Kuhn sostiene que en su uso establecido, un paradigma es
un modelo o padrón aceptado “…Del mismo modo en una ciencia un paradigma es una matriz disciplina, un objeto para una mayor articulación y especificaciones en condiciones nuevas o más rigurosas… Paradigma aparece como sinónimo de “ciencia moral” en la medida que proporciona las teorías que determinan la orientación y el desarrollo de la investigación. Años después Thomas Popkewitz define a los paradigmas como conjuntos particulares de cuestiones, métodos y procedimientos que configuran matrices disciplinares, desarrolladas por las comunidades científicas. El paradigma entonces implica un conjunto de supuestos con los cuales se aborda la realidad social, un esquema de pensamiento y de acción desde donde uno se ubica para explicar porque se actúa de una forma determinada. Un paradigma implica siempre un marco (ideológico, axiológico, ontológico) que circunscribe determinada concepción de la sociedad, el hombre, de la educación, de la relación educación – sociedad, del rol docente – alumno, etc. En ciencias sociales y como proyección en Ciencias de la Educación, es posible hablar actualmente de tres paradigmas que definen y estructuran la teoría, la práctica y la investigación educativas. PARADIGMA POSITIVISTA O EMPIRICO – ANALITICO
Este paradigma es el más antiguo nació en el siglo XIX, y
ha sido el dominante en las comunidades científicas de occidente. Su origen está relacionado al nacimiento de la educación en masas. La masificación de la educación fue parte del proyecto de la Modernidad que se instauró a partir de la ilustración, desde entonces responde a factores económicos: el desarrollo del capitalismo industrial, y a factores políticos – sociales: la consolidación del Estado Moderno y de la sociedad burguesa. La educación se convirtió así en un privilegiado instrumento para trasmitir valores políticos y sociales. En este contexto se consolida el Paradigma Positivista. En su aplicación a las ciencias sociales, el positivismo implica que los objetivos, conceptos y métodos de las ciencias naturales son aplicables a las ciencias sociales. La teoría educativa debe sustentarse en bases racionales y para ello se hace necesario eliminar de ella los elementos metafísicos e ideológicos a fin de que adopte una postura objetiva y neutral. El paradigma positivista supone: 1. La búsqueda de conocimiento está guiada por un interés técnico, interés de tipo instrumento tal que alude al “cómo hacer” la teoría define la práctica. 2. La sociedad es concebida como una unidad independiente de los hombres. Es vista como algo homogéneo y equilibrado que al igual que los fenómenos naturales responde a regularidades, es observable, medible, previsible y controlable; no existe como campo de conflictos.
3. En el terreno social, la regularidad llevada a reglas define los
padrones de “normalidad”.
4. La educación es un medio para lograr fines, visión
instrumentalista, cuyo objetivo último es lograr la eficacia social. Desde este encuadre, la educación es entendida como proceso de socialización, es decir, la preparación del individuo para una armónica integración a la sociedad, por lo tanto, debe estar en función de las demandas sociales.
5. La escuela es el principal instrumento de socialización. En ella,
el proceso de enseñanza – aprendizaje se centra en la modificación de conductas a partir de objetivos prefijados.
6. Finalmente en este contexto, el docente aparece
fundamentalmente como un técnico cuya “profesionalización está determinada por la eficiente aplicación del curriculum, es decir, por la ejecución o no de lo prescripto por los científicos “ En este paradigma se ubican el conjunto de corrientes pedagógicas que ven la relación de la educación – sociedad como no problemática entendiendo a la educación escolarizada como la preparación en la sociedad y la economía.
PARADIGMA FENOMENOLOGICO, INTERPRETATIVO O
HUMANISTA Este paradigma surge en el campo de las ciencias sociales mediadas de la década de los 60. Se iniciaba la crisis de los precios del petróleo, declinaba la lucha anticomunista iniciada por el maccarthismo y después de los acuerdos Kennedy- Kruschev (Viena 1963), la Guerra Fría entraba en su etapa de coexistencia pacífica. Se produce, a partir de entonces, un cierto declive en el predominio del paradigma positivista y la aparición de una nueva mirada de análisis sobre la teoría y la práctica educativa. Se aprecia que, en contraste con el planteamiento positivista, la prospectiva fenomenológica implica: 1. La búsqueda del conocimiento está sustentada en un interés práctico. El mundo de la práctica es el resultado de acciones e interacciones, por lo tanto, es subjetivo, y no sigue reglas.
2. La sociedad es percibida fundamentalmente como una creación
humana. La concepción de la sociedad como creadora de normas es lo que distingue a la vida social del mundo natural.
3. La educación es concebida ante todo como un “hecho social”
basado en el juicio práctico, diferente a los fenómenos naturales y, por lo tanto no sujeta a regularidades. Las acciones educativas entonces son entendidas como el resultado de opciones y compromisos morales, se les comprende dentro del contexto de los valores y aspiraciones que no son universales sino que sólo tienen significado para los protagonistas.
4. La práctica educativa tiene lugar en un mundo
determinando, con docentes y alumnos concretos, El aprendizaje se construye en el aula a partir de los códigos y significados de los participantes, “microcosmos” situado en un tiempo y lugar particular sobre el que se debe desarrollar toda acción educativa. 5. A través del aprendizaje, los alumnos se convierten en activos partícipes de la elaboración de su propio saber, lo que obliga a todos los participantes a reflexionar sobre el conocimiento, incluyendo al docente en este proceso. En este contexto el curriculum es visualizado como un proceso de solución de problemas, una propuesta integrada y coherente que no contiene más que principios generales para orientar la práctica.
6. Por último, el papel del docente consistirá en tomar decisiones
que apunten a la solución de problemas y a sumir la responsabilidad moral de hacerlo. La profesionalización del docente estará determinada entonces por su participación reflexiva en la creación del curriculum.
PARADIGMA CRITICO O DIALECTICO
El paradigma Critico – basado en el interés emancipa - torio
planteado por Habermas – se configura a partir de los años 70. Los científicos sociales del paradigma crítico consideran que son dos razones que han provocado este proceso; por un lado, la rápida tecnologización que se ha operado desde la revolución industrial y por otro, la importancia cada vez mayor de los medios masivos de comunicación. “La Ciencia social critica investiga la dinámica del cambio social pasado y presente, para poner al descubierto las restricciones y contradicciones estructurales de una sociedad” A diferencia de la visión positivista que busca controlar la realidad y de la visión fenomenológica que busca describirla, el paradigma crítico pretende transformar el mundo. Desde el punto de vista crítico, de acuerdo a lo planteado, la realidad social está mediatizada por la ideología. El conocimento entonces es considerado un producto social y, por lo tanto, no tiene sólo componentes cognitivos. Esta forma de abordar la realidad social impregna también en el campo educativo. Los teóricos críticos no sólo se ocupan del tradicional tema de relación entre educación y sociedad sino que comenzaron a centrarse en la relación entre la educación y sociedad sino que comenzaron a centrarse en la relación entre la educación institucionalizada y el Estado. Plantean directamente la cuestión de cómo la educación institucionalizada sirve a los intereses del Estado a través de ña educación se imponen determinados valores y no otros.
El paradigma crítico supone:
1. La búsqueda del conocimiento está sustentada por un
interés emancipatorio, basado en el razonamiento dialéctico. El razonamiento dialítico trata de entender las relaciones dinámicas e interactivas entre la teoría y la práctica, considerando que amabas están socialmente construidas e históricamente enmarcadas, por lo tanto, se constituyen mutuamente y no una es determinada de la otra. 2. La sociedad es visualizada fundamentalmente como un campo de conflictos y tensiones. Entre los conflictos básicos están la desigualdad social y la dominación de un sector sobre otro. 3. El conflicto es concebido como un elemento dinamizador de la sociedad, una fuerza creativa en la promoción de los cambios necesarios para el desarrollo. 4. La educación es fundamentalmente transmisión de ideología; es un proceso mediante el cual el Estado, representante de la clase hegemónica en una sociedad determinada, procura reproducir y perpetuar las relaciones económicas y políticas desiguales en que se sustentan. 5. El aprendizaje se logra relacionamiento dialécticamente la teoría como la práctica. 6. La escuela es el principal instrumento de reproducción social y cultural; es visualizada como reproductora de desigualdades porque contribuye y legitima formas de conocimientos, valores y lenguajes relacionados con la cultura dominante y sus intereses. 7. El curriculum es una construcción histórica y social, área del conflicto donde predominan los intereses de la clase hegemónica y donde la cultura de los dominados trata de generar espacios. 8. El docente es, o un intelectual que cuestiona el conjunto de orden social y sus relaciones con la educación buscando cambiarlos, o un reproductor del statu-quo imperante. Desde este paradigma, más que hablar del docente como un profesional de la educación, se habla de “trabajadores de la enseñanza”, es decir, agentes activos de la producción y difusión de la cultura en la sociedad. En torno al discurso educativo crítico, podemos ubicar, las corrientes pedagógicas que ven la relación educación- sociedad como problemática. Encontramos tres corrientes:
A. Corriente Critico Reproductivita centra su análisis en
la relación existente entre la estructura económico- social y el sistema educativo, la función de la educación es la reproducción social y cultural. B. Por otro lado, encontramos la llamada Corriente Crítica de la Oposición o de la Resistencia, En su análisis, dan centralidad a las nociones de resistencia y conflicto. Consideran que el mecanismo de reproducción social y cultural nunca es completo, porque en el marco de la educación institucionalizada y en el de la sociedad en general, las culturas dominantes y subordinadas eran en conflicto. C. El tercer término, podemos denominar como Corriente Progresiva Liberadora, que tiene como inspirador y divulgador más importante Paulo Freire. Esta es una propuesta crítica porque cuestiona la realidad de las relaciones del hombre con la sociedad y con otros hombres. Su propuesta se enmarca en la educación no formal.