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EL VALOR DE UN ALMA

(Por: Pastor Felipe Chicas)

Generalmente nosotros solemos poner valor o precio a todas las cosas y la razón porque lo
hacemos esto, es porque dependiendo el precio o valor del artículo así es la estimación que
le damos. Cuatro formas que se emplean para valorizar un artículo son:

1. Por el autor – esto determina la marca

2. Por su durabilidad

3. Por su rareza – un artículo único, no común es de gran precio.

4. Por su potencial

Estas cuatro cosas determinan el valor de una pieza, objeto o cosa.

Jesús en esta oportunidad nos invita a valorizar lo más grande e importante que nosotros
tenemos, como lo es nuestra alma.

¿Qué es el alma?
La palabra viene de nephesh y psiche = aliento, viento, espíritu, vida.

Según la Biblia, el alma es el verdadero yo, es la parte inmaterial o espiritual que Dios le dio al
hombre cuando lo creo y soplo en él aliento de vida (Génesis 2:7). Por lo tanto, el alma es lo que
da vida al cuerpo, es decir que el cuerpo sin alma se muere.

¿Qué pasa cuando una persona muere?


El alma se desprende del cuerpo y este vuelve el polvo de donde fue tomado (Génesis 3:19),
así este cuerpo es solamente un tabernáculo, como lo explica Pablo y Pedro en II Corintio 5:1-4 y I
Pedro 1:14.

Una vez que el alma se desprende del cuerpo, este queda inerte y el alma queda desnuda,
pero consciente de todas sus facultades (Apocalipsis 6:9-11; Lucas 16:20- 31< Lázaro y el rico>),
esperando el día de la resurrección donde será revestida de un cuerpo inmortal – I Corintios 15:53.

Cabe recalcar que habrá dos resurrecciones


Juan 5:28; Daniel 12:2 confróntese con I Tesalonicenses 4:17; Apocalipsis 20:6. La primera
resurrección es para recibir la vida eterna y la segunda para recibir la condenación eterna. En
la primera participan los que son salvos, en la segunda los que no son salvos. Cuando Jesús dio su
advertencia en Marcos 8:36,37 se refirió a esto, a la salvación de lo más importante que tenemos,
nuestra vida, el alma, la persona real que vivirá por siempre en el cielo, o el infierno.

Toda la gloria, riquezas que acumulemos se quedará el día que partamos para la eternidad –
Job dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y denudo volveré allá…” (1:21) McCarthur dijo:
“Tener todo lo que ofrece el mundo, pero no tener a Cristo, es estar eternamente en bancarrota,
porque todos los bienes del mundo no pueden compensar la pérdida del alma.”

Entre más adicto este el hombre por ganar el mundo, más peligro corre de perder su alma. Ej.:
El rico y Lázaro de Lucas 16:20-31. Lázaro recibió un lugar de honor en el Seno de Abraham, en
cambio el rico quedo excluido.

Conclusión:

Dios nos está hablando en este tiempo que se caracteriza por el materialismo, el placer, los deleites
temporales y la comodidad de la vida, para que reflexionemos más sobre nuestra vida y pongamos
más atención, más valor a las cosas espirituales y eternas, que a las temporales.

PORQUE:

De que le sirve al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma.


De qué me sirve vivir una vida de deleite y placeres – si en la eternidad voy a ser atormentado.
De que me sirve llenarme de riquezas – si cuando me muera todo se quedara aquí. De que me sirve
obtener toda la fama del mundo – si en el infierno no existen los famosos.
Tomar el ejemplo de Salomón – Eclesiastés 2:1-11; 2:18-23; ¿Cuál fue el fin de su
discurso? Lea Eclesiastés 12:13

QUE PIERDE:

Pierde la oportunidad de un futuro glorioso en las moradas de gloria juntamente con Jesucristo,
nuestro Dios y Salvador.

Pierde la oportunidad de entrar a un lugar donde no habrá más llanto, dolor, lágrimas, enfermedades,
problemas emocionales o sentimentales…

Pierde la oportunidad de entrar a un lugar donde solo habrá gozo, paz, salvación, seguridad,
felicidad… esa sí será gloria sin fin.

SI ALGUNO TIENE SED VENGA Y


BEBA
Por: Rigoberto Gómez

En Juan 7:2 se nos dice que “Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de
LOS TABERNÁCULOS…”, y Jesús “…también subió a la fiesta…” (V10), por
esta razón leemos: “En el último y gran DIA DE LA FIESTA, Jesús se puso en
pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” (v37), es
decir, era el momento en el cual el pueblo judío estaba recordando que habían
habitado en tiendas en el desierto.

En el desierto de Shur anduvieron tres días sin encontrar agua, y


cuando encontraron, eran amargas; pero a Moisés “…Jehová le mostró un
árbol; y lo echó en las aguas, y LAS AGUAS SE ENDULZARON…” hasta llegar
a Elim “… donde había doce fuentes de agua, y setenta palmeras; y
acamparon allí JUNTO A LAS AGUAS” (Éxodo 15:22-27). Estuvieron en Sin de
Refidim “… y no había agua para que el pueblo bebiese…”, pero Dios le dijo a
Moisés “…golpearás la peña, y SALDRÁN DE ELLA AGUAS, Y BEBERÁ EL
PUEBLO” (Éxodo 17:3-7). Una vez más, en el desierto de Zin mientras
acampaban en Cades “no había agua para la congregación” Dios volvió a
decir: “…HABLAD A LA PEÑA A VISTA DE ELLOS; Y ELLA DARÁ SU
AGUA…Y DARÁS DE BEBER A LA CONGREGACIÓN Y A SUS BESTIAS”
(Números 20:1-8).

Teniendo todos estos acontecimientos en nuestra mente, nos damos


cuenta que Jesús le recordó al pueblo que Dios les dio a beber agua en el
desierto, pero siendo él ESE DIOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO se atrevió a
decir: “…SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MÍ Y BEBA…” (Juan 7:37); Jesús
es quien ENDULZÓ LAS AGUAS y esa PEÑA DE HOREB en el desierto, tal
como lo expresa el apóstol Pablo: “…bebían de la roca espiritual que los
seguía, y LA ROCA ERA CRISTO” (1 Corintios 10:4), y si tenemos sed de Dios,
tan solo hay que acercarnos para beber, no importa el desierto en cual
estemos, Jesucristo es nuestra fuente y agua de vida.

AUN EN EL DESIERTO PODEMOS ESTAR EN


MANANTIALES
En Números 24:2 Balaam, “alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus
tribus; y el Espíritu de Dios vino sobre él”; cuando esto sucedió, exclamó en
el espíritu: “¡Cuan hermosas SON TUS TIENDAS, oh Jacob, tus habitaciones,
oh Israel! COMO ARROYOS están extendidas, como huertos JUNTO AL RÍO,
como áloes plantados por Jehová, como cedros JUNTO A LAS AGUAS” (V 5-
6), porque el pueblo de Dios, aún en el desierto puede sentirse en manantiales
de aguas. No sé cómo te sientas, ni dónde tengas tu tienda, pero Salmo 1:3
dice: “Será como árbol plantado JUNTO A CORRIENTES DE AGUAS, que da
su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, PROSPERARÁ”.

ES EL AGUA QUE NECESITAMOS CUANDO HEMOS


FALLADO A DIOS
David decía: “Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir
todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió
MI VERDOR EN SEQUEDADES DE VERANO” (Salmo 32: 3-4). Mientras
estemos con vida, aunque sean sequedales los que han quedado, aún el agua
de vida nos puede devolver ese verdor del cual habla David. Job 14:7-9 dice:
“porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él ESPERANZA; RETOÑARÁ
AÚN Y SUS RENUEVOS NO FALTARÁN. Si se envejeciera en la tierra su raíz,
y su tronco FUERE MUERTO EN EL POLVO, al percibir EL AGUA
REVERDECERÁ, y hará copa COMO PLANTA NUEVA”, así que, no importa si
te sientes en el polvo, o si piensas que ya todo está perdido, solamente tienes
que clamar con sed “como el siervo brama por las corrientes de las aguas…”
(Salmo 42:1) y pedirle a Dios como David: “Crea en mí, oh Dios, un corazón
limpio, Y RENUEVA UN ESPÍRITU RECTO DENTRO DE MI” (Salmo 51:10);
porque “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; AL CORAZÓN
CONTRITO Y HUMILLADO NO DESPRECIARÁS TÚ, OH DIOS” (Salmo 51:17).

DE NUESTRO INTERIOR CORRERÁN RÍOS DE AGUA VIVA


Estaba profetizado “sacaréis con gozo AGUAS DE LAS FUENTES de la
salvación” (Isaías 12:3); “…porque AGUAS SERÁN CAVADAS EN EL
DESIERTO, y torrentes en la soledad. El lugar seco SE CONVERTIRÁ EN
ESTANQUE, y el sequedal EN MANADEROS DE AGUAS…” (Isaías 35: 6-7);
aquella mujer Samaritana, con la cual habló Jesús, a pesar de tener una
terrible condición espiritual, se le dijo: “…cualquiera que bebiere de esta agua,
volverá a tener sed; mas el que bebiere del AGUA QUE YO LE DARÉ será en
él UNA FUENTE DE AGUA que salte PARA VIDA ETERNA” (Juan 4:13-14);
porque cuando esa fuente empieza a fluir nuestras vidas es COMO RÍOS DE
AGUA VIVA que emana en nuestro interior PARA VIDA ETERNA.

ES IMPORTANTE BEBER ESA AGUA DE VIDA


Es tan importante que esos ríos de agua viva fluyan en el corazón del
creyente, pues “… si alguno no tiene el Espíritu de Cristo NO ES DE ÉL”
(Romanos 8:9); es por ese Espíritu que seremos levantados cuando Jesús
venga por su iglesia ya que “si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos
a Jesús MORA EN VOSOTROS, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús,
VIVIFICARÁ TAMBIÉN VUESTROS CUERPOS MORTALES POR SU ESPÍRITU
que mora en vosotros” (Romanos 8:11), “…con el cual FUISTEIS SELLADOS
PARA EL DÍA DE LA REDENCIÓN” (Efesios 4:30), es decir, que hay que buscar
con sed de Dios ser llenos del Espíritu Santo porque “SI ALGUNO TIENE SED,
VENGA A MÍ Y BEBA” (Juan 7:37).

VIVIENDO EN TIEMPOS DIFÍCILES


Por: James Nieto

¿QUÉ HAREMOS SI ESTAMOS VIVIENDO EN TIEMPOS DIFÍCILES?

Mis amados lectores, estamos viviendo en tiempos muy difíciles. Este es el enunciado que se
escucha La Prueba de Nuestra fe y El Propósito del Sufrimiento)
con mucha frecuencia desde los púlpitos. Los medios de comunicación han convertido esta frase en,
casi un slogan. Esta pequeña pero eficaz consigna "estamos viviendo en tiempos muy difíciles" la
han sabido explotar muy bien los productores de las grandes cadenas de noticias y han multiplicado
sus ingresos, pues todo el mundo está pendiente de ver, de leer, las últimas noticias. (Después de
leer este artículo quizás te puede interesar:

Me tomo la osadía de que esta máxima: "estamos viviendo en tiempos muy difíciles", ha sido eficaz,
porque muchos creyentes e incrédulos, políticos, profesionales y gobernantes, están usando esta
expresión para justificar que han dirigido y siguen llevando al fracaso y a la frustración a la humanidad
entera.

Estudiando la historia sagrada y analizando un poco los acontecimientos de la historia secular,


podemos demostrar que desde el Génesis, la humanidad, ha vivido en tiempos difíciles, pero nuestro
lema, nuestra consigna, nuestro slogan tiene que ser determinante: "Todo lo puedo en Cristo que
me fortalece" (Filipenses 4:13)

ABRAHAM EN TIEMPOS DIFÍCILES


Abraham tuvo que salir de su casa y dejar su parentela, tomó la determinación de creerle a Dios y
caminó sin saber a dónde iba. Lo tenía todo, pero renunció a la comodidad que tenía con su familia,
para ir a un lugar desconocido. Tomó la determinación de hacer caso al mandato divino: "Y se fue
Abram, como Jehová le dijo" (Génesis 12:4), aceptó voluntariamente el reto de creerle a Dios y
estaba determinado a vencer, a entrar en un proceso de formación de carácter. Cuando se encontró
frente a su tiempo difícil: eligió la solución más fácil: "Ahora , pues, di que eres mi hermana, para que
me vaya bien por causa tuya, y viva mi alma por causa de ti" (Génesis 12:13). No pasó la prueba de
su integridad y de sus valores; tuvo que enfrentar consecuencias.

JOSÉ EN MOMENTOS DIFÍCILES

José, hijo de Jacob, al igual que Abraham lo tenía todo, era el preferido de su padre, renunció
aceptando el dejar el bienestar que tenía en su hogar; para ser despreciado por sus hermanos, vivió
tiempos difíciles, fue vendido como esclavo y calumniado. Para José no fue fácil haber permanecido
en la carcel por trece largos años antes de llegar a lo máximo de su carrera, Dios sometió a José a
un proceso de reconocimiento de sus valores para desarrollar en él un hombre con carácter
determinado.

Dios manifestó su carácter divino en el carácter de José, para llevarlo a ocupar un lugar muy alto y
de prestigio en Egipto. "Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay
entendimiento ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi
pueblo; solamente en el trono seré mayor yo que tú". (Génesis 41:39-40)

NEHEMÍAS EN TIEMPOS DIFÍCILES


Nehemías lloró cuando vio los muros derribados, para él no fue fácil, también vivió en tiempos
difíciles, pero tuvo un proceder positivo frente al reto que tenía frente a él, la adversidad que estaba
viviendo no lo derrumbó. Leamos lo que dice en Nehemías 2:17: "Les dije, pues: Vosotros véis el
mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y
edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio". Él no se quedó sentado
lamentándose de la situación, Nehemías empezó a reedificar los muros y la ciudad. (También te
invito a leer: Perseverando en medio de los padecimientos)

JESÚS AL LLEVAR LA CRUZ VIVIÓ UN MOMENTO DIFÍCIL


El Señor Jesús al llevar la cruz, vivió "tiempos difíciles", fue abusado verbalmente, sufrió físicamente
hasta llegar al calvario, pero él no se rindió, no desistió a medio camino, no se cansó, no se lamentó,
fue llevado como oveja al matadero, lo soportó todo porque el amor que tenía para salvar a la
humanidad era determinante. "Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en
hebreo, Gólgota, y allí le crucificaron, y con él a otros dos, una a cada lado, y Jesús en medio" (Juan
19:17-18).

PABLO TAMBIÉN TUVO PADECIMIENTOS

El apóstol Pablo era un hombre sobresaliente y preparado de entre los Judíos, quien después de
perseguir a la iglesia tomó la determinación de aceptar y llevar un aguijón en su carne, fueron tiempos
difíciles, pero esto fue el instrumento que Dios usó para perfeccionarlo, no le importó la adversidad,
estuvo predicando el evangelio con denuedo, con fervor; porque este aguijón que era su debilidad
era el instrumento de Dios para perfeccionarse en su debilidad.

Esto lo convertiría después en el apóstol más dedicado y ejemplar de los seguidores de nuestro
Señor Jesús.

OTROS HOMBRES CON DETERMINACIÓN EN TIEMPOS DIFÍCILES


Para Abraham Lincoln no fue fácil el luchar por los derechos de los esclavos, pero tuvo que tomar la
decisió determinante de hacerlo en tiempos difíciles. Para Einsten no fue fácil huir de Alemania,
donde era perseguido por ser Judío, fueron tiempos difíciles, pero su sufrimiento después de la
persecusión, lo hizo determinar ser un científico brillante.

Para Martin Luther King no fue fácil luchar contra el racismo de su época, pero luchó y se abrió paso
en medio de la adversidad, porque al igual que Abraham Lincoln, soñaba con ver una nación unida
sin distinción de razas; ambos en tiempos difíciles, llegaron hasta las últimas consecuencias y
pagaron con sus vidas el precio de una libertad que nunca vieron, todo esto porque había
determinado pelear por una noble causa.

Todos estos estuvieron determinados en tiempos difíciles ha hacer de la adversidad un trampolín


para el éxito, sus circunstancias difíciles las convirtieron en instrumentos para la victoria, rehusaron
a continuar viviendo conformes y atrapados en sus circunstancias, rompieron la barrera de sus
propios lamentos: "somos víctimas" en "tiempos difíciles", para alcanzar sus objetivos, para llegar a
la meta.

ES TIEMPO DE CONFRONTAR LOS MOMENTOS DIFÍCILES

Es tiempo de determinar creerle a Dios, es tiempo de confrontar los tiempos difíciles con la misma
tenacidad con que lo hicieron aquellos hombres y mujeres ejemplares cuyos nombres están
inmortalizados en la historia de la humanidad.

Es tiempo de afirmar los valores que él ha establecido en nosotros como hijos y herederos de Él, es
tiempo de cambiar nuestro lenguaje y vivir como hijos de un rey todopoderoso, ya no tenemos deuda,
él nos perdonó y esa es la raíz de nuestra victoria, de nuestra libertad, de nuestra prosperidad. Su
perdón que trajo luz a nuestras vidas, es el fruto de su amor y de su gracia.

En su perdón adquirimos el valor que hoy tenemos, no en base a la escala de valores de la apariencia
o de nuestro modelo ideal, porque no valíamos nada. "Si bien todos nosotros somos como suciedad,
y todas nuestras justicias como trapos de inmundicia; y caíamos todos nosotros como la hoja, y
nuestras maldades nos llevaron como viento" (Isaías 64:6)

DEJANDO LAS HERIDAS DEL


PASADO (jueces 11:1-7)

Por: Rigoberto Gómez López


En esta porción de la escritura (Jueces 11:1-7) se nos relata la historia de Jefte, quien por
circunstancias fuera de su control, nació de una mujer ramera y fue rechazado por sus hermanos.
Quizás no había en su recuerdos el abrazo de su madre, pues vivía con su padre y madrastra. Al ser
hijo ilegitimo era despreciado aun por los ancianos del pueblo y terminó siendo expulsado de su casa
sin que su propio padre hiciera algo para impedirlo. Podríamos decir que además de experimentar
el vacío que había dejado su madre, también sufrió muchos años el rechazo de sus hermanos, la
indiferencia de su padre y los señalamientos del pueblo. En fin, recibió las consecuencias de algo
que no había causado.

Muchos han experimentado situaciones parecidas a las de Jefte y, a pesar de haber llegado a los
pies del Señor Jesucristo, siguen sufriendo por esas heridas que en determinado momento
recibieron. Muchos venimos de hogares disfuncionales, heridas y ese vacío en nuestro corazón.

Una joven contaba como su padre nunca la busco siendo niña, pero al pasar los años y encontrarla
en una oficina de una empresa donde ella laboraba, de pronto, aquel hombre empezó a decir a todos
que ella era su hija. Después de un tiempo, al perder ella su trabajo, la encontró en la calle vendiendo
y su padre que hace un tiempo decía a todos que era su hija, voltio la mirada e hizo como que no la
había visto. Otra joven decía no explicarse como su padre jamás la busco para darle un poco de su
tiempo si ella no tuvo la culpa de lo que sucedió entre el y su madre. Historias así abundan.

DIOS NUNCA NOS DEJARA SOLOS

Salmo 27:10 dice: “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”. Dios
nos toma en sus brazos para llenar esos vacíos, sanar esas heridas y darnos el consuelo que
necesitamos. Quizás hay cosas que no podemos cambiar, pero si con la ayuda de Dios las podemos
superar y en ese proceso Dios nunca nos dejara solos.

Cuando Agar fue expulsada por Abraham y Sara, se le dio pan y un odre de agua con el cual se
retiro al desierto. Estaba sola con su hijo Ismael y en aquellas circunstancias ella pensó que lo que
les esperaba era la muerte. Cuantas madres solteras han pasado situaciones parecidas, heridas
caminando en el desierto y luchando con sus hijos; sin embargo, Dios nunca dejo sola a Agar porque
cuando ella puso a su hijo debajo de un arbusto sin tener agua ni pan, Dios escucho el llanto del
muchacho al sentirse abandonado y sentir alejarse a su madre sufriendo a la distancia para no verlo
morir. Dios nunca los abandono, abrió sus ojos y les proveyó el agua y el sustento y les dio promesas
que les devolvió el animo y el gozo a sus vidas.

LOS RESENTIMIENTOS NOS ESTANCAN PERO PERDONAR NOS IMPULSA PARA


CONTINUAR

Una de las cosas mas difíciles es perdonar. Dejar los resentimientos del pasado y por fin sentir el
alivio del perdón en nuestro corazón es algo difícil pero no imposible. José fue vendido por sus
hermanos y todos sabemos las cosas que le sucedieron a raíz de lo que le hicieron, pero en
determinado momento de su vida tuvo que estar nuevamente frente a ellos y no fue fácil. En Génesis
41: 9 dice que José “se acordó…de los sueños que había tenido acerca de ellos…”, es decir, sabia
cual era el propósito de haber sido enviado a Egipto, pero a pesar de conocer este propósito había
algo en su corazón por lo cual no se dio a conocer. José lloro mas de una vez después de encontrarse
con ellos, los acuso de espías, los tuvo en la cárcel por tres días, luego puso en prisión a Simeón,
escondió la copa en su costal, hasta que al final José lloro por tercera vez y saco todo lo que había
en su corazón.

Llorar nos libera poco a poco, mas cuando echamos toda nuestra ansiedad a Dios, nuestros
sentimientos y emociones, para que podamos hacerle frente a esas cosas que nos han afectado
durante años como a José. Tenemos años en el evangelio pero quizás todavía hay personas que no
soportamos verlas ni en pintura; sin embargo es necesario superar esta situación. Esaú odiaba a
Jacob, su odio era tan grande que quería matarlo, pero que liberador fue llorar con su hermano Jacob
al encontrarlo. Necesitamos sacar esos resentimientos del pasado para sentirnos libre por fin de ese
peso que hemos cargado por años.

Jefte fue buscado por los ancianos y les recordó lo que le hicieron al decir “…¿No me aborrecisteis
vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿Por qué pues venís ahora a mi cuando estáis en
aflicción? (Jueces 11:7). Puede que era la mejor oportunidad que tenia de vengarse por lo que lo
hicieron pasar y sufrir, pero si hacia eso significaría su estancamiento espiritual; por tal razón, dejo
a un lado sus resentimientos y acepto ser el caudillo de Israel. Necesitamos dejar las heridas del
pasado para avanzar en nuestra vida espiritual.

LAS HERIDAS DEL PASADO DIOS LAS SANARA

En la parábola del buen Samaritano vemos como son vendadas las heridas de aquel que fue
lastimado. Aceite y vino se le hecho a las heridas, pues representa la unción del Espíritu de Dios y
el gozo que solo nuestro Señor Jesucristo puede darnos. Así que debemos buscar con todo nuestro
corazón a nuestro Dios porque sin duda alguna es el único que puede sanar con toda certeza
nuestras heridas mas profundas.

A veces no hay paz en nuestra alma por las heridas que les hemos causado a otras personas,
sentimientos de culpa vienen a nuestra alma, a tal punto que a veces nos invade la tristeza y muchos
terminan en depresión, pues a veces no solamente se sufre por las heridas que nos causaron, la
conciencia también nos acusa por el daño que hemos hecho y no hay paz en nuestro interior. El
mismo Judas termino quitándose la vida al ser acusado por su conciencia por lo que había hecho;
sin embargo, sea que estemos heridos o hayamos herido Dios sanara nuestra alma.

DIOS QUIERE USAR SU IGLESIA PARA ALCANZAR ESTAS ALMAS NECESITADAS

David se junto con los afligidos, endeudados y amargados y los transformo en un grupo de valientes.
Jefte con hombres ociosos de la tierra de Tob hizo un grupo de guerreros. Mefi-boset era un lisiado
al cual hasta tenían que cargar, pero David lo trajo al palacio. Muchos se sienten inútiles por una
enfermedad y se sienten una carga aun para su familia. Otros se sienten que no valen para la
sociedad; pero que bueno que hay una iglesia que se preocupa por las almas perdidas y necesitadas
de la sanidad de Dios para nuestra alma. Jesús les bendiga.

¿QUE ENSEÑA LA BIBLIA


SOBRE LA
PREDESTINACION?
En primer lugar, considero que es muy importante definir lo que se
entiende por predestinación. Según el diccionario, la predestinación es la
ordenación de la voluntad divina con que Dios tiene elegidos a quienes por
medio de su gracia han de lograr la gloria.

En la teología Cristiana, predestinación es la enseñanza en la que el


eterno destino de una persona viene predeterminado por la inalterable ley de
Dios. Dicho en otras palabras, la predestinación es creer que el destino
gobierna nuestro paradero final.

Según la creencia de muchos, desde que una persona nace su destino


final ya está decidido por Dios. Sin importar lo que la persona haga en su vida,
ya es condenado eternamente o ya esta salvo.

Ahora preguntémonos, ¿De qué servirá predicar el evangelio a las


almas perdidas si esta enseñanza fuera verdadera? ¿No creen que estaríamos
perdiendo el tiempo en evangelizar? ¿Para qué esforzarnos en mantener la
salvación si al final el hombre ya está predestinado a ser salvo o perdido?

El apóstol Pablo tuvo una experiencia muy particular que nos puede
iluminar acerca de este tema. En 2 Corintios 12:2-4 Pablo escribió: “Conozco
a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si
fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y
conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo
sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le
es dado al hombre expresar”, de acuerdo con este pasaje, el apóstol tuvo el
privilegio de visitar la oficina central del universo y darse cuenta de cosas muy
maravillosas.

Ahora te pregunto: ¿Qué haría usted si tuviera ese mismo privilegio?


Supongamos que usted tenga la oportunidad de revisar los libros de registros
que Dios tiene en su despacho, repentinamente usted encuentra su nombre
en uno de los libros con la siguiente observación: PREDESTINADO A
PERDERSE. ¿Qué haría usted al regresar a la tierra? ¿Seguiría yendo a la
iglesia? ¿Seguiría sirviendo fielmente a Dios? Creo que eso sería algo
realmente fatal; pero quiero decirte estimado amigo, ¡Gracias a Dios que esa
no es la clase de predestinación que enseña la Biblia!.

La versión Reina Valera de la Biblia (Revisión 1995), usa palabras


relacionadas con la predestinación por lo menos cinco veces. Romanos 8:29-
30 dice: “A los que antes conoció, también los PREDESTINÓ para que fueran
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre
muchos hermanos. Y a los que PREDESTINÓ, a estos también llamó…”. En 1
Corintios 2:7 leemos: “Pero hablamos sabiduría de Dios en misterio, la
sabiduría oculta que Dios PREDESTINÓ antes de los siglos para nuestra
gloria”. Finalmente encontramos en Efesios 1:5-11 las siguientes palabras:
“Dios… por su amor, NOS PREDESTINÓ para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad… En él asimismo
tuvimos herencia, habiendo sido PREDESTINADOS conforme al propósito del
que hace todas las cosas según el designio de su voluntad”.
En la epístola de Pablo a los Efesios, él nos habla de una iglesia
predestinada para salvación, aquí no se refiere a una predestinación
individual. En el libro de Romanos se menciona una predestinación para ser
perfeccionados. Nos habla como hijos, pero tampoco es algo individual. En
Corintios nos habla de la sabiduría que se predestinó para nuestra gloria.
La providencia de la salvación es una iniciativa de Dios. A través de las
escrituras podemos ver claramente que Dios no fuerza a nadie para que se
salve. Muy por el contrario, él dice: “Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno
oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo”
(Apocalipsis 3:20).

Dios tampoco pudo predestinar a nadie para que se pierda, pues el


deseo de Dios es que todos sean salvos, “quiere que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4). No olvidemos
que Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34).

Es cierto que la Biblia enseña que hay dos lugares para pasar la
eternidad, el cielo y el infierno, pero es usted el que elige su destino final.
Mateo 25:34-41 nos dice lo siguiente: “Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi padre, heredad el reino preparados para
vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de
comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve
desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a
verme. Entonces los justos me responderán diciendo: Señor, ¿Cuándo te
vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y
cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos? ¿O
cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? Respondiendo el
Rey les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá a los de la izquierda:
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles”. Notemos que dice “el fuego preparado para el diablo y sus ángeles”,
no para nosotros. El plan de Dios es que “todo aquel que en él crea no se
pierda, sino que tenga vida eterna”.

Dios creó la raza humana con el único propósito de que todos fueran
sus hijos y que vivieran para siempre. Desde este punto de vista, los seres
humanos estamos “predestinados para ser hijos de Dios”. Cuando este
propósito se vio afectado por la entrada del pecado, Dios tomó la iniciativa de
la salvación del hombre; sin embargo, aunque Dios nos proveyó de un plan
para salvarnos, es nuestro deber preocuparnos de esa salvación con temor y
temblor (Filipenses 2:12).
Gracias a Dios que ningún ser humano está predestinado para
perdición. El deseo más grande de Dios es que todos sean salvos. De esa
manera es que se manifiesta el gran amor de Dios (Juan 3:16). El señor quiere
que ninguno se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento (2Pedro
3:9).

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