Вы находитесь на странице: 1из 4

NIVELACIÓN DE REDACCIÓN

Ciclo 2018-2
Sesión 17AB
Lectura de fuentes para el Examen Final (EF)

Logro de Al término de la sesión, el estudiante revisa las fuentes para el Examen Final
la sesión (EF) y elabora un mapa conceptual y esquema.

Actividad 1

Lee detenidamente las fuentes que se presentan a continuación. Estas abordan el tema sobre el
feminicidio. A partir de ellas selecciona la información más relevante y ordénala a través de un
organizador gráfico (mapa conceptual) y un esquema de redacción, el cual te servirá para tu EF.

Fuente 1

REPORTE: FEMINICIDIO EN EL PERÚ

http://www.flora.org.pe/investigaciones/feminicidio.pdf (Recuperado 10- 07- 2018)

Fuente 2

Feminicidios: celos son la causa de la mayoría de crímenes

Unos 66 feminicidios se han registrado en el país en los primeros seis meses del año. Además, se
denunciaron 108 casos de violencia contra la mujer. La mayoría de estos casos fueron causados
por los celos de las parejas y los intentos de separación. Así lo informó el Ministerio de la Mujer
y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Según Essalud, la violencia contra la mujer, especialmente
la ejercida por las parejas sentimentales, es un grave problema de salud pública. El Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI) señala que el 37% de las mujeres peruanas de entre
15 y 49 años fue víctima de violencia física o sexual alguna vez por parte de sus parejas.

El Seguro Social señala que es importante identificar oportunamente los casos de violencia para
brindar un tratamiento adecuado a los hombres y mujeres. Algunas veces es necesaria atención
especializada en psiquiatría. José Sancho-Dávila Palacios, jefe del servicio de psiquiatría de
Adultos del Hospital Guillermo Almenara, indicó que “tanto la víctima como el victimario
presentan problemas de autoestima, inseguridad, dependencia emocional y, en muchos casos,
repiten patrones de conducta aprendidos desde la infancia, porque provienen mayoritariamente
de hogares disfuncionales”.

Asimismo, dijo que el apoyo de los familiares es fundamental para darle soporte a la mujer
violentada y hasta orientarlas a denunciar al agresor si se diera el caso.

https://elcomercio.pe/lima/feminicidios-celos-son-causa-mayoria-crimenes-355530
(Recuperado: 11-07- 2018)

Fuente 3

La violencia de género
https://www.youtube.com/watch?v=lZ3CfMIc0Ng (3:27)

Fuente 4

1
Feminicidio y violencia familiar
https://www.youtube.com/watch?v=qvnHyNxE-uY

Fuente 5
Ana Jara: Feminicidio en el Perú
https://www.youtube.com/watch?v=EJyr7NI0miU

Fuente 6
La violencia contra la mujer: Feminicidio en el Perú
http://www.flora.org.pe/pdfs/Feminicidio.pdf pag 19-34

Fuente 7

Secuelas del feminicidio, el dolor, depresión e incluso la violencia

Las secuelas del feminicidio son dolorosas y dejan vidas, familias y generaciones destruidas. En
el caso de las mujeres que han sobrevivido a una tentativa de feminicidio, ellas soportaron, antes,
violencia psicológica, física, sexual o económica. En estas víctimas, las secuelas afectan su cuerpo
y su alma. Sufren trastornos clínicos de ansiedad y de depresión graves, pueden caer en el abuso
de alcohol o sustancias psicotrópicas, buscar autolesionarse (dañarse a sí mismas) e incluso tratar
de quitarse la vida.

Desarrollan el síndrome de la mujer maltratada. “Este tipo de víctimas son un riesgo social porque
pueden llegar a cometer delitos mayores”, advierte la psicóloga clínica forense Lorena Cox.

Si estas víctimas sobrevivieron a puñaladas o a traumatismos craneales, padecen secuelas físicas


permanentes que las dejan discapacitadas o lesionadas. Además, por la dependencia emocional y
económica que tienen de su agresor, vuelven con ellos y continúan exponiéndose a formar parte
de la lista de mujeres asesinadas.

“Hay mujeres con hijos de un primer matrimonio fallido que incluso están agradecidas porque
sus nuevas parejas, agresores y potenciales feminicidas, las aceptaron con hijos que no son suyos
y porque cubren sus necesidades económicas. Aceptan ser maltratadas y que sus mismos hijos
sean abusados”. Si se separan del agresor, tienden a buscar otra relación con el mismo perfil de
violencia.

EN LA FAMILIA

Cuando las mujeres no han logrado sobrevivir al ataque feminicida, la muerte no solo termina
con los sueños, el potencial, el futuro y el derecho a la vida de la víctima principal, sino que
también afecta a la familia.

En el 50 por ciento de los casos de feminicidio, hay testigos que presenciaron estos crímenes. Son
niños, niñas, adolescentes que sufrieron un trauma profundo al ver a sus madres siendo
humilladas, golpeadas, violentadas y finalmente asesinadas por sus padres o sus parejas.

En un caso ocurrido en el municipio de Colcapirhua, el año pasado, un niño de 12 años fue testigo
de la violencia que su padre ejerció contra su madre desde que tenía uso de razón. La mujer nunca
denunció las agresiones. Finalmente, el niño vio a su padre apuñalar a su madre hasta matarla.
2
Al margen del dolor de perder a su mamá de la manera más trágica, el pequeño tuvo que ir a
declarar ante la Fiscalía contra su papá. Vecinos de esta familia, consternados, relataron a este
diario que este niño sufrió terribles crisis de depresión porque por un lado sentía rabia contra su
papá por haberle arrebatado a su mamá, pero por otro lado se sentía culpable pues su testimonio
ayudaría a que su padre, el único familiar cercano que le quedaba, fuera sentenciado a 30 años de
cárcel.

Consultada al respecto, la magíster Lorena Cox dijo que las secuelas en los hijos del feminicidio
pueden ser muy graves. Desde el sufrimiento excesivo hasta la reproducción de la violencia. “Al
haber vivido en un entorno violento, reproducirán esa violencia ya sea de forma activa o pasiva”.

Ocurre de manera activa cuando esos menores de edad se convierten en agresores. “Ejercen
violencia contra sus hermanos, sus compañeros de escuela y después con sus parejas”. Otros hijos
se convierten en víctimas pasivas y permiten que los demás ejerzan violencia en contra de ellos.

Estos huérfanos del feminicidio, sufren de baja autoestima, tienen una marcada dependencia
emocional y económica de otras personas, trastornos de personalidad. También pueden reaccionar
con rebeldía ante lo sucedido y empezar a delinquir para “vengarse” de la sociedad, dependiendo
de la poca o nula contención que tengan después del asesinato de la madre.

¿Y qué pasa con las madres, los padres de una mujer víctima de feminicidio? Sienten un enorme
vacío en sus vidas, sufren ataques de frustración por no haber prevenido las muertes de sus hijas,
por no haber detectado a tiempo las señales de la violencia que sufrían. Tratan de reconstruir
mentalmente lo que pasó para hallar respuestas. “Las familias enfrentan estados depresivos. Al
principio se sienten culpables, pero al final reconocen que las mujeres suelen esconder de sus
padres que son víctimas de violencia, ya sea para evitarles sufrimiento o por temor a ser separadas
del agresor del que dependen emocionalmente”.

Ante el dolor, los familiares pueden desarrollar trastornos alimenticios, de sueño, alcoholismo,
dependencia de ansiolíticos, antidepresivos. “Para los padres es muy difícil procesar la muerte de
una hija porque están acostumbrados a velar por su bienestar y ahora que ya no está, sienten que
deben seguir haciéndolo con sus nietos y con la sociedad”.

Hay padres que se vuelven activistas para prevenir, educar, pues entienden por experiencia propia
que estas muertes se pueden evitar con la prevención, logrando que los agresores tengan acceso a
contención educativa, terapéutica y social de sus impulsos.

Hay madres que no pueden asumir siquiera que sus hijas están muertas y se aíslan tanto de la
sociedad que viven en depresión y esa depresión les hace descuidar su salud y sus necesidades
básicas. "Pueden fallecer por ese descuido, por ese abandono de sí mismas causado por una
depresión profunda".

Dependiendo del tipo de violencia que han atestiguado los hijos en su hogar, pueden sufrir
secuelas en la esfera sexual cuando sus madres han sido violentadas en su intimidad. “He evaluado
a muchos hijos testigos de feminicidios. Tienen inestabilidad emocional, un débil control de sus
relaciones, de sus emociones y en varios casos cometen delitos menores, por el alto grado de
frustración y de culpabilidad que sufren.

Estos huérfanos se quedan con tíos, abuelos, primos, pero siempre son adultos estables. Estos
familiares los golpean y los rechazan porque los consideran una carga adicional y los empujan,
indirectamente, a autolesionarse, a la delincuencia, la promiscuidad e incluso a quitarse la vida.

3
EN LOS FEMINICIDAS

El feminicida íntimo es inseguro, busca estabilidad emocional y una pareja que no le demande
gran compromiso o responsabilidad. Padece de alteraciones mentales muy marcadas como la
celotipia (celos irracionales de la pareja o de otro miembro de la familia). “En el caso de una
pareja, el celoso tiene la certeza de que ella le es infiel y por eso la hostiga, la controla”.

Cuando matan, estas personas justifican sus crímenes diciendo que lo hicieron por “motivos
pasionales”, pero es por la violencia internalizada. También exponen argumentos que desbordan
en lo absurdo: desde que “la comida estaba fría” hasta que “alguien la miraba y seguro ella le dio
motivos” o “la atendía más a mi hermana”. No planifican el feminicidio, sino que este delito es
circunstancial y producto de su falta de control de impulsos y de contención social, educativa.
Pueden planificar su suicidio, pero no la muerte de su víctima.

Estas personas pueden volver a relacionarse con otras mujeres que tengan las mismas
características de su anterior víctima y repetir su delito. “Por eso es necesario someter a los
feminicidas a evaluaciones de grado de peligrosidad criminal, para detectar la posibilidad de
reincidencia futura pues algunos feminicidas son seriales”.

En el feminicidio no íntimo, el criminal es un feminicida efectivo porque no ha habido un proceso


de violencia anterior contra su víctima, su móvil es la violación sexual, pero tiene rasgos
psicopáticos de personalidad. “Ellos sí planifican matar en caso de rechazo y su grado de
peligrosidad criminal es mayor que el de un feminicida íntimo, porque no se conoce su identidad
ni su bagaje delincuencial”.

En el 30 por ciento de los feminicidios, los autores se quitan la vida porque su participación en el
delito es evidente, no podrán afrontar las consecuencias y sienten culpabilidad.

http://opinion.com.bo/opinion/informe_especial/2015/0906/suplementos.php?id=7210 (Recuperado:
12-07- 2018)

Вам также может понравиться