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Teoría general del proceso

Principios Derecho Procesale

PRINCIPIOS DEL PROCEDIMIENTO

PRINCIPIOS BÁSICOS O COMUNES

Principio de contradicción.-Es aquel que se expresa en la fórmula "óigase a la otra


parte" impone al juzgador el deber de resolver sobre
las promociones que le formule cualquiera de las partes, oyendo previamente las
razones de la contraparte, o,al menos, dándole la oportunidad para que las exprese.
Este se encuentra reconocido, por lo que concierne al demandado, en el derecho de
defensa o garantía deaudiencia que establece el párrafo segundo del Art. 14
constitucional. Por lo que refiere a ambas partes, el principio de contradicción es una
de las "formalidades esenciales del procedimiento" a que alude el mismo precepto
constitucional.
Este principio implica que cada parte tiene derecho a que se le conceda
oportunidades para intervenir, defenderse y probar a su favor. La cantidad y calidad
de posibilidades deben ser iguales, para que se cumpla
con el principio. Somos de la opinión de que la fecha de audiencia que es la parte
primordial de éste proceso debe ser notificada a ambas partes personalmente, sin
perjuicio de las notificaciones a los abogados, en sus domicilios constituidos.
Principio de igualdad de las partes Este principio deriva del Art. 13 de la
Constitución Federal e impone al legislador y al juzgador el deber de conferir a las
partes las mismas oportunidades procesales para exponer sus pretensiones y
excepciones, para probar los hechos en que basen aquellas y para expresar sus
propios alegatos o conclusiones. Las partes en todo proceso deben estar colocadas
en un plano de igualdad, es decir ante la Ley tendrán las mismas oportunidades y las
mismas cargas. Este principio como es de dominio público queda a veces o muchas
veces en teoría, por la diferencia económica, aun cuando nuestro ordenamiento
jurídico establezca el amparo de pobreza, que en teoría eliminaría toda
discriminación posible. Sin embargo hay que recordar que el Estado tiene como
función fundamental en orden a la justicia, el de garantizar la natural igualdad de las
partes interesadas en el proceso.

Principio de preclusión.-La preclusión se define, según Couture, "como la pérdida,


extinción o consumación de una facultad procesal".
Esta puede resultar de tres situaciones diferentes:
a) por no haber observado el orden u oportunidad dado por la ley para la realización
de un acto;
b) por haberse cumplido una actividad incompatible con el ejercicio de otra;
c) Por haberse ejercido ya una vez, válidamente, esa facultad (consumación
propiamente dicha)".
Principio de Eventualidad (o de Acumulación Eventual)
Impone a las partes el deber de presentar en forma simultánea y no sucesiva, todas
las acciones y excepciones,
las alegaciones y pruebas que correspondan a un acto o etapa procesal,
independientemente de que sean o no compatibles, y aún cuando si se estima
fundado alguno de los puntos que se haga innecesario el estudio de los
demás. Este principio rige tanto para las acciones como para las excepciones.
La Suprema Corte ha sostenido que cuando la parte actora acumule acciones
contrarias o contradictorias (que demande, por ejemplo, la nulidad de un contrato y
también su cumplimiento), no se produce una preclusión de estas accione, sino que
el juzgador debe requerir al actor para que declare cuál de las acciones es la que
decide continuar ejerciendo; y cuando no se hubiere hecho este requerimiento, el
propio juzgador será quien determine cuál fue la acción ejercida, interpretando la
conducta procesal de las partes.

Principio de economía procesal. Establece que se debe tratar de lograr en el


proceso los mayores resultados posibles, con el menor empleo de
actividades, recursos y tiempo. Exige, entre otras cosas, que se simplifiquen los
procedimientos; se delimite con precisión el litigio; sólo se admitan y Practiquen
pruebas que sean pertinentes y relevantes para la decisión de la causa; que se
declaren aquellos recursos e incidentes que sean notoriamente improcedentes,
etcétera. Este principio guarda relación con el hecho de la concentración de las
actuaciones y con el de celeridad del proceso Lo cierto es que el proceso como tal
debe terminar en el menor plazo posible de manera que no ocasione
trastorno psicológico para los involucrados. Sin embargo hay que tener sumo
cuidado y no confundir el principio de economía procesal con una apresurada
administración de justicia, lo que conllevará a un proceso ineficaz.
Principio de lealtad y probidad.Establece que las partes deben de conducirse con
apego a la verdad en los actos procesales en que intervengan y aportar todos los
medios de prueba que puedan contribuir a esclarecer los hechos controvertidos.
Deben utilizar los medios de impugnación sólo en aquellos casos en que
efectivamente estimen que los actos del tribunal son contrarios al derecho. El
incumplimiento de estos deberes debe tener como consecuencia la imposición de
medidas disciplinarias, de condenas de pago de gastos y costas procesales y aun de
sanciones penales, cuando la conducta de las partes llegue a constituir algún delito.

PRINCIPIOS ALTERNATIVOS
Principios de oralidad y escritura.-Suelen ser referidos a la forma que predomine
en el proceso. Así se afirma que rige el principio de oralidad en
aquellos procesos en los que predomine el uso de la palabra hablada sobre la
escritura; y que rige el principio de escritura en los procesos en los que predomina el
empleo de la palabra escrita sobre la palabra hablada. En ambos casos se trata de
predominio en el uso y no de uso exclusivo.El principio de oralidad, bajo cuya
orientación se han llevado a cabo las grandes reformas procesales, no sólo
implica el predominio del elemento verbal, sino también el prevalecimiento de los
siguientes principios: Este principio se relaciona íntimamente con la inmediación.
La única vía de lograr ésta es a través de un proceso oral. Cuando hablamos de
oralidad nos estamos refiriendo a procesos por audiencias. En dicho orden de ideas
debemos apuntar que la Audiencia conjunta es el momento culminante en el acople
intersistemático, aquel en que el sistema víctima−victimario se encuentra con el
sistema judicial. Esto es así porque lo que se quiere perseguir es depurar el proceso,
pues en esta etapa se puede palpar la verdadera situación máxime cuando ambas
partes (los verdaderos protagonistas) están presente y acuerdan. Lo importante de
todo esto es entender que la piedra angular en dicho proceso es la Audiencia con la
característica de ser eminentemente reservada.
Principio de inmediación.-Este principio tiene gran acogida en la doctrina, es
definido por Eisner como, EL principio en virtud del cual se procura asegurar que el
Juez o el Tribunal se halle en permanente e intima vinculación personal con los
sujetos elementos que intervienen en el proceso, recibiendo directamente
alegaciones de las partes y las aportaciones probatorias, a fin de que pueda conocer
en toda su significación el material de la causa desde el principio de ella, quien a su
termino a de pronunciar la sentencia que la resuelva . Asimismo el principio de
oralidad hace que se pueda cumplir con la inmediación en manera incipiente.
La inmediación puede ser enfocada desde dos ángulos, y como se verá, desde
cualquiera de ellos la oralidad es el mejor medio para alcanzarlos. En efecto, la
inmediación subjetiva o formal que exige que el Tribunal que va a dictar la sentencia
tome conocimiento directo y en consecuencia se forme así su convicción, del
material probatorio que ha sido reproducido en su presencia, junto con todos los
demás sujetos del proceso, puede ser garantizada principalmente por medio de un
juicio oral, que obliga a todas las partes, al Juez y al Fiscal, estar presentes en el
juicio y a proceder a recibir en forma directa, sin delegación y sin solución de
continuidad, todos los elementos de prueba aceptados en el juicio. Al no existir actas
que después van a ser leídas, los jueces están obligados a recibir en forma directa la
prueba, sin posibilidad siquiera de delegar.
Por el contrario, en el sistema escrito la recepción de la prueba se caracteriza por
estar delegada en oficiales receptores de prueba (escribientes, oficinistas,
secretarios), que son los que escuchan los relatos de los testigos, de los peritos, de la
víctima y del acusado, y luego los traduce en una acta que el Juez firma como si
hubiera estado presente, con base en la cual tomará y sustentará sus conclusiones
fácticas y jurídicas sobre el caso.
Por otro lado, la inmediación objetiva o material, según la cual el Tribunal debe
obtener el conocimiento y formar su convicción, utilizando el medio probatorio más
cercano al hecho a probar, entre todos los medios concurrentes, también es posible
alcanzarla principalmente por medio de la oralidad, de manera más eficiente que la
escritura, pues la comparación y el análisis se facilitan bastante más cuando los
elementos de prueba son recibidos por todos los sujetos del proceso, de manera
concentrada y continúa, como se realiza en el juicio oral. En los procesos escritos se
interponen largos períodos entre la recepción de un elemento probatorio y
otro, dificultando apreciar cuáles serán los más directos para probar el hecho.
Desde luego la inmediación no necesariamente debe ser absoluta, como bien se
afirma, pues aún en el juicio oral es posible introducir ciertos elementos de prueba
por lectura o exhibiéndolos, que sin inmediación proporcionan una información
exacta y libre de objeciones, como serían las fotografías, cintas magnetofónicas, las
videocintas, y ciertas actas cuando no son cuestionadas por las partes, como los
planos, mapas, dictámenes periciales, etc.
La concentración y la continuación exigen que el juicio oral se realice frente a todos
los sujetos procesales, desde el inicio hasta su terminación, de una sola vez y en
forma sucesiva, sin solución de continuidad, con el propósito de que exista la mayor
proximidad entre el momento en que se recibe toda la prueba, formulan las
partes argumentaciones y conclusiones sobre ella, deliberan los jueces y se dicta
sentencia. "Ello sirve para proteger al delincuente, al no prolongar la tensión
psicológica que genera el juicio; refuerza la creencia del pueblo en la justicia al
garantizar una decisión rápida; y posibiIita una mejor investigación de la verdad".
La concentración está directamente referida a los sujetos del proceso y a la recepción
de la prueba, y la continuidad a los actos procesales que deben realizarse en el juicio.
La oralidad impone, inexorablemente, la concentración y la continuidad, porque los
debates prolongados conllevan el peligro de que se olvide lo actuado, al no existir
actas que transcriban literalmente (o interpreten) lo que han declarado los testigos y
los peritos, de donde debe concluirse que la posibilidad de retener el contenido de la
prueba se debilita frente a la cantidad de intermedios e interrupciones, de ahí que
deba vincularse al tribunal y a los sujetos del proceso, en forma continua e
ininterrumpida.
La oralidad implica necesariamente esa concentración y esa continuidad, para que
pueda operar correctamente la actividad de los sujetos procesales en el análisis del
material probatorio. A diferencia de la escritura, donde la prueba es recibida en
forma discontinua, en diferentes momentos y a lo largo de varios meses, incluso
muchas veces con años de distancia entre una y otra. Desde ese punto de vista la
concentración y la continuidad son exigencias procesales cuya realización se
verifica con la oralidad. Desde luego que tales exigencias tampoco son categóricas.
El absolutismo en este terreno también puede distorsionar la solución adecuada. En
principio el debate debe celebrarse en forma continua y sólo se puede
interrumpir para atender el descanso diario, o por necesidades fisiológicas, pero
también otras razones pueden justificar la suspensión y la postergación de la
audiencia oral para otra fecha, como serían, por ejemplo, impedimento o enfermedad
de alguno de los sujetos del proceso, la ampliación de la acusación que justifique
preparar actos de defensa, la realización de actos fuera de la audiencia como una
inspección ocular, la incomparecencia de órganos de prueba esencial.

El principio de libre valoración de la prueba (sana crítica)


Otro de los principios básicos referidos a la prueba que se pretende fortalecer en la
justicia penal, es el de libertad en la valoración de la prueba. Frente al sistema
tarifario (prueba legal o tasada) y al sistema de la íntima convicción (prueba en
conciencia), se busca fortalecer el sistema de la libre convicción o sana crítica,
según el cual el Juez es libre de asignarle el valor a los elementos de prueba
reproducidos en el juicio, pues el legislador no señala anticipadamente presunciones
probatorias, ni tampoco tasa su valor según la naturaleza, la clase, o el origen de la
misma, sin embargo el Juez se encuentra en la ineludible tarea de expresar las
razones por las cuales asigna un determinado valor a dichas pruebas y forma su
convicción (deber defundamentación) lo cual lo separa del jurado.
De nuevo también es la oralidad la que permite cumplir con ese principio básico,
bastante mejor que el proceso escrito. En efecto, la oralidad garantiza mejor el
cumplimiento de las reglas que rigen la apreciación
de las pruebas, porque en forma directa, sin intermediarios, el Juez o Tribunal debe
recibir todos los elementos de prueba, frente a todas las partes, lo cual le permite
apreciar la veracidad de la misma según las reglas de la lógica, la experiencia, la
psicología y el sentido común, con mayor posibilidad que cuando simplemente
valora un documento o transcripción de prueba.
El proceso oral no se inmuniza contra el falso testimonio, pero permite detectarlo
con mayor posibilidad deé xito que el sistema escrito, donde los oficiales receptores
de pruebas −por lo general sin preparación adecuada− traducen o interpretan la
versión de los testigos y en muchos casos hasta les facilitan mentir, o en el mejor de
los supuestos desnaturalizan o mutilan su relato, transcribiendo en actas lo que ellos
creyeron que dijo el testigo.
Como bien se ha expuesto, en el sistema escrito
a) no hay posibilidad de apreciar los rasgos humanos genéricos de los declarantes o
el lenguaje de sus gestos tan importantes para la valoración;
b) hay una gran infidelidad o insuficiencia del acta con lo verdaderamente declarado,
por traducción, síntesis, ignorancia o desinterés de quien recibe la prueba; y
c) no hay un conocimiento del caso en todo su conjunto, por parte de quien recibe la
prueba, lo que provoca importantes lagunas.
PRINCIPIO DISPOSITIVO.- es principio Le corresponde a las partes proporcionar los
fundamentos de la sentencia mediante sus postulaciones, es decir, peticiones, alegaciones y
pruebas2 . disponen sus procesos, pueden iniciar, concluir o desistirse del proceso. El Juez
observa.
PRINCIPIO INQUISI.- TIVO Es lo contrario. El Juez es el director. El Juez está en la
obligación de demostrar la verdad.
Opuesto al principio acusatorio, propio del Derecho procesal penal, es aquel conforme al
cual la investigación y acusación recaen en el propio órgano que juzga el asunto, en vez
de que -como actualmente ocurre fruto de la aplicación del primer principio mencionado-
una parte distinta del órgano jurisdiccional lleve a cabo la pertinente acusación.

Este principio permite, por tanto, que el proceso se siga de oficio por el Tribunal, el cual
goza así de iniciativa de actuación y prueba. Rige en la fase de instrucción del proceso
penal.

VALORACIÓN DE LA PRUEBA Es la operación mental que hace el Juez para determinar si los hechos se corroboran
con los medios probatorios. Dentro de esto tenemos sistemas de valoración de la prueba como la TARIFA LEGAL que
consiste en que el Juez valora los medios probatorios de acuerdo a lo que la Ley manda. (Este sistema ha sido desechado
y no es vigente). LIBRE APRECIACIÓN consiste en darle la potestad al Juez para que pueda apreciar a la forma que
quiera (esto tampoco se aplica). INTIMO CONVENCIMIENTO Es muy parecido a la LIBRE APRECIACIÓN y solo
varía en la forma. El Juez no toma en cuenta los elementos probatorios, solamente va a emitir su sentencia sin
considerar los medios probatorios que ofrecen el demandante y el demandado. (NINGUNO DE LOS 3 OPERA EN
NUESTRO ORDENAMIENTO JURÍDICO CIVIL. Solo hay que conocerlo por lectura). EL SISTEMA QUE OPERA
EN NUESTRO SISTEMA JURÍDICO ES EL DE LA SANA CRÍTICA que consiste en contrastar los
fundamentos de hecho con los medios probatorios que ofrece.
¿DENTRO DE LOS SISTEMAS DE VALORACIÓN DE LA PRUEBA, CUÁL DE LOS SISTEMAS TIENE
VIGENCIA EN EL PERÚ?.
RPTA.- El de la SANA CRÍTICA que consiste en relacionar los fundamentos de hecho con los medios probatorios en
la demanda, en la contestación igual.
PRINCIPIO DEL MEDIO PROBATORIO Es el mismo que el anterior que hemos
analizado.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD Establece una publicidad interna (aplicable en el
Derecho Procesal Civil. El proceso es privado, solo conocen el demandante y el demandado,
otros no tienen por qué saberlo) y otra externa. (aplicable en Derecho Procesal Penal. El
proceso es abierto, puede entrar cualquier persona).
PRINCIPIO DE ECONOMÍA PROCESAL En un proceso hay que economizar el tiempo.
En un solo acto realizar varios pedidos. Tiene MODALIDADES
Concentración.- Todo lo que se debate debe concentrarse en uno solo. (Ejm. Divorcio,
liquidación de gananciales, tenencia del menor, alimentos)
Eventualidad.- Se tiene que hacer en el menor tiempo posible. Esto va para los jueces (5
días o 20 días).
Celeridad.- Las partes sí cumplen con los plazos perentorios, los jueces jamás cumplen los
plazos.
Aplicación de este principio Corrobora lo anterior.
Saneamiento.- Es una etapa del proceso.
Gratuidad de justicia.- En materia penal la administración de justicia es gratuita. En
materia procesal civil hay que pagar tasas judiciales. Al juez le paga el Estado. LA
RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA N° 019 ESTABLECE TODOS LOS MONTOS POR PAGAR

PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN.- Hay el derecho a contradecir. El otro puede decir


que la demanda es falsa o infundada.
PRINCIPIO IMPULSO PROCESAL Consiste en impulsar el proceso para que no quede
estancado en el despacho del Juez. Las partes tienen que impulsar a través de un escrito
corto.
PRINCIPIO DE MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA La sentencia debe ser motivada.
Tienen que ser argumentadas. Norma bien motivada, buena argumentación,
jurisprudencial, doctrinaria relacionada a los hechos.
PRINCIPIO DE ADQUISICIÓN El juez acepta la argumentación de ambas partes por
igual.
PRINCIPIO DE LA BUENA FE O LEALTADAD PROCESAL Al juez hay que ir con la
verdad.
PRINCIPIO DE LA COSA JUZGADA Cuando una sentencia
queda consentida (cuando se vence el plazo) o queda ejecutoriada. Existe queja
Administrativa y queja de Derecho en el Ministerio Público.
PRINCIPIO DE CONCILIACIÓN Se debe conciliar en ciertas materias antes de entrar
en un proceso. El juez invita a conciliar.
PRINCIPIO DE LA INTEGRALIDAD El juez tiene que observar el proceso en forma
total.
PRINCIPIO DE LA CONGRUENCIA Tiene que haber concordancia, armonía, debe ser
sólido
Congruencia Interna.- Concordancia entre los considerandos y la parte resolutiva
(fallo).
Congruencia Externa.- Concordancia y armonía entre la demanda y la sentencia.
(alimentos=alimentos)
PRINCIPIO DE LAS DOS INSTANCIAS Casi todos los procesos solo tienen 2
instancias, salvo el caso de pluralidad. Se utiliza la apelación. La casación se utiliza cuando
no se ha aplicado bien el Derecho o cuando se ha vulnerado el debido proceso.
PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD Tiene que ver con los plazos (preclusión). Todos los
casos precluyen en los plazos. Los procesos civiles muchas veces duran años.
PRINCIPIO DE INMEDIACIÓN El juez tiene que llamar a las partes para escucharlos.
Tienen que estar frente al Juez. Escucha al demandante y al demandado.
PRINCIPIO DE IMPUGNACIÓN Es muy parecido al principio de la doble instancia. Se
puede impugnar.
PRINCIPO DE PREVALENCIA DEL DERECHO SUSTANTIVO Antes que se aplique
una norma procesal, si hay una norma del Derecho Civil, prevalece la norma civil.

PRINCIPIO DE IGUALDAD. Las partes deben estar en igualdad de condiciones ante


el juez. El principio admite excepciones, como es el caso de la suplencia de la queja en materia
de Amparo.

PRINCIPIO DE PUBLICIDAD.- . Garantiza el correcto desenvolvimiento del


proceso y la proba actuación del juez. De manera que no pueden darse procesos
inquisitoriales, aunque puede tener excepciones por cuestiones de orden público.

OTROS PRINCIPIOS DE DERECHO PROCESAL

Principio in dubio pro reo


Principio característico del proceso penal por el cual la falta de prueba de la culpabilidad,
equivale a la prueba de la inocencia. En caso de duda -tanto si la duda o incertidumbre
afecta a hechos constitutivos (participación del acusado en el asesinato) o sobre hechos
extintivos (existencia o no de la eximente de legítima defensa)-, ha de resolverse a favor
del acusado.

Sin embargo, el principio in dubio pro reo no debe confundirse con el derecho fundamental
a la presunción de inocencia establecido en el art. 24.2 de la Constitución y según el cual
la carga de la prueba recae en los acusadores de manera que toda acusación debe
acompañarse de la prueba de los hechos en que consista. Si no concurren tales pruebas
el juez o tribunal que conozca del proceso deberá declarar la inocencia del acusado. Se
parte, por lo tanto, de la inocencia del acusado debiendo demostrarse su culpabilidad.

El Tribunal Constitucional ha venido distinguiendo entre el principio jurisprudencial in dubio


pro reo y el derecho a la presunción de inocencia. El principio in dubio pro reo pertenece a
la esfera de la valoración o apreciación probatoria aplicándose cuando, a pesar de existir
una prueba, persista una duda racional sobre la concurrencia de los elementos objetivos y
subjetivos que integran el tipo penal de que se trate. En cambio, el derecho a la presunción
de inocencia será eficaz cuando no existan pruebas o cuando las practicadas no reúnan
las garantías procesales necesarias. Además, desde el punto de vista constitucional, la
presunción de inocencia ha sido configurada por el art. 24.2 CE como garantía procesal
del imputado y como derecho fundamental del ciudadano protegible en la vía de amparo
pero no ocurre lo mismo con la regla in dubio pro reo.

Principio iura novit curia


Significa que el Juez conoce el Derecho. La aplicación de este principio implica, por un
lado, que el Derecho vigente no tiene que ser probado, salvo que se trate de Derecho
extranjero o de una costumbre, ya que el conocimiento del Juez sólo se predica de las
normas que forman parte del Derecho interno, escrito y general.

Por otro lado, el Tribunal no tiene necesidad, ni tampoco obligación, de ajustarse, en los
razonamientos jurídicos que le sirven de base para motivar sus fallos, a las alegaciones de
carácter jurídico aducidas por las partes y, sin apartarse de la causa de pedir, puede basar
sus decisiones en fundamentos jurídicos distintos, sin que, por esa razón, incurra en
incongruencia.

Principio pro actione


Este principio exige que los órganos judiciales, al interpretar los requisitos procesales
legalmente previstos, tengan presente la ratio de la norma con el fin de evitar que los
meros formalismos o entendimientos no razonables de las normas procesales impidan un
enjuiciamiento de fondo del asunto, vulnerando las exigencias del principio de
proporcionalidad.

En la fase de recurso el principio pro actione pierde intensidad, pues el derecho al recurso
no nace directamente de la Constitución sino de lo que hayan dispuesto las leyes
procesales, correspondiendo al ámbito de libertad del legislador, salvo en materia penal, el
establecimiento y regulación de los recursos procedentes en cada caso.

Principio pro operario


Uno de los llamados principios informadores de Derecho del Trabajo. Los principios
informadores carecen de valor normativo y no son Fuentes del Derecho en sentido estricto
pero tienen una indudable relevancia práctica en cuanto criterios para la aplicación e
interpretación de las normas en el ámbito laboral. El principio pro operario constituye la
versión laboral del principio in dubio pro reo del derecho penal y responde perfectamente
al fundamento tuitivo y de protección del trabajador que históricamente acompaña al
Derecho del Trabajo. Se enuncia como aquel en virtud del cual ante dos o más
interpretaciones posibles en la aplicación de una norma, deberá prevalecer aquélla que
resulte más favorable para los intereses del trabajador. No podrá invocarse, pues, en fase
de revisión de los hechos ni en la determinación de la norma aplicable, sino
exclusivamente en las dudas razonables que puedan suscitarse ante la interpretación de
una norma ya que, por otra parte, tampoco cabría acogerse a este principio para forzar
interpretaciones de la norma que atentan claramente contra el espíritu que las inspira.
Actualmente, el principio pro operario se encuentra en clara decadencia y su aplicación
resulta sumamente restrictiva, exigiéndose que efectivamente puedan apreciarse serias
dudas interpretativas y que no puedan utilizarse para su resolución los criterios exegéticos
generales.
Conclusiones
Entendemos que los principios procesales son comunes a todos los procesos, con
ciertas excepciones y variantes cuya función es la de orientar al proceso a fin de
obtener el reconocimiento del derecho consignado en la ley substancial. La
aplicación de Mediación Penal, no obsta al cumplimiento de cada uno de los
principios generales del derecho procesal general, ni penal en particular, siéndole
absolutamente aplicables. Vemos claramente que las normas que rigen la mediación
están en consonancia con los principios Constitucionales que garantizan el debido
proceso, el acceso a la justicia, la bilateralidad del proceso y la
defensa en juicio.

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