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Clasificación de las hortalizas y verduras

Las hortalizas se pueden clasificar en función de la parte de la planta a la que pertenecen en:
Frutos: berenjena y pimientos.
Bulbos: ajo, cebolla, puerro, chalota, etc.
Coles: repollo, brécol, coles de Bruselas y coliflor.
Hojas y tallos tiernos: acelga, achicoria, borraja, cardo, endibias, escarola, espinacas y lechuga.
Inflorescencia: alcachofa.
Pepónides: calabacín, calabaza y pepino.
Raíces: nabo, rábanos, remolacha de mesa y zanahoria.
Tallos jóvenes: apio, espárrago blanco y triguero.
Mención especial cabe realizar sobre las setas comestibles. Aunque aparecen dentro de una sección en el grupo de hortalizas, constituyen un reino aparte
llamado fungi. Esto es debido a sus características específicas, entre las que destaca la ausencia de clorofila y la presencia de quitina, una proteína que sólo está
presente en el reino animal.
Existe otra clasificación de las hortalizas en función de su forma de presentación al consumidor. De este modo se distinguen los siguientes grupos:
Primera gama: Hortalizas frescas y otros productos conservados mediante métodos tradicionales como la deshidratación, salazón y fermentación. De esta
forma, se pueden obtener hortalizas desecadas (pimiento seco), deshidratadas y los populares encurtidos(pepinillos, cebolletas, pimientos, etc.).
Segunda gama: Incluye a las conservas que han sido sometidas a un tratamiento térmico que garantiza una mayor vida útil del producto.
Tercera gama: Se incluyen en este grupo las hortalizas congeladas.
Cuarta gama: Son hortalizas lavadas, peladas, cortadas y envasadas en condiciones especiales (atmósferas modificadas o controladas) y listas para su consumo
(por ejemplo, ensaladas variadas).
Quinta Gama: Se refiere a los productos cocinados (salsas de hortalizas, sofritos) o a una mezcla de cocinados con hortalizas frescas.

CÓMO CULTIVAR CALABACÍN


El calabacín es una verdura que se ha hecho muy popular en los últimos años, ya que es sabrosa, nutritiva y baja en calorías. Su uso culinario es
amplio y variado: rellenos, en tempura, en tortilla, asados ¡y mucho más!
Historia
Proveniente de la familia de las Cucurbitáceas, el calabacín (o Cucurbita pepo) se cultiva desde hace muchísimos años y su cosecha se ha extendido
por zonas templadas como Egipto, Grecia o Italia. Los árabes fueron los pioneros en el cultivo y producción de esta verdura por las regiones más
occidentales del Mar Mediterráneo, resultando un alimento muy usado por las clases medias y bajas durante la Edad Media. En la actualidad los
principales productores mundiales de esta verdura son Holanda, América del Norte, Marruecos, Italia y España (Murcia).
La siembra
El calabacín es un cultivo que necesita un clima cálido para germinar. Para cultivar el calabacín en tu huerto en casa, puedes hacer la siembra
directamente en tierra o en una capa de arena, a razón de 2-3 semillas por hoyo, a una profundidad de 2 cms. Las semillas se siembran juntas porque
el objetivo es que al emerger rompan la costra del suelo con mayor facilidad. Una vez colocadas, hay que cubrirlas con 3-4 cms. de tierra o arena
según corresponda.
Una vez que se haya producido la germinación, se recomienda dejar crecer sólo un plantín por hoyo. Para ello se debe elegir la más fuerte y descartar
las otras. La época de siembra es de marzo a septiembre.

El suelo
El calabacín es muy poco exigente con el suelo y se adapta con facilidad a todo tipo, aunque prefiere aquellos profundos y bien drenados. En cuanto a
los fertilizantes, los abonos simples son los que más se utilizan, tanto solubles como en forma líquida.
El riego
Hay saber que el calabacín es una planta exigente en humedad, que precisa riegos más frecuentes con la aparición de los primeros frutos; No
obstante, al principio de la siembra no son convenientes los excesos de agua, ya que los encharcamientos son perjudiciales para el buen desarrollo de
la planta.
El trasplante
Al realizar el trasplante, se debe hacer un riego profundo para afianzar las raíces y no se debe volver a regar la planta hasta que las hojas se vean
como “alicaídos”; ahí se realizará nuevamente un riego profundo. Éstos pasos deben repetirse hasta que comience a crecer la flor. A partir de allí, el
suelo se mantendrá húmedo pero sin excesos de agua.
Plagas y enfermedades
¿Cuáles son las plagas y enfermedades que afectan principalmente a la hora de cultivar calabacín en tu huero en casa? Veamos:
 Araña roja: estos insectos afectan gravemente a la planta durante su primera fase de desarrollo, por ello se recomienda vigilar la planta en esta instancia.
 Mosca blanca: este insecto produce el amarillamiento y debilitamiento de la planta. La forma de combatir esta plaga puede ser cultivar plantas aromáticas
repelentes como la albahaca.
 Pulgones: el peligro de los pulgones reside en que forman colonias y se distribuyen en focos que se dispersan principalmente en primavera y otoño.
La poda
En el calabacín no se realiza la poda de formación, por lo cual la poda se ve reducida a la limpieza de brotes secundarios que deben ser eliminados
cuanto antes.
La cosecha
Si tu huerto urbano ha dado una buena acogida al calabacín, la recolección del calabacín se hará 40 días después de la siembra, y continuará de
acuerdo al crecimiento de la planta, por otros 40-60 días más.
Se aconseja recolectar los calabacines todos los días o cada dos días como máximo, ya que hasta que no se corta el fruto está creciendo, y retrasa la
formación de los frutos siguientes.
Cuidados imprescindibles
– Es una planta que necesita bastante luz, por lo que es conveniente plantarla en un lugar soleado para aumentar la cosecha.
– Su óptimo desarrollo se produce cuando las temperaturas oscilan entre los 25 y los 35° C.
– Debes siempre sacar las malas hierbas y eliminar restos de cultivo, sobre todo para evitar plagas y enfermedades.
– Las flores del calabacín se desprenden solas una vez completada su función y se pudren con facilidad. Esto puede suponer una fuente de
enfermedades, por lo que debes eliminarlas cuanto antes.
Propiedades del calabacín
 El 95% de este alimento es agua.
 Apenas tiene calorías (15 cal) por lo que es muy saludable para el organismo.
 Contiene minerales y oligoelementos como el fósforo, el potasio, el magnesio y el calcio.
 Vitamina C, B3 y provitamina A.
 Esta verdura es rica en fibra (entre 0,5 g y 1,5 g por 100 gramos).
 Pectina.
 Celulosa.
Beneficios del calabacín
Ya sea crudo o cocinado, hay muchas maneras de disfrutar del calabacín y beneficiarse de todos sus efectos positivos. Descubramos cuáles son.
1. Un poco de historia: El calabacín (Cucurbita pepo) se originó en el continente americano hace más de 10.000 años y cuando los españoles y los
portugueses llegaron al Nuevo Mundo, trajeron esta fruta a Europa. Desde entonces, esta hortaliza se ha hecho muy popular, con una escala
global de producción de más de 5.000 millones de toneladas al año. Estados Unidos y China son los principales productores de calabacín. Estados
Unidos, de hecho, celebra su propio Día Nacional del Calabacín cada 8 de agosto.
2. Controlar el colesterol: El consumo de calabacín en nuestra dieta nos ayudará a bajar el nivel de colesterol en nuestro sistema, pues muchos
estudios han puesto sobre la mesa que la fibra dietética que contiene el calabacín colabora para reducir los niveles de colesterol. Así, sus altos
niveles de vitaminas A y C también contribuyen a la disminución del riesgo de la aterosclerosis.
3. Salud ocular: Uno de los mejores beneficios para la salud del calabacín es el fortalecimiento de nuestros ojos (gracias a la luteína y la
zeaxantina). Según muchos informes, estos fitonutrientes tienen un impacto significativamente positivo en la vista. Garantizan que
nuestros ojos están a salvo de los efectos peligrosos de los rayos solares y previenen la degeneración macular asociada a la edad.
4. Pérdida de peso: El calabacín es eficaz para el control de peso debido a su saludable combinación de alto contenido en fibra y agua y un bajo
contenido de calorías. Todo ello lo convierten en un alimento de baja energía y muy apto para las dietas de control de peso. Además, gracias a su
alto contenido en agua y fibra nos sacia antes, ayudándonos a controlar el apetito con muy pocas calorías. Como curiosidad, el calabacín tiene
casi la mitad de calorías que la misma cantidad de coles de Bruselas o de brócoli.
5. Controlar la presión arterial: Los calabacines son una ayuda estupenda para nuestro organismo de cara a reducir los niveles de presión
arterial. El potasio y el magnesio de esta verde hortaliza benefician a aquellos que sufren de hipertensión hipertensión o presión arterial alta, por lo
que debemos tomar buena nota de que no nos falte como complemento a nuestras comidas diarias.
6. Calabacín contra el envejecimiento: El calabacín es una potente fuente de vitaminas A y C, poderosos antioxidantes que nos ayudan a mantener
una piel sana y a luchar contra los radicales libres dañinos. Los radicales libres son responsables de causar el envejecimiento de la piel,
provocando la aparición de manchas y arrugas. Así que para prevenir los síntomas del envejecimiento, nada como el calabacín.
7. Para los hombres: Diversos estudios publicados por el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, han confirmado los
beneficios del calabacín en el tratamiento de la hipertrofia o hiperplasia prostática benigna (HBP) en los hombres. La hiperplasia prostática
benigna ocurre cuando la glándula que rodea la uretra se agranda, dificultando muchas actividades urinarias y sexuales. Le sucede a casi todos
los hombres conforme van envejeciendo. No aumenta el riesgo de cáncer de próstata.
8. Para los ojos hinchados: Un tratamiento natural contra los ojos hinchados. Gracias a su alto contenido en agua, la aplicación externa de
calabacín crudo (o de pepino crudo también) facilita la eliminación de las bolsas alrededor de los ojos u ojos hinchados en general.
9. Es bueno para el corazón: El calabacín tiene una gran cantidad de potasio: 295 miligramos por taza. Según la American Heart Association, el
potasio disminuye los efectos nocivos de la sal en su cuerpo. Muchos estudios sugieren que aumentar la ingesta de potasio (y reducir la de sodio)
puede disminuir el riesgo de accidente cerebrovascular y las probabilidades de desarrollar enfermedad cardíaca. Como el calabacín también tiene
altos niveles de vitamina C antioxidante, coopera para que el revestimiento de los glóbulos funcionen mejor, reduciendo la presión arterial y
protegiendo contra las arterias obstruidas.
10. Calabacín para la piel: Gracias a su alto contenido de agua, del que ya hemos hablado en varias ocasiones, el calabacín puede ser un buen
aliado para hidratar la piel. Este proceso ayudará a erradicar las toxinas de la piel, la principal causa del acné. Además, las vitaminas del calabacín
sirven como antioxidantes que luchan contra muchos problemas de la piel relacionados con el envejecimiento y el manganeso también ayuda en la
formación de colágeno, la proteína que sostiene la piel.
11. Calabacín para el pelo: Al igual que muchas otras partes de nuestro cuerpo, el cabello también puede presentar muchos problemas si no
tomamos suficientes nutrientes, de ahí que una dieta equilibrada juegue un papel tan importante en el mantenimiento de la salud del cabello. El
calabacín es una gran opción para fomentar su crecimiento. Además, las vitaminas C y A del calabacín poseen una influencia protectora contra los
radicales libres que pueden desencadenar sequedad del pelo.
12. El calabacín previene la gota: La gota se produce por exceso de ácido úrico en el organismo. El calabacín es una gran fuente de ácidos grasos
Omega-3 y carotenoides con propiedades anti-inflamatorias que pueden contrarrestar los efectos del exceso de ácido úrico. Además, sus
vitaminas antioxidantes A y C previenen el desarrollo de muchos trastornos hiper-inflamatorias como el asma, la osteoartritis y la artritis
reumatoide.
13. Ficha nutricional del calabacín: El calabacín es un alimento ideal debido a su bajo contenido calórico. 100 gramos de calabacín apenas tienen
20 calorías. Casi no contiene grasa, pero sí está repleto de minerales: calcio, potasio, sodio, fósforo.. y de vitaminas: B6, A, C... Por si esto fuera
poco, el calabacín contiene muchos fitonutrientes importantes dentro de la familia de los carotenoides como la luteína y la zeaxantina (nutrientes
que nos ayudan a mejorar nuestra visión).
Valor nutricional por cada 100 gramos:
 Calorías – 23
 Hidratos de carbono – 2g
 Grasas – 0,5 g
 Proteínas – 1,8 g
14. ¿Se puede comer la flor del calabacín? La flor del calabacín también se come. No solo se trata de una flor bastante bella, sino que también
tiene un sabor fino y delicado; todo un manjar. La flor del calabacín puede estar abierta o cerrada para cocinarla; esto no altera el sabor de la
comida, pero sí su presentación, obviamente. Tiene el gusto propio del calabacín, pero con una textura más suave con un ligerísimo toque amargo.
15. A tener en cuenta: El consumo excesivo de calabacín puede acelerar la formación de cálculos renales debido a su alto contenido de oxalatos.

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