Para empezar, la problemática ambiental generada por el mal manejo de los residuos

sólidos afecta a la salud pública. Dentro de lo que son los residuos sólidos se encuentran
los residuos electrónicos y se sabe hoy en día que la tecnología está avanzando y el
consumismo por parte de nosotros también; es por ello que nos hemos visto obligados a
ir renovando nuestros equipos electrónicos. Sin embargo, muy pocos conocen los efectos
nocivos a la salud de estos residuos si no se logra un buen proceso de reciclaje. Para
ilustrar, un televisor arrojado al mar puede contaminar hasta 80,000 litros de agua con las
sustancias de su composición: plomo y fósforo, y así mismo, la batería de un teléfono
contamina aproximadamente 50,000 litros de agua con cadmio y níquel. Estos residuos
contaminan la atmósfera, el mar y una vez que se encuentran en la naturaleza no se puede
hacer mucho ya que no son química ni biológicamente degradables. Además, la ingesta
de animales y plantas en estas condiciones pueden provocar síntomas de intoxicación ya
que la concentración de metales en los organismos aumenta a medida de que se ingieran
otros seres vivos, lo que quiere decir que los metales se van acumulando en ellos
alcanzando concentraciones mayores de lo que se pueda encontrar en el medio ambiente.

“En concreto, el plomo y el mercurio “pueden afectar al cerebro y al sistema nervioso y

son particularmente peligrosos para las mujeres embarazadas y para los niños
pequeños.”(2017, recuperado de https://donalo.org/post.php?post=174).
Desgraciadamente, es evidente el impacto negativo que genera la ineficiente gestión de
estos residuos a nivel de la salud en las personas, ya que un gran porcentaje de estos se
va a vertederos, mares y ríos y no pasan por el proceso de tratamiento adecuado que es
primeramente ser llevados a una planta de tratamiento para los procesos de
descontaminación, desmontaje, reciclaje, y valorización.

Por otro lado en la clasificación de los residuos sólidos también se encuentran los residuos
orgánicos. “La fermentación de los residuos domésticos orgánicos crea condiciones
favorables para la supervivencia y el crecimiento de patógenos microbianos, que
propagan enfermedades infecciosas, especialmente del tipo gastrointestinal,
dermatológico y/o afecciones del sistema respiratorio y cardíaco.” (2018, recuperado de
https://www.ecoticias.com/residuos-reciclaje/135568/Efectos-sobre-la-salud-y-el-
Medio-Ambiente-de-los-Vertederos). Igualmente como los residuos eléctricos, gran
porcentaje de los residuos orgánicos también son llevados a vertederos y en las cercanías
de estos hay un alto índice de presencia de enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera,
la disentería, entre otras. Además, en estos lugares proliferan cucarachas, ratas, moscas,
mosquitos, que son portadores de varias enfermedades. Por lo que el mal olor que emana
de estos vertederos proviene de las altas concentraciones de sulfuro de hidrógeno y
amoníaco que se producen por la descomposición de los residuos orgánicos de parte de
las bacterias. La existencia de estos sitios afecta de manera directa a todos los residentes
que viven alrededor de ellos según la ONU. Además de ello, la inhalación de los gases
tóxicos es un problema de salud pública para aquellos que viven en los alrededores de los
vertederos de basura. Ciertos gases como el dióxido de carbono y el metano se van
acumulando en las casas y en los edificios desplazando el oxígeno, lo que ocasionan
graves problemas respiratorios.