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DEBER EDUCACIÓN EN LA FE
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
3. Es necesario hacer comunidad. Se tienen que fortalecer los vínculos entre las
personas para una buena convivencia pacífica.
6. Caridad y solidaridad. Si la Iglesia fuese una mesa, la caridad debe ser una de
las cuatro patas. Sin caridad, la Iglesia está incompleta.
UNIDAD EDUCATIVA PARTICULAR “LA INMACULDADA”
“Los que obtienen más éxito son los que hablan con familiaridad y sencillez popular”.
San Vicente de Paúl
Me es grato presentar un tema tan relevante como es “San Vicente de Paúl y su legado a las
nuevas generaciones”.
San Vicente de Paúl nace el 2 de abril de 1581, en Francia. Fue ordenado sacerdote en 1600
con tan solo diecinueve años aspirando a ser Obispo. Los encuentros de la vida de este
Considerado como una de las figuras más representativas del catolicismo en la Francia del
siglo XVII. Fue precursor de las Conferencias de la Caridad en 1617, fundador de varias
de las congregaciones que más gloria y honra han dado y dan a la Iglesia.
Para San Vicente la oración era lo primero y presentó la humildad como la primera
cualidad de los sacerdotes misioneros. Descubrir a Jesucristo en los pobres fue su carisma.
llevaba bien con todas las clases sociales, desde el rey hasta el mendigo.
Por su notable labor caritativa fue beatificado el 13 de agosto de 1729, y canonizado el 16
de junio de 1737, hoy es reconocido por la Iglesia Universal como el Santo de la Caridad.
Su legado sigue presente hasta nuestros días a través de las obras de las Hijas de la Caridad.
San Vicente de Paúl nos enseñó que el verdadero amor de Dios es el que ama
concretamente a los que Dios prefiere, a los carentes de todo, a los más pequeños. Nos
enseñó que solamente la caridad podía crear entre los hombres un “deseo de vivir” en
Este es el mensaje que deja a las futuras generaciones, quienes vivimos en la era
¿Y nosotros estamos siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl?, ¿qué estoy haciendo
con alegría, con entusiasmo, con constancia y amor. Porque el dinero lo puede hacer
cualquiera, pero necesitamos más vocaciones al servicio de los pobres. ¡El derecho y la
Así pues, hermanos míos, vayamos y ocupémonos con un amor nuevo en el servicio de los
pobres, y busquemos incluso a los más pobres; pero que sea a costa de nuestros brazos, que
sea con el sudor de nuestra frente. Pues, muchas veces los actos de amor a Dios, de
a la práctica del amor efectivo., reconozcamos delante de Dios que son ellos nuestros
señores y nuestros amos vivamos haciendo obras de caridad al estilo de San Vicente de
Paul.