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Concepto de fertilizantes quimicos

Las plantas para su metabolismo necesitan del


Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio, y en menor extensión de Azufre (S), Calcio (Ca) y
Magnesio (Mg). Además, necesita pequeñas cantidades de los siguientes nutrientes,
denominados elementos traza: Hierro (Fe), cobre (Cu), Zinc (Zn), Boro (B), Manganeso
(Mn) Cloro (Cl) y Molibdeno (Mo).
Los fertilizantes son sustancias, generalmente mezclas químicas artificiales que se
aplican al suelo o a las plantas para hacerlo más fértil. Estos aportan al suelo los
nutrientes necesarios para proveer a la planta un desarrollo óptimo y por ende un alto
rendimiento en la producción de las cosechas.
El grado de un fertilizante se mide de acuerdo a su porcentage de N, P y K. Este se
prepara en diferentes grados. Por ejemplo: un fertilizante de grado 10 – 30 – 30, significa
que tiene 10%N, 30% de fósforo como P2 O5 y 10% de potasio como K2 O;
el porciento sobrante consiste de materiales de relleno (arcilla, arena, etc), humedad y
una porción de ácidos libres y sales provenientes de los procesos químicos envueltos.
Generalmente, los fertilizantes compuestos se preparan añadiendo pequeñas cantidades
de los elementos trazas que se mencionaron anteriormente.
Los fertilizantes simples,como los polifosfatos, los superfosfatos, la urea, la cianamida
cálcica , el amoniaco y el cloruro de potasio también se fabrican y se usan frecuentemente
para fertilizar los suelos.

¿Que consecuencias trae consigo el uso de fertilizantes?


La aplicación en exceso o continua de los fertilizantes acidifica los
suelos, favorece la erosión y afecta los organismos (flora y fauna) y altera las
propiedades químico-físicas de los componentes del suelo.

Los compuestos químicos aplicados en los


fertilizantes se disuelven en la solución del suelo, son retenidos por las arcillas y la
materia orgánica (adsorción), o se filtran a través del suelo para llegar a los cuerpos de
agua.
Por ejemplo, el fósforo (fosfatos) es adsorbido por los componentes del suelo (material
orgánica y arcillas) y en condiciones de bajo ph, limita la cantidad de fosfatos disponible
para las plantas.
Algunas bases de ácidos como los nitratos y los sulfatos provenientes de la preparación
de los fertilizantes se convierten en ácido sulfúrico y nítrico que aumentan la
acidez y reaccionan con los minerales del suelo.
Las sales y ácidos que por lixiviación llegan a los cuerpos de agua, afectan sus
propiedades químico-físicas. Por ejemplo, los lagos que recogen efluentes provenientes
de las áreas agrícolas arrastran grandes cantidades de fosfatos y nitratos que estimulan la
proliferación de plantas acuáticas, táles como el jacinto de agua.

El exceso de fertilizantes está causando graves daños al medio


ambiente
Un total de 140 investigadores y técnicos de empresas han analizado en la Universidad
los métodos para mejorar la alimentación y minimizar el impacto ambiental.

Expertos en nutrición
mineral de las plantas han lanzado la voz de alarma sobre los problemas
medioambientales que están causando las altas cantidades de nitrógeno que contienen
los cultivos.

Este fertilizante es uno de los más utilizados por los agricultores porque mejora
considerablemente el rendimiento de la producción. Sin embargo, un uso excesivo del
mismo puede provocar, según los científicos, serios perjuicios para la atmósfera y para el
agua que consumimos.

Para intentar paliar los efectos de este tipo de sistemas agrarios y buscar posibles
soluciones, investigadores de diversos centros públicos de investigación, universidades y
empresas del sector de los fertilizantes se han reunido del 19 al 21 de julio en
la Universidad Pública de Navarra para dar a conocer los resultados de los últimos
estudios sobre la nutrición mineral de las plantas.

El objetivo de este encuentro era establecer las herramientas necesarias para minimizar
el impacto ambiental originado por los elevados índices de nutrientes de los cultivos y
favorecer los procesos de producción.

Problemas de salud

metahemoglobinemia
El nitrógeno es un factor de producción muy importante porque determina el rendimiento.
Sin embargo, se ha comprobado que el uso de este nutriente afecta a la calidad del agua
y de la atmósfera.

Por un lado, las aguas con altas concentraciones de nitratos producen un tipo de algas
que consumen el oxígeno e impiden el desarrollo de la fauna. Por otro, los gases que
emiten los cultivos con índices de nitrógeno muy elevados favorecen el calentamiento
global de la tierra y provocan problemas respiratorios a las personas con asma.

Una de las enfermedades más graves derivadas de la ingestión de nitrógeno es la


metahemoglobinemia o enfermedad de los niños azules. Se trata de una patología que
afecta principalmente a los bebés y que provoca una ausencia de oxígeno en la sangre.
La proliferación de casos relacionados con la intoxicación de nitratos ya ha llevado a
muchas industrias conserveras y de potitos a elevar su grado de exigencia a los
agricultores para evitar daños en la salud pública.

Bebe gestado en zonas de uso masivo de agro-químicos.


5 de cada 1000 niños nacen enfermos, y en Alicia se comprobó un alarmante retraso
mental en los pequeños. La Ley de Agro-tóxicos que no se hace cumplir; la degradación
del suelo y la contaminación del agua; los colonos rehenes… Todo eso en una imperdible
disertación del doctor Hugo Gómez Demaio (*), que lo trascribimos a continuación.

Los fertilizantes químicos son los más utilizados en el mercado actualmente,


y hay una variedad de ellos, aplicables a diferentes necesidades. Están los
fertilizantes convencionales, que son los más comúnmente utilizados en
jardines y en la agricultura.

A su vez, estos agroquímicos son los elegidos


generalmente por su facilidad de absorción. Por el contrario, esta los fertilizantes de
lenta absorción, que son los que se disuelven lentamente y tardan mas en llegar a las
raíces los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento de las plantas.
También están aquellos fertilizantes químicos, combinados con materia orgánica, que
se utilizan en todo tipo de cultivos. Otro tipo, son los que se rocían en las plantas,
estos aerosoles son abonos foliares, y se utilizan para complementar los fertilizantes
químicos, que se emplean para un abono mucho más profundo de la tierra.
Y por último, podemos identificar aquellos que se encargan de suministrar las
carencias específicas del suelo, de uno o de varios de los nutrientes que se necesitan
para el óptimo desarrollo de las plantas. Además de estos tipos de agroquímicos, hay
otros creados para cada tipo de planta específicamente y las carencias más comunes
de las distintas plantaciones. El nivel de fertilizante que se debe utilizar en cada
plantación se debe tener muy en cuenta, y con esto, el tipo de minerales que le hacen
falta a los suelos para poder aportárselos a la plantas. A pesar de los beneficios del
uso de agroquímicos, trae aparejado un problema. Estos fertilizantes
químicos, utilizados en exceso, producen graves contaminaciones a las
plantaciones, y a los pozos de agua que se encuentran cercanos a las
proximidades de los cultivos.
¿Qué tipos de fertilizantes artificiales existen?
Agroquímica Compuestos y propiedades
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Los abonos o fertilizantes se definen como los materiales cuya función principal
es proporcionar a las plantas distintos nutrientes.
Los fertilizantes aportan:
a) nutrientes principales: exclusivamente, los elementos nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K)

b) nutrientes secundarios: los elementos calcio (Ca), magnesio (Mg), sodio (Na) y azufre (S)

c) micronutrientes: los elementos boro (B), cobalto (Co), cobre (Cu), hierro (Fe), manganeso
(Mn), molibdeno (Mb) y zinc (Zn), esenciales para el crecimiento de las plantas, aunque en
pequeñas cantidades si se compara con los nutrientes principales y secundarios

Si abundamos, el abono inorgánico es aquél cuyos nutrientes declarados se presentan en


forma mineral, obtenida mediante extracción o mediante procedimientos industriales de
carácter físico o químico.

Los fertilizantes inorgánicos, entre los que se incluyen la cianamida cálcica, la urea y sus
productos de condensación y asociación y los fertilizantes que contienen micronutrientes
quelados o complejados, pueden diferenciarse en los siguientes tipos de abonos:

a) Simple: abono nitrogenado, fosfatado o potásico que aporta un único nutriente principal.

b) Compuesto: abono que aporta al menos dos de los nutrientes principales.

c) Complejo: abono compuesto en el que si se presenta granulado, cada gránulo contiene


todos los nutrientes en su composición declarada.

d) De mezcla: abono obtenido mezclando en seco varios abonos, sin reacción química.

e) Foliar: abono indicado para aplicación a las hojas de un cultivo y absorción foliar del
nutriente;

f) Líquido: abono en suspensión o solución. Si no tiene partículas sólidas se denomina ‘en


solución’ y si las tiene ‘en suspensión’.

Más información :Reglamento sobre fertilizantes

Los peligros de los fertilizantes


químicos
21/02/2018

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Los efectos de los fertilizantes químicos sobre el medio ambiente están
ampliamente probados y son incuestionables, estando demostrado que su
uso conlleva un riesgo elevado de daños ambientales, como son la
contaminación de las aguas subterráneas y del suelo sobre los que se
aplican. De lo que no se habla tanto es del riesgo que sobre la salud de las
personas pueden acarrear los fertilizantes químicos.

Para entender objetivamente este asunto necesitamos conocer lo que es un


fertilizante químico y como actúa la fertilización química. Por fertilizante se
conoce cualquier sustancia que es utilizada para aportar nutrientes al suelo,
y cuyo objetivo es aumentar la concentración de los mismos que favorezca
y potencie el crecimiento de las plantas. Este es el único objetivo de un
fertilizante, independientemente de cómo repercuta sobre el suelo o el
resto de factores ambientales sobre los que incida.
Ni todos los fertilizantes actúan igual, ni todos los fertilizantes son saludables para el

suelo y el medio ambiente

La salud del suelo está basada en un balance complejo entre


macronutrientes, micronutrientes y la flora microbiana, el conjunto de
bacterias y hongos del suelo que le aportan fertilidad y actúan como
consumidores de CO2. Es un proceso natural mucho más complicado que
puramente aportar nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) al suelo en las dosis
y concentraciones recomendadas por cultivo y superficie. Y es que la
ciencia aún no conoce completamente los procesos y requerimientos
nutricionales del suelo. Los técnicos encargados de la producción agrícola
se han centrado casi exclusivamente en NPK desde su descubrimiento a
mediados del siglo XIX. Es esa visión reduccionista tan extendida la que
lleva a pensar que entendemos al 100% la química del suelo y la que
únicamente quiere abordar la fertilización del suelo para la producción
vegetal con la aplicación intensiva de fertilizantes químicos.

Pero es evidente que conforme las prácticas agrícolas no sostenibles van en


aumento nuestro suelo está siendo despojado de su salud, nuestros
acuíferos se están contaminando, y nuestros cultivos dependen de aportes
químicos cada vez mayores. Y estas prácticas agrícolas basadas en el uso
de fertilizantes químicos conllevan efectos muy negativos. El mayor
problema al que nos enfrentamos es la contaminación del agua subterránea
producida por el nitrógeno que se añade en forma de nitratos. Los nitratos
aportados al suelo se mueven fácilmente a través de él, y debido a que son
muy solubles en agua, pasan a las aguas subterráneas y permanecen en
ellas durante años, y lo que es peor, el aporte de nitrógeno a lo largo del
tiempo tiene un efecto acumulativo. Otro fertilizante de amplio uso, la urea,
libera amoniaco en su proceso de descomposición. Una parte del amoniaco
pasa a la atmosfera contribuyendo a la lluvia ácida y otra parte contamina
el agua subterránea. Y lejos de aminorar, son problemas que se verán
aumentados en las próximas décadas.
La contaminación del agua subterránea por nitrógeno tiene efectos graves y

perniciosos sobre la salud humana

Se ha relacionado con el cáncer gástrico, el bocio, las malformaciones de


nacimiento, la hipertensión y el cáncer de testículo. Aunque el efecto mejor
conocido que sobre la salud tiene el consumo de agua contaminada por
nitratos es la metahemoglobinemia. La metahemoglobinemia es un
trastorno sanguíneo por el cual se produce una cantidad anormal de
metahemoglobina, una forma de hemoglobina que tiene una enorme
afinidad por el oxígeno y que no lo cede en los tejidos. La hemoglobina es
la proteína de los glóbulos rojos que transporta y distribuye el oxígeno al
cuerpo.

Con la metahemoglobinemia la hemoglobina puede transportar el oxígeno,


pero es incapaz de liberarlo de manera efectiva a los tejidos corporales. Es
un trastorno especialmente pernicioso para los lactantes, que produce el
conocido síndrome del bebé azul, y cuya causa es la disminución del
oxígeno en la sangre que le produce cianosis. El riesgo de padecerlo
aumenta exponencialmente cuando los lactantes toman biberón cuya agua
está contaminada con nitratos.

El segundo elemento en importancia para el crecimiento de las plantas es el


fósforo, que se usa principalmente en forma de fosfatos. Su carencia limita
el crecimiento de las plantas e impide la absorción de otros elementos
indispensables para su desarrollo. El problema ambiental de los fosfatos es
que pasan del suelo al acuífero, como el caso del N, produciendo un
fenómeno que se conoce como eutrofización de las aguas. El incremento de
la concentración de fósforo en las aguas superficiales tiene como
consecuencia el crecimiento exponencial de las algas, que son organismos
muy dependientes del fósforo. La presencia masiva de algas consume
grandes cantidades de oxígeno y provoca su déficit o su ausencia en los
ríos, lagos y embalses, contribuyendo a la creación de amplias zonas
muertas.

Conocer y comprender los efectos de los fertilizantes químicos sobre la


salud humana y el medio ambiente nos hace ser conscientes de los peligros
que acarrean y nos permite actuar en consecuencia para proteger nuestra
salud y la del planeta. Es, por tanto, necesario buscar alternativas naturales
a estos compuestos. Alternativas naturales como son los fertilizantes
orgánicos, garantía de salud y sostenibilidad.

Autor: Raúl Martínez, Biólogo, Especialista en Medio Ambiente y Salud

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Publicado en Bio Eco Actual Febrero 2018

Algunas características de los Fertilizantes


Por el Ing. Agr. Guillermo Busso

3 septiembre, 2015 7,844 Vistas

Dado que para obtener un césped de alta calidad y resistente al uso es necesario recurrir, entre otras
tantas cosas, a los fertilizantes, es conveniente recordar algunos conceptos básicos sobre ellos a fin de
poder utilizarlos eficientemente.

a.Composición química
Expresa el contenido de nutrientes del fertilizante. Los nutrientes presentes en el abono pueden ser
denominados de distinta manera:

– Elementos primarios: Nitrógeno, Fósforo y Potasio.


– Elementos secundarios: Calcio, Magnesio y Azufre.
– Elementos menores o microelementos: Boro, Zinc, Cobre, Hierro, Moliboteno, Manganeso, etc..
Los componenetes primarios se expresan en porcentaje en peso como elemento, es decir como N, P y K
total; esto es lo que se entiende por GRADO del fertilizante. Ese grado se indica en unidades del
elemento y en el caso de los primarios siempre en este orden N-P-K, por ejemplo: 15-15-15 (triple
quince) ó 18-46-0 (Fosfato diamónico) ó 13-0-44 (Nitrato de Potasio).

El P se presenta como P2O5 y el K como K2O. Para obtener la cantidad real de P solo debemos
multiplicar la cantidad de P2O5 por 0,44. De la misma manera para obtener la cantidad de K, debemos
multiplicar la cantidad de K2O por 0,83.
Por ejemplo:
Si aplicamos 1kg. de 15-15-15, las cantidades reales de N, P y K aplicadas serán N = 150 grs., P = 150 x
0,44 = 66 grs., K = 150 x 0,83 = 124,5 grs.
Los elementos secundarios se indican a continuación de los primarios.

Los productos que acompañan el abono y le dan volumen se denominan MATERIAL INERTE. Estos no
modifican las características del abono ni tienen acción fitotóxica, por ejemplo, ámbar, roca calcarea,
etc.

b.Indices de acidez y basicidad


El fertilizante aplicado al suelo puede tener sobre éste una acción modificante del pH o no, así los
abonos podrán ser ácidos, neutros o alcalinos. Se define como índice de acidez, al número de partes en
peso de carbonato de calcio necesarias para neutralizar la acidez contenida en 100 partes en peso del
suelo una vez aplicado el fertilizante.

“Indice de basicidad” es el número de partes en peso de carbonato de calcio que ejercen la misma acción
neutralizadora que 100 partes en peso del suelo una vez aplicado el fertilizante.

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