Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Pablo desea que los cristianos seamos generosos con nuestras ofrendas y que
seamos creyentes fieles en dar y ofrendar para Dios pero eso no quiere decir que
seamos cándidos en no saber cómo es administrada nuestras ofrendas y qué se
hacen con ella. ¿Por qué debo dar para la obra misionera? Porque puedo comprobar
que mi dinero es bien administrado por la Iglesia.
- Un verdadero creyente debe ser desprendido para la obra de Dios. En Ex. 35:5
“Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la
traerá a Jehová; oro, plata, bronce,”
- No debe haber entre los creyentes, personas que sean mezquinas de entregar a
Dios sólo limosnas.
- No debemos ofrendar con dolor, sino con gozo de saber que es para la
expansión del reino de Dios.
e) Es un privilegio ofrendar:
“pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de
participar en este servicio para los santos”
(v. 4)
- ¿Cuántos privilegios Dios le ha dado a usted como creyentes? Ahora ¿No es
acaso un privilegio ser socio de Dios apoyando en la evangelización del mundo?
- Qué privilegio más grande que Dios nos haya considerado para ser apoyo
moral, espiritual y económico de sus siervos los misioneros.
a) Es un compromiso de consagración:
“Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al
Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios” (v. 5)
- Nadie podrá dar a Dios ofrendas si primero no está entregado a Dios en otras
áreas de su vida. Un creyente que se entrega a Dios será un creyente que
entregue para Dios.
- Ofrendar para Dios es una virtud cristiana tan igual que la fe, el amor, o el
servicio para los santos.
- La Biblia ratifica claramente muchas veces que las ofrendas son voluntarias, no
son una IMPOSICIÓN. Algunos hasta lanzan “dobles maldiciones” por no
ofrendar
- Cuidado con los “asalariados” que obligan a sus fieles a que ofrenden. Es una
relación personal con Dios.
d) La ofrenda es voluntaria:
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a
vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis
enriquecidos.” (v. 9)
- Un ejemplo de verdadera ofrenda es lo que Cristo ha hecho por nosotros. Fue:
voluntaria, desprendida y sacrificial.
a) Debemos cuidar que los fondos sean verdaderamente para el propósito para el
cual se da:
“Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros
estrechez” (v. 13)
- Si yo entrego mis ofrendas para la obra de Dios, sin embargo, veo que los
líderes de la iglesia o el Pastor se están enriqueciendo con mi dinero, no debo
participar de ese pecado.
b) La iglesia debe cuidar que haya igualdad y se supla realmente las necesidades
de los santos:
“14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la
escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad
vuestra, para que haya igualdad, 15 como está escrito: El que recogió mucho,
no tuvo más, y el que poco, no tuvo menos.” (v. 14-15)
- Nuestra ofrenda misionera la entregamos con la finalidad de que los siervos de
Dios que no tienen como solventarse o no tienen como sustentarse puedan
recibir nuestro apoyo.
- No hay gozo más grande para un cristiano de saber que entrega una ofrenda
para alegrar a un siervo de Dios que está pasando necesidad.
c) El dinero debe ser administrado por siervos de la Iglesia que tengan buen
testimonio:
“16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por
vosotros. 17 Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy
solícito, por su propia voluntad partió para ir a vosotros.” (v. 16-17)
d) El dinero debe ser administrado por algún hermano designado por la misma
iglesia.
“18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se
oye por todas las iglesias; 19 y no sólo esto, sino que también fue designado
por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este
donativo, que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para
demostrar vuestra buena voluntad;” (v. 18-19)
- El verdadero siervo de Dios apoya que las cosas se hagan claras y que no
quede suspicacia de nadie.
Conclusión: Amados hermanos, cuando vemos que en nuestra iglesia hay orden, hay
cuidado, hay respeto por nuestro dinero, y que todas las cuentas son transparentes, y
que participamos activamente del cuidado del dinero de la obra de Dios, eso nos debe
dar mayor confianza para entregar nuestras ofrendas. La obra misionera se hace con
las manos de aquellos que dan pero que dan sabiendo que se hacen las cosas
correctamente y honestamente para la obra de Dios. La honestidad de nuestra iglesia
debe motivarnos a entregar para Dios.