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CIENAGA DE MALLORQUIN – LA NATURALEZA FRENTE

A LOS INTERESES ECONOMICOS


La Ciénaga de Mallorquín es un espejo de agua de 9.3 km2, 4 millones de m3 y 0.6 m de
profundidad media. Se encuentra localizada al extremo nororiental de la ciudad de Barranquilla en
el costado sur del Tajamar de Bocas de Ceniza, que la separa del rio Magdalena; pertenece al
antiguo delta del río y se ubica en su margen izquierda.

La ciénaga de Mallorquín tiene su origen como un sistema de lagunas costeras constituidas


por formaciones del terciario superior que junto con otras, como la de Puerto Colombia, son
irregularidades cenagosas con barras divisorias formadas en diferentes etapas sucesivas. Con la
construcción del Tajamar Occidental en Bocas de Ceniza en 1925 – 1935, la ciénaga adquiere su
actual configuración, ya que anteriormente era una ciénaga de tipo estuario-deltaico que reunía un
sistema comprendido por las ciénagas de Cantagallo, Mallorquín, La Playa, Manatíes con varias
bocas.
La construcción del Tajamar trajo consecuencias sobre el sistema Estuario de la Ciénaga, debido a
la eliminación de su comunicación con el Río, llegando a secarse en un gran porcentaje. Las obras
de bocas de ceniza trajeron como consecuencia un retroceso de 4 kilómetros de la línea de playa
al oeste de tajamar occidental como se observa en la figura siguiente.

El equilibrio natural de la ciénaga se rompió con los consecuentes daños sobre su sistema
faunístico y vegetal.
Es alimentada con agua dulce proveniente de los arroyos que drenan la zona norte del
departamento del Atlántico entre los cuales se encuentra el Arroyo León, con un caudal estacional
líquido estimado de 240 m3/s (pico máximo) y un caudal sólido de 1500 a 3000 ton/año en las
épocas de aguaceros grandes.
A la Ciénaga también le aporta agua el río Magdalena de forma directa e indirecta; directamente a
través de dos tubos de 0.7 m de diámetro que están instalados en el cuerpo del Dique Boyacá e
indirectamente mezclada con el agua de mar por medio de la boca de la barra cuando ésta se
encuentra abierta, así mismo le aportan agua dulce los acuíferos, por flujo subterráneo en toda su
ribera y de las lluvias.
Sin los aportes del río el balance hídrico sería negativo. De las 1.200 ha de bosques manglares
que existían en la Ciénaga de Mallorquín en 1935 (Dugand, 1947) tan sólo quedaban C. en 1998,
valor que incluía la recuperación lograda a partir de la alimentación por el río Magdalena mediante
los tubos a los que se hizo referencia. La reducción del manglar ha significado deterioro del flujo de
energía y de la densidad y diversidad del manglar y de la fauna de la laguna. Sin embargo, el área
conserva una regular producción en fauna béntica, peces, camarones, moluscos y avifauna.
La profundidad de la ciénaga no supera el metro, la salinidad varía según se presente o no la
apertura de la boca. En su condición cerrada la salinidad supera los 75 ppmil, después de un largo
período de evaporación. En condiciones abiertas varía de 16 a 35 ppmil, sufriendo una fuerte
dilución cuando se presentan las lluvias.
PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DE LA CIÉNAGA DE MALLORQUIN
Contaminación por vertimientos y residuos sólidos

En los bordes de la Ciénaga se localizan los corregimientos de la Playa y Las Flores, que vierten
sus aguas residuales sobre ella.
Así mismo recibe las aguas contaminadas de los sectores de invasión del suroccidente de la
ciudad que vierten sus aguas sobre los arroyos Grande y León que finalmente terminan en la
Ciénaga.

En el sector de las Flores se llega aobservar viviendas palafíticas que invaden el área de la

ciénaga sin ningún tipo de control sobre los vertimientos

E Invasiones en condiciones insalubres se localizan en su entorno.

Por espacio de 32 años se localizó en su perímetro un antiguo basurero. Igualmente se siguen


observando botaderos clandestinos

Debido a las anteriores condiciones, se presenta en la ciénaga las siguientes acciones


contaminantes:

· ORGÁNICA Y BACTERIOLÓGICA: Nutrientes (eutroficación) causando colmatación y reducción


del espejo de agua, Coliformes por encima de la norma decreto 1594/84, las bacterias son
asimiladas por almejas y ostiones y consumidas por los humanos.
· RESIDUOS SÓLIDOS: Continúa la contaminación por el Botadero de las Flores (antiguo basurero
de Barranquilla, producción de Lixiviados.
· METALES PESADOS: Se ha detectado concentraciones de Zinc y Cadmio por encima de los
límites permisibles en algunos años, fuentes de los metales pesados: Rio Magdalena y lixiviados
del Basurero, efectos Teratogénicos y Toxicidad.

Erosión costera
Como se mencionó anteriormente, la construcción de las obras de bocas de ceniza ha ido
ocasionando un retroceso a razón de 66 ms por año de la franja costera (barra) que la separa del
mar. En los últimos 24 años se han perdido mas de 864 hectáreas (mangle- playa y espejo de
agua), 30 hectáreas promedio por año por lo que se prevé que en los próximos 50 años la Ciénaga
desaparecerá.

Disminución de la actividad pesquera

A pesar de su problemática la Ciénaga de Mallorquin es utilizada por los habitantes de los


corregimientos de La Playa y Las Flores como recurso pesquero, sin embargo su productividad
biológica se ve afectada por el cambio de un sistema de Estuario a un Sistema de Laguna Costera.
Cabe agregar, que la pobre recuperación del ecosistema de la Ciénaga se debió a la acción de
estos habitantes que a finales de la Década de los 90 decidieron abrirle bocas a la Ciénaga desde
el Río y a través del Dique Boyacá, mediante tubos que son controlados manualmente, permitiendo
de manera precaria la alimentación de la ciénaga a través del Rio y la comunicación con el Mar a
través de las bocas de la BARRA. Así mismo la alimentación de las aguas del rio produce
sedimentación sobre la ciénaga, aporta toneladas de contaminantes que arrastra el rio a lo largo de
todo su recorrido, afectando igualmente su equilibrio biológico.
Por otra parte la práctica de actividades acuícolas nocivas es otra amenaza para la Ciénaga. Los
pescadores vienen utilizando áreas de manglar para el levante del sábalo afectando el flujo
laminar.

Deterioro de su riqueza vegetal y faunística

La tala de Mangles es otra actividad que amenaza la estabilidad ambiental de la Ciénaga, aunque
las autoridades ambientales ejercen control sobre esta actividad y existen en el corregimiento de la
Playa organizaciones comunitarias con apoyo privado que promueven la siembra de mangle.
A desaparición del Mangle trae consigo la de las especies animales que utilizan estas reservas
como hábitat.

POTENCIAL TURISTICO

La ciénaga de Mallorquin se ubica desde la perspectiva paisajística en un lugar único y privilegiado


en la ciudad de Barranquilla y quizás del mundo; que constituye un punto de encuentro del mar y el
majestuoso Río Magdalena. La belleza del paisaje por lo tanto se puede presumir por quien no lo
ha visitado.
En esta misma esquina del Departamento del atlántico se puede disfrutar del paisaje que nos
proporciona en tres puntos cardinales distintos la misma ciénaga y su riqueza natural por una
parte, la majestuosidad del río y el acceso de las diferentes embarcaciones al puerto, por la otra y
el mar Caribe en su esplendor.
Bordea la ciénaga y a su vez a la zona industrial de Barranquilla la VIA 40 y su proyección al norte
de la ciudad, arteria que conecta con la Terminal portuaria principal de Barranquilla. Esta vía
constituyó en los inicios de la ciudad a partir de la vía férrea que comunicaba la aduana de
Barranquilla con el Puerto de Sabanilla en el Municipio de Pto. Colombia. Hoy permanece esta
conectividad a través de la vía 40 con el corregimiento de la playa que en el tramo que bordea la
ciénaga se conforma por un camino destapado hasta el corregimiento de la Playa. Esta
conectividad se mantiene hasta alcanzar el sector de sabanilla ( sector residencial – recreativo y
turístico) en el corregimiento de Salgar, municipio de Pto. Colombia.

ACTIVIDAD PORTUARIA Y CIENAGA DE MALLORQUIN

Especial dedicación merece el tema de la actividad portuaria y su relación con la ciénaga de


Mallorquin. Como ya se ha mencionado la construcción del tajamar de Bocas de Ceniza fue en
primera instancia causante del cambio del carácter estuario de la ciénaga por el de lagunar. Pero
adicionalmente, existe en la actualidad intereses portuarios en el área vecina a la ciénaga que han
actuado independientemente y de espaldas a la problemática ambiental. Existen concesiones
portuarias vigentes otorgadas a la empresa Cementos del Caribe S.A., Sociedad Portuaria Bocas

de Ceniza S.A., Sociedad Portuaria Terminal de Las Flores S.A. y Pescamar S.A.
Estas concesiones portuarias están orientadas al transporte de carbón y cemento, lo que
lógicamente ha generado fuertes debates en la ciudad e inconformidad principalmente en los
habitantes de La Playa y Las Flores. A pesar de ello la Licencia ambiental para el Superpuerto fue
otorgada luego del foro que se realizó en 1998 en donde los habitantes de la Playa y las Flores
evento en el cual expresaron sus inquietudes al Ministro del Medio Ambiente Dr. Eduardo Verano,
hoy gobernador del Departamento de Atlántico.
La licencia ambiental fue otorgada en julio de ese mismo año mediante resolución 0676 y se
estableció un plan de acción para el ordenamiento ambiental de la Ciénaga de Mallorquín,
elaborado por el Area Metropolitana y otras entidades. La licencia ambiental llevaba implícita el
uso, aprovechamiento y afectación de los recursos naturales renovables. Lo anterior significaba
que se establecía una concesión de agua, se aceptaban vertimientos de desechos líquidos
domésticos generados en los edificios de administración del superpuerto y se concedía permiso de
emisión atmosférica para las operaciones de almacenamiento, transporte, cargue y descargue de
material de carbón en las instalaciones portuarias. Sin embargo la Sociedad Bocas de Ceniza no
ha iniciado actuaciones sobre el Tajamar, por el contrario el muelle de Cementos Caribe funciona
actualmente.
NUEVA OPORTUNIDAD PARA LA CIENAGA DE MALLORQUIN

En febrero del presente año y a propósito del día mundial de Los Humedales el Ministro de
Ambiente Carlos Costa Posada anunció una inversión de 35.000 millones de pesos para la
recuperación de Mallorquín, acerca del cual se reconoció como el quinto humedal más grande del
país.

En esta oportunidad se lanzó la Campaña “LA ESPERANZA VIVE EN MALLORQUÍN” ¿QUE


APORTARÍAS TÚ PARA MANTENERLA VIVA? y se firmó el acta de compromiso interinstitucional
(Pacto por Mallorquín) para la implementación del Plan de Manejo de la Cuenca de Mallorquín,
especialmente la ciénaga de Mallorquín – Manatíes, declarada como
Humedal de Importancia Internacional RAMSAR (Convención Relativa a los Humedales de
Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas).
A través de una alianza interinstitucional de la que forman parte entidades como el Ministerio de
Ambiente, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA, y Cormagdalena se busca
recuperar este cuerpo de agua.
De acuerdo a lo manifestado a la prensa por el alcalde del Distrito de Barranquilla Alejandro Char
actualmente se ejecutan obras en la Estación Depuradora de Aguas Residuales -Edar- de El
Pueblo, al suroccidente de Barranquilla para limpiar los 800 litros por segundo de aguas
contaminadas que le caen al arroyo León y a su vez a Mallorquín. Estos trabajos se esperan estén
terminados en el mes de abril del presente año.
Por su parte la Gobernación del Atlántico asegura $22 mil millones para la construcción de la vía
Las Flores – La Playa – Los Manatíes, obra que según el mandatario Eduardo Verano cumple
todas las normas ambientales que se requieren para no afectar el ecosistema.
Renacen las esperanzas para Mallorquin y con ella los proyectos de ecoturismo y recuperación
social de los habitantes de la Playa, las Flores y por supuesto de Barranquilla.

LA CONTAMINACIÓN PROVIENE DE ARROYOS


DE BARRANQUILLA Y OTROS CUERPOS DE
AGUA CERCANOS.
Los peces comenzaron a aparecer flotando a las cinco de la tarde del martes, y durante la madrugada de
este miércoles, el fuerte olor de la putrefacción ya se estaba metiendo en las casas del barrio Palo Alto,
habitado por las personas más pobres del corregimiento Eduardo Santos (La Playa).

Cuando se levantaron, encontraron una cinta plateada de peces muertos en la orilla de la ciénaga de
Mallorquín, cantidades enormes de ejemplares pequeños. La emergencia ambiental era un hecho. “Yo
tengo 16 de años de vivir aquí, y que yo sepa, nunca antes había pasado nada como esto”, dijo
Benedicta Gordon, una de las madres de familia del barrio.
Las autoridades ambientales se hicieron presentes en el lugar la mañana de este miércoles. Una primera
mirada les llevó a la hipótesis de que en el agua hay una carga orgánica producida, quizás, por los
vertimientos del arroyo León. Las algas acuáticas, que han venido haciendo presencia, se quedan con el
poco oxígeno del que viven los peces.

El agua verde de la ciénaga es una señal de eso, dijo Joe García Quiñónez, asesor de la Corporación
Regional Autónoma (CRA), pero advirtió que de todos modos debe realizarse una investigación.

Ese material contaminante, agregó, puede estar llegando desde hace cuatro días, como ha dicho la
comunidad. El arroyo León, según esa hipótesis, está trayendo contaminantes desde otros arroyos del
suroccidente de Barranquilla, de la laguna de oxidación del barrio El Pueblo, y de empresas ubicadas en
el recorrido.

“El Damab tiene a su cargo hacerle seguimiento a estas empresas para ver si están cumpliendo con
los límites permisibles de vertimientos a cualquier cuerpo de agua”, dijo García.

Este miércoles mientras se iniciaba la investigación con la toma de muestras del agua y un recorrido por
el arroyo León, El Damab oficiaba a la empresa Triple A para que recogiera los cadáveres de los peces,
porque los esfuerzos con pala de algunas familias, como la de los Ayala, habitantes de la orilla de la
ciénaga, no iban a alcanzar.

El subdirector de la entidad ambiental, Tomás Bolaño, dijo que sólo una investigación que ya fue
ordenada, determinará el origen de la contaminación. Por ahora, agregó, todo es especulación.

Benedicta Gordon entregó un informe según el cual, las 20 familias de su calle 14 (donde se concentra
gran parte de la tragedia) hay personas afectada con diarreas y vómitos y se teme que las
enfermedades lleguen a peores manifestaciones.

Los esfuerzos de la CRA están encaminados ahora a tratar de mantener abiertas las barras que permiten
entrada tanto del agua del mar como del río, reducir la entrada de vertimiento orgánico desde el arroyo, y
recoger los cadáveres de los peces para evitar que la descomposición incremente los problemas.

POR JAVIER FRANCO ALTAMAR

REDACTOR ADN
LOS DIRIGENTES DE LA PLAYA SE QUEJAN DEL
DESASTRE Y DE LA POCA ATENCIÓN DE LAS
AUTORIDADES.
Los mangles de la desembocadura del arroyo León en la ciénaga de Mallorquín se están muriendo. Van
700, y este miércoles, en una inspección de dirigentes comunales y pescadores de La Playa, se
advirtió la agonía de otros.

Pero lo más indignante para ellos es que en la Corporación Autónoma Regional (CRA) digan ahora que
esa situación se veía venir porque esos mangles, al ser canalizado y encausado el arroyo, quedaron lejos
de la zona de inundaciones, es decir, apartados del encuentro entre aguas saladas y dulces que necesitan
para subsistir.

Ellos están de acuerdo en que la situación se veía venir, pero por unas razones bien distintas: resulta que
el sedimento, dispuesto a lado y lado de la desembocadura por las máquinas, se compactó en las raíces
de los manglares y los llevó a la muerte.

“Es que el mangle también respira por la raíz”, aseguró Sergio Marimón, ecologista de la Fundación
Caribe Verde y pescador de la zona.

La masacre ecológica va más allá. Por un lado, ese barro mató el hábitat de cangrejos (40 familias
vivían de eso) y el agua que viene por el arroyo León está llena de toda suerte de residuos y eso
ahuyentó a los peces. Lo otro es que la remoción de sedimentos en la ciénaga hizo desaparecer los
caracoles y los camarones.

Alfonso Atencio y Eliécer Barranco, presidentes de dos de las Juntas de Acción Comunal del
corregimiento La Playa, coinciden en afirmar que son más de mil familias de la zona las que han sido
golpeadas y a las cuales no se les consultó para nada. El aspecto ecológico fue lo de menos.

Fueron 126 mil millones de pesos que se invirtieron en esa gran intervención de primera fase a la
cuenca, recordó Marimón, y ahora se anuncian otros 139 mil millones.

“Pediremos a los entes de control que estén atentos. Uno esperaría que en esa segunda fase los daños que
ocasionó la primera sean corregidos”, dijo el dirigente.

Los tres factores de la tragedia

Alfonso Atencio, presidente de la JAC de Adelita de Char II, resume la situación en tres factores: el agua
espumosa y verde que acompañó la mortandad de peces de hace dos meses reapareció, o sea que se
viene otra.
La trampa que por la obra del arroyo León se hizo en la antigua vía a Puerto Colombia colapsó y
permitió el paso de residuos sólidos a la ciénaga. Y con el dragado que se ejecutó, quedó una hectárea de
sedimento en el sector donde antes los pescadores hacían sus faenas.

POR JAVIER FRANCO ALTAMAR

REDACTOR ADN

ESCRÍBENOS A: contenido@diarioadn.co

Luis Rodríguez"Durante décadas, el cuerpo de agua ha sido objeto de contaminación a través de


vertimientos directos e indirectos. Pacto de 2010 se quedó en el papel.s
La problemática que viene afectando a la Ciénaga de Mallorquín, que se evidenció con los
recientes eventos de mortandad de peces, no es nueva, por el contrario tiene su origen varias
décadas atrás.

Sin embargo, su solución definitiva no se vislumbra y ante esta situación la Gerencia


Departamental de la Contraloría General de la Nación inició una serie de reuniones
exploratorias para determinar las acciones necesarias por parte de las autoridades para
rescatar este importante ecosistema, ubicado en el extremo noroccidental de Barranquilla.

De acuerdo a lo plasmado en un informe preliminar del órgano de control, “mucho se ha


comentado sobre la situación de la Ciénaga al punto de que hay sectores portuarios que son
partidarios de una desecación. Esto sin dudas, dejaría sin posibilidades de trabajo y
alimentación a más de 500 personas que históricamente han derivado sus recursos
económicos y su propia manutención, de la pesca artesanal”.

El mismo informe advierte que “este criterio no tiene en cuenta que la Ciénaga es parte
integral de toda una cuenca hidrográfica de la cual también forman parte los arroyos que
tienen nacimiento en el norte del Departamento y que son afluentes del arroyo León que nutre
tanto el Lago del Cisne en el sector de Caujaral, como la Ciénaga de Mallorquín. Por ser un
ecosistema estratégico, tanto el Ministerio del Medio Ambiente como la Corporación Autónoma
del Atlántico, deben liderar, como ya lo solicitó la Gerencia Departamental, una mesa de
trabajo integral que incorpore a la discusión las disposiciones establecidas en el Pomca o Plan
de Manejo Ambiental de una cuenca.

La gerencia de la Contraloría llama la atención sobre “la falta de liderazgo y la poca efectividad
de políticas coyunturales puestas en marcha frente a casos puntuales”.

De hecho, el 2 de febrero de 2010, los entes involucrados firmaron un Pacto Ambiental


denominado Todos por Mallorquín, sin embargo la mayoría de los compromisos se quedaron
sólo en el papel.
El pacto buscaba la recuperación de la Ciénaga, frenando la recepción directa de basuras y
lixiviados de antiguos rellenos sanitarios que ocasionan un alto grado de contaminación
orgánica y de metales pesados, así como la disposición de residuos sólidos y el vertimiento de
aguas residuales.

La aguas residuales llegan a la Ciénaga desde el Suroccidente de la ciudad a través del Arroyo León.
El documento establecía la creación del Comité de Gestión para coordinar las acciones de
implementación del Pomca de Mallorquín, el cual sería liderado por la Corporación Autónoma
Regional del Atlántico, pero este comité no se creó. La entidad sí asignó recursos, pero estos
se ejecutaron de manera desarticulada con los demás compromisarios, por lo que las
acciones implementadas no dieron los resultados esperados.

El Ministerio de Ambiente y Vivienda, la Gobernación del Atlántico, el Distrito, el Damab y


Cormagdalena se comprometieron con la asignación de recursos, dentro del ámbito de sus
competencias, pero ninguna de las entidades cumplió con su parte.

EL PROBLEMA. La realidad de Mallorquín ha despertado el interés de investigadores de


prestigiosas instituciones educación superior que han realizado diversos estudios sobre el
tema y plantean soluciones para la Ciénaga.
El investigador de la Universidad del Norte Juan Carlos Ortiz Royero explicó “que una vez se
construyeron los tajamares de Bocas de Ceniza, Mallorquín pasó de ser parte del estuario del
Río Magdalena a convertirse en Ciénaga de Mallorquín, que se trata de una porción de agua
llamada Laguna costera, dada su dependencia esencialmente al mar, ya que perdió su
conexión con el agua dulce del río”.

Agregó que “las lagunas costeras y su ecosistema dependen dos factores fundamentales: la
circulación, es decir la constante entrada y salida de agua que permite mantener niveles de
oxígeno disuelto adecuados, y la no injerencia de actividad antrópica, es decir actividades del
hombre. La armonía de estos dos factores es la base de la preservación de la fauna y flora de
una laguna costera”.
Para Ortiz, el origen de la problemática está en el mismo origen de los tajamares de Bocas de
Ceniza, pues explicó que “cuando la ciénaga ‘fue apartada’ de su afluente natural que era el
Río Magdalena y su dependencia hidrodinámica (movimiento del flujo de agua) se limitó al
mar, además la construcción del tajamar trajo consigo el retroceso de la línea de costa, por la
erosión y por último el vertimiento irresponsable de residuos sólidos y líquidos, fue el
detonante de la ya maltrecha ciénaga’.

De las contaminadas aguas se siguen extrayendo peces que son comercializados en la Plaza del
Pescado en Barranquilla.
El biólogo e investigador de la Universidad del Atlántico, Iván León Luna, asegura que los
problemas de la Ciénaga no están en sí misma, sino en factores externos (ver infografía
Sectores de influencia de la Ciénaga).
De acuerdo a sus investigaciones, la alta contaminación del sedimento que se halla en
Mallorquín es la prueba fiel de las acciones que le han hecho daño a este ecosistema.

Los sedimentos de la Ciénaga se componen mayormente por arena con puntos de fuerte
acumulación de fango, relacionados con altos valores de materia orgánica, que en todos los
sectores están por encima de los valores normales. En el sector sur de la Ciénaga, cercano al
antiguo botadero de basuras y al barrio Amarillo, existe una mayor concentración tanto de
fango como de materia orgánica (ver infografía Niveles de sedimento en la Ciénaga).
El investigador llamó la atención por la formación de la pirita, mineral del grupo de los sulfuros,
que contiene azufre y hierro, presente en los sedimentos superficiales de la ciénaga.

LA SOLUCIÓN. Los investigadores también opinaron sobre las posibles soluciones a la


problemática ambiental de Mallorquín. Para Ortiz, lo que más necesita la Ciénaga es oxígeno,
que es sin duda, la base de todo ecosistema, por ello sugiere “primero suspender cualquier
tipo de vertimiento al cuerpo de agua, estudiar desde la hidráulica costera soluciones que
permitan una constante circulación de agua a la Ciénaga y por supuesto la concientización de
preservarla controlando el uso de los recursos que posee”.
Por su parte, León coincidió en que se requiere “intervenir todos aquellos agentes que
introducen sustancias nocivas, tóxicas y de materia orgánica a la Ciénaga, lo que implica que
no podemos seguir utilizando el arroyo León como el vertedero de algunas industrias y de la
Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de El Pueblito.

Además se debe dar solución integral de alcantarillado para el sector de La Playa y


Barranquilla tendrá que crear muchas plantas de tratamiento de aguas servidas; asimismo
reubicar los asentamientos subnormales como el barrio Amarillo y La Cangrejera”.

Para el experto, se requiere además “mejorar la gobernanza de nuestros ecosistemas


acuáticos, evitar el choque de trenes entre las instituciones por las facultades para ejercer
control y vigilancia en estos cuerpos y crear una comisión interinstitucional para agenciar
todas las acciones pertinentes”.

PROBLEMA SOCIAL. Antonio De la Hoz, presidente de la Asociación de Pescadores


Asoplaya, pidió a las autoridades soluciones de fondo a la problemática que les afecta.
Asegura que pudieron volver a pescar hace unos 15 días, pero se ha dificultado la
comercialización del pescado “porque la gente tiene temor de que esté contaminado”. Agregó
que “no queremos mercaditos, que le llegan a gente que ni si quiera son pescadores,
queremos que se cumpla el Pacto firmado por todas las entidades”.

Mortandad de peces en la Ciénaga de


Mallorquín
Se estudia la hipótesis de que en el agua hay una carga orgánica
proveniente de arroyo cercano.
Los peces comenzaron a aparecer flotando a las cinco de la tarde del martes, y este miércoles en
la madrugada, el fuerte olor de la putrefacción ya se estaba metiendo en las casas del barrio
Palo Alto, habitado por las personas más pobres del Eduardo Santos (La Playa), corregimiento
de Barranquilla.
Cuando se levantaron, encontraron una cinta plateada de peces muertos en la orilla de la
ciénaga de Mallorquín, cantidades enormes de ejemplares pequeños. La emergencia ambiental
era un hecho. "Yo tengo 16 de años de vivir aquí, y que yo sepa, nunca antes había pasado nada
como esto", dijo Benedicta Gordon, una de las madres de familia del barrio.
Las autoridades ambientales se hicieron presentes en el lugar la mañana del miércoles. Una
primera mirada les llevó a la hipótesis de que en el agua hay una carga orgánica producida,
quizás, por los vertimientos del arroyo León. Las algas acuáticas, que han venido haciendo
presencia, se quedan con el poco oxígeno del que viven los peces.
El agua verde de la ciénaga es una señal de eso, dijo Joe García Quiñónez, asesor de la
Corporación Regional Autónoma (CRA), pero advirtió que de todos modos debe realizarse una
investigación.
Ese material contaminante, agregó, puede estar llegando desde hace cuatro días, como ha dicho
la comunidad. El arroyo León, según esa hipótesis, está trayendo contaminantes desde otros
arroyos del suroccidente de Barranquilla, de la laguna de oxidación del barrio El Pueblo, y de
empresas ubicadas en el recorrido.
"El Damab tiene a su cargo hacerle seguimiento a estas empresas para ver si están cumpliendo
con los límites permisibles de vertimientos a cualquier cuerpo de agua", dijo García.
Este miércoles, mientras se iniciaba la investigación con la toma de muestras del agua y un
recorrido por el arroyo León, El Damab oficiaba a la empresa Triple A para que recogiera los
cadáveres de los peces, porque los esfuerzos con pala de algunas familias, como la de los
Ayala, habitantes de la orilla de la ciénaga, no iban a alcanzar.
El subdirector de la entidad ambiental, Tomás Bolaño, dijo que sólo una investigación que ya
fue ordenada, determinará el origen de la contaminación. Por ahora, agregó, todo es
especulación.
Benedicta Gordon entregó un informe espontáneo según el cual, las 20 familias de su calle 14
(donde se concentra gran parte de la tragedia) hay personas afectada con diarreas y vómitos, y
se teme que las enfermedades lleguen a peores manifestaciones..
Los esfuerzos de la CRA están encaminados ahora a tratar de mantener abiertas las barras que
permiten entrada tanto del agua del mar como del río, reducir la entrada de vertimiento
orgánico desde el arroyo, y recoger los cadáveres de los peces para evitar que la
descomposición incremente los problemas.
Javier Franco Altamar
REDACCIÓN BARRANQUILLA

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