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El chaman de los cuatros vientos:

Una Reseña de Douglas Sharon

Carlos Choque Mariño


Profesor de Historia y Geografía
Licenciado en Educación
Magister en Educación Intercultural Bilingüe
Doctor(C) en Antropología

Douglas Sharon es autor o coautor de 5 libros y 22 artículos sobre antropología. Se


doctoró en antropología en la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), donde
trabajaba durante los años 70 como antropólogo de campo en el Centro
Latinoamericano. Ha dado clases en varias universidades de California, así como en
una universidad de Perú, donde estableció recientemente una escuela de
etnobotánica como parte de un programa de colaboración entre instituciones de
Estados Unidos y este país de latinoamérica. Ha llevado a cabo trabajo de campo
en Ecuador y en Perú, así como en México, Guatemala, Colombia y Bolivia. El
principal tema de su investigación ha sido la antropología cultural, principalmente el
chamanismo de las naciones andinas.

1. Apertura de la 'Cuenta'
Este capítulo da cuenta del proceso de acercamiento y familiarización entre
Douglas Sharon con Eduardo Calderón (menciona brevemente los diversos pasajes
de la vida del sujeto de estudio y de la inserción de este en la actividad de
curandero), en el norte del Perú. El autor menciona la evolución del curandero (Son
correlatos contemporáneos de los médicos precolombinos mágico-religiosos,
altamente dotados para practicar curas con yerbas y simples), en el sentido que se
adecua a la modernidad, preservando prácticas ancestrales que han ido teniendo
modificaciones en el tiempo, pues se sigue conservando la concepción de lo
sobrenatural y en las practicas a que tal concepción puede inducir.
2. Germinación: Los inicios espirituales de Eduardo el Chamán
Regreso de la muerte: la 'llamada' y el 'pacto': Esta da cuenta del llamado que recibe
Eduardo para servir a la humanidad, expresada en extraños padecimientos que los
médicos no podían explicar, la cual le había sido trasmitida de manera hereditaria
por su abuelos (Eliade, 1964), lo cual lo llevo a conocer sobre el chamanismo e
iniciarse. El aprendizaje ocurrió por revelaciones en los sueños, practicas y guía de
otros curanderos, dice el autor, “el conocimiento y poder aumentan con la práctica y
la experiencia”. Conservación del Pacto “fe y servicios a los demás”.
Nueve noches de magia:El autor ofrece una síntesis de las sesiones nocturnas de
Eduardo entre 1970 a 1974, que el autor denomina prácticas para conceptualizar el
curanderismo(paciente, observador, asistente e iniciación). Considera, además que
en la práctica del curandero, hay permanente innovación y crecimiento en las
practicas de curación (la germinación recurrente es la esencia del chamanismo).

3. Semillas de Descontento: El contexto social de la brujería peruana


La envidia institucionalizada:El autor explica que la envidia es el motor de la
brujería en el Perú y que habría surgido producto de la opresión e injusticias a partir
de la conquista española, las guerras, campañas de extirpaciones de idolatrías,
miseria, pobreza y desmoronamiento social, que además habrían modificado el
sistema de relaciones entre los integrantes de los ayllus al imponer un sistema de
“comunidad corporativa cerrada”, siendo esta última el catalizador para el desarrollo
y difusión generalizada de la brujería. “La envidia restringía la conducta no
tradicional, en la medida en que las relaciones sociales no sufrieran un quebranto
serio (… ), mantiene al individuo en equilibrio con sus vecinos. En el plano social,
reduce la influencia disgregadora de la sociedad de exterior”
El 'daño': la amarga cosecha:el autor explica que la independencia del Perú solo
habría traído una continuidad del periodo colonial, dado que se conservaron los
mecanismos de explotación y por tanto el proceso de despojo de las comunidades
continuo, la cual se sumada al proceso de incorporación de las comunidades al
mercado (azúcar y algodón). Sharon cita a Chiappe, pues este último considera
que a mediado del siglo XX, existe una “frustración endémica y la agresión casi no
tenia formas de expresión, debido a la dependencia total de la población respecto
de la estructura social (…), por tanto la brujería es una valvular de escape, que
permitía expresar agresiones que se trasladaron del campo a la ciudad. Por tanto la
brujería es la expresión de la inseguridad del individuo en el inestable medio social
de la ciudad.
El punto de vista de Eduardo sobre su papel social:El sujeto de estudio interpreta a
la envidia, como uno de los principios y como el preámbulo del mal (¿Por qué él
tiene lo que yo no tengo?). El rol social del curandero es de mediador que
disminuye las fuerzas en conmoción que surgen a partir de las tensiones creadas
entre las culturas.

4. Flora Mágica: El saber del curandero acerca de las plantas


Yerbas encantadas y tabaco de halcón: el curanderismo ha desarrollado una
tradición empírica en el uso de las plantas, que pasa de generación en generación.
Estas plantas son extraídas desde las desde la montañas sagradas. Estas
montañas poseen gran importancia desde el periodo precolombino [dualismo
religioso, bien – mal, complementos no disociados], pues son moradas de
antepasados y deidades. Las plantas “mágicas”[son catalizadores auxiliares que
permiten ver] sirven para renovar el contacto con la tierra en un flujo reciproco de
energía.
La historia de una planta mágica: El autor considera que El San Pedro es usada
desde tiempos precolombinos y de manera extendida en los Andes, poseyendo
diversas variedades y distintos usos para el curandero, que le permiten entrar en
contacto con el espacio sagrado. Son las nervaduras del San Pedro(4) las que dan
el carácter del Chaman de los Cuatro vientos, pues cada nervadura representa un
camino o viento.
San Pedro visionario: El San Pedro, es un catalizador que permite al curandero
transcender las limitaciones de los mortales comunes y corrientes; pues permite
activar todos los sentidos; ascender y descender en el reino de los sobre natural;
adivinar el pasado, presente y futuro; enfrentarse a demonios, entre otras cosas. Es
decir, activa los poderes interiores del curandero [sexto sentido] y a la vez este
cactus abre el subconsciente del paciente, lo cual le permite al chaman interceder e
iniciar el rito.

5. Savia Ascendente: Poder y esencia en el universo chamánico.


Conceptos de poder: 'magnetismo' y 'cuenta': El poder es entendida como “técnica
de Éxtasis”[estado en el cual uno esa fuera de sí mismo]. El poder por tanto incluye:
conocimiento, destino, individualidad, variabilidad, éxito, enfoque y ambivalencia. En
la acumulación del poder el curandero emplea una serie de artefactos [animados
que poseen su propio microcosmos] que van ganando con el paso de los años, que
amplifican el poder del chaman.
Piedras sagradas: La piedra [estas están estratificadas y poseen tipologías de uso
ritual, siendo estos animados] tiene la connotación de sagrada por creerse ser la
manifestación de los primeros antepasados y de la Pachamama. Es un símbolo
sagrado que anima el universo. Su uso contemporáneo es un indicio entre el
hombre primitivo, ayudado por la piedra, inicia su ascenso a la civilización.

6. Espacio Sagrado: Dualidad y los cuatro vientos


El autor considera que la mesa del curandero, simboliza la dualidad de los mundos
del hombre y la naturaleza; un microcosmos que copia las fuerzas que trabajan en el
universo. Describe además la mesa del curandero describiendo su disposición
espacial[campo ganadero, campo justiciero, campo medio, etc.] y analiza su
ubicación, contextualización y uso ritual [confluencia de los psicológico y los
cosmológico y se hacen unoen la mesa]. Por tanto la mesa es un trasmisor de
poder sagrado capaz de conseguir el encuentro mágico entre el hombre y el
cosmos.

7. El terreno cósmico: Raíces aborígenes de la mesa.

El autor considera que existe un uso generalizado de la mesa en la actualidad, tanto


para curar, adivinar, localizar objetos perdidos, castigar a ladrones, dañar a
enemigos, recobrar a cónyuges que han huido, efectuar magia amorosa, vencer la
mala suerte, etc. La mesa parece representar el Imago Mundi indígena antiguo. El
autor realiza una comparación de las cosmologías: Moche(Gillin,1947; Calderón,
1942), Quechua(Miskhin, 1940 – 1946; Nuñez Prado, 1970; Marzal, 1971; Condori,
1976; Casaverde, 1970; Gow, 1976; Isbell, 1976; Quispe, 1969; entre otros), Aymara
(Tschopick, 1946; Gillin,1947; Haley y Grolling,1976; Oblitas, 1963; Paredes, 1963;
Frisancho, 1973; Buechler, 1971; Bastien; 1973; entre otros) e Inca (Rowe, 1946;
Valcarcel, 1959; Zuidema, 1971; Poma de Ayala, 1966, Pachacuti, 1950; Lehmann –
Nitshe, 1928; Silverblatt, 1976 e Isbell,1976), con la finalidad de poder comprender la
mesa de Eduardo. Para ello recurre al descubrimiento y el trabajo bibliográficos
encontrados hasta el momento. El autor concluye que existe un paralelismo de la
cosmología inca y las mesas contemporáneas, pues se presentan una dualidad de
las mismas y la aparición del tercer término [este da paso a la tripartición]. Además,
invita a indagar más en la sobre la naturaleza del sustrato arcaico, mediante la
investigación etnohistórica y los estudios etnográficos.

11. Equilibro Metafísico: trascender los opuestos.


La dialéctica del bien y del mal: el problema del bien y el mal ha sido motivo de
controversia en el tiempo y muestran aparentemente ser irreconciliable, en este
tema el curandero ejerce un rol dualista [el bien y el mal ponen en movimiento el
mundo y deben actuar de manera balanceada].
El tres y el cuatro: Al autor nos dice que la mesa es la proyección simbólica
espontanea para enfocar la conciencia, puede aprenderse mucho acerca de su
personalidad y habilidad como terapeuta. De igual manera considera que el
curandero está influido por el pasado indígena, pero su proyección incluye los
cambios de historia ha forjado en la visión de mundo de los pueblos del norte del
Perú. Estos cambios incluyen la ideología cristiana y el racionalismo occidental. Por
tanto, la mesa de Eduardo es la proyección del conflicto de las fuerzas consientes e
inconscientes de la mente.
La mesa como isla de tonal: El tonal es la personal social, la parte que aprende el
orden del individuo en medio del caos del mundo, el autor nos dice que el tonal es
“el nacimiento y termina con la muerte”. “el tonal de cada uno es el reflejo de ese
indescriptible desconocido lleno de orden; el nagual de cada uno de nosotros es
solo el reflejo de ese indescriptible vacio que lo contiene todo”

Cierre de la “Cuenta”
Los actos rituales de la mesa de dramatizan el gasto de energía en el tiempo,
mientras artefactos de la mesa son una extensión de la materia del espacio. El
chaman es el transmisor del mensaje y significado, que es recibido por el paciente
“receptor”. El curandero desempeña sus funciones en la concepción de los
opuestos complementarios, a la vez que el rol ritual del chaman contemporáneo, no
es otra cosa que la proyección de conceptos y técnicas arcaicas del tiempo de los
cazadores recolectores que llegaron de Asia.

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