Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Página 1|8
II. LOS RECURSOS ECONÓMICOS, la administración de los bienes y servicios,
es un elemento de presión. Las recompensas o castigos económicos
condicionan el comportamiento de los hombres.
III. Algunos grupos sociales son muy sensibles al reparto del PRESTIGIO U
HONOR SOCIAL, la administración de estos bienes inmateriales se convertirá
en un arma para el ejercicio del poder y conseguir sus aspiraciones. Los
modelos de organización social facilitan o dificultan la consecución de la
obediencia. El profesor que quiera ejercer su autoridad en un aula universitaria, el agente municipal que
regula el tráfico, el capitán que da órdenes a su compañía.
IV. LAS TÉCNICAS PUBLICITARIAS, Se trata de saltar por encima del juicio
crítico del receptor, de su inteligencia, para llegar al subconsciente del
individuo. La publicidad es un mal generalizado en la vida política de occidente.
Porque sustituye el lugar de la discusión y el debate por la importancia de la
sonrisa y el lema. Sus efectos negativos quedan debilitados por el torrente de
publicidad al que están sometidos los ciudadanos, limitador de la eficacia de
los mensajes y de las leyes de la competencia que, juegan en el mercado
político. Resultado modesto en una sociedad pluralista. La cuestión es distinta
cuando esa publicidad se desarrolla en un sistema político totalitario.
3. ELEMENTOS IDEOLÓGICOS
Página 2|8
II. La capacidad para dar solución a los problemas del grupo. La eficacia y la
misma existencia de un poder que tiende a perpetuarse en el tiempo consigue
por sí misma esos efectos. La gran tragedia de un poder legítimo por su origen
desplazado por otro poder basado en la fuerza es constatar cómo el paso del
tiempo va vaciando su legitimidad a favor del poder intruso. Ej. el caso español
a partir de 1939
Página 5|8
limitaciones o condiciones de leyes distintas a las divinas o naturales. Puesto que “el
carácter principal es dar ley a los súbditos sin su consentimiento”.
El poder soberano para dar las leyes tiene la posibilidad de anular las
costumbres, las cuales pueden equipararse a las leyes únicamente por decisión del
soberano. Le corresponde el derecho a declarar la guerra y negociar la paz, el poder
de nombrar a los funcionarios principales, la confirmación de los demás
nombramientos, el derecho de gracia, el derecho de acuñar moneda, controlar los
pesos y medidas y gravar a los súbditos con contribuciones e impuestos, así como
de librar de ellos a algunos súbditos.
I. La limitación del poder soberano por las leyes divinas y naturales; la fuerza de los
contratos o el respeto a la propiedad de sus súbditos, son límites infranqueables
para el soberano. No hay garantías respecto de un posible abuso de poder.
II. Una 2ª limitación a la idea de soberanía, que el soberano respete las leyes
fundamentales del reino, las leyes de sucesión monárquica y el respeto de la
integridad territorial.
I. No puede ser revisado por sus súbditos. Estos, sin su permiso, no pueden
realizar ningún nuevo pacto de obediencia.
II. El poder soberano no puede cometer injusticias “puesto que todo súbdito es
autor de todas las acciones y juicios del soberano instituido creado, nada de lo
hecho por él podrá ser injuria ofensa, ni debe ser acusado de injusticia, no está
sujeto a responsabilidad ante sus súbditos.
La pretensión del poder soberano de hacer sentir su fuerza hacia dentro (eliminando
las resistencias de la nobleza, la Iglesia y las ciudades) y hacia afuera (negando cualquier pretensión imperial en el
Página 6|8
se enfrentaba, tras la etapa del absolutismo, al
contexto de un orden de Estados independientes)
despliegue histórico del liberalismo, que defendía la división del poder poco coherente
en principio con el mantenimiento de la idea de soberanía poder unitario. Se origina una
tensión entre la teoría y la práctica de este concepto llamada a tener una larga vida,
al fin y al cabo, es el liberalismo el que consagra la práctica de unos Estados
soberanos, hacia dentro y hacia fuera. Resaltamos el federalismo, que manifiesta una
nueva forma de división del poder, y pretende un reparto de la soberanía entre los
Estados miembros y los órganos federales. Solamente la confederación unión o alianza de
estados se resistirá al poder soberano concentrado.
Página 7|8
8. EL PODER Y LOS PRINCIPIOS LIBERALES
Página 8|8