Método de Investigación Filosófica: Teoría Crítica

Aproximación a “Dialéctica de la Ilustración” 1

Reseña por Juan Eduardo González Reyes2

Con conocimiento de causa, en “Dialéctica de la Ilustración” (1944/47) Horkheimer y Adorno

parecieran querer recordar la lapidaria frase de Goya: “La razón pare monstruos”, los autores eran
conscientes –especialmente el primero– de las exigencias trascendentales que corresponden a la
humanidad, en una época según la cual los conocimientos científicos fueron empleados para el
exterminio y la barbarie. Las preocupaciones de Horkheimer estaban relacionadas con diversos
factores: la recepción que pudiera tener la obra como no se la leyera en clave dialéctica, la respuesta
por parte de la religión oficial, la forma cómo pudiera verse afectado el Instituto de Investigación
social que lideraba(n), entre otras.

Así mismo, cabe resaltar –producto de las reflexiones adelantadas en “Dialéctica de la

Ilustración”– un cambio de orientación en los principales representantes del instituto, pues de la
teoría crítica prometedora y emancipadora, pasaron a una visión negativa de la filosofía y de la
historia, puesto que no se ve cómo resolver la aporía relacionada con la paradoja
Mitología↔Ilustración, con lo cual pierde fundamento la razón, misma que promovió derechos
humanos y libertades individuales. El proyecto de intentar salvar la ilustración dotándola de
sentido… había fracasado…

En esta conclusión pesimista los autores se habían aproximado a través de los escritos de
Lukács a los estudios previamente adelantados por Weber referentes a la razón o al proceso de
racionalización. Tomando como pivote los análisis de Marx y en franca oposición a la optimista
dialéctica hegeliana, Horkheimer y Adorno denuncian la alienación y la reificación (cosificación)
de la subjetividad; a la barbarie no permanece ajena esfera alguna y no hay forma de resistirla. Con
esta conclusión resulta evidente la vigencia del pensamiento de Nietzsche.

1
En este documento se reflexiona sobre la obra “Dialéctica de la Ilustración” de Max Horkheimer y Theodor Adorno
(Trad. Juan José Sánchez, 1994)
2
Filósofo. Especialista en Educación, Cultura y Política (UNAD). Estudiante de la Maestría en Filosofía
Latinoamericana (USTA).
 La ilustración como un fenómeno social de amplio espectro que tuvo influencia en todo el
mundo pero cuyo origen se puede citar en Europa, está revestido de connotaciones ambiguas, ya
que, de un lado representa el triunfo de la razón o de la racionalidad sobre el servilismo, la opresión
y la pereza y de otro, el inicio de la destrucción del sistema mundo debido al enfrentamiento entre
los pueblos; representa, la aparición de los derechos humanos y con ella, la defensa de las libertades
individuales, la justicia y la solidaridad, al tiempo que, un nacionalismo exacerbado que tuvo como
uno de sus objetivos la carrera armamentística.

La humanidad no ha avanzado hacia un plena y verdadera libertad, cuando ya es objeto (o

víctima) de la barbarie, no avanza hacia fines loables, más bien se sumerge en la más cruenta
violencia. Tiene lugar una situación contradictoria (paradójica) según la cual se va del mito a la
ilustración y de la ilustración a la mitología. Como núcleo de esta situación paradójica se
encuentra el dominio (o la dominación), primero, de la naturaleza sobre el hombre (el mito) y
después, del hombre sobre la naturaleza (la ilustración).

El ser humano por medio de la ciencia busca quitar el lugar que corresponde al mito, no
obstante, no pretende hallar la verdad ni la felicidad, en lugar de eso, dominar y explotar a sus
anchas la naturaleza; el ser humano pierde ese vínculo de empatía (mímesis) que lo unía a la tierra
(al mundo, a la naturaleza). Paradójicamente, en el mito reside ya la enfermedad de la humanidad,
debido a que el mito mismo es una explicación de los orígenes del universo y de la humanidad; el
mito es ya en cierta medida, una forma de procurarse paso el raciocinio (la razón) en busca de
dominar la naturaleza; una vez que la explotado y procura dominarla, la ha convertido en un objeto,
la ha cosificado, se ha perdido el sentido trascendente del ser humano. En otras palabras, el hombre
está en el mundo para enseñorearse de él y no para cuidarlo.

La contracara de la moneda, esto es, el paso invertido de la ilustración a la mitología, se

manifiesta en la incertidumbre, de modo que pese a los esfuerzos adelantados con base en la ciencia
y la estructuración de conceptos en complejas teorías, lo que se denomina conocimiento puede ser
falseado al punto que no encuentra el ser humano nada cierto, no encuentra un punto fijo sobre el
cual posarse, más bien es la opinión y la creencia lo que impera, por lo cual urge encontrar ese
sentido trascendente de la existencia y se recurre a la mitología, esto representa, para decirlo de
modo alegórico, una venganza de la naturaleza…
 Referencias Bibliográficas

Horkheimer, M., & Adorno, T. (1994). Dialéctica de la Ilustración. (J. Sánchez, Trad.) Madrid:
Trotta.