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Para el año de 1994, el ex magistrado Carlos Gaviria Díaz, demandó la ley 30 de 1986 en su
artículo 51 que dice: “El que lleve consigo, conserve para su propio uso o consuma, cocaína,
marihuana o cualquier otra droga que produzca dependencia, en cantidad considerada como dosis
de uso personal, conforme a lo dispuesto en esta ley, incurrirá en las siguientes sanciones”,
Gaviria concluyó que esta ley viola el derecho de toda persona a tener autonomía, a que decida
por ella misma los asuntos que le competen, siempre y cuando no afecte a los demás, para
Gaviria, esto era inconstitucional, puesto que declarar como delito el consumo de droga, era
vulnerar el derecho que tiene toda persona al desarrollo de la personalidad, consagrado en el
artículo 16 de la Constitución Política de Colombia.
El presidente afirmó que esta medida no penalizará la dosis mínima, puesto que respetaran
las libertades protegidas por las altas cortes y la jurisprudencia, y que al momento de encontrar a
una persona que porte una cantidad igual o menor a la dosis mínima y que demuestre su
condición de adicto, no se la confiscarán.