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INTRODUCCIÓN: LA ESENCIA DE LA FILOSOFÍA

Filosofía amor a la sabiduría, deseo de saber. Su significación etimológica es muy amplia y no hay
una definición esencial y única de la filosofía, porque todas se contraponen entre ellas.
El punto de partida para este concepto emana de la representación general que se tiene de la filosofía,
del objetivo en común que tienen todos los sistemas filosóficos (como los de Platón, Aristóteles, etc.),
ya que todos ellos se inclinan al carácter de la universalidad y a la totalidad objetiva (posición
intelectual, ansias de saber). O sea, las notas esenciales de la filosofía serían:
1. Orientación hacia la totalidad de los objetos.
2. Carácter racional del investigador.
Sócrates fundador de la filosofía occidental. Sus ideas tratan de fundamentar la vida humana sobre
la reflexión y el conocimiento; intenta convertir la acción humana en un hecho consciente, o sea, en
sabiduría y así elevar la vida a la conciencia filosófica.
Platón discípulo de Sócrates. A diferencia de este último, no sólo se dirige a los objetos comunes,
sino al conocimiento científico principalmente.
*En ambos, la filosofía se plantea como una autorreflexión del pensamiento sobre sus valores teóricos
y prácticos más importantes. La filosofía socrática-platónica puede ser definida como una concepción
del pensamiento.
La filosofía aristotélica (filosofía primera o metafísica) se inclina hacia el conocimiento científico y
su objeto es el ser; nos enseña la esencia de las cosas, sus relaciones y el principio último de la
realidad. Esta filosofía representa una concepción del universo.
Época post-Aristóteles: con los estoicos y los epicúreos, la filosofía vuelve a ser una reflexión del
pensamiento sobre sí mismo.
Edad Moderna: retoma el concepto aristotélico y tienden al conocimiento objetivo.
Exaltación y el exclusivismo provocan el nacimiento de movimientos contrarios igualmente
exclusivista, como el Positivismo o el Materialismo (desvalorización de la filosofía), o el
Neokantismo, que se basa en la eliminación de todos los principios materiales y objetivos, donde la
filosofía asume un carácter meramente formal y metodológico.
La evolución histórica del pensamiento permite determinar 2 elementos del concepto esencial de la
filosofía: concepción del yo y concepción del universo; ambos están en constante oposición y, cuanto
más se eleva uno, más desciende el otro, pero la filosofía es ambas cosas: una concepción del yo y
una concepción del universo.
El concepto de totalidad de los objetos comprende tanto el mundo externo (macrocosmos) como el
interno (microcosmos). Cuando la conciencia filosófica alude al macrocosmos, presenta una
concepción del universo, mientras que, si alude al microcosmos, se orienta más a una concepción del
yo. Entonces, ambas concepciones se unen al concepto esencial (filosofía).
“La filosofía es un esfuerzo del pensamiento humano por lograr una concepción del universo
mediante la autorreflexión de sus funciones valorativas teóricas y prácticas”. Esta definición se
consiguió a través de un proceso inductivo, pero también se puede sumar un proceso deductivo,
ubicando a la filosofía en el grupo de las ocupaciones superiores del espíritu, entre las cuales está la
ciencia, el arte, la religión y la moral.
Diferencia entre ciencia y filosofía ambas se basan en el pensamiento del espíritu humano, pero
se diferencian en la razón de su objeto. El conocimiento científico tiene por objeto pequeñas
proporciones de la realidad, mientras que el conocimiento filosófico ve más la totalidad de ésta. En
este sentido, no se puede subordinar la filosofía a la ciencia, porque hay diferencias en la proyección
objetiva y subjetiva.
Entre la filosofía, el arte y la religión, existe una afinidad, ya que se unen por su objeto, pues todas
anhelan resolver el misterio del universo y de la vida, pero la distinción está en la causa de su
concepción.
- Concepción filosófica: nace del conocimiento racional; intenta poseer una validez general
mediante una demostración racional.
- Concepción religiosa: tiene su base en la fe religiosa; su validez depende de factores
subjetivos
Filosofía también es distinta del arte, ya que el artista no crea su obra con el intelecto, sino que la
obtienen po el acopio de todas sus fuerzas espirituales. Además, ellos no atienden a la totalidad del
ser, como sí lo hace el filósofo.
El lugar que tiene la filosofía dentro del sistema de la cultura, está cercanos a la ciencia, por un lado,
y a la religión y el arte, por otro lado; pero está mucho más cerca de la religión, porque ésta también
se orienta a la totalidad del ser y al intento de interpretarla.

POSICIÓN DE LA TEORÍA DEL CONOCIMIENTO DENTRO DEL MÉTODO PROPIO


DE LA FILOSOFÍA
La filosofía es una autorreflexión del pensamiento sobre los valores de su conducta teórica y práctica.
Como conducta teórica, vendría siendo la teoría de la ciencia, mientras que, como conducta
práctica, sería la teoría de los valores.
La reflexión del pensamiento sobre sí mismo no es un fin absoluto, sino sólo el medio y la vía que
conduce a una concepción del universo, o sea, el ámbito total de la filosofía se divide en:
1. Teoría de la ciencia: dividida en formal (lógica) y material (teoría del conocimiento).
2. Teoría de los valores: dividida en 3 disciplinas: ética, estética y filosofía de la religión.
3. Concepción del universo: se divide en metafísica y está subdividida en metafísica de la
naturaleza y metafísica del espíritu. Es la que investiga las cuestiones propuestas sobre dios,
la libertad y la inmortalidad.
Diferencias entre la parte formal y material de la teoría de la ciencia

Lógica Teoría del conocimiento


Estudia los principios formales del Considera los supuestos más generales del
conocimiento, analizando las formas y las leyes conocimeinto humano
No atiende a la referencia del pensamiento hacia Centra su atención en la correspondencia
los objetos y los considera únicamente en sí objetiva del pensamiento, en la relación de ésta
mismo a los objetos.
Cuesitona por la corrección formal del Cuestiona por la verdad del pensamiento, o sea,
pensamiento, o sea, por la concordancia consigo por la concordancia con el objeto
mismo según sus propias formas y leyes
También se define como la teoría del También se define como la teoría del
pensamiento verdadero pensamiento correcto

La teoría del conocimiento se divide en:


1. General: que cuestiona la relación del pensamiento con el objeto en general
2. Especial: que somete a críticas los principios en que se explica la relación de nuestro
pensamiento con los objetos.
Historia de la teoría del conocimiento
Ni en la antigüedad ni en la Edad Media se considera la teoría del conocimiento como disciplina
filosófica independiente. Recién en la Edad Moderna surge realmente esta teoría, que tiene como
fundador a John Locke, pero, en la filosofía europea, el verdadero fundador sería Kant, ya que intenta
dar una fundamentación crítica al conocimiento científico de la naturaleza. Llama a su método, como
trascendental, ya que no investiga la causa psicológica, sino el valor lógico del conocimiento;
pregunta cómo es posible el conocimiento, sobre qué fundamentos. En síntesis, la filosofía de Kant
es de trascendentalismo o criticismo.
Fitche: sucesor de Kant, cambia el nombre de la teoría por “teoría de la ciencia”. Al contrario de él,
aparece el neokantismo, que procura delinear un límite claro entre las cuestiones epistemológicas y
las metafísicas; además, con su nueva teoría del conocimiento, elimina otras posibles teorías. Su
exclusivismo obligo a que nacieran corrientes epistemológicas contrarias. O sea, en estos momentos,
aún estamos ante una multitud de corrientes epistemológicas.

FENÓMENO DEL CONOCIMIENTO Y LOS PROBLEMAS QUE EN ÉL SE


ENCUENTRAN
Teoría del conocimiento: es la explicación e interpretación del conocimiento humano; la
observación y la descripción precisas del objeto, deben anteponerse a cualquier explicación e
interpretación, para así tratar de captar las características esenciales y generales de ese fenómeno.
Este método fenomenológico es distinto al método psicológico, ya que este último investiga ciertos
procesos psíquicos en su desarrollo y conexión con otros procesos, mientras que el fenomenológico
sólo desea captar la esencia general de un fenómeno concreto.
En el conocimiento está la conciencia y el objeto, el sujeto y el objeto, el cual se manifiesta como una
relación entre ambos elementos, pero que están separados el uno del otro. El dualismo sujeto-objeto
es parte de la esencia del conocimiento. La relación entre ambos es, al mismo tiempo, una correlación,
donde el sujeto sólo es sujeto para un objeto y el objeto solo es objeto para un sujeto; pero esta
correlación no es reversible. La función del sujeto es aprehender al objeto, mientras que la del objeto
es ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.
- Juzgándola en el sujeto: como una evasión de su propio ámbito, una invasión al ámbito del
objeto y como una captura de las propiedades de éste. El objeto permanece trascendente, lo
que cambia mediante la función del conocimiento es el sujeto, en el cual aparece la imagen
del objeto.
- Juzgado desde el objeto: como un desplazamiento de las propiedades del objeto hacia el
sujeto. El objeto es el que determina, el sujeto es determinado, o sea, el conocimiento sería
una determinación del sujeto por el objeto, pero esta determinación recaería en la imagen que
el sujeto tiene del objeto, como una imagen objetiva.
El sujeto actúa receptivamente ante el objeto, pero esto no significa pasividad, sino que en el
conocimiento se puede referir a una actividad y espontaneidad del sujeto. Cuando determina al sujeto,
el objeto se muestra independiente de él, o sea, trascendente a él. La cualidad de trascendentes es
propia de los objetos del conocimiento, los cuales se dividen en reales (lo que percibimos por la
experiencia externa o interna) e ideales (irreales, como los números).
Hay una contradicción entre la trascendencia del objeto al sujeto y la correlación del sujeto y el objeto,
pero sólo en la apariencia. El objeto sólo se incluye en la correlación cuando es el objeto del
conocimiento; la correlación sólo es indestructible dentro del conocimiento, pero no fuera de él. Tanto
el sujeto como el objeto conservan su propia identidad. El sujeto, además de conocer, siente y quiere,
mientras que el objeto deja de serlo en cuanto sale de la correlación y ahí el sujeto sólo cesa en ser
sujeto cognoscente.
Si la correlación sujeto-objeto sólo es indestructible dentro del conocimiento, sólo será irreversible
dentro de la misma, porque sí hay una posibilidad de una inversión que está manifiesta en la acción,
ya que el objeto no determina al sujeto, sino el sujeto al objeto, y lo que cambia es el objeto. El sujeto
acá no actúa receptivamente, sino espontánea y activamente, mientras que el objeto actúa
pasivamente. O sea, el conocimiento y la acción poseen una estructura totalmente opuesta.
El concepto de la verdad está ligado con la esencia del conocimiento, o sea, un conocimiento sólo es
verdadero cuando su contenido concuerda con el objeto representado. Este concepto sería como un
concepto trascendente de la verdad, pues supone la trascendencia del objeto. Tanto la conciencia
ingenua como la conciencia científica entienden por verdad la concordancia del contenido del
pensamiento con el objeto.
No basta con que un conocimiento sea verdadero, porque falta la certeza de que es verdadero, porque
el conocimiento presume una existencia, pero no implica una existencia real. El conocimiento tiene
3 elementos principales: sujeto, imagen y objeto. en razón de la idea o imagen, se acerca a la lógica;
y por razón del objeto, se acerca al área ontológica.
En razón del sujeto, el conocimiento se acerca a la psicología, que es la que observa el origen y el
curso de los procesos psicológicos, investiga cómo sucede el conocimiento, pero no inquiere si es
verdadero o no, o sea, no pregunta si concuerda con el objeto. La cuestión de la verdad del
conocimiento se ubica fuera de su ámbito, pero si tratase de resolverlo, incurriría a la trasloación de
los géneros, pasando de un orden de cosas a otro distinto, y eso sería el error fundamente del
psicologismo.
En razón de la idea o imagen, se acerca al ámbito de la lógica, donde la imagen es un ente lógico y
un objeto de la lógica, pero tampoco esta área soluciona el problema del conocimiento. La lógica
estudia a los entes lógicos en sí mismos, su estructura íntima y sus relaciones; investiga la
concordancia del pensamiento consigo mismo, pero no su concordancia con el objeto. Cuando alguien
desconoce esto, incurre en el logicismo.
En razón del objeto, se acerca al área ontológica. El objeto se enfrenta al sujeto cognoscente como
algo que es, sin importar si es un ser ideal o real. El ser es el objeto propio de la ontología, pero ésta
tampoco soluciona el problema del conocimiento. No es posible eliminar al objeto del conocimiento,
ni menos al sujeto, porque ambos son el contenido esencial del conocimiento humano. Si esto se
ignora y se trata de analizar el problema del conocimiento exclusivamente desde el objeto, se cae en
el ontologismo.
O sea, ni la psicología, ni la lógica, ni la ontología son capaces de resolver el problema del
conocimiento, por lo que se le considera como un acto particular e independiente. Se le podría llamar
como un acto gnoseológico.
La descripción de un fenómeno no es su interpretación y explicación filosófica, porque eso es lo que
conciencia natural entiende por conocimiento, la cual dice que éste consiste en la formación de una
idea o imagen del objeto; y que la verdad del conocimiento está en la concordancia de la imagen con
el objeto. El método fenomenológico sólo puede presentar una descripción del fenómeno del
conocimiento y, basándose en ésta, se debe ensayar la explicación e interpretación filosófica, y es la
misión propia de la teoría del conocimiento.
Los fenomenológicos piensan que el problema del conocimiento se resuelve al describir el fenómeno,
pero eso que la fenomenología y la teoría del conocimiento ignoran son 2 entidades muy distintas. La
fenomenología sólo puede clarificar la realidad efectiva de la percepción natural, pero no puede
determinar su exactitud y verdad. La descripción del fenómeno es sólo la introducción y su misión es
guiar hasta el problema, no solucionarlo.
Los datos fenomenológicos envuelven 5 problemas importantes. El conocimiento establece una
relación sujeto-objeto, los cuales están en contacto íntimo, porque el sujeto aprehende al objeto y acá
cabe preguntar la cuestión de la posibilidad del conocimiento humano: ¿el sujeto puede aprehender
al objeto realmente?
Otro problema es la constitución del sujeto cognoscente, que sería dualista; hombre es un ser espiritual
y sensible, en donde el conocimiento espiritual se originaría en la razón, y el conocimiento sensible
en la experiencia. Cabe preguntarse la cuestión del origen del conocimiento: ¿el origen y el
fundamento del conocimiento humano está en la razón o en la experiencia?
Otra de las cuestiones a preguntar es la esencia del conocimiento humano, porque no se sabe si es el
objeto el que determina al sujeto o es el sujeto el que determina al objeto. La cuestión de las formas
del conocimiento humano es que no se sabe si hay otra especia de conocimiento además del racional.
El último problema sería el del criterio de la verdad, porque se no se sabe qué criterio nos dice si algo
es verdadero o falso.

CAP. 1: POSIBILIDADES DEL CONOCIMIENTO


1. Dogmatismo
Postura epistemológica en la que no se presenta el problema del conocimiento. Supone la posibilidad
y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto, donde éste último (conciencia cognoscente)
aprehende de su objeto, por lo que supone una confianza total en la razón humana. El conocimiento
no es un problema para esta postura, ya que ésta ignora que el conocimiento, por esencia, es una
relación entre sujeto-objeto. Imagina que los objetos del conocimiento pasan sólo a nosotros y no
percibe que esto es causado por la función intermediaria del conocimiento. Los objetos son captados
en la misma forma, o sea, directamente en su corporeidad, pero así descuidaríamos la percepción y
olvidaríamos la función del pensamiento. O sea, el dogmatismo descuida tanto al sujeto como a su
función. Hay un dogmatismo teórico, ético (moral) y religioso.
Los sofistas presentan el problema del conocimiento y obligan a que el dogmatismo desaparezca para
siempre de la filosofía. Kant decía que el dogmatismo es la conducta dogmática de la razón pura, que
no formula la crítica de su propio poder, o sea, sería la actitud de quien estudia la metafísica sin haber
determinado con anterioridad cuál es la capacidad de la razón humana para ese estudio. Los estudios
prekantianos son dogmáticos, pero no significa que estén desprovistos de toda reflexión
epistemológica.
2. Escepticismo
Su opuesto es el dogmatismo, ya que considera que la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el
objeto es comprensible en sí misma, mientras que el escepticismo niega esa posibilidad y dice que el
sujeto no puede aprehender al objeto, por ende, el conocimiento, antes considerado como la
aprehensión real de un objeto, es imposible, por lo que debemos abstenernos de juzgar. El
dogmatismo ignora al sujeto y el escepticismo desconoce al objeto.
Al igual que el dogmatismo, el escepticismo puede orientarse hacia la imposibilidad de cierto
conocimiento; éste es llamado escepticismo lógico (radical o absoluto). Si el escepticismo implica el
conocimiento metafísico, se habla de escepticismo metafísico. Si se trata de valores, se distingue el
escepticismo ético (que dice que imposible todo conocimiento moral) y el religioso (dice que es
imposible todo conocimiento religioso). También se distingue entre el escepticismo metódico (indica
un método y se fundamenta en la proposición de una duda general a todo lo que la conciencia presenta
como verdadero y cierto, y todo lo que rechaza y presenta como falso) y el escepticismo sistemático
(habla de una posición de principio).
Pirrón de Elis es el fundador del escepticismo y afirma que no se puede lograr un contacto entre
sujeto-objeto; la conciencia cognoscente está imposibilitada para aprehender su objeto, por ende, no
existe el conocimiento. O sea, si se presentan 2 juicios contradictorios, uno es tan verdadero como el
otro, por lo que Pirrón recomienda la abstención de todo juicio, el silencio.
El escepticismo medio o académico no es tan radical como el escepticismo antiguo o pirrónico. Dice
que no es posible el conocimiento exacto, porque nunca tendremos la certeza de que nuestros juicios
concuerden con la realidad, por ende, no podemos afirmar si esa proposición es verdadera, pero sí
podemos afirmar que parece ser verdadera y es probable. No existe la certeza absoluta, sólo la
probabilidad. La diferencia entre el escepticismo antiguo y el medio es que este último dice que
está la posibilidad de alcanzar una opinión probable.
En Descartes, quien habla de la duda metódica, no existe el escepticismo de principio, sino sólo el
metódico. El escepticismo radical o absoluto se nulifica a sí mismo y sostiene que el conocimiento
es imposible, pero, al hacer esto, está expresando un conocimiento, ya que admite la posibilidad del
conocimiento y lo ejecuta al mismo tiempo que afirma su imposibilidad, o sea, el escéptico
simultáneamente afirma y duda la posibilidad del conocimiento.
El favorecedor del escepticismo sólo puede salvarse de la contradicción consigo mismo si se abstiene
de formular juicios. El escéptico no debe ejecutar ningún acto del pensamiento, porque cuando lo
hace, cae en la posibilidad del conocimiento y en la contradicción consigo mismo. Se rechaza el
escepticismo no porque puede ser refutado lógicamente, sino porque es rechazado por nuestra
conciencia de los valores morales, la cual considera como valor la aspiración a la verdad.
Escepticismo mitigado: afirma que no existe la verdad ni la certeza, sólo la probabilidad, pero esto
también añade otra contradicción, porque el concepto de la probabilidad supone el de la verdad, es
probable todo lo que se aproxima a lo verdadero; quien renuncia al concepto de la verdad, debe
abandonar el de la probabilidad.
O sea, el escepticismo general o absoluto es una actitud imposible por sí misma. Positivismo es el
nombre que se le da al escepticismo metafísico y es iniciado por Comte, quien dice que nos debemos
sujetar sólo a lo que percibimos, a los hechos inmediatos de la experiencia y abstenernos de la
especulación metafísica.
El escepticismo religioso se conoce como agnosticismo y es fundado por Herbert Spencer, quien
sostiene la imposibilidad de conocer lo absoluto. El escepticismo, a pesar de sus errores, tiene gran
importancia en el perfeccionamiento espiritual del individuo y la humanidad. Se le puede considerar
como un crisol de nuestro pensamiento que lo purifica de los prejuicios y que lo guía a la constante
comprobación de sus juicios.
El escepticismo está en contra del dogmatismo, porque este último confía absolutamente en la
capacidad de la razón humana, mientras que el escepticismo alerta el ánimo ante los problemas y
clava la duda en los filósofos, de forma que éste no se conforme con las soluciones presentadas para
los problemas y así se esfuerce por establecer nuevas conclusiones.
3. Subjetivismo y relativismo
No son tan radicales como el escepticismo. Afirman que sí existe una verdad, pero ésta tiene una
validez limitada, no existe una verdad que sea universalmente válida. El subjetivismo limita la
validez de la verdad al sujeto (individual o general) que conoce y juzga. El subjetivismo individual
dice que todo juicio sólo es válido para el individuo que lo expresa, por lo que puede ser falso para
los otros. El subjetivismo general dice que existen verdades supraindividuales, pero no verdades
universalmente válidas. O sea, está la posibilidad de que un juicio que es cierto para unos, sea falso
para otros; el s. general se asemeja al psicologismo o antropologismo.
El relativismo dice que no existe alguna verdad absoluta y universalmente válida, todas las verdades
son relativas, tienen una validez muy restringida. Mientras el subjetivismo afirma que los factores
que determinan el conocimiento humano residen en el sujeto cognoscente, el relativismo dice que
los conocimientos dependen de factores externos (como el medio y la época). Las verdades
filosóficas, matemáticas o de las ciencias naturales, solo tienen validez en el medio cultural del que
proceden. No hay una filosofía universalmente válida, sino una fáustica y una apolínea.
Subjetivismo y relativismo tienen una contradicción similar a la del escepticismo, ya que sostienen
que no hay verdades universalmente válidas, pero, una verdad que no es universalmente válida,
constituye un contrasentido. La validez universal pertenece a la esencia misma de la verdad, y esta
última representa la concordancia del juicio con la realidad objetiva. Si hay concordancia, existe para
todos. Subjetivismo y relativismo son análogos al escepticismo, porque ambos niegan la verdad, no
en forma directa como el último, pero sí de forma indirecta al dudar de su validez universal.
4. Pragmatismo
El escepticismo presenta una actitud esencialmente negativa y formula la negación de la posibilidad
del conocimiento, pero esto adquiere un cariz positivo en el pragmatismo (acción y función)
moderno, el cual desecha el concepto de la verdad visto como una concordancia entre el pensamiento
y el ser, avanzando más allá de la negación y sustituyendo el concepto desechado como un nuevo
concepto de la verdad (verdadero es lo mismo que útil). Dice que el hombre no es primordialmente
un ser especulativo y pensante, sino un ser práctico y su entendimiento se aplica al servicio de la
voluntad y de la acción, y sirve no para indagar y conocer la verdad, sino para que el hombre sepa
conducirse en la realidad. La verdad se fundamenta en la concordancia de las ideas con los fines
prácticos del hombre. El juicio será verdadero en cuanto sea útil y valioso para la vida humana
(social).
William James (americano) es el fundador del pragmatismo. En Alemania, está Friedrich
Nietzsche, quien admite que el concepto de la verdad es una concordancia entre el pensamiento y el
ser, pero que jamás logramos esta concordancia, porque no existe un juicio verdadero, nuestra
conciencia cognoscente actúa con imágenes conscientemente falsas.
El error fundamental del pragmatismo es ignorar el ámbito lógico, olvidar el valor característico,
autónomo del pensamiento humano.
5. Criticismo
Tanto el subjetivismo, el relativismo como el pragmatismo, son escepticismo. El criticismo es una
postura intermedia que resolvería la antítesis del escepticismo con el dogmatismo en una síntesis.
Éste admite la confianza en la razón humana y está convencido de que es posible el conocimiento y
la verdad. Pero, además, pone una desconfianza hacia cada conocimiento particular, examinando cada
aseveración de la razón humana. Su proceder es reflexivo y crítico, es el medio perfecto entre la
temeridad dogmática y la desesperación escéptica.
Su fundador el Kant, quien dice que el dogmatismo y el escepticismo son exclusivistas, porque el
primero tiene una confianza ciega en el poder de la razón humana, mientras que el segundo desconfía
de la razón pura. El criticismo evita los exclusivismos y es el método de filosofar fundado en la
investigación de las fuentes de las afirmaciones y objeciones propia, y de las razones en que se
apoyan; un método que ofrece la esperanza de alcanzar la certeza. Dice que la primera posición ante
las cosas de la razón pura es dogmática; la segunda actitud es la escéptica y certifica la prudencia que
rodea el juicio instruido por la experiencia; y la tercera actitud necesaria es la del juicio maduro y
viril.
El criticismo adopta 2 acepciones (método y sistema), porque no es sólo el método para oponerse al
dogmatismo y al escepticismo, sino que también es la conclusión específica a la que se llega con
ayuda del método.
La teoría del conocimiento parte del supuesto de que el conocimiento es posible y desde aquí avanza
hacia el examen crítico de los fundamentos del conocimiento humano.

CAP. 2: EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO


Nuestro juicio contiene un elemento que no está en la experiencia, el cual establece una conexión
íntima. Mientras la experiencia nos muestra que un acto va detrás de otro, nosotrxs añadimos la idea
de que un acto deriva del otro, es causado por el otro.
1. Racionalismo
Sostiene que la causa principal del conocimiento reside en el pensamiento, en la razón, o sea, el
conocimiento debe poseer lógica y validez universal, como cuando nuestra razón dice que una cosa
es como es y que no puede ser de otro modo (ej: que un cuadrado no puede ser un círculo). Todo
conocimiento real es originado en el pensamiento, ya que éste es la verdadera fuente del conocimiento
humano. El área de las matemáticas es uno de los ejemplos cercanos a esta postura y la gran mayoría
de los propugnadores del racionalismo han surgido de este campo.
Platón es uno de los racionalistas más antiguos. Planteaba que el mundo de la experiencia no podría
darnos un conocimiento verdadero, porque está en constante cambio y, por ende, no tiene validez
universal, o sea, que nuestros sentidos no pueden guiarnos a un conocimiento real, sino que sólo nos
ofrecen una imagen posible de la realidad. Es por esto que dice que debe existir un mundo
suprasensible en donde la conciencia obtenga sus conceptos (mundo de las ideas), el cual se relaciona
con la realidad empírica y, en este sentido, las ideas serían los modelos de las cosas empíricas, de
donde obtienen su modo de ser. Los conceptos por medio de los cuales conocemos las cosas, sería
una reproducción de las ideas y es aquí donde plantea la teoría de la anamnesis, afirmando que todo
conocimiento es una reminiscencia, en la cual el alma ha contemplado las ideas en una existencia
preterrena y las recuerda cuando aquí las percibe con los sentidos. A todo esto, se le llama
racionalismo trascendente.
Plotino: coloca el mundo de las ideas en el Nus universal (espíritu del cosmos) y plantea que nuestro
espíritu es una emanación del espíritu cósmico, existiendo una profunda interrelación metafísica entre
ellos.
San Agustín: modifica lo de Plotino al sentir cristiano. Para él, las ideas serían los planes creadores
de dios, o sea, el conocimiento surgiría cuando el espíritu humano es iluminado por dios.
Teognoscitismo: teorías que hablan de una intuición racional como el único origen del conocimiento
humano.
Descartes teoría de las ideas innatas. Plantea que, innatamente, poseemos conceptos básicos del
conocimiento, los cuales son constituidos por la razón y no por la experiencia. Ideas son innatas
porque el espíritu tiene la facultad innata de formular conceptos que no proceden de la existencia.
Esto se conoce como racionalismo inmanente.
Importancia del racionalismo está en que determina y fija el valor del factor racional en el
conocimiento, pero es exclusivista, porque determina que el pensamiento es el único principio del
conocimiento. Otro defecto del racionalismo es su participación en el pensamiento dogmático, porque
piensa que es posible elevarse al campo metafísico mediante sus juicios totalmente conceptuales.
2. Empirismo
Plantea que la única causa del conocimiento humano es la experiencia. Dice que no existe algo a
priori de la razón, porque el espíritu humano está desprovisto de todo conocimiento. Seríamos como
una tabula rasa, o sea, una hoja en blanco en la cual escribe la experiencia y todos los hechos
concretos.
Defensores del empirismo, por lo general, vienen de las ciencias naturales, ya que, en éstas, la
experiencia también es el factor determinante, en donde lo más importante es la comprobación exacta
de los hechos por medio de la observación. Hay 2 clases de experiencias: Interna (percepción que de
sí misma hace el sujeto), y Externa (percepción realizada por los sentidos). El empirismo sólo admite
la externa y recibe el nombre de sensualismo.
John Locke vendría siendo el fundador, atacando la teoría de las ideas innatas de Descartes. Dice
que el alma es una “hoja de papel en blanco” que la experiencia es la que escribe en ella, distinguiendo
la experiencia externa (sensación) y la interna (reflexión). Los conceptos de la experiencia son ideas
simples o complejas (formadas de ideas simples). El entendimiento no hace un elemento nuevo, sino
que reúne los datos dados por la experiencia. A pesar de esto, él decía que la validez lógica de los
conocimientos se encontraba en el pensamiento, o sea, se pone en contra de los principios del
empirismo al reconocer las verdades “a priori”.
Hume: divide las imágenes de Locke en impresiones (se dividen en sensaciones que pasan por los
sentidos, y en reflexión) e ideas (representaciones de la memoria y de la fantasía, menos intensas que
las impresiones). Dice que todas las ideas son causadas por las impresiones y son copias de éstas. A
pesar de esto, él admite que, en las matemáticas, hay conocimientos independientes de la experiencia
que son universalmente válidos.
Condillac: convirtió el empirismo en sensualismo. Afirma que la única causa del conocimiento es la
sensación y el alma sólo tendría la facultad de captarlas, o sea, el pensamiento es la facultad
perfeccionada de captar sensaciones.
John Stuart Mill: dice que el conocimiento matemático procede de la experiencia, o sea, no existirían
proposiciones “a priori” válidas sin la experiencia. Se orienta hacia un escepticismo metafísico,
porque, si todos los conceptos del conocimiento proceden de allí, se estaría encerrando el
conocimiento humano dentro de los límites del mundo visible.
3. Intelectualismo
Es una de las tendencias intermedias que desean unir a los polos del racionalismo y el empirismo.
Dice que el pensamiento y la experiencia intervienen en la formación del conocimiento, admitiendo
que hay juicios lógicamente necesarios y universalmente válidos, pero que éstos proceden de la
experiencia y que es la conciencia la que los lee. Su axioma básico es que nada existe en el
entendimiento que no haya estado antes en el sentido.
Fundador es Aristóteles. Él dice que es las imágenes que percibimos por los sentidos, está incluida
la esencia general, o sea, la idea de la cosa, y que sólo falta sacarla de ahí. Esto se hace con una faculta
especial del entendimiento humano (activo o verdadero), el cual actúa como una luz, iluminando las
percepciones sensibles y alumbrando su esencia general. Esta idea sería captada por el entendimiento
pasivo o posible, y es con esto que termina el proceso del conocimiento.
Al igual que Aristóteles, Santo Tomás de Aquino tenía la tesis de que todo conocimiento de nuestro
entendimiento se deriva del sentido.
4. Apriorismo
Segundo esfuerzo por intermediar entre el racionalismo y el empirismo; también considera que la
razón y la experiencia son las causas del conocimiento, pero establece una relación entre ambas causas
en una dirección opuesta al intelectualismo. Sostiene que nuestro conocimiento tiene algunos
elementos a priori que son independientes de la experiencia. El racionalismo creía que los elementos
a priori eran contenido reales y perfectos, pero el apriorismo juzga que esos son puramente formales,
o sea, no serían contenidos, sino formas del conocimiento y tales formas deben tomar su contenido
de la experiencia.
El intelectualismo decía que el factor racional se deriva del empírico, o sea, que todos los conceptos
proceden de la experiencia, mientras que el apriorismo dice que el elemento a priori procede del
entendimiento, de la razón, que es la que imprime las formas a priori a lo empírico y así se constituyen
los objetos del conocimiento. Mientras en el intelectualismo el entendimiento asume una conducta
receptiva y pasiva, en el apriorismo, asume una conducta activa y espontánea.
Kant es el fundador de ese apriorismo, diciendo que la materia del conocimiento procede de la
experiencia y que la forma procede de la razón. Las sensaciones constituyen la materia, pero esto es
un caos y es la razón la que establece el orden, relacionando entre sí los diversos contenidos de las
sensaciones, sirviéndose de las formas de la intuición y de la razón (tiempo y espacio). La conciencia
cognoscente ordena en tiempo y espacio la multitud de sensaciones, con la ayuda de las formas de la
razón, la conciencia establece las diferentes relaciones entre los contenidos de las percepciones.
Conclusión: intelectualismo tiene afinidad con el empirismo y forma sus conceptos de la experiencia;
apriorismo se acerca al racionalismo y su factor cognoscitivo procede de la razón.
5. Crítica y posición del autor
Tanto el racionalismo como el empirismo intentan responder a la cuestión del origen psicológico del
conocimiento humano, pero ambos son falsos.
La psicología ha probado que, además de los conceptos sensibles que la conciencia intuye, hay otros
racionales que no son intuidos. Demuestra que los conceptos del pensamiento son diferentes de las
percepciones y de las imágenes, así como también comprueba que, hasta en las percepciones más
simples está presente un pensamiento. Todo esto nos dice que, tanto la razón como la conciencia,
participan en la formación de los conceptos. Con esto refuta el empirismo, pero tampoco el
racionalismo sobrevive, porque la psicología ha demostrado que la formación de nuestros conceptos
está determinada por la experiencia, o sea, que tanto la razón como la experiencia intervienen en la
elaboración de nuestros conceptos.
Cuando el racionalismo enseña que en la razón está el fundamento de la validez de nuestro
conocimiento es absolutamente cierto si es que se habla de las ciencias ideales, como las matemáticas,
porque para eso no es necesario consultar a la experiencia para conocer que son verdaderas, o sea,
estas proposiciones son válidas independientemente de la experiencia, serían válidas a priori y
verdades de razón.
En el campo de las ciencias reales, de las ciencias naturales y del espíritu, es válida la tesis del
empirismo, porque solamente la razón no puede juzgar si algunos juicios son verdaderos o falsos, ya
que éstos se apoyan en la experiencia, por lo que serían válidos a posteriori y verdades de hecho.

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