el Enfield and Haringey Mental Health Trust, con
muestran, de hecho, que la “ceguera mental” (p. ej., la el profesor Anthony Bateman; y en el Portman Clinic,
incapacidad para “ver” los estados mentales propios o Tavistock and Portman NHS Foundation Trust, con la
de los demás) se asocia cada vez a más psicopatologías doctora Jessica Yakeley. Todavía no se han publicado
(Allen, Fonagy y Bateman, 2008; Busch, 2008; Sharp, los resultados del estudio que comenzó en 2015, pero
Fonagy y Goodyer, 2008; Bateman y Fonagy, 2012). los resultados preliminares del estudio piloto dirigido
Los fallos significativos de MZ se han vinculado a por Yakeley (2013) muestran una reducción de la in-
la violencia, puesto que la psicogénesis de la violencia tensidad de la sintomatología agresiva en los pacientes
está ligada a las experiencias traumáticas en la infan- con TPA tras 6 meses de terapia.
cia, y es la MZ precisamente un factor mediador entre
estas experiencias tempranas en el sistema de apego MBT: terapia basada en la mentalización
y posteriores dificultades en la regulación afectiva, la
atención y el autocontrol (Bak et al., 2015; Fonagy y El objetivo principal de la MBT es crear un entor-
Bateman, 2016). no terapéutico en el que los estados mentales propios
Desde el modelo de la MZ, se propone que una dis- y ajenos se convierten en el foco de atención. Esta
función en el sistema de apego puede inhibir las ha- terapia puede resultar especialmente adecuada para
bilidades de regulación afectiva así como la capacidad pacientes con TLP y TPA, que necesitan mejorar su
para mentalizar (Bateman et al., 2016). Así, el compor- capacidad para mantener la MZ cuando su autoestima
tamiento antisocial y la violencia suelen ocurrir cuando se ve amenazada.
la capacidad para comprender los estados mentales de
los que nos rodean se ve comprometida en situaciones Funcionamiento y niveles de intervención de la
que amenazan a la autoestima, tales como el rechazo MBT
interpersonal o las faltas de respeto. Normalmente, la La MBT se organiza alrededor de un período de tra-
MZ (es decir, la capacidad de imaginar o visualizar el tamiento de 12 meses (18 meses en el estudio piloto),
estado mental de la víctima) dificulta el acto violento, empezando con una valoración del procedimiento y
y los individuos con habilidades mentalizadoras vulne- sesiones introductorias. A ello le siguen sesiones se-
rables pueden mostrarse inestables en momentos de manales tanto individuales como grupales integradas
estrés interpersonal (Bateman et al., 2016). con atención psiquiátrica (Bateman y Fonagy, 2004,
El trastorno de personalidad antisocial es una pato- 2006).
logía a la cual no se dedica mucha investigación. Sin En la MBT, el terapeuta sigue el principio siguiente:
embargo, las revisiones sistemáticas y los documentos si el paciente es emocional, con la consiguiente pérdi-
policiales identifican el TPA como un área prioritaria da de mentalización, entonces sólo se pueden aplicar

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Izaskun Viloria Rodríguez y Sergi Ballespí Sola

intervenciones seguras. En este contexto, una inter- las cosas desde el punto de vista del paciente mientras
vención segura es aquella que disminuye el arousal (la se le somete a preguntas para mover su mente hacia
activación), permitiendo así la oportunidad de resta- otras perspectivas.
blecer la MZ. Al final, se trata de una colaboración para llegar a
Bateman y Fonagy (2013) organizan la intervención una perspectiva alternativa. En la MBT, esto se tradu-
en una serie de niveles: los niveles iniciales son más ce en una expansión de la forma de entender los suce-
seguros simplemente porque no requieren de una alta sos y experiencias violentos. Este proceso es colabora-
capacidad de MZ por parte del paciente. Una vez el tivo y requiere esfuerzo; paciente y terapeuta adoptan
paciente es capaz de reflejar en cierta medida los esta- una postura inquisitiva hacia los pensamientos y sen-
dos mentales actuales, es posible considerar la amplia- timientos. Después, el terapeuta resume la perspectiva
ción del proceso terapéutico usando intervenciones alternativa, y finalmente el paciente y su propia reac-
en niveles más complejos. De este modo, en la prácti- ción son cuidadosamente monitorizados.
ca, los terapeutas de la MBT se mueven alrededor de Ambos autores sugieren seguir estos pasos en se-
los niveles de acuerdo con su sensibilidad respecto al cuencia. A menudo hablan de mentalizar la relación,
estado de arousal del paciente y de su capacidad men- en lugar de mentalizar la transferencia. Mentalizar la
talizadora. Conforme avanza el tiempo, esto ayuda al relación es un modo de fomentar que el paciente pien-
paciente a alcanzar una mejor MZ de la relación entre se en la relación en la que se encuentra en el momento
él y el terapeuta. presente (la relación terapéutica) con el objetivo de
El primer paso, entonces, consiste en la valida- centrar la atención del paciente en otra mente, la del
ción del sentimiento de transferencia, considerando terapeuta, y de ayudar al paciente a contrastar su pro-
la transferencia como un mecanismo de defensa en pia percepción de sí mismo con como es percibido
el cual los sentimientos y las actitudes originalmente por otra persona, por el terapeuta o por los miembros
asociadas a figuras y situaciones importantes de las ex- de un grupo terapéutico.
periencias infantiles se atribuyen a otros en las situa- Un dato importante que señalan los autores es que
ciones interpersonales actuales, incluyendo el contex- los pacientes que han cometido actos de violencia ex-
to psicoterapéutico. En este caso, el terapeuta será la trema no experimentan sufrimiento o remordimientos
figura segura, en sustitución de la figura negligente de asociados a los estados mentales del resto de personas;
apego en la infancia, que permitirá al paciente apren- por tanto, para generar conflicto, pensar en la vícti-
der ahora a identificar y comprender los estados men- ma será del todo inefectivo si se pretende inducir un
tales en uno mismo y en el terapeuta (el otro). cambio comportamental. En consecuencia, el foco de
El segundo paso es la exploración. Los eventos que la terapia es ayudar a los pacientes a mantener la MZ
generan los sentimientos de transferencia se deben centrándose en sus propios estados mentales cuando
identificar, y los comportamientos ligados a esos pen- su integridad personal se ve comprometida.
samientos o sentimientos deben hacerse explícitos, a
veces de un modo dolorosamente detallado. El tera- MBT y violencia reactiva
peuta se muestra activo indagando en los eventos rela- Fonagy y Bateman (2008) proponen que la violencia
tivos al episodio violento. No se le permite al paciente reactiva es consecuencia de fallos en la MZ, y que el
cambiar de tema y se exploran los actos violentos del hecho de ser capaz de mentalizar constituye un fac-
mismo modo que se exploran los intentos de suicidio tor de protección contra la violencia. Entendemos por
o las conductas autolesivas en el tratamiento del TLP violencia reactiva aquella también denominada como
(Fonagy y Bateman, 2008). “defensiva”, “impulsiva” o “de sangre caliente”. Es
Más adelante, el terapeuta intenta poner en conside- aquella violencia relacionada con una baja capacidad
ración los estados mentales y los sentimientos inter- de resistencia a la frustración (Hubbard et al., 2001),
nos del paciente. Sin embargo, esto resulta dificultoso sesgos en la interpretación de las relaciones sociales y
para el paciente, a quien le cuesta identificar sus es- atribuciones hostiles al comportamiento de los demás,
tados emocionales. Las afirmaciones y preguntas del acompañado de una carencia de habilidades para la
terapeuta son siempre equilibradas, proporcionan so- resolución de conflictos (Hubbard et al., 2002; Crick y
porte y validación. En la MBT siempre se intenta ver Dodge, 1996; Schwartz et al., 1998).

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La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial

Fonagy y sus colaboradores, entonces, no tratan con post-traumáticos en los que la actividad de MZ se ve
la violencia instrumental (propia de pacientes con tras- comprometida.
torno de personalidad antisocial de tipo psicopático),
sino que se centran en la violencia que tiene su origen Efectividad de la MBT
en un trauma y surge como producto del abuso o ne- Los resultados preliminares del estudio piloto, diri-
gligencia en la socialización con las figuras objetales gido por Jessica Yakeley (2013) para adaptar la MBT a
primarias (padres o cuidadores). pacientes con TPA, muestran que todos los pacientes
De ello resulta una teoría parcial, que puede expli- que empezaron dicho tratamiento disminuyeron su
car por qué algunos individuos son afectiva o reactiva- agresión hacia los otros y hacia sí mismos, en térmi-
mente violentos, pero que no se centra en la capacidad nos de intensidad, pasados los primeros seis meses del
de otros individuos para involucrarse en violencia que tratamiento. Todos los miembros del grupo también
es planificada, con propósito y sin emociones (violen- mostraron una reducción del malestar subjetivo. Esto
cia instrumental), la cual no es producto de la reac- son estudios piloto únicamente, y todavía es pronto
tividad emocional. Por tanto, los estudios de Fonagy para decir si la MBT en hombres antisociales será tan
sobre la eficacia la MBT se centran en pacientes con efectiva como lo ha sido en pacientes con TLP.
trastorno de personalidad antisocial donde el tipo de En la actualidad, todavía no contamos con los resul-
violencia que predomina es la reactiva (impulsiva) y no tados del estudio dirigido por Peter Fonagy en la Uni-
la instrumental. versidad de Londres, iniciado en enero de 2015 como
Ciertamente, se podría predecir que los individuos continuación al estudio piloto ya mencionado.
con TPA con altos niveles de psicopatía ya tienen una No obstante, este 2016 se han publicado los resulta-
elevada capacidad para mentalizar, observable en su dos de un estudio realizado por el equipo de Fonagy y
habilidad para embaucar y manipular al resto, así que Bateman, en la Universidad de Londres, que investiga
promover en este perfil de pacientes el entrenamien- si los pacientes con TLP y TPA comórbidos que reci-
to en MZ sería arriesgarse a hacer de ellos mejores ben tratamiento con MBT tienen mayor probabilidad
psicópatas. Sin embargo, su aparente capacidad para de mejorar, en relación a síntomas de agresividad, que
mentalizar es en realidad muy restringida y es rara vez aquellos que siguen un tratamiento estructurado de
generalizable a situaciones interpersonales complejas intensidad similar, pero que excluye los componentes
(Bateman y Fonagy, 2006). La psicopatía puede ser característicos de la MBT. En este caso, el tratamiento
vista como la ejemplificación de un parcial pero fun- estructurado combinaría counselling, apoyo e interven-
damental emparejamiento de MZ, descrito por Baron- ciones orientadas al problema.
Cohen (1994), como “lectura-de-mentes sin empati- Lo que muestra este estudio es que la MBT resul-
zar”. ta beneficiosa en pacientes con TLP y TPA comórbi-
Fonagy considera que muchos de los pacientes hacia dos, puesto que reduce la ira, hostilidad, paranoia y la
quien dirige su terapia nunca tuvieron la oportunidad frecuencia de las autolesiones y los intentos suicidas,
de aprender sobre los estados mentales en un contexto así como mejora el estado de ánimo, los síntomas psi-
de relaciones de apego apropiado. O, alternativamente, quiátricos generales, los problemas interpersonales y
sus experiencias de apego pudieron haber sido crueles el ajuste social.
o constantemente perturbadas. Para otros, una emer- En conclusión, la MBT parece ser un tratamiento
gente capacidad para mentalizar ha sido destruida por con considerable potencialidad para pacientes con
una figura de apego, que generó suficiente ansiedad TPA por su gran nivel de aceptación y sus efectos pro-
para que el pequeño deseara evitar el hecho de pensar metedores.
en las experiencias subjetivas del resto. Es importante
ser conscientes de la posibilidad de que la violencia Discusión
tenga sus raíces en la desorganización del sistema de
apego, como ya se ha expuesto en este trabajo previa- Fonagy y Bateman proponen que cierto tipo de per-
mente. Fonagy y Bateman proponen una sinergia entre sonas violentas con un complejo trastorno de persona-
las defensas psicológicas, el desarrollo neurobiológico, lidad, específicamente TPA, han sufrido experiencias
y los cambios en la actividad neural durante estados infantiles traumáticas y disruptivas en el sistema de

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apego, que han interferido en su desarrollo neurobio- requiere de MZ para promover la MZ. Es decir, si para
lógico así como en el desarrollo de sus defensas psi- fomentar el desarrollo de la MZ se requiere, como se
cológicas (Fonagy y Bateman, 2006, 2008, 2009, 2013, decía más arriba, que “paciente y terapeuta adopten
2016). Esto ha comprometido su capacidad de MZ, una postura inquisitiva hacia los pensamientos y senti-
reduciendo el umbral de su reactividad emocional. mientos; después que el terapeuta resuma la perspecti-
Diversos estudios, que muestran patrones de vínculo va alternativa, y finalmente que el paciente y su propia
alterados en pacientes forenses y en reclusos diagnos- reacción sean cuidadosamente monitoreados” no se
ticados de TPA, configuran la evidencia empírica que está dejando de exigir al paciente, de alguna manera,
respalda la hipótesis de que el TPA es un trastorno cu- lo que en otras modalidades de terapia psicodinámi-
yas raíces se encuentran en el apego (Frodi, Dernevik, ca se le requiere: cierta capacidad de introspección y
Sepa, Philipson, y Bragesio, 2001; Levinson y Fonagy, una cierta tolerancia al malestar (al arousal emocional,
2004; Van Ijzendoorn et al., 1997). en términos de MZ). Por tanto, hay que reflexionar
Los casos de violencia severa, como en cualquier sobre qué pacientes son indicados para este tipo de
tipo de paciente con trastorno mental grave, no suelen tratamiento o si, simplemente, lo son todos los que
tratarse con terapia psicológica como primera elección. tengan TPA.
No obstante, la conceptualización reciente del TLP De hecho, este mismo punto lleva a plantearse la
como un problema basado en una alteración de la MZ cuestión de si, una vez más, o al menos en apariencia,
y la correspondiente creación de un tratamiento expre- nos encaminamos hacia una orientación nomotética
samente ideado para restablecer la función reflexiva más que ideográfica en la indicación terapéutica en
(Bateman y Fonagy, 2009) han hecho que aumente la psicopatología. Es decir, si se establece que la MBT –o
atención hacia el valor terapéutico del paradigma de la cualquier otro tratamiento- es indicado o eficaz para
MZ, y que proliferen los estudios aportando evidencia un trastorno específico, se está optando por un abor-
de la eficacia de la MBT. daje nomotético de esa psicopatología, lo cual implica
No obstante, hay cuatro cuestiones en torno de la obviar, al menos desde un punto de vista conceptual,
MBT sobre las que se puede reflexionar. La primera es las diferencias individuales que deberían tenerse en
si no existen ya otras terapias que, aunque no lo expli- cuenta para ajustar adecuadamente cualquier trata-
citen en sus manuales, ya cuenten con la promoción de miento basado en la relación.
la MZ como principio terapéutico fundamental. Así, En este sentido, resulta preocupante que en un mo-
por ejemplo, los pasos de la MBT podrían parecerse mento en que las terapias cognitivo-conductuales, las
a los de la Terapia Breve y Focal; la parte en la que se tradicionalmente estandarizadas, están suavizando su
centra en la transferencia recuerda la Terapia Focali- encorsetamiento en pro de una mayor flexibilidad y
zada en la Transferencia de Otto Kernberg (Yeomans, dando un paso hacia lo ideográfico, las terapias psi-
Clarkin y Kernberg, 2015) y, en general, es posible que codinámicas, tradicionalmente ideográficas y segura-
toda la línea de tratamientos de orientación psicodiná- mente flexibles en exceso (p. ej., demasiado atentas a
mica, aunque los terapeutas no sean conscientes de ello las diferencias individuales e imposibilitando cualquier
ni se lo hayan propuesto de forma manualizada, persi- intento de manualización) pudieran ahora acercarse
gan, como de hecho hacen, lo que en esencia plantea irremediablemente hacia lo nomotético.
la MBT: afianzar una alianza terapéutica (relación de En cualquier caso -y este es el cuarto y último punto-
apego) con el paciente, sobre la que sea posible ha- no deja de ser interesante, a este respecto, la reflexión
cer surgir y por tanto vehicular la transferencia (revivir que se desprende de todo lo dicho: y es que unos tipos
esas experiencias traumáticas), con el fin de promover de tratamiento y otros se están aproximando entre sí
la atención y comprensión de estados mentales (aspec- en muchos aspectos, abriendo un nuevo camino en el
tos dolorosos, a menudo reprimidos), fomentando así campo de la psicoterapia.
la capacidad de MZ (al fin y al cabo, generando espacio Para terminar con una alusión a la eficacia de la
mental y promoviendo lo que Bion denominaba fun- terapia que aquí nos ocupa, es importante señalar
ción analítica). que contamos con evidencia prometedora en favor
La segunda cuestión sobre la que reflexionar es hasta de la MBT como una posible terapia eficaz para el
qué punto, de acuerdo con lo que se acaba de decir, se tratamiento de la conducta violenta. Sin embargo,

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La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno de personalidad antisocial

los autores de dichos estudios (Yakeley et al., 2013; 166(12), 1355–64.


Bateman et al., 2016) recomiendan que la MBT se Bateman, A. y Fonagy, P. (2012). Handbook of menta-
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funcionamiento social, bienestar general). ner, T. y Fonagy, P. (2016). A randomised controlled
Cabe destacar que, si bien el modelo psicodinámico trial of mentalization-based treatment versus structu-
no es el único utilizado en la práctica forense, es un red clinical management for patients with comorbid
enfoque que resulta valioso en este campo gracias a su borderline personality disorder and antisocial perso-
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framework for integrating therapeutic exposure and ders. The American Journal of Orthopsychiatry, 67, 449–
relationship repair in the treatment of a patient with 459.
complex posttraumatic psychopathology. Bulletin of Yakeley, J. y Adshead, G. (2013). Locks, Keys,
the Menninger Clinic, 71(4), 273–290. and Security of Mind: Psychodynamic Approaches to
Taubner, S. y Curth, C. (2013). Mentalization me- Forensic Psychiatry. J Am Acad Psychiatry Law, 41(1):
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P. y Nolte, T. (2013). Attachment-related mentalization American Psychiatric Publishing.

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 75-81 81


82
Teniendo en mente el foco:
la focalización en la clínica diaria*
Sergi De Diego1, Mª Teresa Miró2, Albert Montaner3,
Jordi Sala4 y Montserrat Palau5

RESUMEN
En este artículo rendimos homenaje a Eulàlia Torras de Beà, resumiendo las ponencias desarrolladas en su jornada-ho-
menaje. Las ponencias se centraron en la focalización en la clínica infanto-juvenil, aunque abarcaron un amplio espectro, en
cuanto a contenidos y complementariedad: un abordaje en la red pública adaptado al incremento de la demanda y precarie-
dad socioeconómica de las familias y sistemas de protección social, la utilidad de la focalización en la entrevista individual o
familiar en el diagnóstico, la relación paciente, familia y terapeuta en la construcción del foco y un uso de la focalización en
el tratamiento grupal. PALABRAS CLAVE: focalización, diagnóstico, tratamiento, relación paciente y terapeuta, enfoque
psicodinámico y psicoanalítico.

ABSTRACT
Keeping the focus in mind: focusing in daily clinical practice. In this article we pay homage to Eulàlia Torras de Beà,
summarizing the presentations that were in the conference held as a tribute to her. The presentations covered a wide spectrum
in terms of their content and complementarity: the approach within the public mental health system that has been forced to
adapt to increased demand and to the socio-economic precariousness of families and of social safety net systems, the utility of
focusing on individual or family interviews for diagnosis, the relationship amongst the patient, his or her family and the thera-
pist to create the focus of treatment and the use of targeting in the treatment of groups. KEY WORDS: targeting, diagnosis,
treatment, patient and therapist relationship, psychodynamic and psychoanalytical approach.

RESUM
Tenint en ment el focus: la focalització a la clínica diària. En aquest article retrem homenatge a Eulàlia Torras de Beà
resumint las ponències desenvolupades en la seva jornada-homenatge. Les ponències es van centrar en la focalització, tot i que
abastaren un ampli espectre, quant a continguts i complementarietat: un abordatge en el marc de la xarxa pública adaptat a
l’increment de la demanda i la precarietat socioeconòmica de las famílies i sistemes de protecció social, la utilitat de la focalit-
zació a l’entrevista individual o familiar en el diagnòstic, la relació pacient, família i terapeuta en la construcció del focus i un ús
de la focalització en el tractament grupal. PARAULES CLAU: focalització, diagnòstic, tractament, relació pacient i terapeuta,
perspectiva psicodinàmica i psicoanalítica.

Introducción se decidió para destacar el extenso trabajo realizado


por su parte, atendiendo el foco del conflicto en toda
La elección del tema de la Jornada-Homenaje a la intervención. Dedicamos la jornada a trabajar el foco
Dra. Eulàlia Torras de Beà no fue casual, sino que en diferentes ámbitos de la asistencia en psiquiatría y

*El presente artículo es un resumen de las ponencias que tuvieron lugar en la XII Jornada de la Fundació Eulàlia Torres de
Beà - Homenatge Dra. Eulàlia Torras de Beà, en Barcelona, el 5 de junio de 2015.
1
Psicólogo clínico. CSMIJ Santa Coloma de Gramanet. Fundació Vidal i Barraquer. 2Psiquiatra y psicoanalista (SEP-
IPA). Fundació Eulàlia Torras de Beà. 3Psicólogo clínico y psicoterapeuta (ACPP-AEPP/EFPP). Responsable del CSMIJ
de Montcada i Reixac y de Sant Andreu. Fundació Eulàlia Torras de Beà. 4Psicólogo y psicoanalista (SEP-IPA). Fundació
Hospital Sant Pere Claver. 5Psicóloga clínica. Miembro emérito de la Fundació Orienta.
Correspondencia: amontaner@fetb.org
Recibido: 8/4/16 - Aceptado: 26/4/16

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89 83


Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria

psicología infanto-juvenil. Procesos organizativos. Resulta imprescindible tener


Denominamos foco al núcleo dinámico que organiza en cuenta el sufrimiento de los profesionales que pa-
el funcionamiento normal o patológico de una perso- decen la presión de esta nueva situación abriendo ca-
na o grupo humano: familia, grupo social, etc. Cuando nales de expresión y elaboración desde lo emocional,
nos consultan, nuestra intervención tiene como obje- pero también tomando decisiones de carácter organi-
tivo modificar el foco o dinámicas problemáticas para zativo que optimicen los esfuerzos, ayuden a conte-
potenciar los funcionamientos sanos. ner las ansiedades y permitan desarrollar la tarea en
Una vez asumimos la demanda de ayuda, construi- las mejores condiciones posibles. En nuestro CSMIJ
mos el foco de trabajo. El niño, a menudo, es el síntoma (1), reformulamos las exclusiones y prioridades se-
o el portavoz de la disfunción familiar; también es fruto gún criterios de gravedad y riesgo de cronicidad en
de antecedentes personales y familiares que han pro- un nuevo protocolo; creamos una página web propia
vocado carencias, déficits emocionales y madurativos. (2) para padres, pediatras, y enseñantes sobre aspectos
Diferenciamos si la intervención se centrará en la psicoeducativos y sobre tres trastornos bien defini-
familia entendiendo que la conflictiva parte de la di- dos (Autismo, Síndrome de Asperger y TDAH) como
námica relacional e interacciones de sus miembros o una forma de empoderarlos; organizamos un sistema
bien, además de trabajar con los padres en la compren- de primeras visitas avanzadas (se realizaron unas 430
sión y refuerzo de la función parental, también debe- visitas de esta clase) ideadas para reducir la lista de
remos realizar una intervención con el niño con el fin espera (que fue disminuyendo de forma clara) y que
de fomentar herramientas de progreso para resolver o al mismo tiempo: se convertía en un segundo filtro
disminuir la conflictiva que sufre, optimizando su desa- para priorizar gravedad y riesgos, ofrecía al paciente
rrollo madurativo. y la familia un espacio de contención de sus ansieda-
des hasta la siguiente visita varios meses más tarde,
Resumen de las ponencias facilitaba pedir a la familia que en la siguiente visita
aportasen aquella documentación o informes que cre-
En la primera mesa, se desarrolló el tema Del motivo yésemos útiles, se empoderaba a los padres al pedir-
de consulta al foco de trabajo, con dos ponencias: Árbol les que observasen aspectos que creíamos pertinentes
mental de decisión del profesional. Focalización en el proceso para entender al paciente, se ofrecía una devolución,
diagnóstico, a cargo de Sergi de Diego, de la Fundació algunas orientaciones iniciales y se les facilitaba la pá-
Vidal i Barraquer, y Atención flotante y focalización: la fun- gina web mencionada cuando nos parecía oportuno.
ción terapéutica empieza en la primera entrevista, a cargo de También se sugerían focos prioritarios de exploración
Dra. Maria Teresa Miró i Coll, de la Fundació Eulàlia o trabajo terapéutico, dejando constancia en el curso
Torras de Beà (FETB). clínico del grado de certeza o de presunción de todo
En la segunda mesa, se debatió El foco desde diferentes ello, y realizamos altas orientadas en casos que sola-
ópticas, a través de dos ponencias más: ¿Cómo influye el mente requerían esta intervención.
foco en la relación terapéutica?, a cargo de de Jordi Sala, de Herramientas de los profesionales. Consideramos impres-
la Fundació Sant Pere Claver y Focalización en los trata- cindible estar atentos a nuestro propio Conocimiento
mientos psicoterapéuticos grupales en la infancia, a cargo de Relacional Implícito (CRI) (3), que modula la forma
Montserrat Palau, de la Fundació Orienta. de relacionarnos con los demás de forma que toma-
mos decisiones intuitivas, escogemos unos caminos
Árbol mental de decisión del profesional. Focali- de exploración y evitamos otros de forma prudente,
zación en el proceso diagnóstico o cometemos errores, sin pasar a menudo por el filtro
Los servicios públicos de atención primaria en salud del pensamiento consciente. Para todo ello, es impres-
mental infantil y juvenil observamos una realidad pro- cindible estar atentos a escuchar la contratransferencia
gresivamente más demandante (en número de pacien- que se desarrolla en nuestro interior. Casi ningún nue-
tes y en complejidad de los mismos) por el progresivo vo paciente es nuevo del todo para los profesionales
deterioro socioeconómico de las familias y de los siste- que llevan tiempo trabajando en la clínica. El impacto
mas de protección social de su entorno. Pondremos el del menor y su familia nos provee de percepciones que
foco en tres aspectos: remite a otros pacientes y familias y va despertando en

84 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89


Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau

nosotros emociones y sentimientos, expresiones todos diagnóstico desde la primera entrevista con los ni-
ellos de la contratransferencia mencionada y de la que ños y sus familias. Consideramos que dicha práctica
tendremos noticia únicamente si prestamos atención a no debe ser considerada como una simplificación del
ella; si acabada la visita o cuando vemos el nombre del trabajo diagnóstico sino como una vuelta de rosca
paciente que hemos de ir a buscar a la sala de espera para poder profundizar en el conocimiento del fun-
estamos atentos a aquello que aquel nombre evoca en cionamiento mental de nuestros pacientes. Igualmen-
nuestro interior y que puede alertar sobre la clase de te se considera una práctica aconsejable que ayuda al
sentimientos y reacciones que éste el paciente en sus profesional de la salud mental a ejercitar la capacidad
relaciones día a día. De esta forma podremos contener de síntesis y la distancia focal de su atención.
y elaborar nuestras emociones y utilizarlas para la mejor En el vocabulario fotográfico, la focalización indica
comprensión del caso. que la imagen se ve con claridad a una determinada
Proceso diagnóstico. Considero imposible diagnosticar distancia. En la escritura narrativa, se utiliza el con-
sin ir cambiando el foco entre la atención a la globali- cepto de focalización para definir la distancia en re-
dad de la situación de entrevista que abarca el paciente, lación a la cual es relatada una historia por parte del
su familia y el entorno que nos van describiendo (como autor. Utilizaremos los conceptos en los que se basa
utilizando un gran angular en el símil fotográfico), y aplicados a nuestra tarea. Se habla de focalización cero
una atención más focalizada en determinados aspectos cuando el narrador se sitúa a la vez cercano y aleja-
que nos van apareciendo como verdaderamente rele- do, teniendo así una visión amplia de lo que ocurre
vantes y que necesitaremos conocer con el máximo de- en su narración; focalización interna, cuando narrador
talle (el zoom) y al revés. y lector se encuentran en el interior del personaje co-
Necesitamos captar aquellos aspectos significativos nociendo sus sentimientos y reflexiones. Desde esta
que puedan aportar comprensión y sentido al funciona- perspectiva, los hechos son explicados desde la expe-
miento mental del paciente, examinar de qué forma es- riencia personal. Por último, se habla de focalización
timula a su entorno y qué respuestas tiende a cronificar, externa cuando el lector ve todo lo que ocurre desde el
que expliquen total o parcialmente el sufrimiento del exterior, como si tuviera una cámara que registra ac-
menor y/o la preocupación de la familia y medio social. ciones de una forma objetiva, ajena a cualquier punto
Todo ello ayuda a dibujar nuestro árbol de decisión de vista específico.
interno y, conforme se va desarrollando el proceso diag- Cuando tiene lugar el primer encuentro, todavía no
nóstico, precisar las formas de funcionamiento mental sabemos hacia qué derroteros nos llevarán los hechos
que tendremos que tratar de verificar o desestimar. Ire- clínicos y vivenciales de la consulta. Es el momento
mos escogiendo unas ramas y descartando otras mien- de ampliar el foco, de abrir el campo de observación
tras intentamos reconocer patrones de funcionamiento sin dejarnos llevar por ideas previas y, sobretodo, to-
mental y relacional que expliquen cada particular ex- lerando la incertidumbre del no saber. A esta situa-
presión psicopatológica y nos ayuden a descubrir en ción podríamos llamarle focalización cero, comportando
qué aspectos podemos incidir con mayor facilidad para mantener la mente en modo flotante o en atención flotante
tratar de facilitar cambios saludables. (si este concepto puede adaptarse a esta modalidad
Los algoritmos que figuran en los manuales diagnós- clínica). Es necesario tolerar la espera hasta que poda-
ticos no son sino simplificaciones de estos procesos mos captar algunos datos que nos guíen.
mentales que, de forma automática y a menudo poco Mientras estamos en este modo de focalización cero,
consciente, realizamos cuando exploramos un paciente nos vamos impregnando de impresiones y percepcio-
que acude para consultarnos. nes diversas en nuestro contacto personal con la familia
La figura 1, que encontrarán en el anexo, sintetiza el y el paciente que nos consulta. Todas ellas pugnan por
proceso descrito. acaparar nuestra atención, formando una especie de ca-
lidoscopio si lo comparamos con una imagen visual. En
Atención flotante y focalización: la función tera- este momento, la experiencia clínica, los conocimientos
péutica empieza en la primera entrevista vienen en nuestra ayuda para seleccionar los datos que
En esta presentación, se aborda la práctica de la sean suficientemente significativos y que, puestos en
focalización como una herramienta en el trabajo conjunto, nos ofrezcan la posibilidad de formular una

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Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria

hipótesis que nos permita seguir avanzando. haber pasado por pérdidas múltiples a lo largo de su
Como ocurre también en otras actividades clínicas vida, sin que ellas hayan ido acompañadas de un trabajo
y terapéuticas, cabe tener en cuenta la posibilidad de de duelo adecuado en ella ni en el entorno familiar. Se
que podemos avanzar hacia una hipótesis equivocada, describen con detalle las dos primeras entrevistas, segui-
por ejemplo porque sobrevaloremos una percepción o das de unos comentarios sobre la focalización particular
algún dato clínico, dándole una prioridad superior. Ser en este caso, que se concreta en trabajar el problema de
consciente que poder sostener la incertidumbre (el no los duelos pero desde una perspectiva actual; es decir,
tener la certeza de una conclusión) el tiempo suficiente las pérdidas concretas que se siguen presentando en su
que nos permita reunir los datos necesarios para en- vida cotidiana teniendo en cuenta su edad evolutiva, que
caminar nuestra tarea clínica nos parece una cualidad pone en primer plano la pérdida del cuerpo y del estado
fundamental que debe presidir nuestro trabajo. mental infantiles. Se debería prestar atención a la pérdida
Mientras nos mantenemos en esta situación mental, de atención exclusiva de la madre, a los desengaños que
poder recoger más datos, observar conductas, expre- vive en relación a los aprendizajes y en la relación con los
siones verbales y extraverbales, el juego, el dibujo (fo- iguales. La amenaza de un fracaso académico contribuyó
calización externa) ayudan a dotar de significado simbó- en gran manera a la petición de ayuda.
lico dichas actividades y conocer el mundo interno de En los dos apartados que siguen se reflexiona sobre
nuestros pacientes, llegando a una focalización interna, es los beneficios y problemas de focalizar, respectivamen-
decir, a conocer datos del funcionamiento mental de la te. La presentación concluye resumiendo en cinco pun-
familia y de nuestro pequeño paciente. tos las propuestas del autor sobre cómo debería enten-
derse y usar el foco, a saber:
¿Cómo influye el foco en la relación terapéutica? • La focalización debería ser una guía de trabajo clara y
En esta presentación, se aborda la focalización desde a la vez flexible y no una directriz de obligado cum-
la psicoterapia de niños y adolescentes. En un primer plimiento.
apartado, se reflexiona sobre la contradicción de traba- • La focalización no debería deslumbrar la visión del
jar desde una perspectiva restrictiva, como lo es la de la terapeuta hasta el punto de no dejarle ver la amplitud
focalización, usando un método que nació y se desarro- del campo mental y relacional del paciente.
lló a partir de la asociación libre del paciente y la libre • Hay que tener en cuenta y distinguir la hipótesis focal
recepción del terapeuta. Se apunta que el terapeuta tie- del paciente y su familia de la del terapeuta. Se debería
ne encomendada la tarea de traducir lo que comprende tener en cuenta la discrepancia y/o coincidencia entre
del paciente y del campo relacional en términos del área ambas.
de intervención preferente definida en el foco. • La focalización que el terapeuta construye no debería
El foco se plantea como una hipótesis de trabajo a la impedir un desarrollo abierto y amplio de la relación
que se llega a través de la experiencia de relación teni- terapéutica, aún teniendo en cuenta que sus interven-
da con los consultantes desde las entrevistas diagnós- ciones procuran circunscribirse al foco.
ticas para centrarse en la conflictiva básica tal como se • La focalización debería abrir el campo relacional a la
presenta en el momento de la consulta, la cual incluye comprensión y no cerrarlo ni constreñirlo.
los conflictos intrapsíquicos y relacionales más activos,
para llegar finalmente a la delimitación de una hipótesis Focalización en los tratamientos psicoterapéuti-
focal que actúa como guía para la comprensión y la in- cos grupales en la infancia
tervención del terapeuta. Cuando se inicia la actividad psicoterapéutica de
A continuación, se considera el hecho de que el pa- grupo, el psicoterapeuta sólo tiene un conocimiento
ciente también focaliza, aunque desde una perspectiva más o menos exhaustivo del diagnóstico clínico o de
que puede o no coincidir con la del terapeuta. Éste tie- una aproximación diagnóstica de cada miembro del
ne que tener muy en cuenta la hipótesis del paciente grupo. Desconoce totalmente la identidad del grupo
sobre las razones que explican su malestar, y las debería porque sabemos que éste es más que la suma de sus
considerar en su focalización. miembros. Por esta razón, cada grupo tiene un fun-
Se presenta el caso clínico de una adolescente de 14 cionamiento emocional propio que se va configuran-
años, que llega a la consulta con muestras evidentes de do a medida que se va encontrando.

86 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89


Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau

Este aspecto del inicio de un grupo psicoterapéu- Al iniciar el tratamiento grupal, me preocupaba mu-
tico se diferencia totalmente del de un trabajo psi- cho el peligro que yo sentía como psicoterapeuta que
coterapéutico individual en el que el psicoterapeuta se focalizara excesivamente en el hecho de los abusos
conoce a la persona, sabe cuáles son las ansiedades sexuales y no poder verlas con toda su amplitud de re-
y defensas que provocan el desajuste emocional por cursos y conflictos que pudiesen tener.
el que se inicia la psicoterapia individual. Por lo tan- En el tratamiento, se propició que se pudieran acer-
to, puede definir de antemano cuál va ser el foco del car a sus experiencias emocionales en general y se vio
tratamiento. como progresivamente lo fueron haciendo con las trau-
Desde el inicio de una psicoterapia grupal, el psico- máticas a través de los juegos que pudieron construir y
terapeuta de grupo ha de tener la capacidad de enfocar, hablar de ellas, ayudándolas a poder llegar a vivencias
entendida en términos de proceso, lo que cada miem- más adecuadas a su edad evolutiva, que correspondía
bro irá haciendo dentro de la interacción con los demás al inicio de la latencia. Este proceso de grupo las fue
miembros del grupo. ayudando a ir superando más o menos los conflictos
En estas edades infantiles, comprendidas desde el emocionales patológicos que cada una tenía y poder
inicio de la capacidad de interacción con los iguales entrar en el proceso adecuado de latencia.
hasta antes del inicio de la pubertad, el yo infantil no
es suficientemente maduro para sentir la pertenencia Reflexiones finales
a un grupo mucho más amplio que el de su familia a la
que le unen lazos de relación muy primarios. Ningún En los CSMIJs, más que nunca, llegan familias con
otro grupo tiene, en esta etapa infantil, la fuerza que múltiples demandas y necesidades. Esta circunstancia
le permita al menor sentirse emocionalmente ligado ha implicado un sobreesfuerzo por parte de los equipos
como lo está a su familia. Dentro de este contexto en la tarea de combinar la creatividad y la rigurosidad
familiar, el niño va evolucionando, va pasando etapas profesional por el bien de los niños y sus familias. Sien-
que le permiten crecer. En la familia se dan muchas do esto especialmente complicado en unos momentos
vivencias que generan ansiedades y defensas intensas en que la demanda se ha incrementado, tanto en núme-
que, según como se vivan, podrán favorecer o obs- ro como en complejidad.
truir el proceso de las normales tendencias evolutivas La experiencia y buen oficio de Eulàlia Torras se
personales. pone en relieve cuando nos plantea en el prólogo de
En el trabajo psicoterapéutico de grupo se producen la edición en castellano del libro sobre Psicoterapia fo-
muchas ocasiones en las que los participantes pueden cal de niños (2013) del equipo de la UPPIJ (Unitat de
comunicarse, interaccionar, alejarse, pasar a la acción Psicoteràpia Psicoanalítica per a Infants i Joves) de la
las emociones que uno está viviendo en aquel momen- Fundació Sant Pere Claver: “...en realidad, en el trabajo
to, etc., y generalmente es la proyección en el grupo clínico descubrimos que hemos de saber cuál es el foco
psicoterapéutico de cómo se está viviendo el propio de nuestra tarea desde el inicio para que ésta esté es-
grupo primario familiar lo que favorece u obstruye la tructurada, y que, si no sabemos cuál es el foco, vamos
evolución normal propia de la edad de cada uno. dando tumbos desde el inicio”.
En general, creo que el foco de trabajo en un grupo En toda consulta debemos analizar dónde se localiza
psicoterapéutico infantil ha de centrarse en potenciar el conflicto, plantearnos si forma parte predominante-
la capacidad de comunicación y de interacción de sus mente de la organización familiar y no se traduce aún
miembros a través de la conversación o de hacer activi- en un conflicto interno del niño, o bien, si el conflicto
dades juntos, a fin de potenciar las tendencias evoluti- principal ya se localiza en el mundo interno del niño,
vas de crecimiento normal en la infancia. en forma de organización o estructura psicopatológica.
Se presentó la evolución de un grupo psicoterapéuti- La lectura de este artículo como síntesis de las po-
co de tres niñas, de edades comprendidas entre los 4 y nencias expuestas en la Jornada-Homenaje a Eulàlia To-
5 años al inicio del grupo, que duró casi 2 años. Las tres rras muestra, sin ninguna duda, el buen hacer de los
niñas habían sido diagnosticadas en la UFAM (Unidad autores en su práctica clínica, y también el logro de
Funcional de Atención al Maltrato) de haber sufrido complementar sus enfoques para ampliar su panorámi-
“probados abusos sexuales”. ca y aplicación en diferentes ópticas.

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89 87


Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria

Sergi de Diego nos aproxima a la complejidad del llega al niño y a la familia, depende en gran medida de
proceso diagnóstico en los servicios públicos de salud los recursos mentales de los padres y de la familia, es
mental infantil y juvenil teniendo en cuenta los contex- decir, de hasta qué punto y de qué manera entienden
tos de realidad actuales que condicionan tanto el incre- el problema y lo que su hijo necesita, lo cual significa
mento de la demanda como la gravedad y complejidad que depende de su mentalidad, que en última instan-
de la psicopatología impregnada por el deterioro so- cia es lo que determina sus prioridades”.
cioeconómico de las familias y de los sistemas de pro- Finalmente, y a modo de homenaje, nos gustaría fi-
tección social de su entorno. nalizar el artículo poniendo en relieve la figura profe-
Maria Teresa Miró destaca diferentes formas de fo- sional y personal de Eulàlia Torras de Beà, maestra de
calización en la entrevista individual o familiar y su muchos de los profesionales que hoy en día trabajan
utilidad en la configuración del diagnóstico, haciendo en salud mental en Catalunya. De su persona y sus
mención a la Dra. Torras cuando afirmó que “el tra- ricas y diversas aportaciones podría asociarse dos citas
tamiento comienza en la primera entrevista, y el diag- que nos vienen a la mente: “siempre que enseñes, en-
nóstico termina en la última entrevista, la despedida” seña a la vez a dudar de lo que enseñas”, de José Orte-
(1991). ga y Gasset (1883-1955), y “la lectura hace al hombre
Jordi Sala, con su visión panorámica sobre “cómo in- completo; la conversación, ágil, y el escribir, preciso”,
fluye la focalización en la relación terapéutica”, aporta de Sir Francis Bacon (1561-1626).
unas reflexiones acerca de a cómo tener en mente el
foco a fin de prevenir contra un uso demasiado rígido y Notas
concreto de la focalización, sin perder de vista que, en
el abordaje que se presenta, se entiende que el primer (1) CSMIJ: Centro de Salut Mental Infantil i Juvenil.
factor de curación reside en la naturaleza misma de la Hace referencia al dispositivo de Santa Coloma de Gra-
relación terapéutica. A mi modo de ver, Jordi Sala está menet, concertado con el Servei Català de la Salut y
en sintonía con las palabras de Eulàlia Torras (2007): gestionado por la Fundació Vidal i Barraquer.
“la relación terapéutica, es decir, el vínculo y la rela- (2) La pueden consultar en: https://sites.google.
ción, es el eje central y común a todas las modalidades com/site/fvbentreparesifills/
terapéuticas”. (3) El CRI lo ha conceptualizado el Grupo de Estudio
Montserrat Palau expone cómo el foco del grupo es de los Procesos de Cambio de Boston (BCPSG). Proviene
la manera en que el terapeuta enfoca su trabajo, más de los desarrollos en la investigación sobre los siste-
allá de la organización de la psicopatología. A nuestro mas de memoria y es el conjunto de recursos relacio-
modo de ver, también suscribe la idea anterior referi- nales adquiridos y automatizados de forma incons-
da por Eulàlia Torras y Jordi Sala cuando nos mues- ciente a través de la memoria de procedimiento, que
tra cómo a través del trabajo grupal, tejido mediante la nos hace ser como somos en nuestras relaciones con
comunicación y el juego, se logra la aproximación y el los demás.
contacto de los miembros del grupo con sus conflicti-
vas internas, favoreciendo su elaboración. Bibliografía
Como conclusión, queremos señalar un último as-
pecto, fundamental a nuestro entender, y que es la Sala, J. (Ed.) (2013). Psicoterapia focal de niños. Una
base de una manera de tratar y aproximarnos al dolor aplicación del modelo psicoanalítico en la Red de Salud Públi-
psíquico de nuestros pacientes y familias. Nos referi- ca. Barcelona: Octaedro.
mos al hecho de contar con los aspectos sanos y cola- Torras De Beà, E. (1991). Entrevista y diagnóstico.
borativos de la familia y del niño y/o adolescente que Barcelona: Paidós.
participarán de forma efectiva en nuestra tarea clínica Torras De Beà, E. (2007). ¿Qué es tratar en psi-
y que también configurarán el pronóstico. Nos permi- copatología del niño y del adolescente? Cap. XV. En:
timos incluir también como lo expresó Eulàlia Torras Torras de Beà, E. (comp.). Normalidad, psicopatología y
(2013), en el prólogo ya referido anteriormente: “... tratamiento en niños, adolescentes y familia. Valls: Lectio
aquello que finalmente podemos ofrecer, aquello que Ediciones.

88 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89


Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau

Anexo

Figura 1. Proceso diagnóstico.

PROCESO DIAGNÓSTICO

ELEMENTOS
CUADROS
SIGNIFICATIVOS FUNCIONAMIENTO
PSICOPATOLÓGICOS
DE FAMILIA Y MEDIO

HIPÓTESIS
PATRONES DE DESCARTADAS
FUNCIONAMIENTO HIPÓTESIS
MENTAL ABIERTAS A
INFORMACIONES DESCARTAR O
EXTERNAS QUE NO
CÍRCULOS
CERRADOS PODRÍAN SER
RETROALIMENTADOS ÚTILES

IMPRESIÓN DE PLAN
IMPRESIÓN/ES
POSIBILIDADES DE
DIAGNÓSTICA/S
TERAPÉUTICAS TRABAJO

Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 83-89 89


90
Reseñas bibliográficas

Mardomingo Sanz, Mª Jesús. Tratado de psiquiatría del familias sino que supone también alargar la calidad de
niño y del adolescente. Madrid, Ediciones Díaz de Santos, vida y un gran ahorro económico para la sociedad. Pues
1.244 páginas. sí, he sido una reivindicadora de la Psiquiatría Infantil
como una especialidad como tal y creo que es un cam-
A raíz de la última publicación de la Dra. María Jesús po tan complejo que requiere la completa dedicación
Mardomingo, Tratado de psiquiatría del niño y del adoles- del médico.
cente y un encuentro fortuito con ella en unas jornadas ¿Estamos cerca de eso?
de psiquiatría infantil en Madrid en Febrero de 2016, Sí, estamos cerca. Oficialmente está aprobada y solo
nos propusimos publicar una reseña-entrevista del li- falta que se lleve a la práctica, que, a veces, es el paso
bro. Este formato pretende ser un nuevo modelo de definitivo en la vida que más cuesta.
reseña de nuestra revista, ya que consideramos que en-
riquece el contacto entre profesionales y profundiza, a Un tratado como culminación de una forma de vida
través de la entrevista, en temas de salud mental infantil Usted es una persona muy prolífica y ha escrito varios ma-
y juvenil. La metodología ha sido una entrevista telefó- nuales de psiquiatría infantil, ¿Qué experiencia ha tenido en
nica con preguntas previamente elaboradas con el Jefe este nuevo proyecto que no tuvo en anteriores? ¿Considera que
de Redacción y dirigidas a la autora. este tratado se acerca a un resumen de su trayectoria profesio-
nal, a la integración?
El libro Estoy completamente de acuerdo: es un libro de
María Jesús, tengo su tratado en las manos y he repasado ciencia con una dimensión clínica acusada. Me he dedi-
algún capítulo, así como el índice. Completo, no me ha dado cado toda la vida a ver pacientes, he procurado verter
tiempo. en el libro la experiencia y lo que me han enseñado
Faltaría más, es un libro para leerlo poco a poco y las familias y los pacientes. Propone pautas concretas
dependiendo de cómo te vayan interesando los temas de diagnóstico y tratamiento y pretende transmitir las
te vas introduciendo en ellos. vivencias personales del paciente. Muestra que la en-
¿Qué aporta este tratado a la psiquiatría actual? fermedad no es un conjunto de síntomas y entiende
Te voy a decir lo que yo creo que debería aportar, la dimensión del paciente como persona. Para ser un
y espero que lo aporte. Lo que plantea el libro es una buen médico, hay que estudiar mucho, estar al día, sa-
visión integral y compleja de la psiquiatría infantil, pero ber por dónde van las cosas,… pero, en segundo lugar,
que al mismo tiempo pretende ser rigurosa y con len- el ejercicio se aprende en la práctica diaria; del contacto
guaje claro. Es un libro ambicioso porque es una pues- con los maestros y con la sensibilidad de otros médi-
ta al día que parte del pasado pero incorpora toda la cos. También depende mucho de la sensibilidad propia,
investigación de los últimos 20 o 30 años que ha sido de la capacidad de ponerse en el lugar del otro y esto
decisiva. Rescata las bases humanísticas de la medicina también se aprende en la práctica diaria. La medicina
y de la psiquiatría infantil, que no se deberían perder. tiene el arte de la relación, no es sólo aplicar criterios
diagnósticos. Este mundo tiene tendencia a perder la
La psiquiatría infantil humanidad de las relaciones. La relación del médico o
En relación con este tema pensaba hacerle el reconocimiento a del terapeuta con el paciente, de mutua confianza, fa-
su lucha por injertar la psiquiatría infantil como especialidad cilita que se cumpla el tratamiento y favorece el buen
de medicina. diagnóstico. Si la medicina pierde la dimensión de rela-
Yo he dedicado mi vida a la psiquiatría infantil y es ción médico-paciente nos alejamos de la medicina hi-
una vocación que he vivido muy intensamente. Ade- pocrática. Este es un tema fundamental, junto con el
más, me ha dado muchas satisfacciones. Me ha pare- de la bioética.
cido siempre importante revindicar la psiquiatría in-
fantil para que la sociedad comprenda que los niños La pata coja, la prevención
también sufren problemas de salud mental. Creo que es ¿Y el tema de la prevención? En las jornadas GEITDAH
importante que los médicos estén bien formados para (1) le escuché hablar sobre la psiquiatría perinatal, ¿Se pro-
detectarlos pronto y tratarlos bien. La prevención no pone escribir algo al respecto? ¿Considera que la prevención es
solo disminuye el sufrimiento de los pacientes y de las la pata coja de la atención a la salud mental?

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Reseñas

La prevención está en pañales, le daremos un nom- Sí, bueno, eso nos debe calmar un poco pero también
bre pediátrico. A veces no se le da la trascendencia que hay otra parte que tú también apuntabas. La experien-
debería tener. A veces, es porque los programas de pre- cia de angustia y confusión es normal en el ejercicio de
vención son caros y complejos y, a veces, se va a lo nuestra profesión. Es una experiencia humana normal.
más inmediato, a solucionar el problema. Esto vuelve a También hay otra parte y es que todavía hay pocos ser-
enlazar con la complejidad. Todo aquello que actúa en vicios y los terapeutas se sienten o nos sentimos toda-
el embarazo es un factor de riesgo o de protección. Por vía solos y eso crea ansiedad y angustia.
un lado, el consumo de alcohol, tabaco, drogas o altas
dosis de estrés. Por el lado de la protección, los prime- Una pregunta del contenido
ros años de vida, el amor y la entrega a los hijos y los Una pregunta del contenido. Vi que había un capítulo, que
buenos criterios para la educación son determinantes. me encantó encontrarlo, que es el de las repercusiones de la se-
Cuando entré en contacto con la Psiquiatría Infantil, pensé paración o divorcio de los padres. ¿Cree que los diagnósticos Z
que era muy importante para entender la de adultos. Y ahora, del Cie 10 tendríamos que cambiarlos, en algunos casos, por
conociendo los estudios sobre salud mental perinatal, creo que es efes para dar más cuenta de la realidad?
importante estudiarlos para entender la psiquiatría infantil. Yo creo que no hace falta, pero sí es fundamental que
¿Qué entiende por psiquiatría perinatal? el médico sepa que esas realidades tan traumáticas dan
Sí, tú has ido para atrás. Yo creo que la psiquiatría de como consecuencia en los niños a mucho sufrimiento,
adultos es imposible entenderla sin conocer la psiquia- clínica de ansiedad, depresión y que puede marcar la
tría infantil. Lo que sucede en el adulto se gesta en la trayectoria vital.
infancia y en la adolescencia. Entre el 50 y el 60 % de lo
que sucede en la adultez se inicia en la infancia. Es im- Las psicoterapias y los programas de prevención,
posible entender bien la esquizofrenia si no se conoce la efectos secundarios
psicopatología infantil. Es la base y el fundamento de la En los tratados de psiquiatría se suelen hacer muchas re-
salud mental de adultos y le aporta profundidad y rigor. ferencias a los efectos secundarios de la medicación pero, ¿qué
opina de los efectos secundarios de la psicoterapia?
La salud mental infantil, como especialidad, ¿está La verdad es que también están descritos. Bueno, de
en edad pediátrica? entrada, la psicoterapia, en general, le produce al pa-
¿Le parece que la psiquiatría infantil es aún una especiali- ciente un estrés enorme y esto es algo a tener en cuenta.
dad joven? Si es que sí ¿latente o adolescente? El proceso de encuentro a través de la psicoterapia del
En la adolescencia. Se puede calificar de una espe- médico con el paciente, por otro lado, es fundamental.
cialidad joven. Estaba ligada, en la infancia, a la Neu- Y hay que elegir aquello que se adapta más y mejor a
ropsiquiatría, a la psiquiatría general, pediatría, y a la las características del paciente y que más le puede ayu-
pedagogía, etc. Son muy importantes y han nutrido a la dar. La psicoterapia tampoco es inocua y puede tener
Psiquiatría Infantil. Para que una especialidad llegue a inconvenientes como cualquier actividad humana física
su madurez hace falta que haya un grupo de individuos o psíquica. No obstante, es imprescindible formarse en
con dedicación específica y completa para el desarro- psicoterapia.
llo de la especialidad. Hacen falta médicos, psicólogos, Igual que la prevención, ¿no?
pediatras, profesionales que se dedique a ello y eso, la Efectivamente
verdad, no ha sucedido hasta mediados del siglo pasa- En el caso de la prevención y los programas de soporte a la
do. La AEPNyA (2) se fundó en 1952. Llevamos un atención primaria, por ejemplo, nos encontramos con derivacio-
recorrido de 50-60 años. Estamos aproximándonos a la nes de casos que tienen como objetivo hacer prevención y ponemos
adolescencia. El cambio está siendo tan rápido y verti- freno a la evolución de problemas. El motivo podría ser el de
ginoso que no sé, igual el año que viene hablamos tú y niños derivados para “evitar un duelo patológico” ante una se-
yo y ya te puedo decir que estamos en la adolescencia paración de los padres o la muerte de los abuelos reciente. ¿Cree
plena. que la intervención podría ser ansiógena y contraproducente
A veces tengo la sensación de que la angustia, la inquietud e ante esta situación que, en teoría, es un proceso normal?
incluso desavenencias entre paradigmas responden a una exce- No lo sé. Creo que ahí la clave es el respeto al pacien-
siva juventud de la especialidad. te. A veces es un proceso natural y normal y ¡cómo no

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Reseñas

lo va a pasar un chico al que se le acaban de separar los de su jubilación, pude asistir a un seminario en el que
padres! Pero, a veces, creo que es suficiente que el chico éramos sólo seis alumnos. Los sábados por la mañana,
sepa que puede hablar con su médico pediatra cuando imagínate. López Ibor, padre, también. Lo cogí justo
quiera; que la posibilidad está abierta pero tampoco con cuando ya se había jubilado pero nos dio algunas cla-
intervenciones que a veces pueden resultar artificiales y ses. Yo me formé en EEUU y ha habido dos perso-
que no se ajustan a las necesidades del paciente. Todos nas que me marcaron. Una, Stella Chess, que llevó a
necesitamos un tiempo de adaptación y elaboración y cabo los estudios del temperamento en la Universidad
tampoco hay que acelerarlo. de Nueva York, con la que tuve la suerte de tener una
Decirle, por ejemplo, “esto que a ti te pasa le pasa a amistad estrechísima. Y su marido, Alexander Thomas,
muchos chicos y chicas y sé que esto genera malestar; que, también, llevó a cabo los estudios longitudinales
si en algún momento quieres hablarlo o comentarlo, del temperamento. Stella escribió uno de los primeros
pues, adelante”. tratados de psiquiatría infantil americanos después del
de Kanner. Me han aportado mucho los psiquiatras in-
Otros proyectos de la autora fantiles y pediatras del hospital donde he trabajado toda
Me pareció entender el otro día en las jornadas que estaba la vida, el Hospital pediátrico Gregorio Marañon y he
pensando en otros proyectos, ¿a qué se refiere? ¿Tienen que ver aprendido mucho de ellos.
con la psiquiatría? ¿Algún libro de cabecera de trabajo?
Antes de que vayamos a otros proyectos, quiero des- Melvin Lewis. Los tratados que ha ido publicando
tacar que el libro está escrito por un único autor, autora Michael Rutter. Y, luego, revistas científicas como la de
en este caso. Creo que esto le da una coherencia interna la Academia Americana de Psiquiatría Infantil.
que los libros manuales que están escritos por muchos Gracias, María Jesús, ha sido un placer hablar con usted de
autores no tiene. Además, perseguí que fuera escrito en su último tratado, de su trayectoria profesional y sus proyectos.
un buen castellano, sin anglicismos, y que pretenda una Gracias a vosotros y a vuestra revista por tener en
armonía en la exposición. Quería destacarlo porque no cuenta mi última publicación. Si te parece, hay un libro
es muy común que un solo autor escriba esta barbari- mío, Tiempos cortos, historias de psiquiatría infantil (4), que,
dad, pero creo que se lo debo a mis alumnos, que tengo si venís a Madrid, os regalaría uno para la biblioteca.
muchos. En relación a otros proyectos, creo que ahora
me toca descansar, aunque continúo con la docencia, la Notas
formación, dando conferencias y en contacto con los (1) Se refiere a las jornadas organizadas por GEITDAH
colegas españoles y extranjeros. También voy reflexio- (Grupo de Especial Interés en el TDAH), Avances en
nando y escribiendo, que me gusta mucho. el manejo clínico del TDAH. Curso de actualización, rea-
lizadas en Madrid, el 26 de febrero de 2016.
Autores y libros de referencia (2) Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el
¿Autores de referencia o maestros? Adolescente.
Es difícil elegir. Pero, en primer lugar, tengo que ci- (3) Universidad Complutense de Madrid (UCM).
tar a Laín Entralgo, uno de mis profesores de la Com- (4) Mardomingo, M.J. (2004). Tiempos cortos, historias de
plutense (3). Él me marcó, como uno de los grandes psiquiatría infantil. Madrid: Díaz de Santos.
intelectuales. Tuve la suerte que él daba clases de His-
toria de la Medicina en sexto de Medicina, y justo antes José Andrés Sánchez

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Reseñas

Carrizo, María Eugenia, Test del dibujo bajo la lluvia. Una Williams, Paul, El quinto principio: Experiencias de lo in-
guía interpretativa. Madrid, Editorial Psimática, 208 páginas. nombrable. Barcelona, Editorial Herder, 123 páginas.

Los test proyectivos llevan utilizándose desde princi- Nos encontramos ante un libro publicado en una co-
pios del siglo pasado, y a medida que se han ido sumando lección especializada en temas de salud mental, psicopa-
estudios y modalidades diferentes, han contribuido enor- tología y psicoterapia de la psicosis, que puede y debería
memente tanto en el diagnóstico y en la planificación de ser leído por el público en general. El subtítulo experien-
tratamientos como en la investigación. En los últimos cias de lo innombrable es clarificador sobre su contenido:
años, han aparecido interesantísimos manuales sobre su el autor nos propone un recorrido autobiográfico sobre
estudio e interpretación, algunos de los cuales hemos sus emociones y sufrimientos vividos en la primera in-
publicado su reseña en esta Revista (véanse los de Pere fancia.
Barbosa y Maria Teresa Pont). ¿Qué aporta este manual, Existen en la literatura historias sobrecogedoras de
entonces, respecto la literatura existente? El Test del dibu- personas que cuentan, en primera persona, sus expe-
jo de la persona bajo la lluvia no parece gozar de la fama riencias y el mundo emocional que de ellas se deriva. La
de otras pruebas proyectivas, pero en cambio resulta de particularidad que convierte a este libro, en mi modesta
extrema utilidad para el clínico. En primer lugar, resulta opinión, en único, es que la narración se centra en los
un test de administración rápida pero del que se extrae ocho primeros años de vida, edades en las que es fre-
información valiosísima. En principio, el test evalúa el cuente disociar los malos recuerdos y las experiencias
estado mental del paciente en situaciones de estrés, pero desagradables. No se puede entender que el autor pueda
éste va más allá, ya que nos da información sobre ansie- lograr plasmarlos si no es gracias a años de psicoanálisis
dades y defensas, recursos y dificultades, así como una personal, que le ha permitido narrar aquello que vivió
orientación diagnóstica. En el momento de la demanda en momentos en los cuales casi no había lenguaje ex-
de atención, nos ayuda a observar cómo está viviendo presivo. Solo con ese trabajo interior, de mentalización,
el conflicto por el que el paciente consulta, desplegando de análisis y de autoanálisis se puede lograr un estado
sus fantasías y dándonos pistas sobre el pronóstico. Des- mental, yo diría prodigioso, que capacite para escribir
de este punto de vista, el libro responde perfectamente sobre uno mismo en los términos que hace Williams.
a las expectativas del clínico, ya que nos ofrece una guía Es un libro para leer, para regalar y para compartir.
estructurada, concisa y clara sobre qué elementos prestar Algunas personas con las que lo he podido compar-
atención y cómo interpretarlos. tir me han expresado afirmaciones del tipo: impresio-
El libro tiene una primera parte más teórica donde esta- nante, no pensaba que alguien pudiese escribir así o no
blece las características principales de las diferentes etapas he podido llegar al último capítulo, necesito tiempo…
evolutivas -cosa que resulta muy útil para el clínico infanto- Tiempo es el que nos ha regalado el autor con su libro,
juvenil- y sobre los test proyectivos gráficos. A continua- tiempo el que deberíamos tomarnos para convivir con
ción, la autora nos explica el marco desde el que hay que nuestras emociones…
administrar el test para pasar a analizar todos los elementos El contenido del libro se estructura en nueve capí-
gráficos que pueden aparecer. En la última parte, da orien- tulos que tratan, en palabras del propio autor “de los
taciones respecto aspectos más diagnósticos, y acaba con métodos de los que se vale una mente en sus esfuer-
algunas indicaciones respecto la elaboración de informes. zos por prevalecer en circunstancias opresivas”. El
María Eugenia Carrizo es una psicóloga venezolana primero de ellos, Recuerdos, describe el drama generado
afincada en Madrid que ha dedicado toda su vida profe- por las relaciones que, debiendo ser de protección, se
sional al estudio del test de la persona bajo la lluvia, y eso se convierten en generadoras de confusión a través de la
plasma perfectamente en el libro: su pasión por el estu- humillación y la vergüenza. El niño se ve abocado a
dio minucioso del dibujo como expresión de los conflic- hacerse invisible para sobrevivir ante estas actitudes de
tos intrapsíquicos. Es, en definitiva, un manual para tener los progenitores. Esta situación me ha hecho pensar en
en el cajón cuando el clínico se enfrenta a la ardua tarea otros niños y adultos que también sufren para sobrevi-
de la evaluación diagnóstica. vir: los emigrantes. Nuestro compañero Joseba Atxote-
gui (2000) lo conceptualizó en su aportación como el
Xavier Costa Síndrome de Ulises.

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Reseñas

En el segundo capítulo, Equivocado, muestra como solos”. Por su situación de desamparo emocional se
cuando lo anormal (la humillación, la falta de apego) se refugian en su imaginación.
convierte en normal, los afectos se paralizan y la confu- “El esfuerzo físico y mental de interpretar un pa-
sión y el temor invaden el mundo emocional. Se requie- pel (mentira) y el temor a que todo se derrumbe
re un gran esfuerzo para pensar, diferenciar, descubrir vuelve al organismo propenso a las enfermedades y
y concluir: “la verdad es lo opuesto a lo que me dicen”. la mente se escinde y se fragmenta con el objetivo
El autor describe en su biografía esa dinámica enloque- de sobrevivir”. Cada instante, cada minuto, está de-
cedora del miedo y la confusión, donde el diálogo y las dicado a observar a los demás para controlar lo que
palabras pierden valor, dado que han sido utilizadas no ocurre alrededor.
para comunicar sino para manipular. “En los momentos de soledad se traman estrategias
En capítulos posteriores relata cómo en ese “caldo para evitar desenmascarar el artificio”. Estrategias de
de cultivo” aparece el sentimiento de que uno es dife- control: ilusiones, sueños, ideas de grandeza pueden
rente, de que uno debe aislarse para sobrevivir, de que llenar la mente para contrarrestar las pesadillas de va-
los demás no le van a entender, de que una muestra de cío, ruina y abandono.
afecto podría ser hiriente. De ahí la necesidad de estar A estas tres que detalla el autor, añadiría tres más que
solo, de no exponerse al peligro. Imagina “repugnancia el mismo Williams ha explicado en páginas anteriores
en los ojos de los demás”, algo que se acompaña de un y que vuelve a recoger en los capítulos posteriores.
sentimiento de vergüenza, ya que ese mundo interior En estos, después de reseñar a sus progenitores, hace
no se puede mostrar; existe el temor a ser criticado, una recopilación de cómo se “asesinó” la posibilidad
aunque el deseo de establecer contacto con los demás de evolucionar emocionalmente y de cómo, a través
persiste en la “oscuridad”. del quinto principio, logró sobreponerse a esa muerte
Las experiencias de vergüenza mantenidas en el tiem- emocional.
po llevan a la mentira, como factor de protección ante El sentimiento de vergüenza promueve la mentira. Se siente
los otros, para que no descubran el interno sentimien- vergüenza al tener que controlarlo todo (los pensamientos
to de vergüenza, algo que recuerda a las descripciones internos y los externos). Aparecen las mentiras, las peque-
de Steiner (1993) sobre el repliegue psíquico del bebé ñas y las grandes, para justificar esas actitudes de control,
cuando siente una situación de desamparo. Ante esa mentiras que dan una explicación racional a la vida.
necesidad de autoprotección, la mentira se representa, Miedo, control y rabia. El miedo a que descubran la
se actúa, toma cuerpo en historias explicadas. Puede ser mentira o la falta de un entorno donde se pueda hablar
un factor precipitante hacia una nueva fase de la altera- de la mentira, la perpetúa. Se acentúan los mecanismos
ción en el desarrollo: creerse la mentira. de control, se acentúa la conciencia de que sus necesi-
El sentirse amenazado es un sentimiento que lleva al dades de cuidados, cariño y comprensión no son aten-
niño a la inhibición, en las relaciones y a la inhibición en didas y aparece el enfado, la rabia. Cuanto mayor es la
lo físico: en la comida. ¿Para qué comer si deseamos ser rabia más difícil es reconocerla y más fácil es pensar
invisibles? Se pierde la confianza en la comida porque que los otros son los que están enfadados.
se ha perdido la confianza en aquellos que la preparan. El inicio de los pensamientos alterados. En la infancia, esta
El autor y protagonista lo describe magistralmente en tríada de miedo, control y rabia, mantenida y actuada
el capítulo 6, Hambre. Al igual que en las adolescentes de forma constante, sin el contrapeso del cariño, del
con anorexia, se utiliza la comida no como alimento afecto, produce esa desconfianza hacia los adultos, esa
básico sino como representación simbólica de algo que alerta constante que va a producir pensamientos altera-
nos puede destruir y que tan solo cambia cuando se dos: miedo a ser atacado y aniquilado emocionalmente
desmorona el imaginario destructivo. En este capítulo, porque “están enojados conmigo”. Este pensamiento
se halla una descripción magistral de su proceso evolu- fácilmente se podría clasificar como paranoide.
tivo de cómo el desarrollo estructural y epigenético de Como decía, un libro recomendable para el público
la mente se ve alterado por situaciones anómalas. Me en general, que no nos va a dejar indiferentes con su
permito diferenciar algunas: lectura.
“Niños que optan por soluciones mágicas a proble-
mas a los que jamás deberían tener que enfrentarse Jordi Artigue Gómez

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Reseñas

Bisquerra, Rafael; Punset, Eduard, y PalauGea. Univer- emocional, visitando estrellas libres, como la Esperan-
so de emociones. Valencia, PalauGea Comunicación, S. L., za, a camino entre la galaxia de la alegría y la tristeza,…
148 páginas. Hay que destacar el esfuerzo por proponer una teo-
ría unificada sobre el universo emocional, teniendo en
En esta ocasión, la reseña no es sólo acerca de un cuenta las diferentes aportaciones de los investigadores
libro interesante para la profesión. Universo de Emocio- más relevantes sobre las emociones (Ekman, Plutchik,
nes es un proyecto multidisciplinar, brillante, creativo y Russell, Salovey, Mayer, Goleman, Bar On).
comprometido. Se detallan en este trabajo un total de 307 emociones.
Se compone de un libro: Universo de Emociones; un De éstas, 202 son negativas y conforman la constelación de
póster, donde se plasman 307 emociones agrupadas y las emociones negativas. Y 105 son positivas y constituyen
organizadas en constelaciones; y una página web con la constelación de las emociones positivas. Las emociones ne-
un blog divulgativo, que está vivo y crece con la publi- gativas se caracterizan por la ausencia de bienestar, son
cación de artículos interesantes y conmovedores, como más numerosas, más frecuentes y más duraderas. Llama
el que habla de Las emociones desconocidas, con nuevos la atención que emociones como el miedo o la rabia ha-
productos como la reciente traducción al inglés, o con yan sido indispensables para nuestra supervivencia. Y
la organización de actividades divulgativas que dan a que los psicofármacos más recetados en la actualidad
conocer la utilidad del Universo de Emociones a profesio- sean para regular la ansiedad y la depresión.
nales comprometidos con el desarrollo de la inteligen- Las emociones positivas no son indispensables para
cia emocional. Vale la pena estar suscrito al blog para sobrevivir, van orientadas a la felicidad, y las tendremos
recibir las novedades de un universo en expansión. que buscar y construir de forma activa. Se proponen
Este proyecto nace en 2011, y parte de una inquietud tres centros, al igual que en la constelación de las emo-
estética: conseguir materializar las emociones en un so- ciones negativas. Quizás hubiese sido suficiente con
porte físico, que fuera bello y, a la vez, útil. Esto es lo que la alegría, pero utilizando el símil del universo en expan-
se propusieron los directores de la agencia de comuni- sión, es una forma de proyectar un futuro de equilibrio
cación y diseño gráfico PalauGea. Para ello, contactaron emocional, ya que todos podemos contribuir a que el
con Eduard Punset, gran divulgador del conocimiento universo emocional se expanda en torno a las galaxias
científico, quien elaboró el inventario de emociones. del amor y la felicidad, en la medida en que viajemos
Éste propuso la colaboración de Rafael Bisquerra, uno a estos lugares. De hecho ya hay emociones de nueva
de los mejores expertos en inteligencia emocional de creación, como la empatía y el fluir.
nuestro país, que acabó escribiendo el libro. Viajar por el universo emocional es el último capítulo
El libro comienza estableciendo un paralelismo en- del libro, tema interesante e inspirador donde habla de
tre el universo cósmico y el mundo de las emociones. la necesidad de recursos y aprendizajes en competencias
Aporta una curiosa coincidencia: en el universo hay emocionales para poder viajar donde uno decide, no
100.000 millones de galaxias, el mismo número de neu- donde la emoción espontánea o los demás dictan. En mi
ronas en un cerebro humano, donde se procesan las opinión, es una área a desarrollar; quién sabe si los auto-
emociones. Nos ofrece nociones del funcionamiento res tienen previsto expandir el proyecto en esta dirección.
astrofísico y sus leyes, y de los diferentes elementos Imaginarme esta segunda parte me hace poner rumbo
que encontramos en el universo, constelaciones, ga- inmediato a la felicidad, la alegría y al agradecimiento.
laxias, material interestelar, y, casi sin darnos cuenta, nos
encontramos sumergidos en nuestro propio universo Trinidad Sánchez Santos

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Reseñas

Gualtero, Rubén Darío. El chico del Partenón. Barcelo- conocemos las razones por las que debe emprender
na, Ediciones Carena, 2015, 284 páginas. este viaje, pero esta novela puede ser de gran estímulo
para acercarnos más al drama de los refugiados que
Es para per mí una gran satisfacción reseñar este li- huyen de la muerte en busca de un lugar para poder
bro escrito por un gran amigo y compañero de traba- vivir. Es cierto que el drama de los refugiados que vi-
jo. Rubén trabajó en la Fundació Orienta durante más vimos en Europa no tiene precedentes y supera toda
de 15 años y, precisamente con él, después de muchas ficción. Pero el autor, en esta novela, con gran riqueza
reuniones, muchos estudios y diseños, decidimos em- de vocabulario, nos va describiendo un sinfín de en-
pezar la publicación de la Revista de Psicopatología y Sa- cuentros y desencuentros que va teniendo este joven.
lud Mental del niño y del adolescente. Ya con anterioridad, La gran capacidad imaginativa y claridad en las dife-
había escrito, conjuntamente con Asunción Soriano, el rentes descripciones de los muchos embrollos en los
libro El adolescente cautivo. Rubén, que desde el primer que se encuentra el protagonista hace que el lector
momento ejerció de Jefe de Redacción, tuvo un papel sienta que está viviendo la historia como si estuviera
muy destacado en la organización y puesta en marcha presente en cada momento. A través de esta bonita
de esta Revista de la que soy el Director. Quiero ma- e interesante historia, el autor nos trasmite que en la
nifestar con toda sinceridad que los años que dedicó a vida, la que a cada uno le toque vivir, hay que luchar
la Fundació Orienta y al frente del Staff de la Revista para conseguir los propios objetivos. Y solo a través
fueron muy productivos y gratificantes. Una muestra de del esfuerzo cotidiano se consigue la meta que cada
este agradecimiento fue nombrarlo miembro del Con- uno se propone.
sejo Directivo, por parte del mismo Consejo. En este Ésta es una historia descrita con inteligencia y con el
momento, Rubén nos ha sorprendido con la publica- suficiente suspense para mantener la atención del lector
ción de esta novela, El chico del Partenón. hasta terminarla.
La novela está centrada en las vivencias de un chico
colombiano que abandona su tierra para emigrar. No Alfons Icart

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98
Noticias

Convocatoria del VII Premio de Investigación en f) Notas


Salud Mental Infantil y Juvenil. g) Bibliografía: se valorará amplitud, actualización y re-
ferencias de publicaciones en diferentes idiomas. Las
Bases. referencias deben ser citadas correctamente según
1. El premio, que se convoca cada dos años, tiene en estilo APA.
esta ocasión una dotación de 6.000 euros y está patro- h) Tablas, gráficos u otras ilustraciones, que figurarán
cinado por el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat como anexos
(Barcelona, España). 8. Los trabajos se enviarán a:
2. Se premiará el mejor trabajo de investigación, indivi- Revista de Psicopatología y Salud Mental del niño y del
dual o en equipo, sobre temas relacionados con la salud adolescente.
mental infantil y juvenil. Podrán optar todos los profe- Calle Vidal i Barraquer, 28 - 08830 Sant Boi de Llobregat
sionales de la psiquiatría, psicología, ciencias médicas (Barcelona) - España.
y sociales vinculados, directa o indirectamente, con la De la manera siguiente: Dos copias en papel y una en
atención, prevención y promoción de la salud mental CD-ROM. En ninguna de las copias ha de constar el
infanto-juvenil. nombre del autor/es ni de la institución o entidad a la
3. El plazo de presentación de los trabajos finalizará el que pertenecen. En un sobre aparte se pondrá el título
30 de diciembre de 2016. del trabajo, nombre y apellidos, así como un breve currí-
4. El veredicto del jurado se hará público durante el mes culum del autor/autores y se enviará junto con el trabajo.
de febrero de 2017. 9. El jurado, elegido por los miembros del Consejo Di-
5. Los trabajos deberán ser originales y no haber sido rectivo de la revista, estará integrado por profesionales
presentados a otros premios o concursos. de reconocido prestigio.
6. Para la valoración de los trabajos, el jurado tendrá en 10. Los miembros del Consejo Directivo y las personas
cuenta, de forma prioritaria, el carácter novedoso del que formen parte del jurado no podrán optar al premio.
tema, el rigor metodológico, su claridad de exposición 11. El jurado, a la hora de fallar el premio, podrá declarar-
y su aplicabilidad. lo desierto, concederlo de forma fraccionada o mediante
7. Los trabajos deberán ser redactados, en castellano, accésits. La participación en el premio implica la acepta-
a doble espacio, letra “Arial 11”, programa WORD y ción de las bases y la decisión inapelable del jurado.
formato DIN-A4. El documento que se presente a con- 12. El trabajo premiado se publicará en la revista, en
curso no deberá superar los 30 folios, y deberá seguir la forma de artículo, con una mención expresa al premio.
siguiente estructura (según las indicaciones aprobadas 13. Los trabajos son propiedad de sus autores. La revis-
por el consejo directivo en la última reunión): ta sólo se reserva el derecho a publicar los títulos y los
a) Formulación de la/las hipótesi/s, teniendo en cuenta nombres de los trabajos presentados, si así lo considera
la adecuación a los objetivos y la viabilidad para po- oportuno. En el caso de futuras publicaciones, el autor
derse verificar –o autores– deberá hacer constar el nombre del premio
b) Muestra o sujetos de estudio, con una descripción recibido y de la institución que lo otorga.
adecuada y criterios de inclusión y exclusión 14. Las bases de la convocatoria se podrán solicitar por:
c) Metodología y técnicas empleadas, haciendo referen- E-mail: revista@fundacioorienta.com
cia a si los instrumentos utilizados son adecuados en También a: Revista de Psicopatología y Salud Mental
relación al objetivo y al tipo de estudio, si cumplen o del niño y del adolescente.
no criterios de fiabilidad y validación C/ Vidal i Barraquer, 28 - 08830 Sant Boi de Llobregat
d) Resultados (Barcelona) - España.
e) Discusión O consultarlas en nuestra web: www.fundacioorienta.com

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Noticies

International Society of Transference-Focused Seguidamente, el presidente de la TFP, el Dr.


Psychotherapy, 4th Biennial Conference, The New Stephan Doering, de Viena, habló de los meca-
York Academy of Medicine, Nueva York (EEUU). nismos de cambio en TFP desde una perspectiva
sorprendentemente biológica. En las comunica-
El pasado 14 de octubre tuvo lugar el 4º con- ciones de la tarde, Xavier Costa, del Grup TLP
greso de la Sociedad Internacional de Psicotera- Barcelona, habló sobre los beneficios a medio
pia Focalizada en la Transferencia (ISTFP) en la plazo de la TFP aplicada a los adolescentes.
ciudad de Nueva York. Como no podía ser de El día siguiente se inició con una interesante
otra manera, el Grup TLP Barcelona, del que la aportación de la Dra. Diana Diamond, de Nueva
Fundació Orienta forma parte, tuvo su protago- York, sobre la TFP aplicada a los pacientes narci-
nismo. La Revista de Psicopatología y Salud Mental sistas. Seguidamente, se llevó a cabo una supervi-
también estuvo presente y los ejemplares de cor- sión en directo por los referentes de Nueva York
tesía se agotaron en pocos minutos por la nume- Frank Yeomans y Diana Diamond. La segunda
rosa presencia de público hispanohablante. parte de la mañana se dedicó a entregar el pre-
El congreso lo inauguró el presidente honorífi- mio de investigación que, cada dos años, otorga
co de la ISTFP, el Prof. Otto Kernberg, con una la ISTFP. Clausuró el congreso una mesa redonda
conferencia sobre los avances clínicos en la psi- sobre la implementación de la TFP en diferentes
coterapia focalizada en la transferencia (TFP). A ámbitos, en la que de nuevo el Dr. Joan Vegué
continuación, tuvieron lugar los simposios simul- pudo explicar su experiencia.
táneos, en la que el Grup TLP Barcelona tuvo su El congreso sirvió para afianzar la posición del
representación en la figura del Dr. Joan Vegué, que Grup TLP Barcelona. De hecho, se anunció que
habló sobre la implementación de la TFP en los el próximo congreso internacional, en otoño de
diferentes servicios de salud mental, y en la comu- 2018, tendrá lugar en Barcelona.
nicación de Teresa Ribalta y Alfons Icart sobre el
abordaje familiar desde la óptica de la TFP. Xavier Costa

100 Psicopatol. salud ment. 2016, 28, 99-100


Publicación de originales
La revista Psicopatología y salud mental del niño y del adolescente se propone como objetivo prioritario profundizar
en el conocimiento teórico, la investigación, la práctica clínica y la atención psiquiátrica, en salud mental de la infan-
cia y la adolescencia. También quiere ser en un espacio de difusión y defensa de un modelo asistencial sustentado
en la psicología relacional.

Los originales a presentar podrán referirse a los ámbitos siguientes: clínico (temas de psicopatología infantil y juvenil);
institucional (experiencias sobre atención ambulatoria, hospitalización total y parcial, trabajo grupal); interdisciplinar
(aportaciones desde el campo de la pediatría, neurología, ciencias sociales, jurídicas, pedagogía) e investigación (in-
formes sobre estudios y trabajos de investigación epidemiológica, psicoterapeútica y psicofarmacológica). La revista
tendrá, además, secciones independientes dedicadas a reseñas bibliográficas y de actividades, cartas de los lectores, así
como un apartado dedicado a «segunda publicación» en el que por su especial interés –y de acuerdo con los criterios
y recomendaciones Vancouver–, se darán a conocer artículos o trabajos que ya han sido publicados en otra revista
y/o idioma.

Información para el envío de manuscritos


1. Los trabajos a publicar deberán ser inéditos.
2. Los originales se presentarán a doble espacio en su totalidad y tendrán, en general, una extensión máxima de 30.000
carácteres (aproximadamente una 13 páginas Din-A4). Estarán ordenados de este modo: página del título, resumen
y palabras claves, texto, agradecimientos, bibliografía y tablas. Cada uno de estos aparta dos se iniciará en una página
nueva, numeradas correlativamente.

Página del título. Será la primera página y constará de: a) título del artículo; b) nombre del autor o autores, profesión
y lugar de trabajo de cada uno de ellos; c) nombre del centro o institución a los que el trabajo debe atribuirse; d)
renuncias, si las hubiera.

Resumen y palabras claves. La segunda página constará de un resumen en castellano y en inglés de no más de 450 carácte-
res (aproximadamente unas 7 líneas de texto). Este resumen incluirá los aspectos más relevantes del trabajo presentado
e irá acompañado de tres a cinco palabras claves, también en castellano e inglés.

Texto. Se iniciará en la tercera página. En general, y siempre que sea oportuno, el texto del trabajo constará de: intro-
cucción -exponiendo los objetivos y antecedentes-, material/método, resultados y discusión - destacando los aspectos
nuevos y relevantes del trabajo, así como las conclusiones que de ellos se derivan.

Agradecimientos. Esta nueva página incluirá, si los hubiera, los nombres de aquellas personas y/o instituciones que los
autores consideran que deben ser citadas y el tipo de contribución.

Bibliografía. Las referencias bibliográficas se incluirán en una lista ordenada alfabéticamente. En el texto se presentarán
de la forma «(Rutter y Guiller, 1983)». Los autores comprobarán que las referencias del texto y la lista concuerden y
se añadirá «et al.» cuando haya cuatro o más autores. Las referéncias de un mismo autor(es) que correspondan a años
diferentes se ordenarán comenzando por la más antigua.
- Libros. Se citarán de esta forma: Autor (es), año, título del libro (en cursiva), lugar de edición y editorial.
* Rutter, M.; Guiller, H. (1983). Juvenile Delinquency. Treds and Perspectives, New York, Guildford Press.
- Revistas. Las citas constarán de: Autor(es), año, título del artículo, título de la revista (en cursiva), volumen, número
(entre paréntesis y puede omitirse si la revista utiliza una numeración correlativa), páginas (separadas por un guión).
* Saunders, E.A.; Arnold, F. (1993). A critique of conceptual and treatment approaches to borderline psychopatho-
logy in light of findings about childhood abuse. Psychiatry, 56 (2), 188-203.

Tablas y gráficos. Se presentarán en una hoja independiente, numeradas correlativamente según el orden en que aparecen
en el texto, con un breve título para cada tabla y/o gráfico. En caso de que se utilicen abreviaturas o símbolos, la expli-
cación se colocará en la base de la figura o tabla correspondiente.

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Protocolo de publicación:
1. Los materiales recibidos serán revisados anónimamente por un Comité Lector, integrado por expertos en los diferentes
ámbitos. A los autores se les informará de la aceptación de los originales y, en el caso de que deban ser modificados,
recibirán los comentarios del Comité Lector que puedan serles útiles para su posterior publicación.
2. Los manuscritos aceptados se someterán a un proceso de edición y corrección siguiendo el libro de estilo de la
revista. El contenido de los artículos es responsabilidad exclusiva del autor(es).
3. Cartas de los Lectores es una sección que desea promover y facilitar el debate y la exposición de opiniones y comen-
tarios sobre los materiales publicados, así como sobre aquellas cuestiones que conciernen a la salud mental infantil
y juvenil. Las declaraciones expresadas en esta sección sólo son atribuibles a sus autores y no reflejan la postura de
la revista. La cartas no deberán superar los 5000 carácteres y se presentarán a doble espacio y firmadas. La decisión
de publicar las cartas recibidas recaerá exclusivamente en el Consejo Directivo.
4. Siempre que sea posible los originales se enviarán por correo electrónico o soporte informático, etiquetado con
el título del artículo, nombre del autor y del archivo) en formato Word (haciendo constar la versión empleada).
Además de los textos en formato electrónico, también se enviarán dos copias en papel que incluyan el texto com-
pleto y los gráficos, junto con una carta de presentación. En todas las copias se indicará un autor responsable de la
correspondencia con su dirección completa, teléfono y e-mail. Cuando el envío se realice en formato electrónico,
en la carta de presentación se hará constar que la versión electrónica y la impresa son idénticas. Todos los artículos
enviados tendrán acuse de recibo.

Los trabajos deberán enviarse a:

Jefe de Redacción
PSICOPATOLOGÍA Y SALUD MENTAL
C/ Vidal i Barraquer, 28 - 08830 Sant Boi del Llobregat (Barcelona) - España
E-mail: revista@fundacioorienta.com

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Con cargo a mi tarjeta de crédito: VISA MASTERCARD
Número tarjeta Fecha caducidad
Domiciliación bancaria: Nombre del titular:.......................................................................................................................................
Entidad Oficina D. Control Nº cuenta

Firma: Ruego tomen nota de que hasta nuevo aviso deberán adeudar en
mi cuenta el recibo presentado anualmente por Fundació Orienta

*Para América Latina, la Fundació Orienta colabora subvencionando los gastos de envío de la revista.

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104
28 Revista de

Revista de
psicopatología y salud mental
del niño y del adolescente
Noviembre 2016 28

Mecanismos de defensa, signos de alarma e intervención temprana en el autismo


En el próximo número: Juan Larbán Vera

María, disolverse y no percibir El desarrollo del pre-lenguaje y de la atención conjunta:


Hilda Botero (Colombia) referencias para la intervención terapéutica y educativa
Marc Monfort e Isabelle Monfort Juárez
La narración autobiográfica de los adolescentes en crisis
Parentalidad y procesos de integración yoica
Anna Maria Nicolò, Laura Accetti (Italia)
Teresa Isabel Correa y Elizabeth Blanda
Terapia de juego breve como tratamiento de la ansiedad generalizada infantil Prevalencia de los trastornos psicológicos en edad pediátrica. Efecto del sexo y la edad
López-Armenta, Diana Guerrero Guerra y Amalia Gómez Cotero (México) José Miguel Antón San Martín, José Davis Seguí Durán y Laura Antón Torre

Valoración de dos modelos de Coordinación entre Pediatría de Atención Primaria El falso trauma
y Salud Mental Infanto-juvenil Juan Manzano
José David Seguí Durán, José Miguel Antón San Martín
Trabajando con los padres en Psicoterapia Focalizada en la Transferencia para adolescentes
y Laura Antón Torre (Málaga)
Lina Normandin y Xavier Costa

del niño y del adolescente


Guía diagnóstica para el Trastorno Límite de la Personalidad en adolescentes
Silvia Monzón Reviejo y María José Fernández-Guerrero

Deseando conectarse
Antje von Boetticher

La terapia basada en la mentalización para pacientes con diagnóstico de trastorno


de personalidad antisocial
Izaskun Viloria Rodríguez y Sergi Ballespí Sola
Noviembre/2016

La Fundació Orienta es una entidad proveedora de servicios de salud mental del


Teniendo en mente el foco: la focalización en la clínica diaria
CatSalut de la Generalitat de Catalunya. Actualmente tiene concertados cinco
Sergi De Diego, Mª Teresa Miró, Albert Montaner, Jordi Sala y Montserrat Palau
centros de salud mental infantil y juvenil y dos hospitales de día para adolescentes.

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