Вы находитесь на странице: 1из 2

Rolando Astarita Ante la crisis, ¿Asamblea Constituyente?

Ante la crisis, ¿Asamblea Constituyente?

Ante la crisis económica y las investigaciones de corrupción, algunos partidos


de izquierda piden la salida del gobierno de Cambiemos, de los gobiernos
provinciales, y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Según este
planteo, una AC debería, entre otras medidas, dejar de pagar la deuda; estatizar
la banca, el transporte, las empresas energéticas; e imponer el control obrero. O
sea, aplicar un programa de transición al socialismo.

Históricamente, la demanda de convocar a una AC ha sido una consigna que los


socialistas levantaron frente a regímenes dictatoriales. Pero, ¿cuál es el sentido
de convocar a una AC cuando existe un régimen democrático-burgués y
regularmente se realizan elecciones? Además, en Argentina más del 90% de los
votos van a partidos enemigos del socialismo, y de cualquier transformación
social profunda. Más aún, en las elecciones sindicales los trabajadores votan,
regularmente, dirigentes que defienden al sistema capitalista (el apoyo a la
izquierda marxista es minoritario). ¿Por qué cambiaría esta situación con una
AC?

Para hacer más concreto el tema, veamos la cuestión del control obrero. Como
he mencionado, se sostiene que una AC debería implantar el control obrero
sobre la banca, el comercio exterior y otros resortes fundamentales de la
economía. Sin embargo, la mayor parte de los sindicatos están dominados por
burócratas, vinculados por innumerables lazos con la clase capitalista y el
Estado. ¿Cómo se puede implantar el control obrero en estas condiciones? Si no
existe movilización revolucionaria, una estatización “con control obrero” no
será otra cosa que una estatización con colaboración de la burocracia sindical
con la clase dominante. Todo lleva a la misma conclusión: es imposible aplicar
un programa de transición al socialismo “desde arriba”, desde una institución de
la democracia burguesa.

Sin embargo, frente a estas objeciones, algunos argumentan que la AC debería


ser impuesta “mediante la lucha”. Pero el carácter de clase de las instituciones
del Estado no depende de la correlación de fuerzas “en lucha”. Más de una vez
las masas, con sus movilizaciones, obligaron a renunciar a gobiernos, nacionales
o provinciales, pero en la medida en que no quebraron el poder de la burguesía,

1
Rolando Astarita Ante la crisis, ¿Asamblea Constituyente?

se quedaron con las manos vacías. De ser necesario, la clase dominante cambia
figuritas en las cumbres para que todo siga igual en las profundidades de las
relaciones sociales. El llamado a una AC no puede modificar esto.

Solo si las masas trabajadoras quiebran el monopolio del poder estatal, que está
en manos de la burguesía, podrán abrir el camino a transformaciones
revolucionarias.

Вам также может понравиться