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El ejército mexicano,

el poder incógnito

Guillermo J R. Garduña Valero*

uele definirse lo incógnito 45 minutos para cederle el poder

S como una presencia que


pasa inadvertida pese a su
importancia. En ello radica la
a Huerta; el resto es historia co-
nocida).

fuerza del poder mismo: en su ca-


pacidad para enlcubrirse, para con- LOS SUPUESTOS
fundirse con el medio sin ser perci-
bido, para escatimar en pública sus Pese a su importancia, el ejército
atributos y volverse clandestino mexicano preserva para sí su in-
para poder actuar en favor de sus formación de una manera tan celo-
verdaderos propósitos. sa que incluso su archivo histórico
En efecto, a 173 años del surgi- mantiene periódicamente hermé-
miento del México independiente, ticos candados y áreas cerradas
los militares lo han gobernado por a los investigadores, con lo cual
100 años, 4 meses, 21 dias, 23 ho- impide el acceso a una fuente ina-
ras y 15 minutos (pues hubo un preciable de datos que sin duda
civil, don Pedro Lascurain, que arrojarían luz sobre procesos cla-
gobernó en 1913 por espacio de ve de la vida política de México.

IZTAPALAPA 34
* Profesor investigador de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad
JULIO-DICIEMBRE DE 1994, pp. 91.106 lziapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana.
92 Guillermo J. R. Garduño Vuiero

I,a historia oficial del ejército mexicano remonta conjugar la tradición con las rupturas; reconocer que
su origen a los olmecas, primera civilización de Me- si bien no estamos en presencia de una casta militar
soamérica. Lo anterior busca mantener el mito de una como las de otras latitudes, el ejército mexicano
supuesta continuidad desde el periodo prehispánico contempla jerarquías y está sometido a leyes y tribu-
basta nuestros dias.' nales propios; el secreto es parte de una rutina, por
Quizás el error metodológico más común entre los razones internas de seguridad, cuya meta es lograr
esíudiosos de esta temática sea el de asumir como que los procesos de decisión le correspondan prefe-
válidos y verdaderos los valores con los cuales se rencialmente a la institución, y en esa inteligencia se
presenta a sí niisma la institución castrense, como si maneja un alto nivel de incertidumbre respecto de
se tratara de hechos indiscutibles y probados. En otras instancias que pretendieran someterlo a su di-
principio el ejérciio no es una estructura de obedien- rección.
cia ciega sometida a una visión de autoridad; es "un La historia oficial a este respecto cumple el propó-
escenario de actores históricos" que pueden mante- sito de presentar ante la sociedad una imagen unitaria
ner o rebasar la institucionalidad dependiendo del de la institución militar, aunque en su interior existan
marco de condiciones en las que les toque actuar.2 las más variadas camarillas y tendencias; cabe distin-
Otro error usual, sobre todo en la historiografía guir además que la ideología castrense es en realidad
estadounidense reciente, es el de considerar la su- el "realismo conservador", según la feliz expresión
puesta pérdida de presencia de la institución castren- de Samuel Huntington, "porque la existencia de la
se en el campo de la dirección política, cuando para- profesión militar presupone intereses humanos en
dójicamente se le atribuye la misión de constituirse conflicto y el uso de la violencia para defender y
en baluarte de las instituciones si éstas cayeran en un mantener esos intereses"?
marco de ingobernabilidad bajo la dirección civil Si pretendiéramos establecer una periodización en
-parece olvidarse una larga experiencia histórica torno a nuestras fuerzas armadas en el siglo xx ten-
que nos muestra una tendencia que hasta abora no se dríamos que distinguir al menos 10 momentos, cuyos
iia cancelado y que podría encuadrarse en la frase del rasgoos podrían delinearse en los siguientes términos:
historiador Carlos Castro, quien sostiene que "las
fuerzas armadas de México son fuertes en tiempos de
paz y se debilitan en periodos de Guerra".' EL ANTIGUO REGIMEN

El antiguo régimen, que es herencia del siglo XIX, y


LAPERIODII.ACI~N cuyos rasgos típicos fueron: alta concentración del
mando - d e l total de 99 generales, sólo 10 eran divisio-
llna lectura mas atenta, en el afán de lograr una narios, entre ellos el propio Presidente Díaz-, escasa
correcta periodizaciíin, nos mostraría la necesidad de movilidad y rotación de mandos; armamento defi-
El ejército mexicano, e lpoder incógnito 93

ciente de acuerdo con las innovaciones que comenza- tura funcional, ya no podía expresar el orden impues-
ron a producirse con el nuevo siglo. En este sentido to por la dictadura, pues llegaron a coexistir dos
cabe mencionar que el fusil Mondragón, de fabrica- estructuras incompatibles. Además, las lealtades y
ción y diseño nacionales, era en 1910 el arma oficial los vínculos tuvieron que rehacerse debido a la heca-
del ejército, l o cual permite entender la superioridad tombe provocada por la renuncia del dictador.
que tuvieron los rebeldes al inicio de la Revolución, El telón de fondo de estos acontecimientos estaría
cuando introdujeron la carabina 30-30, que devastó a enmarcado por una dualidad expresada entre las fuer-
las huestes porfiristas y a los rurales.’ zas emergentes y aquellas que provenían de la dicta-
Además cabría mencionar el contexto en el que se dura y que no habían disuelto sus compromisos con
produjeron los acontecimientos para enmarcar el pa- las viejas camarillas. La contradicción central es visi-
pel de las fuerzas armadas, y que podría resumirse en ble cuando encontramos a un hombre como Madero
la exigencia que el propio Díaz le impone a su ejérci- en medio de una tormenta de lealtades que le imposi-
to de separarse de la vida política y social -situación bilitaba tomar decisiones.
típica de las dictaduras-, lo cual provocó que el ejérci-
to perdiera aptitud para ponderar la magnitud de los
conflictos en los que al final se vio involucrado. L A DISOLUCIÓN Y LA LUCHA DE FACCIONES

Hacia 1914, a raíz de los tratados de Teoloyucán por


LAREVOLUCIÓN MADERISTA los que se disuelve el ejército federal, se inicia una
nueva etapa que es imprescindible retomar para en-
La Revolución maderista representó para el ejército tender la transición hacia el nuevo ejército producto
un periodo extraordinariamente difícil. En la transi- de la Revolución. En principio dichos tratados no
ción del mando Venustiano Carranza asume el cargo previeron la disolución de la marina, arma que si bien
de secretario de Guerra y Marina -el único civil que era de poca importancia, revela hasta qué grado las
hasta ahora lo ha ocupado, aunque sea de manera fuerzas revolucionarias desconocían el interior del
provisional-. En ese mismo periodo Zapata se niega aparato castrense a ser desmontado. Cabe mencionar
a reconocer el nuevo régimen (por lo que será com- que algunos de los exintegrantes del ejército se su-
batido por Huerta); Francisco Villa, por diferencias maron a grupos revolucionarios; por otro lado, la
en cuestiones de mando con el propio Victoriano, es oficialidad y los jefes fueron reclamados por la Re-
encarcelado en la prisión militar de Santiago Tlate- volución, ya que el movimiento carecía de ese tipo de
lolco; Pascua1 Orozco se sublevará contra Madero; estructuras en sus filas y se requerían como el enlace
don Bernardo Reyes, quien había retornado para las; necesario con la tropa. De hecho, se trata de una
elecciones, terminó en la cárcel, y el final de todo transición que reasigna posiciones a la vez que des-
esto fue trágico: aun cuando permaneciera la estruc- conoce a algunos de los mandos más visibles como
94 Guillermo J. R. Garduño Valero

Zapata, quien no alcanza reconocimiento como parte un terreno inapropiado: estaba colocado frente a
del ejército. un ejército debidamente atrincherado y dotado de
El acontecimiento decisivo de la Revolución en el ametralladoras que devastaron a los Dorados.
ambito militar es la batalla de Celaya, librada del 6 al g) Los mandos constitucionalistas demostraron ser
I S abril de 1915. Enfrenta en dos etapas a los ejérci- superiores a sus oponentes. Destaca en este aspec-
tos revolucionarios mejor constituidos: la División to el empleo de la caballería.
del Norte y el Ejército constitucionalista. Las cabe- h) Ei general Obregón utilizó una línea de abasteci-
zas visibles del mando: Villa y Obregón, no habían mientos corta y protegida que le permitió recibir
egresado de ninguna academia militar. Las causas de oportunos refuerzos de personal y municiones '
la victoria y de la derrota desde el punto de vista de la
estrategia militar empleada pueden resumirse desde Sin negar la hazaña militar de Obregón cabe men-
la visión del historiador del ejército Luis Garfias cionar como hecho decisivo el uso de una tecnoologia
Magaña en los siguientes términos: militar más avanzada (de origen estadounidense); tal
suceso plantea los limites de los ejércitos popuiares
a) Unidad de objetivo. Destrucción del ejército vi- en su capacidad para conjuntarse, máxime en mo-
Ilista. mentos determinantes phra su futuro.
b) Concentración de medios. Con menores efectivos
en ambas batallas, los constitucionalistas logra-
ron ser más fuertes y estar en el lugar y el momen- DEPIJRACI~N
Y PROFESIONALIZACI~N
to apropiados.
c) Sorpresa. Las fuerzas villistas fueron sorprendi- La lucha de facciones logra superarse por vías inúlti-
das con la acción ofensiva del día 15, que las sacó pies, que van desde la creación de un nuevo orden
por completo de balance. constitucional hasta la liquidación de las fuerzas y
d) Maniobra. El general Obregón en las dos batallas figuras significativas que se opusieron al proyecto de
buscó y llevó a cabo la maniobra. Carranza, quien a su vez demostró tener en su bloque
e) Ofensiva. Aun cuando en ambas baíallas las cir- la capacidad de construir una voluntad de poder. El
cunstancias impusieron inicialmente al general momento significativo está marcado por la consuma-
Obregón la defensiva, él busco la ofensiva. ción de la Revolución de Agua Prieta, en 1920, que
f ) El general Obregón demostró sus grandes cuali- da inicio bajo el obregonismo a la reestructuración
dades de conocedor de hombres, puesto que pre- del ejército producto del movimiento armado. El pro-
vió en términos generales las acciones que el ceso suponía determinar quiénes formaban parte de
general Villa llevaría a cabo. En contrapartida, en las nuevas fuerzas armadas. Esto implicaba que el
este iiltimo hubo un menosprecio por el enemigo. reconocimiento de los grados se haria mediante tina
que lo llevó a utilizar una carga de caballería en rigurosa selección que, impulsada bajo una visioii
El ejército mexicano, elpoder incógnito 9s

profesionalizante, excluiría a muchos de los viejos paso a la liquidación de los compromisos entre el
revolucionarios que si bien tenían balas en el cuerpo, régimen y los miembros de un cuerpo tan profunda-
carecian de papeles que demostraran sus grados. mente dividido como lo era el ejército al concluir el
El proceso de institucionalización de las fuerzas conflicto. De esta manera cabría hacer mención de la
armadas revolucionarias no es simplemente el acto revuelta de Murguía en 1923. Del asesinato de Villa
de transformar lo militar en civil; es un encadena- en ese mismo año. Del delahuertismo en 1924, que
miento demasiado vasto de acciones que desde el dividió al ejército como pocas veces. De la rebelión
Estado buscan someter a los núcleos armados a una cristera, que va de 1926 a 1929; y del punto definiti-
nueva lógica. En este sentido la mecánica empleada vo: la llamada Revolución escobarista, con la que
por el obregonismo comienza por la revisión de los concluirán las asonadas de carácter nacional.
expedientes de los soldados para dar de baja median- Una visión del nivel estadístico aparece en la grá-
te diversos procedimientos a simuladores o enemigos fica 1 que se presenta a continuación; da cuenta de la
potenciales. reducción significativa de miembros del ejército que
Continúa con la separación de las soldaderas de se produce en los años seleccionados.
los cuarteles y la clausura de aquellos centros donde
permanecían al lado de sus "juanes". hombrcs Gr6fica I
Modifica las relaciones de trato entre la tropa, la Cuadro de efectivos del ejhcito
250 O00
oficialidad, los jefes y los mandos, tarea sin duda (1920 a 1930) 1926
dificil, dado que las lealtades se orientaban principal-
mente en tomo a la figura y no al grado. Crea "cam-
200 O00 A 1924"

1924'
pos de concentración" a fin de ofrecer la preparación 15oOoo
necesaria en todos los niveles de la estructura jerár- 1920
quica, y en ella destacan la reapertura del Heroico 100 O00
1930
Colegio Militar y la creación de escuelas profesiona-
les como lo sería la Médico Militar.
@ 1929"
50 O00
Crea una nueva policía política encargada de reci- 1929'
bir los informes en tomo a conjuras y deslealtades de O 1928
los miembros de la estructura militar. Mandos Jefes Oficiales Trooa
Se inicia, junto con la profesionalización la rota-
ción de mandos, lo cual abre paso a la práctica de
desterrar los caudillismos? Fuenie: Secretaria de la Defensa Nacional, El ejército mexicano
Mexico, SDN, 1979, p. 468.
Pero quizá lo más efectivo para operar la depura- personal que defeccionó
ción, y que se desarrolla junto con los mecanismos ** personal que permaneció leal
administrativos, fueron las rebeliones, que abrieron
96 üuillermo J. R. üorduño Valer0

entre la Iglesia y el Estado y a la formación del


partido oficial, son los hechos que crean las bases
para una nueva visión de las fuerzas armadas, las
cuales encuentran mecanismos de insiitucionaliza-
ción, sin negar que la constitución del bloque domi-
nante, sobre todo en medio del maximato, dejaba
abiertas las puertas a figuras regionales que mantu-
vieron sus posiciones en la medida en que respondie-
ron a las exigencias del poder nacional. Casos especí-
ficos serían Cárdenas, quien mantuvo sus intereses
en Micho&, Joaquín Amaro y Matías Ramos en
Zacatecas; Abelardo Luján Rodriguez y Agustfn Ola-
chea Avilés en el Noroeste, en particular en la penín-
sula bajacalifomiana; Andrés Figueroa y Juan An-
drés Almazán en Guerrero; los Avda Camacho en
Puebla; Manuel Pérez Treviño en Coahuila; Saturni-
no Cedillo y Gonzalo N. Santos en San Luis Potosí;
Adalberto Tejeda en Veracruz; Tomás Garrido Cana-
bal en Tabasco; Esteban B. Calderón en Nayarit, que
servirían tan sólo para ilustrar la naturaleza de las
alianzas que tuvo que sortear Calles para mantenerse
como el jefe máximo.

EL CARDENISMO
La grlifica no permite apreciar un hecho funda-
mental: en esos años queda integrado un nuevo ejér- El periodo cardenista, de 1934 a 1940, significó el
cito que, bajo la dirección del general Amaro, abre la reajuste más importante en la vida del ejército, pues
posibilidad de controlar, regular y someter a estas su reestructuración fue tan plena que podría hablarse
fuerzas mediante mecanismos diversos de los que se de un antes y un después. En efecto, la ruptura Cárde-
mantuvieron en estado de insurgencia o pretendieron nas-Calles es más que la diferencia entre dos hom-
constituirse en factores decisivos en el nivel regional. bres. Representa un proceso que va desde la mcdifi-
El asesinato de Obregón en 1928 y la rebelión cación del Rito Masónico Mexicano, donde ambos
escobarista de marzo de 1929, unidos a los acuerdos e m grandes maestros, hasta la reasignación de posi-
El ejército mexicano, elpoder incógnilo 91

ciones a los grupos dentro de la estructura militar. Lo gencia de acuerdo histórico con el presidencialismo;
anterior modificó las relaciones del instituto armado entre ellas destacan: la transformación de la Secreta-
con el Ejecutivo. ría de Guerra y Marina en Secretaría de la Defensa
Comencemos por el control de las zonas militares. Nacional (se modifica la base organizativa del ejéi.ci-
Cárdenas realiza movimientos rápidos en el ámbito to y el pensamiento militar dominante hará énfasis en
de los mandos, de modo que la estructura de alianzas la defensa, por encima de la interpretación de Clause-
quedara sin posibilidades de articulación. Un ejem- witz en la orientación de Ludendorftde guerra total).
plo sería el cambio del general Miguel Medina Vey- Se crea la Escuela Superior de Guerra para la capaci-
tia, de Sonora a la zona militar número uno en la tación de los jefes, de donde derivarán los diploma-
ciudad de México. Cuando el general Francisco J. dos del Estado mayor (DEM). De alguna manera estas
Mújica le reprocha que cómo es posible que a un ideas traerán consigo otras medidas que hasta la fe-
callista reconocido le diera la mejor zona militar, cha se mantienen, como son la creación del puesto de
Cárdenas sólo le responde que "aquí lo puedo tener inspector general del ejército y sobre todo la creación
controlado y en el Noroeste no lo puedo ver". En del cuerpo de guardias presidenciales como tropas
efecto, el personaje que lo suplirá será el general selectas bajo el mando exclusivo del presidente.
Rodolfo Sánchez Taboada, leal al presidente.* Con esta propuesta se logran a su vez otros propó-
Además, Cárdenas haría volver al activo del ejér- sitos no menos importantes: el control de los gober-
cito a figuras postergadas por el Callismo. La selec- nadores mediante las zonas militares; la rotación de
ción no pudo ser mejor: por parte de los carrancistas, mandos; la disuasión de la conspiración por parte de
enemigos acérrimos de los sonorenses que los habían los caciques regionales. Incluso en el caso de la rebe-
desplazado, regresan Gregorio Morales, Cándido lión Cedillista habría que reconocer que el propio
Aguilar, Heriberto Jara, Jesús Agustín Castro y Ge- Cárdenas lo empujó a la sedición para evitar que el
novevo Rivas Guillén, quienes se irán contra las po- movimiento lograra su propósito en caso de que la
siciones callistas en Nuevo León, Chihuahua, Coa- convocatoria hubiese madurado y aglutinado a fuer-
huila, Veracruz, Durango y San Luis Potosí. Por par- zas significativas. De ese modo se logró el aislamien-
te de los villistas retorna Pánfilo Natera, zacatecano to de don Saturnino.
que neutralizara a los poderosos Joaquín Amaro y Esta política le permitirá hacer el cambio genera-
Matías Ramos. La fracción zapatista será enviada a cional en la estructura de los mandos del ejército,
Michoacán con el general Gildardo Magaña; y por pero sobre todo un manejo adecuado de la sucesión
último, el obregonismo será reivindicado con la pre- presidencial. Pedirá a los precandidatos su renuncia
sencia de Antonio Ríos Zertuche.' como condición para participar en el proceso; elimi-
Sin embargo, después de la expulsión de Calles y nará las posibilidades de triunfo de Juan Andrés Al-
sus partidarios, las medidas administrativas tendie- mazán, quien fuera lanzado por la oposición. Forma-
ron a motivar que los procesos adquirieran una vi- rá el grupo Morelos para la asamblea del Partido de
98 Guillermo J. R.Garduño Vuiero

la Revolución Mexicana, pero el propósito será en LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


realidad la disolución de la alternativa de constituir
un sector militar. De hecho este grupo se disuelve El término del periodo cardenista se produce en ple-
después de la convención. Pero el pago de los favores na Segunda Guerra Mundial. Pero no será hasta
será cobrado por los protagonistas en régimenes pos- 1942, bajo el mando del general Manuel Ávila Cama-
teriores Sus integrantes fueron Heriberto Jara, Al- cho, cuando se logre articular la primera propuesta de
fonso Corona del Rosal, Cristóbal Guzmán Cárde- unidad nacional, a la que siguen el retorno de los
nas, Gilberio R.Limón, Marcelino GarcíaBarragán y callistas y el de Cárdenas a la Secretaria de la Defen-
Hermenegitdo Cuenca D i u . Como podemos apre- sa Nacional. En este lapso queda consolidado el po-
ciar, este periodo es clave para entender el proceso der del Ejecutivo sobre las diferentes facciones mili-
posterior de la vida del ejército. Sólo habría que tares. De esta forma, en el nivel de la organización se
agregar que entre 1935 y 1938 tuvieron licencia for- consolidan las armas modernas derivadas de este si-
zosa 91 de los 350 generales en activo.'" glo: se crean el Departamento de Marina y la Fuerza
El ejército mexicano, elpoder incógnito 99

Aérea Mexicana que, aunque en forma incipiente,


logran volverse autónomas.
Podría afirmarse que ambas existieron con ante-
rioridad, pues la Marina siempre estuvo considerada
desde el México independiente y el decreto de crea-
ción de la Aviación Militar Mexicana fue firmado
por don Venustiano Carranza en 1915; sin embargo,
ambas estuvieron subordinadas y sin desarrollos dig-
nos de mención hasta que las exigencias de la Segun-
da Guerra Mundial así lo reclamaron.
Un hecho significativo de este periodo es que al
concluir la conflagración México logró salvaguardar
su soberanía, e impidió la creación de bases perma-
nentes estadounidenses, pese a las presiones que se
ejercieron en ese sentido por parte de los aliados.
Además logró hacer retornar a las facciones militares
al orden, pues ni Cárdenas ni Calles volverían a to-
mar directamente los mandos, y abrirían con esto el
paso de los civiles al poder.

EI.iwcro CIVILMILITAR

A partir del ascenso de Miguel Alemán se produce el


acuerdo civil militar de más amplio alcance en este
siglo, el cual será redefinido por las nuevas condicio-
nes y por el desplazamiento de las viejas generacio-
nes que logra su culminación en 1968.
En este acuerdo hay tres líneas visibles:
Los militares no volverán al poder pero manten-
drán para si una cuota de poder que les permitirá ser
considerados como factores reales en el proceso de
construcción de decisiones. De esta forma es posible
observar de qué modo dominan los militares en la
1 O0 Guillermo -1.R.Garduña Valero

direccióii del mi, miendo presente el listado de los Al arribar al poder leinán las tres facciones do-
presidentes de ese partido. minantes en el ejército están representadas por Cár-
denas, Amaro, y aunque Calles ha fallecido, su grupo
PcnioW PRESIDEY~I..\I. PRESIDENTE D I L CL'h DEI. PRI esta dispuesto a retomar la iniciativa de desplazar al
\llC;Cr.l. A L t M h VA1 GRAL GABRIEL LLYVA VCI.A/OUtI
4IKJLFO RlJlZ M K T N F I
VTS
cardenismo. La mecánica seguida por el veracruzano
GRAL. RODOLFO SAh'CHtI TABCI,\UA
kIK>LF<iL O P U MATLO, (iRAl. AGllSTh OLACHW AVII.EI será llamar al general Gilbert0 R. Limón, quien no
pertenecía a ninguna de estas corrientes (había sido
jefe del Estado Mayor de Obregón), y de ese modo se
En los tres periodos, que abarcan un total de 18 colocaba al margen de tales disputas.
años, los mecanismos de sucesión quedaron en ma- Con Adolfo Ruiz Cortínez hay un factor esencial
. AI mismo tiempo la polieía política previo: la existencia del benriquismo, que dividió a
de los núcleos de origen castrense, la familia revolucionaria; y pese a que Lázaro Cárde-
donde a partir de la fundación de la Dirección Fede- nas terminaría apoyando a don Adolfo, el general
ral de Seguridad aparecerá la figura del capitán Fer- Matias Ramos Santos, archienemigo de Cárdenas, es
nando GutiGrrez Barrios, verdadera memoria vivien- llamado para dirigir la Secretaria -se encargó de
te del sistema politico desde la posguerra. A ella liquidar a los miembros del ejército que participaron
cabria agregar los elementos que se van sumando a la en favor del general Miguel Henriquez Guzmán-.
tarea. Miguel Nassar Haro, Florentino Ventura, Ja- De hecho ese momento marca el fin de la carrera
vier García Paniagua y Jorge Carrillo Olea, en rigu- iiiilitar de don Lázaro.
roso orden de aparición. Durante el régimen de Adolfo López Mateos es
Otra línea de análisis compete a la mecánica de la convocado el general Agustín Olachea Avilés, de la
sucesión del secretario de la Defensa, cuyas directri- facción del Noroeste presidida por el general Abelar-
los gobiernos civiles, se basan en un manejo do Luján Rodriguez. Durante este periodo se inantie-
brios tendiente a evitar formar un liderazgo neii las restricciones a la facción cardenista, pero se
indeseseable capaz de crear continuismos de grupos abre la posibilidad de ascenso a partir de 1961 al
De acuerdo con ello, la lógica sería que el ako mando general Marceliiio Garcia Barragán como divisiona-
fuera renovado totalmente cada sexenio por medio de rio, y el propio Cárdenas queda como vocal ejecutivo
un grupo de relevo del todo incompatible con el de la Cuenca del Balsas, posición en la que se man-
anterior tendrá hasta su muerte en 1969. En este periodo el
Ejemplifiqwnos la propuesta que hemos formulan- aiiticomunismo que invade Occidente penetra el
do siguiendo la idea de continuidad y ruptura de los mando del ejército. Llega a prohibirse a Cárdenas
grupos que han llegado a la posición de secretario del visitar Cuba.
ramo, desde Miguel Alemán hasta Gustavo Diaz Or- El fin del ciclo arriba con Diaz Ordaz, quien con el
daz. Este sistema probó su eficacia durante 24 años propósito de desplazar a las facciones anticardenistas
El ejército mexicano, elpoder incdgnito 101

nombra secretario de la Defensa nada menos que a den asumirse como un mero apéndice del poder ci-
Marcelino García Barragán, con lo que se logra com- vil.”
pletar el periodo de circulación de las élites militares.
En estos momentos, a partir de 1965, el ejército co-
menzará a ser involucrado cada vez más en conflic- L A MODERNIZACION Y LOS MOVIMIENTOS
tos vinculados con las protestas de una incipiente POPULARES
sociedad civil que se expresa a través de los movi-
mientos estudiantiles de Michoacán, Sonora, y que A partir de 1968 una fracción del ejército, la fuerza
culminan en la tragedia de 1968. aérea, adquiere un protagonismo impresionante en
Intentamos aquí probar la falsedad del carácter un contexto en el que comienzan a menudear los
apolítico de las fuerzas armadas. De hecho tales fuer- golpes de Estado en muchos países del Cono Sur.En
zas controlaron por un largo periodo sectores clave este sector se inicia la modernización del instituto
vinculados al partido oficial, así como la seguridad armado, y las propuestas equivalentes a los coman-
nacional y la dirección autónoma de sus instancias de dos se perfilan en este sector al tiempo que la guerra
gestión. De ahí que bajo ninguna circunstancia pue- de Vietnam se profundiza y queda entrampada y sin
IO' Gurllernio J. K. Garduño Valero

soluciljn hasta la debacle de la derrota politicomilitar Otro factor digno de destacarse es la creación de
de 1975. luna cuota de poder a los mititares en el campo de lo
h i este periodo que nos ocupa se desarrollaraii político. No quiero decir que antes no lo hubieran
cuatt'o líneas de reiiovacion: tenido, sino que en este caso adquiere la forma dc
tIii principio enmarca el tin de las viejas genera- búsqueda de salidas a aquellos que colocados en la
cione? de revolucionarios que son llevados al retiro linea de sucesión del secretario se les crean alternati-
obligatorio por el ascenso de los llamados DFM, egre- vas laterales en ténninos de tres salidas típicas: las
sados de la Superior de Guerra, y que por consiguien- posiciones en el aparato politico, que van desde dipu-
te no asumen las disputas de las camarillas históricas. taciones y seiiadurías hasta gubematuras. La ubica-
El primer secretario con estas características es Her- ción de los militares en puestos de mando policiaco o
iiieiiegildo Cuenca Diaz, de la generación de 1920. aduanal, tendientes a enriquecerlos, pero cortando
Dicha generación llegó en una coyuntura marcada sus aspiraciones futuras a constituirse en mandos. La
por el disgusto que provocó el minuto de silencio que otra sería la carrera en el Estado Mayor Presidencial,
el candidato Luis Echeverria liizo en 1969, en More- en la cual, por ser la guardia pretoriana del presidente
tia, por las victimas del 2 de octubre del ano anterior. en turno, comparten las tareas de la seguridad y del
1.a vieja guardia de la I>efensa se iiiolestó al grado manejo de información privilegiada.
qtic el propio Diar Ordar peiisó eii retirar al candida- Por último es en este periodo de modernización
io en cainpafia. Fue disuadido por el apoyo que Eche- ciiando puede hablarse de un nuevo ejército, sobre
verria obtuvo de la Asociación Leaiidro Valle, presi- todo a partir del triunfo en 1975 sobre las fuerzas
dida por Cuenca Díaz. De ahí que la negociación se guerrilleras. Esto se tradujo en una mayor autonomia
haya planteado en términos de que al llegar al poder frente al poder civil.
Echeverria arreglaría cuentas con la viejos revolucio-
iiarioc. quienes a la postre fueron mandados a retiro
en 1971 Y CRISIS
REESTRUCTURACI~N
Por otra parte, la lucha guerrillera que comienza a
surgir ii part& de 1969 en los frentes de Guerrero, con El periodo que va de 1976 a 1988 abarca los rcgíme-
Geiiaro Vázquez Rojas; la del Güero Medrano en nes de José López Portillo y Miguel de la Madrid
Tuxtepec. Oaxaca; más la lucha urbana que inicia la Hurtado. En este ciclo se logran introducir nuevas
I .iga Comunista 23 de septiembre, a la que se agregan tareas en el ejército, tales como la lucha permanente
otros grupos, crearon la necesidad de modernizar tanto contra el tiarcotráfico y la liquidación de la propuesta
la doctrina y ia estrategia como los instrumentos de de Hermenegildo Cuenca Día2 de crear mediante la
coiiihaic de las fuerzas armadas. Así, tras una intensa Leandro Valle el equivalente a un sector militar del
preparación en lucha aiitiguerrillas logran derrotar a los partido oficial. Aqui habria además que hacer una
núeleos insurgentes, coli tin costo altísimo. precisión: cuando en 1976, al concluir su gestiljii
El ejircito mexicano:,el poder incógnito 103

como secretario de la Defensa fue lanzado por el rige en el país y que se define como “crear las condi-
partido en el poder como candidato a gobernador, ciones para consolidar la estabilidad e integridad de
don Hermenegildo falleció en condiciones no espera- la nación para que se logren llevar a cabo las proyec-
das, en plena campaña, sin que se esclarecieran ple- tos del Estado nacional”.’*
namente las causas de su deceso. En el plano de renovación de la Secretaría la ten-
A partir de este periodo no se vuelve a hacer visi- dencia se mantiene durante los últimos tres régime-
ble la presencia activa de miembros del ejército en nes, sólo que en este caso el desplazamiento se pre-
actividades partidistas, pues incluso el PARMfue crea- senta por generaciones. El general Felix Galván Ló-
do para la facción del carrancismo que apoyó la cam- pez en su momento ajustó cuentas con su antecesor
paña de Ruiz Cortínez. El propio don Adolfo, en su en virtud de haber sido el secretario particular de
afán de impedir que este núcleo se posesionara del Marcelino Garcia Barragán y por pertenecer a la ge-
partido oficial, creó tal mecanismo de participación neración de los años treinta. Juan Arévalo Gardoqui
simbólica. AI morir Ruiz Cortínez la dirigencia de pertenece a la generación de 1940 y tiene como rasgo
dicho partido fue cambiando paulatinamente su sig- característico el de ser el primer secretario de la
nificado. Defensa que ha llegado a esa posición sin haber par-
El momento está marcado también por la irrupción ticipado en acciones de armas, pues incluso su ante-
de México en el mercado petrolero y por el fortaleci- cesor combatió la rebelión cedillista. El general An-
miento de los cárteles del narcotráfico en las sierras tonio Riviello Bazán estuvo a punto de retirarse en
del Noreste. Si bien habría que reconocer esta labor iguales condiciones que su antecesor, pero a unos
de lucha contra el tráfico de estupefacientes, por otro meses de su retiro se presentó, poco antes de la tre-
lado ha dado lugar a que algunos miembros de la gua, en el escenario de Chiapas en los primeros días
.jerarquía militar hayan sido acusados desde el exte- de 1994.
rior de formar parte de las mafias. Incluso, la D E A Una nueva facción del ejército comenzó a cobrar
acusó a tres funcionarios de primer nivel del régimen una relevancia inusitada a partir de 1976, y es el
De la Madrid: el propio secretario, Juan Arévalo grupo formado en el Estado Mayor Presidencial por
Gardoqui; el entonces gobernador de Jalisco, Enri- el general Miguel Ángel Godínez Bravo. Éste enlazó
que lvarez del Castillo; y Manuel Bartlet, secretario su influencia con su sucesor, Carlos Bermúdez Dávi-
de Gobernación. la, y con el general Arturo Cardona Marino. Lo ante-
Si de alguna manera pudiéramos nhicar una pro- rior revela una continuidad de 18 años en una posi-
blemática que englohara las preocupaciones básicas ción clave por su cercanía con el Ejecutivo. Esta
del periodo seria la idea de seguridad nacional. No situación hubiera llevado a crear una continuidad
desde la visión que se asumió en las décadas de los ininterrumpida en el caso de que Godínez hubiera
sesenta y setenta de considerar al disidente como llegado a la Secretaría de la Defensa, y el general
cneinigo del Estado, sino con la orientación que hoy Domiro García Reyes, quien había sido años atrás su
104 Guillermo J. R. Garduña Vulero

secretario particular, al Estado Mayor, pero dos tener escasas opciones de manejo de una crisis, si
acontecimientos casi simultáneos lo impidieron: el ésta llegara a los niveles de desintegración terri-
levantamiento popular en Chiapas y el asesinato de torial.
Luis Donaldo Colosio. Ambos sucesos ban desplaza- 4) Una consecuencia de la ausencia de liderazgo es
do a ambos de su posición privilegiada. que en medio de la incertidumbre las instituciones
tienden a guiarse a partir de la verticalidad donde
figuras grises, aunque no en conflicto, atraviesan
El kIITIIKO INMEDIATO una maraña de intereses enfrentados y se guían a
partir de construir el consenso, visto como nece-
El periodo de Salinas de Gortari abre para el ejército sidad de acuerdo, donde bajo ciertas condiciones
mexicano nueve difíciles dilemas: llevan al conjunto sin una dirección definida, y
que escasamente tendría la posibilidad de arribar
I ) La revisión de su responsabilidad histórica frente
a procesos ordenados por civiles pero ejecutados
4
al cumplimiento de la misión y a los obetivos que
en realidad persigue la organización.'-
por militares, como es el caso de 1968; la insur- 5) AI problema anterior bay que añadir el problema
genciaguerrillera y los resultados 110 aclarados de de la disputa por las áreas de inteligencia librada
1988; a los que se añaden los acontecimientos de en esta administración y que ha creado enormes
Chiapas donde el ejército fue usado y retirado dificultades al menos entre cuatro instancias es-
después de someterlo a la picota de la opinión pecificas: el Estado Mayor Presidencial, aliado
publica internacional. circunstancial de la poderosa Oficina de IaPresi-
2) El resguardo de la soberanía en medio de un dencia; el Centro de investigaciones sobre Segu-
escenario modificado sustancialmente por la de- ridad Nacional, con vínculos peculiares con la
saparicián de la URSS en 1991, lo cual supone Secretaria de Gobernación, de la cual depende
que la integración propiciada por el TLC no sea el orgánicamente, sin dejar de ser autónoma; la pro-
pretexto para involucrar al país en una aventura pia Secretaría de Gobernación a la que le fue
de alianzas militares que convirtiera a México en arrebatada esta función en este periodo; y la Pro-
un campo de batalla de los enfrentarnientos inter- curaduría General de la República. El riesgo de
nacionales entre los tres bloques hoy constituidos. esta descoordinación podria generar pugnas ma-
3) Reconocer su ausencia de liderazgo motivada por yores por áreas de competencia
su creciente burocratizaeión. lo cual lo coloca en 6) El caso del narcotráfico y la presuntacomplicidad
una posición tan vulnerable como la del régimen de elementos del aparato militar propician u n
al que representa. De ese modo, si el Estado se nivel de alta incertidumbre para el país, pues la
debilita, no hay razón para suponer que el ejército corrupción sería el daño más visible que podrían
permanecerá inmune. Podria incluso debilitarse y tolerar las fuerzas armadas.
El ejército mexicano, elpoder incógnito 105

7) Una de estas líneas resulta especialmente preocu- ridad de una camarilla, de un partido en el poder,
pante: el cambio organizacional que tendrá nues- de un régimen doerminado o de personas especí-
tra estructura militar. Esto representará la trans- ficas, razón por la cual el ejército mexicano, re-
formación cualitativa más importante en lo que va conociendo sus orígenes, debe sostener que la
del siglo. En esta tendencia las tecnologías modi- tarea no es ser instrumento, sino protagonista
ficarán la composición de las fuerzas armadas en activo que responda a las complejas exigencias de
el nivel mundial, yen caso de no participar de este la sociedad a quien debe su mayor empeño y de
proceso, fuerzas externas o grupos paramilitares donde procede, y que hoy reclama como exigen-
podrían cubrir esta función. cia básica asegurar la transición a un México
Curiosamente, se destaca en el nivel periodísti- democrático, plural y con acceso a la riqueza
co el incremento del gasto en materia militar. De social generada por el conjunto.
hecho, en la actualidad se invierte más en el
ejército que en salud. Es decir, se invierten 16 mil
millones de nuevos pesos para sostener a un per- NOTAS
sonal de 162 048 personas. Pero éste no es el
' Jesús de León Toral, "Antecedentes: del ejercito Mexicatl
problema, dada la magnitud de la amenazas que
nos acechan. El problema sustancial radica en la hasta la consumación de la Independencia", en El ejército
mexicano. Méxic0,S.D N. 1979, p.16. Nos estamos refirien-
cada vez más creciente influencia que ejercen los
do a este documento como la historia oficial del ejército, en
Estados Unidos en la preparación de nuestros la medida en que no encontramos otro documento con la
oficiales y jefes. Quien marque las premisas en extensión e intensión que el que se menciona.
materia de estrategia y tecnología subordinará al La idea de no ver al ejército como una estructura ciega y
que se haya formado en esta línea de pensamien- subordinadacorresponde a los comentarios de la historiado-
ra Sonia Quiroz, quien trabaja esta temática, en pairicular el
to."
periodo del obregonismo y el maximato, claves para la
8) Hay indicios de que en la administración 1994- reestructuración del ejército.
2000 las fuerzas armadas modificaran sustancial- 3
En su contexto esta afirmación nos daría cuenta de las crisis
mente su organización, y dentro de estos cambios de esta institución en derredor de los principales aconteci-
cabria anticipar la creación de un comando unifi- mientos, como serian los periodos de invasión por potencias
extranjeras y la rápida erosión frente al avance de los movi-
cado, la autonomía de las fuerzas de asalto, tales
mientos sociales que se han consolidado. Al mismo tiempo
como el batallón de paracaidistas, y la exigencia cabe advertir que esta cita, al igual que la anterior, se deriva
de coordinación de las tres armas. Esto nos per- de pláticas en torno a esta temática en virtud de las dificul-
mite visualizar la alternativa de que podría actuar tades que impone el hablar en público de esto y de que los
en algún escenario internacional como fuerza de militares siempre solicitan el anonimato para dar a conocer
sus puntos de vista en torno a la institución militar. Véase
apoyo a la Organización de las Naciones Unidas.
David Ronfieldt, "The Modern Mexican Military, An Over-
9 ) Finalmente, la seguridad nacional no es la segu-
1O6 íiuillermo J R. Garduño Valer0

virw". en The Modern Mexican Military, 1.a Jolla, Ccnter razgomefuerxplicadoporeldoctor iiuga.Zemelman,quien
ilir US Mexican Studies, 1984, p. 17. piensa ofrecer un mayor desarrollo sobre esta propuesta.
4
V h s e Samuel P.Huntington, "La mentalidad militar: el
14
Véase Elvia Gutiérrez. "La Defensa. alta prioridad en el
realismo conservadorde la ética de los militaresprofesiona- gasto". en ElFinanciero, domingo 22 de Mayo de 1994. p~
les". en Rafael Rañón, La institución militar en el E.vtado 11. AI mismo tiempo debo reconocer La contribución y
contempnrúneo. Madrid. Alianza Universidad, 19x5. p. valiosaS observaciones que me proporcionó el periodista
188. Ciro Gómez Leyva a quien se debe el titulo del presentc
I
<iuillernloMendoza y Luis Garfias. "El ejercito mexicano articulo, en memoria de otro que no pudo ver la luz.
de 18h0a1913",cnEle,ércilo ... o p c i t , ~326. .
6
I.uis Garfias Magaña "El ejército mexicano de 1913 a
i938", en El +-cito ... op cil, p.416.
' Véase Sonia ~ u i r ~De z , generales u generales, 'iesis para
obtener el grado de licenciatura en historia en la Facultadde
1-iiosofia y Letras de la UNAM 1979.
8
Alicia Hernández Cháver. " L a mecánica cardcnista"~ cii
Ilieiuriu de la Revoluciún mexicana. tomo 16. Mexico. 13
rolegio de México. iY81, pp. 105 a 106.
I lhidem. pp. I7 a 118. 1.a parir correspondicnte al -jCicitii
rcciama una particular atención por la cantidad de rcfer-
cncias explicativas en torno al proceso
10
Ihídem. Vease p. 219. anexo 2.
/I
Muchas de las agudas observaciones me lucroii Iormulada'.
pur el general Manuel Enriquez, persona conocedorii del
ejercito mexicano, pues ingresó en 1919 en el Hernico C<>-
Iigio Militar y fue llevado a retiro en 1971. Iiahiendo tcnidii
la ucasiún de conocer y servir institucionalmenfe desde In
&pocade Porfiro Diu hasta la de Luis Echeverria. y quien
tile solicitó no revelara su nombre hasta después d i su
iiiucrte. en 1975.Queda pues cumplida la promesa al mililar
) al nmigo.
'' 11' planteamiento está toinado directamente d i los oijetlvos
de un curso de seguridad nacional cn el que pariicipm
elementos de las tres armas y la Secretaria de I<elaciones
I:xtrriores, y que imparte el Centrv de Estudios Nabales cn
su acción de mando superior.
17
lilconcepto de verticalidad como ienómeno opuesto al lide-

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