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NOTAS INTRODUCTORIAS SUBPARTES A & B

EASA realiza la certificación de toda aeronave que quiera ser comercializada para uso
público o privado por parte de cualquier empresa constructora de aeronaves.

La certificación implica cumplir con todas las normas (según tipo y categoría de
aeronave) ya sea en la etapa de diseño, construcción y ensayos de todo tipo (en vuelo,
en tierra, estructurales, etc.).

Al final de la etapa de certificación (puede ser bastante extensa e incluso requerir de


un prototipo para destruirlo a través de ensayos de resistencia estructural), se obtiene
el Certificado Tipo o Type Certificate (de aquí en adelante, TC), donde a través del Data
Sheet u Hoja de Datos (TCDS) se exponen todas las bases de certificación y producción
como así también las limitaciones de operación con la que dicha aeronave fue
certificada y se demostró el cumplimiento de las normas.

Como veremos en los siguientes Subapartados, "cualquier persona física o jurídica que
haya demostrado o que esté en proceso de demostrar su capacidad conforme al punto
21.A.14, tendrá derecho a solicitar un Certificado de Tipo o un Certificado Restringido
de Tipo, en las condiciones estipuladas". Esta condición pone de manifiesto que el
solicitante de un certificado debe estar avalado por una organización que pueda
demostrar la capacidad técnica necesaria para abordar esta clase de proyectos.

Se dice además, que las organizaciones que soliciten un Certificado de Tipo deberán
demostrar su capacidad mediante la titularidad de una aprobación como Organización
de Diseño, DOA, otorgada por la Agencia. Como excepción a lo expuesto, y como
procedimiento alternativo para demostrar su capacidad, el solicitante podrá pedir
permiso a la Agencia para utilizar procedimientos que expongan las prácticas de
diseño específicas, los recursos y la secuencia de actividades necesarias para el
cumplimiento de la Parte 21, cuando el producto sea, entre otros, un motor
alternativo, una hélice de paso fijo o variable, o un avión muy ligero, a través de una
aprobación como ADOA (DOA alternativa).

Otro aspecto a tratar en estas Subpartes es el de la Transferencia de un Certificado de


Tipo, es decir, aquellos casos en los que el propietario de un certificado de tipo desee
transferirlo a otro. Esta situación no es infrecuente y habitualmente se produce por
cuestiones relacionadas con aspectos financieros/estructurales de las compañías o
bien de tipo comercial.
En el caso de EASA, hay que remitirse al artículo 21.A.47 en el que se dice que la
transferencia de un TC o RTC sólo podrá realizarse a una persona que sea capaz de
asumir las obligaciones especificadas para los titulares de estos tipos de certificados
(21.A.44), y a estos efectos haya demostrado su capacidad para obtener una
aprobación como organización de diseño, otorgada por la Agencia de Conformidad con
la subparte J. Las obligaciones de un titular de un TC o un RTC serán relativos a
averías, fallos de funcionamiento y defectos (21.A.3), Directivas de Aeronavegabilidad
(21.A.3B), coordinación entre diseño y producción (21.A.4), conservación de registros
(21.A.55), manuales (21.A.57), instrucciones para el mantenimiento de la
aeronavegabilidad (21.A.61), marcado (Subparte Q de la Parte 21) y continuar
satisfaciendo los requisitos de cualificación para elegibilidad (titularidad de aprobación
como DOA según 21.A.14).

Continuaremos esta introducción a la materia tratando otro de los puntos estudiados


en estas Subpartes: las instrucciones para el mantenimiento de la aeronavegabilidad.
Como podremos imaginar, no es suficiente con cumplir los requisitos necesarios para
la obtención de un TC sin que haya que aplicar un mantenimiento adecuado a las
aeronaves y productos de forma que no pierdan las capacidades demostradas con el
paso del tiempo. Por ello las Autoridades recogen en sus códigos una serie de
responsabilidades que ha de cumplir el titular de un TC en relación al mantenimiento
de la aeronavegabilidad. EASA recoge los requisitos en el artículo 21.A.61 titulado
“Instrucciones para el Mantenimiento de la Aeronavegabilidad”. En él se establece que
el titular de un TC o RTC deberá suministrar, al menos, un juego de instrucciones
completas para el mantenimiento de la aeronavegabilidad que incorporen datos
descriptivos e instrucciones para el cumplimiento, preparados de acuerdo con los
criterios de certificación de tipo aplicables a cada propietario conocido de una o más
aeronaves, motores o hélices en el momento de la entrega o de la emisión del primer
certificado de aeronavegabilidad afectada, lo que ocurra más tarde, y posteriormente
poner esas instrucciones, previa solicitud, a disposición de cualquier persona a la que
se le requiera cumplir cualquiera de los términos de dichas instrucciones.

La disponibilidad de algún manual de mantenimiento de la aeronavegabilidad que


trate sobre las revisiones generales u otras formas de mantenimiento detallado podrá
retrasarse hasta que el producto haya entrado en servicio, pero deberá estar
disponible antes de que ninguno de los productos alcance la correspondiente
antigüedad u horas o ciclos de vuelo.

Además, los cambios de las instrucciones de mantenimiento de la aeronavegabilidad


se deberán poner a disposición de todos los operadores conocidos del producto, y
cuando así lo solicite, de cualquier persona a la que se requiera cumplir cualquiera de
esas instrucciones. Deberá remitirse a la Autoridad un programa que refleje el modo
de distribución de los cambios en las instrucciones de mantenimiento de la
aeronavegabilidad.

El formato de las instrucciones deberá ser un manual o varios, si la cantidad de


información así lo requiere.

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