Am DemocraciaYParticipacionDe LosC.C para La Autora PDF

AM_Raíces de barrio adentro.
indd 1 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 2 04/07/13 10:01
Raíces de Barrio Adentro:
medicina comunitaria en Venezuela
het
nic
Pe
alvo
C
del
ana
s
Su
Serie
Testiminios
Caracas, Venezuela 2010

© Susana del Calvo Penichet
© Fundación Editorial El perro y la rana, 2011
Centro Simón Bolívar

Torre Norte, piso 21, El Silencio,
Caracas - Venezuela / 1010
Teléfonos: 0212-7688300 / 7688399
Correos electrónicos:
elperroylaranacomunicaciones@yahoo.es
atencionalescritor@yahoo.es
Páginas web:
www.elperroylarana.gob.ve
www.ministeriodelacultura.gob.ve
Diseño de la colección
Hernan Rivera
Dileny Jiménez
Edición al cuidado de
Carlos Zambrano
Hecho el Depósito de Ley

Depósito legal lf 40220113003253
ISBN 978-980-14-1986-0
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela

La Colección Alfredo Maneiro, Política y sociedad, publica obras
puntuales, urgentes, necesarias, capaces de desentrañar el
significado de los procesos sociales que dictaminan el curso del
mundo actual. Venezuela integra ese mundo en formación, de allí
la importancia del pensamiento, la investigación, la crítica, la
reflexión, y por ende, de las soluciones surgidas del análisis y la
comprensión de nuestra realidad.
Firmes propósitos animan a esta colección: por una parte, rendir
homenaje a la figura de Alfredo Maneiro, uno de los principales
protagonistas de los movimientos sociales y políticos que
tuvieron lugar en Venezuela durante los duros y conflictivos años
sesenta, y por la otra, difundir ediciones de libros en los cuales se
abordan temas medulares de nuestro tiempo.
Testimonios: serie orientada a recopilar trabajos documentales y
testimoniales que alimentan los valores y saberes nacionales,
regionales y locales, refrescando y robusteciendo la memoria
histórica. Incluye también el trabajo biográfico, autobiográfico,
el análisis de hechos y la entrevista.

A Hugo Chávez Frías, forjador de sueños,
y a mis nietas Liah y Camila
para que sigan el ejemplo de los profesionales
de la salud cubanos y venezolanos
que han puesto muy en alto
la medicina general integral.

Cuando hace poco más de diez años, en 1998, se iniciara el Plan Integral de
Salud, era difícil imaginar la magnitud de los cambios en la colaboración
médica cubana que han sacado a la palestra la alta preparación científica de
los especialistas en Medicina General Integral que han alcanzado la cima en
Venezuela.
A ellos quiero agradecerles su ayuda para llevar a cabo este proyecto que
apoyaron desde el inicio la doctora Elia Rosa Lemus y el Dr. Aldo Muñoz
Hernández, sin dejar de mencionar a mi guía en la patria de Bolívar el Dr.
Andrés Alberto Padilla Rubio y en especial a estos hombres y mujeres que con
sacrificio y abnegación hacen realidad un sueño.
Las fotos son del artista César A. Rodríguez, ganador de premios nacionales
quien además perfeccionó las que aportaron los colaboradores
y la que suscribe.
La autora

Prólogo
Diez años en la historia de la humanidad constituyen un soplo
que puede convertirse en huracán, en esta oportunidad para
demostrar que un mundo mejor sí es posible, cuando se aúnan
voluntades de pueblos. En Raíces de Barrio Adentro la autora nos
muestra, por los llanos y montañas venezolanos, la historia de
Barrio Adentro a través de sus protagonistas en su primera decáda
de existencia.
Recordemos que más de 40 años de IV República y un sistema
neoliberal que caló las entrañas de la sociedad, dejaron en Vene-
zuela un saldo negativo en los indicadores que traducen desarrollo
humano y calidad de vida. Las consecuencias sobre la situación de
salud, del abandono de la responsabilidad del Estado y del predo-
minio de las ideas neoliberales provocaron un descenso brusco en
la prestación de servicios de salud. La tasa de mortalidad infantil,
la materna, así como el índice de bajo peso al nacer se incremen-
taron, las tasas de incidencia de las enfermedades transmisibles,
como la malaria y el dengue, aumentaron. Para 1993 se calculó que
80% de la población estaba en condiciones de pobreza y 40,3% en
pobreza extrema. El Ministerio de Salud y Desarrollo Social perdió
su rectoría sobre las políticas públicas, favoreciendo la prolifera-
ción de prestadores de servicios públicos y privados de salud sin la
regulación del Estado. Este es el contexto en el que emerge la Revo-
lución Bolivariana, liderada por el presidente Hugo Chávez Frías.
13

Raíces de Barrio Adentro Susana del Calvo Penichet
Con el objetivo de saldar la deuda social heredada de gobiernos

anteriores, el Ejecutivo Nacional crea las Misiones Sociales, como
estrategias suprasectoriales para dinamizar la gestión en sectores
claves como la educación y la salud. En cinco años la Misión Barrio
Adentro ha mejorado el estado de salud de la población, articu-
lando en su gestión al resto de las Misiones Sociales, Consejos
Comunales, Comités de Salud, etc.
En la presente obra vemos el surgimiento de un nuevo Sistema
Público Nacional de Salud en la patria de Bolívar, un modelo de
Salud Integral Comunitario que se sustenta sobre una red de
servicios de salud y tiene como centro el Área de Salud Integral
Comunitaria (ASIC): estructura organizacional que desarrolló
la Misión Médica Cubana durante estos años, siendo de incalcu-
lable valor para la construcción de la nueva institucionalidad en la
República Bolivariana de Venezuela. Según la nueva geopolítica
nacional propuesta en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el ASIC
se convierte en el Sistema de Salud de las Comunas, y los Consul-
torios Populares en las unidades de salud de mayor influencia en
las Comunidades. De esta forma se logra en Venezuela que la salud
sea para todos, como lo propusiera en 1978, en la Cumbre de Alma
Ata, el entonces director de la Organización Mundial de la Salud,
Holfdan Mahler, para el año 2000 y que la mayoría de los países lati-
noamericanos todavía no han podido alcanzar.
Todos conocen que se necesita voluntad política para el acerca-
miento, no solo al cumplimiento de los objetivos del milenio, sino a
que el derecho a la salud realmente pueda ser ejercido por toda la
población mundial y que la equidad atraviese, como principio ético,
las políticas públicas para el desarrollo. El espíritu de Alma Ata es
el mismo pero el momento histórico es otro. La profundidad de los
cambios globales que con tanta rapidez se suceden en esta época,
la intensidad del conocimiento, la automatización y robotización de
la producción, la transnacionalización del comercio y los patrones
culturales, la revolución de la informática, de la biotecnología y de
las telecomunicaciones, ponen de manifiesto que la historia de la
14

PRÓLOGO
humanidad ha entrado en una etapa sin precedentes y con impre-

visible repercusión para las sociedades del siglo XXI.
En este mundo globalizado de hoy se hace imprescindible
transferir, o mejor dicho, devolver el poder político para la toma de
decisiones trascendentales que afectan a las sociedades a su punto
de origen: la comunidad, que encierra en sí el sentido de respon-
sabilidad de acción independiente, característico de esta forma de
organización, que al mismo tiempo puede funcionar dentro de las
fronteras de otras.
La Revolución Bolivariana –desde sus inicios– se ha enfocado
hacia la construcción de una democracia participativa y protagó-
nica, enfocada hacia el desarrollo endógeno de las comunidades y
la plena participación del ciudadano en el Poder Popular.
La autora nos invita en estas páginas a recorrer el largo y difícil
camino transitado en los consultorios populares por los integrantes
de la Brigada Médica Cubana, que han puesto muy en alto el valor
sin parangón de la Medicina General Integral para resolver airosa-
mente los problemas de salud de los pueblos: un cambio radical en
la concepción de la medicina donde la tarea fundamental está, no en
curar la enfermedad sino en prevenirla. Aquí podemos encontrar
también como protagonista al pueblo venezolano, que da un paso
al frente en defensa de la Revolución Bolivariana y participa en
su comunidad como guardián de la salud, a través de las organiza-
ciones populares, en estrecha unión con los especialistas cubanos.
Así, encontraremos páginas que nos hacen reír, otras llorar, pero
sobre todo reflexionar.
En Raíces de Barrio Adentro la autora nos lleva por el apasio-
nante tránsito de dos revoluciones dentro de una. En Barrio
Adentro no solo surge un Sistema Público Nacional de Salud que
lleva a la atención primaria el arsenal diagnóstico de la tecno-
logía de punta, sino que deviene en otro cambio necesario con el
nacimiento de la Medicina Integral Comunitaria con su enfoque
holístico. De esta forma se concibe al hombre como un ser biosico-
social en constante interacción con su medio, con el que establece
15

relaciones de interdependencia. Es la especialidad de las ciencias

médicas que más a tono está con el nuevo modelo.
El médico comunitario, que encontramos también en la obra,
formado desde una perspectiva integral, en su entorno adquiere
habilidades que le permiten identificar los determinantes del
proceso “salud-enfermedad” en el individuo, la familia, la comu-
nidad como un todo. Este profesional está llamado a ser el protago-
nista indiscutible del nuevo modelo de Salud Integral Comunitaria
que regirá en Venezuela.
Formarse bajo los principios de la nueva ética socialista,
que tiene sus raíces en la fusión de los valores y principios de las
corrientes más humanistas del socialismo y la herencia histó-
rica del pensamiento de Simón Bolívar y José Martí, que da como
resultado el hombre nuevo del siglo XXI, del que tanto hablara ese
médico de pueblos, Ernesto Che Guevara, inspirado en las ideas de
Fidel Castro. Susana del Calvo logra, con Raíces de Barrio Adentro,
entregarnos un importante testimonio: el hombre visto desde la
perspectiva del propio hombre, en ocasiones expuesto a situa-
ciones extremas entre la vida y la muerte. Más allá del lenguaje
periodístico, Raíces de Barrio Adentro es el hombre entregado a la
obra, alejado y desconocido por las implicaciones mediáticas, más
allá de lo posible e imaginable, sin ficciones ni fabulación.
Solamente el hecho de conocer las anécdotas de los que
han vivido las misiones desde adentro, basta para disponernos a
disfrutar estas páginas, y conocer, desde sus entrañas, el quehacer
en Barrio Adentro que, como volcán, no se detiene ni un instante.
Dr. Aldo Muñoz Hernández

Coordinador Nacional de la Misión Médica Cubana
Venezuela
16

Capítulo I: Imágenes
Vale más un segundo pleno que una vida a medias.
Rubén Martínez Villena
Cierto es que recordar es volver a vivir, mas cuando la vida

otorga el privilegio de ser espectador del desarrollo vertiginoso
de una Revolución se hace indispensable atrapar el instante, las
17

futuras generaciones necesitan beber de la savia que alimenta

la historia. Venezuela reclama el regreso en una cita inelu-
dible. América Latina despierta de su letargo en este siglo XXI,
se instauran gobiernos populares y los olvidados de siempre se
convierten en protagonistas al brindárseles la luz de la enseñanza
a que tanto instaba José Martí cuando afirmaba: “Ser cultos es el
único modo de ser libres”. Esto está implícito en la reflexión de
Simón Bolívar, quien afirmó que la ignorancia había causado más
bajas en la lucha por la independencia que las tropas españolas.
Necesario es conocer el desarrollo de Barrio Adentro II, ese
que pasa de los Consultorios Populares a la atención especiali-
zada en los Centros de Diagnósticos y las Salas de Rehabilitación
Integrales, a los que se unieron los de Alta Tecnología, algunos
agrupados en complejos. Estos van más allá de diagnosticar, su
meta es superior, van en busca de mejorar la calidad de vida de los
pacientes. Esta estrategia está acompañada de la formación de los
recursos humanos necesarios, no solo en la Escuela Latinoameri-
cana de Medicina en Cuba, sino también con la universalización de
la enseñanza en Venezuela de la Medicina Integral Comunitaria,
que se basa en un alto nivel científico, rigurosa exigencia docente
y profundo contenido humano. Creo que debemos saldar algunas
deudas y eso trataremos de hacer en días que no alcanzarán aunque
tuvieran 48 horas, pues estos hombres y mujeres de la Brigada
Médica Cubana son incansables y siempre con una sonrisa en los
labios. Los cubanos muestran que en cualquier lugar del mundo
donde se encuentren, luchan por la justicia y por el derecho a la
vida. En Caracas comprobamos algo que caracteriza a las Brigadas
Médicas Cubanas: su afán por superarse cada día más. Las investi-
gaciones tienen tan buenos resultados que ya se efectúan encuen-
tros previos a los Congresos Nacionales en Cuba de las diferentes
especialidades. A los pocos días tuvimos la oportunidad de asistir a
dos de ellos, el de bioingeniería y el de enfermería.
No cabe duda de que la bioingeniería en Cuba se ha desarro-
llado de manera extraordinaria desde que, a finales de la década de
los setenta del pasado siglo, en 1978 se crea la Sociedad Cubana de
18

CAPÍTULO I
la especialidad, que agrupa a aquellos que trabajan e investigan en

el tema; sociedad que luego de la celebración en La Habana, en 1995,
del Congreso Latinoamericano de esta rama de las Ciencias Médicas,
define e impulsa sus objetivos de trabajo. El hecho de ser una isla y
sufrir desde hace casi medio siglo de un bloqueo genocida impuesto
por las autoridades de Washington, ha hecho que se desarrollen las
inteligencias de tal forma que nadie quede sin recibir los beneficios
que ofrece una tecnología de avanzada para el diagnóstico precoz
de enfermedades. El paradigma de estos centros es ese, detectar
a tiempo cualquier patología para una intervención oportuna.
Cuando los bioingenieros y los técnicos se incorporaron a las
Brigadas Médicas Cubanas que laboran en regiones muy apartadas
de diferentes partes del mundo, ya tenían una amplia experiencia
para solucionar problemas con apenas recursos y a costos ínfimos.
Esto constituyó en sí una revolución, para esos hombres y mujeres
no hay obstáculos. Los bioingenieros cubanos cubren todas las
ramas de la especialidad, es su aporte a las ciencias de la vida. Se
trabaja desde el diseño, la producción y la explotación de equipos
médicos, o sea, la gestión tecnológica en los Centros de Diagnóstico
Integral y los de Alta Tecnología, sin olvidar las Salas de Rehabilita-
ción, para luego ir incorporando en una fase superior los hospitales,
el registro de esos equipos, hasta ya su ciclo final que es determinar
si son obsoletos. Hemos visto a estos hombres y mujeres entregar
muchas horas de sueño para poner en funcionamiento equipos que
incluso ya habían sido dados de baja, u otros que no ofrecían servi-
cios por la falta de una pieza que ellos han logrado solucionar. Es
por ello que tanto en Cuba como en otros países se les conoce como
“Los Magos”.
Aunque en menor cuantía, la enfermería dice presente en las
Brigadas Médicas Cubanas, donde demuestra su valía. Atentos
siempre en su trabajo, constituyen un eslabón fundamental en la
recuperación del paciente y en la promoción y prevención de salud.
En un encuentro donde se presentaron los mejores trabajos en
esta rama para seleccionar los que irían al Congreso de La Habana,
llamó la atención la enfermería transcultural. En ella se estudian
19

las diferentes culturas para lograr un binomio perfecto, con el único

objetivo de que cada cual aprenda a cuidar su salud utilizando
también sus costumbres y tradiciones en una simbiosis donde todos
aprendemos. La alta calificación científica de estos profesionales
de la salud la podemos apreciar en los Centros de Diagnóstico Inte-
gral. Hace apenas dos años nadie podía soñar que en los cerros de
Caracas o en la Gran Sabana se brindaran estos servicios completa-
mente gratuitos para la población. Hoy se observa esa maravillosa
comunicación entre el personal de enfermería y los pacientes en
estos centros especializados que llegarán a 600 en todo el país y de
los cuales ya hay más de 550 en funcionamiento.
Una de las labores más importantes de la enfermería en las
Brigadas Médicas Cubanas en Venezuela es su comportamiento en
el Programa de Lucha contra el cáncer-cérvico uterino, que consti-
tuye hoy por hoy una de las primeras causas de muerte en ese país
sudamericano, sin olvidar el cáncer de mama que hace estragos y
que puede detectarse a tiempo si cada mujer conoce cómo hacerse
el autoexamen. En un trabajo paciente, lleno de amor, contribuyen
junto al médico a salvar la vida a miles de mujeres, la mayoría muy
jóvenes, que comprenden la necesidad de hacerse las pruebas
necesarias y seguir los tratamientos indicados sin abandonarlos. La
enfermería se crece en la Misión Milagro, es un paciente especial
que tiene afectado uno de los sentidos más preciados del hombre,
la visión, con el cual hay que tener mucho cuidado en el proceder
postoperatorio para que el proceso culmine exitosamente.
La docencia es fundamental en la Misión Barrio Adentro. Diplo-
mados y maestrías no dejan de estar presentes, incluso la posibi-
lidad de que el personal técnico haga la licenciatura; además, se
ha diseñado un software educativo en acupuntura y fitoterapia.
En todo este quehacer incansable lo más importante es cómo la
enfermería logra humanizar el arte de curar. Nadie puede imaginar
ni remotamente el intenso trabajo que se desarrolla en la Coor-
dinación Nacional de la Brigada, donde las noches y los días se
confunden y los domingos han desaparecido. Ellos merecen
mención aparte pues se han convertido en héroes anónimos que el
20

CAPÍTULO I
pueblo debe conocer. El objetivo inicial era poder palpar de cerca

los resultados en las Salas de Rehabilitación Integral, lo que consi-
deramos una escala superior porque va no solo a la promoción de
salud y la prevención de enfermedades, como línea fundamental,
sino también a la mejoría de la calidad de vida de seres humanos
que tienen derecho a sentirse plenos nuevamente luego de una
enfermedad o un accidente que los dejó discapacitados. Cuando
es tan inmensa la labor, sabemos que aunque no es posible abar-
carlo todo en una simple mirada, hay cosas que no debemos dejar
de tener en cuenta.
En este texto se trata de dar una panorámica de los factores que
prepararon a los especialistas cubanos de la salud para enfrentar
una tarea tan hermosa y compleja como Barrio Adentro en Vene-
zuela. Esta misión llega con el tiempo a constituir una revolución
científica tanto en el campo de la asistencia como de la docencia
a diferentes niveles. En esta oportunidad queremos plasmar el
vertiginoso desarrollo de su primera decáda de existencia, en los
que cada testimoniante se convierte en protagonista porque estos
hombres y mujeres son los que hacen la historia.
Desde el inicio de Barrio Adentro hasta abril de 2013, se habían
realizado en lo que es el Consultorio Popular, más de 600 millones de
consultas, de ellas más de 290 millones se hicieron en terreno, o sea,
visitando a cada familia por las tardes en su casa. Se han salvado en
Barrio Adentro más de 200 mil personas, que de no haber contado
con este servicio cercano a su hogar, no hubieran rebasado la crisis
de una enfermedad y hubieran fallecido. Hasta este momento alre-
dedor de 85% de la población venezolana, está registrado en una
historia clínica familiar e individual en los consultorios populares,
lo que viene a ser el médico de la familia en Cuba. Esto permite
conocer el estado de salud y tener una estadística que lo refleje.
De ahí la posibilidad del desarrollo de la fármaco-epidemiología y
una distribución adecuada de los medicamentos, así como también
trazar estrategias de promoción de salud y prevención de enfer-
medades sobre sólidas bases. Nunca antes Venezuela había tenido
21

un estudio tan vasto y profundo sobre el tema que abarcara todo

el país.
Hasta el cierre de abril de 2013 los indicadores de impacto se
han modificado considerablemente; por ejemplo, la tasa de morta-
lidad infantil en 1998, al triunfar la Revolución Bolivariana, era de
21,4 por cada mil nacidos vivos, en el 2011 cerró con 11,6 por cada
mil nacidos vivos, en general, y en Barrio Adentro 5,7 por cada mil
nacidos vivos. La tasa de mortalidad materna en el 2003 era de 57,8
y en el 2011 ya era de 47x10.000, el índice de bajo peso al nacer en el
2003 fue de 10 y en el 2012 de 8,7. La esperanza de vida al nacer en
1995 era de 71,8 años y en el 2012 de 74,8. Bajaremos de los cerros
de Caracas con los Consultorios Populares a los cuales se suman las
clínicas estomatológicas y las ópticas, veremos surgir los Centros
Diagnósticos y de Rehabilitación Integral, los de Alta Tecnología
que hacen posible el nacimiento de un nuevo Sistema de Salud en
Venezuela en el que la espina dorsal es el Área Integral de Salud
con un perfeccionamiento de la atención primaria nunca antes
conocido en la historia de la humanidad.
La investigación genética para conocer las raíces de problemas
de salud en Venezuela con la Misión José Gregorio Hernández, la
reanimación de los hospitales y el avance de la docencia no solo
en la obtención de la categoría de especialidades como Medicina
General Integral o Rehabilitación Física, sino también en los docto-
rados y maestrías que presentan temas muy interesantes en las
indagaciones, brotan del diario quehacer en la búsqueda del camino
hacia la excelencia en los servicios. Como soporte de toda esta revo-
lución veremos poco a poco la incorporación de la población vene-
zolana en la batalla por la salud como promotores, comprenden que
la victoria es responsabilidad de todos, se convierten también en
protagonistas junto a los especialistas cubanos y los veremos en la
Misión Milagro, la José Gregorio Hernández, en la lucha contra el
dengue. Acuden al llamado para defender el bien más preciado del
hombre: la salud.
22

CAPÍTULO I
Bajemos los cerros

En uno de nuestros primeros viajes a Venezuela pudimos dar
un recorrido por los cerros de Caracas, conversar con los médicos
cubanos y pacientes venezolanos y no dejamos de preguntarnos
cómo era posible que aquellas casas desafiaran la ley de gravedad,
también nos daba la impresión de que dos o tres ocupaban el mismo
lugar en el espacio, sin comentarios de las interminables escaleras.
Después nos dimos cuenta de que era un problema más bien de
supervivencia. La experiencia que habíamos tenido en Guatemala
en subir y bajar montañas por aquellos terraplenes, nos sirvió de
mucho, nos habían curado de espanto las empinadas pendientes
donde ruegas a todos los santos habidos y por haber para que
respondan las gomas de la camioneta y sobre todo los frenos.
Está el hecho de que el 16 de abril de 2003 se inicia Barrio
Adentro en los cerros de Caracas. Ya en septiembre empiezan a
bajar los pioneros que abrirían en todos los estados venezolanos
los servicios médicos gratuitos para todo el pueblo. En octubre de
ese año se cubren las regiones más importantes y en febrero de
2004 ya se completa el país, o sea, esa vanguardia de la Brigada
Médica Cubana tuvo a su cargo el entrenamiento en breve plazo
de los especialistas que llegaban de la isla y que no todos tenían
una experiencia anterior en otros pueblos. Hemos tenido la oportu-
nidad de conversar con algunos de aquellos 54 hombres y mujeres
que asumieron la hermosa misión de la cual ofrecimos bosquejos
en otro libro, donde aparecen especialistas que laboraron en Vene-
zuela como parte del Programa Integral de Salud tras el desastre de
Vargas, en 1999. En pequeños grupos prestaron asistencia también
en Guárico y Lara.
Para nadie es un secreto que el alcalde de Caracas en aquellos
momentos, Freddy Bernal, fue el que propuso al presidente Hugo
Chávez que los médicos cubanos también laboraran en los cerros.
Sabía del alto valor humano de esos especialistas y de su valentía,
pues para trabajar en esos lugares hay que tener el corazón en
medio del pecho. Allí, sin temor a exagerar, el acompañamiento
musical más frecuente es el silbido de las balas y las condiciones
23

de vida son infrahumanas. Cuando uno mira a lo alto, un escalo-

frío recorre nuestro cuerpo. A ese lugar fueron a vivir en casas de
venezolanos los primeros médicos. De la segunda avanzada es el
doctor Julio César Espín, quien recuerda que apenas unos días
después de iniciada su consulta llega un joven con urgencia porque
una hermana tenía un dolor muy fuerte en el estómago y no podía
moverse de la cama. Por mucho que preguntó el muchacho no le dio
ningún detalle y se fueron rápidamente para saber de qué trataba
el caso. Cuál no fue su sorpresa al examinar a la mujer, apenas una
niña, que estaba en un trabajo de parto avanzado. Un embarazo
oculto, la familia desconocía el estado de la joven. Las condiciones
eran muy precarias. Vemos al pasar de los años la huella en el rostro
de Julio al volver a vivir aquel momento cuando tuvo que desgarrar
una bata de casa que tenía a la mano para atar el cordón umbilical
de la criatura, la tijera que le facilitaron daba espanto y se desba-
rató en sus manos. Por si fuera poco luego de un parto feliz, a la
joven le subió la tensión arterial y lo único que pudo ponerle fue
un ámpula de Diazepán. Después de muchos esfuerzos lograron
estabilizarla, pero había que llevarla al hospital para evitar otra
complicación, para eso tuvieron que quitar la puerta de la casa y
utilizarla de camilla para poderla bajar de los cerros. Había salvado
dos vidas con su intervención oportuna y recibió la felicitación de
los profesionales venezolanos que recibieron a la recién parida. El
pequeño Julio corretea por los cerros de Caracas, lleva el nombre de
su médico como justo reconocimiento de la familia al joven galeno,
que por esos días también le naciera su segundo hijo en Cuba.
Casi nos parece imposible ver complejos asistenciales como el
de Las Terrazas de las Acacias, que surge de la nada en estos cerros
para cuidar la salud de aquellos hombres y mujeres que, a pesar
de tener la gran ciudad a sus pies, no tenían ni el derecho a soñar
en ser atendidos por una urgencia médica en alguna de las atil-
dadas clínicas, donde al llegar no preguntan por la dolencia que
les aqueja, sino por la cantidad de dinero en el bolsillo. Casi sin
recursos empezaron su trabajo los médicos cubanos y resolvieron
múltiples problemas de salud con su ciencia y su corazón. No se
24

CAPÍTULO I
tuvieron en cuenta las horas de sueño ni se escatimaron esfuerzos.

La labor en la comunidad es fundamental y eso lo dice la población
cuando expresa que la han enseñado a vivir.
En una brillante mañana caraqueña nos sentamos a conversar
con el doctor José Ramón Rodríguez Morales, un villaclareño que
fungía en estos momentos como coordinador nacional de Barrio
Adentro I, o sea, la base del edificio que es la atención primaria
en los Consultorios Populares. Nos recuerda que antes de Vargas
había otro antecedente que es el Plan Bolívar 2000, una iniciativa
del Ejecutivo Nacional que se hace con el ejército, ellos comienzan
a hacer jornadas de vacunación, de atención médica, de educación.
Por primera vez se abren al pueblo en Venezuela los hospitales
militares que hasta ese momento eran exclusivos para los oficiales
de alto rango. Eso también es un antecedente de Barrio Adentro.
Afirma el profesor que no cabe duda de que la aprobación en
1999 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
desempeñó un papel fundamental. En los artículos 85, 86 y 87, deja
claro la necesidad de tener un Sistema Único de Salud. Por otra
parte deja establecido que el Estado era el máximo responsable de
la Salud Pública y que tiene que garantizar su financiamiento. En
esta nueva concepción la Salud Pública es un derecho del pueblo y
un deber del Estado garantizarla.
Indiscutiblemente la Carta Magna de la República Bolivariana
de Venezuela permite hacer todo lo que se ha hecho. La salud se
convirtió en una prioridad para el Ejecutivo, para la Revolución
Bolivariana, como bien señala el profesor Rodríguez Morales,
quien recuerda que esta experiencia se empezó a diseminar poste-
riormente a todo lo largo y ancho del país. La avanzada estaba inte-
grada por 53 médicos y un chofer que llegan el 16 de abril de 2003
a Venezuela; el 10 de mayo de ese año el presidente del Colegio
Médico Venezolano en aquel momento, Fernando Bianco, firma el
acta que los autoriza a trabajar.
Como exploradores califica el doctor Rodríguez Morales a los
primeros dos médicos que vinieron a preparar las condiciones
de los que irían a los cerros, la doctora Laura Margarita González
25

Valdés y el doctor Antonio Torrealba Pineda. Ellos abrieron el

camino. Tal parece que los vemos unidos en apretado lazo, cubanos
y venezolanos cuando desafían el peligro, suben a los cerros y tocan
las puertas de los Comités de Salud y las organizaciones sociales
de la zona hasta que logran dar ubicación a los especialistas que
llegan de la isla. Días de intenso trabajo por aquellos senderos que
parecen interminables y que en el mejor de los casos imitan una
escalera que puede llevarnos al cielo o a un hospital. Comienza
la experiencia en diez parroquias, en el Municipio Libertador de
Caracas, esa sería la semilla. Al principio se necesitaron poco más
de veinte casas, ya que los médicos andaban en parejas, una caja de
medicamentos, cosas elementales para comenzar, las herramientas
básicas, el estetoscopio, un corazón en el medio del pecho y muchos
deseos de ayudar al prójimo. Disímiles fueron los lugares de
consulta, todos improvisados. Lo mismo podías encontrarlos en la
sala de una casa, en un garaje o en un centro deportivo abandonado,
no faltaron los almacenes que se habilitaron al efecto. Hubo de todo
y con la participación de la comunidad, con su apoyo, se comen-
zaron a resolver los problemas para ubicar a los médicos y estos
a su vez los de salud de la población. Este respaldo fue decisivo.
En una de esas parroquias trabajó en los primeros meses de
Barrio Adentro en los cerros de Caracas el doctor José Antonio
Llovera Ruiz. Este joven que aún no peina canas se dedicó a la medi-
cina, quizás, porque vio morir a una hermanita cuando apenas daba
sus primeros pasos. A pesar de ser de una familia muy humilde de
la zona montañosa del centro de Cuba, la Revolución le dio la posi-
bilidad de estudiar y hoy tiene dos especialidades médicas y no se
detiene en la investigación. Participó en la búsqueda de espacios
para dar consulta, para ir ubicando a los médicos, estuvo alrededor
de un mes en esa parroquia y no olvida sus temores por la historia
tristemente célebre de los cerros de Caracas, sus malandros, como
llaman a los delincuentes que también forman parte de la deuda
social. Era difícil familiarizarse a los habituales tiroteos, los fuegos
artificiales y los petardos que nos hacen levantar del asiento así
estemos acostumbrados, mucho más cuando venimos de un país
26

CAPÍTULO I
como Cuba donde reina la tranquilidad ciudadana. Para todos es

impresionante llegar a esa zona.
De noche las luces de los cerros nos hacen pensar en gigan-
tescos árboles navideños capaces de encerrar, en vez de alegría,
dolor y sufrimiento. De ellos conversamos con el doctor Llovera
cuando le vienen a la memoria esos primeros días. En una noche
cerrada tocaron a su puerta dos señoras, madre e hija, en horas
intempestivas, venían a buscarlo porque el hombre de la casa
estaba en muy malas condiciones, apenas se podía mover y las
amenazaba con suicidarse, no podían controlar su gran alteración.
La desesperación de aquellas mujeres se reflejaba en cada átomo
de sus cuerpos. Sin pensarlo dos veces se olvidó de todas las reco-
mendaciones de no abrir la puerta de la calle a nadie de noche y fue
en busca del enfermo.
Al llegar a la humilde vivienda se dio cuenta de inmediato que el
hombre lo que tenía era una abstinencia a las drogas, las cicatrices
de los pinchazos en los brazos eran más que elocuentes. Solo luego
de insistir varias veces logró administrarle un sedante al paciente
después de tomarle la tensión y se retiró cuando las cosas habían
vuelto a la normalidad. El drogadicto tiene un estado sicológico que
ronda con la locura, el paciente no tiene conciencia de las altera-
ciones en ese momento, tiende a hacer cosas irracionales, es muy
difícil para el manejo familiar con todas las implicaciones que tiene
en la dinámica del hogar, de ahí que necesite la ayuda de un espe-
cialista hasta que desaparezca la crisis. Ya nos imaginamos que la
reprimenda por su indisciplina no fue nada fácil porque, al menos,
debió haber buscado la compañía de otro cubano.
La droga es uno de los problemas de salud que tiene Venezuela.
Luchar contra este flagelo de la humanidad es difícil pero no impo-
sible. Es un azote para la juventud aunque lo más preocupante
son los niños que se inician por esos tortuosos caminos, de ahí la
necesidad de un trabajo profundo en lo que a promoción de salud y
prevención de enfermedades se refiere y que desarrollan con éxito
en Barrio Adentro. Cuánto dolor puede evitarse solo con un poco
de conocimiento. Recordamos otro caso completamente diferente
27

cuando al llegar a un humilde hogar vimos a una madre, muy joven

todavía, con cuatro hijos, tres varones y una niña. Los tres primeros
han heredado la enfermedad de Hunter y su pronóstico de vida es
reservado, pues no solo ataca las articulaciones, sino también los
pulmones y el corazón. En la forma severa de la enfermedad muy
pocos llegan a la adultez. Los hombres son los que la padecen, las
mujeres generalmente son solo portadoras.
Aquellas caritas inocentes llegan al alma, los médicos han
logrado mucho dentro de las posibilidades terapéuticas y cuando
llegas, sin apenas lugar para sentarnos, olvidamos el entorno y
vemos cómo los pequeños abrazan y besan a su doctora cuyos ojos
se nublan cuando esboza una tierna sonrisa. Estos se han conver-
tido en sus hijos venezolanos. Pacientes y familiares califican de
maravilloso el trato de los especialistas cubanos, reconocen el valor
de una sonrisa y hablan de la diferencia, pues antes, si podían ir a
un médico, en ocasiones además de sentirse mal, los recibían con
indiferencia y parecía que estaban amargados.
En el Sistema Nacional de Salud en Venezuela tienen ambula-
torios rurales, que los clasifican en tipo 1, 2 y 3, los urbanos en tipo
2 y 3. La denominación está en dependencia de la población que
atienden, del nivel de complejidad que puedan tener, los equipos
que están montados, los servicios que prestan. Esa es la red ambula-
toria venezolana. Está el sector público y el privado. El sector estatal
tiene al Ministerio de Salud Pública, el Seguro Social con hospitales
y clínicas, así como otras instituciones que cubren a todos los traba-
jadores del sector como el de educación, también está el sistema
de salud del Ejército. El sector privado generalmente lo que tiene
son clínicas y hospitales. Están también los sistemas de salud que
han creado las gobernaciones descentralizadamente. De los 24 hay
17 estados que se subordinan al Ministerio de Salud Pública, los
demás son autónomos.
Una curiosidad que encontramos al dar una vuelta por el país
es que por doquier vemos en las consultas la silla amarrada a la
mesa porque el paciente tiende a quitarla de allí y ponerla frente al
médico, para la parte de atrás. Los médicos cubanos ponen la silla
28

CAPÍTULO I
a su diestra para poder tomarle la presión y examinar al paciente.

Eran los primeros tiempos de Barrio Adentro cuando visitábamos
los Consultorios Populares, no los que existen hoy, sino aquellos
improvisados en las casas o en locales adaptados ya que la pobla-
ción no debía esperar a que estuvieran todas las condiciones.
Colocar la silla frente al médico era un instinto, estaban acostum-
brados a que el especialista ni siquiera los tocara, todo era a larga
distancia. El paciente venezolano se iba muy impresionado de la
consulta, salía y le contaba a los que estaban fuera cómo lo palparon,
cómo lo examinaron, porque el médico venezolano no acostumbra,
es más bien una relación de interrogatorio; qué se sienten, qué es lo
que les duele. Mandaban una placa u otros exámenes si lo enten-
dían necesario, un electro, en fin, un enfoque biológico de la medi-
cina, violan el paso del examen físico, tan importante dentro de la
medicina cubana. Está demostrado por décadas de práctica que
entre 80 y 90 % de los problemas de salud se resuelven con un buen
interrogatorio y un excelente examen físico, de esta forma se puede
llegar a un diagnóstico presuntivo, pero ese médico tiene que tener
a sus espaldas un arsenal diagnóstico y terapéutico al servicio de la
comunidad que vendría más adelante y que permitió el nacimiento
del Área de Salud Integral Comunitaria.
En nuestro recorrido por valles y montañas llegamos a Barinas,
donde tenemos ante nosotros un paisaje increíble por su hermo-
sura que traspasa los límites de lo que puede transmitirse en un
lienzo. La carretera bordea el río que guarda alegría y sinsabores
porque puede traicionarnos en ocasiones. Allí en esa naturaleza
semisalvaje nos fuimos a la casa de Felipe, muy humilde pero llena
de amor, una familia que fue marcada por la tragedia cuando de
pequeño, este joven que nos recibe con una amplia sonrisa, se tiró
en las límpidas aguas sin saber calcular su profundidad y salvó la
vida pero quedó paralizado para el resto de sus días cuando apenas
entraba en la adolescencia. Su familia con mucho sacrificio pudo
cubrir los gastos de las operaciones necesarias de emergencia, la
columna vertebral estaba seriamente dañada, el accidente lo dejó
29

postrado, sin apenas sostener la cabeza y a todos sumidos en la

desesperación.
Trece años tuvo que esperar para que se abrieran las espe-
ranzas. Durante ese tiempo Felipe apenas tenía comunicación con
sus padres y su hermano, y la alimentación se hacía muy difícil.
Llegó Barrio Adentro y el especialista del Consultorio Popular
detecta el caso cuando realiza el terreno y comienza su tratamiento
con el experto en Cultura Física. Poco se podía hacer pero siempre
se logró algo. Cuando se abre la Sala de Rehabilitación Integral,
remite el caso de inmediato luego de los exámenes necesarios para
conocer su estado de salud general y es ahí cuando se aúnan la
voluntad y la ciencia en un tratamiento intensivo. Durante más de
un año no solo recibe atención en la Sala de Rehabilitación Integral,
también en la casa. La familia, asesorada por los expertos cubanos,
construye de manera rudimentaria los equipos necesarios para los
ejercicios del joven, lo que permitió que se intensificaran siempre
bajo la guía de los especialistas.
El amor de la familia fue un pilar para Felipe, en todos esos
años no lo abandonaron y lograron que no perdiera el deseo de
vivir, lo que contribuye favorablemente en su recuperación, ya el
joven no solo mantiene una conversación sino que ayuda a dirigir
la economía de la casa de forma muy acertada. No obstante estar
postrado en una cama, puede sentarse y mantener en posición
erecta la cabeza sin dificultad; aunque no camina, ya sus piernas
responden a estímulos. Es como si hubieran cambiado a un hombre
por otro. Para el día, los padres y el hermano le han construido un
cuarto muy rústico pero fresco, para que Felipe esté mucho más
cómodo; ahí trabaja y se supera pues sabe que la vida le puede dar
todavía muchas sorpresas, tiene un camino que recorrer gracias a lo
que el Gobierno Bolivariano ha puesto a la disposición del pueblo
venezolano y a esos especialistas cubanos que ponen su corazón y
sabiduría en la obra. Sabemos que no volverá a caminar y nos duele
no solo pensar todo lo que se hubiera recuperado Felipe si hace
trece años hubiera tenido acceso a esos servicios de rehabilitación,
sino en los que no tienen a quién acudir en el caso de un accidente.
30

CAPÍTULO I
Esta es la reflexión del joven fisiatra pinareño, Leovy Edrey, quien

sin dejar de dar consulta dirigía la especialidad en Barinas.
En estos primeros tiempos de Barrio Adentro había que ver las
caras de asombro de aquellos hombres y mujeres cuando el médico
les palpaba el cuello y les pedía que abrieran la boca, mucho más
cuando los mandaban a acostar en la camilla. En cuanto a los
exámenes ginecológicos tienen su historia, hubo hasta quien se
acostó boca abajo para que le pusieran un espéculo. Ciertamente
en un inicio, además de prejuicio acerca de los cubanos, acerca de
la misión, no era raro que cuando el médico tocaba a la puerta de la
casa, para conocer el estado de salud de la familia, lo rechazaran,
más que todo por falta de costumbre. Para esa población era incon-
cebible que un especialista fuera a buscarlo para medir su tensión
arterial o poner tratamiento a algún proceso infeccioso. Para excu-
sarse decían que ya tenían su médico, que no necesitaban otro.
En el estado venezolano de Anzoátegui, uno de los más bellos
del país cuando hablamos de zonas como Puerto La Cruz, cono-
cimos a la doctora María Isabel González Yu, también de las
pioneras en la extensión de Barrio Adentro, quien recuerda que el
Alcalde los recibió al llegar y los alojó en la casa de su mamá. Eran
tres colaboradoras en una vivienda pequeña, no cabían, tenían
que hacer maravillas para no chocar pero sobraba corazón. Allí
estuvieron más de un año hasta que se trasladaron a la parroquia
Chorrerón. Su descripción de aquel momento es impresionante,
recuerda todos los detalles de la situación política venezolana
cuando el Referéndum Revocatorio, era como si al país lo atrave-
sara un tornado. La mayoría de los territorios donde se inició la
Misión Barrio Adentro eran vírgenes en atención médica. Nunca
antes ningún gobernante se había ocupado de la salud del pueblo.
No había condiciones para los médicos cubanos, a veces no tenían
dónde descansar, dormían en chinchorros, una especie de hamaca,
y los espaguetis y las sardinas se volvieron la comida habitual, por
lo que muchos pasaron hasta hambre. El regalo para ese fin de año
fue una cama recibida con honores principescos.
31

A María Isabel le costó mucho trabajo adaptarse, las lágrimas

eran frecuentes, había mucha drogadicción en la zona donde fue
a trabajar y el Alcalde le puso hasta una persona que la custodiara
para que no le pasara nada a la doctora. No olvida el día que un
delincuente trató de propasarse con ella para abrazarla y besarla,
por suerte la señora de la casa intercedió y el hombre salió de la
consulta como alma que lleva el diablo. Fueron momentos muy difí-
ciles, la población no tenía ni la más mínima noción de lo que era
un cubano, se asombraban cuando veían blancos porque pensaban
que todos eran negros, no tenían noción de que Cuba era un país,
una isla, con diferentes hábitos y costumbres. La convivencia no fue
fácil pero los enseñó a todos. Recuerda a un paciente que todos los
días cuando pasaba para ir a la consulta escupía y ella bromeando
le decía que se iba a deshidratar porque la iba a tener que ver por
largo tiempo. Era una población muy difícil de trabajar, no obstante
a eso los apoyaban, aunque muchos no los dejaban pasar a las
casas, de hecho es una población que no está acostumbrada ni a
decir buenos días, mucho menos dejarlos entrar. Hacían el trabajo
de terreno de pie, en la puerta de la vivienda.
Hubo parroquias donde la población fue muy favorable a los
médicos cubanos como en la que fue ubicada la doctora Beisy
Pereira, aunque al principio por el miedo estuvo como tres meses
sin salir sola ni siquiera a un comercio, esperaba por alguien de la
casa o del Comité de Salud. Ella nos narró, cuando nos sentamos
apretados en su consultorio, que los habitantes de la zona, a
pesar de que no sabían que habían llegado los médicos cubanos
les abrieron, no solo las puertas de sus casas, sino también las de
su corazón. Fueron muy pocos los que los rechazaron y hasta los
opositores se acercaron ya que sentían mucho respeto hacia la
ciencia en Cuba, tenían sus ideales pero sabían que los médicos
cubanos eran buenos. Se sonríe y recuerda a un paciente con una
úlcera varicosa en un miembro inferior que llevaba varios años
con esa dolencia y lograron curarlo. Era una persona que no quería
saber de los médicos cubanos. La señora que los acogió en la casa
le insistía todos los días para que se atendiera con ellos, incluso los
32

CAPÍTULO I
médicos fueron a visitarlo a la casa y al final lo convencieron que se

tratara. Era de esperar, después que le curaron la pierna vive eter-
namente agradecido a los especialistas cubanos y aunque nunca
hablaron de política cambió su forma de pensar.
Los tiempos son otros. Barrio Adentro ha crecido y las visitas de
terreno ya no son solo para saber el estado de salud de la población,
la misión es otra, hay que buscar entre la población aparentemente
sana para prevenir, no se abandona el trabajo comunitario y se unen
en los Festivales por la salud, la cultura y el deporte. La verdad se
fue imponiendo. Ellos salían de la consulta diciendo cómo el médico
los escuchaba, qué bien los trataba, lo que fue creando un ambiente
favorable en la población, las anécdotas del niño que le salvaron la
vida, de aquel que vino deshidratado y con sales de rehidratación
oral lo reanimaron, la persona que vino con una hipertensión y se la
controlaron, o simplemente el paciente que está en la casa porque
no puede trasladarse a la consulta y fueron y le pasaron una sonda
que necesitaba.
Esos pormenores que son tan cotidianos en Cuba eran cosas
trascendentales para ellos, porque cualquier mínimo detalle de ese
tipo en cualquier clínica venezolana les costaba una fortuna y en
Barrio Adentro no les cobraban un centavo y les salvaban la vida.
Eso se fue de boca en boca corriendo por todo el pueblo, ya a los
15 o 20 días de ese médico llegar a una parroquia, tenía todas las
mañanas sentados fuera de la consulta a 50 o 60 personas, unos que
venían enfermos, otros que venían a comprobar si lo que le habían
dicho era cierto y otros que venían con la familia completa, los siete
u ocho muchachos, la mamá y el papá, porque todos querían verse
con el médico.
Solo el tiempo, la labor esmerada de los médicos cubanos y su
impacto beneficioso en la salud de la población cambiaron esos
conceptos erróneos mucho más rápido que lo que nadie pudo
suponer. Viendo el trabajo de los médicos, su consagración, se
fueron desmitificando todas esas ideas que tenían contra ellos, de
que si eran paramilitares, guerrilleros o simplemente paramédicos
sin apenas preparación. Los cubanos son especialistas en Medicina
33

General Integral. Es el hombre que conoce una ciencia que está

constituida que se llama Medicina General Integral, que atiende al
individuo en su medio social, en su comunidad y que tiene un nivel
de actuación profesional que le permite resolver la gran mayoría
de los problemas de salud, al que se incorpora con el nuevo modelo
de la ASIC, Área de Salud Integral Comunitaria, se profundiza a
niveles insospechados.
En aquel momento la campaña mediática de la oposición era
fortísima, no había contrapartida de la parte venezolana, tenían
un solo canal de televisión y no hubo posibilidad de hacer contra-
ataque. Quien lo logró fue el ejemplo, la consagración de los profe-
sionales cubanos, la entrega en los barrios, ese nuevo paradigma de
médico que no existía en Venezuela donde la salud del hombre es lo
fundamental y que la población veía por primera vez. La campaña
de los poderosos medios de comunicación masiva al servicio de la
oligarquía fue derrotada por el rumor popular, el pueblo se encargó
de echar por tierra todas las calumnias y llegó un momento en que
ya no tenía razón de ser y fue desapareciendo, aunque ha cambiado
la forma y los ataques no dejan de ser sutiles y llenos de veneno.
Esto ocurrió no solamente en los cerros de Caracas, en todo el país
la oposición sembró la semilla de la desconfianza para fraguar el
fracaso del programa bolivariano, sin darse cuenta de que solo
cavaron su propia tumba pues la historia muestra que no se puede
tapar el sol con un dedo.
Como en una cascada

Barrio Adentro crece de forma vertiginosa como una gigantesca
cascada. Primero, en septiembre de 2003 comenzaron a abrirse los
Consultorios Populares, en Zulia, Carabobo, Miranda, en los estados
más necesarios del país. Se decidía abrir en Barinas y Monagas, allí
mandaban un grupo de tres, cuatro compañeros que constituían la
coordinación en aquel momento, haciendo lo mismo que se hizo en
los cerros de Caracas, con los Comités de Salud. Con la ayuda de
algunos líderes de la comunidad se estudiaba dónde irían a vivir los
médicos y ofrecer sus servicios. Así se abría una parroquia, después
34

CAPÍTULO I
otra, así en cascada se fue creando la Misión Barrio Adentro. Los

coordinadores llegaban primero, luego de 15 días ya encontraban
las ubicaciones y venía el resto de la avanzada. Los primeros, luego
de que iban adquiriendo habilidades fueron coordinadores en
otros estados. Todos eran especialistas en Medicina General Inte-
gral y provenían del PIS (Plan Integral de Salud), un grupo impor-
tante de Guatemala, Honduras, países centroamericanos donde se
inició ese programa. Esto le permitió avanzar porque ya tenían la
experiencia anterior en un país extranjero en condiciones difíciles
y entrenar a los que asumían la responsabilidad por primera vez.
En estos momentos hay en Venezuela 6.962 Consultorios Popu-
lares. Cuando hablamos de esa cantidad hablamos de la estructura
física, pero hay 750 puntos de consulta, lo que suma 6.962.
A todos viene a la mente aquellos primeros tiempos con la
avanzada de salud que llegó al estado Barinas, tierra natal de Hugo
Chávez, cuando Barrio Adentro bajó de los cerros de Caracas y como
lava prodigiosa se extendió por todo el país. Para estos hombres y
mujeres todo era diferente a lo que estaban acostumbrados, tenían
que sentar las bases para la Atención Primaria en salud y llegar con
los servicios hasta los lugares más intrincados. El secreto encanto
de los llanos venezolanos nos llega a todos por igual, la mirada se
pierde en el horizonte al tratar de penetrar la cordillera montañosa
que le sirve de fondo. Este es el escenario en el que se desenvuelven
los médicos cubanos en el estado Barinas donde han logrado salvar
alrededor de dos mil personas al rescatarlas de una muerte segura
sino hubieran tenido atención médica.
Necesario es hacer un diagnóstico de los principales problemas
de salud de una comunidad que muchas veces era virgen. Pacientes
que nunca antes se trataron ni siquiera con un paramédico y ahora
el especialista los visita en su casa y se interesa sobre sus estados de
salud y si tenían algún tratamiento por alguna enfermedad. Es de
imaginar el estupor que llevó a algunos al escepticismo e incluso al
rechazo. Así, fue en el estado Barinas donde el doctor José Antonio
Llovera llegó con otro grupo de especialistas el 7 de noviembre de
2003 para trabajar en dos parroquias, de las cuatro del Municipio
35

Obispo, que estaban muy alejadas, La Luz y El Real, el guía fue

un concejal quien los ubicó cuando eran ya como las dos de la
mañana, buen tiempo si tenemos en cuenta que el arribo al lugar
fue a medianoche. No había ni donde dormir, casi tuvieron que
invadir una construcción que estaba abandonada, rápidos en sus
decisiones tomaron aquello como lugar de consulta y dormitorio.
Se habilitó más tarde cuando los vecinos fueron donando cosas, un
escritorio para dar la consulta, sillas, cortinas para la privacidad de
los pacientes. Eso fue lo que estuvo funcionando como consulta casi
como tres años.
Quisimos conocer los inicios del doctor Llovera cuando vivía
en Barinas en la casa del concejal, Alexis Álvarez. El alcalde en
aquel momento no fue ni siquiera a recibir a los médicos cubanos
por diferencias políticas y él fue el que se ocupó de Barrio Adentro
con una posición muy digna. No solo los acogió en su hogar, donde
vivían también la esposa y tres niños pequeños, sino que también
utilizaba su auto particular para las gestiones que requería el caso.
Es una casa pequeña y tuvieron que dormir los cuatro médicos en
literas con un calor muy parecido al del trópico pero sin la refres-
cante brisa, el mes que vivieron con ellos es inolvidable por el amor
con que fueron recibidos. Después la Alcaldía les rentó una vivienda
y pudieron independizarse siempre con el apoyo de la población,
que cooperó hasta con perolas, que es como le dicen en Venezuela a
las cazuelas, preocupada por el bienestar de los especialistas.
En ese primer momento se abrieron 16 puntos de consultas. No
eran en realidad consultorios, sino locales adaptados o en casas de
viviendas, este fue un gesto muy bonito pues ellos dieron una habi-
tación de la vivienda para que se atendieran los enfermos, general-
mente era la sala. Así fue como se empezaron a dar los servicios, sin
apenas medicamentos, distribuyéndolos ellos mismos y con mucho
trabajo, pero lo lograron. Uno de esos venezolanos que prestaron su
colaboración desde el inicio en Barinas fue Juana Barreras quien
nos obligó a sentarnos mientras la hija nos preparaba un sabroso
café cubano como lo hacían las doctoras que vivieron con ella
durante cinco años. La zona donde está ubicada la humilde vivienda
36

CAPÍTULO I
es la Urbanización José Antonio Páez, pero todo el mundo la conoce

como Los Pozones porque antes en el lugar había muchos huecos,
pozos grandes, enormes como los calificaban ellos y tenían razón
pues de noche no podías aventurarte sino querías que se desbara-
tara el esqueleto en una caída.
Ella nos narra los trabajos que pasaron para adaptar un lugar
para las consultas de Barrio Adentro, un kínder abandonado
que no le quedaba en pie ni una puerta. Cuando llegaron las dos
doctoras cubanas que trabajarían allí empezaron a limpiar hasta
que lo dejaron todo como una tacita de oro luego de varios días.
A pesar de todos los esfuerzos las autoridades locales vinieron a
decirles que no había permiso para la utilización de la propiedad
pero Juana les dijo que de todas formas se iniciarían las consultas
y se fue para su casa a quitar los muebles de la sala y prepararla,
sin dejar de repetir que no se dejaría llevar los médicos que habían
venido para ayudarlos, es un sentido de pertenencia increíble. Con
una amplia sonrisa nos refiere cómo habilitaron el lugar con unos
trastes viejos, la gente iba y salía con tratamiento. Empezaron con
una mesa que se caía pero después la comunidad fue cooperando
poco a poco hasta que todo estaba bonito, ya en estos momentos los
consultorios son una maravilla.
Por Los Pozones es fácil encontrar a Juana camino al consul-
torio llevando café a los médicos, su mano amiga se tiende siempre
para ayudar a los viejitos en el Círculo de Abuelos que dos veces a
la semana se reúnen con la terapista para hacer ejercicios y que les
hablen de salud como calidad de vida no como ausencia de enfer-
medad. Barrio Adentro para ella es un éxito, los conoce a todos, ya
sabe hasta un poco de medicina, está pendiente del más mínimo
detalle para que se sientan bien atendidos cuando van a la consulta.
Siempre pregunta porque quiere saber mucho más aunque tenga
nietos en la universidad. El conocimiento siempre es importante,
nos dice. Con ellos se incorporó durante la residencia de Medicina
General Integral la doctora venezolana María Eugenia Sanabria,
que aunque ya se hizo especialista, los visita y recuerda cuando
todas las tardes salían a hacer terreno y visitaban casa por casa para
37

rescatar enfermos que dejaron de ir a la consulta sin estar comple-

tamente curados.
Esto para Juana es maravilloso y nos habla del primer censo
que realizaron las doctoras, apenas llegar, que les permitió tener
una idea de los principales problemas de salud de la zona, lo que
hizo posible que iniciaran las audiencias sanitarias en la población
con los temas más importantes. En una calurosa tarde, sentados
en el portal de la casa de Juana, la doctora María Eugenia nos dice
con una sonrisa que la calidad humana del médico cubano es envi-
diable, eso permitió que se fueran ganando la confianza de los
pacientes. Agrega que cuando ella llegó al consultorio los enfermos
no querían que los atendiera, preferían a la especialista cubana.
Poco a poco aprendió a ganárselos con mucho cariño y compren-
sión. Desde los inicios se convirtieron en una gran familia. Estuvo
con las doctoras Elsa Sánchez y Yanet Font, a las que califica de
excelentes profesionales, con una calidad humana extraordinaria,
muy inteligentes, muy dadas a su comunidad, muy trabajadoras,
un ejemplo de personas, afirma con voz entrecortada porque las
amigas terminaron su misión y regresaron a Cuba pero siempre
están en su corazón.
Con ellas compartió conocimientos, trabajo, alegrías y tristezas,
aprendió a hacer el famoso congrí cubano que pudimos saborear,
pero sobre todas las cosas comprendió que el paciente no era un
cliente, sino una persona que sufre y que podía aliviar sin esperar
a cambio nada más que una sonrisa que es la mayor satisfacción.
En la conversación nos quedamos asombrados del interesante
intercambio de culturas que se ha desarrollado con el devenir del
tiempo, todos han aprendido a conocer más profundamente la
patria de José Martí y la de Simón Bolívar. Algo relevante para ella es
la colaboración que han prestado los cubanos en cualquiera de las
áreas médicas. Ese tipo de asistencia integral es un mundo nuevo
que descubrió a pesar de que ya llevaba varios años de graduada.
La comunidad siempre se ocupa de ellos para que no les falte en la
consulta el vasito de agua, el cafecito y lo más importante, el agra-
decimiento reflejado en miradas que valen más que mil palabras.
38

CAPÍTULO I
Recuerda cuando llegaron los médicos cubanos en el 2003. En aquel

entonces no estaban las estructuras como están en la actualidad los
Consultorios Populares. Se colocaban puntos de consulta, es decir,
podía ser una casa, o un local que estuviese destinado y que tuviese
las condiciones, por lo menos mínimas, de colocar el servicio. Allí
empiezan los médicos cubanos, generalmente lo hicieron tanto en
la ciudad como en las zonas rurales, como ya hemos señalado.
María Eugenia es de Monagas pero vive en Barinitas, un muni-
cipio de Barinas, allí empezaron a trabajar las doctoras Yuriel y
Maité, que en un local improvisado colocaron un colchoncito en el
piso para dormir con un triste ventilador y en un saloncito al lado
se habilitó el consultorio con unos escritorios y las condiciones
mínimas para recibir a los pacientes. Eran tiempos en que se corría
la voz de que los cubanos no eran médicos siquiera, mucho menos
especialistas, hubo enfrentamientos y esta vanguardia de los profe-
sionales venezolanos salió a las calles a proyectar la imagen de los
colegas cubanos, su nivel de conocimientos. Queríamos saber de
sus experiencias en la comunidad, esas visitas al hogar que nunca
antes ella practicara. Con la pasión que la caracteriza recuerda que
en una oportunidad llegaron a una casa para visitar a un paciente
diabético del cual conocían su dolencia pero no las condiciones
infrahumanas en que estaba viviendo, tanto desde el punto de vista
del abandono familiar como del abandono personal, en un hacina-
miento total, las condiciones ambientales inadecuadas totalmente,
una descompensación desde el punto de vista de su dolencia, nefro-
patía y retinopatía ya diabética. Empezaron a recuperar al paciente,
le daban charlas de cómo debía cuidarse y vigilar los niveles de
azúcar en sangre. Iba con su tutora en días alternos a ver si había
modificado ese estilo de vida, trabajaron desde el aseo personal
hasta los hábitos alimenticios. La calidad de vida del paciente fue
mejorando increíblemente, consiguieron que la Alcaldía del Muni-
cipio Bolívar le suministrara la dieta de alimentos necesarios. La
mejoría es tal que sigue compensada su diabetes y no se desarrolló
la insuficiencia renal.
39

También la impresionó mucho un paciente con un Hansen, más

conocido por lepra. Este tenía una úlcera en el pie izquierdo tan
fétida que solo él podía soportar el mal olor que había en toda su
casa, era increíble. Comenzaron su tratamiento y lo incorporaron a
la Dirección Regional de Salud, a la parte de dermatología sanitaria.
Allí se le suministraron los medicamentos que necesitaba, que son
muy específicos. Iban todos los días a su casa a curarle el pie, hasta
la limpiaban ya que la familia lo había abandonado. Al mejorar su
parte física, con la úlcera casi cicatrizada, lo incorporaron al estudio,
aprendió a leer y escribir lo que le permitió informarse sobre su
enfermedad y realizar una vida normal, hoy en día está compen-
sado y no deja de señalar que entre otras cosas conoció a personas
más humanas. Ve a los médicos como unos dioses.
En Barinas no podíamos dejar de conversar con el doctor Félix
Gómez Hernández, Coordinador de Barrio Adentro en el estado
en aquel momento, quien luego de ofrecernos un aromático café
negro, muy a lo cubano, nos refiere que uno de los primeros logros
de la Brigada Médica Cubana en el territorio es la prestación de
la atención médica al 100% de la población, 87,5% en los consul-
torios populares y el resto en los operativos que se organizan por
el Gobierno para las personas que viven dispersas en lugares muy
distantes, cerca de la frontera con el estado Táchira, que realmente
son zonas selváticas. Entre los logros también tienen la Misión
Milagro, que ha devuelto la visión a un grupo de personas que ni
lo soñaron en el pasado. Llevaban muchos años sin ese preciado
sentido en la mayoría de los casos por una simple cataratas.
Nos narra el profesor Félix que todo momento ha tenido su
característica, su peculiaridad, tiempos difíciles como el golpe de
Estado o el paro petrolero en Venezuela, durante los cuales no se
dejó de prestar atención médica a la población. Primero fueron los
puntos de consulta, luego los Consultorios Populares a los que se
unieron las ópticas y las clínicas estomatológicas que ellos mismos
construyeron, como albañiles. En muchas ocasiones, han hecho de
todo, tanto de médicos como de constructores, ahí es donde siempre
se destaca el cubano en los momentos difíciles, no se queda de
40

CAPÍTULO I
brazos cruzados. En Barinas vivió y ejerció su profesión de abogado

Cristóbal Hurtado de Mendoza, o Cristóbal Mendoza, como prefirió
llamarse, primer presidente de Venezuela. Fue una de las primeras
regiones en apoyar a Caracas en su movimiento del 19 de abril de
1810 y fue también un bastión de los patriotas durante la guerra
de Independencia, durante la cual perdió casi toda su población y
riquezas. El pueblo barinés, fiel a la tradición llanera, alberga en sus
tierras muestras de sus orígenes y participación en la historia.
Cuando seguíamos viaje se nos acercó un paciente, hicimos un
alto en el camino, se trata de Gilberto Osuna quien con un lenguaje
sencillo y claro nos explica cómo él es una de las personas que está
viva gracias a los médicos cubanos. Subraya que cuando los espe-
cialistas llegaron a su tierra no les gustaba trabajar en la ciudad,
sino en las zonas rurales bien apartadas que es donde él vive. Con
énfasis nos dice que ellos se desenvuelven en cualquier área, pero
les gusta mucho la medicina preventiva porque permite solucionar
los problemas de salud sin tener que llegar a los medicamentos en
la mayoría de los casos. Agrega:
Para uno ir a una clínica uno necesita un dineral, únicamente para

que el médico nos recete más, no para curar, para poder hacer ese
cambio viene el desinterés de esa maravilla de los dos presidentes,
desde aquí un saludo para Fidel, que se nos mejore pronto, que
vuelva otra vez, a Chávez que Dios y la Virgen me lo acompañen.
Nos dice con una sonrisa picaresca que ellos no copian el

modelo cubano, sino que traen las cosas buenas que les pueda dar
Cuba que ayuda también a otras regiones del mundo como África,
sin temer a que les dé una enfermedad. A los venezolanos les tendió
la mano amiga. A pesar de ser un país bloqueado por más de medio
siglo tiene mejores condiciones para el pueblo, porque a Vene-
zuela, antes de Chávez, no le habían garantizado nunca la salud,
la vivienda, la educación y el trabajo, parecía que este último se lo
habían secuestrado, lo que poco a poco están devolviendo con el
Gobierno Bolivariano.
41

A Osuna, como todos lo conocen, se le presentó un problema de

salud, cáncer de colon, que requería de una intervención quirúr-
gica urgente. Con la ayuda de Barrio Adentro y del Gobernador, fue
trasladado a Cuba en menos de nueve días con un acompañante
donde estuvieron más de diez meses en un hospital de primera que
no les costó un centavo, como afirma. Para su seguimiento ya ha
ido a la isla en otras dos ocasiones pero por menos tiempo. Acotó:
“He mejorado un cien por ciento. Gracias a Dios, gracias a los dos
Gobiernos, al de Cuba y al de Venezuela, a los dos presidentes. Los
médicos del Consultorio Popular de Barrio Adentro siguen el caso”.
Osuna tiene en sí el alma del llanero. Cuando empieza a
despuntar el alba, a las cuatro o cinco de la mañana, sale en su
caballo a recoger el ganado para ordeñar antes de las seis y llevar
las vacas de nuevo al pasto. A las cuatro de la tarde las acopian
para volverlas a ordeñar y que duerman en sus pesebres. Le gusta
mucho una coleada, agarrar al toro por la cola y tumbarlo, sabe que
ya no lo puede hacer pues tiene que cuidarse, pero escucha el arpa
cantándole a los llanos, lo cual lo reconforta. Siempre le acompaña
su sombrero y su caballo, y está muy contento de haber tenido un
presidente llanero con mano dura, sin miedo y sin complejo, que le
dijo al imperialismo que no va a meter las narices en Venezuela con
la Revolución Bolivariana. Seguimos camino a Monagas.
En esta avanzada que bajó en cascada de los cerros de Caracas
estaba el doctor José Ramón Rodríguez Morales que recuerda
como si fuera hoy cuando llegaron a esa zona el 8 de noviembre de
2003, apenas 24 horas después que aterrizaran en Caracas desde
La Habana. Fueron el segundo grupo de 50 colaboradores que
llegó a esa región que lleva su nombre en honor a José Gregorio
Monagas, conocido como el Lincoln venezolano porque durante su
período presidencial firmó el Decreto de Libertad de los Esclavos,
el 25 de marzo de 1857. Fue uno de los hombres de Simón Bolívar
y ferviente partidario de la Gran Colombia. Tuvo la gran suerte en
esa etapa inicial de estar con su esposa, la doctora Milagros García.
Al día siguiente llegaron a buscarlos de un barrio en el casco de
la capital del estado, Maturín, necesitaban la presencia de médicos
42

CAPÍTULO I
en un sector denominado Brisas del Orinoco. Todos los esperaban

con grandes expectativas, lo que reinaba era la curiosidad, tan mal
se hablaba de los cubanos en los medios de comunicación masiva
al servicio de la oposición que tal parecía que esperaban a indios
con taparrabos. Cuál no sería la sorpresa reflejada en sus rostros
ante la sencilla y elegante pareja que no tardaría en ganarse su
confianza y amor. Como a las cuatro de la tarde llegaron a la casa
de Luisa donde vivieron varios meses. Los esperaba un sabroso
salcocho, símil de la cubanísima caldosa, que por cierto, a nosotros
nos hizo temblar cuando nos invitaron a ese tipo de comida ya que
en Cuba es alimento para otros mamíferos pero de cuatro patas. No
hay un médico cubano de aquellos grupos iniciales que no refiera
que cuando llegaron apenas dormían. Los venezolanos estaban
ávidos de conocer sobre la isla de primera mano, no por lo que decía
Globovisión. No faltaron las preguntas insólitas que hacían reír a
los cubanos hasta las lágrimas. Todo se puede esperar de una tele-
visora que es capaz de transmitir la comparecencia de un senador
de la oposición que afirma que en Cuba se comen hasta las uñas
como alimento.
Una de las historias que nos llamó la atención, aunque pueda
parecer una exageración pero es real, fue la de una a la doctora que
le preguntaron si era verdad que como en Cuba no había refrige-
radores para la población, a los cerdos les amputaban un pernil
para comerlo y les ponían una pata de palo para poder consumir el
resto en otro momento. Tamaños disparates, tanto por la increíble
intervención quirúrgica que hace supercirujano a cualquiera, como
que los cerdos no se desangraban y se dejaban poner la prótesis,
parece de animados infantiles. Ignoran que es difícil encontrar
una vivienda en la isla que no disponga del preciado artículo elec-
trodoméstico, lo que no es común en otros países de la región. Ese
no es más que el resultado de la guerra mediática contra Cuba que
se desarrolla desde hace muchos años, no solo en Venezuela, sino
también en otros países donde el poder económico y los grandes
intereses son los de una minoría que no escatima recursos para
apoyar la política de Estados Unidos contra la isla. Sin dudas los
43

médicos cubanos se convirtieron en los mejores embajadores que

haya conocido la humanidad predicando con el ejemplo.
En aquella hermosa mañana llena de recuerdos el doctor Rodrí-
guez Morales nos afirma que a partir de ahí la población comenzó
a sentir mucho más seguridad con el servicio que ellos prestan. La
estrategia de que convivieran con los venezolanos fue excelente,
no solo porque facilitó empezar la tarea de inmediato, sino también
porque permitió que el pueblo venezolano conociera a los médicos
cubanos en toda su medida. Sin intermediarios aclararon sus dudas
sobre Cuba.
Cuando se llega a prestar atención médica a una población que
en su gran mayoría no conocía ni a un socorrista, lo primero que
tiene que hacer el especialista es un censo para por lo menos tener
una idea de los principales problemas de salud y priorizar los medi-
camentos necesarios. Hasta esta tarea se dificultaba porque aque-
llos momentos eran muy difíciles. Estaban en plena efervescencia
política, el Referéndum Revocatorio de Chávez, fueron unas elec-
ciones con otro nombre, pero demostró a la oposición y al mundo
el apoyo popular a su presidente. Los médicos cubanos salían
acompañados por los líderes de la comunidad para aquel primer
censo rápido de la población que les permitió más o menos tener
una idea del estado general de salud. José Ramón y Milagros vivían
en un sector donde predominaba la depauperada clase media que
durante la IV República fue muy afectada. Allí aunque las viviendas
eran aceptables, la alimentación y la higiene dejaban que desear.
Predominaban las enfermedades crónicas no transmisibles pero
en el 2003 había una morbilidad considerable de enfermedades
infecciosas, sobre todo de transmisión hídrica, enfermedades de la
piel, que están muy relacionadas con malos hábitos, con una cultura
sanitaria inadecuada.
La gente comenzó a acercarse a los médicos con cierta vacila-
ción, se incrementó la campaña mediática contra los cubanos, no
dejaban de decir por los cuatro canales de televisión opositores al
gobierno cuanta calumnia encontraban a su paso, buscaron infi-
nidad de medios para desacreditar la labor de los especialistas,
44

CAPÍTULO I
tan pronto decían que era un personal improvisado, que no sabía

nada de medicina, como acusaban de mala praxis o que los medi-
camentos no eran de calidad, que habían venido a envenenar a
los venezolanos, un grupo de cosas que hacía que la gente tuviera
temor porque lo repetían millones de veces.
Hay que tener en cuenta que el pobre no tenía donde ir. En
nuestros recorridos por aquella época vimos que en ocasiones el
Consultorio Popular tenía varias clínicas privadas alrededor que no
estaban al acceso de los que no tenían ni para pagar una simple
aspirina, el doctor José Ramón no fue una excepción. Los enfermos
que acudían al hospital, como el Manuel Núñez Tovar en Maturín,
grande desde el punto de vista estructural pero que no tenía apenas
médicos y los insumos eran muy pocos en aquel entonces, no
encontraban alivio a sus dolencias. Nada, que si llegaban con un
dolor que requería una inyección, además de poner el lugar donde
debía penetrar la aguja, no podían olvidarse de traer desde la jerin-
guilla hasta el algodón, y como era natural, el medicamento.
En aquel momento tanto el Alcalde de Maturín como el Gober-
nador del estado eran opositores, pero el pueblo dejó entrar a los
médicos y los mantienen en la comunidad, los protegen, incluso
hasta los denominados malandros, que son aquellos que viven
al margen de la ley, respetan a los cubanos donde quiera que se
encuentren. Sea en Monagas o en los cerros de Caracas los caminos
no se cierran para los médicos cubanos, como en ningún otro rincón
venezolano.
Los primeros tiempos fueron difíciles porque el clima político
generaba violencia en las calles, en los barrios, entre las mismas
familias opositoras y oficialistas. Por ejemplo, el doctor Rodríguez
Morales nos narra que en el barrio donde ellos vivían y trabajaban,
había 50% de familias chavistas y 50% de opositoras. Nunca se iban
a las manos pero se desarrollaban discusiones polémicas y siempre
salían a relucir los médicos cubanos ya que era la misión que más
impacto ocasionó desde el principio.
De los primeros pasos de la extensión de Barrio Adentro no
podemos olvidar que aun antes de finalizar el censo preliminar
45

tuvieron que empezar a dar consultas ante la demanda de la pobla-

ción. Aparecieron poco a poco las cosas, un escritorio por aquí,
una silla por allá, un estante, que se unieron a la camilla que le
dieron para implementar la consulta. Aquí estuvo presente la soli-
daridad humana, el pueblo venezolano, con su natural sabiduría,
sabía que esos hombres y mujeres habían dejado lejos a los seres
más queridos para brindarles a ellos una mano amiga, mejorar su
calidad de vida y en no pocas ocasiones librarlos de una muerte
segura. La población fue acercándose poco a poco y en la medida
que la gente llegaba se iba sintiendo complacida con el servicio y
con la atención recibida, el diagnóstico, el tratamiento, el segui-
miento y los medicamentos, todo sin que le costara un centavo. Eso
no lo sabían y eso fue lo que fueron conociendo los venezolanos. La
teoría del rumor logró que se percibiera el trabajo de los médicos
cubanos y los éxitos en los tratamientos, que la gente se fuera acer-
cando más y cada día más, a tal punto que había días que se llegaron
a dar hasta 170 consultas entre dos personas, una por una esquina
y otra por la otra del escritorio que había donado la comunidad.
Hacían consulta por la tarde pero a veces todavía eran las seis,
siete de la noche y no habían podido levantarse de la silla porque la
gente esperaba que la atendieran, estribillo que ya conocíamos. No
cabe duda de que acudían, en primer lugar, porque había un gran
número de problemas acumulados por años que la gente no tenía
cómo resolverlos, en segundo lugar, porque había una gran curio-
sidad por atenderse con el médico cubano y muchos iban solo a ver
lo desconocido, para ver si era verdad que podían tocarlos.
La Brigada Médica Cubana en Barrio Adentro se caracteriza
porque un 80% es especialista en Medicina General Integral, la
mayoría jóvenes, que nos comentan que en los primeros tiempos
les llamó la atención que había un panorama parecido al que le
contaban sus padres en Cuba cuando triunfó la Revolución en
1959 en cuanto a las necesidades de la población. Frecuentes en
las consultas los que venían a purgarse, desparasitarse, en un inicio
eso era cotidiano, podían ir solos o podías ver a una madre con los
ocho muchachitos o la familia completa: tíos, sobrinos, abuelos. La
46

CAPÍTULO I
escabiosis también era frecuente, no era extraño que un especia-

lista gastara una caja de benzoato de bencilo en el día de consulta
porque venía toda la familia con escabiosis. Esto causó gran impacto
en los médicos porque pudieron constatar cuando interrogaban a
los pacientes que muchos de ellos no tenían ni el más mínimo cono-
cimiento de lo que era la enfermedad, ni cómo prevenirla, ni cómo
tratarla. Incluso cuando indagaban un poquito más, no tenían idea
de que los piojos eran una enfermedad, una infección que había
que combatir. Nos parecía estar presentes en la primera audiencia
sanitaria del doctor Rodríguez Morales que la dedicó al tema.
Aquello fue toda una revolución, en plena efervescencia política el
médico cita a los vecinos de la comunidad y se reúnen en el porche
de una gran casa, con diagramas y una pizarra. No tenía nada de
política, era para explicar qué era la escabiosis, en qué consistía la
enfermedad, cómo se transmitía y cómo se prevenía.
Aquello fue interesante para los pobladores ya que no solo era
primera vez que asistían a una reunión de ese tipo sino que los
instruía. Lo que era inconcebible era que esto se desarrollara en
plena campaña electoral, que los médicos cubanos convocaran a la
comunidad, era bastante difícil y algunas personas de la oposición
se acercaron a la reunión pensando que los cubanos lo que estaban
haciendo era algún tipo de proselitismo político. Cuando vieron que
era una audiencia sanitaria sobre escabiosis se quedaron asom-
brados, casi no lo podían creer y fueron a protestar porque no los
habían citado, lo que no era así, ellos no fueron porque no quisieron.
Entonces pidieron que se repitiera la audiencia sanitaria para que
todo el mundo pudiera participar. Convocaron para una escuela
primaria, con una gran cantidad de población, volvieron a repetir
la reunión y participó todo el mundo porque asistieron hasta los
que ya la habían recibido. Nos afirma José Ramón que esa fue una
experiencia interesante, ellos incluso formaron una brigada de
niños promotores que se encargó de pegar propaganda sobre los
diferentes temas de salud, poner el ejemplo de la lucha contra el
dengue donde se colocan los letreros contra el aedes aegypti, el
agente transmisor, en lugares donde se pueda acumular agua para
47

hacer la campaña sanitaria. La comunidad lo vio en aquel momento

como una novedad, un médico en la calle haciendo propaganda
para combatir el dengue era algo completamente diferente y para
los médicos cubanos una experiencia interesante.
En estos primeros tiempos de Barrio Adentro empezaron a
formarse los Círculos de Abuelos que en el caso del profesor Rodrí-
guez Morales contó también con un profesor de Educación Física
que vivía en la casa con los médicos. Ellos son una ayuda inestimable
para los Consultorios Populares y sobre sus hombros descansa el
mayor peso del trabajo comunitario. A pesar de que se convocó a
toda la comunidad el primer día solo se incorporó la señora de la
casa que los albergaba, más por pena con ellos que por convenci-
miento. El profesor les enseñaba los ejercicios en una cancha muy
buena que había en la zona, allí estuvieron los tres casi una semana
sin que se uniera nadie, no faltaron deseos de abandonar la empresa
pero ellos tenían la misión de insistir y no desmayar, así lo hicieron.
Como a los ocho días se acercaron dos viejitas que todos los días
pasaban, miraban, pero no preguntaban, esta vez se detuvieron,
Eligia y Rosa, la primera chavista y la segunda de la oposición, eran
vecinas e iban diariamente a un polideportivo para hacer ejercicios.
Preguntaron que cuánto costaba hacer entrenamiento en la cancha
y mostraron su perplejidad cuando le explicaron que era gratuito.
Se añadieron sin saber que estaba el médico cubano con ellas y de
allí venían todos los días. Al cabo de 5 jornadas el especialista dio
una audiencia sanitaria sobre osteoporosis, algo muy sensible en
la llamada Tercera Edad y cuando terminó, ante el asombro de ellas
por los conocimientos médicos del conferencista, se les explicó que
ellos eran de Barrio Adentro.
El profesor no deja de esbozar una sonrisa cuando recuerda
la cara de Rosa, la opositora, que se convirtió en un pliegue de
arrugas ante la interrogación. Eligia, la chavista, estaba a punto de
dejar escapar una carcajada. José Ramón pensó que una de ellas
no iría al otro día, pero siguieron asistiendo a los encuentros y al
cabo de los 15 o 20 días comenzaron a incorporarse cada vez más
adultos mayores que seguían el ejemplo. Hoy es uno de los mejores
48

CAPÍTULO I
grupos del estado con más de 70 ancianos. A ellos se les explicó que
había que cumplir una regla, en el Círculo no se habla de política,
se habla de salud, única y exclusivamente, y ellas fueron las encar-
gadas de explicárselo a todas las personas que se incorporaban.
Hacer cumplir esa regla era difícil ya que hay que tener en cuenta
el momento político que vivía Venezuela. Eran días que de lo único
que se hablaba en ese país era de política.
Sin haber hecho ningún tipo de influencia resultó que muchos
de los opositores que estaban en el Círculo de Abuelos votaron para
que Chávez continuara en la presidencia, solo con la demostración
de que el interés fundamental del gobierno con este programa era
la salud para todos. Se podía escuchar alguna que otra reflexión de
un pueblo que empieza a pensar que si el Presidente era tan bueno
como los médicos que había traído, no era tan malo como decían
en la televisión. Algunos votaron a favor, otros en contra y otros se
abstuvieron.
Los Círculos de Abuelos han creado un ambiente familiar,
se hacen cumpleaños colectivos, se va a la playa, se realizan acti-
vidades culturales y deportivas y aunque al pasar de los años
el doctor José Ramón pasó primero a la Coordinación del estado
Monagas y después a la Nacional, el Círculo sigue funcionando y
las viejitas lo llaman, le pasan correos, mensajes. El grupo se llama
“Fuerza y Voluntad” porque ellas dicen que para poderse levantar
todas las mañanas había que tener las dos cosas, por eso le pusieron
el nombre. Tienen sus franelas con su nombre atrás y participan
en encuentros con otros Círculos de Abuelos en diferentes lugares.
Todas las semanas se hace una actividad diferente.
Rodríguez Morales tiene dos especialidades, Medicina General
Integral y Oncología. Al venir a Venezuela como médico de familia
repasó los métodos de análisis de la situación de salud, el estado
general de la población, las enfermedades más frecuentes y
nos señala que lo que ha aprendido de estas dos ramas es ver la
salud pública como una sola ciencia que integra todas las ciencias
médicas, que le han servido para conocer las fortalezas y debili-
dades del sistema. No deja de afirmarnos que la Medicina General
49

Integral es la ciencia médica por excelencia porque es la única

que ve al hombre como un todo, de forma integral y en su contexto,
donde vive, esa es la ciencia fundamental. Monagas, además de esas
impresionantes montañas de flores y una rosas que nos cortan la
respiración, tiene mucho barrio y la idiosincrasia del hombre de
barrio es muy parecida a la de los cubanos. Son inolvidables los
días que se sentaba en el portal de la casa donde vivía o en la acera
y le parecía que estaba en Cuba. Los vecinos se tratan igual, las
personas tienen la misma forma de ser, las mismas costumbres, que
sin embargo no se ven en otros lugares. En Caracas es diferente, la
gente es más fría, más distanciada, pero sin embargo en Monagas
son muy cálidos, agradecidos y afectuosos, realmente se parecen
mucho al cubano. De Monagas lo que más le gustó fue su gente y a
nosotros también.
Incluso si nos vamos a la historia de este estado vemos que la
capital lleva el nombre de un cacique que se rebeló contra la colonia
española y que desarrolló fuertes batallas en esa zona del oriente
del país, por eso lleva su nombre: Maturín. De allí también es Juana
la Avanzadora, una heroína de la historia venezolana en las gestas
independentistas. Hay un monumento de ella en el centro de la
ciudad donde aparece con una espada en la mano en una fuente
muy bonita. Estos son dos símbolos importantes de Maturín.
Algo que notamos todavía en estos momentos y que nos señalan
los especialistas de los Consultorios Populares desde los inicios de
Barrio Adentro, es que los venezolanos tienen mucha cultura de
tomar vitaminas en cantidades industriales y como el médico no
solo se las recetaba, sino que también se las daba de forma gratuita,
causó mucho impacto. No dejaron de explicar que el abuso de
las vitaminas también puede ocasionar trastornos en la salud o
simplemente el organismo no las absorbe, si no son necesarias y las
expulsa. Poco a poco se fueron ganando la confianza de la pobla-
ción y hoy en día hasta les facilitan la compra de los alimentos y
les dan precios preferenciales. Las ofensas infundadas contra los
médicos cubanos nunca son de la población, son orquestadas con
50

CAPÍTULO I
el propósito de dañar la Revolución Bolivariana y programas tan

hermosos y humanos como Barrio Adentro.
Era cotidiano que llegaran a las consultas pacientes con
140-110 de tensión arterial que caminaban por las calles sin saber
que estaban en peligro de sufrir un accidente cerebro-vascular
o un ataque al corazón, muchos asmáticos sin control, sin trata-
miento, en total abandono. En la mayoría de los casos la pobla-
ción no conocía los medicamentos que necesitaba para controlar
esas enfermedades crónicas no transmisibles que podían llegar a
comprometerle la vida, de ahí que el trabajo fuera tan intenso en
un principio. Había que educar a la gente que tenía que saber que el
principal guardián de su salud era ella misma. Esto es una realidad
que poco a poco cambia a favor del pueblo.
Nos impresiona la reiteración de los problemas de salud en
diferentes partes del país, porque Barinas es parte de los llanos
occidentales y Monagas de los llanos orientales, el parasitismo,
la escabiosis, sin olvidar la tuberculosis. Todas estas enferme-
dades están relacionadas en primer lugar con una mala educación
sanitaria de la población así como también la gran cantidad de
pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles, sobre todo
hipertensos, diabéticos, cardiópatas, que no tenían tratamiento ni
control de su enfermedad, ya que si en el mejor de los casos iban a
un centro cardio-vascular, les ponían el primer tratamiento y como
después era tan costoso seguir pagando las consultas y los medica-
mentos, dejaban de tomarlo. Por fortuna estos son males que poco
a poco desaparecen. Al conversar con estos hombres y mujeres que
ponen el corazón en la obra coinciden en que Venezuela es un capí-
tulo largo, donde hay una mezcla de todo, desde la nostalgia por la
familia que dejan, hasta los carnavales y sus cervezas, sin olvidar
el clima, esas playas del Caribe y sobre todas las cosas la sociedad
y Fidel. Coinciden en que este es un capítulo que escribirían con
lágrimas y alegría.
51

Capítulo II: Lágrimas y alegría
La verdadera fuente de los derechos es el deber.

Mahatma Gandhi
53

El cansancio queda relegado cuando el deber los reclama. Ver

la preocupación reflejada en el rostro de estos especialistas cuando
tienen un caso de difícil solución nos pone a nosotros también
sobre ascuas y seguimos con ellos para interesarnos, en ocasiones
hemos tenido que recorrer varias horas de camino por intrincadas
regiones, pero si eso no los detiene a ellos para salvar una vida a
nosotros tampoco para hablar de su trabajo. Queríamos saber en
qué consiste el éxito de Barrio Adentro en Venezuela y quedamos
convencidos de que todo radica en esa voluntad de hierro para
hacer el bien que tiene el ejército cubano de batas blancas para
combatir la muerte y luchar por la vida en cualquier lugar donde los
lleve su misión. Ya no solo se han unido los egresados de la Escuela
Latinoamericana de Medicina, también 2.681 profesionales vene-
zolanos que en tres años se hicieron especialistas en Medicina
General Integral y otros 696 que se están preparando.
Los que iniciaron está avanzada para llevar la salud a todos
los rincones de Venezuela recuerdan con orgullo la despedida que
les dio en La Habana el líder de la Revolución Fidel Castro, quien,
como nos afirma el doctor Alfredo González Kim, les dio la visión
de la labor que venían a realizar en la patria de Simón Bolívar, que
sería duro por la gran deuda social acumulada. Además en aquel
momento no existía ninguna infraestructura para recibirlos por
lo cual las condiciones de trabajo y vivienda serían muy difíciles.
No faltaron los locales adaptados, la utilización de espacios en los
hogares que les dieron abrigo, no eran mansiones, eran casitas
humildes con pobladores que en su sencillez comprendieron
la grandeza de la obra y se las arreglaron para ceder un espacio.
La mayoría en zonas muy intrincadas, tan lejanas, que a veces les
parecía que llegarían a otro país. Esa era la razón de ser, llevar
la atención médica a las zonas de menos accesibilidad y mayor
pobreza, nos dice el doctor Kim. Este especialista nos llevó en
Monagas a la zona de San José de Bujas que pertenece al sur de
Maturín, en la parroquia de San Simón. Tuvimos la oportunidad de
tener un intercambio con los indígenas con los cuales trabajó en
un inicio. Para él y para nosotros fue muy fructífero, es una cultura
54

CAPÍTULO II
diferente, ellos hablan el dialecto warao y alguna que otra palabrita

en español lo que nos permitió comunicarnos. Kim sí habla como
ellos, conoce bastante bien la lengua. Lo más interesante era ver
la cara del profesor llena de satisfacción cuando los indígenas nos
trataban de explicar todo lo que los médicos cubanos les habían
enseñado, porque no es menos cierto que no solo el nivel de educa-
ción era muy bajo en aquella población, sino que no tenían ni la más
ligera idea de la necesidad de mejorar las condiciones higiénico-
sanitarias.
Fue una etapa dura pero tan bonita que el especialista no puede
dejar de decirnos que no importan sacrificios cuando se obtienen
excelentes resultados pues es indiscutible que ellos han mejorado
mucho su calidad de vida. Por primera vez un gobierno en Vene-
zuela se acordó de los indígenas para bien, nunca antes habían
tenido acceso a la asistencia médica.
El doctor Kim está a la mitad de la cuarta década de vida, tiene
apenas 45 años y ha dedicado 22 al ejercicio de la medicina. Su
sueño, desde que apenas daba los primeros pasos, lo pudo hacer
realidad gracias a la Revolución Cubana ya que proviene de una
familia muy humilde, sabe perfectamente que en otro sistema
social nunca lo hubiera podido hacer y mucho menos tener el honor
de aportar su grano de arena al bienestar de los demás no solo en
Cuba, sino también en otras tierras. Esta es la Sierra Maestra, el
Girón del momento histórico que le ha tocado vivir a su genera-
ción que hoy brinda su mano amiga a la Revolución Bolivariana. No
dejan de acudir lágrimas a los ojos cuando recuerda a su familia en
la isla, a nosotros se nos hace un nudo en la garganta porque no es
fácil para nadie cuando la distancia se prolonga en el tiempo, hoy ya
comprenden y los hijos le piden que cuide mucho a los niños vene-
zolanos y se sienten orgullosos del trabajo de papá. Es aquí donde
se mezcla una sonrisa porque se siente orgulloso de esas nuevas
generaciones que se forman en Cuba, que también ayudarán a
saldar la deuda con la humanidad. Al despedirnos con un abrazo
nos dice que esta es la misión más honrosa que ha vivido.
55

Entre llanos y montañas Monagas se convierte en un acer-

tijo que ofrece el oriente venezolano. En realidad no sabemos qué
rincón seleccionar, si en las planicies en que se pierde la mirada o
en los elevados que nos atrapan. No dejábamos de preguntarnos
cómo era posible que en una geografía tan disímil la Brigada Médica
Cubana en la región tuviera uno de los mejores trabajos del país.
De ahí nuestro interés en conversar con el coordinador, en aquel
momento, el doctor Leonardo Hernández Herrera, un joven impe-
tuoso pero calmado para tomar las decisiones oportunas, incan-
sable, siempre con una sonrisa en los labios, preocupado por cada
uno de sus colaboradores, pendiente de cada detalle, no solo de la
vida laboral, sino de la personal de cada uno de los colaboradores.
En las diferentes visitas que realizamos a las instituciones de
Barrio Adentro no era extraño que él se apareciera para ver cómo
marchaba nuestra investigación, allí saludaba a todos y sabía
cuando alguno tenía un problema o una alegría proveniente de la
tierra, el papá enfermo, el hijo que entra en la universidad, todas
esas pequeñas cosas que hacen nuestra vida cotidiana y que nos
pueden quitar el sueño o desear compartir una cerveza con los
amigos para celebrar.
Leo, como cariñosamente le llaman todos, se sienta con noso-
tros y nos dice que el sueño de un médico revolucionario es ser
internacionalista, pero que en esto la familia tiene el gran mérito de
resistir la ausencia porque saben que participan en la Revolución
Bolivariana que aúna la esperanza, no solo de Venezuela, sino de
Latinoamérica y del mundo con una nueva visión de la colabora-
ción entre los pueblos como han demostrado Caracas y La Habana.
Para él es muy importante que sus hijos comprendan la labor que
se realiza desde todos los puntos de vista, cada vez que obtienen
un éxito en la escuela se lo dedican a los padres que están lejos.
Siempre se extraña a la familia, son años perdidos de convivencia
que no es pago con nada, lo más sensible para todos son los hijos. La
niña de Leo con solo doce años tiene conciencia como pionera revo-
lucionaria de lo que están haciendo y entiende el sacrificio de sus
padres, porque también su mamá estaba en Venezuela, la profesora
56

CAPÍTULO II
Melvis Pérez Ruch. Es un esfuerzo extraordinario de esta adoles-

cente para que ellos cumplan la misión.
El doctor Leonardo es especialista en Medicina General
Integral y en Oncología y el volver a atender la comunidad lo ha
ayudado a fortalecer los conocimientos en todos los sentidos, lo ha
hecho recordar los primeros tiempos de graduado y ver cómo se
complementan esas dos ramas de la ciencia que le han proporcio-
nado una mejor preparación. Un proceso largo que les ha permi-
tido hacer realidad el sueño de nuestro comandante en jefe, Fidel
Castro, brindar la asistencia médica y fortalecer el proceso revolu-
cionario de Chávez en Venezuela, así como formar desde el punto
de vista docente el recurso humano del futuro en ese hermano país
sudamericano. Reconoce que la misión les ha dado la posibilidad de
formarse ellos mismos porque se han tenido que fortalecer, desde
el punto de vista científico-técnico, adquirir diplomados, maestrías,
doctorados, pero a la vez forman el recurso humano del pueblo
venezolano, que debe responder a las necesidades de ese país.
Los estudiantes salen de sus barrios, deben amar a su población y
responder a los intereses de la Revolución Bolivariana.
Como oncólogo, el doctor Leonardo dio consulta en el Hospital
Simón Bolívar, de Maturín, donde vienen pacientes con diagnóstico
presuntivo o confirmado de una enfermedad oncológica, y no dejó
de llamarle la atención las jóvenes que llegan con cáncer de mama
o de útero. En este último lo más importante es realizarse la prueba
citológica cada dos años, período establecido e inviolable y ante
cualquier sintomatología, sangramiento, dolor en el bajo vientre,
flujo de cualquier índole, con fetidez o no, con dolor al contacto
sexual, se debe acudir al facultativo para que haga una evaluación
desde el punto de vista ginecológico, con un buen examen físico.
Todavía falta para tener una medicina preventiva donde se trans-
mita una educación a la mujer de que necesita su prueba citológica,
de que para su tranquilidad debe hacerse el autoexamen de mama,
entre otros. Los hombres no están exentos de esto pero fundamen-
talmente la próstata es la que se diagnostica con mayor frecuencia,
57

pero la mama también puede presentarse en el sexo masculino y no

podemos olvidarla jamás.
Asegura el doctor Leonardo que si los casos llegaran en estadios
primarios, la evolución sería más alentadora y la conducta a seguir
pudiera ser más efectiva para el control de la enfermedad. El cáncer
no tiene que ser precisamente una dolencia terminal, puede tener
solución a tiempo y la persona gozar de calidad de vida. Analiza que
a punto de partida de un sistema de salud que recién se está articu-
lando, en un país donde no existe la posibilidad de un tratamiento
secundario gratuito como la radioterapia y la quimioterapia, la
paciente empieza a diluirse y de una etapa primaria cae en etapas
avanzadas e incluso la evolución es muy rápida y complicada hasta
que fallece. Esto le duele porque en realidad se pierden años de
vida en pacientes jóvenes, que con una cultura médica a la pobla-
ción, un diagnóstico preventivo, pueda obtenerse mejores resul-
tados. Lo más importante es la atención primaria, la prevención y
una evaluación desde el punto de vista del médico del consultorio,
o sea, que pueda tener un diagnóstico precoz. Esto se logra poco a
poco, gracias a un sistema de atención primaria fortalecido que ha
mejorado los indicadores pero que no se detiene porque se espera
y se quiere mucho más. El cáncer amenaza con pasarse a la primera
causa de muerte en el mundo y dejar las enfermedades crónicas no
transmisibles en el segundo lugar, por tanto se necesita la forma-
ción de profesionales oncólogos y la visión desde ese ángulo de los
especialistas en Medicina General Integral. El paciente oncológico
se puede atender y tener una respuesta efectiva a los tratamientos
convencionales, la quimio, la radio, la cirugía y los anticuerpos
monoclonales que hoy es donde descansa la terapéutica funda-
mental de la oncología y es de donde se deben obtener mejores
frutos para el futuro. El doctor Leonardo Hernández ha reflexio-
nado mucho sobre Barrio Adentro y está seguro de que es una obra
bonita, una obra hermosa, y más bien agradece la posibilidad que
tuvo de brindar su modesta colaboración a la Revolución Bolivariana
en el proceso de transformación de la salud pública en Venezuela.
58

CAPÍTULO II
Mientras nos adentrábamos de nuevo en el camino comen-

tamos la anécdota que nos hizo la doctora Graciela Paneque y
como poco a poco fueron ganando la confianza de la población. Ella
nos narra que un día llegó a su improvisada consulta una abuelita
con el nieto de apenas 14 años, pálido y sudoroso refería un dolor
abdominal agudo y luego de un riguroso examen físico y el inte-
rrogatorio le diagnóstico una apendicitis, asimismo le indicó que
fueran al ambulatorio más cercano que tuviera condiciones para
una intervención quirúrgica pues el caso era de urgencia. Todos
los que viven en esa comunidad son chavistas y en aquel tiempo
cuando iban al ambulatorio les cerraban las puertas, no los querían
atender, ya desesperada, sin saber qué hacer, la abuela vuelve a la
consulta y la doctora le hace un documento con toda la remisión en
un modelo que habían habilitado al efecto, le explica que tenía que
insistir hasta que atendieran al muchacho.
Pasaron cinco días y el joven paciente no aparecía ni en la casa,
la doctora estaba muy preocupada, a la semana fue la abuela y
llevaba el extirpado apéndice en un frasquito como un trofeo. Le
contó su odisea por casi seis días donde los médicos venezolanos
en el ambulatorio solo sabían ponerle inyecciones para calmar el
dolor, por nada el niño se le muere. Cuando lo abrieron ya estaba
perforado el apéndice, abrazaba a la especialista y solo sabía darle
ese agradecimiento sincero porque ella desde el principio había
dicho que era lo qué tenían que hacer.
La doctora Paneque encontró también que había pacientes
que tenían hasta 24 medicamentos y de ellos cinco para la misma
dolencia pero con distintos nombres comerciales, cosas tan peli-
grosas como los anticoagulantes que en exceso pueden llegar
a provocar una hemorragia. Iban a buscar orientación porque se
dieron cuenta de que estaban perdidos y no lograban ninguna
mejoría. La razón es muy sencilla. Existen algunos convenios entre
los médicos de los ambulatorios o consultas privadas con los labo-
ratorios encargados de producir los medicamentos para promo-
cionar sus productos, por lo que no era extraño que le cambiaran en
apariencias el tratamiento al paciente. Uno de los primeros casos
59

que se presentó con ese problema estaba tomando doce medica-

mentos y se los llevó a la consulta, la doctora los estudió y para las
dolencias que presentaba le dejó solo cinco que eran los necesarios.
Había varios que la composición química era la misma, lo que el
nombre comercial era distinto, como en el caso anterior. Antes de
la semana vino a decirle que se sentía de maravilla y que le había
salvado la vida. Aunque la doctora le explicó en forma reiterada que
solo era identificar lo que le hacía falta, la paciente no deja, aún al
pasar de los años, de acordarse de su doctora, siempre que tiene
una oportunidad le lleva un jugo o un café. Nosotros estamos de
acuerdo con la paciente de que en realidad le salvaron la vida a
pesar de la modestia de la doctora. Con el tiempo ya la población
no viene a la consulta a decir que toma una pastilla amarilla y otra
blanca, cuando le preguntan dicen el nombre del medicamento y en
algunos casos hasta detallan para qué lo toma.
Del oriente nos trasladamos a la parte centro occidental del país,
al estado Lara, donde la dulce caña nos recuerda nuestra tierra pero
los volcanes nos sitúan de inmediato en el sur americano cuando
nos ubicamos en la fumarola de Sanare al suroeste de Barquisimeto,
la capital. Es una zona de transición entre la Cordillera de los Andes
y la del Caribe, lo que denominan la altiplanicie larense, hasta allí
viajamos para encontrarnos con el doctor Guillermo Martínez
Cintra, quien llegó a la región el 10 de noviembre de 2003, cuando
apenas empezaban los puntos de consultas muchas veces hechos
por los propios especialistas ayudados por los venezolanos. Por
primera vez el pueblo de Bolívar recibía los beneficios de la medi-
cina comunitaria, basada en la prevención, algo que los médicos
cubanos conocían muy bien y estaban cansados de hacer en Cuba.
Para nadie es un secreto que lo hacen con tremenda calidad. Nos
refiere el profesor Martínez Cintra que esa rama de las ciencias
médicas en la práctica no existía en las universidades venezolanas.
A pesar de que tenían que hacer una rotación de la especialidad
estaban en cero, casi no la usaban, era ficticia porque no le daban la
importancia que debía tener.
60

CAPÍTULO II
Nos quedamos muy atentos mientras nos narraba sus anéc-

dotas, la mayoría bellas en su tristeza porque ese trabajo social
conmueve hasta las fibras más profundas de cualquier ser humano,
pero dan alegría cuando el tratamiento tiene resultado, cuando el
paciente que apenas tiene algo para llevarse a la boca no deja de
regalarle a su médico un pedacito de queso o un caramelo. Cuando
viene alguien balbuciente para agradecer que hayas salvado a
su padre de un infarto sin haberle costado nada, la población
comprende que son miles de vidas las que se han salvado por una
atención médica a tiempo. Han pasado diez años y muchas personas
se preguntan cómo puede existir ese tipo de medicina en un mundo
tan agresivo y encuentran médicos donde prima el desinterés, lo
principal es el paciente, todo es atención y de forma gratuita, el
pago no es monetario, sino social con la gratitud al médico.
El Doctor Cintra sabe que no es la misma persona que salió
por primera vez de Cuba en el 2003. Ha madurado, puntualizado
conceptos y esta experiencia le ha permitido hacer un balance de lo
que es la vida y la muerte, el estudio, la necesidad de superarse cada
vez más, de la sociedad, de lo que valen los principios y realmente
se da cuenta de que quedan muchas cosas por aprender, muchas
experiencias por vivir. Afirma que lo que han vivido en Venezuela
es bastante fuerte para cualquier médico cubano, para cualquier
colaborador cubano, para cualquier persona que esté fuera de
Cuba. Este joven especialista asevera que para él ha sido terrible
enfrentarse con una realidad que poco se refleja en su crudeza
por la literatura universal, que ha visto y sentido cosas que ni se
imaginó nunca que podría vivirlas. Aunque ha ganado amigos ha
sentido en carne propia la pérdida de familiares y compañeros.
Recuerda cuando al principio de la misión llegó a la consulta una
colega que cursó los estudios de medicina con él en su amada
provincia Villa Clara. Venía con un trombo-embolismo pulmonar
y aunque lucharon cuatro largas horas contra la muerte falleció
entre sus brazos, lloró como un niño. Quedamos impávidos ante su
dolor que era de todos mientras corrían las lágrimas por nuestras
mejillas.
61

La medicina lo significa todo para él, la atención social, sicoló-

gica, médica, el amor por la vida, el respeto a la muerte, lleva implí-
cito conceptos humanitarios tales como sacrificios, dedicación,
estudio, anhelo, curiosidad, o sea, que la medicina puede resumirse
en una sola palabra que realmente lo dice todo y es amor, amor a lo
que haces. En Barrio Adentro ha ganado hermanos, se prepara más
para la labor social, estudia constantemente, aumenta su capacidad
de trabajo, eso lo hemos observado en todos los especialistas de una
y otra rama como también que valoran más la sociedad cubana, le
dan más importancia a lo que es un niño, una embarazada, o sea,
hay muchas cosas que han marcado pautas casi en el ciento por
ciento de los colaboradores que están en Venezuela.
Seguimos hacia el occidente venezolano y volvemos al estado
Barinas donde nos llevan los recuerdos del profesor José Ramón
Rodríguez Morales quien nos explicó cómo ya en el 2004 comienzan
por el estado Zulia las ópticas y clínicas dentales. Eran tres unidades
con el punto de consulta que constituyeron en aquel entonces la
primera organización que fue la Brigada aunque funcionaban de
forma independiente. Esta Brigada daba atención médica a toda la
población de la zona que en un principio tenía una demanda muy
alta, en primer lugar porque había una cantidad de problemas
acumulados durante años en el pueblo y otros que se detectaron
en la labor de terreno. El parasitismo intestinal, la escabiosis y la
tuberculosis estaban a la orden del día. Eran los más frecuentes.
Estas enfermedades están relacionadas en primer lugar con
una mala educación sanitaria de la población. No sabían cómo
controlar la epidemia de escabiosis, los diferentes problemas de
salud, sobre todo de la piel, sin dejar de mencionar la gran cantidad
de personas con enfermedades crónicas no transmisibles que ni
se habían enterado de su padecimiento, sobre todo hipertensos,
diabéticos, cardiópatas, que no tenían tratamiento ni control de su
padecimiento. Iban a un centro cardio-vascular, le ponían el primer
tratamiento y como después era tan costoso seguir pagando las
consultas y los medicamentos lo dejaban. No sabían que su enfer-
medad llevaba un tratamiento y que si no lo hacían podían morir
62

CAPÍTULO II
a consecuencia de ello. Cualquier persona debe saber los proce-

dimientos para la hipertensión o el asma y cuando algún medica-
mento deja de surtir efecto debe acudir al especialista para que le
indique el cambio. Cuando se inició Barrio Adentro en Venezuela
había una ignorancia total con respecto a eso. Ya conocemos de los
problemas que existieron cuando los médicos cubanos comen-
zaron a prestar servicios. En los ambulatorios si un paciente nece-
sitaba un examen complementario no lo atendían si no pagaba,
todo desde un calmante para un dolor o una placa y mucho más
una sala de ingreso. Esta era una situación muy compleja que se
prolongó durante todo el 2004 y parte del 2005 en que surgen los
Centros de Diagnóstico especializados en el programa también de
forma gratuita para toda la población.
Las relaciones con el Colegio Médico de Venezuela siempre
han sido bien institucionales, el médico que está en el consultorio
no tiene contacto con ellos. En un principio tampoco eran buenas
con el Ministerio de Salud hasta que este asume la Misión como
parte integrante y se mejoran considerablemente. En los 17 estados
que se subordinan al Ministerio de Salud Pública las relaciones
de trabajo son excelentes entre el Coordinador de la misión y el
Director de Salud Regional.
Conocimos de muchas anécdotas tanto en Apure, Aragua
o Delta Amacuro, donde alguno que otro vecino no dejaba de
pregonar a los cuatro vientos que los cubanos no eran médicos sino
enfermeros improvisados en el mejor de los casos haciéndole eco
a la difamación de la oposición. Hubo un caso en que el hombre
tenía un lipoma gigante en el pecho, un tumor benigno. Un día
preguntó que si lo podían operar en la clínica cercana donde los
cubanos ofrecían servicios gratuitos algunas tardes. Se le hicieron
todos los exámenes y regresó operado al barrio, cuando llegó fue
una efervescencia, después de hablar tanto contra los cubanos no
sabía donde meterse, pueden imaginarse que el pueblo se le viró, la
gente en broma no dejaba de repetirle que los enfermeros en Cuba
estaban muy bien preparados. A partir de ese momento se dio a la
tarea de decir que sí, que eran médicos y muy buenos por cierto.
63

El trabajo comunitario en un inicio fue muy intenso. Fiestas

por la Salud, Planes de la Calle, esas experiencias no existían en
Venezuela. Podías encontrar en los barrios personas que llevaban
más de diez años viviendo en la zona que no se conocían y nunca
habían compartido juntas en algún lugar y ahora, verse juntas en
un Círculo de Abuelos, haciendo cumpleaños colectivos, aunque no
tuvieran la misma afiliación política fue un impacto. La influencia
que se creó era muy fuerte, un barrio que se reunió por primera vez
en una cancha, para entretenerse halando la soga o saltando en un
saco, los niños jugando. Eso eran experiencias idílicas en Venezuela.
Nuevamente el camino nos lleva al oriente venezolano hacia
el estado Anzoátegui. Su localización le confiere una gran impor-
tancia estratégica para el desarrollo y defensa del país, como condi-
ciones geopolíticas de primer orden. Ocupa una posición de cruce
de caminos con el oriente y sur, teniendo como salidas expeditas,
tanto el Orinoco como el Mar Caribe, por su condición única de
limitar con ambos elementos hidrográficos. Anzoátegui es el Estado
que posee la riqueza pesquera más completa del país y su esplen-
doroso paisaje y hermosas playas son las características más resal-
tantes de su litoral. Llanos de oriente, tierra de mesetas y valles
armoniosos, dan al paisaje un toque diferente y maravilloso donde
acarician estas tierras los vientos suaves del Caribe y el calor no
nos abandona. Allí conocimos a la doctora Gladis Villacampa, de la
central provincia cubana de Sancti Spiritus. No olvida que al llegar
a la casa donde les dieron el primer albergue les habían puesto una
litera para ella y su compañera y tuvieron que dormir juntas en la
parte de abajo porque la de arriba chocaba con el techo y no cabía
ni un alfiler. A ella lo que más le impacto ver fue cómo niños, que no
llegaban a los diez años, tenían que hacerse cargo de los hermanos
menores y llevarlos a la consulta. Entre lágrimas de dolor y alegría
piensa en lo diferente que es la vida de su hija en Cuba que tiene la
misma edad de este pequeñuelo y alaba la labor del Gobierno Boli-
variano para redimir a su pueblo.
Muchos son los casos que de una forma u otra nos impresionan
a lo largo de estos recorridos, pero no hay dudas de que el cariño
64

CAPÍTULO II
y esa afabilidad del pueblo venezolano nos llegan muy hondo,

esos primeros tiempos de la llegada de los médicos cubanos están
grabados muy hondo en los corazones. Fuimos a la casa de Ana y
Jesús en Puerto La Cruz, nos hacen pasar y vemos junto a la sala la
habitación donde está el consultorio desde hace cinco años. Quedan
378 en el país, muestran con orgullo dónde trabajan sus doctoras y
explican cada detalle como quien no quiere dejar escapar un sueño,
cómo fueron mejorando las cosas poco a poco y cómo extrañan
aquellos dos primeros años cuando las cubanas vivían con ellos
pues solo atienden a los pacientes en la casa. Ya tienen un módulo
para vivir.
Nos sentamos en el patio a conversar con las estrellas de manto,
la noche estaba fresca e invitaba a recordar. Ana con voz entrecor-
tada por el llanto no deja de pensar qué será de ellos cuando sus
hijas se vayan de regreso a la tierra que las vio nacer. En realidad
no es abusar de un lenguaje poético, las doctoras que trabajan en
ese consultorio son hijas para Ana y Jesús, ellos son sus fieles guar-
dianes y las muchachas les corresponden con esa dulzura caracte-
rística del cubano. Cada mañana las espera Ana con una humeante
tacita de café bien fuerte, a lo cubano. Afirma con una sonrisa que
ellas son sus niñas. Esta humilde familia conoce de la desespera-
ción de no tener en ocasiones el dinero necesario para tratar a un
hijo que padece de insuficiencia renal y no encuentran palabras de
agradecimiento para el hermoso programa Barrio Adentro, en el
que los médicos son de verdad tremendos especialistas, nos señala
con una amplia sonrisa.
Las gestiones de la Brigada Médica Cubana son múltiples para
la atención de su enfermo, hasta consiguieron que le dieran seis
meses de diálisis gratuita en una clínica privada que el seguro no
cubre. Viajaron a Cuba para el trasplante de riñón que no se pudo
hacer porque no era compatible el donante y está pendiente de una
solución. No es solo su caso, es lo que ven en cada centro de Barrio
Adentro desde el consultorio hasta el de Alta Tecnología, donde lo
más importante es el hombre. Atienden a todo el que llega de forma
65

gratuita sin preguntarle ni de qué partido es, ni cuál es la religión

que profesa.
Al paciente le llaman Pancho Venezuela por su carácter alegre
y su mirada positiva hacia el futuro, su deseo de vivir nos contagia a
todos por su seguridad y nosotros bendecimos con ellos la hora en
que los especialistas cubanos llegaron a su país y cambiaron una
historia triste hacia otra de esperanza. Su confianza en los médicos
cubanos es mucha porque son los que les han enseñado también a
cómo superar sus problemas de salud.
Jesús sonríe y nos habla en detalles de todo lo que ha sido
Barrio Adentro para el pueblo humilde y de la guerra de algunos
médicos venezolanos que ven decrecer su fuente de ingreso pues
hasta los que tienen dinero acuden a las instalaciones de Barrio
Adentro porque van en busca de un diagnóstico en la seguridad de
que resolverán su problema de salud, mejorarán su calidad de vida
y dejarán de ser un objeto para ser tratados como seres humanos,
sobre todas las cosas no los engañan para tener más ganancias.
Reunimos unas sillas en torno a una mesa improvisada y entre
anécdotas sobre la vida en estos años y cómo habían logrado inter-
cambiar culturas, se nos fue el tiempo entre las manos. La señora
Ana vino al auxilio de nuestros ya reclamantes estómagos con un
plato típico que no conocíamos, la cachapa, delicioso, maíz tierno
molido con otros ingredientes que cocinan sobre una plancha
de hierro a fuego muy lento para que se extienda. Ya en forma de
tortilla se come fundamentalmente con queso rayado, podemos
asegurarles que es delicioso.
A la velada estuvo también invitado Antonio, un chofer que
trabaja con los cubanos desde los inicios de Barrio Adentro cuando
él prestaba servicios en la Alcaldía. Buscó también casas para los
médicos y locales para las consultas, sin horario ni salario. Era
necesaria la cruzada para fortalecer los cimientos de lo que en
apenas diez años se convirtió en una obra a favor de los pueblos
sin precedentes en la historia de la humanidad. De estos hombres
y mujeres surgieron los que hoy se denominan Defensores de la
66

CAPÍTULO II
Salud que trabajan estrechamente con los consultorios populares

y la comunidad.
Cómo ese pueblo humilde y sencillo, como Ana y Jesús, abrió sus
puertas a los médicos fue una lección para todos, aun para los más
desconfiados que como Antonio, pensaban que habría que esperar
a las calendas griegas para que fructificara la propuesta. No deja de
reconocer su asombro de que a pesar del burocratismo existente,
no tardaron en aparecer los primeros módulos de consultorios y
viviendas que les permitía ver los cimientos de una estructura que
en poco tiempo se agiganta con las clínicas dentales, los centros de
óptica, para luego, sin demora, incrementarse con los Centros de
Diagnóstico y Rehabilitación Integrales que tienen como colofón
los de Alta Tecnología.
De todas formas siempre existen los inconformes que aunque
ya reconocen el alto nivel científico de los especialistas cubanos,
rechazan todavía que sean de la isla caribeña y revolucionarios.
Se ríe a carcajadas Antonio en aquella fresca y familiar velada,
nos mira directo a los ojos y afirma que a los opositores lo que los
espanta es todo lo que implique cambio que pueda afectarle sus
intereses económicos que es como Satán. Hablan mucho pero van
a recibir todos los beneficios, saben a la perfección que en esos
centros se hace ciencia y que lo principal es el hombre. Sería bueno
preguntarse qué hubiera sido de Panchito Venezuela si no hubiera
llegado Barrio Adentro.
Los médicos cubanos viven momentos que no tienen nada que
ver con su vida cotidiana, con la que con trabajo se forjaron en Cuba
junto a su familia y amigos, es por eso que cualquiera de los cola-
boradores podría hacer un libro porque todos los días se puede
escribir un capítulo con lágrimas y alegría, largo, bonito e intere-
sante pero muy duro a la vez.
Entre montañas
Recorrer Venezuela es una experiencia para todos. No vamos
a los lugares turísticos, vamos a sitios que en ocasiones parece que
han sido inexplorados por el hombre, con la libreta y la grabadora
67

en mano para que no se nos escapen los detalles y poder reunir los
testimonios de los que hacen esta bella historia a favor del pueblo
de Bolívar. Los caminos parecen interminables y más de una vez
nos admiramos del valor y sacrificio de los que lucharon por la
independencia del yugo español.
En el avance nos trasladamos en la imaginación a aquella época
y vemos a los continuadores de una obra que no fue coronada con
el éxito real porque los pueblos no habían tenido la oportunidad,
en muchos casos, ni de vivir como seres humanos. Los gobiernos
que se sucedieron no podían o no querían atender las necesidades
básicas, mientras se acumulaba una deuda social que por primera
vez se ha tenido en cuenta en Venezuela para devolver sus dere-
chos a las grandes mayorías. Con apenas catorce años la Revolución
Bolivariana no se detiene a pesar de los múltiples obstáculos que
surgen a su paso. Un producto de su corta y fructífera vida es Barrio
Adentro que acaba de cumplir en su primera década de existencia.
Volvemos a nuestro amado Monagas para adentrarnos en sus
montañas llenas de flores y de esperanza y visitar allá en Cari-
pito, en la zona de San Miguel, que apenas aparece en el mapa, al
doctor Bárbaro Pérez Sabina. Fue el primero de la familia que se
dedicó a esa profesión, lo hizo por la labor social que un médico
puede hacer en cualquier lugar. Se siente parte de la comunidad,
de sus problemas. Considera que ayudar a las personas a resolver
sus dificultades, sus inquietudes y sus enfermedades, no solo las
del cuerpo, sino también aquellas que afectan la salud mental del
individuo, es una de las misiones más bellas que puede realizar
el ser humano. Comprende que decir médico no es solo poner un
tratamiento farmacológico para aliviar un dolor, para curar una
infección, sino que también hablar con el paciente, conocer sus
problemas, a veces de índole familiar que pueden afectar la diná-
mica del hogar, es una manera también de hacer medicina, sentirse
que puede dar un consejo, orientar a las personas. Esto fue lo que
decidió a Bárbaro para hacerse especialista en Medicina General
Integral, o Medicina Familiar que su base fundamental es la
prevención de enfermedades y la promoción de salud. Desde que
68

CAPÍTULO II
se graduó en 1997 y luego como especialista de Medicina General

Integral en el 2003, la práctica profesional le enseñó mucho más
que los libros de cómo tratar a los pacientes, de verlos como seres
humanos que se le resuelven sus problemas y no con la mentalidad
que existe en otros países, como clientes, una fuente de obtención
de ganancias para enriquecerse. Fines lucrativos, muy distantes de
los que fundamenta la medicina cubana.
La Medicina General Integral es una ciencia establecida
porque ve al ser humano en su conjunto y no ve al hombre aislado
de la sociedad y del medio donde vive, lo ve en el vínculo familiar
y social, la familia como célula elemental y básica de la sociedad,
porque integra todos los elementos y todos los factores de los que
depende el estado de salud de las poblaciones y del individuo en
particular. No era fácil conversar con este joven cienfueguero. De
pronto aparecía un paciente para hacerle una consulta a pesar
de lo avanzado de la hora, nosotros mirábamos su cara de agota-
miento pero con una sonrisa. Era el tiempo que en teoría debe ser
de descanso luego de haberse trasladado en la tarde a dos sectores
bien distantes para ver a unos enfermos que debían de seguir un
tratamiento.
Mientras escuchábamos a los niños de la vecindad disputar
un campeonato de pelota frente a la humilde vivienda que habita
el doctor junto a otro colega, nos dice que siempre lo conquistó la
idea de contribuir un poco a mejorar el estado de salud de otros
pueblos, a partir de los principios en los cuales se apoya la Revo-
lución Cubana como la solidaridad. Nunca perdió la esperanza de
algún día poder contribuir. Nos tomábamos un té bien caliente pues
aquella zona es más fría y cuando el sol desaparece se congelan
nuestros huesos. El profesor nos narra que a pesar de que siempre
estuvo a la espera lo impresionó el hecho de que lo llamaron para
saber si mantenía su disposición de cumplir con una misión médica
de colaboración en Venezuela. Luego de haber reiterado su consen-
timiento salieron al siguiente día para una preparación necesaria.
Al darnos más detalles no olvida que fue el domingo 7 de
diciembre de 2003 cuando se encontraba en su casa. Luego los
69

llevaron a La Habana a pasar un curso de algunas enfermedades

tropicales que en Cuba han desaparecido y en Venezuela son endé-
micas. Lo que más le impresionó fue la entrevista que tuvieron el
18 de febrero de 2004 en el Consejo de Estado con el Comandante
en Jefe, Fidel Castro. De allí su primer trabajo fue dividir en dos la
Brigada de su provincia, Cienfuegos. Una parte iba para el estado
Falcón y la otra para el Táchira, la frontera con Colombia. Al ver
que las necesidades del estado Monagas se correspondían con el
total de los médicos de Cienfuegos los mantuvieron unidos en esa
región.
A la montaña hay que conocerla, si no puede traer riesgo hasta
para la vida. Este no es un inconveniente para Bárbaro que sabe
que no pueden hacerse disparates pero que nada debe impedir el
cumplimiento de una tarea. Piensa que el simple hecho de vivir
implica riesgos y lo más importante es que quede para la historia
personal lo que es capaz de hacer por los demás, lo que se puede dar
en aras de mejorar las condiciones de vida de otros seres humanos,
de contribuir en algo a que obtengan un poquito de felicidad. Para
él eso vale la pena y en eso coincidimos todos. Cuando ellos llegaron
a Maturín, la capital del estado, los dividieron por municipio y a él
le tocó Bolívar, que todos conocen por Caripito en el estado, de ahí
a San Miguel, una zona rural que por estrategia los médicos debían
ser hombres dadas las condiciones. Allí sustituyeron a dos mujeres
y desde ese momento ha permanecido en el lugar. Para Bárbaro
fue difícil la adaptación, es un muchacho que siempre ha vivido
en la ciudad y nunca antes había conocido el campo, solo de visita.
Cuando el servicio social iba todos los días a dormir a su casa pues
no era muy lejos. Por primera vez le tocó hacer una vida estable en
una zona rural en Venezuela. No cabe duda de que fue un cambio
muy brusco, unas condiciones a las cuales no estaba acostumbrado,
bañarse en el río, tomar agua no tratada, no existía acueducto,
incluso en un comienzo tenía que cargar el agua del río para tenerla
en la casa y poder asearse y cocinar, lo que ya hoy día ha sido supe-
rado por el desarrollo de Barrio Adentro y la atención al hombre
por parte de la coordinación del estado y la Misión Médica Cubana.
70

CAPÍTULO II
A través de la historia la población campesina, la población

rural no tiene un nivel cultural y educacional pues el acceso a los
centros de enseñanza es muy difícil; en las zonas urbanas están
al doblar de la esquina. Allí existía un total desconocimiento de
algunas normas elementales de sanidad y de cultura sanitaria, de
hábitos, que poco a poco con el trabajo de estos especialistas se han
mejorado, la insistencia en las consultas, en los terrenos. Era nece-
sario enseñar a la familia cómo deben tratar a sus hijos desde el
punto de vista higiénico y algunas normas que ayudan a mantener
una salud y proteger el medio ambiente.
No deja de mencionar que sus relaciones con la Defensora de
Salud de la zona, la señora Luisa Carreño, han sido siempre exce-
lentes. Los apoya en todas las actividades de salud que realizan en
la comunidad de una forma incondicional, su abnegación, su sacri-
ficio, de manera desinteresada y voluntaria, es de destacar. Sin su
ayuda no hubiera sido viable lograr todas las acciones de salud que
han hecho en la zona, no hubiese sido posible mejorar el estado
de salud de estas comunidades, tener los éxitos que tienen hoy.
Desde un comienzo siempre fue positiva, los acogió, los aceptó,
con mucho amor, con mucho cariño, dispuesta en todo momento a
ayudar. Poco a poco en las consultas y en el trabajo diario se fueron
conociendo más, compenetrando, cada vez que tenían una difi-
cultad, cada vez que necesitan algo de ella, siempre está presente
y eso contribuyó a tenerle confianza y cariño. Es como si fuera una
madre para ellos. De reojo mirábamos a esta humilde mujer que no
salía de su sonrojo cuando reconocían su trabajo. Con el programa
Barrio Adentro ellos promueven salud y previenen enfermedades,
las múltiples actividades que realizan van encaminadas a eso, a lo
que hay que incluir el control de aquellos que padecen enferme-
dades crónicas no transmisibles, de personas que antes ni sabían
que tenían un padecimiento que podía comprometerles hasta la
vida si no se atendían. Participamos con los líderes comunitarios
en una serie de actividades que contribuyen a la salud mental y
física en la zona, hasta encuentros deportivos, no solo la práctica
de ejercicios sistemáticos con la población. No tuvimos tiempo de
71

presenciar algunas de las charlas educativas pero si preguntamos

al respecto y nos decían que además de reunirlos también los
médicos les hablaban de diferentes temas cuando los visitaban en
sus casas, es una forma de aprovechar también el terreno para esta
labor de promoción de salud y en verdad que nos sentimos rejuve-
necidos. Pudimos ver los resultados satisfactorios de un trabajo de
diez años, se pueden palpar. Preguntamos sobre el dengue y todos
están convencidos que la batalla contra el zancudo aedes aegypti
se libra en el hogar. Tienen muy pocos casos de personas afectadas
y eso lo dice Bárbaro con una amplia sonrisa de satisfacción. Es el
resultado de un trabajo conjunto, visitan los hogares, les hablan de
la importancia de tapar bien todos los recipientes de agua limpia,
de eliminar las estancadas, sembrar las matas en tierra, horadar las
latas, entre otras cosas. También se abordan con frecuencia el palu-
dismo y una serie de enfermedades que antiguamente tenían una
incidencia muy grande en esa comunidad rural y que han logrado
disminuir.
No por esto abandonan la prevención secundaria y han logrado
mantener compensados a pacientes con diabetes o hipertensión,
ellos insisten mucho en los factores de riesgo y lo que los puede
afectar y llevar a enfermar, cómo mantenerse compensados, cómo
deben aprender a vivir con el padecimiento y no verlo solo como
una dolencia. Saber disfrutar la vida sin riesgo, que no pueden dejar
de tomar el medicamento, deben ser rigurosos con su dieta, prac-
ticar ejercicios. A la población en general se le alerta en lo que la
puede llevar a padecer una enfermedad crónica no transmisible y
cómo evitarla, los factores de riesgo que pueden propiciarla.
A pesar de que las áreas aquí son dispersas y se hace difícil
organizar los Círculos de Abuelos y otros grupos como el de emba-
razadas, sus integrantes hacen labor de propaganda entre sus
vecinos y poco a poco se han ido incrementando en la medida que
trabajaron con ellos junto a los líderes de la comunidad, personal de
enfermería venezolano y los miembros del Comité de Salud cons-
tituido ya en esa comunidad. La gente se siente contenta, se siente
bien con su participación en estos Círculos. Como en muchas zonas
72

CAPÍTULO II
de Venezuela el principal problema de salud es el poliparasitismo

que, a pesar de que ha disminuido mucho, hay que seguir insis-
tiendo en medidas higiénicas, porque siempre aparecen pacientes
infectados.
Otro de los problemas de salud que enfrentan es el alza del
consumo de alcohol y del tabaco, la drogadicción, sobre todo en
poblaciones jóvenes, adolescentes, pero no descansan en la educa-
ción a la población y se han obtenido resultados alentadores con los
más jóvenes. Son males que provienen de mucho tiempo atrás que
a pesar de ser difíciles de erradicar no pierden la esperanza de que
algún día puedan ser solucionados.
Para ello han realizado audiencias sanitarias en las escuelas
y aprovechan los operativos que se hacen para abordar el tema
también de las infecciones de transmisión sexual. En San Miguel
no se ha detectado un caso de SIDA a pesar de la promiscuidad en
esas comunidades y de los pocos conocimientos que tienen con
respecto al tema. Ellos han contribuido a que la población, sobre
todo joven, se proteja con el uso del condón y tal vez esa ha sido una
de las causas de que no tengan un alza de esos casos en la zona.
En los operativos incluso se reparten los condones, se les da
de forma gratuita y se les habla respecto a la transmisión de estas
infecciones, sin dejar de abordar el tema del embarazo precoz. Es
de destacar que desde que se inició el programa Barrio Adentro con
la identificación del riesgo pre-concepcional en la comunidad y el
suministro gratuito de tabletas anticonceptivas a las mujeres más
jóvenes y a algunas no muy jóvenes que los solicitan, se ha dismi-
nuido la incidencia de embarazos precoces. Ya la población tiene
más conocimiento, está más preparada y de hecho ya hay mujeres
que se asesoran en cuanto a planificación familiar. Ellas mismas
todos los meses van a buscar sus tabletas anticonceptivas en las
consultas.
Para estos médicos que trabajan en lugares tan intrincados lo
principal que han aprendido en Venezuela es la importancia de
contribuir a mejorar el estado de salud de otros pueblos con su
trabajo en zonas tan disímiles y dispersas, con un nivel cultural
73

muy bajo y por otra parte con costumbres diferentes a la de ellos.

Nadie puede imaginarse la satisfacción que sienten estos profe-
sionales cuando logran que esos seres humanos asimilen las
informaciones que dan de salud en aras de su beneficio. Aquí han
aprendido a tratar con otro tipo de personas, en la mayoría de los
casos sin cultura médica anterior. Cuando regresen a la patria esta
experiencia les servirá para mejorar la calidad de sus servicios a la
población cubana, a perfeccionarlos.
A estas regiones también llegó la desinformación sobre los
especialistas cubanos desatada por los medios de comunicación
masiva opositores al Gobierno Bolivariano, el rechazo no se hizo
esperar en un número importante de la población. Los tildaban de
militares, guerrilleros, paramédicos o gente no preparada e incluso
algunos preguntaban de qué parte de Cuba venían y con qué obje-
tivo, si era para matar o envenenar a la gente. Hoy por hoy esos
médicos son venerados por la mayoría de la comunidad.
Como se señala en documentos oficiales la Misión Barrio
Adentro es expresión de la Atención Primaria en Salud y es posible
porque se sustenta en una política económica y social integral, que
apunta al desarrollo completo de las personas y comunidades como
parte del desarrollo nacional y con la cooperación internacional de
Cuba, que es un baluarte en la implementación y sostenibilidad de
este hermoso programa que no solo va a la atención médica, sino
también a la formación de los recursos humanos venezolanos nece-
sarios con alta capacidad científica y excelentes valores humanos
que los sustituirán.
Los activistas de salud como Luisa Carreño o Edgar Aguiar
participan en las consultas médicas organizando a los pacientes
según llegan, registrándolos, explicándoles algunos temas de salud
y la labor de los médicos cubanos en Venezuela con el objetivo de
mejorar la calidad de vida de la población, sobre todo los niños y los
ancianos. Poco a poco siguen mejorando los índices de salud. Estas
Defensoras de Salud también facilitan labores administrativas del
Consejo Comunal, dan una excelente atención al paciente para que
todo fluya en la consulta, apoya y asiste a las diferentes actividades
74

CAPÍTULO II
programadas por el médico siempre en busca de mejorar la salud

de la población.
La necesidad histórica de la Revolución Bolivariana se mani-
fiesta no solo en Barrio Adentro, donde se han salvado miles
de vidas, sino que el proceso conlleva al nacimiento de otros
programas de educación para todo el pueblo y de mejoras en
sectores tan importantes como la agricultura y la energía, por
ejemplo. La población cada día encuentra nuevos motivos de satis-
facción. El Gobierno Bolivariano ha dedicado tiempo y recursos
para mejorar a su pueblo. Durante esta conversación nos acom-
pañó la ya famosa Luisa Carreño, una mujer sencilla que se ha
convertido en una líder de la comunidad. Ella es la que va a buscar
los pacientes que se demoran en ir a una consulta y combina a la
perfección sus responsabilidades como esposa y madre, con las de
la población, esto lo realiza de forma espontánea. Se capacitó para
ejercer mejor sus funciones porque comprendió desde sus inicios
la magnitud de la obra. Entre múltiples anécdotas que nos hacen
reír y llorar nos muestra todas las dificultades de los comienzos
de Barrio Adentro. Nos dice que al principio la gente consideraba
a los médicos cubanos como cuerpos extraños hasta que lograron
que entendieran que ellos venían a ayudar, a mejorar la salud en un
lugar donde antes siempre estaban desasistidos.
Nos explicó que en una época lejana tuvieron una especie de
dispensario muy rudimentario con una sola enfermera que en el
mejor de los casos remitía a los pacientes al hospital más cercano
con muchas probabilidades de perder la vida en el camino pues
allí no existían recursos de ningún tipo. Recuerda a las primeras
doctoras Maura y María Mercedes que fueron sustituidas por
Bárbaro y Leonardo por las condiciones de la zona, aunque ellas no
escatimaron esfuerzos y su trabajo fue extraordinario.
Para Luisa, una de las mayores experiencias de su vida es acom-
pañar a los médicos en sus visitas de terreno donde ha aprendido
muchas cosas que le son muy útiles en su vida diaria para cuidar
a su familia. En la consulta parece una hormiguita, anota a los
pacientes, los organiza por orden de llegada pero sabe también
75

cuando hay que priorizar una urgencia y se siente muy orgullosa

de los médicos, los cuida como hijos y se preocupa del más mínimo
detalle. No se cansa, siempre está dispuesta a salir adelante por su
pueblo, para ayudar al Presidente y las autoridades bolivarianas.
Con la sabiduría popular que tanto nos enseña demuestra una vez
más que la unión de la comunidad es la que permite el desarrollo.
En las montañas de Monagas nos encontramos también a
mujeres especiales de la Misión Médica Cubana, una como médico
y la otra como especialista en Cultura Física, en diferentes lugares
que no sabríamos decir ni cuál era el más cercano, ni cuál más fácil de
llegar. El paisaje es tan apasionante que pierdes la noción del tiempo
y del peligro. Es bueno señalar que gracias a que no llovió pudimos
regresar a la ciudad más cercana, sino era mejor no intentarlo.
La doctora Tania Batista Abreu al llegar a Venezuela en el 2003
vivió con una pareja venezolana y un niño pequeño durante siete
meses que le enseñaron todas las costumbres de Venezuela, sus
características individuales, su arraigo a la religión en una expe-
riencia que fue muy agradable para ella. Siempre dice con una
amplia sonrisa que a partir del momento que llegue a Cuba, cuando
finalice la misión en Venezuela, hablará de su tarea previa y de su
tarea pos, porque se ha fortalecido desde el punto de vista humano,
de modestia, de sencillez, experiencia maravillosa para narrar
a sus hijos y mostrarles los grandes contrastes entre la medicina
mercantil y la social que es bueno que ellos conozcan. Ante nues-
tras innumerables preguntas su vista se pierde en el horizonte
donde las nubes tapan las altas cimas. Tuvieron que indagar ante
enfermedades solo conocidas por ellos a través de la literatura e
inventar pues apenas tenían recursos. A pesar de todo logró llevar
desde un inicio a la población el cuidado de la salud que tanto nece-
sitaban. Desde el punto de vista político ha aprendido a querer más
a su pueblo, a su lindo Caimán Verde y quiere mucho más al ser
humano desde que está en Venezuela.
Profesionalmente se siente más capacitada desde todos los
puntos de vista. En Venezuela se hizo máster en Atención Integral
a la Mujer, obtuvo la categoría de Profesor Instructor y la maestría
76

CAPÍTULO II
en Medicina Natural y Tradicional. Para ella llegar en el 2003 y ver

el desajuste en el Ministerio de Salud Pública en Venezuela, era la
triste herencia de gobiernos anteriores y cada gestión se convertía
en una odisea. El legado de gobiernos anteriores se caracterizaba
por una falta de inversión social, una privatización directa e indi-
recta de los servicios y una relación donde el paciente ya no era
un ser humano, sino un objeto de mercado, entre otras cosas. Ver
en estos momentos, a diez años de la Misión Barrio Adentro, que
los avances son sorprendentes es para ella una realidad y en su
modestia no se da cuenta de que ella es una de las protagonistas.
Inicialmente en Cuba recibió una preparación para llegar a
Venezuela, le impartieron la asignatura Comunicación Social que
en aquel momento estudiaron pero le restaron importancia. Quién
iba a pensar que si todos somos latinoamericanos se hablarían
lenguajes diferentes en cuanto a costumbres y hábitos. Única-
mente al llegar a las tierras de Bolívar constataron que todo era
importante, incluso el censo que se hizo al principio para conocer
los problemas de la población. Si causó impacto en los venezolanos,
mucho más en los médicos cubanos ante su crudeza. No se le olvida
que al principio al preguntar sobre el oficio que tenían, el trabajo
que realizaban, contestaban que cazar tigritos, como es natural con
un poco de resquemor empezó a buscar los tigres por todos los alre-
dedores con cautela. Les aclararon que cazar tigritos se refiere a
conseguir un trabajo hoy y otro mañana, no tener empleo fijo. De
ahí la necesidad de conocer las costumbres, los modismos. Aunque
son latinoamericanos y tenemos iguales raíces, existen diferen-
cias que en vez de separarlos pueden unirlos más, siempre que
se comprendan y no dejen que el enemigo haga fisuras con cosas
sencillas. A pesar de que los cubanos no se caracterizan por su reli-
giosidad, con respeto han logrado que hasta pacientes Testigos de
Jehová se vinculen con ellos en la lucha por una vida mejor, incluso
algunos hoy por hoy son Defensores de la Salud en la comunidad.
Piensa la doctora Tania que Barrio Adentro llegó para quedarse,
que es una de las cosas que deben transmitir a todas las genera-
ciones que se están formando y que cuando lleguen a Cuba, con
77

el prurito del deber cumplido, trascienda al mundo entero, sobre

todo a los países de Latinoamérica. Aprender, enseñar, educar y
transmitir a la gente joven todos los beneficios que desde 1999 da la
Brigada Médica Cubana a Venezuela. No olvida el esfuerzo extraor-
dinario de los profesionales de la salud que en la isla cumplen una
misión tan o más importante al suplir a los ausentes y mantener los
logros de la Revolución. La mujer, y sobre todo la mujer latinoame-
ricana, está en un momento cumbre de la historia de la humanidad,
donde ha sabido superar todos los retos que la vida y la sociedad le
impone, nos dice la doctora Tania con los ojos brillantes mientras
afirma que las cubanas siempre se han caracterizado por cumplir
cualquier tarea que se les asigne. De hecho es uno de los pocos
países en el mundo que tiene mujeres Generales de Brigada. Para
ella es un honor ser mujer, ser profesional y ser cubana, lo que le
ha costado no poco trabajo pero siempre piensa que son dignas
herederas de Mariana Grajales, madre heroína de las gestas inde-
pendentistas de Cuba contra España. Nos enseña la fotografía de
la mamá adorada que no la abandona cuando tiene que tender la
mano para que ella dé su granito de arena. Estas abuelas cubanas
merecen también el diploma de internacionalistas.
Buen trabajo nos costó encontrarnos con la cienfueguera
Zeida Espinosa, licenciada en Cultura Física. Ella estaba con los
abuelos de la comunidad en una cancha improvisada entre aque-
llas montañas y el médico en el terreno. La conseguimos aunque
tuvimos que esperar buen tiempo. No es fácil describir su asombro
pues ella pensaba que los periodistas estábamos buscando al doctor
hasta que entendió que nuestro interés era ella. Estos licenciados
trabajan en Barrio Adentro desde los primeros meses del 2004. Sus
recuerdos ante nuestras interrogantes se remontan a cinco años
atrás donde poco después de llegar de una conferencia le avisaron
que partía en menos de 24 horas para Venezuela lo que la llenó de
satisfacción pues ella soñaba con cumplir una misión internacio-
nalista. No cabía en sí de gozo, nadie la obligó, su disposición databa
ya de hacía mucho tiempo, era su voluntad, quería ayudar en todo lo
que pudiera.
78

CAPÍTULO II
Estos licenciados en deporte trabajan los ejercicios con los

asmáticos, los diabéticos, los hipertensos, los obesos e incluso en la
mañana los ves siempre con los Círculos de Abuelos, como pudimos
constatar. En este caso se queja de que no acuden todos los que ella
quisiera ya que los ancianos también participan en labores agrí-
colas como la recogida de café y las localidades son muy distantes,
así y todo asisten y tienen mucho interés, que es lo fundamental.
La idea central es que todo el personal que vaya al Consultorio
Popular pueda llevarse informaciones de salud en un llamativo
mural. Vimos a pacientes que iban solamente a leer lo que Zeida
pone de una forma muy sencilla y bonita de conocimientos sobre
diferentes problemas de salud que afectan a la comunidad, incluso
esas personas se lo hacen saber a los demás. Hay una magnífica
relación médico-profesor deportivo, que se pone de manifiesto en
todo momento, mucho más en los lugares intrincados donde van a
realizar terreno, el profesor de deporte aprovecha y hace también
su trabajo en esa comunidad aunque sea una vez a la semana. Los
deportistas, como todos los conocen, ayudan en las audiencias sani-
tarias junto al médico hasta en los lugares más apartados donde
para los pacientes es difícil acudir al Consultorio por la lejanía y los
caminos que no están en buenas condiciones. Allí ves una casita y
varios kilómetros después es cuando encuentras otra, son pobla-
ciones muy dispersas. Estas son las zonas donde se realizan los
operativos, los especialistas dan la atención requerida y se entregan
los medicamentos que necesita cada paciente. Son muchos los
problemas de salud de la zona que es muy fría y predominan las
infecciones respiratorias. Ellos laboran en la Parroquia Guanota
que contempla diez sectores poblacionales.
Trujillo, Mérida, Monagas, estados donde las dificultades
del terreno no son un obstáculo y mujeres como Zeida o Tania
se sienten satisfechas de una experiencia que califican de muy
buena ya sea en medicina o en el deporte por la maravillosa rela-
ción lograda con la comunidad donde se ayudan mutuamente entre
montañas.
79

Las comunidades
Es indiscutible que las bases del programa Barrio Adentro
están en el trabajo comunitario que desarrolla vertiginosamente la
atención primaria en salud con un alto nivel científico, lo que nunca
antes se había visto en Venezuela pero en lo cual Cuba ya tenía
una experiencia de más de veinte años con la institucionalización
del Médico de la Familia en la década de los ochenta del pasado
siglo. En un alto de sus múltiples ocupaciones conversamos con la
doctora Arianna García, también de aquellos médicos que inició la
misión y tiene recuerdos inolvidables. Ella fue de los especialistas
que sentó las bases de este elemento fundamental en el desarrollo
de los Consultorios Populares porque involucra a la comunidad que
se siente partícipe de todas las actividades.
Esta joven especialista después de cursar diplomados y maes-
trías prepara hoy su doctorado, ya hace más de un año que trabaja
en él, estamos seguros de que saldrá con éxito de la prueba. Arianna
nos asevera que el trabajo comunitario permite llegar a la casa de
los venezolanos que estuvieron mucho tiempo ajenos a esa inte-
rrelación que permite una atención integral al paciente en lo que
puede denominarse salubrismo de calle. Aquí se involucran todas
las misiones, la educativa, la deportiva y otras en llevar la salud a
la población en todos sus aspectos. Reconoce que su formación en
medicina familiar es determinante para este trabajo en la comu-
nidad y han logrado que cada poblador se sienta protagonista en
estas actividades guiadas por el médico desde el punto de vista
técnico y profesional de las cuales estaba muy necesitado.
El trabajo comunitario es todo, desde que los especialistas se
interrelacionan con su población, el intercambio con el Comité de
Salud hasta las grandes Fiestas por la Salud, en fin, es lograr que
todos participen en las actividades que se organicen desde el punto
de vista del deporte, la cultura y la salud. Estos Festivales de la
Salud son increíbles, una gran fiesta para la comunidad. Atienden
el médico, la enfermera o Defensora de la Salud y se esmeran
para que todos se sientan a gusto en la espera, si son muchos al
mismo tiempo. Los niños artistas brindan lo mejor de su arte y las
80

CAPÍTULO II
competencias deportivas no faltan a la cita. Podemos calificarlos

como una colmena donde todos trabajan, pero lo mejor es ver los
rostros sonrientes. De eso estamos seguros.
Un primer paso de toda esta labor es el activo comunitario que
se realiza con todos los líderes formales e informales de la comu-
nidad: Comité de Salud, Consejos Comunales y todas aquellas
personas que ayudan al avance de la medicina en su localidad. Allí
se logra identificar las verdaderas necesidades de atención médica
de la población, lo que permite trazar las estrategias para que las
acciones sean más efectivas. Ellos elaboran los proyectos comuni-
tarios que fortalecen esas comunidades.
No es lo mismo la población del cerro a la del llano o de los
páramos, cada una tiene sus particularidades y de esa manera se
trabaja, como traje a la medida, nos dice Arianna. Cada una tiene
sus peculiaridades, cada consultorio dirige su labor. No solo se
planifican las Fiestas por la Salud, también jornadas de vacunación,
los Círculos de Abuelos asociados a los compañeros de deporte que
realizan una labor extraordinaria, se dan las actividades con los
adolescentes, con las embarazadas y esa parte desde el punto de
vista técnico la guían los médicos. De ahí buscan los espacios para
que cada grupo tenga la mayor participación posible.
La adolescencia es una etapa de la vida algo compleja para su
abordaje. La sociedad venezolana vivió durante mucho tiempo en
un capitalismo depredador por lo que es más difícil atender a este
grupo por varios temas como el de la drogadicción o la violencia.
Hoy se ha logrado incorporar esta población a los Consultorios
Populares y ayudan de diversas formas, desde la limpieza del
entorno del puesto médico hasta la movilización para una Fiesta de
la Salud. Muchos de estos jóvenes no estudian y a veces las madres
no tienen el control sobre ellos, se les van un poco de las manos a
la familia. Los médicos cubanos con su formación, con sus valores,
los van involucrando en el programa hasta lograr reunirlos para
darles diferentes temas como sexualidad, alcoholismo o violencia,
siempre de forma amena utilizando Cine Debate, dramatizaciones
donde ellos se pueden ver reflejados. Importante es la participación
81

de los adolescentes en el deporte, que ellos sientan que su tiempo

libre está ocupado en el ejercicio físico, la cultura, para tratar de
alejarlos de esos flagelos que aún persisten en la sociedad vene-
zolana a pesar que hay que destacar que se ha avanzado positiva-
mente con la Revolución Bolivariana.
Los médicos buscan también las personas que tienen habili-
dades para diferentes manifestaciones artísticas, el canto, la danza
y han logrado organizar grupos culturales como por ejemplo la
interpretación de la música llanera. Muchos tocan de oído el cuatro
o el tres y aprovechan los espacios para involucrarlos en las activi-
dades comunitarias. Algo que no nos dice la doctora García, es que
toda esa labor ellos la realizan luego de cumplir con las consultas y
las visitas de terreno, en sus horas libres que utilizan en beneficio
de la población. Esto lo hemos visto, nadie lo ha contado porque los
médicos cubanos son muy modestos. Los jóvenes necesitan tener
su posibilidad de expresarse y Barrio Adentro defiende y fortalece
esos espacios, siempre están invitados a las Fiestas de la Salud y los
Activos Comunitarios. Ellos necesitan una atención muy especia-
lizada porque son los adultos de un futuro cercano que tiene que
basarse en un grupo de valores y principios para el buen desarrollo
del país.
Constituyen problemas de salud en la adolescencia el emba-
razo precoz y la drogadicción. Sobre este último las instituciones
venezolanas trabajan arduamente porque la adicción a la cocaína y
otras drogas comienza en etapas tempranas de la vida. Al Consul-
torio Popular le toca la parte preventiva, que el muchacho que
todavía no ha explorado ese mundo no llegue a caer, hay que resca-
tarlo a tiempo. Eso se dice fácil, pero no lo es, hay que darle mucha
información sobre los daños que puede ocasionar a la salud, desde
el punto de vista físico o social, sobre todo a él mismo y a su familia.
La doctora Arianna nos afirma que el embarazo precoz está muy
relacionado con el tema familia, que por lo general no le brinda este
tipo de información al adolescente y tiene muchas probabilidades
que le ocurran esos eventos. De ahí la necesidad de la educación de
estos jóvenes enfocada a la prevención, enseñarles cómo se deben
82

CAPÍTULO II
cuidar, esto es un elemento fundamental de la medicina comuni-

taria. Si ya la adolescente está embarazada hay que continuar esa
educación y brindar toda una serie de elementos que en ocasiones
no encuentra en el seno familiar y que la joven necesita en esos
momentos más que nunca que le enseñen, que le comuniquen, que
se interrelacionen con ella y le transmitan las experiencias vividas
dentro del seno familiar.
La base fundamental del trabajo comunitario es conseguir que
el equipo de salud dentro del Consultorio Popular se relacione
directamente con su comunidad, que logre un vínculo estrecho con
sus líderes. Es la única forma de obtener el éxito pues el médico
aunque esté preparado desde el punto de vista técnico y profe-
sional, si no involucra a su población, la participación no le será tan
efectiva como se puede esperar. Los líderes, tanto formales como
informales, aquellas personas en la zona que son respetadas y
apoyan el trabajo del Consultorio, tienen que estar de la mano del
médico para que el trabajo con los pobladores fluya. Es una labor
comunitaria y cómo esta siente a los especialistas que la guían.
A los sectores más apartados que tienen que atender algunos
consultorios se les llega también con visitas de terreno para el segui-
miento de los casos y cuando es necesario se les llevan todos los
servicios en lo que denominan penetraciones porque en realidad
es monte muy adentro. Se les brinda servicio directo a esas pobla-
ciones para ver al paciente de manera integral. Los operativos van
dirigidos a aquellas zonas dispersas y muy distantes que no están
atendidas por un Consultorio determinado y a las cuales no solo se
llevan todos los servicios como la consulta médica, la estomatoló-
gica y la óptica para que salgan hasta con los espejuelos que nece-
sitan, sino que también se realizan actividades culturales por los
habitantes de la zona en algunas oportunidades. Estos operativos
organizados por las autoridades y las instituciones se convierten en
Fiestas de la Salud.
Han surgido diferentes modalidades como la Misión Milagro
que ha devuelto el preciado sentido de la vista a alrededor de tres
millones de personas no solamente en Venezuela, sino también en
83

otros países del área, y más reciente el pesquisaje activo que entra
a comunidades aisladas o caseríos. Se ven todas las familias, se
visitan todas las casas. Una vez que se ven por el médico y se les
mandan todos los exámenes complementarios, incluso tratamiento
de rehabilitación si lo necesitan, cirujanos y ortopédicos valoran los
casos que lo requieren, o sea, no solo se ve el cien por ciento de
la población, sino que se atienden todos sus problemas de salud. A
todo esto se le da seguimiento.
Con una amplia sonrisa la doctora Arianna nos expresa que
esto ha tenido un gran impacto en la población, que siente la nece-
sidad de la interrelación con los médicos y que no tiene el Consul-
torio Médico en las cercanías porque sus habitantes están muy
dispersos. Se sienten protegidos porque por primera vez se han
acordado que ellos existen. Barrio Adentro logra que la población
se sienta satisfecha con sus servicios. Barrio Adentro desde que
surgió se ha estado perfeccionando. En un proceso muy dinámico
se han tomado las estrategias correctas en cada momento con el
objetivo de brindar una atención médica superior en cada instante
y en eso hombres y mujeres como Arianna trabajan para lograr la
excelencia en los servicios porque saben que un futuro mejor sí es
posible cuando se sientan bien las bases.
De ahí fuimos en busca de una Fiesta de la Salud. No fue fácil
encontrarla y ya nos parecía que llegaríamos a Colombia antes de
hacerlo cuando una contagiosa música nos guió hasta una plazoleta.
Aleluya, dimos con ellos y nos miramos llenos de alegría, era sábado
en la tarde pero todos acudían a la cita desde horas tempranas. Nos
recibió la doctora Elsa Sánchez Zaldívar, para quien desde que llegó
a Venezuela en aquellos primeros grupos de médicos que tuvieron
la responsabilidad de extender Barrio Adentro lo más impactante
es ver a los ancianitos hoy por hoy incorporados a estas Fiestas por
la Salud. Ella es la máxima responsable de la actividad donde todos
cooperan para que salgan bien las cosas.
Empezó a trabajar en una comunidad donde la mayoría de las
personas son de avanzada edad pero que en la práctica apenas se
conocían. Algo que impresiona a los cubanos es cómo se empezaron
84

CAPÍTULO II
a saludar, lo que nunca hacían antes a pesar de vivir relativamente

cerca. Se incorporaron a las actividades no solamente de ejercicios,
sino también de recreación como la visita a lugares importantes,
cumpleaños colectivos que son maravillosos en estas fiestas. Se
acabó la soledad y el aislamiento para ellos, fue como si empezaran
a vivir de nuevo. Una compenetración que se mantiene al pasar de
los años y que permite constatar cosas muy bonitas con ellos.
Elsa es el alma de estas actividades junto a los especialistas de
deporte que unen la técnica y la profesionalidad a la creatividad.
Los pequeños rescatan las tradiciones culturales de la nación
y no dejan de acompañarnos en todo el recorrido con múltiples
preguntas con esa curiosidad innata del despertar a la vida. Oír sus
risas, sus bromas, nos reconforta. Nos acercamos a los deportistas
en especial a Luis Robert Aquino, un santiaguero de alta estatura
que parece dominar todo el horizonte, es doctor en Ciencias y hoy
lo mismo lo encuentras trabajando en una comunidad en los cerros
que en los llanos. Venezuela es algo muy grande para él, en primer
lugar adentrarse en una cultura diferente, trabajar en los cerros,
conocer el esfuerzo del Gobierno Bolivariano por impulsar todos
los programas sociales, todo este abanico constituye sin dudas la
culminación de su carrera como científico, profesional y colabo-
rador. Recuerda que la cultura física unida a la medicina es una
práctica que se realiza en Cuba desde hace muchos años en las
áreas terapéuticas, experiencia que se ha llevado a Venezuela.
Los deportistas que llegaron desde principios del 2004 se
vincularon con el médico y a partir de los casos que ya estaban estu-
diados hicieron los grupos de trabajo para tratamiento. Ellos hacen
tanto el deporte como el trabajo comunitario que es una de las cosas
grandes que tiene esta misión, según nos afirma Aquino. Ellos han
encaminado sus esfuerzos en aprender, se han superado y se ha
implementado la maestría en Medicina Física Comunitaria que
incrementa los conocimientos del colaborador. Con orgullo refiere
que la técnica y la ciencia están garantizadas en Venezuela.
Lo que nos puso los pelos de punta fue cuando vimos rodar por
las mejillas de este gigante una lágrima al hablar de los suyos en
85

la isla, recordar a su hermoso Santiago de Cuba. Suavemente lo

llevamos para que el fragor del combate distrajera su atención al
encuentro de baloncesto donde pacientes con algunas discapaci-
dades desarrollaban un juego increíble frente a un equipo visitante.
Los Festivales por la Salud se realizan siempre en zonas diferentes
de un área de atención, como nos explica la doctora Yamilé Rodrí-
guez, quien dirige un área de prestación de servicios que tiene diez
sectores que agrupan a los diferentes núcleos poblacionales. Este
Festival se realizó en el territorio que está a cargo de la doctora Elsa
Sánchez.
Los niños continúan a nuestro lado, no nos abandonan ni un
segundo y ellos mismos nos hablan del entorno, nos hicieron sentar
en unos banquitos improvisados y nos ofrecieron un joropo que
no tiene nada que envidiar a un grupo profesional. Les pedimos
que nos llevaran a la enfermera y con rapidez nos presentaron a
Esperanza Suárez, una joven venezolana que constituye un gran
apoyo en el trabajo comunitario y que nos habla de que están
trabajando en primer lugar con la lucha contra el dengue con muy
buenos resultados porque las familias comprenden la necesidad de
librar la batalla definitiva en el hogar y los niños ya están hechos
unos expertos en la vigilancia, no solo en su casa sino también que
realizan visitas a toda la comunidad. Lo que nos llamó podero-
samente la atención fue la cara de villano que tenía un mosquito
dibujado en la arena.
En este Festival por la Salud también están presentes los
médicos venezolanos que en estos momentos se hacen especia-
listas en Medicina General Integral como la doctora Ana Cortés.
Tiene una frescura en el andar que nos llevó a desear volver a la
década de los veinte y no peinar canas. Ella está más contenta que
los cubanos porque se siente parte de la comunidad y nos dice que
en su país hacían falta esas cosas que ponen en primer lugar al
hombre.
Con los médicos cubanos comprendió la importancia de
la prevención en salud. Antes soñaba ser una gran neurociru-
jana, ahora pone todo su interés en comprender las raíces de los
86

CAPÍTULO II
problemas de salud y educar a la población que atiende. Con una

risa cristalina nos guiña el ojo y nos dice que es mejor aprender a
cruzar el río para llegar al otro lado sin dificultad.
Allí nos encontramos también con uno de esos pacientes excep-
cionales que han logrado una recuperación que parecía imposible
ya que había sufrido un accidente cerebro-vascular poco antes de
que se iniciara el programa Barrio Adentro. Nos cuenta su deses-
peración al no poderse incorporar al trabajo y afectar de esta forma
la economía familiar donde la esposa tuvo que asumir la mayor
responsabilidad sobre sus hombros. Mientras daba piruetas para
que pudiéramos comprobar sus condiciones físicas nos explicaba
cómo su médico del Consultorio Popular le dio las primeras indi-
caciones, le mandó a hacer los exámenes pertinentes y luego viajó
a Cuba donde lo trataron de maravilla hasta lograr su restableci-
miento, lo que no había ni siquiera soñado en el estado depresivo
que se encontraba.
Es un paciente regular en las consultas porque ha compren-
dido la importancia de la prevención secundaria ya que no tuvo el
cuidado suficiente para evitar el evento. Agradece a Chávez y Fidel
sus ideas a favor de los pueblos que se concretizan hoy en las Salas
de Rehabilitación Integral que florecen en todo el país para que
personas como él puedan tener con rapidez los tratamientos que
necesitan. En la Fiesta por la Salud tiene su grupo en el que enseña
a los demás lo importante que es cuidarse de una hipertensión arte-
rial. Este hombre de poco más de treinta años paso de ser un ente
pasivo a uno de los mayores y mejores activistas de la comunidad
hoy por hoy.
Ya estábamos agotados pero habíamos prometido a un grupo de
profesionales venezolanos que hacen en estos momentos la espe-
cialidad de Medicina General Integral realizar un encuentro para
hacer un ejercicio teórico-práctico sobre Comunicación Social en
Salud en la sede de la Coordinación de la Brigada Médica Cubana
en el estado. Pensamos terminar lo más rápido posible para ir hacia
los brazos de Morfeo que nos esperaban anhelantes pero poco a
poco se fueron despertando los ánimos y casi en la práctica casi nos
87

tienen que llevar chinchorros a todos pues la noche había empe-

zado hacía buen rato y nos habíamos olvidado por completo del
reloj, menos mal que nos dimos cuenta a tiempo.
Como invitado estaba con nosotros el profesor Edgar Rubio
Valencia, neumonólogo que prestigia la medicina venezolana quien
considera a Barrio Adentro como una experiencia extraordinaria,
un acontecimiento en el desarrollo de la humanidad que se da por
primera vez en Venezuela con la colaboración de Cuba. Conoce el
programa al dedillo desde sus inicios y nos enseña aristas insospe-
chadas. Nos dice que lo que más le impresiona es la participación
de la población en los Festivales por la Salud y la posibilidad de la
formación de los recursos humanos de una forma masiva y con alta
calificación científica, no para grupos privilegiados, sino para todo
aquel que quiera y pueda. Una universalización del conocimiento
que ha sido posible por la existencia de la Revolución Cubana y la
Bolivariana.
Nos refiere algunos aspectos interesantes a pesar de ser un
profesor de la vieja escuela, nos pone un ejemplo muy claro: él
estudió anatomía con cadáveres en una piscina de formol, se los
cargaban al hombro y los ponían sobre una mesa, empezaban
a disecar las manos, un brazo o quizás una pierna. Hoy en día es
completamente diferente, los medios audiovisuales, la computa-
ción al servicio de la enseñanza y las clases en las consultas es un
giro completo en la educación. Cuando él empezó en Barrio Adentro
sus colegas de toda la vida le preguntaban cómo era posible que
fueran a estudiar medicina tantas personas si no había la cantidad
de cadáveres necesarios ante lo cual se reía mucho y les decía que
en su hospital todos los días matan cinco.
Los resultados son excelentes en cuanto a la comprensión de
las diferentes disciplinas porque estudian con la utilización de la
tecnología de punta, en la que la informatización tiene un papel
determinante. Todo esto así como videos de materiales científicos
está al alcance de estos estudiantes que además ven al paciente en
la consulta desde que empiezan y pueden palpar lo que se presenta
en los libros. Sin dudas que el conocimiento es más firme.
88

CAPÍTULO II
Estos jóvenes también participan con sus profesores en los

Festivales por la Salud donde se demuestra que Barrio Adentro no
significa solamente llevar a un médico, a un profesor, a la comu-
nidad. El alumno está presente y se siente motivado por el trabajo
que podrá realizar cuando se gradúe, donde ve que la salud va más
allá, a la sociedad, al cuidado del medio ambiente porque enseña a
cuidar el entorno en estas actividades y en el trabajo diario, desa-
rrolla el deporte, la lucha contra las drogas, la educación. De ahí la
importancia de la Misión Robinson porque había que enseñar a la
gente a leer y escribir, trae también las ópticas para ayudar a aque-
llos que no veían, graduarle la vista y darle los espejuelos, todo de
una forma gratuita. De ahí nacerá también la Misión Milagro.
Nos mira con unos ojos que a veces quieren taladrarnos con
una inmensa bondad y recuerda que él tuvo que optar por una
beca en la antigua Unión Soviética para estudiar Medicina pues su
familia apenas tenía recursos económicos para subsistir, de ahí que
lo maraville que hoy en día en su país los jóvenes puedan hacerse
médicos en la misma parroquia donde viven y compartan las acti-
vidades de salud con la comunidad. Todo esto está en sintonía con
la estrategia del Gobierno Bolivariano que se basa en la consolida-
ción de la comunidad, del barrio. Muchos la califican como el quinto
motor, la explosión comunal y por eso se crearon los Consejos
Comunales para que todo salga de los pobladores y ellos no solo
adquieran derechos sino que sepan que tienen deberes.
Un ejemplo de esta política es el desarrollo endógeno de las
comunidades, lograrlo desde la perspectiva de la salud. Esto se
puede hacer porque el médico en su diagnóstico informa que el
problema de salud de la comunidad, por ejemplo, es que el agua de
consumo que es de muy mala calidad porque no tienen acueducto.
Si la comunidad se organiza con las mesas de agua, con las mesas
de tierra, y definen todo lo que se necesita, el ejecutivo financia el
proyecto y se construye el acueducto. Si el problema de salud es que
no tienen carretera, no tienen medios de comunicación y si eso se
resuelve se logra el progreso, se busca para hacerlo; eso es desa-
rrollo endógeno, lo que demuestra que se puede hacer mucho más
89

por la salud del pueblo venezolano y se está haciendo a través del

programa Barrio Adentro.
Es el surgimiento de una nueva manera de brindar salud a un
pueblo donde hay una consecuencia por la carencia de los servicios
de salud públicos heredada de gobiernos anteriores y esta ha sido
una de las nuevas formas de los proyectos de la Revolución Boliva-
riana, la sensibilidad de llevar los servicios de salud hasta el último
rincón de la geografía de Venezuela.
Si acude a tiempo al médico, ya una madre en Venezuela no tiene
que llorar la muerte de un hijo por parasitismo, herencia nefasta en
sociedades donde la salud es una mercancía. En este siglo XXI hay
millones de niños en el mundo que no tienen derecho a la vida y
mueren antes del año por enfermedades previsibles con la aplica-
ción, en la mayoría de los casos de una simple vacuna, cosas que
se pueden resolver en un instante y que ha llevado a pueblos a la
insensibilidad porque para ellos es más barato hacer un niño nuevo
que curar al que tienen.
Los gobiernos tienen que tener la voluntad política para dar
ese derecho a sus pueblos. Siempre habrá personas que estarán
dispuestas a llevar la salud a los rincones más apartados cuando
haya alguien que lo necesite. De ahí que la Misión Barrio Adentro
es un éxito no solamente para cubanos y venezolanos, sino para la
humanidad. Para los colaboradores de la isla en Venezuela es un
privilegio poder participar de forma activa en primera línea, como
es la salud pública, en una revolución naciente.
90

Capítulo III: Por primera vez
Vivir para los demás no es solamente una ley de

deber, sino también de felicidad.
Auguste Comte
91

Adentrarse en Venezuela es como hablar de las Mil y una

noches, o más bien tener una lámpara de Aladino, es ver más allá de
lo que pueden ofrecernos unos ojos nublados por el llanto cuando
se sabe que quedó postrado por una mala praxis médica hace ya
27 años. Nos enteramos del caso cuando indagamos en el estado
Sucre por el Municipio Mariño para conocer el pueblito costero de
Irapa donde la profesora Leonor Rojas tuvo su primera consulta
de estomatología en Venezuela. Muy cerca, en el otro extremo de la
Península de Araya estaba Ovidio, por lo que decidimos hacerle una
visita.
Nos trasladamos en una lancha que nos hizo dudar si llega-
ríamos o no a nuestro destino pues al cortar las aguas subía y
bajaba que daba espanto, era increíble que aquel vehículo pudiera
soportar el peso y la velocidad, no creo que nos haya quedado
un santo por invocar. Sucre es uno de los estados más pobres del
oriente venezolano, su principal fuente de ingreso viene de la pesca,
sin olvidar las salinas. Tierra de contrastes nos ofrece entre áridos
montecillos el mar azul intenso de las aguas del Caribe y algo difícil
de encontrar en el orbe cuando en el depósito central de las salinas
encuentras un arcoíris de colores verde como la esmeralda, azul
como el cielo, blanco como las nubes y rojo como la sangre producto
de una microbacteria inofensiva para el hombre. Tuvimos el privi-
legio de contemplar la marea roja y en estas aguas nos quedamos
suspendidos en el tiempo, quisiéramos saber tantas cosas que las
preguntas se agolpan pero ya conocemos parte de los misterios de
Araya que hacen que los médicos cubanos queden atrapados en sus
redes.
Con los rehabilitadores cubanos vimos a este hombre que no
llega a los 50 años. Nos habla de aquellos días infinitos que pasó
postrado en una cama por más de un cuarto de siglo, sin poder
siquiera afeitarse ni comer solo, sus manos no respondían y la
cabeza no se sostenía. La esposa no puede pronunciar palabra
y quisiera borrar tanta angustia, quién les iba a decir a ellos que
un día llegarían a esas tierras olvidadas desde una isla del Caribe
hombres y mujeres de ciencia que compartirían vicisitudes para
92

CAPÍTULO III
devolverles la alegría de vivir. Nos narra que los especialistas de

Barrio Adentro desde que llegaron a finales del 2003 empezaron a
tratarlo y que la inauguración de la Sala de Rehabilitación fue una
bendición para él. Las palabras se cortan y con una amplia sonrisa
abraza a su esposa y al rehabilitador, entonan una alegre canción y
nos enseña algunas de las miniaturas que ya es capaz de tallar en
madera y que constituyen sin duda alguna una fuente de ingreso
para la familia. Son hermosas y se venden bien, pero su belleza
principal es haber devuelto la vida a esta familia, ya salió de la cama
sin futuro y es todo un experto en manejar su silla de ruedas, mueve
hasta los pies. Qué distintas serían las cosas si hubiera podido tener
un tratamiento hace 27 años.
Se nos hacía tarde para llegar a Irapa, el lugar donde la profe-
sora Leonor guarda sus más caros recuerdos en Venezuela. No
olvidemos que los primeros estomatólogos llegaron en octubre
del 2003, como la doctora Maritza Placeres. Ellos fueron los encar-
gados de identificar locales para la instalación de los sillones. Todos
tienen presente con intensidad los inicios de la Misión de Estoma-
tología. Zulia fue el estado pionero en estos servicios. Es importante
señalar que en Venezuela son odontólogos porque examinan solo el
complejo bucal, pero en Cuba son estomatólogos porque a lo ante-
rior integran cabeza y cuello ya que la primera función digestiva es
en la boca. Fueron días intensos, había que buscar dónde colocar
esos servicios, la tarea no era nada fácil y eran necesarias ciertas
condiciones como el agua corriente, sin contar que las aguas negras
tenían que tener rápida evacuación. Vimos en aquella época como
se pasaban los días de sol a sol, visitando, junto a los representantes
de las comunidades, casas de familia a ver la que pudiera brindar
algún local para que se montaran las consultas.
Los primeros servicios estuvieron colocados en casas de familia,
hubo quien brindó el portal, que se acondicionó, se cerró, podías
encontrarlas en la sala o un cuarto, no faltaron algunas que otra
cocina que también se fueron adaptando para poner los sillones
estomatológicos. Por suerte la mayoría eran móviles en aquellos
momentos y un traslado no le ocasionaría problemas al equipo.
93

Junto con los cubanos se incorporaron los odontólogos venezolanos

que fueron los primeros profesionales de la salud que nutrieron las
filas de Barrio Adentro.
Más de 200 estomatólogos cubanos se incorporan a la tarea
en noviembre del 2003, también se distribuyen los primeros 190
sillones en el estado Zulia y se comienzan a organizar los servi-
cios. Apenas treinta días después, se unen de forma voluntaria 195
odontólogos venezolanos. Eran los días que se hacía el llamado a
los médicos para que trabajaran en Barrio Adentro y no a pocos
sorprendió la respuesta masiva de los odontólogos. Esta integra-
ción estrechó desde un inicio la hermandad entre los especialistas
de Cuba y Venezuela y marcó el desarrollo de la actividad.
Comienza el mes de diciembre y con él la extensión del
programa a los estados Lara, Yaracuy, Falcón, Cojedes, Mérida,
Portuguesa, Barinas, Táchira, Apure y Trujillo. Se pusieron en
funcionamiento 432 sillones y 438 especialistas para organizar y
dar el servicio con calidad. En julio del 2004 ya estomatología estaba
en los 24 estados de Venezuela.
Cuando llegó en mayo del 2004 la profesora Leonor Rojas a
Venezuela la ubicaron en Sucre y allí los médicos de su Brigada
fueron los que prepararon el local donde iban ellos a trabajar,
tenían las manos llenas de ampollas, con picos y palas, abrieron
zanjas, colocaron los bloques, levantaron paredes, hicieron los
pisos. Eran hermanos en una gran familia que habían dejado sus
batas blancas para convertirse en constructores. Inclusive dentro
de la población se comentaba: “Mira, no son médicos nada, cómo
pueden poner bloques y cómo ponen ladrillos y pintan, ellos no son
médicos nada.”
Es hermoso saber que en Cuba un médico lo mismo pone un
bloque, que corta caña, que atiende a un niño, a una gestante o
un anciano. El cubano es multifacético, creativo, ante todo un ser
humano capaz de hacer suyo el dolor de un semejante. Los vene-
zolanos también se incorporaron a las obras, el plomero era un
vecino del lugar, por ejemplo, no había nadie que representara lo
que es el Gobierno, el estado. Nos dice Leonor que el alcalde en
94

CAPÍTULO III
aquel momento estaba en contra del Gobierno Bolivariano y por

supuesto no quería ver a los cubanos ni en pintura.
Había un líder no formal de la comunidad que aseguró desde un
inicio que nadie impidiera que se prestara ese servicio al pueblo y
con los pacientes que estaban en espera en la pequeña consulta, dio
un discurso y comenzó a funcionar la estomatología por primera
vez en el Municipio Mariño. Qué decir que en Irapa la atención
estomatológica era todo un lujo, cuando hacían la historia clínica a
los pacientes, era muy común encontrar que era la primera vez que
acudían a esos servicios.
Las consultas se llenan. En un inicio los pacientes iban desde
las cuatro de la mañana. Las filas eran larguísimas y los especia-
listas que empezaban a trabajar muy temprano, a veces eran las
ocho de la noche y no habían terminado, pero todos los que hemos
entrevistado en este recorrido coinciden en que el principio fue
muy duro e intenso pero muy bonito. Los propios pacientes les
traían la merienda para que no tuvieran que salir, la comunidad les
llevaba la comida a las casas, pescado cocinado y otras cosas porque
sabían que estaban muy cansados. Es un servicio que impacta a los
venezolanos porque no estaba al alcance de la inmensa mayoría del
pueblo, a pesar de ser un país tan rico, de tan grandes recursos. El
capitalismo marcó diferencias muy grandes entre el rico y el pobre.
La Revolución Bolivariana ha hecho muchas cosas en Sucre
como la construcción de nuevas y confortables viviendas para los
pobladores, aunque aún se pueden ver las casitas de tierra, a las
que les ponen a las paredes una que otra estructura de madera y
después colocan barro. Región de muy pocos recursos vive princi-
palmente de la pesca y las salinas, un poco de cultivo de café y cacao,
no tiene grandes industrias. Era un pueblo casi excluido. Allí habita
infinidad de personas que acuden a los servicios de Barrio Adentro.
Con el prestigio ganado en el tiempo no solamente van los más
desposeídos. Aquí recuerda Leonor cuando acudió a su consulta el
hijo del hombre más rico de Irapa, es dueño de varios restaurantes
y gerente de uno de los bancos de la zona. Tenía confianza en que
95

lo atenderían con eficiencia y calidad, salió convencido de que los

elogios de los pobladores estaban bien fundados.
Las dificultades fueron similares en todos los estados pero no
hay obstáculos invencibles cuando la población se suma a la obra.
Esta ardua tarea fue lograda con la colaboración de las comuni-
dades, que no solo brindaron alojamiento para los estomatólogos,
sino que participaron activamente en la construcción y adaptación
de los locales que ellos facilitaron. En un inicio se instalaron sillones
simplificados móviles y posteriormente se realizaron las readapta-
ciones necesarias para la instalación de sillones fijos, inaugurán-
dose en el mes de febrero la primera clínica estomatológica de 10
sillones con servicio de prótesis en el país, ubicada en el estado
Yaracuy. Actualmente, están incorporados al programa 2.826 odon-
tólogos venezolanos y 3.069 estomatólogos cubanos, junto a cuatro
técnicos de prótesis de la isla. Se convirtieron también en profesores
y alumnos, se hicieron especialistas en Estomatología General Inte-
gral, pero a la vez formaron y forman a los venezolanos en Odon-
tología General Integral, se asimiló la educación de postgrado en
las consultas, unieron teoría y práctica. El soporte electrónico de la
bibliografía se constituyó en el eje teórico, el desempeño cotidiano
en la atención al paciente y bajo el control docente de los profe-
sores en la práctica, peculiaridad de esta formación profesional
que da excelentes resultados. Los estomatólogos cubanos tienen
muy presente que el líder de la Revolución, Fidel Castro, al despe-
dirlos personalmente en La Habana, les entregó la tarea de que
siguieran perfeccionando su trabajo, que no dejaran de superarse.
No se podía escatimar esfuerzos para ser mejores profesionales.
Cuando recorríamos los estados en aquella época veíamos aulas
de todo tipo, a veces debajo de un árbol, en la propia consulta, en la
sala de una casa, todos pusieron su pedacito, aprovecharon los espe-
cialistas que tenían y esos hombres y mujeres, que a veces sin tener
categoría docente todavía, tenían la voluntad de hacerlo. Todos se
convirtieron en profesores y tuvieron sus alumnos para tutorearlos.
Cada 15 días tenían los encuentros, eran semipresenciales, con
conferencias, seminarios, pero se basan estas especialidades en el
96

CAPÍTULO III
trabajo diario, en la práctica. Las graduaciones siempre arrancan

una que otra lágrima, no se puede evitar, los cubanos se encuentran
con sus antiguos alumnos que están satisfechos por haber hecho
la especialidad de Odontología General Integral porque se sienten
mejor preparados como profesionales y se alegran de lo que han
aprendido de la enseñanza cubana. La escuela venezolana en la
práctica no es igual, tiene formas diferentes de posicionarse para
poder atender un paciente, para tomar un fórceps, para hacer una
exodoncia. Esto a veces les trae como resultado que no les es fácil
atender al paciente, las técnicas cubanas son más sencillas y menos
engorrosas. Tuvieron que enseñarles desde preparar un instru-
mental hasta fregarlo, era necesario que aprendieran a hacerlo todo
como se acostumbra en Cuba. Son dos experiencias, dos escuelas,
al final todos se han enriquecido con los conocimientos y a todos
les ha sido provechoso. Es toda una revolución en la educación, ya
hay graduados 2.194 Estomatólogos Generales Integrales cubanos
y casi 848 Odontólogos Generales Integrales venezolanos. Es de
destacar que muchos cubanos cursaron diplomados de Educación
Médica Superior, así como también maestrías en Salud y Urgencias
Estomatológicas, otro grupo se encuentra enfrascado en el desa-
rrollo de su doctorado.
La profesora Leonor Rojas trabaja en la Coordinación Nacional
de la especialidad en la Brigada Médica Cubana, nos comenta que
hasta estos momentos, lo que es la parte de estomatología dentro
de la Misión Barrio Adentro, ha hecho un trabajo digno de destacar,
han realizado más de 750 millones de consultas, con cerca de 94
millones de obturaciones ejecutadas, lo cual puede decir que al
menos han brindado 3,6 consultas por cada habitante de Vene-
zuela. Para ella es impresionante que lograran que cerca de seis
millones de venezolanos obtuvieran el alta estomatológica, nadie
puede imaginarse lo que es eso en una población virgen de esos
servicios, sobre todo para que no abandonaran el tratamiento
hasta que terminaran. Sin dudas el trabajo es arduo, intenso. Han
pasado cinco años y es muy difícil encontrar en Venezuela una
consulta de estomatología en Barrio Adentro que esté vacía, más
97

bien se encuentran abarrotadas por la cantidad de pacientes que

acuden. Este es un servicio que independientemente que pueda
estar brindándose 10, 20 años, siempre regresan porque quieren
mantener su salud bucal. Es bueno destacar la labor de instalación
y mantenimiento de los equipos por el grupo de electromedicina,
las consultas, aunque estaban en lugares adaptados tenían que
cumplir con dos aspectos básicos: confort para el paciente, priva-
cidad y que se pudieran cumplir las normas de bioseguridad, tanto
para la persona que recibe los servicios como para el propio esto-
matólogo.
En toda Venezuela todavía quedan alrededor de 300 consultas
en locales adaptados. Esas consultas tienen como mínimo un lava-
manos, una pequeña meseta donde está el fregadero para hacer
el flujograma de esterilización, así como también entrada para las
aguas blancas y salida para las negras.
Recordamos cuando en Monagas tuvimos la oportunidad de
conversar con la profesora Miriam Cruz luego de un ligero almuerzo
donde lo más importante era buscar la sombra por el intenso calor
y más a esa hora del mediodía, como para desear una playa. Ella
fue de las primeras odontólogas que llegó al estado en febrero del
2004 y tuvieron que comenzar una labor titánica, enseñar cosas
tan elementales como hasta el lugar donde tenían que escupir al
finalizar los tratamientos en la boca, entre otras cosas. Es lógica la
confusión pues la mayoría no conocía de ese servicio nada más que
para extraerse una muela, en el mejor de los casos, mucho menos
saber que había tratamiento no solamente para detener las caries,
sino también para prevenirlas. No es mutilar a los pacientes, sino
resolverles su problema de salud. Para extraer una pieza tienen
que haberse agotado todos los tratamientos posibles o solicitarlo la
persona.
Los estomatólogos no solo explican en qué consisten los trata-
mientos, sino que dan charlas educativas en las consultas y en las
escuelas donde van a hacer prevención. Como los odontólogos
venezolanos no tenían esa destreza, les dieron elementos de prác-
tica social que ellos desconocían ya que solamente se ocupaban de
98

CAPÍTULO III
la parte curativa del complejo bucal. No les interesaba en un inicio

la parte preventiva porque pensaban que eso no les traería muchos
pacientes a sus consultas particulares.
Cuando nos despedíamos de Miriam una adolescente se acercó
a nosotros para preguntar a la profesora cómo era que tenía que
hacerse el cepillado. La cara de satisfacción de la especialista lo
decía todo, es el resultado de un trabajo intenso y constante. La
población responde a los esfuerzos de cambiar a una medicina
preventiva. Se hacen menos exodoncias, vienen indígenas de todas
partes del estado, llegan pacientes que antiguamente se ponían
fomentos, pomadas, incluso plantas o linimentos, acuden al estoma-
tólogo porque saben que la cura está con ellos, acuden al servicio a
realizarse profilaxis, incluso los niños ya tienen otras perspectivas.
Se han roto esquemas, vienen a hacerse una limpieza, a verse la
dentición temporal, que antes pensaban que no tenía importancia,
se adentran cada vez más en el mundo de la prevención de la mano
de los especialistas cubanos. De estos pioneros son María Elena
Guerra y Yanet Algozaín, profesoras que por primera vez en su vida
pusieron azulejos en una pared y muy bien puestos por cierto. Les
dieron una semana para hacer la clínica estomatológica. Los habi-
tantes de la zona eran opositores al gobierno y no ayudaban, pero
siempre la perseverancia triunfa. Si no empezaban a dar consultas
en una semana las trasladarían de lugar. El matrimonio que había
donado parte de su casa con esos fines quería que se quedaran,
personas muy mayores, pero chavistas, enseguida las pusieron en
contacto con un albañil, que pagarían entre las dos. La venezolana
le avisó a un sobrino revolucionario, que ama mucho al Che y es
albañil, Juan García, quien no deja de decir que no puede morirse
sin conocer a Cuba. No les cobró un centavo, solo compraron los
materiales con el salario de ese mes. Comenzaron los trabajos
un jueves y el martes siguiente ya habían terminado la consulta,
era todo, piso, techo, azulejos, pintura, no había descanso pero lo
lograron, no pregunten cómo quedaron esas manos. A los dos
meses de haber empezado la consulta llegaron de Pdvsa para hacer
la construcción y ellas estaban muy satisfechas de poder mostrar
99

los resultados. Finalmente ellos le liquidaron las facturas de los

materiales. El mejor efecto del trabajo cuando se hace con abne-
gación es el grado de satisfacción del paciente, ese fue el primer
consultorio que se abrió en el área de salud El Boquerón, en la zona
de Raúl Leoni, en Monagas.
Había días de ochenta pacientes, desde la mañana hasta las
ocho de la noche. A las especialistas las apenaba mucho que espe-
raran tanto tiempo en un lugar donde no había ni portal ni donde
sentarse, lo hacían hasta en las piedras y el sol en ese estado se
siente bien fuerte. Se decidieron a pedirle ayuda a Pdvsa y en poco
tiempo tuvieron una bonita y práctica zona de espera.
Lo mejor de todo es la interrelación que establecen con los
pacientes. A veces no tenían los mecanismos para resolver el
problema de salud porque ya habían llegado a la consulta con la
dentadura destrozada y había que proceder a extracciones múlti-
ples ante el temor de una infección generalizada y ellos compren-
dían. Se logró una estrecha relación médico-paciente. Ahora la
atención es más especializada, aunque no tienen recursos para
hacer cirugías pueden realizar extracciones múltiples, aunque es
bueno señalar que como resultado del trabajo ya estas han dismi-
nuido mucho.
Con los niños se realiza una tarea preventiva para lograr que
los jóvenes entre 15-18 años tengan una dentadura más sana. El
problema más difícil fue erradicar el mito existente de que la mujer
embarazada no puede ir a la consulta de estomatología porque se le
muere su bebé. En estos años han visto que la mamá para tener al
niño debe estar sana y la caries es una enfermedad infecto-conta-
giosa. Si la mamá tiene problemas entonces el bebé se afecta. Han
comprobado que no le pasa nada a la criatura y el mito ha quedado
atrás.
Las direcciones de las escuelas primarias hacen un convenio
con el área de salud para que la parte de estomatología vaya a la
escuela a dar charlas a las mamás de los niños de preescolar. A esa
tierna edad la higiene bucal depende de la mamá, por lo menos
hasta que estén sobre los seis años. Asisten también los niños y los
100

CAPÍTULO III
profesores. Se abordan temas como la importancia de que la mamá

embarazada no tenga caries, el objetivo de la higiene bucal, el del
cepillado las cuatro veces al día y cómo debe realizarse, por qué no
deben comer tantos alimentos dulces, cuáles son las consecuen-
cias. No faltan orientaciones sobre un control más bien de dieta, los
profesores ayudan a que esto sea una promoción de salud.
Por primera vez acude la población a la consulta para una revi-
sión bucal y así poder determinar sus afectaciones. Se examinan
y si tienen algún problema que resolver se les da un turno para
la consulta, se les hace la historia clínica y un seguimiento más
cercano que es muy saludable. Es importante porque de esa manera
se atiende al paciente de forma integral, se le da una conclusión al
paciente en todos los aspectos. La salud comienza por la boca y lo
más importante es que esa historia clínica no está completa si no
pasa por estomatología que es el último que revisa.
El primer paciente de la profesora María Elena Guerra fue
un argentino radicado en Venezuela desde hace muchos años.
Cuando llegó a la consulta tenía restos radiculares, era un foco de
infección que para un paciente diabético como él podía costarle
la vida. Ángel, como se llama, podía ser su padre tranquilamente,
depositó en ella toda su confianza, y apenas sin instrumentos, le
mandó a hacer todos los exámenes para las extracciones múltiples
que todavía en ese tiempo no se hacían pero había que ganarle la
partida a la muerte. La boca del paciente quedó sana.
Ya cuando continuamos nuestro eterno caminar por la patria de
Bolívar constatamos los esfuerzos del gobierno por saldar la deuda
social y que no lleguen niños con apenas doce años a una consulta
con la dentadura destrozada. Ellos también tienen derecho a una
sonrisa por primera vez.
Sentar las bases

Caminar por los Morros de San Juan es atrayente, la capital de
Guárico tiene un paisaje atípico que encierra en su belleza la invi-
tación a develar sus secretos, aquellos en que no está la mano del
hombre sino la de la Madre Naturaleza. Poco a poco se dibujaba el
101

sendero que debíamos de recorrer, se iba conformando, mucho más

al visitar un Consultorio Popular que hacía poco más de dos años
no era más que una mesa pequeña con tres sillas y dos médicos
con mucha voluntad de servir a los demás, en una habitación que
parecía un pañuelo. El cubano daba atención y tutoreaba al vene-
zolano la especialidad en Medicina General Integral, en el mismo
lugar dormían cuando el trabajo lo permitía, lo que no era muy
frecuente. Lo que encontramos fue una maravilla de instalación,
amplia, clara, limpia y moderna donde una doctora venezolana, ya
especialista en Medicina General Integral, nos da la bienvenida
y nos explica todo el funcionamiento del centro y sus estrechas
relaciones con el colega cubano con el cual trabaja y que en esos
momentos disfrutaba de unas bien merecidas vacaciones. La vida
exige continuar estudiando y ella se perfecciona con maestrías.
No se hizo esperar la doctora Yelitsa Calderón quien nos
recuerda ese espacio reducido y reconoce que en honor a la verdad
no demoraron en trabajar en la infraestructura de Barrio Adentro
que garantiza el desarrollo de la medicina que va en busca de evitar
la enfermedad, de ahí que ella luego que ya ejercía desde hacía años
como médico cirujano en un hospital venezolano, decidió hacerse
especialista en Medicina General Integral con los profesores
cubanos. Nos explica con amplia sonrisa cómo se han cumplido sus
expectativas académicas porque puede hacer un servicio público
a la comunidad de calidad y hacer un estudio bio-sico-social de
acuerdo a cada individuo y a cada familia, contactar con la pobla-
ción y ver el medio ambiente que la rodea. Explica que al principio
costó trabajo porque los pobladores no tenían la costumbre de que
los fueran a visitar al hogar, y les parecía que era una invasión a
su privacidad. Luego de que les explicaron con detenimiento y los
orientaron en temas de educación para la salud, las medidas higié-
nico-sanitarias prioritarias de acuerdo a las diferentes temporadas
que ocurren, tanto en la seca como en la de lluvia, se dieron cuenta
de que todo era en función de su bienestar individual, de la familia,
de los hijos que ellos estaban ayudando ya a desarrollar para que
sean unos ciudadanos aptos para la vida.
102

CAPÍTULO III
No fue fácil unir a la población en Círculos por grupos de edades

o necesidades, o sea, adolescentes, ancianos, embarazadas, deporte,
pero lo lograron. También imparten charlas que le ofrecen a toda la
comunidad. Cree la joven especialista venezolana que trabaja en
Barrio Adentro que la formación de las instituciones sociales donde
está el Consejo Comunal, los Comités de Salud, los de Higiene
Ambiental, es una herramienta de gran valor para la organización
del trabajo con la comunidad.
El maravilloso entorno semisalvaje que envuelve a este Consul-
torio Popular se ve muy cuidado y la doctora nos afirma que en su
limpieza y mantenimiento está la mano de todos los que habitan por
estos parajes. Ellos van voluntariamente, han tomado conciencia del
arreglo que se debe hacer de los establecimientos, porque es para
todos, para un servicio público y gratuito. Los inmensos árboles son
los mudos testigos de las grandes transformaciones en poco tiempo,
por lo tanto hay que mantenerlos y con asesores de la agricultura,
se ayuda a conservar y cuidar el medio ambiente. La experiencia
es maravillosa para la doctora quien nos dice que su familia está
muy orgullosa de ella porque ha logrado una de sus metas como
profesional, es integrante de la primera graduación de la especia-
lidad de Medicina General Integral que recibió su título en un acto
solemne efectuado en el teatro caraqueño Teresa Carreño, el 10 de
abril del 2007, con la presencia del presidente venezolano Hugo
Chávez Frías. Ella envía un mensaje que sirve para todos en cuanto
a la importancia de que nunca se den por vencidos, que siempre
perseveren y traten de lograr su meta en la vida.
De Guárico fuimos a Caracas de donde nos dirigimos a Zulia, en
esta oportunidad el viaje lo hicimos en avión y pudimos contemplar
el famoso Lago de Maracaibo en toda su extensión, lo que en tierra
es en la práctica imposible. Como bien dirían algunos bien vale una
misa pues supera en mucho lo que quizás se pueda contemplar en
una postal. Aquí nos esperarían sorpresas muy agradables, hasta
la de conversar con dos periodistas, que tienen un programa radial
dedicado a Cuba con el quehacer tanto en la isla como de los inter-
nacionalistas cubanos en Venezuela. Esto era muy difícil de creer
103

en un estado que se caracteriza por su abierta oposición al gobierno

pero las verdades no se pueden tapar con un dedo.
Zulia es el segundo estado en importancia en Venezuela. Mara-
caibo su capital posee un imponente puente de varios kilómetros
que permite ir de un lado a otro de esta hermosa obra de la natu-
raleza que es el lago del mismo nombre capaz de ser navegado por
buques de gran calado. El bochorno de la temperatura ambiente
nos envuelve. Calor que agobia aun en la sombra a pesar de un cielo
amenazante que hace implorar una lluvia bendita que sabemos
apenas bese la tierra se evaporará ante atónitos ojos. En la coordi-
nación central de la Brigada Médica Cubana en el estado tuvimos
la oportunidad de conversar con una imponente mujer, tanto por
su estatura como por su personalidad, donde encontramos la
dulzura y la ternura en estrecha comunión con la firmeza y el alto
nivel científico que requiere su responsabilidad ante los suyos y el
pueblo venezolano. Ella nos hizo viajar en la imaginación al conti-
nente negro, África, donde cumplió su primera misión como médico
internacionalista en Ghana. Sin olvidar el verde caimán del Caribe
se encuentra en Venezuela la doctora María Julia Remigio Ferro.
Piensa bien al afirmar que para hablar de los logros de la misión
primero hay que tener un conocimiento de lo que es Barrio Adentro
y cómo empezó. Ella tuvo la gran suerte de ser del primer contin-
gente de mil colaboradores cubanos que siguió a la avanzada de
abril. En ese momento eran médicos nada más, hablamos de agosto
del 2003, ella llegó el día 23, cuando en Cuba se celebra el naci-
miento de la Federación de Mujeres Cubanas. Conoció las alegrías
y sinsabores de los cerros de Caracas en Miranda, en Petare y
después un mes en el Barrio 23 de Enero, que es muy célebre, allá
en Caracas, barrio muy chavista y del que además todavía guarda
muy buenos recuerdos y muy buenas amistades. Después le tocó
abrir la misión en Zulia.
Para ella pensar en la misión es imaginarse un niño que nació,
pero que creció tan rápido que se le escapa a uno de las manos. Está
segura de que solo hay una persona que fue capaz de ver desde su
ángulo la grandeza de lo que iban a hacer, nuestro comandante, ese
104

CAPÍTULO III
soñador incansable, arquitecto de pueblos, Fidel Castro, quien pudo

ver lo que aquellos que iban a participar no alcanzaron en un prin-
cipio a valorar en toda su proyección y lo veían como una ayuda
más, sin comprender que iban a hacer historia en la humanidad.
María Julia piensa que este es el primer logro de la misión,
haberse crecido ellos mismos. Crecido porque en esos momentos
era imposible siquiera avizorar la grandeza de la obra, eran, senci-
llamente médicos que venían con sus principales armas de trabajo,
el esfigmo, el estetoscopio, unas cuantas medicinas, el caudal de
conocimientos y sobre todas las cosas el corazón.
Al cabo de cuatro años prácticamente están en un 68,40% de la
construcción de un sistema nacional de salud en Venezuela, basado
en la Atención Primaria. Agrega la doctora Remigio que la revolu-
ción de la salud pública que están haciendo en Venezuela empieza
por ese primer escalón que fue el módulo, el consultorio, luego de
los laboratorios básicos se llega a los Centros Diagnósticos y las
Salas de Rehabilitación Integrales. En Cuba más o menos viene
siendo una Policlínica con toda la logística necesaria para brindar
los servicios, para que el paciente se sienta atendido casi en las
puertas de su casa, hasta llegar en ese complejo a los Centros de
Alta Tecnología. Sin dudas estamos de acuerdo con ella en que el
primer logro es haberse crecido sobre ellos mismos, esto les ha
permitido conocer hasta dónde llegan las capacidades científicas
y de trabajo de un profesional cubano. Simplemente nos dice que
ella ya está por encima de los cuarenta años, o sea, esta con cono-
cimiento de causa y nunca pensó que su capacidad científica de
trabajo llegara a tanto, porque allí un médico hace de todo. Ha visto
médicos que todavía se asombran de hasta dónde pueden llegar,
son capacidades ilimitadas, y el primero que tuvo la confianza en
eso fue Fidel. Recuerda médicos que han tenido que ser arqui-
tectos, pero a tal punto que los mismos arquitectos venezolanos no
quieren creer que son médicos y que no han estudiado esa espe-
cialidad. Esos primeros compañeros que estuvieron al frente de
las obras de Barrio Adentro, hoy son arquitectos sin título, pueden
presentarse a examen y se gradúan con reconocimientos.
105

Los médicos cubanos han tenido que construir y el venezo-

lano se asombra; le dicen que no es un galeno, que es constructor,
a lo que contestan que ellos son médicos que tienen que construir,
que es diferente. En Venezuela algunos se han convertido en esta-
dísticos, epidemiólogos, es decir, en un compendio de actividades
que realiza una sola persona y lo hace bien, a tal punto que asom-
bran a todos hasta más allá de la Brigada. Ese venezolano que de
alguna u otra manera apoya la misión, los admira por eso, por esa
gran capacidad de trabajo. Nunca se han limitado a trabajar ocho
horas, laboran mientras haya que hacer y son 24 horas. Su sonrisa
es amplia y al mirarnos con picardía nos dice que ella como coor-
dinadora tiene el celular y ese está activado las 24 horas, duerme
cuando puede, pero aún así sigue atenta, eso nos consta.
Una de las cosas que más llama la atención al visitante es esa
capacidad de ser familiares en la misión, de unirse y constituir una
gran familia. Nos cita como ejemplo que el estado Zulia es uno de
los más grandes del país, de hecho tiene más de 63 mil kilómetros
cuadrados. La coordinación está en el municipio cabecera, Mara-
caibo, pero tienen cooperantes a más de 500 kilómetros, lo que no
impide que se sienta esa familiaridad, ese importarle el ser humano
como tal a todos por igual. Se ensombrece el rostro al recordar
situaciones muy difíciles con cooperantes que han tenido una
afección grave y donde quiera que haya estado han ido todos. Ese
cooperante ha sentido que en realidad en él se concentra aquella
gran frase de que no hay nada más importante que la vida de una
sola persona, porque hacia allí ha confluido todo. En ese momento
ese es el centro de la tierra, la vida de ese cooperante. Eso lo ves
cuando ese hombre se ha recuperado o en medio de su gravedad,
ha abierto los ojos y ha sentido, porque además es profesional de la
salud y sabe a lo que se refiere uno cuando usted ve girar todo a su
alrededor, y eso ha ayudado a que esa persona se sobreponga a su
enfermedad. El entonces paciente ve a todos luchar, preocuparse,
no puede quedarse atrás.
Barrio Adentro también ha tenido características insospe-
chadas, y eso es otro logro, nos señala la doctora María Julia. Son
106

CAPÍTULO III
más los logros humanos, aunque no dejará de mencionarnos los

científicos. Han tenido que asumir los diferentes roles de la vida. Al
principio eran nada más que profesionales de la salud que ya tenían
experiencia en otros países, pero al cabo de los dos años empezaron
a recibir jóvenes egresados del Servicio Militar con preparación
técnica sanitaria. Jóvenes de 19, 20 años, vieron la gran responsa-
bilidad que tenían en este medio que es tan hostil, precisamente
para la juventud. Asumieron también el papel de padres, luego de
conversar con algunos de ellos comprobaron que esos muchachos
son extraordinarios y merecen el reconocimiento general.
En cuanto a los avances científicos el hecho está en la acepta-
ción que tiene Barrio Adentro. Son dos sistemas, dos modos dife-
rentes de ver la medicina, modo capitalista y modo socialista. El
modo capitalista con todo privatizado y la Revolución Bolivariana
que ofrecía los servicios gratuitos. Cuando los médicos cubanos
llegaron a Venezuela los hospitales públicos prácticamente no
existían, estaba la estructura física pero los servicios, el abasteci-
miento, la logística, estaban ausentes. Lo que había eran clínicas
privadas con precios demasiado elevados para cualquiera. En ese
contexto llegaron los especialistas cubanos para brindar los servi-
cios gratuitos por decisión de un gobierno soberano. Por supuesto,
la primera reacción de los opositores era afirmar una y mil veces
que no eran médicos, pero la población se fue dando cuenta de que
esos pequeños locos, como les decían porque eran incansables en lo
que hacían, por la intensidad del trabajo, eran profesionales de alta
calificación científica y que iban a vivir en su casa, sin importarles
las condiciones, solo con un gran corazón. Comprendieron que el
amor tiene un lenguaje universal y que esos eran los médicos que
ellos necesitaban. Así revive María Julia al recordar los cerros de
Caracas y las múltiples incomprensiones cuando llegaron a Zulia,
como si tocaran las fibras más profundas de su ser.
Fácilmente pudimos constatar cómo los centros de Barrio
Adentro están abarrotados de pacientes, ya no solo como antes
que era la clase pobre, ya viene cualquier tipo de persona, estén
o no con el proceso. Ese es otro logro, el reconocimiento científico
107

de la medicina cubana. Hay que ver cómo organizaciones como la

OPS, Oficina Panamericana de la Salud, y la OMS, la Organización
Mundial, cuentan con los médicos cubanos.
Cuando conversábamos con la doctora María Julia llegaron los
auditores venezolanos para dar las conclusiones de la visita reali-
zada al estado. Primera vez que un sistema de salud es auditado
por alguien que no es de la rama y eso ocurre en Barrio Adentro.
Al reflexionar sobre el tema nos dice que lo positivo de esto es el
interés en conocer cómo estos profesionales han logrado hacer de
todo y hacerlo bien. Vienen a dar las conclusiones y hasta los escép-
ticos tienen que decir algo bueno porque la verdad no la puede
ocultar nadie. Se preguntan de dónde sacan fuerzas los cubanos
para hacer tanto, porque ellos con toda la técnica posible, están
automatizados, tienen lo último y son incapaces de saber hasta
dónde llega la grandeza y las posibilidades de los isleños que logran
maravillas en ocasiones de forma manual, pero además, reconocen
que la misma persona que lo acompaña, es el que lleva el dato esta-
dístico, es el mismo que brinda el servicio, es el que tiene que dar
una información y no deja de prestar atención al paciente en su
consulta.
Los auditores contactaron con sus coterráneos y oyeron la
admiración de la población, luego no dejaron de preguntar cómo
era posible que los cubanos siendo tan pocos lograran tener esa
pulcritud en las instalaciones. Tuvieron que reconocer la profe-
sionalidad y la ayuda de la población que siente esos centros como
suyos.
La respuesta es sencilla: porque no hay mejor mérito para un
médico cubano que poder mejorarle la salud a un enfermo o poder
trabajar por esa comunidad y no espera nada a cambio. Es la dife-
rencia con algunos médicos venezolanos que anteponen sus inte-
reses económicos y se sientan a discutir las ganancias y el paciente
no sale nunca a relucir, eso es inconcebible. Por suerte cada vez son
más los que se incorporan a la obra.
Ahí está la simple respuesta, ese es otro logro de Barrio
Adentro, pero para esta mujer sencilla de gran corazón el mayor es
108

CAPÍTULO III
el reconocimiento del pueblo venezolano y eso se ve cuando usted

ante un simple reclamo, porque no siempre las cosas marchan a
la perfección, ellos escuchan las explicaciones que se les dan y
salen satisfechos. El pueblo sabe que en los lugares donde prestan
servicio los médicos cubanos no trabajaba nadie, por lo general
son muy lejanos o de difícil acceso. Ese reconocimiento es el mayor
logro que ha tenido esta misión y es lo que los llena de fuerzas y les
da para seguir trabajando. Ahora bien, no han faltado compañeros
que han tenido que terminar la misión porque tienen una situa-
ción familiar difícil en Cuba, o simplemente finalizó el tiempo de
su compromiso y tienen otros que asumir. En todos ellos vemos los
ojos nublados por las lágrimas porque saben que han iniciado un
trabajo y sienten que dejan una huella aquí en Venezuela, que se
van dejando cosas por hacer, porque la deuda social es tan grande
que es ilimitado el campo de lo que se puede hacer a favor del
pueblo. Cuando uno inicia un trabajo le gusta darle conclusión,
pero hay muchos años que transitar en materia de salud aquí en
Venezuela todavía para llegar a los límites que el pueblo venezo-
lano se merece y en eso están enfrascados. Es por eso que para esta
mujer de amplia sonrisa el mayor logro es ese reconocimiento de
las personas más humildes.
La ciudad de Maracaibo nos dio la bienvenida con ese calor
sofocante que la caracteriza, al decir de los venezolanos es la ciudad
más fría del país porque siempre tienes que estar en aire acondicio-
nado, allí fuimos a buscar el impacto en la situación de salud de lo
que ya es Barrio Adentro II, con sus Áreas de Salud Integral Comu-
nitaria, que incluyen, como ya hemos visto, los Consultorios Popu-
lares, con sus ópticas y sus servicios odontológicos, los Centros de
Diagnóstico y las Salas de Rehabilitación Integral y los Centros de
Alta Tecnología. Recurrente en todas estas instalaciones es que
acude la población en general, hasta aquellos que afirmaron y
propagaron que los cubanos solo eran unos improvisados de cursos
de tres meses que venían a desplazar a los médicos venezolanos.
Muchos de estos últimos casi se esconden para ser atendidos, pero
109

han comprendido la alta calificación de los especialistas cubanos

que en apenas unos años han salvado miles de vidas.
A finales del año 2004 la Operación Milagro, que amerita en
sí varias obras, tuvo éxitos y gran repercusión en toda Venezuela.
Los problemas de la falta de visión en gran número de personas
por unas simples cataratas se irían resolviendo quirúrgicamente
en Cuba, adonde eran remitidos los pacientes. Luego se crearon al
efecto centros especializados de oftalmología, no solo en la patria
de Bolívar, sino también en otros países latinoamericanos, que
han devuelto el preciado sentido a alrededor de tres millones de
personas hasta el momento que Barrio Adentro cumple diez años.
Al igual que estos problemas oftalmológicos, son detectados
en los Consultorios Populares, un gran número de personas con
minusvalías posibles de mejorar y hasta de eliminar, que pueden
ser reincorporadas a la vida útil con tratamientos de rehabilitación
que no estaban a su alcance por el alto costo de los mismos. Aquí
merecen mención especial los niños que por traumas o problemas
congénitos estaban condenados a una silla de ruedas en el mejor de
los casos.
Desde la comunidad se elevan estas inquietudes de los médicos
cubanos que no tardan en tener respuesta como la Misión José
Gregorio Hernández, para conocer no solo las discapacidades en la
población, sino sus causas. La rapidez con que se toman decisiones
y se acometen las obras es extraordinaria. En Venezuela se logra en
un año lo que en otros países ha llevado décadas. Tienen la expe-
riencia de Cuba, cuyo Sistema Nacional de Salud es un ejemplo
para el mundo, reconocido internacionalmente por las agencias
especializadas de la Organización de Naciones Unidas, ONU, y
saben aprovecharla. Entonces, podemos afirmar que los Consul-
torios Populares sentaron las bases para un sólido desarrollo de
Barrio Adentro.
Una etapa superior

Apenas daba sus primeros pasos el año 2005 cuando llega a
Venezuela el profesor José Alfredo Andrade González, uno de esos
110

CAPÍTULO III
hombres que hay que mencionar cuando de Medicina Física y

Rehabilitación se habla. Uno de los artífices en sembrar un jardín
de esperanza para el pueblo venezolano con la Brigada Médica
Cubana. Él era parte del grupo encargado de sentar las bases de lo
que sería en breve toda una red de Salas de Rehabilitación Integral
(SRI) que debe ascender a una cifra de 600 instituciones de este
tipo. En menos de dos años ya funcionaban más de 500 a plena capa-
cidad. Recuerda el profesor que los primeros tres meses fueron de
familiarización, visitaron los 24 estados venezolanos, conocieron
las necesidades de la población y seleccionaron los sitios donde se
alzarían las modernas instalaciones; nos mira y sonríe. Nunca se
imaginó que en tan corto espacio de tiempo tendría tantas horas de
camino y tan disímiles medios de transporte a utilizar.
Ya el 12 de junio de ese mismo año 2005 el presidente Hugo
Chávez inauguraba las tres primeras SRI y apenas un mes después
el número de instalaciones en funcionamiento llegaba a 30. Fueron
equipadas en su totalidad en poco tiempo, subrayó Andrade con
orgullo que eso fue posible por el entusiasmo y la abnegación
de los cooperantes de la Brigada Médica Cubana en la patria de
Bolívar que tomaron con el corazón la ejecución de las obras codo
a codo con los constructores. Nadie puede poner en duda que estas
primeras 30 salas tuvieron un gran impacto en la población vene-
zolana, modesto comienzo de una gran obra. El 2005 cerró con 60
instalaciones de este tipo que respondieron, más que a una estra-
tegia, a la velocidad de construcción que poseen los estados. Es
bueno señalar que las obras no están a cargo de una sola empresa
lo que resulta un poco más complejo para su ejecución. Ya el 2006
cerró con 142 Salas de Rehabilitación inauguradas y a mediados del
2007 eran alrededor de 450, lo que significa una notable mejoría de
la calidad de vida de personas discapacitadas portadoras de afec-
ciones que provocan dolor y limitación. En estos momentos hay
583 SRL.
Al recordar aquellos primeros días en Venezuela el profesor
Andrade asevera que este es un país inmenso comparado con
Cuba, no solo en extensión, sino también en variedad geográfica.
111

Tan pronto vas de la profundidad de la selva con un calor agobiante,

que no permite ni que cierres los ojos, hasta los picos helados,
donde el frío nos hace desear sudar a mares. Esta diversidad no solo
apasionó a quien tuvo el privilegio de recorrerlo por completo, sino
que incentiva la imaginación de aquellos que no pierden la espe-
ranza de volver a hacerlo. Venezuela es un país maravilloso, con
grandes riquezas y contrastes, con un pueblo digno dispuesto a
conquistar el futuro.
Los cerros de Caracas han fascinado al catedrático, una casa
encima de la otra, tal parece un castillo de naipes y en realidad es
todo un acertijo poder llegar a ellos. Por solo mencionar alguno es
bueno conocer Las Terrazas de las Acacias, en pleno cerro están
los consultorios populares de Barrio Adentro, luego el Centro
Diagnóstico y la Sala de Rehabilitación Integral, y no les falta un
Centro de Alta Tecnología que no está lejos del lugar. Ni en los más
caros sueños de aquellos que se daban el lujo de hacerlo, pudieron
imaginar alguna vez que estos servicios estuvieran al alcance de
toda la población y menos aún que fueran totalmente gratuitos sin
distingo de ningún tipo. Mirábamos asombrados toda aquella mara-
villa, conversábamos con los pacientes que coincidían en decir que
los cubanos eran dioses buenos que les había traído su Presidente.
En los cerros las condiciones de salud no pueden ser buenas,
entre otras cosas lo impide el hacinamiento, ya que desafían, no solo
la ley de gravedad, sino aquella que reza que dos cuerpos no pueden
ocupar el mismo lugar en el espacio. Encierran en sí la realidad de
la cotidianidad. Se ven los cambios e incluso se observa prevención
de enfermedades, posible por los conocimientos adquiridos por los
pobladores. Caracas no es solo los cerros, hay que caminar por ella,
no solo con el Metro que atraviesa sus entrañas, entre callejones se
encierran historias de seres humanos que gracias a Barrio Adentro
han salvado la vida, otros que la han rescatado cuando ya solo espe-
raban la muerte y hoy entonan canciones.
El proceso de llevar la rehabilitación física hasta la atención
primaria también se desarrolló en Cuba lo que ha requerido un
esfuerzo titánico en la formación de recursos humanos. Esto se
112

CAPÍTULO III
logró con un alto nivel científico. No olvidemos que a mediados de la

década de los ochenta del pasado siglo se inició en la isla la imple-
mentación de los gimnasios fisioterapéuticos que fueron afectados
por la crisis económica de los noventa. Los programas se desarro-
llan al unísono en Cuba, con Salas de Rehabilitación Integral en
las 438 policlínicas del país y los hospitales rurales, y en Venezuela
se camina a pasos agigantados a la terminación de las 600 progra-
madas. Lo más interesante de este proceso es que el estudio es cons-
tante, todos tienen oportunidad de hacerlo, los técnicos ya hacen la
licenciatura y los profesionales trabajan arduamente en obtener
las diferentes categorías hasta llegar al doctorado. Hacemos un alto
en el recorrido, no queríamos perder detalle, mientras el profesor
Andrade acota que lo que los distingue es que se practica una medi-
cina social y no mercantilista. Para todo este personal lo principal
es el hombre, lo que se puede constatar en las diferentes misiones
internacionalistas donde los médicos cubanos se han ganado el
corazón del pueblo. Esos pueblos que ven a una persona que no
pretende sacar el dinero del bolsillo, sino brindar salud y conoci-
mientos para que todos puedan resolver sus problemas.
Para esta etapa con las 600 Salas de Rehabilitación Integral en
Venezuela se le da una cobertura importante a todo el país, porque
se habla también de lugares de muy difícil acceso, como la selva,
donde únicamente puedes llegar por río. Allí también se prestan
estos servicios de calidad de vida, aunque no son muy poblados se
les da una respuesta a las necesidades de esas comunidades. Son
indios autóctonos de esta tierra que por primera vez tienen todos
sus derechos.
El profesor Andrade se encuentra en estos momentos en la
dirección de las Salas de Rehabilitación en el estado Falcón y su
joven relevo en la Coordinación Nacional de la Brigada Médica
Cubana, el doctor Andrés Alberto Padilla Rubio, lo llena de satis-
facción porque siempre fue un alumno aventajado. No importan
los esfuerzos de la siembra cuando la cosecha sobrepasa nues-
tras expectativas, en ese caso nos sentimos realizados. Ambos
coinciden en que lo ideal es que el paciente que llegue a la Sala
113

de Rehabilitación provenga de las entidades que conforman el

Sistema, las nacientes Áreas de Salud Integral Comunitaria, ASIC,
ya que en los Consultorios Populares pueden realizar el estudio de
la causa que lo lleva al centro, ya sea un traumatismo, un evento
cerebro- vascular o cardíaco, entre otros.
No obstante, aunque la mayoría proviene de los Consultorios
Populares, llegan remisiones de hospitales venezolanos y de enti-
dades privadas. Puede darse el caso de que el paciente demande un
servicio en el Centro de Diagnóstico Integral y que acto seguido sea
enviado a la Sala de Rehabilitación.También se da que los pacientes
son remitidos de los Centros de Alta Tecnología luego de los resul-
tados de las investigaciones. Hay otros pacientes que acuden a
clínicas privadas, médicos venezolanos asisten al paciente y se dan
cuenta de que necesitan servicios de rehabilitación y hacen una
referencia. Esas personas son admitidas en esos servicios y al fina-
lizar el tratamiento se remite al sistema de Barrio Adentro a través
de los Consultorios Populares, o si lo desean pueden continuar
en su atención privada. Todos pasan por la consulta, hasta aque-
llos que no asisten a ninguno de estos niveles o componentes del
sistema cubano o venezolano, sencillamente acuden a las Salas
de Rehabilitación por autodecisión, o sea, ellos ya saben que otros
tuvieron buenos resultados y mejoraron sus dolencias, aumentaron
su calidad de vida. La atención de estos últimos es posible porque
el personal de estos centros no solo está capacitado para recibir un
diagnóstico, sino también para hacerlo. Esto facilita una cobertura
de 80 a 90 % de lo que es investigación médica que ayuda no solo a
esclarecer algún diagnóstico, sino también a seguir la evolución de
los casos.
Los pacientes son valorados por el médico especialista en fisia-
tría en la consulta inicial. En dependencia de los criterios que tenga
se realiza un grupo de investigaciones previas para decidir las tera-
pias que se van a utilizar en cada uno de los departamentos con que
cuenta la sala.
En este viaje por la historia reciente de un proceso revolucio-
nario que lucha por la salud de su población, Barrio Adentro se
114

CAPÍTULO III
convirtió de forma vertiginosa en algo sin precedente en la huma-

nidad, en primer lugar porque muestra que la Cooperación Sur-Sur
no solo es posible, sino que da magníficos resultados y en segundo
porque su avance vertiginoso se sienta en sólidas bases de una
medicina humanista.
El doctor Padilla Rubio fue nuestro anfitrión en esta incursión
a la Brigada Médica Cubana. Recordaba cómo la experiencia en
Barrio Adentro, después del desastre de Vargas, dio como resul-
tado la invasión de esos Consultorios Populares en los cerros de
Caracas porque esa población tenía grandes necesidades rela-
cionadas con su salud y de ahí se extiende a todo el país pese a la
oposición de los inconformes de siempre por problemas de nego-
cios y de desvirtuar toda medida a favor de los pobres del Gobierno
Bolivariano o simplemente que no quisieron dar el paso al frente
por la cuota de sacrifico que implica. Quedó de manifiesto que no
eran solo los cerros de Caracas. En el hermoso y moderno Mara-
caibo, por ejemplo, hay parroquias que ponen el corazón chiqui-
tico a cualquiera ante las condiciones pésimas en que viven sus
pobladores, en lugares donde las calles se convierten en pesadilla
apenas desaparecen los últimos rayos solares. Allí también están
los médicos cubanos.
Nos explica el profesor Padilla que en Venezuela la experiencia
al principio fue un poco diferente, por cuanto nunca antes existió
la posibilidad que se le brinda a la población en estos momentos
de recibir una atención altamente calificada en un centro de reha-
bilitación física, tanto en relación al equipamiento con que está
dotados y la calidad de los recursos humanos, como por el confort de
las instalaciones. De hecho, se inicia un período de sorpresa por el
nuevo servicio abierto y sus resultados incuestionables que llevan
a un aumento constante del flujo de pacientes que ven a aquellos
que empezaron el tratamiento en un sillón de ruedas y al final salen
caminando.
Es cierto que al principio fue un servicio puesto en función de
la discapacidad, pero de manera muy rápida van más allá, incluso
de la enfermedad, van a los factores de riesgo, porque la esencia de
115

las Salas de Rehabilitación no es limitar la atención a la discapa-

cidad puramente, como se realiza en otros países del mundo, sino es
trabajar los tres niveles de prevención posibles en esta etapa de la
atención:
• Nivel de prevención terciaria, puesta en función de los pacientes que

tienen alguna deficiencia, con discapacidades, con minusvalías, o
sea, los que tienen un mayor grado de desventaja, un mayor grado
de deterioro.
• Las actividades de prevención secundaria, que son aquellas que
se ponen en función de los pacientes que tienen enfermedades
crónicas no transmisibles y el objetivo es precisamente evitar que el
paciente llegue a discapacitar. Se trabaja con el hipertenso para que
no infarte, con la diabetes mellitus para evitar que aparezca la poli-
neuropatía diabética o para evitar que aparezca el infarto cerebral.
• En la prevención primaria se trabaja en aquellas salas que así
lo permiten o que tienen un menor número de población, con un
grupo de pacientes que tienen factores de riesgo, personas sanas
con el objetivo de promover estilos de vida saludables y que evite
en ese caso que aparezcan enfermedades, o sea, que se trabaja con
prevención primaria, secundaria y terciaria.
Hemos visto cómo estos tres niveles de prevención se adecúan a

los escenarios donde están enclavadas las salas. Hay instalaciones
que como promedio diario tienen más de 150 pacientes en trata-
miento. Esa es una sala que tiene pocas probabilidades de trabajar
con grupos de pacientes y de personas sanas, o trabajar con enfer-
medades incógnitas, no transmisibles o factores de riesgo. Aun
así, cuando hay un caso que lo requiere y el paciente no ha podido
asistir al tratamiento por razones muy humanas, allí vemos cómo,
desafiando el cansancio, estos hombres y mujeres van a hacer la
terapia al hogar del que sufre para no interrumpir su recuperación.
Básicamente centran la atención en los pacientes con mayor nivel
de discapacidad. A pesar del intenso trabajo no dejan de atender a
los portadores de otros tipos de factores de riesgo o la condición de
116

CAPÍTULO III
ser una persona sana en apariencias. Ellos tienen un lema: prevenir

es mucho mejor que curar. En las Salas de Rehabilitación, donde la
población es menor, el matiz es diferente, se atienden la totalidad de
los discapacitados que asisten y se hacen búsquedas activas de posi-
bles pacientes en barrios aledaños. Con estas personas se realiza
sobre todo cultura física terapéutica, para evitar que aparezcan
enfermedades o que surjan complicaciones en un padecimiento
ya existente, esto es con vista a incrementar la calidad de vida.
Eso es lo más importante en las Salas de Rehabilitación Integral.
Desde que se iniciaron los servicios en estos centros a
mediados del 2005 hasta abril de 2013, se han ofrecido alrededor
de 79 millones de consultas. Por lo general los pacientes reciben
un promedio de diez sesiones de terapia. En ocasiones resuelven
en un período menor que son de siete sesiones, pero hay otros que
requieren un tiempo mayor, alrededor de 45 días, en dependencia a
la dolencia que los lleve.
Las estadísticas se comportan como en cualquier parte del
mundo: 73% de los pacientes reciben atención de rehabilitación
por problemas somáticos (huesos, músculos y articulaciones), un
15 % por problemas neurológicos, de las cuales las más frecuentes
son las enfermedades cerebro- vasculares, seguidas de las lesiones
del nervio periférico, lesiones raquimedulares y parálisis cerebral,
con un grupo de componentes que van a demandar mayor tiempo
de tratamiento, o sea, más atención y más largas las sesiones de
trabajo. Una vez que el médico lo evalúa indica el tratamiento que
el paciente requiere y de esta manera hablamos de que en dos años
de trabajo se realizaron más de 33 millones de aplicaciones tera-
péuticas, una cifra importante que básicamente es mayor en el
gimnasio. En el de adultos se han realizado 15 millones de aplica-
ciones terapéuticas, mientras que en el de niños el número asciende
a más de dos millones.
En el orden de frecuencia se continúa por el departamento
de electroterapia constituido por equipos que producen efectos
beneficiosos a la recuperación, optimizando la corriente eléctrica
como medio terapéutico. También se utilizan otros medios como
117

son el láser, el ultrasonido, la terapia combinada que hace coin-

cidir el ultrasonido y al mismo tiempo la electroterapia, así como los
campos magnéticos, tanto de cama, con equipos de alta tecnología,
como de mesa o portátiles. De esta manera se han beneficiado alre-
dedor de 4 millones y medio de pacientes en ese tiempo para que
tengan una idea.
Se cuenta también con el departamento de termoterapia, que
engloba la microonda, una alta frecuencia con muy buena efecti-
vidad terapéutica, asociado a unas fuentes de calor electromagné-
tico superficial o lámparas electromagnéticas, utilizadas o aplicadas
en más de tres millones de ocasiones. Otros departamentos como
Medicina Natural y Tradicional, Logopedia y Foniatría, Terapia
Ocupacional e Hidroterapia, también apoyan de modo integrador
un proceso de rehabilitación de un paciente que probablemente
llega con una molestia en un hombro pero al ofrecerle una atención
integral se detectan otros problemas de salud que son resueltos.
Las raíces de esta inmensa obra están en los Consultorios
Populares donde fueron apareciendo en un primer momento un
número importante de discapacitados que no contaron antes con
ese servicio. Existe una alta cantidad de pacientes con secuelas
traumáticas por accidentes y otras causas que hacían necesario
de por sí la aparición de un servicio que es hermosa realidad hoy
en día en Venezuela. Llegan por una situación determinada y acto
seguido se pueden atender otras patologías que sean detectadas en
las investigaciones médicas que le realizan en la Sala de Rehabili-
tación Integral. Un ejemplo sencillo lo habíamos observado apenas
el día anterior con un paciente que había sufrido un infarto cere-
bral, tenía una hemiplejia (paralización de un lado del cuerpo).
Ese mismo paciente como consecuencia tiene asociada una afasia
(dificultad al hablar) lo que hace necesario que sea tratado también
por el Departamento de Logofoniatría. El enfermo de referencia
recibe atención por la parálisis corporal y al mismo tiempo se solu-
ciona la dificultad que tiene para comunicarse como secuela del
infarto cerebral que generó el déficit motor que le afectó el órgano
de la fonación. En un mismo recinto, en una misma área, se hacen
118

CAPÍTULO III
coincidir dos departamentos para lograr una rehabilitación inte-

gral.
Cada uno de los departamentos se entrelaza y es muy difícil
que un paciente vaya a la Sala de Rehabilitación a recibir atención
en uno solo. En muchos casos reciben tratamientos múltiples, de
manera tal que cuando se ha concluido con los objetivos terapéu-
ticos, muchas veces los pacientes desean continuar recibiendo los
servicios. El rehabilitador es una persona de sensibilidad especial,
por eso la mirada del profesor Padilla se nubla y se pierde en la
memoria al recordar que jamás fue tan feliz un competidor para-
límpico como cuando obtuvo un primer lugar en una competencia.
Es así que los discapacitados también se integran a las actividades
deportivas. Para ello tienen que existir dos elementos: la voluntad
del discapacitado y un proceso de rehabilitación intensivo en
función de su limitación, que le hace no solo recuperarse, sino tener
la posibilidad de ir a un evento de ese tipo y ganar.
La rehabilitación permite devolver la esperanza a esa persona
al sentirse como el resto de sus congéneres que se desarrollan en el
mismo tiempo y espacio. Esto nos lleva a admirar cada día más ese
hermoso programa que es Barrio Adentro al recordar todos esos
casos que nos hemos encontrado a nuestro paso que nos narran sus
angustias ante el futuro incierto de un ser querido durante años y
cómo por primera vez un gobierno se acuerda de ellos. La rehabili-
tación cubana va mucho más allá. No solo atiende al discapacitado
y le devuelve la condición biológica, sicológica y social que perdió,
sino que lo reinserta de nuevo a la sociedad, a que incluso solvente
económicamente su núcleo familiar, pero, sobre todo, trabaja en
aras de prevenir la discapacidad en el caso de las enfermedades
crónicas no transmisibles, como por ejemplo la hipertensión arte-
rial o diabetes mellitus, entre otras, con el objetivo de evitar que
el paciente enfermo tenga problemas posteriores. Se trabaja a
través de un grupo importante de técnicas de promoción y preven-
ción de enfermedades de conjunto con otras redes del sistema.
Esta labor no se realiza solo en las Salas de Rehabilitación Inte-
gral, sino en contacto directo con los Consultorios Populares donde
119

generalmente se atiende por primera vez al paciente, porque son

los que están insertados en la propia comunidad.
La Escuela Cubana de Medicina de Rehabilitación Física ha
sentado pautas internacionales acorde a las necesidades de una
sociedad que va en busca de incrementar, no solo años a la vida,
sino también vida a los años. De nada valdría incrementar la edad
si no somos capaces de luchar por mejorar la calidad de vida del
hombre. Si lo enclaustramos a una cama, no se logra el objetivo,
pero si tenemos a un adulto mayor saludable, la vida puede llegar
a ser plena.
Señala el doctor Padilla un segundo elemento que para noso-
tros es determinante, para nada es elitista la rehabilitación cubana.
Esto es lo que se hace en estos momentos en Venezuela para bene-
ficio de toda la población, esto es lo que cualquiera puede ver en
Barrio Adentro. Este tipo de tratamiento no está al alcance de los
más pobres en países donde la medicina es solo para unos pocos,
es segregacionista y lucrativa. Esto hace que los pacientes acudan
a los especialistas ya cuando no pueden ni moverse. En la mayoría
de los casos también es cuando pueden obtener el dinero que nece-
sitan por lo menos para iniciar el tratamiento. En este entorno agre-
sivo es que se inserta la medicina de rehabilitación cubana que es
totalmente accesible, gratuita e integral, con el objetivo de tratar de
dar las mejores condiciones biológicas y también de equidad social
a esas personas, que aunque han perdido habilidades, no dejan por
ello de tener derecho a la vida.
En las Salas de Rehabilitación Integral encontramos por
primera vez en las Misiones Médicas Cubanas a los logofoniatras
que son aquellos especialistas que ayudan a superar las deficien-
cias en la comunicación, entre ellos tenemos a Tamara Nodarse,
quien luego de graduarse trabajó durante seis años en Cuba en
una Escuela Especial para niños con trastornos del habla. De los
llanos en Cuba, esta joven que irradia ternura se encuentra en las
montañas del estado venezolano de Mérida y con un brillo especial
en los ojos nos afirma que para ella lo más difícil es estar lejos de su
familia, lo que solo mitiga la sonrisa de sus pacientes y el abrazo de
120

CAPÍTULO III
una madre que ve cómo el hijo resurge a la vida poco a poco. Duro es
para Tamara recibir a pacientes casi niños que nunca antes habían
tenido la posibilidad de una atención médica porque sus padres
no podían pagar un tratamiento de ese tipo, en ocasiones ni una
simple consulta. Esa es parte de la deuda social que intenta saldar
el Gobierno Bolivariano y en las Salas de Rehabilitación Integral se
va a la búsqueda de mejorar la calidad de vida de toda la población
venezolana en general.
El trabajo de estos especialistas no se restringe solo a la Sala
de Rehabilitación. Ellos también visitan a la comunidad y realizan
en los centros docentes charlas de orientación a los profesores
sobre el tratamiento a los pequeños que tienen problemas de tarta-
mudez y que junto a la familia puedan lograr la solución y con ello
mejorar su calidad de vida. Charlas y conferencias sobre la nece-
sidad de prevenir y tratar de evitar los trastornos en el embarazo
que pueden ocasionar el alcohol y la droga, así como la automedica-
ción, casi siempre con consecuencias a veces incontrolables al feto
que marcarán la vida de ese futuro adulto. En la Sala de Rehabilita-
ción Integral donde labora Tamara hay tres niños autistas, que son
aquellos que se encierran en su mundo interno, lo que en ocasiones
no impide que se escolaricen.
Lo que es cierto es que todavía falta mucho por lograr en la
parte escolar para que pueda funcionar junto a ese cariño que le
brinda el personal que los atiende en la parte pedagógica. Los niños
autistas requieren más, como también aquellos con trastornos del
lenguaje que daña mucho la autoestima en las más tiernas edades
cuando son capaces de apreciar la diferencia con los que no tienen
dificultades en el habla. Lo esencial de los menores que requieren
de enseñanza especial porque presentan trastornos de la comuni-
cación es insertarlos de forma activa a la sociedad y eso es lo que no
se ha logrado completamente. Esta joven profesional está segura de
que a medida que vaya pasando el tiempo se logrará mucho con la
unidad de la escuela y los centros de rehabilitación.
Tamara logra muy buena comunicación con sus pacientes, lleva
una sonrisa que nace del corazón, y recuerda a una joven de apenas
121

18 años que al llegar a la consulta era un vegetal por retraso mental

y malformaciones congénitas. A pesar de los esfuerzos y sacrificios
de los padres con ningún tratamiento anterior registró ni el más
leve avance. Barrio Adentro la tomó en sus manos y junto a la familia
han logrado incorporarle muchas palabras y ya es posible hasta
conversar con esta niña que todos consideran especial porque es
sumamente cariñosa. Para ella son muy queridos su rehabilitador
Jorge Félix y su logofoniatra.
Estos casos de retraso mental y deformaciones congénitas son
evitables en su mayoría, de ahí la importancia de una buena orien-
tación médica en el embarazo y los exámenes necesarios que ya
están a disposición de la ciencia para detectar a tiempo cualquier
anomalía. La Brigada Médica Cubana insiste en que las mujeres
deben ir a un especialista para la atención del parto y en centros que
tengan todas las condiciones higiénico-sanitarias. También están
las discapacidades ocasionadas por malas prácticas a la hora del
alumbramiento. La familia ante todo tiene el derecho de saber en
qué momento concibe un embarazo, saber a qué edad, condiciones
sociales, profesionales, académicas, culturales, antes de traer una
criatura al mundo, tratar que sea siempre un embarazo deseado.
En nuestro bregar por otros estados visitamos a un niño autista
que vive al sur del Lago, los médicos cubanos de Barrio Adentro le
dan una atención especial. Se trata de Mauricio, que al nacer, luego
de un parto con dificultades presentó septicemia, paro cardio-
respiratorio, convulsiones que provocaron que estuviera entre
la vida y la muerte durante treinta días y cuando le entregaron el
niño a la madre con una pérdida de peso considerable, no llegaba a
dos kilos, no hubo ninguna orientación para la familia por lo que es
sencillo entender la desesperación al no tener a quien acudir.
El autismo no es una enfermedad hereditaria, no tiene origen
genético, es un trastorno del desarrollo que afecta la comunicación
que se detecta casi siempre a partir de los tres años de edad y que
no se conoce la causa que lo provoca. Lo que han podido determinar
es que es más frecuente en varones que en hembras. Lo primero
que le detectaron fue una anomalía en los ojos que resultó un tumor
122

CAPÍTULO III
que le llevaría a la pérdida de la visión, al crecer solo logró la angus-

tiada familia una rehabilitación de treinta minutos cada 15 días y
el niño se hacía cada vez más agresivo. Era un niño autista que no
había sido diagnosticado y era rechazado, ahí nos dice la madre que
una persona les sugirió que lo llevaran a un hospital siquiátrico y
por primera vez la familia recibe una orientación. No había insti-
tución pedagógica que lo aceptará porque alegaban que atendían a
niños invidentes y no a autistas. La música salva a esta criatura que
ya es un joven con un sentido de la vida. En su trabajo de terreno fue
que conocieron del caso los médicos cubanos en Barrio Adentro. La
doctora Yusmani Osa Rodríguez, es quien lo atiende y ya es como
parte de la familia, son muy amigos, lo estimula junto a sus seres
queridos a continuar el camino de la música. Mauricio ha ganado
varios festivales artísticos a diferentes niveles y se ha logrado su
presentación en público con cantantes tan renombrados como
Pablo Milanés. Recordemos que los autistas desarrollan algunas
habilidades de forma brillante. Nos sentamos en aquella cálida
tarde a escuchar una canción del autor cubano que Mauricio nos
interpretó con maestría.
Entre los adultos los casos más frecuentes de atención en logo-
foniatría son las afasias provocadas por una hemiplejia causada
por una hipertensión arterial, traumatismo o accidente cerebro-
vascular, que afectan gravemente la comunicación por la paraliza-
ción de esos músculos que tienen que volver a ejercer sus funciones,
lo cual cuesta mucho trabajo tanto para el paciente como para el
especialista. Es importante señalar que con esos pacientes afásicos
se hace énfasis en las causas para evitar una repetición del evento
que puede comprometer hasta la vida. Estas pueden ir desde el
consumo de drogas ilícitas hasta la elevación de tensión arterial por
malos hábitos alimentarios. Nos llamó mucho la atención cómo los
pacientes más pequeños miraban a su logofoniatra con idolatría, no
tiene otro calificativo, ellos le habían permitido volver a ser niños
sin problema, se reían, nos hacían bromas, fue una jornada mara-
villosa.
123

Todos estos son grupos multidisciplinarios. El paciente llega a la

consulta del fisiatra remitido del Consultorio Popular o por cuenta
propia. En dependencia del tratamiento que requiera se ponen de
acuerdo los diferentes especialistas para que el tratamiento fluya
y sea efectivo. En la medida que el paciente vaya evolucionando se
adecúa el tratamiento, se analiza lo que falta, lo que hay que cambiar
y lo que hay que eliminar, así como hasta qué punto se puede llegar
en la mejoría, si tendrán una rehabilitación total o parcial porque
quedarán secuelas por daños irreversibles. La evolución y recupe-
ración de estos pacientes con discapacidades requieren de todo el
amor y el apoyo de la familia para hacer posible, primero, que pueda
valerse por sí mismo y luego en algunos casos su reincorporación a
la sociedad como un miembro activo.
En este camino por los Consultorios Populares y las Salas de
Rehabilitación más de una vez se empañaron nuestros ojos cuando
los médicos y técnicos con una entrega difícil de describir por su
grandeza nos hablaban con ardor de aquellos que resurgen a la
vida, que en ocasiones hasta dependían de que un amigo lo llevara
a la consulta y hoy caminan sin dificultad, hasta se han reincor-
porado al trabajo. No podemos evitar que hasta nuestros poros se
activen al pensar cuántos millones de personas en el mundo ni
siquiera tienen el derecho a soñar a tratamientos de este tipo y van
a engrosar las filas de aquellos que mueren en las calles sin identi-
ficación alguna.
Hombres y mujeres como este

En nuestro recorrido por el estado Zulia conocimos a un joven
extraordinario, que con poco más de treinta años ya dirige un Área
de Salud Integral Comunitaria que cuenta con 71 integrantes de la
Brigada Médica Cubana y cerca de 30 venezolanos que laboran con
ellos. Se trata del doctor Jorge Boris Gonzáles quien nos explica que
para él fue todo un reto pues luego de unos meses en un Consultorio
Popular asumió esta responsabilidad que conlleva sobre todas las
cosas entender a todo ese personal desde el punto de vista laboral,
profesional y sentimental. Mientras nos invita a sentarnos en su
124

CAPÍTULO III
consulta nos afirma que hay que ser el director, el jefe, pero a la vez
el amigo, el hermano, el compañero y eso tiene sus cosas. Siempre
con la amistad, y el deseo de que las cosas salgan adelante. No es el
trabajo de una sola persona, porque en realidad hay que formar un
equipo para que todos se integren y que las cosas salgan bien. Eso
es lo que destaca en este joven.
Ya nos habían explicado cómo se conformaba un Área de Salud
Integral Comunitaria, y la del doctor Boris, como todos le conocen,
está integrada por dos parroquias. Es una nueva concepción de lo
que es el sistema de Salud Pública venezolano. Son dos parroquias
del Municipio Maracaibo: Chiquinquirá y Bolívar, aparte de toda
la población que acuda de manera espontánea a alguno de estos
servicios, porque no se rechaza a nadie aunque no sea de la zona. El
paciente fluye adonde él quiere recibir atención.
Uno de los servicios que pocos comprenden su importancia es
la podología. En los países desarrollados la abordan más bien como
algo de estética, por lo general van las personas adineradas, los que
pueden pagar para sentirse bien los pies y que las uñas no se les
enfermen. Hoy en día la podología a nivel mundial se aborda como
una rama de la medicina y se ha demostrado que a través de ella se
han identificado muchas afecciones en los miembros inferiores. Se
necesitan los pies para poder andar.
Curiosos fuimos a ver los nuevos sillones destinados para esos
servicios que todavía en muchos lugares se dan sobre una camilla
habilitada al efecto porque para estos hombres y mujeres no hay
obstáculos. Allí nos recibió la licenciada Vivian Orozco, podóloga de
la Sala de Rehabilitación de la ASIC quien nos cuenta que la señora
que acababa de salir de la consulta sin dificultad alguna en el andar
es una diabética que acudió a su servicio remitida por el médico del
Consultorio Popular con un problema plantar en un estado crítico,
estaba al borde de perder el pie con una tremenda infección. Hubo
que aplicarle tratamiento diario por más de cuarenta y cinco días.Ya
está curada y lo que tiene que hacer es cuidarse la dieta y revisarse
el pie constantemente porque la diabetes afecta mucho los nervios
periféricos, lo que impide que sientan pinchazos o quemaduras.
125

La otra podóloga, Odeimys Álvarez, estaba dando una charla a los

pacientes que esperaban esa y otras consultas sobre la importancia
del cuidado de los pies, conocer sus trastornos circulatorios y todas
las medidas que deben de tener en su casa, sobre todo si la persona
padece de diabetes por los riesgos que tienen de padecer enfer-
medades y algunas lesiones que al final no tienen cura sino se las
tratan a tiempo y pueden llevar a una amputación. Estos pacientes
acostumbran a automedicarse ya sea porque desconocen la exis-
tencia de la podología o no quieren asistir a los centros, no conocen
la diferencia del podólogo y la quiropedista. De ahí la función de
la ASIC, entre otras cosas para que los pacientes no olviden que
tienen que cuidarse desde el consultorio hasta los centros especia-
lizados.
Junto a las Salas de Rehabilitación surgen en mayo de 2005 los
Centros de Diagnóstico Integral que serán también 600 en el país,
arma fundamental para que desde la atención primaria el médico
pueda indicar al paciente el tratamiento que necesita. Esta unión
de las Salas de Rehabilitación y los Centros Diagnósticos con los
Consultorios Populares, es la que conforma el Área de Salud Inte-
gral Comunitaria ASIC, junto a las clínicas dentales y las ópticas,
que puede tener o no en la zona un Centro de Alta Tecnología ya
que estos últimos son 35 programados para el país que ya están
en funcionamiento.
El doctor Boris es un enamorado de su trabajo, incansable,
atento a todo no pierde un detalle y goza de gran prestigio como
profesional y como ser humano. Su orgullo es el Centro de Diagnós-
tico Integral, no es un policlínico, ni un hospital, sino una simbiosis
entre ambas cosas, una terminología nueva en la que, como su
nombre lo indica, se trata de llegar a conocer las causas de la enfer-
medad. Cuenta entre sus servicios con emergencia las 24 horas del
día, todos los días del año, una unidad de apoyo vital, es decir que
reciben urgencias graves, las cuales tratan en una sala de ingreso o
en una sala de terapia intensiva. La visita la realizamos un domingo
en horas de la tarde cuando la mayoría de la población descansa
del trabajo semanal, pero ellos están atentos y esto ha salvado unas
126

CAPÍTULO III
cuantas vidas en este rincón de Venezuela. El personal es altamente

calificado, con todos los medios diagnósticos para que ese paciente
tenga un cuidado esmerado, por lo general acuden para recibir
algún servicio de salud, no tienen que estar graves para ser aten-
didos. Nos llamó la atención la consulta de seguimiento de oftalmo-
logía, en la cual se atienden enfermedades crónicas como diabetes,
hipertensión, asmáticos. En esa consulta se les orienta su trata-
miento. También tienen una serie de medios diagnósticos, como
endoscopia, rayos X, ultrasonido, electrocardiograma. Se le hace al
paciente una especie de diagnóstico rápido de su enfermedad, sin
tener que moverse a otro sitio, todo está en el mismo lugar.
El sistema no solo se circunscribe a un Área de Salud Integral
Comunitaria sino que todos los del municipio y del estado están
vinculados el uno con el otro. Los pacientes pueden requerir dife-
rentes exámenes especializados como la tomografía axial compu-
tarizada, la resonancia magnética nuclear, una mamografía, una
densitometría ósea, una endoscopia o una colonoscopia, según
sea el caso, por lo que son remitidos a los Centros de Alta Tecno-
logía que cuentan con una serie de recursos y de investigaciones
de punta que les brindan a los pacientes que acuden a esos servi-
cios. A los que lo necesitan, se les coordina, se llevan al Centro de
Alta Tecnología y se regresa al paciente con su estudio al Centro de
Diagnóstico Integral. Se trata por todos los medios de que el egreso
del paciente sea con el tratamiento adecuado para una rápida recu-
peración. Se trabaja arduamente en el seguimiento del caso para
que no abandone el tratamiento, lo que es una tarea muy difícil
pues los problemas económicos inciden ya que necesitan reincor-
porarse al trabajo. Se trata de que se vaya con una atención que no
le haya faltado nada: todo lo que haya necesitado hacerse, todas sus
necesidades sentidas y reales de salud, a su egreso, él las lleva satis-
fechas y con un diagnóstico definitivo, con exámenes realizados y
con tratamiento si es necesario.
Para este joven y experimentado especialista la diferencia
fundamental entre el Centro de Diagnóstico Integral, el CDI, y un
hospital es la concepción de lo que es el sistema y la mentalidad
127

de las personas que laboran en él, donde el paciente, una vez que
entra en él, puede venir solicitando un servicio de oftalmología,
pero ahí el oftalmólogo lo evalúa integralmente y en dependencia
de sus condiciones de salud, lo pasa por una consulta externa,
porque puede ser un hipertenso. El de la consulta externa lo envía
a una consulta de endoscopia porque tiene síntomas digestivos,
el de endoscopia le indica exámenes de laboratorio, pasa por el
laboratorio y cuando el paciente sale del CDI sale con una aten-
ción integral de su problema de salud. Los trabajadores del Centro
de Diagnóstico Integral, ya sean médicos, técnicos de laboratorio
o personal de enfermería tienen ese enfoque de ver al paciente
de manera integral, no que el oftalmólogo solo vea el ojo, el clínico
solo vea el corazón, sino que todo el mundo mire al paciente en su
conjunto. Eso ha costado trabajo, ha sido una nueva forma de ver la
medicina. Estamos de acuerdo con el doctor Boris en que ahí radica
la diferencia fundamental.
Uno de nuestros objetivos principales en esta incursión por
Barrio Adentro son las Salas de Rehabilitación Integral que para
el doctor Boris es uno de los servicios más gratificantes que tiene
el Complejo de Salud, donde han llegado pacientes en una silla
de ruedas y ya caminan, otros que no podían hablar, no se podían
comunicar y ya se comunican en la medida de sus posibilidades.
Para el especialista no hay mayor recompensa que verlos sonreír.
Esa rehabilitación inmediata o temprana evita las complica-
ciones del paciente encamado, evita la bronconeumonía hipostá-
tica que hace por el encamamiento, las escaras de decúbito. Da muy
buenos resultados, claro siempre con la unión de criterios entre el
fisiatra y el intensivista tratante, quien dice hasta dónde el paciente
puede llegar, cómo se puede movilizar. El fisiatra se adecúa a esa
situación. En definitiva la palabra que resume es integrar todos los
servicios para que el paciente logre obtener de los especialistas lo
mejor que le pueden ofrecer. Boris califica esta vivencia de impor-
tantísima y está seguro de que los médicos que regresan a Cuba
se llevan la experiencia de Venezuela donde han visto nacer un
Sistema de Salud y puesto en práctica algunas alternativas que se
128

CAPÍTULO III
pueden utilizar también en Cuba en aras de que la atención sea de

mayor calidad.
Boris es incansable, se hizo profesor instructor, hace una maes-
tría en estos momentos, sabe que todos tienen la oportunidad de
trabajar y a la vez superarse profesionalmente, son bondades que
brinda la misión de desarrollar el nivel de conocimiento. Ha impar-
tido clases, cosa que en Cuba no lo había hecho nunca, sacando
a flote y disfrutando del profesor que todos llevamos dentro. Al
principio no fue fácil, pero con las metodologías aprendidas lo ha
perfeccionado y también, por qué no, ha podido vencer el miedo
escénico que a cualquiera pueda paralizar en un momento. Para
hombres como Boris no hay obstáculos insalvables.
En nuestras visitas por los Centros de Diagnóstico Integral
nos encontramos ya en Mérida con el médico intensivista Carlos
Alano González, padre de tres hermosas criaturas que siempre
tiene presente y que nos narra con orgullo sus travesuras mien-
tras contemplamos la foto que tiene en su despacho y nos enseña
también la que tiene en el celular. De pequeño Carlos siempre era
el médico en sus juegos, amó su profesión desde sus primeros pasos
y ya el mayor de sus hijos sigue su ejemplo. Con sinceridad nos dice
que al graduarse en 1994 no comprendió en toda su magnitud la
importancia de la especialidad en Medicina General Integral, cier-
tamente solo se dio cuenta cuando la estudiaba. Es como abrirse
a un mundo nuevo y encontrar que esta es la madre de todas las
demás, lo cual puede afirmar mucho mejor luego de finalizar
también la de Cuidados Intensivos, donde la razón fundamental no
es tanto el paciente grave, sino la prevención. Recorremos con él la
Sala de Terapia Intensiva y no podemos dejar de pensar que es una
especialidad dura porque es el paciente que está entre la vida y la
muerte. Un mínimo detalle puede o salvarlo o costarle la vida, pero
en sí es una rama importante de la medicina y de mucha utilidad.
Muchos pacientes gracias a la medicina intensiva hoy sobreviven.
Este Centro de Diagnóstico Integral está situado en el mismo
centro de la ciudad de Mérida, apenas tiene poco más de un año
pero su utilidad es mucha porque el Hospital Universitario de Los
129

Andes es muy bueno pero con muy pocas instalaciones de cama.

Apoyan a esa institución con respecto al paciente grave, y han
visto el fruto de su trabajo. Nadie puede imaginar la satisfacción
que siente un médico cuando un paciente que ha estado en crisis,
conectado incluso a un ventilador mecánico, después de un trata-
miento eficaz sale caminando de la institución.
Nos lleva a una pequeña habitación donde descansan los
médicos de guardia y nos habla de que hace apenas tres meses
llegó un paciente con un accidente cerebro-vascular en estado de
coma, inmediatamente lo admitieron en el Apoyo Vital, precisó
ventilación mecánica inmediata. Así estuvo más de 20 días hasta
que lograron destetarlo, o sea, que respirara por sí mismo. Con el
uso de la tecnología que está a disposición de la población le reali-
zaron una resonancia magnética nuclear, que demostró que era
una hemorragia cerebral importante, pero se logró compensar al
enfermo.
Con las secuelas de un evento de ese tipo, sin poder caminar
ni hablar fue remitido a la Sala de Rehabilitación y hoy por hoy el
paciente goza de salud con respecto a como vino y está otra vez rein-
tegrado a la sociedad. Como nos habían dicho que en ese momento
se encontraba haciendo ejercicios fuimos a verlo y nos explicó que
su caso fue manejado por especialistas de neurocirugía de Vene-
zuela que estimaron que no tenía criterio quirúrgico por lo que su
recuperación estaba en manos de los rehabilitadores por completo.
Realmente fue un caso muy difícil porque las enfermedades
cerebro-vasculares hemorrágicas tienen una mortalidad muy alta.
Se apoyó al paciente desde el punto de vista hemodinámico y venti-
latorio, se siguieron los tratamientos adecuados, mejoró mucho
y salió de esa situación. Desde un inicio los familiares tuvieron
mucha fe en los médicos cubanos.
Cuidados Intensivos es una especialidad que casi siempre tiene
que estar en relación con las demás ramas. Rara vez un paciente
no requiere de un servicio de cirugía, de neurocirugía o de cardio-
logía, pero básicamente, lo que es la atención precisa de cuidados
intensivos. Nos refiere el doctor Alano que lo tienen todo a la mano
130

CAPÍTULO III
y en ocasiones puede faltar algún que otro recurso que les facilita el
Ministerio de Salud venezolano.
Un abanico que atrapa también la historia de nuestros pueblos
son los nombres con que han sido bautizados las nuevas institu-
ciones de salud en Venezuela. Recordamos el Complejo Salvador
Allende en la periferia de Caracas y nos encontramos en este pere-
grinar por el estado Zulia al Centro de Alta Tecnología Manolita
Sáenz, la incomparable mujer que acompañó al Libertador. No fue
sorpresa para nosotros encontrarnos en esta ya prestigiosa institu-
ción que la dirección estaba a cargo de una mujer que nos capturó
con su belleza y sencillez. Se trata de la doctora Idalmis Salave
Tortolos. Lo primero que hizo fue enseñarnos la foto donde el presi-
dente Hugo Chávez inauguró el centro, para orgullo de venezolanos
y cubanos que allí laboran. Luego de referirnos en detalle todo el
funcionamiento de la institución nos dio a conocer que se daban los
últimos ajustes en el Laboratorio Clínico, además de la hematología
completa y química para poder hacer también lo que son dosifica-
ciones hormonales.
Este centro presta atención a todas aquellas personas que
concurren, independientemente de su procedencia, sea del
sector privado, el sector estatal o de los Consultorios Populares
de Barrio Adentro. Idalmis nos explica que entre los servicios que
más demandan está la resonancia magnética, puesto que en estos
momentos es el único resonador gratis al servicio de todo el pueblo
del estado Zulia, por lo tanto su solicitud es muy marcada. En el
caso del tomógrafo cuando los de los estados vecinos tienen algún
tipo de problema temporal ellos asumen el servicio como ocurrió
con el de San Jacinto, en el estado Trujillo, que presentó una serie
de daños de la parte eléctrica, por lo tanto presto atención a dos
estados. No olvidan aquellos tiempos cuando solo eran un ejército
de batas blancas con un poco y a veces ningún medicamento, pero
con mucha voluntad de trabajar para el bienestar de la población y
tratar de llevar solución a los problemas de salud.
Ahora todo parece un sueño para esta mujer que el tiempo se
le ha escapado entre las manos, cuando apenas abrió los ojos ya
131

estaban en la segunda fase de Barrio Adentro. Lo que no olvidará

nunca son sus orígenes, en aquel ya lejano 2003 y los momentos
históricos que ya ha tenido. En un principio una cobertura en el
caso de investigaciones muy simple, radiología convencional,
endoscopia, electrocardiograma y algunos exámenes de labora-
torio que les permitían llegar a algunos diagnósticos, pero con la
clínica como la madre de la medicina. Posteriormente con el desa-
rrollo de la Misión Barrio Adentro y paralelamente el del país se
crearon los Centros de Diagnóstico Integrales donde ya existen
salas de Apoyo Vital para poder auxiliar al paciente cuando llega
con la emergencia, con salas de observación, donde se mantiene al
paciente sin tener que llevar otras acciones médicas y las salas de
Terapia Intensiva .
Casi siempre los Centros de Alta Tecnología están separados
de los de Diagnóstico Integral y de las Salas de Rehabilitación. Con
ellos se eleva un escalón más en Barrio Adentro porque, como su
nombre bien lo dice, es un centro donde está a la mano la tecno-
logía más desarrollada al servicio del pueblo bolivariano. Dice con
orgullo que el Consultorio Popular unido a ellos significa en una
sola palabra, integración, porque es lo que permite, con un enfoque
sistémico, poder atender a la población. Utiliza un símil cuando
señala que la puerta de entrada de la Misión Barrio Adentro son los
consultorios populares y en la medida que va transitando por las
necesidades médicas va a ir apoyándose en cada uno de los servi-
cios, independientemente que él puede ir a cualquier consultorio
popular, sea el que está enclavado en su área o el que él por cercanía
a su centro de trabajo, al de estudio o porque así lo desee, las puertas
están abiertas al servicio en cualquier lugar donde quiera ir.
Los médicos de los Consultorios Populares son el enlace, vienen
con los casos que así lo ameritan, incluso esto permite la discusión
con los especialistas en el centro, ya sea de cardiología, de radio-
logía o gastroenterología y laboratorio clínico. Lo que implica que
el servicio sea de una mayor excelencia, uno de los propósitos o
misiones que tiene ese centro. Esto coadyuva a una mejor investi-
gación desde el punto de vista biomédico para el seguimiento del
132

CAPÍTULO III
paciente y su interacción en la comunidad. En la conversación salen

a relucir lo que nosotros denominamos “Los Magos” y que para ella
son los Einsteins modernos. Es un grupo de cuatro ingenieros que
son los encargados de la puesta en marcha y el funcionamiento, la
reparación y el mantenimiento de todos los equipos de alta tecno-
logía que tiene este centro y que para todos son los motores impul-
sores a seguir adelante. Su fuerza les permite a todos sentirse cada
vez más jóvenes y seguir el ejemplo. Como señalara Einstein: no
hay tiempo para envejecer.
Nuevamente en Mérida, entre montañas, para visitar los
Centros de Diagnóstico Integral, en uno de ellos, ubicado en el
corazón de la capital del estado encontramos al profesor Guillermo
Martínez Cintra, quien afirma que la buena preparación de las
instalaciones los incentivan porque les dan un abanico más amplio
de posibilidades. Allí tienen una sala de Terapia Intensiva con ocho
camas y tienen salón de operaciones que evita un traslado que
puede hacer peligrar la vida del paciente o congestionar los hospi-
tales públicos.
En los CDI la atención fundamental es secundaria aunque no
dejen de hacer medicina preventiva. La persona, por ejemplo, llega
muchas veces remitido del área de salud con infarto del miocardio o
con alguna enfermedad crónica descompensada, diabetes mellitus,
asma, hipertensión arterial. En la institución no solo se controla,
sino que también pueden estudiar y hacer seguimiento de los
pacientes. Hay servicio de oftalmología para programas prioritarios
con Cuba como la Misión Milagro, que complementan con equipos
especiales para el diagnóstico de cataratas, pterigium (carnosi-
dades) o glaucoma. Se reciben también los casos de ptosis (párpado
caído). Una de las claves del éxito de estas instituciones es su vincu-
lación con las Salas de Rehabilitación para lograr que el paciente
que así lo necesite tenga una recuperación completa con una aten-
ción de excelencia. A los pacientes que llegan con alguna dificultad
motora, con alguna dificultad neurológica, luego de estabilizar la
enfermedad de base, en los SRI les dan el toque de calidad final.
133

Para el doctor Cintra es indiscutible la diferencia entre las

personas que vienen a solicitar el servicio casi vírgenes, fumadores,
hipertensos, cardiópatas, sin tratamiento preventivo, niños con
parasitismo intestinal, mujeres embarazadas desnutridas y las que
vienen remitidas del Consultorio Popular, que pueden venir con
una crisis pero no con una emergencia, porque ya el paciente tiene
su tratamiento de base. La morbilidad y la estadía en la sala se hace
mucho menor en cuanto aumenta la calidad de la atención primaria
y es lo que se está logrando, según hemos podido constatar. Hemos
podido observar todo tipo de pacientes, de todas las escalas sociales.
A los pobres se suman los de clase media, y de la media alta, por el
prestigio y la confianza que han ganado los médicos cubanos. No
es que no tengan dinero para pagar los exámenes en una clínica
privada, sino que se han dado cuenta de que en Barrio Adentro ellos
son personas y no clientes, donde no le indicarán un examen que
no sea necesario. A ellos les da miedo la manipulación a que son
sometidos diariamente en instituciones privadas por sus médicos,
quieren saber que si le indican la tomografía es para buscar un
diagnóstico, no para engrosar bolsillos de nadie, recibir las radia-
ciones si en realidad son necesarias. Hemos visto casos también
en nuestro bregar por los Centros Diagnósticos de Barrio Adentro
en que los familiares han ido a ver la posibilidad de trasladar a sus
seres queridos que se encuentran en una clínica privada, no porque
no tengan dinero para pagar, se dan cuenta de la manipulación, del
negocio. En ocasiones la población se pregunta cómo puede existir
ese tipo de medicina en un mundo donde todo es interés. Para esos
especialistas todo es la atención del paciente, con lo pobre que son
no entienden que el pago no es monetario, sino es social, es una
gratitud al médico.
El doctor Cintra nos corrobora esta afirmación y recuerda el
caso de un joven que a pesar de su estado crítico la familia tuvo
que llevárselo de la clínica privada porque ya se había terminado
el seguro. Lo trasladaron al CDI y luego de diez días en la terapia
intensiva y los tratamientos para la enfermedad de base y de reha-
bilitación, ya está recuperado. Los familiares le agradecen mucho a
134

CAPÍTULO III
Dios el haber puesto a ese paciente en manos de los cubanos porque

el ser querido en la actualidad está recuperado, incluso después de
varias complicaciones. Su rostro se ilumina cuando nos dice que
esas cosas son las que los llenan de alegría porque la comunidad es
la que tiene la última palabra sobre la labor que ellos realizan.
En los CDI también trabaja personal venezolano, que si bien
es cierto que al principio fueron poco receptivos, quizás un poco
desconfiados. A medida que la relación médico-enfermera, o admi-
nistrador-enfermera, o enfermeras-enfermeras, empieza a hacerse
evidente, comienza a trabajar la docencia, las relaciones mejoran
cada vez más. Aprenden de ambas partes lo que es muy beneficioso.
Pone el ejemplo de cuando estuvo trabajando en una zona roja por
su alta peligrosidad, Tamaca, donde las heridas por armas de fuego
son habituales. La destreza y sangre fría de los médicos y enfer-
meros venezolanos es admirable para atender a pacientes en shock.
Ya cuando nos despedíamos el profesor Cintra nos narró que
recién habían dado de alta a un joven de 38 años que llegó al centro
con su médico de Barrio Adentro en un estado crítico, había perdido
más de diez kilos de peso, tenía fiebre alta, estaba deshidratado y
no quería tragar ni agua. Al conversar con la familia nos refiere que
el enfermo estuvo ingresado 15 días en una clínica privada por un
proceso neumónico asociado, durante la evolución de su terapia
intensiva, a una meningo-encefalitis.
Una de las secuelas que deja la meningo es la disfagia que
ocasiona muchas dificultades para tragar, aunque sea líquido y el
paciente empieza a hacer deshidrataciones. Se le hicieron estudios
de todo tipo durante los 12 días que ingresó en la sala de terapia
intensiva que permitieron solucionar las complicaciones normales
en estos casos. Se le administraron antibióticos y gracias al trata-
miento oportuno el paciente empezó a mejorar. El resto de su recu-
peración estuvo en la SRI, de tal manera que llegó con una atrofia
bilateral de los músculos de las manos y los pies y ya se incorporó
a la sociedad, habla, no se orina, traga, ha aumentado doce kilos.
Tienen que estar satisfechos los especialistas del CDI y la SRI, se ha
recuperado 80 % de forma espectacular.
135

La medicina, como dice el profesor Cintra, es dar respuesta a

las necesidades sociales, lleva implícito conceptos humanitarios
tales como amor a la vida y respeto a la muerte, sacrificio, dedica-
ción, estudio constante, es amor y entrega a lo que se hace. De ahí la
importancia de estos Centros de Diagnóstico Integral que en Barrio
Adentro han salvado alrededor de trescientas mil vidas en poco
más de dos años con hombres y mujeres como estos.
136

Capítulo IV: La ciudad de los crepúsculos
Al corazón se le han de poner alas y no anclas
137

La naturaleza es sabia y nos sorprende en Barquisimeto en

un crepúsculo que demora varias horas y ves el sol ya avanzada la
mañana, no por eso menos hermoso. La ciudad no se detiene, late
en cada centímetro de terreno y aunque rodeada de montañas
para atravesarla requieres de tiempo y sobre todo de estar alerta,
si confundes el camino el viaje se te hará sumamente compli-
cado. Barquisimeto es la capital del estado Lara, extenso y agreste,
con ríos que cuando parece que están a punto de extinguirse, las
frecuentes lluvias los convierten en torbellinos y montañas cuyos
tonos verdes, muy variados, se combinan con el rojo, blanco o
gris de la piedra que hacen temer un encuentro no muy feliz con
alguna de ellas que al alzar la vista parece que están sostenidas
por el viento. Allí, en esas montañas, en lugares insospechados, no
solo están los consultorios médicos populares de Barrio Adentro,
sino que encuentras también los Centros Diagnósticos Integrales
acompañados de las Salas de Rehabilitación que prestan los servi-
cios a quien los requiera. En breve serán cubiertas las necesidades,
incluso ya está funcionando uno de los dos Centros de Alta Tecno-
logía que están programados para el estado y al otro se le dan los
toques finales.
Apenas sin descansar conversamos con el personal que labora
y vive en los consultorios. La población se nos acerca y manifiesta
su respeto para esos jóvenes profesionales que se hicieron médicos
en Cuba en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Llevan en el
corazón a la pequeña isla del Caribe que les enseñó no solo la teoría
científica, sino les entregó la doctrina donde lo más importante es
el ser humano. En esa zona, como en tantas otras de nuestra dolida
América, hasta un simple resfrío costaba la vida. Frecuentes son
las infecciones respiratorias agudas provocadas por el clima, por
solo referirnos a una, pero se cuentan por miles las vidas salvadas
en esta zona en apenas una década de intenso trabajo en una
batalla sin cuartel contra la muerte en defensa de la vida. Jóvenes
galenos que prestan atención a la población y a la vez se hicieron
especialistas en Medicina General Integral con los profesores
cubanos de Barrio Adentro, ellos también en un futuro tendrán la
138

CAPÍTULO IV
responsabilidad de enseñar. Forman parte activa de ese ejército de

batas blancas que en el estado Lara son alrededor de mil que se
convierten en gigantes.
Más de tres horas de un intrincado camino nos costó llegar
desde Barquisimeto hasta la parroquia donde labora el médico
nicaragüense Gerardo Antonio Somarriba Mesa, de los primeros
graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina en Cuba.
Guarda gratos recuerdos de los dos primeros años cursados en La
Habana y los cuatro restantes en la central provincia cubana de Villa
Clara. Se siente bien, su población es rural mayoritariamente y les
enseña nuevas formas de vivir y relacionarse, un poco diferentes
a las de la ciudad. Son más abiertos y expresan su agradecimiento
a aquellos hombres y mujeres que han reivindicado su derecho a
la atención médica, eso hace sentir muy bien a este joven especia-
lista que cumple su compromiso de estar con los más pobres, donde
quiera que se encuentren. Al graduarse no pudo encontrar ubica-
ción en Nicaragua y Venezuela le abrió los brazos. Hoy las cosas
han cambiado pero ya tiene un compromiso muy grande en Barrio
Adentro. Algunos pacientes han dejado de asistir a la medicina
privada para atenderse con ellos por la confianza que han ganado
los profesionales del Batallón 51. Se denomina así porque fue el
número de egresados venezolanos de la primera graduación de la
Escuela Latinoamericana de Medicina, aunque lamentablemente
falleció una de sus integrantes en un accidente aéreo poco después
de estar ejerciendo.
No deja de extrañar a Cuba, fueron casi siete años que le permi-
tieron conocer a los cubanos y compartir su vida diaria. Eso le hace
falta y no deja de pensar en el día en que pueda regresar a la isla y
compartir con sus amigos, respirar el aire que viene del mar que
inunda la vista y los pulmones. El tener la vida de la comunidad en
sus manos, sin la ayuda de los profesores, es un reto que enfrenta
día a día y se siente capacitado para ello. Eso lo ha demostrado en
la práctica y se revierte en la confianza de los pobladores hacia su
ciencia. Allí al Consultorio Popular les puede llegar lo mismo un
alumbramiento, un accidentado por haberse volcado el carro donde
139

viajaban o un herido de arma blanca, son muy disímiles los casos.

Mientras tomamos asiento en la reducida consulta nos aclara que
de las primeras medidas que toma el médico para esas emergen-
cias va la vida del paciente, es por eso que debe poner su máximo
empeño, todos sus conocimientos y sus habilidades. El hospital más
cercano queda a más de una hora de viaje. Él está preparado para
cualquier contingencia y no deja de estudiar pues ya se hizo espe-
cialista en Medicina General Integral.
La formación en el trabajo es decisiva, la inexperiencia de los
primeros tiempos queda atrás y cada vez se siente más seguro,
incluso se ríe de sus dudas en un inicio. Todavía recuerda como
si fuera hoy cuando recibió a la víctima de un carro que se volcó.
El paciente venía no solo con una fractura abierta del fémur sino
también con múltiples en la tibia, estaba destrozado el miembro
inferior izquierdo. Tuvo que realizar una inmovilización, cortar el
sangramiento de la arteria, hidratarlo, ponerle medicamentos para
evitar la infección y hasta morfina para mitigar el intenso dolor.
Después se efectuó el traslado al hospital pero en esas primeras
medidas tomadas con rapidez y eficiencia, no cabe duda, estaba la
vida del paciente al evitar que se desangrara por la herida y así lo
reconocieron los especialistas venezolanos.
Para este joven el realizar un parto en una ambulancia siempre
lo impacta. No olvida a un prematuro, bajo peso que pudo salvarse
por la acción inmediata. Se han salvado muchas vidas, personas
que hubieran fallecido sin una atención profesional a tiempo, esto
lo hace sentir realizado, sentir que están dando lo mejor de sí y la
población reconoce que están haciendo bien su trabajo. No deja
de reconocer la importancia de la Medicina General Integral, allí
ven enfermedades difíciles de encontrar en zonas urbanas y tienen
que poner a prueba conocimientos y habilidades para resolver
esos problemas de salud. Esa educación en el trabajo es funda-
mental, ellos hacen de todo, tan pronto realizan un parto, atienden
un embarazo de alto riesgo, politraumatizados, neumonías, enfer-
medades infecto-contagiosas, en fin, es afianzar los conocimientos,
aprender en la cotidianidad.
140

CAPÍTULO IV
Nos llama la atención que siempre tienen pacientes, alrededor

de 60 personas que atienden entre dos especialistas. Es un reto muy
grande para ellos, están insertados en lo que es el Sistema de Salud
en conjunto con la Misión Barrio Adentro, tanto trabajan en el
Consultorio Popular, el Centro de Diagnóstico o la Sala de Rehabi-
litación Integral y los Centros de Alta Tecnología, como también en
los hospitales tipo uno, dos o tres con personal puramente venezo-
lano. Cuentan que tienen que regirse por dos lineamiento médicos,
el de la parte venezolana y el de la cubana, trabajan medicamentos
de los dos países, hacen referencias de pacientes graves que
entregan a especialistas graduados en Venezuela en los hospitales,
discuten con ellos los tratamientos. En sí es un reto grande porque
ellos forman parte de la avanzada en el Sistema Público de Salud en
Venezuela que está naciendo. Los hechos son los que han demos-
trado la alta calificación profesional de estos jóvenes formados en
Cuba, así como también la efectividad de una medicina donde lo
más importante es el hombre, que va en búsqueda de la prevención
de enfermedades y no de la cura cuando ya estas existen.
Con el doctor Somarriba trabaja el doctor Jefrik Calvo Rojas,
de Costa Rica, en esa zona de Venezuela donde los médicos nacio-
nales no han querido llegar, no solo por su lejanía, sino por el difícil
acceso y la falta de comunicación en el Municipio Morán que en
estos momentos es atendido en su totalidad por egresados de la
ELAM, Escuela Latinoamericana de Medicina. Este municipio es
el más destacado del estado Lara por los índices de salud que han
logrado alcanzar, cifras que encierran trabajo y dedicación, una total
entrega de estos jóvenes que están orgullosos de sus resultados
pero no se duermen en los laureles. Jefrik recuerda que cuando en
Costa Rica se enteró de que había becas para estudiar medicina en
Cuba, no perdió la oportunidad y se preparó para los exámenes de
ingreso con esmero. Apenas conocía de la isla pero sabía del reco-
nocimiento internacional del desarrollo de esa rama de la ciencia
y no lo pensó dos veces a pesar de todo lo que se decía en contra
del caimán caribeño. En más de seis años pudo constatar que no
era nada más que burda propaganda sin base y llena de calumnias
141

hacia un pueblo que rige sus destinos. Al graduarse y llegar a su

amado país por cuestiones netamente políticas no pudo encontrar
ubicación laboral, le planteó la situación a su novia que es venezo-
lana y en pocos días tuvo la propuesta de trabajar en Barrio Adentro
con los integrantes del Batallón 51, para ejercer en cualquier lugar
donde fuera necesario. Primero trabajó durante casi un año en un
Consultorio Popular del mismo municipio pero luego lo llamaron
para que se uniera al doctor Somarribas que llevaba casi cinco
meses atendiendo a una población de más de doce mil personas y
eso es mucho trabajo para una sola persona.
Lo curioso es que los pobladores los ven como dioses, las auto-
ridades los van a buscar para que hagan un operativo en un campo
donde no hay ni siquiera electricidad y allí van ellos, siempre
dispuestos. Desparasitan a los niños, hacen control a las embara-
zadas, vacunan, en fin la atención que necesiten. Con una sonrisa
pícara en los labios narra que cuando ellos tienen que recibir las
clases de la especialidad en la ciudad, las personan se preocupan y
están pendientes del regreso que saben será al caer la noche. Todas
esas cosas los estimulan a seguir con esmero. Los médicos son
buscados para todo, lo bueno y lo malo porque se han convertido en
el eje central de la vida social. Piensa que lo más grande del presi-
dente venezolano Hugo Chávez, es llevar la atención médica a esas
personas que en su gran mayoría nunca antes se había preocupado
nadie de su salud. Sus ojos se pierden en la memoria y recuerda a
un paciente con insuficiencia renal. Este hombre era virgen, nunca
había visto a un médico, no sabía lo que tenía pero se sentía muy
mal. Luego del examen físico lo envió a hacerse unos estudios
en el CDI y con los resultados le puso el tratamiento para el caso.
Reflexiona que todo eso es gratuito, hasta los medicamentos, lo que
debería ser en cualquier país del mundo. Su mejoría fue increíble
en poco tiempo. Lo importante, subraya Jefrik, es la calidad de los
servicios que se prestan a todos los niveles lo que permite una aten-
ción de excelencia. Esto es fácil de comprobar con la cantidad de
vidas salvadas en los centros de Barrio Adentro con un balance
muy positivo que ha sobrepasado las expectativas.
142

CAPÍTULO IV
De regreso a la ciudad, el corazón olvida las empinadas cuestas

y las peligrosas curvas. Venezuela tiene un gobierno que piensa
en el pueblo y no solo de palabras, sino de hecho. En el crepúsculo
nace la sonrisa de los olvidados de siempre que están conven-
cidos que estos médicos son dioses en la tierra para devolverles la
vida. Llegamos casi en un suspiro, muy cansados pero queríamos
conversar con el coordinador de la Brigada Médica Cubana, el
doctor Aníbal Morales. Nos guiamos por el Obelisco que se erigió
en 1952 con motivo del aniversario 400 de la fundación de la ciudad
y que es un punto de referencia ideal en esta gran ciudad. El estado
Lara está en el centro occidente de Venezuela y en todo su territorio,
integrado por nueve municipios, está presente Barrio Adentro. La
avanzada llegó en septiembre de 2003 y hoy tienen 29 ASIC, Áreas
de Salud Integral Comunitaria que se dirigen desde los Centros de
Diagnóstico Integral, que son también 29 e igual número de Salas
de Rehabilitación. Toda esta estructura se basa en 269 consultorios,
30 ópticas y 99 puntos de estomatología con 179 sillones. Esto se
apoya en dos Centros de Alta Tecnología; es una estructura amplia
para la atención de más de un millón y medio de personas. Nos
sentamos en un amplio salón lleno de papeles por todas partes y el
doctor Aníbal nos fue explicando, entre otras cosas, que tienen 61
núcleos docentes en los cuales reciben clases alrededor de dos mil
estudiantes de Medicina Integral Comunitaria, 820 de los cuales ya
están en tercer año.
La política de trabajo ha sido la de cumplir el principio de acce-
sibilidad, consolidar un sistema de salud pública que permita una
atención de excelencia pero además llegar a toda la población.
Es imposible que un paciente que está en el Municipio de Urda-
neta, a tres horas de la capital del estado pueda trasladarse para
recibir un servicio médico cuando en ello puede comprometérsele
hasta la vida. Las SRI y los CDI han tenido un impacto tremendo, a
esto se consolidó un sistema de servicio de ambulancia de emer-
gencia, que permite trasladar al paciente de un lugar a otro porque
no todos tienen quirófano, solo siete, que se le agregan la sala de
ingreso u observación y la de terapia intensiva que permiten dar
143

una respuesta de urgencia ante cualquier cirugía. Esa es una posi-

bilidad que tiene la población de recibir una respuesta rápida a su
problema de salud, una de las cosas más importantes. Los Centros
de Alta Tecnología se unen a los CDI para buscar en la población
enfermedades que se suponen de alta morbilidad como Chagas,
hepatitis o VIH. Las dos últimas son enfermedades infecciosas que
hay que detectarlas para poderlas controlar. De ahí la necesidad de
la búsqueda activa que es la que realiza el médico revolucionario.
La consolidación de todo el programa bolivariano está en la
formación de los jóvenes venezolanos y de otros países que estu-
dian Medicina Integral Comunitaria con los profesores cubanos en
Barrio Adentro, tarea prioritaria del Estado, además de la formación
que hay en Cuba. Por otra parte reciben a los graduados de la ELAM
del Batallón 51 que hacen la especialidad de Medicina General
Integral. Una vez más queda demostrado que para poder lograr
un sistema de salud pública consolidado hay que empezar desde
las raíces, desde el Consultorio Popular. La medicina primaria
es la base, hay que crear varias puertas de entrada al sistema. La
población venezolana requería con urgencia de estos servicios. El
Gobierno Bolivariano lo que hereda es una salud pública colapsada
y los cambios tienen que ser de raíz para lograr desde el principio
la accesibilidad y gratuidad con servicios de excelencia. Otro prin-
cipio que consolida el sistema que brota desde la atención primaria
es la prevención en salud, el diagnóstico, el ingreso y el tratamiento
de los pacientes, lo que permite disminuir el tiempo diagnóstico-
tratamiento para no correr riesgo en la recuperación.
En Lara se va también al rescate de los pacientes discapaci-
tados. Este estado tenía una sala de rehabilitación en un hospital
sin especialistas, y las personas con esos problemas estaban sin
asistencia médica, lo que sin dudas conspiraba con su recuperación
hasta tal punto que era imposible el restablecimiento de algunas
funciones motoras, por ejemplo. En estos momentos tiene 29 Salas
de Rehabilitación que desarrollan una magnífica labor. Esto conso-
lida un sistema público que permite dar respuesta a la población
que es el objetivo fundamental con la integración de los Centros de
144

CAPÍTULO IV
Alta Tecnología. Este sistema permite crear un paradigma nuevo.

El paciente puede entrar por cualquier puerta, puede venir de un
Consultorio Popular al Centro de Alta Tecnología o de un Centro
Diagnóstico, de un ambulatorio nacional al Centro de Alta Tecno-
logía. Solo basta que la persona requiera el examen y que tenga una
valoración médica anterior que establezca científicamente la nece-
sidad de una Tomografía Axial Computarizada, por ejemplo. Esto es
realmente la consolidación de ese sistema y el doctor Aníbal está
seguro de que esto mejorará todas las tasas de salud en Venezuela.
Recuerda el profesor que como bien señalara el líder cubano
Fidel Castro, la búsqueda activa de los problemas de salud es la dife-
rencia del médico revolucionario que además de ver al paciente en
la consulta sale a buscar en la comunidad a los que sabe que lo nece-
sitan. Se repite el caso de personas que tienen 40-45 años y jamás
se han hecho un complementario, increíble, con cifras de coles-
terol elevadísimas, con cifras de triglicéridos elevadas, con cifras
de ácido úrico elevadas, con trastornos en el electro, hipertensos
que llevan años de padecimiento ya con lesiones secundarias. De
ahí la importancia de hacer estas búsquedas para lograr satisfac-
ción en la población y un sistema de salud pública consolidado que
le dé respuesta a sus necesidades. Deseamos que el profesor nos
hable un poco de la Misión Milagro y el Centro Oftalmológico que
opera un promedio diario de 50 pacientes con magníficos resul-
tados. Al conversar con las personas beneficiadas por ese hermoso
programa sus testimonios son impresionantes. No podemos dejar
de preguntarnos quiénes son los que defienden los derechos
humanos de verdad. Nosotros conocemos cuáles son los conceptos
de calidad de vida y creemos que cualquier cosa que se pueda
hacer por elevar esto es poco, la gente lo merece y con mucho amor.
En Venezuela se ha creado una universidad en el mismo esce-
nario de trabajo que ha roto un poco los paradigmas del proceso
habitual de estudio y que realmente los estudiantes sobrepasan
límites de calidad. El personal que se forma lo hace con un alto
sentido de humanidad, con preparación científica y práctica lo
que es posible dado a que desde el primer día está vinculado a la
145

asistencia, al pueblo, a su área y es capaz con esa visión de regresar

al escenario que lo formó como el profesional que necesita esa
comunidad. Con un abrazo nos despedimos en la madrugada de
este hombre de alta estatura y gran corazón. En la mañana íbamos
a conversar con el gobernador en aquel momento, Luis Reyes
Reyes, antes de continuar nuestro camino. Sabíamos que la estruc-
tura de ambulatorios del territorio era una de las mejores de Vene-
zuela antes del triunfo de la Revolución Bolivariana pero aun así
no alcanzaba más que al 50 % de la población. Era muy deficiente
el nivel de respuesta, solo con el nacimiento de Barrio Adentro se
dio la posibilidad de inclusión a esos seres humanos que también
tenían derecho a la vida.
Sin perder el hilo de la conversación este hombre de alta talla
y piel tostada da la impresión de un torbellino que impulsa en la
tarea a todos los que tiene a su alrededor. Es uno de los mayores
defensores de Barrio Adentro que en tan corto tiempo, apenas una
década, triplicó las estructuras de atención médica con las que se ha
beneficiado alrededor del 90 % de la población y en algunos lugares
hasta el cien por ciento. No solo la cantidad, sino la calidad de la
atención especializada que se recibe y que la gente manifiesta que
hay un sistema de salud que lo atiende, que lo diagnostica a tiempo,
que le da una referencia adecuada y por supuesto eso ayuda a que
los sistemas de salud de mayor nivel, como son los hospitales, se les
pueda facilitar su trabajo.
Barrio Adentro ha sido toda una revolución de la salud, afirma
el Gobernador y esto es una verdad indiscutible. Piensa que a
buena hora se le ocurrió al presidente Chávez la cooperación de
los hermanos cubanos, para poder responder con prontitud a esa
inmensa necesidad que poseía el pueblo venezolano de disfrutar
una atención médica en las condiciones que tiene ahora. Mientras
nos enseña unos gráficos muy interesantes de todo el estado Lara,
explica que Barrio Adentro era un programa y pasó a ser una polí-
tica de Estado. No es solo crear una serie de módulos de servicios, se
convirtió en una política nacional que abarca hasta los hospitales
146

CAPÍTULO IV
e incluirá luego centros de investigación. Es una de las políticas de

mayor aceptación por la población en general.
Queríamos conocer lo que piensa el Gobierno del estado sobre
los especialistas cubanos, y nos afirma que la mejor opinión es la del
pueblo que en realidad está muy satisfecho. Nos explica que ellos
evalúan el sistema y no solo lo que dice una gente, lo que palpan
cuando van a uno de esos centros de salud, en los cuales los cubanos
están haciendo su función, se constata su espíritu de trabajo, su
vocación de servicio, su expresión humanista. No es dar un medica-
mento, diagnosticar, sino dar comprensión y amor para el que sufre.
Recuerda el Gobernador que desde que se inició Barrio Adentro los
cubanos llegaron a trabajar y compartir en hogares de personas de
muy bajos ingresos en el país, eso significó mucho para la gente. Ver
que la persona es capaz de sacrificar su comodidad para servirle, y
que después pueden constatar que sacrifican muchas otras cosas
para atenderlos, por supuesto merece el reconocimiento de la gente
que lo demuestra constantemente.
Una de la cosas que le llama más la atención a Reyes Reyes
y a nosotros también son las despedidas que le da la población a
sus médicos cuando finalizan la misión. Es como para quedarse,
tratan de dejar el mejor recuerdo, cree que eso es lo máximo que
se ha sembrado. Subraya que todo lo que dice es en nombre del
pueblo que ha recibido esa atención, y valora el trabajo, perma-
nente, inmenso, de calidad, que prestan los hermanos cubanos en
cada uno de los servicios de Barrio Adentro. La Gobernación de
Lara apoya la política nacional pues todo debe ser una coopera-
ción en conjunto. Como ven a los hermanos cubanos haciendo sus
esfuerzos ellos también hacen el suyo y los venezolanos tienen que
responder a la estructura organizativa que tiene Barrio Adentro
para poder hacer más efectivo y eficiente el servicio en cada uno de
los módulos médicos.
Al hacernos un poco de historia nos dice que luego de tener los
puntos de consulta de atención primaria garantizados vino una fase
superior donde una parte de las instalaciones de la red de ambu-
latorios se acondicionó como Centros de Diagnóstico Integral.
147

La motivación de la población fue mayor, pues a la gente le gusta

que le digan lo que tiene más aun con los métodos novedosos que
allí existen. Los CDI no se limitaron solo a ser unos Centros de
Diagnóstico, sino también como los ambulatorios donde se atiende
a la gente y a la vez se le hace un diagnóstico integral. Piensa que
el esfuerzo de esos especialistas de Barrio Adentro es doble ya
que la cultura de los venezolanos hace que vayan directamente a
esos centros sin pasar por los módulos de Barrio Adentro donde se
pueden resolver algunos problemas de salud que no requieren de
un diagnóstico más sofisticado.
En Lara hay un buen grupo de egresados de la Escuela Latinoa-
mericana de Medicina que han sido capaces de prestar servicios en
regiones de muy difícil acceso y de prestar ayuda a otros pueblos
en caso de catástrofe como en el caso de Bolivia. Con una amplia
sonrisa de satisfacción nos acota que esto demuestra el tipo de
muchachos que tienen ahora como médicos, capaces de estar fuera
de su país, alejados de su familia. Eso lo aprendieron en la ELAM,
una escuela cuya conducta y actitud se basa en la solidaridad y el
internacionalismo cubano para prestar servicios en cualquier
parte del mundo donde se les requiera, aun dejando atrás muchas
cosas. Han visto que tienen médicos formados con otros conceptos
de la práctica de la medicina, de su relación con la gente, porque son
seres humanos que atienden a otros seres humanos. Luego tienen
estudiantes haciendo las pasantías en los hospitales, y se observa
su capacidad de trabajo, la forma de conceptuar su profesión, prin-
cipios de honestidad y lealtad a su revolución, así como valores de
compromiso.
Está muy contento de que Venezuela tenga en formación al
médico de la sociedad revolucionaria, no solo en Cuba sino también
en Barrio Adentro. Lo que más los alegra es que son muchachos
de las comunidades, que estudian en sus caseríos, lo que es muy
importante por la identificación con su gente, un joven que aspira a
ser un profesional para servirles. Piensa que sería maravilloso que
eso lo pudieran llevar a otras ramas como el Magisterio. No deja de
informarnos que ya tienen profesionales venezolanos especialistas
148

CAPÍTULO IV
en Medicina General Integral y otro grupo en la residencia pero

que sus esperanzas son que puedan también formarse otras ramas
como pediatría, ginecología y otras para poder transformar la rela-
ción con los pacientes.
Recordamos que uno de los estados venezolanos donde se
inició la Misión Milagro fue precisamente en Lara. Nos describe
el Gobernador cómo se crearon en Venezuela los Centros Oftal-
mológicos para efectuar las intervenciones quirúrgicas. Era más
fácil para Cuba poner en Venezuela toda una estructura de equipos
y recursos humanos para hacer posible que se cumpliese con
el programa. Hay que reconocer el esfuerzo de los cirujanos que
diariamente operan más de 20 casos. De esta forma también se
resolvió la situación de muchas personas que no deseaban viajar
en avión porque le temen. Lara ha sido declarado estado libre de
cataratas.
Teníamos que regresar a Caracas pero en realidad había una
deuda pendiente, o más bien un deseo insatisfecho pues deseá-
bamos conocer al joven matrimonio del Batallón 51 Yully Infante,
caraqueña de nacimiento y latinoamericana de corazón y su esposo
el doctor.Tyrone Gill, de Jamaica, quien también estudió Medicina
en Cuba. Ellos laboran en la comunidad Llano Alto, en el Muni-
cipio Alberto Arévalo, en la zona montañosa de Barinas, entre dos
represas, donde es más fácil llegar por aire que por tierra. Como no
teníamos un helicóptero a nuestra disposición en aquel momento
y sabíamos que los médicos estaban en el Consultorio Popular,
decidimos emprender el camino y despedirnos de la Ciudad de los
crepúsculos.
Ya en Sabaneta, cerca del camino que tendríamos que recorrer
durante unas tres horas un campesino se nos acerca y nos reco-
mienda subir los cristales del carro pues había un tigre por la zona
con un poco de apetito. En realidad nadie tenía la aspiración de
convertirse en su almuerzo y menos la doctora Regla Aleida Valdés
que nos servía de guía.
Yully es un encanto de muchacha, ella atendía a una pequeña
paciente mientras Gill se esforzaba por prepararnos un jugo y algo
149

que llevarnos a la boca que nos vino de maravilla. La familia se

incrementará en pocos meses y la comunidad los ayuda a preparar
las condiciones para que el bebé se quede con ellos. Muchos son
los beneficios que recibe esta población de la Revolución Boliva-
riana: casas, carreteras, médicos. En el siglo XXI era una población
virgen, carente de casi todo servicio, tuvieron que esperar siglos
para que un gobierno se acordara de ellos. Tienen un plan de acción
que desarrollan con éxito, luego que identificaron los problemas
de salud, poco a poco los pobladores se incorporan a los diferentes
programas sociales, han aprendido cómo organizarse como comu-
nidad en los Consejos o Comités y adquirir recursos para mejorar
la calidad de vida en general. En todos estos eventos también está
el médico que convoca los Festivales por la Salud y coordina activi-
dades recreativas tanto culturales como deportivas. Es una comu-
nidad que ha vuelto a nacer.
No podíamos dejar de preguntarles por el tigre y nos explicaron
que eso era en el camino, no llegaban a la aldea, pero sí era una zona
endémica de serpientes venenosas y estás no son muy amigables
que digamos. Ellos siempre están bien provistos del antídoto nece-
sario. Gill la abraza por la cintura y nos dice que es ahí donde ellos
han aprendido a ser el profesional que necesita el pueblo. La pareja
se ha consolidado con los habitantes porque el médico nunca debe
perder la parte humana y debe saber sentir las necesidades de los
demás. Barrio Adentro es una bendición para la población venezo-
lana y ellos tienen la responsabilidad de hacerlo sostenible en el
tiempo.
Hacia la excelencia
En Monagas hay una cita obligada y es la visita al Centro de
Alta Tecnología Ernesto Che Guevara. En el camino la conversa-
ción giró sobre cómo sin apenas darnos cuentas nosotros también
hemos sido testigos del nacimiento del Área de Salud Integral
Comunitaria, ASIC, sistema de unidades asistenciales docentes
investigativas de la Atención Primaria. Ese es el concepto básico,
en resumen un nuevo modelo de atención primaria, que difiere
150

CAPÍTULO IV
de los establecidos en Alma Atá donde es el médico con un grupo

de recursos en una consulta con una enfermera o con una auxi-
liar de enfermería y resolviendo problemas de atención primaria:
educación para la salud, vacunación, entre otras cosas. La riqueza
de la vida ha demostrado que ese médico no puede resolver 80 o
90 % de los problemas de la comunidad como está planteado en la
teoría. Necesita para llegar a esos niveles de un respaldo tecnoló-
gico, un arsenal diagnóstico y terapéutico para resolver el problema
de salud, o sea, brindar el servicio que merece la comunidad con el
apoyo de los Centros Diagnóstico y las Salas de Rehabilitación, sin
dejar de incluir las clínicas estomatológicas y las ópticas.
El ASIC es un revolucionario modelo de atención primaria, la
base de este edificio es el Consultorio Popular, su unidad más estra-
tégica porque es el que está dentro del barrio, la principal puerta
de entrada, el que está en la cuadra, en la esquina de la casa y tiene
un médico que estudia los procesos como un todo, con un concepto
del proceso salud-enfermedad importante. Ese médico hace un
diagnóstico de salud de la población y conoce los problemas que
pueden afectar la calidad de vida de cada uno de sus integrantes,
pero además es el responsable de la estrategia de intervención
individual y colectiva de salud que se le hace a cada hombre, a cada
familia y a la comunidad en su conjunto.
El ASIC es un sistema porque todas las unidades que lo
conforman en su conjunto lo establecen como un modelo de aten-
ción primaria, ninguna puede prescindir de la otra, porque el
médico de la familia necesita del CDI para poder hacer mejores
diagnósticos. Pero el CDI requiere del Consultorio Popular para
poder hacerlos, la SRI precisa del consultorio y el médico necesita
de ese sistema completo para poder lograr realmente la preven-
ción, la promoción, el tratamiento y rehabilitación. Sin esa organi-
zación no se logra. El ASIC surge en el año 2006 y en las primeras
etapas el objetivo fundamental fue consolidar esa estructura.
Construirla fue muy complejo, es por eso que retomamos
el tema cada vez que tenemos una oportunidad ya que no es ni
siquiera semejante a perfeccionar un proceso. Hemos sido testigos
151

afortunados también de cómo se fueron delineando los ASIC, uno a

uno, como hacer una prenda de vestir en alta costura, donde todo es
a mano, como dice el doctor Aldo Muñoz, Coordinador Nacional de
la Brigada Médica Cubana. Durante todo el año 2007 se produjo un
proceso de consolidación de todo este sistema.
Concebido para la población pobre y excluida beneficia a todos
por igual sin distingo de ningún tipo, se le adicionaron nuevas
unidades de salud con el objetivo de acercar a la atención primaria
las más avanzadas tecnologías diagnósticas, los Centros Médicos
de Diagnóstico de Alta Tecnología, más conocidos por CAT que son
unidades de salud especializadas ubicadas en el nivel primario de
salud y que tienen como objetivo incrementar las posibilidades
diagnósticas y la calidad en la atención de los pacientes por los
médicos desde la comunidad. Situados generalmente en las capi-
tales se programaron según la densidad poblacional y la exten-
sión geográfica de cada estado. Aragua, Anzoátegui, Carabobo,
Distrito Capital y Lara, tienen planificados dos para cada uno y tres
en Bolívar, Miranda y Zulia. El resto de los estados con uno, lo que
completa la cifra de los 35 planificados.
La construcción de los CAT tiene sus características, mucho más
si se utilizan edificaciones ya existentes que se adaptan para el caso
con todas las medidas de seguridad pertinentes. En este proceso
participaron las Coordinaciones de la Misión Barrio Adentro, auto-
ridades del Gobierno local y regional, el Ministerio de Salud y otras
instituciones como Pdvsa. En el grupo están los ingenieros biomé-
dicos, ingenieros y arquitectos del grupo de proyectos de Cuba que
se encarga básicamente de la asesoría, supervisión y control de
los procesos constructivos para que la infraestructura de las obras
cumpliera todos los requisitos para la instalación de la tecnología.
Terminada esta etapa comienza la fase de instalación del equipa-
miento médico por lo que el equipo de ingenieros biomédicos gene-
ralmente ya se encuentra en el centro algunos meses antes de su
puesta en marcha. Siendo este proceso extremadamente complejo
necesita la organización de grandes operativos sobre todo para la
instalación de los equipos de resonancia magnética y tomografía
152

CAPÍTULO IV
axial computarizada. En el proceso de puesta en marcha participa

un grupo experimentado de médicos especialistas en Imageno-
logía, Gastroenterología, Laboratorio Clínico, ingenieros y técnicos
de Cuba que junto al personal del centro participa en la calibración
final y puesta en funcionamiento de los equipos, además en acti-
vidades docentes con los médicos de las ASIC donde se impartían
conferencias sobre las bondades diagnósticas e indicaciones de los
exámenes que se ofrecen en estas instituciones.
El 5 de febrero de 2006 se inaugura el primer Centro Médico
de Diagnóstico de Alta Tecnología en la ciudad de Cumaná, capital
del estado Sucre. Hoy en día ya están en funcionamiento los 35
programados. Las limitaciones principales han estado dadas por
dificultades en la inestabilidad del suministro de energía eléctrica
a los centros y el de piezas y equipos médicos. Entre los objetivos de
estas instituciones, que sin duda alguna son una magnífica herra-
mienta para la atención primaria están:
1. Brindar servicios médicos diagnósticos de excelencia en los campos

de Imagenología, Cardiología, Gastroenterología y Laboratorio
Clínico.
2. Aplicar técnicas diagnósticas, de mínima invasión, que permitan la
evaluación y detección precoz de enfermedades.
3. Ampliar el diagnóstico médico y la consulta de segunda opinión, a
través del intercambio y la colaboración continua con especialistas
de los Centros de Diagnóstico Integral, de los Centros Médicos de
Diagnóstico Cardiológico y de otras instituciones médicas.
4. Tratar con elevado sentido ético y humano a las personas que
acudan a los servicios.
5. Propiciar la continua capacitación, actualización y formación de los
médicos, enfermeras, ingenieros y técnicos de la institución.
6. Registrar, almacenar, evaluar y procesar la información derivada
del diagnóstico y las investigaciones en cada uno de los servicios
y modalidades existentes en el centro, utilizando los servicios de la
Intranet.
153

7. Contribuir a los estudios preclínicos y clínicos que requieran de las

tecnologías instaladas en el centro.
8. Asegurar y evaluar la calidad diagnóstica, la eficacia y efectividad
de las tecnologías y los servicios del centro.
9. Realizar la vigilancia tecnológica para detectar, de forma precoz,
fallas y averías del equipamiento existente en el centro. Hay que dar
el mantenimiento preventivo.
10. Realizar investigaciones en los campos médicos y científicos rela-
cionadas con la Imagenología, Cardiología, Gastroenterología y
Laboratorio clínico.
Muchas de estas cosas no serían posibles sin el magnífico

servicio de Intranet de estas instalaciones que enlaza todas las
áreas internas y permite la conexión con otros centros. Aquí
queremos hacer mención de ese grupo de informáticos que garan-
tiza este trabajo, son incansables en el trabajo que no se resume
al área de atención, va más allá, a las investigaciones, y han dado
más de una grata sorpresa que ya se generalizan no solo en Vene-
zuela, sino también en Cuba. A ellos se incorporan como práctica
docente estudiantes de los últimos años de la Universidad de Cien-
cias Informáticas de Cuba que rotan por esas instalaciones.
Luego de esas carreteras interminables por llanos y montañas
llegamos a Monagas donde el Centro de Alta Tecnología Ernesto
Che Guevara exhibe los mejores resultados del trabajo en Vene-
zuela. Los servicios de diagnósticos especializados comprenden
las siguientes técnicas: resonancia magnética, tomografía compu-
tarizada, rayos x, mamografía de rayos x, densitometría ósea, ultra-
sonido tridimensional, video-endoscopía y electrocardiografía.
Dentro de los servicios del laboratorio clínico, todos automatizados,
se agrupan los estudios de: química analítica, hematología, deter-
minación de hormonas y marcadores tumorales, heces fecales y
SUMA, Sistema Ultra Micro Analítico, que determina entre otras
cosas los diferentes tipos de hepatitis y el SIDA.
El inolvidable Guerrillero Heroico nos da la bienvenida, es el
Che como médico el que destaca en toda la institución para que
154

CAPÍTULO IV
los venezolanos también conozcan esa faceta tan interesante en

la vida de un hombre sin igual. La construcción une la belleza de
sus líneas con la naturaleza, sus pasillos externos están rodeados
de bancos y jardines para que la espera sea más placentera. Tiene
relaciones funcionales con los Centros de Diagnóstico Integral,
las Salas de Rehabilitación Integral, los Consultorios Populares y
demás unidades de Barrio Adentro como las clínicas dentales y las
ópticas que puedan remitir un caso de estudio.
Todos los servicios que ofrecen son completamente gratuitos
y los exámenes pueden ser indicados por los médicos de Barrio
Adentro, así como de cualquier otra institución de salud venezolana
pública o privada. Se trabaja en equipo con los recursos humanos
mínimos, la capacitación del personal en todas las tecnologías
es constante, en especial lo relacionado con la imagen. Es bueno
palpar la estrecha interrelación y cooperación entre los centros de
Barrio Adentro y el Ministerio de Salud venezolano.
Recordamos aquel pequeño de ocho años apenas que hace unos
meses llegó a un CDI casi ahogado, y según explicó la mamá presen-
taba desde hacia un tiempo cuadros respiratorios a repetición. Nos
llamó la atención porque estaba tan delgado que parecía que se iba
a partir a la mitad, de ahí que nos dejara tan petrificados. En aquel
momento se le mandaron a hacer estudios en el CAT para tratar
de conocer la causa. A nuestro regreso no dejamos de interesarnos
por el caso y nos explicaron que en la angiografía se detectó que
tenía una enfermedad denominada secuestro pulmonar, algo muy
extraño, como un quiste producto de una malformación congénita
que se le resolvió con una recesión. Nos señalaron el parque y a una
criatura que jugaba fútbol, ese era nuestro niño que ya parecía un
hombre luego de recuperar todo su peso y a lo mejor en un futuro
no muy lejano se convierte en una estrella mundial del deporte y
pone en alto la bandera de Venezuela.
Luego de una deliciosa merienda bautizada por esos jugos
naturales prodigiosos de Venezuela nos sentamos a conversar con
el director, uno de los hombres que ha puesto alma y corazón en
la obra, el profesor Miguel Rosales Rodríguez, quien destaca su
155

formación en el Hospital General Calixto García, en La Habana,

cuna de la Escuela Cubana de Medicina, sin olvidar su natal Corra-
lillo en la central provincia de Villa Clara. Con esa modestia que lo
caracteriza señala que pensaron que en realidad la tarea era difícil
y muy comprometida porque son centros que se dedican a hacer
exámenes especiales. Esto fue una experiencia nueva dentro de la
Misión Barrio Adentro, se insertó el CAT en la atención primaria
de salud para brindar servicios de excelencia y hacer llegar la
tecnología de punta a todos los pacientes necesitados. Ellos enfren-
taron el reto y hoy en día exhiben un buen rendimiento pero eso
ha significado un sacrificio del equipo de trabajo. Nos refiere con
una amplia sonrisa que desde que abrieron sus puertas se hizo una
labor mancomunada en equipo para poder obtener el resultado que
lleva a cumplir el compromiso que hicieron con los dos presidentes,
Fidel y Chávez, de llevar la salud a los rincones más apartados de la
patria de Bolívar.
Miguelito, como todos le llaman con cariño y respeto, llegó al
estado Bolívar el 26 de abril de 2005 donde dirigió un CDI durante
año y medio, después fue trasladado a Monagas. Como es especia-
lista en Ortopedia y Traumatología nos hizo una densitometría a
todos para saber si teníamos osteoporosis o no. En realidad es un
examen muy necesario que no siempre se le presta la atención
requerida. Salimos bien, estamos listos para continuar nuestro
recorrido por los interminables caminos de Venezuela que nos
hacen admirar una y mil veces a los gestores de la independencia.
En un año, por ejemplo, pasaron por el centro más de cien mil
pacientes y se realizaron más de medio millón de exámenes. Todas
las tareas se llevan a la par. Brindar un servicio de excelencia es
un compromiso que imbrica una serie de factores desde porte y
aspecto personal, atención al paciente, el comienzo temprano de la
realización de exámenes y no tener hora para terminar. Mientras
haya un paciente la institución sigue prestando servicios, es lo que
llamamos en Cuba horario de consagración. Asegura Miguelito, y
estamos de acuerdo con él, que ese sacrificio se traduce en la salud
y el bienestar del pueblo.
156

CAPÍTULO IV
En el CAT se lleva a la par la docencia de los profesionales.Todos

están en maestrías, ingenieros y médicos, continúan los estudios
de la tecnología en Imagenología y Laboratorio clínico. A la vez un
grupo ya inició los trabajos del doctorado en Ciencias de la Salud.
Por otra parte imparten docencia de pregrado a los estudiantes a
partir de tercer año de Medicina Integral Comunitaria. Esa es una
de las tareas más importantes de la misión porque es el legado que
van a dejar a Venezuela, ese joven formado en una medicina donde
lo más importante es el ser humano, que en un futuro no lejano será
parte de ese ejército de batas blancas que necesita América Latina
para luchar contra la muerte, con el grado de humanismo, sencillez,
humildad y solidaridad con que lo hizo Ernesto Che Guevara.
Piensa el profesor que la insatisfacción es la que los ayuda para
logros superiores, aunque hoy exhiban el primer lugar a nivel de
los Centros de Alta Tecnología en el país, tienen que hacer más y
proyectarse hacia una mejor calidad de los servicios hasta llegar a
la excelencia. El médico que está en el Consultorio Popular tiene la
posibilidad de contar con estos centros, de tener al alcance la tecno-
logía de punta desde su área de salud. Desde su consultorio puede
indicar una tomografía, recibir los resultados de ese examen por
lo que trata al paciente en la comunidad. Cuenta con el módulo de
medicamentos del Consultorio Popular y también del CDI.
Es bueno destacar que se trabaja mucho en lo que son las indi-
caciones médicas, o sea, que tengan criterio científico. Existe una
interrelación muy amplia de los centros con los Consultorios Popu-
lares y el resto de las instituciones venezolanas, multidisciplinaria
para lograr que todos los procesos y todas las tecnologías giren
alrededor del paciente y que una vez que este llega a la institución
el especialista pueda determinar el curso y la terminación del trata-
miento para lograr un resultado final satisfactorio, o sea, la solu-
ción del problema de salud. Hay una interrelación interna entre
los servicios del centro, los de laboratorio, Imagenología, Cardio-
logía y Gastroenterología, porque puede que un paciente acuda al
centro con una remisión al laboratorio, pero que esos resultados
157

demanden otra investigación y se le hace hasta una tomografía si

es necesaria.
A su vez existe una interrelación con las instituciones venezo-
lanas del estado donde han logrado que los médicos del Hospital
Central acudan al centro a analizar con los especialistas cubanos,
en Imagenología, en Cardiología, Gastroenterología. Traen sus
casos, los discuten y de ahí se trazan estrategias. Aprenden todos
y se beneficia el paciente. Desde que empezó a funcionar el CAT
existe un respeto mutuo desde el punto de vista ético y profesional,
un intercambio docente muy fuerte, hay confianza en los estudios
que se realizan. En más de cinco años de trabajo no ha existido
rechazo a una ubicación o a un informe médico, tanto de los servi-
cios de imágenes, como de cualquier otro. Es el prestigio que se ha
ganado el colectivo, donde se ha puesto muy en alto el nombre de la
Escuela Cubana de Medicina.
Mientras estábamos en el CAT llegó en compañía del alcalde de
Maturín en aquel entonces, Numa Rojas, una de las inversionistas
cubanas, Lidia Abellaire Calafel, quien nos explica cómo se crearon
los grupos de ingenieros, arquitectos e inversionistas para estas
obras en lo que fue la concepción de crear un nuevo sistema de
salud en Venezuela que recogiera las necesidades fundamentales
de este pueblo concatenadas con el Programa de Barrio Adentro.
Se analizaron los servicios fundamentales que se iban a realizar y
se creó un equipo multidisciplinario para crear los CDI, los CAT y
SRI. Esta mujer increíble que ve en cada obra a un hijo nos explica
que con esa concepción empezaron a diseñar e identificar las nece-
sidades y posibilidades en cada uno de los estados. En el grupo
de Lidia tuvieron varias remodelaciones, objetos de obra que ya
estaban que se adecuaron a esos objetivos que se habían trazado
para cubrir las necesidades del Sistema de Salud y se dieron a la
tarea de identificar los locales. Luego vino el paso de comenzar
el trabajo con los distintos organismos que hay en Venezuela, la
Gobernación, la Alcaldía, Pdvsa para designar las construcciones y
los que las iban a financiar. El CAT de Monagas lo edificó la Alcaldía
de Maturín, por ejemplo.
158

CAPÍTULO IV
No cabe duda de que está profundamente enamorada del CAT

de Monagas, nos señala que eran cinco módulos que les facili-
taron, cinco infraestructuras, lo diseñaron de una forma que fuera
lo más funcional posible. Lograron que fuera pintoresco, no una
infraestructura común, en realidad se respira un aire agradable
para el paciente. Por otra parte las personas que van allí reciben
un impacto en cuanto a organización y forma estética por los
elementos naturales que le rodean. Hay muchas plantas ornamen-
tales que influyen de forma positiva en el enfermo, las salas son
espaciosas, cómodas y todo tiene una limpieza de envidiar.
A la entrada hay un pensamiento del Che que dice que la salud
y la atención al hombre valen más que toda la riqueza del mundo,
esa es la primera enseñanza para todo el que llega allí. Conocen los
retratos del Che que han dado la vuelta al mundo y se pusieron de
acuerdo con el pintor para que esa faceta se pusiera de relieve en
el retrato. Cada obra para ella es como ver nacer algo nuevo. Nos
pone el ejemplo de que uno puede tener muchos hijos, pero no son
iguales, sin embargo los quiere a todos y así le pasa con las que ha
hecho. Cada una tiene un sello particular, un hecho importante, un
toque distinto, alguna le ha costado más trabajo que otra, pero todas
con un componente de mucho amor, mucha sensibilidad. Afirma
que cuando las termina y ve entrar al primer paciente se siente
realizada.
El Alcalde no se podía quedar callado. Numa Roja reflexiona
que la Misión Barrio Adentro es una experiencia maravillosa que
deben sostener en el tiempo y fortalecerla todos los que han estado
la vida soñando con un servicio de salud pública para que toda la
población tenga acceso a él de forma gratuita y equitativa. Recuerda
el daño que le ha hecho al país la privatización de la salud y cómo
Barrio Adentro es una especie de contrapartida, de oposición a la
privatización salvaje de la salud que implica hacer del servicio un
mercado y no tiene en cuenta el costo de vidas que se han perdido
por falta de recursos económicos. Cuando asumió la Alcaldía de
Maturín se presentó ante los coordinadores de Barrio Adentro
y de inmediato se establecieron los lazos de trabajo, de ahí que
159

entregó a la misión todas las instalaciones donde están los Centros

Diagnósticos y le da los alimentos necesarios para los pacientes
y los médicos. Para él constituye un orgullo el haber asumido con
recursos propios de la Alcaldía la construcción del CAT con un valor
superior a los cinco millardos. A él siempre le impresiona lo bien
que se mantiene la instalación. El propio director siente con orgullo
la disciplina que reina internamente que ha sido el resultado de un
trabajo en equipo.
En Monagas hay zonas distantes como Caripito, que ya tienen
su Centro de Diagnóstico Integral. En esas regiones la coordina-
dora del ASIC, doctora Lilianne González Pérez, nos explica cómo
la Alcaldía de Caripe los ayuda con el transporte y todos los viernes
mandan un autobús lleno de pacientes que van a hacerse estudios
múltiples en el CAT, Doctor Ernesto Che Guevara, desde análisis
de sangre, bioquímica, hasta una tomografía. Siempre van más de
treinta y en ocasiones tiene que quedarse un grupo para la próxima
semana porque la demanda crece. El médico tiene los recursos, los
medicamentos para resolver lo que llegue como primeros auxi-
lios, una nebulización, etc. Ya después se hacen las coordinaciones
cuando necesita otros exámenes que se le hacen en el CDI o el
CAT. Eso le da poder de resolutividad en los problemas que se le
presentan, de ahí su importancia en la comunidad. Hay que señalar
que en ninguno de los tres ambulatorios que tiene la región hay
médicos venezolanos a pesar de que se ofrecen salarios elevados.
En Caripito recordamos el caso que nos contara el doctor José
Llovera de una niña que fue remitida del Consultorio Popular por
dificultades en el habla. Primero se le hicieron todos los exámenes
pertinentes en el CDI para descartar si había un problema de base,
confirmar el diagnóstico y ponerle tratamiento en la Sala de Reha-
bilitación con la logofoniatra. Atenciones que ni siquiera soñaban
antes de la Revolución Bolivariana. Días tristes en que se reían del
angelito en el barrio, la llamaban solo para burlarse, lo que trau-
matizaba a toda la familia. La madre le explicó al profesor que
en una oportunidad en un hospital querían operarla de frenillo,
llegaron hasta el salón de operaciones pero ante los gritos y el
160

CAPÍTULO IV
llanto de la pequeña tuvieron que suspender el procedimiento. La

llevó a Barrio Adentro donde los médicos le explicaron que no tenía
frenillo, que era solo un trastorno del lenguaje, de la articulación
de la palabra que se podía corregir y le dieron la remisión para los
centros especializados.
Nos explicó Llovera que esa pequeña resolvió en seis semanas
lo que antes no había podido hacer en seis años, ya hasta corrige
a la madre, quien se siente muy satisfecha con la atención en
general. Estos servicios hacen que el médico evalúe integralmente
al paciente, tiene en la mano las herramientas necesarias para
resolverle los problemas de salud al paciente, porque si viene por
un trastorno de la refracción lo mandan para la óptica, a lo mejor
el paciente llega por un dolor de cabeza que puede tener múltiples
causas. Entonces puede estudiarlo, hacer radiografía de cráneo en
el CDI, o una tomografía o una resonancia en los Centros de Alta
Tecnología. La cefalea puede ser causada por una caries dental y
lo puede enviar al estomatólogo o por un trastorno de la refracción
y lo remiten a la óptica, hay que encontrar la causa y tienen herra-
mientas para hacerlo. Pensamos que lo más importante es que son
tratados como seres humanos que sufren y merecen respeto.
Seguimos disfrutando ese hermoso paisaje de Caripito carac-
terístico por sus montañas de rosas silvestres que es una mara-
villa que nos ofrece la Madre Naturaleza. Allí nos encontramos al
concejal del Municipio, Jesús Figueroa, quien afirma que él está
comprometido a apoyar este esfuerzo que realizan el Gobierno
Bolivariano y Cuba para mejorar la salud de su pueblo y que deben
dar a conocer más todos los beneficios que se reciben de forma
gratuita en Barrio Adentro. Está muy orgulloso porque el Centro de
Diagnóstico Integral de la región es uno de los mejores del estado,
con un equipo de profesionales muy valioso que demuestra día a
día su compromiso ante la misión asumida. Vienen a solicitar los
servicios hasta pobladores de otros municipios por lo que están
muy satisfechos y se organizan para ampliar las consultas y los
exámenes de manera que puedan llegar a más personas que viven
en zonas aledañas y tengan necesidad de atención médica.También
161

a los que viven muy dispersos en localidades de muy difícil acceso.

Jesús piensa también que esta misión es una de las más impor-
tantes que el presidente Chávez le ha dado al pueblo. No olvida que
cuando asumió el poder la salud de Venezuela y la atención médica
estaban por el suelo, privatizadas en su mayoría, los pobres morían
de enfermedades que pueden prevenirse con una simple vacuna.
Apunta que son los Gobiernos municipales los que tienen que
ponerse al frente y darle realmente su mayor cooperación.
La profesora Melvis Pérez Ruch dirige en el CAT los labora-
torios SUMA, Sistema Ultra Micro Analítico. Cierto es que la posi-
tividad es elevada en los exámenes de hepatitis B y C y Chagas.
Además atiende en la coordinación del estado la parte de los hospi-
tales como el Simón Bolívar en Maturín, en el cual laboran médicos
cubanos de diferentes especialidades como Neurología, Pediatría,
Cirugía general, Cirugía estética, Oncología, Parasitología, entre
otras. En el horario de la tarde dan consultas en respuesta a una
solicitud de las autoridades venezolanas de la institución. Los
esfuerzos no cejan cuando la salud se convierte en problema de
todos e impulsa la medicina por el camino a la excelencia.
La siembra petrolera
Siempre que vamos a las instituciones de Barrio Adentro
conversamos con la población que aguarda para hacerse un
examen, ver al médico o recibir un tratamiento de rehabilitación
según sea el caso. En una oportunidad cuando comprendimos que
por lo avanzada de la hora de almuerzo la fisiatra se quedaría sin
llevar un bocado a la boca nos dijo que todavía tenía pacientes
que esperaban y ellos estaban primero. Nos asomamos y vimos a
dos mujeres y un hombre. Una de ellas nos refirió que llegó con la
cara volteada producto de una parálisis facial como secuela de un
accidente cerebro-vascular; en varias sesiones de terapia está casi
derecha y no se le nota nada en el rostro. Nos narra cómo le dio
dormida producto de una subida de la presión arterial por haber
abandonado el tratamiento de su médico del barrio, nos aseguró una
162

CAPÍTULO IV
y otra vez que la lección había sido muy dura y ya tiene conciencia
de lo que su doctora le repite siempre una y mil veces.
Nos refiere que el trato es excelente, mejor imposible, y se ríe
porque hasta cuando le están dando la rehabilitación no dejan
de decirle que tiene que cuidarse. Es sumamente importante que
cumplan con el tratamiento porque esto es lo que les va a evitar
tener una recaída de enfermedades que son, si se quiere, degene-
rativas y constituyen un peligro para la vida. Le queda el susto, es
difícil de quitar pero se puede superar si se sigue el plan médico. La
continuidad es en el Consultorio Popular, ya tienen su historia y los
doctores llevan un control de la enfermedad. Para ellos no hay días
festivos ni fines de semana, siempre están prestos para el que lo
necesite, nos afirman todos.
El caso de la otra dama nos impresionó. Es sobreviviente de
un aneurisma, la tristeza se refleja en sus ojos cuando nos dice
que quedó hemipléjica, imposibilitada de seguir una vida normal
porque no tenía dinero para pagar un tratamiento que pudiera
devolverla a la vida, pero llegó Barrio Adentro y se le abrieron los
cielos, después con las Salas de Rehabilitación ya puede cocinar y
coser, salir sola a la calle y trabajar. No deja de pedirle a Dios que
bendiga y resguarde a los médicos cubanos y a los presidentes Fidel
y Chávez.
Un hombre que apenas peinaba canas nos espera. Es el tercer
caso que le queda por atender a la doctora, nos explica que fue por
primera vez con un dolor en un dedo, le dijo la fisiatra que era un
problema del túnel carpiano que a lo mejor se podía resolver sin
necesidad de una intervención quirúrgica. Reconoce que fue un
enfermo indisciplinado pues en cuanto se sintió mejor abandonó el
tratamiento y allí está de regreso también con un dolor de espalda
que luego de los estudios que le realizaron se corroboró lo que
apreciaba la doctora en un inicio que era un problema de stress por
lo que aprendió a organizar su vida entre la casa, el liceo y la univer-
sidad sin abandonar la terapia y le va bien.
Llenos de emociones cuando ya teníamos todo dispuesto para
regresar a Caracas nos hacen la invitación para ir a la sede de
163

Pdvsa y conversar con algunos directivos. Conocemos la partici-

pación activa de esta entidad en Barrio Adentro y cómo cumplen
las orientaciones del presidente Hugo Chávez para desarrollar
los programas sociales donde la salud tiene prioridad. Nos espe-
raba Pedro Parra, el subgerente administrativo para Explora-
ción y Producción y Freddy Rojas, el gerente general de Salud en
el oriente. Pedro nos habló de que en Puerto La Cruz, Anzoátegui,
luego del paro petrolero tuvo contacto con la construcción de los
primeros consultorios de Barrio Adentro en la región oriental
cuando les correspondió hacer cien unidades de atención primaria
y apoyar a las cuarenta que tenían que efectuarse en Monagas.
Para desarrollar con éxito la tarea se asesoró sobre cómo funcio-
naba las organización de la Salud Pública en Cuba para empezar el
proceso de contratación de las estructuras. En esos momentos se
edificó también el primer Centro de Atención Cardio-vascular que
se hace en uno de los barrios populares de Puerto La Cruz. Durante
dos años se dedicaron a la construcción y al apoyo de todo lo que era
la logística de los dos estados: Monagas y Anzoátegui. Subraya que
en el 2005 Pdvsa tiene una reestructuración por tipos de negocio y
se separan los dos estados por lo que fueron a Monagas, terminaron
los 40 módulos y emprendieron la edificación de los centros espe-
cializados como las SRI, CDI y CAT, tarea a la que le dan los últimos
toques en la zona de Caripe. Cumplieron con sus compromisos.
Tiene una magnífica opinión de las misiones médicas cubanas
en esos territorios porque afirma que son personas dedicadas y
bien exigentes, como debe ser, enfatiza. Una de las cosas que más
elogian es el esfuerzo de los especialistas cubanos que se materia-
liza en las estadísticas. Es admirable que ellos no vean fechas, ni
hora porque están muy por encima de esas cosas, son seres espe-
ciales.
Pedro tiene familia médica pero señala que los cubanos son un
modelo verdadero de consagración, que han sido capaces de dejar
a su familia para desarrollar los servicios de salud, acota que tienen
bien claro el juramento hipocrático, por encima de todo, la salud, el
respeto a sus valores donde lo más importante es el ser humano. Por
164

CAPÍTULO IV
primera vez en Venezuela los beneficios de la industria petrolera se

ponen al servicio del pueblo. Las estadísticas que llevan el trabajo
de Barrio Adentro, reflexiona Pedro, no son números fríos, tienen
detrás de ellos a seres humanos, incluso con algunos rostros cono-
cidos. Es hermoso recorrer esas instalaciones de salud y ver caras
de alegría por doquier. Podemos apreciar la esperanza en los ojos
de esa gente. De aquí nos narra algunos casos de la Misión Milagro
y de los CDI, cómo muchos compañeros han llevado a familiares y
les han dado una solución oportuna, precisa y bien profesional a
sus problemas de salud. Con una amplia sonrisa señala que solo
después de tiempo han podido hacer entender a los empleados de
Pdvsa que ellos también forman parte de la comunidad. Esto lo dice
porque al principio tenían la concepción errónea de que era salud
para el barrio y no para ellos y hubo que aclararles. Ahora saben
que han contribuido al bienestar de todos. Aclara que el secreto de
la alta demanda radica en que han comprobado que para recibir
esos servicios no necesitan de ninguna afiliación política o perte-
necer a un gremio determinado. Se han cambiado las condiciones y
se toma conciencia de ello, y esto para él es muy importante.
Freddy nos habla de Petrocasas, un proyecto que presenta una
institución que depende del Ministerio de Energía y Petróleo y es
la construcción de viviendas a base de materiales plásticos que se
elaboran por la misma industria petroquímica. Es un programa
ambicioso que da solución al problema habitacional tanto en
Barrio Adentro como para la población en general. Tienen de que
jactarse pues en realidad las casas están bonitas y cómodas. Es una
experiencia interesante que comenzó a extenderse a todo el país.
Nunca antes se había pensado en una construcción de ese tipo
que permite aprovechar esos elementos y no exportarlos para que
otros los utilizaran. Esto es parte del Proyecto Soberanía. También
se utilizan esos productos en la fabricación de materiales médico-
quirúrgicos. Hay una planta de inyectadoras ya con recursos que
vienen precisamente de Pequiven, una fábrica de guantes, por
ejemplo, ese tipo de cosas que antes se importaban, y esto es un
avance porque permite ubicarlos en un plan estratégico. Asevera
165

Freddy que tratan de satisfacer las demandas y necesidades que

tiene la población venezolana, sobre todo en ese ámbito que tiene
que ver con la vivienda, con la salud. Es la capacidad de producir
materiales y equipos para satisfacer la demanda nacional a través
de esos productos derivados del petróleo, lo que se convierte, sin
duda alguna, en algo fundamental en el desarrollo y sostenibilidad
de programas tan hermosos como Barrio Adentro.
Cuando se inicia en abril de 2003 Freddy estaba en el Minis-
terio de Salud y pudo seguir de cerca lo que cataloga como una
gesta heroica de los cubanos que llegaron a Venezuela en una situa-
ción si se quiere de incertidumbre, donde no había base concreta ni
siquiera una conformación de nada que permitiera definir lo que
iba a ser un modelo de salud. Allí se demostró también la capacidad
y solidaridad del pueblo venezolano, de los que realmente reque-
rían de esos servicios.
Nos cuenta Freddy cómo lo impactó la rapidez con que se adap-
taron locales y viviendas para las consultas que le permitió a la
Revolución Bolivariana preparar en breve tiempo las condiciones
de esas instalaciones y construir otras. Los médicos cubanos fueron
los que tocaron las puertas de esos compatriotas venezolanos que
nunca habían tenido acceso a ese tipo de atención mayormente
privatizada en el país con costos tan elevados que solo estaba al
alcance de unos pocos. Es la solidaridad del pueblo cubano con
el venezolano que ha logrado levantar un sistema de salud con la
experiencia que tiene Cuba.
Destaca que hay profesionales de la salud venezolanos que se
han incorporado a Barrio Adentro, médicos que se han hecho espe-
cialistas en Medicina General Integral con los profesores cubanos,
odontólogos que laboran en las clínicas dentales del programa
y sobre todo esos jóvenes graduados de la ELAM, Escuela Lati-
noamericana de Medicina, que constituyen toda una vanguardia,
vienen a ser el eje articulador del engranaje de ese proceso de tran-
sición que vive el país donde la idea es que se vayan incorporando
paulatinamente a construir un nuevo modelo de salud. Surge Barrio
Adentro como la posibilidad de dar ese salto y esa transformación,
166

CAPÍTULO IV
para pasar de un sistema netamente asistencial donde el hospital

es el centro donde fluye todo y la medicina es curativa, a otro donde
es preventiva porque la salud no es la ausencia de enfermedad sino
la calidad de vida.
Pedro tiene muy presente que Venezuela no escatima recursos
para que viajen a Cuba las personas que por la complejidad de su
enfermedad lo requieran hasta que finalice la fase de reanima-
ción de los hospitales. Sin mencionar la Misión Milagro que es
algo relevante para toda América Latina. Acota Freddy que Barrio
Adentro permitió descubrir las verdaderas lesiones de la sociedad
y determinar las verdaderas atenciones que requería la población,
no había información anterior que reflejara ni someramente la
realidad.
Cierto es que la segunda fase de Barrio Adentro requiere de una
buena financiación. Son 600 CDI y 600 SRI, así como 35 CAT, las
alcaldías y las gobernaciones no tienen recursos económicos para
eso y Pdvsa consideró que es un elemento muy importante para la
consolidación del nuevo modelo de salud, que tenían que apoyar el
programa bolivariano y lo ha hecho.
Reconocen que existen todavía algunos problemas que radican
en su mayoría en el mantenimiento que deben de tener las insta-
laciones y los recursos para los insumos en general que no son
suficientes, en ellos se debe involucrar no solo Pdvsa. Hay que
planificar conjuntamente con el Ministerio y las direcciones regio-
nales de salud y con Barrio Adentro para avanzar en la conso-
lidación de ese sistema de salud, ya se dan los primeros pasos en
la integración. Una de las garantías es que se constituye como un
sistema único, como un Sistema Público Nacional de Salud.
Algo muy bueno es que ellos abogan también por los estados
no petroleros, porque hay que hacerlo en todos, es el problema de la
equidad. Recuerda que lograron incluir la salud en la Constitución
como un derecho social y fue un gran avance. Saben que ahora ellos
tienen que dar la garantía de que se cumpla, o sea, todos los entes
públicos y el Estado tienen que cumplir con ese principio constitu-
cional.
167

Nos hizo un análisis muy interesante de cómo una de las

grandes fallas del sistema de salud tradicional fue precisamente la
falta de un plan de mantenimiento para las instalaciones, los hospi-
tales, por ejemplo, de 1.200 o 1.000 camas, sin mantenimiento, la
rehabilitación de esas instalaciones es sumamente costosa por los
años de abandono, el deterioro es tal que están colapsados porque
en su gran mayoría no hay forma de recuperarlos. Esto les da la
experiencia para no equivocarse en esta oportunidad, esta vez han
incluido en el presupuesto el plan de mantenimiento, incluso, de lo
que están construyendo, ellos tienen que asumir esa responsabi-
lidad.
Tanto Freddy como Pedro están de acuerdo en que Pdvsa
cumple con el pueblo, no solo porque construyen, sino porque
ayudan a que funcionen las instalaciones de Barrio Adentro para
que realicen su función en beneficio de todos. Saben que tienen el
deber y la obligación de mantenerlo, la gerencia tiene la disposición
y la voluntad política de hacerlo para que esos centros no tengan
un funcionamiento precario. Con ellos fuimos a un recorrido para
ver las residencias que les están haciendo a los especialistas que
trabajan en los centros especializados de Barrio Adentro. Nos
dirigimos a un CDI y nos quedamos maravillados, la sencillez de
las líneas dan un toque de modernidad, la distribución está muy
bien establecida para que las habitaciones tengan la privacidad
necesaria, son cómodas y amplias, las áreas comunes tienen todas
las facilidades de la vida moderna para que el personal pueda
descansar y llevar el trabajo a la casa si es necesario. Tienen en
cuenta que esas instituciones laboran las 24 horas y hay que cuidar
al hombre, y se consolida la parte del descanso como una necesidad
misma de recuperación del organismo. A veces en otros estados los
colaboradores cubanos no tienen las mejores condiciones, no son
las más adecuadas y hay que dignificar el acto del reposo, más aun
con el esfuerzo y el sacrificio que hacen de forma desinteresada por
solidaridad con Venezuela y su proceso revolucionario.
Un día agitado en Maturín pero que valió la pena porque cono-
cimos en detalle cómo se logró la infraestructura de Barrio Adentro
168

CAPÍTULO IV
y las opiniones de hombres y mujeres sobre su desarrollo a diez

años de iniciarse el programa. En la sede de Pdvsa nos esperaba
su gerente general, Pedro Coronil que nos hizo unas cuantas
reflexiones interesantes sobre los programas sociales de la Revo-
lución Bolivariana. Coronil puntualiza que Barrio Adentro es el
rompimiento de la concepción neoliberal de la atención médica a la
cual había sido arrastrado el país, donde reinaba la privatización de
un derecho tan elemental como la salud que es también el derecho
a la vida. Agregó que ese programa significa una esperanza para el
pueblo, sobre todo los más necesitados. Detuvo el proceso desen-
cadenante hacia la privatización severa donde había una exclusión
de grandes capas de la población hasta de los servicios elementales
en lo que se llama toda la atención primaria, odontología, la parte
quizás de oftalmología. Considera que Barrio Adentro es uno de
los aciertos del Gobierno Bolivariano que ha podido realizar con la
invalorable ayuda de la Revolución Cubana, porque se rompió con
la concepción mercantilista que existía en el campo de la salud para
dar un paso de gigante hacia una medicina donde lo más impor-
tante es el ser humano y de forma gratuita está al alcance de todos.
No es solo el problema de curar, es necesario que la prioridad sea
prevenir.
No deja de reconocer que un poco olvidaron planificar el
mantenimiento de las instalaciones, pero ya toman las medidas
necesarias y están a tiempo porque saben que tienen que cuidar la
semilla dentro de la Revolución Bolivariana para fomentar la salud
que se merece el pueblo venezolano. Puntualiza que los médicos
venezolanos deben nutrirse de esta savia que le ofrecen sus colegas
cubanos que están siempre presentes donde el deber los llame, en
la montaña, el cerro o los llanos.
Desde su más tierna juventud, con apenas 17 años Coronil fue
un soñador, comprendió que se necesitaban reformas radicales
en su país y no dejó de participar en procesos revolucionarios. La
universidad le abrió los ojos en muchos aspectos no veían otra
forma que no fuera la vía armada, jamás pensó que se podría llegar
a una revolución por la pacífica, por elecciones populares, como
169

llegó Chávez, pero se hizo y se fortalece, ese es el mayor impacto que

ha recibido en su vida. Nos confiesa que su mayor orgullo es parti-
cipar en la siembra petrolera pues por primera vez en la historia de
Venezuela Pdvsa es de todos.
Modelar la arcilla
La docencia ha estado presente en todo nuestro recorrido por
Venezuela, no es exclusiva de la capital, se extiende por todo el país,
es algo maravilloso ver cómo se preparan no solo las nuevas gene-
raciones, sino también aquellas a quienes les fue negado durante
años la posibilidad de aprender. De ahí que recordemos al José
Martí de América cuando afirmaba que todo hombre al nacer tiene
el derecho a que se le enseñe y después en pago tiene el deber de
enseñar a los demás. Recordamos que en una Sala de Rehabilita-
ción la fisiatra tenía en la consulta a tres estudiantes de Medicina
Integral Comunitaria que ya cursaban el tercer año de la carrera,
la fisiatra recibía a un matrimonio que no dejaba de sonreír ante
nuestras preguntas. Ellos llegaron a los servicios remitidos de su
Consultorio Popular, a él se le detectaron hernias discales que le
provocaban un dolor que lo tenía sometido desde hace años a una
silla de rueda, ella se recuperaba de un síndrome depresivo. Esto lo
explicaba uno de los alumnos que ya tiene la seguridad que se dedi-
cará a la Medicina Física y Rehabilitación.
Ya el hombre no necesitaba de la silla de ruedas y a ella le
habían desaparecido todas las arrugas del rostro. La profesora
explicaba la necesidad de no abandonar la terapia ya que los ejer-
cicios eran fundamentales en ambos casos y ella debía continuar
con la magnetoterapia que le había dado magníficos resultados. Era
una clase práctica, la dolencia era analizada a través de un ser vivo
que padece.
En sí constituye la nueva Escuela Cubana de Medicina que se
aplica tanto en Cuba como en Venezuela, toda una revolución cien-
tífica en el campo de la enseñanza. Al hacer un poco de historia
que es presente en muchas naciones, las universidades latinoa-
mericanas forman a los profesionales en el escenario docente, en
170

CAPÍTULO IV
las gigantescas aulas y en los hospitales, cuando el joven se gradúa

va para la comunidad sin preparación práctica ninguna. Por otra
parte el profesor que lo forma en el aula de la universidad no es
el que ve el estudiante en la clínica cuando se encuentra con el
paciente y muchas veces no tiene ni siquiera relaciones. La ventaja
del programa cubano radica en que el mismo profesor que le da la
teoría por la tarde en el aula, es el mismo que estuvo con él por la
mañana dándole la consulta y es el mismo que al otro día le dice en
la práctica cómo aplicar lo que aprendió con la teoría del día ante-
rior. Este alumno estudia donde después se queda como médico,
es decir que es como si empezara a trabajar desde primer año de
la carrera en un proceso de formación e integración que lo lleva
hacia la vida laboral, adquiere habilidades y conocimientos que le
permiten cuando esté en cuarto, quinto o sexto año, conocer a la
perfección no solo el tratamiento que debe seguir el paciente sino
también cómo organizar el trabajo en la consulta y en la comunidad.
Es una gran ventaja sobre el método tradicional de enseñanza.
Es bueno señalar que el programa cubano no tiene currículo
oculto. El estudiante en la universidad tradicional cursa una
enorme cantidad de materias que al final no las aplica jamás; en la
nueva forma el alumno toma todas las herramientas que le van a
hacer falta para la vida, la carrera de medicina transcurre en su vida
profesional. Otro aspecto importante que hace este método revo-
lucionario. Para nosotros lo más importante de todo el programa
son los valores, el paradigma que tiene delante ese futuro profe-
sional, que no va encaminado al superespecialista, sino a un
médico general integral que sepa dar respuesta a las necesidades
de su comunidad y vea al paciente como un todo. Es el sentido de
pertenencia que nace en cada uno de ellos. El Consultorio Popular
es el principal escenario para la formación de pregrado y postgrado
en Medicina Integral Comunitaria, aunque otras carreras también
rotan por el consultorio popular, es una revolución en la pedagogía
moderna, indiscutiblemente.
La Universidad Barrio Adentro es un salto de calidad. El proceso
de formación del nuevo médico, no solo venezolano, podemos decir
171

latinoamericano es un gran reto para los docentes cubanos porque

exige un mayor sacrificio. Cuando preguntábamos todos coinciden
que tienen que estudiar mucho, prepararse mejor para enfrentar
a un alumno venezolano que tiene un nivel de preparación total-
mente diferente al de los cubanos.
Recordamos aquellas interminables jornadas de trabajo entre
los catedráticos cubanos y venezolanos para delinear hasta los
puntos y las comas de todo el programa y las largas conversaciones
con la profesora Carmen Labrada, una especialista a la cual todos
admiran y respetan. El proceso de formación del nuevo médico
venezolano ha estado en todo momento apoyado por Cuba en todos
los sentidos, no solo por la preparación de las clases que deben
impartirse, sino también en la logística, en la metodología. Sin dudas
es un colectivo que piensa constantemente en el futuro del nuevo
modelo de médico que se gesta en Venezuela con vista a que tenga
una mejor preparación. Este novedoso sistema de formación tiene
un gran impacto en las universidades venezolanas privadas porque
a la hora de comparar al médico en Medicina Integral Comunitaria,
la distancia entre uno y otro es enorme, están mejor preparados.
La misión y el compromiso con la patria los ha hecho sacar a
todos el profesor que cada persona lleva dentro como nos decía el
doctor Miguel Font Pérez, coordinador de una ASIC, quien lleva
alrededor de cinco años en Venezuela. También estuvo en Pakistán,
guarda muchos recuerdos que esperamos que un día se decida a
plasmar en un libro cuando termine su segunda especialidad
como intensivista. Se preparan mucho mejor porque nadie quiere
quedar mal con un alumno y no dar la respuesta correcta ante una
interrogante. La misión ha facilitado la categorización docente,
hay diferentes tipos de superaciones: maestrías, diplomados, de
especialidad, de educación médica superior, lo que fortalecerá el
programa en Cuba cuando estos médicos unan sus experiencias en
la isla.
En realidad, hace años que estudiaron embriología, bioquí-
mica, anatomía, asignaturas básicas, pero que se apartan cuando
terminan el segundo año de la carrera y piensan que eso no lo van
172

CAPÍTULO IV
a volver a ver. cuál no sería la sorpresa y el escepticismo cuando

se combinaron esas materias en la morfofisiología, es más enten-
dible para los alumnos y profesores, se hace más integral el
conocimiento. Al llegar al ciclo clínico estudian propedéutica, la
semiología médica, entre otras cosas, y es cuando se dan cuenta de
la utilidad de esos conocimientos a la hora de evaluar al paciente. Es
un aporte de Cuba a la enseñanza de la medicina en un escenario
que es adecuado en este momento histórico. El método con el que
se imparten las conferencias permite una interrelación desde todos
los puntos de vista, de esa forma se logra integrar la morfofisiopato-
logía que se le da a los alumnos en el ciclo básico con las asignaturas
de laboratorio clínico, de radiología, con anatomía patológica, con
todos los medios diagnósticos que cuentan.
Nuestras investigaciones sobre el tema fueron amplias entre
docentes y alumnos por lo que llegamos a la conclusión de que los
profesores son idóneos precisamente porque son especialistas en
MGI, Medicina General Integral. Hemos tenido el privilegio de ver
surgir esa rama de las ciencias médicas que con el tiempo se ha
convertido en la madre de todas las demás. Al principio sus detrac-
tores esgrimían que eran aprendices de todo y maestros de nada,
ese es un error de concepto, en realidad es el profesional que analiza
al ser humano en su conjunto, que atiende al individuo en su medio
social, en su comunidad y que tiene un nivel de actuación que le
permite resolver la mayoría de los problemas de salud y prevenir
los que todavía no han aparecido. El médico general integral tiene
una base ancha porque conoce al hombre en su conjunto y no sola-
mente desde el punto de vista biológico, sino también psicológico,
social, de relaciones humanas. A este especialista en Venezuela se le
ha sumado un arsenal diagnóstico y terapéutico a su alrededor con
los CDI y los CAT. El poder resolutivo de este hombre se profundiza
increíblemente. Los que analizan estos temas piensan que estaría
por estudiar hasta dónde podría llegar este especialista.
Cuando nosotros pudimos apreciar en el terreno el accionar
de estos MGI en Cuba, Guatemala y Venezuela, por solo poner
tres ejemplos de las alrededor de cien naciones beneficiadas con
173

la ayuda de los médicos cubanos, corroboramos las afirmaciones

de que es precisamente esta formación integral la que le permite
ser el profesor por excelencia de la carrera de Medicina Integral
Comunitaria. Uno de los metodólogos nos ponía un ejemplo muy
gráfico para que nosotros entendiéramos en toda su magnitud esta
revolución. Fuimos a un consultorio y el médico recibió un primer
paciente con un cuerpo extraño en el ojo, se lo saca, la segunda
persona que entra es un niño con una amigdalitis y le manda el
tratamiento adecuado luego de examinarlo para evitar una compli-
cación, el tercero es un hombre adulto con una sacrolumbagia y lo
resuelve, el cuarto paciente es una embarazada y le da la consulta
de chequeo. Allí estaban también los estudiantes que no se perdían
un detalle y preguntaban cuando tenían dudas.
Un hipertenso puede entrar a la consulta porque está descom-
pensado porque no se toma el medicamento, pero el de atrás también
puede ser hipertenso pero es una mujer, que hay violencia intrafa-
miliar, pero a la tercera es a la que se le murió el hijo, y eso lo sabe
el médico de familia, eso no lo sabe el especialista sentado en una
consulta en un hospital y él sabe que en la estrategia de interven-
ción no es solamente tratarle la enfermedad, sino ir a la casa, hacer
una dinámica familiar. Esa formación integral del proceso salud-
enfermedad solamente la tiene este profesional, no la tiene otro.
El estudiante que está sentado al lado de ese profesor se forma
integralmente, con un conocimiento sistémico del proceso salud-
enfermedad que no se logra en las cuatro paredes de un recinto
universitario, ni pasando por los departamentos de un hospital,
además aprende a tomar decisiones rápidas y precisas cuando el
caso lo requiere. De ahí que los veamos recién egresados con tanta
confianza solos en sus consultas, ya tienen experiencia aunque
sabemos que siempre extrañan a sus profesores.
Ante la necesidad de personal calificado surge la idea de formar
a jóvenes venezolanos que tuvieran la preparación y el deseo de
estudiar medicina y que nunca antes habían tenido esa posibilidad
de acceder a una carrera universitaria y mucho menos medicina
que no le permite tiempo para tener un empleo que lo ayude a
174

CAPÍTULO IV
sustentarse económicamente, por lo que era muy difícil para una

persona de procedencia humilde. Son el relevo necesario, con la
preparación que los ayude a comprender los principios de Hipó-
crates, formados en el internacionalismo y la solidaridad de los
cubanos para trabajar en Barrio Adentro.
El cansancio no podía vencernos y nos quedamos en ocasiones
hasta el final de la consulta en horas no muy tempranas. Nos
apasionó la destreza de los exámenes físicos, el MGI no se desvin-
cula de su parte clínica porque nunca se separa de la comunidad y
eso se lo enseña a sus alumnos. No falta la conferencia orientadora
a los pobladores en la comunidad, esto permite una mayor integra-
ción en la formación del médico. Cuando se gradúen van a ser exce-
lentes médicos porque tienen la disposición, el interés y la voluntad
de hacerse médicos para ayudar a su pueblo.
Día a día los estudiantes venezolanos de MIC aprenden de la
cotidianidad, lo que constituye un reto para los profesores que
tienen que ser un ejemplo para ellos. Desde que se abre el consul-
torio el médico empieza con su ejemplo a enseñar. Muchos de los
especialistas opinan que ese método pedagógico a pesar de ser
nuevo es muy sofisticado en el sentido de que el estudiante aprende
con el paciente. El médico tiene un paciente con crisis de asma y le
va enseñando al estudiante lo que es el asma, lo que es la falta de
aire, lo que es el tiraje, lo que es el ruido en el pulmón, si tiene algún
otro padecimiento asociado, de ahí su integralidad.
El programa del médico comunitario tiene dos etapas, el ciclo
básico y el ciclo clínico propiamente, que es donde empieza su rota-
ción por las distintas áreas para dar su asignatura de clínica. Para
esto hacen una rotación por el CDI, por las SRI y por los Consulto-
rios Populares. Los profesores subrayan que ya en los CDI, a nivel
del pase de visita por las Salas de Terapia Intensiva, de Observa-
ción, permite la vinculación del estudiante con el área clínica y lo
vincula a la consulta médica de seguimiento, se profundiza en la
relación médico-paciente, la terapéutica y los distintos procederes
en los que tiene que ir ganando habilidades.
175

Esto también se conjuga con la atención a la población, propia-

mente a nivel del Consultorio Popular, con el pase de visita a nivel
de la comunidad, con la consulta en el barrio y se va familiarizando,
ya no solo en el orden clínico, sino también va desarrollando habi-
lidades a nivel del área de salud en las labores de prevención y
promoción. Tanto el método clínico como el método epidemioló-
gico, le permiten ser un médico más integral, capaz, con una mejor
proyección y un mejor dominio de los problemas que una vez
egresado, con todo el arsenal terapéutico de Barrio Adentro, tiene
condiciones óptimas para enfrentar los problemas de salud en
Venezuela.
Se utilizan videoconferencias de especialistas de reconocido
prestigio y experiencia que se imparten a los alumnos que están
en el ciclo clínico con un método didáctico y de forma amena para
su mejor comprensión. Hay un momento de consolidación de estas
teleconferencias con el profesor y luego se hace un seminario con
carácter evaluador que permite que los estudiantes vayan asimi-
lando de una forma más adecuada, más proporcionada y con
medios didácticos bien avanzados que se complementa después
con la práctica en las instituciones de Barrio Adentro, de esta forma
se logra la integralidad.
El estudiante ve en la práctica que no todo el mundo reacciona
de la misma forma ante una enfermedad, de ahí la importancia del
seguimiento de los pacientes con dolencias crónicas en el Consul-
torio Popular. Allí se ve también cómo se establece el método
epidemiológico para erradicar las enfermedades, para educar a la
población, para actuar y modificar los niveles de vida, los hábitos
de vida y finalmente en instituciones como los CDI y el CAT pueden
interactuar con los médicos y conocer cómo interactúa el médico
para diagnosticar y tomar una terapéutica adecuada, un trata-
miento oportuno a estas personas. En las SRI los alumnos pueden
apreciar cómo se devuelve la calidad de vida a los enfermos con
secuelas que requieren rehabilitación y con esto se van cumpliendo
las expectativas en tres etapas, la atención primaria, secundaria y
un nivel terciario con los CAT.
176

CAPÍTULO IV
Los catedráticos cubanos han tenido la visión de aprovechar el

gran desarrollo informático y los medios audiovisuales, así como
el desarrollo vertiginoso de los programas sociales de la Revolu-
ción Bolivariana acordes al momento histórico. Coinciden los espe-
cialistas en que es un modelo de enseñanza integral que permite
el desarrollo científico técnico de la medicina. Toda esta tecno-
logía se ha volcado en la formación de ese médico integral por los
programas, en la forma en que se concibieron, que se elaboraron y
proyectaron, sin duda que es muy propio y original, de gran poten-
cialidad. Estas reflexiones son de expertos que pueden comparar
porque se formaron en sistemas diferentes y han dedicado gran
parte de su vida a la docencia médica que les permite afirmar que
consta de todos los elementos en el orden científico, humano y ético
de la medicina cubana. Unir la histología, la anatomía y la embrio-
logía en una asignatura que denominan morfofisiología como
habíamos señalado, demuestra en la práctica que consolida los
conocimientos. Rompe los cánones establecidos por la enseñanza
médica tradicional pero sus resultados son mejores.
Compartimos con muchos grupos de alumnos que subrayan la
dedicación de los profesores, sobre todo cuando entran en la parte
clínica que hay que querer hacer las cosas y estar en todo pues el
más mínimo detalle puede complicar hasta la vida del paciente. Hay
que estar en todo, nos dicen mientras sonríen con picardía al repe-
tirnos que sus profesores son muy exigentes y eso es muy impor-
tante para ellos donde cada día hay un interrogatorio, una manera
de evaluar cómo va la preparación. Nos hablan de todos los manejos
en la prensa en contra del programa de formación de médicos, que
señalan una y otra vez que lo único que saldrán son curanderos y
nos refieren anécdotas interesantes de sus encuentros con estu-
diantes de las universidades privadas que se acercan a ellos por
curiosidad y también para que intercambien sobre algunas mate-
rias. Todos piensan que esta experiencia es única y muy bonita a
pesar de las horas de sueño que tienen que dedicar a los estudios.
Consideran una de las cosas más importantes lo que aprenden
de los principales problemas de salud que tiene su país, las fallas
177

sobre todo en la parte de atención al público que era muy mala y

cómo cambia con el proyecto del Presidente, Barrio Adentro, donde
se ve el cambio, hay más dedicación al paciente, hay la voluntad de
atender al que sufre y se trata de igualar la humildad y sencillez del
médico cubano, no porque le digan que tiene que portarse así, es
que son así, nunca les han notado ni una fallita y eso que los vene-
zolanos son detallistas, nos dicen riendo ampliamente.
En todos los lugares los alumnos refieren que esas diferen-
cias se notan mucho en los CDI, el calor humano, la dedicación, la
humildad entre el paciente y el médico es muy bonita, que eso ellos
no lo habían visto antes. Los pacientes salen siempre satisfechos y
es un comentario que puede escuchar cualquiera en la calle. Esta es
la mejor clase para aprender que la relación médico-paciente debe
ser cien por ciento humanitaria. Hay que estar seguros de que no
haya esa distancia, ser cariñosos, familiarizarse con las personas,
que no sea la distancia sino el cariño y la seguridad de tener ahí
un ser humano que necesita de ellos y poder satisfacer sus expec-
tativas. Para ellos la medicina es muy bonita, amplia, importante,
interesante, algo que necesita dedicación y constancia, algo que
aprenden día a día, algo que les exige mucho. Se preparan para dar
el paso al frente donde los necesiten como profesionales, a no decir
que no si hay plaga o monte, en cualquier lugar de su país o donde
los requieran.
En esto quisimos conocer de los docentes cubanos que están
llevando a cabo este revolucionario programa y vemos que para
ellos además de un gran reto constituye toda una universidad. Es
un médico que cada día se prepara más, tiene para la asistencia
médica y para la preparación de ese profesional un valor agregado
increíble, porque tiene que esforzarse ya no solo por dar una asis-
tencia de calidad, sino por formar a un estudiante que está viendo
cómo examina, cómo interroga, cómo hace todos los procederes que
tiene que realizar para enseñar. Por lo tanto la calidad de la aten-
ción médica que se brinda en el consultorio docente, es superior a la
que se puede brindar en un consultorio donde no haya estudiantes,
porque el médico tiene que formar además de hacer lo cotidiano.
178

CAPÍTULO IV
En esto recordamos las explicaciones que nos dio el profesor

José Ramón Rodríguez Morales de que el médico tiene que prepa-
rarse para convertir el caso clínico que llega a su consulta en un
ejercicio docente para que el estudiante lo resuelva. Eso es intere-
santísimo, necesita pericia y preparación pedagógica. Ese especia-
lista comenzó con el estudiante en primer año, al cabo de los cursos
es un profesor de la carrera de Medicina Integral Comunitaria.
Adquiere habilidades pedagógicas y clínicas que le permiten hacer
una asistencia médica que camina a la excelencia, eso es funda-
mental, porque retroalimenta el sistema y eleva la calidad. No deja
de mencionarnos la satisfacción de la población por la asistencia de
esta calidad.
Los médicos que están directamente con el estudiante en el
Consultorio Popular tienen hoy la categoría docente, en el mayor
por ciento de los casos, que hicieron un diplomado en Pedagogía
Médica Superior, que conlleva a un ejercicio de categorización,
frente a un tribunal, como se hace en Cuba. Ese médico que puede
estar haciendo una maestría o un doctorado en Ciencias de la Salud.
El médico general integral que llegó a Venezuela no es el mismo
que se va porque recibió los beneficios de una escuela increíble de
formación como profesional, como docente y como dirigente en el
área de la salud, capaz de asumir las responsabilidades más disí-
miles.
El profesor José Llovera nos decía que trabajar con los mucha-
chos es muy reconfortante para los médicos que están en la
comunidad. Formar a estos jóvenes en el barrio, cerca de su casa,
prácticamente una universidad en el hogar, esto constituye toda
una hazaña porque muchos de ellos no habían enfrentado esa
tarea docente. Se les pidió su apoyo y fueron capaces de hacerlo
con calidad a pesar de que el sistema era diferente a cuando ellos
estudiaron.
En un lugar muy apartado en una montaña venezolana el
doctor Bárbaro Pérez Sabina nos decía que han hecho su mayor
esfuerzo para que las clases que imparten en consulta o en el aula,
sean de la mayor calidad posible, donde están presente no solo
179

los conocimientos médicos, sino también de la formación de los

valores, de lo que significa ser médico, no solo desde el punto de
vista científico, sino también de la calidad como ser humano, a la
hora de tratar y a la hora de ver al paciente como un ser humano y
no como cliente.
El doctor Alfredo González Kim, por ejemplo, afirma que la
docencia es una nueva experiencia con un reto que jamás soñaron:
la de ser a la vez educado y educador, porque muchos de ellos
no estaban preparados para impartir clases y hoy con el nuevo
programa de formación del médico venezolano se han tenido
que crecer ante todas estas dificultades, siempre con la visión de
impartir lo mejor de sus conocimientos porque para transmitir
conocimientos deben conocer algunas cosas metodológicas para
hacerlos llegar al estudiante. Como muchos otros especialistas
viaja a Cuba para impartir clases a los venezolanos que están en el
nuevo programa.
En el Consultorio Popular el profesor puede tener alumnos de
diferentes niveles y esto requiere de una mayor preparación para
el docente. El hecho de tener la posibilidad de recibir instrucción
en una Sala de Terapia Intensiva de un CDI, que tiene todo el equi-
pamiento indispensable para poder atender a los pacientes con
todos los requerimientos, ya sea con ventilación mecánica artificial,
motorización cardio-vascular continua, hacerles todos los proce-
deres para momentos de crisis permite que los médicos integrales
que se están formando tengan un mejor dominio y conocimiento de
lo que es la atención a nivel secundario. Al final esto es un comple-
mento que a la vez sirve de estímulo a los profesores para superarse
cada día más y dar lo mejor tanto en el orden asistencial como en el
orden educativo.
El coordinador de Barrio Adentro en Monagas, doctor Leonardo
Hernández Herrera nos dijo que el nuevo método y el sistema
de enseñanza que se ha implantado en Venezuela por la Misión
Médica Cubana, es una revolución dentro del sistema de forma-
ción profesional. Lo afirma porque el programa en sí los sorprende
por sus asombrosos resultados, se percatan de la preparación que
180

CAPÍTULO IV
adquieren esos estudiantes y pueden decir que es más práctico y

profundo.
En la obra anterior, Alborada de esperanza, abordamos el tema
de la superación de los médicos cubanos en Venezuela, cómo se
iniciaron los diplomados y maestrías lo que se ha incrementado en
apenas cuatro años, se han ampliado los temas de estudio y ya como
habíamos demostrado hay muchos especialistas que iniciaron el
doctorado. La docencia se inició cuando se dio la tarea en el 2004
de formar como especialistas en Medicina y Odontología General
Integral a profesionales venezolanos que supieron ver en toda su
valía su importancia para su formación. Entre ellos tenemos a la
doctora María Eugenia Sanabria, egresada de la primera gradua-
ción en el 2007.
Para ninguno de estos profesionales fue fácil enfrentarse en
ese momento que los llamaron a incorporarse a Barrio Adentro,
no solo porque tuvieron que abandonar sus trabajos anteriores,
sino porque tuvieron que enfrentar a todos los que con su escepti-
cismo y mala idea trataron de evitar el desarrollo del programa de
la Revolución Bolivariana, se olvidaron del prestigio que el presi-
dente Hugo Chávez se ganó en su pueblo, de la confianza de estos
hombres en la medicina cubana y sobre todo en ellos mismos. Ellos
no olvidan que el presidente Chávez los gradúa en Caracas el 10 de
abril de 2007, pertenecen a la Brigada 1013.
María Eugenia se siente satisfecha desde el punto de vista
profesional porque era lo que esperó durante muchísimos años,
compartir los conocimientos y aplicarlos de una forma muy directa
al paciente. Luego de numerosas entrevistas a esos egresados cons-
tatamos que lo que más los impactó fue el vivir en una comunidad,
escuchar de cada una de las personas, de cada una de las mamás
aquellas gracias, de cada una de las viejitas, con aquel cariño y
con aquella ternura esa bendición donde repetían: “Que Dios la
cuide, doctora”. Esa es la satisfacción más grande que ellos tienen
por primera vez en su vida profesional y personal, algo maravi-
lloso como lo califican, afirman que los llena ver el resultado de
sus esfuerzos en el postgrado y la especialidad. Desde el punto de
181

vista económico también ya que tienen estabilidad laboral y por

supuesto eso da tranquilidad para ejercer cualquier tipo de profe-
sión en la calle.
Luego de llegar a su consulta y conversar con sus pacientes
nos explica la doctora Sanabria que salen egresados de Medi-
cina General Integral con cuatro enfoques fundamentales, varias
funciones, entre ellas está la investigativa y la asistencial, la de
promoción de salud, pero también la docencia que a ella siempre le
ha gustado. Tiene a su esposo y a su hijo pero sabe que los médicos
cubanos son como su gran familia, hasta aprendió a hacer un
cochino al pincho. Recuerda que con sus tutores cubanos iban a
la comunidad donde siempre hay pacientes que les traen algo que
llevarse a la boca. Lo que más le impresiona siempre es la mirada de
agradecimiento que por siempre seguirá maravillándola, así como
la amistad de Chávez y Fidel.
La doctora Sanabria ocupa la coordinación de docencia por
la parte venezolana en el estado Barinas pero no abandona su
Consultorio Popular. Está muy satisfecha de los egresados de la
Escuela Latinoamericana de Medicina que hoy están en los dife-
rentes niveles haciendo la especialidad en Medicina General Inte-
gral junto a profesionales venezolanos que han comprendido la
importancia de esa rama de las ciencias.
En cuanto a los jóvenes que estudian Medicina Integral Comu-
nitaria constata su magnífica preparación y la estrecha relación
alumno-profesor, ya que la metodología cambió. De ahí fue al
detalle, por semanas primero se les va dando una clase intro-
ductoria, después viene una fase de consolidación y después de
evaluación. Considera que la metodología es extraordinaria, los
estudiantes visualizan en la consulta o en un cassette, no es el
profesor dictando un tema que grafica o no, como se hace en la
mayoría de las universidades donde la anatomía, por ejemplo, se
estudia con cadáveres, ahora lo ven, lo estudian y pueden preguntar
al profesor que tienen en el aula, aprenden no solo con el muñeco
de goma sino que trabajan también con seres humanos vivos, lo
que es excelente. Es una enseñanza muy bonita, es una interacción
182

CAPÍTULO IV
mutua entre el profesor y los estudiantes, tiene más resultados

que los de las universidades convencionales. Estos especialistas
en Medicina General Integral junto a los jóvenes que estudian en
Cuba y en Venezuela son la esperanza de la continuidad de Barrio
Adentro porque ese es el ejército de guardianes que necesita el país
para que todo el pueblo venezolano tenga una asistencia altamente
calificada de elevado nivel científico y con una calidad humana
impresionante.
Es una revolución en la docencia que se extiende ya a los
técnicos que se hacen licenciados porque no hay imposibles cuando
la obra se hace universal porque se trata de defender el bien más
preciado del hombre: la salud.
183

Capítulo V: En el jardín de Dios
Dignaos conceder a Venezuela un gobierno eminentemente

popular que haga triunfar la igualdad y la libertad.
Simón Bolívar (Congreso de Angostura)
185

Mientras las palmas que acaricia la brisa nos ofrecen un canto

a la naturaleza y la vida, hacemos un alto en el camino para tratar
de descubrir el velo que ofrece al caminante el estado venezolano
Bolívar, imponente en su grandeza. Casi al finalizar su misión en
ese territorio el doctor Francisco Abad, coordinador de la Brigada
Médica Cubana en esa tierra prodigiosa, nos muestra los logros en
el estado más extenso y menos poblado de Venezuela ya que ocupa
casi la cuarta parte del territorio nacional. Allí laboran más de 1.500
profesionales de la salud de la isla que se han adentrado hasta en
los lugares más inverosímiles para combatir la muerte. Es el ejército
de batas blancas de Barrio Adentro. Abad nos sorprende con una
visita a uno de los parques naturales de Puerto Ordaz, La Llovizna.
A pesar de llevar dos días de viaje sin apenas dormir, el cansancio
desaparece y nos unimos a los venezolanos de todas las edades para
adentrarnos en este reservorio natural, bajar y subir promontorios,
atravesar por artísticas piedras colocadas al efecto las límpidas
aguas de afluentes del río Caroní cuyas aguas son contenidas por
una gigantesca represa que aun cerradas sus compuertas los alivia-
deros forman una cascada de casi un kilómetro de extensión que
bendice al visitante que se asoma al mirador natural con un fino
rocío a pesar de la distancia. Cuando se abren las compuertas todo
el entorno de desnudos peñascos de considerable altura desapa-
rece en un monte de espuma, de ahí su nombre, La Llovizna. Abad
hace la coordinación con la directora Regional de Salud, la doctora.
Ana Gineth Morales que haría un recorrido al día siguiente con
el gobernador del estado, Francisco Rangel Gómez para que nos
incluyera en la travesía. Sin apenas despuntar el alba salimos para
el helipuerto donde ya estaban los colegas venezolanos. En estas
cálidas tierras el aire frío de la madrugada nos hace desear un
abrigo protector pero nadie estaba dispuesto a regresar pues podía
poner en peligro la empresa y quedarnos en tierra.
Atravesar la Gran Sabana siempre es una aventura. Son lugares
adonde solo se puede acceder por aire, el más cercano a dos horas
de distancia a pesar de que el helicóptero es casi de estreno y desa-
rrolla una buena velocidad. El paisaje nos envuelve, nos llama la
186

CAPÍTULO V
atención el color marrón de las aguas del Orinoco, ese salvaje de la

naturaleza que guarda tantas historias de amor, pasión y muerte. El
viaje por tierra demora días o semanas por una selva casi impene-
trable herida por algún que otro caserío de explotación minera en
una zona que guarda celosa uno de los mayores yacimientos lati-
noamericanos de oro y diamantes, sin dejar de mencionar el hierro.
Es de lamentar que la mayor parte de esas riquezas vayan a parar a
manos inescrupulosas que entran ilegalmente en el país.
A lo lejos vigilantes nos esperan los tepuyes, esas montañas
de pico plano por los efectos de la erosión de cuyas entrañas
en ocasiones brotan de su cima las aguas que se convierten en
hermosos saltos por sus heridas. No llegamos a ver las maravi-
llas del Salto Ángel que han recorrido el mundo, pero en el Parque
Nacional Canaima pudimos apreciar otros que no desdoran su
belleza como el Kama Merú o el Danto. Quedamos convencidos que
el tepuy más famoso es el Monte Roraima con más 2.700 metros
sobre el nivel del mar, nos daba la impresión de que nos seguía a
todas parte. Cuando ya casi perdíamos la esperanza de encontrar
un pequeño lugar para aterrizar y veíamos solamente la posibilidad
de entrevistar a alguno de aquellos gigantescos árboles en su copa,
llegamos al aeropuerto de Santa Elena de Uairén, la capital de la
Gran Sabana, donde si lo deseas, a cinco minutos de camino puedes
poner un pie en Brasil y tener el otro en Venezuela. Allí conocimos a
la doctora Gineth como todos la llaman cariñosamente.
Alta, de pelo negro como el azabache, piel rosada y una amplia
sonrisa que quita todos los pesares nos dice con orgullo que su
mamá es venezolana y su papá cubano, el hombre que venera ya
no se encuentra físicamente entre nosotros, pero siempre la acom-
paña en su bregar que no ha sido nada fácil. Su mirada se nubla
al pensar que su papá llegó a Venezuela un día de octubre de 1947
como polizón en un barco que transportaba desde Cuba tabaco y
ron, entre otras cosas. Arístides, hijo de un peón de campo, única-
mente recordaba de su infancia sus pies descalzos destrozados por
las piedras del camino y su salida a buscar una manera de sobre-
vivir en otras tierras, sin más maleta que sus sueños pero con la
187

honestidad que le inculcaron en la cuna que lo llevó a presentarse

ante el capitán del barco, confesar que era un polizón y que pagaría
su pasaje con trabajo. Así lo hizo, y años después una hermosa
mujer del Callao le daría su corazón y siete hijos.
Nos sentamos pues todavía nos quedaba tiempo hasta la hora
de iniciar el recorrido y con una hermosa sonrisa nos dice que su
padre la enseñó a escuchar a Radio Habana Cuba y recuerda cómo
les habló siempre de su tierra natal y la ayudó a comprender todas
las transformaciones en la tierra de Martí. De ahí el interés de
Gineth por estudiar en las nuevas escuelas de la isla donde verían
a un Fidel con cabello negro jugar pelota con los estudiantes. Con
apenas quince años está joven emprendedora se fue a Cuba con
una visa de turista y el pretexto cierto de una luxación de rótula.
Todos sabían que demorarían en volverla a ver hasta que no termi-
nara sus estudios de Medicina en la Universidad de La Habana.
Fueron doce años que le permitieron regresar a su país llena de
sueños y de confianza en el futuro que hicieron de Arístides un
hombre realizado.
Ya era hora de iniciar el recorrido pero queríamos conocer
cómo fue que Gineth llegó a ocupar la máxima responsabilidad en
la salud del estado, lo dejamos para un próximo encuentro aunque
dice orgullosa que el 2007 fue el primer año en la historia del estado
venezolano de Bolívar que no se registró ningún fallecimiento
por paludismo lo que se pudo lograr gracias al apoyo de Barrio
Adentro y los médicos cubanos. Para ella esto tiene una connota-
ción especial, en su primera guardia como médico en Venezuela,
en noviembre de 1994, se le murió una paciente embarazada en los
brazos por una encefalopatía palúdica, algo que sólo conocía por la
literatura médica ya que en Cuba estaba erradicada la enfermedad
hacía muchos años y esa manifestación hasta en los países endé-
micos es difícil de encontrar.
Iniciamos más de seis horas de camino por aquellos parajes
donde el río abre sus brazos para un turismo nacional ávido de la
naturaleza. Nos deteníamos en campamentos de esparcimiento y
en comunidades indígenas, queríamos conocer las opiniones de
188

CAPÍTULO V
los nativos sobre Barrio Adentro. En ocasiones tuvimos que auxi-

liarnos de traductores pues no hablaban nada más que sus dialectos
y el micrófono no es de su agrado aunque sí de su curiosidad. Nos
enseñaban los estómagos de los niños que ya no estaban abultados
de parásitos sin dejar de mencionar la insistencia sobre ese tema
de los médicos cubanos. Están muy contentos, ríen con timidez en
general y no dejan de repetir que por primera vez un presidente
se acuerda de ellos y les ha mandado unos médicos amigos que
son considerados como dioses. Si les costó trabajo en un principio
hablar después fue más difícil irnos, incluso nos dieron la receta
del famoso tumá, un caldo típico de la región que confeccionan con
las hojas de una planta parecida a la lechuga denominada agrosá
como base, al que agregan pescado, ají dulce y kumache, este último
bien picante por cierto, elaborado a base de una hormiga grande
que llaman bachaco culón.
La doctora Gineth se acerca y nos explica que todavía el parasi-
tismo sigue siendo una de las enfermedades más frecuentes en este
tipo de comunidades aunque se trabaja muy duro en ello y se puede
observar que ya los indígenas comprenden muchas cosas en cuanto
a hábitos de salud. Aunque no tienen Consultorios Populares en
algunas regiones por lo disperso de las poblaciones y lo difícil del
camino donde hay que tener en cuenta la selva y las montañas, los
médicos cubanos de Barrio Adentro en coordinación con la Direc-
ción de Salud van todos los fines de semana en las llamadas pene-
traciones u operativos a prestar asistencia en zonas muy distantes.
Para esta joven especialista el año 1995 le trae malos recuerdos
como la vez que estaba de guardia y la llaman de emergencia para
hacer un eco a una embarazada. Se comprobó que el feto no tenía
masa encefálica por lo que moriría al nacer, pero esa no era la causa
de la taquicardia y la sudoración de la joven, ni del constante aleteo
de sus fosas nasales, había que encontrar con rapidez lo que lo
provocaba y la remiten a la capital del estado. Al interesarse por
el caso le informaron tres días después que la joven había falle-
cido por una amebiasis que le había perforado el intestino, algo
que se hubiera evitado con un simple tratamiento de Metronidazol.
189

Quedaron huérfanas tres criaturas que la mayor no llegaba a cinco

años. Esto pasaba en Venezuela en 1997 cuando ya se avizoraba el
siglo XXI.
Cuando reinaba la noche y una luna llena indiscreta y fría nos
calaba los huesos, parecía que no estábamos lejos de convertirnos
en paletitas de helados. Nos refugiamos junto a un pequeño fuerte
militar en Luepa y manos amigas facilitaron abrigos para evitar un
resfrío. En el portal de la casa en la montaña donde pernoctamos
ese día nos sentamos a conversar durante varias horas con el gober-
nador del estado, Francisco Rangel Gómez quien nos demostró que
valió la pena esperar.
Sólo llevaba en aquel momento tres años al frente del gobierno
en la región donde comenzó una relación más estrecha con la
Brigada Médica Cubana, su formación es militar, fue de los hombres
que dio el paso al frente al asumir Hugo Chávez la presidencia y
luego de trabajar dos años en Miraflores fue designado para dirigir
la Corporación Venezolana de Guayana, posteriormente fue
elegido por el pueblo como Gobernador en el estado Bolívar. Con
una amplia sonrisa confiesa que de política no sabía nada, mucho
menos dar un discurso y de buenas a primeras se vio en Miraflores,
son retos que le da la vida en la Revolución Bolivariana que ha
logrado en menos de diez años lo que no imaginó en sus más caros
sueños. Lo que más lo impacto definitivamente desde que comenzó
Barrio Adentro fue la calidad de los profesionales cubanos, a pesar
de las grandes dificultades que se les presentaban no miraban
atrás, hombres y mujeres que vinieron a hacer un trabajo, a cumplir
una misión y lo hacen por sobre todas las cosas. Le llama la aten-
ción cómo Barrio Adentro se convierte en ese Sistema Nacional de
Salud que Venezuela necesita y reconoce que esto es posible por
ese recurso humano que sabe extraordinario y que llegó desde la
pequeña isla del Caribe para ayudarlos, no solo en la asistencia
médica, sino también en formar el relevo.
Cuando comenzó su gestión de gobierno ya Barrio Adentro
llevaba un año en el estado. Visitó todos los pueblos, ciudades, case-
ríos, sectores, para palpar lo que pasaba, cómo estaba lo que ellos
190

CAPÍTULO V
denominan la revolución de la salud. Califica de muy valientes a los

médicos cubanos que llegaron hace más de una década a la nada,
a cualquier parte que los necesitaran y la gente les abrió sus casas,
muy humildes, sin ningún tipo de comodidades en su mayoría pero
con cariño. Se buscó ayuda por un lado y por el otro, se fueron cons-
truyendo algunos consultorios y clínicas de odontología y ahí se fue
avanzando poco a poco. Las diferencias de las autoridades locales
anteriores con las indicaciones del Gobierno Central enlentecieron
la construcción de los módulos para los Consultorios Populares y
de cien solo encontraron seis. En poco más de tres años ya el estado
Bolívar tiene más de 350 módulos de Barrio Adentro, donde se
realizan consultas y reside el médico. La segunda fase está al 70 %
de entrega a la población con 30 Centros Diagnósticos, siete de ellos
quirúrgicos y 30 Salas de Rehabilitación terminadas y una en ejecu-
ción de las 32 programadas; así como también ya prestan servicios
los tres Centros de Alta Tecnología programados para la regíon.
Es bueno señalar que la Gobernación compró el edificio e hizo las
reparaciones necesarias para agilizar que empezara a funcionar
como se ha hecho en otros estados.
En un balance que efectuaron a finales del 2004, detectaron en
primer lugar el deterioro de los centros hospitalarios y el estan-
camiento de todo tipo de construcción. Es muy difícil desarrollar
Barrio Adentro sin apoyo de la Gobernación, es muy complicado.
Son muchos los esfuerzos que realizan para sacar adelante esta
segunda fase de Barrio Adentro que sin dudas es muy costosa por
la tecnología que se utiliza, buscan apoyo con otros organismos e
instituciones y han logrado 70 % del cumplimiento del Plan estable-
cido. Una amplia sonrisa ilumina su rostro cuando afirma con sano
orgullo que ya se siente en los hospitales del estado la mejoría como
parte de la tercera fase de Barrio Adentro por lo que puede decir sin
temor a equivocarse que es toda una revolución en la salud.
Recuerda que en más de una oportunidad en conversación
con el presidente Chávez le expresaba que las cifras nacionales de
Barrio Adentro son espectaculares porque en el estado Bolívar, con
sólo un millón de habitantes, se han salvado alrededor de 26 mil
191

vidas, de ellas 22 mil desde que los Centros de Diagnóstico Integral

empezaron sus servicios y se han realizado más de 20 millones de
consultas en tan corto tiempo. Piensa que para todos es más impor-
tante hablar del impacto de Barrio Adentro en la salud del pueblo
venezolano que de las construcciones que se han realizado.
Mientras comparábamos notas y dábamos vuelta al cassette
para no quedarnos a medias, Rangel se levanta y trata de penetrar
con la mirada la noche ya avanzada, se vira con rapidez y nos dice
que los venezolanos han aprendido de los cubanos a trabajar con
las estadísticas porque los números son la única forma, de verdad,
de medir y de saber adónde tienen que ir en un momento determi-
nado. Nos pone un ejemplo muy sencillo de un balance de cuatro
clínicas en el estado donde buscaron el precio promedio de todos
los exámenes que se hacen en Barrio Adentro. Nos subraya que en
ese momento, en el 2006, los centros especializados sólo estaban a
un 50 % a final del año. Llegaron a la conclusión de que a la pobla-
ción le hubiera costado 85 millones de bolívares hacerse esas
investigaciones en las clínicas que jamás podrían pagar ya que la
mayoría de esas personas que recibieron la atención gratuita, no
tienen posibilidades económicas para acceder a esas instituciones
privadas.
De los 37 millones de consultas que se han realizado en los dife-
rentes niveles de Barrio Adentro en el estado, se han hecho alre-
dedor de 20 millones de exámenes porque hay a quien además de
un análisis de sangre se le hace una endoscopia o una resonancia
magnética según lo necesite el caso. Entre los datos que nos ofreció
la coordinación de Barrio Adentro en Bolívar nos llamó la atención,
al reflexionar sobre el impacto de que habla el Gobernador, que se
han realizado más de 8.000 exámenes de fenilcetonuria neonatal,
que aunque no están consideradas como vidas salvadas, de solo
pensar que el diagnóstico de la enfermedad antes del nacimiento
evita con una alimentación adecuada que enseña y vigila el médico
del Consultorio Popular en los primeros cinco años de vida, salvará
del dolor a una familia venezolana ante el retraso mental que
192

CAPÍTULO V
ocasiona ese problema. Podemos pensar que también son vidas

salvadas y es un logro de la Revolución Bolivariana.
Agrega el Gobernador que a finales del pasado siglo había un
Sistema de Salud caduco en Venezuela al que se le dio un giro de
180 grados cuando los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez y de
Cuba, Fidel Castro, firman los convenios y se inicia la Misión Barrio
Adentro. El impulso ha sido decisivo y el empeño de los cubanos
y su alta profesionalidad un ejemplo para el mundo. Con senci-
llez nos dice que a ellos solamente les ha correspondido apoyar
como cuando no había donde habilitar el Centro de Alta Tecno-
logía en Caroní. No olvida Rangel Gómez que un sábado en la tarde
cuando por lo general hay pocos pacientes, llegó a esa institución
una señora muy bien vestida que vino en un Mercedes Benz del
año. Tímida en un inicio se decidió a preguntar si a ella también le
harían unos exámenes que le habían indicado pero no tenía donde
hacérselos, ella podía pagarlos pero las clínicas no disponían del
equipo requerido. El especialista a cargo del centro médico le dijo
que no había ningún tipo de problemas, que se los podían realizar
al momento o si lo prefería podía regresar al día siguiente. Mudo
espectador no puede olvidar el rostro de asombro de aquella mujer
al preguntar si ellos también trabajaban los domingos y constatar
que tampoco a ella le costaría nada. Vino al día siguiente para salir
muy agradecida por la amabilidad recibida según le contaron y a él
no le cabe duda.
Nos habla también de los avances de la tercera fase de Barrio
Adentro en los hospitales y cómo en el mayor del estado, el Ruiz y
Páez, que encontraron con apenas 200 camas en servicio de las 800
que posee, ya en estos momentos se han recuperado más de 600 y
un equipamiento con que los médicos venezolanos nunca contaron,
ahora tienen las herramientas para trabajar. No deja de repetirnos
que Barrio Adentro ha sido una bendición para el pueblo venezo-
lano, donde los que antes no tenían ningún acceso a una atención
médica y hoy tienen un especialista al alcance de la mano, casi al
lado de sus casas que los pueden ayudar las 24 horas del día, con el
193

cariño que se tiene a todo el mundo, sin pedir un carné político para
ser atendido, sencillamente son seres humanos que sufren.
Es imposible olvidar que luego de la inauguración del Centro
de Diagnóstico Integral de Guasipati, que tiene quirófano, les
preguntó a los médicos cubanos si ya habían operado a alguien allí.
Le dijeron que la noche anterior habían llegado dos casos, uno de
ellos con varios tiros en el estómago. Pensó que el desenlace había
sido fatal pero los especialistas sin demora le invitaron a conversar
con el paciente que ya había recuperado el conocimiento pero
estaba todavía en terapia intensiva. Lo curioso es que ese hombre,
al cual le habían salvado la vida, era uno de los pobladores que peor
hablaba de Chávez y de los médicos cubanos a los que consideraba
como improvisados. Hoy por hoy es uno de los mejores amigos de
los especialistas cubanos, a los cuales defiende a capa y espada.
Acota Rangel que nadie le pidió un carné para atenderlo, llegó un
ser humano y fue atendido como tal, y con una carcajada refiere que
Barrio Adentro es como señala el dicho popular: “para Raimundo y
todo el mundo”.
Una de las cosas más importantes que se han logrado en el
estado Bolívar es la activación del servicio de terapia intensiva,
que hace apenas cinco años solo disponía de tres camas públicas
y en muy malas condiciones. Hoy en día tienen 86 de terapia inten-
siva, no solo con lo que se ha hecho en el hospital Ruiz y Páez, sino
también en los centros de Barrio Adentro que tienen ese servicio.
Esto es un indicativo de cómo ha cambiado la atención médica en el
estado Bolívar. Agrega el Gobernador:
He visto cómo han pasado trabajo, trabajo del bueno, porque

incluso he visto lugares donde han tenido que dormir algún tiempo,
doctoras, técnicos, calladamente han asumido y han salido adelante,
por supuesto que las condiciones han mejorado pero todavía nos
falta mucho y sí creo que por la parte nuestra, la parte venezolana,
tenemos que crear un organismo, una forma para planificar y que
una obra como Barrio Adentro nacional no se nos caiga. Debemos
planificar a futuro, el presente mismo, para mantener un sistema
194

CAPÍTULO V
de salud como el que ya tenemos, ya no es un consultorio, es un

Sistema Nacional de Salud.
Es una sana preocupación porque un Sistema Nacional de
Salud tiene que tener proyección en el futuro y la única forma es
planificando cómo deben de hacerse las cosas y el sostenimiento
económico, así como todo un sistema logístico que dé manteni-
miento a todos esos equipos en general y los de alta tecnología
en particular que requieren de especialización, pues el manteni-
miento no se resuelve con un alicate y un rollo de tape en el bolsillo.
Para tener hay que mantener.
Las misiones creadas por el presidente Chávez complementan
la labor de Barrio Adentro porque es necesario que el paciente
pueda leer las indicaciones del médico, que sepa cuál es el medi-
camento que necesita y la dosis para que le beneficie y no le sea
perjudicial, pero no podemos olvidar que la salud no es ausencia
de enfermedad, sino calidad de vida y esta solo es posible cuando
el hombre se sabe útil, se le da ocupación a los adolescentes que
olvidan la droga y el alcohol y la mujer ocupa su puesto en la
sociedad con todos sus derechos. Una sociedad donde lo más
importante sean las futuras generaciones.
Las misiones para poderse sostener es necesario que los
gobiernos regionales les den la mano a pesar de las limitaciones,
buscar alternativas con otros organismos e instituciones como lo
hicieron en el estado Bolívar al entregar a Barrio Adentro 20 camio-
netas completamente nuevas que la Gobernación negoció con
Edelca, la empresa de desarrollo eléctrico. Se puede ver también en
la construcción de un Consultorio Popular, de un aula para la Misión
Ribas o para la Robinson, cualquier cosa que tenga que ver con
ellos, como puede ser el transporte para que las personas puedan
asistir a clases, para evitar la deserción de la gente que está en las
misiones. Rangel comienza a dar paseos por aquel estrecho portal
y nos dice que es necesario que todos los venezolanos entiendan de
una vez, que es más barato curar, prevenir, que corregir. No todos
valoran que enseñar a leer es prevenir, buscar que el pueblo tenga
195

una buena alimentación es prevenir, y que estas acciones necesitan

del apoyo de todos.
La búsqueda de las personas con problemas oftalmológicos
en la Misión Milagro les ha mostrado también otros problemas
de salud graves que hay que estudiar para conocer la causa, por
ejemplo, saber la razón de que tantas personas necesiten sillas de
ruedas, que si bien es cierto que al entregarlas cambia la vida del
enfermo que tiene más movilidad, también la de la familia. Pero
hay que conocer el por qué para tratar de prevenir lo más posible
que otras personas caigan en esa situación. Con orgullo nos dice
el Gobernador que su esposa Nidia dirige una misión hermosí-
sima, La Fundación del Niño Bolívar, con la cual hasta el momento
más de 150 niños del estado han sido operados a corazón abierto.
Son pequeños cuyas familias no tienen recursos económicos para
asumir una cirugía de ese tipo que no se realiza en hospitales
públicos y son trasladados al Cardiocentro de Caracas con los
padres para que ayuden en la recuperación del paciente y estén
más tranquilos.
Las Salas de Rehabilitación Integral y los Centros Diagnósticos
se complementan. Luego de conocer la causa de la dolencia pasan
a recuperarse para resolver en realidad su problema de salud,
como en el caso de los accidentes cerebro-vasculares que son muy
frecuentes en Venezuela. Estos siempre dejan secuelas que pueden
resolverse con ejercicios y otros tratamientos hasta que logran
reincorporarse a plenitud en la sociedad con todas sus capacidades
en la mayoría de los casos. Muy importante es que le enseñan al
paciente lo que tiene que hacer para que no vuelva a aparecer el
mismo mal, evitar un segundo evento, controlar la enfermedad de
base sin dejar de mencionar todo el empeño para desaparecer las
secuelas de un trauma en un niño.
Cuando Barrio Adentro cumple cinco años de iniciar su bata-
llar por la salud del pueblo venezolano el presidente Hugo Chávez
da a conocer en un acto público la creación de la Misión José
Gregorio Hernández, ese médico de Trujillo cuya labor a favor de
los más desposeídos tuvo tal repercusión nacional que se ganó la
196

CAPÍTULO V
denominación de “Médico de Pueblos”. Esta misión dará respuesta

a la preocupación de las autoridades del estado Bolívar ante el
creciente número de malformaciones congénitas, el aumento de
los niños con autismo, según apreciación de conocedores el más
elevado del país. Tal parece que las actividades mineras y la gran
presencia de metales que contaminan las aguas de los ríos provo-
cada por la explotación ilegal, pudiera incidir de forma negativa en
el medio ambiente y de ahí en la salud de la población. No es un
problema de entregar prótesis auditivas o de otro tipo, es la cues-
tión de identificar las causas y trabajar intensamente en su erradi-
cación porque la salud es un problema de todos.
En esta conversación no podía estar ausente la preocupación
del Gobierno Bolivariano por la formación de los recursos humanos
necesarios como los jóvenes que hoy se preparan en Medicina Inte-
gral Comunitaria, que solo en ese estado son más de 1.200 como
señala Rangel Gómez. La Gobernación preparó más de 50 aulas
para los alumnos que cursan el Programa de Medicina Integral
Comunitaria donde reciben clases con los profesores cubanos y
además en los Consultorios Populares. También están los que se
preparan en Cuba. Destaca que en estos momentos tienen mucha
necesidad de médicos y saben que el problema podrá resolverse
en unos tres años cuando esos estudiantes que hoy están en tercer
año realicen el internado. No han encontrado la respuesta nece-
saria de algunos médicos venezolanos; muchas veces aunque les
ofrecen salarios millonarios para que trabajen en los pueblos del
sur de forma permanente, no se ha logrado satisfacer la demanda.
De ahí la necesidad de que Barrio Adentro no se vea con una
mira corta, nos afirma el Gobernador, sino a largo plazo por lo
que tienen que preparar el recurso humano venezolano que lo va
a trabajar, no solo el personal médico, sino también el personal
técnico especializado en cada una de las ramas para que puedan
prepararse en el tiempo con la operatividad que se requiere. El Che
Guevara decía que la revolución tiene que estar íntimamente ligada
a la calidad y para que todo el mundo crea en este proceso tienen
que dar la calidad que el pueblo se merece.
197

Las universidades venezolanas han podido constatar la prepa-

ración de los estudiantes de Medicina Integral Comunitaria y han
solicitado incluso intercambio para perfeccionar los programas
docentes que tienen. La gente se da cuenta de qué es lo que busca
el proceso revolucionario bolivariano, lo específico, satisfacer de
forma armónica e integral en la comunidad las necesidades de un
médico que en realidad resuelva sus problemas. Eso no se consigue
en un aula universitaria donde la teoría no se lleva a la práctica. Ese
nuevo especialista está sensibilizado con el verdadero problema
que vive la sociedad en la calle, en un barrio o en un cerro. Sabe
que tiene el privilegio de asistir y ser parte del nacimiento de un
Sistema Nacional de Salud sin parangón en el mundo que debe
tener un respaldo jurídico que le garantice su sostenibilidad, su
permanencia en el tiempo, y que sus artífices son las revoluciones
bolivariana y cubana.
Barrio Adentro se enriquece con los jóvenes egresados de la
Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas y los profesionales
venezolanos que se han hecho especialistas en Medicina General
Integral con los profesores cubanos en los Consultorios Popu-
lares. Esto toma otra connotación cuando contemplamos la Plaza
Mayor en Ciudad Bolívar, hacia donde dirigimos nuestros pasos
para encontrarnos con la doctora. Gineth. Es imposible sustraerse
de la historia y nos parece ver al Libertador en aquel febrero de
1819 cuando pronunciara su discurso ante el Congreso de Angos-
tura que ha pasado a la posteridad como una joya. De allí su celebre
frase: “Moral y luces son los polos de una República, moral y luces
son nuestras primeras necesidades.” Se aprueba la Constitución
y su contenido le da soporte a la creación de la República de la
Gran Colombia integrada por 3 Departamentos: Venezuela, Nueva
Granada y Quito como reflejo del pensamiento integracionista del
Libertador, quien demostró la necesidad histórica de la integración
latinoamericana.
La Angostura del Orinoco, porque ese gigante, el tercero más
caudaloso del mundo, es su anfitrión, es fuente de vida y riqueza,
cada vez que viramos la cara nos lo encontramos de frente, con sus
198

CAPÍTULO V
aguas marrones, espejo de las riquezas mineras del territorio, hoy

Ciudad Bolívar, capital del estado del mismo nombre en honor al
hombre que soñó siempre en la unidad de los pueblos.
Temprano en la mañana visitamos varios centros de Barrio
Adentro y después nos fuimos al Instituto de Salud para continuar
la conversación con la doctora Gineth, un poco de espera que la
adorable Carmen mitigó con un marroncito, como ellos llaman a
una taza de café negro con un poco de leche. Mientras, sin poder
evitar la curiosidad, hablamos con una señora que esperaba unos
papeles con uno de sus hijos que había sido beneficiado con el
Convenio Cuba Venezuela en Salud.
José Gregorio tiene apenas once años, nació con una defi-
ciencia renal que lo obligó a vivir los cinco primeros años de su vida
con sondas de drenaje a ambos lados de su cuerpecito. Marbelia,
aquella mujer marcada por el dolor y el miedo de perder a uno de
sus tesoros, bendice a Barrio Adentro y a Chávez. Nos dice que ya
han viajado dos veces a Cuba. En la primera estuvieron como seis
meses mientras se logró estabilizar al niño para extraer el riñón
que estaba dañado por completo y evitar que siguiera infectando al
otro. En la segunda efectuaron una pequeña intervención quirúr-
gica en sus genitales y esperan el tercero para lograr el alta defi-
nitiva. El niño no hace más que hablarnos de la doctora Josefina
que lo atendió en Las Praderas, allá en La Habana. Su alegría es
mucha al saber que pronto estará de vuelta. Marbelia explica con
voz entrecortada que viven en una región muy intrincada, a más de
seis horas de viaje de Ciudad Bolívar y allí tienen el ambulatorio y
el Centro Integral de Diagnóstico donde los médicos se ocupan del
tratamiento de su hijo. Hasta allí ha llegado la atención, nos afirma
con una tímida sonrisa y agrega que la doctora Gineth es quien la
ayuda desde un inicio en las gestiones, hasta la manda a buscar,
tanto a ellos como a otros casos que requieren de una atención en
Cuba porque en Venezuela no tendrán respuesta en instituciones
públicas hasta que no finalice la remodelación de los hospitales.
Como es natural atendieron primero a la madre y al niño, noso-
tros quedamos para último pero felices. No pocas dificultades tuvo
199

la doctora Gineth desde que se graduó en Cuba a mediados de la

década de los noventa del pasado siglo, sabían que tenía una magní-
fica preparación profesional, pero los detractores de la Revolución
Cubana no faltan y no le perdonan que haya estudiado en la isla. Al
principio trabajó en un hospital, la miraban como si fuera un bicho
raro, hacía las historias clínicas con todos los detalles, algo que no
se acostumbraba en las instituciones públicas venezolanas allá
por el año 1995. Después se fue ganando el respeto de sus colegas,
nos explica ante otro café que no pudimos rechazar porque fue ella
misma quien lo hizo y cierto es que nos sentimos en casa ante el
néctar negro de los dioses blancos.
Su trabajo en la comunidad es inolvidable, aplicó todo lo que
aprendió en Cuba, veía al paciente de forma integral, lo que no podía
hacer en el hospital donde en apenas tres horas tenía que atender
a más de cuarenta personas por lo que malamente podía escuchar
y recetar, no tenía tiempo de profundizar. Presentó un proyecto
sobre medicina preventiva que fue apoyado en un municipio de
los Andes, en Mérida. Se traslada para allá y después de un año
de exitoso trabajo, durante el cual hasta fundaron un consultorio
popular donde no lo había, fue rescindido su contrato por negarse
a realizar campaña política a favor de un candidato de derecha.
De esa experiencia le quedó grabado el cariño que le demostró el
pueblo y el haber sembrado una semillita de esperanza, de lucha
en esas comunidades. Vuelve a Bolívar donde consiguió empleo
en el Municipio Cedeño que tenía unas condiciones precarias en
salud, comienza a trabajar sin descanso, y ya allí reflexionaba sobre
la posible ayuda de Cuba a Venezuela porque conocía muy bien el
internacionalismo de los cubanos. Para tratar de paliar la situación
casi emergente presenta un plan de Atención Médica Itinerante,
que no fue aceptado por los médicos de cuello y corbata.
Esta joven especialista sufrió los rigores de la oposición a la
Revolución Bolivariana cuando después de este intento fallido
por extender la presencia de médicos cubanos hasta ese rincón
del mundo llamado Caicara y cuando aún no se hablaba de Barrio
Adentro, fue ilegalmente e injustamente despedida de su trabajo
200

CAPÍTULO V
solo por abogar por la llegada de esos profesionales. Estuvo sin

trabajo varios años hasta que luego de las elecciones regionales
del 2004, el nuevo Gobernador la llamara para trabajar en un
proyecto de salud bolivariano. Por los resultados de su empeño en
beneficio del pueblo hoy preside el Instituto de Salud Pública del
estado Bolívar. Al bajar de los cerros de Caracas y extenderse Barrio
Adentro por toda Venezuela se materializaron sus sueños y piensa
que el mayor reconocimiento que le ha dado la vida son los bene-
ficios para toda la población que nadie puede negar. El tiempo le
dio la razón, y aun aquellos que la tacharon de utópica o soñadora,
comprenden que Barrio Adentro es una necesidad.
Sabe que el doctor Francisco Abad fue promovido a otras
responsabilidades por la Dirección Nacional de la Brigada Médica
Cubana en Venezuela y no niega que extrañará al amigo. Nos dice
con los ojos muy brillantes, que es otro hermano para ella. En estos
momentos el doctor Otto Rafael Recio Rodríguez pasa a ocupar la
responsabilidad, hemos tenido el privilegio de asistir a la entrega,
aunque no queremos estar en la despedida, ha sido mucha la carga
emotiva. Aunque reina la confianza y saben de la experiencia del
doctor Otto, para este joven profesional es todo un reto, no es igual
arreglar cosas que han tenido problemas, a mantener o superar lo
que se ha hecho bien, su mayor objetivo es lograr llegar con más
frecuencia a las comunidades aéreas. Cuando llega a Venezuela
su primera ubicación fue en el estado Zulia, luego pasaría a Delta
Amacuro y en estos momentos empieza en Bolívar. Subraya que se
ve el avance de Barrio Adentro en toda Venezuela que es el resul-
tado del trabajo colectivo, porque todos de una forma u otra son los
responsables del éxito.
Si para el hombre no ha sido fácil, mucho menos para el profe-
sional que vio nacer en Luyano, la barriada donde vive en La
Habana, el programa del Médico de la Familia que lo cautivó desde
un inicio hasta lograr también hacerse especialista en Medicina
General Integral. Los trabajos de dirección los asume pero no deja
de dar consulta cuando tiene una posibilidad en los operativos a
poblaciones lejanas y dispersas los fines de semana, en la docencia
201

dentro de la cual prepara su doctorado sobre el efecto de la Misión

Médica Cubana en dos años comparativos en el estado Delta
Amacuro que aborda todos los aspectos y que estamos seguros
ayudará a los que vengan a realizar su labor en cualquier lugar
de Venezuela. Estamos de acuerdo con él cuando nos dice que la
médula espinal de Barrio Adentro es la formación de los recursos
humanos venezolanos que asumirán la tarea. Se trata de saldar la
deuda social y nos menciona cómo en ocasiones llegaron a pobla-
ciones vírgenes de atención médica y lo que antes fue un sueño hoy
es una realidad.
Cansados pero satisfechos regresamos a Puerto Ordaz situado
en la ribera sur del río Orinoco, justo donde se une al gran Caroní
que se caracteriza por sus saltos y raudales que al atravesar el
Parque Nacional Canaima nos ofrece espectáculos difíciles de
describir porque no existen palabras para su grandeza. Afirman
los lugareños que se puede distinguir la corriente de ambos ríos,
pues mientras el Orinoco es marrón por los minerales que arrastra,
el Caroní es casi negro pues sus aguas corren en su mayoría sobre
rocas ígneas y la vegetación que arrastra se descompone.
Antes de finalizar este recorrido prometimos una próxima visita
para conocer de aquellos hombres y mujeres, cubanos y venezo-
lanos que hacen posible la Misión Milagro que ha devuelto la visión
a tres millones de personas, no solo de Venezuela, sino también de
otros países de la región. Nos detuvimos un momento para despe-
dirnos en la Sala de Rehabilitación de Los Robles y agradecer la
atención que nos dieran. Miguelito, uno de los rehabilitadores, iba
a ofrecer terapia domiciliaria a una paciente que no tenía movi-
lidad y nos ofrecimos a llevarlo. Por lo apasionante de la historia
que nos narró en el camino terminamos sentados en la sala de la
casa de otro paciente que ya se había recuperado. Hace apenas seis
meses un joven de 21 años al salir de su vivienda le pide a un vecino
que iba en su moto que lo adelante y se monta en la parte de atrás.
Apenas cien metros después tienen un accidente, el joven cae de
la moto en marcha, lo que le ocasiona varias fracturas en el cráneo,
su amigo muere y a él los médicos lo dan por desahuciado. Todos lo
202

CAPÍTULO V
dan por muerto y avisan a la madre que desesperada se da cuenta

de que su hijo no responde pero aún respira. Resultado: 17 días en
terapia intensiva y salió como un vegetal, ni se movía, ni hablaba,
pero eso no la desanimó y acudió con todo el expediente médico
del muchacho a las instituciones especializadas de Barrio Adentro
como le había referido su doctora del Consultorio Popular. Había
una posibilidad de recuperación y en el hospital no hay rehabilita-
ción para esos casos, ni tampoco podía costear una clínica privada
probablemente en Caracas.
Miguelito tomó muy a pecho el caso, durante el primer mes
le hizo la terapia en la casa todos los días, incluyendo sábados y
domingos. Cuando ya el paciente pudo moverse, los familiares lo
llevaban a la Sala de Rehabilitación, todos se pusieron en función.
Hoy camina, corre, y nos cuenta los hechos como una pesadilla, fue
un accidente, pero pudo haber tenido nefastas consecuencias, dos
veces le salvaron la vida, primero los médicos venezolanos en el
hospital y luego los especialistas cubanos para devolvérsela. Saben
que esto solo ha sido posible gracias a la unión de dos revoluciones,
que no se detienen en busca del beneficio de los pueblos porque los
olvidados de siempre hoy son los protagonistas, en esta tierra deno-
minada por los nativos “El jardín de Dios”.
Sin descanso
2008 es un año decisivo para la Revolución Bolivariana tal como
lo dio a conocer en sus inicios su líder, Hugo Chávez Frías. En el
programa Aló Presidente puso sobre la mesa los lineamientos del
diario quehacer en esa batalla de titanes: revisar, rectificar, reim-
pulsar. En ello estamos envueltos todos y su protagonista es el
pueblo venezolano. Usted, que nos acompaña en esta historia, será
partícipe de la obra, no como simple espectador, sino como arqui-
tecto capaz de construir un mundo mejor, dispuesto a desafiar
todos los retos para salvaguardar la humanidad. Para esta labor de
dimensiones incalculables se requiere la participación de todos en
apretado nexo donde no solo se involucren los brazos, sino que se
203

ponga el corazón. Tenemos el privilegio de ver que América Latina,

como Ave Fénix, resurge de sus cenizas hacia un nuevo amanecer.
Los hijos de Simón Bolívar y José Martí destierran la ignorancia
para que los pueblos rijan sus destinos, se hace cada día más fuerte
el ALBA, Alternativa Bolivariana para las Américas, sobre sólidas
bases económicas, políticas y sociales para enfrentar al poderoso
vecino del norte que sueña con desgarrar nuestras raíces para
saciar su apetito voraz. Pretende crear la República Independiente
de Coquivacoa, nombre indígena de la región, para conformar el
denominado Arco occidental y clavar la daga en el corazón de Vene-
zuela, desangrarla y poder aplicar a sus anchas la política imperial
de “divide y vencerás” como estrategia de base.
Llevar a vías de hecho el Proyecto Simón Bolívar es un compro-
miso de honor en la construcción del Socialismo del siglo XXI,
que si bien es cierto busca el rescate de la identidad venezolana
en lo político, económico y social. No olvidemos que en su segundo
artículo se plantea alcanzar la suprema felicidad social y deja
bien claro la necesidad de relanzar las misiones que son las que
permiten que los beneficios sociales lleguen a toda la población
con rapidez, principalmente a los más pobres, sin las trabas buro-
cráticas de las instituciones establecidas con las que se fundirán
progresivamente con una estructura social incluyente. Saldar la
deuda social de siglos es una tarea para ayer, no para mañana, urge
que el pueblo tenga lo que le pertenece a corto plazo.
Un resultado exitoso de este proyecto es la Misión Barrio
Adentro, que en poco más de una década llevó la atención médica
a niveles sorprendentes, con un modelo único en el mundo al tras-
ladar la tecnología diagnóstica y terapéutica más avanzada a la
atención primaria, a la comunidad, con profesionales altamente
calificados y de forma totalmente gratuita. Ahora bien, toda obra
humana puede perfeccionarse y en ello están inmersos cubanos y
venezolanos.
Desde los cerros de Caracas hasta las entrañas de los Andes
ofreceremos un abanico de este huracán de pasiones que envuelve
a Barrio Adentro en programas tan importantes como la Atención
204

CAPÍTULO V
al Adulto Mayor, el Materno Infantil, la lucha contra el dengue, la

formación masiva de los Promotores de Salud y el trabajo comu-
nitario en su conjunto. En todos ellos palpamos la presencia de la
Misión Milagro y la más sublime de todas, la Gregorio Hernández,
por su carácter profundamente humano y con la que se alcanza un
escalón superior en Barrio Adentro y se llega a lugares insospe-
chados.
No es fácil escribir estas líneas cuando los ojos se nublan, pero
esta vez no de tristeza, sino de alegría al constatar que no solo se han
identificado los problemas, se dan soluciones. Nos acompañarán
en nuestra visita a las Salas de Batalla donde el pueblo organizado
participa en Barrio Adentro para llevar la ayuda al necesitado hasta
la puerta de su casa.
Muestra de esta hermosa realidad, de estos cambios de la Revo-
lución Bolivariana que impactan aun a aquellos que no quieren
ver, es la Laguna de Sinamaica, situada en el estado venezolano de
Zulia conocido internacionalmente por sus riquezas petroleras. Allí
en ese lugar de ensueño plagado de humildes chozas construidas
sobre el agua, los famosos palafitos, en condiciones que nos hacen
reflexionar en más de un tema. Encontramos a un indígena con sus
lentes nuevos y no solo le habían devuelto la visión al operarlo de
cataratas luego de una década de estar sumido en la oscuridad, sino
que había aprendido a leer y escribir.
Ese hombre que no permitió que le tomáramos una foto porque
no lo acaba de convencer la lucecita de la cámara, nos leyó una carta
a su Presidente por los beneficios que le da a todos los que como él
nunca habían tenido ni siquiera el derecho a la vida. En su corta y
emotiva misiva en un español cargado del dialecto de su etnia, pone
en primer lugar el agradecimiento porque su hija más pequeña ya
cursa el tercer año de Medicina Integral Comunitaria para garan-
tizar la continuidad de un sueño hecho realidad.
Recorrerán con nosotros rincones insospechados de Vene-
zuela donde no llega la señal telefónica y mucho menos Internet,
allí en mesetas que parecen suspendidas entre nubes, en sinuosas
regiones costeras, en pequeños claros de la selva, en la llanura que
205

se pierde en la distancia, en islas que requieren de varias horas en

lancha rápida para pisar tierra firme, caminos y vericuetos que no
se reflejan en mapas, allí está Barrio Adentro.
Volvemos a retomar los acuerdos de la Cumbre de Alma Ata en
1978 donde se buscaba la salud para todos en el 2000. Para llegar
a ello el eje central era la implantación y desarrollo de la atención
primaria de salud, que perseguía la integración de formación sani-
taria, prevención, medicina curativa y rehabilitación, meta que
muy pocos países pudieron alcanzar. Allí se establecía que solo se
lograría con el perfeccionamiento de la atención primaria espe-
cializada y la participación de la comunidad, esto y mucho más se
obtiene en Venezuela donde esos acuerdos pasaron de ser letra
muerta a la acción.
Con una profunda base científica se logra en Barrio Adentro la
participación de los pobladores, no solo a través de los Comités de
Salud, sino también de los Consejos Comunales que asumen que
para mejorar la calidad de vida del hombre es necesario tener en
cuenta no solo la ausencia de enfermedad, sino también las condi-
ciones de vida, tales como el abastecimiento de agua potable, la
alimentación, las instalaciones sanitarias o la situación habita-
cional. Junto a Barrio Adentro en el 2003 se fortalecen los Comités
de Salud como señalan múltiples documentos y los testimonios.
Por primera vez el pueblo venezolano en su comunidad asume la
responsabilidad individual y colectiva de cuidar tanto el bienestar
físico como mental de cada uno y son decidores en la obtención del
éxito de los diferentes programas sociales necesarios para lograr
un todo.
En cada Consultorio Popular o Ambulatorio de Barrio Adentro
está vigilante y atento un representante del Comité de Salud que se
encarga de la gestión práctica y logística, organiza a los pacientes
para que se sientan lo mejor posible, se han convertido en Promo-
tores de Salud y dan charlas sobre temas tan importantes como el
dengue, el SIDA o Chagas. Esto pudimos encontrarlo a cada paso
y constatamos que están muy bien preparados, con ellos conver-
saremos a lo largo de esta nueva travesía. Los comités de salud no
206

CAPÍTULO V
solo se encargan de la gestión práctica y logística de Barrio Adentro,

sino también de la organización de las asambleas comunitarias que
abordan cuestiones sanitarias.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Ruth Arias, la coordi-
nadora de los Comités de Salud en un municipio del estado Aragua.
En la zona ya tienen 25 funcionando en el momento de hacer estas
líneas y están en plena etapa de constitución un número supe-
rior. Ella nos narra cómo ya existía este tipo de organización en la
comunidad pero es a raíz de Barrio Adentro que toma fuerza ya que
ellos son los que conocen en cada zona cuáles son los principales
problemas de salud. Son ellos los que de la mano con el médico
van casa por casa viendo las necesidades en materia de salud que
presenta la comunidad.
Ruth es muy inquieta, apenas se mantiene sentada, es capaz de
asumir su responsabilidad como ama de casa y con la sociedad. Nos
dice con orgullo que su municipio es uno de los pioneros y con una
amplia y pícara sonrisa afirma que sin dudas es el mejor organizado
de todo el estado Aragua, eso ha traído gran impacto en la población
y quedamos convencidos de que la labor que realizan es excelente.
Trabaja estrechamente con la coordinadora de la ASIC, el Área de
Salud Integral Comunitaria, la Doctora. Belkis Maceo, a quien cali-
fica de incansable, y recuerda aquellos primeros tiempos de Barrio
Adentro cuando fueron juntas a la comunidad buscando casas o
locales para los consultorios y los médicos cubanos. En esta tarea
participaron los líderes de la comunidad a los cuales se han sumado
otros en estos años y trabajan con denuedo en la revitalización del
programa.
Siempre que la necesitan allí está. Cuando organiza la Fiesta
de la Salud no solo logra que todos asistan, sino que participen y
aporten momentos inolvidables a través de la cultura y el deporte
con mensajes dirigidos a mejorar la calidad de vida, si hay un censo
para ayudar en un nuevo proyecto para beneficio colectivo, allí está
Ruth. Nos enseñó en detalles la labor que desarrollan en la comu-
nidad y centros escolares en lo referente al programa de educación
sexual en los adolescentes, encaminado no solo a evitar el embarazo
207

precoz, sino también las infecciones de transmisión sexual que sin

dudas a mediano y largo plazo va a tener resultados positivos en la
comunidad.
En respuesta al llamado del presidente venezolano Hugo
Chávez en el 2006 surgen los Consejos Comunales que según
consta en los documentos oficiales es:
La instancia de participación, articulación e integración entre las

diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciuda-
danos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado, ejercer
directamente la gestión de políticas públicas y proyectos orientados
a responder a las necesidades y aspiraciones de la comunidad en la
construcción de una sociedad de equidad y justicia social.
Como conocíamos que la Asamblea de Ciudadanos es la máxima

instancia primaria para el ejercicio del poder, la participación y el
protagonismo popular, cuyas decisiones son de carácter vinculante
para el consejo comunal respectivo, decidimos participar en una de
ellas y fue muy interesante para nosotros constatar el despertar de
un pueblo. Esta asamblea es la máxima instancia de decisión del
Consejo Comunal, integrada por las y los habitantes de la comu-
nidad mayores de 15 años. Es interesante comprobar lo importante
que ha sido para las comunidades el programa de desarrollo endó-
geno, se dan los primeros pasos y si en un inicio no era sencillo que
los ciudadanos plantearan los problemas y casi imposible encon-
trar una propuesta de solución, los tiempos han cambiado y cada
vez uno siente palpitar en el ambiente el sentido de pertenencia
que los ayuda también a defender los intereses colectivos e indivi-
duales.
En todo esto lo más difícil es lograr la unidad para el bien
común. En ocasiones todos quieren imponer su criterio pero luego
de múltiples conversaciones se logra organizar una actividad
recreativa, dar una asamblea con excelente participación, formar
brigadas voluntarias para combatir al aedes aegypti y no solo que
las puertas de la casa se abran de par en par, sino que hasta café
208

CAPÍTULO V
o un refresco le brindan. El trabajo desbrozó el camino y abrió los

corazones porque no hay tiempo para descansar.
El Comité de Trabajo del Consejo Comunal es un colectivo o
grupo de personas organizadas para ejercer funciones específicas,
atender necesidades y desarrollar potencialidades de cada comu-
nidad, articula y promueve la participación e integración de las
organizaciones comunitarias, movimientos sociales y habitantes de
la comunidad. Ruth fue de las luchadoras sociales como hay cientos
de miles en Venezuela que se incorporaron desde un inicio a Barrio
Adentro y otras misiones, pero también nos encontramos a otros
que han tomado conciencia de su función en la sociedad luego de
haber militado activamente en las filas de la oposición.
Uno de estos casos lo encontramos en los dichos de un hombre
en un rincón paradisíaco del estado Táchira, más cercano a
Colombia que a San Cristóbal, la capital de la región. Le dicen La
Fría, no por la temperatura ambiente que es bastante cálida, sino
que cuenta la leyenda que otrora cuando se aventuraban por aque-
llos lares la gente se quedaba fría porque morían del susto, pero no
nos dieron más explicaciones. Nos explica este hombre que apenas
rebasa la década de los cuarenta que en la zona, ellos los opositores,
lograron derrotar en las elecciones pasadas al chavismo, con ese
grupo estaba él, se dio cuenta de que en vez de construir empezaron
a destruir, a hacer daño para perjudicar al Gobierno Nacional sin
percatarse que se revertía contra ellos mismos. Ante esta amarga
realidad en que estaba inmerso comprendió que eso no estaba
funcionando, que era mejor construir, por lo que se fue al Consejo
Comunal para trabajar por la Revolución Bolivariana que sí se
ocupaba del beneficio de la comunidad.
El grupo opositor que ganó, mostró sus ansias de poder, querían
ser concejales, alcaldes y nunca trataron de ayudar a la comunidad:
si se asfaltaban las calles era malo, si se acomodaban las escuelas
era malo, todo lo que querían eran llevarse los recursos a sus bolsi-
llos. Nos mira serio y recuerda cómo el poder del pueblo los pudo
sacar del Consejo Comunal y ahora está triunfando la Revolución.
Hombres y mujeres como este hay muchos que demuestran una
209

vez más que equivocarse es de humanos y rectificar es de sabios,

comprenden que es necesario trabajar en la comunidad en equipo,
de forma colectiva. Antes de despedirnos no deja de repetirnos que
la clave del éxito está en aceptar a las demás personas como son
porque todo ser humano es como es, tiene defectos, tiene virtudes
y no nos podemos disgustar por una crítica constructiva. Sabe que
el trabajo en equipo es el que da ganancia, es lo que hace que un
pueblo surja, siga adelante, la buena intención de trabajar por la
comunidad y el bienestar de la familia.
Lo que enriquece la Revolución Bolivariana es su búsqueda
constante de soluciones a los problemas de ese pueblo que antes de
1998 solo se tenía en cuenta para el proceso electoral, necesitaban
su voto y los llenaban de mentiras. Las promesas caían siempre en
un saco sin fondo, pero las cosas han cambiado mucho y la organiza-
ción de la comunidad es su pilar, es por eso que continúa la elección
del Consejo Comunal en lugares donde no había o la zona abarca
tanta población que es necesario la división por sectores donde
la población sobrepasa los 1.500 habitantes. En las comunidades
hemos palpado el agradecimiento a los doctores cubanos, están
muy contentos con su trabajo, siempre afirman que su módulo es el
de mayor receptividad por la población porque los médicos tienen
fama de ser muy cordiales. Afortunadamente ya en estos andares
nos encontramos con profesionales venezolanos que han hecho
la especialidad de Medicina General Integral y trabajan en Barrio
Adentro con una magnífica labor comunitaria y una entrega a la obra.
Estos luchadores por la salud en la comunidad están incorpo-
rando a las nuevas generaciones en las labores de prevención de
enfermedades y promoción de salud. Coinciden que esto lo hacen
porque las nuevas generaciones son el futuro del desarrollo y el
beneficio que les ha dado su máximo líder, Hugo Chávez. Con esa
inteligencia natural que tienen los pueblos subrayan que tal vez
ellos no sean capaces de ver en toda su magnitud las proyecciones
de su Presidente pero están seguros de que sus hijos, sus nietos, sí
lo vivirán. Para ellos y para cualquiera de nosotros ese es un futuro
muy importante.
210

CAPÍTULO V
Es indiscutible que en todo momento están presentes los cinco

motores de la Revolución Bolivariana, que si bien el último y más
importante es el fortalecimiento del poder comunal, son imprescin-
dibles los cuatro restantes que transitan por las leyes habilitantes
donde la Asamblea Nacional autoriza al Presidente de la Repú-
blica para que en el Consejo de Ministros, con los procedimientos
señalados en la Constitución, emita decretos-leyes que posibiliten
la legitimación de los medios para que los beneficios lleguen a la
población a través de las misiones.
El segundo motor son las reformas de la Constitución para
agilizar el camino hacia el socialismo del siglo XXI; el tercero dedi-
cado a la revolución en la educación bajo los conceptos boliva-
rianos de “Moral y Luces” como los polos de una República que va al
rescate de sus valores autóctonos y el cuarto es el reordenamiento
del territorio nacional luego de un análisis político, social, econó-
mico y militar para el mejor desarrollo del país en su conjunto.
Muchos observadores opinan que todo este proceso viene a dar
respuesta, no solo al compromiso electoral, sino también al que se
adquirió al refrendar la nueva Constitución de la República Boli-
variana, que si bien en sus inicios, luego de ser aprobada por una
inmensa mayoría de la población, fue ignorada por la oposición. Lo
que llama la atención es cómo la defienden después que se propu-
sieron las reformas hasta los que no quieren saber nada de los rojos,
rojitos. Con esto se trata de viabilizar lo que ya está reflejado en la
Constitución de 1999 y superar algunas contradicciones.
En salud uno de los temas que abordamos en una u otra ocasión,
directa o indirectamente fue el de la integración de Barrio Adentro
con el Ministerio de Salud de Venezuela. La práctica social eliminó
barreras que muchos catalogaron de insalvables, pero ese hombre
sencillo y desconfiado por los maltratos recibidos en décadas de
explotación le abrió los brazos a los médicos cubanos que muestran
día a día lo que es la medicina revolucionaria, donde lo principal es
el ser humano. Hubo que romper muchos esquemas pero se logró
con el ejemplo diario.
211

Parte de esta hermosa integración la han labrado desde la

comunidad médicos venezolanos que se hicieron especialistas en
Medicina General Integral con los profesores de Cuba para trabajar
en Barrio Adentro. A ellos se unen los egresados de la Escuela Lati-
noamericana de Medicina que conforman el Batallón 51, las enfer-
meras, los técnicos, los luchadores sociales y la Brigada Médica
Cubana en esta tarea sin parangón.
Uno de estos hombres es el doctor José de Pablous quien
siempre tuvo la vocación desde que se hizo médico de trabajar en
la comunidad. Antes dirigió algunos hospitales y renunció a eso
para hacer la especialidad de Medicina General Integral. Cree que
ahí desempeña un mejor trabajo que estar encerrado entre cuatro
paredes en una función administrativa. Recuerda que a ellos les
exigían en cada Consultorio Popular formar un Comité de Salud
y sabe que esa ha sido una de sus fortalezas, tiene un magnífico
ojo para seleccionar las personas que querían trabajar en el área
de la salud de una manera voluntaria. Sabe que a través de ellos
han podido cumplir con algunas de las funciones que exigen los
programas de salud en la comunidad.
Mientras nos refugiábamos a la sombra de un sol que rajaba
las piedras entre las laderas de las montañas de Táchira señala
que primero se hizo una asamblea de ciudadanos y ciudadanas
para formar un Comité de Salud, cuando ya sabían los que querían
trabajar de forma voluntaria en la comunidad se reunieron con ellos
y empezaron la tarea. El doctor Pablous tiene hoy en día el consul-
torio que es una maravilla, muy humilde pero sus Defensores de la
Salud se involucraron de tal manera que pintan paredes, decoran
puertas y ventanas, buscan y encuentran para que el paciente se
sienta cómodo durante la espera. Tienen unos murales de orienta-
ción a la población que logran acaparar la atención de todos.
En la práctica no tenían nada, solo lo indispensable que les
había facilitado el Gobierno. A través de una gestión que se hizo
con la Lotería del Táchira pudieron obtener algunas cosas para
el consultorio que estaba más o menos equipado comparado con
otros, porque allí la casa era casi de juguete y con mucho uso.
212

CAPÍTULO V
Posteriormente se les ha ido involucrando en algunos temas

de salud y dándole la participación ciudadana. Nos explica que
dándole el liderazgo que cada uno potencialmente puede tener,
ellos se han ido fortaleciendo poco a poco y asumiendo como algo
propio el bienestar general. De la comunidad, empezando por la
familia, el mejorar la calidad de vida de todos los pobladores es una
palabra de orden. Nos pone el ejemplo de una de sus promotoras
de salud que hizo un proyecto para mejorar las viviendas en una
vía de alto peligro de derrumbe y en una visita del presidente Hugo
Chávez a la región se lo presentó, posteriormente llevó a Caracas
un video que mostraba toda la situación y les dieron la oportunidad
de cambiar sus ranchos por casas.
El Gobierno ha entregado 125 viviendas para personas que
vivían nómadas, sin comunidad. Al involucrarse la población en
todos esos problemas que también perjudican la salud y a través de
las necesidades que ellos mismos tenían, han comprendido poco a
poco la importancia que tiene el trabajo sanitario preventivo en el
barrio.
Tiene un grupo de Promotoras de Salud que califica como
Comité de Alto Desempeño porque están constantemente en el
consultorio previniendo muchas cosas, ayudándolo, ellos hacen
también la parte de Contraloría Social, incluso si él llega o no, están
pendientes de todo, ayudan a pintar, están remodelando, hacen el
censo en las tardes, en fin, trabajan en el terreno.
Nos fuimos a un local habilitado como aula donde los estu-
diantes de Medicina Integral Comunitaria, guiados por su especia-
lista del Consultorio Popular, impartían clases a los promotores de
salud de la comunidad. Lo que José considera que es lo más impor-
tante hasta el momento, es profundizar en los temas que ellos tenían
necesidad de conocer más a fondo. Eso para él ha sido fundamental
para el desarrollo del potencial que hay en la comunidad del cual
ellos son multiplicadores para su familia y para todo el entorno de
la comunidad, del área geográfica que él atiende. Tiene la responsa-
bilidad en su área de alrededor de 1.300 personas y nos explica que
la salud es dinámica, unos se mudan, otros de repente se mueren.
213

Al año hacen dos censos para ver cómo se ha manejado la situación

y ahí tienen en cuenta más que todo las necesidades, las enferme-
dades crónicas y no crónicas, entonces a ellos les han parecido los
temas muy importantes tales como el control de la hipertensión o la
diabetes y han querido saber más de eso.
Tienen un club de diabéticos, otro de hipertensos, no olvidan
a las embarazadas y los adolescentes. Gracias a la colaboración
de ellos con la asesoría de los médicos han disminuido la morta-
lidad y las personas con enfermedades crónicas no transmisibles
se enferman menos, las crisis son menos frecuentes. Trabajan
muy unidos a las misiones como Negra Hipólita, Hábitat, Mila-
gros y José Gregorio Hernández, entre otras. Esboza una amplia
sonrisa y nos dice que cuando llegaron los genetistas cubanos ya
tenían el censo completo de las personas con discapacidad del
área. Lo que hicieron fue llevarlos a las casas y mostrarles los
casos. No nos sorprendió cuando nos informa que hasta gestio-
naron con la Lotería del Táchira coches especiales, alguna cama y
así sucesivamente, lo que no estaban cubiertas las necesidades y
se está logrando actualmente con las asignaciones del Gobierno.
Nos impresionó gratamente el espíritu de trabajo reinante en ese
colectivo, los deseos de conocimiento y ellos asumen que el día de
mañana pueden ser también los beneficiados, se dan cuenta de la
necesidad de acudir temprano al médico ante cualquier síntoma
para evitar males mayores, de lo que logran con la prevención para
evitar la visita al especialista cuando ya no te puedas ni mover y
sobre todas las cosas el que por primera vez tengan a alguien que se
preocupe de su bienestar tanto físico como mental.
Piensa el doctor Pablous que la parte más importante es la
educación, y afirma que si la abordan en unión con el resto de las
misiones y se logra alcanzar la integración, entonces con el favor
de Dios van a tener un área geográfica, una comunidad de mejor
calidad de vida. Visitamos con ellos a algunos de los integrantes
del Club de Hipertensos. Conocían al detalle a los que olvidaban
voluntariamente que deben bajar la sal en las comidas, los instan
a que hagan ejercicios o se asesoren con el Instituto Nacional de
214

CAPÍTULO V
Nutrición, con los llamados Nutripuntos. Los pesan y tallan en la

consulta para saber cuántas libras de más tienen y les enseñan cómo
lograr el peso ideal, algo que para algunos es una quimera pero que
puede ser posible siempre y cuando no existan problemas hormo-
nales y tengan voluntad. Acudimos a una de las charlas y conver-
samos con algunos pacientes que se han interesado en profundizar
en el tema, conocer qué es lo que hacen e incluso solicitar una dieta
especial que se les orienta sin dilación. No olvidamos en este reco-
rrido al Círculo de Abuelo que ya nos habían informado que tenían
premios en competencias del estado donde cubanos y venezolanos
se funden en un solo hombre. Esto poco a poco ha hecho que se
integren las cosas en una comunidad que despierta gracias a todas
esas misiones y pueden lograr que el día de mañana el árbol de la
vida crezca frondoso ante los ojos perplejos de los incrédulos que
aún quedan en cualquier parte del mundo.
En la lucha contra el mosquito aedes aegypti, transmisor del
dengue, utilizan a los niños, son los Simoncitos en honor a Simón
Bolívar. Para nadie es un secreto que el profesor es lo máximo para
ellos después de los padres, lo que diga el profesor es sagrado.
Entonces aprovechan esa coyuntura para llevar a cabo algunos
programas, escuchamos hasta unas canciones para prevenir la
enfermedad compuestas por un grupo de niñas y les aseguramos
que son muy contagiosas y llevan el mensaje.
Los médicos salen a la comunidad en unión de su equipo de
promotores y dan a firmar un manuscrito redactado por el Comité
de Salud donde deciden ser ejemplo en mantener limpios sus
hogares, sus patios. El documento lo distribuyeron a medida que
iban caminando por toda la comunidad y es el primero que los
recibe al llegar al Consultorio Popular de Barrio Adentro. Así poco
a poco se logra la integración cuando los pueblos toman conciencia
del papel protagónico que les ha tocado desempeñar por primera
vez en la historia de su país.
De regreso a Caracas desde los Andes fuimos a visitar en
Miranda a la doctora. Zully Morales, coordinadora venezolana de
Barrio Adentro en esos momentos por el Ministerio de Salud en ese
215

estado que se caracteriza por una compleja distribución territorial,

quien luego de brindarnos un delicioso café a lo cubano nos dice
que está muy contenta desde que recibió en Guatire a los primeros
especialistas de la isla para ubicarlos en las viviendas con las fami-
lias. Esa es para ella la primera integración que se logra, la acepta-
ción de la población para que los especialistas vivieran con ellos
en la comunidad. Nos narra que aunque no fue fácil en los barrios
más pobres en las zonas de clase media fue muy duro. Hubo que
hacer guardias con ellos, cuidarles la vivienda, apoyarlos. Ella como
médico se sentaba en los consultorios y cuando llegaba la gente le
contestaba que estaba allí con ellos. Su especialidad es traumato-
logía y cirujana de mano pero es una apasionada del trabajo en la
comunidad. Así empezaron para lograr la aceptación de un grupo
de personas que no querían al médico cubano.
Recuerda cuando llevaba a los profesores cubanos a su clínica
para que la ayudaran e intercambiaran con los especialistas vene-
zolanos que después de media hora hablando con ellos compren-
dían que estaban muy bien preparados, que eran colegas. Cuando
aún no existía ni remotamente el cargo ya ella sabía que iba a ser
coordinadora de Barrio Adentro del estado Miranda. Primero entra
a trabajar en la Gobernación con la primera dama después fue para
salud y es ahí donde empieza a ejercer lo que quería, lo que consi-
dera su misión, la de integrar el sistema convencional del Ministerio
que existía con Barrio Adentro, o sea, venezolanos con cubanos.
Empezó a unir los médicos, a llevar los cubanos a los hospitales,
a reunirlos con ellos, y lo que de verdad era su Leitmotiv, que Barrio
Adentro laborara con todos los programas del sistema establecido
de salud, de dengue, de enfermedades venéreas, del VIH, materno
infantil, todos estos programas que están establecidos a nivel inter-
nacional, bajarlos a la comunidad, a la base, con esa fortaleza a nivel
del sistema primario. Ahí es donde considera ella que estaba la falla,
entonces ese era el objetivo, subraya mientras nos detalla la Sala
Situacional que refleja el estado de salud de la población. Allí reúne
a todos los coordinadores de ambas partes y los pone a trabajar.
216

CAPÍTULO V
Ella tiene establecida como una pequeña competencia. En

el encuentro cada distrito presenta lo que está haciendo, esto
permite que se establezca una rivalidad sana para ver quién lo está
haciendo mejor por los resultados. Ese tipo de competencia se fue
imbricando de modo que ya sus operativos y todas sus actividades
las hacen en conjunto. No deja de lamentar que hay áreas donde
no tiene casi personal venezolano y se apoyan mucho con Barrio
Adentro lo que no sucedía al principio. En esto se ha dado de forma
curiosa la incorporación de vocablos como estomatólogos. Ya ahí
sabes que están trabajando con cubanos porque en Venezuela los
llaman odontólogos, a veces mencionan CDI, SRI, en vez de Centro
de Diagnóstico Integral o Sala de Rehabilitación, eso lo encuentras
tanto en unos como en otros. Esto forma parte también de la inte-
gración, es poco a poco, pero se está dando.
Todo este trabajo recuerda que se inició para bajar la incidencia
de casos de dengue. Barrio Adentro hacía las presentaciones ante el
Ministerio de Salud y se ha logrado que no se mueva ningún recurso
ni se haga nada sin antes realizar las mesas de trabajo que se hacen
para la parte de infraestructura y equipamiento entre otras cosas.
Todos están presentes, si van a pintar el color se selecciona entre
todos, si van a comprar la comida, deciden en colectivo dónde la van
a comprar. No se hace nada por decisión individual, se hacen las
cosas desde el punto de vista técnico con las consultas previas para
un mejor resultado.
La doctora Zully Morales compara con la situación en otros
estados en las reuniones que realizan y no en todos los lugares la
integración funciona. En Miranda al principio pasaba lo mismo.
Una de las cosas que alegaban era que los cubanos no dan esta-
dísticas, que no dan esto, que no dan lo otro, pero ella vio que en
realidad no había problemas, habló con los dirigentes de la Brigada
Médica de Cuba y toda esa información es consolidada entre el
sistema de salud convencional y Barrio Adentro, es una sola la que
sale para el Ministerio de Salud, esa es su forma de trabajar. Sus
ojos brillan de alegría cuando nos dice como una niña traviesa que
en estos momentos se unen en la parte materno-infantil para bajar
217

los índices de morbi-mortalidad, mejorarlos. El planteamiento

general es que tienen fortaleza en el sistema primario de salud con
Barrio Adentro que apoya en la atención a la mujer embarazada,
su control prenatal, medicamentos y después cuando vayan a la
atención hospitalaria es cuando entrarán los médicos venezolanos
en los hospitales que se están remodelando y fortaleciendo con
nuevos equipamientos.
Realiza intercambio con los directores de hospitales y clínicas
para que los cubanos conozcan a los jefes de servicio y otros espe-
cialistas y se acordó que cuando llegue una referencia, esta no diga
solo Barrio Adentro, sino también el Área de Salud. Los tiempos
cambian, antes en los hospitales no aceptaban los casos de Barrio
Adentro, los saboteaban, no querían atender a las mujeres, ahora el
médico cubano se va a reunir en las salas con los jefes de servicio
de obstetricia, con los pediatras y demás, para que ellos conozcan
los casos que están llevando y se los reciban. Con esa vitalidad
que caracteriza a la doctora Zully nos habla de cómo ella en sus
reuniones los atiende a todos en bandeja de plata, les sirve refrige-
rios de modo que con esa parte social, que no nos faltó a nosotros,
se va ganando a la gente. Busca con esto también la integración de
la parte social con el trabajo. Ha comprobado que con dos o tres
reuniones se rompe el hielo, porque con dos o tres conversaciones a
nivel técnico uno sabe que conocen de lo que están hablando.
En Miranda se ha logrado la integración, no solo a nivel de
estado sino también en la base, en el Área de Salud Integral Comu-
nitaria, aunque el problema sigue siendo que tienen pocos médicos
venezolanos en la atención primaria, en los ambulatorios donde casi
90% eran llevados por venezolanos, ahora están en los hospitales o
en otras áreas privadas y demás. Afirma que la fortaleza radica en
que Barrio Adentro como tal es el que está llevando los ambulato-
rios que eran de la red convencional de Venezuela. Tienen también
puntos de salud que son casas adaptadas o locales que los llevan
los cubanos, ambulatorios hechos para la Misión Barrio Adentro
y otros que ya existían, que están solos a pesar de los arreglos y
las comodidades instaladas. Nos dice que si analizan toda la red
218

CAPÍTULO V
primaria de atención en salud, 90% es de la Misión Médica Cubana

y algunos pocos sitios con los venezolanos, muy pocos por cierto.
Los médicos venezolanos de Miranda tienen la lista de todas las
Áreas de Salud Integrales Comunitarias, ASIC, ya conocen las que
funcionan en su distrito que dependen de la cantidad de población.
Ellos tienen la lista de cada coordinador de ASIC y los coordina-
dores de ASIC ya tienen los teléfonos de todos los jefes de distrito,
para que ellos se intercambien pacientes, se intercambien recursos.
La práctica social les ha demostrado que es más sencillo y rápido
resolver los problemas que tengan a nivel de ASIC que ir hasta
las autoridades del estado. Los enseñó a caminar, ahora deben de
correr porque no hay tiempo de ceremonias.
En las manos de todos

La lucha contra el dengue es una de las más difíciles porque
no se puede descuidar ni en tiempos de seca ya que el transmisor
de esta enfermedad, el mosquito aedes aegypti, deposita sus huevos
en aguas limpias y la batalla se gana en el hogar, no importa que se
repita lo mismo una o mil veces, hay que hacerlo porque no vale
nada lo que hagamos si el vecino se queda de brazos cruzados. En
el mundo constituye un problema de salud y cobra vidas en las
formas de presentación más graves. Venezuela no está exenta de
esta situación pero se han unido las fuerzas de Barrio Adentro y
el Ministerio de Salud con la comunidad para dar una batida a ese
zancudo de patas blancas, como se le conoce por la población. Ni
cortos ni perezosos buscamos los lugares de mayor infestación para
conocer el trabajo que se estaba haciendo pero con la esperanza
de que ninguno de esos pequeños insectos se enamorara de noso-
tros en el camino. Seleccionamos el estado Miranda, no a los Teques
o Petare, llegamos a los Valles del Tuy que no está tan cercano a
Caracas como parece en el mapa.
Nos recibió un clima cálido y seco que nos hizo recordar cómo
en la lucha por la Independencia sus tierras fueron regadas por
la sangre de muchos patriotas. Por allí cruza el río Tuy que según
algunos historiadores toma el nombre de la contracción del
219

vocablo indígena Tucuy cuando empezó a utilizarse por los colo-

nizadores. Nos acompañó el doctor José Antonio Naranjo, coor-
dinador de epidemiología de Barrio Adentro en el estado, quien
señala que teniendo en cuenta el comportamiento de la enfer-
medad en el 2007 se tomó como estrategia reunirse con las autori-
dades de salud venezolanas para profundizar en el tema aunque ya
venían trabajando en conjunto. En esa oportunidad Iván Pacheco,
director regional de Salud en Miranda aprobó la iniciativa de crear
una Sala Situacional con un Puesto de Mando de Lucha contra el
dengue.
A partir de ese momento, nos cuenta el doctor Naranjo, comen-
zaron a reunirse todas las semanas y en el 2008 arrancaron con esa
estrategia que tenía dos aristas, una primera que era la participa-
ción intersectorial en un encuentro de epidemiólogos venezolanos
y cubanos, así como también representantes de otros organismos
que están involucrados en el tema ambiental y los que quisieron
incorporarse a combatir la enfermedad que se iba a abordar. Un
segundo aspecto importante a tratar era la participación comu-
nitaria. Ya existía la cooperación de los líderes de salud porque
la Misión Barrio Adentro hace acciones a nivel de la comunidad
con los Comités de Salud, los Círculos de Abuelos, las Madres del
Barrio, el Frente Francisco Miranda y otras organizaciones popu-
lares que brindan su apoyo en las movilizaciones que se hacen de
saneamiento y del tratamiento adulticida, o sea, para combatir el
mosquito o zancudo adulto.
La vida les demostró que esas acciones eran insuficientes por
ser transitorias, se aplican en el momento que aparece el evento de
salud, dígase brote epidémico y después no se siguen haciendo. Nos
dimos cuenta de inmediato que todo el equipo de trabajo aspiraba a
una acción que fuera un poco más duradera en el tiempo, que fuera
permanente, el problema era implementarlo y que se mantuviera.
Como dice un refrán popular que “nos acordamos de Dios cuando
truena”, aquí es acordarse del mosquito cuando aparece el caso de
dengue y ese es el que hay que evitar. No podemos servirle casa
y comida en bandeja de plata al enemigo pequeño pero peligroso.
220

CAPÍTULO V
Al principio hubo rechazo de la iniciativa comunitaria porque la

propuesta de la creación de una Brigada voluntaria, no asalariada,
no se había visto antes en Venezuela, reinaba el escepticismo y
pensaban que no iba a ser posible esa estrategia sino se les daba
alguna remuneración a las personas que iban a participar.
Para estos especialistas incansables no hay barreras y se dieron
a la tarea de demostrar que sí era posible. Se escogió un consul-
torio de los Valles del Tuy, una de las regiones más afectadas por el
dengue junto a la región de Guarenas y Guatire. Siempre han sido
las zonas que más casos han aportado en el estado por eso encami-
namos nuestros pasos a ese territorio.
Continuamos camino hasta el consultorio de Llano Alto de la
Represa, en el Municipio Paz Castillo, este fue seleccionado para
iniciar el proyecto, ese era uno de los municipios que más casos de
dengue tenía, pero se confió en que la comunidad diera el paso al
frente y no se equivocaron. Había condiciones en la población que
garantizarían el éxito de la estrategia. En esa comunidad está bien
identificado el Comité de Salud, el Consejo Comunal, que apoyan
a las acciones preventivas del médico y existen todas las misiones
sociales. Una comunidad organizada que trabaja con el médico de
Barrio Adentro en los Festivales para la Salud, intervenciones del
tipo de operativos médicos que se hacen en la región para comuni-
dades dispersas y muy alejadas, sin olvidar los especialistas depor-
tivos que tienen un buen trabajo. Por todo esto se decidió hacer la
parte experimental en esa zona con excelentes resultados.
Hasta ese consultorio llegamos nosotros cansados del viaje
pero contentos, en un abrir y cerrar de ojos dijeron presente los
integrantes de la brigada orientados por el médico de Barrio
Adentro, una joven doctora adorada por sus pacientes, los tres
estudiantes de Medicina Integral Comunitaria, la enfermera y los
miembros de la comunidad con sus representantes del Comité de
Salud y el Consejo Comunal que se caracterizan por estar prestos
ante cualquier tarea que se le plantee. Interesante conversar con el
grupo de las Madres del Barrio. Una nos comentó con lágrimas en
los ojos que uno de sus hijos falleció de dengue hemorrágico hacía
221

más de diez años y que ella tenía que defender a los suyos y a su
comunidad. La enfermera venezolana también está en la Brigada
y otros pobladores, la mayoría mujeres pero hay dos hombres que
salvan el orgullo de su especie. El doctor Naranjo nos dice que ya
en febrero de 2008 el Ministerio de Salud creó una brigada a nivel
del Área de Salud Integral Comunitaria, ASIC, precisamente en
Las Brisas, situada en el Municipio Cristóbal Rojas. Le dieron una
serie de recursos muy buenos pero que podían suministrarse para
una zona pequeña pero difícil de materializar para todo el estado.
Recordemos que Miranda tiene casi tres millones de habitantes y
una geografía compleja.
La nueva estrategia era para que funcionara a nivel de Consul-
torio Popular, con el médico de familia, teniendo en cuenta que son
los propios miembros de la comunidad los que en unión de ellos
visitan las viviendas lo que ayuda a garantizar que se visite el cien
por ciento de las viviendas. Ya en abril del 2008 se extiende esta
estrategia a otras regiones como la de Guarenas-Guatire y se capa-
citan al unísono, con el apoyo de la Alcaldía se crean 21 brigadas
de ese tipo con un enfoque comunitario, se logró reunir a los 21
Comités de Salud, se les dio la capacitación y se les entregaron
recursos con el apoyo de la Alcaldía. Los medios que se aportaron
en la primera etapa los aportó la Dirección Regional de Salud.
Se creó para la capacitación de esas brigadas un Manual para la
Formación de Brigadas Comunitarias de Lucha contra el Zancudo
y la Prevención del Dengue, donde se tomaron muchos aspectos
contenidos en los manuales cubanos y alguna bibliografía de Vene-
zuela. Ese contenido estaba adaptado a las necesidades que debían
conocer las personas que fueran a integrar esa brigada. Este manual
fue confeccionado por el doctor José Antonio Naranjo Rodríguez
y el técnico especialista en vectores, Orestes Denis Batista donde
señalan en la introducción que:
Sólo conociendo las características de la especie, sus hábitos, sus

preferencias y sus respuestas a nuestras acciones, estaremos en
condiciones de aplicar las medidas de control, bajo un método
222

CAPÍTULO V
científico que conlleve a una mayor eficacia y una menor agresión

al ecosistema.
Se dieron cursos teórico-prácticos que consisten en una

conferencia que se imparte el lunes y en el resto de la semana
los alumnos visitan con sus profesores las viviendas de su comu-
nidad aplicando los conocimientos teóricos. La capacitación dura
tres semanas. Los especialistas reunieron en tres pláticas todo el
contenido del manual que esperamos que en breve se extienda
por todo el país. En un lenguaje muy claro explican las caracterís-
ticas del mosquito aedes aegypti que pica de día, la hembra necesita
ingerir sangre porque su contenido proteínico es imprescindible
para la maduración de los huevos, por lo tanto tratará de hacerlo
por todos los medios. Ella deposita como mínimo cien huevos por
vez, de ahí que se deban extremar medidas porque es muy produc-
tiva y pueden convertirse en una plaga en un abrir y cerrar de ojos.
Explica el manual con gráficas muchos aspectos para ilustrar a los
estudiantes como el ciclo de vida del zancudo, la transmisión del
dengue, las medidas de control del vector y el esquema de evalua-
ción de una vivienda entre otros. Ofrece una tabla detallada para
saber la cantidad de abate que debe ponerse en los depósitos de
agua e incluso cómo se puede calcular su capacidad.
Nos apasionamos en el tema porque siempre habíamos
pensado que el trabajo era más sencillo, pero tiene complejidades
que los ayudan a desentrañar el manual que estos brigadistas
ya conocen al dedillo, siempre trabajan con la guía en el bolsillo.
De tantas preguntas que les hicimos hasta querían enseñarnos a
calcular el índice aédico para comparar valores de presencia del
vector. El técnico de higiene y especialista en vectores que laboran
con él ayudan en estos cursos aunque no disponen de mucho
espacio, pero dentro de su tiempo libre y bien organizado no hay
tarea imposible. Colegiado con la coordinación de la ASIC de la
zona se logró que dispusieran de un fondo de tiempo para ayudar a
la capacitación de la Brigada.
223

Todos piensan que es una experiencia maravillosa porque a

medida que se presentan las primeras conferencias, la población
hace propuestas. Por ejemplo, en una oportunidad ellos habían
confeccionado un letrero que decía: “Todas y todos contra el
dengue”. Los alumnos sugirieron que debería ser: “Todas y todos
contra el zancudo”. Alegaron que ellos no eran médicos, que lo que
iban a combatir era al zancudo, comprendieron que el culpable de
la transmisión es el aedes aegypti y que la responsabilidad de librar
la batalla era de ellos.
En el manual hay otra sugerencia que partió de los brigadistas.
Nos narra el doctor Naranjo que ellos ponían una frase de Martí
que dice que lo que vale es ver antes y estar preparados. Ellos sugi-
rieron algo muy popular que quería decir lo mismo: “después de ojo
sacado no vale Santa Lucía”, porque ahí está el poblado Santa Lucía
que es la santa patrona de ese lugar. Sabemos que la estrategia
en contra del dengue, en contra del zancudo, ha estado presente
desde el inicio de la Misión Barrio Adentro. Nuestros médicos en
el trabajo diario desde el 2003 en sus visitas de terreno, siempre se
preocuparon por mejorar las condiciones higiénico-sanitarias de la
población venezolana, pero el año 2007 para el estado Miranda fue
un año epidémico, un año que realmente aportó un gran número de
enfermos de dengue y de dengue hemorrágico. Como las acciones
que se estaban desarrollando eran insuficientes, se necesitaban
otras a nivel comunitario para que todos los pobladores llegaran
a comprender que la raíz misma del problema está ubicada en la
propia comunidad, en el hogar.
Ellos tenían que demostrar que eran capaces de hacer llegar
el mensaje a la población, que todos tenían una cuota grande de
responsabilidad en el problema de salud que querían enfrentar y
que sin su participación no habría ningún resultado. De ahí surge
la idea de constituir las brigadas dentro de la propia comunidad
que reforzaran el trabajo que hacían el médico y la enfermera de
la familia, que hacían los medios de difusión, que hacía el distrito
sanitario, el estado como tal. Se hizo la propuesta a la población y fue
aceptada. Esta estrategia no hubiera sido posible sin la comunidad,
224

CAPÍTULO V
asevera el doctor Naranjo y sabemos que es así. Reconoce este

especialista de gran experiencia que el mérito del éxito está en ella.
Ellos tuvieron dos encuentros en esa comunidad con el Comité
de Salud, el Consejo Comunal y otros medios del territorio, hicieron
la propuesta como asesores en el tema, pero que al final la iniciativa
era de la población. Ellos la tomaban o la dejaban. La comunidad
de los Altos de la Represa, desde la primera conferencia que se les
dio, se comprometió a formar esa brigada, porque ellos se sensibili-
zaron y creyeron que sí, que tenían una gran responsabilidad, como
ciudadanos, como parte de esta comunidad en evitar que el dengue
realmente cobrara vidas que como todo el mundo sabe afecta lo
mismo a niños que a adultos, a todo tipo de personas.
A partir de ahí fue que surge realmente la estrategia que nace
allí, en Llano Alto de la Represa. Constatamos que ha sido impor-
tantísimo el trabajo de todos los que la integran, no solo en Miranda
sino también en otros estados.
En esa pequeña reunión en un lugar donde el polvo que levanta
la brisa apenas nos deja respirar todos destacan la labor de Teresa,
la enfermera venezolana, que desde que empezó Barrio Adentro
realiza con la doctora cubana una ardua labor en la lucha contra el
dengue pero estaban solas, hoy no, hay muchas Teresas en la comu-
nidad. Hoy podemos mencionar otros nombres que son impor-
tantes en esta tarea.
El apoyo de la ASIC es inestimable cuando les puso en las
manos los medios de enseñanza para que las conferencias que se
impartieron a los brigadistas llegaran con la mayor calidad posible
y así poder graficar. También hay que reconocer el apoyo de otros
miembros de la comunidad que inicialmente no estaban involu-
crados con la estrategia y brindaron locales, medios técnicos, como
la Tecno Park Tuy que es una empresa mixta, cedió computadoras y
colocó video beams en sus locales. Todavía hay una sala de reunión
en esa empresa que sigue a disposición de la Brigada para cualquier
tipo de encuentro o capacitación. Ese es otro aspecto que también
jugó un papel importante. El hecho de que esta Brigada exista, el
hecho de que hoy mantenga su trabajo es un logro de la comunidad
225

de Llano Alto de la Represa, es un gran aporte para todos los resi-

dentes del territorio.
Teresa Rondón es la joven enfermera venezolana que se ha
entregado en cuerpo y alma a Barrio Adentro. No deja de recordar
cuando se registró un brote de dengue y las instrucciones que le
dieron de cómo deberían de cubrir la comunidad. Estima que fue
excelente la propuesta del doctor Naranjo cuando él incluyó a los
integrantes de la comunidad en la batalla porque ella con la doctora
no podían dar la atención que requería la población. Con los
mismos líderes de la comunidad concientizaron a los demás. Sabe
que con la Brigada se hace todo más fácil: se les dio la charla, se les
explicó en detalle cómo se producía el dengue, cuáles eran las fases
del mosquito y se les facilitó el catálogo. Con ese material se empezó
a enseñar a las personas. A los integrantes de la Brigada se les dan
planillas para conocer la situación de cada vivienda. Se les enseñó
también cómo presentarse en las casas, era la primera vez que
esto se hacía por lo tanto había que tener mucho cuidado, saludar,
explicar el motivo de la visita. En verdad, si lo analizamos un poco,
no es nada fácil que toquen a la puerta de tu hogar y te digan que
tienes que cambiar esto y aquello, eso provoca un choque. Piensan
que nadie tiene que meterse en su intimidad.
De una u otra forma dependiendo de quien los recibiera tenían
que romper esa barrera con la comunicación, en ese cara a cara
que es un arma de doble filo, pues si el visitador no tiene dominio
del tema puede crear la desconfianza y cerrarse la puerta. No solo
de una forma muy cortés darle la información relacionada con
el dengue, sino mostrarles los lugares donde el mosquito aedes
aegypti puede depositar sus larvas y los peligros que implica para
la familia.
Es muy importante que en estos recorridos entiendan cuáles
eran los factores que permitían el desarrollo del mosquito, inclu-
sive llamar al propietario de la casa, orientarlo y dejar bien claro
que deben acudir al médico si algún miembro de la familia presenta
síntomas febriles o dolor en las articulaciones. Poco a poco veían
cómo avanzaban y ya la población los esperaba para la revisión que
226

CAPÍTULO V
le permitía tener la seguridad de no tener ningún foco del zancudo

o eliminarlo si lo había. La gente había captado, ya cuando los
ven anuncian que viene la gente del dengue, y van a limpiar con
presteza, resguardan su salud y su tranquilidad. Han tenido que
hacer mucho hincapié en que una cosa es la limpieza y otra evitar
los lugares donde pueden formarse los focos. No es solo limpiar y
tapar los recipientes de agua, sino que esas chapas, esos cauchos,
esos envases que quedan al aire hay que eliminarlos porque con la
llovizna o vapor de agua se forman esos charquitos y es ahí donde
depositan el huevo los mosquitos.
Teresa nos mira, sonríe y agradece una y otra vez la ayuda del
doctor Naranjo y su doctora que ha permitido que ya esté orien-
tada de cómo debe trabajar, tienen un programa, una coordinadora
que es miembro de la comunidad, que no significa que mande a las
demás, sino que conjuntamente recibe un diario de trabajo semanal
y recoge las muestras que se clasifican por familia. Esas muestras
la recibe el doctor Naranjo a nivel del estado para identificar si está
presente el vector del dengue. En realidad el espíritu de trabajo es
maravilloso. De esta forma, nos explica Teresa, también se eliminan
otros males, no solo el dengue, hay muchas enfermedades que
produce la basura, les enseñan que si tienen un envase en el patio
o el portal deben de recogerlo, no porque lo diga el Ministerio de
Sanidad, sino por el bienestar de la colectividad, o sea, tener una
conciencia, eso es lo que se quiere.
Como personal de la salud también encuentra en esos hogares
otros casos que debutan con enfermedades crónicas no transmisi-
bles, y desconocen que son hipertensos, por ejemplo, eso los ayuda
a actualizar el diagnóstico de salud de la comunidad, los orienta de
cómo deben trabajar en salud.
Ellos han logrado la respuesta de la población, la gente conoce
a todos los integrantes de la Brigada contra el dengue, Teresa se ha
dado cuenta que no es solo hacer terreno, hay que recorrer, hablar
con la gente, la propaganda no es suficiente, hay que accionar con el
individuo porque en ocasiones la gente lee y no le llega el mensaje.
En cambio hablando y compartiendo con ellos es diferente, más
227

directo, en ocasiones se encontraban a algunos que lo que estaban

era desinformados. Nos dice que estas brigadas han cambiado
mucho las cosas, porque si bien al principio la generalidad pensaba
que si había un caso de dengue la única manera de evitar la propa-
gación es con la fumigación que erradica al mosquito adulto, ahora
saben que hay que evitar que crezca la larva. A nivel de estado
cuando hay un caso de dengue se encarga el Ministerio de Salud
de mandar para la fumigación y el abate para las casas. La dulce
enfermera nos dice que al principio hubo una familia que le cerró
la puerta en la cara de una forma tan grotesca que la dejó fría, le
pedían una orden legal, tuvo que ir con la doctora y solo así, aunque
todavía a regañadientes, aceptaron. Ni que decir que tenían más de
diez focos en el patio sin contar los de adentro de la casa y ya más de
un miembro de la familia había padecido la enfermedad.
Una de las integrantes de la Brigada, Raquel Gil, nos señala
que ellas les tocan en la puerta a las personas que van a visitar, les
dan los buenos días y les preguntan cómo están, luego les explican
los objetivos de su presencia y la necesidad de luchar contra el
mosquito aedes aegypti por lo que es capaz de transmitir. Con
alguna sorpresa señala que a pesar del tiempo transcurrido todavía
hay gente que no conoce nada al respecto o que sencillamente se le
olvidó. Luego de esta antesala es que les piden permiso para visua-
lizar la casa. A Raquel le ha llamado la atención la cantidad de
larvas que han encontrado en floreros con agua, sin contar en los
patios donde en múltiples objetos se acumula el preciado líquido.
Con el auxilio del manual del doctor Naranjo no solo se han capa-
citado los miembros de la Brigada, sino también la población. De
una forma clara y sencilla muestran cómo empieza el mosquito
adulto a depositar los huevos que pasan a larvas, luego a pupa para
convertirse en un robusto zancudo. Nos dicen que se quedan locos,
algunos mudos y otros no dejan de preguntar miles de cosas y los
llevan hasta el último rincón de la vivienda.
Agrega esta joven entusiasta que en ese sector hay muchos que
tienen tanques sin tapa, exclama que ya podíamos imaginar todo lo
que habían encontrado, además tampoco tenían idea de que esos
228

CAPÍTULO V
podían ser un criadero en potencia. De todas formas la Brigada

regresa en ocho días para ver si se cumplen las orientaciones. Como
ya saben calcular la cantidad de abate que necesita cada depósito,
lo aplican con gran efectividad. Nos cuenta Raquel que han reali-
zado encuestas en la población para conocer la opinión acerca de la
Brigada y todos están contentos porque de verdad que nunca aquí
se había hecho un trabajo tan profundo, ni en ningún otro lado y los
han felicitado por eso.
Rosa, otra de las brigadistas, nos dice que su experiencia es
fabulosa porque antes de empezar en el grupo no tenía ni idea de
todo lo que da ese mosquito, lo peligroso y lo que producía. Después
que estuvo en la Brigada, que se hicieron los talleres, que el doctor
Naranjo les explicó, supo de verdad la importancia de manejar
esa información y lo que uno debe de hacer, hay que combatir al
mosquito que puede llevar hasta la muerte, y nos repite que esa
cosa tan chiquitica podía hasta matar una persona y que todo eso se
podía evitar si se hacía el trabajo de ir casa por casa, para ayudar a
otros a erradicar la ignorancia. Sabe que en la mayoría de los casos
las personas no leen los letreros que se ponen para alertar, incluso
para que lean los folletos que hacen cuesta trabajo. Para Rosa lo
más importante es ir a hablar personalmente con la gente para
explicarle bien, porque su labor es enseñarla. Nadie nace sabiendo,
es difícil y hay que explicarles y decirles para que tomen conciencia
de lo que realmente es esa enfermedad. Después que les pasa es
que corren para buscar remedio.
Inés es otra de las integrantes de la Brigada que aunque peina
canas no deja de servir a su comunidad, es parte del Comité de
Salud y cuando la convocó la doctora del Consultorio Popular para
esta tarea su aceptación fue inmediata, lo que en una oportunidad
buscando las larvas en el patio de una casa lo que encontraron fue
una culebra y a correr se ha dicho. Nos dice Raquel que menos mal
que ella no la vio pues si no, pare del tiro, pues está embarazada.
A Yadira lo que le gusta es echar el abate en los tanques de
agua, subir por escaleras, mientras más elevadas, mejor, nada que
le gustan las alturas, pero cuando se encontró otra culebra del
229

tiro cayó sentada. De todas formas recomendaron en la casa que

podaran las matas de plátano porque allí también las larvas del
mosquito pueden hacer su hogar temporal.
Para Gloria la campaña contra el dengue se ha convertido en
algo que disfruta, la ha enseñado, además de todo lo relacionado
con la eliminación del mosquito, a relacionarse con su comunidad.
Antes no salía a la puerta de su casa y ni siquiera se peinaba, hoy se
ve muy bonita, arregladita y pintado el rostro y lo más importante,
es capaz de sostener una larga conversación con cualquiera y se ha
ganado el respeto de su barrio.
Habíamos comentado que la Brigada tiene también represen-
tantes masculinos que si bien no son aquellos que visitan las casas,
sería mucho esperar, si cooperan para su buen funcionamiento
como Israel Roldán, un amante del Valle del Tuy donde vive hace
más de 30 años y ha tenido la oportunidad de ver evolución e invo-
lución dentro de la comunidad. Él afirma que desde que están rojo-
rojitos se han desarrollado muy positivamente. Por supuesto, ve los
esfuerzos del Gobierno y piensa que ellos también tienen que cola-
borar con Barrio Adentro. Roldán dirige la empresa Tecno Park Tuy
que fabrica columpios y otros equipos para los parques infantiles.
Ya comentamos que tiene en su empresa un local para la Brigada y
lo que se necesite, es un lugar muy agradable para que los asistentes
a las clases y reuniones se sientan a gusto. Al taller las brigadistas
también le han llamado la atención porque encontraron focos y les
han aconsejado sobre problemas que se presentan por descuido, a
veces no se dan cuenta pero tienen que reclamar cuando se tira la
basura en la calle o se deja un pote en el patio y le cae agua, de ahí la
posibilidad de que se forme de inmediato un foco.
Destaca el buen trabajo de la Brigada por su constancia, no se
cansan y en ellos es bueno reconocer el excelente trabajo de los
especialistas del Consultorio Popular y del estado porque el doctor
Naranjo no deja de visitarlos para conocer de la marcha del trabajo
que debe mantenerse en el tiempo. Ellos tienen el apoyo de todo
un grupo de expertos de Barrio Adentro, el Ministerio de Salud, los
brigadistas y el de la familia de cada uno. Con gran alegría afirma
230

CAPÍTULO V
que ya hay menos zancudos, ya se ven los resultados porque en

años anteriores en época de lluvia tenían que pedir permiso a los
mosquitos para transitar y solicitar a las autoridades sanitarias una
fumigación. Ya no hay necesidad de pedirla, pueden dormir tran-
quilos por lo menos, los zancudos no los molestan.
Él también ha sentido de cerca el flagelo del aedes aegypti, nos
acota que en esa zona a la cual vino a residir de muy joven y ya
peina canas, era habitual tener brotes de dengue y recuerda que en
una oportunidad vino a pasar las vacaciones un sobrino que vive en
Caracas y al volver a la ciudad ya tenía dengue, uno años después
repitió la visita y le pasó lo mismo por lo que le dijo con tristeza que
no tenía nada que hacer por esas tierras, de hecho no ha venido más.
Roldán fue a buscar al doctor Naranjo quien fue a investigar y
encontró una cantidad de focos en su casa que le ganó una repri-
menda. Le dijo que eso merecía una multa, eso fue antes de la
Brigada, por eso se incorporó a ella y colabora en todo lo que está a
su alcance. Cuando la Brigada visitó su vivienda no encontró ni una
larvita lo que decepcionó a algunos que esperaban poder halarle
las orejas también, pero que los llenó de alegría a todos porque hay
que predicar con el ejemplo. La población de zancudos disminuyó
donde había nubes de mosquitos.
Desde la región oriental de Cuba llega a los Valles del Tuy la
doctora Elizabeth García, dulce como la caña del Caribe y sólida
como las palmas. Resume cómo fue desarrollándose el trabajo
comunitario en la lucha contra el dengue, desde sus inicios con las
visitas de terreno donde iba acompañada con su enfermera Teresa
que ya conocemos, quien la ayudó a convocar a la comunidad en
general, sin exclusión de ningún tipo para darles la explicación
de la necesidad de abordar el control de la enfermedad de forma
colectiva y que fuera permanente, de ahí la modalidad de realizarlo
a través de las Brigadas para poder luchar contra el mosquito aedes
aegypti. Los especialistas orientan, asesoran, pero el trabajo es
guiado y planificado por los integrantes de la Brigada que eligieron
como líder a Leidis Torrealba, ella ha resultado una dirigente
231

natural increíble y aunque es muy exigente es respetada y acla-

mada por su comunidad.
A medida que iban visitando las casas muchas personas se
acercaron al Consultorio Popular interesándose en participar, se
les dio un mínimo técnico y lograron incorporarlas, proceso que
continúa y que es para ellos una satisfacción porque han podido
extenderlo a otros Comités de Salud, a otros Consejos Comunales
que son aledaños a la comunidad lo que es muy importante porque
el mosquito vuela, se traslada y puede convertirse en una amenaza
para otro territorio o regresar cuando ya están infectados. Fue
muy bueno para nosotros constatar el sentido de pertenencia de
los estudiantes de Medicina Integral Comunitaria. Yermilex Velás-
quez ya está en segundo año de la carrera y tiene gran compromiso
con la comunidad. Ellos van al Consultorio Popular en la mañana
a recibir las clases y en la tarde van de casa en casa. Nos dice con
una amplia sonrisa que entran a las hogares con mucho respeto y le
piden permiso al dueño para realizar la inspección, que comienzan
por la parte trasera, los patios y después el interior.
Concientizan a la gente y vuelven a repetir los riesgos, los
factores que los desencadenan, la importancia de acudir al espe-
cialista ante cualquiera de los síntomas febriles o de dolor en los
huesos, pero sobre todo cómo se puede evitar todo el mal rato solo
con el cuidado de no posibilitar la creación de los focos en la casa,
que es el lugar donde se libra la batalla principal contra el aedes
aegypti. Los riesgos son los focos de larvas que tienen en el hogar
que se forman en los charcos, botellas, chapas, tanques, piscinas, en
los techos llenos de hojas a veces donde menos se puede imaginar.
Luego de aplicar el abate les explican que el huevo puede durar un
año verde y que por lo general se queda en las paredes del tubo de
cualquier pipote, en los bordes del recipiente donde damos agua a
la mascota de la casa y es necesario lavar bien las paredes porque
sino el enemigo queda en casa. Se han encontrado con que muchos
piensan que el abate intoxica a las personas y les explican que no es
así, que pueden tomar esa agua tanto humanos como animales y no
pasa nada.
232

CAPÍTULO V
Si es cierto que al iniciar el trabajo de la Brigada se encon-

traron con algunos enfermos con dengue, ya no los tienen y eso es
un logro, como lo es también las casas muy aseadas que nosotros
visitamos para una pequeña y rápida inspección ocular. También la
comunidad se organiza en un día de higienización donde todos se
convierten en uno.
Trabajo nos costó encontrar al técnico especialista en vectores,
siempre está de un lado para otro por todo el estado Miranda. Al
fin dimos con Pedro Julio Molina Portela, en Guarenas-Guatire.
Lo primero que recuerda es que cuando empezaron a impartir las
conferencias a los promotores de salud que integran la Brigada
contra el Dengue, cuando estaba explicando las diapositivas se
paró una señora ya entrada en años, con un espíritu muy juvenil y
aunque un poco tímida le dijo que estaba loco con mucho respeto,
que hablaba tan rápido que no había quien lo entendiera. La clase
estalló en risas y se puso colorado como un tomate pero aprendió
la lección. Portela refiere que la formación de estas brigadas en
Venezuela han sido también una escuela, ha aprendido entre otras
cosas la forma de hacer y de decir del hombre de pueblo que por
primera vez es tenido en cuenta. Nos hace un guiño y narra que en
una oportunidad estaban en una de las casas revisando y había un
pipote, un tanque, escondido para atrás que él no había visto, de
repente le dice una de las brigadistas: “Doctor, a usted se le olvidó el
pipote”. Incrédulo la cuestionó, se llegó hasta el lugar y resulta que
el pipote que se le había olvidado estaba positivo de larvas. Eso fue
muy objetivo para todos, exclama con alegría.
Aunque Miranda tiene 21 brigadas no se siente complacido,
quisiera tener una por comunidad porque en resumidas cuentas
su trabajo es enseñar cómo se descubre, cómo se evita y cómo se
destruye el foco. Destaca que ellos son los asesores pero los prota-
gonistas son los pobladores. Hasta han aprendido a supervisar
la Brigada desde el punto de vista municipal, como llegar a cada
comunidad para ver cómo se desarrolla el trabajo en el campo. La
práctica es más importante que el trabajo de mesa. Este último se
realiza cada 15 días, se reúnen todos los jefes de brigadas en la mesa
233

técnica principal, ahí se señalan logros y deficiencias. Subraya la

necesidad de que no se quedara una casa sin visitar, evitar que
cuando volvieran a la zona en 21 días se visitara a los vecinos de al
lado y a ellos no. Como es natural se preguntarán por qué lo hacen,
entonces ellos mismos les dirán, vengan, vengan, brigadistas,
incluso aquellos que tenían reservas en un principio. La brigada
está conformada por un total de siete u ocho personas, hay algunas
que tienen hasta doce integrantes del Comité de Salud y algunos
pobladores.
Menciona algo que no habíamos tenido en cuenta y es que los
brigadistas saben por sus profesores la importancia de lograr que
los dejen inspeccionar las viviendas o locales cerrados, ya que por
experiencia conocen que en esas condiciones cada siete días hay
aparición de foco. Las condiciones ambientales de lluvia, micro-
vertederos, cómo está el lugar, si es desfavorable, esa es una casa
perfecta para la mosquita hembra del aedes aegypti, por eso hay
que tener mucho cuidado.
El médico del consultorio está involucrado directamente a
la Brigada aunque no haga las visitas a las casas porque es quien
mejor conoce el estado de salud de su comunidad y si alguien se
niega tiene la responsabilidad de convencerlo. Ahí entra a desem-
peñar el papel el médico, la enfermera y los estudiantes, la promo-
ción de salud, la educación de por qué es necesario.
Nos explica Julio, el técnico en vectores, que les han dado
algunas herramientas de trabajo, linternas, cucharillas, maletin-
citos, espejos, para que desarrollen la faena en la comunidad. Una
de las funciones de estos expertos en vectores es asesorar al equipo
municipal de salud para que tengan la visión de cómo se capacitan,
de cómo se hace el trabajo de terreno, para no perder la calidad de la
misión. Esto es buscando el protagonismo de los venezolanos, ellos
son los líderes, dígase desde la dirección municipal de salud o en la
comunidad como tal, los jefes de Brigada, los propios integrantes de
la Brigada. El horario de trabajo de la Brigada es abierto, es cuando
puedan, pero han adquirido tanta responsabilidad que saben que
tienen que hacer las visitas de día porque en la noche no pueden
234

CAPÍTULO V
determinar bien los focos por buena que sea la luz. Por lo regular
hacen de ocho a diez casas diarias. No tienen por qué llegar y decir,
yo voy a trabajar, ellos no perciben salario alguno, lo hacen de forma
voluntaria, espontáneamente.
Los especialistas cubanos encontraron la solución al problema,
no solo en el estado Miranda con el dengue, sino también en el
país. Recordemos que en el 2007 habían tenido un incremento
notable del número de casos en Miranda, de ahí surge la forma-
ción y preparación teórico-práctica de estas Brigadas que tan bien
hemos visto trabajar y que se generalizaran en todo el país. Hay
que actuar de forma profiláctica para eliminar los potenciales cria-
deros del mosquito aedes aegypti, que si bien no se desaparecerá
por completo su presencia, el índice de infestación debe bajar para
evitar el peligro de un brote epidémico.
Imposible olvidar el impacto de cuando ellos llegaron a la direc-
ción municipal de salud y el epidemiólogo los presenta, parecía que
nunca habían visto a un técnico especialista en la lucha antivecto-
rial y menos aún que fuera a trabajar en los barrios, no se podían
imaginar cómo la comunidad los iba a aceptar. En los primeros
encuentros con los dirigentes del Consejo Comunal no entendían,
fue poco a poco, que con las experiencias de Cuba en esa batalla por
la salud y con las charlas que impartieron, que fueron sumándose a
la tarea, se incentivaron. Difícil pero no inalcanzable.
Volvemos a la Sala Situacional de la dirección regional de
Salud donde la coordinadora venezolana de Barrio Adentro, Zully
Morales, nos pregunta del resultado del recorrido por el estado y
esta médico de largos años de experiencia no puede esconder su
orgullo por los logros de las Brigadas contra el Dengue que invo-
lucra de lleno a la comunidad. Agrega satisfecha que si bien empe-
zaron con el dengue a discutir los temas al unísono venezolanos
y cubanos, ya van por disminuir la mortalidad materno-infantil,
el Chagas, hasta que aborden todos los problemas de salud de la
comunidad y prevenir aquellos que puedan venir. Afirma que estas
Brigadas además de haber mostrado magníficos resultados en
poco tiempo, desde el punto de vista logístico, son muy económicas
235

porque pertenecen a la comunidad. Son voluntarios y no nece-

sitan transporte. Como es permanente, una persona generalmente
tiene arraigo en su comunidad y de ahí no se debe movilizar, no
debe tener mucho desplazamiento. Es una persona que conoce la
gente, que la comunidad los identifica, no hay rechazo, hay apoyo.
La ventaja también es que la mayoría son muchachos jóvenes que
van a tener permanencia en el tiempo.
Como señala el Manual para la Formación de las Brigadas: “La
prevención es la acción de salud más importante y el éxito de la
misma descansa en la comunidad, cuando descubre los beneficios
de actuar antes de que aparezca el daño.” Estamos todos de acuerdo
con el refrán popular: “Después de ojo sacado, no vale Santa Lucía.”
236

Capítulo VI: El derecho a la vida
La familia es un tesoro en que todos tienen interés.

Simón Bolívar
237

En múltiples oportunidades hemos visitado los famosos cerros

de Caracas para conocer la génesis del embrujo que los envuelve,
esto hace que en todo momento se siembre en la memoria, no solo
de los colaboradores cubanos, sino también de todo aquel que visita
el Distrito Federal y no deja de mirarlos como la fruta prohibida
pues saben que existen leyes no escritas inviolables que limitan el
acceso a aquellas regiones. Los médicos cubanos se han ganado el
respeto de su población y tienen las puertas abiertas. Conocimos de
la labor que realiza Barrio Adentro con el adulto mayor desde sus
inicios, pero queríamos saber cómo se está revitalizando el trabajo
y comenzamos a subir por esos cerros llevando como salvoconducto
uno de esos héroes de bata blanca. Nos fuimos hasta un lugar deno-
minado El Observatorio que no habíamos llegado antes, subíamos y
subíamos hasta que, cuando pensamos que solo quedaba el abismo
entre nubes, nos encontramos el Consultorio Popular.
Nuestro interés se basa en que Venezuela no está exenta de la
transición demográfica que se está dando como tendencia mundial,
donde mientras aumenta la expectativa de vida, o sea, las personas
viven más, disminuyen los nacimientos. En América Latina este
proceso tiende a ubicarse alrededor de 1950 y una de sus caracte-
rísticas es que se desarrolla de manera mucho más acelerada que
el europeo. Tan solo en 30 años la expectativa de vida en América
Latina pasó de 50 a 70 años y la fecundidad por mujer, en el mismo
período, disminuyó de 6 hijos a menos de 3, según apuntan las
investigaciones al respecto sin dejar de señalar las condiciones
dispares debidas a otros factores de desarrollo dados en cada país.
En Venezuela existen diferencias que dependen de las posibili-
dades económicas en cada territorio pero en general clasifica entre
los países de la región con un envejecimiento moderado. Con una
población de alrededor de 30 millones de habitantes, hay casi dos
millones y medio que tienen 60 años o más, lo que representa 12
%, de ahí la atención que se le debe prestar para que no sea solo
aumentar años a la vida, sino vida a los años.
En las investigaciones realizadas por los expertos se refleja que
en la actualidad los factores sociales son los que más afectan a las
238

CAPÍTULO VI
personas de la tercera edad. Tanto la familia como la comunidad

pueden influir positiva y negativamente en este grupo etario. Para
poner un ejemplo cuando se llega a esa edad es muy fácil caer en
una depresión que puede llevar a que disminuyan las defensas del
organismo y producir incluso enfermedades o descompensar al
individuo si tiene un padecimiento crónico no transmisible. Mucho
ha tenido que ver el perfeccionamiento de la Atención Primaria en
Salud en el aumento de la esperanza de vida al nacer de 72,3 a 73,7
en la última década, pero se da también el fenómeno inverso de la
disminución considerable en ese tiempo de la tasa de natalidad.
Todo esto lleva a la elevación acelerada del proceso de envejeci-
miento de la población y de los problemas de salud que lo acom-
pañan.
La Brigada Médica Cubana tiene como objetivo incrementar
el estado de salud de los adultos mayores atendidos en el Área de
Salud Integral Comunitaria de la Misión Barrio Adentro, mediante
la intervención comunitaria de los problemas de salud identifi-
cados.
El trabajo abarca:
• Identificar los aspectos del estilo de vida de todos los adultos

mayores que afectan su estado de salud.
• Determinar los aspectos físicos y mentales relacionados con el
proceso de envejecimiento que deterioran el estado de salud de este
grupo poblacional.
• Observar las características del medio ambiente que influyen en su
estado de salud.
• Evaluar la organización de los servicios de salud en función de los
problemas que lo afectan.
• Intervenir los problemas que perjudican su salud mediante acciones
comunitarias e intersectoriales.
• Incentivar la práctica sistemática de ejercicios físicos terapéuticos
y la sana recreación mediante la apertura de Aldeas de Encuentro.
239

Nos acompañó en este viaje el doctor Luis Novoa quien dirige

lo relacionado con la atención al adulto mayor en la Dirección
Nacional de Barrio Adentro. Él corrobora los datos que habíamos
revisado en cuanto a la situación de la población venezolana y nos
dice que Caracas es una de las zonas más envejecidas del país. El
índice está por encima de 14%.
La estrategia va encaminada a conocer los problemas de salud
que tiene el adulto mayor, lograr intervenir con las acciones de
salud y las intersectoriales para la solución de los problemas que
se puedan identificar. No es sencillo manejar todo el asegura-
miento que necesitan para las intervenciones de atención médica
en lugares nunca antes visitados de muy difícil acceso y de pobla-
ciones muy dispersas. Cuando ya tenían el material radiográfico,
los reactivos para los complementarios que se necesitaban para las
acciones propias de salud, entre otros, comenzaron.
Nos parecía que nunca íbamos a llegar a El Observatorio mien-
tras el profesor Novoa explicaba que ellos capacitaron al equipo de
trabajo antes de iniciar el proceso de intervención integrado por
el médico de familia, los estudiantes de Medicina Integral Comu-
nitaria, los residentes de Medicina General Integral venezolanos,
compañeros de la comunidad organizada (Consejos Comunales
con todos los Comités que lo conforman liderados por el de Salud
junto a Negra Hipólita, Madres del Barrio y otras) además de la
Misión Deportiva Cubana. Una vez que realizaron toda la evalua-
ción se inició la estrategia en los consultorios. Por fin llegamos y nos
llamó la atención el público que teníamos alrededor. Ellos estaban
cuidando al médico cubano, sabían que iban a tener visitas porque
a estos lugares no se puede llegar de improviso. El que parecía el
jefe del grupo le dijo al médico que cualquier cosa lo llamara, estaba
armado hasta los dientes, ahí comprendimos en carne propia que
estos especialistas que realizaron la visita casa a casa, parroquia a
parroquia tienen el corazón en el medio del pecho por no decir otra
expresión muy popular en Cuba.
Aun en estos lugares donde las pugnas internas hacen que los
de arriba no puedan bajar y los de abajo no puedan subir, estaban
los médicos cubanos que dirigieron el equipo de trabajo para
240

CAPÍTULO VI
conocer las condiciones de la vivienda de los adultos mayores y

para identificar sus problemas de salud, de esta forma podían saber
en qué y cómo debían ayudarlos. Se llenaban diferentes modelos,
una historia clínica individual, otra familiar y una planilla que
denominan Evaluación Exhaustiva al Adulto Mayor, que de forma
integral se le llena en ese momento al paciente, como la que pueden
ver a continuación:
Modelo de Evaluación Exhaustiva al Adulto Mayor

ASIC:
Parroquia: Municipio:
Nombres y apellidos: Edad: Sexo:
H. Clínica Familiar: H. Clínica Individual
Evaluación Biomédica:
APP Cardiopatía isquémica

HTA
EPOC
TB
Neuropatías a repetición
ACV
Diabetes mellitus: Tipo I Tipo II
Neoplasias
Parasitismo intestinal
Enfermedades renales y glomerulares
Enfermedades de tiroides
Demencias
Parkinson
Artropatías
Incontinencia
• Urinaria
• Fecal
• Doble
Inmovilidad (encamados o régimen cama-sillón)
Caídas
Otras
241

Se toma en cuenta también el nivel de escolaridad, las condi-

ciones de la vivienda, si tienen tratamiento médico y si lo llevan a
cabo. Esos documentos recogen todos los problemas que tiene el
anciano desde el punto de vista biológico, psicológico y social. Se
le hace una revisión estomatológica y una oftalmológica, en esta
última luego de preguntar si tiene algún tipo de trastorno visual o
dificultades para leer o ver objetos a corta o larga distancia, incluye
la atención médica que recibe por la Misión Milagro.
Ahí salen muchas necesidades de ayudas técnicas, bastones,
sillones, andaderas, cuñas, patos, colchones, motivadas por el dete-
rioro biológico, las cuales se le entregan a medida que iban termi-
nando el consultorio. Estas jornadas se cierran con broche de oro
con un Festival de Salud gigante.
No nos asombra ver también en estos cerros de Caracas a
mujeres de la estirpe de Mariana Grajales y Manuelita Sáenz, que
ofrecen sus servicios a la población necesitada. La pareja que está
en El Observatorio recuerda el impacto de la población cuando los
vio a ellos en compañía del equipo subir por angostas escaleras
un colchón, por ejemplo. Estos especialistas no tienen descanso,
siempre están ahí para cuando los necesiten y nunca está vacía la
consulta.
Nos pasamos el día en El Observatorio, visitamos a los ancianos
y conversamos con ellos, que no solo adoran a sus doctores, sino
también a sus profesores de deporte y rehabilitadores que los han
ayudado, como dicen ellos, a que les duelan menos los huesos. Les
agrada ver que sus compatriotas se han sumado a la tarea, es cierto
que este es uno de los grandes logros, el incorporar no solo a espe-
cialistas venezolanos, sino también a miembros de la comunidad.
La intersectorialidad fue lo que más impactó, ahí están junto a la
Misión Médica Cubana los estudiantes de Medicina Integral Comu-
nitaria, los residentes de Medicina General Integral y la población
con sus organizaciones, se logró la integralidad del equipo, sin
dudas fue una experiencia positiva la de este trabajo, donde fue
decisiva la comunidad en la solución de los problemas. La integra-
lidad se está logrando no solo en la base, sino también a nivel de
242

CAPÍTULO VI
Estado y Nación a través de diferentes ministerios, fundamental-

mente el de Salud.
Los pacientes que fueron identificados como iletrados también
se incorporaron a la Misión Educativa. El doctor Novoa destaca la
relación con los compañeros del Instituto de Bienestar Social que
facilitaron las ayudas técnicas que requería la comunidad a punto
de partida del Ministerio de Salud Venezolano que proporcionó
todo lo necesario.
Las enfermedades más frecuentes que encontraron fueron la
hipertensión arterial, la osteoartritis, la osteoporosis, la diabetes
mellitus y las cardiopatías isquémicas, en el orden de incidencia.
Hallaron también varios Chagas con la realización de los comple-
mentarios. A cada paciente se le puso el tratamiento adecuado, allí
encontraron un 10% de enfermedades ocultas, que las personas
no sabían que tenían, por lo que carecían de medicación y era un
milagro que no hubieran hecho crisis, no habían acudido al médico
porque no se sentían mal, cualquier cosa se la achacaban al enveje-
cimiento. Fue un logro el tratamiento que se le puso a cada uno de
forma gratuita en el consultorio y ya tienen su Historia Clínica para
darle seguimiento. Esto ni siquiera lo habían soñado antes, ahora
bien, estamos seguros de que lo más importante de todo es que la
salud se ha convertido en un problema de la comunidad.
Mientras regresábamos a la civilización preguntando si las
gomas y los frenos del carro estaban en buenas condiciones el
doctor Novoa nos explica que las actividades fundamentales de
esta estrategia se desarrollan a nivel de las unidades del ASIC, Área
de Salud Integral Comunitaria, lugar al cual nos dirigíamos en ese
momento. Allí se visualiza el estado de salud de la población adulta
mayor registrada en los Consultorios Populares de la Misión Barrio
Adentro y de las Instituciones Gerontológicas que se encuentran
ubicadas en su territorio. Los pacientes que requieran de algún
otro servicio de los que no se brindan en los Consultorios Populares
son remitidos a las unidades de Barrio Adentro especializadas que
los tienen como ecocardiogramas, ultrasonidos, resonancia, tomo-
grafía o cualquier examen de laboratorio. Es bueno señalar que
243

el equipo de trabajo comunitario está habilitado con los recursos

necesarios para la prestación de servicios domiciliarios en los casos
de emergencia o que no puedan trasladarse.
Los resultados de la intervención, los registros aplicados
y el plan de medidas para resolver los problemas que queden
pendientes, se les entregan a la dirección del ASIC que son los
responsables junto con el Comité de Salud y el Consejo Comunal de
darle cumplimiento. Entre los resultados de ese perfeccionamiento
de la atención al adulto mayor está que muchos pobladores que no
se habían sensibilizado con los Círculos de Abuelos se han incor-
porado. Es bueno acotar que se llegó con este proceso de atención a
más de 80 % de las personas comprendidas en estas edades y ayudó
a encontrar casos de discapacitados, de esta forma cooperaron con
la Misión José Gregorio Hernández.
Es hermoso caminar por esos cerros de Caracas, visitar esas
casitas que parecen que están suspendidas en el aire y que una
anciana con sonrisa desdentada nos diga muy contenta que ya se
hizo la primera prueba para su prótesis dental, que su viejito ya le
dijo que no pensara que por eso iba a tomar mucha calle, que el
novio ahí era él. Todos tuvimos que echarnos a reír.
Fueron varios días de recorrido por los cerros de Caracas. En
una ocasión estuvimos en el Centro de Diagnóstico Integral de la
Zona Industrial, de ahí empezamos a subir con el médico de uno
de los Consultorios Populares que había bajado a esperarnos. Sin
duda alguna los habitantes del lugar gozan de buena salud porque
las cuestas no son nada fáciles y las escaleras tampoco, no solo se
desarrollan las piernas, también los pulmones. Las problemáticas
sociales de los cerros influyen negativamente en la salud de la
población pero los más afectados son los ancianos cuyo círculo de
acción cada vez se les reduce más. Por primera vez en la historia de
Venezuela un gobierno se acuerda de ellos para atender todos los
factores que puedan afectar su salud tanto biológicos como sociales.
Precioso es observar al equipo en sus labores pues ellos conti-
núan atentos a los problemas de una población donde reina la
pobreza. Nos llamó mucho la atención lo beneficioso que ha sido
244

CAPÍTULO VI
este trabajo de terreno para los estudiantes de Medicina Integral

Comunitaria. Dicen que han comprendido lo incalculable de la
labor que tienen por delante, que aman mucho más la profesión
que han elegido. Los vecinos que antes apenas conocían en estos
momentos les abren las puertas de sus casas y los reciben con
alegría. El ejército de batas blancas invade los cerros de Caracas
para llevar la salud y esto motiva a todos a seguir adelante y dar
el máximo esfuerzo en la misión de prestar todos los servicios de
salud en la búsqueda de la excelencia en la atención.
El doctor Novoa, especialista en Geriatría, cree que la estrategia
que se lleva con el adulto mayor en Venezuela, que ya se extiende
por los 24 estados del país, da la posibilidad de verlos de forma inte-
gral evaluando aspectos que anteriormente no se tenían en cuenta.
Piensa que esta dualidad de la atención donde la comunidad es la
protagonista en la identificación de todos los ancianos de su zona,
permite llegar al centro del problema, como es lógico, cuando se
hace bien.
El doctor Novoa recuerda el caso de una paciente que tenía
esclerodermia, una enfermedad sistémica, o sea, que afecta no
solo la piel, sino también el corazón, los riñones, los pulmones.
Detectaron el caso en el momento de la búsqueda y la paciente no
llevaba tratamiento. Ya tenía manifestaciones propias de una insu-
ficiencia cardíaca y cierta congestión pulmonar según arrojaron los
exámenes, hubo que ingresarla para poderla compensar. A los 15
días ya estaba de vuelta en la casa con su enfermedad controlada
y el tratamiento adecuado. En otras palabras, le salvaron la vida
porque ella creía que esos síntomas eran por el almanaque.
No olvida a un paciente que les llegó cuando estaban trabajando
en el Consultorio que estaba cerca de los 60 y decidieron evaluarlo
porque en ese momento tenía una enfermedad aguda respiratoria
y su evolución no era satisfactoria al tratamiento de antibióticos
indicado. Al realizar una radiografía evolutiva el médico determinó
que necesitaba un tratamiento más agresivo. El paciente estaba
en contra del proceso revolucionario y costó mucho trabajo ingre-
sarlo en las salas de terapia del Centro de Diagnóstico Integral
245

para poderle brindar la atención que requería por su enfermedad

y poder hacerle hasta una tomografía axial computarizada para
descartar una posible neoplasia de pulmón. Cuando salió de la
crisis no tenía palabras para agradecer la atención que se le brindó
de forma totalmente gratuita y sobre todo con mucho amor y profe-
sionalidad.
Luego de bajar unas pendientes y subir por unas cañadas,
cuando estábamos casi sin aire, nos encontramos con un abuelo
que nos narró que las aguas albañales casi cubrían las escaleras por
donde subimos lo que se había resuelto con el Consejo Comunal y
Barrio Adentro. Nos enseña la silla de ruedas que le habían dado
ya que tiene inmovilizada la mitad del cuerpo por un accidente
cerebro-vascular y nos dice que la noche anterior había soñado
que los cubanos iban a volver a su casa, se echa a reír satisfecho
porque su sueño se había hecho realidad. Nos recibió como si
fuéramos de la familia. Allí se les informó que serían evaluados él
y otro miembro de la familia, de poco más de 20 años discapacitado
por un accidente, para ser atendidos por la Misión José Gregorio
Hernández y poder resolver algunas situaciones ya que sabían que
ellos tenían muy pocos recursos económicos. La rehabilitación se
les da ingresados en el CDI porque dada la ubicación de la vivienda
es casi imposible su traslado a la Sala de Rehabilitación Integral
todos los días. Ambos nos dicen que han vuelto a nacer.
De nuevo nos dirigimos a un CDI desde donde se coordina
el Área de Salud Integral Comunitaria. Vimos cómo se profundi-
zaba en esta evaluación integral sobre las posibilidades de inde-
pendencia que puede tener el anciano en cuanto a alimentación,
continencia, movilidad, uso del retrete, vestirse y bañarse. Los
datos van al detalle de una forma sencilla para que todos lo puedan
entender, tanto los visitadores como los de la tercera edad. Cuando
hablamos de independiente significa sin supervisión, dirección o
ayuda personal activa y se basan en el estado actual del paciente.
En ocasiones hay personas que no quieren hacer las cosas pero
pueden realizarlas, hay otras que, por ejemplo, pueden bañarse
solas pero necesitan ayuda para lavarse la espalda nada más, esas
246

CAPÍTULO VI
son independientes. Las dependientes son aquellas que nece-

sitan auxilio para asearse más de una parte del cuerpo. Es intere-
sante y nos ayuda a comprender hasta dónde se ha profundizado
con este nuevo programa. Se abordan también las capacidades del
anciano para utilizar el teléfono, ir de compras, preparación de los
alimentos, cuidado de la casa, lavado de la ropa y la facilidad para
transportarse. Se miden también sus posibilidades para seguir solo
los tratamientos médicos que le indican y la capacidad de utilizar
el dinero. Este tipo de evaluación ha permitido a la familia conocer
sobre las necesidades que pueda tener el anciano y el médico
puede así orientar sus charlas educativas en promoción de salud y
prevención de enfermedades. Les ha enseñado a valorar lo que un
detalle puede significar en la calidad de vida de una persona.
En la pequeña salita de espera de un Consultorio Popular una
paciente nos decía que el pobre como ella es el que se ha benefi-
ciado con las misiones, que todos los médicos la han atendido
siempre muy bien pero que apenas tiene tiempo para ir al Círculo
de Abuelos. Los nietos que la acompañaban se comprometieron
con nosotros en ayudarla para que con los ejercicios se sienta
mejor. Allí estaba Normi, la enfermera que es miembro del Comité
de Salud de su comunidad. Trabaja en Barrio Adentro desde que
se creó hace más de diez años, ella está segura de que es una de las
mejores misiones que ha creado su presidente Hugo Chávez. En
todos los aspectos, tanto en medicina general, como oftalmología y
odontología, que en todos ha dado su granito de arena pero que en
este nuevo programa para el adulto mayor ha puesto el corazón. Si
tiene que escribir, escribe, si tiene que salir a buscar pacientes lo
hace, si tiene que hacer otra cosa también la hace.
Para Normi esta es una nueva visión de la medicina, los
pacientes se sienten muy complacidos de que hasta los vayan
a buscar a su casa cuando esto no se había visto antes de Barrio
Adentro. La gente pobre se da cuenta de que realmente ha sido de
gran ayuda para ellos y para ella también porque cuando se enfermó
su gente la ayudó y la llevó adonde tuvo que ir por lo que no tiene
necesidad de utilizar una clínica privada. Sabe que es una labor de
247

perseverancia, se ha encontrado con pacientes que ha tenido que

visitar en varias oportunidades y cuando llegan al Consultorio se
dan cuenta de que eso no es lo que ellos imaginaban y se van felices
y contentos. Los cubanos para ella son bellos y hermosos, muy
cariñosos y cien por ciento amables, en los cinco años todo ha sido
bueno.
Del Comité de Salud en uno de esos cerros de Caracas es Laura
Hernández y también lleva cinco años con los que denomina sus
médicos cubanos. Su sentido de pertenencia es maravilloso, es
como para decir al mundo que no hay quien le toque a sus especia-
listas. La misión más grande para ella es colaborar con su comu-
nidad, lo bonito que es estar unido, es ir a las casas y llevar los
remedios, si es una persona mayor su vitamina, su hierro, su calcio.
Se siente realizada.
En este viaje por los cerros de Caracas nos encontramos con la
doctora Ileana Zamora, quien en los diez años que ha trabajado en
Barrio Adentro nunca la había impactado tanto el trabajo como el
que se realiza en estos momentos con la comunidad. Recuerda que
al visitar la casa de una ancianita se encontraron con que convivían
tres discapacitados de los cuales nadie sabía nada, la señora estaba
sorda, uno de los hijos con limitaciones por un accidente automo-
vilístico y otro autista. Allí no había ni siquiera una cama, solo una
loneta donde se acostaba la señora con el enfermo. La Misión José
Gregorio Hernández se la resolvió. Ella los conoce a todos, pero
con la nueva estrategia llega a lugares donde nunca antes lo había
hecho y es reconfortante trabajar con un sector de la población más
profundamente, como con el adulto mayor. Resulta muy interesante
y la ha hecho estudiar mucho porque esta es una etapa superior, se
cuenta con más recursos y la comunidad se integra.
A la doctora Carmen Dalia, de la central provincia de Villa Clara,
lo que más le ha impresionado son los cerros de Caracas. Se siente
enamorada de su trabajo, pero no es la única, todos nos sentimos
secuestrados de una forma u otra,. Su consultorio está ubicado en
una esquina rodeado por un camino que se pierde entre nubes y el
248

CAPÍTULO VI
otro que parece desciende en un abismo. Allí se siente como en casa

y se desvive por los abuelitos.
Para la doctora Lissette Rodríguez ver primeramente los estilos
de vida del adulto mayor, los problemas físicos y mentales relacio-
nados con el proceso de envejecimiento y que pueden interferir en
el estado de salud de los mismos, las condiciones higiénico-epide-
miológicas en que se desarrolla el anciano, fue un impacto. Orga-
nizar los servicios de salud e incentivar al abuelo para el Círculo
en actividades deportivas y recreativas es su sueño hecho realidad.
En su área tiene 362 personas de 60 años o más que se les hizo su
valoración integral, su historia clínica que contiene desde el inte-
rrogatorio oral hasta el chequeo de los exámenes que entendieron
debían hacerles. El examen físico, los complementarios, además se
les dan los medicamentos para el control de su enfermedad.
Son herramientas fundamentales las evaluaciones farmacoló-
gica, estomatológica, oftalmológica, así como también la valoración
funcional en dependencia de las actividades diarias como son el
medio de transporte, cómo se desarrolla en la casa, el lavado de la
ropa, entre otras cosas. No falta la valoración mental que es muy
importante en este grupo de edades y determinan si el paciente
tiene algún deterioro cognitivo, si lo tiene cómo es, si es ligero,
moderado o severo.
Una de sus pacientes es Rosa Bendel, le da gracias a Dios
porque le dio a Chávez y considera que las misiones son una bendi-
ción. Tratamos de que nos hablara de cómo se siente pero no sabe
más que decirnos lo que admira al pueblo cubano, su valentía, su
fortaleza, ese amor que les dan los médicos de la isla. Tiene más
de 50 años padeciendo de artritis lo que no es raro encontrar por
esa zona pero los especialistas de Barrio Adentro son los que la han
mejorado. Ella le dice a los jóvenes que se preparan en Medicina
Integral Comunitaria, que si no tienen amor al prójimo no estudien
esa carrera porque para el enfermo lo principal es el cariño que es
el principal remedio.
Nos sentamos sobre un borde del camino para conversar
con Amarilis Rojas, miembro de un Consejo Comunal, a ella le
249

fascinaron desde un inicio los médicos cubanos por su comporta-

miento con la población y con las personas mayores son especiales,
participan en todas las actividades y los enseñan para que tengan
sustento.
Se nos unió Zenaida Rojas, del Comité de Salud, ágil a pesar
de los años, nos afirma que en la jornada por el adulto mayor se
vieron 67 abuelos y ella también está incorporada al ejercicio sano,
pero no dejó de integrar las brigadas y visitó muchas casas con su
equipo porque comprende que esa es una tarea de todos y no puede
defraudar a su comunidad que siempre acude a su llamado.
Nos faltaba estar presentes en un Festival de Salud, que en
esta oportunidad tiene características especiales porque aparte
de realizar las acciones propiamente de atención médica que
desarrolla la ASIC como servicios médicos generales, oftalmoló-
gicos, estomatológicos, óptica, se hace una intervención universal
y se ponen todos los recursos ahí en el área donde se congrega
la población que puede ser un consultorio, la vivienda de uno de
los vecinos, una plazoleta o un centro deportivo. En el Festival se
entregan los recursos técnicos a los que los necesitan y que pueden
acudir ellos o algún familiar. Recuerden que ya se habían ido adju-
dicando en las casas algunos según iban llegando. En el lugar se
realizan las acciones de salud y los que promueven la actividad son
los compañeros de la comunidad, el Consejo Comunal y las otras
organizaciones. En los Festivales se incorpora la Misión Deportiva
que realiza diferentes demostraciones y competencias, tanto para
los adultos mayores como para los niños, se hacen actos culturales.
Son una muestra de alegría y belleza, de deseos de vivir. Aprove-
chamos y nos medimos la vista, salimos con los lentes apropiados,
hubo quien se sentó en el sillón odontológico para una revisión y
alguna que otra obturación, son muchos los que acuden y nos llamó
la atención la cantidad de pacientes que asisten para realizarse un
ultrasonido.
La música contagiosa nos llevó de la mano hasta donde los niños
eran los protagonistas de hermosas danzas con los trajes típicos.
Sus caritas de ensueño hacen que se desborde el corazón en esta
250

CAPÍTULO VI
entrega. También presentan pequeñas obras teatrales sobre la vida

en la comunidad, otros declaman y podemos encontrar alguno que
otro cantante bastante afinado por cierto, en realidad los sábados
son de fiesta en Venezuela en todas las comunidades que reciben
ayuda de varias instituciones para el vestuario de los pequeños
artistas. De todo este magnífico movimiento surgen las Aldeas de
Encuentros que se asientan en un documento rector que señala:
Aldeas de Encuentros: es un espacio habilitado en la comu-
nidad para la estancia diurna de la población beneficiada por las
unidades del ASIC que favorece el intercambio intergeneracional,
cultural, recreativo y la continuidad de la atención médica y social.
Objetivo general:
Realizar actividades recreativas, físicas, terapéuticas, educa-
tivas y culturales dirigidas hacia los diferentes grupos poblacio-
nales.
Áreas:
• Área terapéutica.
• Ergoterapia.
• Salas de juegos.
• Áreas libres.
Objetivos específicos:
1. Elevar el nivel de autonomía y motricidad mediante actividades
físicas.
2. Mejorar la salud mental de los individuos con desventajas sociales.
3. Aplicar la Cultura Física Terapéutica a las personas que padecen
de enfermedades crónicas no transmisibles mediante actividades
diseñadas específicamente para las mismas.
4. Contribuir mediante las actividades físicas, recreativas, terapéu-
ticas y profilácticas a elevar la calidad de vida de las personas aten-
didas y la reincorporación a la sociedad de muchas de ellas.
251

Gestores del proyecto:

Funcionarios del Ministerio del Poder Popular para la Partici-
pación y Protección Social.
• Misión Negra Hipólita.
• Frente Francisco de Miranda.
• Funcionarios del Ministerio del Poder Popular para el Deporte.
• Médicos y paramédicos de las instituciones de apoyo social.
• Promotores Deportivos Comunitarios venezolanos.
• Rehabilitadores Comunitarios venezolanos.
• Profesores de la Misión Barrio Adentro Deportivo.
• Médicos de la Misión Barrio Adentro.
Estas Aldeas Terapéuticas contarán para su funcionamiento de

tres áreas:
• Recreación.
• Rehabilitación.
• Aire libre.
Área Recreación:
• Implementos para jugar tenis de mesa (raquetas, pelotas y mesas).
• Juegos de ajedrez.
• Juegos de dominó.
• Juegos de damas.
• Equipo de sonido.
• TV y DVD.
Área Rehabilitación
• Espalderas.
• Vigas.
• Tablas inclinadas.
• Colchones terapéuticos.
• Pelotas medicinales.
• Dumbbells o mancuernas.
• Mesas de masaje.
• Báscula.
252

CAPÍTULO VI
• Espejos.
• Bastones.
• Bicicleta ergométrica.
• Paralelas.
• Cronómetro.
Área al Aire Libre

• Juegos de bolas criollas y su área.
• Pistilla para las carreras, trotes y caminatas.
• Terreno para minibaloncesto, futbolito y voleibol.
• Paralelas.
• Barras de tracción.
• Banco de abdominales.
Requisitos:
Toda esta actividad debe ejecutarse siempre en coordina-
ción con la parte médica-administrativa de las instituciones y de
la comunidad en cuestión, con el objetivo de diagnosticar, apoyar
y evaluar desde el punto de vista biológico, psicológico y social a
los participantes que asistan a la Aldea Terapéutica o Aldea de
Encuentro.
Cuando vemos esas cosas en blanco y negro siempre tenemos
que reflexionar en todo el trabajo que implican, pues ya no es solo
el Círculo de Abuelos, es tratar de llenar la existencia de estas
personas con actividades que los ayuden a mejorar la calidad de
vida, en enseñarles incluso juegos que nunca habían tenido la posi-
bilidad de hacer, en conocer lugares que aunque cercanos estaban
fuera de sus posibilidades, su historia, su cultura.
En nuestro andar por las tierras venezolanas siempre nos
gusta conocer la opinión de la población acerca del trabajo de
Barrio Adentro, en especial con los adultos con más años que han
demostrado que pueden recuperar la juventud que se lleva en el
corazón, como expresa un dicho popular: “Nunca es tarde si la dicha
253

es buena”. Ahí nos encontramos con Virginia Ramírez quien nos

dice que ella colabora con los ancianos en lo que está a su alcance,
ella los acompaña en estas Aldeas de Encuentros, que si bien están
diseñadas para los abuelos, hay estados como Aragua en que las
han convertido en reunión de generaciones.
Virginia los trae a las actividades, los va a buscar a sus casas y los
lleva de regreso, hace todo lo que está a su alcance con una energía
que nos hizo pensar que era incansable y siempre con una sonrisa
en los labios, ayudando al profesor para que esté acompañado. Nos
dice que se siente muy feliz, alentada. En estos momentos está en
la búsqueda de uniformes para el Círculo de Abuelos y estamos
seguros de que lo va a conseguir. Hasta recuerda con cariño cuando
compartieron la torta de cumpleaños de los médicos cubanos.
Desde enero hasta abril de 2013 la población de adulto mayor
registrada por los médicos cubanos en Barrio Adentro asciende a
130.048 personas, de las cuales se le ha hecho la evaluación exhaus-
tiva al 122.413, destacándose en la implementación de la estrategia
los estados de Anzoátegui, Lara, Apure, Miranda y Distrito Federal.
Las necesidades técnicas que con mayor frecuencia aparecen son
las prótesis dentales en 32 %, lentes en un 24 % y colchones en 14 %.
Algo interesante es que este tipo de atención ha salvado la vida a
más de un centenar de personas.
De Caracas nos fuimos para Aragua el sábado en la noche para
participar en una Aldea de Encuentro que habían organizado para
el domingo la reunión en un lugar paradisíaco del estado Guárico.
Era una excursión donde el Consejo Comunal les había conseguido
el transporte que salía en horas muy tempranas del Área de Salud
Integral Comunitaria a donde pertenecían. A las cinco de la mañana
ya estábamos en camino, allí estaban las familias, los abuelos, los
hijos, los nietos, un poco más y traen a la mascota. Durante el camino
de más de tres horas entonaban canciones, hacían chistes, no
bailaban porque sabían que los médicos les habían advertido que
debían prevenir una caída. No habían pasado cinco minutos y noso-
tros también estábamos contagiados. Al llegar ya cada miembro de
la comunidad sabía cuáles eran sus tareas, luego de seleccionar el
254

CAPÍTULO VI
lugar donde pondrían a cocinar uno de esos caldos espectaculares

para la hora de almuerzo, se agruparon en rondas por caracterís-
ticas similares, los abuelos, las embarazadas, los adolescentes, los
niños, entre ellos algunos cardiópatas para los que el viaje era parte
de su terapia. En los grupos también había personas con algún tipo
de discapacidad que eran aceptados y tratados con respeto, ya nadie
los miraba con lástima sino más bien con admiración por haberse
reincorporado a la sociedad. Cantos, bailes, juegos, debates de salud
sobre algún tema seleccionado que en este caso fueron las infec-
ciones de transmisión sexual y la necesidad de que todos los miem-
bros de la familia estén bien informados de cómo se previenen o
cómo tratarlas en caso de que ya sea tarde pero no con inventos
caseros sino con la medicación que indique el especialista.
Establecimos conversación con casi todos ellos, como María que
opina que esos grupos de terapia son muy importantes porque son
buenos, dinámicos y el profesor que los guía es muy atento, es una
persona que se da con la generosidad de los abuelos. Agrega que los
especialistas saben que ya ellos no están en condiciones de hacer
ejercicios bruscos y constantemente les enseñan, no se cansan.
Luego de continuar un buen rato con los agradecimientos
afirma que ese grupo los hace sentir mejor, más jóvenes porque
están haciendo ejercicios y se sienten cada día más atraídos. Algo
significativo es que ya no pelean y todos son una sola persona.
El conjunto de niños era para nosotros un imán, está dirigido
por el cardiólogo venezolano José Luis Villegas, quien se hizo
también especialista en Medicina General Integral y trabaja en
Barrio Adentro. Nos explica que en el grupo hay varios pequeños
que hasta han sido operados del corazón y hoy pueden desarro-
llar una vida normal. También hay niños sanos y las actividades se
realizan de maravilla.
En el área que atiende hizo un estudio de cardiología infantil y
detectó una morbilidad oculta de 40 niños con enfermedades del
corazón que no habían sido diagnosticadas, algunos sin sintoma-
tología aparente pero con serios trastornos que debían ser solucio-
nados en un quirófano. Se dieron a la tarea de realizar un estudio
255

con protocolos importantes y han logrado clasificarlos, incluirlos

en la red básica de atención y remitir los casos más serios al cardio-
lógico de Aragua y el Latinoamericano de Caracas, donde fueron
operados.
Este especialista alto y corpulento puede impresionar a algunos
pero su mirada es tan dulce que gana de inmediato la confianza
de los pequeños pacientes y sus familiares. Hicieron en Barrio
Adentro la fundamentación de la rehabilitación cardio-vascular,
para el programa donde ellos tienen un curso de ambientación,
fototerapia, hidroterapia para favorecer la nutrición y generaliza-
ción cardio-vascular y poderlos reinsertar en la sociedad.
Los problemas están asociados a madres diabéticas, añosas, con
algún tipo de drogadicción, que están en un ambiente muy depri-
mido. Con las investigaciones que pueden realizarse en el CDI
pueden hacer un diagnóstico prenatal que les permita conformar
una conducta a seguir con el pequeño. Las enfermedades más
frecuentes son las comunicaciones ínterauriculares, simples, entre
aurícula derecha y aurícula izquierda, sigue la interventricular y la
persistencia de conductos arteriosos.
Las Aldeas de Encuentro van ganando espacio en Barrio
Adentro gracias a la participación de la comunidad donde se unen
luchadores sociales, la Misión Deportiva, la de salud y permite iden-
tificar espacios que permitan a la población en general rescatar el
derecho a una vida más plena.
Batalla por la felicidad

Finalizaba el año 2007 cuando nos sentamos a conversar en
Caracas con la profesora Marcia Cobas, viceministra cubana de
Salud Pública que dirige en Venezuela las investigaciones gené-
ticas a la población para mejorar la calidad de vida de las personas
con discapacidad y analizar las posibles causas de sus limita-
ciones. Queríamos saber cómo marchaba la experiencia piloto en el
estado Miranda iniciada en el mes de julio que permitiría después
extenderla a todo el país y que es sin dudas la más hermosa de las
misiones.
256

CAPÍTULO VI
Agotada pero contenta nos dice que lo que más le satisfacía era
la acogida de la población y la incorporación de la comunidad a la
tarea. Esta era la base para que se diera inicio el 15 de marzo de
2008 a la misión más humana de Barrio Adentro que el presidente
Hugo Chávez bautizó como Doctor José Gregorio Hernández, en
honor al ilustre médico venezolano para que quedaran juntos en la
historia de la humanidad.
En Trujillo, su tierra natal, quisimos conocer algo más sobre
este insigne científico que dedicó su vida a la atención de los pobres
y está propuesto para su beatificación. Nacido el 26 de octubre de
1864 en la localidad andina de Isnotú donde transcurrió su infancia,
luego se traslada a Caracas para estudiar Medicina y posterior-
mente por sus excelentes resultados académicos se gana una beca
para perfeccionar estudios en París y otras capitales europeas.
Se convierte en catedrático de la Universidad Central de Vene-
zuela. Es bueno señalar que fue el que introdujo el microscopio en
su país y aunque su pasión fue la bacteriología y la microbiología,
lo que se demuestra en sus trabajos científicos publicados, nunca
dejó de atender con abnegación a los pobres dondequiera que se
encontrara por lo que es adorado por la población venezolana que
lo considera como un santo.
La Revolución Bolivariana profundiza aún más en el precepto
constitucional que señala especialmente en el artículo 81: “Toda
persona con discapacidad o necesidades especiales tiene derecho
al ejercicio pleno y autónomo de sus capacidades y a su integración
familiar y comunitaria…”. Alrededor de cuatrocientos especialistas
cubanos llegaron de la isla para realizar la primera fase de esta labor
en poco más de siete meses en la identificación de las personas que
tuvieran una discapacidad que puede ser físico-motora, intelec-
tual, visual o auditiva, ya sean adquiridas o heredadas. Este paso es
imprescindible para poder establecer mejores políticas públicas y
darles la protección social de la que habían carecido en gobiernos
anteriores. En esta labor participaron alrededor de 36 mil personas
entre venezolanos y cubanos.
257

La Misión José Gregorio Hernández tiene tres direcciones: la

primera es el estudio base de las personas con discapacidad que
acaba de finalizarse, en segundo lugar facilitará que de ahora en
adelante el pueblo venezolano reciba los servicios de genética
de manera gratuita y en tercer lugar el país formará sus propios
recursos humanos en esta rama de la ciencia con los médicos vene-
zolanos que se han graduado en Barrio Adentro como especialistas
en Medicina General Integral y la ayuda de Cuba. En esta primera
fase de la Misión José Gregorio Hernández se detectaron más de
340 mil personas con algún tipo de discapacidad y ya se han reali-
zado alrededor de 70 mil entregas de ayudas técnicas, proceso en el
que nosotros también hemos participado. Las cuartetas que inva-
dieron los llanos y montañas de Venezuela para llevar la luz de la
esperanza hasta el más apartado rincón estaban integradas por
un máster en asesoramiento genético, un defectólogo, un especia-
lista en Medicina General Integral y un luchador social venezolano,
ellos son los que escribieron la historia.
La segunda fase de la Misión José Gregorio Hernández con-
templa la construcción de laboratorios de estudios genéticos, el
primero en el estado Miranda donde todos los servicios se ofre-
cerán de forma gratuita a la población sin exclusión de ningún tipo.
Estos laboratorios no solo van a estudiar cada uno de los casos, sino
que serán centros docentes para la formación de los especialistas
venezolanos. Tendrán una doble función, estos son los que aten-
derán las instituciones similares que se abrirán en cada estado
para que, entre otras cosas, la mujer embarazada pueda hacerse
importantes estudios, que solo se realizan actualmente en clínicas
privadas y a muy altos costos, que detecten a tiempo una malforma-
ción congénita. También es importante el estudio detallado de las
escuelas donde se presta atención a las personas con discapacidad,
los especialistas venezolanos junto a los cubanos deben de capa-
citar a quienes las van a atender. Aquí se tomó en cuenta además la
adecuación de esas instalaciones para que sean muy agradables a
estas personas con características especiales que deben ser aten-
didas como se merecen.
258

CAPÍTULO VI
Muchos fueron los estados visitados para conocer del trabajo

incansable de los misioneros de la José Gregorio Hernández. En
este andar nos encontramos con un joven luchador social que lleva
el nombre del médico de pueblos pero de apellido Barrios. Pudimos
conversar con él ya en horas avanzadas de la noche pero sus relatos,
sus múltiples anécdotas nos quitaron el sueño completamente.
Quedamos en salir temprano con su cuarteta pero antes nos dijo
que su trabajo con Barrio Adentro en estos diez años ha sido una
universidad para él y mucho más desde que está organizando el
Comité de Salud de las Minas de la Pedrera en el estado Aragua
donde él reside.
Con una amplia sonrisa nos dice con el corazón en la boca que
la Revolución Bolivariana ha sido un cambio radical en su vida, que
ya se ha convertido en un facilitador para enseñar a la población
que ellos también deben cuidar su salud. Afirma que los médicos
cubanos con su entrega le tocaron el corazón y la conciencia, que
esta Misión José Gregorio Hernández sobrepasaba todas las expec-
tativas a favor de la población, no como en gobiernos anteriores que
hacían algunas acciones en vista de las elecciones y después si te he
visto no me acuerdo, esta vino para quedarse. Agrega que gracias
a Dios y a su Presidente ahora son más humanistas y pueden
enseñar también en otros países lo que han aprendido porque esta
es una lucha incansable, como la define, una batalla por la vida. Este
hijo de Venezuela nos habla de los jóvenes que estudian Medicina
Integral Comunitaria que se han incorporado también a la Misión
José Gregorio. Aunque los asombre la mañana pegados a un libro lo
hacen por convicción porque ahora el médico no es el de antes que
se sentaba en el escritorio, es socialista, es un médico que visita al
paciente que no trabaja solo por dinero.
La vida para este joven no ha sido fácil, solo después del triunfo
de la Revolución Bolivariana ha podido estudiar, ya casi termina el
bachillerato sin contar los cursos y talleres de superación que se
ofrecen en Barrio Adentro. Ha aprendido sobre todo a trabajar en
la comunidad, a investigar y ser ordenado, a hacer las cosas como
259

se deben hacer para aprovechar el tiempo al máximo sin olvidar al

hermano que perdió la vida víctima de la violencia.
En su lenguaje sencillo nos dice que el doctor José Gregorio
Hernández era un doctor comunitario, como los que tienen en
estos momentos que van de casa en casa viendo a sus pacientes
y buscando que estos se sanen y la misión que lleva su nombre
enamora a la población que permite conocer al necesitado y poderlo
ayudar. A muchos de estos luchadores sociales venezolanos los ha
sorprendido visitar una casa en su propia comunidad y encontrarse
en una cama a una persona a la cual ni conocían ni nunca habían
oído hablar de ella.
Generalmente el único miembro de la familia que ayuda al
que tiene discapacidad es la madre que está pendiente del que
está postrado. Por eso para Barrios esta es una misión bonita, es
llegar, abrazar a esa persona, sin importar a lo que huela, porque
lo sensibilizas. Él como líder y parte del equipo de Barrio Adentro,
los ve como parte de la familia. No puede describirnos lo que siente
cuando puede sentarse a intercambiar con estos seres humanos
que lo que tienen es una manera diferente de decir y de hacer.
Entre sus anécdotas nos gustó mucho la de Camoruco una zona
en la que les dieron tres días para buscar los casos, donde por estar
pensando en otra cosa se pegó tanto en la carretera que las ruedas
de una camioneta le pasaron por encima de los dedos de los pies.
Del susto se quedó paralizado y la gritería fue mucha, pero después
siguió trabajando como si nada a pesar del dolor. Cuando se ente-
raron las doctoras cubanas lo llevaron corriendo para hacerle
radiografías y que lo viera un traumatólogo pero al fin de cuentas
no le pasó nada, increíble pero tenía todos los huesos sanos, afirma
que ese fue su santo José Gregorio quien lo cuidó.
En sus inicios la coordinadora de la ASIC invitó a todos los
Comités de Salud y al Consejo Comunal a una reunión para expli-
carles cuál era la función de la Misión José Gregorio Hernández. Se
organizaron y de ahí se inició la tarea. Oíamos cómo los médicos en
tono de broma le decían a este joven luchador social que adónde
los iba a llevar. Subían empinados cerros sin perder la energía
260

CAPÍTULO VI
para no dejar ningún paciente sin visitar. Con esta misión nosotros
también estamos redescubriendo Venezuela, es un mapa diferente,
más hermoso. No hay categorización, todos son iguales, sencillos y
cuando les llega una tarea, un trabajo corren todos para que quede
bien, el doctor venezolano y el cubano trabajan también, los apoyan,
eso es muy importante.
José Gregorio sabe que con la Revolución Bolivariana hasta el
menos calladito se ha parado y con la ayuda de Dios avanza. Saben
que van a pasar a la historia, nos mira con una sonrisa pícara y
dice que después lo recordarán como el loquito que con su grupito
buscaba a la gente para que se curara con el médico. Se siente orgu-
lloso de Cuba y Venezuela.
Conversamos lo mismo en la montaña como en el llano con los
asesores genéticos que venían de Cuba, comprendían la grandeza
de la obra y la acometían con el entusiasmo característico de una
eterna juventud. Todos expresan que la experiencia del estudio
realizado en la isla fue fundamental para el trabajo y que les ha
permitido perfeccionarlo en Venezuela y profundizarlo.
En esta batalla esta también la trabajadora social Carmen
Cabezas que con 48 años no pensaba que tenía tanto por hacer
todavía. En la Misión Vuelvan Caras se integró al trabajo en la
comunidad donde ve con transparencia qué es lo que le gusta.
Sabe que el Consejo Comunal es una oportunidad que se le da al
pueblo de una participación en los proyectos que se dan a la zona,
la ocasión de avanzar, de convertirse en protagonista y aprender
lo que no sabían, salir a la calle como un verdadero revolucionario,
pensando que sí van a prosperar y a salir de las casas, del estanca-
miento que tenían, abrir los ojos y aprender en la marcha.
Con la Misión José Gregorio Hernández tienen la satisfacción
de ejecutar y ver los hechos, que la comunidad, la gente de ellos,
se sienta bien con los logros producto del intenso trabajo reali-
zado y llega a la casa con más bríos para atender a los suyos. Para
ella Barrio Adentro es la oportunidad de tener salud humanitaria
de forma gratuita que nunca antes la habían tenido en Venezuela
porque la atención médica era muy difícil y muy costosa. Hoy en
261

día se ha logrado que la salud llegue a todos satisfactoriamente.

La Gregorio Hernández es muy bonita para ella, humanitaria, es
pensar que ya sus compatriotas que estaban apartados, olvidados
del mundo, van a tener una oportunidad. Fue muy bonito, bonito
porque llega al alma, nos repite con lágrimas en los ojos.
Con el nombre Brisas de Aragua fuimos Barrio Adentro, barrio
adentro de verdad, porque aquel asentamiento poblacional marginal
estaba donde el diablo dio las tres voces y no se oyeron, como refiere
un dicho popular. Menos mal que teníamos zapatos apropiados, si
no las piedras nos hubieran llegado hasta la médula, pero llegamos
y nos encontramos con el doctor René Real Díaz quien hace alre-
dedor de cinco años que trabaja en esa comunidad. De la capital
cubana fue a brindar servicios en unos parajes que un poco más y ni
aparecen en los mapas.
Nos dice que la Misión José Gregorio Hernández es impactante
para una población que tiene muchas personas con discapacidad,
sobre todo por armas de fuego o patologías que invalidan al indi-
viduo desde su nacimiento. Cuando estábamos en el Consultorio
Popular nos fueron a buscar porque iba a haber un tiroteo. Cuando
terminó nos avisaron que podíamos regresar al lugar, por suerte nos
dicen que no hubo heridos con lo cual nos volvió el alma al cuerpo.
Según nos explicó René esto no es nada raro, a veces le avisan que
no vaya por la consulta hasta que ellos le digan.
Nos enseña orgulloso su Consultorio que con los pocos recursos
de la comunidad se mantiene bonito y sobre todo muy limpio,
diríamos que en su sencillez es una maravilla, en ese lugar el médico
tiene el control de la salud de todos los habitantes y con la José
Gregorio no les quedó ni el gato por atender. Siempre que plani-
fica su trabajo o hace una tarea crea su base de datos para saber
en qué lugar tiene que incidir, a qué casa va a tocar. Realmente, su
base de datos va al detalle y cuenta con la ayuda de los alumnos de
Medicina Integral Comunitaria. Van a las casas donde hay personas
con discapacidad, ven al seno familiar en su conjunto, van con el
grupo multidisciplinario que vino desde Cuba, con la logópeda, con
262

CAPÍTULO VI
el activista de salud, con la comunidad entera porque hay gente que

participa aunque no sea del Consejo de Salud.
Con esas personas fueron interactuando en los hogares y les
explicaban que iban a buscar la forma de resolver algunos de
sus problemas. Recuerda una pequeña paciente que la madre no
sabía si había nacido o no con las limitaciones por lo que se envío
a Caracas. Era un Síndrome de Down que podía ser educable en
un centro especializado. No llegaría a ser un médico pero puede
trabajar en una farmacia, en una peluquería, puede hacer lo que
a ella le guste. La madre no conocía que a través de un diagnós-
tico certero podía mejorar para que esa niña desarrollara una vida
normal dentro de la sociedad.
En otro de esos rincones increíbles de Venezuela nos encon-
tramos a la doctora Alicia Vázquez del Pino quien nos explica
que desde un mes antes de que llegara la Misión José Gregorio
Hernández ella se preparó con sus estudiantes de medicina que
trabajaron en dos turnos en el Puesto de Mando durante los días
que duró la intervención. Un grupo de día y otro de noche en la parte
de informática. En estos Puestos de Mando se introducía en la base
de datos toda la información, bien fuera de discapacidad mayor o
de discapacidad intelectual. Eran 40 máquinas en funcionamiento.
Los estudiantes de medicina se ocupaban por dúos, introduciendo
todos los datos para después trabajar con las necesidades de estos
pacientes. Esa fue la labor que ella dirigió en su territorio.
Tomaron los datos generales, nombres, apellidos, dirección y
la parte de las necesidades del paciente como tal y de la familia.
En esa área de atención son comunidades donde la drogadicción,
el alcoholismo y demás tienen una fuerza grande. Vieron también
la escolarización de los pacientes, algunos de ellos analfabetos,
porque por la misma discapacidad que tenían nunca habían sido
llevados a una escuela especial. Las necesidades de educación y si
era necesario trasladarlos a la escuela, las insuficiencias de asis-
tencia médica, porque Barrio Adentro abarca solo el 80% de la tota-
lidad de la población con atención regular, los que requerían camas,
bastones, el tipo de bastón que llevaba, el tipo de silla de ruedas,
263

el tipo de colchón, el tipo de prótesis en caso de que la necesitara,

auditivas o por falta de extremidades.
En el Consultorio Popular después de que los pacientes eran
vistos en la comunidad y valorados por los genetistas, en el caso de
que necesitara otra reunión con ese especialista se le daba la cita lo
antes posible para poder dar la orientación requerida luego de los
exámenes que se estimaran pertinentes por los especialistas que
en la mayoría de los casos se efectuaban con rapidez.
Se llevaba hasta el detalle la necesidad de interconsulta con el
fisiatra, con el logopeda y en estos momentos se le da seguimiento
a todo eso. En sí la base de datos es tener registrado para darle
solución a todos los problemas del paciente y de la familia. Nece-
sidades de camas, de colchones, de televisor, de cocina porque la
Misión José Gregorio Hernández llegó a todos los rincones donde
las condiciones de vida por lo general son muy precarias.
Alicia nos dice que ya han visto resultados de su trabajo. Antes
del mes de terminar la misión en Aragua ya estaban dando solu-
ción a esos problemas a través de las Salas de Batalla del Frente
Francisco de Miranda que tienen en la comunidad insertadas, Ya
se vio la entrega de una serie de recursos y en las Salas de Rehabi-
litación están ahora muchos pacientes que no habían sido identifi-
cados porque el médico con su grupo no había podido llegar hasta
ellos. Para esta especialista la Misión José Gregorio Hernández fue
fundamental porque se pudo determinar lo que hacía falta para
cada paciente. Están registrados pero faltan una serie de cosas por
cumplir porque hay pacientes de todo tipo, retrasados mentales,
discapacidad por accidente, por malformaciones congénitas, entre
otras, hay de todo en niños y en adultos. Cree que en realidad es una
labor importante y nosotros estamos seguros de eso.
La doctora Vázquez del Pino reflexiona que si bien es cierto que
se traía la experiencia del estudio genético en Cuba, fue diferente
porque en la isla todos los pacientes estaban identificados pero en
Venezuela se encontraron con personas que nunca habían tenido
atención médica, algunos porque viven en lugares tan apartados y
desolados que no tenían ni idea del surgimiento de Barrio Adentro,
264

CAPÍTULO VI
otros porque pensaron que los males de sus seres queridos no

tenían solución y no faltaron los que todavía dudan de los servicios
de los cubanos. Con la Misión José Gregorio Hernández se llegó a
todas partes en lo que la doctora califica de algo muy humano que
repercutió grandemente en la familia venezolana cuando desde
lugares remotos se logró que pudieran acceder también a los servi-
cios de salud lo que elevó su autoestima. De eso no nos cabe la
menor duda.
Si bien es cierto que la Misión José Gregorio removió las fibras
más sensibles de la población venezolana, también impacto a los
médicos cubanos que nunca imaginaron tantas cosas como las que
encontraron: personas con limitaciones físicas o mentales abando-
nadas a su suerte, sin siquiera las mínimas condiciones higiénico-
sanitarias. Que hoy en día se tengan en cuenta es algo solo posible
con una revolución como la Bolivariana. Allí encontraron pacientes
que cuando encuestaron a la madre esta no tenía ni la menor idea
de las causas de la enfermedad, ni de cuando empezó, o si su hijo
nació con facilidad o el parto fue traumático, sencillamente porque
nunca fue atendido ni por un paramédico. Mucho menos conocía
qué era un genetista, que esos servicios existían antes de concebir
un embarazo. La falta de ese tipo de atención provoca que familias
con serios problemas de herencia siguieran procreando sin saber
que la criatura podía portar enfermedad genética, o saber cómo iba
a nacer el niño antes de concebir el embarazo. Ellos se quedaban
maravillados, no podían creer que se podían identificar para tomar
las medidas necesarias.
La encuesta es tan completa que le pregunta a la madre hasta
qué labor desempeñaba en el primero y en el segundo trimestre
del embarazo, si tomaron algún tipo de medicamento que pudiera
afectar a la criatura, como a su audición, por ejemplo.
Llegamos a un asentamiento poblacional que tiene pésimas
condiciones, de gente muy pobre, íbamos en busca de la lucha-
dora social venezolana Elizabeth Villegas, estaban preparando
un operativo médico, en su casa se paralizaron todas las labores,
incluso muebles de la sala fueron trasladados a los cuartos para
265

poder instalar los servicios de óptica, en esa casa y la vecina en un

abrir y cerrar de ojos ya tenían para todas las consultas. Allí nos
encontramos con algunos de los beneficiados por la Misión José
Gregorio Hernández. Hablamos con una madre de cinco hijos que
tiene uno con serios problemas de discapacidad por problemas a
la hora del parto, y ya tenía en su casa una cama apropiada para
el niño, un refrigerador y una lavadora. La contemplamos deteni-
damente, parecía una mujer de cincuenta años y no llegaba a los
treinta, llegamos a pensar cuando nos sonreía tímidamente que esa
era la primera vez que lo hacía.
De ahí que tratáramos de contactar a uno de los miembros
del Consejo Comunal. El polvo lo teníamos impregnado en los
pulmones y caminamos hasta que perdimos la cuenta bajo un sol
que rajaba las piedras, allí donde no existían ni caminos. En San
Vicente encontramos a Elizabeth que nos da un abrazo tan fuerte
que casi perdemos la respiración, estaba muy contenta al decirnos
que por primera vez en más de cuarenta años tenían un presidente
que se ocupara de la gente que tenía alguna discapacidad, que
atendieran a los excluidos de siempre y agrega que tan importante
como eso es el que el pueblo se haya sumado a la tarea de ayudar a
los demás. Como un tropel nos subraya que se ha ayudado a muchí-
sima gente necesitada, se le han entregado enseres como colchones,
neveras, cocinas, lavadoras, entre otros, para que puedan tener
mejoría en sus condiciones de vida y atender mejor a sus pacientes.
Ellos se sienten muy orgullosos, muy contentos con la labor que
está haciendo el presidente Chávez y el Consejo Comunal cada día
está más comprometido con la Revolución Bolivariana, una respon-
sabilidad que sale del corazón y no olvidan al líder cubano Fidel
Castro que tanto hace por los pobres en cualquier parte del mundo.
Le llaman también su comandante. Nos dice con energía que ese
es un sector rojo-rojito, que aunque a veces tienen muchas dificul-
tades para trabajar todo lo pueden lograr con la ayuda de Dios y de
su Presidente.
Para ellos también fue una sorpresa en esas visitas casa a casa
el encontrarse a personas con discapacidad postradas en una
266

CAPÍTULO VI
cama que ni siquiera conocían de su existencia lo que les causó un

inmenso dolor a todos, ver a esa gente que nunca habían salido de
su casa, que estaban tirados en un rincón en espera quizás de la
muerte sin ninguna otra esperanza. Por primera vez entraron en
ese sector los ángeles de Chávez, como los denominan, porque
dicen que sus batas blancas son un mensaje de paz y alegría.
Llegará el día en que masivamente los médicos venezolanos
también se incorporen a tareas como esta y que sean ellos los que
vayan a buscar a los enfermos sin esperar a cambio más remunera-
ción que una sonrisa, cuyo valor es incalculable.
Están muy agradecidos por la labor de los médicos cubanos
y nos repiten que el socialismo es la unión de lo social, la ayuda
a los compatriotas como cuando se hacen los operativos de salud
donde no solo se presta su casa sino también la de Yoli y la de José
Antonio y si hiciera falta otra hay muchas más a disposición. Hay
numerosísima colaboración de la gente que se siente satisfecha de
poder poner su granito de arena que es lo que quiere su Presidente,
luchadores que trabajen por la comunidad, por la gente, que haya
ese amor hacia los demás, reiteran. Aclaran que ellos tienen ocho
años de habitar esos terrenos, la población es de jóvenes principal-
mente y recién salió un grupo de muchachos que se graduaron de
bachilleres y muchos quieren ser médicos.
Nos fuimos a una Sala de Batalla donde están los jóvenes de
todas las edades del Frente Francisco de Miranda que son los
encargados de entregar las ayudas técnicas detectadas por la
Misión José Gregorio Hernández. Estas instituciones son del PSUV,
Partido Socialista Unido de Venezuela, que lidera el presidente
Hugo Chávez Frías. Nos quedamos asombrados de su capacidad
de trabajo, reciben, organizan, distribuyen y además estudian, algo
muy importante en un país donde se libra una ofensiva a muerte
contra la ignorancia.
La que visitamos es del Área de Salud Integral de Tacarigua en
uno de los sectores de Maracay, la segunda ciudad en importancia
del estado Aragua. No pudimos sustraernos a la mezcla de su pobla-
ción donde reina el origen indígena, según reza la leyenda la ciudad
267

debe su nombre al gran cacique jefe de los Araguas invicto en mil

batallas contra los colonizadores españoles y émulo de Guaicai-
puro. Otros refieren que significa tigre y por eso el felino aparece en
el escudo de la villa.
Estos jóvenes dignos de su estirpe no solo formaron parte de los
cuartetos que visitaron casa a casa, sino que también fueron los que
se encargaron de llegar hasta las comunidades a entregar la ayuda
técnica y a ofrecer los servicios que se brindan en Barrio Adentro
para mejorar su calidad de vida.
Nos fuimos con ellos en las camionetas y de todas las casas
que visitamos la de Carmen fue la que más nos impresionó. En
un espacio, que pudiéramos homologar con un pañuelo, viven 16
personas, y llegamos a la conclusión de que se turnan para dormir
porque de otra manera es imposible. Ella padece de una artritis
que la tiene postrada en una cama hace varios años y comparte la
colchoneta donde descansa con uno de sus nietos, ya adulto. Fuimos
a llevarle una silla de ruedas, otra para hacer sus necesidades y
una cama que logramos colocar gracias a las once mil vírgenes que
nos acompañaban en tan hermosa labor. Carmen ve a la Misión
José Gregorio Hernández maravillosa, no le quedan palabras de
elogio porque no deja de reconocer que al menos esta vez sí se está
beneficiando a las personas de escasos recursos porque ella jamás
hubiera podido comprar una silla de ruedas de este tipo. Se tenía
que conformar con la que tenía que ya estaba al caerse a pedazos.
Saben que están colaborando con todos los que necesitan ayuda,
que son muchos, porque Venezuela ha sido un país abandonado por
todos los gobiernos anteriores y los que han podido vivir son los
que han tenido dinero, los pobres a veces ni estaban inscritos en el
Registro Civil.
Es una mujer que trabajó por más de 30 años y que hoy vive de
la pensión que le paga el seguro que antes apenas alcanzaba para
los medicamentos que hoy recibe gratuitamente en Barrio Adentro.
Lo poco que tiene es para sobrevivir con sus hijos con muchísimo
trabajo y no encuentra palabras para agradecer la colaboración
268

CAPÍTULO VI
que le dan, que le ha permitido dormir tranquila por primera vez en

muchos años.
Del Consejo Comunal de ese sector es José Romero quien
asevera que la Misión José Gregorio Hernández es uno de los éxitos
de la Revolución Bolivariana que sigue avanzando y ellos tienen
que continuar apoyando. La deuda social era tan grande que había
muchas personas con discapacidad que ya hoy cuentan con una
silla de ruedas, con una cama clínica, con un colchón ortopédico,
colchón antiescaras, bastones, odontología. Sonríe ampliamente y
nos dice que son tantos beneficios que ha recibido la comunidad
que se le van de la mente. Lo que no vieron en 40 años parece impo-
sible que lo hayan logrado en tan poco tiempo gracias a la Revolu-
ción Bolivariana que ha permitido que los beneficios de la siembra
petrolera lleguen a todos, llevándolos gota a gota a los más pobres
en las comunidades, hasta la puerta de su casa.
De regreso a la Sala de Batallas nos encontramos con la profe-
sora cubana Clara Luz Hernández Argüelles quien trabaja con el
Frente Francisco de Miranda. Nos dice que esa agrupación parti-
cipa en innumerables tareas y que su labor en la Misión José
Gregorio Hernández ha sido destacada. La califican como la luz que
ha llegado a las comunidades desde el punto de vista humano, prin-
cipalmente, por lo que ha significado para todas aquellas personas
con discapacidad que antes habían sido excluidas en las comuni-
dades y en este momento reciben los beneficios de la Revolución
Bolivariana, se atienden sus problemas materiales, los físicos y
mentales. Para ella es un orgullo increíble participar en esa magní-
fica obra del comandante Chávez, es un granito de arena aportado
en nombre de Fidel y Raúl, nos afirma y agrega que cumplirán la
tarea con todo empeño, extrañando a sus familiares en Cuba, pero
satisfechos.
Allí también estaba Milaidy Ávila, una profesora de la oriental
provincia de Holguín que imparte clases en Venezuela en la Escuela
de Luchadores Sociales quien nos dice que los muchachos del
Frente Francisco de Miranda se caracterizan por su apoyo incondi-
cional a todas las personas que los necesitan.
269

Las sendas de Aragua parecían infinitas, llanos, montañas,

casitas aisladas, con grandes distancias que recorrer que nos
llegamos a preguntar hasta de dónde habían salido pues cuando
menos lo esperabas aparecía otra. Hasta allí llegó también la
Misión José Gregorio Hernández, como estuvieron también atrave-
sando las aguas del Orinoco o del Caroní en Bolívar, Delta Amacuro
o Amazonas. Estos caminos no por menos mencionados dejan de
ser peligrosos. Algunos de estos médicos cubanos están en Vene-
zuela desde la catástrofe de Vargas en el año 2000, uno de ellos es la
doctora Belkys Maceo Wilson que ostenta orgullosa sobre su pecho
la Orden Francisco de Miranda de Segunda Clase que recibiera de
manos de Fidel Castro y Hugo Chávez.
En el municipio donde ella coordinó la José Gregorio Hernández
se dividieron por sectores, cada sector en veredas, y cada vereda
por casa. Ese fue un trabajo bien estratificado para hacer el abor-
daje de la misión. No deja de decirnos que el resultado fue inespe-
rado. Tuvieron 1,73 % de personas con discapacidad a pesar de las
búsquedas anteriores en el trabajo de terreno. Ya en una segunda
etapa todas esas personas que se censaron fueron analizadas por el
equipo de genetistas y se les da un seguimiento porque esa misión
llegó para quedarse.
No dejaron de encontrar personas aparentemente sanas que
tenían serios problemas de salud y en la actualidad están contro-
ladas y tienen un seguimiento por el médico del Consultorio
Popular. Los luchadores sociales siguen esta tarea muy de cerca,
visitan la comunidad y brindan la ayuda cuando está a su alcance
sin escatimar esfuerzo.
Subraya Belkis que cuando estén los resultados de los estu-
dios a los pacientes se podrá proporcionar un consejo genético
adecuado lo que permitirá también dirigir la prevención para que
sea efectiva. Ya se ha podido detectar que en muchos casos lo que
necesitan es orientación, sobre todo la Consejería Genética para
poder disminuir en gran medida las discapacidades que muchas
veces dependen de problemas hereditarios o de drogas y la persona
no sabe. Ella piensa que si la Misión Milagro es devolverle la luz, la
270

CAPÍTULO VI
José Gregorio Hernández es la vida porque les entrega la dignidad

a esos seres humanos que son personas con discapacidades pero
con los mismos derechos y potencialidades, lo único que tienen
una forma diferente de decir. Este trabajo comunitario se gana, de
hecho están las Fiestas por la Salud, declarar los Consultorios por
la Excelencia, trabajo en los Consultorios en cuanto a la proyección
comunitaria como tal el mismo que tenemos con el cardiológico,
en cuanto a la educación sexual en los liceos, todo esto es llevando
la atención de los Centros de Diagnóstico Integral a los barrios,
haciendo la búsqueda activa, trasladándole la atención a la casa, ya
no solo que el paciente tenga que ir, sino que los especialistas van.
Eso tiene un valor y eso la gente lo necesita y lo quiere, es lo que
hace falta porque eso es lo que es Atención Primaria en Salud.
A esta tarea también se han incorporado médicos venezolanos
como la doctora. Iraida Vega quien recuerda que cuando llegó Barrio
Adentro ella trabajaba en un consultorio privado y a menos de cien
metros estaba la Misión Cubana y decidió llegarse como paciente a
ver cómo trabajaban y vio que la atención era buena, tenían mucha
profesionalidad, que ellos daban gratis a los pacientes los medica-
mentos que ella en su consulta mandaba a comprar en farmacias y
muchos no tenían recursos para hacerlo y se los empezó a remitir
a la misión. Uno de esos pacientes fue el que le llevó la convoca-
toria para hacerse especialista en Medicina General Integral con
los profesores cubanos y no lo pensó dos veces, porque eso estaba
hecho a su medida. Lo que más le gusta es el trabajo en el terreno,
en la comunidad. Ella piensa que la más grande de las misiones es la
José Gregorio Hernández porque es la más humana. Busca la causa
de lo que le sucedió a alguien cuando nació o a través del tiempo,
trata de combatir ese efecto y sobre todo busca por investigaciones
e información a la población para que no vuelva a suceder y que las
personas que ya están predispuestas genéticamente sepan a qué
atenerse si tienen hijos en esas condiciones.
Reflexiona que sobre otra arista importante de esa misión, la de
sacar de esos cuartos, del estancamiento en que estaban inmersos, a
muchas personas que habitaban escondidas, que en algunos casos
271

la misma familia no le daba valor a ese ser humano o se sumían

en la desesperanza. Sacarlos de ahí, tomarlos en cuenta, ponerlos
a participar y que se integraran en la comunidad, eso no tiene
parangón en la historia de Venezuela. No por el dinero, necesitan
una medicación especial, una ayuda especial que a veces a través
de Barrio Adentro no la tienen pero se trata de solucionar con el
Ministerio de Salud y el de Seguridad Social porque son suma-
mente costosas para pacientes con pocos recursos económicos.
Es difícil estar en Aragua y no visitar la Colonia Tovar, más
conocida por la Alemania del Caribe. Desde Maracay son más de
dos horas de camino con una camioneta a prueba de curvas para
no tener un encuentro fraternal con uno de los abismos pues se
encuentra a alrededor de dos mil metros de altura. Esta población
fue fundada en 1843 por un grupo de inmigrantes provenientes de
Baden, una región que pasó a formar parte de Alemania.
Cuando llegamos nos recibieron campos de duraznos, fresas y
remolachas que se dan perfectamente en ese clima templado. Nos
dirigimos al Centro de Diagnóstico Integral donde se encontraba en
esos momentos Leopoldo Mayza, presidente del Comité de Salud
de la Colonia quien cataloga a Barrio Adentro como una bendición
de Dios. Tiene muy en especial la Misión José Gregorio Hernández,
que le permitió trasladarse con los médicos a muchos caseríos que
incluso no sabía que existían por lo que la considera inolvidable. Así
como Leopoldo tenemos otros testimonios de los venezolanos que
trabajaron en tan hermosa tarea que se quedaban sorprendidos
por los casos que encontraban. Los habitantes de la Colonia Tovar
para recibir una atención médica tenían que recorrer el camino que
a nosotros nos cautivó por su belleza pero también por sus peligros,
por ahí no se puede ir rápido con una urgencia para el hospital pues
lo más seguro es que no llegarán.
Nos narra Leopoldo que no en pocas oportunidades el miedo
los hacía temblar por los precipicios, las lomas, los barrancos
inesperados pues la vegetación no permitía que se percataran a
primera vista. Algunas veces se tenían que bajar del carro para ir
dos grupos, pero fue algo verdaderamente maravilloso para todos
272

CAPÍTULO VI
se ganó el corazón del pueblo y la felicitación de la comunidad.

Aquí, entre montañas la Misión José Gregorio Hernández fue un
sueño de muchos que nunca pensaron que se podía concretar. Hoy
en día no solamente es un hecho sino una realidad que han vivido
y que siguen viviendo porque mientras exista ese entusiasmo, esa
espiritualidad, esa unión entre los médicos cubanos y el pueblo
venezolano, no hay vuelta atrás como afirman los pobladores.
Una luchadora social de poco más de 25 años, Berta, nos dice
que tiene seis hijos por lo que la misión le impresionó mucho al ver
niños, ancianos y jóvenes con discapacidades, sordos, ciegos, y por
eso estima que esta ha sido la primordial porque es la que permite
al ser humano desarrollarse mental, espiritual y físicamente. Nos
pone el ejemplo de que si a ella le faltara una pierna y no puede
caminar, desde el momento que le dan una prótesis y lo puede hacer
su vida cambia totalmente y la de su familia también. Agrega que
uno no puede ir por la calle indiferente, y mirar a los lados, saber
que ahora aquel que tiene problemas va a tener oportunidad, el
otro tendrá posibilidades, que todos la van a tener, sin necesidad de
dar dinero a cambio o de estar pidiendo favores. Admira al pueblo
cubano, a Fidel Castro a todos los colaboradores que tienen un valor
que no se puede medir por su grandeza y condena el medio siglo
de bloqueo a la isla por los gobiernos norteamericanos que no han
podido doblegar a un pueblo digno que labra su camino con trabajo,
esfuerzo y tesón. Ellos admiran el sacrificio de los cubanos que han
dejado su país y su familia por ayudarlos, lo que no se paga ni con
todo el oro del mundo.
En la Colonia Tovar impulsan el quinto motor de la revolu-
ción con la participación social, el poder popular y fortaleciendo
el tercer motor que es la concientización. Dicen que Chávez dio la
semilla y ellos la sembraron y le echan agua para que crezca sana y
sin problemas, que esa es una Revolución de tres B: bella, bonita y
barata.
Al finalizar la primera fase de la Misión José Gregorio
Hernández se efectuó en el teatro Teresa Carreño de la capital
venezolana un hermoso y emotivo acto que se inició con una
273

puesta cultural de los niños de escuelas especiales como muestra

de la integración a la sociedad de esas personas que otrora fueron
ignoradas por las autoridades de gobiernos anteriores, solo en
estos momentos se les da el espacio que merecen. De una tarea sin
precedentes calificó el presidente Hugo Chávez quien recordó que
cuando lo extraordinario se vuelve cotidiano estamos en presencia
de una revolución de la mano de la ciencia para el bienestar de toda
la población, para lograr la verdadera independencia. Bendijo a los
especialistas cubanos en nombre de un pueblo que no tiene pala-
bras para agradecer.
El líder cubano Fidel Castro, envió un mensaje de recono-
cimiento a ese milagro que constituyó la Misión José Gregorio
Hernández gracias a los esfuerzos de Cuba y Venezuela, donde se
ha ido al epicentro de un problema que encierra muchos a la vez.
Chávez puntualizó que de las más de 334 mil personas discapaci-
tadas, había 18.293 entre los 5 y 19 años que no están en escuelas
todavía y se comprometió ante la Nación a crear en breve tiempo las
instituciones especializadas necesarias.
La profesora Marcia Cobas antes de leer el informe señaló
que era un día extraordinario al finalizar esta etapa de trabajo que
traza el camino a seguir que no hubiera sido posible sin la cola-
boración de Barrio Adentro y del pueblo venezolano que les abrió
sus hogares. Agregó que bajo los principios de visitar las casas en
nombre de la Revolución Bolivariana, se visitó al cien por ciento de
las personas que aceptaban el estudio y se le brindó ayuda médica
de otro tipo a los que lo requerían. Esto permitió también llegar
a unas cinco mil comunidades que reciben atención médica solo
en los operativos para que no quedaran excluidos. Otro principio
fue el de la confidencialidad y piensa que el logro más importante
es que demostró lo que era posible hacer cuando se aúnan volun-
tades para darle solución a los problemas ya que en esta misión tan
noble participaron también alrededor de 30 mil venezolanos junto
a los cerca de 400 especialistas que vinieron de Cuba a realizar esta
investigación.
274

CAPÍTULO VI
Se visitaron más de 600 mil hogares lo que fue viable por el

apoyo incondicional de la Brigada Médica Cubana que estuvo
presente en todo momento, así como la excelente participación de
los 5.232 estudiantes de Medicina Integral Comunitaria. En general
fueron alrededor de 36 mil personas los protagonistas de esta gesta
heroica.
Embargada por la emoción la profesora Marcia Cobas recordó
las palabras del líder cubano cuando finalizó el estudio genético en
la isla de que pocas veces los sueños se hacen realidades y afirmó
que en este caso las realidades superan los sueños, tal y como ha
ocurrido en la patria de Bolívar. Se han enamorado de las tareas de
la Revolución Bolivariana y se han dado cuenta de que tienen que
despertar, que trabajan para el futuro, para el hombre nuevo en una
Batalla por la Felicidad.
Los que saben querer

Salimos de la Colonia Tovar impresionados de cómo se han
unido las tradiciones culturales alemanas a las venezolanas para
dirigirnos al estado Carabobo, tierra donde se librara el 24 de junio
de 1821 la batalla decisiva que dio paso al nacimiento político de
Venezuela. Le dimos un hasta luego a las montañas para dirigirnos
a la costa en Puerto Cabello.
Visitamos Consultorios Populares en lugares tan apartados que
en ocasiones teníamos que disponer de todo un día para poder ir
y venir a Mariara donde está la coordinación del estado de Barrio
Adentro. Llegábamos cansados pero contentos porque veíamos en
el terreno que los múltiples esfuerzos de los médicos cubanos y la
población venezolana poco a poco iban teniendo resultados.
A Carabobo fuimos a ver el trabajo que se está haciendo en
el programa materno infantil en el que se unieron las estrategias
venezolanas y las cubanas como parte de la integración, fenómeno
natural que se da en Venezuela entre el Ministerio de Salud y Barrio
Adentro. Esta es la Misión Niño Jesús.
Un colectivo de profesores cubanos presidido por la doctora
Nury Moreno Martínez elaboró un Sistema de Acciones en la
275

Atención Materno Infantil que señala en la introducción que cerca

de once millones de niños y medio millón de madres mueren al año
por complicaciones en su mayoría que pueden evitarse con una
buena atención médica.
El documento señala que a partir de la nueva Constitución Boli-
variana implementada en el año 1999 la tasa de mortalidad infantil
ha disminuido de 21,4 en el 1998 a 13,4 x 1000 nacidos vivos en el
2007 y la mortalidad materna de 51 en el 1998 a 47,4 x 1.000 nacidos
vivos en una misma etapa. Son interesantes los datos que reflejan
que más de la mitad de la mortalidad en niños ocurre en el primer
mes de vida. Las causas fundamentales siguen siendo por compli-
caciones perinatales relacionadas con sufrimiento fetal agudo,
complicaciones relacionadas a factores maternos y del embarazo,
trabajo de parto y el parto en sí, asfixia perinatal, infecciones respi-
ratorias agudas, sepsis y trastornos hemorrágicos del recién nacido,
así como también malformaciones congénitas entre otras. Las dos
primeras causas son prevenibles y evitables siempre y cuando se
implementen acciones conjuntas entre comunidad y equipo de
salud encaminadas a responder efectiva y oportunamente a las
necesidades de este grupo poblacional, subrayan los especialistas
y agregan que en Venezuela, muere una madre cada día por compli-
caciones del parto y 5 de cada 10.000 mujeres embarazadas fallecen
por patologías evitables con los conocimientos y procesos que se
pueden desarrollar en los servicios de salud.
Llegamos a un Consultorio Popular y el panorama era espec-
tacular. Más de 20 mujeres embarazadas, de todas las edades reci-
bían una audiencia sanitaria para evitar los riesgos y la necesidad
de acudir al estomatólogo pues la salud empieza por la boca. Es
muy importante reiterar sobre ese tema pues está arraigado en la
población que esos tratamientos son para después del parto como
creencia popular, porque no saben la importancia que la salud tiene
para ayudar de esa forma también al bebé. Seguimos atentos a la
exposición donde participaron la obstetra, la especialista en Medi-
cina General Integral y la enfermera venezolana que ya es una
experta en promoción de salud y prevención de enfermedades. Las
276

CAPÍTULO VI
preguntas fueron muchas porque todas querían precisar algunas

cosas y se estableció un ambiente muy cordial y agradable.
Fue una tarde inolvidable para después sentarnos a conversar
con la doctora Angélica Gutiérrez que llegó a Venezuela desde la
central provincia cubana de Sancti Spiritus para implementar el
Programa Materno-Infantil en la patria de Bolívar. Las estrategias
de trabajo que se proponen son un gran reto y les corresponde la
utilidad de la ejecución del mismo en Barrio Adentro.
Para los especialistas de obstetricia es un sueño bajar la tasa
de la mortalidad materno-infantil aunque están conscientes que es
tarea de todos. En Carabobo la mortalidad materna era de 67,1 y
la infantil de 16,5, muy por encima de lo que ellos están acostum-
brados a trabajar en Cuba.
Hacen la captación de las embarazadas y a la vez orientan
un programa integral donde la atención va a ser precoz, perió-
dica, continua, completa, dispensarizada e integral porque unen
los aspectos preventivos con los aspectos curativos. A ella le ha
impactado cómo se ha sumado la comunidad a este programa. Los
especialistas preparan a las luchadoras sociales en audiencias de
salud. A través de los debates comprueban cómo ellas se autopre-
paran con el médico de la familia, el de los Consultorios Populares.
Utilizan también bibliografía que les orientamos, usan Internet las
que tienen posibilidades. Nos refiere que el seguimiento antes del
parto trata de la orientación precoz y continua. Precoz porque se
capta a la paciente en el terreno antes de la semana 14, continua
porque existe una periodicidad entre una consulta y la otra aten-
diendo a la dispensarización. Si es de alto riesgo necesita de una
atención más frecuente y las que no tienen problemas cada 15 días.
La paciente es atendida desde que se capta el embarazo hasta
que pare, por lo que es completa, pero no solamente hasta que pare,
sino hasta después del puerperio, porque, y en esto nos dice con
sonrisa pícara, no se pueden escapar tan fácilmente de ella pues
la madre y el niño son un gran binomio, no se pueden separar
aunque les corten el cordón umbilical en el momento del parto. Dan
la atención hasta el período del puerperio que son 45 días luego
277

del alumbramiento, después ya interviene otro de los integrantes

del equipo horizontal de salud o del grupo básico de trabajo que es
el pediatra que se encarga de darle seguimiento a estos pequeños
pacientes. El médico general integral es el eje fundamental en la
atención porque es el que controla el seguimiento de la parida y
el niño, los capta y los lleva al pediatra para que haga una evalua-
ción adecuada desde el punto de vista nutricional, social, así como
también de conducta y de pronóstico.
No dejamos de abordar el tema del embarazo en la adolescente
que no deja de ser un problema mundial, ya existen millones de
casos en el planeta y es una situación que en vez de disminuir con
todas las campañas internacionales que se realizan, aumenta. En
los Consultorios Populares están formados los Círculos de Adoles-
centes que son atendidos por el especialista en Medicina General
Integral, de hecho hay gran cantidad de pacientes en esa edad
lo que se refleja en el registro de la consulta que la mayoría son
menores de 20 años, nos dice la doctora Angélica.
Acota que es difícil encontrarse una mujer embarazada de 35,
36 años. No solo menores de 20 años con un embarazo, lo que más le
preocupa es que a veces tienen 17, 18 años y es el segundo o tercer
embarazo. Sabe que el organismo en la adolescencia no está todavía
preparado para las exigencias de la sobrecarga que produce el
embarazo y si a eso le añadimos dos, tres embarazos, no se recupera
y después trae consecuencias no muy halagüeñas que digamos. A
las embarazadas siempre les exigen la citología y se preparan en
los hospitales consultas de patología de cuello ya que en Vene-
zuela como en otras partes del mundo, el cáncer cérvico-uterino es
una de las principales causas de muerte en la mujer. Dice que en
realidad esto es muy difícil porque la mayoría de las mujeres no
quieren ponerse el especulo, incluso en el seguimiento del emba-
razo cuesta trabajo.
Antes de despedirnos para conversar con la doctora del Consul-
torio Popular nos refiere que las relaciones con los especialistas
venezolanos son muy buenas y todos aprenden. Nos refugiamos
delante de un ventilador para hacer más soportable el intenso calor
278

CAPÍTULO VI
y conversar con la doctora Margarita César Sánchez que nos dice

riendo que ese era un día fresco por allá, lo que hizo que la mirá-
ramos con escepticismo.
Nos explica que las embarazadas tienen dos vías para entrar
a este programa, por vía directa y por la búsqueda en las visitas
de terreno. Desde que llegan comienza la captación con todas las
opciones completas y los complementarios que tienen en el Centro
de Diagnóstico Integral. Esta oferta no es solamente para las emba-
razadas, también para los familiares. Posteriormente comienzan
las consultas, tal y como se desarrollan en Cuba, con sistematicidad,
con respeto, hasta el detalle con todos los pacientes, es un segui-
miento adecuado a la exigencia de una embarazada.
Estas pacientes, en virtud de que hoy ya disponen de una
obstetra, son evaluadas al cien por ciento, todas las embarazadas
pasan con el especialista. La gestante siempre va a esa consulta
con el especialista en Medicina General Integral o la enfermera del
Consultorio Popular a que pertenece, a partir de ahí comienza un
trabajo mancomunado hasta el alumbramiento con una atención
permanente.
La doctora Margarita refiere que ellos tienen la oportunidad
de trabajar terreno todos los días y en él se encuentran todos los
casos habidos y por haber, el que está bajo control y el que no lo
está. Hay embarazadas que las reciben y las escuchan pero les
dicen con mucho cariño que se están atendiendo en una clínica.
Ellos respetan la decisión de las pacientes, no obstante les dan las
orientaciones pertinentes, les sugieren y les indican que en Barrio
Adentro tienen las puertas abiertas aun cuando se atiendan en otra
institución. Las tienen controladas independientemente de que no
las tengan en atención directa para que no les falte nada.
En esto nos explica que no hay ningún tipo de contradicción,
lo importante es que la embarazada se atienda, sea en un seguro,
en una consulta particular, claro prefieren que lo hagan en Barrio
Adentro porque están seguros de que le garantizan todo. Saben
que en las consultas privadas o en otro nivel de atención, ellas se
pueden encontrar con dificultades, por ejemplo puede ocurrir con
279

un complementario que tiene un valor determinado y por atravesar

en esos momentos por una precaria situación económica no lo
pueden realizar y estas son más del 70 %.
Cuando llega el momento que no pueden pagar un comple-
mentario determinado, pierden su atención, dejan la consulta, no
le dan un seguimiento. En Barrio Adentro no tienen ningún tipo
de conflicto porque no tienen ningún tipo de exclusión, todos los
pacientes se atienden y no hay dificultades porque no tienen que
pagar absolutamente nada, un servicio gratuito y de alta calidad.
Mientras esperábamos que la enfermera venezolana, Alicia
Cabañas, guardara las hojas clínicas conversamos con varias
pacientes, como Ingrid Camacho, quien nos señaló que en los tres
embarazos que ha tenido esta es la primera vez que le dicen cómo
hacer las cosas y considera muy importante la planificación fami-
liar por lo que esas charlas son maravillosas para que ni los hijos
ni ella pasen trabajo. Alicia lleva más de cuatro años trabajando
en Barrio Adentro y durante ese tiempo pudo estudiar la licencia-
tura en enfermería para serle más útil a la población con ayuda de
los médicos cubanos. Subraya que con el perfeccionamiento de la
Atención Primaria en salud es normal en todos los consultorios dar
sesiones educativas a todo tipo de paciente porque es importante
que cada uno de ellos aprenda a prevenir enfermedades o vivir con
alguna patología que tenga. En el caso de un embarazo cómo debe
cuidarse, cómo debe prepararse para el alumbramiento, todo eso
es importante que toda la población lo aprenda. Normalmente en
Barrio Adentro en la parte preventiva de salud es importante este
tipo de orientación a través de las charlas educativas.
Le gusta mucho a esta hermosa mujer que irradia paz y alegría
en su semblante, trabajar con la comunidad porque es netamente
humano y maravilloso como lo califica y agrega que es imposible
explicar la satisfacción que se siente cuando haces algo directa-
mente con el individuo. En Venezuela hay dos tipos de enfermería,
la asistencial y la comunitaria por lo que ella seleccionó la segunda y
aunque la han invitado a trabajar al Centro de Diagnóstico Integral
ella prefiere su Consultorio Popular para no extrañar a su gente, a
280

CAPÍTULO VI
las visitas que se hacen de terreno casa a casa o en los diferentes

programas, no solo darle medicamentos y orientarlos, sino también
escuchar. Muchas veces lo que ellos expresan y lo que transmiten,
los cura más y los ayuda más que un fármaco.
El Programa Materno-Infantil tiene los siguientes objetivos

específicos:
1. Brindar una adecuada atención en salud a las embarazadas, niñas,
niños y adolescentes.
2. Registrar a las mujeres en edad fértil de la población atendida.
3. Identificar y clasificar a las mujeres en edad fértil con factores de
riesgo reproductivo.
4. Captar y evaluar tempranamente a las embarazadas, puérperas y
recién nacidos.
5. Establecer un sistema de referencia y contrarreferencia entre las
unidades de salud de Barrio Adentro y los hospitales.
6. Fomentar actividades de promoción de salud y prevención de
enfermedades encaminadas a reducir los factores de riesgo repro-
ductivo y materno infantil.
7. Involucrar a la comunidad en el sistema de acciones materno
infantil a través de los Comités de Salud, Consejos Comunales y
Misiones Sociales.
8. Capacitar a los profesionales y técnicos del sistema; líderes comuni-
tarios en las acciones materno infantil.
9. Garantizar recursos humanos y materiales necesarios para el
cumplimiento del sistema de acciones.
10. Cumplir con los principios de la ética médica y el consentimiento
informado del paciente.
Hay una región en ese estado que lleva el nombre de Negro

Primero que no podíamos dejar de visitar. Lleva el nombre por
Camejo un oficial de caballería de Bolívar que ofrendó su vida en
la Batalla de Carabobo y le apodaban así por su bravura y destreza
en el manejo de la lanza contra el colonialista español. Herido
de gravedad, según recogen los libros, este guerrero ejemplar
281

compareció ante el general Páez para decirle adiós porque estaba

muerto. Por caminos interminables llegas a esa zona entre
montañas donde los teléfonos celulares no tienen señal y mucho
menos se pueden conectar por Internet, es como si vivieran apar-
tados del mundo real, allí también están los médicos cubanos en
Barrio Adentro. Allí también acuden pacientes de territorios muy
lejanos para la consulta de obstetricia o llevan los niños al pediatra.
La enfermera diligente ayudada por una luchadora social le faci-
lita a los especialistas los datos necesarios, miden, pesan, dan el
orden de prioridad que merecen los casos, porque no es lo mismo
una embarazada con apenas semanas de gestación a otra que casi
esté a término, ni es igual una que venga sola a la que llega con tres
pequeños que se llevan apenas un suspiro.
Las consultas de pediatría las da el doctor Ramón Jesús Bala-
guer que pertenece al Área de Salud Integral Comunitaria de Los
Naranjos, quien afirma que en el desarrollo del programa materno
infantil los Centros de Diagnóstico han sido fundamentales para
realizar los estudios necesarios, tanto a la madre como al pequeño.
Aunque el trabajo con las embarazadas y los niños estuvo
presente desde que nació Barrio Adentro es asombrosa la cantidad
de mujeres que acuden a los servicios. En poco menos que unas
semanas de comenzar esta fase de perfeccionamiento ya tienen
censadas y en tratamiento a más de 45 embarazadas, todas catego-
rizadas, a las de alto riesgo les dan un seguimiento más frecuente y
a todas se les hace la interconsulta de obstetricia cada 15 días, dos
veces en el mes. Esa situación ha mejorado la información de estas
pacientes, así como también su calidad de vida.
En estas regiones tan inhóspitas es importante la cooperación
de los dirigentes comunales para que les facilite a los pacientes la
forma de ir a la consulta que se encuentra en el CDI. Ellos también
hacen trabajo de captación para que esas embarazadas, que no
tienen atención médica en esas localidades, acudan a los servi-
cios de salud para cuidarse ellas y sobre todo a los niños. Hoy por
hoy realizan partos en el área. Aquellos que no dan tiempo para
llegar a un centro de atención en la ciudad tienen un área con las
282

CAPÍTULO VI
condiciones mínimas para esos casos de emergencia y aspiran que

en un tiempo no muy lejano puedan tener un salón de partos con
la sala de espera y otros detalles más para mejorar la atención y las
condiciones de trabajo.
En Negro Primero hay un alto índice de enfermedades infecto-
contagiosas, dentro de ellas las venéreas tienen cierta repercusión,
no obstante el índice de SIDA no es muy alto. Los médicos cubanos
insisten en la educación sanitaria que imparten no solo en la
consulta, sino también en las visitas de terreno, en las casas y están
tratando de influir en la pareja para que se cuiden el uno al otro ya
que no tienen conocimiento al respecto. Las audiencias sanitarias
y las charlas que dan en el consultorio o en el CDI, pueden mejorar
esa situación.
A pesar de tan difíciles condiciones ellos siguen los linea-

mientos del programa que son:
1. Identificar y eliminar factores de riesgo dañinos a la salud como el

hábito de fumar, obesidad, hipercolesterolemia, hipertensión arte-
rial, diabetes mellitus, sedentarismo, malos hábitos alimentarios y
consumo excesivo de alcohol, entre otras.
2. Realizar actividades con las mujeres que por su condición o enfer-
medad constituyen riesgo de mortalidad perinatal y materna.
3. Desarrollar acciones de planificación familiar y proporcionar los
métodos anticonceptivos disponibles.
4. Indicar adecuadamente los antianémicos y garantizar la incorpo-
ración de la embarazada a comedores populares en aras de evitar el
bajo peso materno y fetal.
5. Realizar el control y seguimiento de las gestantes, niñas, niños y
adolescentes.
6. Indicar que se cumpla con el esquema de vacunación establecido
en el país.
7. Lograr la correcta disposición de desechos sólidos y líquidos en aras
de prevenir las enfermedades de transmisión digestiva.
283

8. Lograr el uso de agua potable, calzado adecuado, lavado de las

manos en las gestantes, niñas, niños y adolescentes de la comu-
nidad.
9. Detectar y modificar en las visitas de terreno en la comunidad
los riesgos de accidentes, de conducta sexual inadecuada y malos
hábitos higiénico-dietéticos en las embarazadas, niñas, niños y
adolescentes.
La doctora Yamira García es la especialista en Medicina General

Integral que al pedirle una valoración sobre el trabajo nos dice que
los resultados son satisfactorios y que han logrado la evaluación
de casi la totalidad de los niños desde los lactantes y de todas las
embarazadas, incluso con los obstáculos que tienen por la ubica-
ción geográfica y una población muy dispersa. Se pone roja como
un tomate maduro cuando le decimos que uno de los logros prin-
cipales es que ella lleva a la puericultura a todos los pequeños, a la
que se le hace al niño aparentemente sano, de cero a un año, y la que
se realiza a partir de un año hasta los cuatro años.
Luego de estos recorridos de varias jornadas nos sentamos en
la salita de la Coordinación de Barrio Adentro en el estado para
conversar con el doctor Sandro Calzada que atiende todo lo refe-
rido a la Atención Primaria en la región para conocer un poco de
las características del territorio. Nos dice que Carabobo era uno de
los estados que a pesar del grado de desarrollo que tiene, alcanza
los más altos índices de mortalidad materno e infantil, oscila entre
los 66 la materna y la infantil por los 17 por cada mil nacidos vivos.
Estudios muy serios plantean que predominan en las personas de
los barrios de bajos recursos, que son en realidad las que mayor-
mente atienden los médicos cubanos. Se dieron a la tarea de aplicar
una de las estrategias que está descrita en la acciones de salud en el
perfeccionamiento del 2008. Se trata de la Junta Médica.
Esa Junta Médica, asociándola a un programa de atención
materno infantil muy parecido al que se hace en Cuba permite
bajar esos índices con un trabajo dedicado y específico. Se
formaron grupos de trabajo parecidos a los Grupos Básicos en la
284

CAPÍTULO VI
isla conformados por pediatras y obstetras, para llevar una aten-

ción de mayor calidad a lo que ya se hacía. Había que intervenir de
manera directa en ese problema de salud para poder encontrar una
solución.
Mientras nos tomábamos un café negrito que levantaba a
un muerto nos explica que conformaron cinco grupos que llegan
a las 48 áreas de salud, con una frecuencia de la consulta cada 15
días. Los que tienen mayor tiempo en la frecuencia se les hace una
semana de recuperación. Repite que todos trabajan porque sea una
atención cualitativa y ya en los momentos que se hacen estas líneas
tienen más de 12 mil gestantes en consulta y más de dos mil niños,
lo que tiene un el impacto positivo en la población ya que la estra-
tegia llega hasta lugares muy recónditos del estado como Negro
Primero o el área de la costa que ya habíamos visitado y que consta-
tamos que están cubiertas en materia de salud igual que si fuera el
centro del estado.
Los médicos, nos dice con alegría, lo han hecho suyo también,
se han dado a la tarea, lo que ha facilitado estos resultados que
viabilizan la posibilidad de modificar hábitos nocivos a la salud de
la comunidad. Todo se logra con la población organizada en lo que
podemos calificar de papel protagónico, saben que se puede hacer
mucho más y pensamos que no tendrán dificultad en lograrlo en un
período que inclusive puede ser mucho más corto que lo que han
estimado como expectativa de trabajo.
Fuimos a visitar en Puerto Cabello a otro de esos gineco-obste-
tras que están en el programa. Se trata del doctor Omar Pérez Rosel,
quien nos habla de la rotación que hacen cada dos semanas aproxi-
madamente y también realizan una exploración en otro muni-
cipio, nos dice que cada zona tiene sus características particulares.
En esta primera etapa del programa es más bien la búsqueda del
mayor número de embarazadas que puedan atender en todas las
áreas, ya tienen cerca de 250. Han identificado en poco tiempo un
gran número de pacientes con riesgo, tienen muchas gestantes
por debajo de 14 años, por ejemplo, las sepsis vaginales son muy
frecuentes, no así los fenómenos hipertensivos del embarazo que
285

en esa zona se encuentran pero de poca envergadura. Hay cierto

número de embarazos gemelares pero afortunadamente la mayoría
en pelvis probadas con gestaciones anteriores y sin patologías
asociadas.
Encontraron también cierto número de anemias pero tienen
gran cobertura terapéutica con apoyo nutricional en la que se les
brinda la alimentación adecuada en comedores de las áreas de
atención sin olvidar los antianémicos que se les proporcionan en
los Consultorios Populares.
No abandonan la búsqueda de algunas otras enfermedades
que pueden ser propias del embarazo o no, como el cáncer cérvico-
uterino, por ejemplo. A las embarazadas tratan de hacerle siempre
citologías. Las afecciones más corrientes son las infecciones a
hongos y algunos flagelados como las trichomonas. No descartan
otros problemas de salud relacionados con la ubicación geográfica
de las embarazadas para las cuales tienen una planificación para
visitar en sus hogares a la paciente.
En realidad el programa materno infantil ha superado las
expectativas de todos y crece vertiginosamente. Tiene un flujo de
pacientes mayor del que esperaban en la etapa inicial. Aunque se
mide a largo plazo tratan de mejorarlo cada día para que la mujer
venezolana tenga asegurado su futuro reproductivo en buenas
condiciones. Con ellos está en la consulta la especialista en Medi-
cina General Integral Nilsie García quien afirma que lo más
importante para ella es que con el programa se da respuesta a una
necesidad sentida de la población que atienden, la más pobre, la
que nunca había sido escuchada. Antes no tenían la posibilidad de
una interconsulta con un obstetra y el pediatra que requiere el caso.
Hoy sí.
Nos fuimos con ella a una visita a la comunidad para hacer
una captación de embarazo, muy joven, apenas 15 años y ya era el
segundo, no le dio apenas tiempo entre uno y otro. Vemos el riesgo,
la doctora la remitió al Centro de Diagnóstico Integral para que
se hiciera unos exámenes de laboratorio, le dio las vitaminas y el
hierro que se prescribe en estos casos y la remitió a la consulta
286

CAPÍTULO VI
con la obstetra. Le dio una pequeña charla a la jovencita sobre los

hábitos alimenticios, ya que debe balancearse, no solamente la
ingestión de calorías. Nos fuimos por senderos improvisados hasta
otra vivienda que está a más de tres kilómetros. Lo que les falta es
una institución hospitalaria donde se realicen los partos pues en
estos momentos tienen que trasladarse a la ciudad más cercana que
está a más de dos horas de camino y no siempre se puede conseguir
en qué trasladar a la parturienta.
La población ha ganado en calidad de vida. Al niño se le dan sus
consultas identificando si es de riesgo, si viene con una patología
asociada, si es sano o si es enfermo. Según el grupo le dan la aten-
ción y la planificación de consulta que requiere. Es un programa
que comienza desde que el pequeño está en el vientre de la madre.
Lo fundamental para ellos en esta fase es captar la embarazada
precozmente, indicarle todo, verla con el especialista, darle segui-
miento correcto, adecuado, de calidad, para garantizar que el
producto de esa concepción salga sin problemas.
Muchos médicos cubanos compañeros comparan el emba-
razo precoz con la idiosincrasia del país. La producción de niños
se convierte en un deporte nacional producto de que en gobiernos
anteriores no existía la posibilidad de estudiar, de hacerse un
profesional, no todo el mundo tenía derecho a la educación. Se
ha convertido en herencia que las muchachas a los 14-15 años ya
tienen relaciones sexuales sin ninguna orientación sobre la planifi-
cación familiar. En Venezuela no está legalizada la interrupción de
embarazo como en otros países.
En el Consultorio Popular los médicos han logrado con los
Círculos de Adolescentes bajar la incidencia de jóvenes emba-
razadas. No se puede medir todavía porque apenas comienza
el programa pero se ven los avances. Se fortalece el trabajo en la
comunidad con mucha promoción de salud para evitar eso, porque
realmente es un fenómeno que puede ocasionar muchos problemas
de salud. En esos Círculos los jóvenes son los que seleccionan los
temas que quieren que aborde el especialista que puede ser de
salud reproductiva o anticoncepción de embarazo, o sea, toda una
287

serie de temas como VIH, que ellos necesitan porque es una pobla-
ción que está desprovista de ese conocimiento. Son muchachos
que carecen de la protección que da estar informados. Los conoci-
mientos se van evaluando para saber en qué se debe de insistir.
Nos enseñó la lámina con el aparato reproductor para poder
graficar la explicación. Las charlas son impartidas también por
miembros de la comunidad que se han preparado muy bien en
estos temas, que sirven como promotores dentro del mismo grupo
para que aprendan. Vimos una historieta de lo más simpática que
inventaron representada por los miembros del Círculo que sin
dudas ayuda mucho a la comprensión. También llega de Cuba algún
método didáctico de calidad que sirve para el debate. En esto los
más entusiastas son los alumnos de Medicina Integral Comunitaria.
En esto hay que tener mucho cuidado porque en ningún momento
se puede romper con los patrones culturales del país. A los padres
hay muchas cosas que no les gusta que se digan tan directo y hay
que darle la vuelta. Todavía se puede hacer mucho en este campo.
Saben que no se pueden cansar si quieren cambiar patrones de
conducta, hay que educar para lograr el fin.
En estos dúos el pediatra tiene un trabajo increíble. No tiene
tiempo ni para almorzar. Eso lo saben bien los familiares de
los pacientes que no dejan de llevarle una arepa con un poco de
refresco. Así conocimos al doctor Manuel Santiago Belloso quien
nos dice que después de captar a sus pequeños pacientes con la
ayuda de los especialistas del Consultorio Popular y la comunidad,
se les da el tratamiento adecuado y se interconsulta con otras espe-
cialidades en el caso de que lo requieran y estas son ya a nivel de
hospital.
Explica que dentro del nuevo programa de atención en Barrio
Adentro tratan de llevar a cabo un conjunto de acciones para
contribuir y apoyar el trabajo materno infantil que desarrolla el
Ministerio de Salud y Desarrollo Social de Venezuela, dentro de los
cuales está la formación de promotores de salud de la comunidad
que fundamentalmente están aparejados al funcionamiento de los
Comités de Salud que intervienen directamente en la detección de
288

CAPÍTULO VI
los factores de riesgo que pueden contribuir a las enfermedades de

estos grupos etarios de la población y además de eso intervienen
en la prevención de enfermedades y la promoción de salud con el
cambio de nuevos estilos de vida de cada uno de los integrantes de
la comunidad.
Ellos tienen una labor fundamental porque sin los promotores
de salud, sin los Comités de Salud, el médico de la familia no puede
abarcarlo todo ya que trabaja con una población muy amplia y
tiene que desarrollar un conjunto de actividades que le lleva hasta
horas de sueño, pero con la labor conjunta de este personal vene-
zolano que trabaja muy hermanado con la Misión Barrio Adentro
han podido lograr la implementación actual del Programa Materno
Infantil. Piensan que en un futuro no lejano se puede disminuir la
mortalidad, lo que mide el desarrollo de un país a nivel interna-
cional. Con la comunidad desarrollan actividades que estimulan
tempranamente el desarrollo psicomotor en niñas y niños, así
como también tratan de incorporar el ejercicio físico sistemático
en la población infantil. Educan a la población en la importancia
y responsabilidad de estar inmunizados contra las enfermedades
prevenibles por vacunas que todavía en este siglo XXI cobran
tantas vidas sobre todo en los más pequeños y no falta el que se le
olvida, de ahí la necesidad de insistir.
Los pediatras también orientan junto a los especialistas en
Medicina General Integral sobre los problemas de salud que inter-
fieren con la capacidad de los niños para asistir a la escuela, perma-
necer en ella y optimizar sus oportunidades de aprendizaje, tales
como: afecciones respiratorias agudas, del sistema osteomioarti-
cular, odontológicas, por accidentabilidad. No están ausentes las
deficiencias de micronutrientes, las parasitarias, en fin, diversas
discapacidades, pero también hay que tener en cuenta la incidencia
negativa de un embarazo precoz y de los hábitos tóxicos, entre los
que se puede encontrar la drogadicción a edades muy tempranas.
En este deambular por las consultas de Barrio Adentro nos encon-
tramos con el profesor Amado Correa, de la más oriental de las
provincias cubanas, Guantánamo, quien como obstetra ha prestado
289

servicios en el continente negro, la apasionante África, que no

olvida pero se siente muy bien ayudando a la población venezolana.
Él aborda un tema importante que es el de los embarazos
no deseados. La cuarta parte de los embarazos se registra en las
edades más tempranas y de ellos un 10 % no tenía intenciones de
aumentar la familia. No deja de reconocer que la educación sani-
taria a la población se hace por primera vez en Venezuela y todavía
no alcanza los niveles deseados. Los médicos cubanos dan charlas
en los liceos, en la comunidad para dar conocimiento y tratar de
crear conciencia en los jóvenes sobre el embarazo, que debe ser
deseado y en el tiempo óptimo.
Lo ideal es que sea por encima de los 18 años hasta los 35 ya
que se está biológicamente y hasta económicamente más prepa-
rado para poder llevar la atención requerida al nuevo ser. La salud
hay que verla como un todo, la esfera sicológica, el entorno social,
que el trabajador comunitario también ayude en la labor, buscar los
pacientes que necesitan operarse que tienen alguna otra patología
que puedes mandar con el cirujano, con el traumatólogo, la rehabi-
litación, fisioterapia.
Los especialistas cubanos insisten mucho con la población
sobre la importancia de mantener la higiene bucal y la atención
estomatológica periódica que la tienen a su alcance de forma
gratuita y de calidad en Barrio Adentro. Abordan con frecuencia las
formas en que se pueden evitar enfermedades transmisibles por
vías respiratorias, por la piel y por la mucosa, sin olvidar los riesgos
potenciales de accidentes, no solamente en la calle, sino también en
el hogar.
Para conocer el trabajo de Barrio Adentro en el programa
materno-infantil no solo nos adentramos en Carabobo, sino que en
otros estados como Táchira donde la profe Bertha, como todos le
llaman da unas clases a las embarazadas de alta calidad científica
y muy amenas. Tiene la ayuda de promotoras de salud muy bien
entrenadas que dan los ejercicios al grupo cuando ella está dando
una clase o se encuentra de vacaciones en Cuba. Tiene un relevo del
cual no se puede quejar.
290

CAPÍTULO VI
Las promotoras, muy entusiastas, nos dicen que se han dado

cuenta con los cubanos que hay que enseñarle a la mujer a cuidarse
y vigilar su embarazo. Tienen una brigada para ayudar al doctor a
internarse por la zona montañosa y se ocupan de avisar cuando
el médico va a dar una charla, incluso en zonas donde tienen que
utilizar como medio de transporte un caballo porque a pie no llegan
más nunca.
En el grupo de Berta nos encontramos a Pedro, un papá que
asistió a todo el ciclo de clases. Nos dice luego de enseñarnos al
fruto de sus amores que la atención brindada a su esposa durante
el embarazo y después fue espectacular, lo afirma porque tiene
un rango de comparación con otras instituciones y por primera
vez sintió que los servicios eran completos e integrales. Llegó sin
conocer a nadie, lo recibieron con mucha cordialidad, a su señora
la atendieron como una reina y al bebé como un príncipe. Lo mejor,
señala, es que así lo hacen con todos, no hay distinción, todo es
gratuito y no le preguntan a nadie sobre su filiación política ni sus
ingresos económicos. Hoy por hoy tiene muy buenos amigos entre
los médicos cubanos y es un fiel admirador de su trabajo.
Hablamos con la esposa y con la hija mayor que ya tiene 17
años, todo fue novedoso para ellos desde el hecho de sentarse en
el piso para la sicoprofilaxis, hasta el de llevar a su mujer a parir,
todo fue un aprendizaje, había cosas que no sabían, otras que las
tenían distorsionadas, ya hablan incluso con términos médicos que
nos dejan asombrados. Este papá se ha convertido en promotor y a
todas las mujeres embarazadas las trae a los médicos cubanos.
Participar en esto para Pedro es muy importante. Lo hace
más maduro porque los consejos no son solamente para la mujer,
también para el hombre, por ejemplo la higiene del bebé y su
alimentación entre otras cosas. Están en contacto con el pediatra lo
que sabe que es beneficioso para el niño y nos dice con una carca-
jada, en 120 %, porque el hecho de abordar el tema de la maternidad
y la paternidad responsable marca un rumbo de cambio en una
sociedad donde predomina el mandato del hombre.
291

Los promotores de salud que nacen de la comunidad dan conti-

nuidad al proceso que se ha desarrollado por la Misión Barrio
Adentro para dar el salto de calidad en la atención médica que
hemos visto a través de las acciones en el año 2008. Ese es el contin-
gente que da respuesta a las necesidades del pueblo junto a los
especialistas cubanos, los estudiantes de Medicina Integral Comu-
nitaria, médicos venezolanos que se han incorporado a la tareas
y los jóvenes profesionales del Batallón 51 que también han dado
su paso al frente como una muestra de la integración de América
Latina en un fin común que se desarrolla en la patria de Bolívar.
Hemos visto a través de estas páginas la presencia de estos
promotores organizados en Brigadas integradas por defensores
de la salud, voceros del Comité de Salud, líderes comunitarios,
estudiantes de medicina venezolanos y miembros de otras orga-
nizaciones sociales. La visita casa a casa para conocer hasta los
problemas de salud que no habían sido identificados hasta en
lugares que no aparecen en los mapas, ha incentivado a la comu-
nidad ante el dolor ajeno que la desidia de gobiernos anteriores
lograron llevar a la insensibilidad. Ha sido una gran universidad
para todos, como nos dice la doctora Patricia Rodríguez, promotora
de salud por excelencia de la Brigada Médica Cubana en el estado
Zulia.
Venezuela es la mayor cantera para formar promotores de
salud, en esta célula fundamental de Barrio Adentro, desde los
médicos cubanos que llegaron en el 2003 formados en esa base que
son los profesores de esos líderes comunitarios en defensa de la
vida. Son muchos los factores que hay que tener en cuenta para una
vida saludable, tanto físicos, psíquicos, como sociales. La promo-
ción de salud tiene que ver también con los estilos de vida, el medio
ambiente, la alimentación, entre otros. Poco a poco aprenden que la
salud no es la ausencia de enfermedad, es la calidad de vida y van
adquiriendo la responsabilidad individual.
La Promoción de Salud en Venezuela en la Misión Médica
Cubana, forma parte de un equipo de docencia, que baja desde la
Dirección Nacional al estado y a cada una de las Áreas de Salud
292

CAPÍTULO VI
Integral Comunitaria. Tienen el mismo eje conductor, hacer

acciones de promoción de salud y prevención de enfermedades
en cada uno de los lugares donde están presentes, llámese un
Consultorio Popular, un Centro de Diagnóstico Integral, una Sala
de Rehabilitación o un Centro de Alta Tecnología, incluyendo la
Misión Deportiva que trabaja conjuntamente en estas acciones. No
solo se preparan los adultos también hay grupos de niños promo-
tores de salud que podemos ver tanto en los cerros de Caracas como
en Zulia, ellos llevan el mensaje con actividades culturales en los
Festivales por la Salud que tanta aceptación tienen por la población.
Nuevos aires en bien de la comunidad, en la siembra de un
futuro para los que saben querer.
293

Epílogo
• Barrio Adentro es uno de los temas más hermosos y llenos de amor a

la humanidad del que podrán escribir con profundidad estos hace-
dores de la historia. Aquí hemos intentado mostrarles un instante
de este apasionante camino que recorren hombres y mujeres
seguros que un futuro mejor sí es posible. La introducción de la
epidemiología para trazar la estrategia hacia la excelencia consti-
tuye un momento importante, aunque silenciosa ella logra trazar las
líneas de trabajo necesarias para arrancar el mal de raíces y obtiene
resultados que se traducen en el quehacer diario.
• La fármaco-epidemiología como tal para el uso racional del medica-
mento dice presente, no se puede hablar del abuso pero sí en parte
del desconocimiento y esa ha sido una de las tareas de los especia-
listas cubanos en esta misión, investigar para conocer cuáles son los
efectos indeseables que pueden ocasionar algunos productos y dar
a conocer a la población las posibilidades que tiene cada uno.
• En la actualidad se lleva un control de pacientes con enfermedades
crónicas no transmisibles; hipertensos, diabéticos, asmáticos, epi-
lépticos, cardiópatas, para poder detectar mediante el control las
personas que necesitan en realidad los medicamentos lo cual ayuda
a establecer los planes de producción en Cuba para que no falten los
productos en Barrio Adentro. Las cifras oscilan porque hay quienes
abandonan los tratamientos sin saber a los riesgos a que se someten
295

ya que no existe una cultura sanitaria que es la que se trata de crear

en estos momentos.
• Si es cierto que de estos héroes anónimos de la misión hemos
hablado poco, creo que aun menos de los guardianes de la salud de
todos los cooperantes, sean de Barrio Adentro, Deportes, Educa-
ción o Cultura, entre otros, y nos referimos a la Comisión Médica
que tiene cada estado venezolano. Su objetivo fundamental está
encaminado a preservar, conservar y mantener un estado de salud
adecuado de los colaboradores, incluso desempeñar una serie de
actividades de salud encaminadas a lograr un regreso saludable y
triunfal a la patria.
• Ya antes de venir a Venezuela se les imparte un curso introduc-
torio a los especialistas cubanos donde les explican cuáles son los
problemas de salud del país y del estado adonde van, los riesgos,
las enfermedades que con mayor frecuencia aparecen o están
latentes, las medidas para evitarlas, las principales manifestaciones
de presentación, forma clínica, los cuidados que hay que tener y el
tratamiento.
• Cuando llegan se les hace un chequeo, se vacunan, si no lo están, y se
dividen en cuatro grupos: aparentemente sanos, de riesgo, los que
padezcan de alguna enfermedad y los que tengan alguna secuela.
En base a eso se actúa para preservar su estado de salud.
• El primer responsable de la salud de los colaboradores es el coordi-
nador del estado y luego el presidente de la Comisión que es quien
tiene que hacer cumplir todas las políticas que se establecen a nivel
nacional. El mismo mecanismo existe en cada área de salud. Nadie
puede olvidar que la mayor responsabilidad es del individuo que
tiene que estar convencido y tener percepción de riesgo de la enfer-
medad, aunque no es menos cierto que no hay peor paciente que un
médico. También deben cuidarse unos a otros.
• Cuando están ingresados los evalúa el especialista de mayor conoci-
miento, generalmente el de Terapia Intensiva, conjuntamente con
el equipo médico, además de la Comisión y el Consejo de Dirección
del estado. Cuando un colaborador puede tener riesgo para su vida
o tenga una enfermedad que obedezca a una situación compleja
296

EPÍLOGO
del estado de salud, existe en cada región un grupo multidiscipli-

nario que está integrado por varios especialistas; cirujanos, orto-
pédicos, clínicos, intensivista, dermatólogo, entre otros, donde se
hace una discusión del caso y se toma la política a seguir, se evalúa
y se consulta con la Coordinación Nacional, o sea, se encamina un
criterio único para resolver los problemas de salud del colaborador.
• El enfermo nunca está solo, siempre tiene a un hermano de la misión
a su lado, se le facilita comunicarse con su familia en Cuba e incluso
selecciona lo que quiere comer, hasta helado si el médico de cabe-
cera no se opone, aquí es donde comprobamos que en Venezuela
existe una gran familia de colaboradores donde lo más importante
es el ser humano.
• La enfermería también merece una mención especial por su abne-
gada labor en los Centros de Diagnóstico Integral, donde han dado
muestra de su profesionalidad en la atención, investigación y supe-
ración.
• En el momento de finalizar estas líneas crece vertiginosa la Misión
José Gregorio Hernández en honor a ese eminente especialista
venezolano nacido en la montañas de Trujillo que se convirtió por
su intensa labor en favor de los olvidados de siempre en un médico
de pueblos allá en los albores del siglo XX.
• Luego del estudio sico-social-pedagógico y clínico-genético entre
las personas con discapacidad, no solamente para mejorar las
condiciones de vida del paciente y la familia según las posibilidades
del estado, sino hacia la determinación de las posibles causas de la
minusvalía. De esta forma se desarrolla la segunda fase donde se
prioriza la atención a los casos críticos y se inician los estudios para
trazar la estrategia necesaria que permita disminuir la incidencia
de esos casos y dar mejor atención a los que existen como la cons-
trucción de escuelas especiales o mejoramiento de las ya existentes.
297

Barrio
Adentro muestra
el alto nivel científico
de los especialistas en
Medicina General Integral
y es una revolución en la salud
tanto desde el punto de vista asistencial
como docente que demuestra lo que se puede
hacer cuando se unen voluntades.

Notas literarias
En Venezuela apreciamos el caudal literario que encierran los

colaboradores cubanos. Presentamos a ustedes algunas pinceladas
como diamante en bruto.
Poemas
Nieves López Gola (optometrista):

Momentos
Para todos aquellos que como yo quieren algo y en especial a su

familia
hay momentos de la vida que lo más cercano es nuestro apoyo
hay momentos de distancia y desasosiego
hay momentos en que mis compañeros pasan a ser mis hermanos
hay momentos en que los ya no tan jóvenes pasan a ser nuestros
padres
301

hay momentos en los que muy menores ocupan el lugar de los hijos
hay momentos en que todo se vuelve mágico y desafortunadamente
son momentos,
momentos que los colores
ya todos son agradables
el dolor se vuelve dulzura
y la dulzura nos vuelve más capaz
capaz de amar y soportar
todo lo bueno y malo de una lejanía.
Para todos aquellos que como yo no dejarán de
luchar de amar y de esperar
va este mensaje que nos hace saber que existimos
siempre para todos los momentos.
*
Doctor Rodolfo Vega Candelario:
Carta a un amigo en su 80 cumpleaños
Cuando recuerdo a mi infancia y adolescencia

de extrema miseria y de llantos de hambre,
cuando pienso en los rechazos y humillaciones
a mis padres por los títeres y marionetas del malvado Norte
cuando tengo muy presente que tú me permites
estudiar, hablar, escribir, respetar,
cuando ya soy médico curo y sufro por las
heridas y dolores de otro.
Cuando mi Patria es América
cuando América despierta
y yo pongo en mis manos a un niño desnutrido
o a uno que llora sangre,
en otro país que no es mi isla
en un país en el que tú me has enseñado
302

NOTAS LITERARIAS
el valor de la conciencia,
lo divino de sentir y lo despreciable y
sucio que es sobreponer lo material a lo digno
y limpio de nuestros ideales.
Hoy que despierta América multiplicándose en ti
cuando la gente está cansada del dolor, la opresión
la explotación y el engaño
te doy arrodillado ante ti; a quien debo tanto,
a ti médico, colega, compañero, amigo.
a ti que haces exaltar al mundo en verdad
y libertad, te doy las gracias, hermano
que viniste de Argentina
recorriste toda América
liberaste y educaste a nuestra gente
y te fuiste a vivir
en el corazón de todos
y en el alma de este mundo.
Vivir como tú vives es honor que nos entregas,
es belleza, libertad,
es aprender de tu humildad
y tu incansable destino
que sembraste en Bolivia
sin pedir nada que darte.
Yo te abrazo compatriota
médico ético y responsable,
guerrillero indoblegable,
economista sin fallas,
historiador de la historia
y amigo de los valientes,
sin nunca bajar tu frente.
Gracias Che, gracias amigo,
por tanto amor que nos has dado,
con ejemplo y sacrificio
sin valor al despiadado.
303

*
Gladys Rubio (periodista):
Venezuela
Estoy dejando pasar el tiempo solo mirándote

te tragas mis letras y mis musas giran
imitando un vendaval.
¿Dónde mi pluma cuando explotas irreverente
en agua de minúsculas cavernas?
Te disparas en hormigas
en víboras encarnadas
en cerros habitados por luciérnagas
en raíces y lagartos.
Voy dejando pasar el tiempo
sólo mirándote.
Alarde de frailejones tejiendo
alfombras sobre los páramos.
Mi libreta quedó atrás con los zapatos de ciudad

aplastada entre el tacón y el pavimento.
El tiempo me deja yertos los dedos y las ganas

asombro que viaja en la luz que atraviesa el Autana.
Respiro y te respiro
estás dentro.
En un escenario de selvas me pierdo

en un desierto, en una lengua de arena y sal
en un laberinto de rascacielos donde reposa una espada.
¿Nieve o nubes el trono de la Virgen de las Alturas?
304

NOTAS LITERARIAS
El sol descansa sobre un manto verde

adormilado por el llanto de becerros
busca el espejo de un lago mágico con fondo de metal.
Estoy dejando pasar el tiempo solo mirándote,

gente bien alegre y bien amada
melena lisa, encrespada
pasos creciendo, pasos bailando,
rompiendo con la maza la roca
golpeando el tambor con las caderas
amando con el alma, con toda el alma amando.
¿Dónde está mi libreta de notas?...
Perdida en un cauce milenario

cayendo desde un ángel transparente,
escondida bajo la sombra infinita de un samán
que aún muerto, ríe y ama.
*
Doctora Miriam Gloria Elizarde Gálvez
Para ti, pétalo de la vida
Transitando en poesía
(Medio de enseñanza)
A través de las poesías que te ofrezco en este cuaderno encontrarás
informaciones útiles para que adoptes una conducta responsable
cuando transites por la vía.
El peatón
¿Sabes qué es un peatón?

la persona que en la vía
transita usando sus pies
305

o por medio de un sillón;

también quien vaya en transporte
donde no sea necesario
motor para su control.
El niño sobre carriola,
patines o patinetas
es también un peatón.
Para cruzar la calle
Antes de cruzar la calle,

sendos lados miraré:
al frente y también detrás;
cuando no exista peligro,
entonces yo cruzaré.
Los colores del semáforo
Cuando la luz verde

exhibe ante mí,
llego hasta la esquina,
me detengo allí.
Al poquito rato
su color cambió,
traviesa amarilla
contenta brilló.
Informa que está

cerca la ocasión
de ofrecer el turno
al buen peatón.
Observo la roja,
me avisa: ¡Aquí estoy!
306

NOTAS LITERARIAS
Entonces respondo:
Por la cebra voy.
Cartas
Cuba, un día cualquiera de cualquier año:
Amor, si hoy decido escribirte es para que entiendas que desde

que partiste todo nos sabe más amargo, pero a la vez más dulce,
todos están bien, como siempre, extrañándote, pero orgullosos de ti,
que sabrás cumplir la tarea encomendada.
Las horas de soledad, representan el refugio, donde te añoro
con más ansias y pienso más en ti, estas noches frías, aun en
nuestro país cálido, son mis torturas, y lloro, pero la oscuridad de
la ciudad no deja que mis lágrimas se vean, solo aparecen en mi
mejilla si salgo al balcón de la casa y la luz de la luna le otorga ese
brillo natural como si fuera una perla, de esas perlas que me dices
se pueden encontrar por allá.
Los niños duermen, cada día preguntando por ti, la niña quiere
que su papito la lleve a la escuela y el pequeño, que su mamá le
amarre sus zapaticos, y así transcurren estos días, ya hace varios
meses que partiste hacia esas tierras hermanas, lo que me sustenta
es ese amor filial, tierno, cálido y juguetón.
Cada noche antes de dormir, conversamos en la cama, dicen
los pequeñuelos que cuando regreses vas a traerle muchas cosas
lindas, se alborotan, discuten, pero al ver mis ojos, me abrazan, me
acarician y me confiesan que pronto vas a regresar.
Llegan a mis oídos aquellas palabras que me decías en nuestras
horas de lectura y reflexión, “el amor madre a la patria no es amor
inservible de quien la ama, sino el odio invencible a quien la ataca”.
Los hombres necesitan quienes les muevan a menudo
la compasión en el pecho y las lágrimas en los ojos y les haga el
supremo bien de sentirse generosos.
Te pedimos que te cuides, que entregues todo tu amor, en el bien
de la humanidad y especialmente para ese pueblo, pues pediste en
qué servirla y ya te tiene como a uno de sus hijos. No te preocupes
307

de las cosas materiales, vive pensando en que nada material puede

sustituir el amor que nos estás debiendo, nada podrá sustituirte
aquí a nuestro lado. Si hoy admitimos que estés ahí, se debe a que
vas a regresar con una mayor preparación, con más humanidad,
conociendo cuáles son los resultados de la pobreza y del capita-
lismo.
Todos te envían un gran saludo. Ellos, cuando dije que te iba a
escribir, me dijeron que te mandaban un beso bien grande, que el
tiempo pasa, pero que el tiempo es para ellos como un pajarito con
las alas rotas. Saluda a tus compañeros, te esperamos, un beso, tu
familia.
Prof. Oscar Rivero Pérez

Mis pequeños príncipes:
Cuánto no diera en este instante por estar debajo del edredón

carmelita del cuarto de abuela, convertido por nuestra imaginación
en un gran iglú, donde nos protegemos de las fieras que merodean
en las frías noches de la Antártica. No hay riqueza sobre la tierra,
ni debajo de ella que pague los momentos que he perdido de estar
junto a ustedes y despertar en las mañanas hecho un amasijo de
brazos y pies del que resulta difícil desprenderse, tomar el café
que mi amada me prepara y salir al patio a verificar si las gallinas
pusieron, o si los pollitos recién salidos del cascarón sobrevivieron
la húmeda noche o el voraz apetito del gato negro de la vecina.
Siempre que les escribo viene a mi mente Martí. Me lo imagino
a través de una ventana de cristal empañado, en un pequeño apar-
tamento de un barrio pobre de Nueva York, creando versos que le
brotan del alma sobre el dolor profundo que se siente cuando se
está lejos de la patria y los seres queridos.
Viene a mi mente aquella frase suya de que…toda la gloria del
mundo cabe en un grano de maíz… y solo me reconforta la idea de
saber que están creciendo sanos de cuerpo y alma en un país donde
los niños son realmente la esperanza del mundo.
308

NOTAS LITERARIAS
Continúen estudiando mucho, que el futuro le pertenece por

entero a los hombres que se preparan. Recuerden siempre lo que
papi les dice: que la vida es una batalla cuesta arriba y triunfa el que
lucha sin descanso por lograr los objetivos que se traza.
Cuiden de mami y pórtense bien que pronto estaremos juntos
para iniciar una nueva etapa de nuestras vidas.
Un beso grandote de papi que los lleva en su mente y en su alma
adonde quiera que va.
Dr. José Ramón Rodríguez Morales

Papito
Querida amiga:
Dice una canción de Alberto Cortez que cuando un amigo se va

deja un espacio vacío que no se puede llenar ni con las aguas de un
río. El que dejas tú en el equipo de trabajo de Barrio Adentro I no
Lo podremos llenar ni con todo el caudal del majestuoso Orinoco.
coinciden en ti cualidades que se ven poco juntas en una misma
persona, pero el que las tiene indiscutiblemente es un afortunado.
Tu infinita modestia, tu sencillez, tu sentido del humor y esa
gran capacidad para resolver problemas de cualquier índole te
hacen un ser humano superior, preparado para enfrentar cualquier
tarea que la Revolución te asigne o vencer cualquier obstáculo que
la vida te ponga delante.
Cuando uno trata de decir cosas lindas de una persona que
aprecia mucho, la lengua se tuerce, la garganta se aprieta y el puño
tiembla. Solo repetiré las palabras del Che, cuando en la Batalla de
Santa Clara le mataron al Vaquerito y dijo: “Me han matado cien
hombres”. En estos momentos yo pudiera decir se me van cien
compañeras pero no te vas, porque esta misión es una continuidad
histórica de una mucho mayor que es la Revolución Cubana que
tiene la gran misión de demostrar a la humanidad que otro mundo
309

mejor es posible y tú desde donde estés vas a estar empujando el

carro de la historia para hacer ese sueño realidad.
Tu hermano José.
Dr. José Ramón Rodríguez Morales
Semilla que crece
Hace años atrás eras solo el cimiento y manos laboriosas, entre

risas y sudor te fueron alzando y creciste, germinando la pequeña
semilla, como prueba de la capacidad de los seres humanos para
alcanzar las más elevadas metas. Después tus espacios se llenaron
de hombres y mujeres dignos, que con extraordinaria profesiona-
lidad se preocupan afanosamente del bienestar de un pueblo.
Hoy en el quinto aniversario guardas hermosas vivencias que
demuestran la trayectoria de un proyecto que en poco tiempo
ha salvado alrededor de 400 mil vidas y atendido a millones de
pacientes en múltiples especialidades. Tus paredes, salones, son
testigos de ellos.
Abril te viste de fiestas y luces, nuevos colores identifican un
centro, que se cuida mucho para que nadie lo dañe, tus aceras,
calles, jardines, día a día unen corazones de dos países en un mismo
continente.
Para los que creemos que un mundo mejor es posible, eres
nuestro premio en tierra hermana. A los que estuvieron contigo
desde tu nacimiento y los que llegaron después muchas felici-
dades en este, tu día, un día de victoria para cubanos y venezolanos
que laboran en la Misión Barrio Adentro, en este pequeño punto
del sur oriental, como confirmación de la aplicación de la fórmula
martiana.
María Elena Rodríguez Morales

Defectóloga
310

NOTAS LITERARIAS
Cartas y poemas de los pacientes venezolanos
Gabriel Salazar (Puerto La Cruz, Anzoátegui)
Para la niña Ivett
De un amigo venezolano solidario contigo, igual que con tu

padre, con Ramón, con Gerardo, con Antonio, con Fernando y todos
los que como ellos, en América y en el resto del mundo sufren, por
causa de un enemigo que nos es común a todos, y que es causante
de todos los males que sufre la humanidad; al que más temprano
que tarde, mientras haya hombre como los cinco héroes, habremos
de derrotar.
Cuenta que aquí en Venezuela también sentimos lo que ustedes
sienten, porque pensamos libres y no habrá imperios ni amos que
puedan doblegarnos.
En el mundo comienzan a soplar fuertes ráfagas de libertad, que
pronto se han de convertir en huracán indetenible que el Imperio
no podrá detener ni con su maquinaria bélica de asesinar hombres
cuya conciencia no pudieron comprar, ni con su estructura finan-
ciera de fabricar dólares para comprar conciencias de hombres que
no pudieron matar.
Porque somos libres como ustedes, libres como el viento, como
los pájaros, libres como la luz, libres porque pensamos en libertad, y
por lo que estamos haciendo por ella.
311

No llores, Ivett
No llores, Ivett,
una sola lágrima en tu hermoso rostro
será una sonrisa en las fauces del monstruo.
No llores Ivett
alza tu cabeza
y grítale al mundo con amor y fuerza
nuestras alegrías, nuestras fortalezas,
cuéntales a todos el amor que sientes por la libertad
y que todos sepan de la gran verdad.
Que suenen clarines, que vengan heraldos
que lo oiga en su celda Ramón y Gerardo
que lo oigan tu padre, Antonio y Fernando
que no habrá barrotes, ni celdas, ni muros
ni cárceles gringas de cuartos oscuros
que nada ni nadie podrá doblegarnos
ni billetes verdes que puedan comprarnos.
Grítales Ivett
que tu pueblo es libre, libre y con honor
porque aquí no hay reyes, amos, ni señor.
Grítales Ivett
grítales con fuerza y con hidalguía
que América toda será libre un día.
Bienvenidos
Llegaron a mi pueblo una mañana,

habían venido de Cuba tierra hermana,
dejando atrás su patria y sus amores,
anteponiendo ante todo sus valores,
y su enorme conciencia solidaria,
que han aprendido de la lucha diaria,
sembrando de salud a su nación,
312

NOTAS LITERARIAS
demostrando su gran abnegación,

y su conciencia revolucionaria.
Se adentraron en montes y sabanas

sin descanso, de noche y de mañana
por pueblos y por barrios citadinos
por veredas, por calles, por caminos,
por ciudades del campo y de la playa
dispuestos a derribar esa muralla
con artillería de ciencia y medicina
bendecidos por inspiración divina
con ráfagas de amor como metralla.
El pueblo los recibió con alegría

percibiendo el despertar de un nuevo día
era por fin la cura de sus males
sin pagar por ello con bienes ni con reales.
Sin largas colas, ni clínicas privadas,
sin ser víctimas de usuras desatadas
que impone la medicina comercial.
Un médico en mi barrio o en mi ciudad natal
era el regalo que el cielo nos enviaba.
No podía faltar quien se opusiera

no faltaron las voces agoreras
que no son médicos, son enfermeros, son espías
no son graduados, son brujos les decían
pero la verdad está a la vista
de lo que ha sido nuestra mayor conquista.
En oriente, en el sur, occidente y en el centro
cerca de todo está siempre Barrio Adentro
al lado de la Venezuela Socialista.
313

Finalizamos estas Notas literarias con la historia de una

paciente venezolana que hace cuatro años tuvo un accidente
cerebro-vascular. A su casa acudía la doctora del Consultorio
Popular a hacerle terapia. La enferma dudaba de su rehabilitación
pero la amabilidad de los especialistas fue ganando su confianza.
La atendió un fisiatra y una foniatra ha sido su sicóloga, además,
su amiga. Reconoce que las personas con su padecimiento caen en
depresiones que los vuelven insoportables, sin embargo los reha-
bilitadores siempre los reconfortan con una sonrisa en los labios.
Ella alaba la calidad humana de quienes la atienden y afirma: “Los
cubanos son una maravilla, que Dios los bendiga a todos, me siento
feliz, son muy buenos profesionales”.
Nos despidió con una canción de la cual ofrecemos un frag-
mento:
Ya llegó Navidad en el SRI

mi centro de terapia
con mi terapista
mis muchachos bellos
mi linda foniatra
mi buena fisiatra
ya llegó Navidad en el SRI

con mis compañeros todos agradecemos
es un centro lindo.
314

Fuentes consultadas
Barrio Adentro: Derecho a la salud e inclusión social en Venezuela.
Informe a la OPS de la Brigada Médica Cubana en ese país sudameri-

cano y el Ministerio de Salud venezolano.
Misión Médica Cubana en Venezuela. Estadísticas.
Publicaciones en Internet del Gobierno Bolivariano, principalmente

del Ministerio del Poder Popular para la Salud.
República Bolivariana de Venezuela. Constitución de la República Boli-

variana de Venezuela 1999. Caracas. Imprenta Nacional.
República de Cuba. Decreto Ley número 133 del Sistema Nacional de

Grados Científicos.
Se utilizaron 175 testimonios formales y 82 informales.
315

Índice
Prólogo 13
Capítulo I: Imágenes 17
Bajemos los cerros 23
Como en una cascada 34
Capítulo II: Lágrimas y alegría 53

Entre montañas 67
Las comunidades 80
Capítulo III: Por primera vez 91

Sentar las bases 101
Una etapa superior 110
Hombres y mujeres como este 124
Capítulo IV: La ciudad de los crepúsculos 137

Hacia la excelencia 150
La siembra petrolera 162
Modelar la arcilla 170
Capítulo V: En el jardín de Dios 185

Sin descanso 203
En las manos de todos 219

Capítulo VI: El derecho a la vida 237
Batalla por la felicidad 256
Los que saben querer 275
Epílogo 295
Notas literarias 301
Fuentes consultadas 315

3.000 ejemplares
Se terminó de imprimir en la
Fundación Imprenta de la Cultura
Guarenas, noviembre 2011


Am DemocraciaYParticipacionDe LosC.C para La Autora PDF

Загружено:

Сведения о документе

Оригинальное название

Авторское право

Доступные форматы

Поделиться этим документом

Поделиться или встроить документ

Параметры публикации

Этот документ был вам полезен?

Это неприемлемый материал?

Авторское право:

Доступные форматы

Am DemocraciaYParticipacionDe LosC.C para La Autora PDF

Загружено:

Авторское право:

Доступные форматы

AM_Raíces de barrio adentro.

indd 1 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 3 04/07/13 10:01

Centro Simón Bolívar

Hecho el Depósito de Ley

AM_Raíces de barrio adentro.indd 4 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 5 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 7 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 11 04/07/13 10:01

AM_Raíces de barrio adentro.indd 13 04/07/13 10:01

Con el objetivo de saldar la deuda social heredada de gobiernos

AM_Raíces de barrio adentro.indd 14 04/07/13 10:01

humanidad ha entrado en una etapa sin precedentes y con impre-

AM_Raíces de barrio adentro.indd 15 04/07/13 10:01

relaciones de interdependencia. Es la especialidad de las ciencias

Dr. Aldo Muñoz Hernández

AM_Raíces de barrio adentro.indd 16 04/07/13 10:01

Cierto es que recordar es volver a vivir, mas cuando la vida

AM_Raíces de barrio adentro.indd 17 04/07/13 10:01

futuras generaciones necesitan beber de la savia que alimenta

AM_Raíces de barrio adentro.indd 18 04/07/13 10:01

la especialidad, que agrupa a aquellos que trabajan e investigan en

AM_Raíces de barrio adentro.indd 19 04/07/13 10:01

las diferentes culturas para lograr un binomio perfecto, con el único

AM_Raíces de barrio adentro.indd 20 04/07/13 10:01

pueblo debe conocer. El objetivo inicial era poder palpar de cerca

AM_Raíces de barrio adentro.indd 21 04/07/13 10:01

un estudio tan vasto y profundo sobre el tema que abarcara todo

AM_Raíces de barrio adentro.indd 22 04/07/13 10:01

Bajemos los cerros

AM_Raíces de barrio adentro.indd 23 04/07/13 10:01

de vida son infrahumanas. Cuando uno mira a lo alto, un escalo-

AM_Raíces de barrio adentro.indd 24 04/07/13 10:01

tuvieron en cuenta las horas de sueño ni se escatimaron esfuerzos.

AM_Raíces de barrio adentro.indd 25 04/07/13 10:01

Valdés y el doctor Antonio Torrealba Pineda. Ellos abrieron el

AM_Raíces de barrio adentro.indd 26 04/07/13 10:01

como Cuba donde reina la tranquilidad ciudadana. Para todos es

AM_Raíces de barrio adentro.indd 27 04/07/13 10:01

cuando al llegar a un humilde hogar vimos a una madre, muy joven

AM_Raíces de barrio adentro.indd 28 04/07/13 10:01

a su diestra para poder tomarle la presión y examinar al paciente.

AM_Raíces de barrio adentro.indd 29 04/07/13 10:01

postrado, sin apenas sostener la cabeza y a todos sumidos en la

AM_Raíces de barrio adentro.indd 30 04/07/13 10:01

Esta es la reflexión del joven fisiatra pinareño, Leovy Edrey, quien

AM_Raíces de barrio adentro.indd 31 04/07/13 10:01

A María Isabel le costó mucho trabajo adaptarse, las lágrimas

AM_Raíces de barrio adentro.indd 32 04/07/13 10:01

médicos fueron a visitarlo a la casa y al final lo convencieron que se

AM_Raíces de barrio adentro.indd 33 04/07/13 10:01

General Integral. Es el hombre que conoce una ciencia que está

Como en una cascada

AM_Raíces de barrio adentro.indd 34 04/07/13 10:01

otra, así en cascada se fue creando la Misión Barrio Adentro. Los

AM_Raíces de barrio adentro.indd 35 04/07/13 10:01

Obispo, que estaban muy alejadas, La Luz y El Real, el guía fue

AM_Raíces de barrio adentro.indd 36 04/07/13 10:01

es la Urbanización José Antonio Páez, pero todo el mundo la conoce

AM_Raíces de barrio adentro.indd 37 04/07/13 10:01

rescatar enfermos que dejaron de ir a la consulta sin estar comple-

AM_Raíces de barrio adentro.indd 38 04/07/13 10:01

Recuerda cuando llegaron los médicos cubanos en el 2003. En aquel