Вы находитесь на странице: 1из 12

1

CUADERNILLO DE TRABAJO ACADÉMICO


PRIMER PERIODO

( Historia y Filosofía)

GRADO UNDÉCIMO

Curso: 1101

Estudiante:

________________________________

El Rosal (Cundinamarca)
Enero a Marzo
2019

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
2

CUADERNILLO DE TRABAJO ACADÉMICO PRIMER PERIODO UNDÉCIMO 2019


( Historia y Filosofía)
Autor: Lic. Gustavo Chávez.
Destinatarios: Estudiantes grado undécimo en primer periodo de 2019.
Objetivo: orientar y desarrollar el proceso académico del primer periodo 2019.
Validez procedimiento: lunes 21 de enero a viernes 29 de marzo de 2019.
DATOS ESTUDIANTE
Nombre:
Curso: 1101
CONTENIDO
1. Consideraciones generales.
2. Trabajo Académico Historia.
3. Trabajo académico Filosofía.
DESARROLLO CONTENIDO
1. CONSIDERACIONES GENERALES.
1.1. El estudiante imprimirá el cuadernillo y la Ficha de Seguimiento Académico.
1.2. La impresión del cuadernillo responde a criterios de calidad y cuidado ambiental. Por lo
tanto debe ser legible y por ambas caras de cada hoja utilizada.
1.3. Las actividades se ejecutarán en hojas de block cuadriculadas tamaño carta.
2. TRABAJO ACADÉMICO HISTORIA.
2.1. DBA: Evalúa la importancia de la solución negociada de los conflictos armados para la
búsqueda de la paz.
2.2. Evidencias de aprendizaje: Reconoce los principales conflictos sociales y políticos vividos en
Colombia en las últimas décadas, a partir de la memoria histórica.
2.3. Trabajo en el aula:
2.3.1. Primera lectura:
El conflicto colombiano
(Marcos Silva Martínez 28 de julio 2012, para El Tiempo)
El conflicto interno colombiano es estrictamente político-social y económico. Las
confrontaciones recurrentes entre diversos sectores u organizaciones sociales están siempre
relacionadas con reclamaciones de derechos incumplidos u objetivos sociales fallidos o
frustrados.

Colombia es la única nación del hemisferio que lleva más de medio siglo en guerra contra una
guerrilla a la que no ha podido vencer, ni vencerá por medio de las armas. Se trata de una
guerrilla cuya motivación originaria fue la defensa del derecho a la propiedad de la tierra y al
trabajo, pero que en las últimas décadas, a consecuencia de la penetración y auge del
narcotráfico, perdió su norte sociopolítico, pero que, mientras haya lenidad institucional e
irresponsabilidad política y social, dispondrá de apoyos suficientes para mantener su accionar y
sus efectos. ¿Por qué? Porque es la consecuencia directa de un conflicto social y político cuyas
causas no se han removido y menos, superado.

Por ejemplo, el uso y propiedad de la tierra. No ha sido posible desarrollar una reforma agraria
integral. Es imprescindible. El 0,4 de propietarios poseen el 52 por ciento de las mejores tierras,
con predios de más de 500 hectáreas, mientras el 20 por ciento de propietarios solo dispone del

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
3

35 por ciento de la tierra titulada y no son de la mejor calidad; 993.000 propietarios son dueños
de predios menores de 3 hectáreas. Entre 1960 y el 2010, los latifundios pasaron de 0,4 por
ciento a 1,6 por ciento. Incluye el período de la carnicería ejecutada por criminales al servicio de
los narcoparapolíticos para realizar una contrarreforma agraria, con los efectos socioeconómicos
presentes.

Según la Comisión Interamericana de Juristas, desde el 2002 hasta el 2007 hubo 1.259
denuncias de desaparición forzada de dirigentes campesinos, simpatizantes de izquierda,
defensores de derechos humanos, sindicalistas y estudiantes. Asfaddes registró 1.362
desaparecidos en el 2002 y 1.189 en el 2003. Cerca de 68.000 desapariciones y crímenes de lesa
humanidad, cometidos desde la expedición de la Ley de Justicia y Paz, denuncia la revista
'Criminalidad 50 años', de la Policía Nacional.

Hay más de 4 millones de desplazados internos. Más de 6 millones de hectáreas robadas. El


Gobierno y la justicia, hasta hoy, nada concreto han hecho para identificar a todos los
responsables (no son solo los narcoparacos armados; hay burócratas y empresarios impunes),
condenarlos y devolver a las víctimas lo que les corresponde.

La desigualdad, la pobreza, la miseria, el desempleo y la violencia no ceden. Mientras el índice


Gini medio latinoamericano es del 0,50, el de Colombia es de 0,58. En cifras reales: más del 50
por ciento de la población está por debajo de la línea de pobreza, con ingreso diario inferior a
dos dólares. Más del 60 por ciento de la población apta para trabajar está desempleada o en la
informalidad. Al menos el 40 por ciento de la población tiene algún nivel de desnutrición. Son
aristas de la matriz del conflicto, que deben revocarse y superarse para poder comenzar
construir paz y desarrollo con equidad.

El presidente Santos anunció el compromiso del Gobierno para avanzar en la solución del
conflicto. Hay incipientes decisiones. La ley de víctimas y restitución de tierras, junto con el
marco legal para la paz, son un buen principio si se desarrollan y aplican en profundidad,
imparcial y oportunamente. Es un desafío gigantesco por la complejidad de intereses en juego y
el inocultable poder político-económico de quienes deben devolver las tierras robadas y el
laberinto jurídico vigente, la corrupción administrativa y los enemigos del proyecto y del
Gobierno, visibles y agazapados, en la empresa privada y en la alta burocracia.

El presidente Santos y el Gobierno en general deben ser conscientes de la complejidad del


problema, del origen y causas que lo alimentan y la realidad político-económica y cultural,
estructuradas desde los tiempos de la conquista y la colonia y mantenidas hasta nuestros días.
La solución del conflicto no depende de la capitulación de ninguna de las partes. Exige superar
las causas que lo originan y sustentan. Sin superar el conflicto no puede haber paz real. La paz se
construye, no se decreta. Negociar y superar las causas del conflicto exige ceder. Para los
usufructuarios del poder político y económico colombiano, ceder es perder poder y riqueza. Ahí
está la clave. El dominio y preservación del poder y la riqueza, como hasta hoy, impiden superar
el conflicto.

Para construir los cimientos de una Colombia civilizada, con paz y justicia social, se requiere que
toda la sociedad sea consciente y reconozca las causas del conflicto, y un gobierno sensato y
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
4

responsable que sea capaz de asumir las responsabilidades que demanda construir democracia
con equidad social. No bastan leyes y buenas intenciones. Se necesita un acuerdo nacional, que
involucre la remoción de tanta bajeza, egoísmo y mezquindad de políticos, gobernantes y
dueños del poder económico.
Tomado el 25 de enero de 2019 de:
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12074450

2.3.1.2. Construir un texto continuo en el que exponga algunos aspectos del conflicto
colombiano (1) y las razones por las que es importante una salida negociada al mismo (2) (ver
rubrica textos continuos).

2.3.2. Segunda lectura:


Cinco ejemplos de construcción de memoria histórica desde las víctimas
Redacción Justicia para la Paz de El Espectador - Proyecto “Colombia 2020”
(10 de abril 2018)
Desde las regiones y con recursos escasos, las víctimas buscan recordar y construir prácticas de
reconciliación para que las atrocidades cometidas durante el conflicto nunca se repitan. Pasar la
página sin recordar no parece ser una opción. En los territorios, en las zonas donde el conflicto
ha dejado heridas profundas, han surgido diversas iniciativas para enfrentar las secuelas de la
guerra y fijarse una misión clara: recordar para evitar que los hechos que sufrieron en el pasado
se repitan. Cinco iniciativas que nacieron en la sociedad civil y que se constituyen como un
ejemplo para luchar contra el olvido.

Abracitos Nasa, semillas contra la guerra: los niños del resguardo indígena Huellas, en Caloto
(Cauca), tienen la palabra y la usan en contra de la guerra y las injusticias. Los ven deliberando
sobre la forma como se deben solucionar los conflictos y la salida siempre resulta negociada. Esa
es su regla principal. Se hacen llamar Abracitos Nasa, porque para su comunidad indígena los
abrazos deben tener un significado de amor genuino y transparente. Se oponen a las armas que
les dejaron heridas en el cuerpo y que segaron la vida de sus familiares.

Pero su nombre, además de ser el escogido por la mayoría de los niños, los remonta a una
anécdota de 2014, cuando nació la iniciativa. “Ese día, un niño se acercó a otro y le dijo: ‘Acaban
de regalar a su perrito. Su papá se lo cambió a una señora por una gallina’. El niño lloraba
desconsolado. Los demás se levantaron y dijeron que no iban a dejar que se llevaran al animal.
Se dieron un abrazo fuerte. Entonces salieron a buscar cordones y los sostenes de sus mamás
para hacerle un cerco a quien se había llevado el perro. Así impidieron que se lo quitaran”,
cuenta Luz Marina Uscué, quien ideó el proyecto que buscaba dejar atrás las huellas de la
guerra. Asegura que si no se les presta atención a los niños hoy, se podrán convertir en sus
enemigos en el futuro.

“Ojalá nos alcance la vida”: la voz de los adultos mayores, víctimas en el conflicto armado, se
escucha a través del periodismo. En nombre de los “viejos y viejas”, como se hacen llamar,
Héctor Tabares Ortiz decidió crear “Ojalá nos alcance la vida”, una iniciativa para contar su
versión de la historia desde la orilla de los adultos mayores. Para ellos, las situaciones que
enfrentan las personas de más de 60 años en contextos de violencia no se comparan con las que

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
5

viven los jóvenes. Su ejercicio consta de cuatro etapas. La primera consiste en la redacción de 15
historias de vida de todas las regiones del país, en las que incluye poblaciones afros, indígenas y
mestizas. La segunda se refiere a una publicación de un libro con sus relatos. La tercera radica
en producir un CD con ocho radiohistorias y un tema musical, para divulgar a través de las
emisoras comunitarias del país. La cuarta busca realizar una producción animada para la
población infantil.

Reconciliación después del secuestro: José Libardo Forero Carrero recuerda con detalle el 10 de
julio de 1999, cuando la guerrilla de las Farc se tomó la estación de Policía de Puerto Rico
(Meta). Y no olvida el día 12, cuando, después del combate, fue secuestrado junto con 27
uniformados más. En las selvas del Guaviare, Caquetá, Meta y Vaupés pasó los siguientes 13
años de su vida. El hoy sargento mayor de la Policía, sin embargo, no guarda rencores. Cree en la
paz, en la reconciliación y en el perdón. “Yo perdoné”, reconoce. Por eso, desde hace cuatro
años, con 60 miembros de la Fuerza Pública que fueron secuestrados por las Farc, adelantan un
proceso de memoria al que se han sumado 20 excombatientes que fueron sus carceleros. Ese
último capítulo en su memoria, que se plasmará en una multimedia, comenzó cuando uno de
sus compañeros se encontró de frente a un captor. Ante el pánico, el exsecuestrado sólo atinó a
decirle: “Tranquilo, hermano, esta vida ya es otra cosa, eso ya pasó”.

“Memoria del reinado trans del río Tuluní”: a orillas del río Tuluní, en Chaparral (Tolima), cada 6
de enero desde el año 2000 se celebraba el reinado trans: un paseo de olla, una muestra
artística y folclórica y, en efecto, unas reinas que buscaban hacer visibles a las mujeres trans.
Alejandra Vera, integrante del colectivo organizador, encontró en este evento un espacio para
expresarse libremente. Sin embargo, los actores armados que la habían desplazado de su vereda
y que habían asesinado a su padre empezaron a amenazar el reinado y a sus organizadoras. Esto
las hizo clausurar el evento en el río y trasladarlo a un lugar privado, porque tenían miedo.
Ahora, con su iniciativa “Memoria del reinado trans del río Tuluní”, quieren mostrar que las
mujeres trans no son “sólo putas y peluqueras, sino arte y cultura”, y que, contrario a la
estigmatización que han sufrido, no son peligrosas sino que están en peligro.

Renacer como el ave fénix: los gritos de las mujeres antioqueñas que vivieron la guerra
terminaron por ser sus palabras. Víctimas de desplazamiento forzado y de violencia sexual,
decidieron no callar más y dejar su dolor en el papel, escribir lo que les amargaba el presente
para así sanar sus heridas. Bajo esa necesidad tan propia de cada mujer se conformó la iniciativa
de memoria Ave Fénix. Así han logrado escribir dos libros: “Refugio del fénix” y “El vuelo del
fénix”. “Es nuestra forma de pedir que nunca más se repita y de decir que las palabras son más
fuertes que las balas”: así lo siente Lucelly Giraldo, integrante de este grupo, quien fue
desplazada de Granada (Antioquia) y a quien le desaparecieron un hermano. Ella está
convencida de que con sus letras aporta a la verdad de las víctimas en Colombia y, de esa
manera, no favorece la impunidad.
El texto completo se puede consultar en:
https://colombia2020.elespectador.com/verdad-y-memoria/cinco-ejemplos-de-construccion-
de-memoria-historica-desde-las-victimas
2.3.1.3. Construir un texto continuo en el que compare (1) y contraste (2) las diferentes
experiencias de reconstrucción y memoria histórica que describe el artículo. (ver rubrica textos
continuos).
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
6

3. TRABAJO ACADÉMICO FILOSOFÍA.


3.1. COMPETENCIAS: Crítica, Dialógica, Creativa, Interpretativa, Argumentativa y Propositiva.
3.2. OBJETIVO: Reconocer aspectos clave de la perspectiva filosófica del lenguaje y de la
Filosofía de la mente.
3.3. Pauta general de trabajo Filosofía:
3.3.1. El trabajo en la asignatura de Filosofía responderá a dos líneas definidas. En primer lugar,
el estudio propiamente filosófico que en el primer periodo se enfocará en las cuestiones acerca
de la perspectiva filosófica del lenguaje y la filosofía de la mente. Por otro lado, iniciaremos el
recorrido por la historia de la Filosofía con “La filosofía contemporánea”.
3.3.2. Como nos enfocamos en el desarrollo de las competencias Crítica, dialógica y creativa se
propondrán actividades que requieran, además de la lectura, la proposición y socialización de
textos continuos que fortalezcan dichas competencias.
3.3.3. Por el carácter reflexivo y contemplativo de la Filosofía, los textos se producirán de forma
individual. Por otro lado, debido al carácter crítico y dialógico de nuestra disciplina se procurara
su socialización y discusión en clase mediante actividades de técnica grupal.
3.4. Banco de lecturas. Durante el primer periodo se tendrán en cuenta las siguientes lecturas y
actividades:
3.4.1. Primera lectura:
Filosofía del Lenguaje
(Los filósofos siempre se han planteado el abordaje, del cuestionamiento sobre el lenguaje)

El hombre es el único ser en el mundo con la capacidad de expresarse con un lenguaje


articulado, ya que ninguna otra especie zoológica dispone de unas estructuras físicas ni
mentales adecuadas para hacerlo. Se han entrenado monos con la intención que aprendieran la
palabra hablada pero sólo se ha conseguido que incorporaran algunos signos sin otro significado
que el explícito, y comparándolos con el desarrollo evolutivo del hombre, alcanzan un nivel
intelectual no superior a los dos años.

El lenguaje humano es un conjunto de signos y símbolos que representan lo que se quiere decir
y que comprende varios componentes esenciales, un sonido, un tono, un gesto, un volumen y
dos significados, el convencional o la definición denotada de la expresión, y el connotado que
simboliza la intención que conlleva. A la filosofía no le interesa particularmente el lenguaje
como sistema sino su relación con el mundo, con el pensamiento y con la cultura.

El lenguaje es una creación del hombre para entenderse y comunicarse con sus semejantes,
utilizado como medio de expresión de sus intenciones, su pensamiento, sus sentimientos y
emociones y representa una manifestación de la cultura. Los filósofos no se detienen en el
significado de una palabra u oración sino en el sentido que tiene esa expresión, o sea lo que
quiere decir y su verdad o falsedad.

Casi todos los filósofos de la historia abordaron en algún momento el lenguaje, principalmente
los ingleses, investigando su origen y tratando de desentrañar el misterio de los símbolos y la
semántica. El lenguaje expresa significados y una visión del universo; y cada filósofo tiene una
forma singular de decir las cosas, creando las expresiones más elocuentes que identifican con
mayor exactitud su manera de pensar. Existen de ese modo, expresiones filosóficas que llevan el
sello del encuadre filosófico al que pertenecen y que fuera de ese contexto significan otra cosa.
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
7

El lenguaje se relaciona con la cultura y no es estático sino que tiene el mismo dinamismo de la
vida, cambia, crece y hasta puede llegar a morir como muchas lenguas antiguas. Define a una
cultura y también la transforma. El lenguaje es el intento de descubrir el mundo interno y la
expresión del espíritu.

El pensamiento organizado y reflexivo es posible por medio del lenguaje que simbólicamente
representa una idea del mundo que nos circunda. El pensamiento crea el lenguaje y el lenguaje
hace posible el pensamiento.

El hombre crea un discurso e intenta expresar sus ideas y su cosmovisión por medio del lenguaje
que es el código de símbolos convencional creado por una cultura con la capacidad de adoptar
distintas formas y combinaciones que definen una forma de ser y de pensamiento.

Pero nunca el lenguaje podrá expresar con real exactitud una idea, ya que ésta siempre superará
al lenguaje hablado; porque no nos alcanzan las palabras para definir nuestro pensamiento con
la fidelidad que deseamos; y tampoco las ideas podrán ser interpretadas enteramente por el
interlocutor, cuyo entendimiento estará inevitablemente limitado por su propia cosmovisión
que es la condición que distorsiona los mensajes que recibe.

La comunicación humana es el intento infructuoso de alcanzar a comprenderse mutuamente y


los hechos históricos lo comprueban.

Tomado el 25 de enero de 2019 de:


https://filosofia.laguia2000.com/general/filosofia-del-lenguaje

3.4.2. Segunda lectura:


Filosofía de la mente
Juan José Sanguineti, Profesor de Teoría del Conocimiento Facultad de Filosofía
Universidad Pontificia de la Santa Cruz Roma.
(Fragmento)
La filosofía de la mente es un ámbito de reflexión filosófica que se ocupa de cuestiones relativas
a los procesos mentales y su relación con el cuerpo humano (en especial el cerebro).

La filosofía de la mente surge en el contexto de las ciencias cognitivas y hoy podría considerarse
como el sector de estas ciencias que reflexiona filosóficamente sobre los problemas que ellas
plantean. Al inicio, en la primera mitad del siglo XX, la Philosophy of Mind aparece como una
denominación propia de estudios perfilados con los métodos de la filosofía analítica y que trata
de dar un contenido a temas “mentalistas” —percepción, intenciones, representaciones— sin
zozobrar ante el reduccionismo fisicalista del empirismo lógico del Círculo de Viena.

La problemática de la filosofía de la mente deviene más aguda desde mediados del siglo XX en
adelante a causa del auge de las ciencias de la computación, por un lado, de la psicología
cognitiva por otro —con su nuevo “modelo” informático de mente o inteligencia—, y también

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
8

con relación a los avances de las neurociencias. Puede añadirse a esto el desarrollo de los
estudios etológicos que, en combinación con la psicología y neurociencia animal, plantea el
tema de la “mente animal”.

Posiciones históricas: parece aquí más oportuno detenernos brevemente en las principales
posiciones históricas. Basta concentrarse en la cuestión mente/cuerpo, heredera de la dualidad
tradicional “alma/cuerpo”, que está en la raíz de los demás problemas. De modo más preciso, la
cuestión consiste en averiguar si las operaciones, actos o estados mentales o psíquicos (ver,
imaginarse, emocionarse, pensar) son o no distintos de los procesos físicos (concretamente,
nerviosos o cerebrales), y qué relación mantienen entre sí. Veamos las posturas al respecto.

A) Dualismo: en general, el dualismo sostiene la distinción real entre alma y cuerpo. El alma
humana a veces es llamada espíritu, o es mencionada por sus potencias, como la razón o la
inteligencia. Como lo más obvio es que nuestras ideas, juicios, intenciones no son algo corpóreo,
tangible o visible, el dualismo forma parte del conocimiento común, al margen de las teorías
filosóficas, y en cierto modo nadie puede prescindir de él. Las religiones suelen sostener
igualmente la dualidad espíritu/cuerpo. Esta dualidad puede concebirse como una yuxtaposición
de dos substancias, capaces de interactuar entre sí (un dolor físico provoca tristeza; un
propósito promueve la actividad del cuerpo), o bien como una unidad más profunda y esencial.
El dualismo en sentido estricto es la posición filosófica (puede ser también religiosa) que concibe
el alma y el cuerpo en relación de yuxtaposición extrínseca —así es en Platón o Descartes—, y
en casos más extremos se llega a identificar al hombre mismo con el alma, y aún a considerar
que el cuerpo es algo negativo (maniqueísmo). En Aristóteles y Tomás de Aquino el alma es
considerada la forma o acto substancial que da al cuerpo orgánico su especificidad, aunque se
reconoce que el alma humana tiene una dimensión que trasciende al cuerpo (inteligencia,
voluntad libre), sin que por eso sea extrínseca a él. La posición aristotélico-tomista no puede
considerarse propiamente dualista, aunque sí lo es para el materialismo, que asume de modo
indiscriminado como dualista cualquier postura filosófica que admita la existencia de algo
distinto de las realidades materiales.

En la filosofía moderna, al haberse perdido con Descartes la noción de alma como forma del
cuerpo, se comienza a hablar sólo de “mente”. Ésta se ve sobre todo en sus aspectos
fenomenológicos —como conciencia, tanto sensitiva como racional—, así como el cuerpo es
tomado en una versión restringida a la descripción de las ciencias naturales (física). El problema
moderno, entonces, cristaliza en torno a las relaciones entre “mente” y “cerebro”, o entre
operaciones y propiedades “mentales” y procesos y propiedades estrictamente físicas. Con la
expresión qualia, en la filosofía de la mente suelen entenderse las sensaciones, en cuanto
aparecen irreductibles a lo puramente físico. Otro modo frecuente de referirse a las operaciones
mentales en cuanto subjetivas y conscientes es la expresión de “conocimiento en primera
persona” o “privado”, mientras que los conocimientos que no implican sensaciones subjetivas
suelen llamarse “de tercera persona” o “públicos”, sobre todo si son empíricos u observables
desde fuera.

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
9

En la visión tomista, el yo o la persona normalmente es el conjunto de alma/cuerpo o


mente/cuerpo, aunque se reconoce que no tendría sentido hablar de un yo o de una persona si
no hubiera una subjetividad racional y sentiente. Por eso no tiene sentido decir que una piedra
tiene un yo. De ahí que en los materialismos las nociones de yo y persona entren en crisis.

En el ambiente característico de la filosofía de la mente contemporánea, la dualidad


alma/cuerpo o mente/cuerpo suele ser rechazada, pero más bien se piensa sólo en el dualismo
cartesiano, el único conocido. Sin embargo, Popper y Eccles sostienen posiciones dualistas en
parte semejantes a la cartesiana [Popper 1997; Popper-Eccles 1985]. Tal actitud suele
relacionarse con la idea de que sólo las ciencias naturales proporcionarían un conocimiento
serio, con lo que faltan categorías ontológicas para reconocer aspectos no materiales de la
realidad de los que esas ciencias no pueden dar cuenta, incluso de las sensaciones, que son
materiales, mas no en el sentido de las explicaciones físicas “en tercera persona”.

B) Paralelismo: el paralelismo “psicofísico” suele reconocer alguna distinción entre lo mental y


lo físico, pero prescinde o no admite su mutua interacción. El paralelismo ontológico es como un
dualismo no interaccionista (por ej., la concepción monádica de Leibniz). Aunque no se emplee
esta terminología, más frecuente en la filosofía moderna es una forma de paralelismo
epistemológico, según el cual la distinción entre procesos mentales y psíquicos sería sólo una
manera de hablar o un enfoque epistémico diverso de lo que en el fondo sería una misma
realidad. Las descripciones mentales (psicológicas) y cerebrales (neurológicas) estarían
“correlacionadas” o serían simplemente “correspondientes”. El paralelismo epistemológico se
aproxima al monismo (por ejemplo, Spinoza).

C) Monismo espiritualista: niega legitimidad a la noción de cuerpo como algo realmente distinto
del espíritu o del conocimiento. La realidad sería enteramente psíquica (panpsiquismo), o ideal,
como sucede en general en el idealismo (Berkeley), de un modo complejo que aquí no podemos
abordar. Algunas posiciones, cuando admiten la atribución de mente, inteligencia, psiquismo,
conciencia, a las cosas materiales, al universo, a los robots con inteligencia artificial, son formas
monistas pseudo-espiritualistas (en realidad son materialistas).

D) Conductismo: el conductismo psicológico intenta resolver ciertas actitudes “interiores”, por


ejemplo las sensaciones o las emociones, en esquemas de estímulo-respuesta de tipo
neurofisiológico, susceptibles de una descripción física externa sometida al rigor de las leyes
naturales. El conductismo psicológico puede tomarse como un método de atenerse sólo a lo
externo, o como una negación estricta de la interioridad. El conductismo filosófico [Ryle 2005],
por su parte, resuelve los procesos interiores (actos inteligentes, recuerdos, propiedades
psíquicas) en conductas externas o públicas. Por ejemplo, el agradecimiento se resolvería en una
serie de actos externos (sonrisas, actos de servicio, frases amables), o al menos en la disposición
a realizarlos. Sin embargo, esos actos externos poco sentido tendrían si no fueran la expresión
de algo interior, si bien lo interior y lo exterior (por ejemplo, una sonrisa) pueden integrar un
único acto constituido por dos dimensiones, y no siempre tienen por qué estar separados como
dos actos distintos (no es lo mismo matar intencionalmente que hacerlo sin intención, si bien la
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
10

intención puede estar expresada y fundida en la acción externa intencional).

E) Monismo neurologista (“teoría de la identidad”, fisicalismo): reduce el acto psíquico y sus


contenidos intencionales a la actividad neuronal. La mente —el pensamiento, el amor, las
creencias, la intencionalidad, los significados— no sería más que el conjunto de las actividades
complejas del cerebro entendido como órgano físico-químico. La tesis es afirmada, aunque
parezca contra-intuitiva, en virtud del principio a priori de que sólo las leyes físicas de la
naturaleza serían principios explicativos. En consecuencia, la aparente evidencia de los actos
mentales debería concebirse, según algunos, como una suerte de fenómeno subjetivo, así como
el aspecto fenoménico del cielo astronómico es explicado a fondo por la astrofísica: lo mental
sería un epifenómeno. Para otros, los conceptos mentales —representaciones, deseos, juicios—
serían construcciones teóricas o sociales útiles para referirse a lo que en el fondo es sólo
neurológico, quizá inevitables o cómodas (“psicología popular”) para entenderse con facilidad
en la vida práctica. Pero aquí se cae en la incoherencia de que esas construcciones teóricas, igual
que la misma “teoría” neurologista y que la “ciencia” neurológica, son auto-negadas por esta
postura, pues no serían sino actividad neuronal. Otros, como Paul y Patricia Churchland,
sostienen que la psicología popular debería ser poco a poco eliminada y sustituida, en sus
conceptos y terminologías, por conceptos y terminologías neurocientíficas (eliminativismo)
[Churchland 1986]. Aunque los avances de las neurociencias en los últimos tiempos son
extraordinarios, no puede pretenderse que esta postura sea “la actual” o que esté “ya”
demostrada por la ciencia. Es una posición filosófica materialista que debe argumentarse en
términos filosóficos. Pretender que la ciencia “la ha demostrado” es una actitud ideológica, pues
la ideología es filosofía encubierta y no probada.

Los autores que de alguna manera sostienen la validez de los conceptos “mentalistas”, al menos
como útiles o imprescindibles para dar cuenta de las operaciones o estados psíquicos, aunque
en el fondo se reduzcan a procesos neurales, admiten cierta eventual autonomía de la psicología
respecto a la neurociencia. Estos autores son reductivistas ontológicos, pero no reductivistas
epistemológicos. A veces los libros de filosofía de la mente los llaman “fisicalistas no
reductivistas”, aunque en realidad son materialistas y, por tanto, también son “reductivistas” en
el sentido de que para ellos el mundo del espíritu (artes, ciencias, moral, religión, amor) se
reduce a actividad material, explicable por la física de hoy o del futuro. Los propugnadores del
materialismo en la filosofía de la mente a veces llaman a su postura naturalismo, en cuanto se
basa exclusivamente en las ciencias naturales, contrapuesto al mentalismo, que sería la posición
dualista.

Como la existencia real de sensaciones, pensamientos, creencias, libertad, cae bajo el


conocimiento ordinario y en cierto modo es imposible negarlas seriamente en la práctica, con
independencia de cualquier posición filosófica sofisticada, resulta artificioso mencionar esas
dimensiones con el rótulo de “teorías” (“teoría de la mente”), lo mismo que no hablamos de una
“teoría de la verdad” o “teoría de la realidad”, si bien pueden elaborarse teorías filosóficas
acerca de ellas. Algunos autores materialistas, en cambio, suelen tratar a la mente y sus
operaciones como si se tratara de una teoría entre otras, o como si las convicciones más
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
11

elementales de la gente, en su conocimiento común, fueran simplemente teorías.

Algunos neurocientíficos de prestigio —Changeux, Damasio, Gazzaniga— han publicado obras


de alta divulgación en las que, sin adherirse a las teorías filosóficas reductivistas elaboradas, en
realidad dan explicaciones de dimensiones no materiales de la vida humana (conceptos,
sentimientos, lenguaje, yo) de tipo sólo neural [Changeux 1986; Damasio 2001, Damasio 2005;
Gazzaniga 2005]. Estos autores sostienen, así, un naturalismo biologicista para explicar al
hombre, que puede encuadrarse en el materialismo monista, aunque con matices con respecto
al “no reductivismo epistemológico” mencionado arriba. Esto no disminuye el valor de las
explicaciones neurales de los fenómenos humanos más altos (conciencia, libertad, emociones)
ofrecidas por los científicos, en tanto son explicaciones parciales, pues obviamente todas las
actividades humanas se ejercen siempre contando con una base o soporte neural.

F) Emergentismo: la posición emergentista se opone al reductivismo neural. Una base material


suficientemente compleja puede hacer aparecer propiedades y relaciones nuevas, propias de la
totalidad (propiedades holísticas), que son indeducibles de las partes tomadas aisladamente.
Puede decirse entonces que esas propiedades emergen de la organización compleja, así como
una molécula hace emerger propiedades no contenidas en los átomos. Este fenómeno puede
incorporarse a la interpretación de la evolución biológica, ya que la evolución haría emerger
nuevas propiedades de las cosas. Las operaciones mentales serían, en este sentido, emergentes
respecto a la organización cerebral. El emergentismo en sentido estricto es materialista, por
ejemplo, Bunge y Searle, y no suele admitir que las propiedades emergentes tengan poderes
causales respecto de la base material [Bunge 1980; Searle 2004] . Si el emergentismo significa
que la organización de la materia “suscita” la aparición de una realidad verdaderamente nueva,
como es el caso de Popper, entonces es compatible con una postura no materialista, pues
también en Aristóteles las formas emergen de la disposición de la materia, o incluso dualista en
sentido amplio. Para Popper, el mundo 2 (el psiquismo) no puede ser reducido al mundo 1 (las
realidades materiales) [Popper 1997].

G) Funcionalismo computacional: con ocasión del surgimiento de la computación, fue


propuesta una nueva explicación materialista de los actos y estados mentales, contraria al
conductismo y al neurologismo. Una función o una estructura es independiente de su realización
material: una silla puede ser de madera, hierro, etc. Además, puede pensarse en abstracto y sin
materia: el concepto de silla no es una silla. Las operaciones mentales podrían ser funciones
computacionales (elaboración de información) capaces de realizarse de modo múltiple
(realizabilidad múltiple) en diversos soportes materiales, como se ve en los programas
computacionales (el software admite realizarse en diversos tipos de hardware, en teoría incluso
cuánticos). Esta tesis fue propugnada en un primer momento por H. Putnam, aunque luego él la
abandonó [Putnam 1990]. El funcionalismo computacional es una forma de materialismo
epistemológicamente no reductivista: un tipo de estado mental (por ej., el miedo) no
corresponde sin más a un tipo de activación neural (el miedo podría realizarse en estructuras
físicas de otro tipo), aunque este estado mental concreto sí sería idéntico a este proceso neural
concreto, dado que en él se realizaría (se habla, entonces, de identidad del type, pero no de la
https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/
12

ocurrencia concreta o token). Estamos ante un reductivismo neural mitigado. Sin embargo, aquí
se ha producido una nueva forma de reductivismo, pues no se reconoce la realidad de los actos
mentales como tales, que son reducidos a funciones, concretamente a funciones
computacionales.

En este sentido, el funcionalismo computacional no permite distinguir claramente, salvo según


la base material, la psique humana o animal del software de un ordenador. Esta tesis suele
unirse a la llamada teoría de la inteligencia artificial fuerte [Minsky 1985; Boden 1984], según la
cual no habría una verdadera distinción de fondo entre nuestra mente y una eventual
inteligencia artificial que exteriormente podría hacer todo y más de lo que hace la mente
humana. El matemático Turing, uno de los creadores de la moderna computación, fue el
primero en proponer la posibilidad de la equiparación entre la inteligencia humana y la
“inteligencia” de un ordenador [Turing 1950].

El funcionalismo computacional en el fondo inaugura una nueva forma de dualismo extremo,


porque las funciones mentales, siendo independientes de la estructura material, podrían
realizarse computacionalmente en cualquier tipo de estructura material (una idea que recuerda
a la “trasmigración de las almas”). Algunos llegaron a pensar que nuestra personalidad (“yo
narrativo”) podría extraerse de nuestro cuerpo y “resucitarse” o conservarse perennemente
para ser realizado en soportes físicos de otras etapas de la evolución cósmica. Las críticas a este
funcionalismo, ligado a veces al cognitivismo clásico al que nos referimos al principio,
sostuvieron que esta visión suponía relegar al cuerpo a un papel secundario. Por eso en las
últimas décadas la concepción biologista se ha impuesto con más fuerza que el
computacionalismo de las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XX.

Aunque un robot hiciera en lo exterior, físicamente, lo mismo que hace un hombre, y aunque
pudiera resolver computacionalmente todos los problemas y guiar así su conducta (visión
computacional, oído computacional, etc.), en realidad nada sentiría y carecería de operaciones
vitales, sentientes y personales. Sería siempre una máquina, aunque pudiera resolver problemas
matemáticos, logísticos, simular emociones o elaborar algunas obras de arte. Searle, en especial,
ha realizado una potente crítica de la teoría de la inteligencia artificial fuerte. Las máquinas
informáticas, para Searle, tienen una intencionalidad derivada, no intrínseca. Sus significados
surgen sólo con relación a usuarios dotados de intencionalidad intrínseca: las personas
humanas.
El texto completo y las fuentes utilizadas por el autor se pueden consultar en:
http://www.philosophica.info/voces/mente/mente.html#toc0

3.4.3. Historia de la Filosofía: Realización texto sobre uno de los “Filósofos de la sospecha”.

https://cienciassoscialesyfilosofia.blogspot.com.co/

Вам также может понравиться