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Teoría celular
La teoría celular se debe a dos científicos alemanes, el botánico Mathias Schleiden y el zoólogo
Theodor Schwann. En 1838, Schleiden señaló por primera vez que las plantas se componen de
células. Al año siguiente, Schwann extendió esta generalización a los animales. La teoría celular no
tardó en imponerse, pues agrupó un conjunto de datos que ya gozaban de consenso en la comunidad
científica y desde entonces se acepta que la célula es la unidad básica de todos los organismos
vivos.
En el año 1855, Rudolfh Virchow amplió la teoría celular y afirmó que las células solo surgen por
división de otras células preexistentes, contradiciendo así la teoría (que aún entonces tenía
muchos adeptos), de que las células pueden surgir por generación espontánea de la materia
inanimada.
Durante el siglo XX, la teoría celular fue reafirmada y ampliada y es hoy uno de los conceptos
unificadores más importantes de la biología. En su formulación actual, la teoría celular enuncia:
3) Las reacciones químicas del organismo vivo tienen lugar dentro de células.
4) Las células contienen la información hereditaria de los organismos que integran y esta
información se transmite de la célula madre a la célula hija.
Características de las células
Todas aquellas características que se hacen evidentes en un organismo complejo y nos permiten
reconocerlo como un ser vivo, están presentes en cada una de las células que lo componen.
· Poseen un programa genético que guía el desarrollo de sus estructuras y su funcionamiento. Ese
programa genético está inscripto en la estructura del ADN (ácido desoxirribonucleico) y contiene
información para la síntesis de proteínas. Sin embargo, el ADN no participa en forma directa en la
elaboración de proteínas. Para ello, la célula sintetiza una molécula intermediaria, el ARN (ácido
ribonucleico), donde se transcribe la información genética almacenada en el ADN. El ARN es el
artífice directo de la síntesis de proteínas, proceso también llamado traducción. Las proteínas son
las ejecutoras del programa. Por lo tanto, la puesta en marcha de un programa genético requiere:
Tienen movimiento.
· Poseen receptores que les permiten captar señales del medio y responden a ellas.
· Se autorregulan.
· Se reproducen.
Modelos celulares
Una célula consta de tres elementos fundamentales: un límite, la membrana celular; un contenido
o citoplasma y el material genético, el cual se halla en una o más estructuras llamadas
cromosomas. El modelo celular más sencillo, el de las bacterias, presenta el cromosoma en
contacto directo con el citoplasma, en una zona denominada nucleoide. En todos los demás seres
vivos, los cromosomas están encerrados en un núcleo limitado por una envoltura nuclear, de
manera que el contenido celular queda dividido en dos zonas: núcleo y citoplasma. A este modelo
celular se le dio el nombre de célula eucariota (de eu: verdadero y cario: núcleo). Al tipo celular de
las bacterias, en cambio, se lo llamó procariota (anterior al núcleo).
La descripción de la estructura que sigue no corresponde a una imagen sino a un modelo obtenido
de pruebas indirectas. La membrana plasmática es una bicapa formada por fosfolípidos,
glucolípidos y colesterol, con proteínas en la superficie de la bicapa e intercaladas entre los lípidos.
La mayor parte de las proteínas son en realidad glucoproteínas, pues llevan unidas cadenas de
oligosacáridos que se proyectan desde la membrana hacia el exterior celular. Los glucolípidos solo
se ubican en la monocapa extracelular y sus glúcidos, por lo tanto, se exponen en la superficie de
la célula. Las cadenas glucídicas de unas y otras moléculas forman en conjunto la capa más externa
de la membrana plasmática, a la que se llama glucocáliz.
El modelo descriptivo de la membrana plasmática, modelo de mosaico fluido, indica que los
componentes de la membrana gozan de cierta libertad de movimiento en el espesor de la misma.
Dependiendo del tejido, la membrana presenta zonas especializadas en distintas funciones, las
diferenciaciones de membrana.
Citoplasma
El citoplasma es la zona que se ubica entre la membrana plasmática y el núcleo. La parte líquida
del citoplasma se denomina citosol o matriz citoplasmática. La matriz citoplasmática es un medio
acuoso que contiene iones y moléculas pequeñas disueltas y también muchos tipos de
macromoléculas en suspensión; entre ellas, enzimas, que participan en importantes vías
metabólicas. En algunos casos, el citosol tiene inclusiones, que son depósitos de distintas
sustancias. Por ejemplo, en las células del tejido adiposo grandes gotas de triglicéridos se reservan
en el citosol.
Sin embargo, el citoplasma está lejos de ser una masa homogénea e informe. Por el contrario, el
citosol está interrumpido y recorrido por una serie de estructuras complejas y especializadas: el
citoesqueleto, el sistema de endomembranas y los organoides citoplasmáticos.
Citoesqueleto
Los micro filamentos (MF) son los componentes más delgados del citoesqueleto. Son varillas
macizas de 8 nm de diámetro, constituidas por unidades de una proteína globular, la actina G. Las
unidades de actina G se unen entre sí en una doble hélice estrecha que forma el micro filamento o
actina F.
Los microtúbulos (MT) son cilindros huecos de 25 nm de diámetro; tienen subunidades de otra
proteína globular, la tubulina. En la pared del microtúbulo, las unidades de tubulina se disponen
formando 13 hileras llamadas protofilamentos.
Tanto los MF como los MT pueden modificar su longitud añadiendo o perdiendo subunidades por
ambos extremos, en los procesos llamados polimerización y despolimerización, respectivamente.
La polimerización consume energía.
El centrosoma es una zona cercana al núcleo que comprende a los centríolos, estructuras pares
ubicadas en ángulo recto uno respecto del otro, y a una matriz que los rodea, la matriz
pericentriolar. Esta última contiene proteínas que dirigen la formación y el crecimiento de los
microtúbulos, por lo cual el centrosoma es considerado un “centro organizador de microtúbulos”
(COMT).
http://www.genomasur.com/BCH/BCH_libro/capitulo_03.htm