Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Rita12
∞Jul∞
∞Jul∞
Alysse Volkov 3
Fiorella♥
Sam89
Maeh
mariana90
BlackRose10
Carolina Shaw
Fiorella♥
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
4 Capítulo 7
Capítulo 8
Sobre el Autor
La estrella de Rock, Jett Vaughn, no está en contra de establecerse, pero
ninguna mujer ha ocupado su atención el tiempo suficiente para que una
relación se desarrolle. Eso es hasta que conoce a Presley Hart. Ella es
segura, obstinada y testaruda. Ella lo lleva al borde de la locura, pero él no
puede negar lo que le hace sentir. Él quiere su corazón, pero ella sólo
quiere que su cuerpo. Presley no esta en contra de dar su corazón a un
hombre, pero tiene demasiadas razones por no es darlselo. Jett no es un 5
hombre que va a aceptar un no por respuesta, sin embargo. Él está a
punto de declarar la guerra a sus razones y tomar lo que quiere.
M
ientras tomo la llamada que he estado esperando durante
seis meses, la gente a mi alrededor continúa con sus vidas
mientras la mía se paraliza. Es divertido cómo eso pasa.
Cómo, en un parpadeo, tu vida puede cambiar tan completamente y aun
así todo el mundo es inconsciente. Si te miraran, no sabrían que nada
había cambiado.
Estoy en medio de una sesión fotográfica y hay gente por todos
lados. Entre el ruido y el caos, mi mundo está siendo inclinado y estoy
6 luchando por concentrarme en qué está diciendo.
—Presley, ¿me estás escuchando?
Su pregunta me trae de regreso a la conversación. —Es demasiado
tarde ahora, Lennon. Necesité que me dijeras eso hace seis meses.
Él suspira y es tan familiar como un vejo cárdigan. Es el mismo suspiro
que ha usado conmigo numerosas veces a lo largo de nuestro matrimonio,
el suspiro que dice cuán frustrado está con lo que sea que le estoy
pidiendo. —¿Cómo puede ser demasiado tarde? Hemos estado casados
durante tres años, eso no es algo a lo que sólo renuncias. Te quiero de
vuelta, y haré lo que sea para hacer que eso suceda.
El dolor que sus palabras causan, rasga otro agujero en mi corazón.
—La razón de que sea demasiado tarde es porque deberías haber estado
dispuesto a hacer cualquier cosa para que nuestro matrimonio funcionara
mientras estábamos en él o cuando te dije que había un problema. Pero
no lo hiciste. Estabas demasiado ocupado con tu trabajo para
preocuparte por mí, y decírmelo seis meses más tarde no es suficiente.
Necesitas aceptar que esto se ha terminado y superarlo.
—Eso no pasará, nena. Eres mía y voy a casa para demostrarte cuán
equivocado me encontraba.
—¿Volverás a Australia?
—Eso es lo que acabo de decir. Estaré allí la próxima semana. Una
vez que terminemos con la gira.
Ahora es mi turno de suspirar. Simplemente no lo entiende. —Y eso es
por qué nunca funcionaremos —digo en voz baja.
Lo conozco tan bien que puedo casi oír a su cerebro pensando y
puedo ver su ceño fruncido mientras pregunta—: ¿Por qué?
—Porque si de verdad me amaras y me quisieras de vuelta, no
esperarías a que la maldita gira termine. —Inhalo antes de añadir—: No
regreses, Lennon. No quiero verte. —Muerdo mi labio mientras me preparo
para terminar la llamada.
Darla, mi asistente, me mira atentamente, y alza sus cejas,
preguntándome si estoy bien. Ella sabe que la última cosa que necesito en
esta sesión es que mi concentración sea desafiada. Y puede
probablemente decir por mi lenguaje corporal y expresión facial que eso
es exactamente lo que está sucediendo. Ha trabajado conmigo durante
un largo tiempo y ha sido mi amiga durante aún más tiempo. Me conoce
bien. Asiento en su dirección para indicar que estoy bien, porque lo estaré.
Esta no es la primera vez que mi marido ha jodido mi concentración. Estoy
bien versada en tratar con esto y realizar mi trabajo, a pesar de ello.
La paciencia de Lennon se acaba. Estoy sorprendida de que haya 7
tardado tanto con ese corto detonador suyo. —Presley, no sabes lo que
quieres la mitad del tiempo —espeta—. Estamos destinados y lo verás
cuando esté allí.
—Adiós, Lennon —digo y cuelgo porque si no podríamos estar
dándole vueltas todo el día. Él sólo no escucha. Lo sabía mientras
estábamos juntos, pero desde que rompimos, se ha hecho incluso más
obvio para mí.
Darla se acerca. —¿Estás bien, jefa?
—Ese era Lennon —digo.
Sus ojos se amplían. —¿Qué quería?
—Al parecer, después de todo este tiempo, ha decidido que me
quiere de vuelta. Dice que viene a cada en una semana o así para
demostrarme cuánto.
—¡Ese maldito imbécil! —Ella nunca ha sido una gran fan, no después
de que vio la manera en la que él siempre ponía nuestro matrimonio detrás
de su carrera.
—Siento que este es de verdad el final ahora, ¿sabes? —No sé por
qué siento tristeza sobre esto de repente. He pasado los últimos seis meses
intentando superarlo, y he empezado a seguir adelante, pero después de
esa conversación, se siente más definitivo. Miro a Darla con resignación—.
No sé, tal vez en lo profundo todavía esperaba que viniera y luchara por
mí, pero lo que está haciendo no se siente así. ¿Eso suena estúpido?
Niega con la cabeza intensamente. —No, no lo hace, y tienes
razón… es todo demasiado poco, demasiado tarde.
Asiento despacio. —Sí, lo es.
Nos quedamos en silencio por un momento, ambas perdidas en
pensamientos sobre la muerte de mi matrimonio. Finalmente, Darla
aplaude. —De acuerdo, de vuelta al trabajo. Terminemos esta sesión y
luego vamos a salir y emborracharnos.
Meneo la cabeza y sonrío con picardía. —No, tu puedes ir a
emborracharte… yo echaré un polvo.
Riéndose, concuerda—: Sí, lo harás. Y puede que yo lo haga,
también.
***
***
Gracias a Dios el hotel en que me quedo está cerca porque Jett no
puede mantener sus manos fuera de mí y estoy a punto de explotar de
deseo. Tropezamos a través de la puerta de mi habitación y me empuja
contra la pared antes de presionar sus labios con los míos en un beso
abrasador. Él sabe tan bien. Podría pasar horas devorando sus labios y
boca. Cuando su lengua se enreda con la mía, me quejo y enredo mis
manos por su cabello. Él se queja y mueve su erección contra mí.
Rompe el beso y acuna mi cara con sus manos. Sus ojos buscan los
míos y murmura—: Joder, eres hermosa. ¿Cómo diablos no has sido
reclamada todavía?
Pongo mi dedo sobre sus labios. —Tal vez soy demasiado para un
solo hombre.
—Tal vez el que lo intentó, no era lo suficientemente hombre para
saber cómo manejarte adecuadamente.
Sonrío hacia él y tiro de su cara hacia la mía. Rozo mis labios sobre los
suyos, y digo—: Tengo la sensación de que eres un charlatán, Jett.
Una risa se escapa de su boca, y sus ojos se arrugan mientras sonríe.
—Me han acusado de eso antes, cariño, pero no dejes que te apague. —
Se mueve para susurrar en mi oído—. Me gustaría mucho ayudarte a
13
empezar tu nueva adicción.
A medida que mueve su cara lejos de la mía, digo—: Me importa
una mierda si eres un charlatán. Engatúsame todo lo que quieras, siempre
y cuando lo respaldes con un orgasmo o dos.
Él arquea una ceja. —¿Sólo dos?
—Bueno, no dudes en dar más. No me quejaré. —Le doy un guiño y
luego llego a su cinturón y lo deshago. Un momento más tarde, tengo sus
vaqueros desabrochados y estoy acariciando su pene mientras veo sus
ojos cerrarse con placer.
—Joder... se siente bien —se queja.
Me agacho y lo llevo a mi boca. Este hombre está bien dotado, y
estoy consumida por la lujuria. Por lo general, me gusta demorar el sexo,
hacer que dure, pero esta noche estoy corriendo a la línea de meta. Lo
necesito dentro de mí. Ahora.
Cuando mi deseo se hace cargo, me levanto, empujo sus
pantalones abajo y rasgo su camisa. Sus ojos se abren de golpe mientras
mueve sus pantalones vaqueros a un lado. —Alguien está ansiosa —
murmura.
Ni siquiera estoy desacelerando. Mi top se va más rápido de lo que
puede parpadear, y mis zapatos y pantalones siguen poco después.
Entonces, estoy de pie delante de él en mi ropa interior, casi jadeante de
necesidad. Paso mis dedos por su pecho, tomando los tatuajes que cubren
su cuerpo. No hay casi un centímetro sin tatuar, y por mucho que me
encantaría estar aquí descubriendo lo que todos ellos son, no tengo
tiempo para eso esta noche. No, esta noche es todo sobre conseguir el
mayor número de orgasmos de él como sea posible. —Estamos ante una
larga noche —prometo.
—Estoy de acuerdo con eso.
—Me lo imaginé.
Extiende la mano y desliza su mano dentro de mi sujetador,
empujando la copa a un lado por lo que se expone mi pecho. Su pulgar
frota mi pezón, y un momento después, su boca está sobre mí, chupando,
lamiendo y mordiendo suavemente. Mientras empuja la otra copa fuera
del camino por lo que sostiene ambos, pregunta—: ¿Sabes cómo llaman a
las mujeres con tetas como las tuyas?
—No, ilumíname.
20
M
e apoyo contra la pared en la habitación de hotel de Darla
y veo a Presley cuidar de su amiga. Dios, es hermosa. He
conocido a algunas mujeres impresionantes en mi vida, pero
Presley tiene algo más que su belleza. Y esa mierda la coloca por encima
de las aturdidoras sin personalidad. Viéndola ahora, veo la bondad y la
compasión, y me detiene en seco, ya que no a menudo encuentro esto
más. La mayoría de las mujeres que he conocido en estos días son
bastante poco profundas, y mientras las follaré, no quiero pasar mucho
tiempo con ellas. Presley es diferente. La conozco desde hace menos de
seis horas, y ya estoy planeando nuestras próximas tres citas. 21
Acabamos de regresar del hospital hace una hora y media. Darla no
se ha roto el tobillo. Es sólo un mal esguince por lo que la enviaron de
nuevo aquí con medicamentos e instrucciones de descanso y hielo.
Ella deja Darla, que está casi dormida, y se acerca a mí. —Es tarde,
Jett. Tienes que ir a dormir un poco.
—¿No estás olvidando algo?
Ella frunce el ceño. —¿Qué?
Me inclino para susurrarle al oído. —Tus labios. Mi pene.
La escucho aspirar y sé que esta entusiasta, pero sus ojos traicionan
su cansancio. —Oh, eso —murmura. Y luego su estómago se queja.
Ahuecando su barbilla, pregunto—: ¿Tienes hambre?
Una pequeña sonrisa tira de sus labios y pone su mano en su
estómago. —Sí.
Asiento. —Bueno, iremos a buscar algo de comer.
—Son casi las tres mañana. Estoy segura de que debes tener cosas
planeadas para hoy. ¿No quieres dormir un poco?
Agarro su mano. —Lo que quiero hacer es alimentarte, corazón.
Dormir puede esperar.
Ella cubre la sorpresa que veo en su cara con una sonrisa y me
aprieta la mano. —Conozco tu juego, amigo. Lo que desea es hacer que
alimentarme, así tendré energía para terminar esa mamada.
Reprimo mi risa, así no despierto a su amiga. Arrastrándola fuera de
la habitación, pregunto—: ¿Cómo es que me conoces tan bien después
de un corto período de tiempo?
—Los hombres... todos son iguales. Si hay labios en oferta, van a
hacer casi cualquier cosa.
—Culpable de los cargos.
—Entonces, ¿a dónde me llevas?
—Conozco un pequeño café que está abierto toda la noche. Ellos
hacen la comida más increíble.
—Oh Dios, no me digas eso. Estoy tratando de perder algo de peso
en estos momentos, y una increíble comida es lo último que necesito. No sé
cómo parar cuando la comida es tan buena —se queja.
26
L
e cuelgo a Darla y murmuro un juramento. Nuestro vuelo ha sido
cancelado y mientras que ella ha decidido tomar la
oportunidad para quedarse en Sydney por un par de días extra,
tengo que volver a casa. Mi gato, Urban, se ha quedado con un amigo, y
necesito recuperarlo. Estoy a punto de llamar a la línea aérea cuando hay
un golpe en mi puerta.
—Hola —digo, sorprendida de ver a Jett.
Me tiende un café y toma un paso adelante para entrar en mi
habitación. Aunque no estoy segura de querer que esté aquí, hay una 27
seguridad en su paso que me gusta. —Buenos días —me saluda con una
sonrisa de un millón de dólares que pone mariposas en mi estómago.
Mierda.
—¿A qué debo el placer? —Inquiero mientras tomo un sorbo de
café. Maldición, es buen café. Justo lo que necesito esta mañana.
Entra más en la habitación antes de detenerse y volverse para
mirarme. —Sólo comprobándote. Estabas bastante cansada, así que
quería asegurarme de que no perdías tu vuelo.
—Gracias. —Alzo el café—. Y gracias por esto. Es el paraíso en una
taza.
—Lo es, ¿cierto? Es de ese mismo café que al que te llevé.
—Tendré que recordar ese café la próxima vez que visite Sydney.
—¿A qué hora es tu vuelo?
—Ha sido cancelado, así que estoy a punto de encontrar uno nuevo.
Una mirada pensativa cruza su cara. —Tengo un asiento de sobra
que puedes tomar.
—¿Eh?
—Mi grupo está volando a casa a las siete esta noche, y nuestro
mánager se suponía que volaría con nosotros, pero tiene que quedarse
esta noche ahora, así que tenemos un asiento libre.
No estoy segura de por qué me estoy sintiendo toda blanda y
emocionada ante su sugerencia cuando mi cabeza está gritando que me
niegue. No hago jodidamente lo de blanda. Y aun así, mi corazón y mi
estómago están todo blandos.
Mierda.
Las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas. —Eso
sería genial.
Su cara se ilumina. —Lo organizaré. Vamos a dejar el hotel a las
cuatro, sin embargo. Lo siento por eso.
—No me importa, pero ¿por qué tan temprano?
Suspira. —Nuestro batería, Hunter, tiene esta cosa sobre siempre estar
a tiempo. Odia llegar tarde y siempre tenemos que irnos para todo horas
antes.
Me encojo de hombros porque lo entiendo. Totalmente. Es algo que
hago. —Bueno, supongo que es una ventaja, tu grupo debe tener una
28 reputación por nunca llegar tarde a un concierto. Apuesto a que las fans
los aman por eso, porque tengo que decirlo, no hay nada peor que
cuando vas a un concierto y no pueden siquiera molestarse en empezar a
tiempo.
Sonríe de nuevo. —Sí, eso somos nosotros, y tienes razón, las fans lo
aman. ¿Jodidas gracias por Hunter, eh?
Levanto mi café en el aire. —Brindo por Hunter.
Él se ríe y eso me calienta. Ha sido demasiado tiempo entre hombres
para mí, y estoy disfrutando estoy mucho más de lo que quiero. —Te
pediría ir a almorzar, pero tengo algunas reuniones que atender antes de
irnos.
Ondeo mi mano hacia él. —No, está bien. Tengo edición que hacer
de todos modos. Te veré a las cuatro en el vestíbulo.
Él pasa un momento o dos mirándome. No estoy segura de por qué,
y me pone un poco nerviosa. Y el hecho de que me ponga nerviosa, me
jode porque yo no me pongo nerviosa. Un poco como no hago lo de
blanda. Puto infierno, este hombre está trayendo todo tipo de mierda en
mí.
Estoy aliviada cuando finalmente habla. —Está bien, cariño. Te veré
entonces.
Se va y me quedo en un estado de perplejidad. Ha sido un largo
tiempo desde que un hombre se las arregló para eso. Estoy un poco
decepcionada, sin embargo. Jett es una estrella de rock y no saldré con
una estrella de rock otra vez. No después de la última que rompió mi
corazón y me dejó para sangrar lágrimas de angustia y lamento.
***
Veo a Jett, tan pronto como entro en el vestíbulo más tarde ese día.
Está de pie cerca de algunos sofás, hablando en su teléfono. En los sofás
están sentados tres hombres y todos parecen bastante aburridos. Deben
ser los miembros de su banda.
Mientras camino hacia ellos, Jett me ve y sonríe. Cuando llego a
ellos, ha terminado su llamada y me da toda su atención. —Todavía te ves
cansado. ¿No lograste reponer algo de sueño?
—No, tenía que terminar mi edición. ¿Qué hay de ti?
Él niega con la cabeza. —No, hemos estado en reuniones durante
toda la tarde.
Los miembros de su banda me observaban con lo que parece ser
29
fascinación. Uno de ellos se para y viene hacia nosotros. La sonrisa en su
hermoso rostro es sinuosa, y me pregunto qué piensa decir. Deslizo mi
mirada sobre él. Es alto y musculoso, pero no de manera excesivamente
construida. Es lo que llamo el aspecto flaco-musculoso. Su pelo oscuro se
ve bien contra su piel bronceada, y está luciendo un poco de tinta en
serio, incluso más que Jett. No tengo ningún tatuaje, pero la artista en mí
ama la idea de decorar el cuerpo con imágenes significativas y palabras.
—Puedo ver por qué Jett te dio nuestro asiento libre —dice, su
mirada apreciativa chequeándome.
—Veo que no eres el único charlatán en tu banda —digo a Jett.
Hace una mueca. —Sí, te presento a West, le gusta pensar que es
suave.
West se encoge de hombros, con una sonrisa perezosa en su cara. —
Hay un montón de mujeres por ahí que estarían de acuerdo conmigo.
—Sí, bueno, a menos que quieras perder una bola, mantén los ojos
para ti mismo —amenaza Jett.
Otro de los miembros de la banda se acerca y se presenta a sí
mismo. —Hola, soy Hunter, el único miembro cuerdo en este grupo —dice
con una sonrisa amigable. Si no supiera que está en una banda,
posiblemente ni me lo hubiera imaginado. Parece casi tímido y no tiene el
típico look de estrella de rock. En su lugar, tiene el pelo rubio hermoso, y la
mirada azul le da un aspecto bastante saludable. No suelo ir por los rubios,
pero es precioso. Y aunque no puedo ver ningún tatuaje o perforación
visible en él, me pregunto qué tiene escondido bajo su ropa.
Le devuelvo la sonrisa. —Entonces, estás diciendo que debería correr
ahora, ¿verdad?
Se ríe, y su rostro se ilumina. Oh, Dios, apuesto a que tiene mujeres
cayendo a sus pies. —Nah, Jett está bien. Se pierde la trama a veces, pero
aparte de eso, es un buen tipo. Es de Van de quien debes preocuparte
más de todos nosotros. Es un loco hijo de puta. Mejor mantenerte al
margen.
Van todavía está descansando en el sofá, viendo y escuchando. Él
no se levanta; más bien, sólo me da un tirón de la barbilla y murmura un
saludo que casi no puedo oír. Asiento hacia atrás, sin saber qué hacer con
él. Está vestido con pantalones de cuero, una camiseta, y las cadenas
alrededor de su cuello, al mejor estilo rockero. Y parece que tiene la
actitud para ir con ello.
—¿Cómo carajos conociste a este idiota? —pregunta West.
30 —Me compró un trago y luego me dijo que necesitaba una nueva
adicción. Digamos que la conversación fue fascinante.
—¿Una nueva adicción? ¿Qué putas? —West busca entre Jett y yo
por una explicación.
Jett sonríe, pero no dice nada, así que lo ilumino. —Me sugirió dejar
el alcohol, y empezar con el sexo. Es mucho más fácil ocultar una adicción
al sexo.
West se echa a reír. —Eso es putamente clásico, hombre. ¿En serio
consigues nenitas con esa mierda?
—En serio lo hizo —le digo.
—¡Mierda! —West está claramente impresionado, y siento la
necesidad de aclarar algo.
—Aunque, esa línea no hubiera funcionado en cualquiera. Funcionó
para mí, porque en el momento en que vi a Jett, quise dormir con él, así
que prácticamente cualquier línea que hubiera usado habría funcionado.
—Cada mujer que conoce quiere dormir con él. Putos cantantes
principales consiguen todas las nenas —se queja West.
—Ella no sabía quién era yo —Jett se une a la conversación.
West queda derribado, Hunter se ve aturdido, e incluso Van se inclina
hacia adelante para escuchar más.
—¿Qué demonios? —West, finalmente, murmura.
Jett permanece en silencio, dejando que yo explique. —Lo siento
chicos, pero nunca había oído hablar de ustedes hasta ahora. Realmente
no estoy al día con las bandas. Si me gusta una canción, la reviso, pero
incluso así, no tiendo a recordar el nombre de quien la cantó.
La boca de Hunter ha caído abierta. Creo que realmente lo he
impactado. —¿Qué clase de música te gusta? —pregunta.
—Me encanta el Country. Puedo escuchar eso todo el día. Pero
también me gusta algo de rock, solo no el que es más pesado.
—¿Sabes el nombre de alguien que te gusta? —me pregunta.
—Sí, me gusta Florida Georgia Line, Carrie Underwood, Blake
Shelton... —mi mente se queda en blanco por un momento y luego
exclamo—, Oh, y Keith Urban, me encanta lo que hace.
—Eso sería jodidamente correcto, casi todas las mujeres que
conozco lo tienen mal por él —murmura West, claramente molesto por el
amor a Keith.
Sonrío. —Amigo, puedes ver el por qué, ¿verdad? Es decir, si fueras
31
una mujer, se lo darías también.
—No es putamente probable —frunce el ceño.
Jett interviene. —Solo ignora a West, tiene una cosa en contra de
Keith, porque una chica que estaba tratando de conseguir hace años lo
abandonó para perseguir a Keith —cuando mira a West, dice—, tienes que
superar esa mierda.
Mientras que Jett y West rememoran viejos tiempos, Van se pone de
pie y se mueve hacia la puerta principal. —Organicen su mierda, chicos. La
limusina está aquí —recoge su bolsa y se dirige afuera sin esperar a nadie
más. No tengo ni idea de cómo interpretarlo. Tal vez sólo está cansado del
trabajo, y una vez que recupere algo de sueño, será más sociable.
Después de todo, él es una estrella de rock y ellos pueden ser uno hijos de
puta de mal genio. Soy una experta en ese campo.
Me abrocho el cinturón y echo un vistazo a Jett. Él está mirando, sin
embargo, y me pilla, enviando una enorme sonrisa mientras lo hace. Niego
con la cabeza y le sonrío de regreso. Desde que me encontré con él en el
vestíbulo hace horas, ha estado coqueteando conmigo. Han sido las
mejores tres horas de mi vida en un largo tiempo.
Mueve su cara a la mía y susurra—: No soy un miembro del club de
las alturas1 todavía, corazón. ¿Quieres iniciarme?
El deseo es casi estalla fuera de mí, después de todo su flirteo, y su
solicitud amenaza con enviarme por encima del borde. No quiero salir con
otra estrella de rock, pero no diré que no a dormir con éste. Pongo mi
mano en su pierna y comienzo a trazar un patrón en el interior del mismo,
sabiendo muy bien el efecto que esto tendrá. Cuando aspira una
bocanada de aire, sé que he logrado mi objetivo. —No, no puedo esperar
hasta que volvamos a Brisbane. Necesito más espacio que eso para hacer
todas las cosas que quiero hacer.
—Mierda —susurra—. ¿Tienes alguna jodida idea de lo que estás
haciéndome en este momento?
—Un poco. —Admito dulcemente.
Quita la mano de su pierna y lo coloca de nuevo en mi regazo. —Si
se mantienes esa mierda, mi pene nos avergonzará a todos nosotros, nena.
Trato de no reírme, pero no puedo contenerla. —¿De verdad? ¿Una
estrella de rock que se avergüenza de ese tipo de cosas?
Él se queja. —¿Podemos olvidar que soy una estrella de rock? Y sí, mi
32 madre me enseñó mejor que eso.
Me gusta su madre sin siquiera conocerla. —Mmmm... una estrella de
rock con modales. Me gusta eso.
—Modales en público, pero ninguno en el dormitorio —promete, su
cálido aliento en mi oído.
Giro la cabeza ligeramente para hacer contacto visual. —Me gusta
que sea aún más.
—Sí, lo harás.
Su voz se ha vuelto toda gruñona y la lujuria está ardiendo desde
cada pulgada de su cuerpo. Enciende el infierno en mí, así que en un
esfuerzo por ponernos bajo control, cambio el tema. —¿Por qué no tiene tu
banda un jet privado? —No fueron atestados en el aeropuerto, pero la
banda atrajo mucho la atención, y su seguridad tuvo que trabajar duro
para mantener a la multitud.
—Cuando estamos en los Estados Unidos, viajamos de esa manera,
pero en realidad no vemos la necesidad en Australia.
1Se llama el Club de las Alturas, Mile High Club ("Club Milla Alta"), y sólo se puede ingresar
cuando se ha tenido una actividad sexual en pleno vuelo. Pero además tiene sus normas
y es que debe ser en una aeronave a una altura minina de 1 milla, unos 5280 pies (1600
metros) por encima de la superficie terrestre.
—¿Así que eres más grande allí?
Parece incomodo discutiendo este tema, y de una manera, eso me
impresiona. Me gusta que no quiera hablar de esto, que él no quiere
hablar a sí mismo. —Sí, tenemos un montón de fans por allí.
—Lo suficientemente justo.
—Tengo una pregunta para ti ahora. ¿Por qué no sales con estrellas
de rock?
Me muevo en mi silla y miro hacia abajo a mis manos antes de volver
la vista hacia él. —Simplemente no lo hago.
—Sí, pero ¿por qué? ¿Qué tienes contra nosotros?
—Jett, no tengo nada en contra de ti personalmente, pero no estoy
interesada en salir con alguien que está demasiado ocupado con su
trabajo que en mí.
—Bueno, estás de suerte entonces. Estoy a punto de tener un
montón de tiempo para las citas. —Me destella otra sonrisa. Las sonrisas de
Jett son irresistibles. Hacen que quiera olvidar mis cicatrices de dolor y
dejarlo entrar.
—¿Qué tal si tomamos un paso a la vez. 33
—Estoy a favor de eso, corazón. Un cita a la vez.
Me apoyo en él. —Estaba pensando más como terminemos lo que
empezamos ayer por la noche e ir de allí.
—Si estás tratando de salir de una cita, no funcionará. Primero
follamos, y luego te llevo a cenar. Sin peros.
—Eres muy exigente, ¿verdad?
—Consigo lo que quiero, Presley, y quiero una cita contigo.
Sé que no ganaré esta ronda. Es sólo que es demasiado persistente.
Por lo tanto, pego una sonrisa en mi cara y asiento. —Está bien, pero es
mejor que cumplas, de lo contrario no hay ninguna cita.
Ríe. —Cumplir es lo que hago mejor, hermosa.
Dios ayúdame.
***
***
44
Y
o: Les pateé el culo.
Michael: Sabía que jodidamente lo harías. Gracias a
Dios mi culo está a salvo.
Yo: No, tu culo todavía está en la línea, porque ahora
estoy en la fiesta posterior y estas personas son casi tan malas como los
modelos de mierda que odio.
Michael: Dejando la ciudad ahora...
—¿De qué te ríes? —pregunta Jett mientras aparece detrás de mí y
45
desliza sus manos alrededor de mi cintura. La coloca en mi estómago, y
bajo mi mirada echándole un vistazo. Me gusta. Mucho.
—No estaba riendo.
Su mentón descansa en mi hombro y su cálido aliento contra mi
cuello mientras habla, provocando una nueva fiebre de deseo se forma en
mi estómago. —No en el exterior, pero te puedo decir que algo te ha
divertido —dice.
Me debato entre ser honesta con él y luego pienso al diablo. Nunca
me he censurado a mí misma para cualquier persona antes, así que ¿por
qué empezar ahora? —Sólo estaba enviando mensajes de texto a mi
agente y le dije que patearé su culo por este trabajo.
—¿No te gustó?
—No, lo disfruté. Es sólo que no importa mucho la gente en tu fiesta.
Le dije que son casi tan malos como los modelos que he sido sometida por
años.
Una voz retumba desde mi lado. —Oh sí, lo son. —Es West—. Estoy
totalmente de acuerdo contigo, nena. —Recuerdo el día que me
encontré con él en el aeropuerto. Coqueteó conmigo lo suficiente como
para cabrear a Jett, pero incluso entonces, me di cuenta de que sólo lo
hacía para sacar de quicio a Jett. No lo sé, pero West parece cuidar de
Jett mucho.
Las manos de Jett se contraen alrededor de mi cintura, y él me tira
más cerca de él. —¿No tienes una groupie para entretenerte, West? —Su
voz es profunda y gruñona cuanto pregunta, y puedo sentir su cuerpo se
tenso.
—Cálmate de una puta vez, amigo. No estoy detrás de tu mujer,
pero ella es genial para hablar. ¿Crees que puede manejarlo si solo hablo
con ella por un rato?
Me muerdo el labio para no reírme, y West me guiña el ojo.
Jett se endereza y cambia de posición, así que estoy tensa a su
lado, su mano firme alrededor de mi cintura. —Sí, puedo manejar que
hables con ella, pero en serio, quita tus putos ojos de su cuerpo.
West niega con la cabeza y sostiene a Jett con la mirada. —Nunca
antes te ha importado.
—Sí, bueno me importa ahora.
Ellos se miran el uno al otro durante unos momentos y luego una
mujer con poca ropa avanza hasta West. Ella me da una mirada sucia
46 mientras pone su brazo alrededor de él. —West, dijiste que no pasaría
mucho tiempo, pero te has ido por mucho tiempo. ¿Vas a volver ahora? —
Su voz tiene ese tono entrecortado y cachondo, y tomo una aversión
inmediata a ella. No me importa lo que digan, a las mujeres les gusta
darnos un mal nombre.
West pone los ojos en blanco y quita sus brazos de su cuerpo. —No,
estoy ocupado. —Él no le dice que se vaya, pero su tono de voz dice
mucho, y ella lo entiende. Frunciéndome el ceño, resopla y luego se va.
—¿Por qué eso es mi culpa? —Estoy enojada y tengo que
contenerme de seguirla para darle mi opinión.
West ríe. —Porque tienes mi atención y ella no. Claramente, es tu
culpa. —Él lanza un guiño mientras él dice esto.
—Me gustas, West. Y eso es mucho que decir porque no me gusta la
mayoría de la gente —le digo.
Una enorme sonrisa se propaga a través de su cara. En cuanto a
Jett, dice—: No jodas con esto, idiota. Ella me gusta, y le gusto, lo cual es
más que se puede decir de todas las otras mujeres te persiguen.
Los celos en la parte trasera su fea cabeza de nuevo. No me gusta
esta sensación y recuerdo qué dije que nunca saldría con una estrella de
rock de nuevo. El estado constante de preguntarte y preocuparte que tu
hombre se apartará es algo que no quieren tener que lidiar con otra vez.
Puedo oír el gruñido en la voz de Jett cuando responde—: Vete a la
mierda, imbécil, y deja de coquetear con ella.
West levanta las manos en un movimiento defensivo. —Me voy de
aquí. —Su mirada se desplaza hacia la puerta, y sus ojos se iluminan—. No
me jodas, voy a explotar eso esta noche —dice y se dirige en esa
dirección.
Jett y yo nos giramos a ver de quién está hablando, y estoy
impresionada de descubrir que West tiene gusto. La mujer a la que se
menciona tiene un aspecto elegante a su vez luce zorra y groupie.
Giro sobre un eje en el abrazo de Jett, así que estoy viéndolo a él.
Sonriendo, digo—: West parece un buen tipo.
El ceño se ha ido de su cara. —Sí, él es como un hermano para mí.
—Por lo tanto, ¿todas esas cosas sobre él coqueteando conmigo era
sólo tonterías?
—En su mayoría.
—¿Qué significa eso, Jett? No quiero entrometerme entre amigos. 47
Él me tira más fuerte hacia él. —No vas entrometerte entre amigos,
pero West tiene esta tendencia a ligar con todas las mujeres que conoce,
y si mantiene esta mierda contigo, él y yo tendremos un problema.
Estoy sorprendida por sus palabras. Nos conocemos desde hace
menos de tres días, y por lo que he entendido, Jett no tiene citas. Por lo
tanto, me quedo preguntando por qué ha ido todo el territorial sobre mí.
—¡Jett —Van, el otro guitarrista de la banda está acechando hacia
nosotros con una mirada fea sobre su rostro.
—Joder —Jett murmura en voz baja.
Van se detiene frente a nosotros, su dura mirada centrada en Jett.
—¿Qué mierda es esta cena de recaudación de fondos que has
accedido?
—Es para recaudar fondos para la investigación del cáncer. Pensé
que estarías todo sobre ello después de lo que tu madre tuvo que pasar. —
Su voz es firme y controlada.
—Sí, pero ¿por qué diablos nos inscribirse en ello cuando se sabe muy
bien quién mierda más va a estar allí? Te dije que no quiero volver a ver a
ese hijo de puta de nuevo.
Van está irradiando la ira, sus ojos verdes parpadean con una
intensidad salvaje. Él es todo borde e irregularidades y he visto que las
mujeres acuden a él esta noche. Van la estrella de rock puro con su oscura
y enmarañado cabello, piercings, tatuajes, y no podía, no podía dar una
jodida aura.
—Cuando nos inscribimos, yo no sabía que estaría allí, y no podemos
retroceder ahora.
Van parece a punto de explotar con su ira y pasa una mano por el
cabello. —¡Mierda! —Se vuelve y toma un par de pasos de distancia de
nosotros antes de mirar a Jett—. Si se va a la mierda allí, no es mi puta
culpa —declara y luego se va de la habitación.
—Joder —murmura Jett y me deja ir. Se frota la parte posterior de su
cuello, y no digo una palabra porque está claro que necesita un
momento. Una vez se controla, dice—: Lo siento.
—No hay necesidad de disculparse.
El aire sigue siendo tenso alrededor de nosotros mientras se calma.
Luego agarra mi codo y comienza a llevarnos a la puerta. —Tengo que
salir de aquí —dice más para sí mismo que para mí, y yo sigo sin palabras.
48 No tengo ningún problema con dejar esta fiesta. Ni siquiera quiero estar
aquí en primer lugar.
Al pasar por la puerta, la gente palmeada a Jett en la espalda y se
despiden. No le interesa, sin embargo, y no responde a ninguna de ellas. Su
intención de sacarnos de aquí rápido es obvia.
Él va a través de los pasillos y nos lleva fuera a una limusina
esperando. Sin una palabra intercambiada, me indica que entre y lo hago.
Todavía parece un poco alterado por su encuentro con Van.
Al instalarse en el asiento de al lado, se inclina hacia atrás y deja
caer su cabeza sobre el reposacabezas. Deja salir un largo suspiro, pesado
y dice—: Jesús, podría prescindir de algo de esta mierda hoy.
—¿Quieres hablar de ello?
Inclinando la cabeza para mirarme, responde—: En realidad no. —
Su mano se desliza alrededor de mi cuello y murmura—: Sólo quiero besarte
y estar dentro de ti de nuevo. ¿Estás bien con eso?
Asiento y él no me da la oportunidad de decir nada antes de que
sus labios bajen a los míos. Gimo en su boca. Su beso proporciona dicha
como si está siendo inyectado directamente en mi torrente sanguíneo. El
efecto es intoxicante, y quiero un suministro interminable de su droga.
Termina el beso y se aparta así puede ver como desliza su mano por
mi parte superior para agarrar mi pecho. Sus ojos se desplazan a los míos, y
nuestras miradas a permanecer conectadas mientras su mano empuja mi
copa de sujetador a un lado para que pueda pellizcar mi pezón. Cuando
su mano entera cubre mi pecho, lo siento en mi interior. Su mirada todavía
se centra en la mía, y por sí sola es suficiente para causar que deseo y
necesidad van en espiral a través de mí.
Oh Dios, tengo que tenerlo ahora.
Me muevo por lo que estoy a horcadas, y presiono mis labios en los
suyos. Beso mi deseo en su boca, y se queja cuando presiono mi coño
contra él. Esta tan duro, y no puedo esperar más por él. Me aparto y
exhalo. —¿Condón?
Mete la mano en el bolsillo de su cartera y me da un condón. —¿Me
vas a follar, cariño?
Rasgo el paquete de aluminio abierto y le bajo el zíper. No hay
tiempo que perder, y tengo la polla en mi mano un segundo más tarde y
ruedo el condón. —Sí, nene —le digo saco mis pantalones y bragas. Y
luego me pondo a horcajadas de nuevo y empujo hacia abajo sobre él.
Inhalo mientras me llena, y veo que sus ojos revolotean cerrados en el
placer.
—¿Se siente bien? —pregunto mientras me muevo arriba y abajo de
su longitud. Si se siente tan bueno para él como lo hace para mí, los dos 49
estamos en un buen momento.
Sus ojos abiertos me miran. —Sí —gruñe y luego mueve sus manos
por lo que una agarra mi cuello y la otra agarra mi pelo. Tirando de mí
pelo, que ordena en un gruñido—. Jodidamente no pares. Tu coño es
como el paraíso en la jodida grieta.
Sus palabras sucias me calientan aún más, y lo follo con un ritmo
incesante. Los dos estamos persiguiendo, necesitando la liberación. El
sudor resbala nuestra piel a medida que vamos a toda velocidad hacia el
cielo. A medida que comienza a golpear, agacho mi cabeza y muerdo su
hombro, tragando el grito que no puedo negar.
—¡Mierda! —Cae debajo de mí y se viene. Su cabeza se apoya en mi
hombro mientras se entrega a ello.
Aguanto, retorciéndome hasta la última gota de lo que me está
dando. Cuando termino, me hundo contra él, exhausta. Nos quedamos así
por un rato hasta que, finalmente, levanta la cabeza y dice—: Joder,
Presley, sabes cómo joderme.
—Estás seguro de saber cómo halagar a una chica —bromeo con él.
—Sólo lo llamo como lo veo. —Me guiña el ojo y ligeramente golpea
mi culo—. ¿Dónde estamos con esa adicción de tuya? ¿No he cumplido
esa promesa todavía?
Lo beso antes de dar mi respuesta. —¿Qué crees?
Esa sonrisa maliciosa suya ilumina su rostro. —Diría que estamos
haciendo un trabajo muy bueno de ello, corazón. Pero sólo para estar
seguro, lo mejor será mantenernos en ello.
Sonrío hacia él, es tan diferente a mí. Parece que con Jett, hago
todas las cosas que nunca hago con nadie más. —Pienso que deberíamos.
Y así, está arreglado. Voy a dejar que Jett tenga su camino con mi
cuerpo toda la noche. Voy a poner todas mis dudas acerca de él fuera de
mi mente y disfrutar de todo el placer que me da.
50
M
e despierto a la luz del sol entrando por la ventana, los rayos
abanicándose sobre mí en la cama.
La cama de Jett.
Terminamos aquí después del concierto, y pasó horas adorando mi
cuerpo. No tuve un buen vistazo de su apartamento dado que él estaba
tan concentrado en rasgarme la ropa y meterme en su cama, pero por lo
que pude ver, es moderno y elegante. No tiene muchos toques personales
como fotos, pinturas o plantas, así que no es el tipo de apartamento en el
que yo viviría. Me pregunto con qué frecuencia está en casa, sin embargo, 51
como para que lo note.
Dándome la vuelta, lo encuentro sobre su espalda, todavía dormido.
Esta es la oportunidad perfecta para admirar su belleza, y dejó vagar mi
mirada por encima de su cuerpo. Sus abdominales están perfectamente
cincelados y me pregunto cuántas horas tiene que pasar en el gimnasio
para lograrlo. ¿Y su V? No me jodas, nunca he visto una tan definido y tan
jodidamente deliciosa. Trazo mis dedos ligeramente hacia abajo, y él me
hace saltar cuando gruñe—, Más te vale estar preparada para que te
folle, si vas a hacer cosas como esa, cariño.
Para alguien que acaba de estar dormido, se mueve malditamente
rápido, y en un instante, me ha empujado sobre la espalda y está encima
de mí. Él me mira, y dice—: Buenos días. —Su voz está ronca por el sueño, y
quiero embotellar esa mierda. Es sexy y quiero hacerla sonar una y otra vez
en mi cabeza durante horas.
—Buenos días —casi susurro, todavía distraída por su voz y sus
músculos. Oh... que músculos.
Inclina su cara sobre la mía y me besa suavemente. Es un beso para
despertarme, pero sé que va a progresar rápidamente en algo más. El
chisporroteo entre nosotros es innegable, y dudo que podríamos estar en la
misma habitación sin desearnos.
Profundiza el beso, y ni siquiera se preocupa por el aliento mañanero.
Quiero a este hombre y nada podría interponerse en mi camino en este
momento. Mis piernas se envuelven alrededor de su cuerpo, y me empujo
hacia él, pero él se retira y murmura—: Espera un segundo, hermosa.
Necesito envolverlo.
Mierda, tiene razón, y estoy agradecida uno de nosotros esté
pensando con claridad. Observo mientras él se mueve sin esfuerzo de la
cama y al baño en busca de un condón. Un momento después, vuelve, el
condón en su lugar.
A medida que se mueve por encima de mí, pregunta—: Ahora,
¿dónde estábamos?
Encierro mis manos alrededor de su cuello y presiono mis labios a los
suyos. —Aquí.
Pasa algún tiempo bendiciendo mis labios con los suyos, y luego
comienza a arrastrar besos por mi cuerpo, deteniéndose
momentáneamente en mis pechos antes de continuar hacia abajo. Su
destino es claro, y cuando finalmente llega allí, se toma un momento para
mirarme. Luego desplaza su mirada a la mía y pregunta—: ¿Tienes alguna
idea de lo mucho que quiero encerrarme con tu coño durante horas y
52 horas?
Oh, buen señor.
—Muéstrame —digo, porque la verdad no me puedo concentrar lo
suficiente para formar palabras más que esa. Jett se ha encargado de ello.
Un gruñido retumba fuera de su pecho, y entierra su rostro en mí.
Cálido aliento. Una lengua que sabe lo que está haciendo. Una boca a la
que quiero pedirle que nunca se detenga. Y sé que no hay otro lugar en el
que preferiría estar. Lanzo mis brazos hacia los lados y agarro la sábana
mientras mi espalda se arquea hacia arriba de la cama. Estoy pensando
que este tipo de placer no puede ser legal cuando él empuja su dedo
dentro de mí y me lleva más cerca del borde. Y no tarda mucho en tirarme
sobre ese borde.
—Oh, Dios mío, Jett... —ni siquiera puedo terminar la frase; el placer
que me da es tan intenso que es todo lo que puedo enfocar.
Termina de llevarme al orgasmo y luego se mueve encima de mí otra
vez. Me encanta el aspecto salvaje en sus ojos. Esa mirada me dice lo
mucho que me quiere, y la sensación de este conocimiento hace que mis
dedos del pie se encrespen. Me besa, largo y profundamente, y me
saboreo a mí misma en su boca. —¿Ves lo bien que putamente sabes? —
me mira fijamente, esperando mi respuesta.
Asiento con la cabeza y me muerdo el labio. Su mirada cae a mis
labios, y dice entre dientes—: Mierda.
Me besa de nuevo y se presiona contra mí, su verga golpeando mi
entrada. Envuelvo mis piernas alrededor de él y lo animo a mi interior. Jett
no necesita que se lo repita; la mete duro y rápido, con un gruñido. Me
trago un grito y le muestro lo mucho que lo deseo con mi beso. Me folla
como un poseído, y estoy segura de que ahora sé lo que es el nirvana.
El Nirvana es Jett.
Su cabeza cae mientras persigue su liberación, y cierro los ojos, ya
que me vengo de nuevo. Éxtasis como nunca he conocido se envuelve
alrededor de mi cuerpo, curvándose en mí, penetrando profundamente
en mi interior, y estableciendo una reacción en cadena de sensaciones
que encienden cada terminación nerviosa con placer.
Jett es el éxtasis.
Voy a la deriva en una neblina de sexo, y no es hasta que Jett habla,
que regreso a la conciencia. —¿Estás bien, cariño?
Abro los ojos y miro hacia arriba a la suya. —Sí —digo, con pereza.
Me sonríe antes de preguntar—: ¿Quieres tomar una ducha
conmigo? 53
—No creo que pueda ponerme de pie en este momento. Sigue
adelante. Tendré una después de ti, cuando recupere mis piernas.
Su sonrisa se extiende a una sonrisa completa mientras empuja
saliéndose de mí. —Total adicción —dice con un guiño y se pasea al
cuarto de baño.
Miro su culo sexy hasta que no puedo verlo por más tiempo y luego
dejo escapar un largo suspiro.
¿Qué putas estoy haciendo?
No quiero a Jett, y sin embargo quiero nada más que Jett.
Mierda.
Tengo que organizar mi mierda. Es un jugador, así que lo más
probable es que sólo quiere una cosa a corto plazo aquí. Probablemente
sólo quiere sexo. Yo puedo hacer eso. Sólo tengo que mantener mi
corazón fuera de esto, porque Erin tiene razón; tiendo a enamorarme
rápido y duro.
Puta vida.
Después de terminar la ducha, Jett me sorprende con una petición.
—¿Estás libre hoy para fotografiar una fiesta?
—¿Qué clase de fiesta? —Realmente sólo quiero ir a casa,
encerrarme, y reagruparse. Estar cerca de él me hace tomar decisiones
que no quiero. Las decisiones que me están llevando más adelante en el
camino hacia pasar más tiempo con él.
Su sonrisa atractiva habitual se sustituye con una mirada seria. —Es
una fiesta de cumpleaños para un niño que tiene cáncer. Somos su banda
favorita, y él nos pidió cantar en ella. Las fotos no eran parte del trato, pero
creo que sería genial para él tenerlas.
Mi corazón se derrite poco a poco su generosidad y bondad.
Maldita sea, eso no tenía que suceder.
—Estoy algo ocupada…
Él entra en mi espacio, serpenteando su brazo alrededor de mi
cintura y me tira cerca. —Sé lo que estás haciendo —susurra.
Me siento cohibida. Esto nunca sucede; los hombres no me hacen
luchar con mis palabras. —¿Qué estoy haciendo? —Me las arreglo para
salir.
—Está tratando de evitarme. Pero mira, la cosa es, que soy tu nueva
adicción, por lo que no puedes evitarme.
54 Oh, Dios, si sólo él supiera.
—¿Es así como encantas a todas las mujeres con las que duermes?
—No encanto a las mujeres con las que duermen. Nunca he querido
ser una adicción para cualquiera de ellas. Eres la primera —admite,
aturdiéndome.
—Así que esto es sólo sexo, ¿verdad?
—No.
—Pero, ¿qué si eso es todo lo que quiero?
—A veces no se puede tener lo que quiere, Presley. —Su voz es baja,
demandante. Lo odio, pero me encanta más. Me enciende y me molesta
el deseo que tengo que la utilice con más frecuencia.
—Estás bromeando, ¿verdad?
Su mirada es un reto para que discuta, como pone la última palabra
en esto. —No. Te dije lo que quiero, y conseguiré lo que quiero.
Trato de empujar su abrazo, pero él aprieta su agarre en mí. —Sabes
que quiere esto tanto como yo —afirma.
—Sé que quiero el sexo tanto como lo haces, pero estás equivocado
si piensa que quiero salir contigo.
Sus ojos se estrechan en mí, y cede, dejándome ir. —Vamos a
empezar con el sexo, pero todavía me debes por lo menos una cita.
—Uh-uh, tuvimos esa ayer por la noche.
—Trabajar en mi concierto no es una cita.
—Hubo una fiesta involucrada; eso es una cita en mis libros. —Sé que
lo estoy empujando, pero necesito. Tengo que proteger mi corazón.
Sacudo la cabeza y murmura—: Vas a ponerme a prueba, ¿verdad,
cariño?
—No, si entiendes que nunca vamos a ser algo más que sexo.
Hace caso omiso de eso y sigue su camino. —Por lo tanto, sobre
esta fiesta hoy. ¿Estás muy ocupada?
—Sí. —No voy a dar marcha atrás; no es lo que hago, y no voy a
empezar ahora.
Asintiendo lentamente, murmura—: Voy a dejar que te salgas con
esa esta vez. —Su voz es tranquila pero firme. Hay una advertencia en ella,
y yo no me la pierdo. Él no será fácil convencer a mi forma de pensar, y no
estoy segura si estoy molesta por eso, o en silencio excitado.
55
E
scaneo a través de las fotos en el ordenador delante de mí.
West casi no puede contener su emoción. —Joder hombre, es
jodidamente talentosa. Estas fotos son la mejores que hemos
tomado.
El tiene razón. Las fotos que Presley tomó en nuestro concierto la
semana pasada tienen una calidad que no he visto antes. Ella ha
capturado la atmósfera y la emoción, y mezcló su propia marca de
nerviosismo para crear fotos que cualquier banda mataría por tener.
56 —Tenemos que reservarla para nuestra próxima gira —interviene
Hunter.
Gracias a la mierda nuestra próxima gira no es hasta por lo menos
seis meses, tal vez más. He pasado la última semana y media persiguiendo
a la mierda de Presley, sólo para que frustrara todos mis intentos. Ya sea
que ella está ocupada o que está cansada o alguna otra puta excusa. Si
voy a convencerla de que venga en el camino con nosotros, puede ser
que necesite un total de seis meses para hacer eso.
La silla de Van se arrastra contra el piso mientras empuja hacia atrás
y se para. Poniendo sus aviadores, dice, —Bien, eso está arreglado.
Resérvala a ella. —Sin mirar hacia atrás, él da pasos fuera de la habitación.
—¿Cuál diablos es su problema? —demanda West, viendo a Van
con una mirada sucia.
No hay amor perdido entre los dos. Me paso la mitad del tiempo
clasificando sus asuntos, y he jodidamente terminado de hacer eso.
—Está molesto acerca de la cena para recaudar fondos para la que
nos inscribimos —admito.
—Cristo, que hemos sabido de eso por más de una semana. Él tiene
que dejar de joder —murmura West.
—Sí, bueno ustedes dos necesitan superar cualquier mierda que
tengan dando vueltas. Estoy enfermo hasta la puta muerte de tratar con su
basura. —Soplo un largo suspiro, frustrado.
West me frunce el ceño, pero me ignora. No podía dar una mierda si
él estaba enojado conmigo. Menos de mis putos problemas.
Hunter no puede manejar la confrontación y trata de calmarnos. —
¿Piensas que puedes reservarla a ella, Jett?
Me pongo de pie, listo para salir. —Sí, voy a reservarla a ella. —A
pesar de que ella está poniendo energía evitándome, voy a amplificar mis
esfuerzos y conseguirla para la cueva—. Los veo más tarde, chicos —digo y
salgo. A pesar de que estamos en un descanso, estamos trabajando en
nuestro próximo álbum cuando podamos conseguir tiempo juntos y
tenemos planes para grabar esta tarde.
Mientras hago mi camino a mi coche, saco mi teléfono y llamo a
Presley. Ella me responde casi enseguida. —Tú no te rindes, ¿verdad? —Me
gusta la alegría en su tono.
Me golpea justo en la polla, y decido entonces y allí que no va a
tomar un no por respuesta hoy.
jeep.
—No. Te voy a llevar a almorzar hoy —dije mientras me meto en mi 57
—Umm, ¿desde cuándo?
—Desde ahora.
Ella se queda en silencio y luego suspira. —Jett, necesitas seguir
adelante y encontrar a alguien más. No tenemos nada en común.
—Mierda.
—Está bien, dime lo que te gusta hacer cuando no estás haciendo
música.
—Cualquier cosa al aire libre. Esquí acuático, surf, paracaidismo,
camping.
—No me gusta el aire libre.
—¿Qué te gusta hacer?
—Bueno, obviamente, la fotografía, la escritura, el arte, ir al cine.
—Me gusta ir al cine. ¿Qué tipo de películas te gustan? —Estoy
disfrutando de esta conversación, y me acomodo en mi asiento.
—Comedias románticas, thrillers y dramas. ¿Tú?
—Acción pero pueden ser películas de suspenso, también.
—Véase, nada en común.
Trato de encontrar algo más. —¿Qué tipo de vacaciones quieres
tomar?
—La clase donde me puedo sentar en la piscina o playa con
cócteles y bebidas. Tal vez leer un libro. Déjame adivinar, amas por
completo los días de fiesta, donde nunca se deja.
—No, pero joder, eso no quiere decir que no podemos ir a una cita y
ver a donde nos lleva.
—¿Por qué molestarse empezando algo que sabemos que no va a ir
a ninguna parte?
—Maldita sea, Presley, ¿eres siempre tan pesimista?
—No, sólo práctica. Los dos somos personas muy ocupados y
ninguno de nosotros tiene el tiempo para ponerse dentro de esto.
Tomo una decisión y sucesivamente giro las llaves en el encendido.
—Te sorprendería para lo que tengo tiempo, amor.
—Me tengo que ir, Jett.
—Hablaremos pronto —digo, y finalizo la llamada.
58 Inmediatamente marco otro número. Presley no tiene ni idea de en
lo que está.
Cuarenta minutos más tarde, parqueo mi coche fuera de su
apartamento. Ella vive en Kangaroo Point, no muy lejos de donde queda
mi apartamento en la ciudad. Es una zona preciosa, cerca del río. Salgo
del coche y entrecierro los ojos al sol. Es un día caluroso en Brisbane, justo
como me encanta. Alcanzo el café que le compré y me dirijo hasta su
apartamento. Me pregunto si me dejará entrar en la puerta principal, pero
cuando llego a ella, alguien sale y me deja entrar antes de que la puerta
se cierra detrás de mí. Demasiado fácil, destinado a ser.
Tomo el ascensor hasta su piso, y un par de minutos más tarde, llamo
a su puerta.
Ella responde y la sorpresa cubre su rostro. —Jett. ¿Qué haces aquí?
—suena insegura de sí misma, y sé que he tomado la decisión correcta.
Presley me quiere tanto como yo la quiero.
Le extiendo su café, y ella lo toma con vacilación.
—Avellana con un toque de vainilla. Creo que es tu favorito —digo.
—¿Cómo diablos sabes eso?
Me encojo de hombros. —Tengo mis mañas. —Doy un paso hacia
adelante, tratando de empujar mi camino al interior. Ella se hace a un lado
y me deja pasar. Doy las gracias al universo por el café que la hace olvidar
momentáneamente que no quiere salir conmigo.
Su casa es hermosa. Había estado demasiado distraído la otra
noche para prestar mucha atención, pero lo veo todo en este momento.
Toques de color en todas partes, plantas repartidas por todos lados y libros
sobre todas las superficies posibles. Tiene la misma sensación que la casa
de mis padres, y me siento atraído por ella. Tras una década de vivir de mi
maleta, me encantaría volver a casa a un lugar como éste, en lugar del
espacio soso que tengo.
—Michael te lo dijo —ella acusa, y puedo decir por su tono que su
culo será pateado por esto.
—Sí.
—¿Qué le ofreciste por esto? Michael no me delataría sin algo
significativo.
Le sonrío. —Le prometí un trabajo lucrativo para su cliente.
Es una mujer inteligente y sabe exactamente de qué estoy
hablando. —¿Lo sobornaste con algo que su cliente ni siquiera está
interesada?
—¿Cómo iba a saber que su cliente no estaría interesada en un 59
puesto de trabajo?
Ella bebe un poco de su café y luego devuelve mi sonrisa. —Eres un
cabrón escurridizo, ¿no es cierto, Jett Vaughn?
Echo la cabeza hacia atrás y me rio. Menos putamente mal. Esta es
la Presley que quería ver. —Me han llamado cosas peores, corazón.
Se ve reflexiva. —¿Y si su cliente hubiera de hecho aceptado?
¿Cómo te ibas a salir de eso?
—Pues bien, teniendo en cuenta que tengo la esperanza de
convencer a su cliente para que tome ese trabajo, no tendría ningún
problema si está de acuerdo.
Ella aspira una bocanada de aire. No se lo esperaba.
Sigo hablando. —Te voy a invitar a almorzar.
—¿En serio? —está dando un buen espectáculo, pero la he
convencido. Me quiere, pero está tratando de convencerse de que no lo
hace. Todo lo que tengo que hacer es darle una razón para que me deje
entrar. Tengo que mostrarle que todas sus razones para no quererme no
son importantes.
—Sí, hermosa, de verdad. Tengo una reserva para nosotros en
cuarenta minutos. ¿Puedes estar lista para entonces?
El pánico se extiende por todo su rostro. —Mierda, Jett. No conozco
a ninguna mujer que podría estar lista en ese corto periodo de tiempo.
Tendrás que llamar y hacer que la aplacen.
Asiento. —Por supuesto.
Puedo decir que está mentalmente hojeando su armario. Ella apunta
a su balcón y dice—: Puedes sentarte en el sol si lo deseas, o aquí si quieres.
Depende de ti.
—Ve a alistarte. No te preocupes por mí.
Se apresura a su habitación, mientras yo salgo. Debo llamar a mi
amigo Ernesto, quien es dueño de mi restaurante italiano favorito. —
¿Cómo te fue? —pregunta mientras me contesta.
Me río. —Le dije que tenía una reserva en cuarenta minutos. Se
asustó. Te dije que iba a funcionar. Las mujeres se olvidan de lo que
quieren cuando están todos asustadas por el estilo. La hice olvidar de que
no quería salir conmigo.
—Jesucristo, eres un tramposo —murmura—. Te veré cuando lleguen.
Le doy las gracias y cuelgo. Él tiene razón; soy tramposo, pero nunca
he tenido que usar mis habilidades en una mujer antes. La persecución es a
60 la vez estimulante y frustrante. Y me pregunto cuánto tiempo me va a
tomar para convencer a Presley de darme una oportunidad.
S
igo a Jett en el pequeño restaurante italiano. Cómo demonios se
las arregló para convencerme de que fuera con él está más allá
de mí. Él tiene algún tipo de poderes especiales, estoy segura de
ello. Todo lo que tiene que hacer es sonreir con esa atractiva maldita
sonrisa de él, y estoy como una colegiala sangrienta de nuevo. Cayendo
a sus putos pies.
Nos llevaron a nuestra mesa y colocaron nuestros pedidos. Luego
dice—: Crazy Stupid Love.
—¿Has perdido finalmente la cabeza? —pregunto, al no tener ni
61
idea de lo que quiere decir.
—This Means War, Killers... comedias romanticas que me gustan.
—Oh.
—Un crucero.
—¿Eh?
—Un crucero podrían ser unas buenas vacaciones. Podrías mezclar
bebidas en la piscine y explorer los lugares que visita el barco. La
combinación perfecta, ¿no lo crees?
Mi estómago hace piruetas. Él ha puesto su mente en esto, y tengo
que admitir que estoy impresionada. —Sí, me gustaría ir a un crucero algún
día —digo, en voz baja.
Él sonríe e inclina sus codos sobre la mesa. —Ahora, dime algo de ti
que nadie sabe.
Arrugo la frente. —¿Por qué?
Se encoge de hombros. —Es la clase de mierda que me gusta saber
de las personas. Me dice algo sobre ellos.
Tal vez lo he juzgado mal. El hecho de que él quiere saber esto me
dice algo sobre él. —Casi me casé cuando tenía dieciocho años con un
hombre veinte años mayor que yo.
La intriga ilumina su rostro. —¿Qué te detuvo?
—Nos decidimos por el impulso del momento de hacerlo, pero no
tenía la documentación necesaria para rellenar. Un par de días más tarde,
me asusté y me di cuenta de que realmente no quería casarme con él.
—¿Y nunca le has dicho a alguien eso?
—No. Ahora es tu turno.
—Una mujer con la que me acosté hace cinco años quedó
embarazada. No pensé que quería que el bebé, pero estaba
completamente preparado para apoyarla. Pero justo antes de que ella
tuviera tres meses de embarazo, abortó el bebé. Me sorprendió lo mucho
que me molesto.
El estado de ánimo entre nosotros ha pasado de ser juguetón y
coqueto a grave. Me sorprende de que me diga algo tan personal. Algo
que nadie más sabe. —Es curioso cómo la vida resulta a veces, ¿no es así?
—murmuro.
62 Su sonrisa es suave, hermosa. —Creo que las cosas están destinados
a ser. Todavía intento averiguar por qué sucedió de la forma en que lo
hizo, pero sé que un día va a quedar claro.
Cuanto más habla, más me afecta. Aun más quiero abrirme a él. —
Lo creo, también.
—Por lo tanto, nosotros tenemos algo en común.
—Parece que lo hacemos. —Estoy de acuerdo, dándole una sonrisa
a cambio.
—Bueno, mierda gracias por eso.
Tengo que reír. Y tengo que darle crédito por el tiempo que ha
puesto persiguiéndome.
—Entonces, dime acerca de tu banda —digo, mitad interesada,
mitad deseando dejarme convencer de tener una oportunidad con él.
—Hemos estado juntos durante diez años. Puse una llamada por
miembros de la banda cuando tenía dieciocho años, y eran los imbéciles
que respondieron. Nos tomó cerca de cinco años conseguir realmente
nuestro nombre ahí y luego rompió el mercado de Estados Unidos. No he
mirado hacia atrás.
—Estoy asumiendo que son una banda internacional bastante
grande, ¿verdad?
—Sí.
—¿Cómo diablos puedes salir fuera con las cosas que haces
entonces?
Confusión parpadea en sus ojos. —¿Qué cosas?
Lanzo mis brazos hacia los lados. —Este tipo de cosas. Hemos estado
fuera un par de veces, y nadie te ha molestado. Si no te conociera, no
podría pensar que eras un rockero famoso.
—Cariño, hay seguridad en el exterior. Siempre los tengo conmigo. Tú
simplemente no los ves. Ellos no sólo mantienen mi seguridad, mantienen a
los fans a distancia —explica, teniendo mucho sentido. Me he dado
cuenta de que él tendría seguridad.
Nuestra comida llega y continuamos sobre nuestras historias de vida.
Jett me sigue sorprendiendo revelando un hombre estoy impresionada.
—Por lo tanto, sé que tus padres siguen juntos, ¿pero no tienes
hermanos o hermanas? —pregunta.
—Tengo un hermano mayor, Stuart. Somos bastante cercanos, pero
vive en el extranjero por trabajo, así que no lo veo muy a menudo.
—¿Qué hace? 63
—Es un actor y está tratando de entrar en las películas en los estados.
Ha estado allí durante cuatro años sin suerte todavía, pero está
determinado por lo que espero que valga la pena pronto. ¿Qué hay de ti?
¿Hermanos?
Asiente. —Sí, una hermana más joven, Claudia. Ella sigue viviendo en
casa con mamá y papá mientras ella termina de estudiar para ser
enfermera. Trato de mantener un ojo en ella porque tiene esta tendencia a
mezclarse con los tipos equivocados.
—Ah, eso debe ser difícil, tú vigilando como el hermano mayor.
—Al igual que tu malditamente no crees —dice entre dientes. Es
claro para mí que ama mucho a su familia, y me encanta eso de él.
Terminamos nuestros platos principales, y mientras continuamos
conversando a través del postre, me detengo para confirmar algo que me
acaba de decir. —Espera, ¿tú patrocinas a diez niños en Indonesia?
—Sí —dice como si fuera la cosa más natural que hacer en la vida.
—Eso es genial.
—Nos encontramos con ellos hace un par de años.
—¿Quiénes somos ellos?
—Los chicos y yo. Ellos han patrocinado niños de allí, también. Pero
hace un par de años nos fuimos y ayudamos a construir casas. He de decir
que fue una de las mejores experiencias que he tenido nunca. —Su
entusiasmo es contagioso. Infiernos, si contrataron a Jett para promover
esos programas, probablemente conseguirían un enorme aumento de
personas que firmen para ayudar.
—Mierda —murmuro.
—¿Qué? —Le he confundido totalmente.
—Lo haces malditamente difícil para una mujer que no quiere salir
contigo —me quejo.
El se echa a reír. —Presley, ¿alguien te ha dicho lo malditamente sexy
que eres cuando te quejas de esa manera?
—No. La mayoría de los hombres lo odian.
—Bueno, me gusta, así que no cambies, ¿de acuerdo? —La felicidad
fluye a través de mí en sus palabras, y estoy segura de que tomo el último
paso hacia el borde para permitirle a Jett entrar. Y en el momento en que
terminemos la comida, estoy completamente cautivada por él y bajo su
hechizo. Sé que probablemente le daré lo que quiera ahora.
64 A la mañana siguiente, me despido de Jett en mi puerta y vuelvo al
interior. Se quedó durante la noche y me dio otra razón por la que
deberíamos salir. El hombre tiene habilidades dementes en el dormitorio, y
estoy deseando volver a verlo.
Me baño y me preparo para el día. Tengo un día lleno delante de
mí, editando más fotos de la sesión del concierto de Crave. Mientras me
siento para empezar, hay un golpe en mi puerta. Un minuto más tarde, mi
feliz burbuja estalla cuando encuentro a mi marido de pie al otro lado de
la puerta.
—Presley —dice mientras toma un paso dentro.
Alargo mi brazo para bloquearlo, y él se sobresalta, claramente
aturdido cuando le niego el acceso.
—No, Lennon, no tienes permitido entrar. ¿Qué quieres?
—Te dije que iba a venir a casa —dice como si eso respondiera a mi
pregunta.
—Esta no es tu casa. Ya no.
—Mi nombre todavía está en la escritura.
—¡Oh Dios mío! Eso significa una mierda, imbécil. Te fuiste, así que no
es tu casa.
—Cometí un error, Presley.
—Sí, lo hiciste, pero eso corrigió el error que yo cometí cuando me
casé contigo, así que vamos a decir que estamos a pases.
—Quiero volver a casa, nena —su voz tiene ese tono suave que usa
cuando quiere algo de mí, pero no funcionará más. Hace un año, le habría
dado todo lo que quisiera cuando me hablaba de esta manera. Desde
entonces, he aprendido mi lección.
—No. Y no me llames más así.
Su cara me dice que no esperaba esto. Seguramente estaba
esperado que me diera la vuelta y le diera todo lo que él quisiera, igual
que lo hacen todos los demás en su vida. —Te daré el bebé que siempre
quisiste —me promete la única cosa que más se interpuso entre nosotros
cuando estábamos juntos.
La ira se mezcla con el dolor, y he terminado. —Vete a la mierda,
Lennon. No puedes arrastrar tu camino de regreso a mi vida con cosas así.
Sí, quería un bebé contigo, pero tú nunca quisiste, así que no vengas aquí
ahora y hagas promesas de mierda para conseguir lo que quieres a
cambio. No quiero un bebé contigo —le escupo mis palabras y luego me
muevo para cerrarle la puerta en la cara.
Pone un pie dentro para detener que la puerta se cierre. —No
65
renunciaré a nosotros, Presley —promete, y veo la determinación en su
rostro. Mierda, lo dice en serio, y cuando Lennon quiere algo, hace todo lo
posible para conseguirlo. No necesito esto en mi vida. No cuando por fin
he decidido empezar algo con Jett.
—Adiós —digo y empujo su pie fuera del camino para poder cerrar
la puerta. Una vez que tengo la puerta cerrada, caigo sobre ella.
Mierda.
Espero que se dé por vencido, pero sé que no lo hará. No hasta que
haya agotado todas las posibilidades.
Maldita sea.
***
70
71
http://paradisebooks.org/