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MINISTRA DE DESARROLLO E
INCLUSIÓN SOCIAL
2/1/2016
¿El próximo gobierno tiene que continuar con los programas sociales del Midis,
por qué?
–Nuestra recomendación es que continúe la estrategia Incluir para Crecer, que es la que
propone el proceso de inclusión social. Los programas sociales creados en esta gestión
de gobierno y los que perfeccionamos, como Juntos, tienen que continuar porque en
nuestro país aún existen desigualdades en las que hay que trabajar. La inclusión social
debe seguir siendo una prioridad.
–Tiene el marco de la política social del gobierno, que al ingresar en 2011 encontró que
gran parte de la población amazónica y altoandina no se había beneficiado con el
crecimiento económico. Se plantea Incluir para Crecer porque más allá de crecer 2, 6 o
9 puntos tenemos que seguir incluyendo para crecer. Un país que solo crece no
garantiza reducción de desigualdad ni acceso a servicios básicos.
–Que tenemos las herramientas para articular los sectores y los gobiernos regionales y
locales. Es un reto enorme. Por eso, creamos el Fondo al Estímulo y Desempeño (FED),
el Fondo para la Inclusión Económica en Zonas Rurales (Fonie) y el Sello Municipal
Incluir para Crecer-Gestión Local para las Personas. Todos fortalecen la ejecución
presupuestal para obras de agua, saneamiento, carreteras y salud en regiones y distritos.
–Cada programa a cargo del Midis tiene un objetivo centrado en una etapa de la vida de
las personas. Cuna Más, en el desarrollo integral de los niños y niñas de 0 a 3 años.
Juntos, en el desarrollo de capacidades de niños y niñas desde el período de gestación
hasta que terminan la escuela. Qali Warma contribuye a alcanzar logros educativos en la
etapa escolar. Haku Wiñay genera oportunidades económicas y Pensión 65 mejora la
calidad de vida del adulto mayor.
–No. Juntos y Pensión 65, que son los que transfieren dinero, mejoran la calidad de
vida. No regalan nada. A los programas de transferencia monetaria, sean condicionadas
o no, siempre se les ha calificado de asistencialistas; y estos se crearon para atacar la
pobreza monetaria. Son familias que no tienen ni para comer y reciben su dinero para
que, por lo menos, puedan alimentarse. Hay que contextualizar.
–Todos los programas son evaluados, se miden permanentemente para tomar decisiones
informadas y técnicas que mejoren su ejecución y cumplan con sus objetivos. Por
ejemplo, en el primer año de Qali Warma vimos que teníamos problemas de
cumplimiento con proveedores. Profundizamos la supervisión. En el segundo año,
evaluamos evitar que nos vendieran productos falsificados. En este momento a todos los
programas sociales se les está aplicando su evaluación de impacto.
¿El Midis está sentando las bases para que la atención a la niñez sea una prioridad
del Estado?
–Seguimos creciendo con Cuna Más el próximo año, y esta inversión es la mejor que
hace el Estado. Lo dicen expertos internacionales. En este gobierno la atención a la
primera infancia es permanente, como también la que corresponde a la etapa escolar, y
no solo desde el Midis sino desde otros sectores como Salud, con el Programa
Bienvenidos a la Vida para recién nacidos y el Programa de Salud Escolar.
–A la ciudadanía porque la política ya está. Falta que la gente sienta que las políticas
sociales son suyas para evitar que desaparezcan.
“Los gobiernos locales son los responsables, a través de las unidades locales de
empadronamiento, de levantar la información. Si el alcalde decide no incluir la
información de un empadronado porque no votó por él, deja fuera a un potencial usuario
de nuestros programas o de otros, como Beca 18”, precisó.
Es un riesgo latente, dijo, por eso es que actualmente en Juntos y Pensión 65 los
gestores visitan a los usuarios casa por casa, toman fotos a sus hogares para verificar si
cumplen con las condiciones para ser incorporados al servicio. “Un mal registro es una
mala gestión”.
DESAFÍO
¿El Estado es capaz de ejecutar programas y políticas sociales? Creo que su mayor
desafío es que se concentre en las personas. Por mucho tiempo se ha concentrado en
ejecutar el presupuesto. Es necesario que reconozca que todos los peruanos son iguales.
¿El servidor público tiene que dejar de pensar solo en gastar el presupuesto? Tienen que
concentrarse en que el servicio le llegue al ciudadano con calidad, y no solo en ejecutar
los recursos. ¿Es importante gastar en alimentos o asegurar que se consuman? La visión
de ciudadanía en las políticas cambia todo.
¿Los programas sociales son una oportunidad de cambio? Son una oportunidad para que
los servidores públicos brinden servicios que reduzcan las desigualdades.
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Presidente de Directorio: Carlos Becerra Gutiérrez
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Uno de los temas más debatidos (y tergiversados) en estos meses de transición política,
ha sido el de los programas sociales. ¿Funcionan o son meros paliativos? La pregunta es
simple, la respuesta no.
Entre 2010 y 2015 la pobreza monetaria se redujo del 37% al 22% y la pobreza extrema
del 8% al 4%. Son cambios considerables, sobre todo el primero. El factor principal de
este descenso fue el crecimiento sostenido del PBI de un 6% en promedio durante la
última década. Pero los programas sociales son responsables por un 20% a un 30% de
este descenso en la pobreza. La razón es simple; para la población sin educación, sin
carretera, sin agua ni luz ni otros activos, el crecimiento del mercado les pasa por delante
sin incorporarlos. Para éstos, los programas sociales deben cumplir un rol de protección
y uno de habilitación y promoción eventualmente. Pero hay más, solo el crecimiento
económico no puede bajar la desnutrición crónica, frenar el embarazo adolescente o
disminuir el abandono de niños entre otros problemas. Para ello son indispensables las
políticas y programas sociales.
¿Cuáles han sido sus logros? En los últimos 5 años la desnutrición crónica bajó del 23%
al 14%, la brecha de pobreza se redujo del 9% al 5%, los hogares con servicios completos
subieron del 59% al 67% y la pobreza extrema sería del 7% y no del 4% sin las
transferencias de los programas sociales. La anemia por el contrario tuvo un descenso
modesto, del 38% al 33% en el mismo período 2010-15. Logros hay y sería una
mezquindad el no reconocer el esfuerzo del gobierno del presidente Humala, aunque
éstos resultados sean insuficientes.
¿Cuáles son los retos entonces, que falta? En primer lugar mejorar la gestión de la política
social la que sigue estando dispersa en una docena de dependencias públicas con 26
programas de los que el MIDIS solo ejecuta 6. Pese a ser la instancia normativa en política
social, los mecanismos de coordinación inter-sectorial y el liderazgo del MIDIS son
aún muy débiles. JUNTOS por su cobertura y buena focalización, debería ser la columna
vertebral a la que se articulan todos los demás programas sociales, en especial en el área
rural. El segundo reto en cuanto a gestión es la mayor articulación entre la política
económica y la social. Las políticas de empleo, de ampliación de la educación técnica, la
mejora de la calidad de la educación superior, el re-lanzamiento de los programas de
micro-crédito y asistencia técnica para mejorar la productividad de las PYMES, su
formalización y sobre todo la mejora de la infraestructura (agua y saneamiento, vialidad,
internet, etc.) son indispensables para mejorar la equidad. Todas estas son medidas
transversales con efecto multiplicador tanto en lo económico como en lo social. El tercer
reto es la descentralización de la política social, en especial de la función protectora a
nivel de los gobiernos locales. Para ello se necesita capacitación, asistencia técnica y
supervisión desde el gobierno central. Ello supone reforzar y descentralizar SERVIR,
mantener actualizado y generalizar el uso del SISFOH y el padrón nominado y extender
la experiencia del monitoreo social que hoy lidera el MEF en algunas regiones a todo el
país, bajo el liderazgo de las autoridades locales.
En conclusión, los programas sociales han cumplido una etapa que priorizó la protección
de la población más vulnerable.Sin descuidar a ésta, el nuevo giro de la política social
debe ser hacia la creación de capacidades y la promoción de oportunidades económicas
que permitan a los pobres valerse por sí mismos e integrarse a la modernidad sin perder
su identidad y dignidad.
Humala aseveró que esta estrategia nos permite ser uno de los pocos países de América
Latina que sigue reduciendo pobreza. "En esta administración se ha consolidado la
política social, lo que no existió en gobiernos anteriores", refirió.
Fuentes refiere que el Estado ha distribuido a municipios y regiones una gran cantidad
de presupuesto, pero no se ha tenido suficiente capacidad de gestión que evite actos de
corrupción y el mal manejo de inversión pública.
"En el Estado peruano no existen muchos excedentes, por lo que es necesario acotar y
focalizar el gasto público. Se ha priorizado los programas sociales para aliviar la
pobreza, pero creo que debería enfatizarse más en programas relacionados con la
generación de competencias, porque es más rentable para el largo plazo apostar en
educación e infraestructura", concluye el profesor de ESAN.
¿Considera que el próximo gobierno debe hacer ajustes a la política social con
miras a reducir la pobreza?
Programas sociales: agenda de reformas
(A) La falta de coordinación que existe entre los distintos programas genera una
superposición de acciones y un desaprovechamiento del potencial sinérgico entre
ellos. Las fragilidades institucionales del Estado, expresadas en la carencia de un
sistema de planeamiento estratégico eficaz y de un servicio civil de calidad, así como en
la precaria descentralización de funciones públicas, han creado un entorno de masiva
descoordinación en la gestión estatal.
Es particularmente clamoroso el
problema de falta de tutela legal efectiva que afecta a un altísimo porcentaje de la
población nacional, debido a la acendrada corrupción e inoperancia de los sistemas
judiciales y administrativos, y a los altos costos que conlleva el promover acciones
legales. Es decir, para la inmensa mayoría de peruanos, los derechos sólo tienen
vigencia declarativa. Los resultados de tal situación afectan desproporcionadamente a
las personas pobres, condenándolas a permanecer en tal condición de modo perenne.
Por ello, resulta fundamental articular los esfuerzos de reformas de los sistemas judicial,
policial y administrativo, con las estrategias de lucha contra la pobreza.
(F) Las filtraciones, que implica la desviación de los recursos, sea generando
inequidades entre beneficiarios o posibilitando que aquéllos sean ilícitamente
comercializados.
¿De qué modo cree usted que puedan transferirse las buenas prácticas de gestión del sector
privado para mejorar la eficacia de los programas sociales del Estado?
La sociedad peruana no rechaza la desigualdad de los ingresos, pero sí percibe que una
parte de la población permanece excluida pese al crecimiento económico, aclara Luis
Triveño, presidente ejecutivo de Proexpansión. Aquí, su balance del 2013 sobre el
'caballito de batalla' de Ollanta Humala: La inclusión social.
¿Qué problemas?El hecho que sea focalizado es bueno porque te permite llegar a la
población más vulnerable, pero el tema es que llegue a todos ellos y no a los vulnerables
con cierta afiliación política. Y eso puede pasar en un programa social.
¿Qué le falta hacer al gobierno?Creo que la barrera más grande que existe es que hay
una gran cantidad de excelentes técnicos que trabajan en el Midis, pero han comenzado
a aparecer problemas que tienen naturaleza de gestión y no van a poder resolverse si no
son capaces de atraer profesionales del sector privado ofreciendo condiciones mucho
más competitivas. El problema de Qali Warma lo puede resolver tranquilamente alguien
que haya trabajado en ese tipo de programas anteriormente.
¿Faltan profesionales con más experiencia?A veces no puedes ganar el partido con
pura defensa. El sector público está lleno de defensas, pero faltan los goleadores que
están en el sector privado, y que cuestan.
¿Se deben destinar más recursos al Midis o a los programas sociales?El Estado
tiene los recursos, pero no los mecanismos para atraer los talentos del sector privado.
Esa norma que lanzó el gobierno anterior para poder límites a los salarios de los
profesionales ha ahuyentado a los profesionales de seguir la carrera pública. Yo no sé
cuánto vale para el Estado un programa Qalli Warma que funcione con una eficiencia
tremenda en el aspecto logístico. Vale muchísimo.
El sector privado reclama justamente que no se ejecuta todo el presupuesto…El
reclamo de los empresarios es: ¿Por qué mejor no bajas los impuestos si no eres capaz
ni siquiera de gastar lo que tienes? Y es razonable, pero probablemente la respuesta no
sea bajar los impuestos, sino mejorar la ejecución del gasto.
Tienes grandes técnicos, pero necesitas una calidad de gestión importante. Falta una
inyección de talento del sector privado. Necesitamos pisar el acelerador. Estamos en una
época en la que no falta en dinero en las arcas públicas.