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RASGOS MORFOLÓGICOS

Los aspectos morfológicos medievales son difíciles de generalizar, pero hay algunas
características generales o cambios más frecuentes.

1. Cambios de género en los nombres:


 El masculino y el femenino se mantienen bien, aunque hay algunas excepciones,
por ejemplo, los nombres de árboles eran femeninos por la segunda declinación,
pero pasan a ser masculinos (pinus en latín clásico era femenino, pasando a ser
masculino en latín tardío y en las lenguas romances, el pino). Por otra parte, los
nombres abstractos en -or como honor y dolor, que eran masculinos, pasan a ser
femeninos (sobre todo en la Galia). En otros casos, la diferencia entre los dos
géneros se borra totalmente y aparecen concordancias muy raras (res mira…quod,
res mira es femenino por lo que no hay concordancia con quod que es neutro,
borrándose la distinción de los géneros; además se extiende el uso de quod).
 El neutro por otra parte empieza a resquebrajarse perdiéndose, sobre todo en
provecho del género masculino. En Petronio aparecen formas como balneum, fatum
o vinum (neutras) aparecen como balneus, fatus o vinus, tomando una forma
masculina; en Gregorio de Tours encontramos también formas como hunc verbum o
hunc nefas, pasando de ser masculinas a ser neutras. Algunas formas neutras
pasaron a ser también femeninas, ya que se consideraban los nominativos plurales
neutros (-a) como nominativos singulares femeninos, ya que coincidían en forma;
por ejemplo, gaudium (nominativo singular neutro), tendría la forma gaudia para el
nominativo plural neutro, confundiéndose y pasando a ser de la primera
declinación, gaudia -ae.

2. Cambios de declinación:
Algunos sustantivos, como aper -apri podemos encontrarlos bajo la forma aprus -apri,
perteneciendo a la segunda declinación, pero cambiando su enunciado. Otros ejemplos
de cambio de declinación son por ejemplo el de nurus -us (cuarta declinación) que pasa
a nura -ae (primera declinación), el de socrus -us (cuarta declinación) a socra -ae (primera
declinación), el del sustantivo neptis -is (tercera declinación) a veces aparece bajo la
forma nepta -ae (primera declinación) o el de os -ossis (tercera declinación) que
encontramos a veces también bajo la forma ossum -i (segunda declinación).

3. Pronombres:
Como norma general se tiende a regularizar las formas nominales.
En latín clásico encontramos las formas ille -a -ud o ipse -a -um, regularizándose la
forma ipse a ipsus, siguiendo el nominativo regular de la segunda declinación. Por otra
parte, la forma neutra illud se regulariza encontrándonos la forma illum. Aparecen
formas de dativo como illo o ipso, las regulares, frente a illi o ipsi. El nominativo plural
de ille, illi, aparece también como ille (no se sabe el porqué):
 Ille: nominativo singular masculino.
 Ille < illae: nominativo plural femenino monoptongado.
 Illi: nominativo plural esperado.

4. Nombres propios:

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 Los nombres bíblicos a veces son indeclinables o declinables, pero de forma
impredecible. Aquellos terminados en -a pasan a formar parte de la primera
declinación (Eva -ae, Maria -ae); otros nombres se hacen por analogía, por ejemplo,
Salomo por analogía con Plato -onis, tendría como enunciado Salomo -onis. Otros
nombres son indeclinables como Noe, David o Nabuchodonosor, aunque a veces sí
pueden declinarse, incluso un mismo autor puede declinar y hacer indeclinable a
una misma palabra en el mismo texto. A veces la forma en que se declina es
impredecible, por ejemplo, Adam, genitivo Adae o monoptongado Ade.
 Los nombres germánicos no tienen regla, aunque por lo general, se les añade -a
para los femeninos perteneciendo a la primera declinación y -us para los
masculinos perteneciendo a la segunda declinación. Por ejemplo, Alfred sería
Alfredus y Atheldreda tendría como enunciado Atheldreda -ae.
 Hay nombres francos acabados en -o que a veces se declinan por la tercera
declinación, tipo Plato -onis, por ejemplo, Frodo -onis, Dudo -onis.
 En cuanto a los nombres de lugar, presentan una morfología arbitraria. A veces son
neutros como Evoracum que al pasar al latín se les añade -ia como provincia o
cantuaria. Hay un locativo muy raro (Parisius), empleado en latín medieval y en
ediciones latinas en las que pone la ciudad de edición.

5. Verbos:
Hay cambios en comparación con los verbos de latín clásico. Hay formas que caen en
desuso, otras que se modifican por analogía.

Latín medieval Latín clásico


Fugire Fugere (cambio de conjugación, 3ª a 4ª)
Odire Odisse (infinitivo perfecto, pues es un verbo defectivo que no tiene
formas de presente, pero pasa a tenerlas en latín medieval)
Resplendit Resplendet (cambio de conjugación)
Linquerat Liquerat (por analogía, pues en presente es linquo y se extiende al
tema de perfecto el infijo nasal)
Cernisti Crevisti (el verbo es cerno para presente y cervi para perfecto)
Tultus Fero -tuli -latum lo esperado sería latus, pero esta forma de
participio perfecto se forma a partir del perfecto y no del supino)
Faciebo Faciam (usa la formación de los verbos de primera y segunda
conjugación en lugar de la suya propia)

 Los verbos deponente tienden a desaparecer y a conjugarse como verbos activos


excepto los de uso más común como loquor, morior o utor, que resisten más.
Utor – uti – utere.
 Amantissimus es el participio de presente más superlativo no clásico.
 Preferencia por las formas analíticas sobre las sintéticas y por los verbos
auxiliares: volo, possum, debeo… Curam gero perífrasis.
 Los verbos impersonales en latín clásico pasan a ser personales en el medieval.

CAMBIOS SINTÁCTICOS

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La mayoría de los cambios sintácticos en latín medieval se deben a que quien escribía
en latín en la Edad Media hablaba su lengua materna, la cual no era el latín, que era
una lengua aprendida y no materna.

1. Casos
El sistema casual empezó a desmoronarse ya en época imperial, ruina de la
declinación.
El vocativo se usaba muy poco, lo que provocó su pérdida y sustitución por
nominativo.
El acusativo se va a convertir en un caso régimen universal y va a extenderse con las
preposiciones. Véase la preposición cum, que en latín clásico regía ablativo, pero en
latín medieval acusativo (en Pompeya encontramos cum discentes suos, cum tacus). El
acusativo, además, comienza a usarse como complemento de verbos que no lo usaban
en latín clásico, por ejemplo, en latín clásico se usaba el verbo utor o egere más ablativo,
pero en latín medieval regirán acusativo. Los cambios fonéticos también dan lugar a
que en algunos casos en época tardía se fusionaran el acusativo y el ablativo, por
ejemplo, porta(m), en acusativo fonéticamente evoluciona a porta, pues la -m es débil y
se perdería, quedando con la misma forma del ablativo o muru(m) se confundiría con
muro tras el debilitamiento y pérdida de -m y la apertura de u en o.
Los giros preposicionales van a extenderse y muchas veces sustituyen a los casos
genitivo, dativo o ablativo. Los más frecuentes son de, ad, per o cum + el caso que
correspondiese.

2. Adverbios:
Desde un punto de vista morfológico son muy frecuentes los adverbios acabados en
-iter (fortiter, amariter) y en -itus. Se añaden a los adjetivos ya existentes.
Una formación procedente del latín clásico es la de la unión del adverbio -mente +
adjetivo o al revés, el adjetivo + mente. Al unirlos se forman los adverbios en -mente de
las lenguas romances.
 Virgilio: simulata mente (engañosamente)
 Catulo: obstinata mente (obstinadamente)

Otra formación es la resultante de la unión de una preposición más un sustantivo,


como, por ejemplo, ad horam (ahora), hac hora (ahora), de magis (demás), in tunc
(entonces). Van a reemplazar a adverbios ya existentes como nunc.

3. Adjetivos y grados de comparación

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El adjetivo tiene tres grados, el positivo, el comparativo y el superlativo. Se mezclan y
se diluyen las fronteras entre uno y otro.
Magis regulares y peus communis son formas analíticas.
Magis insensior es una forma reforzada de comparativo tardío. No hay forma de
traducirlo, pero sería algo así como “el más mejor”, un vulgarismo en español.
Bonissimus es una nueva forma de latín medieval, haciéndolo regular, pues la forma
clásica es melior u optimus.

Forma analítica: dos formas, amatus est.


Forma sintética: una única forma, amor.

3.1. Comparativo
 El comparativo en latín clásico puede construirse de dos modos, añadiendo
ior/ius (sintético) o mediante maquis…quam (analítico), para adjetivos con una
vocal ante la desinencia como, por ejemplo, idoneus o dubius.
 El analítico es el que se extiende por época tardía y llega a las lenguas
romances, con independencia de que el adjetivo tenga una vocal antes de la
desinencia. Pueden aparecer también comparativos dobles, lo que parece
indicar que las formas sintéticas no bastaban para señalar la comparación (…
magis melius…, …plus magis…).
 En lugar de quam o ablativo como segundo término de la comparación nos
podemos encontrar preposiciones como ab/de.

3.2. Superlativo
 Las formas sintéticas del superlativo (-issimus/-errimus/-illimus) fueron
reempla-adas en latín medieval.
 Las formas analíticas del superlativo se formaban mediante la unión de un
adverbio (valde, multum, maxime) + adjetivo. Se usaba esta combinación para los
mismos adjetivos que en el comparativo con magis. Por ejemplo, maxime
idoneus, multum altus (esta forma es la que ha pasado a las lenguas romances,
molto bene, muy bien).

4. Pronombres:

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Personales: se siguen usando, pero se pueden sustituir por propius o añadirlo. Por
ejemplo, meus, tuus, noster + propius (no se tiene por qué traducir siempre y puede
sustituirlos o acompañarlos).
Se añade con frecuencia un pronombre reflexivo a un verbo, incluso a los que son
intransitivos. Por ejemplo, fugere sibi o ambulare sibi/se. Esta construcción se mantiene en
algunas lenguas romances (en español irse o en italiano fuggirsi).

Demostrativos: van a cambiar hic, iste, ille, pasando de un sistema ternario a uno
binario formado por iste e ille, al que en algunas lenguas romances se añade ipse. El
pronombre hic tiende a pasar en latín medieval al anafórico is, pudiendo sustituirlos
cuando se refiere a algo ya dicho con participios como:
 Praesens/presens: el mencionado
 Praedictus/predictus: el dicho antes
 Praefatus/prefatus: el mencionado antes
 Supranominatus: mencionado arriba
 Supramemoratus: recordado arriba

HIC ILLE ISTE latín clásico


¿Cuándo se introduce ipse? No
se sabe, pero es el origen de
“este, ese, aquel”. ILLE ISTE
Hay quien piensa que pasa a
finales de la EM.
IPSE ILLE ISTE

8. Tiempos:
Los tiempos de pasado en los textos medievales no están estructuralmente
diferenciados como lo estaban en latín clásico:
 El IMPERFECTO puede tener el valor del llamado pasado no durativo, por
ejemplo, amabat = amavit. El imperfecto y el perfecto que se oponían están tan
cerca que pierden la oposición.
 El PLUSCUAMPERFECTO puede equivaler a un pasado simple, por ejemplo,
amaveram = amavit.

Las formas sintéticas del futuro en latín clásico (por ejemplo, amabo o legam) van a ser
reemplazadas poco a poco por formas analíticas, utilizando la terminología que
Lausberg usa, o como otros las llaman, formas perifrásticas. Estas formas perifrásticas
se formarían mediante la unión de un verbo auxiliar (habeo, volo, debeo, possum) +
infinitivo (habeo cantare o en Plauto incluso encontramos la forma volo ire).

5. Preposiciones:
Mayor uso que en latín medieval, lo que conlleva la pérdida del uso de los casos, véase
el ejemplo de vinum de taberna, sustituyendo a tabernae/taberne o el de Virgilio templum
de mamore.
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Construcción más próxima a nuestra lengua surgida en LC y en LT, no nace en LM.
Verbo + preposición: en LC Virgilio escribió omnia vincit amor (verbo + acusativo), en
cambio, en latín medieval nos encontramos con veritas vincens super omnia (la verdad
vence sobre todo), uso de un verbo con una preposición que en LC no sería necesaria,
poniéndose sólo el acusativo.

5.1. Preposiciones con nombres de ciudades:


En latín clásico no se usaban preposiciones con nombres de ciudades, pues eran
lugares menores, en ese caso se empleaba sólo el acusativo (eo Romam). Como
excepción, domus y rus tampoco la llevan.
En latín medieval se puede construir así si el autor tiene buena formación en latín
clásico, pero lo normal es usar la preposición in o ad (eo in Romam).

5.2. Cambios en la construcción de algunas preposiciones:


En latín clásico la preposición in regía acusativo o ablativo. Estas distinciones se
fueron perdiendo y en latín medieval el acusativo y el ablativo acabaron siendo
iguales, pudiendo encontrar un ablativo donde esperaríamos un acusativo y al revés.
Así, las preposiciones ab, cum, de o sine que regían ablativo en el latín clásico, en el
latín medieval pueden regir acusativo; por otra parte, las preposiciones per y post que
en latín clásico regían acusativo, pueden regir ablativo en latín medieval.

5.3. Confusión en el significado de las preposiciones:


En los manuscritos medievales se usan estas abreviaturas para las preposiciones o
para los prefijos verbales. Al ser parecidas, a veces se confundían.

5.4. Preposiciones compuestas:


En latín medieval y en latín tardío encontramos un gran número de preposiciones
que se usan en combinación y que pueden llegar a convertirse en inseparables. A
veces dan lugar a nuevas formas como adverbios o preposiciones en las lenguas
romances.
En latín clásico podemos encontrar circumcirca (reduplicado), exinde, abinde y en latín
medieval y tardío se extiende su uso y puede pasar a las lenguas romances como por
ejemplo ab ante (avant), de ex (desde), in giro/um o per giro/um (circum).

5.5. Nuevas preposiciones:


Algunas proceden del griego como cata, que aparece en los evangelios con el valor de
secundum; puede tener valor temporal, local… Adverbios griegos también han pasado
a preposiciones, como retro, que podía usarse como preposición (vade retro me) o como
adverbios (vade retro!)
6. Conjunciones:
En latín clásico existían las conjunciones ac, et, atque, -que con el valor de y; en latín
medieval teníamos las conjunciones ac, et, atque, -que, vel y seu con este valor también
(vel y seu también podía tener valor disyuntivo además de coordinativo).

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Adverbios como pariter, quoque, quin o simul se podían utilizar también como
conjunciones copulativas.
La partícula enclítica -que aparece en latín medieval a veces donde esperaríamos “et”
y no hay que anteponerlo, sino que ya estaría situado entre los dos términos:
LC: senatus populusque LM: natusque spiritus.

Conjunciones subordinadas :
 Licet + subjuntivo = sub. concesiva en LC.
 Licet + nom/adj/adv = a pesar de … (licet pauper: a pesar de ser pobre) en LM.

 Ut – qui + subjuntivo = sub. final en LC.


 Giro oración final: quo + comp. en LC, no usado en LM.
 Amatenus, quanter + subjuntivo en LM.

 CUM / DUM + ind / subj: se pueden encontrar indistintamente


 QUANDO sustituye muchas veces al CUM TEMPORAL = sub. temporal.

 QUOD es una conjunción que llega a convertirse en lo que llama Herman


“conjunción universal”, sirviendo para todo. Además de los usos conocidos
por el latín clásico añade los siguientes:
 Consecutivo: ita/sic…quod en LM frente a ita/sic…ut en LC.
 Final
 Temporal

7. Modos:
Las reglas clásicas sobre el uso de indicativo y subjuntivo se relajan y como
consecuencia encontramos en los textos medievales indicativos en construcciones en
las que hubiéramos esperado encontrarnos un subjuntivo; por ejemplo, en las ?
indirectas en LC se usa el subjuntivo y en LM el indicativo o para oraciones finales con
UT en latín clásico se usa subjuntivo y en LM indicativo.
 IMPERATIVO: hay dos, presente (se mantiene mejor) y futuro (se pierde).
Forma analítica para el imperativo: noli + infinitivo (noli me tangere: no me
toques).
 SUPINO: va cayendo en desuso. En latín clásico podía introducir subord.
finales.
 INFINITIVO: la estructura de infinitivo + acusativo va cayendo en desuso. En
LM se da un infinitivo introducido por una preposición (carnem dadit ad
manducare, dio carne para comer). Norberg piensa que se produce
contaminación, que realmente pondría dare aliquid manducare o dare aliquid ad
manducandum.
 PARTICIPIO: además de la estructura de participio de ablativo absoluto
también se dará en acusativo (no es extraño porque este caso se extiende) y en
nominativo. Hay una construcción especial de ablat. absoluto + QUOD = latín
jurídico.
- Excepto + quod: excepto que…
- Considerato + quod: considerado que…

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