Вы находитесь на странице: 1из 15

Los niveles de contaminación a los que están llegando las dos grandes capitales del país,

Bogotá y Medellín, incluido el valle de Aburrá, que comprende diez municipios más, están
pasando de castaño oscuro. Las emergencias de los últimos días han obligado a decretar
alertas de todo tipo y a adoptar medidas extremas. Bogotá completó casi una semana en
señal amarilla por el enrarecimiento del aire (el PM 2,5 llegó a 55 microgramos, cuando lo
normal son 25 por metro cúbico cada 24 horas) desde el pasado 16 de marzo, mientras que
a la capital antioqueña la nube contaminante la persigue desde febrero.

Es verdad que ciertas condiciones naturales explicarían parte del problema. La situación
geográfica de cada región, el flujo de los vientos en la atmósfera o la amplia nubosidad
evitan que las partículas de hollín se desplacen, y esto contribuye a empeorar las cosas. Sin
embargo, las causas para lo que viene sucediendo son más de fondo, y así hay que tratarlas,
por dolorosas y costosas que resulten.

Para empezar, hay que aseriar la información de los puntos de monitoreo, en donde
entidades oficiales y privadas no se ponen de acuerdo sobre la cantidad de PM 2,5 presentes
en el aire. La Secretaría de Ambiente de Bogotá habla de un número reducido de
localidades afectadas, en tanto que la Universidad de los Andes afirma que son al menos
media docena. Sin información confiable resulta difícil hallar soluciones precisas.

En segundo lugar, va siendo hora de que los gobiernos locales revisen protocolos y medidas
de control de industrias formales e informales, planteen de una vez por todas una estrategia
seria de chatarrización del parque automotor obsoleto y adelanten acciones más
contundentes contra los vehículos chimenea que pululan por las avenidas. Vale la pena
preguntarse qué papel están jugando los centros de diagnóstico que deben dictaminar el
estado de los vehículos en cuanto a emisión de gases. A veces parece que el del aire es el
eslabón más débil al ejercer control ambiental. Da grima confirmar a diario las condiciones
del aire que respiramos.

Los sistemas masivos tipo TransMilenio también están en el ojo del huracán. Si bien es
cierto que contaminan menos que los destartalados vehículos de hace dos décadas, su
funcionamiento es a base de diésel, el más perjudicial de todos. Hay una oportunidad para
el aire con el anuncio del cambio de 1.400 articulados por buses con tecnologías
ambientalmente sostenibles, las cuales no deben seguir siendo un tabú. La Administración
tiene que emplearse a fondo en tal empeño, al costo que sea. Por encima de todo, debe
primar el derecho de la mayoría a respirar un aire sano.

Otras medidas se reclaman con urgencia no de ahora, sino de hace tiempo: mejorar la
calidad del combustible distribuido por Ecopetrol es lo que más pide la Alcaldía de
Medellín, que hizo un pacto con entidades públicas y privadas para encontrar salidas a la
situación que viven. Pero, sin duda, lo que más ayudaría es la conciencia colectiva de hacer
un uso más racional del vehículo, apostar por transportes alternativos y tener paciencia con
proyectos de infraestructura que apuntan en la dirección correcta
En estas dos ciudades se registran las mayores concentraciones de material particulado en
la atmósfera. Sin embargo, por las características que presentan, las de Medellín son más
peligrosas para la salud.

El material particulado se asocia al incremento del asma y las alergias. El material


particulado se asocia al incremento del asma y las alergias.

Los resultados arrojados por las estaciones de monitoreo de aire ubicadas en Carvajal y
Sevillana, dan cuenta que en Bogotá se concentra la mayor cantidad de PM10 en Colombia.

Esto significa que los habitantes de la capital del país están expuestos a pequeñas partículas
sólidas o líquidas como polvo, cenizas, hollín y cemento, cuyo diámetro aerodinámico es
igual o inferior a 10 µm, es decir, un micrómetro, que equivale a la milésima parte de 1
milímetro. Sin embargo, aunque representan riesgo, no constituyen un peligro para la salud
humana.

Entre tanto, las estaciones Tráfico Sur en el municipio de Sabaneta (Antioquia) y Tráfico
Centro de Medellín reportaron las mayores cantidades de PM2.5, partículas suspendidas de
menos 2,5 micras de tamaño, que pueden llegar a afectar la salubridad de las personas
debido a que provienen, en buena medida, de las emisiones de los vehículos diesel.

Al ser 100 veces más delgadas que un cabello humano, estás fracciones son mucho más
fáciles de respirar y, por ende, de penetrar a los pulmones, el aparato respiratorio e incluso
al torrente sanguíneo, lo que puede derivar en enfermedades de tipo respiratorio como la
bronquitis e incluso afecciones cardiovasculares.
Puede leer: Solo sobreviven 37 kilómetros cuadrados de área glaciar colombiana

De hecho, trabajos científicos reflejan que a este tipo de partículas, procedentes


principalmente del tráfico urbano, se asocia al incremento del asma y las alergias en la
población expuesta.

En el informe del Estado de la Calidad del Aire en Colombia en 2017 que fue presentado
por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), también se
estableció que en las estaciones de Las Américas, en Yumbo; Tráfico Centro, en Medellín;
Molinos, en Santa Marta y Éxito San Antonio, en Medellín también se presentan altas
concentraciones de PM10.

En Bogotá se concentra la mayor parte de partículas PM10 del país. Foto: Archivo

De igual manera, el estudio realizado a partir de los datos recogidos por el Subsistema de
Información sobre Calidad del Aire (Sisaire), señala que en las estaciones de Carvajal-
Sevillana, en Bogotá, Universidad Nacional Facultad de Minas, en Medellín y Corporación
Lasallista en el municipio de Caldas, reportaron impotantes cantidades PM2.5.

"Más allá de la información numérica, este informe nos debe servir para el cumplimiento
de las normas hacia el 2030. Además, es un gran aporte para tomar deciciones que nos
permitan mejorar la calidad del aire en Colombia", indicó Willer Edilberto Guevara,
viceministro de Ambiente.
Entre tanto, desde el Ideam señalaron que han venido fortaleciendo el control, la vigilancia
y el monitoreo de la calidad del aire en el país, a partir de la ampliación del número de
estaciones.

"A diciembre de 2016, el país contaba con 163 estaciones de monitoreo, de las cuales 145
eran fijas y 18 indicativas, mientras que a diciembre de 2017, el total de estaciones de
monitoreo fue de 204, de las cuales 166 eran fijas y 38 indicativas, esto representa un
aumento del 25% en estaciones", recalcó el informe.

En el 2016 el monitoreo se realizaba en 74 municipios de 19 departamentos, mientras que


en 2018 se adelantó a 91 municipios de 22 departamentos. El reto es implementar los
sistemas de vigilancia a las localidades cuya población supere los 150.000 habitantes, que
deberían contar con monitoreo permanente.

Del total de estaciones, el 88 por ciento cumplieron con la norma, frente a un 65,6% que se
reportó en 2016.

Le recomendamos: Los puntos cruciales de la propuesta que presentó Peñalosa para


intervenir la Van der Hammen

"Existe recurrencia en puntos de monitoreo por fuera de la norma. Hay seis estaciones del
país que superan el máximo permisible anual del material particulado de 10 micras",
mencionó Omar Franco, director del Ideam, quien instó a las demás autoridades
competentes y sectores a trabajar macomunadamente en la implementeación de medidas
que permitan promover el mejoramiento de la caldiad del aire.
Crece la contaminación del aire en Colombia

Las cifras entregadas por el Ideam dan cuenta de que la contaminación del aire en el país ha
crecido de forma alarmante.

Según el estudio, el contaminante más monitoreado continúa siendo el material particulado


menor a 10 micras, tras ser registrado en 163 estaciones, un 16 por ciento más que en 2016,
según el informe.

En la segunda posición se ubica el material particulado menor a 2,5 micras, al reportarse en


89 estaciones, un 89 por ciento más que en 2016.

En lo referente a gases, el ozono ocupa la primera posción luego de haber sido monitoreado
en 54 estaciones, un 23 por ciento más que en 2016. Le sigue el dióxido de azufre en 40
estaciones (29 por ciento más que hace dos años), el dióxido de nitrógeno, en 37, y el
monóxido de carbono, en 21. Estos dos últimos contaminantes no ampliaron su cobertura
en comparación con el 2016.
n reporte de Planeación Nacional reveló las ciudades con mayores problemas en materia de
polución. El listado lo lidera Medellín, en donde se reporta un incremento en los
niveles de contaminación, con respecto a las normas internacionales.

Según Luis Fernando Mejía, director del organismo, "es preocupante el caso de Medellín,
cuya medición está por encima de la norma permitida que está en 50 microgramos por
metro cúbico, esa es la estándar 2017, en términos de la concentración de material
particulado".

También figuran ciudades como Bogotá, Cali, Pasto, la zona minera de La Guajira y el
corredor industrial de Cundinamarca.

Mejía indicó que para el caso de Medellín, la capital antioqueña "tiene actualmente
262 industrias y se movilizan 1 millón 282 mil automotores", factores que junto a su
ubicación geográfica, contribuyen a ahondar el problema de contaminación.

En cuanto a Bogotá, el reporte señala que la capital del país cuenta con 209 industrias y por
sus calles transitan un promedio de 2 millones 146 mil vehículos. Mientras tanto, Cali
posee 125 industrias y transitan 402 mil automotores, que son los que más polución
producen en contra del medio ambiente.
El Distrito declaró este viernes alertas naranja en cinco localidades y amarilla en el resto de
la ciudad. Además, por primera vez, implementó el pico y placa un fin de semana y lo hizo
extensivo a motos. Abecé de las medidas y restricciones.

El Distrito atribuyó la emergencia a fenómenos como incendios forestales, inversión


térmica, intensidad de los vientos y quemas.Foto: Jhon Paz

La emergencia ambiental que enfrenta Bogotá adquirió este viernes dimensiones inéditas.
Si bien la ciudad ya ha pasado por escenarios de alerta por cuenta de condiciones
atmosféricas y climáticas adversas —que han deteriorado la calidad del aire que respiran
los capitalinos—, las medidas que tuvo que adoptar la administración dan cuenta de la
gravedad de la situación.

>>>Lea: Emergencia ambiental en Bogotá: este fin de semana habrá pico y placa para
carros y motos

PUBLICIDAD

inRead invented by Teads

No solo se extendió a toda la ciudad la alerta amarilla que hasta la mañana del viernes
estaba vigente en solo tres localidades, sino que por primera vez se hizo necesario declarar
la alerta naranja en cinco zonas: Kennedy, Puente Aranda, Bosa, Ciudad Bolívar y
Tunjuelito, donde se calcula residen 3,2 millones de habitantes, que ahora deberán adoptar
medidas adicionales para preservar su estado de salud.

Una muestra de lo inédito de la emergencia son las medidas que se tuvieron que adoptar en
materia de movilidad, entre ellas restricciones a vehículos de carga y la implementación del
pico y placa este fin de semana, incluyendo motocicletas. Este es el abecé de la emergencia
y de las estrategias que adoptó la administración, en cabeza de sus secretarías de Ambiente,
Salud y Movilidad.

Mapa de calidad del aire en Bogotá

Jonathan Bejarano

¿Por qué se deterioró la calidad del aire en la capital?

PUBLICIDAD

inRead invented by Teads

Según el Distrito, el origen de esta emergencia está relacionada con una serie de
condiciones meteorológicas desfavorables, causadas por un fenómeno denominado
inversión térmica, que hace que se mantengan en el aire partículas nocivas, como las
generadas por los incendios forestales registrados en Bogotá y Cundinamarca, así como las
quemas presentadas en regiones de los Llanos e incluso, en Venezuela. Estas están siendo
dispersadas en la ciudad por la intensidad de los vientos, que provienen del occidente.
>>>Video: Cinco localidades de Bogotá, por primera vez, llegan a alerta naranja ambiental

¿Cuál es el riesgo?

El deterioro de la calidad del aire es causado por el aumento del material contaminante en
la atmósfera, el cual se clasifica en PM 10, que son las partículas más grandes, y PM 2,5,
las más pequeñas y, por ende, más peligrosas. Estas pueden ser inhaladas por los humanos,
llegar hasta sus bronquios, provocando afecciones respiratorias.

¿Qué implican las alertas?

La alerta amarilla —que ahora abarca toda la ciudad y que previamente solo incluía las
localidades de Kennedy, Bosa y Tunjuelito— comprende una serie de medidas de carácter
voluntario, entre ellas apostar por el transporte público en lugar del carro particular, evitar
acelerar y frenar bruscamente, viajar a velocidades constantes, optar por el teletrabajo y, en
lo posible, no realizar actividades fuera del hogar.

Por otro lado, la alerta naranja, que es un indicio de que hay un riesgo meteorológico
importante. Implica restricción para el transporte de vehículos de carga y cese de
operaciones de industrias, que operen con combustibles como carbón, madera o biomasa,
así como combustibles líquidos pesados.
¿Cómo es la restricción para el transporte de carga?

Teniendo en cuenta que los vehículos de carga son responsables del 43 % de las emisiones
de material particulado, el Distrito restringió el tránsito para aquellos de más de dos
toneladas en el suroccidente de la ciudad, donde aplica la alerta naranja. La medida se
aplicará en un polígono entre la calle 13, la NQS, al occidente el río Bogotá y la autopista
Sur.

La medida estará vigente entre 6:00 a.m. y 7:30 p.m. De la restricción estarán exentos
carros de emergencia, vehículos de empresas de servicios públicos domiciliarios, y
camiones de valores, de alimentos perecederos, animales vivos, flores y gases medicinales.

¿Cómo funcionará el pico y placa? ¿Aplica para motos?

Por primera vez desde que fue aplicada la restricción, este fin de semana habrá pico y placa
para carros y motos, según el último número de la placa. El sábado no podrán circular
vehículos con placas terminadas en número par. La medida será entre las 6:30 a.m. y las
6:00 p.m. El domingo la restricción será para motos y carros con placas terminadas en
número impar, entre las 6:30 a.m. y las 3:00 p.m.

¿Cómo será la restricción la semana entrante?


La Secretaría de Movilidad manifestó que, ante la emergencia, extenderá la jornada del
pico y placa eliminando las horas valle. Ello implica que la restricción estará vigente entre
las 6:00 de la mañana y las 7:30 de la noche. La medida también aplicará para las
motocicletas, según el último dígito de la placa.

¿Qué sanción hay para quienes no acaten la restricción?

Quienes evadan el pico y placa tendrán que pagar un comparendo de $414.100. En caso de
ser sorprendido en una vía principal, el vehículo podrá ser inmovilizado. Si es en una vía
secundaria, solo recibirá la sanción.

¿Hasta cuándo estará vigente la alerta?

El Distrito manifestó que esta es una medida de carácter transitorio y preventivo y,


conforme se mejore la calidad del aire y haya condiciones meteorológicas favorable, se
levantarán las alertas y, por ende, las restricciones.

¿Cómo funcionará la ciclovía dominical?

Por cuenta de la alerta ambiental, se suspenderán 32,8 kilómetros de ciclorruta y demás


tramos funcionarán en su horario habitual, de 7:00 a.m. a 2:00 p.m. Los sitios donde habrá
restricción son:
* Av. Boyacá: entre la calle 12 y la Trasversal 3H. (14.41 km suspendidos).

* Carrera 50: Entre Av. Las Américas y Av. NQS. (5.40 km suspendidos).

* Cl. 17 y cl. 39 Sur: Diag. 16 sur entre Autosur y Av. Boyacá. (4.63 km suspendidos).

* Bosa: Av. Boyacá con calle 39B sur y Conexión Soacha. (8.65 km suspendidos)

¿Qué se debe tener en cuenta?

Además de no realizar actividad física al aire libre e intensificar medidas de higiene y


lavado de manos, se recomienda usar mascarillas con filtros en lugar de simples tapabocas.
En el caso de los menores de cinco años y personas de la tercera edad, se sugiere restricción
al aire libre y estar pendiente a síntomas de alarma como somnolencia, fiebre, tos y
cambios de coloración en labios y piel.

>>>Lea: ¡Cuídese! Recomendaciones para afrontar la alerta amarilla ambiental en Bogotá

“Las medidas deben ser más drásticas”, dicen expertos

Expertos concluyen que lo más urgente, por ahora, es proteger la salud de los más
propensos a tener afectaciones por el aire contaminado: niños, madres en gestación, adultos
mayores y habitantes de la zona en alerta naranja. “En ellos puede aparecer tos nocturna,
espasmos, cierre de bronquios, aumento de tensión y problemas del corazón. Se recomienda
que usen respirador, en vez de tapabocas”, explica Luis Jorge Hernández, doctor de Salud
Pública y docente de la U. de Los Andes

Sin embargo, una vez pase la emergencia, recomiendan tomar medidas de fondo que
ataquen la raíz del problema. “Este es un llamado de atención para reforzar el Plan de
Descontaminación de Bogotá, porque mientras no disminuyan las fuentes de emisión
vamos a seguir con el mismo problema. Hay que revisar medidas para el transporte de
carga, que produce la mitad de la contaminación”, agrega Hernández.

Al respecto, Daniel Bernal, ingeniero y activista ambiental, considera que “hay que
implementar el pico y placa ambiental a los vehículos de carga. Que no se hagan los locos
con las revisiones tecnicomecanicas, porque hay chimeneas que entran o pasan por bogotá
sin ningún problema. Las medidas de raíz no pueden ser un pico y placa a los carros
particulares, que poco contaminan”.

En este mismo sentido se expresa Hugo Sáenz, miembro del Colectivo Respira Bogotá.
Para él, una medida tan controversial tendrá pocos efectos en la reducción de la
contaminación. “La decisión que toman es para carros de gasolina, y no pasa nada con los
de diésel. Eso no tendrá impacto en el aire, por lo que se debería decretar un pico y placa
por modos de transporte. Además, hace falta que se haga mas socialización con la
ciudadanía, sobre todo con la comunidad afectada, porque estos valores se vienen
presentando hace semanas y se esperó hasta este momento”.

Вам также может понравиться