Análisis de 50 cc de Aire de Paris

Valderrama Pérez, Daniela

50 cc de Aire de Paris es un ready-made de Marcel Duchamp elaborado en 1919 como un suvenir

portable de Paris para su amigo Walter Arensberg de Nueva York. La obra es una ampolla de
vidrio (13.3 x 6.4 cm) portadora de medicina, que en ese caso Duchamp pidió que se vaciara para
luego encapsular el aire parisino.
Históricamente en ese momento de la elaboración recientemente se había acabo la primera guerra
mundial, era un tiempo de recuperación y reflexión por el cual esta obra puede simbolizar el querer
preservar algo tan efímero así como lo que era la vida cotidiana en Europa, como el aire, como el
mismo hecho de respirar aire parisino.
En cuanto al contexto artístico, este ready-made era un ejemplo temprano de obras pertenecientes
al arte conceptual temprano ligado a los intereses dadaístas de Duchamp. Como parte del
movimiento dadaísta la obra también rechaza lo que la guerra imponía indirectamente; rigidez en
pensamiento y estilo de arte (Rubin, 1968). Como parte de la oleada del arte conceptual se trataba
de empujar al observador a no tomar el objeto como objeto sino de comprender el mensaje.
Bajo la mirada Platónica “50 cc de aire de Paris” sería una mentira, siendo esta imitación a un
nivel máximo dado que la obra es una representación del aire a pesar de que este en forma física
para que uno llegue a interactuar con ella. La obra es imitación del aire que había en Paris y ese
aire es la imitación de la idea perfecta de lo que debería ser el aire en Paris. Si se llegará a tomar
en consideración la versión posterior de la obra (1949 ver anexo 3), donde esta tuvo que ser
reemplazada y por lo tanto reelaborada sería aún más una imitación debido a que el frasco ya no
contenía la simbolización del aire de Francia, su reproducción sería un semejante a la obra original.
Según el pensamiento de Aristóteles con respecto a la potencia el aire encapsulado en el contenedor
de vidrio no es solo un frasco con el aire sino también representa una instancia para el artista, el
aire de parís como una fotografía en el tiempo que en este caso lo presenta como arte-objeto y
objeto-encontrado. En el acto de servir como suvenir para su amigo se da el acto de catarsis,
Arensberg vive de manera simbólica una parte de lo que vivió Duchamp; no se trata del aire Paris
en sí, ni del aire sino de una representación de ella a través del cual se conecta; lo percibe, lo ve
pero no esta ahí. De igual manera en la exposición los observadores presencian el aire de un lugar
en el que no están presentes.
En relación al concepto de unidad, esta obra cumple con los principios de ritmo, simetría, armonía
y proporción. Sin tomar en cuenta el concepto de la obra y solo analizando el contenedor, se trata
de una esfera compuesta de varias elipses y esto puede ser considerado la armonía matemática
aplicada a estas elipses. Así mismo se manifiesta la simetría tanto horizontal como verticalmente.
El ritmo está en las curvas y suavidad del material y de la forma como conjunto. Y la proporción
del gancho frente a la esfera elíptica es agradable, de igual manera su tamaño en relación al espacio
expuesto y la visión del espectador es de una medida justa; no es hostigante ni tampoco demasiado
pequeño para no presenciarlo (ver anexos 1 y 2).
Con respecto a las 4 causas de Aristoteles, analizando la causa material, causa eficiente y causa
final entre ellas se podría encontrar contradicciones y dar distintos significados a la obra y a lo que
vendría a ser su belleza. Bajo la causa material 50 cc de Aire de Paris no es más que un frasco de
vidrio con residuos microscópicos de alguna medicina que anteriormente contenía conjuntamente
con humedad de agua (debido al lavado) y lo que llegaría a captar del ambiente en el que estaba;
el pseudo aire de Paris. Se llega a cuestionar el valor del artista tratándose de la causa eficiente ya
que uno se pregunta quien a ha sido el verdadero creador de la obra, el fabricante del frasco y aquel
farmacéutico que vacío el frasco o Duchamp que capturo el aire de Paris? Teniendo en cuenta la
causa final, se regresa a la idea del concepto y lo que Duchamp quiere llegar a dar a entender; no
es solo el aire de Paris, es el hecho de que llevar el aire de Paris a una galería de arte lo puede
convertir en arte y su acto es evidenciarlo. Se regresa al fin principal de la obra; criticar los
estándares que dominaban los juicios que determinan que es arte y que no lo es y que es bello y
que no lo es.
Ironicamente Duchamp no tenía como objetivo guiar su obra bajo ningún tipo de estética dado
que, como lo explica Molderings (2010), para “Duchamp, […] el mundo está gobernado por el
azar, y por lo tanto las nociones de ley, armonía y belleza son obsoletas tanto respecto a la
naturaleza como al arte”. Y así mismo contradice ese sentido de unidad que construye Aristoteles,
a nivel de acción dadaísta la obra buscaba “[…] destruir los engaños de la razón para descubrir un
orden sin razón” (Arp, 1948).
BIBLIOGRAFIA
Arp, J. (1948). On My Way: Poetry and Essays, 1912-1947 (Vol. 6). New York: Wittenborn, Schultz.

Molderings, H. (2010). Duchamp and the aesthetics of chance: art as experiment. Columbia University
Press.

Rubin, W. S., & Museum of Modern Art, New York. (1968). Dada, surrealism, and their heritage (p.
44549599). New York: Museum of Modern Art.
ANEXOS

Anexo 1

50 cc de Aire de Paris

Anexo 2 Anexo 3

50 cc de Aire de Paris colgado como instalación 50 cc de Aire de Paris (réplica 1949)