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8-4-2019

Estrategias de
Intervención en
Psicología Comunitaria
Dr. Antonio Ismael Lapalma

Salinas Justina
UNIVERSIDAD DE FLORES
Psicología Comunitaria

Introducción a la psicología comunitaria

Maritza Montero

Prologo

Isaac Prilleltenky

Validez psicopolítica: el próximo reto de la psicología comunitaria.

Maritza Montero describe el estado de cosa: en la psicología comunitaria, la historia de la


disciplina, y sus principales problemas.

A partir de su visión de la psicología comunitaria y proyectar el campo hacia un enfoque renovado


del bienestar y de la justicia.

La sociedad es un terreno en discusión, filósofos, censistas políticos y comentaristas sociales


debaten los méritos de las distintas s concepciones.

Aunque necesaria, ni la libertad ni la igualdad son suficiente condición para el surgimiento de la


sociedad buena. Debido a su prominencia histórica, extenso alcance y deseabilidad global,
bienestar y justicia, emergen como componentes cruciales de la sociedad buena.

El bienestar depende del reparto equitativo de los recursos de la sociedad, bienes sociales tales
como vivienda trasporte y servicio de salud, entre otros, las personas con desventaja están
impedidas de alcanzar niveles de bienestar que solo se pueden permitir aquellos que pueden y tiene
recursos superiores.

La experiencia de bienestar emocional deriva de la interacción de múltiples factores-personales,


relacionales colectivos-. Que trabajan en sinergia.

Un estado de bienestar se alcanza por el efecto sinérgico de múltiples fuerzas en las cuales cada
dominio debe obtener un nivel mínimo de satisfacción.

La interacción de necesidades personales, necesidades relacionales, necesidades colectivas=


BIENESTAR.

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Psicología Comunitaria

Como muestra Mariza montero en su libro, una abundancia de bienestar personal (autoestima,
dominio, control, esperanza), no puede reemplazar la falta de bienes., bienestar relacional(sentido
de comunidad, cuidado, comprensión, apoyo social) tampoco puede reemplazarlo y
colectivo(acceso a servicios de salud, redes de seguridad , igualdad) , tampoco, por lo tanto los tres
dominios de bienestar deben estar balanceados en su relativa seguridad, y cada uno de ellos deben
llenar ciertas necesidades básicas.

Se han demostrado que las experiencias subjetivas de bienestar están fuertemente marcadas por
tendencias culturales tales como el individualismo y el consumismo.

Nuestra teoría de bienestar concibe al desarrollo humano en términos de propiedades mutuamente


reforzadoras de las cualidades relacionales, personales y sociales.

Si bien las necesidades, pueden se psicológicas y subjetivamente experimentadas, todas tiene


dinámicas materiales y políticas que inhiben facilitan su satisfacción.

La sinergia se ve perturbada cuando las necesidades en un dominio no son mínimamente atendidas


o cuando una esfera de bienestar domina al resto, relegándolas al fondo de nuestra conciencia.

Los individuos alcanzan el bienestar cuando los tres conjuntos de necesidades primarias son
atendidas: personales, relacionales y colectivas.

Las necesidades personales y relacionales conciernen principalmente al dominio psicológico,


aunque necesarias son insuficientes determinantes del bienestar.

Construir el bienestar como si fuera estrictamente psicológico, sería como equiparable a hablar de
almas sin cuerpos, en tanto como para definirlo como estrictamente comunitario sería equivalente a
hablar de cultura sin gente.

Sen. (1999) articula la naturaleza complementaria de diversas estructuras sociales en el fenómeno


llamado bienestar y de lo que él llama desarrollo humano. Para ello propone la interacción de 5 tipos
de libertades, en la búsqueda del desarrollo humano. A) libertades políticas, B) oportunidades
económicas, c) oportunidades sociales, d) garantía de transparencia, e) seguridad protectora., cada
uno de ellos contribuye a desarrollar, cuerpos de conocimiento y nexos entrelazados entre
bienestar personal, relacional y colectivo.
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Psicología Comunitaria

Hay una estrecha asociación entre bienestar relacional, personal y colectivo, también hay un claro
nexo entre bienestar y justicia.

En la sociedad buena; la justicia trata de ser justa y equitativa

Meller distingue tres tipos de relaciones implícitas en la distribución de cargas y recursos: La


comunidad solidaria, la asociación instrumental, y la ciudadanía. La necesidad el mérito y la igualdad
son los principios que típicamente guían a la asignación en cada una de esas relaciones.

Miller postula que debe haber un equilibrio entre necesidades, merito, e igualdad, en las
sociedades que aspiren a justicia.

Tal como el bienestar requiere un mínimo de satisfacción de las necesidades personales,


relacionales y colectivas, así la sociedad buena requiere la presencia de consideraciones
complementarias, de la justicia: necesidad, merito e igualdad.

Para que la justicia llegue a ser un resultado tangible y no meramente un estado de cosa ideal debe
ser practicada.

El objetivo central de la validez psicopolítica es infundir en la psicología comunitaria, y en las


ciencias sociales, la conciencia del rol que juega el poder en el bienestar, la opresión y la justicia en
los dominios personal, relacional y colectivo.

La validez de transformación por su parte deriva del potencial de nuestras acciones para promover
el bienestar, personal, relacional, y colectivo, reduciendo las desigualdades de poder e
incrementado la acción, participación, y compromiso político, como muestra Montero en el capítulo
8.

Capítulo 1

Origen y desarrollo de la psicología comunitaria

Orígenes de la psicología comunitaria: los inicios

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Psicología Comunitaria

Durante los años sesenta y setenta del siglo XX se produce una serie de movimientos sociales que
difunden ideas políticas y económicas. En la psicología tales ideas producen un vuelco hacia una
concepción de la disciplina centrada en los grupos sociales, en la sociedad y en los individuos que la
integran – entendiendo al sujeto humano como un ser activo, dinámico, constructor de su realidad.

El comienzo en América latina

En América latina la psicología comunitaria nace a partir de la disconformidad con una psicología
social que se situaba, predominantemente, bajo el signo del individualismo y que practicaba con
riguroso cuidado la fragmentación, pero que no daba respuesta a los problemas sociales. Es
también una psicología que mira críticamente, desde sus inicios, las experiencias y prácticas
psicológicas y el mundo en que surge y con cuyas circunstancias debe lidiar.

Al mirar hacia el mundo, se agudiza su carácter insatisfactorio, porque fueron justamente las
condiciones de vida de grandes grupos de la población, su sufrimiento, sus problemas y la
necesidad urgente de intervenir e ellos para producir soluciones y cambios los que generaron un
tipo de presión que, surgida desde el ambiente, desde lo que suele llamarse la “realidad”, pasó a ser
internalizada y reconstruida por los psicólogos que hallábamos que la acción derivaba de las formas
tradicionales de aplicación de la psicología era no sólo insuficiente, sino también tardía y muchas
veces inocua, al limitarse al mero diagnóstico y al producir intervenciones fuera de foco.

Las teorías psicológicas vigentes aparecían como inadecuados, incompletas, parciales. Las
soluciones de ellos derivadas no alcanzaban sino a tratar el malestar de unos pocos y a ignorar las
dolencias de muchos.

Así, en los años setenta, por fuerza de las condiciones sociales presentes en muchos de los países
latinoamericanos y de la poca capacidad que mostraba la psicología para responder a los urgentes
problemas que los aquejaban, comienza a desarrollarse una nueva práctica, que va a exigir una
redefinición tanto de los profesionales de la psicología, como de su objeto de estudio e
intervención.

La propuesta que se hacía partía de los aspectos positivos y de los recursos de esas comunidades,
buscando su desarrollo y su fortalecimiento, y centrado en ellos el origen de la acción. Los

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Psicología Comunitaria

miembros de dichas comunidades dejaban de ser considerados como sujetos pasivos (sujetados) de
la actividad de los psicólogos, para ser vistos como actores sociales, constructores de su realidad.

La psicología comunitaria en la América anglosajona

El nacimiento de la psicología comunitaria en los Estados Unidos es conocido en mayo de 1965,


en un congreso. Es éste se decidió generar un nuevo tipo de formación para los psicólogos que les
permitiese ejercer su práctica, así como desempeñar un nuevo rol en la comunidad. A partir de esa
reunión no sólo se generaron programas específicos para trabajar en la comunidad, también se
abrió un campo para el estudio y la reflexión sobre la nueva práctica que ha sido sumamente
fructífero.

Características iniciales de la psicología comunitaria desarrollada en América latina

Como hemos visto, el inicio de la psicología comunitaria se caracteriza en la mayoría de los países
latinoamericanos por definirse más como una práctica que como una nueva ama de la psicología. Se
hacía psicología comunitaria sin saberlo, al menos durante la mayor parte de la década del setenta.
Los aspectos que marcaron a la psicología comunitaria en sus inicios son:

1. La búsqueda de teorías, métodos y prácticas que permitiesen hacer una psicología que
contribuyese no sólo a estudiar, sino, principalmente, a aportar soluciones a los problemas
urgentes que afectaban a las sociedades latinoamericanas.
2. La redefinición de la psicología social, a la vez que se va más allá del objeto de esa rama de la
psicología.
3. La carencia de una definición. Las primeras definiciones producidas en América latina
aparecen a inicios de los ochenta.
4. También careció de un lugar académico y profesional propio hasta bien entrada la década
del ochenta.
5. Orientación hacia la transformación social.
6. La certeza del carácter histórico de la psicología como ciencia, de la comunidad como grupo
social y del sujeto humano.
7. La búsqueda de modelos teóricos y metodológicos que ayudasen a entender y explicar los
fenómenos con los cuales se trabaja.

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Psicología Comunitaria

8. La concepción, desde el inicio muy clara, de que el llamado “sujeto de investigación” es


alguien dinámico, activo, que construye su realidad, actor social cuya voz forma parte de la
polifonía de la vida social y que al ser parte de la acción y de la investigación que se realizan
con su comunidad tiene derechos y tiene deberes que lo relacionan con ambas tareas.
9. La necesidad de redefinir el rol de los profesionales de la psicología social.
Resumiendo, la psicología social busca generar una metodología basada en la acción y la
participación.

Se la planteó entonces como una psicología de la acción para la transformación, en la cual


investigadores y sujetos están del mismo lado en la relación de estudio, pues ambos forman parte
de la misma situación.

Cuadro 1

Momentos en el desarrollo de la psicología comunitaria en América latina

1955-1974 Aproximaciones de las ciencias sociales a las


comunidades. Aplicaciones novedosas. Introducción de
formas de investigación-acción. Génesis de los
conceptos de investigación militante y de
concientización: sociología, educación popular. (Fals
Borda, 1959; 1978; Freiré, 1969, 1970).
1975-1979 Primeros productos en el campo de la psicología social
latinoamericana. Aportes y desarrollo de métodos
participativos (Serrano-García e Irizarry, 1979;
Sanguinetti, 1981; Montero, 1984a).
1980-1996 Descripciones de trabajos psicosociales comunitarios.
Avances técnicos y metodológicos (Wiesenfeld y
Sánchez, 1996; Almeida, 1996; Olave y Zambrano,
1993).
1980-1997 Definición de la psicología social comunitaria y de su
objeto. Construcción de un nuevo rol para los
psicólogos sociales. Introducción de principios
orientadores (Montero, 1980). Influencia de la teología
de liberación (Santiago, Serrano-García y Perfecto,
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Psicología Comunitaria

1983; Quintal de Freitas, 1994; Giuliani y WiesenfeId,


1997).
1981-1982 Desarrollo de técnicas para identificar necesidades
(Martí-Costa y Serrano-García, 1983) y discusión
teórica sobre el concepto (Montero, 1991a).
1983-1984 Desarrollo teórico de las nociones de fortalecimiento y
desideologización. Influencia de la psicología de la
liberación (Rappaport, Swift y Hess 1984; 1987a,
1987b; Serrano-García, 1984; Martín-Baró, 1986;
Montero, 2003b).
1985-1995 Análisis y reconceptualización de la noción de poder
(Serrano-García y López, 1994).
1987-1992 Introducción del concepto de sentido de comunidad.
Primeros modelos teóricos (Sarason, 1974; Serrano-
García y Álvarez, 1992; Cronick, 1989; Giuliani,
García y Wiesenfeld, 1994).
Desarrollo teórico de conceptos de concientización,
naturalización, habituación, y otros afines (Montero,
1991a, 1994c; Quintal de Freitas, 1996).

Fases en el desarrollo de la psicología comunitaria

Como vemos, a partir de la década del setenta se comenzó a construir una forma de hacer
psicología. Esto iba unido a la conciencia de que los conceptos de los que nos servíamos muchas
veces eran insuficientes e inadecuados, y, sobre todo, a la aceptación de que estábamos ante
situaciones novedosas sobre las cuales aún no teníamos nociones claras. Pero, la práctica genera
“saber” y el “saber” produce nuevas prácticas a un ritmo que se va acelerando en función de su
propio crecimiento. A mediados de los años ochenta hace su entrada la teoría a través de la
generación de conceptos, de explicaciones e interpretaciones, y diez años después nos
encontramos inmersos en la problemática epistemológica, con la presencia de un modelo poco

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Psicología Comunitaria

relacionado con el paradigma dominante en el momento en que toda esa historia comienza a
gestarse. Un modelo:

- Práctico-teórico: Se ocupa de construir un cuerpo de conocimientos que genera acción,


modos de hacer y explicaciones e interpretaciones sobre los mismos.
- Ontológico: Define la naturaleza del sujeto cognoscente
- Epistemológico: busca definir el carácter del conocimiento producido y el tipo de relación
de producción de ese conocimiento.
- Metodológico: hace aportes referentes al método a aplicar para producir el conocimiento.
- Ético: se dirige a definir la naturaleza de la relación entre investigadores-interventores y las
personas que forman las comunidades.
- Político: da lugar a la expresión de diferentes voces dentro del hacer y el conocer e incluye
aspectos tales como la autoría y la propiedad del conocimiento producido.

En el cuadro 2 aparecen en orden cronológico momentos que señalan la introducción de temas


teóricos, conceptuales y metodológicos en el desarrollo de la subdisciplina en América latina y los
Estados Unidos.

Cuadro 2

Fases en el desarrollo de la psicología comunitaria

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Psicología Comunitaria

América latina Estados Unidos


1) Generación de una nueva práctica 1) Creación de una nueva práctica
psicosocial orientada hacia la solución de psicológica que responde a
problemas sociales y la transformación social, exigencias de legitimidad social y de
con participación de las personas transformación de las instituciones.
involucradas. Supone:
Esto supone: - Rechazo del modelo médico.
- Nuevos actores sociales. 2) Estructuración del nuevo campo
- Nuevo rol para los psicólogos. disciplinario a partir de su
2) Fase de definición de una nueva definición, delimitación del área,
subdisciplina, la psicología social comunitaria fijación de valores, generación de
/ psicología comunitaria (definición del una nueva práctica. Divulgación
campo, del objeto y de los valores que la inmediata.
orientan). Generación de nuevas prácticas: 3) Generación de conceptos
desarrollo de métodos participativos. teóricos y metodológicos.
Construcción de una nueva práctica. Desarrollo de dos grandes
3) Fase de inicio de generación de teoría y de corrientes paralelas: una de
reflexión sobre ella. carácter ecológico-cultural, con
4) Fase de reflexión sobre la estructura énfasis psicosocial. Otra de
paradigmática de la subdisciplina (aspectos carácter clínico preventivo con
ontológicos, epistemológicos, metodológicos, énfasis en los aspectos de salud
éticos y políticos). comunitaria.
5) Fase de ampliación campo, 4) Ampliación del campo con
del
incorporando y desarrollando los aspectos incorporación de reflexión sobre la
ligados a la salud, a las organizaciones, a la estructura paradigmática y de las
educación, al ambiente y a la clínica. Inicio de perspectivas freiriana y de la
desarrollo de subramas. Relación con la psicología de liberación.
psicología de la liberación y con la corriente
crítica.

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Psicología Comunitaria

Estas fases no corresponden a períodos ubicados temporalmente de manera fija. Pero en su


conjunto, en cada una de las dos regiones, esas etapas han marcado el desarrollo de esta rama de
la psicología.

Igualmente, en la medida en que en ambos ámbitos de surgimiento crece y se afianza la


subdisciplina, las relaciones de intercambio e interinfluencia también crecen, coincidiendo en los
siguientes aspectos:

1. Unión de teoría y práctica


2. Concepción del psicólogo como un agente de cambio social, generativo, reflexivo.
3. Relación dialógica entre agentes externos y agentes internos y reconocimiento del carácter
activo de los segundos.
4. Generación de nuevas formas de investigar e intervenir para transformar el medio ambiente
5. Relación entre problemas socioambientales y la vida cotidiana de las personas
6. Interinfluencia de ciertos modelos, como la psicología, la teología y la filosofía de la
liberación, la educación popular freiriana o el desarrollo o movilización de la conciencia
social.
7. Necesidad de sustituir el modelo médico por modelos psicológicos.
Un caso para análisis. De cómo las condiciones sociales fomentaron y mediatizaron el surgimiento
de un movimiento comunitario.

Un casi venezolano en el último cuarto del siglo XX

En los años setenta, ante el creciente fenómeno de la marginalidad, producto de la migración rural-
urbana interna y de la inmigración desde países vecinos, se inicia en Venezuela una serie de
intervenciones en comunidades de pocos recursos. Sus objetivos eran “promover” y asistir técnica
y financieramente organizaciones económicas que permitan a la población de estos barrios pobres
su incorporación en el proceso de desarrollo económico” y “promover organizaciones de base en
esos barrios”.

La concepción del desarrollo comunitario que fundamentó esa política buscaba que las
comunidades de pocos recursos, carentes de servicios, se organizasen y asumiesen la tarea de
gestionar el cambio, n el sentido de mejorar su ambiente y responsabilizarse por su mantenimiento.

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Psicología Comunitaria

Las necesidades eran determinadas por especialistas y funcionarios públicos, y si bien a veces los
programas se iniciaban por petición popular, en función de exigencias planteadas por algún grupo,
luego se modifican, se aceleraban o suspendían según las políticas fijadas oficialmente.

Surgieron, paralelamente, asociaciones de vecinos, comunidades de base y otras formas de


organización popular que, tanto en barrios marginales como de clase media o en zonas obreras,
colocaron el núcleo de la acción comunitaria bajo su propio control.

Entonces, se produjo simultáneamente otro tipo de movimiento social: al lado de las juntas
controladas por partidos políticos surgieron asociaciones y agrupaciones motivadas por
necesidades vividas y sentidas colectivamente y por el deseo de producir una transformación, no
sólo del ambiente, sino también de los individuos y de la relación entre ambos.

Como consecuencia, una política estatal y una orientación académica que se desarrollada
paralelamente coincidieron en fomentar una forma diferente de encarar los problemas sociales; en
este sentido se puede decir que había comenzado a formarse una cultura comunitaria.

Dos formas de trabajo comunitario se producen así: en primer lugar, la que opera de arriba hacia
abajo, desde los organismos del Estado hacia las comunidades, que desarrolla el siguiente modelo:

1. Selección de un barrio o zona carenciada, por la institución promotora


2. Determinación y jerarquización de las necesidades definidas por los técnicos expertos.
3. Elaboración por los técnicos de un plan de trabajo
4. Campaña para motivar a la comunidad a participar en la ejecución de dicho plan, dirigido
por los expertos.
a- Detección de líderes de la comunidad
b- Uso de medios de comunicación social. Propaganda, difusión del plan o programa.
c- Formación de una organización de base promovida desde el proyecto.
5. Acción en la comunidad
6. Relación entre la institución y el barrio canalizada por la junta
7. Tendencia a la conversión de la organización creada en la comunidad en instrumento de
propaganda partidista y electoral.

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Psicología Comunitaria

En el segundo caso, en los movimientos comunitarios surgidos de abajo hacia arriba. Tiene otras
características:

1. Predominio de las relaciones horizontales entre los miembros del grupo.


2. Generación de conciencia entre los participantes acerca de los problemas, sus causas, las
vías para solucionarlos y sus dificultades.
3. Desarrollo de vías para obtener recursos y manejar ayudas oficiales sin hipotecar el control
y la dirección, incorporando, con diversos grados de compromiso, a muchos miembros de la
comunidad.
4. Participación integrada para la identificación de necesidades y su jerarquización.
5. Acción conjunta en la ejecución de las tareas.
6. Educación continua de los miembros de la comunidad.
7. Toma de decisiones por grupos organizados de la comunidad que escuchan las voces de
personas interesadas dentro de la misma.

Capítulo 2 Maritza Montero

¿Qué es la psicología comunitaria?

La mayoría de los autores define a esta como aquella que trata de la comunidad y que es realizada
con la comunidad. Esta definición permite delimitar lo comunitario y lo asistencial. Debido a que, si
se excluye el rol activo de la comunidad, podrá tratarse de otras aplicaciones psicológicas.

Esto supone una primera característica y primordial: lo comunitario incluye el rol activo de la
comunidad, su participación. Como agente activo con voz, voto y veto.

Rappaport (1977) menciona como, haber estado presente en su origen la preocupación por
ampliar la perspectiva intrapsíquica que dominaba los aspectos a la salud y salud mental, un cierto
énfasis en los factores ecológicos y culturales que inciden en esos problemas recibió particular
atención en muchos casos. Pero muchos otros campos de la psicología han tenido la misma
preocupación. Por ello este autor busca precisar el punto indicando 3 aspectos específicos:

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Psicología Comunitaria

- Relatividad cultural
- Diversidad
- y ecología (adecuación entre las personas y el medio)
Otra característica sería el énfasis que se ha puesto en el desarrollo de las fortalezas y
capacidades, más que en las debilidades y carencias.

El cambio social: como movimiento de recreación parmente de la existencia colectivo, de carácter


político en el sentido en que quien trabaja en la PC producen, junto con las comunidades,
intervenciones para lograr el fortalecimiento y el cambio antes señalados.

A esto se le agrega el carácter científico y aplicado.

Newwbrough, más que definir el campo de la PC, señala su objeto o su ámbito de trabajo: la
interacción entre las personas y su ambiente.

Si entendemos que una ciencia se define por su objeto, por sus conceptos (lenguaje9 y por su
método, entonces más explicable la discreción inicial. Y explica que para algunos autores se definía
por características o condiciones. Tal es el caso de Sara son (1974) que define en función de un
tema central de estudio. Sentido de la comunidad y su fortalecimiento y producción. Otros lo
hacen en función entre: individuos y medio ambiente, o entre e estrés psicosocial y su efecto sobre
la salud. Esto significa que lo primero en estar claro fue el objeto, con la práctica se fueron
produciendo conceptos y haciendo aportes al método, tomando parte de la psicología social y
otras ciencias sociales. POR ESTAS RAZONES NO SE ENCUENTRAN
DEFINICIONES ANTES DE LOS 80.

Rappaport (1977) define a la psicología comunitaria como una disciplina que acentúa la
importancia de la perspectiva ecológica de la interacción, sosteniendo la posibilidad de mejorar la
adaptación entre las personas y su ambiente mediante la creación de nuevas posibilidades sociales
y a través del desarrollo de recursos personales en vez de hacer hincapié exclusivamente en la
supresión de las deficiencias de los individuos o de sus comunidades.

Esta definición muestra el énfasis en la relación individuo- medio ambiente (cultura, social, físico)

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Psicología Comunitaria

En 1982 Montero, define a la psicología comunitaria como la rama de la psicología, cuyo objeto es
el estudio de los factores psicosociales que permiten desarrollar, fomentar y mantener el control y
poder que los individuos pueden ejercer sobre su ambiente individual y socia para solucionar
problemas que los aquejan y lograr cambios en esos ambientes y en la estructura social.

Esta definición implica:

- un rol: el agente de transformación social, que comparte sus conocimientos con otros
actores sociales provenientes de la comunidad (poseedores del saber)
- campo interdisciplinario.
- Detección de potencialidades psicosociales y el estímulo de la misma
- Un cambio en modo de enfrentar la realidad.
- Hacer psicología para la transformación positiva, social e individual.
- Cambios en el habitar, en el individuo, en las relaciones individuo- grupo- sociedad. Se
produce así una transformación mutua.
Características de la psicología comunitaria (Heller, 1977):

1- Enfoque ecológico
2- La preocupación por problemas del funcionamiento humano, que incluían la prevención de
trastornos más allá de los de salud mental
3- Intervención multidisciplinaria, colaboradora.
4- Énfasis en la capacidad para enfrentar los problemas, en la adaptación y la competencia y
no solo en los trastornos.
5- Un enfoque empírico, experimental, de a intervención social.
6- Rechazo del modelo medico
El segundo y tercer punto han sido ampliados a través de la praxis. Y el quinto se ha ampliado y
utilizado en otros modelos de investigación, que entre ellos se ha desarrollado la investigación-
acción participativa.

Aspectos o características que tipifican la psicología comunitaria (Montero):

- Se ocupa de fenómenos psicosociales producidos en relación con procesos de carácter


comunitario, tomando en cuenta el contexto cultural y social en el cual surgen.

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Psicología Comunitaria

- Comunidad como ente dinámico, compuesto por agentes activos, actores sociales como
constructores de la realidad en que viven.
- Hace énfasis en las fortalezas y capacidades.
- Toma en cuenta la relatividad cultural
- Incluye diversidad
- Asume las relaciones entre las personas y el medio ambiente
- Orientación hacia el cambio social dirigido al desarrollo comunitario.
- Incluye una orientación hacia el cambio personal
- Busca que la comunidad tenga el poder y el control social los procesos que le afectan.
- Tiene condiciones políticas
- La acción comunitaria fomenta la participación
- Es ciencia aplicada, produce intervenciones sociales.
- Tiene carácter preventivo
- Produce reflexión, crítica y teoría.
El origen pluridisciplinario de la psicología comunitaria

Sánchez Vidal (1996) considera que las definiciones de la PC pecan por su vaguedad, como se
vio en sus inicios. A ello agrega la denuncia de carácter UTOPISTA en función a las
situaciones deseables o ideales, y la condición “programáticas” de limitarse a lo que se debe hacer.
Y señala que estas impresiones en la PC llevan a ser fácilmente confundibles con otros campos
aplicados y no centrarse en su objeto diciendo lo que es sino diciendo lo que no es la PC.
También agrega dicho autor que se caracterizan por la MULTIDISCIPLINARIEDAD, que
apela a la integración de saberes provenientes de otras ciencias sociales.

Este punto de multidisciplinariedad necesita ser estudiado, como una condición debida al carácter
complejo de la PC, más que como limitación. Debido a que es necesario reconocer que en ella se
integran aspectos psicosociales, sociológicos, culturales y políticos.

Así que más que definirse por la negación, por la exclusión, la PC debe definirse por la inclusión y
la integración.

Si revisamos la génesis de la PC, vemos que deriva de varios campos: el psicosocial, el clínico, el
educativo y en particular el movimiento de salud mental en la comunidad.
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Psicología Comunitaria

Cook (1970) señala que la diferenciación debía hacerse porque la psicología comunitaria “va más
allá de la salud mental en la comunidad, como, por ejemplo, el funcionamiento de los individuos en las
unidades sociales, las organizaciones y las comunidades”. La construcción de la nueva
subdisciplina, que además es pluridisciplinar, parece exigir la diferenciación.

Psicología comunitaria y psicología social comunitaria

Es significativo que la PC surja en América en un momento de crisis que obliga a muchas ramas de
la psicología y sobre todo a la rama social, a representarse críticamente y a evaluar su papel social y
científico.

El surgimiento de la PC o comunitaria a secas, como una disciplina eficaz en el tratamiento de los


problemas sociales, es una de las manifestaciones del cambio paradigmático que estaba ocurriendo.

América latina, se la denominaba psicología social comunitaria, debido a sus orígenes de donde
nace y se gesta su práctica. Y es de ella de donde se toman muchos de sus métodos, estrategias y
técnicas. Esta tiene como centro el desarrollo de comunidades autogestoras para la solución de
sus problemas, estudia para ello las relaciones de poder y control, su efecto sobre procesos
psicosociales se orienta hacia la investigación critica para la transformación social, facilitando y
fortaleciendo a los procesos psicosociales que posibilitan el desarrollo de comunidades
autogestoras para la solución de sus problemas.

El objeto de la psicología comunitaria

Montero (1982) señala el poder y el control sobre las circunstancias de vida por parte de las
personas que integran las comunidades, así como el cambio social como objeto de esta rama de la
psicología.

1. En efecto el primer señalamiento coloca a la comunidad como AMBITO Y SUJETO


DEL QUEHACER PSICOSOCIAL COMUNITARIO. Auto delimitado
por la comunidad misma y sujeto activo de las acciones que en ella se llevan a cabo, como
actores sociales, constructores de su propia realidad.
2. EL CAMBIO. No se trata de cambios señalados desde afuera a la comunidad. La
positividad de esas transformaciones está definida desde la situación de la comunidad, y la

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Psicología Comunitaria

incorporación de aspectos externos provenientes de consideración de salud mental, salud


comunitaria. El trazado de las líneas de transformación se hace desde la propia comunidad,
desde las aspiraciones y las necesidades de la comunidad. Nelson (2003) señala como
objeto de la psicología comunitaria el bienestar y la liberación, y más aún la coexistencia de
esos dos objetivos con el cambio social, en forma de simbiosis social.
Psicología comunitaria y desarrollo comunal

El desarrollo comunal, ha sido definido como el producto de la acción comunal, acción que produce
cuando la comunidad se hace cargo de sus problemas y se organiza para resolverlos, desarrollando
sus propios recursos y potencialidades y utilizando también los ajenos. Esta noción excluye el
paternalismo.

El desarrollo comunal entonces (Borda, 1959) debe partir de los siguientes principios:

1. Catálisis social: que consiste en la presencia de un agente propulsor del desarrollo, cuyo rol
no es directivo.
2. Autonomía: que significa la centralización en el grupo inicial, que tiene a su cargo el control,
la dirección y la realización.
3. Prioridad, que consiste en el señalamiento por el grupo de las necesidades a atender,
estableciendo jerarquía.
4. Realización: obtención de logros concretos inmediatos que permitan alcanzar la menta
ultima: el cambio social.
5. El principio de los estímulos: consiste en reforzar de manera específica cada logro
alcanzado.
Sobre el método de la psicología comunitaria

Definir el objeto de estudio, será para generar un lenguaje acerca de mismo y por crear un método
para realizar ese estudio.

Esos métodos que eran utilizados eran provenientes de la psicología social, de la antropología, la
etnometodología, la sociología critica. Pero a mediado de los 60 montero cuenta que no podían ser
resueltos los problemas y a esto se le agrega la convicción de que tales problemas debían ser
enfrentados no solo por los psicólogos sino también por las personas afectadas.

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Psicología Comunitaria

Por tal razón, junto con los estudiantes, Montero acuden a lo que ya sabían de la psicología social,
tomando técnicas y los procedimientos propios de la dinámica de grupos, ya que se debía trabajar
con los grupos comunitarios, y dichas técnicas permitían establecer intercambios productivos, a los
cuales los miembros pudiesen tener la oportunidad de expresar sus puntos de vista.

También tomaron las túnicas de la observación y les añadieron los enfoques de participación y a
sensibilidad proveniente de la etnometodología. Como investigar de esa manera ofrecía sospechas
de validez y confiabilidad, se tomaron observadores separados.

Al mismo tiempo comenzaron a estudiar los aportes de la sociología critica a lo que Borda califico
de investigación acción, pero ya a en 1977, en el simposio mundial sobre investigación activa y
análisis científico, comenzó a ser denominada como investigación acción participativa. La unión
entre la teoría y la práctica es uno de los principios fundamentales de la psicología comunitaria,
junto con el carácter participativo de los participantes.

La redefinición del rol del psicólogo comunitario contribuyó al desarrollo de la perspectiva


metodológica participativa, que caracteriza al método en la psicología comunitaria.

Otro tanto, pero en EEUU, Rappaport (1977) cuatro fuentes en el desarrollo de las
estrategias de intervención para ese momento:

1. Las formas de psicoterapia breve y de intervención en crisis


2. El análisis de los grupos y en general, la dinámica de grupos provenientes de la psicología
social.
3. Los aportes de la teoría de sistemas y de sus aplicaciones en la psicología de las
organizaciones
4. Los análisis instituciones y de comunidad y la perspectiva ecológica proveniente de los
análisis sociales.
Esto muestra como EE.UU. también se apelaba a que había que permitir una aproximación
transformadora; al igual que en América Latina.

El desarrollo metodológico más temprano que genero un método activo, participativo y


transformador proviene de Puerto Rico (1979). A este método lo denominaron participe e
intervención en la investigación.
18
Psicología Comunitaria

El método de la psicología comunitaria se rige por los siguientes principios básicos:

1. El método esta inseparablemente unido a los aspectos epistemológicos y ontológicos, por


lo tanto, es el problema el que determina que método emplear. De allí el carácter
participativo.
2. El carácter participativo se manifiesta ya en su implementación y en la toma de decisiones
respecto a su uso.
3. El carácter activo del método. La orientación hacia la transformación de la psicología
comunitaria exige modos de conocer que respondan a las exigencias que plantean las
comunidades.
4. El carácter continúo de su aplicación. Toda intervención comunitaria supone una
aplicación metodológica que ejecuta con la comunidad.
5. E carácter heurístico, que en su necesidad de responder a las exigencias de la situación
debe generar modos sistemáticos de responder a sus características.
6. El carácter contextualizado, específico, cultural y comunal en el que se trabaja.

En resumen:

La psicología, que marcan su carácter orientado, hacia la transformación social y personal,


dinámico, contextualizado, participativo, político, preventivo, generador de una praxis que al
intervenir produce resultados concretos y re-lesión teórica, consciente de la diversidad de carácter
temporal y espacial proveniente del relativismo cultual.

Capítulo 3

Maritza Montero

El paradigma de la psicología comunitaria y su fundación ética y relacional

Sobre modelos y paradigmas.

19
Psicología Comunitaria

La psicología comunitaria nace marcada por los signos de la complejidad, el holismo y la

ambigüedad (borrosidad), esto se debe a la influencia del paradigma relativista cuántico. Este

nuevo campo de la psicología construye a su vez, su propia versión, a partir de praxis. Se buscaba

producir una forma de intervención en los problemas psicosociales a fin de hacer una psicología

efectivamente social, generando transformaciones en las personas y en su entorno, definidas y

dirigidas por esas mismas personas y no desde programas que, al prescindir de la participación del

su destinatario, veían limitada su eficacia en la calidad de sus ejecutantes y al término de su

duración. Define a sus actores como agentes externos e internos, redefiniendo sus roles y

señalando el campo compartido de su acción, Comienza a elaborarse conceptos explicativos y

descriptivos, y con ellos se inicia la construcción teórica, a partir de la acción y de la reflexión.

Toma como modelo de construcción de conocimientos al paradigma de la construcción y

transformación critica, muchas veces también llamado Psicología social comunitaria latinoamericana

debido a si inserción científico-geográfica.

Noción de paradigma

Entendemos al paradigma como un modo de conocer, que incluye tanto una concepción del

individuo o sujeto cognoscente como una concepción del mundo en que este vive y de las relaciones

entre ambos. Esto supone un conjunto sistemático de ideas y de prácticas que rigen las

interpretaciones acerca de la actividad humana, acerca de sus productores.

20
Psicología Comunitaria

Para que haya un paradigma es necesario generar una comunidad científica, informal, pero bien

diferenciada, caracterizada por disponer de unos canales de comunicación propios, por compartir

un mismo enfoque epistemológico, por emplear una terminología conceptual común, por utilizar un

método o métodos particulares, e incluso por asumir una similar escala de valores.

Creo que tales aspectos fundamentales de carácter paradigmático se cumplen en el caso de

la psicología comunitaria, como el dialogo, liberación, apoyo social, conciencia, inclusión social, ética

son aspectos que tarde o temprano encontramos en los más destacados psicólogos comunitarios.

Entonces puede decirse que existe una comunidad diferenciada, que posee canales de

comunicación (la Comisión de Psicología comunitaria de la Sociedad Interamericana de Psicología,

la División 27 de la American Psicológica Asociación, entre otras) y comparten numerosas

técnicas y métodos tanto cualitativos como cuantitativos. Y esa comunidad sostiene con su praxis

el paradigma que aquí se presenta, modelo de producción de conocimientos cuyos productos

presento en cinco dimensiones:

Ontológica: (Concierne a la naturaleza y definición del sujeto cognoscente) Reconoce el

carácter productor de conocimiento de los miembros de las comunidades, entonces la naturaleza de

la relación entre investigadores externos (psicólogas) y las personas que forman las comunidades

es un aspecto fundamental en este paradigma.

Epistemológica: (Refiere a la relación entre sujetos cognoscentes y objetos de

conocimiento) El conocimiento se produce siempre en y por relaciones y no como un hecho aislado

de un individuo solitario.

Metodología: (Se trata de los modos empleados para producir el conocimiento) Tienden a

ser participativos.

21
Psicología Comunitaria

Ética: el respecto por el otro y a su participación en su autoría y la propiedad del

conocimiento producido.

Política: Refiere al carácter y la finalidad del conocimiento producido, así como al ámbito de

aplicación y a sus efectos y a la posibilidad que todo ente tiene de expresarse y hacer oír su voz en

el espacio público.

Paradigma de la construcción y la transformación critica.

Dimensión ontológica:

En la psicología Com. Tiene la concepción del ser Humano como un ser activo, de alguien que

construye realidad y que protagoniza la vida cotidiana. Es alguien que piensa, actúa, y crea, cuyo

conocimiento llamado conocimiento, llamado conocimiento popular, debe ser tomado en cuanta. Al

hacer partícipe a ese sujeto del trabajo y la investigación comunitaria, se suma su saber junto con su

acción en la construcción de nuevo conocimiento tanto científico como popular.

Las consecuencias de esta posición ontológica es desechar una concepción pasiva de la

comunidad por lo tanto sus miembros tienen derecho de tomar decisiones sobre aquellos asuntos

que les conciernen, al igual que tienen el compromiso de llevarlas a cabo. La comunidad tiene

derecho a decidir qué tema se va a intervenir- investigar y como desea que esto se haga. La

comunidad es quien más se ve afectada por cualquier tipo de intervención. Por lo tanto, nadie tiene

más derecho a intervenir-investigar sin su consentimiento. La comunidad posee recursos para

realizar dicha tarea. El rol del profesional en este caso debe ser facilitador y no de experto.

Dimensión epistemológica:

22
Psicología Comunitaria

Se trata de que ambos sujeto y objeto, son considerados parte de una misma dimensión en una

relación de mutua influencia. En un proceso Analéptico (Se entiende la extensión de la dialéctica

que permite incluir a la totalidad formada por la tesis, su antítesis y la síntesis de ambas).

La relación entre psicólogos comunitarios y otros actores sociales.

La psicología comunitaria plantea relación sujeto-sujeto/objeto, pues hay un doble sujeto

cognoscente. Por esto habla de agentes externos y agentes internos en el trabajo comunitario y

plantea una relación dialógica, horizontal, de unión de conocimiento científico y conocimiento

popular.

Metodología:

Los modos de producción del conocimiento. Ampliación de las vías para producir conocimiento,

introduciendo métodos participativos, biográficos y cualitativos centrados en la búsqueda del

sentido, en la solución de problemas y en la transformación de circunstancias específicas.

Por raro se asume a la investigación -acción en su expresión participativa (IAP), enriqueciéndola

con aspectos provenientes de aquellos métodos ligados a la psicología tradicional, de carácter

dinámico y colectivo.

Dimensión ética

Consideración del Otro no como un objeto creado por quien controla ciertos recursos en la

relación, ni como un producto de la imaginación de esa persona, lo cual en psicología comunitaria

23
Psicología Comunitaria

significa reconocer la existencia independiente de la comunidad como forma de grupo y de sus

miembros en su singularidad, en su carácter de dueños de la historia construida por ellos, anteriores

a la intervención comunitaria y posteriores a ella.

Una episteme de la relación

La idea de la relación como ámbito fundamental de ser y de conocer se empieza a hacer sentir en el

campo de las ciencias sociales latinoamericanas al inicio de la segunda mitad del siglo XX. Paulo

Freire expresa " Somos seres de relaciones en un mundo de relaciones", refiriéndose a la

necesidad de entender que el conocimiento no se produce en personas aisladas, sino que es

producto de la intersubjetividad que es el producto de la relación.

La psicología comunitaria se define como una psicología de relaciones creada para un mundo

relacional.

A modo de cierre para que el paradigma se desarrolle de forma holística y de relación debe

analizarse e integrarse las cinco dimensiones antes mencionadas.

24
Psicología Comunitaria

CAPÍTULO 4

INFLUENCIAS Y DESARROLLOS TEÓRICOS EN LA PSICOLOGÍA

COMUNITARIA

El origen de la psicología comunitaria está unido al descontento con las prácticas habituales a

principios de la segunda mitad del siglo XX por parte de ciertas ramas de la psicología ligadas a la

transformación de las personas y de la sociedad: la psicología de la educación, la psicología social,

la psicología clínica; las cuales se ocupan, por la definición de los procesos en los cuales las

personas cambian, ya sea por adquirir conocimientos, por desarrollar comportamientos o por recibir

tratamientos y pautas socializadoras que las definen como miembros específicos de determinadas

categorías sociales.

La psicología comunitaria en sus inicios analizó los procesos psicosociales que conducen a las

transformaciones sociales, ambientales y personales requeridos para satisfacer las necesidades

comunitarias y fomentar el desarrollo de la comunidad. Estudió también aquellos procesos que

pueden bloquear, impedir o disminuir esos esfuerzos. Las teorías del locus de control, de la

desesperanza o la indefensión aprendida, de la autoeficacia y su bloqueo describían

comportamientos en los cuales las personas consideraban que entre sus acciones y el resultado o la

consecuencia de las mismas no habría relación de causa.

Esas teorías aportaron a la psicología social comunitaria descripciones conductuales que

coincidían con el comportamiento que esa nueva rama de la psicología se proponía cambiar a fin de

lograr procesos de fortalecimiento o potenciación basados en la afirmación, la participación, el

25
Psicología Comunitaria

compromiso, la creatividad, el diálogo y la confianza en la capacidad de la comunidad como grupo

organizado, y en la de sus miembros, para transformar al ambiente y al grupo. La comprensión-

interpretación- teorización no surge de una vez, sino que se va construyendo en la praxis.

Los conceptos que esas teorías crearon se refieren a lo que pasa en los individuos, pero centran en

ellos la causa de sus problemas sin buscar qué fue lo que originó la pasividad, la desmotivación o el

bloqueo de la eficacia, considerando al mismo tiempo que su conducta sumisa y apática es la que los

excluye del éxito y el progreso. Las personas que se encuentran ante circunstancias

socioeconómicas y políticas adversas, fuera de su control, aprenden a no confiar en sus propios

esfuerzos a través de las experiencias de fracasos socialmente establecidas. En el nivel psicológico

esto supone efectos de orden cognoscitivo, afectivo y conductual. En el campo comunitario, se

expresa en la desconfianza y la aprehensión respecto de las intenciones y las acciones de los

agentes externos, en el desinterés y en el esperar que otros hagan lo que haya que hacer, o en la

esperanza de que sin que los ciudadanos hagan nada, algún día toque la suerte o haya un buen

gobierno que haga lo que promete.

La fenomenología influyo con los términos de etnometodología el construccionismo social, que

aportaron a la naciente psicología comunitaria la búsqueda de la totalidad; pero la

etnometodología, en particular insistía en la importancia del estudio de la vida cotidiana como

ámbito de adjudicación de sentido al quehacer humano y a su entorno, como un modo de producir

respuestas más eficientes, independientes y económicas a los problemas que surgen en ese ámbito.

En la psicología y obras como de la de Gergen (1991), uno de los principales impulsores la

corriente socio- construccionista, acordaron con la psicología comunitaria en muchos aspectos de

26
Psicología Comunitaria

base: principalmente en asumir la comunidad como una totalidad en la cual se da una transformación

social a partir de la vida diaria y la concepción del ser humano como actor y constructor de realidad.

Otros aportes que influenciaron en la psicología comunitaria de latinoamericana, fueron

especialmente las ideas de los Manuscritos juventud de Marx y Engels. La relación con esta

teoría permitió comprender los problemas comunitarios en el plano de la totalidad económica,

social, política en la cual se producen, superando la tendencia psicologista a hacer del sujeto el

universo de estudio, descontextualizándolo. A estas influencias tempranas se unió la de sociólogos

latinoamericanos igualmente influidos por las ideas marxianas, entre las cuales encontramos la

teoría de la dependencia y el movimiento de la llamada sociología militante o ciencia social crítica, en

la cual los trabajos de Fals Borda y Molano que sentaron las bases para una praxis renovadora de

las ciencias sociales, del rol de los investigadores e interventores sociales y para el desarrollo de

métodos, entre los cuales está la transformación participativa de la investigación-acción; como

también los aportes de Freiré a la educación popular que aportaron conceptos fundamentales.

Las teorías filosóficas y sociales permitían distinguir un horizonte más amplio donde lo colectivo

tenía cabida; de esta manera se podían trabajar los fenómenos psicológicos que se producen por el

hecho de vivir en comunidad, y lo que la psicología social comunitaria comenzó a hacer fue construir

el puente psicosocial comunitario entre unas y otras que se trataba de encontrar explicaciones e

hipótesis que nos permitiesen comprender mejor lo que observábamos, y siguiendo la máxima

cartesiana: hacer de necesidad, virtud- realizar un trabajo que condujera, junto con las personas

involucradas en él, a las transformaciones buscadas. Un trabajo que de alguna manera diera

sentido a lo que se estaba generando, permitiendo a la vez elaborar sentidos nuevos que

27
Psicología Comunitaria

sustituyeran a aquellos que sirvieron de palanca para mover el mundo en construcción, y que

explicara cómo lo individual se hace comunitario y cómo lo comunitario afecta a lo individual,

construyéndose a sí mismo.

Esas concepciones, unidas a la experiencia en el campo, permitieron a la naciente rama comunitaria

crear su propia plataforma de lanzamiento, a la vez que aportaban perspectivas epistemológicas

para la delimitación de su objeto de conocimiento. Pero muy pronto cedieron el centro de la escena

para dar lugar a las explicaciones, interpretaciones e hipótesis que comenzaron a surgir dentro de la

psicología social comunitaria en los años ochenta. La teoría en la subdisciplina surgió de la praxis,

ha sido y está siendo elaborada en la interacción entre investigación práctica, empírica, reflexión

crítica sobre lo realizado concretamente y explicaciones provenientes de los campos antes

mencionados y otros nuevos, y es un resultado más del quehacer construido comunitariamente.

Dentro de las primeras respuestas teóricas de la psicología comunitaria se destacan el enfoque

ecológico-cultural y psicología del desarrollo que ha dominado la escena psicosocial comunitaria en

los Estados Unidos, a partir de fines de los setenta, durante toda la década de 1980, y aún

subsiste en construcción activa.

La psicología comunitaria ha mantenido un interesante diálogo con otros movimientos y tendencias

de las ciencias sociales y también de la psicología, desarrollados a partir de la década de los

ochenta. Existen tres tendencias cuya expresión es no sólo evidente, sino claramente distintiva en

la psicología comunitaria latinoamericana actual: la perspectiva de la psicología de la liberación, el

enfoque de la psicología crítica y la tendencia sistémica . Las dos primeras suponen formas de hacer

28
Psicología Comunitaria

y de comprender la praxis. Esto significa que no son teorías sino posiciones paradigmáticas que

influyen sobre las teorías y las aplicaciones concretas. La tercera presenta una forma de hacer

psicología comunitaria con una perspectiva proveniente de la teoría sistémica.

También se agrega una tendencia que se ha venido desarrollando en los Estados Unidos

paralelamente a la corriente ecológico-cultural, con la cual mantiene vasos comunicantes: la

perspectiva conductual.

Finalmente, el modelo interactivo-reflexivo-generativo, desarrollado en las dos últimas décadas en

Australia, parte de una práctica en la cual se comparan reiteradamente los desarrollos y las

experiencias provenientes de otros ámbitos, con las diferencias producidas en los distintos

contextos locales.

Las ideas que sustentan esta posición son las de reconocer la influencia de la corriente principal,

pero señalando también el riesgo que representa en el sentido de opacar la visión de lo que sucede

en el ámbito concreto en el cual se trabaja; considerar el rol profesional de los psicólogos

comunitarios en función del contexto en que trabajan; la unión de reflexión y acción para la

producción de teoría; la importancia de lo elemental; la revaloración del contexto al evaluar lo que

proviene de fuera en el ámbito específico en el cual se lo aplica elaborando así una epistemología

intrínseca y también un pluralismo metodológico que permite una mejor adecuación al complejo

dominio sobre el cual se trabaja; y la incorporación de aspectos provenientes del construccionismo

social y del movimiento pos moderno como por ejemplo el concepto de sentido de comunidad.

29
Psicología Comunitaria

Capítulo 7: “Comunidad y sentido de comunidad”- M. Montero

Sobre el concepto de comunidad

El concepto de comunidad es una noción clave, central, el ámbito motor y fundamental,


actor, receptor de transformaciones, sujeto y objeto de la psicología comunitaria y, a la vez,
antecedente, presencia constante en la vida social.

En el ámbito de la psicología comunitaria, se la define como un fenómeno social y


particularmente psicosocial, que deriva su denominación de lo común, lo compartido, que toca a
todos aquellos agrupados en función de determinados móviles, intereses o aspectos. Sin embargo,
de atenernos solo a esta caracterización, encontraremos que comunidad podría ser casi cualquier
cosa.

30
Psicología Comunitaria

En muchas definiciones1 se indica que la comunidad supone relaciones, interacciones tanto


de hacer y conocer como de sentir, por el hecho de compartir esos aspectos en comunes. Y esas
relaciones no son a distancia, se dan en un ámbito social en el cual se han desarrollado histórica y
culturalmente determinados intereses o ciertas necesidades; un ámbito determinado por
circunstancias específicas que afectan en mayor o menor grado a quienes se reconocen como
partícipes, que desarrollan una forma de identidad social debido a esa historia compartida y que
construyen un sentido de comunidad, identificable por el pronombre nosotros.

Es necesario destacar el aspecto dinámico, en constante transformación, de las


comunidades. La comunidad no es un ente fijo y estático. Es un ente en movimiento porque
siempre está en el proceso de ser, así como ocurre con las personas que la integran. Lo que permite
definirla es la identidad social y el sentido de comunidad (ambos conceptos desarrollados más
adelante), que construyen sus miembros y la historia social que igualmente se va construyendo en
ese proceso.

La difícil definición de comunidad

A continuación, se da LA PRIMERA DEFINICIÓN QUE MONTERO HACE DE


COMUNIDAD, la misma data de 1998: “Un grupo social dinámico, histórico y culturalmente
constituido y desarrollado, prexistente a la presencia de los investigadores sociales, que comparte
intereses, objetivos, necesidades y problemas en un espacio y un tiempo determinados y que
genera colectivamente una identidad, así como formas organizativas, desarrollando y empleando
recursos para lograr sus fines”2

1
Chavis y Newbrough (1986), Giuliani, García y Wiesenfeld (1994), Sánchez (2000).
2
Montero (1998).
31
Psicología Comunitaria

Asimismo, la autora destaca la importancia de tener en cuenta que el concepto de identidad


no se refiere a un proceso o fenómeno estático y único , sino que, las personas además de tener esa
forma de autodefinición que nos permite reconocernos a través de las múltiples transformaciones
que desarrollamos a lo largo de nuestras vidas, construimos múltiples identidades según las muy
diferentes afiliaciones y circunstancias de vida que forman parte de la red de relaciones e
interacciones cotidianas. La identidad comunitaria es parte de aquello que Martín Baró señaló
como él desde dónde (se genera la identidad: la comunidad) a lo cual Blanco agregó el desde quién
(el individuo).

Locación y relación en la definición de comunidad

La ubicación es otro aspecto que forma parte de la comunidad. También se lo conoce como
la perspectiva de la “locación”.

Moreno3 comenta que convivir en una determinada vecindad implica un cierto territorio y
que esto ha sido, quizás, la característica común a algunas4 comunidades.

3
Sánchez (2000).
4
Moreno no emplea esta palabra, el habla de “todas” las comunidades, en referencia a un estudio realizado que incluía
dichas comunidades. Elijo la palabra “algunas” para marcar que NO es condición de todas las comunidades.
32
Psicología Comunitaria

Lo que encontramos son individuos que viven cerca unos de otros, o que tienen relaciones
cara a cara, que ese vivir cerca o ese relacionarse habitualmente, directamente, frente a frente, los
afecta psicosocialmente. Y es de esta interacción que surge un sentido de comunidad que está
íntimamente ligado a una identidad social comunitaria.

Es necesario remarcar que el sólo compartir un espacio, un lugar, no necesariamente genera


una comunidad (pensemos en una comunidad cibernética). Si bien el territorio es un elemento, no
es definitorio de la comunidad.

Aspectos constituyentes del concepto de comunidad

Las características en común que resaltan MIEMBROS de una comunidad son las
siguientes:

● Comunidad como punto de encuentro.


● Integrarse con el vecino (no es cualquier persona, está dado por la cercanía espacial).
● El sentimiento vocalizado de ser un nosotros.
● Relaciones estrechas que suponen solidaridad.
● Creación de un espacio o ámbito tanto físico como psicológico de seguridad, de
pertenencia, donde se establece una suerte intimidad socializada.
Asimismo, Krause5 considera que hay un número mínimo de componentes que hacen al
concepto de comunidad, a saber: a) pertenencia (“sentirse parte de”), b) interrelación (que se da en
el contacto y comunicación) y c) cultura en común (que aporta significados compartidos).

Por otra parte, Forster6, introduce el concepto de “comunidades intencionales” que se


caracterizan por:

● Compartir una forma total de vida y no sólo algunos intereses y contactos para lograr un fin
común.
● Tener relaciones cara a cara que tienden a expandirse.
● Preocuparse por el bienestar de todos los miembros y sentirse obligados recíprocamente a
fomentarlo.

5
Krause (2001).
6

33
Psicología Comunitaria

● Ser centrales en la formación de identidades de sus miembros, debido a compartir


relaciones, obligaciones, costumbres, tradiciones.
Una definición de comunidad

A continuación, se presenta LA SEGUNDA DEFINICIÓN DADA POR


MONTERO DE COMUNIDAD: “Una comunidad es un grupo en constante
transformación y evolución (su tamaño puede variar), que en su interrelación genera un sentido de
pertenencia e identidad social, tomando sus integrantes conciencia de sí como grupo, y
fortaleciéndose como unidad y potencialidad social”

La comunidad, agrega la autora, es, además, un grupo social histórico, que refleja una
cultura prexistente al investigador; que posee una cierta organización, cuyos grados varían según el
caso, con intereses y necesidades compartidos; que tiene su propia vida, en la cual concurre una
pluralidad de vidas provenientes de sus miembros; que desarrolla formas de interrelación frecuentes
marcadas por la acción, la afectividad, el conocimiento y la información.

El sustrato psicosocial de la comunidad

¿Qué caracteriza psicosocialmente a una comunidad?, serían múltiples los factores que lo
harían por lo que destacaremos los mencionados por la autora:

● La cohesión entre los miembros, características propias de los grupos, particularmente de


aquellos organizados y con un cierto tiempo de funcionamiento.
● Esa cohesión se expresa en la solidaridad, la unión entre personas de la comunidad que
pueden ayudarse.
● La solidaridad que da lugar a la forma de conocimiento y de trato que se da entre sus
miembros.
● La existencia de redes de apoyo social para fines benéficos, deportivos, culturales,
laborales, así como formas de organización específicas.
● Conciencia, de comunidad y de las circunstancias de vida compartidas (reconocerse como
participantes en un proceso históricamente vivido).
Carácter paradójico del concepto de comunidad

34
Psicología Comunitaria

La autora menciona lo importante que es advertir el carácter borroso de la comunidad


citando Wiesenfeld7, quien dice que es una construcción social, necesariamente es algo que no
puede ser definitivo. De este carácter borroso surge la paradoja, donde la definición de comunidad
es “frágil”, pues no se puede ser específico sobre algo que está en constante transformación.

La visión crítica del concepto de comunidad

Pallí8 analiza tres enfoques que han tenido cierta influencia en algunas formas de trabajo
comunitario y que resultan limitantes:

● Primero: considera a la comunidad como algo contaminante, ilustrado por esos modos de
aproximación a la comunidad en los que los interventores o investigadores mantienen un
discurso que habla de igualdad, pero toman medidas que mantienen la separación entre lo
que hacen y la comunidad. Existe una incapacidad de mirar a la comunidad y de relacionarse
con ella.
● Segundo: considera a la comunidad deficiente, es decir, como incapaz y minusválida, como
débil o enferma. Este enfoque predomina bajo lo que se llama “modelo médico”, donde solo
se ven las carencias, no las fortalezas, buscando generar relaciones paternalistas,
clientelistas. Es también el modelo “misionero” que puede verse en algunas ONG y en
ciertos grupos religiosos, para los cuales la comunidad es una especie de ente frágil, proclive
a ser presa de peligros e incapaz de superar sus males sin ayuda externa.
● Tercero: considera a la comunidad como algo puro, que podría ser contaminado por la
acción de los agentes externos, por lo cual todo lo que proviene de ella es perfecto,
intocable e inmutable. Esa “pureza” supone una fragilidad que desecha toda forma de
discusión, de aprendizaje y de transformación, como si la comunidad no fuese capaz de
reflexionar sobre nuevas ideas y modos de acción.

7
Wiesenfeld (1997).
8
Pallí (2003).
35
Psicología Comunitaria

Destaca Montero, además, que no es correcto pensar a las comunidades como homogéneas,
puesto que cada una tiene su propio tiempo, ritmo, lengua, flujos y reflujos de acción y de
pasividad; las cosas no suceden cuando los agentes externos las planifica, sino cuando la
comunidad considera y siente que debe, quiere y puede hacerlas.

El sentido de comunidad: ¿rompecabezas, espejismo, otra cosa o lo mismo?

El sentido de comunidad se trata de un concepto que, si bien fue introducido en el cuerpo


teórico de la psicología comunitaria de manera bastante temprana, ha sido objeto de mucha
discusión. Sin embargo, hay que destacar que la definición de comunidad casi siempre incluye al
sentido de comunidad como uno de sus elementos característicos. Aun así, no existe un acuerdo
con respecto a la definición de dicho concepto.

El primero en utilizar esta noción fue Sarason, quien dice que consiste en “la percepción de
similitud con otros, una interdependencia consciente con otros, una voluntad de mantener esa
interdependencia dando o haciendo a otros lo que se espera de ellos, el sentimiento de que se es
parte de una estructura mayor, estable y de la que se depende”9Para otros autores10, el sentido de
comunidad es simplemente lo que caracteriza a los grupos sociales.

McMillan y McMillan y Chavis definen al sentido de comunidad como el “sentido que


tienen los miembros [de una comunidad] de pertenecer, el sentimiento de que los miembros importan
los unos a los otros y al grupo. Y una fe compartida de que las necesidades de los miembros serán
atendidas mediante su compromiso de estar juntos” 11 A partir de esta definición señalan cuatro
componentes de este concepto:

● Membresía: abarca la historia y la identidad social compartida, los símbolos comunes, la


seguridad y el apoyo emocional, la inversión personal en la comunidad; los derechos y
deberes, las gratificaciones por pertenecer y los límites de la membresía.

9
Sarason (1974).
10
Sonn y Bishop (2002).
11
McMillan (1996), McMillan y Chavis (1986).
36
Psicología Comunitaria

● Influencia: la capacidad de inducir a otros a actuar de una cierta forma, así como de ser
consultados o de que su opinión sea escuchada y pese en la comunidad. Asimismo, incluye
la capacidad percibida de que una persona sea influida por el grupo o de que la comunidad
pueda influir sobre sus miembros. Este componente implica cohesión, la unidad del grupo y
la conformidad de este.
● Integración y satisfacción de necesidades: beneficios que la persona puede recibir por el
hecho de pertenecer a la comunidad en términos de status, respeto, valores compartidos,
popularidad y ayuda material y psicológica en momentos de necesidad.
● Compromiso y lazos emocionales compartidos: se comparten fechas y acontecimientos
especiales, conocer a la gente por su nombre y sobrenombre, mantener relaciones estrechas
y afectivas con muchas personas, saber que se cuenta con ellas. Según McMillan y Chavis
este es el componente fundamental del sentido de comunidad, que está basado en
relaciones afectivas.
Por otro lado, Buckner12 distingue tres indicadores fundamentales para definir el concepto: a)
sentido psicológico de comunidad (en el vecindario), b) la atracción sentida por los residentes hacia
su vecindario y c) grado de interacción (dentro del vecindario). Los tres formarían parte de lo que
se denomina cohesión grupal.

Montero finaliza este apartado resaltando que el sentido de comunidad es función de una
comunidad específica. No se puede hablar de él en abstracto, sino a partir de la experiencia de
comunidad. Pareciera ser, agrega, que dicho concepto está en algún lugar entre la membresía, la
influencia y los lazos emocionales, pasando por la identidad y la historia compartida.

El sentido de identidad comunitaria

Una de las principales dificultades para definirlo reside en que algunos autores, entre ellos
Puddifoot, diferencian “sentido de identidad comunitaria” y “sentido psicológico de comunidad”.

Puddifoot anuncia el carácter multidimensional del primero, indicando que no solo se refiere a
percepciones individuales, pero tampoco es únicamente social, por el hecho de fundamentarse en
condiciones sociales específicas. Por ello, incluye ambos extremos bajo las denominaciones de

12
Buckner (1988).
37
Psicología Comunitaria

“aspectos personales” y “aspectos compartidos”. Así la identidad comunitaria para este autor está
integrada por seis dimensiones, a saber:

Aspectos personales

● Sentido de apoyo personal: la comunidad es sentida por sus integrantes como una fuente
de apoyo personal.
● Sentido de contento personal: sentido de estar personalmente situado y seguro en la
comunidad.
● Sentido de inclusión personal activa.
Aspectos compartidos

● Sentido activo de compromiso personal.


● Sentido de vecindad: la vecindad es la norma para los miembros de la comunidad.
● Estabilidad percibida: los miembros de la comunidad la perciben como estable y segura.
Se pone de relieve nuevamente la descripción de un proceso que se construye en las relaciones
comunitarias, en la intersubjetividad que se da en contextos específicos que generan historia en
común.

El sentido de comunidad es un concepto que i ncluye aspectos no solo conductuales sino


afectivos, no solo sociales sino también individuales, es algo que ocurre entre todo esto y que la
suma de los mismos es más que cada una de las partes. Es una noción otorgadora de sentido, que
se expresa en acciones y verbalizaciones, que está cargada de afecto, que se construye
históricamente y se expresa en relaciones y que, naturalmente, es vaga e imprecisa, pues al discurrir
a través de las personas se impregna de individualidades, lo cual le otorga su carácter psicosocial,
pero al menos evita la fragmentación de ese sentir comunitario en múltiples sentidos específicos.

CAPÍTULO 8

La participación y el compromiso en el trabajo comunitario

Qué es la participación

38
Psicología Comunitaria

En términos más técnicos, decimos que, a la denotación, la definición o las definiciones "oficiales"
que nos dan los diccionarios, se van a unir muchos otros sentidos, que llamamos connotaciones,
construidos por la cultura en sus diversas formas. Y como además se trata de un concepto clave
para la psicología comunitaria, es necesario entonces precisar su uso en esta área del
conocimiento.

El término se la ha definido desde muchas perspectivas. Así, se ha enfatizado a veces la


perspectiva política: vía para alcanzar a poder, para lograr desarrollo social o para ejercer la
democracia; también se la considera desde el plano comunicacional: informar y ser informado,
escuchar y ser escuchado; o a partir del nivel económico: comparar ciertos beneficios materiales
(tener parte). Desde los puntos de vista macrosocial y micro social, se habla de proceso social y de
procesos psicosociales mediante los cuales las personas se movilizan para la consecución de ciertos
objetivos que les permiten satisfacer necesidades y producir cambios sociales.

Hay por lo menos tres connotaciones de carácter general, a la acción participar (en el sentido
común y en la investigación social:

1. Ejecutar o estar involucrado en algún acto o fenómeno social en el cual otras personas están
presentes de la misma manera,

2. Hacer partícipes a terceros de hechos o acontecimientos; informarles o de alguna manera


introducirlos en alguna forma de conocimiento o de acción que emana de la fuente informadora.

3. Compartir con otras personas ciertas circunstancias y emociones.

En el primer caso se está con otros en algo de mutuo interés, pero no necesariamente se trata de
una acción comunitaria, aunque podría serlo. En el segundo caso hay una acción relacionadora
desde uno de los miembros de la posible relación. En el tercer caso, que puede incluir también los
dos anteriores, habría una plena relación de participación comunitaria.

Ese carácter abarcador de la relación lo expresan bien autores como Hernández (1995, 1996,
1997) y Sánchez (2000). La primera, cuando dice que participar es tomar parte, tener parte, ser
parte, de manera que la participación comunitaria es entonces hacer, poseer, transformar y ser en
un movimiento que va de lo colectivo a lo individual y viceversa. El segundo, a través de la propia

39
Psicología Comunitaria

reflexión de participantes comunitarios, cuyas palabras manifiestan claramente ese sentido global y
colectivo. Por ejemplo:

Participar es algo más grande... todo el mundo trabaja unido; colaborar es más pequeño... es
trabajar también, pero como más reducido... Yo puedo trabajar sola y colaboro. Cuando yo
participo yo trabajo con otras personas.

Y en ese trabajo colectivo se transforma y se es transformado en una relación que implica


individuos, grupos y circunstancias en las cuales se está participando, lo cual, a su vez, implica
decisiones, acciones, derechos, deberes y logros. Como se ha demostrado en el campo psicosocial
comunitario, esa participación es una condición para el fortalecimiento y para la libertad. Entonces,
desde la perspectiva comunitaria, por participación se entiende:

• La acción conjunta y libre de un grupo que comparte intereses y objetivos.

• Contextualización y relación con la historia de la comunidad y el momento o la coyuntura en que


se realiza.

• Un proceso que implica la producción y el intercambio de conocimiento. Se intercambian


consejos, recursos y servicios.

• Acción socializadora y concientizadora que transmite, comparte y modifica patrones de


conducta.

• Colaboración. Es decir, labor compartida por el grupo en diferentes grados de intensidad e


involucración.

• Correlación (léase correlación). Relaciones compartidas, ideas compartidas, recursos materiales


y espirituales compartidos.

• Organizar, dirigir, tomar decisiones, efectuar acciones a fin de alcanzar las metas establecidas
conjuntamente.

• Existencia de patrones democráticos de comunicación entre los participantes.

• Reflexividad. Es decir, la capacidad de evaluar críticamente el trabajo hecho.

40
Psicología Comunitaria

• Solidaridad.

• Diversos grados de compromiso con los proyectos comunitarios y sus objetivos. No todas las
personas de una comunidad tienen el mismo grado de compromiso.

• Generación y aceptación de una normatividad a fin de funcionar como grupo.

• Dar y recibir. Se aporta y a la vez se es beneficiario de los aportes hechos por otros y, además,
de la suma de todas las participaciones.

Sánchez agrega: el estar dirigida hacia la consecución de una meta; el estar integrada por una
multiplicidad de tareas o acciones orientadas hacia ese propósito común; la necesidad de unión y
organización para que sea efectiva; el ser "un espacio dinámico que evoluciona" (Sánchez, 2000:
37-38) y el ser "una construcción social múltiple, sujeta a valores y circunstancias contextúales que
surgen en un determinado momento" (Sánchez, 2000: 41).

La participación comunitaria puede ser definida de la siguiente manera: un proceso organizado,


colectivo, libre, incluyente, en el cual hay una variedad de actores, de actividades y de grados de
compromiso, que está orientado por valores y objetivos compartidos, en cuya consecución se
producen transformaciones comunitarias e individuales.

Alcances y beneficios de la participación comunitaria

La mayoría de los autores concuerda que es beneficiosa para los individuos participantes, cuyo
crecimiento personal se desarrolla positivamente (Montero, 1996a); para las instituciones respecto
de las cuales es necesario decir que pueden ser ámbitos de participación o copartícipes en un plan
externo a ellas, y para la sociedad (Clary y Snyder, 2002). En el caso de los receptores de
beneficios, en los proyectos psicosociales comunitarios, esta categoría es a la vez productora y
receptora, pues la mayoría de quienes participan para lograr objetivos beneficiosos para la
comunidad son miembros de la misma, actúan para satisfacer necesidades que los afectan, y se
desarrollan al hacerlo, pues todo trabajo psicosocial comunitario afecta tanto a los agentes
internos como a los externos.

La participación comunitaria tiene un efecto político en el sentido de que forma ciudadanía y


desarrolla y fortalece a la sociedad civil, a la vez que aumenta la responsabilidad social (Clary y
41
Psicología Comunitaria

Snyder, 2002). Como dice Carmona (1988), es también una forma de subversión, no en el sentido
de producir un dramático vuelco en las relaciones sociales, sino en el de la gota perenne que cada
día hora da un poco y que termina partiendo la roca. Es entonces política, en el sentido más amplio
y también más exacto del término. Tiene también un efecto amplio de carácter socializador y otro
específico, de carácter educativo informal y de modo alternativo de acción política (Montero,
1995a).

En el cuadro 8 se resumen el alcance y los efectos positivos de la participación comunitaria.

Cuadro 8 Alcances de la participación comunitaria

• Es un proceso que reúne simultáneamente enseñanza y aprendizaje.


Todos los participantes aportan y reciben.

• Tiene efectos socializantes. Se generan pautas de acción.

• Tiene efectos concientizadores.

• Desarrolla la colaboración y la solidaridad.

• Moviliza, facilita y estimula recursos (materiales e inmateriales) existentes y


fomenta la creación y obtención de otros nuevos.

• Puede generar formas de comunicación horizontal entre los participantes.

• Produce intercambio y generación de conocimientos.

• Permite el desarrollo de la capacidad reflexiva y crítica.

• Desarrolla y fortalece el compromiso.

• Fortalece a la comunidad.

• Puede introducir diversidad, haciendo posible el diálogo y la relación con


otros en un plano de igualdad basado en la inclusión.

• Debido a ello, fomenta el surgimiento de nuevas ideas, nuevos modos de


hacer, nuevos resultados.

• Puede cambiar la dirección y el control de las tareas que se ejecutan.

42
Psicología Comunitaria

Dificultades de la participación comunitaria

La propia participación implica dificultades que deben ser previstas y resueltas en el trabajo
comunitario. Se debe tener en cuenta que los psicólogos comunitarios no son los únicos actores.
De tal condición, como ha sido enseñado por Paulo Freiré (1964), se deriva el reconocimiento de
que en el trabajo comunitario coexisten diversos saberes, todos deben ser tomados en cuenta, pero
la admisión de tales condiciones no evita que la relación entre agentes externos e internos esté libre
de conflictos y problemas. Algunas de esas dificultades conciernen al compromiso y al
conocimiento que puede manejarse en la comunidad.

Puede ocurrir que las creencias y costumbres o los valores sostenidos en una comunidad sean el
fundamento de ciertas conductas, de ciertos modos de vida que impliquen peligros, que causen
formas de exclusión o de maltrato, o que mantengan la ignorancia respecto de ciertos fenómenos.

Por otra parte, la participación de las personas no está aislada de las prácticas comunes
imperantes en la vida social de un país, una región, un área, una comunidad. Y esto significa que
dicha participación puede estar influida por tendencias políticas, religiosas o de cualquier otro tipo
de las cuales provengan ciertos intereses, ciertas necesidades que podrían bloquear, desviar o,
incluso, hacer peligroso el trabajo psicosocial comunitario.

La diversidad de afiliaciones políticas de los miembros de la comunidad o de los investigadores


puede ser otra causa de problemas. Todos tenemos ideas políticas, conductas políticas, pero el
aspecto político de cada ciudadano no está necesariamente ligado a aspectos partidarios, pues
sólo una fracción pequeña de la ciudadanía milita en partidos políticos. Por lo tanto, si se quiere
evitar la polarización de los miembros de una comunidad, es necesaria la participación comunitaria
esté orientada por el compromiso con la comunidad y sus intereses. Y que la afiliación política
personal se mantenga separada del trabajo comunitario. Y lo mismo se aplica a los intereses
religiosos. La participación sesgada hacia grupos de interés específico es percibida como tal e
influye sobre el grado y la calidad de la participación y del compromiso.

Otra fuente de dificultades pueden ser las alianzas que los agentes externos hagan con ciertos
sectores de la comunidad, signifiquen la exclusión de otros grupos. Como señala Perdomo (1988),
43
Psicología Comunitaria

este tipo de relación puede producir clientelismo o asistencialismo, ligados siempre a la


dependencia, o confundirse con el activismo político. Y en relación con esto es necesario tener
presente que el efecto multiplicador y socializador de la participación puede igualmente servir para
objetivos de carácter socialmente indeseable o negativo. Participar en sí mismo no es ni bueno ni
malo, todo depende de los valores y de la concepción ética a la que responda esa participación.

Para que haya participación es necesario que en esos casos ocurra un encuentro de voluntades,
decisiones y reflexiones entre las agencias o instituciones externas y las comunidades, quienes
deben tener acceso al control y decisión sobre lo que se hace, fortaleciéndose de esa manera y
desarrollando sus propios recursos.

La definición de compromiso

El compromiso asume así visos de cualidad, de virtud, de condición necesaria para trabajar en, con
y para la comunidad.

El concepto de compromiso guarda una pluralidad de sentidos: es polisémico. Al revisar la


literatura, la cual ha sido escrita principalmente en español e inglés, es necesario señalar que para la
palabra castellana "compromiso" corresponden tres palabras inglesas: commitment, engagement e
involvement. Klinger (2000) registra los siguientes sentidos para el término commitment, el más
popular de ellos en el área anglosajona, muchas veces usado indistintamente junto con engagement:

1. La decisión momentánea de alcanzar alguna meta en particular (Klinger, 2000: 188, 1977;
Tubbs, 1993 y Heckhausen y Jul, 1985, cit. en Klinger, 2000).

2. La intención, públicamente anunciada, de realizar un acto (esto sería la declaración formal de


comprometerse) (Kieer, 1971, cit. en Klinger, 2000: 188).

3. "La fuerza en la intención de alcanzar una meta o la adhesión personal a su búsqueda" (Klinger,
2000: 188).

4. Dedicación u "obligación1 de un individuo con la vida o la sociedad mediante la consecución de


metas significativas (Brickman, 1987) o compatibles socialmente [...] lo opuesto a la alienación (K.
Kenniston, 1968)". Ambas referencias provienen de Klinger (2000:188).
1 (El autor usa la palabra inglesa engagement, que se suele traducir como compromiso. Para evitar
la tautología, uso los sinónimos que dan los diccionarios.)
44
Psicología Comunitaria

Sin embargo, cabe hacer una distinción con el término voluntariado, ya que su origen y acción
parecen restringirse al ámbito individual, en tanto que el compromiso que aquí tratamos se forma y
expresa en las relaciones comunitarias. Sobre él, García Roca y Comes Ballester (1995:7), dicen
que:

• se ocupa "de los intereses de otras personas o de la sociedad";

• carece "de interés económico personal";

• se desarrolla "en un marco más o menos organizado";

• es "una elección libre y se expresa por medios pacíficos".

Considero que el voluntariado está comprendido dentro del compromiso. Pero el compromiso va
más allá que el voluntariado. Así, entiendo por "compromiso": la conciencia y el sentimiento de
responsabilidad y obligación respecto del trabajo y los objetivos de un grupo, comunidad, proyecto
o causa, que conduce a la persona a acompañar, actuar y responder ante ellos por las acciones
llevadas a cabo.

El carácter motivador del compromiso

Ya sea de carácter momentáneo o de condición duradera identificatoria de una persona.


Motivación que suministra fuerza y resistencia en la decisión de actuar para alcanzar un fin. Como
dice Brickman (1987, cit. en Klinger, 2000: 188), compromiso es "lo que hace que una persona
asuma o continúe un curso de acción cuando las dificultades o las alternativas positivas influyan a la
persona para abandonar la acción".

Esa motivación y esa fuerza no se dan ni en abstracto, ni respecto de cualquier cosa o


circunstancia. Nos comprometemos en relación con algo que consideramos digno, valioso,
necesario, conveniente de hacer, ya sea individual o socialmente.

El carácter crítico del compromiso

45
Psicología Comunitaria

Lane y Sawaia (1991) iniciaron formalmente la discusión en ese sentido, desde la perspectiva
gramsciana, que permite explicar y a la vez criticar la función de los profesionales de la psicología
comunitaria. Pero ya en 1988, Perdomo había advertido respecto del rol de los trabajadores
comunitarios y de ciertos peligros ligados al mismo; criticaba en ese momento el peligro de que el
trabajo comunitario degenerase en activismo (político, religioso, social) con ausencia de reflexión
teórica y de rigor metodológico. Es decir, en una acción irreflexiva, inmediata, no planificada, de
manos sin cerebro. En "pueblo", al creer que cualquier cosa que provenga de las personas de la
comunidad es una verdad absoluta, desatendiendo la consideración gramsciana de que el sentido
común popular está tan lleno de ideología como cualquier otro ámbito de la sociedad. En
especialista o experto, separado de la comunidad por un supuesto saber superior que lo capacita
para ser el único en decidir qué hacer. Y finalmente, en concientizador o iluminador, que se ve a sí
mismo como un salvador de gente alienada a la cual movilizará e iluminará con su saber y bondad, a
la vez que las controla y dirige.

Lane y Sawaia (1991: 72), por su parte, advierten respecto del "activismo" señalado por Perdomo,
y sostienen que el compromiso es un "acto crítico, de encuentro y superación y no de anulación de
uno en el otro", refiriéndose a la confusión de algunos agentes externos que tienden a fundirse con
los miembros de la comunidad, dejando entonces de prestar su saber. Para Lane y Sawaia (1991),
tal posición conduce a dos errores: el saber cristalizado y el empirismo sin principios.

Cuadro 9 Compromiso es Compromiso no es

• Acto crítico de encuentro y superación, • Algo que nace de intereses


entre agentes externos e internos. subjetivos e ideológicos.

• Valoración de lo popular en sí mismo. • Una actitud personal


benevolente de agentes externos a
• Respeto por el saber popular y
la comunidad.
recuperación del mismo.
• Un servicio destinado a "apoyar
• Conocimiento de la intervención de lo
los caprichos y veleidades del

46
Psicología Comunitaria

subjetivo en lo objetivo y viceversa. proletariado o de cualquier otro


grupo" (Lane y Sawaia, pág. 75).
• Reconocimiento del derecho a participar en
la investigación que tienen los miembros de la • La anulación del agente externo
comunidad. en los agentes internos.

• Articulación de teoría y práctica para • Populismo.


lograr la transformación del conocimiento y
• Adopción de la visión del sujeto
del mundo.
de investigación, considerando,
• Consideración activa del ser humano. acríticamente, que la verdad está
en él.

• Beneficencia, caridad.

• Activismo.

• Empirismo irreflexivo.

El carácter valorativo del compromiso

Compromiso en función de valores relativos a la justicia e igualdad sociales, a los derechos


humanos, a los intereses y las necesidades de las comunidades y, fundamentalmente, al respeto del
otro. Así, cuando se habla de compromiso comunitario, se lo sustenta sobre consideraciones de
carácter social, colectivo y humanitario. Esto significa que en la base de esa motivación a alcanzar
metas consideradas como importantes ("significativas"). Y si bien los compromisos varían en
intensidad y dirección a lo largo de la vida.

El compromiso está unido a aspectos éticos y políticos que le otorgan dirección, consistencia y
apoyo. La presencia o ausencia de compromiso se prueba en la acción y la reflexión.

Ejes del compromiso

La comprensión y aplicación, oscila en función de tres ejes: uno que va del interés individual al
bienestar colectivo; otro que va de la selectividad grupal (compromiso con ciertos grupos) a la
consideración de que cualquier grupo y muchos intereses lo pueden producir; y un tercero que va

47
Psicología Comunitaria

de los agentes externos a los agentes internos, según dónde se asiente el compromiso. El
compromiso es un fenómeno que puede oscilar a lo largo de esos tres ejes (véase el gráfico 3).

Gráfico 3

Ejes orientadores del compromiso

Eje 1: Origen y lugar del compromiso

Eje 2: Categorías de personas comprometidas

Eje 3: Ámbito de compromiso

¿De quién es el compromiso?

En 1970 Fals Borda (1970/1987) introdujo el concepto de "compromiso-acción", la acción del


científico social que es sensible a los problemas de la sociedad en que vive y que quiere responder a
ellos, a la vez que se sitúa en una perspectiva de producción de conocimiento; agrega que "implica
una visión dentro de la ciencia" condicionada social y políticamente, que conducirá a "la
acumulación del conocimiento científico" y "a su enriquecimiento, su renovación, su revitalización"
(1970/1987: 61). Esos ámbitos son el de los problemas sociales concretos con los cuales se

48
Psicología Comunitaria

trabaja y el de la ciencia desde la cual se trabaja. En ambos casos, acción y compromiso se dirigen
a la transformación social enriquecedora de los miembros de la sociedad en la cual se produce.

Lo que Fals Borda explícita y ubica, sin embargo, me asumido y naturalizado por muchos
profesionales de la psicología comunitaria como una "actitud" o "disposición" o "condición"
deseable y necesaria en quienes iban a trabajar con comunidades. De tal manera que el
compromiso pasó a ser parte sustancial de ese lugar común que suele denominarse "vocación de
servicio" y que muchas veces es una zona de penumbra ubicada entre la beneficencia social y el
narcisismo socializado. Así, en mucha literatura del campo, se sobreentiende por compromiso el de
los investigadores e interventores sociales en relación con las comunidades con las cuales trabajan,
y se lo presenta entonces como un impulso unilateral debido a los miembros de dichas comunidades.

Se ha cobrado conciencia de que no es sólo el agente externo quien necesita el compromiso, sino
que también los agentes internos, miembros de la comunidad organizada, necesitan comprometerse,
y de hecho lo hacen, con los objetivos del trabajo que se realiza (Goncalves de Freitas, 1995,
1997). Como hemos visto en capítulos anteriores, se considera a las personas con las cuales se
trabaja como agentes activos de su propia transformación, como constructores de su realidad.

Entonces, la concepción que limita el compromiso al círculo de profesionales o de personas


interesadas que van a "ayudar", a facilitar procesos, a enseñar o a "liberar", supone implícitamente,
y a pesar de toda la buena intención que pueda tener, una posición de superioridad, pues el
compromiso unilateral con los necesitados y los desamparados (de cualquier nivel socioeconómico),
con los pobres, los marginados, los presenta como menos capacitados, como pasivos o como
carentes de recursos. Los agentes externos, entonces, aparecen como la fuente del cambio social
y, por lo tanto, en un nivel superior. Este parece un viejo resabio de la concepción que la psicología
comunitaria quería cambiar. Al reconocer que "el compromiso debe estar presente en ambos tipos
de agentes de transformación, se tiene en consideración sus diferencias y se reconoce que la
motivación y los valores pueden y deben estar presentes (o ausentes) en ambos" (Montero,
2002b). Y como advierte Goncalves de Freitas (1997: 62):

[...] establecer los códigos de intercambio y compromiso disminuye los riesgos de que el
investigador externo sólo saque provecho de la información que le suministra la comunidad y la
maneje y utilice según sus intereses, sin aportar elementos a la misma para solventar sus problemas
49
Psicología Comunitaria

y de que la comunidad abuse y use inadecuadamente los aportes y técnicas científicas que
aprendió e igualmente saque provecho de este recurso sin retribuirle parte de su saber a la
investigación.

La relación entre participación y compromiso

La relación directa entre compromiso y participación es codependiente, produciendo, en


consecuencia, una ampliación de la definición usualmente dada para el primero de esos términos.
Así, a mayor participación, mayor compromiso, y viceversa, a mayor compromiso, mayor
participación. Se fortalecen y aumentan entre sí; cada uno influye cuantitativa y cualitativamente
sobre el otro: participar supone algún grado de compromiso, tener compromiso; estar
comprometido supone mayor grado y calidad de la participación.

Lo anterior indica que ni la participación ni el compromiso son fenómenos monolíticos, de todo o


nada (Montero, 1998a). Cada persona tiene múltiples razones y obligaciones para actuar, es por
ello que hay diferentes grados de participación y de compromiso dentro de una misma comunidad.
Y así como los agentes externos deben estar atentos a las manifestaciones de compromiso en los
miembros de la comunidad y a la promoción y facilitación de la participación, no deben dejar de lado
la importancia de las participaciones menos comprometidas. Como dicen Martín González y López
(1998: 200): "la participación auténtica es una participación comprometida". La relación entre
participación y compromiso puede expresarse gráficamente (véase el gráfico 4).

Gráfico 4

Niveles de participación y compromiso en la comunidad

50
Psicología Comunitaria

1. Núcleo de máxima participación y compromiso.

2. Participación frecuente y alto compromiso.

3. Participación específica, mediano compromiso.

4. Participación esporádica, bajo compromiso.

5. Participación inicial o tentativa, bajo compromiso (por ejemplo: contribuciones económicas,


apoyo material).

6. Participación tangencial, compromiso indefinido (por ejemplo: aprobación, acuerdo).

7. Curiosidad positiva o amable. No hay compromiso.

Dirección o movimiento entre niveles

Promoción de un movimiento centrípeto de mayor participación.

Rotación de los primeros niveles.

En el centro del círculo encontramos a los líderes comunitarios, miembros de grupos organizados o
de movimientos internos en pro de alguna transformación o de la solución de algún problema. Suelo
llamarlos "la punta de lanza". En ellos se encuentra la máxima participación y el mayor compromiso.
En el círculo siguiente estarán los miembros de los grupos organizados que no dirigen, pero que
participan en todas las actividades. El tercer círculo corresponde a personas que no pertenecen a
los grupos organizados, pero que participan consecuentemente en las actividades que éstos
dirigen. Luego vienen aquellos que participan esporádicamente en algunas actividades más o
menos motivadoras según sus intereses o preferencias; a continuación, los que no actúan
directamente, pero contribuyen facilitando de alguna manera el trabajo de los otros (dan dinero,
materiales, prestan algún servicio: hacen llamadas telefónicas, cuidan niños, etc.); siguen los que
aprueban lo que se hace y muestran su simpatía hacia esas labores y los que miran con aprobación.
Esta última categoría parecería no participativa y ciertamente no es comprometida, pero no debe
ser de ninguna manera dejada de lado o menospreciada, pues las manifestaciones de acuerdo
pueden llevar a las pequeñas colaboraciones y éstas a las formas más comprometidas de
participación.

51
Psicología Comunitaria

Es importante promover el movimiento centrípeto de los miembros de la comunidad hacia el núcleo


de mayor participación, tanto interesados como no interesados, sin olvidar al mismo tiempo que es
necesaria la rotación de aquellas personas que están en el primero y el segundo círculo, ya que la
fatiga y el esfuerzo, así como la habituación, pueden disminuir su capacidad de trabajo y, a veces,
degenerar en formas de autoritarismo (Montero, 2002b).

Efectos del compromiso sobre el trabajo comunitario

Para Fals Borda (1970/1987), siempre desde la sola perspectiva de los agentes externos, los
efectos del compromiso sobre la producción de conocimiento se manifiestan en:

• "La elección, por el científico, de los temas o asuntos por investigar y las prioridades que a éstos
concede, así como los enfoques y formas de manejar los datos resultantes" (1970/1987: 55).

• El aumento de las posibilidades de creación y originalidad para su trabajo.

• El hecho de que un agente comprometido con el trabajo que realiza identifica más fácilmente a
los grupos clave que merecen ser servidos por la ciencia y que se convertirán en grupos de
referencia para el investigador.

Pero, en la perspectiva psicosocial comunitaria, temas y prioridades son decididos por y con la
comunidad, pues, como ya hemos dicho, el compromiso no es unilateral, es necesario que igual
suceda con los agentes internos, cuya creatividad y originalidad también es facilitada por el
compromiso. Pero el efecto más importante del compromiso es producir análisis más serios y
profundos mediante el esfuerzo conjunto de ambos tipos de agentes, acompañados de acciones
más productivas y más adecuadas a las situaciones específicas en las cuales se actúa.

Stukas y Dunlap (2002: 417) consideran que el compromiso puede ayudar a establecer fuertes
lazos entre las comunidades y las instituciones. De esas interrelaciones puede surgir la
comprensión mutua entre los niveles interinstitucional, intergrupal y personal.

¿Por qué participar comprometidamente?

La respuesta no es sólo psicológica, es también filosófica, ética, social, económica, y


probablemente reviste muchos otros orígenes. Batson, Ahmad y Tsang (2002) consideran que
hay cuatro motivos básicos para que se dé una participación comunitaria comprometida:

52
Psicología Comunitaria

• Una primera razón, de carácter egoísta: participar a favor de la comunidad para así obtener
beneficios para uno mismo; en efecto, la práctica psicosocial comunitaria permite encontrar
personas motivadas de esa manera, que, si bien impulsan o ayudan al logro de objetivos
comunitarios, buscan con ello obtener visibilidad, ocupar posiciones de poder, reconocimiento y
prestigio. Batson, Ahmad y Tsang (2002: 434 -435) consideran que hay una gama de
posibilidades en esta razón, que va desde las formas filantrópicas (donaciones a nombre de una
persona) hasta las actividades de voluntariado llevadas a cabo por una persona aisladamente.

• Razones altruistas destinadas a beneficiar a uno o más individuos: Estas razones estarían unidas
a la empatía, es decir, "sentimientos orientados hacia los otros congruentes con el bienestar
percibido para otra persona" (Batson, 1991), los cuales pueden ser complementados por otras
emociones positivas, tales como la simpatía, la compasión o la ternura.

• El colectivismo: servir a la comunidad para beneficiarla. Por colectivismo se entiende la motivación


para lograr el aumento del bienestar de un grupo o colectivo (Batson, 1994). La veo como la base
de sustentación y punto de partida para la participación y el compromiso. Justamente por
pertenecer a una comunidad específica existe el sentido de comunidad; lo que respecta a los
agentes externos, no hay que obligar a realizar trabajo comunitario, a quien no esté motivado. No
hay peor trabajo que el que no se quiere hacer y la acción de tales personas ciertamente suele
tener fallas o limitaciones.

• Los principios: trabajar por la comunidad en función de principios éticos y morales tales como la
justicia y la equidad o los derechos humanos. Batson, Ahmad y Tsang (2002) plantean que la
racionalización puede funcionar muchas veces como mecanismo de defensa, cuando no se trata de
ver lo incorrecto en el otro, sino en nuestro propio patio.

En 1970, Fals Borda consideraba que para saber con qué o con quiénes debía comprometerse un
investigador comunitario, éste debía hacerse ciertas preguntas relativas a sus compromisos previos,
a la objetividad, que para él estaba garantizada por la ciencia, y al ideal de servicio. En la tabla 1 se
presenta un resumen de estas preguntas.

Ellas fueron hechas en un momento histórico específico y desde la perspectiva sociopolítica que se
llamó "sociología militante" o también crítica. Su contenido aún tiene vigencia, particularmente si lo

53
Psicología Comunitaria

analizamos a la luz de las consideraciones éticas, colectivistas o altruistas y de los principios que en
ese sentido orientan el paradigma vigente en la psicología social comunitaria. Y para confirmar esa
vigencia, cabe citar las preguntas que en el mismo sentido planteara un filósofo social, Richard
Rorty (1991), veinte años después (véase la tabla 2).

Tabla 1 Preguntas de interés para definir el compromiso (Fals Borda, 1970/1987)

• ¿Con qué grupos he estado comprometido hasta ahora?

• ¿Cómo se reflejan en mis obras los intereses de clase, económicos, políticos o


religiosos de los grupos a los que he pertenecido?

• ¿Cuáles son los grupos que no temerían que se hiciese una estimación realista del
estado de la sociedad y que, por eso, brindarían todo su apoyo a la objetividad de la
ciencia?

• ¿Cuáles son los grupos, movimientos o partidos políticos que buscan servir a la
sociedad pensando en el beneficio de las personas marginadas que hasta ahora han sido
víctimas de las instituciones?

• ¿Cuáles son los grupos que se benefician de las contradicciones, inconsistencias e


incongruencias presentes en la sociedad?

Tabla 2 Preguntas de interés para definir el compromiso (Rorty, 1991)

• ¿Con qué comunidades deberá usted identificarse?

• ¿De cuáles deberá usted considerarse miembro?

• ¿Cuáles son los límites de nuestra comunidad?

• ¿Lo que se ha ganado en solidaridad [dentro de un grupo restringido o de una


sociedad específica] ha tenido costo sobre nuestra capacidad de escuchar a los
extraños que sufren o que tienen nuevas ideas?

54
Psicología Comunitaria

La clasificación de Batson, Ahmad y Tsang presenta cuatro fuentes de motivación para el


compromiso-acción o la participación comprometida. Las preguntas de Fals Borda y de Rorty
obligan a examinarse en función de la perspectiva ética que subyace a cada fuente. Pero al hablar
del compromiso y, sobre todo, al trabajar en función de él, es necesario mantener una perspectiva
de totalidad, pues lejos de ser esas fuentes de motivación instancias separadas, muchas veces
forman parte de un solo proceso. Y puesto que el compromiso y la participación son procesos
dinámicos, históricos y, por lo tanto, situados, ambos cambian según las circunstancias. Lograr que
el altruismo, el colectivismo y los principios estén presentes en el trabajo psicosocial comunitario
modula al egoísmo, que unido a los anteriores puede ser una fuerza motivadora que ayude a lograr
objetivos ceñidos al bienestar deseado por una comunidad. Y reflexionar respecto de los
compromisos, de su dirección y motivación es parte del oficio psicosocial comunitario.

Resumen

Este capítulo presenta dos conceptos fundamentales de la psicología comunitaria: la participación


y el compromiso. Se tratan conjuntamente porque son interdependientes, no pueden existir el uno
sin el otro, ya que hay una relación directa entre ambos. Los beneficios y también las dificultades
de la participación son analizados, teniendo en cuenta que, no obstante, las segundas, no puede
haber un trabajo con la comunidad en el cual no haya participación. Al igual que se da una
definición para la participación comunitaria, se define asimismo el compromiso, expresando su
carácter motivador, crítico y valorativo. De esas tres características dependerá que el compromiso
que acompañe a la motivación constituya el impulso reflexivo que no sólo produzca acciones que
pueden ser sorprendentes, sino que además permita que la participación en las mismas no sea ciega
ni muda. Participación y compromiso son, entonces, partes inseparables del proceso de
transformación que se produce en el trabajo comunitario y concierne tanto a los agentes externos
como a los internos. Las razones personales, éticas, grupales, profesionales, colectivas, que llevan a
participar y que producen el compromiso son analizadas, mostrando cómo muchos sentimientos e
intereses se van a conjugar en esas dos nociones en el momento en que se transforman en acción
concreta con un propósito. Al mismo tiempo, se hace hincapié en el hecho de que ni uno ni otro

55
Psicología Comunitaria

concepto son responsabilidad de un solo tipo de agente de transformación; tanto los externos
como los internos son actores comprometidos y participantes.

Panorama de la psicología comunitaria en Argentina

Fuks – Lapalma (M. Montero)

La psicología comunitaria tuvo un comienzo difícil en la Argentina. Por un lado, porque todo
lo que fuera psicología se encontraba relacionado con el psicoanálisis clínico, por otro debido a las
muchas dictaduras militares que consideraban a los psicólogos como subversivo.

El psicoanálisis mantuvo durante mucho tiempo una hegemonía epistemológica y


metodológica, los efectos negativos de esto fueron una escasa producción de materia relacionado
con psicología social. Por otro lado, la búsqueda de alternativas a estas formas de trabajo formó
principios y valores y emergentes de la psicología comunitaria.

Un ejemplo de esto fue la trasformación que sufrió en los años ’60 el servicio de
psicopatología del Hospital Gregorio Aráoz Alfaro en Lanús que fue incorporando
progresivamente principios de la Psicología social y de la Psicología comunitaria. La trascendencia
de esto dio origen al primer plan de Salud mental de la Ciudad de Buenos Aires.

Un referente teórico fue Gerard Caplan, que aportaron perspectivas preventivas y un plan
interdisciplinario. Al proponer una concepción social de la enfermedad y de la cura cuestionaba los
modelos tradicionales usados para diseñar la organización de un servicio institucional.
Contemporáneamente en el hospital neuropsiquiátrico “Antonio Roballos” de la Pcia. de Entre
Ríos, inició una experiencia radical que lo transformó, con la OMS, en un proyecto de salud
mental. Fue la primera experiencia de comunidad terapéutica de un hospital psiquiátrico de
Latinoamérica.

56
Psicología Comunitaria

A partir de ahí se expandieron experiencias de comunidades terapéuticas en al país.


Paralelamente hubo otras experiencias en maternidades y centros de salud de barrios, enmarcadas
como acciones de prevención en salud mental comunitaria.

En la década de los 70 comenzó un proyecto de integración de psicólogos a programas de


erradicación de villas de emergencias. Estas emergencias llevaban la noción de participación a la
categoría de bandera ideológica y que expresaban un reconocimiento social.

Al considerar estos inicios surge la pregunta de por qué no continuó creciendo la psicología
comunitaria en Argentina. Surgen tres posibles respuestas:

1) Las sucesivas dictaduras, para las cuales lo comunitario era sospechoso y subversivo
2) La influencia del modelo clínico instaurado.
3) Los esfuerzos del estudiantado avanzado y jóvenes graduados por construir una identidad
profesional orientada a la práctica clínica.

El camino de la legitimación: de las experiencias a la academia.

La sociedad argentina invirtió varias décadas (posteriores a la dictadura) en recuperar la


memoria de las experiencias destruidas por la dictadura. En las universidades nacionales adquirió
especial trascendencia al impulsar el reconocimiento y la actualización de las experiencias de
extensión universitaria. Se sistematizó y se comenzó a enseñar psicología comunitaria en algunos
centros académicos de Argentina. (UBA, UNC, UNR, UNT) en 1984 La Universidad
Nacional de Córdoba creó la materia “Estrategias de Intervención Comunitaria.” A partir de allí
se desarrollaron varias experiencias comunitarias.

Aunque muchos de los estudiantes carecían de marcos teóricos para sus tareas. En 1987
la UBA creó la materia “estrategias de intervención comunitaria” El impulsor y coordinador de
esta cátedra fue Antonio Lapalma. Lapalma armó un marco teórico estratégico utilizando
elementos del psicoanálisis. Las intervenciones se consideraban como un producto del contexto
histórico social y político singular que requería ser comprendido por los profesionales que se
encontraban en el escenario. A partir de articuladores basales de la PC tales como: la focalización
en las necesidades, la importancia de la comprensión de las organizaciones y redes sociales
57
Psicología Comunitaria

existentes, y de la participación (social, política, ciudadana, comunitaria, popular) se construyó una


metodología orientada a guiar el trabajo de los psicólogos comunitarios denominada “escenario de
la intervención comunitaria” Se propuso la creación de un proceso vincular entre población y
equipos técnicos construidos en torno a una tarea o proyecto, concretizada en un proceso
temporal acotado, denominado “niveles múltiples de la intervención comunitaria”

A partir de esto se fue dando un desarrollo en el cual muchos psicólogos empezaron a


identificarse como psicólogos comunitarios.

Es importante destacar la historia de lo sucedido en Tucumán, que desde su facultad de


psicología Ana Gloria Ferullo hizo un gran esfuerzo en recuperar las experiencias de campo
llevadas a cabo en esa pcia. En su análisis definió al Psicólogo comunitario como un trabajador de
la salud superador del enfoque negativo o restrictivo de la salud, remarcando su orientación hacia el
logro del desarrollo humano integral, de un mayor bienestar, del mejoramiento de la calidad de vida
del ser humano. Esta autora ubicó a la “participación” como un eje transversal de la PC.

En 1997 en la facultad de psicología de Mar del Plata se crea la primera maestría en


psicología social comunitaria.

De la asistencia técnica a la construcción de sistemas colaborativos y participativos.

En la UNR se creó en 1984 un programa de extensión universitaria, trabajando en


relación directa con la población. Eso fue en plena vuelta a la democracia y la euforia que esto
producía. El grupo inicial fue de 25 psicólogos la mayoría formados en un modelo sistémico. En
esa época no era bien visto lo interdisciplinario y esto era una gran innovación.

Este programa ayudó a salir de las limitaciones teóricas y usó elementos como la teoría
cibernética, los escritos de Morín, Maturana y Varela. Una visión holística y multidimensional. Por
lo cual creció la base teórica. En los 90 estos aportes se sumaron a los del construccionismo,
dándole un nuevo salto a la teoría.

Ampliación de los contextos de aplicación.

58
Psicología Comunitaria

La PC para insertarse sorteó varias barreras, pero fue creciendo por su capacidad y
recursos para abordar los problemas socioculturales. En 2008 la dirección de educación y cultura
creó la dirección de psicología comunitaria, la cual sería pensada como forma transversal para el
sistema educativo de la provincia. La experiencia promovía la necesidad de un enfoque de
planificación participativo que toma en cuenta las complejidades del escenario. El sistema
educativo de Bs. As. es muy grande y fue grande el desafió, más allá de que hubo muchas luchas
internas por personas que proponían otras teorías como las que debían ocupar este lugar.

Esto abrió espacios de inserción a muchos psicólogos y se hizo parte de esto la FEPRA.
Se dieron cursos y seminarios donde se enseñaba la PC. El uso “profesional” de la PC generó
demandas de reconocimiento y legitimación. Por esto la ABPA (asoc, de Psi, de Bs. As.) creó el
departamento de Psicología comunitaria.

Desafíos actuales.

Los Psico, Sociales están actualmente legitimados como el vínculo con las comunidades,
esto lleva a dejar en claro ciertos elementos.

* La participación comunitaria y su ambigüedad: La participación comunitaria surge de las ciencias


sociales. Muchas veces se usa esta palabra, pero no en el verdadero significado que tiene para la
PC. Para esta es importante el tiempo dedicado para el empowerment. Su identidad se basa en la
construcción de relaciones solidarias, identidades comunes, horizontes y futuros compartidos.

* Desafíos en la construcción de identidad: Esta es una construcción social que no siempre encaja
con los títulos académicos.

* Desafíos emergentes a la formación de los recursos: En Argentina el desarrollo de prácticas,


estrategias y técnicas antecedió a la apertura de espacios académicos que permitieron la
sistematización y conceptualización de las experiencias.

* Desafíos de la PC ante una sociedad fugaz y fragmentada: Los psicólogos sociales trabajan en
medio de los cambios producidos en las últimas décadas por el nuevo capitalismo. Parecen
escenarios sociales que van en contra de la cooperación, de la solidaridad y de la creación de
59
Psicología Comunitaria

sociedades más justas. Este panorama lleva a nuevos interrogantes y planteos. Como Psicólogos
comunitarios hay que co-construir alternativas de fortalecimiento, mostrar nuevos ideales
diferentes a los que la sociedad consumista posee.

Alipio Sánchez Vidal: Psicología comunitaria

“Bases conceptuales y operativas. Métodos de intervención.

Capítulo 2: (La) Comunidad.

Seis núcleos conceptuales y temáticos básicos en el campo comunitario:

● (La) Comunidad.
● Salud mental positiva.
● Prevención.
● Estrés psico –social.
● Apoyo social.
● Competencia.
La relación instrumental de estos conceptos con el proceso de intervención es variada.
hay quienes definen el ámbito de la intervención cómo el de comunidad.
Hay otros que designan los objetivos o metas, sea evitar (prevención), o perseguir (competencia).
Y hay quienes indican estrategias de intermediación para alcanzar esos objetivos (apoyo social),
como procedimiento, no como objetivo.
La psicología comunitaria podría definirse cómo psicología de, en, por y con la comunidad, es decir
que la comunidad es a la vez el sujeto, el agente corresponsable y el destinatario de la teoría
y praxis.

Los términos comunidad y comunitario, tienen una multiplicidad de significaciones y connotaciones


según el caso y las intenciones con que sean utilizados.

El conocimiento riguroso de la comunidad es preciso por razones teóricas y prácticas tales como:

60
Psicología Comunitaria

● Construcción de una teoría de cambio social: Válida y aplicable a la comunidad,


debe usar un contenido concreto en función a las características de la comunidad
como sistema social, también es importante conocer las variables y procesos
relevantes implicados en el mantenimiento y el cambio de sistemas sociales
comunitarios.
● Representación de la comunidad: Quien o quienes deben representar a la
comunidad en asuntos de interés dependerá de la estructura y funciones de los
sistemas que la componen.
● Determinación de necesidades y problemas de la comunidad: El conocimiento de la
estructura y funcionamiento del sistema comunitario debe guiar a la determinación de
necesidades teniendo en cuenta indicadores objetivos (definidos por los expertos), y
los subjetivos (definidos por la propia comunidad).
● Relaciones y conflicto entre comunidades: (Contacto, influencia y conflicto),
cuestiones relacionadas con la competencia de comunidades por los recursos,
precisan un conocimiento de los sistemas comunitarios y la posibilidad de delimitar
unas comunidades de otras.
Entonces lo que necesitaríamos conocer de una comunidad concreta o de la c comunidad
en general:
● Una definición que la identifique para saber qué es y qué no es una
comunidad.
● Su estructura, las características y dimensiones básicas, y si hay variación de
éstas en las diferentes comunidades.
● Sistemas de relaciones internas de los subsistemas o dimensiones básicas de
la comunidad.
● Sistemas ecológicos y de relación con otras comunidades y con el entorno
social mayor.
● Los tipos de inputs y outputs intercambiados entre una comunidad y su
entorno.
● Los sistemas y procesos de reproducción, y de cambio y sus determinantes.
COMUNIDAD Y ASOCICIÓN:

61
Psicología Comunitaria

Es útil conocer la ubicación de la comunidad en la pirámide de niveles de agregación social, también


es necesario saber la distinción tipológica que realiza el sociólogo Tonnies entre comunidad y
asociación:

Existen formas o niveles de agrupación social que van desde la persona hasta los niveles sociales
más altos, La comunidad en este sentido ocuparía un nivel de agregación social intermedia.

Según Siedman y Rappaport, distinguen los siguientes niveles:

● Individual.
● Grupal.
● Organizacional.
● Institucional.
● Comunitario.
● Social.
La intervención comunitaria puede darse a varios niveles, teniendo efectos
irradiactivos sobre los niveles inferiores.

Según Fisher, quién reconoce lo comunitario cómo una entidad funcional autónoma que
requiere un tratamiento teórico y metodológico diferenciado. Los niveles que distingue
Fisher son:

● Individual.
● Interpersonal.
● Grupal.
● Intergrupal.
● Organizacional.
● Comunitario.
● Social e internacional.
El nivel comunitario es muy complejo.
Ambos esquemas ubican a la comunidad en un nivel de agregación medio entre lo grupal y
organizacional.

62
Psicología Comunitaria

El esquema de Seidman y Rappaport tiene la ventaja de diferenciar el nivel comunitario y el


institucional.

Por otro lado, Tonnies realiza una diferenciación entre comunidad y asociación:

La comunidad: Las relaciones en ella establecidas son el resultado de una voluntad “Natural”, la
finalidad afectiva es de base espontanea, tenderían a seguir pautas organizativas micro sociales,
siendo tradicionales, con escasa movilidad geográfica.

La asociación: La agrupación surge por una voluntad deliberada y racional a través del consenso
expreso o tácito entre sus miembros, la finalidad afectiva es de base interesada y según criterios de
utilidad, tiende a estructurarse según patrones opuestos, pautas organizativas macrosociales, la
movilidad geográfica y social es mucho mayor.

Para comprender el significado del concepto de comunidad es útil examinar su transformación


desde las sociedades tradicionales a las modernas:

Las causas frecuentemente señaladas de esa evolución son:

● Procesos de complejizarían y diferenciación social ligados al industrialismo: El cambio social


y económico acaban con el aislamiento de la comunidad rural.
● La preponderancia del factor geográfico estático cómo condicionante social y cultural en
las sociedades agrícolas ha cedido el paso a factores funcionales.
Se ha producido un declive de (la) comunidad en tanto a la desorganización social, pérdida de
solidaridad, auge del individualismo, alienación y desarraigo psicológico.

CONCEPTOS Y FORMULACIONES DE (LA) COMUNIDAD:

Definiciones de comunidad:

1) Grupo social de cualquier tamaño, cuyos miembros residen en una localidad específica,
comparten el gobierno y tienen una herencia e historia común.
2) Un grupo social que comparte característica e intereses comunes y es percibido o se
percibe a sí mismo cómo distinto en algún aspecto de la sociedad mayor en la que existe.

63
Psicología Comunitaria

Hillery examinó las definiciones y encontró “Áreas de acuerdo o coincidencia” entre ellas, como lo
son:
● Una localidad compartida.
● Relaciones y lazos comunes.
● Interacción social.
Bernard ha trazado una distinción relevante entre Comunidad y (La) Comunidad:

Comunidad: Se destacan la interacción social y los lazos comunes, se refiere a una cualidad social
y psicológica genérica.

La comunidad: Dominaría el elemento de localidad geográfica compartida, tiene que ver con el
concepto substantivo, específico y geográficamente anclado, sistema organizado territorialmente y
coextensivo con un patrón de asentamiento en que:

1)Opera una red efectiva de comunicación.

2)La gente comparte instalaciones y servicios comunes dentro del patrón de asentamiento.

3) La gente desarrolla psicológica con el “símbolo local” (El nombre).

Klein define la comunidad como el conjunto de las interacciones ajustadas a ciertas normas en el
seno de un dominio de individuos que tratan de conseguir la seguridad e integridad física, de
obtener apoyo en tiempos de estrés y de alcanzar individualidad y significado a lo largo del ciclo
vital.

La vecindad geográfica no produce por sí misma la comunidad, sino que se precisarían otro tipo de
dinámicas y lazos sociales o culturales.

Warren: La comunidad es para él la combinación de unidades sociales que desempeñan las


funciones sociales principales con relevancia local., dichas funciones son agrupadas por el autor en
cinco categorías:

1)Producción, distribución y consumo.

2)Socialización.

64
Psicología Comunitaria

3)Control social:

4) Participación social de los individuos de la comunidad a través de organizaciones religiosas.

5) Apoyo mutuo cuando es preciso.

También Warren cita tres dimensiones importantes para el desempeño de estas funciones que
sirven para diferenciar a las comunidades:

● Grado de autonomía.
● Coincidencia de áreas de servicio.
● Identificación.
Este autor concede mayor importancia a los elementos sociales del sistema comunitario, también
infravalora el papel de los elementos culturales y psicológicos frente a os más globales y sociales,
por lo que es algo unilateral.

La excesiva “Socialización” del concepto de comunidad puede conducir a la eliminación de una


diferencia básica entre comunidad y asociación social.

Por otro lado, Chavis y Wandersman, resumen los núcleos de significación del concepto y los
relacionan con los tipos básicos de actuación comunitaria:

● 1 un lugar
● 2 una serie de relaciones
● 3 un poder colectivo
Tipos de actuación social correspondientes:

● 1 desarrollo comunitario: Desarrollo físico y social del enclave comunitario como un todo.
● 2 construcción de comunidad: Desarrollo de las relaciones sociales en una comunidad.
● 3 organización comunitaria: Incremento del poder compartido.
COMUNIDAD Y SOSCIEDAD:

Diferencias entre comunidad y sociedad en sus aspectos básicos:

1)Nivel de agrupación social: Mientras que la c comunidad designa un nivel de agregación social
intermedio, la sociedad designa el contexto global.
65
Psicología Comunitaria

2) Tipo de agrupación y motivación subyacente: La comunidad se asume cómo algo relativamente


natural, espontaneo y no organizado.

3)Localidad: Central y básica en la comunidad, en cambio en las sociedades se asocia a la mera


territorialidad.

4) Concreción institucional: La comunidad es la expresión visible de las instituciones sociales


abstractas.

5)Mediación: La comunidad es el mecanismo mediador entre individuos y sociedad.

Los miembros de una comunidad generalmente están encuadrados por entidades, pero no lo están
en aquellos aspectos a resolver por la in intervención comunitaria como son: Miseria, carencia de
servicios, impotencia social, drogadicción.

Por otro lado, Greer desde el análisis social señaló la complejidad creciente de la organización
social humana en la evolución histórica:

Para el hombre primitivo, la comunidad se identificaba con ese grupo en cuyo seno satisfacía
íntegramente sus necesidades sociales.

Con la invención de la agricultura el sistema social se hiso más complejo, pero existía la entidad
geográfica como base comunal integradora.

La revolución industrial y las concentraciones urbanas masivas diversifican las dependencias


geográficas, haciendo más difícil la identificación de las comunidades básicas.

Panzetta señala que las personas pueden perseguir objetivos comunes en un momento dada por
una comunalidad de valores y metas que deben ser articulados por un líder para resultar en una
verdadera comunidad.

En las sociedades actuales la comunidad puede existir y funcionar cómo tal respecto a ciertas
cuestiones, pudiendo dejar de existir cuando éstos desaparezcan.

ESTUDIO E INVESTIGACIÓN DE LA COMUNIDAD:

El estudio y la evaluación de la comunidad puede hacerse desde distintas perspectivas

66
Psicología Comunitaria

Las perspectivas básicas de estudio son:

El enfoque ecológico: Prima el estudio de la interacción entre comunidades y el ajuste de la


comunidad con el entorno físico- natural y social

Enfoque demográfico: Prima el examen de la población.

Enfoque cultural o etnográfico: Intenta captar la comunidad cómo cultura o forma de vida a través
de la observación participante y de la residencia prolongada en la comunidad. Intenta captar una
visión global y totalizadora de ella.

La perspectiva social o sociológica se centra en el estudio de la comunidad como un sistema social


formado por una estructura de subsistemas con funciones y pautas de intercambio e interacción
dados.

El enfoque psicosocial o psico –cultural intenta relacionar los aspectos sociales o culturales.

El enfoque histórico integra datos y hechos comunitarios tanto desde la perspectiva global de
toda la comunidad, como desde la individual.

ESTRUCTURA Y TIPOS DE COMUNIDAD:

Son importantes los componentes estructurales de una comunidad, Warren postula una lista de 15
elementos básicos de una comunidad:

1)Contexto general.

2)Vida económica, empleo y condiciones de trabajo.

3)Estructura y contenidos del sistema político y sistema judicial.

4)Procesos de planificación comunitaria.

5)Vivienda, condiciones de habitabilidad y desarrollo urbanístico.

6)Sistema educativo, bibliotecas y museos.

7)Actividades y oferta recreativa y de tiempo libre.

67
Psicología Comunitaria

8)Tradiciones y actividades religiosas.

9)Servicios públicos de asistencia y bienestar.

10)Servicios comunitarios para niños y familias.

11)Servicios de salud.

12)Medios de comunicación.

13) Relaciones y conflictos entre grupos sociales en la comunidad.

14) Organizaciones voluntarias.

15)Procesos y formas de organización y coordinación de servicios comunitarios.

Felner, por otro lado, propuso un esquema estructurado de los sistemas básicos que integran una
comunidad a tener en cuenta al estudiarla cómo marco para planificar, recoger o encajar los datos y
también para concebir a la comunidad.

El esquema consta de los siguientes sistemas y subsistemas:

1)Entorno natural:

A- Geografía y clima.

B- Recursos: Energía, suelo, agua, vegetación, vida salvaje.

C-Parques.

2) Entorno construido:
A-Calidad y naturaleza de los edificios y otras estructuras.

B- Polución: Ruido, vibraciones, olores, basura, radiación, térmica, etc.

3) Características agregadas de los habitantes:


A- Densidad, salario, edad, sexo etc.
B- Ajuste persona- entorno.
C- Sentido de comunidad.

68
Psicología Comunitaria

D- Redes sociales.
4)Sistemas:

A- Procesos políticos.
B-Condiciones económicas.
C-Medios de comunicación
D-Servicios sociales.
E-Centros educativos.
F-Transporte.
G-Agencias de asistencia médica.
H- Establecimientos correccionales.
I-Instituciones religiosas.
J-Instalaciones recreativas.

Tipos de comunidades Tonnies distinguió tres formas de comunidad, según el elemento básico
compartido o común:

1) De sangre de base biológica.


2) De lugar, basada en la vecindad.
3) De espíritu, basado en la amistad.
Conclusiones finales:

No hay un concepto unitario de comunidad.

Hillery encontró tres aéreas comunes en los conceptos de comunidad:

(ARRIBA ESTAN DESARROLLADOS) Localidad compartida, interacción social


entre los miembros, Relaciones y lazos comunes.

Pero se pueden destacar cinco elementos básicos presentes en las definiciones de comunidad:

● Localización geográfica(vecindad): La comunidad geográfica o espacial parece un requisito


básico, en el sentido de que de é arrancan el resto de los aspectos comunales compartidos.
● Estabilidad temporal (Duración): Es imprescindible ya Que requiere un mínimo de convivencia
entre las personas, así como de la duración asociativa.
69
Psicología Comunitaria

● Instalaciones servicios y recursos materiales: Forman los núcleos y ejes de condensación


comunicativa y relacional de los individuos y sistemas sociales comunitarios.
● Estructura y sistemas sociales: Núcleo básico de la comunidad, el conjunto de lazos que se
desarrollan entre los miembros de la comunidad, sería un elemento esencial en su definición.
● Componente psicológico: La identificación o sentido de pertenencia que sería la dimensión
vertical., y el conjunto de lazos entre los miembros comunitarios sería la dimensión horizontal.
Entonces la comunidad es:

Un sistema social de raíz local diferenciable en el seno de la sociedad de la que es parte en base a
características e intereses compartidos por sus miembros que incluye:

-Localidad geográfica.

-Interdependencia e interacción psicosocial estable.

-Sentido de pertenencia a la comunidad.

-Identificación con sus símbolos e instituciones.

Capítulo 7

Evaluación comunitaria: necesidades y programas

En el contexto de las bases operativas de la Psicología Comunitaria, la evaluación sigue


lógicamente a la intervención al ser —en general— parte del proceso interventivo.

Este capítulo se estructura en dos partes diferenciadas. La primera de planteamiento general del
tema de la evaluación desde los presupuestos e implicaciones epistemológicos, teóricos y aplicados
de una disciplina —la PC— que establece primariamente la relación con su objeto de conocimiento a
través de la acción (intentando derivar una "ciencia psicológica de la acción social") y no del
conocimiento "puro", como es norma en el ámbito científico y académico. La segunda parte se

70
Psicología Comunitaria

ocupa de la metodología y realización de la evaluación comunitaria en su doble vertiente de


necesidades y programas.

I. Bases epistemológicas, teóricas y aplicadas

No se trata tanto de aportar respuestas como de plantear preguntas y sugerir posibles soluciones
con sus respectivos pros y contras cognoscitivos e interventivos.

El tema de la intervención social es, además, novel para el psicólogo despertando, a la parque vivo
interés, no pocas reticencias y resistencias, derivadas, no sólo de su naturaleza y situación
disciplinar —que bordea atrevidamente los límites convencionales de la Psicología—,sino también del
grado de torsión valorativa implicado en él y de las desconocidas y perturbadoras consecuencias
epistemológicas que genera desde el punto de vista de la construcción de una ciencia psicológica
tradicional, valorativamente neutra, objetiva, de base lógica y empíricamente contrastable.

En efecto, los problemas abordados son multifacéticos y complejos, sólo en parte psicológicos.
Podemos partir del conocimiento para actuar informadamente o partir de la acción para acumular
conocimiento sobre ella (teoría de la acción social) o sobre la realidad transformada. De hecho,
muchos proponen suprimir ese punto de partida, así como la direccionalidad y causalidad implicada,
para sustituirlos por una circularidad o dialéctica sin comienzo ni final lógico o temporal. No otra
cosa propugna, por ejemplo, Kurt Lewin desde su clásica formulación sobre investigación-acción
(actionresearch).

La cosa puede complicarse (y aumentar en interés) más aún si incluimos un quinto factor diferencial:
La posibilidad de influencia bidireccional (en las dos vertientes, cognoscitiva e interventiva) que
caracteriza algunas formas de intervención social (o psicosocial), particularmente la comunitaria
entendida en un sentido amplio. Bidireccionalidad en el sentido de que el interventor, no sólo
intenta influir o afectar la realidad social, sino que también está abierto a ser influido o afectado
por ella, de forma que el proceso de intervención se convierte realmente en una interacción en el
sentido más estricto del término: Las dos partes —psicólogo y realidad social— cambian

71
Psicología Comunitaria

como resultado de la intervención, alcanzando tras ella un estado (y una relación mutua) diferentes
a la inicial.

Planteamientos epistemológicos

Dado el estatus eminentemente interventivo de la Psicología Comunitaria, desde el punto de vista


epistemológico, las estrategias evaluativas tienden a ser definidas más en función de las metas
interventivas que de las meramente cognoscitivas con todo su séquito de valores acompañantes
(neutralidad, objetividad, distanciamiento, generalizabilidad y replicabilidadtransituacional, validez
universal, etc.).

Organizaremos el resto de esta primera parte del capítulo de la siguiente forma: El concepto de
actionresearch y sus implicaciones; conocimiento y evaluación (psicología para conocer y para
actuar o cambiar) y, finalmente, principios reguladores de la evaluación comunitaria.

"Actionresearch": concepto e implicaciones epistémicas

El autor describe el actionresearch (investigación sobre —de— la acción) como "una investigación
comparativa sobre las condiciones y efectos de varias formas de acción social e investigación que
conduce a la acción social". Para Lewin la investigación que sólo produce libros no basta; debería
producir también acción social. En otras palabras, la investigación debe ser destino de la acción
social (investigando su desarrollo y efectos) y fuente de ella (generando acción). Y viceversa: Se
trata de una investigación sobre (o de) la acción complementada con una acción (social), producida
desde la investigación.

En la investigación científica tradicional el investigador asume un papel lo más pasivo, objetivo y


distanciado posible con objeto de no interferir las observaciones o tener un efecto reactivo sobre
el objeto humano (individual, grupal, etc.) observado. Se da, pues, un intento de anulación o
neutralización del efecto del investigador en el campo observado (con lo que implícitamente se

72
Psicología Comunitaria

reconoce la importancia de ese efecto, ya que se lo "controla"). En la investigación/acción, en


cambio, el investigador es una parte del campo que observa los efectos producidos por su propia
acción interventiva y participativa: No se trata sólo de intervención en un sistema o campo para
alterar experimentalmente sus procesos o evolución en una determinada dirección, sino también de
que el interventor observe esos procesos y los efectos producidos "sobre el terreno", en su
dinámica natural y mientras se están produciendo.

Este tipo de investigación presenta algunos problemas epistemológicos y éticos:

1) Pérdida de objetividad; 2) producción por el propio investigador de efectos no distinguibles


del método o intervención investigada; 3) su posible irrelevancia para la investigación básica y la
acumulación de conocimientos generalizables y 4) el problema de los valores en relación, sobre
todo, a la determinación de objetivos y al involucramiento del científico social en la acción
social, frente al mero estudio de los fenómenos sociales.
El experimentador como fuente de efectos. Si el científico es parte de la intervención, distintas
personas (con diferentes valores, cualidades personales y presupuestos ideológicos y teóricos)
pueden generar diferentes efectos por lo que resultará difícil generalizar consistentemente los
efectos y procesos producidos. Es esta una cuestión difícil y polémica. Dos puntos elementales a
aducir en relación a ella serían: 1) El trabajo de laboratorio hace imposible observar los efectos y
los procesos dinámicos que ocurren en los entornos naturales (o sociales, se entiende), por lo que,
sencillamente, ese tipo de investigación no es realmente aplicable o útil, en los procesos estudiados
en la intervención comunitaria. 2) La generalización de los efectos causados por el observador
participante puede — y debe— siempre hacerse en base a las regularidades observadas respecto
de factores psicosociales y de "personalidad" (estilos, valores, etc.) relevantes, con lo que se
tendería a no motetizar lo, en principio, puramente idiográfico. Ésta es, por otro lado, la meta
teórica de la investigación/acción o de la intervención comunitaria: Obtener leyes o principios
teóricos lo más generales posibles, en función de factores o "variables" observados o sugeridos
como relevantes por los efectos que producen.

La segunda cuestión planteada: La eventual pérdida de objetividad del investigador-observador


participante. Pérdida de objetividad. Esta cuestión se plantea desde el momento en que el
investigador es parte activa —y no mero observador distanciado— del proceso investigado,
"invirtiendo" en él parte de sus valores, expectativas, preferencias o necesidades personales.
73
Psicología Comunitaria

Cuestión tan difícil como inevitable, cuya solución pasa por el desarrollo de instrumentos o
medidas de observación que separen los efectos del observador y de lo observado, que: 1) Midan
las características del observador y las hagan intervenir como variables independientes (la solución
correlacional clásica) o 2) incluyan mediciones multifactoriales en la línea de trabajo cuasi—
experimental de Donaid Campbell.

El método inductivo —aplicado aquí a la acción, no al conocimiento— consistiría precisa y


nominalmente en eso: En generalizar observaciones individuales. Las fórmulas de las leyes
científicas (en Física, por ejemplo) incluyen, además, parámetros fijables para los ingredientes o
individuos concretos a que se van a aplicar esas leyes.

Conocimiento y evaluación; psicología para conocer y psicología para actuar

La relación de los conceptos de "conocimiento" y "evaluación" —generalmente ignorada en la


literatura de las disciplinas aplicadas— remite, en nuestra opinión, a la relación entre dos
concepciones sobre el valor y finalidad de la ciencia: "Ciencia para saber", y "ciencia para
intervenir o transformar". El conocimiento es, en principio, un concepto más amplio, propio de las
disciplinas más interesadas en la acumulación de saber sobre sus objetos, que en la transformación
de ellos. Sería, para esas disciplinas, un fin en sí mismo y usaría métodos de conocimiento o
investigación básica o "fundamental" (conceptos éstos algo relativos, pues dependen de qué
criterios de funda mentalidad se usen). La evaluación es, en cambio, un concepto más restringido,
relativo a la valoración de unas mediciones determinadas en función no tanto de conocer el objeto
evaluado como de actuar sobre él causando determinados efectos o cambios. La evaluación es
más propia de las disciplinas aplicadas (aunque se fundamente en otras básicas) y tiene
generalmente un papel instrumental respecto de la intervención, a la que precede. Implica también
un claro componente valorativo supuestamente excluido del conocimiento científico (que se asume
desinteresado, neutro y no instrumental).

74
Psicología Comunitaria

Principios reguladores e implicaciones de la evaluación comunitaria

Nos ocupamos ahora de los aspectos más concretos y aplicados de la evaluación en Psicología
Comunitaria (que denominaremos "Evaluación Comunitaria") centrada en dos campos diferentes,
aunque interrelacionados. Evaluación de necesidades y evaluación de programas. Partimos de una
concepción instrumental y multifacética de la evaluación. Primero, instrumental. Como se ha
señalado, la evaluación no es —a diferencia del conocimiento— un fin en sí mismo, sino un
instrumento al servicio de unos objetivos interventivos (preventivos, correctivos, potenciadores)
posteriores. No es, pues, conocer por conocer (o para saber), sino conocer para actuar, y esto
implica toda una serie de factores extra raciónales —examinados más adelante— en función del
proceso de acción a producir. La "evaluación de necesidades" se centra en la valoración de
problemas o necesidades detectados en una comunidad o población; la "evaluación de programas",
en la evaluación de los efectos de las acciones interventivas puestas en marcha para resolverlos.
(Segundo, multifacética y paralógica. Esta propia instrumentalidad de la evaluación la imbrica en
el proceso de intervención consiguiente, adhiriéndole toda una serie de implicaciones y elementos
extra raciónales (valorativos, relaciónales y de poder) asociados a ese proceso y que la diferencian
de una mera investigación para conocer un objeto o colectivo social. La evaluación comunitaria no
puede ser así vista solamente como un ejercicio lógico de realización de unas mediciones (o
recogida de una información) desde un diseño experimental y su integración estadística, sino
además (porque esa es una parte), como un proceso complejo y multifacético en que las
implicaciones e influencias valorativas (quién hace la evaluación, quién la paga, desde qué
supuestos, sobre qué blanco poblacional, etc.) tienen una relevancia equiparable (superior, muchas
veces) a las metodologías de recogida de información o las tecnologías métricas y estadísticas para
tratarla.

Prerrequisito de la intervención planificada

El conocimiento y valoración de la problemática global de un territorio o población es


imprescindible para planificar programas y organizar su implementación a nivel comunitario,

75
Psicología Comunitaria

posibilitando la toma de decisiones, asignación de recursos (económicos y de personal e


instalaciones) y organización territorializada o poblacional de la intervención.

Perspectivas: responsabilidad social, gestión y conocimiento

Podemos considerar con Chelimsky (1978), 3 dimensiones básicas en la evaluación comunitaria: a)


Responsabilidad social (accountability); dado que los problemas comunitarios se realizan
generalmente con fondos públicos, existe una responsabilidad u obligación ligada de responder de
su coste y eficacia según los objetivos establecidos. b) Gestión. Esta perspectiva enfatiza la
mejora de la eficiencia del programa y de la toma racional de decisiones por parte del gestor o
administrador público para resolver los problemas planteados. c) Conocimiento. Aquí tratamos de
acumular conocimiento sobre los problemas sociales y los efectos de las políticas y programas que
buscan solucionarlos. La clave no es si el programa funciona o no (b) o si hemos gastado
eficientemente los caudales públicos (a), sino porqué tiene ese programa los efectos que tiene;
cuáles son sus "ingredientes activos". La dimensión acentuada depende de la perspectiva en que
se sitúe el evaluador.

Multidimensionalidad: problemas, intereses y métodos

Desde la perspectiva aplicada, su uso se justifica por (al menos) dos factores clave del proceso
evaluativo: a) Complejidad de los problemas sociales y b) multiplicidad de los grupos de interés
involucrados. Podría añadirse un tercero (c) —de alguna forma implicado en a—, la multiplicidad de
enfoques o métodos de recogida de la información.

a) Complejidad y multifacetismo de los problemas sociales y psicosociales - y de los cambios


programáticos— a evaluar. Complejidad que —a diferencia de los problemas psicológicos, más
simples— demanda el uso de indicadores o medidas para todas sus dimensiones relevantes casi
seguridad de que un solo método o indicador es muy improbable que pueda capturar esas
múltiples dimensiones o facetas.

76
Psicología Comunitaria

b) Multiplicidad de intereses. ¡No sólo son multifacéticos los problemas objeto de la evaluación,
sino también los sujetos o partes interesadas! El psicólogo (el evaluador en general) es sólo
una de ellas. Los grupos de interés varían con el tipo de problema y nivel (familiar,
organizacional, institucional, etc.) en que nos movemos. A un nivel social amplio Cook y
Shadish (1986), por ejemplo, identifican 4 grupos genéricos:
• gestores (políticos o administradores)

• grupos de interés (stakeholders: Organizaciones sociales y ciudadanas y grupos de presión)

• prestadores de servicios (técnicos y profesionales)

• consumidores o usuarios en general (la "comunidad").

c) Multiplicidad de métodos. Todavía podría añadirse una tercera área de potencial,


Hay que tener en cuenta que los métodos "objetivos" o cuantitativos (como los indicadores sociales) a
la vez que maximizan la información general sobre un conjunto de personas o unidades de
observación (permitiendo una representación abreviada de parámetros significativos de una
población o comunidad), no aportan, en cambio, información alguna sobre los componentes
subjetivos, significado personal y procesos sociales implicados en los problemas y temas
evaluados. Esos componentes —vitales para la comprensión y abordaje de la problemática a
resolver— han de ser obtenidos a través de métodos o indicadores más subjetivos o cualitativos
que capten opiniones, valoraciones, actitudes, procesos y dinámicas sociales, "porqués", etc.
Resumiendo: 1) El criterio de relevancia de la información debe primar sobre el de cuantificabilidad; 2)
la evaluación es instrumental, debiendo estar al servicio de los objetivos y tema evaluados, no al
contrario, haciendo depender o seleccionando objetivos y operaciones programáticas de la
posibilidad de medirlos numéricamente. Evidentemente, la cuantificación es deseable como
criterio adicional ya que añade precisión y comparabilidad a las observaciones o mediciones; no
siempre resulta, sin embargo, posible o proporciona la información necesaria y adecuada del
fenómeno a evaluar.

Funciones relacionales y de rol

77
Psicología Comunitaria

Como se ha sugerido ya, la evaluación supone —y permite— la toma de contacto con la comunidad
o sistema social evaluado estableciendo, además, el marco relacional y valorativo de la intervención
subsiguiente, cosa particularmente importante si la persona o equipo que evalúa realiza también la
intervención (asimilación que, de todas formas, van a hacer habitualmente los miembros del sistema
social).

a) Una prospección o evaluación de necesidades en un sistema social comunica respeto e interés


del interventor por ese sistema implicando la necesidad —y el deseo— de saber sobre las personas
que lo componen y su visión sobre su propia realidad, en vez de asumirse que el experto externo ya
conoce esa realidad y puede prescindir de la información y opinión de sus moradores.

b) La evaluación así concebida, es una de las vías más importantes (sino la más importante junto a la
fijación de los objetivos interventivos) de participación comunitaria, a través de la cual se reconoce
el valor y protagonismo de la comunidad para definir sus propios problemas y necesidades (a la vez
que sus capacidades de encararlos

c) Una mera recogida de información o la valoración objetivista y externa de un experto sin


interacción (personal, verbal, etc.) con la comunidad minimiza, en cambio, el valor relacional y
motivador señalado, aunque, por otro lado, maximice el valor informativo. d) La evaluación
constituye, asimismo, una de las mejores formas de entrar en -o tomar contacto con- la comunidad
una forma no carente de riesgos, sin embargo, ya que, casi ineludiblemente, crea expectativas -
irreales no pocas veces- de actuación y solución posterior.

e) La forma de conducir la EC define implícita —e inicialmente— el rol del psicólogo (evaluador)


respecto al sistema social (comunidad, organización, institución). Dado que en el campo
comunitario el rol y marco relacional no están —a diferencia de otros campos— establecidos a priori,
sino que se construyen evolutivamente sobre la marcha de la intervención, la forma de llevar a cabo
la evaluación define los roles respectivos de psicólogo y sistema social y, desde un punto de vista
sistémico, el tipo de contrato implicado y la capacidad operativa posterior de aquél en relación con
el sistema.

Creación de expectativas
78
Psicología Comunitaria

La EC crea expectativas (con frecuencia poco realistas) de que se va a actuar para resolver los
problemas valorados, siendo así vista como la primera fase del proceso de solución. Esto es más
probable si el evaluador: a) Es el mismo que el interventor (o pertenecen a la misma institución o
agencia); b) está ligado a una institución política (Ayuntamiento, Consejería, etc.) o es percibido
así por los miembros del colectivo valorado. Si no es así y el evaluador no controla el proceso
posterior de intervención o ignora el alcance de la evaluación en él, deberá redefinir el rol asignado
por esas expectativas desmarcándose de ellas: Dando información verídica o explicando su
posición real.

Las expectativas de un colectivo social son así un caudal (o recurso) que debe ser cuidadosamente
administrado. Antes de iniciar una acción (evaluativa, informativa, interventiva, etc.) debemos
preguntamos cómo va a influir sobre las expectativas de la gente afectada y van a crear unas
expectativas incontroladas o casi imposibles de satisfacer.

Evaluación comunitaria y poder

Muy sintéticamente resumiríamos el resto de las implicaciones políticas (de poder) de la EC en


estos puntos:

a) Como ya se ha indicado, la evaluación es una importante modalidad de participación de la


comunidad. Siendo la participación una de las formas básicas de acceso al poder de una
comunidad en los procesos de toma de decisiones y asignación de recursos sociales que la afectan,
la evaluación representa, finalmente, una vía central de compartir el poder.

b) La información proveniente de una fuente autónoma respecto del propio evaluador representa
—como feedback o retroalimentación independiente— un input autónomo que no sólo adquiere,
como tal, su verdadero valor de información independiente y adicional a la que aquel puede aportar
por sí mismo, sino, también, un sistema de control externo al propio evaluador, similar a los
contrapoderes en un sistema democrático.

c) Si es cierto que la "información es poder" (al tomar decisiones, sobre todo), un procedimiento
obvio (pero poco usado) de compartir el poder pasaría por la devolución a la propia comunidad de

79
Psicología Comunitaria

la información (apropiadamente elaborada) obtenida a partir de ella (otra forma de participación,


por cierto)

Evaluación comunitaria y valores

a) Los valores están indisolublemente ligados de una forma implícita e indirecta a las diversas
operaciones y fases del proceso de evaluación (7.5), impregnando fuertemente los contenidos
informativos resultantes en: 1) La selección del tema y dimensiones a evaluar (fijación de
prioridades); 2) selección de medidas o indicadores; 3) selección de las unidades o fuentes de
observación; etc. En esta línea habríamos de recordar que todo número o cifra, lejos de ser un mero
indicador objetivo de algo, lleva adheridos (o es fruto parcial de) toda una serie de valores o
significados como decantación del conjunto de condiciones y operaciones (experimentales,
métricas, valorativas, sociales, etc.) bajo las que ha sido obtenido.

b) Hay dos fases de la evaluación durante las que los valores son explícita y directamente
centrales. En la de valoración (interpretación) de resultados y —en menor medida— e integración
de resultados. La primera, sobre todo, consiste en aplicar ciertos juicios de valor a unas mediciones
o información obtenidos para darles un significado específico o convencional en el contexto social
y científico-técnico en que se conduce la evaluación.

Identificación y evaluación de necesidades y problemas: ámbito, definición y proceso

En Psicología Comunitaria, la evaluación se centra en 3 campos (4, considerando la propia


comunidad):

1. Recursos sociales y asistenciales.

2. Necesidades y problemas.

3. Programas de intervención.

80
Psicología Comunitaria

4. Como se verá más abajo, habría que añadir en realidad un cuarto elemento —que se analiza, no

se "evalúa"—, la comunidad).

La evaluación de recursos sociales y asistenciales se concreta usualmente a la catalogación de


esos recursos, y las redes en que se integran, en guías que recogen sus características básicas:
Servicios prestados, localización y horarios, requisitos y condiciones de utilización, etc. Más que
una forma de evaluación se trata de una descripción o "contabilidad" de recursos formales
imprescindible, sin embargo, para hacer trabajo comunitario.

Características de la Evaluación Comunitaria:

Su condición instrumental y prerrequisito de la planificación. • La inclusión de una fase de


valoración de significaciones como constituyente integral de cualquier evaluación (que descalifica —
por innecesaria— la distinción evaluación-valoración propuesta por algunos autores). • Su
condición de primera fase —o "línea base"— de la evaluación de programas (con la que se
contrastarán los resultados del programa). • Su utilidad (menos clara y aparente, en nuestra
opinión, de lo que transparenta la definición) para seleccionar y especificar operativamente los
componentes o actividades del programa. En relación a este último punto, y en general, nosotros
entendemos que la planificación (o la intervención racional, en general) precisan de la evaluación de
otros elementos además de las necesidades o problemática (1) presente en un sistema social (como
fracaso escolar o trastorno mental). Esos elementos serían, jerarquizados por orden de relevancia:
2) Los factores estructurales y procesos del sistema social implicados en la generación y
mantenimiento del problema o necesidad: Impotencia percibida, anomia, desintegración, falta de
estructura organizativa, medios económicos o apoyo técnico, etc. Es decir, el porqué del efecto a
corregir. 3) Las estructuras y procesos (actuales o potenciales) de cambio y dinamización del
sistema (tensiones, contradicciones, conflictos, fallos funcionales o normativos, expectativas o las
propias necesidades insatisfechas), que vienen a ser las "variables a manipular" para alterar el
sistema. También, las estructuras y procesos básicos de mantenimiento y reproducción del sistema
(su "naturaleza estable") que, en general, no son alterables (substituibles, si acaso) sin el riesgo de
provocar una reacción homeostática de signo contrario al cambio pretendido. 4) Los recursos
(personales, relaciónales y sociales) actuales o potenciales (por desarrollar) del sistema.

81
Psicología Comunitaria

Métodos o enfoques

1) Informantes clave; 2) foros comunitarios y grupos estructurados; 3) tasas de tratamiento o


asistencia; 4) encuesta comunitaria o poblacional y 5) indicadores sociales. Examinémoslos con sus
respectivas ventajas e inconvenientes.

Informantes clave

Los informantes clave utilizados habitualmente son profesionales relacionados con los servicios o
necesidades a sondear, líderes comunitarios o locales y administradores o gestores públicos.
Según lo que queremos averiguar, los informantes pueden pertenecer a otros grupos sociales.

Las ventajas de este método son su accesibilidad, bajo coste y caudal de información cualitativa y
causal (porqué y cómo se produce lo que queremos estudiar) aportado, no obtenible, además, por
otros métodos cuantitativos. Las desventajas principales radican, en los posibles sesgos
introducidos por los intereses sociales, profesionales y personales del informante en función de su
posición (social, profesional o personal) respecto del tema a valorar.

Habitualmente se usará un formato de entrevista semiestructurada utilizándose las técnicas y


recursos de la entrevista psicológica. Los temas básicos en torno a los que se organizará la
entrevista son:

• Cuáles son los problemas más importantes de la comunidad (jerarquizados, si es posible).

• Cómo reacciona o se organiza la comunidad frente a esos problemas.

• Recursos o servicios (formales e informales) disponibles.

•Accesibilidad y calidad de los servicios.

• Qué más ayuda o servicios son precisos.

82
Psicología Comunitaria

Grupos estructurados y foros comunitarios

Es un método interactivo más dinámico que el de los informantes clave y menos influenciable por
los sesgos personales que se ven, no obstante, substituidos por las interferencias y dinámica grupal
en los grupos más pequeños (de personas) o por los intereses grupales o sociales, en los foros y
reuniones más amplias (de "roles", de líderes o representantes de las fuerzas sociales de la
comunidad).

La formalización, estructuración, tamaño y composición del grupo variará según los fines
perseguidos, tema, tamaño y disposición de la comunidad. La reunión de toda la comunidad
(posible en comunidades pequeñas), constituye el/oro comunitario (con propósitos exploratorios u
organizativos).

Tasas de personas tratadas o asistidas

A diferencia de los previos, este es un método objetivo y directo de estimación cuantitativa de


necesidades y problemas, basado en la utilización de los servicios de tratamiento y asistencia
correspondientes (hospitales, centros de servicios sociales), cuyos usuarios se asumen
representativos de aquellos miembros de la comunidad afectados por la necesidad o problema en
cuestión. Es uno de los métodos clásicos usados en epidemiología.

Plantea, a la vez, importantes dificultades:

1) Probable sesgo (sobreestimación o —más frecuente— infraestimación) del problema debido a los
procesos sociales que median y distorsionan —en uno u otro sentido— el uso de ciertos servicios: •
Valoración social negativa o estigmatización del usuario (trastorno mental, SIDA, toxicomanía,
madres solteras, enfermedades venéreas, etc.).

• Disponibilidad de información sobre los servicios y sus prestaciones.

• Inclusión en los requisitos o condiciones para recibir servicio.

• Reputación del servicio e institución de que depende.

83
Psicología Comunitaria

• Efectos negativos o disfuncionales atribuidos (correctamente o no) a los servicios; por ejemplo,
síndrome de hospital ismo o eventuales consecuencias penales (drogadicción, SIDA). O bien
beneficios apreciables (comida o alojamiento gratuito) sin contrapartidas costosas por parte del
cliente.

2)Falta de comparabilidad de los datos. Este es el precio a pagar por no necesitar explicitar
criterios objetivos o convencionalmente aceptados para definir un caso. Distintos centros o
servicios usan con frecuencia criterios diferentes —no comparables, muchas veces— de forma que
las cifras y descripciones resultantes no son comparables, al reflejar tanto esas diferencias
metodológicas como las derivadas de la distinta incidencia del problema o necesidades.

Encuesta poblacional

El proceso de encuesta consta de 5 fases generales:

1) Elaboración de la encuesta o entrevista estructurada. Es muy recomendable hacer una


primera prueba exploratoria o piloto que es pasada a un grupo o población similar a la
población de destino y corregida o ampliada en función de las deficiencias. Un problema de
la utilización de las encuestas para valorar necesidades o problemas (y que se reflejará a la
hora de redactar las indicaciones o preguntas correspondientes) es la especificación de los
criterios para definir "un caso" (en epidemiología) o el problema de interés.
2) Muestreo o selección de las personas —o "unidades muéstrales"— que van a representar
estadísticamente a la población diana. En función del conocimiento del tema de interés y de
la relación de sus variables básicas consideradas en la encuesta con las características
demográficas y sociales de la población, puede usarse un sistema de muestreo u otro.
3) Estimación de la encuesta, o entrevista muy estructurada, en que se busca la máxima
estandarización y comparabilidad entre las respuestas obtenidas. Esto implica un
entrenamiento —y seguimiento y supervisión casi siempre— adecuado de los encuestadores
para garantizar que su presentación, conducta o selección de personas (si es parte del
procedimiento) no influyen o sesgan las respuestas en una u otra dirección.

84
Psicología Comunitaria

4) Codificación de respuestas y análisis de datos, tareas eminentemente mecánicas y


estadísticas altamente facilitadas con el uso del ordenador.
5) Obtención de conclusiones; elaboración de recomendaciones y comunicación escrita de
resultados, conclusiones y/o recomendaciones.

Indicadores sociales

Los indicadores sociales son estadísticos (y otros tipos de información) descriptivos o


representativos de aspectos y procesos sociales básicos (como vivienda nivel de renta o
educación) que permiten inferir el funcionamiento y evolución de una sociedad y a la vez que tomar
decisiones políticas globales sobre ella y evaluar los programas sociales en marcha.

El conjunto de indicadores sociales representaría un aspecto básico del nivel o calidad de vida de
una sociedad o comunidad (pueden usarse también a nivel comunitario si los datos existen o son
recogidos para este nivel de agregación). La calidad de vida' sin embargo, debe incluir también otro
tipo de medidas más subjetivas.

Ese es precisamente el abordaje de la temática de la calidad de vida que como señalan


acertadamente Pol y Domínguez (1987) ha de centrarse en la comparación de "las características
de la situación o realidad y las expectativas, capacidades y necesidades del individuo tal como las
percibe él mismo y el grupo social"

Algunas ilustraciones

Incluimos aquí breves ilustraciones de evaluación supraindividual centradas en 3 núcleos temáticos


relevantes en Psicología Comunitaria: Calidad de vida, estrés y climas o entornos sociales.

● Calidad de vida. Frente a ellos, sin embargo, el constructo "calidad de vida" subraya
implícitamente los elementos más subjetivos, cualitativos, vitales y cotidianos, así como los
aspectos ecológico-ambientales y su percepción psicológica. Elemento distintivo del
85
Psicología Comunitaria

concepto es afirmar la primacía de la calidad de la vida humana (cómo vivimos) frente a la


cantidad de sus constituyentes y de los aflujos físico-sociales aportados exteriormente
(cuánto ganamos, cuánta educación tenemos, qué bienes materiales mobiliarios e
inmobiliarios poseemos, etc.), todo ello desde el referente basal del significado personal que
les es atribuido. El concepto de calidad de vida funciona, así como un regulador psicosocial
que refleja la esencial vocación humanista del movimiento comunitario y la clara justificación
de una Psicología Comunitaria.
Dos problemas —entre otros muchos que podrían plantearse— de este modelo y concepto de
calidad de vida. Uno es, precisamente, la posibilidad de definirlo de distinta forma
dependiendo de las significaciones sociales del grupo y país y los problemas de
comparabilidad numérica transgrupal que esta —como cualquier medida subjetiva— plantea.
Problema este derivado de la ambigüedad misma del concepto, construido como calidad de
vida, sin precisar o indicar el eventual contenido de esa "calidad". En otras palabras: Falta
la cualidad de la calidad. Otro es el efecto de "laminación" o nivelación que suele darse
cuando se agregan muchas medidas distintas de un colectivo humano: Los valores totales
resultantes nivelan valores altos y bajos y es algo difícil evaluar y comparar el resultado
global.
● Estrés y ajuste social. Las escalas resultantes —"Escalas de Reajuste Social"
(Readjustment Rating Scales)— constan de una serie de Ítems o situaciones ordenados
descendientemente según su valor estresante.
Observando la escala puede deducirse: • La importancia de las relaciones personales duraderas
(su alteración) como estresores • La relevancia de las pérdidas, personales, sobre todo;
estos dos tipos de Ítems (pérdidas, en general, y pérdidas de personas) aparecen como los
estresores más importantes. • También los acontecimientos o cambios positivos son
fuentes de estrés. La explicación puede residir (Caplan) en el aumento de
responsabilidades y posibilidades personales que comportan • Los cambios de hábitos,
entornos y condiciones vitales cotidianas (de trabajo, sobre todo) representan estreses
frecuentes, aunque moderados. Las escalas tienen utilidad —siquiera sea orientativa— para
la investigación y prevención. En cuanto a la investigación, permiten correlacionar el estrés
padecido con los problemas físicos, psicológicos o psicosociales desarrollados
posteriormente en individuos o poblaciones. Hay que recordar, no obstante, la necesidad
de ser precavido al intervenir, dada la relativa incertidumbre sobre las conexiones causales
86
Psicología Comunitaria

entre el estrés situacional y sus efectos (en general, entre los indicadores de riesgo y los
efectos atribuidos). Es por eso aconsejable realizar pruebas piloto previas del programa
siempre que sea posible.

Evaluación de programas

Casi todo lo escrito para la evaluación de necesidades (EN) es aplicable (en cuanto a principios
generales y contenidos metodológicos) a la evaluación de programas (EP). Y esto por la sencilla
razón de que aquélla (la EN) es el primer paso de ésta (la EP), siendo ambas, ramas surgidas del
tronco común de la evaluación social (y comunitaria), diferente, a su vez, de la evaluación
psicológica. En el tratamiento de la EP, partimos de la idea más amplia de investigación evaluativa
(o investigación de programas), que, partiendo de la valoración de los efectos de la intervención
(quehacer —básico, sin duda— que identifica habitualmente el concepto y praxis de EP), lo
trasciende, ocupándose además de la investigación causal de esos efectos o resultados en relación
con aspectos y componentes relevantes del proceso y diseño interventivo y del contexto en que
ese lleva a cabo.

Evaluabilidad

Wholey (1979) ha delineado en 8 pasos el proceso de valoración de la evaluabilidad:

1. Definir el programa, determinando las actividades involucradas.

2. Recoger información sobre las actividades que se intentan llevar a cabo, objetivos planteados y
las asunciones causales que ligan actividades y objetivos a partir de la documentación que define el
programa (becas o proyectos) o de entrevistas con los gestores o políticos que lo originan.

3. Elaborar un modelo lógico del programa que formalice la información recogida en 2 sobre
objetivos, asunciones y sus relaciones. Se incluirán en él, los recursos precisos para llevar a cabo
las actividades y los efectos secundarios no incluidos en los objetivos planteados.

87
Psicología Comunitaria

4. Analizar hasta qué punto objetivos y actividades pueden ser medidos, desarrollando un modelo
métrico sólo para aquellos objetivos y actividades que puedan ser apropiadamente medidos.

5. Recoger información sobre la marcha real del plan a partir de la documentación, memorias
periódicas u observando las operaciones.

6. Analizar qué objetivos programáticos son medibles y plausibles (van a alcanzarse a partir de las
actividades realizadas).

7. Elaborar un modelo evaluable que incluya sólo los objetivos medibles y plausibles y actividades
que conducirán probablemente a esos objetivos. Esto es, qué parte del programa puede ser
útilmente evaluada. 8. Presentación de resultados indicando cómo podrían modificarse objetivos,
actividades y recolección de datos para mejorar el funcionamiento y evaluabilidad del programa.

Evaluación de programas: concepto, proceso y contenido

La evaluación de programas no puede limitarse a constatar qué sucede cuando se realiza una
intervención en una comunidad o sistema social (los efectos de la intervención), sino que debe
comparar que sucede cuando hacemos la intervención frente a lo que sucedería en ese sistema o
comunidad si no realizáramos intervención externa alguna. Y esto, porque la comunidad tiene una
dinámica y mecanismos propios de autorregulación y resolución de problemas que no podemos
ignorar. La evaluación deberá, pues, documentar que el programa logra efectos más allá —o
diferentes— de los del propio sistema "abandonado" a su propia dinámica o evolución "natural"
(Esa es, ni más ni menos, la esencia —y legitimidad— de la intervención racional e intencional).

Proceso y contenido

Puede proponerse el siguiente proceso general de evaluación de programas —similar al de

otras formulaciones— en 6 etapas:

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Psicología Comunitaria

1. Definición del problema y/o los objetivos a perseguir. En ella podríamos distinguir 3 partes:

a) Definir lo más clara y adecuadamente posible el problema o cuestión relevante a solucionar o


modificar. Si esta definición o análisis son ambiguos o poco claros —como sucede en muchos
casos— los pasos siguientes serán difíciles de realizar o se harán inapropiadamente. b) Definir los
objetivos del programa. Si se parte de un problema habrá que especificar qué tipo de
modificaciones perseguimos respecto a él (solucionarlo, reducir su prevalencia, producir cambios en
el proceso de búsqueda de soluciones o ayuda, etc.)... c) Ordenación jerárquica (según criterios
convenidos de relevancia social, abordabilidad, etc.) de problemas u objetivos de cara a marcar
prioridades, tanto técnicas (de actuación), como de gestión y asignación presupuestaria en el caso,
más que frecuente, de escasez de recursos técnicos, materiales y financieros para abordar toda la
totalidad de la problemática u objetivos inicialmente planteados.

2. Determinación de las dimensiones o componentes básicos del problema (o cambio a producir), lo


que presupone un cierto grado de conocimiento y análisis del problema (que se asume ya realizado
para elaborar las definiciones del punto 7). En el caso de las drogas, por ejemplo, la escala ASI
citada en la primera parte del capítulo (McCIelland y otros, 1980), consideraba 6 dimensiones
básicas a cambiar (en función de las cuales valoraremos la eficacia del programa): Uso de drogas,
estado físico, situación laboral y económica, situación legal, relaciones personales y familiares y
estado psicológico general.

3. Elección de indicadores o medidas en cada dimensión o componente, así como y del tipo de
método de recogida de información y unidad de observación adecuados. Estos métodos e
indicadores deberán ser, lógicamente, los mismos a lo largo del proceso, empezando por la
evaluación de necesidades, su primer paso. Algunos enfoques básicos de EN fueron descritos
más arriba (7.6). Pueden usarse, no obstante, indicadores o señalizadores adicionales (a los de
partida) para seguir la evolución del programa.

4. Medición o recogida de información. Como mínimo —y aparte de la medición inicial, la EN—


necesitaremos una segunda medición tras la finalización del programa para conocer sus resultados.
Habitualmente necesitaremos mediciones adicionales posteriores (varios meses, 1 año después,
etc.) para confirmar que los resultados se mantienen. Los instrumentos y técnicas de recogida de
información variarán en función del tema o dimensión evaluados y de la metodología evaluativa a
89
Psicología Comunitaria

que van ligados. Básicamente son: Observación (estructurada o participante), tests psicológicos,
entrevista e interacción grupal, encuesta, y análisis documental.

5. Integración y elaboración (estadística, lógica, teórica...) de los resultados obtenidos, tanto en las
dimensiones consideradas como en otras (efectos inesperados o secundarios) y en el conjunto del
sistema social, valorando la eficacia, eficiencia e impacto de la intervención. Han de tenerse en
cuenta las observaciones ya hechas a este respecto en el proceso de la evaluación de necesidades.

6. Comunicación de los resultados y conclusiones al nivel informativo, numérico y semántico


apropiado en relación a quién vaya a recibir esa comunicación (vecinos, administrador, político,
profesional del mismo campo, otros profesionales, etc.) y elaboración de recomendaciones de
actuación o cambios a introducir en futuras actuaciones en función de los resultados obtenidos.

Componentes. Evaluación comparativa

McLean (1974) ha identificado —desde el campo de salud mental— 5 componentes (o enfoques)


en la EP en sentido amplio, según evaluemos: 1) la estructura administrativa; 2) el proceso del
programa; 3) los resultados; 4) los resultados en relación a los costes (eficiencia) y 5) el conjunto
del sistema o población afectados. Aquí se han reducido a 3 incluyendo los componentes 4 y 5
como parte de la evaluación de resultados en sentido amplio: 1) Evaluación de la estructura
administrativa; incluye datos sobre los aspectos administrativos y de gestión del programa como
financiación y recursos disponibles, tipo de clientela a atender, tasas clientes/estaf u otras,
instalaciones necesarias y características funcionales, etc. 2) Evaluación procesal, ya descrita
como revisión del progreso del programa; denominada por otros autores evaluación formativa,
concebida como un proceso continuo de evaluación e investigación sobre la marcha del programa y
la relación de diversos aspectos del proceso con los

resultados.

3) Evaluación de resultados o efectos del programa; el componente o modalidad fundamental con

que habitualmente se identifica la EP. Habitualmente se usan 3 tipos de indicadores de resultados

90
Psicología Comunitaria

(ya descritos en el proceso de la OMS):

• Eficacia —o efectividad—: Medida del efecto absoluto del programa en relación con los objetivos
o problemas de partida.

• Eficiencia: Eficacia relativa al esfuerzo o coste invertidos.

• Impacto: Efecto global del programa sobre el sistema social.

Habitualmente esos componentes de la EP se reducen a 2: Evaluación de proceso y evalúa


resultados.

Evaluación comparativa: metaanálisis. Toda EP es, estrictamente hablando, comparativa, ya que,


según se señaló al principio, se compara el efecto del programa frente a los efectos auto- inducidos
por la propia marcha del sistema en ausencia de intervención exterior. La evaluación comparativa se
refiere, sin embargo, a los distintos sistemas de comparar programas entre sí en relación al mismo
problema o tema de intervención.

Algunos aspectos prácticos

En sus comienzos, planificación y evaluación de programas fueron considerados como procesos


racionales en que, a través de unos métodos objetivos, se obtenían unos resultados que serían
aplicados por los políticos a los problemas o necesidades sociales, resolviéndolos o mejorando la
situación. a planificación y toma de decisiones serían así fruto de inputs múltiples (como,
prioridades políticas, asignaciones presupuestarias, presiones de grupos de interés), siendo el
input racional de la EN o EP sólo uno de ellos.

Globalmente y desde el punto de vista comunitario Medina (1984) destaca la necesidad de: 1)
Verificar que el programa tiene sus cimientos en la comunidad, de forma que: a) El programa es
accesible a la comunidad, no ajeno o impuesto; b) busca dar pronta respuesta a una necesidad
social real, no fruto exclusivo de la percepción del observador. 2) Asegurarse de que el programa
cuenta con los recursos específicos necesarios para su puesta en práctica y mantenimiento. 3)
Verificar que el programa establece vías de comunicación entre el usuario o consumidor y los

91
Psicología Comunitaria

responsables políticos y económicos del programa. Entre otras cosas, esto es preciso para evaluar
el proceso del programa y corregir desviaciones o problemas. Centrándonos más en el proceder
del propio evaluador habríamos de añadir las siguientes sugerencias: 4) Antes de comenzar a
actuar conviene examinar los "porqués" de la evaluación: Porqué la piden; porqué a nosotros;
porqué en, este momento (como fruto de qué); quién nos hacen cargo; a quién —a qué— representa;
qué quiere obtener (de la evaluación y de nosotros). Con ello tendremos un "plano de situación"
que nos permitirá posicionarnos frente al sistema demandante y el proceso por venir (evaluación
sólo, o evaluación e intervención). 5) Ver el proceso de EP en términos de sistemas (no de
individuos): Grupos existentes; tipo de dinámica en la comunidad u organización; liderazgo activo (o
inexistente); estructuración y fines de la organización o institución; procesos de interacción del
sistema con la sociedad; estructura de poder y distribución entre los grupos o fuerzas presentes;
relaciones entre los diversos grupos y entre estos y el poder formalmente establecido, etc. 6)
Examinar, desde este análisis y el del punto 4, que tipo de posición va a tener el evaluador frente al
sistema y que tipo de rol es apropiado. Habrá de pensar, en todo caso, en términos sistémicos: a)
Su sola presencia como evaluador (externo, relacionado con el sistema o incorporado a él), ya
modifica el anterior estado del sistema (creando, por ejemplo, expectativas); b) Su rol (y tipo de
relación contractual) es definido no sólo por las demandas científico-técnicas del proceso, sino,
también, por las demandas y condicionamientos socio-políticos del sistema — sobre todo de la
parte que hace la demanda— así como de quién va a ejecutar el programa y de aquellos a quienes va
a beneficiar.

• Si el evaluador es parte del sistema (está contratado previamente al comienzo de la evaluación


concreta), gran parte del rol viene ya predefinido y el margen de maniobra del evaluador es
pequeño, pudiendo plantearle muchos problemas si las relaciones entre la parte contratante
(administración, por ejemplo) y la afectada por el problema son conflictos. Con frecuencia el
evaluador será visto como un representante de la administración y/o alguien a quién pedir todo lo
que el sistema (o el grupo concreto) necesita (y más). • La sola entrada del evaluador al sistema (o
el establecimiento de una relación con él) modifica el equilibrio de poder del sistema (y de otras
muchas cosas); habrá que examinar (según las impresiones captadas en distintos grupos) en qué
dirección y con qué consecuencias. Con frecuencia se verá al evaluador como aliado con aquellos
grupos más afines en cuanto a poder, educación o intereses (las élites de poder de la comunidad u

92
Psicología Comunitaria

organización) o — lógicamente— con quien lo contrate. Si el evaluador no está de acuerdo con esa
identificación (o perjudica la estrategia evaluativa—interventiva establecida), deberá desmarcarse
del rol adscrito, redefiniendo activamente su nuevo rol. • En el fondo, en cuanto al rol, caben dos
posiciones extremas: a) Tomar partido por un grupo del sistema (el más desfavorecido o
necesitado) intentando actuar en su nombre o ser uno de ellos. Aquí el profesional pierde su
autoridad científico-técnica, pasando a adquirir (si es aceptado como tal por el sistema o grupo
concreto) la autoridad política o social del activista. b) Actuar como profesional desde una
posición de relativa independencia (autonomía, al menos) respecto de los distintos grupos del
sistema. Aquí habremos de definir un contrato (explícito o implícito) mutuo, que reconoce a
evaluador y sistema como partes diferenciadas pero relacionadas por el contenido del contrato. El
evaluador sigue conservando su autoridad científica—técnica.

7) Examinar antes de actuar las consecuencias previsibles de nuestras acciones (sean parte formal
de la evaluación o de la intervención) en términos de: A quién beneficiarán y a quién perjudicarán
esas acciones; cómo van a ser percibidas por los distintos grupos; qué efectos tendrán para el
problema en cuestión y sobre la disposición de los diversos grupos sobre su solución; etc.

8) Si se quiere que la evaluación conduzca a la acción, deberá incluirse una sección de


conclusiones y recomendaciones de actuación pensada en función de quién la va a leer (sin
desvirtuar las conclusiones y datos del estudio, a que pueden ser referidas las recomendaciones,
por si el lector desea ampliar información), de forma que facilite la actuación del gestor, político o
patrocinador, presentando conclusiones y recomendaciones claras, concretas y realizables,
dejando para otras partes del informe las dudas.

Investigación evaluativa

Como ya se ha indicado anteriormente la investigación evaluativa se centra —más allá de la simple


medición de efectos programáticos_ en la investigación causal de estos efectos en relación con
ingredientes relevantes del programa y su proceso de realización, así como del contexto físico-
social en que se lleva a cabo.

93
Psicología Comunitaria

Esta cuestión —ya planteada en la investigación de los efectos de la psicoterapia— es básica en el


doble frente teórico y aplicado: • En lo teórico, para descartar que los resultados puedan ser
atribuidos al efecto placebo (efectos inespecíficos comunes a cualquier forma de intervención) que
—como se ha visto en psicoterapia— pudieran ser la explicación más convincente en muchas
actuaciones. La generación de expectativas y otros elementos genéricos presentes en todo
proceso de intervención social hacen este tipo de actuaciones particularmente vulnerables a la
explicación Placebo génica.

• En lo aplicado, para elaborar programas en base a los componentes activos descartando los
inertes, lo que aumentaría la eficiencia y racionalidad del diseño programático (La cuestión es, en
realidad, más complicada, en cuanto a cómo usar, desde este punto de vista, los elementos
inespecíficos, pero intervinientes, como las expectativas). El avance en la investigación causal de
resultados pasará probablemente por potenciar la monitorización del proceso del programa,
observando cuidadosamente cómo suceden los cambios y a qué tipo de dinámicas parecen estar
ligados.

2) Evaluabilidad o condiciones lógicas. Particularmente importante es, en este apartado, la


investigación de la conexión entre actividades realizadas en la intervención y fines planteados y el
doble nexo entre actividades realizadas y resultados obtenidos, por un lado, y forma de plantear los
objetivos (especificidad, conexión con problemas básicos, etc.) y resultados alcanzados, por otro.
3) Relación entre resultados del programa y elementos significativos del entorno (relacional, social
y comunitario, organizacional, construido, político, etc.). Por ejemplo, relación entre resultados de
un programa en una comunidad organizada y positiva, frente a otra más apática o activa pero muy
crítica. • La importancia teórica de estas relaciones va más allá de la mera constatación de la
"validez externa" de las intervenciones: Si los factores contextúales son —per se y
relacionalmente— básicos en la determinación y resolución de los problemas planteados, su
consideración causal es tan relevante como la de los constituyentes "internos" del propio programa
de los que, por otra parte, pueden ser casi inseparables. • En lo aplicado, esta relación es vital de
cara a la diseminación de programas, como han señalado recientemente los compiladores del
volumen de programas elegidos de prevención (Price y otros, 1988) o como convincentemente han
ilustrado Fairwheather y otros (1974) en su conocido estudio experimental de diseminación de su

94
Psicología Comunitaria

"Posada". Se trata, en este caso, de saber qué elementos del entorno u organización destinataria
del programa ya probado son importantes, en qué sentido y qué tipo de modificaciones habrán de
introducirse en los contenidos del programa o en el proceso de intervención (y en la forma de
diseminación) para mantener la eficiencia inicial del programa

Capítulo 8 – SanchezEuclidez

Intervención Comunitaria: Concepto, proceso y panorámica

La Intervención es la actividad básica de la PC. (Psi. Comunitaria).


Históricamente, la disciplina ha querido distinguirse, por su voluntad de actuar sobre la situación y
los problemas sociales, en lugar de limitarse a estudiarlos.

Intervención Social

Definiciones:

❖ IS (Intervención social) Kelly y otros: “Influencias, planificadas o no, en la vida de un grupo


pequeño, organización o comunidad (para) prevenir o reducir la desorganización social y
personal y promover el bienestar de la comunidad”
❖ Bloom define IS como: “Cualquier intervención (preventiva o restauradora) que intente
tener un impacto en el bienestar psicológico de un grupo de población definido”
❖ Caplan define IS como: “Esfuerzos realizados para modificar los sistemas operativos
sociales y políticos y la actividad legislativa y reglamenta dora relativa a la salud, educación y
bienestar y a los campos religioso y correlacional, con el fin de mejorar a escala comunitaria
la provisión de suministros físicos, psicosociales y socioculturales básicos y la organización
de los servicios para ayudar a los individuos a confrontar sus crisis”
❖ Seidman define IS como: “La alteración de las relaciones intrasociales (entre individuos,
grupos, asociaciones e instituciones) planificada y no planificada, intencionales y no
intencionales que también tienen un impacto en la calidad de vida de la sociedad o en las

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Psicología Comunitaria

circunstancias de grandes números de individuos o grupos (y que) ocurren como resultado


de la operación de varios procesos clave y de sus interrelaciones. Esos procesos son:
1. Distribución de derechos, recursos y servicios
2. Desarrollo de bienes, recursos y servicios (materiales y simbólicos) que mantienen e
intensifican la vida.
3. LA asignación de status dentro de la totalidad de las tareas y funciones sociales
que involucran roles y prerrogativas.”
❖ Para Iscoe y Harris definen la IS que tiene como propósito “La mejoría de la condición
humana a través de esfuerzos dirigidos principalmente hacia la asistencia de los pobres,
menos privilegiados y dependientes para enfrentarse con los problemas y mejorar o
mantener una calidad de vida”

¿Qué es Intervenir?
¿Qué es la intervención?

Según los diccionarios la intervención es: “interposición o intermediación de una autoridad”,


“entrada, ocurrencia o aportación de un elemento extraño entre dos eventos o momentos”, o “ser
un tercero entre dos partes en conflicto o discusión”

Intervenir es la introducción, interposición o intermediación desde una postura de autoridad, de un


elemento externo con una intención de modificar, o inferir con, el funcionamiento de un proceso o
sistema en una dirección dada. La intervención comporta, un proceso intencional de interferencia o
influencia y persigue un cambio.

Clasificaciones de las intervenciones psicológicas o sociales según:

1. El tipo de cambio (objetivo o meta)


2. La unidad (nivel o destinatario) social a afectar.
3. El método usado.
Si la unidad a afectar es social (una comunidad, el racismo) y el cambio perseguido también (cambio
de estructura de una comunidad) tendríamos una IS (Intervención Social). Si intervenimos sobre

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Psicología Comunitaria

personas para producir cambios psicológicos (conductuales, emocionales, educativos etc.)


intervenciones psicológicas IP.

Intervención Social frente a acción psicológica

Las diferencias entre intervención social y acción psicológica (psicoterapia) se dan


fundamentalmente a nuestro juicio en 7 aspectos (Sánchez Vidal)

1. Objeto o destinatario o unidad que se interviene: En si son los procesos y sistemas


sociales (Comunidades, organizaciones e instituciones) La intervención suele centrarse en
problemas, necesidades o cuestiones sociales detectados en el sistema social y Los
recursos pare resolverlos.
En la IP se interviene sobre elementos más simples: Los individuos; si los sistemas sociales son
considerados (familias, grupos) suelen ser más como contexto social del individuo que como
blanco directo de la intervención.
2. Estado inicial asumido. En IS; hay un estado inicial propio del sistema social que partimos.
En la IP se asume que partimos de cero (o de un estado inicial negativo: Patologías,
síntomas, retraso del aprendizaje)
3. Tipo de Cambio perseguido: Buscan un cambio o transformación. En IS: se busca el
cambio social. En el IP el individual.
4. Objetivo o metas: El cambio social e individual está constituido por metas. En IP la
intervención es “Curar al paciente”. En IS los objetivos están indeterminados; su
determinación es el paso inicial de la intervención.
5. Ámbito de aplicación. La IP se centra en la salud mental. La IS se centra en salud mental,
educación, drogas y alcohol; ocio y recreo; sistema penal, judicial y policial; sistema religioso-
parroquial; adolescencia, menores y pre-delincuencia etc.
6. Técnicas (y estrategias) usadas. IP ¨las técnicas tienen un carácter psicológico en IS, en
cambio, son muchos más variadas y no necesariamente de carácter psicológico, sino también
psicosociales, de trabajo social, políticas de salud pública etc.
7. Duración temporal. La IP es de duración corta (2-6 meses). IS es de largos periodos
(años).

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Psicología Comunitaria

En conclusión, La intervención social se centra en problemas o cuestiones sociales que se dan en


el seno de sistema o procesos sociales complejos, multifacéticos y dinámicos partiendo de
un estado inicial dado e intentando alcanzar un estado o estructura final definido por unos
objetivos que incluyen la resolución de problemas y/o desarrollo del sistema social
aplicando estrategias y técnicas de varios niveles. El resultado es inmediato de la IS es el
cambio social, el mediato ultimo el cambio personal (masivo, colectivo)

Intervención Comunitaria

Contradicciones: La expresión “intervención comunitaria” es una contradicción en sus términos:

Intervención: Connota una acción o interferencia impositiva, desde arriba hacia afuera.

Comunitaria: Se refiere en cambio, a algo más natural o espontaneo, generado desde dentro y
desde abajo, desde lo común o compartido por un colectivo.

¿Cómo se pueden compatibilizar esas dos perspectivas?

A. Potenciando y fomentando los recursos existentes en la propia comunidad (grupos


de autoayuda; organizaciones vecinales, recreativas, parroquiales, etc.; Liderazgo
comunitario etc.)
B. Fomentando la participación.
Legitimidad:

Es legitima la acción interventiva cuando:

❖ Este motivada o justificada.


❖ La intervención sea compatible con los deseos y necesidades de la propia comunidad y con
su participación activa en los cambios.
Intencionalidad y Racionalidad:

Cuando se afirma que una intervención es intencional, queremos decir que es liberada, racional o
planeada, buscándose unos efectos esperables a partir de la experiencia acumulada o de una
teoría sobre el tema.

98
Psicología Comunitaria

La intencionalidad de la intervención depende de factores como:

❖ Casi todas las intervenciones tienen efectos secundarios, inesperados.


❖ La posición relativa del observador y su postura respecto a la intervención y el sistema a
afectar.
Autoridad:

Aparte de la legitimidad general de la intervención, toda acción interventiva debe estar respaldada
o justificada por algún tipo de autoridad.

❖ La autoridad sociopolítica: autoriza a actuar políticamente sobre un colectivo social a partir


de un mandato genérico concedido voluntariamente por ese colectivo. El político o gestor
administrativo tienen la legitimidad o autoridad de iniciar la acción social y de autorizar y
dotar de medios a las acciones de otros agentes sociales.
❖ La autoridad científico-técnica: es la que deriva el profesional de la experiencia o
conocimiento teórico u operativos validos (científicos) y de los conocimientos y destrezas
sobre como conducir apropiada y eficientemente una acción interventiva para producir unos
efectos previsibles y deseados (técnicas). Su autoridad no emana de la comunidad sino de:
A. Los conocimientos
B. Experiencia valida sobre los temas y grupos humanos que le permita señalar y
evaluar apropiadamente la intervención.
C. Las habilidades metodológicas y técnicas para llevar a término esa intervención
adecuada y eficiente.
Si el psicólogo quiere tener una autoridad social o política, deberá obtener algún tipo de
legitimidad delegada de la comunidad actuando en su nombre o como representante de ella. Para
esto deberá asumir un nuevo rol actuando como organizador social, portavoz o líder de grupos
marginados, denunciando las injusticias o desigualdades del sistema la incompetencia o autocracia
de políticos o agentes socializadores.

Intervención comunitaria e intervención


Social

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Psicología Comunitaria

Anteriormente vimos la diferencia entre IS e IP. Ahora vamos a hablar sobre lC e IS, ambas son
dos ramas del tronco interventivo supra-inicial. En general, el objeto de intervención es común
(grupos humanos con una cierta estructura social dada) así como la asunción de causas sociales
relevantes de la problemática humana. Veamos las diferencias y particularidades:

1. La diferencia básica entre IC e IS es el papel del sujeto (activo y participante) y


protagonista que tienen las personas en la interacción comunitaria además de papel
(Común con la IS) de objetos de esa intervención.
2. Interactividad. El planteamiento de la IC incluye una verdadera interacción entre inventor y
miembros del grupo cliente (inexistente en la IS) de forma que cada uno de ellos puede
cambiar su punto de partida inicial. Esto implica influenciabilidad del propio inventor; su
apertura a ser influido por el grupo social, blanco de intervención. También la existencia de
un verdadero marco relacional personalizado (o grupal cara a cara) en la IC, ausente en la
IS.
3. El nivel de intervención comunitario meso-social, más reducido que el de la IS, que es
global, macrosocial. Otras diferencias son:
4. Autodirección del grupo social o comunidad, que marca, en la IC, en línea específica y
particular de intervención y de valoración implícita del grupo como sujeto y origen de aquella,
frente a una intervención más tecnocrática, guiada por formulaciones o motivaciones
sociales o económicas más globales, externas y planificadoras, en la IS.
5. La intervención comunitaria esta más cerca de lo humano, involucrando más elementos de
identidad y significación personal y más elementos culturales es decir generados
“espontáneamente” desde abajo e indisolublemente implícitos en el concepto de comunidad.
6. Énfasis positivo de recursos y desarrollo, es también relativamente distintivo de la IC frente
a la IS que parece más centrada en los conceptos problemáticos y disfuncionales de los
sistemas sociales y en el cambio social. La IC persigue el desarrollo humano integral,
equilibrado, multioriginado e integrado.

Participación

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Psicología Comunitaria

La participación es, a la vez, un valor, un proceso, una técnica y una actividad. Como valor, es parte
esencial del discurso comunitaria y política. Su significado y papel central en la Psicología
Comunitaria, como el proceso que permite compatibilizar “intervención” y “comunitaria”,
teniendo un puente entre ambos conceptos contrapuestos que legitima y da sentido a la
expresión “Intervención comunitaria”

1. Premisas generales:
❖ La participación social de las personas ya se da a distintos niveles a través
de actividades e instituciones sociales y comunitarias como trabajo (o
escuela) familia, actividades relacionales y sociales habituales de la vida
comunitaria o las actividades asociativas más o menos formalizadas. Solo las
personas que estén excluidas o se autoexcluyen de estas actividades
(marginaciones étnicas, escolar, económica etc.) tendrán un cierto déficit o
necesidad “estructural” de participar a través de otros canales
“especializados” en la actividad comunitaria o social habitual.
❖ Debemos comprender que no todas las actividades y procesos han de
hacerse participativamente.
❖ Ni todo el mundo quiere participar, ni participar en todo.

2. Significado: En principio y como acción, participar significa tomar parte en alguna


actividad o proceso. El significado y alcance por último de la participación
dependerá por tanto de la relevancia de la actividad o proceso en el sistema social y
vida comunitaria. El objetivo de la participación debería ser el grado en que se tiene
acceso al poder, se coparte ese poder en un grupo social.

3. Contenido y relevancia: Se puede participar en distintos tipos de actividades y


procesos. (fiestas, encuentros, competiciones, actos deportivos, recreativos, actos
vecinales o barriales) La participación tiende a ser ahí mas
-Espontanea
-Individual

101
Psicología Comunitaria

-Informal

Generalmente la participación ciudadana se cita para referir a aspectos sociales más relevantes y
serios como la participación en procesos productivos y trabajo; política, programación de salud o
servicios sociales etc. La participación suele ser ahí organizada.

A. Fijación de objetivos (tiene que ver con la evaluación de las necesidades)


B. Toma de decisiones (evaluar qué objetivos aceptar y rechazar y en base a
eso accionar)

4. Tipos: Tenemos dos tipos “Participación desde arriba” y “Participación desde


abajo”. La participación desde arriba es (institucional) va ligada a canales o
estructuras institucionalmente establecidos o “mandatos” para posibilitar la
participación en los procesos políticos o sociales o controlar algún tipo de
administración u organización, por ejemplo, Consejos sociales en las universidades,
comités de empresa etc. Puede facilitar o inhibir la participación, debe conectarse
con un deseo o necesidad desde debajo de participar.
Participación desde abajo debería tener a establecer canales institucionales permanentes e
incorporados a la vida habitual de la comunidad y el sistema social (parte desde la necesidad).
Tiene un contenido más lúdico e informal por ejemplos asociaciones barriales, vecinales, sindicales,
grupos de auto ayuda etc.

5. Niveles que se dan en la participación:


❖ Nivel sociopolítico: funciona como marco global de la participación.
❖ Nivel institucional: Ya descripto en el punto 4 como sistema facilitador o
inhibidor de la participación de los individuos o grupos.
❖ Nivel individual: No todas las personas son persistentes en la participación.
Hay factores que tienen que tener como el interés por el tema, nivel de
educación o el deseo de ayudar.

102
Psicología Comunitaria

6. Partes implicadas en la participación comunitaria:


Político o gestor público, técnico o profesional y grupo social.

7. Aspectos técnicos: Implica la participación de un profesional, es el encargado de


diseñar, ejecutar y evaluar los programas. El deberá cambiar su perspectiva y
actitud de trabajo, él debe estar abierto y dispuesto a facilitar que la comunidad sea
una parte activa y útil a lo largo del proceso, renunciando al protagonismo único o
central y adoptando un rol y postura acorde, más dialogante e igualitaria. El técnico
deberá tener preparación para afrontar una situación real y evitar las dificultades.
Para facilitar la participación es necesario:
❖ Partir de los intereses de la comunidad
❖ Plantear tareas o actividades
❖ Proponer objetivos concretos y precisos
❖ Intentar que las propuestas participativas tengan algún beneficio o recompensa
temprana y tangible
❖ Romper la estructura, formalidad o distancia inicial entre el inventor y el grupo.
❖ Establecer la seguridad propia por otros medios o en otras situaciones.
8. Efectos y límites:
Como positivo la participación genera una notable sensación de bienestar y sentido de la propia
potencia y utilidad del participante.

Como negativo es costoso en términos de tiempo y energía, pudiendo llegar a suponer un engorro u una
pérdida de eficiencia en determinados procesos de planificación requiere un cambio de actitudes y
procedimientos.

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