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Si bien los efectos secundarios pueden producirse en cualquier momento mientras esté
tomando un AINE, las probabilidades tienden a aumentar cuanto más tiempo lo tome. Si debe
tomar un AINE por más de 30 días, consulte con su médico cómo puede reducir el riesgo de
sufrir problemas. Es posible que deba tomar más precauciones para evitar efectos
secundarios, como tomar un medicamento para reducir el riesgo de sangrado estomacal.
No existe una diferencia clara en cuanto a la seguridad global de los AINE tradicionales que
están a la venta en el mercado. Los efectos secundarios de cada droga pueden variar y
algunos pacientes podrían ser más propensos a sufrir efectos secundarios con una droga en
particular. El celecoxib suele causar menos problemas estomacales, como úlceras y sangrado,
que los AINE tradicionales. Los AINE, en especial con el uso crónico, se han asociado con
ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En algunos estudios, se encontró que el
naproxeno es más seguro para el corazón.
Advertencia: si sufre una enfermedad cardíaca, no debe tomar ningún AINE, incluso un AINE
de venta libre, sin antes consultarlo con su médico. Los tratamientos como el paracetamol
(Tylenol) u otros medicamentos analgésicos podrían ser mejores en este caso. Algunos AINE
tradicionales también pueden interferir con la aspirina recetada a pacientes con problemas
cardíacos. Asimismo, la mezcla de aspirina con otros AINE aumenta el riesgo de sangrado
estomacal.
Los AINE no deben utilizarse durante el embarazo, salvo que su médico lo considere
necesario. Algunas personas tienen otros factores de riesgo que aumentan sus probabilidades
de tener problemas de salud debido a estas drogas. Hable con su médico antes de tomar un
AINE si alguno de los siguientes factores de riesgo se aplican a su caso:
Tiene alguno de estos problemas de salud:
o disminución de la función renal o hepática o problema hepático no controlado (como
hepatitis);
o úlceras, gastritis (inflamación de las paredes del estómago) o sangrado estomacal en la
actualidad o en el pasado;
o bajos niveles de plaquetas;
o enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa;
o asma o enfermedad pulmonar crónica;
o reflujo gastroesofágico (conocido como GERD), indigestión o hernia de hiato;
o hipertensión, insuficiencia cardíaca congestiva o antecedentes de ataque cardíaco o
accidente cerebrovascular;
es alérgico a la aspirina, a otros AINE, a medicamentos con sulfamidas, o tiene pólipos
nasales (relacionados con una mayor probabilidad de alergia a los AINE);
toma anticoagulantes o corticoesteroides (ver “Interacciones farmacológicas” a
continuación);
está embarazada, podría quedar embarazada o está amamantando;
bebe más de siete vasos de bebidas alcohólicas por semana o más de dos vasos por día;
tiene 65 años o más.
Los médicos advierten que no se debe administrar aspirinas a niños menores de 12 años,
pero los adolescentes que tienen un virus también deben evitar los medicamentos que
contienen aspirina. También existe el riesgo de sufrir el síndrome de Reye, una enfermedad
rara pero mortal que puede afectar al cerebro y al hígado.
Todos los medicamentos pueden provocar efectos secundarios, incluso los AINE. Es
importante que entienda los riesgos y los beneficios de un medicamento antes de tomarlo.
Algunos riesgos de los AINE son:
Si bien los efectos secundarios pueden producirse en cualquier momento mientras esté
tomando un AINE, las probabilidades tienden a aumentar cuanto más tiempo lo tome. Si debe
tomar un AINE por más de 30 días, consulte con su médico cómo puede reducir el riesgo de
sufrir problemas. Es posible que deba tomar más precauciones para evitar efectos
secundarios, como tomar un medicamento para reducir el riesgo de sangrado estomacal.
No existe una diferencia clara en cuanto a la seguridad global de los AINE tradicionales que
están a la venta en el mercado. Los efectos secundarios de cada droga pueden variar y
algunos pacientes podrían ser más propensos a sufrir efectos secundarios con una droga en
particular. El celecoxib suele causar menos problemas estomacales, como úlceras y sangrado,
que los AINE tradicionales. Los AINE, en especial con el uso crónico, se han asociado con
ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. En algunos estudios, se encontró que el
naproxeno es más seguro para el corazón.
Advertencia: si sufre una enfermedad cardíaca, no debe tomar ningún AINE, incluso un AINE
de venta libre, sin antes consultarlo con su médico. Los tratamientos como el paracetamol
(Tylenol) u otros medicamentos analgésicos podrían ser mejores en este caso. Algunos AINE
tradicionales también pueden interferir con la aspirina recetada a pacientes con problemas
cardíacos. Asimismo, la mezcla de aspirina con otros AINE aumenta el riesgo de sangrado
estomacal.
Los AINE no deben utilizarse durante el embarazo, salvo que su médico lo considere
necesario. Algunas personas tienen otros factores de riesgo que aumentan sus probabilidades
de tener problemas de salud debido a estas drogas. Hable con su médico antes de tomar un
AINE si alguno de los siguientes factores de riesgo se aplican a su caso:
El presente resumen, extraído del libro de Seidenberg & Honegger (2000), pretende ser un texto
orientativo para comprender mejor los programas de mantenimiento con opiáceos y opioides.
Los opiáceos son conocidos desde hace mucho tiempo como sustancias naturales, que se encuentran
en el zumo de las semillas de la adormidera o papaver somniferum. El zumo seco y fermentado se
denomina opio y contiene una mezcla de alcaloides opiáceos. En 1806, el químico alemán Fiedrich
Serturner consiguió aislar el principal elemento del opio en su forma pura y que llamó morfina. Tras
mínimas alteraciones químicas se pudieron obtener opiáceos semi-sintéticos. Desde hace 50 ańos, es
posible obtener substancias completamente sintéticas, casi sin relación química con la morfina, pero
con el mismo efecto.
A menudo se utiliza el término opiáceo en vez de opioide. No obstante el término opiáceo se refiere al
origen de la sustancia con respecto al opio, es decir, son sustancias que se extraen de la cápsula de la
planta del opio. Por extensión, se denominan también así los productos químicos derivados de la
morfina. El término opioide se utiliza para designar aquellas sustancias endógenas o exógenas que
tiene un efecto análogo al de la morfina y poseen actividad intrínseca. No todos los opioides son
opiáceos, ni todos los opiáceos son opioides (Tabla 1).
Espasmolítico Antagonista
Papaverina
Suprime la tos Antagonista
sin adicción
Noscapina
potencial
Analgésico Agonista
obtenido de la
Heroína,
morfina
(3, 6
Duración del
diacetylmorphina,
efecto: 4-5 horas
diamorfina DAM)
Vida media:
media hora
Semi- Analgésico Agonista
sintéticos Inhibidor de la parcial
abstinencia
a opiáceos a
Buprenorfina dosis altas
Duración del
Opiodes efecto: 6-8 horas
Vida media: 5
horas
Analgésico
Inhibidor de la
abstinencia
a opiáceos a
dosis altas
Sintéticos
Metadona Duración del
efecto: 8-48
horas
Vida media: 15-
22 horas
Hughes describió en 1975 los péptidos del cuerpo humano que tenían efectos similares a la morfina. Los
opioides actúan como éstos péptidos endógenos, denominados también endorfinas. Los péptidos
opioides endógenos y las moléculas opioides, ya sean como medicina o como droga, reaccionan en la
misma posición receptora específica en la superficie de las células nerviosas y de las células del músculo
liso del intestino.
Los ligandos de receptores opioides son sustancias que se unen específicamente a los receptores
opioides. Una vez unidos al receptor desarrollan un efecto que se denomina actividad intrínseca, y por
esta razón son sustancias denominadas agonistas. Los ligandos de receptores opioides que se unen al
receptor, pero no desarrollan efecto alguno, carecen de actividad intrínseca y se denominan
antagonistas opioides (Tabla 1).
Los opioides naturales y sintéticos, así como los péptidos opioides endógenos, se unen específicamente
y con gran afinidad a los receptores opioides, lo que quiere decir que estas sustancias se acoplan
perfectamente con los receptores opioides. Los receptores opioides se localizan frecuentemente en la
porción final del axón presináptico de la célula nerviosa y modulan la liberación de los neurotransmisores
al inhibir la entrada en funcionamiento del potencial de acción, con lo que disminuye la cantidad de
sustancia transmisora liberada. El efecto de este receptor opioide es muy marcado en las células
nerviosas que transmiten el dolor, donde la liberación de las sustancia transmisora del dolor o sustancia
P se inhibe, lo que explica el efecto analgésico sobre los transmisores receptores opioides. Los
diferentes opioides se unen con más o menos fuerza a los diferentes tipos de receptores de
opioides: mu (), delta () y kappa (). Los opioides preferidos por los adictos y con un mayor efecto
analgésico son los actúan particularmente en los receptores.
La actividad intrínseca relativa (AIR) se define como la capacidad de los ligandos para producir un
efecto determinado en un receptor. La morfina y la metadona tienen la misma especificidad por el
receptor opioide y como agonistas puros tienen el valor máximo de AIR. En principio producen el mismo
efecto. Las diferencias subjetivas en lo que se refiere a su eficacia, se explican a través del
comportamiento farmacocinético que es distinto para cada sustancia, en la capacidad de atravesar la
barrera hemotoencefálica, en la distribución por los diferentes compartimentos (sangre, tejido cerebral,
órganos internos) y finalmente en el metabolismo y la excreción.
Los términos vida media y acumulación son importantes para comprender los diferentes transcursos de
los efectos de los opioides. La vida media de eliminación es el tiempo necesario para que una
determinada concentración de un fármaco se reduzca a la mitad, tras un proceso de metabolismo y/o
excreción. El tiempo de vida media efectivo es el tiempo en el que la dosis de un fármaco conserva sólo
la mitad de su efecto. Cuando una sustancia se consume reiteradamente y el intervalo de
administración que no es el adecuado, la sustancia sufre acumulación en el organismo, se incrementan
sus efectos y su toxicidad. Como vemos en la tabla 1, la heroína tiene una vida media corta, y la
metadona tiene una vida media larga. Las sustancias de acción rápida acceden al lugar de acción
rápidamente y cuando los opioides alcanzan rápidamente y a altas concentraciones dicha localización,
los adictos sienten con respecto a otras drogas y presentes en su organismo, un gran placer llamado
flash. El flash no es un efecto absoluto, sino que depende de la percepción del cambio relativo del
efecto. Con las inyecciones intravenosas y ciertas técnicas de inhalación (como cazar el dragón) es
posible conseguir un flash. Los patrones de consumo están condicionados no sólo por la cinética y
dinámica del fármaco, sino también por las influencias culturales (modas), sociales, la disponibilidad u
oferta, y variables individuales (motivaciones, enfermedades, etc.)
Es importante tener en cuenta la relevancia de los conceptos farmacológicos básicos que hemos
expuesto. Como ya hemos dicho, el inicio del efecto de un opioide depende en gran medida de cómo se
consume la sustancia en cuestión. Por el contrario, la duración del efecto, grosso modo, es
principalmente una propiedad de la sustancia. La metadona tiene una vida media larga y se acumula
en administraciones diarias repetidas. Bloquea temporalmente el efecto de los péptidos opioides
endógenos. Tanto los picos de sensación agradables como desagradables pierden intensidad. La
metadona produce una especie de “ tanque de algodón” que envuelve al adicto como si se encontrara
protegido dentro de una “ campana de cristal” : no hay sentimientos orgiásticos pero tampoco
dolorosos. Se trata de una pena agradable sin felicidad exuberante, sin pena ni gloria.
Los preparados de heroína (o morfina) que tienen una vida media corta en comparación con la
metadona, causan un efecto perceptible que dura todo el día. No se atenúan permanentemente los
sentidos de alerta, ni la libido o la potencia sexual. La diferencia subjetiva entre un estado de equilibrio
y un efecto perceptible que dura todo el día es realmente grande.
Sin ninguna duda sería mejor no consumir opioides, pero sólo muy pocas personas adictas a ellos han
conseguido dejar de consumirlos. Una prescripción diversificada de opioides presenta ventajas clínicas
para el tratamiento de los adictos. Podríamos decir que la atracción de cierta forma de consumo de un
opioide para un adicto, reside en la velocidad del flooding y en la vida media. Con sustancias que no
provocan rápidamente un efecto, como la metadona, se puede captar a un enorme número de adictos
a los opioides para iniciar un tratamiento y se puede evitar, en parte, que acudan al mercado ilegal. El
deseo de opioides se mitiga con la metadona oral porque no se aprecian los síntomas del síndrome de
abstinencia. Sin embargo su atractivo es limitado, porque el recuerdo de otros efectos fortalecedores
secundarios, como el flash tras la inyección, y los deseos y necesidades que llevaron a la adicción siguen
vivos.
¿Cuáles son las consecuencias del abuso
de los esteroides a la salud?
El abuso de los esteroides anabólicos ha sido asociado con una gran diversidad de efectos secundarios
adversos que van desde algunos que son físicamente poco atractivos como el acné y el desarrollo de los
senos en los hombres, hasta otros que ponen en peligro la vida, como ataques al corazón y cáncer del
hígado. La mayoría de estos efectos son reversibles si el abusador deja de tomar las drogas, pero algunos
son permanentes, como la voz más profunda en las mujeres.
La mayoría de los datos sobre los efectos a largo plazo de los esteroides anabólicos en los humanos
provienen de reportes clínicos y no de estudios epidemiológicos formales. Según los reportes clínicos,
parece que la incidencia de efectos potencialmente fatales es baja, pero es posible que no se reconozcan
o no se reporten todos los efectos adversos graves, especialmente porque pueden ocurrir muchos años
más tarde. Los datos de estudios en animales parecen respaldar esta posibilidad. Un estudio encontró que
cuando se exponen ratones machos a esteroides durante una quinta parte de su vida en dosis similares a
aquellas tomadas por los atletas humanos, el resultado es un alto porcentaje de muertes prematuras.
Sistema hormonal
El abuso de esteroides interrumpe la producción normal de hormonas en el cuerpo causando cambios
tanto reversibles como irreversibles. Los cambios reversibles incluyen una producción reducida de
espermatozoides y encogimiento de los testículos (atrofia testicular). Entre los cambios irreversibles
están la calvicie de patrón masculino y el desarrollo de senos (ginecomastia) en los hombres. En un
estudio de fisicoculturistas varones, más de la mitad tenían atrofia testicular o ginecomastia, o ambas.
En el cuerpo femenino, los esteroides anabólicos causan la masculinización. El tamaño de los senos y la
grasa corporal disminuyen, la piel se vuelve áspera, el clítoris se agranda y la voz se hace más profunda.
Las mujeres pueden experimentar un crecimiento excesivo del vello corporal pero pierden el cabello.
Con el uso continuo de los esteroides, algunos de estos efectos se vuelven irreversibles.
Sistema musculoesquelético
Los niveles crecientes de testosterona y otras hormonas sexuales generalmente provocan el crecimiento
rápido que ocurre durante la pubertad y la adolescencia y también proporcionan las señales para que este
crecimiento se detenga. Cuando un niño o adolescente toma esteroides anabólicos, los niveles
artificialmente altos que resultan de las hormonas sexuales pueden mandar señales a los huesos para que
dejen de crecer antes de lo que normalmente lo hubieran hecho.
Sistema cardiovascular
El abuso de los esteroides ha sido asociado con enfermedades cardiovasculares, incluyendo ataques al
corazón y al cerebro, incluso en atletas menores de 30 años. Los esteroides contribuyen al desarrollo de
enfermedades cardiovasculares, en parte porque alteran los niveles de las lipoproteínas que llevan el
colesterol en la sangre. Los esteroides, particularmente los de tipo oral, aumentan el nivel de la
lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) y disminuyen el nivel de la lipoproteína de
alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés). Los niveles altos de LDL y bajos de HDL aumentan el
riesgo de arteriosclerosis, una condición en que las sustancias lipoides se depositan dentro de las arterias
alterando el flujo sanguíneo. Si la sangre no llega al corazón, el resultado puede ser un ataque al corazón.
Si la sangre no llega al cerebro, el resultado puede ser un ataque al cerebro o apoplejía.
Los esteroides también aumentan el riesgo de que se formen coágulos de sangre en los vasos sanguíneos,
lo que puede interrumpir el flujo sanguíneo, lesionando el músculo cardíaco de manera que no bombee
eficientemente la sangre.
Hígado
El abuso de los esteroides ha sido asociado con tumores hepáticos y una afección poco común llamada
peliosis hepática, en la que se forman quistes llenos de sangre en el hígado. A veces, tanto los tumores
como los quistes pueden reventarse causando hemorragias internas.
Piel
El abuso de los esteroides puede provocar acné y quistes, así como piel y pelo grasiento.
Infecciones
Muchos de los abusadores que se inyectan esteroides anabólicos utilizan técnicas no estériles para
inyectarse, o comparten agujas contaminadas con otros abusadores. Además, algunas preparaciones de
esteroides están fabricadas ilegalmente en condiciones no estériles. Estos factores ponen a quienes
abusan de los esteroides a riesgo de contraer infecciones virales potencialmente mortales como el VIH y
la hepatitis B y C. Los abusadores también pueden desarrollar una endocarditis infecciosa, una
enfermedad bacteriana que produce una inflamación potencialmente mortal del recubrimiento interno del
corazón. Además, las infecciones bacterianas pueden producir dolor y la formación de abscesos en los
sitios de la inyección.
Sistema hormonal
Hombres
Infertilidad
Desarrollo de senos
Mujeres
Agrandamiento del clítoris
Sistema musculoesquelético
Sistema cardiovascular
Ataques al corazón
Hígado
Cáncer
Peliosis hepática
Tumores
Piel
Ictericia
Retención de líquidos
Infección
VIH/SIDA
Hepatitis
Efectos psiquiátricos
Furia, agresión
Manías
Delirios
Los medicamentos antieméticos son aquellos indicados para aliviar las nauseas
e impedir el vómito
Las butirofenonas son más potentes para los vómitos intensos, pero también
producen más efectos adversos.
Diuréticos
Los diuréticos le ayudan al cuerpo a eliminar los líquidos adicionales. A menudo se les
llama "pastillas de agua". Hay muchas marcas de diuréticos. Algunos se toman 1 vez al día.
Otros se toman 2 veces al día. Los tres tipos comunes son:
También hay diuréticos que contienen una combinación de dos de los fármacos
mencionados arriba.
Cuando esté tomando diuréticos, necesitará hacerse chequeos regularmente para que su
proveedor pueda verificar los niveles de potasio y vigilar cómo están funcionando los
riñones.
Los diuréticos hacen que orine con más frecuencia. Trate de no tomarlos por la noche antes
de acostarse. Tómelos todos los días a la misma hora.
Mareo o desorientación
Entumecimiento u hormigueo
Gota
Depresión
Irritabilidad
Pérdida de la libido (por los diuréticos ahorradores de potasio), o incapacidad de tener una
erección
Hinchazón de los pechos en los hombres o sensibilidad mamaria en las mujeres (por los
diuréticos ahorradores de potasio)
Pesarse regularmente
Usted aprenderá cuál es el peso adecuado para usted. Pesarse a sí mismo le ayudará a saber
si hay demasiado líquido en su cuerpo. También descubrirá que su ropa y zapatos se siente
más apretados de lo normal cuando hay demasiado líquido en su cuerpo.
Pésese todas las mañanas en la misma báscula cuando se levante -- antes de comer y
después de ir al baño. Asegúrese de estar usando ropa similar cada vez que se pese. Anote
su peso todos los días en una tabla de manera que pueda llevar un control de él.
Siente dificultad para respirar cuando está activo o cuando está en reposo.
Siente dificultad para respirar cuando está acostado, o una hora o dos luego de dormirse.
Tiene una tos que no desaparece. Puede ser seca y persistente, o puede sonar húmeda y
arrojar esputo, rosado espumoso.
Su proveedor recomendará cambios en el estilo de vida para bajar su presión arterial a un rango normal.
Si su presión arterial es superior a 130/80, pero inferior de 140/90 mm Hg, usted tiene
hipertensión en etapa 1. Cuando piense acerca del mejor tratamiento, usted y su proveedor
deben considerar lo siguiente:
Si usted no tiene otras enfermedades o factores de riesgo, su proveedor puede recomendar cambios en el
estilo de vida y repetir las mediciones unos cuantos meses después.
Si su presión arterial se mantiene por encima de 130/80, pero por debajo de 140/90 mm Hg, su
proveedor puede recomendar medicamentos para la hipertensión.
Si usted tiene otras enfermedades o factores de riesgo, es probable que su proveedor quiere empezar con
medicamentos al mismo tiempo que con cambios en el estilo de vida.
Antes de hacer un diagnóstico final, ya sea de presión arterial elevada o hipertensión arterial,
su proveedor debe pedirle que mida su presión alterial en casa, en la farmacia o en algún otro
lugar que no sea el consultorio o un hospital.
Cada tipo de medicamento para la presión arterial que aparece a continuación viene en
diferentes marcas comerciales y genéricas.
Con frecuencia, se usa uno o más de estos medicamentos para tratar la hipertensión arterial:
Los diuréticos también se denominan píldoras de agua. Ayudan a los riñones a eliminar algo de sal
(sodio) del cuerpo. Como resultado, los vasos sanguíneos no tienen que contener tanto líquido y su
presión arterial baja.
Los betabloqueadores hacen que el corazón palpite a una tasa más lenta y con menos fuerza.
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (también llamados inhibidores IECA)
relajan los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial.
Los bloqueadores de los receptores de angiotensina II (también llamados BRA) funcionan más o
menos de la misma manera que los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.
Los bloqueadores de los canales del calcio relajan los vasos sanguíneos al impedir que el calcio entre
en las células.
Los medicamentos para la presión arterial que no se usan con tanta frecuencia incluyen:
Los bloqueadores alfa ayudan a relajar los vasos sanguíneos, lo cual reduce su presión arterial.
Los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central le dan una señal al cerebro y al sistema
nervioso para relajar sus vasos sanguíneos.
Los vasodilatadores le dan una señal a los músculos en las paredes de los vasos sanguíneos para que se
relajen.
Los inhibidores de renina, un tipo de medicamento más nuevo para tratar la hipertensión arterial,
actúan reduciendo la cantidad de precursores de angiotensina, relajando por ende los vasos sanguíneos.
EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS PARA LA PRESIÓN ARTERIAL
La mayoría de los medicamentos para la presión arterial son fáciles de tomar, pero todos los
medicamentos tienen efectos secundarios. La mayoría son leves y pueden desaparecer con el
tiempo.
Tos
Diarrea o estreñimiento
Problemas de erección
Sentirse nervioso
Dolor de cabeza
Náuseas o vómitos
Erupción cutánea
Nunca cambie la dosis ni deje de tomar sus medicamentos por su cuenta. Siempre hable
primero con su proveedor.
OTRAS SUGERENCIAS
Tomar más de un medicamento puede cambiar la forma como su cuerpo absorbe o usa un
fármaco. Las vitaminas o suplementos, diferentes alimentos o el alcohol también pueden
cambiar la forma como un fármaco actúa en su cuerpo.