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El precio del ser
ROSITA REGALADO
El Consejo Nacional del Comercio
y los Servicios Consecomercio, rea-
lizó en esta mañana que ha pasado,
su Semana del Comercio y los Ser-
vicios, como evento institucionali-
zado en los últimos años para ver
como impone una imagen más decen-
te de los comerciantes considerados
como especuladores y acaparadores
por el grueso del público.
El esfuerzo por cambiar la ima-
gen, o al menos por hacerle entender
a la ama de casa que pueden existir
aprovechadores de la coyuntura del
mercado, pero también hay personas
trabajadoras que han dedicado su ca-
pital, su tiempo, su vida al negocio al
primer negocio -de -este país, el co-
mercio.
Pero la verdad, que ese esfuerzo
de los dirigentes de Consecomercio,
cuesta mucho que surta efecto, con
solo el buen deseo de cambiar esa
imagen, porque como en todos los
gremios, los que sobresalen, o al
menos, que hacen inolvidables, son
los malos, buenos malos para nues-
tros bolsillos, porque en realidad son
unos trementos "vivos".
Explicaban Roger Boulton, Edgar
Romero Nava, Osear Schnell y toda
la pléyade de dirigentes del sector
comercio y los servicios, que hay una
utilización generalizada del término
tan odioso de especulador y acapa-
rador, porque en realidad lo que hay
es el precio de un esfuerzo por man-
tener la oferta de los bienes que más
demanda la población. Que son otros
factores los que han originado el au-
mento del precio o la desaparición
del bien a consumidor.
El comerciante es la parte más
vulnerable de la cadena económica
de producción-consumo, porque
debe dar la cara al consumidor final.
En la medida que es más pequeño el
expendio, los costos de operación se
encarrean porque la compra de exis-
tencias es más reducida y en la me-
dida que la escala sea mayor es más
posible obtener una utilidad o ganan-
cia. Sostienen que el bodeguero de
los barrios es el más golpeado por los
cotos de los precios que le imponen
los otros intermediarios de la activi-
dad y entre estos los mayoristas,
transportistas, etc.
Y en los expendios pequeños de
las urbanizaciones, también hay un
recargo en el precio de la mayoría de
los bienes que ellos venden al detal,
se observan precios muy por encima
de los precios de supermercados y
otros expendios grandes de bienes,
especialmente alimenticios.
Pero es precisamente, la cercanía,
la comodidad para comprar -gene-
ralmente servicio a domicilio, cam-
bio de cheques los días feriados o en
horas que los bancos están cerrados.
En fin, un sin número de comodida-
des que ·los grandes almacenes no su-
ministran, elevan los precios, que no
es más que el precio del servicio.
Es decir, que para los dirigentes
de Consecomercio, los aumentos des-
carados de precios de ciertos bienes
de consumo son el resultado del re-
cargo lógico del servicio.
Pareciera sonar muy bien, esos ar-
gumentos. Pero ante una realidad
que siente por igual el ejecutivo, alto
funcionario gubernamental, el ama
de casa de un hogar con muchos de-
sempleados en su grupo familiar, o el
serio conflicto del marginal que ni si-
quiera tiene como comprar un solo
de los ingredientes que requiere para
su dieta diaria, es decir, que afecta o
toda la población, lo que se impone
es la organización.
Si la población sigue organizán-
dose no solo en asociacones de veci-
nos, sino en círculos de consumido-
res, es muy probable que la "como-
didad" de comprar más caro pero
cerca de la casa y en horas inconve-
nientes, será superada por habilido-
sos ciudadanos que buscan las o(er-
tas y con ellas, la garantía de que los
bienes que está comprando son de
primera calidad.
No que tienen que conformarse
con productos podridos o fallos sim-
plemente porque están rebajados :de
precio.
'Lo importante, es que los empre-
sarios productores no presiornen
tanto y tan evidente a los consuimi-
dores y gobierno por los precios que
ellos consideran se merecen, y au-
menten la oferta y abran como aban-
derados, la competencia libre para
que nos beneficiemos todos. ·
Si no carterizan sus precios, y llo-
ran tanto, sino que aumentan la pro-
ductividad y la habilidad para diver-
sificar la oferta al público, estoy se-
gura que la contracción de la deman-
da cederá y surgirá un fluido mundo
que nos hará feliz a todos. Comien•
cen pues ...!