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Estrategias de
Intervención en
Psicología Comunitaria
Dr. Antonio Ismael Lapalma
Salinas Justina
UNIVERSIDAD DE FLORES
Psicología Comunitaria
Maritza Montero
Prologo
Isaac Prilleltenky
El bienestar depende del reparto equitativo de los recursos de la sociedad, bienes sociales tales
como vivienda trasporte y servicio de salud, entre otros, las personas con desventaja están
impedidas de alcanzar niveles de bienestar que solo se pueden permitir aquellos que pueden y tiene
recursos superiores.
Un estado de bienestar se alcanza por el efecto sinérgico de múltiples fuerzas en las cuales cada
dominio debe obtener un nivel mínimo de satisfacción.
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Psicología Comunitaria
Como muestra Mariza montero en su libro, una abundancia de bienestar personal (autoestima,
dominio, control, esperanza), no puede reemplazar la falta de bienes., bienestar relacional(sentido
de comunidad, cuidado, comprensión, apoyo social) tampoco puede reemplazarlo y
colectivo(acceso a servicios de salud, redes de seguridad , igualdad) , tampoco, por lo tanto los tres
dominios de bienestar deben estar balanceados en su relativa seguridad, y cada uno de ellos deben
llenar ciertas necesidades básicas.
Se han demostrado que las experiencias subjetivas de bienestar están fuertemente marcadas por
tendencias culturales tales como el individualismo y el consumismo.
Los individuos alcanzan el bienestar cuando los tres conjuntos de necesidades primarias son
atendidas: personales, relacionales y colectivas.
Construir el bienestar como si fuera estrictamente psicológico, sería como equiparable a hablar de
almas sin cuerpos, en tanto como para definirlo como estrictamente comunitario sería equivalente a
hablar de cultura sin gente.
Hay una estrecha asociación entre bienestar relacional, personal y colectivo, también hay un claro
nexo entre bienestar y justicia.
Miller postula que debe haber un equilibrio entre necesidades, merito, e igualdad, en las
sociedades que aspiren a justicia.
Para que la justicia llegue a ser un resultado tangible y no meramente un estado de cosa ideal debe
ser practicada.
La validez de transformación por su parte deriva del potencial de nuestras acciones para promover
el bienestar, personal, relacional, y colectivo, reduciendo las desigualdades de poder e
incrementado la acción, participación, y compromiso político, como muestra Montero en el capítulo
8.
Capítulo 1
3
Psicología Comunitaria
Durante los años sesenta y setenta del siglo XX se produce una serie de movimientos sociales que
difunden ideas políticas y económicas. En la psicología tales ideas producen un vuelco hacia una
concepción de la disciplina centrada en los grupos sociales, en la sociedad y en los individuos que la
integran – entendiendo al sujeto humano como un ser activo, dinámico, constructor de su realidad.
En América latina la psicología comunitaria nace a partir de la disconformidad con una psicología
social que se situaba, predominantemente, bajo el signo del individualismo y que practicaba con
riguroso cuidado la fragmentación, pero que no daba respuesta a los problemas sociales. Es
también una psicología que mira críticamente, desde sus inicios, las experiencias y prácticas
psicológicas y el mundo en que surge y con cuyas circunstancias debe lidiar.
Al mirar hacia el mundo, se agudiza su carácter insatisfactorio, porque fueron justamente las
condiciones de vida de grandes grupos de la población, su sufrimiento, sus problemas y la
necesidad urgente de intervenir e ellos para producir soluciones y cambios los que generaron un
tipo de presión que, surgida desde el ambiente, desde lo que suele llamarse la “realidad”, pasó a ser
internalizada y reconstruida por los psicólogos que hallábamos que la acción derivaba de las formas
tradicionales de aplicación de la psicología era no sólo insuficiente, sino también tardía y muchas
veces inocua, al limitarse al mero diagnóstico y al producir intervenciones fuera de foco.
Las teorías psicológicas vigentes aparecían como inadecuados, incompletas, parciales. Las
soluciones de ellos derivadas no alcanzaban sino a tratar el malestar de unos pocos y a ignorar las
dolencias de muchos.
Así, en los años setenta, por fuerza de las condiciones sociales presentes en muchos de los países
latinoamericanos y de la poca capacidad que mostraba la psicología para responder a los urgentes
problemas que los aquejaban, comienza a desarrollarse una nueva práctica, que va a exigir una
redefinición tanto de los profesionales de la psicología, como de su objeto de estudio e
intervención.
La propuesta que se hacía partía de los aspectos positivos y de los recursos de esas comunidades,
buscando su desarrollo y su fortalecimiento, y centrado en ellos el origen de la acción. Los
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Psicología Comunitaria
miembros de dichas comunidades dejaban de ser considerados como sujetos pasivos (sujetados) de
la actividad de los psicólogos, para ser vistos como actores sociales, constructores de su realidad.
Como hemos visto, el inicio de la psicología comunitaria se caracteriza en la mayoría de los países
latinoamericanos por definirse más como una práctica que como una nueva ama de la psicología. Se
hacía psicología comunitaria sin saberlo, al menos durante la mayor parte de la década del setenta.
Los aspectos que marcaron a la psicología comunitaria en sus inicios son:
1. La búsqueda de teorías, métodos y prácticas que permitiesen hacer una psicología que
contribuyese no sólo a estudiar, sino, principalmente, a aportar soluciones a los problemas
urgentes que afectaban a las sociedades latinoamericanas.
2. La redefinición de la psicología social, a la vez que se va más allá del objeto de esa rama de la
psicología.
3. La carencia de una definición. Las primeras definiciones producidas en América latina
aparecen a inicios de los ochenta.
4. También careció de un lugar académico y profesional propio hasta bien entrada la década
del ochenta.
5. Orientación hacia la transformación social.
6. La certeza del carácter histórico de la psicología como ciencia, de la comunidad como grupo
social y del sujeto humano.
7. La búsqueda de modelos teóricos y metodológicos que ayudasen a entender y explicar los
fenómenos con los cuales se trabaja.
5
Psicología Comunitaria
Cuadro 1
Como vemos, a partir de la década del setenta se comenzó a construir una forma de hacer
psicología. Esto iba unido a la conciencia de que los conceptos de los que nos servíamos muchas
veces eran insuficientes e inadecuados, y, sobre todo, a la aceptación de que estábamos ante
situaciones novedosas sobre las cuales aún no teníamos nociones claras. Pero, la práctica genera
“saber” y el “saber” produce nuevas prácticas a un ritmo que se va acelerando en función de su
propio crecimiento. A mediados de los años ochenta hace su entrada la teoría a través de la
generación de conceptos, de explicaciones e interpretaciones, y diez años después nos
encontramos inmersos en la problemática epistemológica, con la presencia de un modelo poco
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relacionado con el paradigma dominante en el momento en que toda esa historia comienza a
gestarse. Un modelo:
Cuadro 2
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En los años setenta, ante el creciente fenómeno de la marginalidad, producto de la migración rural-
urbana interna y de la inmigración desde países vecinos, se inicia en Venezuela una serie de
intervenciones en comunidades de pocos recursos. Sus objetivos eran “promover” y asistir técnica
y financieramente organizaciones económicas que permitan a la población de estos barrios pobres
su incorporación en el proceso de desarrollo económico” y “promover organizaciones de base en
esos barrios”.
La concepción del desarrollo comunitario que fundamentó esa política buscaba que las
comunidades de pocos recursos, carentes de servicios, se organizasen y asumiesen la tarea de
gestionar el cambio, n el sentido de mejorar su ambiente y responsabilizarse por su mantenimiento.
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Las necesidades eran determinadas por especialistas y funcionarios públicos, y si bien a veces los
programas se iniciaban por petición popular, en función de exigencias planteadas por algún grupo,
luego se modifican, se aceleraban o suspendían según las políticas fijadas oficialmente.
Entonces, se produjo simultáneamente otro tipo de movimiento social: al lado de las juntas
controladas por partidos políticos surgieron asociaciones y agrupaciones motivadas por
necesidades vividas y sentidas colectivamente y por el deseo de producir una transformación, no
sólo del ambiente, sino también de los individuos y de la relación entre ambos.
Como consecuencia, una política estatal y una orientación académica que se desarrollada
paralelamente coincidieron en fomentar una forma diferente de encarar los problemas sociales; en
este sentido se puede decir que había comenzado a formarse una cultura comunitaria.
Dos formas de trabajo comunitario se producen así: en primer lugar, la que opera de arriba hacia
abajo, desde los organismos del Estado hacia las comunidades, que desarrolla el siguiente modelo:
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Psicología Comunitaria
En el segundo caso, en los movimientos comunitarios surgidos de abajo hacia arriba. Tiene otras
características:
La mayoría de los autores define a esta como aquella que trata de la comunidad y que es realizada
con la comunidad. Esta definición permite delimitar lo comunitario y lo asistencial. Debido a que, si
se excluye el rol activo de la comunidad, podrá tratarse de otras aplicaciones psicológicas.
Esto supone una primera característica y primordial: lo comunitario incluye el rol activo de la
comunidad, su participación. Como agente activo con voz, voto y veto.
Rappaport (1977) menciona como, haber estado presente en su origen la preocupación por
ampliar la perspectiva intrapsíquica que dominaba los aspectos a la salud y salud mental, un cierto
énfasis en los factores ecológicos y culturales que inciden en esos problemas recibió particular
atención en muchos casos. Pero muchos otros campos de la psicología han tenido la misma
preocupación. Por ello este autor busca precisar el punto indicando 3 aspectos específicos:
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- Relatividad cultural
- Diversidad
- y ecología (adecuación entre las personas y el medio)
Otra característica sería el énfasis que se ha puesto en el desarrollo de las fortalezas y
capacidades, más que en las debilidades y carencias.
Newwbrough, más que definir el campo de la PC, señala su objeto o su ámbito de trabajo: la
interacción entre las personas y su ambiente.
Si entendemos que una ciencia se define por su objeto, por sus conceptos (lenguaje9 y por su
método, entonces más explicable la discreción inicial. Y explica que para algunos autores se definía
por características o condiciones. Tal es el caso de Sara son (1974) que define en función de un
tema central de estudio. Sentido de la comunidad y su fortalecimiento y producción. Otros lo
hacen en función entre: individuos y medio ambiente, o entre e estrés psicosocial y su efecto sobre
la salud. Esto significa que lo primero en estar claro fue el objeto, con la práctica se fueron
produciendo conceptos y haciendo aportes al método, tomando parte de la psicología social y
otras ciencias sociales. POR ESTAS RAZONES NO SE ENCUENTRAN
DEFINICIONES ANTES DE LOS 80.
Rappaport (1977) define a la psicología comunitaria como una disciplina que acentúa la
importancia de la perspectiva ecológica de la interacción, sosteniendo la posibilidad de mejorar la
adaptación entre las personas y su ambiente mediante la creación de nuevas posibilidades sociales
y a través del desarrollo de recursos personales en vez de hacer hincapié exclusivamente en la
supresión de las deficiencias de los individuos o de sus comunidades.
Esta definición muestra el énfasis en la relación individuo- medio ambiente (cultura, social, físico)
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Psicología Comunitaria
En 1982 Montero, define a la psicología comunitaria como la rama de la psicología, cuyo objeto es
el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y
poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y socia para solucionar
problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social.
- un rol: el agente de transformación social, que comparte sus conocimientos con otros
actores sociales provenientes de la comunidad (poseedores del saber)
- campo interdisciplinario.
- Detección de potencialidades psicosociales y el estímulo de la misma
- Un cambio en modo de enfrentar la realidad.
- Hacer psicología para la transformación positiva, social e individual.
- Cambios en el habitar, en el individuo, en las relaciones individuo- grupo- sociedad. Se
produce así una transformación mutua.
Características de la psicología comunitaria (Heller, 1977):
1- Enfoque ecológico
2- La preocupación por problemas del funcionamiento humano, que incluían la prevención de
trastornos más allá de los de salud mental
3- Intervención multidisciplinaria, colaboradora.
4- Énfasis en la capacidad para enfrentar los problemas, en la adaptación y la competencia y
no solo en los trastornos.
5- Un enfoque empírico, experimental, de a intervención social.
6- Rechazo del modelo medico
El segundo y tercer punto han sido ampliados a través de la praxis. Y el quinto se ha ampliado y
utilizado en otros modelos de investigación, que entre ellos se ha desarrollado la investigación-
acción participativa.
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Psicología Comunitaria
- Comunidad como ente dinámico, compuesto por agentes activos, actores sociales como
constructores de la realidad en que viven.
- Hace énfasis en las fortalezas y capacidades.
- Toma en cuenta la relatividad cultural
- Incluye diversidad
- Asume las relaciones entre las personas y el medio ambiente
- Orientación hacia el cambio social dirigido al desarrollo comunitario.
- Incluye una orientación hacia el cambio personal
- Busca que la comunidad tenga el poder y el control social los procesos que le afectan.
- Tiene condiciones políticas
- La acción comunitaria fomenta la participación
- Es ciencia aplicada, produce intervenciones sociales.
- Tiene carácter preventivo
- Produce reflexión, crítica y teoría.
El origen pluridisciplinario de la psicología comunitaria
Sánchez Vidal (1996) considera que las definiciones de la PC pecan por su vaguedad, como se
vio en sus inicios. A ello agrega la denuncia de carácter UTOPISTA en función a las
situaciones deseables o ideales, y la condición “programáticas” de limitarse a lo que se debe hacer.
Y señala que estas impresiones en la PC llevan a ser fácilmente confundibles con otros campos
aplicados y no centrarse en su objeto diciendo lo que es sino diciendo lo que no es la PC.
También agrega dicho autor que se caracterizan por la MULTIDISCIPLINARIEDAD, que
apela a la integración de saberes provenientes de otras ciencias sociales.
Este punto de multidisciplinariedad necesita ser estudiado, como una condición debida al carácter
complejo de la PC, más que como limitación. Debido a que es necesario reconocer que en ella se
integran aspectos psicosociales, sociológicos, culturales y políticos.
Así que más que definirse por la negación, por la exclusión, la PC debe definirse por la inclusión y
la integración.
Si revisamos la génesis de la PC, vemos que deriva de varios campos: el psicosocial, el clínico, el
educativo y en particular el movimiento de salud mental en la comunidad.
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Psicología Comunitaria
Cook (1970) señala que la diferenciación debía hacerse porque la psicología comunitaria “va más
allá de la salud mental en la comunidad, como, por ejemplo, el funcionamiento de los individuos en las
unidades sociales, las organizaciones y las comunidades”. La construcción de la nueva
subdisciplina, que además es pluridisciplinar, parece exigir la diferenciación.
Es significativo que la PC surja en América en un momento de crisis que obliga a muchas ramas de
la psicología y sobre todo a la rama social, a representarse críticamente y a evaluar su papel social y
científico.
América latina, se la denominaba psicología social comunitaria, debido a sus orígenes de donde
nace y se gesta su práctica. Y es de ella de donde se toman muchos de sus métodos, estrategias y
técnicas. Esta tiene como centro el desarrollo de comunidades autogestoras para la solución de
sus problemas, estudia para ello las relaciones de poder y control, su efecto sobre procesos
psicosociales se orienta hacia la investigación critica para la transformación social, facilitando y
fortaleciendo a los procesos psicosociales que posibilitan el desarrollo de comunidades
autogestoras para la solución de sus problemas.
Montero (1982) señala el poder y el control sobre las circunstancias de vida por parte de las
personas que integran las comunidades, así como el cambio social como objeto de esta rama de la
psicología.
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El desarrollo comunal, ha sido definido como el producto de la acción comunal, acción que produce
cuando la comunidad se hace cargo de sus problemas y se organiza para resolverlos, desarrollando
sus propios recursos y potencialidades y utilizando también los ajenos. Esta noción excluye el
paternalismo.
El desarrollo comunal entonces (Borda, 1959) debe partir de los siguientes principios:
1. Catálisis social: que consiste en la presencia de un agente propulsor del desarrollo, cuyo rol
no es directivo.
2. Autonomía: que significa la centralización en el grupo inicial, que tiene a su cargo el control,
la dirección y la realización.
3. Prioridad, que consiste en el señalamiento por el grupo de las necesidades a atender,
estableciendo jerarquía.
4. Realización: obtención de logros concretos inmediatos que permitan alcanzar la menta
ultima: el cambio social.
5. El principio de los estímulos: consiste en reforzar de manera específica cada logro
alcanzado.
Sobre el método de la psicología comunitaria
Definir el objeto de estudio, será para generar un lenguaje acerca de mismo y por crear un método
para realizar ese estudio.
Esos métodos que eran utilizados eran provenientes de la psicología social, de la antropología, la
etnometodología, la sociología critica. Pero a mediado de los 60 montero cuenta que no podían ser
resueltos los problemas y a esto se le agrega la convicción de que tales problemas debían ser
enfrentados no solo por los psicólogos sino también por las personas afectadas.
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Psicología Comunitaria
Por tal razón, junto con los estudiantes, Montero acuden a lo que ya sabían de la psicología social,
tomando técnicas y los procedimientos propios de la dinámica de grupos, ya que se debía trabajar
con los grupos comunitarios, y dichas técnicas permitían establecer intercambios productivos, a los
cuales los miembros pudiesen tener la oportunidad de expresar sus puntos de vista.
También tomaron las túnicas de la observación y les añadieron los enfoques de participación y a
sensibilidad proveniente de la etnometodología. Como investigar de esa manera ofrecía sospechas
de validez y confiabilidad, se tomaron observadores separados.
Al mismo tiempo comenzaron a estudiar los aportes de la sociología critica a lo que Borda califico
de investigación acción, pero ya a en 1977, en el simposio mundial sobre investigación activa y
análisis científico, comenzó a ser denominada como investigación acción participativa. La unión
entre la teoría y la práctica es uno de los principios fundamentales de la psicología comunitaria,
junto con el carácter participativo de los participantes.
Otro tanto, pero en EEUU, Rappaport (1977) cuatro fuentes en el desarrollo de las
estrategias de intervención para ese momento:
En resumen:
Capítulo 3
Maritza Montero
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Psicología Comunitaria
ambigüedad (borrosidad), esto se debe a la influencia del paradigma relativista cuántico. Este
nuevo campo de la psicología construye a su vez, su propia versión, a partir de praxis. Se buscaba
producir una forma de intervención en los problemas psicosociales a fin de hacer una psicología
dirigidas por esas mismas personas y no desde programas que, al prescindir de la participación del
duración. Define a sus actores como agentes externos e internos, redefiniendo sus roles y
transformación critica, muchas veces también llamado Psicología social comunitaria latinoamericana
Noción de paradigma
Entendemos al paradigma como un modo de conocer, que incluye tanto una concepción del
individuo o sujeto cognoscente como una concepción del mundo en que este vive y de las relaciones
entre ambos. Esto supone un conjunto sistemático de ideas y de prácticas que rigen las
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Psicología Comunitaria
Para que haya un paradigma es necesario generar una comunidad científica, informal, pero bien
diferenciada, caracterizada por disponer de unos canales de comunicación propios, por compartir
un mismo enfoque epistemológico, por emplear una terminología conceptual común, por utilizar un
método o métodos particulares, e incluso por asumir una similar escala de valores.
la psicología comunitaria, como el dialogo, liberación, apoyo social, conciencia, inclusión social, ética
son aspectos que tarde o temprano encontramos en los más destacados psicólogos comunitarios.
Entonces puede decirse que existe una comunidad diferenciada, que posee canales de
técnicas y métodos tanto cualitativos como cuantitativos. Y esa comunidad sostiene con su praxis
la relación entre investigadores externos (psicólogas) y las personas que forman las comunidades
de un individuo solitario.
Metodología: (Se trata de los modos empleados para producir el conocimiento) Tienden a
ser participativos.
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conocimiento producido.
Política: Refiere al carácter y la finalidad del conocimiento producido, así como al ámbito de
aplicación y a sus efectos y a la posibilidad que todo ente tiene de expresarse y hacer oír su voz en
el espacio público.
Dimensión ontológica:
En la psicología Com. Tiene la concepción del ser Humano como un ser activo, de alguien que
construye realidad y que protagoniza la vida cotidiana. Es alguien que piensa, actúa, y crea, cuyo
conocimiento llamado conocimiento, llamado conocimiento popular, debe ser tomado en cuanta. Al
hacer partícipe a ese sujeto del trabajo y la investigación comunitaria, se suma su saber junto con su
comunidad por lo tanto sus miembros tienen derecho de tomar decisiones sobre aquellos asuntos
que les conciernen, al igual que tienen el compromiso de llevarlas a cabo. La comunidad tiene
derecho a decidir qué tema se va a intervenir- investigar y como desea que esto se haga. La
comunidad es quien más se ve afectada por cualquier tipo de intervención. Por lo tanto, nadie tiene
realizar dicha tarea. El rol del profesional en este caso debe ser facilitador y no de experto.
Dimensión epistemológica:
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Se trata de que ambos sujeto y objeto, son considerados parte de una misma dimensión en una
que permite incluir a la totalidad formada por la tesis, su antítesis y la síntesis de ambas).
cognoscente. Por esto habla de agentes externos y agentes internos en el trabajo comunitario y
popular.
Metodología:
Los modos de producción del conocimiento. Ampliación de las vías para producir conocimiento,
dinámico y colectivo.
Dimensión ética
Consideración del Otro no como un objeto creado por quien controla ciertos recursos en la
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La idea de la relación como ámbito fundamental de ser y de conocer se empieza a hacer sentir en el
campo de las ciencias sociales latinoamericanas al inicio de la segunda mitad del siglo XX. Paulo
La psicología comunitaria se define como una psicología de relaciones creada para un mundo
relacional.
A modo de cierre para que el paradigma se desarrolle de forma holística y de relación debe
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Psicología Comunitaria
CAPÍTULO 4
COMUNITARIA
El origen de la psicología comunitaria está unido al descontento con las prácticas habituales a
principios de la segunda mitad del siglo XX por parte de ciertas ramas de la psicología ligadas a la
la psicología clínica; las cuales se ocupan, por la definición de los procesos en los cuales las
personas cambian, ya sea por adquirir conocimientos, por desarrollar comportamientos o por recibir
tratamientos y pautas socializadoras que las definen como miembros específicos de determinadas
categorías sociales.
La psicología comunitaria en sus inicios analizó los procesos psicosociales que conducen a las
pueden bloquear, impedir o disminuir esos esfuerzos. Las teorías del locus de control, de la
comportamientos en los cuales las personas consideraban que entre sus acciones y el resultado o la
coincidían con el comportamiento que esa nueva rama de la psicología se proponía cambiar a fin de
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Psicología Comunitaria
Los conceptos que esas teorías crearon se refieren a lo que pasa en los individuos, pero centran en
ellos la causa de sus problemas sin buscar qué fue lo que originó la pasividad, la desmotivación o el
bloqueo de la eficacia, considerando al mismo tiempo que su conducta sumisa y apática es la que los
excluye del éxito y el progreso. Las personas que se encuentran ante circunstancias
agentes externos, en el desinterés y en el esperar que otros hagan lo que haya que hacer, o en la
esperanza de que sin que los ciudadanos hagan nada, algún día toque la suerte o haya un buen
respuestas más eficientes, independientes y económicas a los problemas que surgen en ese ámbito.
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Psicología Comunitaria
base: principalmente en asumir la comunidad como una totalidad en la cual se da una transformación
social a partir de la vida diaria y la concepción del ser humano como actor y constructor de realidad.
especialmente las ideas de los Manuscritos juventud de Marx y Engels. La relación con esta
social, política en la cual se producen, superando la tendencia psicologista a hacer del sujeto el
latinoamericanos igualmente influidos por las ideas marxianas, entre las cuales encontramos la
la cual los trabajos de Fals Borda y Molano que sentaron las bases para una praxis renovadora de
las ciencias sociales, del rol de los investigadores e interventores sociales y para el desarrollo de
también los aportes de Freiré a la educación popular que aportaron conceptos fundamentales.
Las teorías filosóficas y sociales permitían distinguir un horizonte más amplio donde lo colectivo
tenía cabida; de esta manera se podían trabajar los fenómenos psicológicos que se producen por el
hecho de vivir en comunidad, y lo que la psicología social comunitaria comenzó a hacer fue construir
el puente psicosocial comunitario entre unas y otras que se trataba de encontrar explicaciones e
hipótesis que nos permitiesen comprender mejor lo que observábamos, y siguiendo la máxima
cartesiana: hacer de necesidad, virtud- realizar un trabajo que condujera, junto con las personas
involucradas en él, a las transformaciones buscadas. Un trabajo que de alguna manera diera
sentido a lo que se estaba generando, permitiendo a la vez elaborar sentidos nuevos que
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Psicología Comunitaria
sustituyeran a aquellos que sirvieron de palanca para mover el mundo en construcción, y que
construyéndose a sí mismo.
para la delimitación de su objeto de conocimiento. Pero muy pronto cedieron el centro de la escena
para dar lugar a las explicaciones, interpretaciones e hipótesis que comenzaron a surgir dentro de la
psicología social comunitaria en los años ochenta. La teoría en la subdisciplina surgió de la praxis,
ha sido y está siendo elaborada en la interacción entre investigación práctica, empírica, reflexión
los Estados Unidos, a partir de fines de los setenta, durante toda la década de 1980, y aún
ochenta. Existen tres tendencias cuya expresión es no sólo evidente, sino claramente distintiva en
enfoque de la psicología crítica y la tendencia sistémica . Las dos primeras suponen formas de hacer
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Psicología Comunitaria
y de comprender la praxis. Esto significa que no son teorías sino posiciones paradigmáticas que
influyen sobre las teorías y las aplicaciones concretas. La tercera presenta una forma de hacer
También se agrega una tendencia que se ha venido desarrollando en los Estados Unidos
perspectiva conductual.
Australia, parte de una práctica en la cual se comparan reiteradamente los desarrollos y las
experiencias provenientes de otros ámbitos, con las diferencias producidas en los distintos
contextos locales.
Las ideas que sustentan esta posición son las de reconocer la influencia de la corriente principal,
pero señalando también el riesgo que representa en el sentido de opacar la visión de lo que sucede
comunitarios en función del contexto en que trabajan; la unión de reflexión y acción para la
proviene de fuera en el ámbito específico en el cual se lo aplica elaborando así una epistemología
intrínseca y también un pluralismo metodológico que permite una mejor adecuación al complejo
social y del movimiento pos moderno como por ejemplo el concepto de sentido de comunidad.
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1
Chavis y Newbrough (1986), Giuliani, García y Wiesenfeld (1994), Sánchez (2000).
2
Montero (1998).
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La ubicación es otro aspecto que forma parte de la comunidad. También se lo conoce como
la perspectiva de la “locación”.
Moreno3 comenta que convivir en una determinada vecindad implica un cierto territorio y
que esto ha sido, quizás, la característica común a algunas4 comunidades.
3
Sánchez (2000).
4
Moreno no emplea esta palabra, el habla de “todas” las comunidades, en referencia a un estudio realizado que incluía
dichas comunidades. Elijo la palabra “algunas” para marcar que NO es condición de todas las comunidades.
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Lo que encontramos son individuos que viven cerca unos de otros, o que tienen relaciones
cara a cara, que ese vivir cerca o ese relacionarse habitualmente, directamente, frente a frente, los
afecta psicosocialmente. Y es de esta interacción que surge un sentido de comunidad que está
íntimamente ligado a una identidad social comunitaria.
Las características en común que resaltan MIEMBROS de una comunidad son las
siguientes:
● Compartir una forma total de vida y no sólo algunos intereses y contactos para lograr un fin
común.
● Tener relaciones cara a cara que tienden a expandirse.
● Preocuparse por el bienestar de todos los miembros y sentirse obligados recíprocamente a
fomentarlo.
5
Krause (2001).
6
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La comunidad, agrega la autora, es, además, un grupo social histórico, que refleja una
cultura prexistente al investigador; que posee una cierta organización, cuyos grados varían según el
caso, con intereses y necesidades compartidos; que tiene su propia vida, en la cual concurre una
pluralidad de vidas provenientes de sus miembros; que desarrolla formas de interrelación frecuentes
marcadas por la acción, la afectividad, el conocimiento y la información.
¿Qué caracteriza psicosocialmente a una comunidad?, serían múltiples los factores que lo
harían por lo que destacaremos los mencionados por la autora:
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Pallí8 analiza tres enfoques que han tenido cierta influencia en algunas formas de trabajo
comunitario y que resultan limitantes:
● Primero: considera a la comunidad como algo contaminante, ilustrado por esos modos de
aproximación a la comunidad en los que los interventores o investigadores mantienen un
discurso que habla de igualdad, pero toman medidas que mantienen la separación entre lo
que hacen y la comunidad. Existe una incapacidad de mirar a la comunidad y de relacionarse
con ella.
● Segundo: considera a la comunidad deficiente, es decir, como incapaz y minusválida, como
débil o enferma. Este enfoque predomina bajo lo que se llama “modelo médico”, donde solo
se ven las carencias, no las fortalezas, buscando generar relaciones paternalistas,
clientelistas. Es también el modelo “misionero” que puede verse en algunas ONG y en
ciertos grupos religiosos, para los cuales la comunidad es una especie de ente frágil, proclive
a ser presa de peligros e incapaz de superar sus males sin ayuda externa.
● Tercero: considera a la comunidad como algo puro, que podría ser contaminado por la
acción de los agentes externos, por lo cual todo lo que proviene de ella es perfecto,
intocable e inmutable. Esa “pureza” supone una fragilidad que desecha toda forma de
discusión, de aprendizaje y de transformación, como si la comunidad no fuese capaz de
reflexionar sobre nuevas ideas y modos de acción.
7
Wiesenfeld (1997).
8
Pallí (2003).
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Psicología Comunitaria
Destaca Montero, además, que no es correcto pensar a las comunidades como homogéneas,
puesto que cada una tiene su propio tiempo, ritmo, lengua, flujos y reflujos de acción y de
pasividad; las cosas no suceden cuando los agentes externos las planifica, sino cuando la
comunidad considera y siente que debe, quiere y puede hacerlas.
El primero en utilizar esta noción fue Sarason, quien dice que consiste en “la percepción de
similitud con otros, una interdependencia consciente con otros, una voluntad de mantener esa
interdependencia dando o haciendo a otros lo que se espera de ellos, el sentimiento de que se es
parte de una estructura mayor, estable y de la que se depende”9Para otros autores10, el sentido de
comunidad es simplemente lo que caracteriza a los grupos sociales.
9
Sarason (1974).
10
Sonn y Bishop (2002).
11
McMillan (1996), McMillan y Chavis (1986).
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● Influencia: la capacidad de inducir a otros a actuar de una cierta forma, así como de ser
consultados o de que su opinión sea escuchada y pese en la comunidad. Asimismo, incluye
la capacidad percibida de que una persona sea influida por el grupo o de que la comunidad
pueda influir sobre sus miembros. Este componente implica cohesión, la unidad del grupo y
la conformidad de este.
● Integración y satisfacción de necesidades: beneficios que la persona puede recibir por el
hecho de pertenecer a la comunidad en términos de status, respeto, valores compartidos,
popularidad y ayuda material y psicológica en momentos de necesidad.
● Compromiso y lazos emocionales compartidos: se comparten fechas y acontecimientos
especiales, conocer a la gente por su nombre y sobrenombre, mantener relaciones estrechas
y afectivas con muchas personas, saber que se cuenta con ellas. Según McMillan y Chavis
este es el componente fundamental del sentido de comunidad, que está basado en
relaciones afectivas.
Por otro lado, Buckner12 distingue tres indicadores fundamentales para definir el concepto: a)
sentido psicológico de comunidad (en el vecindario), b) la atracción sentida por los residentes hacia
su vecindario y c) grado de interacción (dentro del vecindario). Los tres formarían parte de lo que
se denomina cohesión grupal.
Montero finaliza este apartado resaltando que el sentido de comunidad es función de una
comunidad específica. No se puede hablar de él en abstracto, sino a partir de la experiencia de
comunidad. Pareciera ser, agrega, que dicho concepto está en algún lugar entre la membresía, la
influencia y los lazos emocionales, pasando por la identidad y la historia compartida.
Una de las principales dificultades para definirlo reside en que algunos autores, entre ellos
Puddifoot, diferencian “sentido de identidad comunitaria” y “sentido psicológico de comunidad”.
Puddifoot anuncia el carácter multidimensional del primero, indicando que no solo se refiere a
percepciones individuales, pero tampoco es únicamente social, por el hecho de fundamentarse en
condiciones sociales específicas. Por ello, incluye ambos extremos bajo las denominaciones de
12
Buckner (1988).
37
Psicología Comunitaria
“aspectos personales” y “aspectos compartidos”. Así la identidad comunitaria para este autor está
integrada por seis dimensiones, a saber:
Aspectos personales
● Sentido de apoyo personal: la comunidad es sentida por sus integrantes como una fuente
de apoyo personal.
● Sentido de contento personal: sentido de estar personalmente situado y seguro en la
comunidad.
● Sentido de inclusión personal activa.
Aspectos compartidos
CAPÍTULO 8
Qué es la participación
38
Psicología Comunitaria
En términos más técnicos, decimos que, a la denotación, la definición o las definiciones "oficiales"
que nos dan los diccionarios, se van a unir muchos otros sentidos, que llamamos connotaciones,
construidos por la cultura en sus diversas formas. Y como además se trata de un concepto clave
para la psicología comunitaria, es necesario entonces precisar su uso en esta área del
conocimiento.
Hay por lo menos tres connotaciones de carácter general, a la acción participar (en el sentido
común y en la investigación social:
1. Ejecutar o estar involucrado en algún acto o fenómeno social en el cual otras personas están
presentes de la misma manera,
En el primer caso se está con otros en algo de mutuo interés, pero no necesariamente se trata de
una acción comunitaria, aunque podría serlo. En el segundo caso hay una acción relacionadora
desde uno de los miembros de la posible relación. En el tercer caso, que puede incluir también los
dos anteriores, habría una plena relación de participación comunitaria.
Ese carácter abarcador de la relación lo expresan bien autores como Hernández (1995, 1996,
1997) y Sánchez (2000). La primera, cuando dice que participar es tomar parte, tener parte, ser
parte, de manera que la participación comunitaria es entonces hacer, poseer, transformar y ser en
un movimiento que va de lo colectivo a lo individual y viceversa. El segundo, a través de la propia
39
Psicología Comunitaria
reflexión de participantes comunitarios, cuyas palabras manifiestan claramente ese sentido global y
colectivo. Por ejemplo:
Participar es algo más grande... todo el mundo trabaja unido; colaborar es más pequeño... es
trabajar también, pero como más reducido... Yo puedo trabajar sola y colaboro. Cuando yo
participo yo trabajo con otras personas.
• Organizar, dirigir, tomar decisiones, efectuar acciones a fin de alcanzar las metas establecidas
conjuntamente.
40
Psicología Comunitaria
• Solidaridad.
• Diversos grados de compromiso con los proyectos comunitarios y sus objetivos. No todas las
personas de una comunidad tienen el mismo grado de compromiso.
• Dar y recibir. Se aporta y a la vez se es beneficiario de los aportes hechos por otros y, además,
de la suma de todas las participaciones.
Sánchez agrega: el estar dirigida hacia la consecución de una meta; el estar integrada por una
multiplicidad de tareas o acciones orientadas hacia ese propósito común; la necesidad de unión y
organización para que sea efectiva; el ser "un espacio dinámico que evoluciona" (Sánchez, 2000:
37-38) y el ser "una construcción social múltiple, sujeta a valores y circunstancias contextúales que
surgen en un determinado momento" (Sánchez, 2000: 41).
La mayoría de los autores concuerda que es beneficiosa para los individuos participantes, cuyo
crecimiento personal se desarrolla positivamente (Montero, 1996a); para las instituciones respecto
de las cuales es necesario decir que pueden ser ámbitos de participación o copartícipes en un plan
externo a ellas, y para la sociedad (Clary y Snyder, 2002). En el caso de los receptores de
beneficios, en los proyectos psicosociales comunitarios, esta categoría es a la vez productora y
receptora, pues la mayoría de quienes participan para lograr objetivos beneficiosos para la
comunidad son miembros de la misma, actúan para satisfacer necesidades que los afectan, y se
desarrollan al hacerlo, pues todo trabajo psicosocial comunitario afecta tanto a los agentes
internos como a los externos.
Snyder, 2002). Como dice Carmona (1988), es también una forma de subversión, no en el sentido
de producir un dramático vuelco en las relaciones sociales, sino en el de la gota perenne que cada
día hora da un poco y que termina partiendo la roca. Es entonces política, en el sentido más amplio
y también más exacto del término. Tiene también un efecto amplio de carácter socializador y otro
específico, de carácter educativo informal y de modo alternativo de acción política (Montero,
1995a).
• Fortalece a la comunidad.
42
Psicología Comunitaria
La propia participación implica dificultades que deben ser previstas y resueltas en el trabajo
comunitario. Se debe tener en cuenta que los psicólogos comunitarios no son los únicos actores.
De tal condición, como ha sido enseñado por Paulo Freiré (1964), se deriva el reconocimiento de
que en el trabajo comunitario coexisten diversos saberes, todos deben ser tomados en cuenta, pero
la admisión de tales condiciones no evita que la relación entre agentes externos e internos esté libre
de conflictos y problemas. Algunas de esas dificultades conciernen al compromiso y al
conocimiento que puede manejarse en la comunidad.
Puede ocurrir que las creencias y costumbres o los valores sostenidos en una comunidad sean el
fundamento de ciertas conductas, de ciertos modos de vida que impliquen peligros, que causen
formas de exclusión o de maltrato, o que mantengan la ignorancia respecto de ciertos fenómenos.
Por otra parte, la participación de las personas no está aislada de las prácticas comunes
imperantes en la vida social de un país, una región, un área, una comunidad. Y esto significa que
dicha participación puede estar influida por tendencias políticas, religiosas o de cualquier otro tipo
de las cuales provengan ciertos intereses, ciertas necesidades que podrían bloquear, desviar o,
incluso, hacer peligroso el trabajo psicosocial comunitario.
Otra fuente de dificultades pueden ser las alianzas que los agentes externos hagan con ciertos
sectores de la comunidad, signifiquen la exclusión de otros grupos. Como señala Perdomo (1988),
43
Psicología Comunitaria
Para que haya participación es necesario que en esos casos ocurra un encuentro de voluntades,
decisiones y reflexiones entre las agencias o instituciones externas y las comunidades, quienes
deben tener acceso al control y decisión sobre lo que se hace, fortaleciéndose de esa manera y
desarrollando sus propios recursos.
La definición de compromiso
El compromiso asume así visos de cualidad, de virtud, de condición necesaria para trabajar en, con
y para la comunidad.
1. La decisión momentánea de alcanzar alguna meta en particular (Klinger, 2000: 188, 1977;
Tubbs, 1993 y Heckhausen y Jul, 1985, cit. en Klinger, 2000).
3. "La fuerza en la intención de alcanzar una meta o la adhesión personal a su búsqueda" (Klinger,
2000: 188).
Sin embargo, cabe hacer una distinción con el término voluntariado, ya que su origen y acción
parecen restringirse al ámbito individual, en tanto que el compromiso que aquí tratamos se forma y
expresa en las relaciones comunitarias. Sobre él, García Roca y Comes Ballester (1995:7), dicen
que:
Considero que el voluntariado está comprendido dentro del compromiso. Pero el compromiso va
más allá que el voluntariado. Así, entiendo por "compromiso": la conciencia y el sentimiento de
responsabilidad y obligación respecto del trabajo y los objetivos de un grupo, comunidad, proyecto
o causa, que conduce a la persona a acompañar, actuar y responder ante ellos por las acciones
llevadas a cabo.
45
Psicología Comunitaria
Lane y Sawaia (1991) iniciaron formalmente la discusión en ese sentido, desde la perspectiva
gramsciana, que permite explicar y a la vez criticar la función de los profesionales de la psicología
comunitaria. Pero ya en 1988, Perdomo había advertido respecto del rol de los trabajadores
comunitarios y de ciertos peligros ligados al mismo; criticaba en ese momento el peligro de que el
trabajo comunitario degenerase en activismo (político, religioso, social) con ausencia de reflexión
teórica y de rigor metodológico. Es decir, en una acción irreflexiva, inmediata, no planificada, de
manos sin cerebro. En "pueblo", al creer que cualquier cosa que provenga de las personas de la
comunidad es una verdad absoluta, desatendiendo la consideración gramsciana de que el sentido
común popular está tan lleno de ideología como cualquier otro ámbito de la sociedad. En
especialista o experto, separado de la comunidad por un supuesto saber superior que lo capacita
para ser el único en decidir qué hacer. Y finalmente, en concientizador o iluminador, que se ve a sí
mismo como un salvador de gente alienada a la cual movilizará e iluminará con su saber y bondad, a
la vez que las controla y dirige.
Lane y Sawaia (1991: 72), por su parte, advierten respecto del "activismo" señalado por Perdomo,
y sostienen que el compromiso es un "acto crítico, de encuentro y superación y no de anulación de
uno en el otro", refiriéndose a la confusión de algunos agentes externos que tienden a fundirse con
los miembros de la comunidad, dejando entonces de prestar su saber. Para Lane y Sawaia (1991),
tal posición conduce a dos errores: el saber cristalizado y el empirismo sin principios.
46
Psicología Comunitaria
• Beneficencia, caridad.
• Activismo.
• Empirismo irreflexivo.
El compromiso está unido a aspectos éticos y políticos que le otorgan dirección, consistencia y
apoyo. La presencia o ausencia de compromiso se prueba en la acción y la reflexión.
La comprensión y aplicación, oscila en función de tres ejes: uno que va del interés individual al
bienestar colectivo; otro que va de la selectividad grupal (compromiso con ciertos grupos) a la
consideración de que cualquier grupo y muchos intereses lo pueden producir; y un tercero que va
47
Psicología Comunitaria
de los agentes externos a los agentes internos, según dónde se asiente el compromiso. El
compromiso es un fenómeno que puede oscilar a lo largo de esos tres ejes (véase el gráfico 3).
Gráfico 3
48
Psicología Comunitaria
trabaja y el de la ciencia desde la cual se trabaja. En ambos casos, acción y compromiso se dirigen
a la transformación social enriquecedora de los miembros de la sociedad en la cual se produce.
Lo que Fals Borda explícita y ubica, sin embargo, me asumido y naturalizado por muchos
profesionales de la psicología comunitaria como una "actitud" o "disposición" o "condición"
deseable y necesaria en quienes iban a trabajar con comunidades. De tal manera que el
compromiso pasó a ser parte sustancial de ese lugar común que suele denominarse "vocación de
servicio" y que muchas veces es una zona de penumbra ubicada entre la beneficencia social y el
narcisismo socializado. Así, en mucha literatura del campo, se sobreentiende por compromiso el de
los investigadores e interventores sociales en relación con las comunidades con las cuales trabajan,
y se lo presenta entonces como un impulso unilateral debido a los miembros de dichas comunidades.
Se ha cobrado conciencia de que no es sólo el agente externo quien necesita el compromiso, sino
que también los agentes internos, miembros de la comunidad organizada, necesitan comprometerse,
y de hecho lo hacen, con los objetivos del trabajo que se realiza (Goncalves de Freitas, 1995,
1997). Como hemos visto en capítulos anteriores, se considera a las personas con las cuales se
trabaja como agentes activos de su propia transformación, como constructores de su realidad.
[...] establecer los códigos de intercambio y compromiso disminuye los riesgos de que el
investigador externo sólo saque provecho de la información que le suministra la comunidad y la
maneje y utilice según sus intereses, sin aportar elementos a la misma para solventar sus problemas
49
Psicología Comunitaria
y de que la comunidad abuse y use inadecuadamente los aportes y técnicas científicas que
aprendió e igualmente saque provecho de este recurso sin retribuirle parte de su saber a la
investigación.
Gráfico 4
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Psicología Comunitaria
En el centro del círculo encontramos a los líderes comunitarios, miembros de grupos organizados o
de movimientos internos en pro de alguna transformación o de la solución de algún problema. Suelo
llamarlos "la punta de lanza". En ellos se encuentra la máxima participación y el mayor compromiso.
En el círculo siguiente estarán los miembros de los grupos organizados que no dirigen, pero que
participan en todas las actividades. El tercer círculo corresponde a personas que no pertenecen a
los grupos organizados, pero que participan consecuentemente en las actividades que éstos
dirigen. Luego vienen aquellos que participan esporádicamente en algunas actividades más o
menos motivadoras según sus intereses o preferencias; a continuación, los que no actúan
directamente, pero contribuyen facilitando de alguna manera el trabajo de los otros (dan dinero,
materiales, prestan algún servicio: hacen llamadas telefónicas, cuidan niños, etc.); siguen los que
aprueban lo que se hace y muestran su simpatía hacia esas labores y los que miran con aprobación.
Esta última categoría parecería no participativa y ciertamente no es comprometida, pero no debe
ser de ninguna manera dejada de lado o menospreciada, pues las manifestaciones de acuerdo
pueden llevar a las pequeñas colaboraciones y éstas a las formas más comprometidas de
participación.
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Psicología Comunitaria
Para Fals Borda (1970/1987), siempre desde la sola perspectiva de los agentes externos, los
efectos del compromiso sobre la producción de conocimiento se manifiestan en:
• "La elección, por el científico, de los temas o asuntos por investigar y las prioridades que a éstos
concede, así como los enfoques y formas de manejar los datos resultantes" (1970/1987: 55).
• El hecho de que un agente comprometido con el trabajo que realiza identifica más fácilmente a
los grupos clave que merecen ser servidos por la ciencia y que se convertirán en grupos de
referencia para el investigador.
Pero, en la perspectiva psicosocial comunitaria, temas y prioridades son decididos por y con la
comunidad, pues, como ya hemos dicho, el compromiso no es unilateral, es necesario que igual
suceda con los agentes internos, cuya creatividad y originalidad también es facilitada por el
compromiso. Pero el efecto más importante del compromiso es producir análisis más serios y
profundos mediante el esfuerzo conjunto de ambos tipos de agentes, acompañados de acciones
más productivas y más adecuadas a las situaciones específicas en las cuales se actúa.
Stukas y Dunlap (2002: 417) consideran que el compromiso puede ayudar a establecer fuertes
lazos entre las comunidades y las instituciones. De esas interrelaciones puede surgir la
comprensión mutua entre los niveles interinstitucional, intergrupal y personal.
52
Psicología Comunitaria
• Una primera razón, de carácter egoísta: participar a favor de la comunidad para así obtener
beneficios para uno mismo; en efecto, la práctica psicosocial comunitaria permite encontrar
personas motivadas de esa manera, que, si bien impulsan o ayudan al logro de objetivos
comunitarios, buscan con ello obtener visibilidad, ocupar posiciones de poder, reconocimiento y
prestigio. Batson, Ahmad y Tsang (2002: 434 -435) consideran que hay una gama de
posibilidades en esta razón, que va desde las formas filantrópicas (donaciones a nombre de una
persona) hasta las actividades de voluntariado llevadas a cabo por una persona aisladamente.
• Razones altruistas destinadas a beneficiar a uno o más individuos: Estas razones estarían unidas
a la empatía, es decir, "sentimientos orientados hacia los otros congruentes con el bienestar
percibido para otra persona" (Batson, 1991), los cuales pueden ser complementados por otras
emociones positivas, tales como la simpatía, la compasión o la ternura.
• Los principios: trabajar por la comunidad en función de principios éticos y morales tales como la
justicia y la equidad o los derechos humanos. Batson, Ahmad y Tsang (2002) plantean que la
racionalización puede funcionar muchas veces como mecanismo de defensa, cuando no se trata de
ver lo incorrecto en el otro, sino en nuestro propio patio.
En 1970, Fals Borda consideraba que para saber con qué o con quiénes debía comprometerse un
investigador comunitario, éste debía hacerse ciertas preguntas relativas a sus compromisos previos,
a la objetividad, que para él estaba garantizada por la ciencia, y al ideal de servicio. En la tabla 1 se
presenta un resumen de estas preguntas.
Ellas fueron hechas en un momento histórico específico y desde la perspectiva sociopolítica que se
llamó "sociología militante" o también crítica. Su contenido aún tiene vigencia, particularmente si lo
53
Psicología Comunitaria
analizamos a la luz de las consideraciones éticas, colectivistas o altruistas y de los principios que en
ese sentido orientan el paradigma vigente en la psicología social comunitaria. Y para confirmar esa
vigencia, cabe citar las preguntas que en el mismo sentido planteara un filósofo social, Richard
Rorty (1991), veinte años después (véase la tabla 2).
• ¿Cuáles son los grupos que no temerían que se hiciese una estimación realista del
estado de la sociedad y que, por eso, brindarían todo su apoyo a la objetividad de la
ciencia?
• ¿Cuáles son los grupos, movimientos o partidos políticos que buscan servir a la
sociedad pensando en el beneficio de las personas marginadas que hasta ahora han sido
víctimas de las instituciones?
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Psicología Comunitaria
Resumen
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Psicología Comunitaria
concepto son responsabilidad de un solo tipo de agente de transformación; tanto los externos
como los internos son actores comprometidos y participantes.
La psicología comunitaria tuvo un comienzo difícil en la Argentina. Por un lado, porque todo
lo que fuera psicología se encontraba relacionado con el psicoanálisis clínico, por otro debido a las
muchas dictaduras militares que consideraban a los psicólogos como subversivo.
Un ejemplo de esto fue la trasformación que sufrió en los años ’60 el servicio de
psicopatología del Hospital Gregorio Aráoz Alfaro en Lanús que fue incorporando
progresivamente principios de la Psicología social y de la Psicología comunitaria. La trascendencia
de esto dio origen al primer plan de Salud mental de la Ciudad de Buenos Aires.
Un referente teórico fue Gerard Caplan, que aportaron perspectivas preventivas y un plan
interdisciplinario. Al proponer una concepción social de la enfermedad y de la cura cuestionaba los
modelos tradicionales usados para diseñar la organización de un servicio institucional.
Contemporáneamente en el hospital neuropsiquiátrico “Antonio Roballos” de la Pcia. de Entre
Ríos, inició una experiencia radical que lo transformó, con la OMS, en un proyecto de salud
mental. Fue la primera experiencia de comunidad terapéutica de un hospital psiquiátrico de
Latinoamérica.
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Psicología Comunitaria
Al considerar estos inicios surge la pregunta de por qué no continuó creciendo la psicología
comunitaria en Argentina. Surgen tres posibles respuestas:
1) Las sucesivas dictaduras, para las cuales lo comunitario era sospechoso y subversivo
2) La influencia del modelo clínico instaurado.
3) Los esfuerzos del estudiantado avanzado y jóvenes graduados por construir una identidad
profesional orientada a la práctica clínica.
Aunque muchos de los estudiantes carecían de marcos teóricos para sus tareas. En 1987
la UBA creó la materia “estrategias de intervención comunitaria” El impulsor y coordinador de
esta cátedra fue Antonio Lapalma. Lapalma armó un marco teórico estratégico utilizando
elementos del psicoanálisis. Las intervenciones se consideraban como un producto del contexto
histórico social y político singular que requería ser comprendido por los profesionales que se
encontraban en el escenario. A partir de articuladores basales de la PC tales como: la focalización
en las necesidades, la importancia de la comprensión de las organizaciones y redes sociales
57
Psicología Comunitaria
Este programa ayudó a salir de las limitaciones teóricas y usó elementos como la teoría
cibernética, los escritos de Morín, Maturana y Varela. Una visión holística y multidimensional. Por
lo cual creció la base teórica. En los 90 estos aportes se sumaron a los del construccionismo,
dándole un nuevo salto a la teoría.
58
Psicología Comunitaria
La PC para insertarse sorteó varias barreras, pero fue creciendo por su capacidad y
recursos para abordar los problemas socioculturales. En 2008 la dirección de educación y cultura
creó la dirección de psicología comunitaria, la cual sería pensada como forma transversal para el
sistema educativo de la provincia. La experiencia promovía la necesidad de un enfoque de
planificación participativo que toma en cuenta las complejidades del escenario. El sistema
educativo de Bs. As. es muy grande y fue grande el desafió, más allá de que hubo muchas luchas
internas por personas que proponían otras teorías como las que debían ocupar este lugar.
Esto abrió espacios de inserción a muchos psicólogos y se hizo parte de esto la FEPRA.
Se dieron cursos y seminarios donde se enseñaba la PC. El uso “profesional” de la PC generó
demandas de reconocimiento y legitimación. Por esto la ABPA (asoc, de Psi, de Bs. As.) creó el
departamento de Psicología comunitaria.
Desafíos actuales.
Los Psico, Sociales están actualmente legitimados como el vínculo con las comunidades,
esto lleva a dejar en claro ciertos elementos.
* Desafíos en la construcción de identidad: Esta es una construcción social que no siempre encaja
con los títulos académicos.
* Desafíos de la PC ante una sociedad fugaz y fragmentada: Los psicólogos sociales trabajan en
medio de los cambios producidos en las últimas décadas por el nuevo capitalismo. Parecen
escenarios sociales que van en contra de la cooperación, de la solidaridad y de la creación de
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Psicología Comunitaria
sociedades más justas. Este panorama lleva a nuevos interrogantes y planteos. Como Psicólogos
comunitarios hay que co-construir alternativas de fortalecimiento, mostrar nuevos ideales
diferentes a los que la sociedad consumista posee.
● (La) Comunidad.
● Salud mental positiva.
● Prevención.
● Estrés psico –social.
● Apoyo social.
● Competencia.
La relación instrumental de estos conceptos con el proceso de intervención es variada.
hay quienes definen el ámbito de la intervención cómo el de comunidad.
Hay otros que designan los objetivos o metas, sea evitar (prevención), o perseguir (competencia).
Y hay quienes indican estrategias de intermediación para alcanzar esos objetivos (apoyo social),
como procedimiento, no como objetivo.
La psicología comunitaria podría definirse cómo psicología de, en, por y con la comunidad, es decir
que la comunidad es a la vez el sujeto, el agente corresponsable y el destinatario de la teoría
y praxis.
El conocimiento riguroso de la comunidad es preciso por razones teóricas y prácticas tales como:
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Psicología Comunitaria
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Psicología Comunitaria
Existen formas o niveles de agrupación social que van desde la persona hasta los niveles sociales
más altos, La comunidad en este sentido ocuparía un nivel de agregación social intermedia.
● Individual.
● Grupal.
● Organizacional.
● Institucional.
● Comunitario.
● Social.
La intervención comunitaria puede darse a varios niveles, teniendo efectos
irradiactivos sobre los niveles inferiores.
Según Fisher, quién reconoce lo comunitario cómo una entidad funcional autónoma que
requiere un tratamiento teórico y metodológico diferenciado. Los niveles que distingue
Fisher son:
● Individual.
● Interpersonal.
● Grupal.
● Intergrupal.
● Organizacional.
● Comunitario.
● Social e internacional.
El nivel comunitario es muy complejo.
Ambos esquemas ubican a la comunidad en un nivel de agregación medio entre lo grupal y
organizacional.
62
Psicología Comunitaria
Por otro lado, Tonnies realiza una diferenciación entre comunidad y asociación:
La comunidad: Las relaciones en ella establecidas son el resultado de una voluntad “Natural”, la
finalidad afectiva es de base espontanea, tenderían a seguir pautas organizativas micro sociales,
siendo tradicionales, con escasa movilidad geográfica.
La asociación: La agrupación surge por una voluntad deliberada y racional a través del consenso
expreso o tácito entre sus miembros, la finalidad afectiva es de base interesada y según criterios de
utilidad, tiende a estructurarse según patrones opuestos, pautas organizativas macrosociales, la
movilidad geográfica y social es mucho mayor.
Definiciones de comunidad:
1) Grupo social de cualquier tamaño, cuyos miembros residen en una localidad específica,
comparten el gobierno y tienen una herencia e historia común.
2) Un grupo social que comparte característica e intereses comunes y es percibido o se
percibe a sí mismo cómo distinto en algún aspecto de la sociedad mayor en la que existe.
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Psicología Comunitaria
Hillery examinó las definiciones y encontró “Áreas de acuerdo o coincidencia” entre ellas, como lo
son:
● Una localidad compartida.
● Relaciones y lazos comunes.
● Interacción social.
Bernard ha trazado una distinción relevante entre Comunidad y (La) Comunidad:
Comunidad: Se destacan la interacción social y los lazos comunes, se refiere a una cualidad social
y psicológica genérica.
La comunidad: Dominaría el elemento de localidad geográfica compartida, tiene que ver con el
concepto substantivo, específico y geográficamente anclado, sistema organizado territorialmente y
coextensivo con un patrón de asentamiento en que:
2)La gente comparte instalaciones y servicios comunes dentro del patrón de asentamiento.
Klein define la comunidad como el conjunto de las interacciones ajustadas a ciertas normas en el
seno de un dominio de individuos que tratan de conseguir la seguridad e integridad física, de
obtener apoyo en tiempos de estrés y de alcanzar individualidad y significado a lo largo del ciclo
vital.
La vecindad geográfica no produce por sí misma la comunidad, sino que se precisarían otro tipo de
dinámicas y lazos sociales o culturales.
2)Socialización.
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Psicología Comunitaria
3)Control social:
También Warren cita tres dimensiones importantes para el desempeño de estas funciones que
sirven para diferenciar a las comunidades:
● Grado de autonomía.
● Coincidencia de áreas de servicio.
● Identificación.
Este autor concede mayor importancia a los elementos sociales del sistema comunitario, también
infravalora el papel de los elementos culturales y psicológicos frente a os más globales y sociales,
por lo que es algo unilateral.
Por otro lado, Chavis y Wandersman, resumen los núcleos de significación del concepto y los
relacionan con los tipos básicos de actuación comunitaria:
● 1 un lugar
● 2 una serie de relaciones
● 3 un poder colectivo
Tipos de actuación social correspondientes:
● 1 desarrollo comunitario: Desarrollo físico y social del enclave comunitario como un todo.
● 2 construcción de comunidad: Desarrollo de las relaciones sociales en una comunidad.
● 3 organización comunitaria: Incremento del poder compartido.
COMUNIDAD Y SOSCIEDAD:
1)Nivel de agrupación social: Mientras que la c comunidad designa un nivel de agregación social
intermedio, la sociedad designa el contexto global.
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Psicología Comunitaria
Los miembros de una comunidad generalmente están encuadrados por entidades, pero no lo están
en aquellos aspectos a resolver por la in intervención comunitaria como son: Miseria, carencia de
servicios, impotencia social, drogadicción.
Por otro lado, Greer desde el análisis social señaló la complejidad creciente de la organización
social humana en la evolución histórica:
Para el hombre primitivo, la comunidad se identificaba con ese grupo en cuyo seno satisfacía
íntegramente sus necesidades sociales.
Con la invención de la agricultura el sistema social se hiso más complejo, pero existía la entidad
geográfica como base comunal integradora.
Panzetta señala que las personas pueden perseguir objetivos comunes en un momento dada por
una comunalidad de valores y metas que deben ser articulados por un líder para resultar en una
verdadera comunidad.
En las sociedades actuales la comunidad puede existir y funcionar cómo tal respecto a ciertas
cuestiones, pudiendo dejar de existir cuando éstos desaparezcan.
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Psicología Comunitaria
Enfoque cultural o etnográfico: Intenta captar la comunidad cómo cultura o forma de vida a través
de la observación participante y de la residencia prolongada en la comunidad. Intenta captar una
visión global y totalizadora de ella.
El enfoque psicosocial o psico –cultural intenta relacionar los aspectos sociales o culturales.
El enfoque histórico integra datos y hechos comunitarios tanto desde la perspectiva global de
toda la comunidad, como desde la individual.
Son importantes los componentes estructurales de una comunidad, Warren postula una lista de 15
elementos básicos de una comunidad:
1)Contexto general.
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Psicología Comunitaria
11)Servicios de salud.
12)Medios de comunicación.
Felner, por otro lado, propuso un esquema estructurado de los sistemas básicos que integran una
comunidad a tener en cuenta al estudiarla cómo marco para planificar, recoger o encajar los datos y
también para concebir a la comunidad.
1)Entorno natural:
A- Geografía y clima.
C-Parques.
2) Entorno construido:
A-Calidad y naturaleza de los edificios y otras estructuras.
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Psicología Comunitaria
D- Redes sociales.
4)Sistemas:
A- Procesos políticos.
B-Condiciones económicas.
C-Medios de comunicación
D-Servicios sociales.
E-Centros educativos.
F-Transporte.
G-Agencias de asistencia médica.
H- Establecimientos correccionales.
I-Instituciones religiosas.
J-Instalaciones recreativas.
Tipos de comunidades Tonnies distinguió tres formas de comunidad, según el elemento básico
compartido o común:
Pero se pueden destacar cinco elementos básicos presentes en las definiciones de comunidad:
Un sistema social de raíz local diferenciable en el seno de la sociedad de la que es parte en base a
características e intereses compartidos por sus miembros que incluye:
-Localidad geográfica.
Capítulo 7
Este capítulo se estructura en dos partes diferenciadas. La primera de planteamiento general del
tema de la evaluación desde los presupuestos e implicaciones epistemológicos, teóricos y aplicados
de una disciplina —la PC— que establece primariamente la relación con su objeto de conocimiento a
través de la acción (intentando derivar una "ciencia psicológica de la acción social") y no del
conocimiento "puro", como es norma en el ámbito científico y académico. La segunda parte se
70
Psicología Comunitaria
No se trata tanto de aportar respuestas como de plantear preguntas y sugerir posibles soluciones
con sus respectivos pros y contras cognoscitivos e interventivos.
El tema de la intervención social es, además, novel para el psicólogo despertando, a la parque vivo
interés, no pocas reticencias y resistencias, derivadas, no sólo de su naturaleza y situación
disciplinar —que bordea atrevidamente los límites convencionales de la Psicología—,sino también del
grado de torsión valorativa implicado en él y de las desconocidas y perturbadoras consecuencias
epistemológicas que genera desde el punto de vista de la construcción de una ciencia psicológica
tradicional, valorativamente neutra, objetiva, de base lógica y empíricamente contrastable.
En efecto, los problemas abordados son multifacéticos y complejos, sólo en parte psicológicos.
Podemos partir del conocimiento para actuar informadamente o partir de la acción para acumular
conocimiento sobre ella (teoría de la acción social) o sobre la realidad transformada. De hecho,
muchos proponen suprimir ese punto de partida, así como la direccionalidad y causalidad implicada,
para sustituirlos por una circularidad o dialéctica sin comienzo ni final lógico o temporal. No otra
cosa propugna, por ejemplo, Kurt Lewin desde su clásica formulación sobre investigación-acción
(actionresearch).
La cosa puede complicarse (y aumentar en interés) más aún si incluimos un quinto factor diferencial:
La posibilidad de influencia bidireccional (en las dos vertientes, cognoscitiva e interventiva) que
caracteriza algunas formas de intervención social (o psicosocial), particularmente la comunitaria
entendida en un sentido amplio. Bidireccionalidad en el sentido de que el interventor, no sólo
intenta influir o afectar la realidad social, sino que también está abierto a ser influido o afectado
por ella, de forma que el proceso de intervención se convierte realmente en una interacción en el
sentido más estricto del término: Las dos partes —psicólogo y realidad social— cambian
71
Psicología Comunitaria
como resultado de la intervención, alcanzando tras ella un estado (y una relación mutua) diferentes
a la inicial.
Planteamientos epistemológicos
Organizaremos el resto de esta primera parte del capítulo de la siguiente forma: El concepto de
actionresearch y sus implicaciones; conocimiento y evaluación (psicología para conocer y para
actuar o cambiar) y, finalmente, principios reguladores de la evaluación comunitaria.
El autor describe el actionresearch (investigación sobre —de— la acción) como "una investigación
comparativa sobre las condiciones y efectos de varias formas de acción social e investigación que
conduce a la acción social". Para Lewin la investigación que sólo produce libros no basta; debería
producir también acción social. En otras palabras, la investigación debe ser destino de la acción
social (investigando su desarrollo y efectos) y fuente de ella (generando acción). Y viceversa: Se
trata de una investigación sobre (o de) la acción complementada con una acción (social), producida
desde la investigación.
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Psicología Comunitaria
Cuestión tan difícil como inevitable, cuya solución pasa por el desarrollo de instrumentos o
medidas de observación que separen los efectos del observador y de lo observado, que: 1) Midan
las características del observador y las hagan intervenir como variables independientes (la solución
correlacional clásica) o 2) incluyan mediciones multifactoriales en la línea de trabajo cuasi—
experimental de Donaid Campbell.
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Psicología Comunitaria
Nos ocupamos ahora de los aspectos más concretos y aplicados de la evaluación en Psicología
Comunitaria (que denominaremos "Evaluación Comunitaria") centrada en dos campos diferentes,
aunque interrelacionados. Evaluación de necesidades y evaluación de programas. Partimos de una
concepción instrumental y multifacética de la evaluación. Primero, instrumental. Como se ha
señalado, la evaluación no es —a diferencia del conocimiento— un fin en sí mismo, sino un
instrumento al servicio de unos objetivos interventivos (preventivos, correctivos, potenciadores)
posteriores. No es, pues, conocer por conocer (o para saber), sino conocer para actuar, y esto
implica toda una serie de factores extra raciónales —examinados más adelante— en función del
proceso de acción a producir. La "evaluación de necesidades" se centra en la valoración de
problemas o necesidades detectados en una comunidad o población; la "evaluación de programas",
en la evaluación de los efectos de las acciones interventivas puestas en marcha para resolverlos.
(Segundo, multifacética y paralógica. Esta propia instrumentalidad de la evaluación la imbrica en
el proceso de intervención consiguiente, adhiriéndole toda una serie de implicaciones y elementos
extra raciónales (valorativos, relaciónales y de poder) asociados a ese proceso y que la diferencian
de una mera investigación para conocer un objeto o colectivo social. La evaluación comunitaria no
puede ser así vista solamente como un ejercicio lógico de realización de unas mediciones (o
recogida de una información) desde un diseño experimental y su integración estadística, sino
además (porque esa es una parte), como un proceso complejo y multifacético en que las
implicaciones e influencias valorativas (quién hace la evaluación, quién la paga, desde qué
supuestos, sobre qué blanco poblacional, etc.) tienen una relevancia equiparable (superior, muchas
veces) a las metodologías de recogida de información o las tecnologías métricas y estadísticas para
tratarla.
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Psicología Comunitaria
Desde la perspectiva aplicada, su uso se justifica por (al menos) dos factores clave del proceso
evaluativo: a) Complejidad de los problemas sociales y b) multiplicidad de los grupos de interés
involucrados. Podría añadirse un tercero (c) —de alguna forma implicado en a—, la multiplicidad de
enfoques o métodos de recogida de la información.
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Psicología Comunitaria
b) Multiplicidad de intereses. ¡No sólo son multifacéticos los problemas objeto de la evaluación,
sino también los sujetos o partes interesadas! El psicólogo (el evaluador en general) es sólo
una de ellas. Los grupos de interés varían con el tipo de problema y nivel (familiar,
organizacional, institucional, etc.) en que nos movemos. A un nivel social amplio Cook y
Shadish (1986), por ejemplo, identifican 4 grupos genéricos:
• gestores (políticos o administradores)
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Psicología Comunitaria
Como se ha sugerido ya, la evaluación supone —y permite— la toma de contacto con la comunidad
o sistema social evaluado estableciendo, además, el marco relacional y valorativo de la intervención
subsiguiente, cosa particularmente importante si la persona o equipo que evalúa realiza también la
intervención (asimilación que, de todas formas, van a hacer habitualmente los miembros del sistema
social).
b) La evaluación así concebida, es una de las vías más importantes (sino la más importante junto a la
fijación de los objetivos interventivos) de participación comunitaria, a través de la cual se reconoce
el valor y protagonismo de la comunidad para definir sus propios problemas y necesidades (a la vez
que sus capacidades de encararlos
Creación de expectativas
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Psicología Comunitaria
La EC crea expectativas (con frecuencia poco realistas) de que se va a actuar para resolver los
problemas valorados, siendo así vista como la primera fase del proceso de solución. Esto es más
probable si el evaluador: a) Es el mismo que el interventor (o pertenecen a la misma institución o
agencia); b) está ligado a una institución política (Ayuntamiento, Consejería, etc.) o es percibido
así por los miembros del colectivo valorado. Si no es así y el evaluador no controla el proceso
posterior de intervención o ignora el alcance de la evaluación en él, deberá redefinir el rol asignado
por esas expectativas desmarcándose de ellas: Dando información verídica o explicando su
posición real.
Las expectativas de un colectivo social son así un caudal (o recurso) que debe ser cuidadosamente
administrado. Antes de iniciar una acción (evaluativa, informativa, interventiva, etc.) debemos
preguntamos cómo va a influir sobre las expectativas de la gente afectada y van a crear unas
expectativas incontroladas o casi imposibles de satisfacer.
b) La información proveniente de una fuente autónoma respecto del propio evaluador representa
—como feedback o retroalimentación independiente— un input autónomo que no sólo adquiere,
como tal, su verdadero valor de información independiente y adicional a la que aquel puede aportar
por sí mismo, sino, también, un sistema de control externo al propio evaluador, similar a los
contrapoderes en un sistema democrático.
c) Si es cierto que la "información es poder" (al tomar decisiones, sobre todo), un procedimiento
obvio (pero poco usado) de compartir el poder pasaría por la devolución a la propia comunidad de
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Psicología Comunitaria
a) Los valores están indisolublemente ligados de una forma implícita e indirecta a las diversas
operaciones y fases del proceso de evaluación (7.5), impregnando fuertemente los contenidos
informativos resultantes en: 1) La selección del tema y dimensiones a evaluar (fijación de
prioridades); 2) selección de medidas o indicadores; 3) selección de las unidades o fuentes de
observación; etc. En esta línea habríamos de recordar que todo número o cifra, lejos de ser un mero
indicador objetivo de algo, lleva adheridos (o es fruto parcial de) toda una serie de valores o
significados como decantación del conjunto de condiciones y operaciones (experimentales,
métricas, valorativas, sociales, etc.) bajo las que ha sido obtenido.
b) Hay dos fases de la evaluación durante las que los valores son explícita y directamente
centrales. En la de valoración (interpretación) de resultados y —en menor medida— e integración
de resultados. La primera, sobre todo, consiste en aplicar ciertos juicios de valor a unas mediciones
o información obtenidos para darles un significado específico o convencional en el contexto social
y científico-técnico en que se conduce la evaluación.
2. Necesidades y problemas.
3. Programas de intervención.
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Psicología Comunitaria
4. Como se verá más abajo, habría que añadir en realidad un cuarto elemento —que se analiza, no
se "evalúa"—, la comunidad).
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Psicología Comunitaria
Métodos o enfoques
Informantes clave
Los informantes clave utilizados habitualmente son profesionales relacionados con los servicios o
necesidades a sondear, líderes comunitarios o locales y administradores o gestores públicos.
Según lo que queremos averiguar, los informantes pueden pertenecer a otros grupos sociales.
Las ventajas de este método son su accesibilidad, bajo coste y caudal de información cualitativa y
causal (porqué y cómo se produce lo que queremos estudiar) aportado, no obtenible, además, por
otros métodos cuantitativos. Las desventajas principales radican, en los posibles sesgos
introducidos por los intereses sociales, profesionales y personales del informante en función de su
posición (social, profesional o personal) respecto del tema a valorar.
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Psicología Comunitaria
Es un método interactivo más dinámico que el de los informantes clave y menos influenciable por
los sesgos personales que se ven, no obstante, substituidos por las interferencias y dinámica grupal
en los grupos más pequeños (de personas) o por los intereses grupales o sociales, en los foros y
reuniones más amplias (de "roles", de líderes o representantes de las fuerzas sociales de la
comunidad).
La formalización, estructuración, tamaño y composición del grupo variará según los fines
perseguidos, tema, tamaño y disposición de la comunidad. La reunión de toda la comunidad
(posible en comunidades pequeñas), constituye el/oro comunitario (con propósitos exploratorios u
organizativos).
1) Probable sesgo (sobreestimación o —más frecuente— infraestimación) del problema debido a los
procesos sociales que median y distorsionan —en uno u otro sentido— el uso de ciertos servicios: •
Valoración social negativa o estigmatización del usuario (trastorno mental, SIDA, toxicomanía,
madres solteras, enfermedades venéreas, etc.).
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Psicología Comunitaria
• Efectos negativos o disfuncionales atribuidos (correctamente o no) a los servicios; por ejemplo,
síndrome de hospital ismo o eventuales consecuencias penales (drogadicción, SIDA). O bien
beneficios apreciables (comida o alojamiento gratuito) sin contrapartidas costosas por parte del
cliente.
2)Falta de comparabilidad de los datos. Este es el precio a pagar por no necesitar explicitar
criterios objetivos o convencionalmente aceptados para definir un caso. Distintos centros o
servicios usan con frecuencia criterios diferentes —no comparables, muchas veces— de forma que
las cifras y descripciones resultantes no son comparables, al reflejar tanto esas diferencias
metodológicas como las derivadas de la distinta incidencia del problema o necesidades.
Encuesta poblacional
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Psicología Comunitaria
Indicadores sociales
El conjunto de indicadores sociales representaría un aspecto básico del nivel o calidad de vida de
una sociedad o comunidad (pueden usarse también a nivel comunitario si los datos existen o son
recogidos para este nivel de agregación). La calidad de vida' sin embargo, debe incluir también otro
tipo de medidas más subjetivas.
Algunas ilustraciones
● Calidad de vida. Frente a ellos, sin embargo, el constructo "calidad de vida" subraya
implícitamente los elementos más subjetivos, cualitativos, vitales y cotidianos, así como los
aspectos ecológico-ambientales y su percepción psicológica. Elemento distintivo del
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Psicología Comunitaria
entre el estrés situacional y sus efectos (en general, entre los indicadores de riesgo y los
efectos atribuidos). Es por eso aconsejable realizar pruebas piloto previas del programa
siempre que sea posible.
Evaluación de programas
Casi todo lo escrito para la evaluación de necesidades (EN) es aplicable (en cuanto a principios
generales y contenidos metodológicos) a la evaluación de programas (EP). Y esto por la sencilla
razón de que aquélla (la EN) es el primer paso de ésta (la EP), siendo ambas, ramas surgidas del
tronco común de la evaluación social (y comunitaria), diferente, a su vez, de la evaluación
psicológica. En el tratamiento de la EP, partimos de la idea más amplia de investigación evaluativa
(o investigación de programas), que, partiendo de la valoración de los efectos de la intervención
(quehacer —básico, sin duda— que identifica habitualmente el concepto y praxis de EP), lo
trasciende, ocupándose además de la investigación causal de esos efectos o resultados en relación
con aspectos y componentes relevantes del proceso y diseño interventivo y del contexto en que
ese lleva a cabo.
Evaluabilidad
2. Recoger información sobre las actividades que se intentan llevar a cabo, objetivos planteados y
las asunciones causales que ligan actividades y objetivos a partir de la documentación que define el
programa (becas o proyectos) o de entrevistas con los gestores o políticos que lo originan.
3. Elaborar un modelo lógico del programa que formalice la información recogida en 2 sobre
objetivos, asunciones y sus relaciones. Se incluirán en él, los recursos precisos para llevar a cabo
las actividades y los efectos secundarios no incluidos en los objetivos planteados.
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Psicología Comunitaria
4. Analizar hasta qué punto objetivos y actividades pueden ser medidos, desarrollando un modelo
métrico sólo para aquellos objetivos y actividades que puedan ser apropiadamente medidos.
5. Recoger información sobre la marcha real del plan a partir de la documentación, memorias
periódicas u observando las operaciones.
6. Analizar qué objetivos programáticos son medibles y plausibles (van a alcanzarse a partir de las
actividades realizadas).
7. Elaborar un modelo evaluable que incluya sólo los objetivos medibles y plausibles y actividades
que conducirán probablemente a esos objetivos. Esto es, qué parte del programa puede ser
útilmente evaluada. 8. Presentación de resultados indicando cómo podrían modificarse objetivos,
actividades y recolección de datos para mejorar el funcionamiento y evaluabilidad del programa.
La evaluación de programas no puede limitarse a constatar qué sucede cuando se realiza una
intervención en una comunidad o sistema social (los efectos de la intervención), sino que debe
comparar que sucede cuando hacemos la intervención frente a lo que sucedería en ese sistema o
comunidad si no realizáramos intervención externa alguna. Y esto, porque la comunidad tiene una
dinámica y mecanismos propios de autorregulación y resolución de problemas que no podemos
ignorar. La evaluación deberá, pues, documentar que el programa logra efectos más allá —o
diferentes— de los del propio sistema "abandonado" a su propia dinámica o evolución "natural"
(Esa es, ni más ni menos, la esencia —y legitimidad— de la intervención racional e intencional).
Proceso y contenido
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Psicología Comunitaria
1. Definición del problema y/o los objetivos a perseguir. En ella podríamos distinguir 3 partes:
3. Elección de indicadores o medidas en cada dimensión o componente, así como y del tipo de
método de recogida de información y unidad de observación adecuados. Estos métodos e
indicadores deberán ser, lógicamente, los mismos a lo largo del proceso, empezando por la
evaluación de necesidades, su primer paso. Algunos enfoques básicos de EN fueron descritos
más arriba (7.6). Pueden usarse, no obstante, indicadores o señalizadores adicionales (a los de
partida) para seguir la evolución del programa.
que van ligados. Básicamente son: Observación (estructurada o participante), tests psicológicos,
entrevista e interacción grupal, encuesta, y análisis documental.
5. Integración y elaboración (estadística, lógica, teórica...) de los resultados obtenidos, tanto en las
dimensiones consideradas como en otras (efectos inesperados o secundarios) y en el conjunto del
sistema social, valorando la eficacia, eficiencia e impacto de la intervención. Han de tenerse en
cuenta las observaciones ya hechas a este respecto en el proceso de la evaluación de necesidades.
resultados.
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Psicología Comunitaria
• Eficacia —o efectividad—: Medida del efecto absoluto del programa en relación con los objetivos
o problemas de partida.
Globalmente y desde el punto de vista comunitario Medina (1984) destaca la necesidad de: 1)
Verificar que el programa tiene sus cimientos en la comunidad, de forma que: a) El programa es
accesible a la comunidad, no ajeno o impuesto; b) busca dar pronta respuesta a una necesidad
social real, no fruto exclusivo de la percepción del observador. 2) Asegurarse de que el programa
cuenta con los recursos específicos necesarios para su puesta en práctica y mantenimiento. 3)
Verificar que el programa establece vías de comunicación entre el usuario o consumidor y los
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Psicología Comunitaria
responsables políticos y económicos del programa. Entre otras cosas, esto es preciso para evaluar
el proceso del programa y corregir desviaciones o problemas. Centrándonos más en el proceder
del propio evaluador habríamos de añadir las siguientes sugerencias: 4) Antes de comenzar a
actuar conviene examinar los "porqués" de la evaluación: Porqué la piden; porqué a nosotros;
porqué en, este momento (como fruto de qué); quién nos hacen cargo; a quién —a qué— representa;
qué quiere obtener (de la evaluación y de nosotros). Con ello tendremos un "plano de situación"
que nos permitirá posicionarnos frente al sistema demandante y el proceso por venir (evaluación
sólo, o evaluación e intervención). 5) Ver el proceso de EP en términos de sistemas (no de
individuos): Grupos existentes; tipo de dinámica en la comunidad u organización; liderazgo activo (o
inexistente); estructuración y fines de la organización o institución; procesos de interacción del
sistema con la sociedad; estructura de poder y distribución entre los grupos o fuerzas presentes;
relaciones entre los diversos grupos y entre estos y el poder formalmente establecido, etc. 6)
Examinar, desde este análisis y el del punto 4, que tipo de posición va a tener el evaluador frente al
sistema y que tipo de rol es apropiado. Habrá de pensar, en todo caso, en términos sistémicos: a)
Su sola presencia como evaluador (externo, relacionado con el sistema o incorporado a él), ya
modifica el anterior estado del sistema (creando, por ejemplo, expectativas); b) Su rol (y tipo de
relación contractual) es definido no sólo por las demandas científico-técnicas del proceso, sino,
también, por las demandas y condicionamientos socio-políticos del sistema — sobre todo de la
parte que hace la demanda— así como de quién va a ejecutar el programa y de aquellos a quienes va
a beneficiar.
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Psicología Comunitaria
organización) o — lógicamente— con quien lo contrate. Si el evaluador no está de acuerdo con esa
identificación (o perjudica la estrategia evaluativa—interventiva establecida), deberá desmarcarse
del rol adscrito, redefiniendo activamente su nuevo rol. • En el fondo, en cuanto al rol, caben dos
posiciones extremas: a) Tomar partido por un grupo del sistema (el más desfavorecido o
necesitado) intentando actuar en su nombre o ser uno de ellos. Aquí el profesional pierde su
autoridad científico-técnica, pasando a adquirir (si es aceptado como tal por el sistema o grupo
concreto) la autoridad política o social del activista. b) Actuar como profesional desde una
posición de relativa independencia (autonomía, al menos) respecto de los distintos grupos del
sistema. Aquí habremos de definir un contrato (explícito o implícito) mutuo, que reconoce a
evaluador y sistema como partes diferenciadas pero relacionadas por el contenido del contrato. El
evaluador sigue conservando su autoridad científica—técnica.
7) Examinar antes de actuar las consecuencias previsibles de nuestras acciones (sean parte formal
de la evaluación o de la intervención) en términos de: A quién beneficiarán y a quién perjudicarán
esas acciones; cómo van a ser percibidas por los distintos grupos; qué efectos tendrán para el
problema en cuestión y sobre la disposición de los diversos grupos sobre su solución; etc.
Investigación evaluativa
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• En lo aplicado, para elaborar programas en base a los componentes activos descartando los
inertes, lo que aumentaría la eficiencia y racionalidad del diseño programático (La cuestión es, en
realidad, más complicada, en cuanto a cómo usar, desde este punto de vista, los elementos
inespecíficos, pero intervinientes, como las expectativas). El avance en la investigación causal de
resultados pasará probablemente por potenciar la monitorización del proceso del programa,
observando cuidadosamente cómo suceden los cambios y a qué tipo de dinámicas parecen estar
ligados.
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Psicología Comunitaria
"Posada". Se trata, en este caso, de saber qué elementos del entorno u organización destinataria
del programa ya probado son importantes, en qué sentido y qué tipo de modificaciones habrán de
introducirse en los contenidos del programa o en el proceso de intervención (y en la forma de
diseminación) para mantener la eficiencia inicial del programa
Capítulo 8 – SanchezEuclidez
Intervención Social
Definiciones:
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Psicología Comunitaria
¿Qué es Intervenir?
¿Qué es la intervención?
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Psicología Comunitaria
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Psicología Comunitaria
Intervención Comunitaria
Intervención: Connota una acción o interferencia impositiva, desde arriba hacia afuera.
Comunitaria: Se refiere en cambio, a algo más natural o espontaneo, generado desde dentro y
desde abajo, desde lo común o compartido por un colectivo.
Cuando se afirma que una intervención es intencional, queremos decir que es liberada, racional o
planeada, buscándose unos efectos esperables a partir de la experiencia acumulada o de una
teoría sobre el tema.
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Psicología Comunitaria
Aparte de la legitimidad general de la intervención, toda acción interventiva debe estar respaldada
o justificada por algún tipo de autoridad.
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Psicología Comunitaria
Anteriormente vimos la diferencia entre IS e IP. Ahora vamos a hablar sobre lC e IS, ambas son
dos ramas del tronco interventivo supra-inicial. En general, el objeto de intervención es común
(grupos humanos con una cierta estructura social dada) así como la asunción de causas sociales
relevantes de la problemática humana. Veamos las diferencias y particularidades:
Participación
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Psicología Comunitaria
La participación es, a la vez, un valor, un proceso, una técnica y una actividad. Como valor, es parte
esencial del discurso comunitaria y política. Su significado y papel central en la Psicología
Comunitaria, como el proceso que permite compatibilizar “intervención” y “comunitaria”,
teniendo un puente entre ambos conceptos contrapuestos que legitima y da sentido a la
expresión “Intervención comunitaria”
1. Premisas generales:
❖ La participación social de las personas ya se da a distintos niveles a través
de actividades e instituciones sociales y comunitarias como trabajo (o
escuela) familia, actividades relacionales y sociales habituales de la vida
comunitaria o las actividades asociativas más o menos formalizadas. Solo las
personas que estén excluidas o se autoexcluyen de estas actividades
(marginaciones étnicas, escolar, económica etc.) tendrán un cierto déficit o
necesidad “estructural” de participar a través de otros canales
“especializados” en la actividad comunitaria o social habitual.
❖ Debemos comprender que no todas las actividades y procesos han de
hacerse participativamente.
❖ Ni todo el mundo quiere participar, ni participar en todo.
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Psicología Comunitaria
-Informal
Generalmente la participación ciudadana se cita para referir a aspectos sociales más relevantes y
serios como la participación en procesos productivos y trabajo; política, programación de salud o
servicios sociales etc. La participación suele ser ahí organizada.
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Psicología Comunitaria
Como negativo es costoso en términos de tiempo y energía, pudiendo llegar a suponer un engorro u una
pérdida de eficiencia en determinados procesos de planificación requiere un cambio de actitudes y
procedimientos.
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