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EL HOMBRE Y EL ESPIRITU Watchman Nee

tomamos la cruz. Esto sedebe a que nuestra personalidad se halla en el yo y no


puede ser crucificada. Una vez que el yo muere, nuestra persona muere. El
yo es nuestra propia persona. Por lo tanto, solamente podemos negarnos al yo
y tomar la cruz para ponerle fin. El significado de llevar la cruz no es morir,
sino estar dispuesto a morir. De la misma manera, la Biblia no dice que
debemos crucificar la vida del alma, sino que debemos perder la vida del alma,
pues si nuestra vida natural fuera crucificada, nuestra vida física también
terminaría.Esto no significa que en la primera edición no estábamos conscientes
de estas diferencias. Creemos que si los principios y hechos espirituales son
correctos, la terminología no es tan importante. Al hacer cambios, aun en esta
edición, no hemos tratado de corregir esas disparidades. Pero recientemente
el Señor nos recordó que debemos ser más cuidadosos en este asunto. El nos
ha mostrado cómo un término impreciso puede producir una verdad inexacta
y cómo la exactitud en la terminología es importante. Por supuesto,
preferimos tener la realidad espiritual que la terminología exacta. Pero
cuando tenemos la realidad espiritual, también vale la pena que tengamos la
terminología precisa. Además, una terminología exacta nos proporcionará
más luz. Debidoa esto, en muchos casos hemos cambiado la terminología.
Espero que podamos hacer lo mismo en las demás publicaciones.Quisiera que
los lectores prestaran atención al efecto específico y personal que la verdad
produce en nosotros. Por esta razón no he mencionado muchas verdades
objetivas. Este es el carácter de este libro. Emprendí la escritura de este libro
debido a que creí que había un vacío en cuanto a las verdades específicas y
aplicadas. Por lo tanto, los lectores deben saber que lo dicho aquí con respecto
a las diversas verdades no es completo; es sólo una exposición del aspecto
aplicado de esas verdades.Este libro circulará de nuevo para llevar a cabo la obra
que Dios le designó. Sólo lamento mi limitación como escritor. Siempre se
pierde algo de laverdad de Dios cuando ésta es puesta en las manos de
los hombres. Lo único que puedo decir es que toda la gloria debe ser dada
a Dios, y yo soy responsable por cualquier defecto. Que Dios bendiga lo que
pueda bendecir.El autorShanghai, 30 de mayo de 1932.

Puedo decir que durante ese período, todos los días tuve en mi mente la
escritura de este libro. Ante los hombres, la publicación de este libro se
había retrasado, pero en lo más recóndito de mi ser, yo entendía claramente
que estaba bajo la mano del Señor. Durante los últimos años, las verdades
contenidas en este libro, particularmente las del tomo tres, han liberado a
muchos de la autoridad de las tinieblas, lo cual demuestra que hemos visto
la realidad espiritual. El Señor ha derramado Su gracia en mí de una forma
especial, para mostrarme la meta de la redención y la forma de distinguir
entre la nueva creación y la vieja creación. Tengo que darle las gracias por
ello. El Señor me ha permitido viajar más durante los últimos años y me ha
dado la oportunidad de conocer, en diversos lugares, a muchos de Sus
hijos. Esto, por supuesto, enriqueció mis observaciones, conocimiento y
experiencia. Al relacionarme con otros, el Señor me mostró la escasez que existe
entre Sus hijos yel camino de salvación revelado en la Biblia. Puedo decir a
mis lectores que aun cuando este libro es un libro que examina la vida espiritual,
todos los puntos contenidos en él pueden ser comprobados en la
experiencia.Recientemente, debido a la enfermedad que tuve, comprendí, por un
lado, la realidad de la eternidad y, por otro, mi deuda para con la iglesia de Dios.
Por lo tanto, deseé terminar este libro a la mayor brevedad posible. Le doy
gracias a Dios el Padre y también a algunos pocos de mis amigos en el
Señor, quienes me prepararon un lugar tranquilo debido a la debilidad de mi
cuerpo. Esto me permitió terminar en pocos meses las primeras cuatro
secciones. Aunque aun no he iniciado las secciones restantes, Dios el
Padre siempre está presto a darme gracia cuando la necesito. Ahora que
este libro está a punto de publicarse, quisiera ser franco en cuanto a algunos
aspectos: no fue fácil aprender las verdades de este libro, y fue aún más difícil
escribir acerca de ellas. Durante esos dos meses, puedo decir que estuve
en las garras de Satanás. ¡Cuánto conflicto hubo! ¡Cuánta oposición! Todas
la fuerzas del espíritu, el alma y el cuerpo se enfrentaron contra el Hades.
Por lo pronto, tal batalla ha cesado. Sin embargo, las secciones restantes,
no se han concluido. Espero que aquellos que apoyaron a Moisés en el monte,
no se olviden de José, quien pelea en el valle. Sé que el enemigo aborrece
profundamente este libro y que tratará de hacer lo que esté a su alcance por
estorbarlo e impedir que llegue a la gente.Y aun cuando se publique, impedirá que
la gente lo lea. Que el enemigo no prevalezca en este asunto.Debido a lo
voluminoso del libro, lo dividí en tres tomos. Algunas partes del libro dan
énfasis a la vida espiritual, y otras, a la batalla espiritual. Las partes que hablan de
la batalla espiritual, también aluden a la vida espiritual, y viceversa. La
diferencia básica entre las diversas partes es el énfasis. Ya que el propósito de
este libro es guiar a los que no tienen un rumbo definido,se presta más
atención a los pasos mismos del camino que a exhortaciones a tomarlo.
Esta obra no es una exhortación a ir en pos de verdades espirituales, sino
que se dirige a quienes desean seguir dichas verdades, pero no han
encontrado la manera de hacerlo; se dirige a quienes tienen el deseo de
encontrar la guía apropiada. Este libro no se escribe como un sermón ni
como un análisis retórico. Existen variaciones en el grado de profundidad, a lo
cual el lector debe poner atención.Tengo la plena certeza de que las
condiciones espirituales de los lectores son diferentes. Los grados de vida
espiritual mencionados en el libro también varían completamente de una
sección del libro a otra. Por lo tanto, si el lector se encuentra con pasajes
que no entiende, no debe rechazarlos nitratar de investigarlos con su mente,
pues se trata de

verdades dirigidas a los que tienen más madurez. Si lee de nuevo esos pasajes
más adelante, quizás en quince días o un mes, descubrirá que entiende
más. En síntesis, este libro habla de la vida y de la experiencia espiritual, y
no se puede entender simplemente usando un método. Lo que uno
considera común o trivial, al final puede resultar lo más valioso. El
crecimiento espiritual que una persona haya alcanzado determinará el
grado de comprensión que tendrá de este libro. ¿Significa esto que una persona
puede entender cierto aspecto sólo cuando ha llegado a ese punto en su
experiencia? No, pues si ése fuera el caso, no habría necesidad de que se
escribiera este libro. Hay un misterio en la experiencia espiritual del
creyente: cuando el Señor desea conducir al creyente a una vida espiritual
profunda, le muestra algo de los principios básicos de ese nivel de vida espiritual
antes de introducirlo en ella. Muchos creyentes que experimentan cierto
grado de espiritualidad, piensan que ya llegaron a ese nivel, sin darse cuenta de
que eso es solamente el principio de la obra que el Señor usa para guiarlos a
lo correspondiente a dicho nivel. Por lo tanto, cuando el creyente alcanza
cierta espiritualidad, mas sin entrar plenamente en ese nivel, puede
beneficiarse de las enseñanzas contenidas en este libro.Al leer una obra como
ésta tengamos presente que no debemos tomar el conocimiento adquirido,
como una herramienta para hacernos un autoanálisis. Si nos vemos a la luz
de Dios, nos conoceremos a nosotros mismos, y a la vez, continuaremos abiertos
en el Señor. Pero si nos analizamos continuamente, nos encerraremos en
nuestros propios pensamientos y sentimientos. La autoevaluación nos impedirá
perder nuestro yo en Cristo. Un creyente no sabe nada, a menos que el
Señor le haya enseñado en lo profundo de su ser. El autoanálisis y el
conocimiento propio son peligrosos para la vida espiritual.Recordemos que en el
camino de salvación la meta de Dios es liberarnos por medio de la vida
nueva que nos dio cuando fuimos regenerados y librados (1) del pecado,
(2) de lo natural (nuestra naturaleza) y (3) de lo sobrenatural (y sus aspectos
pecaminosos). Los tres pasos de liberación son indispensables. Si el creyente
limita el caminode la salvación y se conforma solamente con la victoria sobre el
pecado, pierde de vista la voluntad de Dios. La naturaleza buena también debe ser
vencida, así como las cosas sobrenaturales del enemigo. Es necesario vencer el
pecado, pero a menos que uno también venza la estrechez de su ser natural y la
maldad sobrenatural, no es perfecto. Tal victoria sólo proviene de la cruz. Por la
gracia de Dios, espero poner más atención a estos puntos y presentarlos con
claridad. Con excepción de la sección del tomotres que trata del cuerpo,
este libro podría considerarse psicología bíblica. Lo tratado en él se basan
en las Escrituras y lo podemos corroborar en nuestra experiencia espiritual. El
resultado de nuestro estudio es que en cada experiencia espiritual, como por
ejemplo, la regeneración, hay cambios específicos en nuestro hombre
interior. Después de estudiar este tema, veremos que la Biblia divide al
hombre en tres partes: el espíritu, el alma y el cuerpo. Más adelante estudiaremos
la función de estas tres partes, especialmente las funciones del espíritu y el alma.
También veremos lo que constituye cada parte y en qué difiere de las otras.Es
necesario hacer una aclaración para proporcionar una mejor comprensión de la
primera sección del tomo uno. Es indispensable que los creyentes
espirituales que buscan más del Señor conozcan la diferencia que hay entre
el espíritu y el alma y entre sus respectivas funciones. El creyente puede
andar según el espíritu sólo después de entender lo que es el

espíritu y lo que esser espiritual. En la actualidad esto no se conoce en China,


debido a lo cual tratamos el tema detenidamente en la primera sección. Los
creyentes que tienen suficiente conocimiento no encontrarán dificultad en
dicha sección. Pero quienes no están familiarizados con esta clase de
distinción, sólo deben prestar atención a la conclusión, por lo pronto, y deben
pasar a la segunda sección. La primera sección no trata de la vida
espiritual, sino del conocimiento necesario para la vida espiritual. Se tendrá
una mejor comprensión si primero se termina el libro y luego regresa a esa
sección.También es necesario dar una explicación con respecto a la
traducción de las Escrituras usadas en este libro. Le doy gracias a Dios por
darnos una buena traducción en chino. En muchos pasajes es mejor que
algunas de las versiones inglesas, pero en otros, debido a la gramática del
chino, la traducción tiende a alejarse del significado original. Debido a esto, es
obvio que hay cierta limitación cuando estudiamos la vida espiritual.Donde esto
ocurre, he tenido que ofrecer mi propia traducción. No nos preocupamos mucho
por el estilo, pues nuestra meta es comunicar el significado espiritual de la
palabra.La enseñanza de la diferencia entre el alma y el espíritu no proviene de
mí. Andrew Murray dijo que tanto la iglesia como los individuos deben temer a la
actividad desordenada de la mente y de la voluntad del alma más que a
cualquier otra cosa. F. B. Meyer añade que a menos que uno sepa diferenciar
entre el alma y el espíritu, no se puede ni imaginar lo que es la vida espiritual.
También Otto Stockmayer, Jessie Penn-Lewis, Evan Roberts y la señora
Guyón han dado testimonios similares. Ya que hemos recibido la misma
comisión que ellos, tengo la libertad de citar sus escritos. Debido a que son tantos
los pasajes en los que aludo a ellos, no hice una lista específica del origen de la
cita.Este libro no está dirigido exclusivamente a los creyentes en general,
sino también a quienes están en la obra del Señor y son más jóvenes que
yo. Los que tienen la responsabilidad de guiar a otros en la búsqueda
espiritual, deben comprender que estamos guiando a algunos a salir y a otros
a entrar. Debemos saber de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos.
¿Quiere el Señor que solamente ayudemos a algunos, por un lado, a no
pecar y, por otro, a ser fieles? ¿O hay algo más profundo que esto? Para mí, la
Biblia es muy clara con respecto a este punto. La meta de Dios es guiar a
Sus hijos a salir por completo de la antigua creación e introducirlos en la
nuevacreación. No importa cuán buena parezca a los hombres la antigua
creación, a los ojos de Dios está condenada. Si los obreros cristianos sabemos lo
que debemos derribar y lo que debemos edificar, guiaremos a los demás por el
debido rumbo. La vida espiritual comienza con la regeneración, que consiste
en recibir la misma vida de Dios. Es inútil gastar energía exhortando,
persuadiendo, debatiendo, explicando e investigando para terminar sólo con
un entendimiento mental, algunas decisiones y algo de actividad emocional, sin
que se haya logrado que la persona reciba la vida de Dios en su espíritu.
Espero que todos los que tienen la misma responsabilidad que yo de
predicar la Palabra de Dios, se den cuenta de que nada es provechoso a menos
que el hombre reciba lavida de Dios en lo más profundo de su ser. Qué
gran viraje dará nuestra labor si estamos conscientes de esto.
Comprenderemos que muchos que dicen haber creído en el Señor Jesús,
realmente no han creído. Muchas lágrimas y muestras de arrepentimiento,
buena

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