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Natalia Chirino
Universidad de Málaga
Resumen
El presente trabajo plantea las complejas realidades de las mujeres de los pueblos originarios en
que las afectan de manera particular. Partiendo de la multiplicidad de opresiones que afectan a las
mujeres nativas, se prosigue a examinar el feminismo comunitario, cuya propuesta teórica y política
nace en Bolivia como búsqueda y respuesta a la necesidad de abordar las problemáticas propias con
feminismo comunitario.
Abstract
The present work studies the complex realities of native women in Argentina in the past and present
times, framing the analysis in the multiple inequalities that affect them in a particular way. On the
basis of the multiplicity of oppressions that affect native women, the study continues to examine
Community Feminism, whose political and theoretical proposal was born in Bolivia as a search and
response to the need of addressing individual problems with new concepts and specific actions.
Las mujeres de los pueblos originarios en Argentina afrontan múltiples desigualdades que
atraviesan sus vidas cotidianas y están relacionadas con factores que además del género incluyen la
raza, la etnia, la condición social, la nacionalidad, la sexualidad, entre otras. Las mujeres nativas se
enfrentan a las opresiones patriarcales presentes en todas las poblaciones, pero además se ven
superpuesta, dificultando las posibilidades de transformación social para mejorar sus realidades
cotidianas.
Las mujeres nativas y sus poblaciones han sido situadas en la periferia de la sociedad en un país
que ha llevado a cabo políticas particulares destinadas a destruir la cultura originaria, propia de
nuestra tierra. Desde la época de la conquista los pueblos nativos son considerados subalternos e
importantes para lograr el respeto por su cultura, la protección de su modo de vida ancestral y la
emancipación definitiva con garantía de derechos. En el caso particular de las mujeres aborígenes,
sus luchas están enmarcadas en las luchas de sus poblaciones para terminar definitivamente con la
acciones políticas incluyen esfuerzos crecientes para terminar con las desigualdades entre géneros
también presentes en sus propias poblaciones. Por todo ello, las mujeres nativas se organizan y
abordan sus propias luchas sociales con el objetivo de encontrar soluciones efectivas a problemas
feminismo indígena que presenta un marco teórico inspirador y desarrolla estrategias políticas
concretas para dar respuesta a las mujeres nativas y a todas aquellas que puedan encontrar en este
feminismo herramientas poderosas para transformar las realidades opresoras aún vigentes en el
mundo actual.
Metodología
enfoque particular en las materialidades y experiencias de las mujeres nativas en su realidad social.
Se consideran diversas construcciones sociales y factores subjetivos en las vidas de las mujeres.
los temas y las sujetas presentes en este trabajo. El método exploratorio posibilita incrementar el
conocimiento de las complejas y múltiples realidades del grupo poblacional incluido en el proyecto.
Resultados.
Las mujeres nativas han sido afectadas por múltiples desigualdades desde la época de la
colonización europea, enfrentando las difíciles realidades impuestas por la pobreza, la segregación,
exterminio de sus pueblos, entre otras. Además, las mujeres aborígenes han sido oprimidas por las
patriarcales precolombinas.
La feminista Dora Barrancos (2010), presenta en su trabajo datos importantes sobre las mujeres
La autora analiza las costumbres de diversas poblaciones nativas, concluyendo que más allá de
las asimetrías entre varones y mujeres eran una realidad observable. Barrancos cuenta que las
mujeres mapuches no sufrían la restricción social de la virginidad y que muchas de ellas llegaron al
cacicazgo pero aún así sufrían serias limitaciones y de ninguna manera decidían libremente la
entre varones y mujeres, sin relaciones de poder. Esta concepción se sostiene en diversos estudios
Gunn Allen (1986), considera en sus obras que las poblaciones nativas eran en su mayoría
responsable de la instauración del sistema patriarcal en América. Sin embargo, esta idea no se puede
sostener sólidamente cuando se analiza la vida precolombina desde otras miradas. La inexistencia
su investigación, presenta el ayllu (modo de organización comunitaria propia del imperio inca,
formada por el grupo familiar y personas allegadas a éste) como una forma de organización social
que analizada cuidadosamente expone las disparidades en las actividades cotidianas que realizaban
La feminista e investigadora Julieta Paredes (2010) expone en su libro otra práctica también
caso, se trata de la figura del chacha-warmi, el cual consiste en el par complementario formado por
hombre-mujer, sin la existencia de relaciones de poder. Para Paredes, el problema que surge de la
machismo indigenista que explota y discrimina a las mujeres en sus propias poblaciones. De esta
todos los orígenes. En la actualidad, parece existir una fuerte idealización del pasado nativo,
relacionando todo tipo de dominación, sumisión y tiranía contra las personas nativas con la
violencia colonial. No obstante, asumir la realidad patriarcal de la vida nativa abre paso a discutir
seriamente las problemáticas propias que atentan contra la dignidad de las mujeres originarias y que
sustanciales.
La materialidad de una realidad patriarcal que también afecta a las mujeres nativas se puede
constatar en más aspectos. Los datos y análisis incluidos en los ensayos de los libros Signos de la
identidad indígena (Bidaseca, 2011) y Mujeres indígenas en la Argentina (Hirsch et al., 2008),
relatan cuestiones de suma importancia para conocer y reflexionar sobre las desigualdades que
La construcción del cuerpo y del género como creación social que impone limitaciones en las
femenina de la menstruación. Se presenta este análisis asumiendo que las construcciones de las
de las personas.
autodenominados qom que habitan en parte de la zona norte de Argentina, en este caso en la
provincia del Chaco. Los datos pertenecen al trabajo de campo realizado por la investigadora
Florencia Tola (Hirsch et al., 2008, pp. 59-78). El ritual implica que llegado el momento de madurez
propios del género femenino. En este ritual, con la primera menstruación, la joven es recluida
durante un mes e instruida por mujeres mayores de la familia, para generar la asimilación de nuevas
ideas y pautas culturales consideradas fundamentales para las mujeres en su mundo social. Durante
este proceso, la mujer debe respetar determinadas restricciones y prácticas que incluyen la
prohibición de: consumir carne, estar en presencia de cualquier varón y estar cerca de cursos de
joven es incompleto y que puede absorber las virtudes y valores de las mujeres mayores para formar
su personalidad. Las mayores intervienen durante este proceso corporal para moldear a las jóvenes
con sus concepciones culturales para que en adelante respeten su cultura y asuman las actividades y
roles asignados.
Se asume que el cuerpo menstruante de la mujer es contaminante y por ello se debe evitar su
efecto negativo. La corporalidad está atravesada por discursos sociales y así los procesos
corporales como la menstruación son usados para legitimar las cualidades y conductas que las
jóvenes deben asumir conforme a los mandatos sociales propios de sus poblaciones.
violencia sexual que sufren las mujeres de los pueblos originarios, en este caso a través de un mito
chaqueño (de la provincia del Chaco), actualmente vigente y que relata el origen de las mujeres. En
este relato, en el inicio de los tiempos, las mujeres pertenecen al mundo del cielo y lo varones a la
tierra. Las mujeres bajan a la tierra con la ayuda de una cuerda para robar alimentos que se ingieren
por una boca con forma de vagina. El personaje de un zorro es castrado por estas vaginas dentadas
al intentar el intercambio sexual. Después de este hecho, el animal decide romper los dientes de las
vaginas con una piedra y desde entonces los varones logran tener intercambios sexuales con las
mujeres. Finalmente, los personajes masculinos eliminan las cuerdas que llevan al cielo y las
violenta, legitimando la violación que constituye una realidad terrible para las mujeres argentinas en
investigadora Mariana Daniela Gómez relata las agresiones que sufren las mujeres tobas en el
monte del oeste de la provincia de Formosa, en el norte argentino (Hirsch et al., 2008). Como
explica la autora, la violencia sexual que se ejerce sobre las mujeres está relacionada con la idea de
que solo determinados espacios son seguros por ser pensados como propios del género femenino; y
son los espacios del ámbito doméstico. La investigadora señala que el paso y la permanencia de las
mujeres en el monte está determinado por la violencia sexual. Los relatos de mujeres y varones
sobre las violaciones expresan la naturalización del ataque sexual cuando la mujer es considerada
responsable o culpable por encontrarse en un lugar público considerado impropio del género
femenino, aún cuando las mujeres deben frecuentar estos espacios porque contienen recursos para la
Este tipo de violencia se ve acrecentada por la discriminación por etnia, ya que las mujeres tobas
están más expuestas a ser agredidas sexualmente por varones criollos con quienes existen conflictos
por la tenencia de la tierra. Los conflictos entre población originaria y criolla y la violencia sexual
conforman un problema que superpone los factores de etnia y género y los potencia en detrimento
de las mujeres tobas. El problema territorial aumenta la discriminación por parte de varones criollos
que refuerzan su violencia por los conflictos de etnicidad. De esta manera, las mujeres tobas son
agredidas por varones criollos y también por los de su propia etnia, siendo la agresión sexual una
forma despreciable de control y sumisión cometida por varones de ambas culturas. Para retratar esta
terrible problemática se incorpora el relato de una mujer toba en una conversación con la
investigadora. El miedo a los hombres (criollos y tobas) queda expresado de forma abierta y latente
en el siguiente diálogo:
Jerónima- No...
M.- ¿Criollo?
J.- También.
Feminismo Comunitario
Las mujeres de los pueblos originarios desarrollan sus propias teorías y prácticas políticas con el
objetivo de dar solución a las múltiples desigualdades que las afectan y no tienen respuesta en los
Las mujeres nativas están involucradas en sus propias luchas que incluyen las injusticias contra
sus pueblos acontecidas desde la colonización del continente americano en adelante. Además, las
mujeres nativas organizadas se unen para luchar contra el sistema patriarcal también presente en sus
culturas. En este apartado se expone esta importante lucha organizada con el desarrollo del
propuestas de transformación social para lograr la eliminación del sistema patriarcal y opresor
actual.
Hilando Fino desde el Feminismo Comunitario de Julieta Paredes y No se puede Descolonizar sin
comunitario en Bolivia a través del grupo de mujeres Comunidad Mujeres Creando Comunidad, con
El trabajo de Paredes (2014) incluye la crítica al concepto de género como uno de los temas
importantes dentro de la teoría feminista comunitaria. Se critica el uso meramente descriptivo del
concepto género. Paredes explica que el género podría ser utilizado como herramienta de
subversión para transformar las opresiones contra las mujeres. Sin embargo, es mayoritariamente
utilizado para describir la construcción social de los roles asignados a varones y mujeres. La
feminista propone utilizar este término con sentido político, es decir como denuncia de la
subordinación de las mujeres en las distintas sociedades. De esta manera, el significado específico
otorgado al género en el feminismo comunitario constituye una denuncia de las relaciones de poder
entre géneros, que se traducen en privilegios para los varones y subyugación para las mujeres. En
denuncia, de una injusta, opresora y explotadora relación, que los hombres establecen con las
Otra denuncia en esta nueva proposición feminista, es la despolitización del término género
roles. Su crítica se refiere a la imposibilidad que supone la equidad de género porque el concepto
asume que los valores asignados a varones y mujeres pueden llegar a ser iguales. En su teoría la
Entonces, es imposible lograr equidad de algo que sustancialmente implica injusticia. Para Paredes
conseguir la igualdad definitiva, significaría la inexistencia y superación del género como realidad
Continuando con los principales conceptos del feminismo comunitario, el entronque patriarcal
explica Paredes, el entronque patriarcal recupera la denuncia del género para descolonizarlo y
exhibir que las relaciones de poder entre varones y mujeres comprenden la continuación y el
sostienen que el sistema patriarcal y los machismos que operan en las poblaciones indígenas son el
existencia de relaciones desiguales de poder impuestas por varones a mujeres en las culturas
originarias encuentra una fuerte oposición en parte del mundo nativo. Sin embargo, el feminismo
comunitario subvierte cualquier negación de desigualdad y cuestiona las creencias absolutas en las
género, en este sentido, significa recuperar la memoria de las luchas de nuestras tatarabuelas
contra un patriarcado que se instauró antes de la invasión colonial. Descolonizar la denuncia del
género significa decir que la opresión de género no sólo vino con los colonizadores españoles,
sino que también había una propia versión de la opresión de género en las culturas y sociedades
precoloniales, y que cuando llegaron los españoles se juntaron ambas visiones para desgracia de
las mujeres que habitamos Bolivia. Este es el entronque patriarcal del que hablamos (Paredes,
2014, p. 72).
La autora también plantea descolonizar el género a la vez que desneoliberalizar el mismo. Este
internacionales, que plantean la riqueza de los países del Norte y la pobreza de los países del Sur.
Esta teoría implica el cuestionamiento de las mujeres del norte rico y lo que Paredes manifiesta
Se percibe en esta última afirmación las distancias existentes entre mujeres organizadas nativas y
occidentales. Las mujeres originarias rechazan lo que consideran “una realidad de privilegio” de las
mujeres “blancas” que no se ven afectadas de la misma manera por la superposición de factores de
raza, etnia, clase social, etc., y según entienden no cuestionan las diversas desigualdades que
afectan a las mujeres más subordinadas, marginadas e invisibilizadas. Además, las mujeres nativas
suelen expresar rechazo hacia lo que interpretan como cierta “hermandad” entre sus congéneres
nativas organizadas acerca del Feminismo occidental (o los feminismos occidentales). Desde el
feminismo comunitario se afirma que este gran movimiento político responde a las necesidades de
las mujeres occidentales en sus sociedades. Entonces, las luchas y construcciones teóricas de los
hegemónicas a nivel internacional, sin dar espacio a otros aportes. Por esta razón, las mujeres
nativas desarrollan y presentan su propio movimiento feminista, que como explica Paredes las
conecta con sus ancestras rebeldes y antipatriarcales, las hermana con otras feministas del mundo, y
las posiciona políticamente frente al feminismo occidental. Así, Paredes define al feminismo
comunitario como: “la lucha y la propuesta política de vida de cualquier mujer en cualquier lugar
del mundo, en cualquier etapa de la historia que se haya rebelado ante el patriarcado que la oprime”
inmersos en las culturas hegemónicas impuestas a las pueblos colonizados. También, el desarrollo
de las propias luchas sociales, desde las experiencias y conocimientos particulares hacen del
originarias.
idea de comunidad, propia del mundo nativo se desarrolla en el feminismo indígena. En este
concepto se engloba a todas las comunidades; rurales, urbanas, religiosas, culturales, políticas,
representación política formados por la diversidad y basados en el respeto mutuo, con indiferencia a
Esta nueva complementariedad se construye en la libertad, por estar formada por pares
derechos, que por ser horizontal desafía la sumisión y las jerarquías con las consecuentes relaciones
de poder.
Más cuestiones importantes en el desarrollo teórico de este feminismo del sur, se presentan en el
acto de domesticar al feminismo porque enmascara el sistema opresor en sus deferentes niveles. La
autora considera que la transformación real será el resultado de la desobediencia y la subversión del
sistema para terminar con las relaciones de poder y la violencia contra las mujeres. En esta
patriarcal, refiriéndose a las mujeres que llegan al liderazgo político para constituir la cara femenina
del poder masculino, sin lograr ningún tipo de transformación significativa (Galindo, 2013, p. 41).
definitivas, que generen el quiebre y la reconstrucción de las relaciones de poder y posicionen a las
Asimismo, se suma otro planteamiento teórico, también autoría de Galindo (2013) que implica la
crítica a las diversidades separadas o lo que ella nombra como diversidades guetizadas de diferentes
un sujeto completo que pueda combinar diversas luchas para avanzar en los análisis y las
más allá de las fragmentaciones dentro de los movimientos de mujeres y que se concentre en la
los movimientos de mujeres y la construcción de un espacio de lucha conjunta con atención a las
diversidades resulta significativo, porque permitiría concentrar voces y esfuerzos con mayor calado
El feminismo comunitario comprende campos de acción desarrollados por Julieta Paredes, que
forman categorías para la acción política. Las siguientes categorías funcionan de manera dinámica y
articulada.
El cuerpo es un campo de acción primordial, por ser la base de la propia existencia. Los cuerpos
soportan las marcas de poder durante toda la vida, aunque también pueden ser espacios de
repercute en los ámbitos y las relaciones sociales, políticas y culturales. Por ello, se intenta construir
imágenes de los cuerpos en libertad, respeto y afecto, libres de las opresiones machistas, raciales y
clasistas. El cuerpo se entiende como integridad de corporeidad, osea alma y cuerpo integrados con
El espacio es el campo vital de desarrollo del cuerpo. Comprende los ámbitos público y privado:
la calle, el trabajo, la casa, etc. También, se refiere al espacio político, cultural y geográfico
desarrollada en el mundo nativo. Así, se considera la envolvente vertical que incluye el espacio
aéreo y satelital, el espacio de tránsito diario y los recursos naturales y la envolvente horizontal que
conflicto. De esta manera, la acción consiste en ser conscientes del tiempo para realizar
transformaciones en la historia cotidiana de cada persona. El uso del tiempo se considera valioso
porque en las sociedades actuales se suele valorar el tiempo de los varones y se les asigna a las
organizaciones y propuestas sociales con acciones políticas para garantizar derechos (Paredes, 2014,
pp. 112-115).
Por último, la memoria que se refiere a las raíces culturales que tienen un rol en la construcción
Los campos de acción presentados constituyen una proposición integral. Su práctica conjunta
podría generar mejoras significativas en las vidas de las mujeres. El respeto y cuidado del cuerpo,
con ausencia de violencias en todos los espacios sociales es un tema de discusión instalado desde
hace algunos años. Sin embargo, en esta propuesta el cuerpo se aborda desde un aspecto más amplio
con atención a las opresiones de género, de raza y condición social, atendiendo también los aspectos
emocionales con una visión global que incluye todos los espacios. Asimismo, la importancia del
tiempo en la vida de las mujeres y su uso para mejorar la calidad de vida, las propuestas políticas
para lograr la garantía de los derechos y la construcción identitaria con reconocimiento de las luchas
pasadas y los desafíos pendientes establecen un plan de acción integral con grandes posibilidades de
poder descolonizar los pueblos indígenas y cambiar la realidad de las mujeres. Esta tarea consiste en
“desmitificar lo indígena como no patriarcal” (p. 122). De esta manera, se acepta y denuncia el
básica presente en las sociedades indígenas y occidentales que se reforzó en América durante el
opresiones contra las mujeres dentro de las propias sociedades indígenas. Así se puede generar la
despatriarcalización que con la asunción de las propias injusticias puede lograr la alteración de las
Teniendo en cuenta, que todavía los machismos no se asumen de manera íntegra en el mundo
nativo, el reconocimiento de esta realidad ancestral tal como propone la autora podría significar un
feminismos se entienden desde esta visión como un conjunto de luchas individuales y colectivas de
las mujeres contra el patriarcado en todas las sociedades y momentos históricos.
Es importante señalar que este plan resulta abarcador y transformador, ya que incluye luchas
sistema en todas las culturas y sociedades. Se incluyen las palabras de la autora para definir al
feminismo comunitario:
individuales como colectivas para enfrentar y desobedecer los mandatos patriarcales, luchas
feminismo, hablamos, por eso, de un fenómeno planetario; no hay sociedad, cultura ni región
Discusión
conocer las desigualdades históricas que enfrentan las mujeres de los pueblos originarios y su lucha
conclusiones.
Del planteamiento de las injusticias pasadas y presentes en las vidas de las mujeres nativas se
concluye que ellas, al igual que las mujeres de otros orígenes culturales en el país, han sufrido las
prácticas machistas impuestas por el sistema patriarcal también operativo en sus culturas. Se
observan a través de las construcciones sociales del cuerpo y el género, el mito y la violencia sexual
agravada por la etnia, las desigualdades e injusticias pendientes de resolución. Las limitaciones,
personas del mundo nativo y académico es una ficción ajena a situaciones opresivas en la
partiendo del reconocimiento de las propia problemática patriarcal pueden continuar avanzando en
la lucha contra el sistema patriarcal ancestral.
Las problemáticas de las mujeres nativas que incluyen factores superpuestos como la raza, la
Referencias
Barrancos, D. (2007). Mujeres en la sociedad argentina. Una historia de cinco siglos. Buenos
Bidaseca, K. et al. (2011). Signos de la identidad indígena. Buenos Aires, Argentina: Paradigma
Indicial.
Hirsch, S. et al. (2008). Mujeres indígenas en la Argentina. Cuerpo trabajo y poder. Buenos Aires,