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HISTORIA
DE
APLICACIONES Y DATOS
LEONEL ALBERTO OSPINA RESTREPO
PERFIL ACADÈMICO:
DIPLOMADOS:
CRONOLOGÌA
ACTIVIDAD DE LA EMPRESA
OBJETIVOS EMPRESARIALES
MISIÒN
Nuestra misión es brindar a través de servicios y productos diversidad de material y
contenido orientado a estudiantes, profesionales y empresas de diversas áreas. A través
del uso de la tecnología y el internet como medio de comunicación masivo.
VISIÒN
Ser una empresa especializada en diferentes áreas de la tecnología y la negociación
internacional. Siendo un sitio de preferencia para estudiantes, profesionales y otros.
Posesionar nuestros Servicios y productos tanto de forma local como global a través del
uso de las Tics integradas con el internet.
El proyecto FC5 SYSTEM inicio el 18 de febrero del año 2008, en la comuna seis de
Medellín. FC5 SYSTEM buscaba a través de los sistemas de información brindar
información y conocimientos a jóvenes de la comunidad con capacitaciones, talleres
prácticos y demás herramientas tecnológicas. Fue creado por John Jairo Mejía y Leonel
Ospina Restrepo. FC5 SYSTEM finalizo el 15 de agosto del año 2009, y aunque muchas
de las actividades desarrollaron de desarrollarse de forma física, se continúa con el proyecto
a través de internet y el software libre.
Bajo una gestión de política macroeconómica eficaz, el crecimiento de Colombia fue del 4.6
por ciento en 2014, superando los efectos iniciales de la reducción de los precios
internacionales del petróleo. El crecimiento en 2014 fue superior al promedio regional (1.5
por ciento), impulsado principalmente por la construcción y los servicios que ayudaron a
compensar la contracción de las actividades extractivas. El crecimiento de la agricultura y de
las actividades manufactureras fue modesto. Desde el punto de vista de la demanda, la
actividad económica fue liderada por el consumo privado y la inversión interna, que
compensó la desaceleración de las exportaciones.
La disminución de los precios del petróleo y las expectativas acerca de una alteración de la
política monetaria de Estados Unidos han impactado la economía de Colombia en 2015.
En este entorno externo adverso se espera que el crecimiento se desacelere a un 2.9 por
ciento en 2015 y 3.2 por ciento en 2016, pero se mantiene entre los más altos de la región
América Latina y el Caribe.
El desempleo alcanzó un mínimo histórico (9.1 por ciento en 2014) tras las importantes reformas
para reducir los costos laborales no salariales. A pesar de la desaceleración de la actividad económica,
el desempleo siguió disminuyendo en el primer semestre de 2015 alcanzando niveles bajos récord en
julio (8.8 por ciento). La gestión fiscal sigue siendo una de los más fuertes en la región. El gobierno
ha cumplido con la regla fiscal que fue instituida por primera vez en 2012. En 2014, el déficit fiscal
estructural fue de 2.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), similar al nivel de 2013 y en línea
con la regla fiscal. Los precios del petróleo menores a lo que se esperaba otorgaron al gobierno una
suma adicional de 0.1 por ciento del déficit del PIB, con lo que el déficit del gobierno central alcanzó
el 2.4 por ciento del PIB en 2014. Se espera que el déficit fiscal estructural sea de 2.2 por ciento del
PIB en 2015, pero la fuerte disminución de los precios del petróleo podría llevar el déficit total del
gobierno central a un máximo de 3 por ciento del PIB, permitiéndole al gobierno acomodar
temporalmente la reducción de los ingresos relacionados con el petróleo.
El régimen de cambio flexible de Colombia es la primera línea de defensa contra los choques
externos. El entorno externo desfavorable ha contribuido a una fuerte depreciación del peso.
El dólar estadounidense llegó a cotizarse en $3000 pesos colombianos en agosto de 2015,
frente al promedio de $2,000 pesos colombianos en 2014.
Colombia, al igual que la mayoría de los países latinoamericanos bajo el modelo de sustitución
de importaciones, no instituyó un marco normativo que favoreciera el movimiento de los
flujos de inversión extranjera hacia el país.
Algunos gobiernos consideraron que la inversión extranjera generaba pérdida de soberanía
del país y competencia desigual para las empresas nacionales. Enmarcados dentro del modelo
de sustitución de importaciones, se implantó una política altamente restrictiva frente a la
inversión extranjera desde finales de la década de los sesenta, extendiéndose en términos
generales hasta el decreto 1265 de 1988.
Dentro los elementos que predominaron se destacan: prohibición de la IED y de inversión
nueva en sectores considerados claves como el sector financiero. Asimismo, el régimen
contemplaba un trato discriminatorio a las empresas extranjeras que lograron establecerse en
el país, ya que éstas no tenían acceso al Programa de Liberación del Acuerdo de Cartagena,
y estaban sujetas entre otras a limitaciones para la remisión de utilidades.
A través del mecanismo de autorizaciones previas, el Estado intervino en las operaciones de
IED con el objetivo de obligar la participación del capital nacional en proyectos de inversión,
evitar la adquisición de empresas existentes y la participación de empresas extranjeras en
sectores en los que se creara competencia a las empresas nacionales o en sectores donde el
Estado no la considerara como necesaria.
Durante la década del setenta la inversión extranjera se rigió por el Decreto Ley 444 de 1967
y el Decreto Ley de 1973. Este último desarrolló la Decisión 24 de 1971 del Pacto Andino
que prohibió los flujos de IED hacia sectores como infraestructura energética,
comunicaciones y telecomunicaciones, servicios públicos y saneamiento básico. La aplicación
de esta normatividad, bajo una política de protección y una regulación de tipo administrativo
para el desarrollo de ciertos sectores industriales considerados como estratégicos a través de
los programas sectoriales de desarrollo industrial -PSDI-, restringió la dinámica de los flujos
de capital foráneo.
A las empresas transnacionales se les obligaba a convertirse en empresas mixtas después de un plazo,
y se les condicionaba la transferencia de tecnología y el precio de las regalías que recibían por ella
(Hommes, Montenegro y Roda, 1994); de igual manera se les impuso un control restrictivo al crédito
interno, teniendo acceso sólo a crédito de corto plazo, de acuerdo con las condiciones fijadas por la
Comisión del Acuerdo de Cartagena. Lo anterior debió haber influido en el bajo flujo de inversión
de carácter productivo recibido por el país en ese período. En cierta forma, la reglamentación
existente tuvo que haber incentivado el endeudamiento externo privado.