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INTRODUCCIÓN
Sólo el 0,01% del agua existente en la tierra es posible de usar directamente para
las actividades humanas, ya que el resto se encuentra en los océanos (97%), y en
forma de nieve o de hielo. Con todo, la cantidad de agua extraída de ríos,
acuíferos subterráneos y otras fuentes se ha multiplicado por nueve desde
comienzos del siglo XX.
El uso del agua permitió expandir los recursos agrícolas de estas sociedades
mediante la canalización de los ríos, lo cual facilitó igualmente el transporte y la
comunicación entre las diferentes ciudades-estado. El aprovechamiento de los
campos anegados por los desbordamientos facilitó la prosperidad económica
alrededor del Nilo, el Tigris y el Eufrates y también la posterior pobreza por la
acumulación de sales en las tierras de Mesopotamia, por la gran cantidad de cieno
que llevaban estos ríos. Todo este saber del pasado, del cual da testimonio
igualmente la cultura griega y el imperio romano, éste último con sus conocidas
innovaciones en materia de acueductos, baños públicos o termas, y sistemas de
alcantarillado, muestran que el uso organizado del agua desde los albores de la
civilización ha sido constante, pero igualmente ha sido también materia de
conflicto.
Son variados los usos del agua y con ellos la ineficiencia que se presenta en
algunos de estos usos. Los promedios mundiales de uso del agua, son: el 73%
para uso agrícola, el 20% para la industria y 7% para el uso doméstico.
Se considera que el riego es el uso más importante del agua, pero es a su vez el
más deficiente porque se pierde hasta el 70% del agua en el transporte. Alrededor
del 40 % de la alimentación mundial depende del riego. La agricultura de regadío
consume dos tercios del agua que se gasta en el mundo.
Desde el punto de vista de la industria, los problemas se presentan por el
despilfarro en la utilización, y por la contaminación que recibe el recurso. Los
desechos líquidos industriales, por ejemplo, asociados a los procesos de
producción de textiles y papel, traen gran cantidad de contaminación orgánica. En
general, la industria y la agricultura llevan gran cantidad de contaminantes
químicos a las corrientes de agua.
Durante la Década del Agua y Saneamiento, establecida por las Naciones Unidas,
entre 1.981 y 1.990, aproximadamente 1.250 millones de personas fueron
provistas con sistemas de abastecimiento de agua y 750 millones con adecuado
saneamiento.
Esto permitió que, por ejemplo, en América Latina a comienzos de los 90, el
promedio de la cobertura con servicios de agua alcanzara el 90% en la zona
urbana y 52% en la zona rural. Sin embargo, si se tiene en cuenta la calidad del
agua que reciben estas comunidades, las cifras disminuyen, el 82% de la
población de las zonas urbanas se abastece de agua potable, mientras que sólo el
36% en la zona rural recibe el líquido en esta condición.
Se calcula que para el año 2.025, el 40% de la población existente, que podrá
ascender a 8.000 millones, tendrá graves problemas relacionados con la
agricultura, la industria y la salud humana, si solo cuentan con sus reservas de
agua dulce.
Por otro lado, la salud de los pobres se ve afectada, en primera instancia, por la
mala nutrición, una de cuyas causas la constituye la carencia de alimentos por
ausencia de agua en las plantaciones; y en segundo lugar, por condiciones
deficientes de abastecimiento de agua, saneamiento e higiene.
Las soluciones
2. La gestión.
Desde la década de los años 70 del siglo que acaba de concluir, se ha venido
trabajando en modelos de gestión del agua y saneamiento básico, teniendo en
cuenta la participación de la comunidad. Por experiencias internacionales se ha
podido comprobar que la participación de la comunidad en los proyectos de agua
da buenos resultados, cuando la población afectada se les involucra y permite
contribuir con sus conocimientos a la configuración de las soluciones.
Para contextualizar el tema del agua en la localidad, se pueden seguir algunos pasos, con
mayor o menor énfasis ya sea que se trate de la zona rural o la urbana:
1. Consulta los aspectos relacionados con las fuentes de agua en la localidad: fuentes y
cuencas en uso, sin explotar y agotadas; tipos de usos de esas fuentes; producción
promedio por habitante, entre otros.
3. Organiza las ideas que se presenten sobre el listado de los problemas ambientales que
has identificado, buscando establecer categorías de relación, de tal forma que se puedan
integrar los problemas en una visión global.
4. Haz un mapa del entorno inmediato (centro docente, por ejemplo), y señala en él los
problemas identificados, los actores involucrados en dichos problemas, los procesos con
los cuales los actores se relacionan con los problemas, las representaciones de los
diferentes actores acerca del uso y preservación del agua.
6. Por último, responde a la siguiente pregunta: ¿Qué puedo hacer para contribuir a
resolver estos problemas sobre el agua desde mi papel como maestro?