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UNIVERSIDAD

NACIONAL DEL
ALTIPLANO – PUNO

FACULTAD : INGENIERIA GEOLOGICA Y INGENIERIA METALURGICA

ESCUELA PROFESIONAL : INGENIERIA GEOLOGICA

GRUPO :

B
TRABAJO

ELABORADO DEL ESTUDIANTE : NINA PARI EBER

Estudiante del Quinto Semestre del Curso de HISTORIA Y GEOGRAFIA DEL PERU

ASUNTO : “historia y geografía del perú “

FECHA : 29 / 04 / 2019

AÑO : 2019
APORTES TEORICOS A LA GEOLOGIA
Werner, Abraham Gottlob (1749-1817).

Célebre mineralogista prusiano, nacido en 1750 en Werheran (Sajonia) y muerto en 1817. Propuso la teoría
del neptunismo en el campo de la geología y desarrolló una de las primeras clasificaciones sistemática de
minerales.

la teoría neptunista sobre el origen de la Tierra, según la cual, su corteza estaba constituida por una serie
de capas sedimentarias depositadas en un enorme océano primitivo. Esta teoría llegó a ser muy popular y
gozó de gran aceptación durante el siglo XVIII; no obstante, debido a los fallos que planteaba, esta teoría
terminó por ser reemplazada por la teoría uniformista de Hutton.

Hutton, James (1726-1797).

Físico y geólogo inglés, nacido en 1726 en Edimburgo y muerto en 1797. Desarrolló la teoría
del uniformismo, según la cual los fenómenos geológicos que operan actualmente en la Tierra lo han hecho
a lo largo de toda su historia con la misma intensidad que en el presente.

Hutton realizó un compendio de todas sus teorías que publicó en 1795 en su libroTeoría de la Tierra. En él
se hace la primera mención sobre el concepto de metamorfismo, al sugerir que el enterramiento a grandes
profundidades de algunas rocas sedimentarias produce su transformación en gneises y esquistos; y sentó
las bases de los plutonistas, que suponían a todas las rocas un origen ígneo.

Hutton estimó que la Tierra tenía muchos más años que los hasta entonces consideraban los científicos a
favor del catastrofismo, quienes aceptaban la descripción bíblica de la creación, por la cual nuestro planeta
no podía superar los 6.000 años.

Sus principales obras son: la anteriormente citada Teoría de la tierra,Investigaciones de los principios del
conocimiento y los progresos de la razón, yDisertación sobre la filosofía de la luz, del calor y del fuego.

James Hall (geólogo)

Nació en Dunglass (Haddingtonshire) en el seno de una familia acomodada de la baja aristocracia escocesa.
Era hijo de John Hall, tercer baronet (f. 1776), y de su esposa, Magdalena (f. 1763), hija de Robert Pringle,
tercer baronet, de Stichill (Roxburgshire).

Recibió una educación privada hasta que cumplió doce años, cuando fue enviado a la Academia Militar de
Elin en Kensington, bajo la supervisión de su tío y médico del rey, John Pringle. Con quince años heredó de
su padre el título de baronet Salón de Dunglass, una dignidad a medio camino entre barón y caballero.

Hall estudió en la Universidad de Cambridge y en la de Edimburgo. En los inicios de su carrera, Hall estudió
química con Joseph Black e historia natural con John Walker (naturalista). Durante la década de 1780
―como era habitual en la gente acomodada de la época― inició un viaje de estudios por Europa. Viajó por
Francia, se matriculó en la academia militar francesa de Brienne (donde fue compañero de estudios de
Napoleón Bonaparte) y en París conoció a Lavoisier. Cuando volvió a Escocia promocionó la nueva
nomenclatura química francesa.
Le agradó particularmente la obra de James Hutton Teoría de la Tierra durante las décadas de 1780 y 1790,
y publicó varios artículos sobre la composición química de los estratos. Hall llevó a cabo una investigación
en el granito que demostró que era posible para las rocas ígneas líquidas formar discordancias.

Sus resultados fueron publicados en las Transacciones de la Sociedad Real de Edimburgo y fueron muy bien
recibidos por aquellos, que como John Playfair querían usar la teoría de Hutton para promocionar un
enfoque más matemático de la geología.

Hall viajó ampliamente por toda Europa para examinar formaciones geológicas de los Alpes y del monte
Etna, y notó la similitud entre los ríos de lava de Italia y algunos sitios de Escocia.

Hall es considerado el fundador de la geología experimental y de la geoquímica. Fue presidente de la Royal


Society de Edimburgo, y el autor de varias obras sobre arquitectura, entre las que destaca Ensayo sobre el
origen, historia y principios de la arquitectura gótica. También tuvo tiempo para dedicarse a la política, y
fue miembro del Parlamento por el distrito municipal de St. Michaels (Mitchell, Cornwall) desde 1808 hasta
1812.

Calor interno del planeta


Comenzó sus trabajos en el campo de la geología como aficionado y autodidacta. En los inicios
de su carrera, estudió química con Joseph Black e historia natural con John Walker, pero
demostró un escaso interés en la geología, hasta que conoció a James Hutton, de quien se hizo
amigo y seguidor.
Hutton suponía que el agente principal de los cambios geológicos era el calor interno del planeta,
mientras que Werner y sus seguidores, conocidos como neptunistas, achacaban los cambios
geológicos a la acción del agua.
Werner sostenía que si las rocas se licuaran por acción de las elevadas temperaturas, al enfriarse
se convertirían en una sustancia vítrea y no cristalina como aparecían aquellas sustancias que
precipitaban de una solución acuosa.
Además, creían que rocas como la caliza se descomponían con el calor intenso por lo que las
grandes reservas de caliza nunca se habrían calentado y la Tierra, en general, tampoco.
Hall intentó probar en laboratorio las objeciones neptunistas a la teoría de Hutton. En una fábrica
de vidrio comprobó que si el vidrio fundido se enfriaba muy lentamente no se convertía en cristal
corriente, sino en una masa opaca y cristalina.
Máquina para probar su hipótesis
A la vista de esto, inventó una máquina que le permitía regular el calor y la presión, y que llegó a
ser muy útil en sus experimentos. Fundió roca granítica y comprobó que si se enfriaba
rápidamente se convertía en un sólido vítreo, mientras que si se dejaba enfriar lentamente,
formaba un sólido cristalino.
Después demostró que la caliza derretida podía convertirse en mármol al enfriarse. Fue el
primero en descubrir la composición de la lava basáltica y del whinstone, término anglosajón que
engloba diversos tipos de rocas duras, de color oscuro, como los basaltos y areniscas cuarzosas.
Y en un segundo viaje a Europa, examinó las formaciones geológicas de los Alpes y del monte
Etna, y notó la similitud entre los recientes ríos de lava de Italia y algunas regiones mucho más
antiguas de Escocia.
Sir Charles Lyell (1.797/1.875)

Nació en Kinnordy (hoy Angus) y se formó en Universidad de Oxford. Estudió derecho y entró en la
abogacía, pero pronto se dedicó casi totalmente a la ciencia, sobre todo a la geología. Basándose en los
trabajos iniciales del geólogo escocés del siglo XVIII James Hutton, Lyell desarrolló la teoría de la
uniformidad. Esta teoría establece que todos los procesos naturales que cambian la Tierra en el presente lo
han hecho de forma idéntica en el pasado. Lyell apoyó esta teoría en las observaciones geológicas que
realizó durante sus largos viajes por Europa y América del Norte. La teoría de la uniformidad se contrapone
a la del catastrofismo, muy popular entre los científicos de la época de Lyell. Esta teoría postulaba que sólo
las grandes catástrofes podrían cambiar la formación básica de la Tierra, y que ésta tenía 6.000 años de
antigüedad. La mayor parte de los científicos creían que el catastrofismo era compatible con la
interpretación bíblica de la creación de la Tierra. Lyell publicó sus teorías en la obra Principios de geología,
que revisó 11 veces entre 1830 y 1872. Las teorías de Lyell influyeron en el trabajo de su amigo Charles
Darwin, que formuló la teoría de la evolución. Algunos aspectos de esta última contradicen ciertos
principios de la teoría de la uniformidad. Sin embargo, Lyell se convirtió en un gran defensor de las teorías
de Darwin.

Lyell es considerado también como uno de los fundadores de la estratigrafía, el estudio de las capas de la
superficie de la Tierra. Elaboró un método para clasificar los estratos, o capas, mediante el estudio de los
antiguos estratos marinos de Europa occidental. Se dio cuenta de que los estratos marinos más cercanos a
la superficie, y que son los más recientes, contenían muchas especies de moluscos con caparazón que
perviven actualmente en el mar. Por otra parte, los estratos más antiguos y profundos contenían cada vez
menos fósiles de las especies vivientes. Lyell dividió las rocas de este periodo en tres épocas, basadas en
los porcentajes de decrecimiento de especies modernas. Los tres nombres con que denominó estas épocas
-eoceno, mioceno y plioceno- se utilizan todavía hoy. Lyell fue nombrado sir en 1848 y barón en 1864.
Véase Geología: Historia del pensamiento geológico: Siglos XVIII y XIX.

Georges Cuvier (1769-1832)

Georges Léopold Chrétien Frédéric Dagobert Cuvier, barón de Cuvier, (Montbéliard, Francia, 23 de agosto
de 1769 – París, Francia, 13 de mayo de 1832) fue un naturalista francés.
Fue el primer gran promotor de la anatomía comparada y de la paleontología. Ocupó diferentes puestos de
importancia en la educación nacional francesa en la época de Napoleón y tras la restauración de los
Borbones. Fue nombrado profesor de anatomía comparada del Museo Nacional de Historia Natural de
Francia, en París.
Partiendo de su concepción funcional del organismo, Cuvier investigó la permanencia de las grandes
funciones fisiológicas en la diversidad de las especies. Este “principio de correlación” actuaba como hilo
conductor tanto de la anatomía comparada como de la paleontología. Así, -señalaba Cuvier- la predación
implica un cierto tipo de dentición, un tubo digestivo capaz de asimilar la carne y miembros que permitan
una locomoción adaptada a esa dieta.
Cuvier fue el primer naturalista en clasificar el reino animal desde el punto de vista estructural o
morfológico que, no obstante, estaba completamente subordinado a la función. Su obra más importante
fue el Regne animal distribué d’après son organisation (“Reino animal distribuido a partir de su
organización”) que apareció en cuatro volúmenes en su primera edición en 1817 y en cinco a partir de la
segunda edición (1829-1830).
Cuvier defendió el principio según el cual, teniendo en cuenta los datos proporcionados por la anatomía
comparada, los animales debían ser agrupados en cuatro planes estructurales de organización
(embranchements): vertebrados, moluscos, articulados y radiados. Cada uno de estos grupos se definía por
una disposición particular de los sistemas esenciales entre los cuales se encontraban, fundamentalmente,
los núcleos vitales, a saber, el cerebro y el aparato circulatorio. El resto de los órganos puede variar dentro
de cada plan corporal, siempre respetando el principio de correlación.
Cuvier se oponía radicalmente al gradualismo, por lo que estos planes eran considerados irreductibles
entre sí. Tanto su funcionalismo como su defensa de esta irreductibilidad le condujeron a una célebre
polémica con Geoffroy Saint-Hilaire.
Cuvier jugó un papel crucial en el desarrollo de la paleontología. Gracias a su principio de correlación fue
capaz de reconstruir los esqueletos completos de animales fósiles.
Partiendo de sus observaciones paleontológicas, Cuvier elaboró una historia de la Tierra fundamentada en
el fijismo y el catastrofismo. Así, concibió la historia geológica como una historia puntuada por
revoluciones o catástrofes. En tales períodos se habría producido la extinción de las especies hasta
entonces existentes y su sustitución por otras. Estas nuevas especies procederían de otras regiones del
planeta que se habrían salvado de la catástrofe. Así explicaba Cuvier los vacíos estratigráficos del registro
fósil, que no parecían permitir la inferencia de una continuidad de las formas orgánicas.
Desde la perspectiva del catastrofismo, la edad de la Tierra no necesitaba ser excesivamente prolongada.
De ahí que Cuvier abogara por sólo 6.000 años de antigüedad, lo que le enfrentó a Charles Lyell, cuyo
gradualismo requería millones de años.

Entre las obras que escribió figuran: Lecciones de anatomía comparada, Teoría de los grandes cataclismos,
Investigaciones sobre restos óseos fósiles y La sistemática del reino animal basada en la organización de los
seres vivos, publicada en 1817; obra, ésta última, en la que resume los resultados de sus anteriores
investigaciones y que sentó importantes bases para la clasificación natural de los animales.

William Smith

A muchos no les dirá nada el nombre de William Smith, tan común como corresponde a los orígenes
humildes del personaje. Pero en 1815, hace 200 años, Smith publicó el primer mapa geológico de un país
completo. Sus métodos iluminaron de tal manera la comprensión de cómo se organiza el suelo de la Tierra
que abrieron una nueva época en la prospección científica de los recursos minerales, precisamente en un
tiempo en que estos eran muy necesarios.

Smith dedujo que cada estrato rocoso podía identificarse individualmente por sus fósiles, y esta idea
cristalizó en su principio de sucesión faunística, germen de la moderna bioestratigrafía y uno de los
fundamentos para el desarrollo de la teoría de la evolución biológica. Después de una extensa y
sistemática recogida de datos y muestras por todo el país, en 1815 dio a conocer su gran obra: el primer
mapa geológico a gran escala cubriendo Inglaterra, Gales y parte de Escocia. El trabajo del perito, que le
valdría el sobrenombre de Estratos Smith, detallaba los afloramientos y las superposiciones de las capas a
través de grandes regiones, coloreando cada roca con un tono próximo al real. “Sin embargo, la verdadera
innovación fue el astuto (aunque caro) uso de un tono de acuarela más oscuro para indicar la base de cada
estrato, aclarándose hacia la cima de la capa para dar una impresión de tres dimensiones”, escribía
recientemente en la revista Science el geólogo Tom Sharpe, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido).

“Doscientos años después, el mapa de Smith se ha convertido en un icono de las ciencias de la Tierra, y los
principios básicos que desarrolló y aplicó todavía se utilizan en la interpretación de las secuencias de roca y
en la confección de mapas geológicos”, destaca Sharpe. Pero más allá de su interés puramente científico, el
trabajo de Smith tenía enormes aplicaciones prácticas, como correspondía al enfoque de un veterano
prospector. “Se trataba de que fuera una herramienta práctica para la exploración mineral, el drenaje de
tierras y la agricultura”, precisa Sharpe. Antes del mapa de Smith, los buscadores de carbón se guiaban por
la presencia de lutitas oscuras, rocas sedimentarias ricas en materia orgánica. Pero a menudo esta
indicación fallaba porque correspondía a capas similares de distinta edad. La composición de dos estratos
puede ser la misma, pero lo que nunca engaña es el orden de los fósiles; el método de Smith predecía con
fiabilidad dónde debía buscarse el carbón.

William Thomson

Nacido el 26 de junio de 1894 en Belfast, William Thomson fue un físico y matemático británico que
destacó por sus importantes trabajos en el campo de la termodinámica y la electricidad. Es especialmente
conocido por haber desarrollado la escala de temperatura que lleva su nombre. En 1866, sobre todo en
reconocimiento a los servicios prestados a la telegrafía transatlántica por medio de cables, Kelvin recibió el
título de caballero y en 1892 fue elevado a la dignidad de par en calidad de “Baron Kelvin of Largs”.

A continuación expuso su hipótesis del origen de la vida en la Tierra:

Si rastreamos la historia física de la Tierra hacia atrás, siguiendo estrictos principios dinámicos, llegaremos a
un mundo fundido y al rojo vivo en el que no podía existir la vida. Por lo tanto, cuando la Tierra estuvo
preparada para albergar vida, no había ninguna cosa viviente en ella. Había rocas sólidas y desintegradas,
agua, y aire alrededor, una Tierra calentada e iluminada por un Sol brillante, lista para convertirse en un
jardín. ¿Brotaron la hierba, los árboles y las flores, en toda la plenitud de su belleza, por la orden de un
Poder Creativo? ¿O la vegetación, creciendo a partir de una semilla sembrada, se propagó y multiplicó por
toda la Tierra? La ciencia está obligada, por la eterna ley del honor, a afrontar sin temor cada problema que
se le presente razonablemente. Si se puede encontrar una posible solución, en consonancia con el curso
ordinario de la naturaleza, no debemos invocar el acto anormal de un Poder Creativo.

ERNEST RUTHERFORD

Teoría atómica de Rutherford.

El modelo de Thomson presentaba un átomo estático y macizo. El modelo planteado por


Rutherford sugiere que la carga positiva del átomo está concentrada en un núcleo estacionario de
gran masa, mientras que los electrones negativos se mueven en órbitas alrededor del núcleo,
ligadas por la atracción eléctrica entre cargas opuestas.
Las 4 teorías más aceptadas para explicar el origen de la Tierra

A lo largo de la historia, han surgido diversas teorías que intentan explicar el origen de la Tierra y del
Sistema Solar. En la actualidad, la más aceptada es la Teoría Nebular, también llamada planetesimal, la
cual procede de ideas planteadas por el filósofo alemán Inmanuel Kant. Pero existen otras tres a tener en
cuenta. Vamos a explicarlas.

Teoría Nebular

La teoría nebular o planetesimal tiene su origen en la teoría nebular clásica, elaborada de forma
independiente por Inmanuel Kant y Simon Laplace. Existen otras teorías sobre el origen de la
Tierra llamadas catastrofistas, desechadas actualmente.

Teorías más
aceptadas para explicar el origen de la Tierra

Esta teoría plantea el origen del Sistema Solar a partir de una nebulosa originada de una explosión
supernova. Sus partículas giraban formando un gigantesco disco. En el centro se fueron acumulando las
más pesadas; las más ligeras se desplazaron hacia el exterior. Toda materia giraba en torno al
centro,donde se formó el Sol.
Se producían choques y fusiones que generaron estructuras mayores,denominadas planetésimos, que
también giraban, chocaban y se fusionaban, formando grandes rocas que fueron el origen de los
planetas, satélites y meteoritos de Sistema Solar. Esto ocurrió hace 4.500 millones de años.
Teorías más aceptadas para explicar el origen de la Tierra

Las leyes de Kepler

La primera ley de Kepler es que el Sol ocupa una posición “privilegiada” y que son los planetas, entre
ellos la Tierra, los que giran en torno a él. Con esta ley,Kepler demostró la falsedad de la teoría
egocéntrica que persistió durante muchos años.
Las dos últimas leyes fortalecen la propuesta de Kepler de un Sistema Solar con los planetas de órbitas
elípticas. La segunda ley de Kepler proporciona sentido simétrico al movimiento de los planetas,
mientras la tercera ley ofrece una forma precisa para calcular posiciones planetarias a partir de
periodos y viceversa.
Teorías más aceptadas para explicar el origen de la Tierra

La relevancia de las tres leyes de Kepler es innegable, pues el posicionamiento de satélites artificiales, el
cálculo de trayectoria de los cometas, la trayectoria de sondas espaciales, así como simples predicciones
de eclipse son tan sólo algunos ejemplos de las aplicaciones de este importante trabajo logrado en el siglo
XVII.

Teoría Laplace

En 1776, el astrónomo y matemático francés Pierre Simon Laplace, propuso su teoría sobre el origen del
Sol y los planetas, también basada sobre una gran nebulosa. Por esta razón, ha sido identificada como teoría
de Kant y Laplace.

Esta teoría explica que el Sistema Solar se originó por condensación de una nebulosa de rotación que se
contrajo por la acción de la fuerza de su propia gravedad, adoptando la forma de un disco con una
concentración superior en el núcleo.
Según esta teoría, la nebulosa se volvió inestable al adquirir mayor velocidad de rotación y en las capas
externas se originaron anillos concéntricos que, al separarse, formaron los planetas y los satélites, en tanto
que en el centro de las nubes se formó el Sol. Dado que la nebulosa giraba en una misma dirección al
rededor de su eje, todos los planetas quedaron girando alrededor del Sol en ese mismo sentido.
Teorías más aceptadas para explicar el origen de la Tierra
Teoría de la acreción

La teoría de la acreción fue propuesta por el geofísico ruso Otto Schmidl en 1944. Ésta explica que el
origen de la Tierra y los planetas surgió mediante la acumulación de polvo cósmico.
La Tierra, se había formado mediante un proceso de acreción de materiales cósmicos, hace unos 4.600
millones de años. En sus primeros momentos, todo habría sido muy diferente a lo que hoy se ve a diario
en la nave de la vida. La Tierra después de estratificarse en un núcleo, manto y corteza por el proceso de
acreción, fue bombardeada en forma masiva por meteoritos y restos de asteroides.
Teorías más aceptadas para explicar el origen de la Tierra

Este proceso generó un inmenso calor interior que fundió el polvo cósmico que, según los
geólogos, provocó la erupción de los volcanes. Después de muchos millones de años, se habrían formado
mediante distintos procesos, los océanos, la atmósfera primigenia y la vida, primero en las aguas y luego
en el resto de las esferas de la tierra.

OIGEN DEL MAGMA

El magma es un fundido silicatado que contiene siempre una cantidad más o menos importante de

gases. Solo hay magmas en ciertas zonas de la corteza y del manto.

El magma se origina por aumento de la temperatura en la zona de la fricción de dos placas, por llegada de
materiales calientes. Por disminución de presión, en los rif (grieta originada por esfuerzos de distención en
las dorsales oceánicas) y en las dorsales oceánicas. Y por incorporación del agua, disminuyendo el punto de
fusión en las zonas de subducción.

Los magmas más comunes responden a tres tipos principales: basálticos, andesíticos y graníticos.

Magmas basálticos: pueden ser toleíticos, bajos en sílice (-50%) y producidos en las dorsales, o

alcalinos, ricos en sodio y potasio, producidos en zonas del interior de las placas
tectónicas. Son los más comunes.
Magmas andesíticos: Contenido de sílice (-60%) y minerales hidratados, como anfíboles o biotitas.

Se forman en todas las zonas de subducción, ya sean de corteza


continental u oceánica. Es el magma más rico en agua aunque al erupcionar se pierde esta agua como vapor.
Si el magma andesítico cristaliza en profundidad se forma el equivalente plutónico de la andesita que es la
diorita. En este caso el agua pasa a formar parte de anfíboles, mineral que es escaso en la andesita.

Magmas graníticos: tienen el punto de fusión más bajo y pueden formar grandes plutones. Se

originan en zonas orogénicas como los andesíticos, pero a partir de magmas basálticos o
andesíticos que atraviesan y funden rocas igneas o sedimentarias metamorfizadas de la corteza que, al
incorporarse al magma, alteran su composición.

La composición de los magmas puede variar en función de varios procesos:

 Diferenciación: durante el enfriamiento de un magma el orden de cristalización de los minerales


depende de su punto de fusión, cristalizando primero los de punto de fusión más alto y por último los
de más bajo (cristalización fraccionada). La composición del magma restante (magma residual) va
variando en este proceso. En magmas basálticos este orden está definido por las denominadas series
de Bowen. Si los cristales formados o el magma residual no se desplazaran, la roca resultante tendría
la misma composición global que el magma inicial, pero la diferenciación se produce porque los
cristales que se van formando pueden ir cayendo y acumularse en las zonas inferiores de la cámara
magmática (diferenciación gravitatoria), o el magma residual puede migrar por disminución del
tamaño de la cámara (filtrado por presión) o se pueden formar burbujas ricas en sodio y potasio,
elementos más ligeros, que se desplazan hacia el techo de la cámara (transporte gaseoso).

 Asimilación: cuando el magma funde parte de la roca encajante y la integra en su composición, que
varía proporcionalmente según la naturaleza del nuevo volumen de roca fundida incorporada.

 Mezcla: cuando se mezclan dos magmas de diferente origen y naturaleza, aunque lo normal es la
mezcla de magmas de la misma procedencia: uno ya diferenciado con otro nuevo, primario y más
caliente, que lo incorpora.
ORIGE DE LOS MINERALES

Hace poco tuve la oportunidad de leer un libro fascinante sobre química, La cuchara
menguante, de Sam Kean, y entonces me pregunté cuál era el origen de los minerales que hay
en nuestro planeta. ¿Se formaron a la vez que la Tierra? ¿Se forjaron en las estrellas? ¿Proceden de
algún cometa?

La respuesta es más prosaica: los minerales de la Tierra proceden de todos nosotros, es decir, de

toda la vida del planeta.

Si bien es cierto que en el polvo primordial que más tarde se transformaría en el Sistema Solar

había apenas una docena de minerales, en la actualidad la Tierra alberga unos 4.300

minerales diferentes. Un buen empujón para el monto general de minerales tuvo lugar con la

inmensa cantidad de calor y presión que se generaron con el roce de las placas tectónicas recién

formadas de la corteza terrestre, como un gigantesco y destructor horno alquímico.

Pero entonces la cifra era aproximadamente de 1.000 minerales. Aún quedaba trecho para

alcanzar los 4.300 actuales. Y, entonces, hace unos cuatro mil millones de años, la vida apareció

en la Tierra.

Algas microscópicas empezaron a usar la luz del Sol para convertir el dióxido de carbono del que

estaba compuesto la mayoría de la atmósfera en hidratos de carbono, para alimentarse. El proceso

generaba oxígeno como producto de desecho.

Lo bueno del oxígeno es que es muy ligón: es simultáneamente el elemento más reactivo y más

abundante del planeta, forma compuestos con casi todo. Por ejemplo, se ligó al sílice, al cobre

y al hierro, dando lugar a cientos de minerales nuevos. Sí, la mayoría de las rocas

terrestres contienen oxígeno.

El mar también estaba absorbiendo carbono, que es la base de la vida y es, a diferencia del oxígeno,

muy estable. Esta estabilidad fue la responsable de que el carbono se convirtiera en el núcleo de

millones de compuestos orgánicos, como todas las proteínas, grasas, ácidos e hidratos de carbono

de que se componen los seres vivos. Tal y como señala John Lloyd en El nuevo pequeño gran

libro de la ignorancia:

A medida que aumentaba la complejidad de la vida en la Tierra, aparecían minerales nuevos.

Las criaturas marinas morían y descendían al fondo del mar, donde la acumulación de conchas
y esqueletos se acabaría convirtiendo en piedra caliza, yeso y mármol. Mientras tanto, a lo largo

de millones de años, las acumulaciones de plantas en descomposición proporcionaron los

ingredientes necesarios para la formación de carbón y petróleo. Dos tercios de todos los

minerales terrestres estuvieron vivos alguna vez.

En otras palabras, si visitamos un planeta extraterrestre y encontramos determinados minerales,

no sería descabellado conjeturar que aparecieron simultáneamente que un tipo concreto

de seres vivos.

ERAS GEOLOGICAS

Inicio, en
Eón Era Periodo millones
de años

Cuaternario 2,588

Cenozoico Neogeno 23,03

Paleogeno 66,0

Cretácico ~145,0±0,8

Fanerozoico

Mesozoico Jurásico 201,3±0,2

Triásico 252,2±0,5

Pérmico 298,9±0,2

Paleozoico

Carbonífero 358,9±0,4
Devónico 419,2±3,2

Silúrico 443,4±1,5

Ordovícico 485,4±1,9

Cámbrico 541,0±1,0

Ediacárico ~635

Neoproterozoico Criogénico 850

Tónico 1000

Esténico 1200

Mesoproterozoico Ectásico 1400

Proterozoico

Calímico 1600

Estatérico 1800

Orosírico 2050

Paleoproterozoico

Riácico 2300

Sidérico 2500

Neoarcaico 2800

Arcaico Mesoarcaico 3200

Paleoarcaico 3600
Eoarcaico 4000

Hádico ~4600

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