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Trabajo, empleo y I
puesto de trabajo
L as nociones de trabajo, puesto de tra-
bajo y empleo no tienen el mismo sig-
nificado. Al abordar el análisis de la
configuración del mercado trabajo es necesa-
rio establecer analíticamente la delimitación
entre estas tres nociones. Confundirlas bajo
una misma denominación conduce a una sim-
Andrés Bilbao plificación del análisis que impide abordar la
complejidad que subyace en la morfología del
mercado de trabajo. Es necesario, pues, esta-
blecer algunas precisiones para clarificar el
debate. Estas giran entorno a la distinción
entre puesto de trabajo y empleo. La noción de
puesto de trabajo tiene en su caracterización
dos componentes. Uno de naturaleza subjetiva
que hace referencia a lo que se entiende, en
términos de tiempo por puesto de trabajo 1. Si
se considera la convención de que un puesto de
trabajo equivale a cuarenta horas semanales, el
total de puestos de trabajo será igual al núme-
ro de horas trabajadas, divididas por cuarenta.
El otro es de naturaleza objetiva y alude a la
capacidad del sistema económico de generar
horas de trabajo, contabilizadas en un mismo
momento. En este sentido un sistema de pleno
empleo se caracterizaría como aquél que pro-
duce tantas horas como demandantes de
empleo. Y a la inversa, un sistema que no pro-
duce pleno empleo es aquél que produce
menos horas que las demandas en un momen-
to dado.
La otra es la noción de empleo. Esta alude a
la ocupación por parte del trabajador de un
puesto de trabajo. En una situación de pleno
empleo, y dada una determinada convención
en cuanto a la extensión temporal de un pues-
to de trabajo, se daría una completa simetría
entre el número de empleos y el número de
puestos de trabajo.
En la actualidad, sin embargo, esta simetría
está rota. Por una parte, por la menor capacidad
para generar puestos de trabajo. Por otra parte,
porque la precariedad del empleo significa
romper la norma que identificaba empleo con
ocupación estable de un puesto de trabajo. La
multiplicación de situaciones a las que da lugar
la desregulación provoca que haya una multi-
tud de normas de empleo. La diferencia entre
las normas de empleo es lo que determina los
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inversión. Esto remite a la noción de multi- Las expectativas futuras, que remiten a niveles
plicador en la que se relaciona: el nivel de esperados de demanda y que a su vez remiten
ocupación; los ingresos totales; la tasa de a las condiciones en las que se determina la
inversión. El multiplicador mide la relación demanda. O sea el nivel de ocupación y la
entre el aumento de la ocupación total deriva- propensión al consumo.
do de un incremento de la ocupación. En con- A partir de finales de los sesenta y comien-
secuencia, tenemos: desde una psicología zos de los setenta se inicia un nuevo proceso
determinada que se manifiesta en una deter- que paulatinamente pondrá fin a las formas de
minada propensión al consumo, el multiplica- gestión económica del período anterior. Varios
dor reflejará las veces que aumenta la inver- factores caracterizan la nueva situación. En
sión y el empleo. Cuando la propensión al primer lugar, el crecimiento conjunto de la
consumo es alta, pequeñas fluctuaciones de la inflación y el desempleo durante la década de
inversión darán lugar a grandes fluctuaciones los setenta. Aquí se abre la discusión acerca de
de la ocupación. Por el contrario, cuando la la prioridad de atajar uno u otro problema, dis-
propensión es baja, grandes fluctuaciones de cusión que se resolverá, en la década siguien-
la inversión producirán pequeñas fluctuacio- te, en la prioridad de la estabilidad monetaria.
nes en el empleo. La conclusión que se deri- La inflación ocupará el centro del diagnóstico
va de la noción de multiplicador es que a sobre la crisis económica, dando lugar las polí-
medida que aumenta el ingreso de las socie- ticas monetarias activas 4. Todos aquellos fac-
dades, en otros términos el desarrollo econó- tores que contribuyen a reducir la inestabilidad
mico, es necesario un mayor volumen de monetaria pasan a un primer plano. Una de las
inversión pública para alcanzar los niveles de consecuencias es que a diferencia del período
pleno empleo. anterior, el volumen de empleo no se vincula a
Tras estas consideraciones Keynes aborda la intensidad del crecimiento económico. Se
el problema de la generación de la ocupación. abre, incluso, paso la tesis de que a medida que
La perspectiva keynesiana no se coloca, en aumenta el desempleo, disminuye el poder de
este sentido, fuera de la perspectiva tradicio- negociación y con ello los salarios, lo que con-
nal: el capital privado, encarnado en la figura tribuye a rebajar la inflación.
del empresario, es la condición de la creación La configuración del mercado de trabajo
de empleo y el crecimiento económico. Su bajo la égida del modelo económico centrado
abordaje del mecanismo que impulsa la inver- en la autonomía del mercado, es un proceso en
sión, la eficiencia marginal del capital, le con- el que se entrecruzan dos exigencias de natura-
ducirá a conclusiones diferentes respecto del leza diferente. Las que se derivan del adecuado
modelo anterior. funcionamiento de la lógica centrada en la
Su perspectiva, en ruptura con el modelo oferta suponen formas organizativas que a la
anterior, se basa en cuatro afirmaciones: Pri- vez que aumentan la productividad mantengan
mera, cuando alguien compra un bien de capi- la estabilidad de los precios. Esto requiere tanto
tal adquiere el derecho a una serie de rendi- subsumir la determinación salarial a las condi-
miento probable. Este rendimiento probable ciones del crecimiento de la inversión, como a
estará determinado por las expectativas futu- los niveles que permiten controlar la inflación.
ras. Segunda, a su vez el rendimiento probable El cuestionamiento del estatuto del pleno
contrasta con el precio de oferta. El precio de empleo es un reflejo de la desvinculación entre
oferta es lo que inducirá al empresario a pro- el principio del crecimiento económico y sus
ducir una unidad adicional. Tercera, la rela- consecuencias. Cuestionamiento que adopta
ción entre el rendimiento probable y el precio dos modalidades distintas. Una consiste en
de oferta es lo que determina la eficiencia señalar que las nuevas condiciones del creci-
marginal del capital. Cuarta, el aumento de la miento económico han transformado el
inversión, la eficiencia marginal del capital, se empleo en un bien escaso 5. Expresiones como
reducirá debido a al descenso del rendimiento «el fin del trabajo» 6, aluden a la transición
probable y a la intensificación de la compe- hacia un nuevo modelo de organización social
tencia que aumentará el precio de los factores. en el que el trabajo no será determinante en la
Al describir la noción de eficiencia marginal, colocación del individuo en la estructura
dos elementos se colocan en un primer plano. social 7.
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de empleo diluye las diferencias entre ocupa-
n este nuevo entorno se producen dos y desempleados, y puede dar lugar, en el
cambios en la configuración del futuro a la reducción estadística del paro.
empleo. La norma de empleo se ins- Desde esta perspectiva se alcanzaría una socie-
cribe en un horizonte político, que a su vez dad cercana al pleno empleo 13. Una apariencia
depende de la subyacente lógica económica. estadística, pero que utilizada mediaticamente
En la década de los sesenta la norma apuntaba puede tener el efecto de diluir el problema
hacia la estabilidad. En la década de los noven- político del desempleo. A la vez, esta nueva
ta, la tendencia es hacia la precarización. En situación estadística de pleno empleo, no esta-
esta nueva definición de la norma como preca- ría acompañada de las tensiones inflacionistas
riedad se cruzan varios elementos. En primer y aseguraría la estabilidad monetaria. Esto últi-
lugar no se proyecta homogeneamente sobre el mo tendría lugar en cuanto que la precariza-
conjunto de los asalariados. Aquellos sectores ción de la norma del empleo, configuraría al
con capacidad de negociación y presión, trabajo como una suerte de colchón que absor-
siguen manteniendo una norma de empleo bería las subidas de precios 14 y contribuiría a
estable. Es en aquellos sectores con menos la estabilidad monetaria. 15
capacidad de negociación y de presión donde La flexibilidad se coloca en el centro de los
se acentúa la tendencia hacia la norma de la programas de reorganización de la producción.
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P
estructura que tiene múltiples dimensiones.
uesto de trabajo, empleo y trabajo Unas lo colocan en un contexto coordinado
son pues nociones que es preciso con otros puestos de trabajo. Otros aluden a
diferenciar. La confusión de estas objetivo final de la producción, en la que se
nociones y la unificación bajo un sólo rótulo, imbrican distintos grados de cualificación, que
conduce a tesis como las que afirmar el fin del a su vez se inscriben en un constante proceso
trabajo. Solamente una clara diferenciación de cambio. La segunda referencia remite al
entre estas tres nociones permite abordar el proceso de organización que conlleva cada
análisis de lo que realmente subyace en esta puesto de trabajo. El tiempo, la mayor o menor
formula general. cadencia en el esfuerzo, así como la intensidad
La distinción es lo que permitirá establecer del esfuerzo requerido, son sus principales
un diagnóstico más preciso sobre lo que hoy referencias. A ello se une el coste, puesto de
acontece en el ámbito de las relaciones de tra- manifiesto por el salario, sobre el que se deter-
bajo. Las variaciones en el volumen de puestos mina la eficacia económica. La última referen-
de trabajo, aluden a factores vinculados con la cia alude a dos elementos: las herramientas
lógica del proceso económico. La noción de utilizadas y el proceso de innovación tecnoló-
trabajo, subyace en el pasaje de la categoría gica. El primero apunta hacia la mayor efica-
estadística de inactivo a activo. Factores cultu- cia técnica del proceso de trabajo, mientras
rales que desvinculan el trabajo del horizonte que el segundo se refiere al proceso de sustitu-
de las mujeres, explica porqué, como sucedió ción de energía humana por energía mecáni-
en el caso español, la tasa de actividad fuera ca 18. Los cambios en el contexto técnico del
más reducida y paralelamente fuera más alta la puesto de trabajo están relacionados con
tasa de ocupación. La remoción de estos facto- ambos elementos.
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El cruce entre estas tres referencias determi- Las modalidades en las que se organiza la
na dos factores. Uno que guarda relación con relación entre distintos puestos de trabajo se
la oferta de trabajo y otro que determina la vincula a la mayor o menor extensión de la
mayor o menor productividad del puesto de división del trabajo. Esta reaparece, en este
trabajo. Las variaciones en la cualificación tie- nuevo contexto, no como un acontecimiento
nen sentidos diferentes. Así un proceso de des- social, sino como un hecho técnico vinculado
cualificación permite el acceso a una demanda al objeto a producir. En su mayor o menor
mayor de trabajadores, lo que se traduce en extensión se definen las características técni-
una reducción del coste salarial. Lo mismo cas del puesto de trabajo, toda vez que éstas
sucede con el caso de la mayor rigidez o flexi- aparecen ordenadas en un espacio en el que se
bilidad que apunta hacia importantes variacio- despliegan la coordinación de la totalidad del
nes en el coste. Lo mismo sucede desde la proceso. La dirección de este proceso aparece,
perspectiva de la innovación tecnológica, que en grado diferente, como la convergencia
permite un aumento de la efectividad con un entre la administración disciplinaría de los
menor volumen de trabajadores. La producti- trabajadores asalariados y la forma técnico
vidad del puesto de trabajo cobra especial rele- material del proceso de trabajo. 20
vancia en el contexto de la centralidad de la El primero y el segundo elemento, la inver-
oferta, en la medida en que supone una mayor sión y la organización técnica, están relaciona-
rentabilidad de la inversiones. dos en cuanto que la rentabilidad del primero
El origen del puesto de trabajo se sitúa en el determina la configuración del segundo. En
despliegue de la división del trabajo. Su pro- esta relación aparece la noción de racionalidad
gresivo desarrollo supone el alargamiento de económica desde la que se determina la confi-
la distancia entre individuos y de estos respec- guración de la organización de la producción.
to del producto realizado. Como ya se señaló El despliegue del puesto de trabajo y la
en los primeros análisis sobre la producción, racionalidad económica son momentos que
esto tiene una primera consecuencia, y es que discurren en paralelo. Esta última es el elemen-
limita la capacidad de supervivencia del indi- to que determinará su perfil. Originariamente la
viduo a partir de su trabajo. Cuanto más se noción de racionalidad estaba asociada al
extiende la división del trabajo mayor es la momento que mediaba entre las distintas partes
distancia entre el momento de la producción y de la división del trabajo. La centralidad del
la venta 19. Esto implicaba una doble transfe- elemento mediador, el capital, suponía el des-
rencia, desde la noción del individuo encua- plazamiento desde la simetría entre el interés
drado en la división del trabajo hasta la del privado y el interés público, hacia la simetría
individuo como trabajador asalariado, encua- entre capital e interés público. En esta perspec-
drado en una organización económica. A la tiva, la rentabilidad del capital se constituye
vez que el proceso de producción y venta se como el principio que hace posible el progreso
imbricaba en esa organización. El despliegue económico. En esta centralidad y la convergen-
de la división del trabajo comporta un media- cia con el interés público está implícito el dis-
ción exterior a los individuos, desde la que se tanciamiento y la subordinación del puesto de
despliega el puesto de trabajo. trabajo. Este aparece redefinido en unos térmi-
Esta instancia exterior se constituye en el nos que suponen su dependencia respecto del
punto clave desde el que se impulsa el proceso crecimiento de la rentabilidad de la inversión.
de crecimiento económico. En ella se define la El despliege del capital y la emergencia de la
noción de capital bajo la que se entrecruzan figura del consumidor, disuelven las formas
diversos elementos. El primero se refiere a la antropomórficas de organización del proceso
acumulación de una determinada cantidad de económico. La consecuencia es que lo que se
dinero, sobre la que hacer frente a los requeri- pone en primer plano no es la racionalidad
mientos del proceso de producción. El segundo específica del capital, sino la racionalidad eco-
remite a la tecnicidad sobre la que se organiza nómica. Ésta se sitúa en el contexto de diferen-
la división del trabajo. tes modelos de concepción del proceso de cre-
Esta se despliega sobre varios planos. En el cimiento económico. La ortodoxia económica
de la producción se determina el puesto de tra- de los sesenta se centraba en la centralidad de
bajo y su relación con aquello que se produce. la demanda, mientras que la actual se basa en la
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centralidad de la oferta. El puesto de trabajo primero, al despliegue del pleno empleo, deter-
aparece definido desde una objetiva racionali- minado en buena medida por la emigración de
dad, que permea la totalidad de las relaciones una parte de la población trabajadora hacia paí-
del proceso económico. ses extranjeros así como por la baja tasa de
Lo relevante respecto del puesto de trabajo actividad femenina. El segundo alude a una
es la reducción de sus costes. Esta reducción suerte de norma implícita, mediante la cual se
guarda relación con el aumento de la producti- aseguraba la estabilidad en el puesto de traba-
vidad. Aumento cuya dimensión central está jo, estableciendo como contrapartida la absolu-
vinculada al proceso de innovación tecnológi- ta prohibición de cualesquiera forma autónoma
ca. El despliege de este proceso supone dos de organización sindical. Disciplinamiento y
fenómenos estrechamente relacionados: el estabilidad en el empleo eran las características
aumento de la productividad y la eficacia del de este modelo de relaciones laborales.
puesto de trabajo. La configuración de la norma social de
La configuración de la norma social de empleo en los años cincuenta y sesenta tenía
empleo se inscribe en un amplio contexto en el tres líneas principales de referencia. La prime-
que se entrecruzan determinaciones políticas y ra era el desarrollo de una norma, estatalmen-
económicas. En este entrecruzamiento se con- te promulgada, que establecía las condiciones
figuran dos extremos opuestos entre los que de las relaciones de trabajo. Los principales
discurren distintas modalidades de organiza- momentos legislativos son la promulgación
ción de la relación ente el trabajador y el pues- del «Fuero del Trabajo» que se inscribía en
to de trabajo. En un extremo, la norma esta- una estructura totalitaria de encuadramiento de
blece una rígida vinculación mientras que en el la población. A partir del año cuarenta,
otro extremo establece una relación flexible. siguiendo esta línea intervencionista se inicia
Entre ambos momentos discurre una diferente el proceso de promulgación de las ordenanzas
configuración de la morfología de las relacio- laborales. Estas se fueron desarrollando en
nes laborales. La rigidez acentúa la tendencia años sucesivos configurando, en distintos
hacia un proceso de homogeneización del órdenes, el proceso de rigidificación de las
entorno del mercado de trabajo, mientras la relaciones de trabajo. En el orden político se
flexibilidad supone la tendencia hacia una cre- establece el principio de que el Estado es el
ciente heterogeneidad en las condiciones labo- órgano decisorio en la determinación de las
rales. Expresión de ambas tendencias es un relaciones de trabajo. En el orden técnico se
mayor o menor proceso de segmentación del introduce una rigurosa clasificación de las
mercado de trabajo. categorías de trabajo. Desde el punto de vista
de la relación salarial se establece el salario
base en relación a la función que realiza el tra-
bajador. Igualmente se introduce un plus sala-
IV rial que compensa al trabajador por el aumen-
to de las cargas familiares. También se
E
determina el mecanismo de incremento del
l proceso de modificación de la salario, relacionándolo tanto con un plus de
norma social de empleo puede ejem- carestía de vida como mediante el desarrollo
plificarse en el despliegue de la orga- de un sistema de indiciación. En el orden jurí-
nización del mercado de trabajo que ha tenido dico se suprime el despido acordado autono-
lugar, en la economía española, a partir de los mamente por la gerencia y se transfiere a su
sesenta. En este proceso se entrecruzan dos decisión a la Magistratura del Trabajo. Tam-
factores, uno político y otro vinculado a la via- bién se instituye el jurado de Empresa, así
bilidad de la lógica económica. El factor polí- como el desarrollo de reglamentos de régimen
tico permite la demarcación entre el período interno. Estos reglamentos abarcan desde
del nacionalcatolicismo y la emergencia de la cuestiones relacionadas con la clasificación de
democracia parlamentaria a lo largo de la los puestos de trabajo hasta el régimen disci-
década de los setenta. plinario en el trabajo.
El totalitarismo político de la década de los El desarrollo de esta legislación fue confi-
sesenta estaba basado en varios elementos. El gurando una norma social de empleo que
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estrechaba los vínculos y la seguridad del tra- norma social de empleo. Y a la vez mostrar
bajador con el puesto de trabajo. Las conse- como su determinación se inscribe en un pro-
cuencias de esta legislación se prolongaron ceso de configuración de las relaciones labora-
hasta los primeros años de la década de los les en el que se entrecruzan factores de diver-
setenta. El crecimiento de la inflación, la tran- sa naturaleza.
sición hacia un nuevo modelo de economía y A finales de la década de los setenta las
el proceso de transición política, fueron confi- estructuras políticas de la democracia orgánica
gurando un nuevo marco, en cuyo contexto se desaparecen, desplegándose el proceso de nor-
fue desarrollando una nueva norma social de malización de la vida política que culminará
empleo cuyo rasgo central era la flexibilidad. en la Constitución de 1978. A diferencia del
En los años ochenta se ha instalado una período anterior, la libertad sindical es un ele-
nueva ortodoxia económica que surge como mento central en la organización de las rela-
respuesta a la crisis del modelo anterior. Los ciones laborales. Paralelamente se producen
rasgos de esta nueva ortodoxia se pueden cen- cambios, cuyo eje central es el proceso de des-
trar en tres puntos. En primer lugar, en la afir- regulación de las relaciones laborales.
mación del mercado como mecanismo de regu- Con este proceso de transición política con-
lación autónomo de las relaciones entre los verge un proceso de modificación de la orto-
individuos. Las leyes de la oferta y la demanda, doxia económica. En los años sesenta, el cre-
desplazándose sobre un espacio libre de la cimiento del empleo es la condición para el
interferencia de los individuos, alcanzaron un crecimiento económico. La regulación estatal
punto de equilibrio entre todos los factores de del ciclo económico es el rasgo más carac-
producción. Este punto implica la plena utiliza- terístico. A comienzos de los setenta, las ten-
ción de todos los factores y por tanto del pleno dencias inflacionarias supusieron la crisis de
empleo. En segundo lugar, que el beneficio este modelo de crecimiento. A comienzos de
empresarial está en el origen del crecimiento la década de los ochenta un nuevo modelo de
económico. Todos aquellos factores que contri- crecimiento económico irá configurando una
buyan a su aumento, son funcionales al proce- nueva ortodoxia económica.
so de desarrollo económico. En tercer lugar, la A partir del comienzo de la década de los
sociedad no es más que la suma de individuos setenta empezó a desarrollarse una sucesión de
que persiguen, mediante el cálculo monetario ciclos que configuraron de modo diverso la
racional, sus propios intereses. La suma de morfología del mercado de trabajo 21. En este
estos intereses convergen en un futuro horizon- sentido pueden señalarse los siguientes mo-
te de integración y estabilidad social. mentos. Entre 1970 y 1974 el empleo, a dife-
A partir de los años ochenta las sociedades rencia de lo que sucedía en algunos países
industriales pasan de considerar prioritario el europeos, creció de forma moderada, mientras
problema del pleno empleo a otorgar primacia se mantenían bajos los niveles de desempleo.
a la estabilidad monetaria. Esta tiene como El período comprendido entre 1974 y 1977 se
objetivo la reducción de la inflación y en su caracterizó por la estabilidad de los niveles de
desarrollo aparecen dos factores: la política empleo, a la vez que coincidía con un período
presupuestaria y la estructura de los mercados de incertidumbre política. Entre 1977 y 1985 se
de bienes y trabajo. Ambos factores inciden empieza a producir un proceso de crecimiento
directamente sobre dos rasgos característicos del desempleo. En esta situación se plantean
del período anterior: la estructura del Estado diversas medidas que tratan de hacer frente a la
Asistencial y a estabilidad de las relaciones caída del empleo. Consecuencia de estas medi-
laborales. das, cuyo eje central fue la tendencia hacia la
La otra cuestión alude al empleo. El empleo desregulación, se produjo en el período com-
no es algo dado exteriormente, sino que prendido entre 1985 y 1991 un crecimiento del
depende de una norma políticamente estableci- empleo. Esto estuvo acompañado de un incre-
da. En la década de los sesenta la norma apun- mento de la tasa de actividad, lo que tuvo como
taba hacia la estabilidad. En la década de los consecuencia el que el desempleo no descen-
noventa, la tendencia es hacia la precarización. diera drásticamente. A partir de 1991 se inicia
Sobre ambas referencias, políticas y econó- un proceso de recensión de la economía que
micas, se puede observar la evolución de la acelera tanto el desempleo como el despliegue
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demanda de mejoras salariales, lo que tuvo Estas previsiones aluden pronunciarse por la condición
como consecuencia tanto el aumento de los del individuo inmerso en un modo de organización
social, que hace del salario la única fuente de renta.
precios industriales como el crecimiento de la 8
Esta condición ha sido descrita por M. Friedman en
inflación. Este proceso se prolonga hasta términos de tasa natural de paro. Esta noción alude a la
mediados de la década de los setenta. Sus ras- existencia de un punto de equilibrio entre la oferta y la
gos principales fueron las expectativas de demanda de trabajo, que coloca a los salarios por debajo
amplios sectores de aumentar su poder adqui- de la inflación. El desplazamiento de este equilibrio
sitivo en cada nueva negociación. Esto supo- mediante la reducción del nivel de desempleo por deba-
jo de esta tasa natural, daría lugar al crecimiento de la
nía que el salario crecía por encima de la infla- inflación. Consecuentemente, dentro de la perspectiva
ción. A la vez el efecto «Spill over» suponía monetarista, el pleno empleo –a diferencia de lo que
para determinados sectores que se rompía la sucede en el keynesianismo– no es un factor de creci-
relación entre el crecimiento del salario y el miento económico sino que puede, incluso, obstaculizar-
lo. Vid. Friedman (1968).
crecimiento de la productividad. 9
Keynes en «La teoría general de la ocupación el
A comienzos de la década de los ochenta se interés y el dinero» mostró como el mercado podía
inicia un nuevo proceso de negociación que alcanzar un punto de equilibrio sin que esto implicara el
lentamente desarrollará la tendencia de los pleno empleo.
10
salarios a colocarse por debajo de la inflación, Liberalización, estabilidad monetaria y desregula-
así como a restringir y finalmente suprimir el ción del mercado de trabajo.
11
efecto «Spill over» 23. A partir de este momen- Se puede pensar, por ejemplo, en la repetición de
la crisis del petróleo de comienzos de los sesenta. En
to la negociación colectiva sobre los salarios se este caso, la subida del petróleo sería compensada por la
inscribe en un contexto en el que se toma en bajada de los salarios y no tendría, por tanto, efectos
consideración las principales variables del pro- inflacionarios.
12
ceso económico. La inflación, la productivi- El objetivo de la política de estabilización de los
dad, las variaciones del ciclo económico, así precios: «puede concluirse que el reforzamiento de la
disciplina presupuestaria en un marco de políticas
como los objetivos de la política económica, macroeconómicas internamente más equilibradas, la ins-
son puntos de referencia en la determinación trumentalización de reformas estructurales que mejoren
del incremento salarial. el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios
y del mercado de trabajo y la adopción de mecanismos
que permitan fortalecer la orientación antinflacionista de
la política monetaria son de primordial importancia para
NOTAS posibilitar que la consecución de la estabilidad de pre-
cios tenga lugar de la forma más rápida y menos costosa
1 posible» (Viñals (1997) p. 78). En esto se resume la
Aquí únicamente se considera la noción de puesto
de trabajo en términos de tiempo. El puesto de trabajo orientación de la política que impulsa el modelo de cre-
está fundamentalmente asociado a la determinación de cimiento de los años ochenta.
las tareas dentro del proceso de división del trabajo. El 13
La noción de pleno empleo podría, y se subraya
objetivo de este artículo es plantear la hipótesis de que en aquí el carácter condicional, alcanzarse en un futuro,
un futuro se podría alcanzar el pleno empleo desde una tanto mediante la desregulación del mercado de trabajo
perspectiva estadística. Por esa razón en la descripción como transformando las categorías estadísticas.
que se hace del puesto de trabajo se hace hincapié en la 14
Se puede pensar, por ejemplo, en la repetición de
temporalidad, dejando de lado el aspecto importante que la crisis del petróleo de comienzos de los sesenta. En
supone su caracterización en el contexto del proceso de este caso, la subida del petróleo sería compensada por la
producción. bajada de los salarios y no tendría, por tanto, efectos
2
En esto se inscribe otro factor que vincula los nive- inflacionarios.
les de empleo con la mayor o menor capacidad de nego- 15
El objetivo de la política de estabilización de los
ciación. Esta relación ya fue señalada en los años cua- precios: «puede concluirse que el reforzamiento de la
renta por Kalecki(1984), en su texto «Las consecuencias disciplina presupuestaria en un marco de políticas
políticas del pleno empleo». macroeconómicas internamente más equilibradas, la ins-
3
Cuando Keynes habla de la propensión a consumir trumentalización de reformas estructurales que mejoren
y su relación con la tasa de interés introduce la noción de el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios
«preferencia por la liquidez». y del mercado de trabajo y la adopción de mecanismos
4
A diferencia del período anterior, estas están orien- que permitan fortalecer la orientación antinflacionista de
tadas hacia el control de la inflación. la política monetaria son de primordial importancia para
5
Vid. C. Offe (1992). posibilitar que la consecución de la estabilidad de pre-
6
Vid. J. Riffkin (1996). cios tenga lugar de la forma más rápida y menos costosa
7
En esta misma línea se ha señalado que es el posible» (Viñals (1997) p. 78). En esto se resume la
comienzo de un nueva época de libertad y creatividad orientación de la política que impulsa el modelo de cre-
marcada por la liberación respecto del yugo del trabajo. cimiento de los años ochenta.
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16
El trabajo es una noción culturalmente establecida tos, tamizada a su vez por la capacidad monetaria del
que se asocia a la condición del individuo. En cuanto que individuo deseante, es donde se sitúa la conexión entre la
persisten las nociones culturales que discriminan respec- producción y su realización en el mercado.
21
to de la plenitud del estatuto de individuo, el acceso al Estos ciclos van acompañados de cambios tanto de
trabajo aparece situado en ámbitos diferenciados. Es lo la política económica como de la organización de las rela-
que sucede en las sociedades tradicionales respecto del ciones de trabajo. Cambios que se relacionan con las
trabajo de las mujeres que aparece confinado al ámbito transformaciones en la configuración del mercado de tra-
del hogar, lo que a su vez implica una relación de subor- bajo. En los años setenta se empiezan a poner de mani-
dinación. En la medida en que esas nociones culturales fiesto los primeros síntomas de la crisis, expresados en el
se van desvaneciendo se generaliza el estatuto de indivi- crecimiento conjunto de la inflación y el desempleo. El
duo y con ello se abre paso la idea del acceso universal origen inmediato de este proceso fue la subida de los pre-
al trabajo en la esfera de lo público. cios de la energía, que proyectada sobre un mercado de
17
El subsidio de desempleo ha sido un factor que ha trabajo rígido se tradujo en un incremento de los costes,
sustraido a la persona que no trabaja de esta condición de del precio y por consiguiente de una caída de la demanda.
marginalidad. El origen de su implantación guarda rela- Esta fue al secuencia que se desarrolló en otros países. La
ción con la tesis que pone la posibilidad de trabajar en un precaria situación política del franquismo supuso la sub-
ámbito exterior al individuo. Lo que dió paso a la gene- vención pública de estos incrementos, lo que se tradujo en
ralización de este subsidio fue la noción de la objetiva el mantenimiento de los niveles de empleo. El efecto fue
imposibilidad de acceder al puesto de trabajo. Actual- únicamente retrasar el crecimiento del desempleo que a
mente, en el contexto de la desregulación, vuelve a con- finales de la década empezó a ponerse de manifiesto.
22
siderarse que el hecho de trabajar o no depende exclusi- Este efecto alude a las consecuencias que tenían
vamente del individuo. Se va abriendo, con ello, la tesis ciertos convenios puntuales sobre las condiciones salaria-
de que el subsidio de desempleo es algo que obstaculiza les en otros sectores con menor capacidad de negociación.
23
la integración en el mercado de trabajo. En 1978 los Pactos de la Moncloa marcan el inicio de
18
En este punto hay que establecer la diferencia entre la espiral deflacionista respecto de los salarios. El creci-
la noción de herramienta y la noción de maquinaria. La miento de los salarios se situó en el horizonte de las previ-
primera alude a la mayor o menor perfección del instru- siones de la inflación. A partir de 1979 se empieza a gene-
mento de trabajo. Pescar, cazar o construir una casa, ralizar un proceso en el que la inflación prevista es el punto
etc... son trabajos que pueden realizarse con distinto ins- de referencia en la negociación salarial. También a partir de
trumental. Su mayor o menor perfección hace posible un este período se inició una tendencia que terminará rom-
menor o mayor esfuerzo, así como un mayor o menor piendo con el modelo de crecimiento lineal de los salarios.
rapidez en su ejecución. La noción de maquinaria alude a Igualmente se fue abriendo paso la tesis que vinculaba el
la sustitución de energía humana por energía no humana. crecimiento de los salarios al incremento de la productivi-
La actividad de arar, por ejemplo, allí donde se sustituye dad. A partir de 1982 la banda salarial se estableció en unos
la tracción humana por la tracción mecánica, hace posible límites por debajo de la inflación. A partir de este momen-
una mayor rapidez así como la posibilidad de reducir el to se inicia un nuevo período en el proceso de negociación
número de individuos necesarios implicados en el traba- salarial, cuyas consecuencias fueron diversas. En primer
jo. Actualmente, la introducción de la robótica en la fabri- lugar, la consolidación de las relaciones entre el aumento
cación de automóviles tiene el mismo efecto. de la productividad y de los salarios. En segundo lugar esto
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tuvo como efecto la desaceleración, respecto del período
A. Smith en «La Riqueza de las Naciones» alude a anterior, del crecimiento de los salarios. Por último, esto
las dificultades del despliegue de la división del trabajo. permitió la desaceleración de la inflación.
Únicamente el capital, entendido como fondo de sala-
rios, permite superar esta dificultad. A partir del Libro II,
da un nuevo giro a su argumentación poniendo en primer
plano, no la cuestión de la división del trabajo como hace BIBLIOGRAFÍA
en el Libro I, sino el análisis de todos aquellos factores
que promueven el crecimiento del capital. Este se asocia FRIEDMAN, M. (1968): «The Role of Monetary Policy».
con el crecimiento y la felicidad de las naciones. The American Economic Review». Vol LVIII. Marzo
20
En la realización del producto en el mercado, lo 1968. N.º 1.
que equivale a su realización en forma monetaria, culmi- KALECKI (1984):«Dinámica de la economía capìtalista»
na el proceso de mediación, representado por la figura México, Fondo de Cultura Económica.
del consumidor, desplegada en el contexto de la teoría KEYNES, J. (1979): «Teoría general de la ocupación, el
del valor y redefinido en el siglo XX como individuo que interés y el dinero». México, Fondo de Cultura
elige, en el contexto de la teoría del precio, ocupa el cen- Económica.
tro de este proceso. Desde esta figura se organiza la espe- OFFE, C. (1992): «La sociedad del trabajo». Madrid,
cificidad de la producción de objetos. Sobre la figura del Alianza Editorial.
consumidor se desliza un equívoco. La tesis de la «sobe- RIFFKIN, J. (1996):«El fin del trabajo. El declive de la
ranía» del consumidor lo configura como una suerte de fuerza de trabajo global y el nacimiento de la era-
rector del proceso económico. Frente a esto se despliega postmercado». Barcelona, Paidós.
la tesis del consumidor como individuo deseante, toda VIÑALS, J. (1997): «Política monetaria e inflación: de la
vez que el deseo aparece como lo que crea el objeto. teoría a la práctica». Madrid, Servicio de Estudios del
Desde esta perspectiva reaparece la autonomía de la pro- Banco de España: «La política monetaria y la infla-
ducción. En la relación dialéctica entre ambos momen- ción en España».
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