UNIVERSITARIA AGUSTINIANA

Curso: Mariología
Docente: José Edgar Alarcón Manrique
Estudiante: Iván René Lindo Cabrales
Tema: Mariología desde los Padres – Síntesis 2° Corte: 08/04/2019

Al abordar la cuestión del tratado mariológico en los Padres de la Iglesia, encontramos

que el interés de los padres no era propiamente tratar el tema de María y su papel en el
proyecto salvífico del Dios (Padre), teniendo esto presente, debemos saber que cuando los
Padres fijan su atención en María, lo hacen en función de Jesús-Cristo procurando defender
el “depositum fidei” frente a las doctrinas heterodoxas (heréticas) que ponían en duda ya la
persona, ya la naturaleza de Jesús-Cristo. Entre dichas doctrinas podemos traer a colación el
docetismo (la naturaleza humana de cristo es una apariencia); el ebionismo (niega la
divinidad de Cristo y lo cataloga como una criatura superior); el adopcionismo (Cristo es un
simple hombre adoptado por Dios); el arrianismo (niega la divinidad de Cristo, no es
consubstancial con el Padre); entre otros.

De lo presentado a otrora, podemos decir en otras palabras, que el interés de los Padres
es netamente cristológico, ya que el tratado mariológico se deriva de la discusión cristológica,
como ya hemos presentado. Es de agregar, que a pesar de la finalidad con la que los padres
abordan el tema de María, no se niega que en cierto modo aportaron elementos interesantes
en cuanto a lo que el tratado mariológico se refiere.

Dado lo anterior, abordemos grosso modo lo que algunos padres de María nos
presentan.

 Irineo de Lyon: Irineo siguiendo a Justino, aborda el paralelismo Eva/María, así

como antes Pablo lo hiciera con Adán y Cristo. Irineo, desarrolla aún más el
paralelismo antes presentado, presentándolo desde una idea de recapitulación de la
obra redentora del Padre, por la obediencia de la Virgen María, entendiendo por que
la desobediencia de Eva, dicho acto fue causa de muerte para sí y para toda su
descendencia (toda la humanidad), y por la obediencia de María (Nueva Eva), se
convirtiera en causa de salvación para sí y para toda la humanidad. A partir de lo
dicho, para Irineo, María es entendida como Madre de la Humanidad, enseñando la
 maternidad universal de María, tema retomado por otros Padres, ya para defenderlo,
ya para criticar o simplemente ignorarlo.

 Orígenes: Interpretando los evangelios, de manera especial el evangelio de San Juan,

deduce la maternidad universal de María al expresar y defender que: “Nadie puede
comprender el evangelio si no ha reclinado su cabeza sobre el pecho de Jesús y no ha
recibido de el a María como madre”.

 Tertuliano: La apuesta de Tertuliano, resulta un tanto curiosa, ya que, al procurar

defender (salvaguardar) la humanidad de Jesús, niega la virginidad de María in partun
y post partum, y aunque defiende que Jesús nació de la propia substancia de María
(ex Maria), afirma que, aunque María era virgen cuando concibió, fue mujer cuando
dio a luz. Esta postura será rebatida y cuestionada por San Jerónimo, principalmente.

 Gregorio Nacianzo y Gregorio Nacianceno: Gracias a estos padres la expresión

Theotokos se convirtió en piedra de la ortodoxia, ya que el dogma de la maternidad
de María será el eje de la doctrina de la Iglesia acerca de Cristo y de la Salvación.

 Juan Crisóstomo: Este padre, contrario a lo que presenta Tertuliano, predica la

virginidad perpetua de María, agregando que, en sus escritos nunca a plica a la Virgen
María el título de Theotokos, Christotokos y Antropotokos, ya que a la primera se
oponían los antioquenos, la segunda era defendida por estos y la tercera, era usada
por Diodoro de Tarso. Esto podría ser entendido como una postura conciliadora o
esquiva, al no tomar partido en la discusión surgida en el año 380, a partir de las
expresiones anteriores sobre María.

 Agustín de Hipona: Curiosamente, este padre apoyado en la riqueza que para su

tiempo de María se tenía, retoma algunos elementos presentados por los padres antes
mencionados, y nos presenta elementos nuevos que a su juicio podían predicarse de
María. En este sentido, el Hiponense, defiende: la Maternidad Divina de María (poe
una mujer Dios se hace hombre); su Virginidad Perpetua (virgen concibió, virgen dio
a luz y virgen permaneció); y presenta dos propuestas nuevas, la Santidad de María
 (frente a la polémica contra los pelagianos, sostiene la inmunidad de maría de todo
pecado personal) y la relación entre María y la Iglesia (María es tipos de la iglesia por
el esplendor de sus virtudes, ya que manifiesta por su gracia, ser corporalmente lo
que la iglesia debe ser espiritualmente. En este sentido, María también es madre de la
Iglesia por haber cooperado con la caridad a que los fieles naciesen en la Iglesia).

A modo de conclusión, podemos decir que, aunque los padres en su intención no

pretendían hablar directamente de María, sino más bien que procuraban defender lo referente
a la persona y naturaleza de Cristo, frente a las corrientes heterodoxas. Fueron sentando las
bases que poco a poco enriquecieron lo que al tratado mariológico se refiere. A lo dicho es
de agregar que, pese al aporte de los mismos, aun en la actualidad hay cuestiones que no han
podido ser superadas o dilucidadas y que están sujetas a las investigaciones de los teólogos,
procurando dar a María el papel que le corresponde en la Iglesia (Cf. LG. 54).

Bibliografía
De Aldama, J. A. (1970). María en la patrística de los siglos I y II. Madrid: BAC.
Oñatibia, I. (1978). Patrología I. Madrid: BAC.
Oñatibia, I. (1977). Patrología II. Madrid: BAC
Di Berardi, A. (1991). Patrología III, Madrid: BAC