Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
El equilibrio natural de la ciénaga se rompió con los consecuentes daños sobre su sistema
faunístico y vegetal.
Es alimentada con agua dulce proveniente de los arroyos que drenan la zona norte del
departamento del Atlántico entre los cuales se encuentra el Arroyo León, con un caudal estacional
líquido estimado de 240 m3/s (pico máximo) y un caudal sólido de 1500 a 3000 ton/año en las
épocas de aguaceros grandes.
A la Ciénaga también le aporta agua el río Magdalena de forma directa e indirecta; directamente a
través de dos tubos de 0.7 m de diámetro que están instalados en el cuerpo del Dique Boyacá e
indirectamente mezclada con el agua de mar por medio de la boca de la barra cuando ésta se
encuentra abierta, así mismo le aportan agua dulce los acuíferos, por flujo subterráneo en toda su
ribera y de las lluvias.
Sin los aportes del río el balance hídrico sería negativo. De las 1.200 ha de bosques manglares
que existían en la Ciénaga de Mallorquín en 1935 (Dugand, 1947) tan sólo quedaban C. en 1998,
valor que incluía la recuperación lograda a partir de la alimentación por el río Magdalena mediante
los tubos a los que se hizo referencia. La reducción del manglar ha significado deterioro del flujo de
energía y de la densidad y diversidad del manglar y de la fauna de la laguna. Sin embargo, el área
conserva una regular producción en fauna béntica, peces, camarones, moluscos y avifauna.
La profundidad de la ciénaga no supera el metro, la salinidad varía según se presente o no la
apertura de la boca. En su condición cerrada la salinidad supera los 75 ppmil, después de un largo
período de evaporación. En condiciones abiertas varía de 16 a 35 ppmil, sufriendo una fuerte
dilución cuando se presentan las lluvias.
PROBLEMÁTICA AMBIENTAL DE LA CIÉNAGA DE MALLORQUIN
Contaminación por vertimientos y residuos sólidos
En los bordes de la Ciénaga se localizan los corregimientos de la Playa y Las Flores, que vierten
sus aguas residuales sobre ella.
Así mismo recibe las aguas contaminadas de los sectores de invasión del suroccidente de la
ciudad que vierten sus aguas sobre los arroyos Grande y León que finalmente terminan en la
Ciénaga.
En el sector de las Flores se llega aobservar viviendas palafíticas que invaden el área de la
Erosión costera
Como se mencionó anteriormente, la construcción de las obras de bocas de ceniza ha ido
ocasionando un retroceso a razón de 66 ms por año de la franja costera (barra) que la separa del
mar. En los últimos 24 años se han perdido mas de 864 hectáreas (mangle- playa y espejo de
agua), 30 hectáreas promedio por año por lo que se prevé que en los próximos 50 años la Ciénaga
desaparecerá.
La tala de Mangles es otra actividad que amenaza la estabilidad ambiental de la Ciénaga, aunque
las autoridades ambientales ejercen control sobre esta actividad y existen en el corregimiento de la
Playa organizaciones comunitarias con apoyo privado que promueven la siembra de mangle.
A desaparición del Mangle trae consigo la de las especies animales que utilizan estas reservas
como hábitat.
POTENCIAL TURISTICO
de Ceniza S.A., Sociedad Portuaria Terminal de Las Flores S.A. y Pescamar S.A.
Estas concesiones portuarias están orientadas al transporte de carbón y cemento, lo que
lógicamente ha generado fuertes debates en la ciudad e inconformidad principalmente en los
habitantes de La Playa y Las Flores. A pesar de ello la Licencia ambiental para el Superpuerto fue
otorgada luego del foro que se realizó en 1998 en donde los habitantes de la Playa y las Flores
evento en el cual expresaron sus inquietudes al Ministro del Medio Ambiente Dr. Eduardo Verano,
hoy gobernador del Departamento de Atlántico.
La licencia ambiental fue otorgada en julio de ese mismo año mediante resolución 0676 y se
estableció un plan de acción para el ordenamiento ambiental de la Ciénaga de Mallorquín,
elaborado por el Area Metropolitana y otras entidades. La licencia ambiental llevaba implícita el
uso, aprovechamiento y afectación de los recursos naturales renovables. Lo anterior significaba
que se establecía una concesión de agua, se aceptaban vertimientos de desechos líquidos
domésticos generados en los edificios de administración del superpuerto y se concedía permiso de
emisión atmosférica para las operaciones de almacenamiento, transporte, cargue y descargue de
material de carbón en las instalaciones portuarias. Sin embargo la Sociedad Bocas de Ceniza no
ha iniciado actuaciones sobre el Tajamar, por el contrario el muelle de Cementos Caribe funciona
actualmente.
NUEVA OPORTUNIDAD PARA LA CIENAGA DE MALLORQUIN
En febrero del presente año y a propósito del día mundial de Los Humedales el Ministro de
Ambiente Carlos Costa Posada anunció una inversión de 35.000 millones de pesos para la
recuperación de Mallorquín, acerca del cual se reconoció como el quinto humedal más grande del
país.
Cuando se levantaron, encontraron una cinta plateada de peces muertos en la orilla de la ciénaga de
Mallorquín, cantidades enormes de ejemplares pequeños. La emergencia ambiental era un hecho. “Yo
tengo 16 de años de vivir aquí, y que yo sepa, nunca antes había pasado nada como esto”, dijo
Benedicta Gordon, una de las madres de familia del barrio.
Las autoridades ambientales se hicieron presentes en el lugar la mañana de este miércoles. Una primera
mirada les llevó a la hipótesis de que en el agua hay una carga orgánica producida, quizás, por los
vertimientos del arroyo León. Las algas acuáticas, que han venido haciendo presencia, se quedan con el
poco oxígeno del que viven los peces.
El agua verde de la ciénaga es una señal de eso, dijo Joe García Quiñónez, asesor de la Corporación
Regional Autónoma (CRA), pero advirtió que de todos modos debe realizarse una investigación.
Ese material contaminante, agregó, puede estar llegando desde hace cuatro días, como ha dicho la
comunidad. El arroyo León, según esa hipótesis, está trayendo contaminantes desde otros arroyos del
suroccidente de Barranquilla, de la laguna de oxidación del barrio El Pueblo, y de empresas ubicadas en
el recorrido.
“El Damab tiene a su cargo hacerle seguimiento a estas empresas para ver si están cumpliendo con
los límites permisibles de vertimientos a cualquier cuerpo de agua”, dijo García.
Este miércoles mientras se iniciaba la investigación con la toma de muestras del agua y un recorrido por
el arroyo León, El Damab oficiaba a la empresa Triple A para que recogiera los cadáveres de los peces,
porque los esfuerzos con pala de algunas familias, como la de los Ayala, habitantes de la orilla de la
ciénaga, no iban a alcanzar.
El subdirector de la entidad ambiental, Tomás Bolaño, dijo que sólo una investigación que ya fue
ordenada, determinará el origen de la contaminación. Por ahora, agregó, todo es especulación.
Benedicta Gordon entregó un informe según el cual, las 20 familias de su calle 14 (donde se concentra
gran parte de la tragedia) hay personas afectada con diarreas y vómitos y se teme que las
enfermedades lleguen a peores manifestaciones.
Los esfuerzos de la CRA están encaminados ahora a tratar de mantener abiertas las barras que permiten
entrada tanto del agua del mar como del río, reducir la entrada de vertimiento orgánico desde el arroyo, y
recoger los cadáveres de los peces para evitar que la descomposición incremente los problemas.
REDACTOR ADN
LOS DIRIGENTES DE LA PLAYA SE QUEJAN DEL
DESASTRE Y DE LA POCA ATENCIÓN DE LAS
AUTORIDADES.
Los mangles de la desembocadura del arroyo León en la ciénaga de Mallorquín se están muriendo. Van
700, y este miércoles, en una inspección de dirigentes comunales y pescadores de La Playa, se
advirtió la agonía de otros.
Pero lo más indignante para ellos es que en la Corporación Autónoma Regional (CRA) digan ahora que
esa situación se veía venir porque esos mangles, al ser canalizado y encausado el arroyo, quedaron lejos
de la zona de inundaciones, es decir, apartados del encuentro entre aguas saladas y dulces que necesitan
para subsistir.
Ellos están de acuerdo en que la situación se veía venir, pero por unas razones bien distintas: resulta que
el sedimento, dispuesto a lado y lado de la desembocadura por las máquinas, se compactó en las raíces
de los manglares y los llevó a la muerte.
“Es que el mangle también respira por la raíz”, aseguró Sergio Marimón, ecologista de la Fundación
Caribe Verde y pescador de la zona.
La masacre ecológica va más allá. Por un lado, ese barro mató el hábitat de cangrejos (40 familias
vivían de eso) y el agua que viene por el arroyo León está llena de toda suerte de residuos y eso
ahuyentó a los peces. Lo otro es que la remoción de sedimentos en la ciénaga hizo desaparecer los
caracoles y los camarones.
Alfonso Atencio y Eliécer Barranco, presidentes de dos de las Juntas de Acción Comunal del
corregimiento La Playa, coinciden en afirmar que son más de mil familias de la zona las que han sido
golpeadas y a las cuales no se les consultó para nada. El aspecto ecológico fue lo de menos.
Fueron 126 mil millones de pesos que se invirtieron en esa gran intervención de primera fase a la
cuenca, recordó Marimón, y ahora se anuncian otros 139 mil millones.
“Pediremos a los entes de control que estén atentos. Uno esperaría que en esa segunda fase los daños que
ocasionó la primera sean corregidos”, dijo el dirigente.
Alfonso Atencio, presidente de la JAC de Adelita de Char II, resume la situación en tres factores: el agua
espumosa y verde que acompañó la mortandad de peces de hace dos meses reapareció, o sea que se
viene otra.
La trampa que por la obra del arroyo León se hizo en la antigua vía a Puerto Colombia colapsó y
permitió el paso de residuos sólidos a la ciénaga. Y con el dragado que se ejecutó, quedó una hectárea de
sedimento en el sector donde antes los pescadores hacían sus faenas.
REDACTOR ADN
ESCRÍBENOS A: contenido@diarioadn.co
El mismo informe advierte que “este criterio no tiene en cuenta que la Ciénaga es parte
integral de toda una cuenca hidrográfica de la cual también forman parte los arroyos que
tienen nacimiento en el norte del Departamento y que son afluentes del arroyo León que nutre
tanto el Lago del Cisne en el sector de Caujaral, como la Ciénaga de Mallorquín. Por ser un
ecosistema estratégico, tanto el Ministerio del Medio Ambiente como la Corporación Autónoma
del Atlántico, deben liderar, como ya lo solicitó la Gerencia Departamental, una mesa de
trabajo integral que incorpore a la discusión las disposiciones establecidas en el Pomca o Plan
de Manejo Ambiental de una cuenca.
La gerencia de la Contraloría llama la atención sobre “la falta de liderazgo y la poca efectividad
de políticas coyunturales puestas en marcha frente a casos puntuales”.
La aguas residuales llegan a la Ciénaga desde el Suroccidente de la ciudad a través del Arroyo León.
El documento establecía la creación del Comité de Gestión para coordinar las acciones de
implementación del Pomca de Mallorquín, el cual sería liderado por la Corporación Autónoma
Regional del Atlántico, pero este comité no se creó. La entidad sí asignó recursos, pero estos
se ejecutaron de manera desarticulada con los demás compromisarios, por lo que las
acciones implementadas no dieron los resultados esperados.
Agregó que “las lagunas costeras y su ecosistema dependen dos factores fundamentales: la
circulación, es decir la constante entrada y salida de agua que permite mantener niveles de
oxígeno disuelto adecuados, y la no injerencia de actividad antrópica, es decir actividades del
hombre. La armonía de estos dos factores es la base de la preservación de la fauna y flora de
una laguna costera”.
Para Ortiz, el origen de la problemática está en el mismo origen de los tajamares de Bocas de
Ceniza, pues explicó que “cuando la ciénaga ‘fue apartada’ de su afluente natural que era el
Río Magdalena y su dependencia hidrodinámica (movimiento del flujo de agua) se limitó al
mar, además la construcción del tajamar trajo consigo el retroceso de la línea de costa, por la
erosión y por último el vertimiento irresponsable de residuos sólidos y líquidos, fue el
detonante de la ya maltrecha ciénaga’.
De las contaminadas aguas se siguen extrayendo peces que son comercializados en la Plaza del
Pescado en Barranquilla.
El biólogo e investigador de la Universidad del Atlántico, Iván León Luna, asegura que los
problemas de la Ciénaga no están en sí misma, sino en factores externos (ver infografía
Sectores de influencia de la Ciénaga).
De acuerdo a sus investigaciones, la alta contaminación del sedimento que se halla en
Mallorquín es la prueba fiel de las acciones que le han hecho daño a este ecosistema.
Los sedimentos de la Ciénaga se componen mayormente por arena con puntos de fuerte
acumulación de fango, relacionados con altos valores de materia orgánica, que en todos los
sectores están por encima de los valores normales. En el sector sur de la Ciénaga, cercano al
antiguo botadero de basuras y al barrio Amarillo, existe una mayor concentración tanto de
fango como de materia orgánica (ver infografía Niveles de sedimento en la Ciénaga).
El investigador llamó la atención por la formación de la pirita, mineral del grupo de los sulfuros,
que contiene azufre y hierro, presente en los sedimentos superficiales de la ciénaga.